La Coleccion Arqueologica Alberto Paz Posse - Por Sara Peña de Bascary

8/10/2019 La Coleccion Arqueologica Alberto Paz Posse - Por Sara Pea de Bascary

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Sara Pea de Bascary

Tucumn- Octubre 2014

Sara Pea de Bascary


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SARA PEA DE BASCARY: La coleccin arqueolgica Alberto Paz Posse

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Fecha de catalogacin: 23/09/2014

Primera edicin: 2014Derechos exclusivos de esta primera edicin reservados para todo el mundo.Trabajo: La coleccin arqueolgica Alberto Paz Posse. Ilustracin portada: dolo de lamaternidad, piedra. Fotoy texto del catlogo original de la coleccin Paz PosseQueda hecho el depsito que marca la Ley N 11.723ISBN 978-987-29682-1-2Impreso en Argentina.Printed in Argentina.

Elena Perilli de Colombres Garmendia

Historia y cultura: Tucumn y el noroeste argentino. - 1a ed. - SanMiguel de Tucumn: Centro Cultural Alberto Rougs, 2014.

E-Book.

ISBN 978-987-29682-1-2

1. Historia. 2. Literatura. 3. Arte.CDD 982.43

ISBN 978-987-29682-1-2

Primera edicin: 2014Derechos exclusivos de esta primera edicin reservados para todo el mundo.Boletn N 1 Historia y Cultura

Queda hecho el depsito que marca la Ley N 11.723

Colaboracin especial: Sara Pea de BascaryDiseo: Diego H. TorresImpreso en Argentina.Printed in Argentina.

Ilustracin de la tapa: dolo de la maternidad, piedra. Foto y texto del catlogo original de lacoleccin Paz Posse

Centro Cultural Alberto RougsMail:[email protected] Miguel Lillo
mailto:[email protected]:[email protected]:[email protected]


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BOLETIN N 1HISTORIA Y CULTURA - 2014

PROYECTO DE INVESTIGACIN HISTRICA TUCUMN Y EL NOA

BOLETIN N 1

Este primer Boletn de Historia y Cultura rene los trabajos de investigadores del Centro

Cultural Alberto Rougs de la Fundacin Miguel Lillo referidos a la Historia de Tucumn. Tras

largas conversaciones quisimos ampliar el proyecto inicial dedicado a estudiar la llamada

Generacin del Centenariocon una nueva mirada ms abarcadora de la evolucin histrica del norte

argentino.

De acuerdo con este objetivo, en este nmero inicial confluyen textos diversos: sobre la casi

desconocida coleccin arqueolgica de Alberto Paz Posse; consideraciones sobre la moda en

Tucumn y las manufacturas a las que daba lugar; la trgica muerte del anarquista Di Giovanni y la

historia de su defensor el tucumano Franco; el impacto de la danza con la presencia de los ballets

rusos en la provincia y una noticia biogrfica sobre el destacado periodista y hombre pblico Zenn

Santilln.Los cinco artculos presentes en este trabajo colectivo abordan desde el enfoque propio de cada

investigador aspectos que permiten conocer algunas de las problemticas planteadas en la historia

provincial en cuanto a hechos relevantes de la sociedad, cultura y poltica desde fines del siglo XIX a

mitad XX. La diversidad fue una fuente de enriquecimiento del equipo y suscit un fecundo

intercambio de ideas.

Incluimos una seccin dedicada a novedades con presentaciones de libros vinculados a la

temtica, crticas bibliogrficas y otras actividades culturales.El nombre de la publicacin quiere expresar los intereses y las disciplinas que el Boletn desea

englobar: la historia, la literatura, el derecho, la sociologa, las artes. Abrir las puertas de la cultura,

no solo de Tucumn, sino de las otras provincias de la regin con las que existe un sustrato comn,

con la idea de que esta clase de ediciones sea vehculo privilegiado para la manifestacin de un

proyecto de grupo.

Esperamos con este nmero ayudar a difundir y extender a un pblico ms amplio temas de

nuestra historia.

ELENA PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA


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Sara Pea de Bascary

A fines del siglo S. XIX irrumpe en Argentina el coleccionismo de obras de arte. Este se

afianza, especialmente en Buenos Aires, con el consumo de arte europeo que ingresa al pas. Se

constituyeron las primeras colecciones, de las que posteriormente surgieron los Museos

argentinos. Desde 1880, ya el pas consolidado con gran podero econmico, la adquisicin de

obras de arte extrajeras es importante y se hace masivo hacia el centenario de 1910.

Segn la, especialista en arte, Mara Isabel Baldasarre:

Las dcadas que se extienden entre 1880 y 1910 son justamente el momento de aparicin

y consolidacin del coleccionismo privado de obras de arte. Este coleccionismo no solo

antecedi sino que influy decididamente en la formacin de los primeros museos del pas,

cuyos patrimonios se formaron a partir de la donacin y eventual adquisicin de obras

pertenecientes a estas colecciones1

Tal es el caso del Museo Nacional de Bellas Artes, con las colecciones Guerrico, Hirsch, y

Santamarina, entre otras. Tambin el Museo Histrico Nacional surge de la coleccin que haba

constituido su fundador, Adolfo P. Carranza, de numismtica, biblioteca y objetos vinculados a

nuestra historia. Luego se agregaron las piezas cedidas por Alejo Gonzlez Garao, cuando fue

director del Museo, entre otras importantes donaciones. En cuanto al Museo de Arte Hispnico

Americano, se constituy con la coleccin de Isaac Fernndez Blancode quien lleva su nombre

la institucin y tambin con el legado de Alfredo y Celina Gonzlez Garao, entre otros

donantes. El vasto tema de colecciones, coleccionistas y museos en Buenos Aires, ha sidotratado por el profesor de historia del arte, Marcelo E. Pacheco ampliamente, en sus

investigaciones.2

1MARIA ISABEL BALDASERRE;Los dueos del arte - Coleccionismo y consumo cultural en Buenos Aires.(BuenosAires, 2006) pg., 13.2MARCELO PACHECO; Coleccionismo de Arte en Buenos Aires 1924-1942. (Buenos Aires, 2013).


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A partir del periodo que sealamos, se instal y afianz el coleccionismo en Argentina. Con

el tiempo abarc distintas especialidades: bellas artes, objetos histricos, bibliografa,

numismtica, arqueologa, entre otras.3

A los coleccionistas les motiva la pasin por atesorar objetos valiosos. Constantemente estn

en la bsqueda de elementos que acrecienten sus colecciones. Pasin que, en algunos casos,

llega a ser obsesin. Son personas cultas, estudiosas y muy preparadas en la especialidad motivo

de sus inquietudes. Esto adems de contar con fortunas personales, que les permitan el lujo de

coleccionar.

Hay que distinguir entre quienes atesoraban obras de arte para integrar colecciones privadas,

o para engalanar sus mansiones, de quienes las adquiran como una inversin, para su posterior

venta. Es decir surgen tambin, a fines del siglo XIX, los anticuarios y marchands.

Relevantes personalidades, como Juan Cruz Varela, Andrs Lamas, Aristbulo del Valle,

Ramn y Antonio Santamarina, Manuel Jos y Jos Prudencio Guerrico4, entre otros, integraron

valiosas colecciones. Muchas de ellas son hoy patrimonio de museos.

Con el tiempo, ya en el filo del nuevo siglo, el coleccionista comienza a atesorar obras de arte

y objetos que representan nuestra cultura. Es as como se integran importantes conjuntos de

platera, mobiliario, imaginera y pintura colonial. El coleccionismo de piezas arqueolgicas se

convertira en una pasin de muchos, especialmente en el norte argentino.

Examinar esa temtica, detenindonos en una coleccin y en su coleccionista tucumano, es el

propsito de este trabajo.

En Tucumn, el afn por coleccionar, objetos de nuestra prehistoria, se inicia hacia fines del

perodo decimonnico. En 1876, Inocencio Liberani descubri el primer yacimiento arqueolgico

de nuestro pas: el de Loma Rica, en Catamarca. Los objetos encontrados por el cientfico italiano,

fueron depositados en el Museo de Historia Natural del Colegio Nacional de Tucumn que despus

se disolvera, con prdida de sus valiosas piezas. Los datos obtenidos fueron enviados a los

Congresos internacionales de Bruselas y Madrid y a la exposicin Internacional de Paris, en 1878. 5

El hallazgo abri las puertas al estudio del pasado indgena y tambin despert el inters de

quienes se dedicaron acopiar piezas arqueolgicas. A fines del siglo encontramos a quienes se

dedicaron a estudiar, y en algunos casos a coleccionar, objetos de los antiguos pobladores del norte

3 Este trabajo es parte de un estudio al cual estamos abocados sobre el coleccionismo en Tucumn. El mismo trata,adems, de las colecciones de Ernesto Padilla y de Miguel Alfredo Nougus.4Ibdem5 CFR.: SARA PEA DE BASCARY; Inocencio Liberani, cientfico, educador, arquelogo, en Revista de la Junta de

Estudios Histricos de Tucumn,N 13 (Tucumn, 2013)


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argentino. Adn Quiroga, Juan B. Ambrosetti, Samuel A. Lafone y Quevedo, fueron los primeros, y

ms adelante Rodolfo Schreiter, Alfred Mtraux, Eric Boman, entre otros. Hubo tambin

aficionados que se dedicaron a acumular innumerables piezas arqueolgicas. Formaron importantes

colecciones, muchas de ellas se conservan hoy en museos y tambin, lamentablemente, demasiadas

fueron vendidas al extranjero.

Entre los tucumanos arquelogos aficionados de Tucumn, a fines del siglo XIX, hubo quien

reuni una valiosa coleccin: la llamada Zavaleta.6 Esta, paradjicamente, despert mayores

expectativas que la de Loma Rica convirtindose, con el correr de los aos, en una leyenda de la

poco se habla o se conoce. El 21 de enero de 1885, en el diario El Orden, se lee: "...llenos delegtima curiosidad y placer hemos examinado las colecciones cientficas que el estimable joven

Manuel B. Zavaleta ha trado consigo como resultado de sus excursiones por el vasto ramal del

Aconquija...".7

Manuel B. Zavaleta, veraneante de Taf del Valle, era un incansable viajero de las cumbres,

impulsado por la posibilidad de un hallazgo similar al de Loma Rica. Sus acaudalados parientes,

propietarios de las 20.000 hectreas de la estancia El Churqui, le permitieron excavar a su antojo en

sus tierras, y muy posiblemente le facilitaron los peones. Obtuvo en sus andanzas una magnfica

coleccin arqueolgica en un campo todava virgen de toda bsqueda. Haba encontrado, adems,

un fsil de gliptodonte.

El mismo Zavaleta se encarg de publicitar su hallazgo, comunicndolo a la prensa, museos y

autoridades. La coleccin despert grandes expectativas, en su dueo como en los tucumanos, que

vidamente seguan las novedades relacionadas con su descubrimiento y destino. Se deca que el

presidente Julio A. Roca haba ofrecido por el fsil una suma respetable.

Zavaleta viaj a Buenos Aires buscando vender la coleccin. Nada menos que Florentino

Ameghino la estudi. Aos ms tarde el sabio hara mencin al hecho:

"...en enero de 1885, el Sr. Manuel B. Zavaleta traa a Buenos Aires una notable coleccin de

antigedades calchaques recogidas en la provincia de Tucumn y una coraza completa de gliptodonte

desenterrado en el valle de Taf. Invitado a examinarla pude comprobar que tambin en este caso se

trataba deHopophlorus ameghini..."8.

6 Sobre la Coleccin Zavaleta, que tratamos en este apartado: cfr. SARA PEA DE BASCARY; Adn Quiroga y la

trascendencia de una coleccin perdida, enLa Gaceta (Tucumn, 27.VI.1976).7El Orden, citado enIbdem.8FLORENTINO AMEGHINO, Sobre algunos restos de mamferos fsiles, recogidos por el Sr. Manuel B. Zavaleta, en: RevistaArgentina de Historia Natural, (Buenos Aires, 1891). Tomo 1, pg. 90.


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Cuenta adems Ameghino que, en contestacin a una carta de Zavaleta publicada en peridicos,

hizo la historia del descubrimiento de la especie, atribuyendo al ejemplar una considerable

importancia. El coleccionista tucumano le envi despus otros fsiles fragmentados. Fueron

estudiados por el sabio, quien dedic a su descubridor una especie, llamndola Sphenoterus

zavaletianus. Germn Burmeister, director del Museo Nacional de Ciencias Naturales, tambin

inform sobre la coleccin, declarando que:

"...ha estudiado la coleccin con el doctor Andrs Lamas y que es realmente valiosa, por lo cual

aconseja que se pague por ella la suma de $ 4.000. En cuanto al fsil, dice Burmeister que si el seor

Zavaleta cede el mismo al Museo debe darle a ttulo de compensacin por los trabajos realizados y

conducirlo a Buenos Aires la suma de $ 500" 9

Es de suponer que esto no era lo que

Zavaleta esperaba. As no se deshizo

totalmente de la coleccin, sino que la que

vendi parcialmente al Museo. Evidentemente,

no era idea del gobierno pagar lo que el dueo

pretenda. Ante esto, el aficionado comenz a

acrecentar la coleccin, para una posible y

ventajosa venta en el extranjero. Mientrasmaduraba esa decisin, Zavaleta se dedic a

los negocios, instalando una fbrica de hielo

que llam, previsiblemente, "El Gliptodonte".

Pasaron los aos. La coleccin aument y la

empresa hielera no prosperaba, para desgracia

de su dueo y del pas, que perdera a corto plazo un valioso patrimonio cultural. En efecto,

Zavaleta tom la determinacin de vender el conjunto en Europa.En 1894, llega a Tucumn el doctor. Adn Quiroga, quien realiz valiosos trabajos

arqueolgicos, abriendo nuevos horizontes en la materia. Lo primero que estudi fu la famosa

coleccin Zavaleta, pronta ya a partir a Europa. Qued absorto con las piezas que la componan:

"...la hermosa cuanto numerosa coleccin del Sr. Zavaleta, pues cuenta con unos 1.800 objetos

nativos, puede darnos una idea exacta de lo que era la cultura de la montaa. Cuanto se diga sobre

una coleccin como sta es plido.10 Subrayaba que tena el mrito de contener objetos de

distintas localidades, donde an no se haban agrupado elementos que, por su nmero y variedad,

9Ibdem, pg. 99.10El Orden, (Tucumn, 23-11-1885) pg. 1 col. 6.

Mascara de piedra. Col. Zavaleta. Field Museum. Chicago


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hablasen a las claras de la cultura local. A pesar de la premura, Quiroga realiz un minucioso

trabajo descriptivo e interpretativo, gracias al cual se conservan valiosos informes de la coleccin.

Su amigo y colega Juan B. Ambrosetti, descubridor de los menhires de Taf del Valle, coment al

respecto:

"... conozco bien la rapidez con que el doctor Quiroga tom los apuntes para escribir sobre la coleccin

Zavaleta y las dificultades con que tropez para llevar adelante el trabajo, en cuya mayor parte perdidos

algunos apuntes tuvo que rehacerlos de memoria.11

El trabajo termina con este significativo prrafo:

"...tal es a grandes rasgos, lo que constituye la esplndida coleccin del Sr. Manuel B. Zavaleta, al que

debemos recordar sus deberes de argentino para que esta valiosa coleccin quede figurando en los

estantes de nuestros museos, porque de otro modo se van al extranjero los elementos seculares de

estudio de nuestra prehistoria.12

Pero era ya tarde. El pedido de Quiroga fue desodo y nada hizo a Zavaleta cambiar de idea. Esto

es confirmado por Ambrosetti, en un trabajo de noviembre de 1896, donde proporciona la

ubicacin cronolgica de la venta: ...la coleccin Zavaleta, hoy en viaje a Europa.13 Cabe

destacar que no fue una sola coleccin la que envi al extranjero. Al Field Museum de Chicago

vendi 4.500 piezas, y al Vlkerkunde de Berln otras 4.500, sumamente importantes y perdidas as

para el pas. Al Museo Argentino de Ciencias Naturales de Buenos Aires, vendi 11.590 piezas. La

arqueloga Cristina Scattolin, quien da a conocer estas cifras, dice que Zavaleta, en susexcavaciones, ocasion efectos devastadores14en los sitios arqueolgicos. Destacamos la historia

de esta coleccin perdida, porque fue el primer intento de defender nuestro patrimonio.

Zavaleta no fue el nico que vendi piezas arqueolgicas de Tucumn al extranjero. Tambin lo

hizo Carlos Rodolfo Schreiter, naturalista alemn, autodidacta,15 entre otros. Fue Schreiter,

colaborador del sabio Miguel Lillo y conservador del Museo de Historia Natural de Tucumn desde1915. Segn el arquelogo Eduardo Berberin, ex director del Museo (1971-1973), Schreitertena

una decidida inclinacin por las investigaciones arqueolgicas y en el mismo ao de la organizacin

del museo, realiz estudios arqueolgicos en los Valles de Santa Mara, El Cajn y Hualfn

11ADAN QUIROGA, La coleccin Zavaleta, en:Boletn del Instituto Geogrfico Argentino, (Buenos Aires, 1896). T.XVII, p. 178.12JUAN B. AMBROSETTI; Arqueologa calchaqu, en: 'Boletn..." cit. T. XIX. Pg. 216 (Buenos Aires, 1898).13Ibdem.14

CRISTINA SCATTOLIN: Patrimonio arqueolgico presantamariano de Yocavil. Ponencia al II Congreso dePatrimonio Cultural, pgs. 4 a 6, consultadoen Internet, pdf. (Crdoba, mayo 2004).15SARA GRACIELA AMENTA; Carlos Rodolfo Schreiter (1877-1942). Notas biogrficas y epistolario de un naturalista, pg. 15.Fundacin Miguel Lillo, (Tucumn, 2008).


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(Catamarca). El Museo, a pocos aos contaba con colecciones botnicas, zoolgicas, arqueolgicas y

paleontolgicas de gran valor.16Segn la arqueloga Adriana Muoz, a comienzos del siglo XX,

Rodolfo Schreiter haba reunido colecciones en los Valles Calchaques de efectos que han pasado a

engrosar tanto los museos de Argentina como del extranjero, ...el Instituto de Arqueologa de

Tucumn cuenta con buena parte. Pero, apunta, tambin cientos de especmenes se hallan en

Leipzig, Berln y Viena. Dice adems que, en 1930, ingresa al Museo de Gotemburgo (Suecia)

otra coleccin del noroeste argentino que Rodolfo Schreiter vende al museo y que contiene alrededor

de 400 objetos procedentes de la provincia de Tucumn.17

Cabe aclarar que, a comienzos del siglo XX, no se prohiba la venta otros pases de piezas

arqueolgicas. En el caso de Manuel B. Zavaleta, dijimos, se le recordaban sus deberes de

argentino, para que no vendiera su coleccin al extranjero: pero, legalmente no se poda hacer nada.

Debemos situarnos en la poca. Tampoco se controlaba a los forasteros que venan a investigar y en

algunos casos, a saquear nuestro patrimonio.

Expedicin arqueolgica y el regreso de la misma (fotos de Rodolfo Schreiter, al dorso hay un sello y su firma)

Es en 1937, cuando el director del Museo de Historia Natural, Enrique Palavecino, por

reglamento del 20 de abril de ese ao, prohbe a los empleados tener colecciones particulares. El

mismo Schreiter informa sobre el particular, visiblemente molesto y ofuscado, al Dr. Ernesto Padilla

en nota del 24 de abril.18. Este conflicto termin cuando se design a Schreiter director de la seccin

Investigaciones Botnicas, y a Palavecino de las de Entomologa y Arqueologa. Apuntamos que

Carlos Rodolfo Schreiter realiz importantes estudios sobre arqueologa en el noroeste argentino.

16

EDUARDO BERBERIAN y EUGENIA CAPUANO; El Instituto de Antropologa de la Universidad Nacional de Tucumn. susetapas y aportes a la cultura argentina, (Buenos Aires, 1974), pg. 9.17ADRIANA MUOZ; Formacin de las colecciones arqueolgicas sudamericanas en Gutenberg, enAnales del Museo de Amrica,(Espaa, 2003). pg. 250.18Cfr. SARA G. AMENTA, cit. carta de Rodolfo Schreiter a Ernesto Padilla, pgs. 25 y 243.


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Este cambio de funciones y las limitaciones para coleccionar, no le hicieron desentenderse de la

arqueologa, ya que era su pasin, pero la encar con otra modalidad, como veremos.

Entre quienes se ocuparon en Tucumn de

nuestra prehistoria, integrando una

importante coleccin arqueolgica, se destaca

hacia 1940, el seor Alberto Paz Posse.

Alberto Julio Antonio Paz Posse naci en

Tucumn, el 12 de abril de 1913. Fueron sus

padres don Ramn Paz Posse y doa Elvira

Gallo Colombres19, de tradicionales familias

tucumanas. Inici sus estudios en el Colegio

Sagrado Corazn. Sigui la carrera de

abogaca, en la Facultad de Derecho de

Buenos Aires hasta 1936 en que, despus de

la muerte de su padre, regresa a Tucumn.

El 10 de octubre de 1936, se cas con

Mara Sofa Rougs Tern. Tuvieron dos

hijos: Alberto y Marcos. La familia Paz

Posse-Rougs vivi en la gran casona

familiar, que fue de sus padres Ramn y

Elvira, en Rivadavia (hoy Virgen de la

Merced) esquina Mendoza. Hacia 1990, setrasladaron a un piso en la misma calle, pero

conservaron la residencia familiar,

actualmente en poder de sus descendientes.

Hacia 1938, Alberto Paz Posse

construy su casa de Raco, en una

esplndida loma la que llam Horco Huasi (casa de la loma). Por esa poca cre un haras, llamado

19Ramn Paz Posse, hijo de Leocadio Paz Tern y de ngela Colombres Ruiz Huidobro (1872-1936). Empresario. Poltico. Presidentedel Senado tucumano en 1916. Senador nacional en 1923. Su esposa, Elvira Gallo Colombres, era hija de Vicente Gallo Tern y deZoila Colombres Gutirrez.

Alberto Paz Posse y su esposa Marita


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con el mismo nombre. Tuvo muy buenos caballos de carrera, que triunfaron en los hipdromos de

Tucumn y de Palermo. En los primeros tiempos lo haba instalado en terreno de su casa en Raco

pero, al incrementarse la caballada, la traslad a Benjamn Paz, en Trancas. Tambin le interesaron y

tuvo, muy buenos perros de raza.20

Siguiendo la tradicin familiar, se entusiasm con la poltica y en el ao 1944 fue diputado

radical por el departamento Taf. En 1946 vende el haras y adquiere tierras en el Timb, creando

un establecimiento agro-ganadero, llamado Las Parvas. A este emprendimiento dedic sus mejores

esfuerzos de empresario.

Desde la muerte de Ramn Paz Posse Colombres, en 1936, sus hijos Susana, Ramn y

Alberto condujeron el ingenio San Juan, de la empresa Paz y Posse Ltda.Alberto fue miembro del

directorio y presidente del mismo en la dcada del 60 al 70. En esos difciles aos del ingenio, hasta

la expropiacin, se tomaron importantes decisiones. Estas evitaron la quiebra y posibilitaron ganar

posteriormente, en 1974, el respectivo juicio al Estado Nacional.21

Hacia 1954, Alberto y sus hermanos donan, a la Orden de los Benedictinos el predio de 1000

hectreas que hoy tienen los padres en el paraje de El Siambn, en Raco. Adems, costearon la

construccin de las iglesias de Santo Cristo, en el ingenio San Juan y la del ex ingenio San Miguel.22

Los padres benedictinos y Alberto Paz Posse mantuvieron estrecha relacin, como se aprecia en su

epistolario. Usualmente las misivas eran de agradecimiento por ayudas econmicas que les

brindaba.23Alberto realiz, adems, importantes donaciones a la iglesia parroquial de Raco.

En 1954, viaja a Europa con toda la familia. La recorrieron, en su Land Rover, durante varios

meses. Colabor en todas las acciones culturales que realiz su esposa Maritay en sus obras de

beneficencia, especialmente en la Asociacin Obra doctrinal de los pobres de Cristo.24

La Sociedad Rural de Tucumn lo tuvo entre sus pioneros. Siendo vicepresidente a cargo de la

presidencia, se dedic a sacar adelante a la institucin. Cuando se tom posesin del local del ex-

Polo Club, con la colaboracin de su gran amigo Jos Eusebio Colombres Garmendia, acondicion la

casona y el terreno para las exposiciones. Las instalaciones de la Rural, en el parque 9 de Julio, seinauguraron en 1966, con la exposicin del Sesquicentenario de la Independencia Nacional. 25

Alberto Paz Posse era un eximio fotgrafo. Tom las primeras fotos areas de Tucumn,

juntamente con su amigo Domingo Aroz, desde el avin que el mismo piloteaba. Registr durante

tres dcadas, en diapositivas, diversos temas de inters social, cultural, histrico y artstico de la

20ARCHIVO ALBERTO PAZ POSSE, en adelante AAPP; Datos biogrficos de Alberto Paz Posse. Escrito, indito, de su esposa MaraSofa Rougs, cajas 3 y 5.21

AAPP. Notas sobre Ingenio San Juan, Resea Histrica: Un siglo de trabajo y una medida que se debe rever.Escrito. Caja 4.22AAPP; Carta de Alberto Paz Posse a Susana Paz Posse 27.XII.1974. Carpeta 1, Caja 4.23Ibdem.24AAPP; Memoria: Los Pobres de Cristo- Carpeta n 2. Caj n 4.25Ibdem.


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provincia. Meticulosamente confeccion ndices de su archivo fotogrfico, compuesto por unas

3.500 diapositivas que se conservan en perfecto estado y que constituye un impresionante documento

grfico. Tambin realiz videos de diversos temas, para los cuales confeccionaba guiones especiales.

Contaba con la colaboracin de su esposa Marita, en la msica que los complementaba.26En1949,

le designaron vocal de la Comisin Asesora de la Fundacin Miguel Lillo.

Fue director de Turismo de la provincia en

1969. Durante su gestin se adquiri la Casa

Padilla, para alojar un Museo. Realiz interesantes

propuestas para un adecuado circuito turstico en

Tucumn, entre otras iniciativas.27

Fue Alberto Paz Posse, un generoso

benefactor de la cultura de Tucumn, especialmente

de los museos. Integr el grupo fundador del Museo

de Arte Sacro (1968-1991); fue miembro de primera

Asociacin de Amigos de la Casa Histrica de la

Independencia (1966 a 1976) y miembro de la

Asociacin de Amigos del Museo Histrico

Presidente Nicols Avellaneda(1977 a 1983). Don

valiosas piezas a estas instituciones. Tena, adems, una esplndido conjunto de platera colonial,

ornamental, religiosa, as como piezas de hierro y plata del ensillado gaucho. Integr asimismo una

valiosa coleccin de armas blancas y de fuego, objetos estos que facilitaba generosamente a los

museos para exposiciones.28Hemos podido apreciar personalmente su desprendimiento y entusiasmo

hacia las tareas culturales.29En 1983, integr una comisin de Amigos del Museo de Pre-Historia y

Arqueologa, designada por el rector interventor de la Universidad Nacional de Tucumn, Dr.

Carlos Landa. El 15 de junio de 1983, Paz Posse renunci a la comisin de los Amigos del Museo:

alegaba que en cuatro meses no se haba reglamentado y el tiempo que queda es poco, nuncapodramos realizar lo que yo aor.30

Ya muy mayor, le apasionaron los trabajos con hierro, convirtindose pronto en un eximio

artfice. Instal un local llamado La Fragua, donde se podan adquirir muy buenas piezas de su

26AAPP: Archivo fotogrfico. Diapositivas. Videos.27AAPP; Carpeta digitalizada n 2.28AAPP; catlogos y folletos en que se expresan las donaciones, colaboraciones y su participacin como miembro fundador y de lasasociaciones de amigos de los museos tucumanos.29

En los aos que tuvimos a cargo los Museos Avellaneda, Padilla y Casa Histrica de la Independencia, y en la Asociacin deAmigos del Museo de Arte Sacro, apreciamos la generosidad de Alberto Paz Posse y el apoyo que brind continuamente para laconsolidacin de esas instituciones.30AAPP; Nota de Alberto Paz Posse al rector de la Universidad Nacional de Tucumn, Dr. Carlos Landa, del 15.VI.1983.


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autora. El convento de los benedictinos, el Museo Avellaneda y la Casa Histrica, entre otras

instituciones, poseen, como donaciones: araas, candelabros, atriles y faroles, fabricados por Alberto

Paz Posse. Como coleccionista, se destaca la coleccin de arqueologa que reuni, a la que nos

referiremos especialmente. Alberto Paz Posse, fue un autntico hacedor de cultura. Notable

coleccionista de diversas temticas era, adems, una persona de trato sumamente cordial, entusiasta y

apasionado. En lo personal buscaba siempre, tener un perfil bajo. Muri en Tucumn, el 17 de

noviembre de 1992. Dej, en quienes le conocimos, un imborrable recuerdo de gratitud y de afecto

por sus acciones.

A mediados de la dcada de 1930, Alberto Paz Posse conoci al ya mencionado naturalista y

arquelogo Rodolfo Schreiter, y entablaron una slida amistad. Fue Schreiter quien le entusiasm

con la Arqueologa.Ambos realizaron exploraciones en Catamarca, los Valles Calchaques. Trancas

y Raco recolectando gran cantidad de especmenes. Form as una gran coleccin que exhiba en su

Museo, acondicionado en la casa de Raco. Alberto Rougs, le comentaba a Ernesto Padilla, en

enero de 1939: Mucho me complace el entusiasmo con que est acrecentando su reciente coleccin

Alberto Paz Posse. Acaba de comprar la de Don Rodolfo y, con ella, su museo ha alcanzado ya las

dos mil piezas, entre las que hay varias metlicas y lticas muy importantes.....Creo que en pocos

Alberto Paz Posse, Domingo Aroz y Rodolfo Schreiter


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aos ser muy importante y se lo conocer y citar en todo

el pas31 Hacia 1942, lo traslad a la ciudad de Tucumn y

lo instal en una casa de su propiedad, en calle Laprida 366.

Lo equip con adecuadas vitrinas y exhibidores.

En 1938, se cre el Ateneo Miguel Lillo, en

homenaje a la memoria del sabio. Durante ese ao se

presentaron numerosas comunicaciones con la participacin

de Rodolfo Schreiter, Horacio Descole, Alberto Paz Posse,

Abel Peirano, Carlos ODonnell, Zulema Chiesa de

Cetrngelo, Radams Altieri, Julio S. Storni, y Guillermo

Cetrngelo.32 Paz Posse present una esplndida pieza

indgena de piedra, en una disertacin que acompa con

fotografas.33Esta ponencia fue publicada, posteriormente,

en el Boletn de la Academia de Ciencias.

Se conservan interesantes cartas, inditas, de Rodolfo Schreiter a Alberto Paz Posse, sobre

temas vinculados a la coleccin y a intereses comunes. En las mismas se aprecia, adems, la gran

amistad que les una. Schreiter hablaba en ellas de los temas que son de nuestra predileccin y

adjuntaba notas de quienes ofrecan en venta piezas arqueolgicas. Por lo que advertimos, adems de

obtenerlas en excavaciones las compraba, como lo hizo con la adquirida a Don Rodolfo segn da

cuenta Alberto Rougs, como vimos. Tambin se refiere, el cientfico, en las misivas, a importantes

personalidades que deseaban conocer la coleccin, Alfred Metraux: por ejemplo. Hemos

seleccionados algunas, entre ellas la ltima que le dirige, en marzo de 1942, poco das antes de su

muerte, que acaeci el da 30 de ese mes.34

Carta N 1

Tucumn febrero 7 de 1939

Sr D. Alberto Paz Posse

Mi estimado Don Alberto:

Ya ha venido la madre de la sirvienta de la casa y le comunicar que ya podemos continuar con nuestras

tareas. Si le parece bien, podemos sacar las fotografas de rboles en nuestro prximo viaje a Raco. En el

camino de Tapia a Raco tenemos Quebracho colorado, Tipa, Guayacn, Algarrobo, Sombra de toro.

Garabatos, etc. Para la fotografa convienen las horas de la maana o de tarde por haber calma de viento y

31Alberto Rougs a Ernesto Padilla, 19 de enero de 1939. En:Alberto Rougs -Correspondencia (1905-1945),pg. 380. Centro

Cultural Alberto RougsFundacin Miguel Lillo, (Tucumn, 1999)32Memoria anual de la Fundacin Miguel Lillo correspondiente al ao 1938, (Tucumn, 1938).33AAPP Carpeta digitalizada n 3 - original en Caja 1.34AAP. Las cartas, inditas, estn dactilografiadas, con la firma original de Schreiter.


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por haber buena iluminacin. Me olvid, das pasados, abonarle la cuenta de los catres. Perdneme el

descuido. La obra del Machu Chelemin va progresando y ya estoy estudiando la colocacin de las

piernas amputadas.

Muy afectuosamente saludo a su seora y chico.

Rodolfo Schreiter

Carta N 2

Tucumn, febrero 27 de 1939

Seor Don Alberto Paz Posse

Tucumn


Me imagino que Vd. anda revoloteando en medio de sus actuaciones polticas. No vaya a aflojar; total le

faltan pocos das despus se toma un descanso, vale decir que se viene a Beln, pues estoy preparndome

para irme al campo debido a un fuerte paludismo que me anda debilitando y jorobando desde hace ya ms

de tres meses.

Si no mejoro dentro de quince das me quedar por mucho tiempo pues estoy harto de este estado febril.

Hoy o maana conversar con el Dr. Alberto35sobre mi ausencia la cual aprovechar en investigaciones

botnicas y zoolgicas, como tambin en fotografas de los rboles de las regiones que pienso recorrer.

Antes de mi salida me gustara conversar un rato con Vd. y le ruego quiera avisarme, por intermedio de

Manuel, si le puedo esperar en casa o si quiere que nos veamos en su casa.

Con el afecto de siempre le saluda muy cariosamente.

Rodolfo Schreiter

Me siento muy abandonado pues me hacen faltan las conversaciones que solemos tener entre los dos

sobre temas de nuestra predileccin. Deseo que Vd. y Doa Marita con Albertito estn gozando de plena

salud. Anoche lleg Roque quien me entreg una carta de Carmen. Ella me pide transmitir a Vds. los ms

cariosos saludos.

R.S.

Carta N 3

Tucumn, Marzo 17 de 1939

Seor D. Alberto Paz Posse, Tucumn

Mi estimado Don Alberto:Hoy ha llegado Mtraux quien permanecer en Tucumn hasta pasado maana (domingo) para viajar en

tren a Embarcacin. En vista del reducido tiempo de que dispone Mtraux, rugole quiera hacerme saber

si sera factible irnos el domingo por la maana a fin de mostrar a M. las joyas diaguitas, se entiende,

siempre que no sea molesto para Vd.

En la semana entrante me ir al campo y antes me gustara conversar con Vd.

Con el afecto de siempre saldole muy cordialmente.

Rodolfo Schreiter

Carta N 4

35Se refiere al Dr. Alberto Rougs, Presidente de la Comisin Asesora Vitalicia de la Fundacin Miguel Lillo.


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Tucumn, Mayo 12 de 1939


He recibido una noticia desalentadora. En caso de disponer maana a la tarde de una hora, le espero en

casa. De n le pido me d un golpe por telfono (n Telfono. 4967) --Instituto) para ir a verlo en su casa.

No recuerdo bien si Vd. me dijo que iba a viajar a Raco maana o el sbado o el domingo.Su afectsimo

Rodolfo Schreiter

Hay otra noticia: que le van a ofrecer objetos de Santa Marahgame acordar para conversar sobre

este asunto.

Carta N 5

Tucumn, Enero 3 de 1940

Seor Simn Pastrana

Fuerte Quemado

Estimado Simn:

Le escribo hoy en nombre de mi amigo D. Alberto Paz Posse con quien haba hecho un viaje por los

Valles en el mes pasado y en cuya oportunidad le habamos visitado en Fuerte Quemado. Le pido le

escriba a Don Alberto sobre los resultados de sus trabajos, mandndole una lista de los objetos que ya

tiene en su poder. La direccin de Don Alberto la tiene anotada en su libreta (Tucumn, calle Rivadavia

223). Aprovecho la oportunidad para desear a Vd. con su familia como tambin a Basilio un feliz ao

nuevo y le saluda muy afectuosamente.

Sin firma [es de Schreiter, la posdata manuscrita es su grafa]Vea si puede conseguir por all una de las ollas grandes (jin ilegiblenis), bien pintadas y con

figuras. Se lo recompensar bien.

Carta n 6

Tucumn, junio 4 de 1940

Mi carsimo Don Alberto:

Hoy he sabido que ha regresado de su viaje a Buenos Aires: Me imagino que anda lleno de

preocupaciones y encargos. El momento que disponga de un ratito para charlar le ruego me lo haga saber.

De parte ma tengo varios que asuntitos que consultar con Vd. Se encuentra en sta el Dr. Burmester ySra. quienes vienen un de viaje de paseo por el norte del pas. Han visto en Bolivia algunos museos

arqueolgicos y tienen mucho inters de ver la coleccin suya en Raco. Creo que para fin de semana

piensan ir a Raco y si Vd. me permite har ver a los viajeros las preciosidades de su Museo. Pedir a

Emilio la llave.

Con mi ms cordial abrazo y saludos a su esposa soy su afectsimo

Rodolfo Schreiter

Carta n 7


Seor Alberto Paz Posse, Tucumn

Mi querido Don Alberto:


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He estado en Santiago del Estero donde he visitado a Wagner para conocer aquella nombrada

Civilizacin Chaco-santiaguea. Hay realmente objetos muy interesantes aunque el nivel artstico de

esa alfarera no llega al punto culminante del arte diaguita. Sin embargo, las urnas funerarias son

interesantes por su tamao (Guirquies) y por su forma. Existe una serie de pucos con una tpica

decoracin policroma santiaguea. En objetos de hueso hay un sinnmero de piezas. De piedra, como esde imaginar por la carencia de material ltico, hay poca cosa. Existen, son procedencia de Catamarca, dos

monolitos antropomorfos muy valiosos. Estos tienen, aproximadamente, un metro de largo y unos diez

centmetros de dimetro. En resumen, vale la pena ver aquel museo.

Averiguando algo sobre aquella coleccin particular, le voy a dar los siguientes datos: se trata de un

profesor del Colegio Nacional o de una escuela Normal, de apellid Hauschild (ingeniero). Por la escasez

de tiempo no he podido ir a visitarle, pues l vive en la Banda y en vista de haber vacaciones, me dijeron,

que bien puede ser que no le encuentre. En un prximo viaje a Santiago ir a ver a dicho seor para

conocer la coleccin de l.

Cuando Vd. regrese del veraneo determinaremos algn dia para ir a Santiago, viaje que se puede realizar

holgadamente en un dia, ida y vuelta.

Deseando que se encuentre perfectamente bien en compaa de su familia le saluda con un cordial abrazo.

Su afectsimo

Rodolfo Schreiter

Carta n 8

Tucumn, Febrero 14 de 1941


Ya habr sabido por La Gaceta que falleci don Abraham Maciel. El dia del velorio convers con doa

Antonia sobre las colecciones que dej el cabezn y me dijo ella que, por las relaciones que he mantenido

con el finado, en unos das vaya a revisar las colecciones pues ella se ve obligada a venderlas en vista de

una situacin econmica poco halagea. De manera que ver lo que hay y lo que pueda valer la pequea

coleccin de objetos antiguos. Queda la coleccin de mariposas y estampillas, por las cuales hay que

buscar un interesado.

Lo tendr al corriente sobre mi actuacin en este asunto para que Vd., oportunamente, vaya a ver lo que

ha dejado el finado.

Saldole muy afectuosamente

Rodolfo SchreiterCarta N9

Tucumn, marzo 5 de 1941

Seor Alberto Paz Posse

Tucumn

Mi querido Don Alberto:

Sin tener noticias que valgan la pena, le contar que recib, das pasados un puco de o r o!! Segn me

escribi el coya. Pero result que dicha pieza era de bronce y de procedencia rabe, la que el tipo quera

vender por 150 pesos, por ser un objeto muy importante: lo he devuelto tal prenda preciosa con la

observacin: que ni para escupidera sirve por tener la panza quebrada.


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En vista que han pasado las elecciones, espero que Vd. ande ms desocupado y est disfrutando de

aquellos aires frescos y de las brisas suaves que corren en Raco... [}

Ya ha determinado algo respecto al traslado del museo a la ciudad?

Con mi ms cordial saludo a Vd., su esposa y Albertito, soy su afectsimo.

Rodolfo SchreiterVamos a la cacera de tigres, antas, chanchos del monte, yacars, charatas, leones etc. en julio agosto.

He descubierto, en el Chaco, un lugar esplndido para volver con una buena coleccin.-

Carta n 10


Mi estimado don Alberto:

He regresado de un viaje al norte y le ruego me d un golpe de telfono para conversar sobre varios

asuntos. Sera mejor que nos juntemos en la confitera El Molino y me fija la hora de la sesin.

Suyo afectsimo

Rodolfo

Carta n 10


Mi estimado don Alberto:

Lamento no haber estado en casa aquel dia que Vd. me ha buscado. El Dr. Piossek me haba llamado

para consultarme sobre los daos que originan los insectos en la biblioteca de l.

Tenemos que conversar largamente despus de mis giras por Catamarca, donde he visto la coleccin delSeminario y por el norte donde ya tengo preparado varias cosas.

S que Ud. anda atareado por la poltica, de manera que espero que en la semana entrante ya anduviera

ms desocupado. En caso de venirse a Tucumn, no tiene ms que darme un golpe por telfono al n 4967

(Instituto Lillo).

Suyo afectsimo

Rodolfo Schreiter.

Carta N 11


M estimado Don Alberto:Acompole una carta que acabo de recibir de Dulawa. Vd. ver lo que podr hacerse para satisfacer el

pedido de Dulawa.

Ando recorriendo El Molino, pero con mala suerte, sin hallar a Vd. Espero que ahora, despus de las

elecciones ya est ms desocupado para que podemos conversar sobre nuestra predileccin.

Saldole muy cordialmente.

Su afectsimo

Rodolfo Schreiter

La siguiente carta no es de Schreiter: est dirigida a l, y se la deriva a Paz Posse.


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Carta n 12

Tilcara, Octubre 25 (sin consignar ao)

Don Rodolfo:

Nuevamente molesto a Ud. abusando tal vez de su bondad, rogndole me ponga en comunicacin con los

seores que estuvieron en esta juntamente con Ud. no conozco la direccin de ellos, para renovar mioferta de venta de la piedra arqueolgica, que Ud ya conoce, en la suma de $ 900-

Muy agradecido saldalo atte.

Pereyra

F. Leonardo Pereyra

Tilcara, Octubre 25

[Agregado manuscrito de Schreiter]:se le ofreci 700, aumentando 100 particularmente.

La coleccin arqueolgica de Alberto Paz Posse constaba de 1852 piezas de cermica, piedra

y metales, entre estos objetos de cobre y oro, adems de valiosas piezas incaicas. La coleccin fue

adquirida por la UNT en 1948, dado el valor cientfico de la misma, y constituye la coleccin ms

importante del Museo Arqueolgico de la casa de estudios.36 Sabido es que el catlogo original de la

coleccin, que fue entregada bajo inventario y testigos, se traspapel hace mucho tiempo. Esto

representa un serio perjuicio, ya que se desconocen datos de procedencia y descripcin de cada

pieza segn opina la arqueloga Alejandra Korstanje.37

Recientemente localizamos, en el archivo de Alberto Paz Posse, el duplicado de aquel

Catlogo original de singular valor. Registra en 184 pginas, 1852 piezas minuciosamente descritas,

agrupadas segn la precedencia: de Bolivia, de El Mollar, Beln, Fuerte Quemado, Departamento de

Trancas, etctera. Cabe aclarar que hasta el numero 371 no se consignan medidas. El catlogo se

complementa con lbumes de fotos de piezas con tomas de distintos ngulos, nmeros de registro, y

escala grfica. Algunos objetos tienen dos nmeros de inventario: el principal y otro secundario,

consignado entre parntesis. Estos guarismos superan, a veces, la cantidad de piezas de la coleccin.

En algunas fotos se observan estas inscripciones realizadas con tinta. Posiblemente hubo cambios en

el compendio por incremento del acervo, ya sea por excavaciones de Paz Posse o adquisicin de

piezas a otros colectores. La mayora de las muy buenas fotografas fueron tomadas por Domingo

Aroz, notable fotgrafo, gran amigo del coleccionista.

Se conserva, adems, un catlogo de Piezas selectas, dactilografiado, con fotos de las 114

obras de origen peruano. La minuciosidad de los registros de cada objeto, es sumamente destacable.

36 Res. No 701-146-1948.Universidad Nacional de Tucumn. Archivo UNT (AAPP; digitalizada en Carpeta 3).37MARIA ALEJANDRA KORSTANJE; La coleccin Paz Posse (UNT) su historia; enAguada; contribucin al estudio de unacompleja iconografa, (Tucumn, 1988)pg. 57.


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As era Alberto Paz Posse: todo lo que haca, lo documentaba meticulosamente. Adems, con este

conjunto, se conservan las cartas de Schreiter. 38Pensamos que Don Rodolfo, adems de acompaar

al coleccionista en sus travesas, le colaboraba en las descripciones tcnicas de las piezas ya que Paz

Posse no era un cientfico, ni presuma de serlo. Agradecemos especialmente a Marcos y Alberto Paz

Posse Rougs el acceso que brindaron al archivo de su padre para realizar este trabajo. Esta

liberalidad ha permitido dar a conocer la historia de la coleccin y su valioso catlogo original.

Pgina del lbum de fotos de la Coleccin Paz Posse (archivo del coleccionista)

Fue as, como comenzamos a indagar en archivos y diarios la historia de la coleccin. En la

Universidad Nacional de Tucumn, localizamos archivado y lo consultamosen mayo de 2011, el

expediente completo del trmite de la compra. Entre otras cosas, posee un inventario detallado de los

bienes. Entre los numerosos datos que contiene sobre este tema, est un informe cientfico sobre el

valor de la coleccin, ejecutado por el director del Instituto de Antropologa de la UNT Osvaldo

Paulotti.39 La consulta nos permiti reconstruir el proceso de la venta a la Universidad, en 1948.

Desconocemos cuales fueron los motivos que impulsaron a Alberto Paz Posse a desprenderse

de su Museo. Pensamos que las obligaciones en su establecimiento Las Parvas en el Timb, que

haba adquirido en 1946, ocupaban su tiempo por entonces. Por otra parte, quien fue su gran amigo,

38Esto ocurri cuando organizamos y digitalizamos, en 2011, el Archivo Alberto Paz Posse.39ARCHIVO UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMAN, en adelante AUNT; Expte 2549-P-948, (105 fojas) y AAPP,carpeta 3. Digitalizado por S. P. de Bascary y adjuntado al archivo citado.


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colaborador, especialista en arqueologa, asesor y compaero de excursiones, Rodolfo Schreiter,

haba muerto en marzo de 1942. Mantener un Museo de aproximadamente dos mil piezas, con visitas

de pblico, no era sencillo. Mientras fue una coleccin privada, resguardada en su casa de Raco, no

tuvo dificultades. Recordemos que tambin estuvo comprometido con la poltica y que fue diputado,

por el radicalismo, en 1944. En 1948, decide ofrecer en venta su coleccin a la Universidad de

Tucumn, con ese fin escribi y al rector Horacio Descole.

Pgina del lbum de fotos de la Coleccin Paz Posse (en archivo del coleccionista)


Al Sr. Rector de la Universidad Nacional de Tucumn

Dr. Horacio Descole

De mi consideracin:

Habiendo decidido vender mi coleccin arqueolgica correspondiente a la zona noroeste de Argentina,

deseo antes de ofrecerla fuera de la Provincia, hacerlo a la Universidad Nacional de Tucumn.

Dicha coleccin consta de 1740 piezas ya clasificadas y de 60 piezas aproximadamente que falta clasificar.Entre las primeras, van incluidas dos mscaras de oro y una pieza de origen tucumano con el nombre de

cruz calchaqu. El precio de esta coleccin es de $ 150.000.


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Adjunto catlogo para que, en caso de tener la Universidad inters, pueda conocer la coleccin en detalle.

Le saluda atte.

Alberto Paz Posse40

Tucumn, 2 de abril de 1948Seor Rector de la Universidad Nacional de Tucumn

Doctor Horacio R. Descole

S/D

Tengo el agrado de dirigirme al seor Rector para poner en su conocimiento que he examinado la

coleccin arqueolgica ofrecida a esta Universidad por el seor Alberto Paz Posse, pudiendo estimar que la

misma tiene un gran valor cientfico para el conocimiento de la arqueologa de nuestro pas, ya que rene el

mayor conjunto hasta ahora conocido de alfarera tipo Barreales y Condorhuasi constituida por piezasseleccionadas, as como por un grupo de objetos de cobre y oro que forma el ncleo ms representativo de

la metalurgia del N.O. argentino. No creo necesario destacar el inters de otras series, como la singular

coleccin de alfarera pintada de Taf del Valle, el grupo de pipas y esculturas de piedra del N.O., un

hermoso conjunto de vasos retratos de la costa peruana, etc. Pero debo sealar que cada pieza de esta

coleccin cuenta con una documentacin satisfactoria para las exigencias del trabajo arqueolgico.

El precio propuesto por el Seor Alberto Paz Posse se ajusta al valor cientfico y de coleccin del material

ofrecido, incluyndose las vitrinas metlicas y dems muebles ocupados por dicha coleccin en el mismo.

Saludo al Seor Rector con toda consideracin

Doctor Osvaldo Paulotti41

Director interino.

RESUMEN DEL LISTADO DEL MOBILIARIO.

Vitrinas metlicas: 23 (diversos tamaos) entre ellas una vitrina forma pirmide

Estanterasmetlicas2

Estantera biblioteca de madera1

Mesas y mesones madera y/o metlicos. 3 (una de ellas de escritorio)

Fichero1 (de 12 bandejas)

Sillones metlicos: 2. 42

Firmado O. Paulotti

40Ibdem,fs. 1.41

Ibdem; fs.2.42Ibdem; fs. 5: Inventario del mobiliario detallado. Destacamos la vitrina con formato pirmide, ya que nos permiticonstatar, en foto del archivo de La Gaceta, que el museo arqueolgico durante aos conserv el mobiliariomuseogrfico adquirido a Paz Posse.


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Ministerio de Justicia e Instruccin PblicaUniversidad Nacional de TucumnInstituto de Antropologa

Tucumn, 6 de junio de 1948

Seor Rector de la Universidad Nacional de TucumnDoctor Horacio Descole

S/D

Tengo el agrado de dirigirme al Seor Rector, con el objeto de poner en su conocimiento que el

dia 5 de julio del cte se procedi a tomar posesin de la Coleccin Paz Posse, adquirida por esa Universidad

con destino a este Instituto de Antropologa.

A los efectos que hubiere lugar acompao el Acta labrada en esa oportunidad. La toma de posesin de la

mencionada coleccin se hizo con previo inventario de las piezas y muebles correspondientes a la misma.

El catlogo de las piezas controlado y actualizado por el personal de este Instituto, obra en poder de esa

Universidad y el inventario de muebles corre agregado en Expediente 2549-P-948. Saludo al Seor Rector

con toda consideracin

Doctor Osvaldo L, Paulotti

Director Interino43

ACTA

En la ciudad de Tucumn a los cinco das del mes de julio del aos mil novecientos cuarenta y ocho,

siendo las horas diez y ocho y cuarenta y cinco, en presencia del Seor Alberto Paz Posse, del Director

Interino del Instituto de Antropologa Dr. Osvaldo Paulotti, del Secretario del mismo, Sr. Mario Ernesto

Uriondo, del Sr. Domingo Fortini, y del Sr. Dick Edgar Ibarra Grasso, se procedi a tomar posesin de la

Coleccin Paz Posse recientemente adquirida por la Universidad Nacional de Tucumn con destino al

Instituto de Antropologa, previo inventario de las piezas y muebles correspondientes a la misma. Leda que

esta Acta firman para constancia los nombrados.

Alberto Paz Posse - O. Paulotti - Dick Edgar Ibarra Grasso - Domingo FortiniM. Uriondo44

EL INVENTARIO

Tucumn 24 de Agosto de 1948

Expte 2549-P-948

43Ibdem; fs. 7.44Ibdem; fs.8. El Inventario que menciona Paulotti, se encuentra desde fs. 20 a fs. 103 del citado Expte.


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En el dia de la fecha hago entrega al sr. Jefe de la Seccin Rendiciones de Cuentas de la

Direccin General de Administracin Dn Bernardo Gallardo de una Carpeta conteniendo el

inventario de las mil ochocientas cincuenta y dos piezas de la coleccin Paz Posse

[Firma ilegible sin aclaracin]45

El minucioso y extenso inventario, realizado en base al Catlogo original que entreg Paz

Posse, fue confeccionado por personal del Instituto y corre de fojas 20 a 103 del Expediente

consultado. El 15 de agosto de 1952, la seccin Rendiciones de Cuentas informa que se desglos la

documentacin de fs. 16para rendir y corresponde ahora disponer el archivo de este expediente. El

1 de setiembre del mismo ao, el Contador General de la UNT, Alberto Clrici Lobo, dispone el

archvese de las actuaciones. Cabe aclarar que desde esa fecha nadie lo consult, hasta el 22 de

mayo de 2011, en que se registra nuestra indagacin, aclarando: tomamos fotos del expedientecompleto.46Sorprende que a este legajo no lo conserve el Museo de Arqueologa, y que nadie de

esa institucin la consultara, habida cuenta que no se consiga registro alguno. Es lamentable, ya que

incluye su inventario, instrumento fundamental en un museo, para control del patrimonio.

En la revista Ciudad Nueva, el arquelogo Dick Edgar Ibarra Grasso en el artculo: La

coleccin arqueolgica Alberto Paz Posse,47 brinda una significativa valoracin de la misma. Este

especialista no solamente fue testigo de la recepcin de la coleccin, sino que la estudia y brinda su

opinin:

En la historia de nuestras disciplinas hay un grupo de personas que ha contribuido con

indudable esfuerzo a su progreso; y por diversas causas, no bien clasificadas, se los ha llamado

aficionados, coleccionistas, autodidactas, etc.. Del otro lado se encuentran los

profesionales.Hoy nos interesa el primer grupo y en especial la obra de uno de ellos que hemos de

tratar en el presente trabajo. En esta forma existen personas dedicadas a estos trabajos, cuyos estudios son

amplios y que sin embargo son poco conocidos en el mundo intelectual y cientfico; personas que poseen

valiosas colecciones que han sido reunidos con inteligente afn, personas cuyo criterio sobre esta materias

supera al de muchsimos de aquellos que pretenden tener para s mismos la exclusividad de la ciencias.48

45

Ibdem; fs. 1946Ibdem, fs. 105.47DICK EDGARD IBARRA GRASSO; La coleccin arqueolgica Paz Posse en Ciudad Nueva, (Tucumn, 1950) pg.21.48Ibdem.


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Piezas de piedra. Pgina del lbum de fotos de la Coleccin Paz Posse (archivo del coleccionista)

Contina Ibarra Grasso:

Hace dos aos la Universidad Nacional de Tucumn adquiri con destino al MuseoArqueolgico de su Instituto de Antropologa una importante coleccin, la cual sin duda era la ms

importante que exista en manos particulares en todo nuestro Noroeste; tanto por el nmero de sus piezas

como por el valor artstico y documental de las mismas.

El colector de esta coleccin ha sido el Sr. Alberto Paz Posse, que a pesar de sus mltiples

ocupaciones, impuestas por su alta posicin social y su fortuna, encontr tiempo para dedicarse a esta

coleccin y hacer de ella el hermoso conjunto que nos presenta.49

Describe el especialista la coleccin de cerca de dos mil piezas. Destaca las de cermica de la

provincia de Tucumn que, constituyen posiblemente el mayor conjunto que existe de esta

Provincia, (Zona cultural del centro y norte de la misma) pues en ella no se realizaron grandes

trabajos arqueolgicos en la regin de dicha cultura aborigen.50Resalta el conjunto de especmenes

de la costa Peruana, de Nazca, Mochica, Chim, constituida por un centenar de piezas de cermica,

metal y tejidos. Se refiere a las piezas procedentes de Chuquisaca, de la cultura Huriquilla,

49Ibdem; pg. 22.50Ibdem; pag.23. El subrayado es nuestro.


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expresando que ese conjunto es posiblemente el nico que existe fuera de Bolivia, perteneciente a

esa cultura. Consta de unas 60 piezas.51

Ibarra Grasso elogia objetos de cermica halladas en Taf del Valle y en otros puntos de la

provincia. Consigna que, entre las piezas procedentes de Catamarca, se destacan los vasos de

cermica pintada draconiana que son los que, entre la antigua cermica indgena argentina

presentan el ms alto desarrollo y finura.52Sobre las piezas de arcilla negra y gris de la misma

cultura, consideraba que junto a las que ya posea el Museo del Instituto de Antropologa, creemos

que forman el mayor conjunto existente de la cermica de esta cultura.53

Pgina del lbum de fotos de la Coleccin Paz Posse en archivo del coleccionista

En su extenso estudio, Ibarra Grasso describe el material ltico: vasos labrados y una pieza

de valor inapreciable, nica en su estilo entre las aparecidas hasta ahora en nuestro pas: una

estatuilla o dolo de piedra, representando a un hombre en posicin erecta.54Por ltimo trata los

objetos de metal de la coleccin, piezas de cobre y bronce, tanto utilitarias como como adornos.

Los objetos de plata y oro, llegan a pasarde cincuenta: prendedores, placas pectorales, planchuelas

51

Ibdem.52Ibdem.53Ibdem.54Ibdem; pg. 24.


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de coser en las vestimentas o en el tocado, tupos, agujas, etc. Destacaba, en el conjunto, tres

piezas de oro, verdaderamente nicas: dos de ellas son mascarillas funerarias hecha de una delgada

lmina de oro con adornos repujados de fino estilo y la tercera un curioso adorno cruciforme, de

gran tamaos con seis aspas, cada una de las cuales termina en una cabeza de felino.55

Deca Ibarra Grasso que presentaba a continuacin, en Ciudad Nueva, un trabajo basado en

piezas de la coleccin Paz Posse un conjunto arqueolgico totalmente indito. Se trata de: Una

nueva interpretacin sobre la arqueologa del Noroeste Argentino.En dicho escrito incluye anlisis

de objetos, descripciones y numerosas fotografas.

Por ultimo sealaba que, antes de entrar en materia, quera decir algunas palabras al respecto

de la coleccin en su conjunto y tambin sobre su colector:

El Sr. Alberto Paz Posse ha llevado un catlogo de la entrada de las piezas, en donde est

escrupulosamente anotada la procedencia de las mismas, e igualmente una breve descripcin de las

mismas. En esta forma se facilita grandemente el estudio de las piezasApuntaba adems: la

abundancia de regiones en donde el Sr. Paz Posse ha realizado excavaciones para reunir la

coleccin, nos permite tener una idea ms amplia sobre la cermica de nuestro

Noroeste.56Finaliza el artculo sealando:

nosotros consideramos a lo que en esta forma, se dedican al estudio y a la tarea de reunir colecciones,

no solo impulsan directamente el estudio de nuestro pasado sino que salvan de una perdida completa aun material irremplazable, pues no son los esfuerzos de los investigadores oficiales los que salva la

mayor parte de esta riqueza sino los esfuerzos de coleccionistas y aficionados de toda clase, que por

amor a lo bello se dedican a eso.57

55Ibdem.56Ibdem, pg. 2557Ibdem.

Pginas delcatlogoori inal


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La arqueloga Alejandra Korstanje en Aguada, contribucin a una compleja Iconografa,

se refiere a la adquisicin, en 1948, de la valiosa coleccin arqueolgica Paz Posse, formada con

materiales del NOA, Per y Bolivia. Esta coleccin fue en parte recolectada a partir de

"excavaciones" y en parte adquirida a huaqueros, por Alberto Paz Posse. Cita la opinin de Ibarra

Grasso, que ya vimos, y asevera: La coleccin es por cierto muy hermosa como la mayora de

las colecciones arqueolgicaspero lamentablemente de poco nos sirve poder admirar las piezas

si no tenemos una mnima informacin confiable acerca de, por lo menos, su procedencia,

condiciones de hallazgo, y asociaciones.58Sealaba adems:

No creemos que ste sea el lugar para hacer una crtica severa ya que, justamente, en

este trabajo intentamos rescatar lo que las piezas tienen de rescatable, aparte de su valor

museolgico; y por otro lado, porque las costumbres de los coleccionistas de la poca en que le

toc vivir a Paz Posse no vean con malos ojos el "hobbie" arqueolgico. Tambin debemos

alegrarnos, de alguna manera, de que la coleccin haya permanecido en el pas, y no haya pasado

a engrosar los depsitos de algn museo extranjero59.

Agrega Korstanje que Ibarra Grasso mencionaba un catlogo de la coleccin Paz Posse -

levantado por ste mismo- donde figurara la procedencia de cada pieza y apuntaba:

Si bien esto es cierto en parte, es evidente, al hacer el ms superficial anlisis de las piezas,

que en la mayora de los casos esa procedencia no corresponde al lugar donde la pieza fue

exhumada, sino donde fue adquirida por el coleccionista a los huaqueros locales.60

Pero sobre este punto, al final de su trabajo aclara: Posteriormente, hemos podido comprobar

que esta coleccin es una de las que mejor informacin posee en lo que a procedencia respecta. Por

supuesto, descontando la Coleccin Muiz Barreto y las exhumadas por los arquelogos de aquella

poca.

En 1915, se crea el Museo de Historia Natural. Su primer director fue Miguel Lillo, y su

colaborador, con el cargo de conservador fue Rodolfo Schreiter. Este ltimo se dedic con pasin a

las investigaciones arqueolgicas, dando los primeros lineamientos al museo en este sentido.

Berberin seala: "Tan es as, que en el mismo ao de la organizacin del Museo, entre los meses de

octubre y diciembre, realiz estudios arqueolgicos en los Valles de Santa Mara, El Cajn y Hualfn

(Catamarca).61 De aqu proviene gran cantidad de vasijas de cermica, cuya informacin respecto a

58ALEJANDRA KORSTANJE: EnAguada: contribucin a una compleja iconografa;Instituto de Arqueologa, UniversidadNacional de Tucumn, (Tucumn, 1988) pg.52.59Ibdem.60Ibdem,pag.5861BERBERIAN y CAPUANO..cit.


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origen y condiciones de hallazgo figuran en los catlogos del Instituto de Arqueologa. Schreiter

informaba sobre los resultados de las excavaciones en la Revista del Museo de Historia Natural.

Hacia 1928 la Universidad de Tucumn contrat al eminente antroplogo Alfred Mtraux62,

discpulo predilecto de Paul Rivet. Desde su llegada, se organiz el instituto de Etnologa bajo su

direccin. La orientacin fue primeramente etnolgica, aunque no dej totalmente de lado el aspecto

arqueolgico.

Korstanje, ex directora, da cuenta de los avatares por los que pas el Instituto:

Desde la renuncia de Mtraux a la direccin del Instituto en la dcada del 30 hasta nuestros das, esta

entidad ha sufrido los ms variados reveses y contratiempos, as como tambin etapas de asentamiento y

progreso. Fue variando varias veces la orientacin, nombre, competencia administrativa, director y

lamentablemente -quizs lo ms perjudicial para las colecciones- de local de ubicacin. Esto afect

seriamente el patrimonio posedo por la institucin, ya que las piezas no slo sufran el natural deterioro deltiempo, sino que se fragmentaban, se perdan, se extraviaba su informacin complementaria y, en ms de

una ocasin, terminaron siendo objeto del trfico ilegal de antigedades63

El Instituto de Arqueologa y Museo, bajo distintas denominaciones, tuvo numerosas sedes y

traslados. Como Museo de Historia Natural, en Ayacucho 482 (UNT) desde 1928 hasta 1935. En

ese ao es denominado Instituto de Etnologa,y se traslada a Miguel Lillo 251. All permanece

hasta 1938, con el nombre, a partir de 1937, de Museo Miguel Lillo. Desde 1938 a 1948, como

Instituto de Antropologa, en Buenos Aires 260. En los aos 1948 a 1959, se divide en dos museos:

el de Etnografa, en el local de Buenos Aires 260, y de Arqueologa en Laprida 366. En1960 -

1963 se le denomin Museo de Prehistoria y Arqueologa, ubicado en Buenos Aires 260 y en

Crisstomo lvarez 765. En 1963 a 1967, como Museo de Prehistoria y Etnografa, en 25 de Mayo

492 (Casa Fonio), y en el mismo lugar hasta 1981 como Museo de Prehistoria y Arqueologa.

Desde 1985 a 1995, como Instituto de Arqueologa en San Martin 965 y en 25 de Mayo 261

(Centro Virla). Finalmente, desde 1995 hasta hoy como Instituto de Arqueologa y Museo en San

Martin 1545 y en 25 de Mayo 261.64Respecto al local que tuvo el Museo de Arqueologa en Laprida 366, cabe aclarar que era propiedad

de Alberto Paz Posse, herencia de su padre en 193765. All haba instalado su coleccin, su museo.

Es decir que, desde la venta a la UNT en 1948 hasta 1959, Paz Posse facilit tambin la casa para

62Para datos biogrficos de Alfred Metraux; cfr. ELENA PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: en Metraux y laUniversidad Nacional de Tucumn; en Actas del Primer Congreso sobre historia de la Universidad Nacional deTucumn; pgs. 145 a 153 (Tucumn, 2006) y PATRICIA ARENAS y CONSTANZA TABOADA; en De Instituto deEtnologa a Instituto de Arqueologa y Museo: un tramo de su historia; enRastros en el caminocit. pgs. 47 a 53.63

KORSTANJE, cit., pag.5764 Datos tomados de Cuadro de autoridades en; Rastros en el caminoTrayectos e identidades de una institucin.Homenaje a los 80 aos del IAM-UNT, pg. 24 a 26. (Tucumn, 2010), y de BERBERIAN, CAPUANO, cit., pg. 19.65DIRECCION DEL REGISTRO INMOBILIARIO DE TUCUMAN; Tomo 23, serie C, folio 126.


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acoger su donacin. Posiblemente, esto sera hasta que la Universidad contara con local adecuado. El

arquelogo Eduardo Berberin seala que: El edificio donde se encontraba el Museo Arqueolgico

haba sido vendido y las valiosas colecciones encajonadas para evitar su destruccin.66Cabe aclarar

que el local no haba sido vendido, ya que hemos constatado que fue expropiado por el Gobierno de

la Provincia, en juicio que finaliz en 196367.

Personalmente, consideramos que el mejor local que tuvo el Museo fue el de 25 de Mayo 261

(Centro Virla) entre 1985 a 1995. All el arquitecto Jorge de Lassaletta y el arquitectomuselogo

Roque Gmez, disearon una esplndida sede en tres plantas del edificio. Algo museogrficamente

moderno y donde las colecciones estaban muy bien presentadas. Adems, en una ubicacin

privilegiada, en pleno centro de la ciudad. Sobre las vicisitudes del Museo de arqueologa, sus

distintas sedes y continuos traslados, Alejandra Korstanje se refiere crticamente a los bruscos

cambios y mudanzas, que han sido siempre en desmedro del bienestar de las colecciones,68

consignando especialmente la prdida del local del Centro Virla y la de toda un ala del edificio de

San Martin 1545. Hoy, el Museo cuenta nicamente con un reducido espacio. En el mismo se exhibe

la muestra Entre manos garras y pezuas, con excelente diseo museogrfico, a cargo del

licenciado Eduardo Ribotta.

66BERBERIAN, CAPUANO; cit, pg. 2167DIRECCION DEL REGISTRO INMOBILIARIO, cit.Ibdem68ALEJANDRA KORSTANJE; Gente, espacios y relaciones interinstitucionales; enRastros en el caminoTrayectos eidentidades de una institucin. Homenaje a los 80 aos del IAM-UNT, (Tucumn, 2010), pg. 363 a 361.

Cermica de la coleccin


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Pieza de oro registrada en el catlogo con el n 1780. Descrita como: Isca Utula Dep. Taf de Tucumn.Figura de oro formada por seis brazos que naciendo de un ncleo central se ramifican en todas direcciones

en cada extremo de ellos se ve una figurilla de llama con est. Punteada en el cuello. En la regin de origen

la llamaban cruz calchaqu. Es mencionada en nota de ofrecimiento de venta a la Universidad (foto enarchivo del coleccionista)

El arquelogo Mario Alejandro Caria seala que en 1970, en el local de 25 de Mayo 492, se

produce el primer robo de piezas de escultura ltica. Hacia 19791980 un segundo robo, de piezas de

oro que haban sido ilustradas treinta aos atrs en un artculo de Uriondo y Rivadeneira (1952-1954). Reproducimos algunas de ellas para que el lector aprecie la magnitud de este robo

Consignaba que la ausencia de registro fotogrfico y de una base de datos de la coleccin durante

aos impide tener imgenes y detalles de muchas piezas sustradas. 69

En diciembre de 1979 el diario La Gaceta titulaba una nota Museo de la UNT: la Polica

Federal investigar el caso. Deca que se tramitaba judicialmente la denuncia, de un docente

universitario, sobre el traslado del Museo de Prehistoria y Arqueologa de la UNT, girado a la Polica

69MARIO ALEJANDRO CARIA; Metforas del desierto. Repensando las ruinas circulares: depsitos y colecciones delIAM en; Rastros en el caminoTrayectos.(Tucumn, 2010 pgs. 379 a 380. Los dibujos de las piezas de oro, quemenciona los publica en ese trabajo.


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Federal para que efectuara una investigacin, ante presuntos daos patrimoniales a consecuencia de

ese traslado. El Juez Federal Ren Padilla inspeccion el lugar. La Universidad elev documentacin

sobre el caso, a pedido del magistrado, a la Secretaria legal del Juzgado.70

En 1983, hubo otro robo de una valiosa pieza cientfica, titulabaLa Gacetadel 19 de abril.

Se trataba de la extraccin de una cabeza humana reducida por los indios jbaros, pieza de elevado

valor: se estimaba que un coleccionista podra pagar por ella hasta 10.000 dlares. Agregaba la

noticia que el robo se sumaba al del ao anterior, de una pieza de cermica negra, sin que la

investigacin arrojara resultados positivos. 71

El 5 de diciembre de 1984, La

Gaceta informa que la Polica Federal

investigaba el robo de valiosas piezas

de oro, pertenecientes al Museo

Arqueolgico de la Universidad

Nacional de Tucumn. La denuncia se

hizo tambin a Interpol. Se destacaba el

valor de las piezas no solo por el

material precioso con que estaban

ejecutadas, sino por su categora y

condicin de elementos nicos.72

En la columna Panorama

Tucumano, con el ttulo

Antropologa en crisis, (La Gaceta

5.II 1985), Arturo lvarez Sosa

comenta un informe del prestigioso

arquelogo Alberto Rex Gonzlez. Se refera al saqueo y destruccin de las colecciones de laUNT, al robo de las piezas de oro y de cermica y resea la decadencia del Instituto desde que se

aleja Mtraux. Sealaba los cambios que habra que encarar.73

70La Gaceta; Tucumn 15.XII.1979.71Ibdem; 19.IV.1983.72Ibdem; 5.XII.1984.

73Ibdem; 5. II.1985.

Piezas de oro de la coleccin


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En agosto de 1986, el diario La Tarde, en un extenso artculo titulado Robaron 90 piezas de

oro de la UNT, se entrevista al doctor Gonzlez, quien da a conocer su opinin. El ao pasado, lamejor coleccin de piezas de oro que exista en los museos del pas estaba en la Universidad

Nacional del Tucumn. Deca adems el arquelogo que haba 96 piezas: era una coleccin

extraordinaria. La mayor cantidad de piezas desapareci. Y aseveraba: En el museo de Tucumn

haba 96 piezas, ahora quedaron 6, se robaron 90. En la misma nota se destacaba que el ao

anterior, 1985, Rex Gonzlez entreg, a pedido del rector Eugenio F. Virla, un esquema para

reorganizar el Instituto de Antropologa de la UNT. Afirmaba el especialista que se haba

producido la sustraccin de las piezas de oro, adems que a simple vista parecen faltar muchsimas

piezas de cermica de las colecciones. Deca que era urgente realizar un inventario.74

El ex director del Instituto, profesor Dante Soria, dijo a La Tarde, en la misma nota: Es

cierto que se extraviaron piezas de oro del museo arqueolgico pero no en la magnitud de los

expresado por el profesor Rex Gonzlez. Agreg: Cuando se traslad el Museo de la calle 25 de

Mayo a la Facultad de Filosofa y Letras, se perdi una cantidad considerable de piezas. Eso

sumando a la inseguridad del nuevo lugar, hizo que aproximadamente de 80 piezas de oro que haba,

quedaran solamente 55. Aadi Soria que la coleccin era la ms importante del pas y que se

74La Tarde; Tucumn15.VIII.1986


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compuso en parte por una compra realizada a la familia Paz Posse y por extracciones de la

excavacin de Schreiter de la misma poca.. Deca, adems, que en 1980 se haba realizado un

inventario anormal, donde se analiz la situacin de acuerdo a quienes queran sacar provecho de las

circunstancia y as lo hicieron.75

La coleccin Paz Posse (1948) contaba con 40 piezas de oro y 71 de cobre, segn el

inventario de recepcin de la coleccin y el catlogo al cual nos hemos referido. En el lbum de

fotos, complemento del catlogo original, se conservan fotos de las piezas de oro. El Museo, cuando

ocurrieron los robos, tena nicamente dibujos, como vimos, lo destaca el arquelogo Mario A.

Caria.


En 1985, el director del Instituto, doctor Vctor Nez Regueiro, encara el registro adecuado del

patrimonio: inventario con base de datos que inclua fotografas, con nmeros y escala grfica. Las

imgenes fueron tomadas por Carlos Daro Albornoz quien cuenta que, hasta ese momento,

nicamente se tomaban fotos de piezas para ilustrar textos de investigaciones.76

75Ibdem.76Cfr. CARLOS DARO ALBORNOZ; en La fotografa en el Instituto de Arqueologa. Perodo de la Direccin del Dr.Vctor A. Nez Regueiro, en;Metforas del desierto. Repensando las ruinas circularescit. pg. 223.


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robos anteriores, y deca que el valor de las piezas de oro desaparecidas era de 2.000.000 de pesos,

segn calcularon miembros del Instituto.78 En el informe mencionado, que se envi a los medios y

a Interpol, se adjunta la descripcin de las piezas, fotos y dibujos. La mayora de ellas, aunque el

citado documento no lo consigna, pertenecan a la coleccin Paz Posse, lo que hemos constatado en

el lbum con fotos que se conserva en el Archivo del coleccionista.

Mscaras de oro de la Coleccin Paz Posse - Fotos en M. Uriondo- Rivadeneira y Alberto Rex Gonzlez.79

El 8 de octubre de 2002, se produce otra sustraccin en el Museo. La directora de la

Institucin, en ese momento, arqueloga Jorgelina Garca Azcarate, realiz la denuncia a la Polica

Federal, con datos de tres importante piezas80. Dos de ellas de la coleccin Paz Posse: un hornillo

de pipa cermico y un vaso de piedraquepresenta una figura humana en relieve, que porta un arma

en una mano y en la otra una cabeza trofeo. La tercera pieza era de cermica y representaba dos

78La Gaceta, Tucumn 19.IV 1997.79MARIO E. URIONDO - IRMA RIVADENEIRA; Metalurgia del Noroeste Argentino, en:Revista del Instituto de Antropologa.Vol. II (Tucumn, 1958) y ALBERTO REX GONZALEZ;Arte precolombino de la Argentina (Buenos Aires, 1980).80Agradecemos a la Lic. Jorgelina Garca Azcrate copia de la nota y constancia de denuncia a la Polica Federal, comoas tambin toda la colaboracin y el apoyo brindado en la investigacin y realizacin de este trabajo.


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Tal es la historia, con sus diversos avatares, de un conjunto de enorme valor dentro del

patrimonio arqueolgico argentino. Fue coleccionado por alguien que no solo tena amor por las

piezas y un ojo adiestrado para valoraras y obtenerlas: tambin se preocup de darle la ms

minuciosa organizacin y clasificacin, as como una impecable documentacin grfica.

Su tarea de coleccionista hizo que ese patrimonio quedara en Tucumn y no fuera llevado a

otros centros del pas o del extranjero. A la hora de desprenderse de la coleccin, prefiri venderla a

la UNT, por un precio sin duda mucho menor al que hubiera obtenido en otras latitudes.

Como lo describe este artculo, la UNT no cuid la coleccin como lo mereca. Los incesantes

traslados del Museo y los robos le hicieron enorme dao. A pesar de todo, se conserva un nmero

importante de aquellas piezas que recolect don Alberto Paz Posse.

Esta nota ha querido rescatar lo que no conoce el gran pblico. El Catlogo original,

confeccionado por el Seor Paz Posse y que felizmente conserv en sus papeles, se publica como

ilustrativo apndice en este trabajo.


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ARCHIVO ALBERTO PAZ POSSE (AAPP)

ARCHIVO UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMAN (AUNT)

ARCHIVO DIRECCION REGISTRO INMOBILIARIO DE TUCUMAN

El Orden, Tucumn, (23-11-1885)

La Tarde; Tucumn, (15.VIII.1986), (6.III.1987)

La Gaceta, Tucumn (15.XII.1979), (19.IV, 1983), 15.XII.1984), (5.II.1985), (19.04 1997).

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al estudio de una compleja iconografa.Instituto de Arqueologa, Universidad Nacional de Tucumn,

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Aguada: contribucin a una compleja iconografa;enInstituto de Arqueologacit. (Tucumn, 1988)Gente, espacios y relaciones interinstitucionales;en:Rastros en el caminocit. (Tucumn, 2010).


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SARA PEA DE BASCARY: La coleccin arqueolgica Alberto Paz Pos

La Coleccion Arqueologica Alberto Paz Posse - Por Sara Peña de Bascary

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