La charla literaria.

7/30/2019 La charla literaria.

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La charla literaria en

las Salas de Lectura

Cuadernos deSALAS DE LECTURA


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a charla literaria enlas Salas de ectura

Cuadernos de

SALAS DE LECTURA


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dicin: Direccin General de ublicacionesdel Consejo acional para la Cultura y las rtes uz Mara Chapela, por el texto ugenia V. Cano, por las ilustracionesD.R. 1 de la presente edicin

Consejo acional para la Cultura y las rtesDireccin General de ublicacionesv. aseo de la Reorma 175Cuauhtmoc, C.. 65Mxico, D.F.

as caractersticas grcas y tipogrcas de esta edicinson propiedad de la Direccin General de ublicacio-nes del Consejo acional para la Cultura y las rtes.Todos los derechos reservados. Queda prohibida la re-produccin total o parcial de esta obra por cualquiermedio o procedimiento, comprendidos la reprograa yel tratamiento inormtico, la otocopia o la grabacin,sin la previa autorizacin por escrito del Consejo a-cional para la Cultura y las rtes / DireccinGeneral de ublicaciones.B: 978-67-516-37-5mpreso y hecho en Mxico


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CONSEJO NACIONAL PARALA CULTURA Y LAS ARTES

COUO ZRresidenta

ROBRTO VZQUZecretario Cultural y rtstico

R RZ OVRecretario jecutivo

UR M CHCODirectora General de ublicaciones

OCORRO VGDirectora General djunta de Fomentoa la ectura y el ibro

JUO TRUJODirector ditorial

RCK JMZDirector Tcnico de Fomento a la ectura y el ibro

J HRDCoordinador acional del rograma alas de ectura

U MU MDORCoordinador acional de roesionalizacinde Mediadores de ectura

UZ MR CHTexto

OF CM

Diseo y ormacinUG V. COlustracin

SECRETARA DE CULTURADE JALISCO

J JDRO CRVOTO BRJecretario de Cultura del Gobiernodel stado de Jalisco

MR RMO MRTZ

Directora General de Vinculacin CulturalK ZBTH FUT GRCnlace statal del rograma alas de ectura

gradecemos la lectura crtica deT VZQUZ, FRCCO COB yMRO HRDZ W.

B de la Coleccin Cuadernos de alas de ectura:978-67-55-789-3B del cuaderno 5: 978-67-516-37-5


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ndice11 resentacin

15 Captulo 1. nclusin y grupo

1 Captulo . Condiciones para que se orme un grupo

5 Captulo 3. Conficto

9 Captulo . Herramientas del dilogo

37 Captulo 5. cciones posibles durante las charlas literarias

7 Captulo 6. jercicios en apoyo de la charla literaria

55 Captulo 7. Reglas de juego

59 l terminar

61 Bibliograa


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La fexibilidad se convierte en un arma imprescindible

para alcanzar cierto grado de objetividady poder dar plena cabida al desarrollo de la intuicin

y de otras uerzas interiores.La fexibilidad ayuda a acercarse a las cosas

con la mente limpia y tranquila,disminuyendo as la resistencia que opone la rigidez.

Moira Bailey


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resentacin

La charla literaria en las Salas de Lectura

as personas somos seres dialogantes. ecesitamos a los otros tanto como al

agua o al aire. os resulta importante poner sobre la mesa de la conversacinnuestros ms recientes avatares, los proyectos que pensamos emprender, lasdudas que nos inquietan, los recuerdos, relatos de amor y desamor o miradas aluturo. Tenemos la necesidad de maniestar ante los otros algunos rasgos de loque llamamos nuestro yo mismo, aquello que nos hace ser nicos e irrepeti-bles; y tambin de escucharlos cuando nos hablan de su compleja y ascinantecondicin humana.

os temas que se ponen sobre la mesa del dilogo se modican conormeavanza la charla porque reciben opiniones, y porque los distintos conocimien-tos y puntos de vista permiten a quienes dialogan ver sus temas de conversa-cin con nuevas luces.

Cuando charlamos, adems de enriquecer lo nuestro con ideas novedosas, loponemos en juego, lo arriesgamos; abrimos la posibilidad de que los otrosdiscrepen, nos pidan explicaciones o contrapongan sus teoras a las nuestras.iempre que conversamos debemos estar dispuestos a escuchar con atencin

y estar abiertos a modicar nuestras ideas y puntos de vista si los argumentosnos convencen. Cuando dialogamos con apertura, los otros representan unauente creativa de enriquecimiento.

n este caso, cuando decimos otros pensamos en personas cercanas que tienenun yo mismo distinto del nuestro: amigos, vecinos, compaeros de juego, es-tudio y trabajo o maestros. dems, podemos pensar en los muchos otros queyacen en las pginas de los libros: personajes, encrucijadas, sistemas de valores,

pocas, maneras de ejercer el liderazgo, discursos, teoras o autores. Todos los queviven en la literatura tambin pueden dialogar con nosotros gracias a la lectura,convertirse en nuestros interlocutores y expresar sus vivencias y miradas.

Uno de los propsitos centrales de las alas de ectura es avorecer la lecturantima y silenciosa. sta permite a las personas avanzar a su propio ritmo,


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regresar unas pginas para releer un pasaje, detenerse unos cuantos segundos

para refexionar, ir al diccionario en busca de una palabra que se compren-de clave pero nos es desconocida, tomar notas personales en un cuaderno osaltarse dos pginas para comprobar que ya se adivin lo que le suceder alprotagonista unos pocos prraos adelante.


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as alas tambin tienen otro propsito importante: propiciar que los lecto-

res conversen en grupo acerca de libros que han ledo con anterioridad paraque compartan emociones, sorpresas, objeciones, imgenes o descubrimien-tos derivados de sus lecturas.

ste tipo de dilogo se conoce como charla literaria y, adems de poner adebate las ideas y puntos de vista de las personas, genera diversos benecios.or ejemplo, aculta a los que charlan para que ms adelante presentena los otros los libros debatidos; invita a la construccin de sistemas de obras,

es decir, a relacionar el volumen revisado con aquellos que tengan con l algoen comn; suscita el anhelo de leer otros libros escritos por el mismo autor;despierta en el grupo el deseo de estudiar algunos temas especcos o de hacercreaciones derivadas de lo ledo.

ste es el tema del cuaderno que aqu presentamos: la charla literaria. or suimportancia, tambin se trata, de manera somera, en otros cuadernos de estamisma coleccin.

a charla literaria es placentera porque ejercita el dilogo y, adems, permi-te a los participantes aclarar sus ideas, ampliar sus horizontes y ortalecersus identidades; pone a la vista muchos argumentos, hiptesis, saberes yopiniones de ndole diversa; da sentido y consistencia a las relaciones inter-personales; y ayuda a los lectores reunidos a expresar, en un espacio pblico,sus puntos de vista y propuestas, que es uno de los ms nobles ejerciciosciudadanos.

ste cuaderno presenta ideas abstractas que pueden materializarse por mediode acciones y tambin acciones concretas que pueden ser analizadas con pen-samiento abstracto. or lo tanto, invita al mismo tiempo a la refexin y a laaccin. ertenece a la coleccin Cuadernos de alas de ectura, del rogramaacional alas de ectura (PNSL) impulsado por la Direccin General deublicaciones del Consejo acional para la Cultura y las rtes (Conaculta).



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nvitamos a los lectores a encontrar otros ttulos en los acervos de las alas y

en la pgina www.salasdelectura.conaculta.gob.mx

Queremos orecer una ltima explicacin. l escribir las pginas de este cua-derno pensamos siempre en mujeres y hombres. n lo humano y en las mu-chas y especcas maneras en que la humanidad se expresa. in embargo, ysin olvidar a las mujeres, al escribir usamos el gnero masculino (el lector, elmediador, el habitante de las comunidades) para hacer ms gil la lectura.

speramos que en estas pginas muchos de ustedes encuentren razones pararefexionar, temas para estudiar, citas para descirar, tramas para jugar, alien-to para mejorar sus prcticas diarias y motivos para celebrar.



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Inclusin y grupo1CAPTULO


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n las charlas literarias los participantes se renen para conversar acerca

de un libro que todos han ledo con anterioridad. n ellas, y con toda libertad,las personas opinan, preguntan, discrepan, orecen argumentos, piden expli-caciones, construyen imgenes propias a partir de las del texto, sugieren al-ternativas distintas de las que propone el autor, o hacen creaciones derivadasde la lectura misma. Quienes conversan juegan un papel activo y, junto con eltexto, son los protagonistas principales de la charla.

Cuando los grupos se orman de manera libre, sus integrantes se renen porque

tienen intereses en comn, tienen claras las razones que los convocan, quierenrealizar tareas de manera colaborativa, construyen reglas que todos respetan ysaben qu benecios obtendrn al estar juntos.

De este modo, los grupos estn ormados por personas diversas con pensa-miento propio, que han recibido legados culturales especcos; responden aprioridades determinadas; han construido sus propios saberes; tienen dudas,puntos de vista y opiniones dierentes; viven situaciones nicas; enrentanurgencias y necesidades distintas, y tienen sus grupos de pertenencia.

s comn que los grupos abiertos, como los que se orman en las alasde ectura, sean interculturales. Grupos constituidos por personas que, deacuerdo con sus propias culturas y circunstancias, asignan distintos signi-cados a las cosas del mundo y responden de maneras diversas a las opor-tunidades y retos que el mundo les presenta. parentemente todos somosiguales, y lo somos en cuanto que compartimos la misma dignidad humanay los mismos derechos. in embargo, cuando de asignar signicados se trata,

presentamos muchas dierencias. or ejemplo el color rojo, que aparente-mente es un color universal, tiene muchos signicados, los que segn la culturaque los asigna puede representar peligro, amor, accidente, vida, calidez, ideolo-ga, alto, poder, emergencia y muchas cosas ms. ntonces, si alguien dicerojo en el seno de un grupo intercultural algunos sentirn miedo, otrosvalor, otros enamoramiento y otros ms pensarn en una hermosa for.

Inclusin y grupo


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17Inclusin y grupo

a libertad para asignar signicados a las cosas del mundo es una de las ms

grandes libertades. Y todos los pueblos la han ejercido provechosamente, dadoque las culturas contienen complejos y diversos sistemas de signicado que lashacen nicas e irrepetibles.

dems de las culturales, tambin hacemos signicaciones personales. orejemplo, algunos vern al hecho de asistir a una uncin de cine como un com-promiso, otros como un placer, como una ocasin para el aprendizaje, comola posibilidad de estar en compaa de amigos, y otros ms como la ocasin

para dormir una siesta o descansar en silencio. s una sola uncin de cine,pero recibe muchos y muy distintos signicados.

qu reside una de las grandes riquezas de las charlas literarias: ponen sobre lamesa las diversas miradas que los tertuliantes tienen en torno a un mismo libroy, al hacerlo, abren alternativas, amplan horizontes y sugieren posibilidades.De esto hablaremos en otros captulos de este mismo cuaderno.

in embargo, la presencia de distintos individuos en un mismo grupo nobasta para que en ste ocurra el enriquecimiento intercultural. Tampoco bas-ta con que cada quien tenga sus propias ideas y experiencias, es necesariocompartirlas, es decir, narrarlas, conversarlas y someterlas a debate. lo as,las vivencias de unos pueden ser incluidas y pasar a ormar parte del cono-cimiento del grupo.

ara que ocurra la inclusin, son necesarios los siguientes requisitos: a) que,por medio del lenguaje, cada persona se presente con sus rasgos especcos

rente al grupo, que hable de s, que narre experiencias propias, que expliquesus prioridades y puntos de vista, que comparta problemas, que hable de susproyectos; y b) que el grupo escuche con atencin lo que dicen los otros, sinponer etiquetas, sin prejuicios, sin suposiciones, de manera fexible, con lamente y el corazn abiertos. a diversidad slo aparece cuando, por turnos,unos hablan mientras los otros escuchan.


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n las charlas literarias existen otros dos elementos: el dilogo y el debate. Una

vez que todos los miembros del grupo exponen sus ideas y puntos de vista entorno al libro en cuestin, deben compartirlas a travs del dilogo, analizarlasa la luz de su pensamiento, compararlas y enriquecerlas con ideas alternativas,preguntas pertinentes, ejemplos, citas tomadas de la misma lectura o de otroslibros de otras colecciones. Y tambin discrepar, maniestar su inconormidad,ormular propuestas distintas y construir argumentos para poner a debate susideas y objeciones. De esta manera, el texto analizado se enriquece poco apoco, conorme avanzan el dilogo y el debate.

Tambin los participantes se ven avorecidos, porque a la luz que emana delas miradas de los otros comprenden mejor asuntos que antes les parecanconusos; entran en contacto con horizontes contenidos en el texto que antesno vean; contemplan valores que antes les estaban ocultos; enriquecen su vo-cabulario; se dan cuenta de distintos rasgos del autor a los que ahora puedenacceder porque los otros los sealan; se benecian porque cuentan al gruposituaciones de su vida que tienen relacin con el texto que estn revisando, ypor cien razones ms.

n las charlas literarias, el enemigo a vencer es el prejuicio: la idea de que exis-te una sola verdad o una cultura superior a otra, el rechazo a la pluralidad, elpresuponer que el otro es como lo imaginamos, lleno de etiquetas. Y las mejo-res armas para combatirlo son la fexibilidad, la apertura, la inclusin y la va-loracin explcita de la diversidad como uente potencial de enriquecimiento.

Cierto que estar abiertos a la diversidad, a la otredad como riqueza potencial,

es complicado. Muchos de nosotros aprendimos a vivir con prejuicios (socia-les, econmicos, culturales y hasta proesionales), y nadie puede deshacersede ellos de la noche a la maana; sin embargo, todos podemos practicar conahnco la tolerancia y tomar conciencia cuando, pese a nosotros mismos, losprejuicios nos abordan al emitir o ormular una opinin. a toma de con-ciencia es en s misma un paso hacia la tolerancia y la aceptacin.

Inclusin y grupo


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dems de dotar de nuevos signicados y sentidos a un libro, las charlas li-terarias permiten que los miembros de un grupo se conozcan mejor, ormenvnculos que los relacionen entre s, ejerciten sus capacidades en el uso del len-guaje oral, narren experiencias propias, expresen sus emociones, construyanamistades, sugieran horizontes compartibles, entablen debates y ortalezcan eltejido social que los une.

Inclusin y grupo


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Condiciones para que seorme un grupo

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l grupo es el sustento y el actor principal de las charlas literarias.

i hablamos de uno que se rene en condiciones de libertad, los siguientesaspectos son importantes:

n un conjunto de personas cada una de ellas trae consigo ideas, im-genes, saberes, valores, anhelos, necesidades y proyectos correspon-dientes con el grupo humano al que pertenecen; adems, cada unaencuentra condiciones para expresar lo propio en el seno del grupo,mientras los otros la escuchan y la toman en cuenta.

as personas, que son distintas entre s, cuentan con un conjunto deintereses explcitos que todos comparten y valoran, que dan sentidoal hecho de estar reunidos. or ejemplo, en el caso de los grupos quesostienen charlas literarias, el an de compartir una misma lecturaque todos han hecho, el inters por conocer puntos de vista distintosde los propios, la sorpresa de descubrir ideas dierentes de las que


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propone el autor, el apoyo del grupo para comprender mejor algunas

ideas del texto, la posibilidad de ormular preguntas entre amigos, lanecesidad de pedir y orecer explicaciones, la conanza para expresarasuntos personales, la construccin de argumentos propios y la es-cucha de los de otros, as como la inquietud por ver cmo recibe elgrupo nuestras ideas.

os miembros del conjunto construyen, con el paso del tiempo, unadimensin aectiva, una solidaridad entre pares y si el grupo duralo suciente una identidad compartida.

Del mismo modo, los integrantes del grupo tienen claras las tareas quehan de cumplir. n el caso de la charla literaria podran ser, por ejem-plo: compartir la lectura analtica y personal que hizo cada miembrode un libro en particular; pedir apoyo a los compaeros para com-prender mejor algo ledo; relacionarlo con experiencias personales;vincularlo con otros libros o refexionar en torno al autor. (n otrocaptulo veremos de manera ms puntual estas acciones.)

Tambin tienen claros algunos de los benecios que buscan conseguir.n la charla literaria podran ser, por ejemplo: el mejoramiento de las

capacidades lectoras; la proundizacin compartida de los temas quetratan los libros; el enriquecimiento personal a partir de la diversidadque caracteriza al grupo; el debate abierto, con la correspondienteconstruccin de argumentos y contraargumentos; el mejor conoci-miento de algunos autores y de su obra, o el placer de compartir conotros las emociones y miradas propias.

l grupo se rene con una recuencia determinada, en echas y horaspreviamente acordadas y durante un tiempo que es conocido por todos.

Tiene una estructura que deriva de una organizacin acordada previa-mente, en donde se designe de manera consensuada un coordinadorpara cada sesin. ste coordinador puede ser el mediador de la ala oalgn lector que el grupo elija.

Todos los integrantes tienen la disposicin de estar conormes con lasdecisiones que el grupo tome de manera democrtica.

Condiciones para que se orme un grupo


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Conficto3CAPTULO


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s evidente que en el seno de los grupos humanos siempre habr con-

ficto. Ya sea porque son distintas las prioridades, porque cada miembro estviviendo una coyuntura y un momento distintos, porque cada quien tiene suspropias preerencias, porque la realidad es compleja y cada quien ve una partede ella desde un punto de vista dierente, porque los estados de nimo varany hasta porque el calor, el ro o el cansancio pueden colaborar para que elambiente se ponga tenso.

Trabajar el conficto es todo un arte. Generalmente corresponde al mediador

hacer este trabajo, pero hay alas de ectura en las que los mismos lectoresson expertos conciliadores. continuacin anotamos algunos elementos queavorecen su solucin pacca y acordada.

Conciencia de lo que une y convocante un conficto, lo primero es tener siempre presentes las razones por lasque los miembros del grupo estn reunidos, los puntos que los unen y dansentido a estar juntos, las tareas que de comn acuerdo han emprendido y losbenecios que cada uno obtiene al estar ah. sto tiene que estar siempre enla mente de todos para que cuenten con una estructura bsica alrededor de lacual refexionar.

Decir que ocurre un conictol siguiente paso es detener la charla y hablar abiertamente del conficto quese percibe en el aire y que enturbia la pltica.

Identifcar y nombrar las razones del conictoDespus hay que buscar, entre todos, la razn del mismo y tras identicarladeber nombrarse. ste paso es muy delicado porque en ocasiones se le es-conde detrs de opiniones o consideraciones simples, por ejemplo: es que

Conficto


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7Conficto

ya ha hablado mucho esta tarde y no nos deja participar; es que no me gusta

que insista tanto; cuando quiz no sean las ormas sino el contenido de lo quese dice lo que molesta al grupo. s importante identicar el conficto con lacolaboracin de todos.

Hablar con libertad del conictoUna vez nombrado el conficto es importante abrir un dilogo en donde todoslos involucrados presenten sus argumentos, donde se produzca una lluvia de

ideas relacionadas con l y despus anotarlas como si de un mapa mental setratara, para que todos contemplen la dimensin del caso.


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Recordar el derecho a la discrepancias necesario recordar que no siempre todos tienen que estar de acuerdo contodo, que discrepar y tener libertad de pensamiento es parte de los derechoshumanos. dems, deben enumerarse los puntos del conficto en los que,por el momento, el grupo no alcanza acuerdos.

Encontrar mnimos comunes compartiblesFinalmente, y dejando a un lado las discrepancias, temporalmente irreconci-

liables, mediante una delicada labor de tejido el grupo puede encontrar m-nimos comunes compartibles, puntos pequeos en los que todos encuentrenacuerdo para recuperar el consenso, para a partir de ellos poder reanudar lacharla. Junto con el respeto explcito a la discrepancia, los mnimos comunescompartibles son los que pueden salvar las situaciones de conficto.

Conficto


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Herramientas del dilogo4CAPTULO


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n las charlas literarias el gran tema es la palabra oral, aquella que se

dice cara a cara, ante otros y entre otros. os miembros del grupo, por mediode su palabra, construyen un espacio con dimensiones propias y lo llenan conideas, propuestas, preguntas y argumentos. ara esto hay algunas herramien-tas generales que si se tienen en cuenta pueden acilitar no slo la conversa-cin sino tambin la coordinacin de las charlas.

i quien coordina tiene claras estas herramientas, podr apoyar a sus compa-eros dicindoles, por ejemplo: puedes relatar paso a paso lo que sucedi?

o para cambiar la dinmica ya no le pidas que te explique, hazle en cambiouna muy buena pregunta. or su parte, los integrantes del grupo ampliarnsus posibilidades si estn conscientes de los distintos instrumentos con quecuentan al participar en las charlas literarias.

n las siguientes pginas presentamos algunas de estas herramientas generales.

Exposicins la presentacin de hechos. Quien expone describe cosas que sucedieron,asuntos que le inquietan, hechos que ha presenciado. a exposicin slo pre-senta, no comenta. s una especie de testimonio que relata para que los otrostomen conciencia de los hechos. or ejemplo: segn mi lectura, el protago-nista de la historia sali al camino solo y sin que nadie lo viera partir, camindurante horas sin encontrar a nadie y ue al llegar al ro cuando se cruz conlos caballeros del rey que transitaban en sentido contrario.

Narracina narracin tambin expone, pero a dierencia de la exposicin, s se permitealgunos comentarios que pongan al relato en contexto, que le den textura y loadornen con elementos amables, o que lo rodeen de elementos sorprendenteso terribles, segn sea el caso. Quien narra pone mucho de su persona en lo que

Herramientas del dilogo


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cuenta; puede decir, por ejemplo: el sastrecillo sali del pueblo con mucho

miedo porque en realidad todo haba sido un malentendido. hora era de-masiado tarde. l pueblo entero lo crea capaz de matar gigantes, qu podrahacer? Y pensar que lo nico que haba matado en su vida eran moscas.

Dilogon el dilogo, quienes conversan hablan de la manera ms libre posible, to-mando de manera espontnea la palabra, escuchando con respeto y tolerancia,

interviniendo con delicadeza, sugiriendo, aclarando y opinando. l dilogo po-dra compararse con un ro: tiene un cauce que todos conocen pero no tieneuna meta ja, no corre con tiempos estipulados, fuye, se mueve, y construye almoverse ideas, puntos de vista, aclaraciones y aprendizajes. dems, suele causarmucha alegra y satisaccin porque es libre y espontneo. or ejemplo:

Qu tremenda la rosa del rincipito, cmo se atrevera a ser tan exigente? m me dej sorprendida, especialmente porque yo soy muy tmida y

no s pedir las cosas. Casi nunca pido nada a nadie.



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ues a m me encant leer acerca de la rosa. unca imagin algo as.

unque despus de la sorpresa, me di cuenta de que pedir es algo que necesi-tamos hacer cada da. ara eso vivimos en sociedad, para aprender a pedir y aorecer. arece un cuento para nios pero a m me result una lectura ideal,aprend mucho.

o lo haba visto de esa manera. o voy a volver a leer y luego les digoqu pienso de todo esto.

Explicacina explicacin orece a quienes escuchan, una va que conduce de un punto aotro. Traza un camino que lleva hacia una propuesta, una idea, una justica-cin o un contexto. Usa una lgica que se va presentando poco a poco hastaque alcanza un momento en el que las cosas se comprenden. or ejemplo: amadrastra era ea y, adems, vieja. ra egosta y caprichosa. us hijastras, encambio, eran bonitas y jvenes. ellas las haba educado una mam que lesense a ser elices y generosas. Y, para colmo de males, madrastra e hijastras



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33Herramientas del dilogo

tenan por uerza que vivir en un mismo espacio. ra lgico que la madrastra

viviera ineliz, sola y eternamente insegura. Y, qu conductas puede tener unapersona ineliz, sola e insegura?

a explicacin supone casi siempre la generosidad. Quien la orece debe estaratento a quien escucha: sus gestos y sus reacciones, y de acuerdo con ellos, mo-dicar sus palabras, orecer ejemplos, y volver sobre sus pasos para asegurarse deque el otro est entendiendo. o debe soltar un discurso encima de otro, sinodibujar un camino por el que invite a transitar al oyente. Tampoco pretende

tener la verdad absoluta pero s busca presentar su lgica, sus valores, sus puntosde vista e incluso las circunstancias en las que lo que se explica ocurri.

or otro lado, quien escucha juega un papel activo no pasivo. ecesita estaratento y construir junto con el que explica ideas e imgenes que le permitan ircomprendiendo paso a paso. Tambin debe tener seguridad en s mismo paradetener la explicacin cuando resulte necesario, para pedir ejemplos y solicitarque se repita lo que no qued claro. Tampoco puede dejar que quien explicahable solo, como si se tratara de un discurso o un monlogo, tiene que parti-cipar activamente preguntando y pidiendo aclaraciones. o necesariamentetiene que estar de acuerdo con todo, pero s escuchar lo que el otro dice deprincipio a n antes de interpelarlo. orque una de sus tareas es conrmar suacuerdo o desacuerdo con lo dicho, ya que por ms na y cuidadosa que seauna explicacin, no necesariamente resulta convincente. Quien escucha tienesiempre el derecho de interpelar.

Punto de vistaa realidad es inmensa y no la podemos abarcar. l mundo que aparece antenosotros es plural y complejo, y est ormado por innumerables elementos. o-sotros slo podemos ver parte de la realidad desde nuestro propio punto devista, por eso resulta tan interesante escuchar los de los otros, pues enriquecen yamplan la que contemplamos. s clsico el cuento oriental que narra la historia


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de unos ciegos que describen un eleante por medio del tacto: uno dice tocando

la trompa: es como una manguera gruesa y clida, otro dice tocando la oreja:es como un extenso abanico, otro dice tocando la pata: es como el tronco deun rbol rugoso, ancho y rme. lo podemos ver la realidad desde nuestropunto de vista. ero los ciegos del cuento juntaron los suyos y, al hacerlo, enri-quecieron la idea individual que tenan del eleante.

or eso, en las charlas literarias es interesante pedir a los participantes que di-gan lo que ven en las pginas del libro que estn discutiendo. ste ejercicio no

es sencillo porque, para hablar as, desde una ptica personal, son necesarias laobservacin, la refexin y la capacidad de atreverse a decir lo propio. Cuandolos miembros de un grupo aprenden a hablar desde sus puntos de vista la rea-lidad se enriquece, se llena de matices, de texturas y de miradas alternativas.De esta orma, mientras ms plural sea un grupo ms se enriquecer cuandosus miembros digan lo que ven desde sus dierentes perspectivas.

s como los ciegos del cuento cuando juntaron sus puntos de vista tuvieronuna idea ms amplia del eleante, en las charlas literarias, cuando los partici-

pantes unen los suyos, construyen en torno al libro comentado un universoms plural, ms rico, con ms alternativas y distintos horizontes.

Debatel debate es una de las herramientas ms abulosas con que contamos las per-sonas, las comunidades y las sociedades. Generalmente ocurre en el seno deun grupo que est interesado en un tema determinado y que aun con discre-

pancias, busca alternativas y est abierto a propuestas nuevas.

os debatientes, por turnos, orecen sus mejores argumentos en deensa de susideas, valores y prioridades. Cada uno de stos tiene que estar construido conmeticulosidad, porque si se elabora de manera descuidada el contrincante, ensu turno, puede desarmarlo. n los debates cuentan la uerza, la contundencia,



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la pulcritud y la lgica de los argumentos. n general, son discusiones o en-

rentamientos (en el caso de las charlas literarias son de tipo amistoso) quetratan de encontrar un argumento que todos o la mayora consideren superior,ms uerte que otros.

os debates no siempre tienen que ser denitivos. Hay algunos que puedenrealizarse por etapas. i en un da y durante un tiempo especco se celebrauno pero ste no alcanza un punto de acuerdo durante el tiempo marcado, en-tonces se ja una nueva echa para un segundo captulo del mismo. Durante

la tregua, los participantes estudian y preparan argumentos nuevos en deensade sus ideas para presentarse mejor armados en la siguiente sesin.

or eso, adems de avorecer que los debatientes ejerciten su inteligencia, sussaberes, el uso de la palabra, su paciencia, su capacidad de escucha e imagi-nacin, los debates propician que los grupos gocen al usar la palabra paradeender lo propio y tomen conciencia de que, en asuntos sociales, es la pa-labra dicha con libertad ante quienes escuchan y responden la mejorherramienta de la democracia.



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cciones posibles durantelas charlas literarias

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as personas tenemos el gran don de la accin. o nuestro en gran

medida son los verbos: correr, pensar, invitar, jugar, proyectar, estudiar, dia-logar. Cuando actuamos, ponemos en juego mucho de lo que somos, por-que los actos que realizamos tendrn siempre nuestro toque, gestos, rasgosy miradas.

n las charlas literarias los participantes interactan. on centros de accin,espacios en los que las personas identican sus lmites y despliegan su ima-ginacin, potencias y capacidades. qu reside uno de sus encantos.

as acciones que ocurren o pueden ocurrir en medio de una charla soninnumerables, pues est llena de sorpresas. in embargo, para dar una ideageneral de ellas, presentamos en este captulo algunos verbos relacionadoscon las charlas que pueden resultar interesantes.

OpinarCmo veo las cosas desde mi punto de vista? Tomando en cuenta lo ques, lo que valoro, lo que me gustara, lo que no quiero, qu puedo deciracerca de un hecho en particular? Quien opina no pretende tener la verdadpero s quiere dejar claro su pensamiento, que los otros sepan cmo ve lascosas. Quien escucha atiende lo que el otro piensa y hace lo posible porponerse en sus zapatos (aunque sabemos que esto es imposible) para com-prender lo que dice. l grupo, en general, debe tomar nota de las distintasopiniones y comentarlas, vincularlas y debatirlas. unque no siempre sebusque convencer, s se debe establecer ante los otros el propio punto de

vista.

Esclarecera palabra esclarecer tiene que ver con la luz, con mirar mejor una cosa, conalumbrarla para que aparezca ante nosotros de una manera ms comprensible.

Acciones posibles durante las charlas literarias


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De este modo, las personas ponen en claro un asunto que est en controversia,

que genera debate. a herramienta principal del esclarecimiento es la expli-cacin. o podemos olvidar que cada quien maniesta las cosas desde supropia perspectiva y que la verdad absoluta no existe. in embargo, la charlaliteraria se enriquece cuando los lectores aclaran asuntos, malentendidos, no-ciones y situaciones.

Desmenuzar

os textos literarios tienen muchos elementos que los constituyen: la vozdel narrador, la trama, los personajes, los espacios, los dilogos, el tiempoen que ocurre el relato y los distintos momentos que dan vida a las accionesde la trama. o obstante, son muchos ms los elementos de un texto. n lastertulias literarias una de las acciones posibles es desmenuzar la obra, es de-cir, analizar por separado cada una de sus partes, incluso las ms pequeas,para apreciarlas y comprenderlas mejor, y tambin para contar con conoci-mientos que permitan relacionarlas, vincularlas, reconstruir el texto desde elpunto de vista de las personas que charlan y del grupo mismo.

DiscernirDiscernir es distinguir una cosa de otra, encontrar las dierencias entre ellasy saber que cada una tiene sus especicidades. ara hacerlo, se usan el pen-samiento analtico y el pensamiento crtico. Quien discierne tambin usa laautoestima y la conanza en s mismo, porque se ve comprometido a decira los otros lo que descubre y las razones por las cuales considera que una

cosa es distinta de otra. l discernimiento con recuencia se relaciona conlos valores personales, as como stos se enlazan con muchas de las uncionesdel pensamiento. ermite a las personas elegir, optar y tomar decisiones.n las charlas literarias, el grupo se enriquece cuando alguno de sus miem-bros discierne en voz alta y muestra paso a paso las rutas que emplea parahacerlo.



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Proundizarara proundizar en algo, es necesario entrar en ello (un discurso, un evento, unpensamiento, un poema, un relato) con atencin, tiempo y mente abierta.Hay que adentrarse como quien se interna en un bosque con rincones des-conocidos. Quien lo hace sabe que entra en algo conocido y tambin que

puede estar lleno de novedades, de sorpresas. nlas charlas literarias, los grupos pueden proun-dizar, por ejemplo, en un captulo, un dilogo,

una palabra o un prrao. o importa

la unidad que los miembros elijan, alahondar en ella, por regla general,siempre encontrarn novedades

que enriquecern el dilogo queestablecen con el texto.


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Contrarrestar

n ocasiones alguno de los miembros del grupo tiene magncos dones parahablar en pblico, para construir argumentos, para convencer. l que cuentecon estas habilidades no necesariamente signica que sus argumentos estnsustentados en hechos, nociones y procesos lgicos compartidos. uede suce-der que los compaeros estn ascinados por lo que escuchan, y sin embargoesto no coincida con la realidad, no tenga nada que ver con lo que dice el textoni se relacione con la trama del libro que se est revisando.

Cuando esto ocurre, es tiempo de contrarrestar la infuencia del orador con losargumentos propios. Quien lo hace necesita tener claros los puntos clave quesostienen el discurso del otro para rebatirlos uno a uno, rechazarlos sustituyn-dolos por los suyos e indicar con claridad los errores aparentes, poniendo enevidencia las contradicciones que existen entre su discurso y lo que el autor dellibro dice. i nadie contrarresta un discurso encantador pero lleno de errores, esposible que la discusin literaria termine para dar paso a una mera complacencia.

Respaldar con datoso que se dice ante otros puede ser aceptado y bien recibido por un grupo quecona en el que habla. Hay innumerables charlas en las que la conanza es laque marca la pauta y si uno arma algo, el grupo lo cree sin pedir comproba-ciones. in embargo, cuando se complica y los nimos se enardecen, respaldarlo que uno dice con datos precisos puede ser una salida democrtica y raterna.

legado a este punto, los debatientes permiten que la realidad hable por me-

dio de datos concretos y pertinentes. n la actualidad contamos con muchosrecursos para encontrar las reerencias que necesitamos y desconocemos: dic-cionarios enciclopdicos, libros de texto, bibliotecas y tambin internet, consus innumerables sitios y redes. Durante las charlas literarias, los participantespueden pedir un momento para buscar y presentar la inormacin seleccionadacon el n de respaldar sus argumentos y hacer ms objetivas sus intervenciones.



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Dar distintos sentidos al textoabemos bien que los lectores relacionan lo que leen con sus conocimientos,miedos, necesidades, potencias, memorias, legados culturales y contextos. Ytambin que a partir de estas relaciones construyen un signicado propio. orotra parte, en cada grupo hay personas distintas con legados diversos y cadauna asigna un signicado particular a su lectura.

Una actividad muy interesante es la de iluminar el sentido del texto vindolodesde el punto de vista personal y compartiendo con el grupo esta mirada.

l reunirse, las opiniones aportan muchos y muy distintos colores, ma-tices y tonalidades al libro en cuestin (o bien al captulo, prrao oidea), y, con esta accin, ste se enriquece, cobra nuevas dimensio-nes, persigue otros sentidos y aparece complejo y rtil a la luz detantas perspectivas dierentes.

os sentidos que el texto adquiera con estas miradas no sern porsupuesto absolutos, ya que otro grupo podr asignarle distintos.in embargo, los integrantes podrn comprobar cmo gana un tex-to en proundidad y alcances cuando quienes lo han ledo le asignansignicados y los comparten con sus compaeros.

Valorar y elogiarl elogio es una alabanza a los mritos y bondades de un objeto, acto, persona,producto, idea, propuesta, etctera. s un reconocimiento a las cualidades, lasvirtudes y la calidad en las acciones. Generalmente se eecta en pblico, ante

otros, para que se sepa cun valioso es el elogiado y conozcan con detalle susvirtudes. orque el elogio las describe de una manera muy particular.

ara hacer un reconocimiento hay que aprender a valorar, identicar lasmejores cosas y distinguir el bien que generan cuando ocurren. n las char-las literarias la valoracin y el elogio pueden ocurrir de manera espontnea,



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sin que nadie las uerce. Cuando algunos miembros del grupo enumeranlo que ms les gust de la lectura, describen las emociones que sintieron,

comparten momentos de alegra vividos, dan cuenta de las sorpresas que elautor les provoc al dar vuelta a una pgina o sencillamente hablan de lasmaneras sutiles y creativas por medio de las cuales el autor usa el lenguaje,siempre de manera espontnea. l elogio, sustentado en argumentos y enhechos, enriquece a quienes lo dicen y tambin a quienes lo escuchan. acalidad de unos siempre aportar benecios para todos.



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Decidir, desde lo propio, la calidad de lo ledo

Decidir desde nuestro punto de vista la calidad de lo ledo es un ejerciciocomplejo y relativamente dicil, porque supone ponerse en riesgo ante losotros. Qu tal si yo digo que me encant pero alguien ms dice que le pareciaburrido y simpln? Qu van a pensar si les digo que yo ya haba ledo enotro libro el mismo tema expuesto de mejor manera?

n las charlas literarias los miembros del grupo pueden aprender a escucharseunos a otros mientras valoran una lectura, tomando en cuenta que cada perso-

na es distinta y tiene derecho de establecer sus propios parmetros de calidad.Tambin pueden debatir, argumentar y opinar acerca de la calidad que losotros encuentran en sus lecturas, no para desacreditarlos, sino sencillamentepara proponer puntos de vista alternativos.

Opinar sobre la calidad de lo ledo es importante, entre otras cosas, porquequien pretende impulsar que ms personas lean necesita tener una idea clarade los libros que ms le gustan y las razones de ello, para proponer a otros lasque en su opinin resultan las mejores lecturas.

Relacionar un libro con otros librosRelacionar es un verbo interesante, sobre todo porque la inteligencia usaeste mecanismo: toma nota de algo nuevo y lo relaciona con algo viejo, algoya almacenado. dems, la inteligencia vincula entre s las cosas que tieneacumuladas y produce nociones nuevas. Tambin el pensamiento creativounciona enlazando cosas que ya existen para darles nuevos signicados,

nuevos sentidos.

Con los libros tambin se pueden establecer relaciones, ya sea con otros quehablan del mismo tema (por ejemplo aquellos que dan voz a los vencidos tras laConquista espaola) o que ueron escritos aproximadamente en la misma poca(como Los bandidos de Ro Fro, de Manuel ayno, yEl periquillo sarniento, de



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Fernndez de izardi). De igual orma, es posible encontrar coincidencias entre

distintos personajes (caro, que quiere volar, y rometeo, que pretende encon-trar el uego), as como las emociones y sensaciones que una obra despierta sepueden buscar en las pginas de otros libros (por ejemplo, la selva como uni-verso al margen del mundo en La vorgine, de Jos ustasio Rivera, y en Cienaos de soledad, de Gabriel Garca Mrquez). or ltimo, tambin es posiblerelacionar los paisajes que dan textura a un cuento con un atlas geogrco,por ejemplo.

Una manera til de promover los libros de una coleccin es colocar al centrode una mesa uno en particular, para luego rodearlo de otros que, por distintasrazones que se explicitan durante la charla, se relacionen con l.



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Ejercicios en apoyode la charla literaria

6CAPTULO


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s evidente que la actividad central en la charla literaria es el dilogo,

mismo que fuye entre iguales, pone el nasis en donde los tertuliantes quie-ren ponerlo, transita con libertad de las ideas a las emociones, se detiene en lospuntos que el grupo considera importantes y pasa por alto lo que consideraprescindible. l corazn de la charla literaria est en la libertad, la esponta-neidad, la inclusin, el respeto, la creatividad y la imaginacin de los partici-pantes. i algo se puede decir de ellas es que no hay que encasillarlas, hayque dejarlas ser, disrutarlas, porque no buscan propsitos preestablecidos, noestn diseadas para que los tertuliantes aprendan algo en especial ni para que

el grupo produzca resultados predeterminados.os autnticos benecios de una charla libre y raterna son la inclusin; eldilogo entre iguales; el surgimiento del pensamiento alternativo; el reconoci-miento de unos y otros; el intercambio cultural que emerge del dilogo mismo;la creacin de ideas innovadoras; la sorpresa tras conocer aspectos del mundoa travs de los ojos de otros; la risa, el juego, la camaradera, la solidaridad y elasombro de ver cmo en un mismo libro caben muchos ms; que un mismopersonaje pueda parecer amable a unos y detestable a otros, o cmo un nalque a algunos les parece eliz a otros les pueda parecer triste.

in embargo, hay momentos en los que la charla no arranca, otros en los quese anuda y no fuye y otros ms en los que el tiempo se termina y es necesarioredondear ideas para cerrar la sesin. s para estos casos que proponemos eneste captulo una lluvia de ideas que apoyen la gestin de los mediadores delas alas de ectura, para promover y avorecer el buen trmino de las charlas.

Remembranzasste ejercicio se recomienda para, ocasionalmente, dar inicio a la sesin. lcoordinador del grupo (mediador o lector asignado) debe pedir a los parti-cipantes que, por turnos y de manera voluntaria, rememoren y cuenten conmuy pero muy pocas palabras una emocin, un suceso, un predicamento, un

Ejercicios en apoyo de la charla literaria


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momento de paz o un sobresalto que hayan tenido al leer el libro que estn

por comentar. Cada participante debe hablar de su experiencia de manerabreve y nadie har comentarios, todos deben escuchar. De esta manera, eluniverso del libro conocido por todos cobra presencia entre los participantesque estarn listos para iniciar la charla.

Narracin con 40 palabrasUna manera de iniciar la charla literaria es pidiendo a cuatro o cinco de los

participantes que, sin muchos detalles, con no ms de 4 palabras constru-yan una narracin breve en la que cuenten alguno de los avatares que narrael libro que los ocupa. Una de las reglas del juego es que no se vale repetir

el suceso que alguien ms cont. ste ejercicio esinteresante porque el grupo puede darse cuenta

de cmo los puntos de vista decada quien llevan a enatizar

o poner atencin en cosasmuy distintas dentro de una

misma lectura.



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Preguntas abiertas

Cuando los miembros del grupo que conversan se atoran y no encuentransalida, el mediador o el coordinador asignado puede intervenir pidiendo algrupo un breve intermedio de preguntas. ntonces invita al grupo a queormule cuestionamientos abiertos (para los que no haya respuestas espec-cas) que se relacionen con el tema que estaban tratando.

stos deben ormularse con cuidado, empleando palabras precisas. or ejemplo,para el relato de rometeo, el dios que rob el uego de su padre Zeus para darlo

a los hombres, se podra preguntar: por qu Zeus no quera que los hombrestuvieran el uego?; por qu rometeo quera que los hombres lo tuvieran?;qu tipo de educacin inantil tuvo rometeo que le permiti no slo mirara los hombres y tomarlos en cuenta sino desear su bienestar aun a costa de supropia libertad?; qu acciones emprendieron los hombres cuando se dieroncuenta de que Zeus haba tomado prisionero a su propio hijo como castigo porhaberles dado el uego?; existen otras culturas del mundo en las que el uegohaya sido robado a los dioses para benecio de los hombres? stas y otras milpreguntas aparecen, fotan en el aire y se quedan latentes, sin respuestas al me-nos momentneas, y cumplen la tarea de traer al centro de la reunin distintasdimensiones de la lectura.

Hay quien dice que una de las mejores maneras de saber si hemos aprendidoalgo es ormular preguntas acerca de lo que sabemos. ejos de lo que se pen-saba antes, el que pregunta no es un ignorante, es el conocimiento el que nospermite ormular cuestionamientos pertinentes. ste ejercicio los coloca en elaire y adems produce un breve intermedio que permite al grupo concentrarse

y continuar su charla.

Recuento de hechosn el mismo sentido del ejercicio anterior, cuando un grupo entra en unnudo, cuando se pierde el tema, cuando algunos participantes pierden inters,



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el coordinador puede hacer un alto y decir: recuento de hechos!; entonces,

mientras el grupo escucha, debe pedir a uno de los participantes que expongacon mucha brevedad todo lo que se ha dicho en los diez minutos anterio-res. Una vez terminado el recuento, el mediador volver a darle la palabra aquien la tena en el momento de la interrupcin. a charla seguir su cursode manera natural pero los integrantes contarn ahora con nuevos puntos dereerencia para elaborar sus argumentos.

Un visitanteOtro ejercicio que permite al grupo recuperar la concentracin y al mismotiempo imaginar y pensar, es el de traer a la mitad de la charla a un perso-naje de la vida real que sea conocido por los miembros del grupo: un artista,un deportista, un gobernante u otro similar. s, al introducirlo en escena, losparticipantes debern ormularse preguntas al respecto, por ejemplo: qudira en esta situacin ulanito?; se unira a la comitiva?; estara de acuerdocon las propuestas de los lderes?; cmo les pedira que pensaran dos vecesms lo que estn proponiendo? l tema sigue siendo el mismo, pero el vi-sitante provocar una atmsera especial que permitir al grupo pensar conms detalle en el pasaje del libro sobre el que estn charlando. l visitanteslo permanecer algunos minutos en la escena, tras lo cual saldr, y el gru-po reanudar la charla.

Narraciones paralelasnte algunos pasajes espectaculares, clidos, romnticos o peligrosos, conte-

nidos en el libro que se est comentando, los lectores pueden relatar ante elgrupo narraciones paralelas basadas en sucesos de sus propias vidas que tenganuna ntima relacin con lo que el libro cuenta. or ejemplo, ante el pasaje que des-cribe cmo o construy un arca para salvar a los animales, alguien que vive enTabasco con sus innumerables inundaciones puede contar al grupo cmo,en los ranchos de su estado, las casas tienen poleas incrustadas en los techos para



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colgar de ellas a los cerdos durante las inundaciones (en hamacas hechas de

yute) en tanto bajan las aguas, y cmo a las gallinas y guajolotes no hay quesalvarlos porque saben subirse a las copas de los rboles por s solos.

Cierresn las charlas literarias de las alas de ectura, como en todas las dems, eltiempo debe tener lmites que todos conozcan. s tarea del mediador o delcoordinador asignado avisar al grupo cuando quedan, por ejemplo, 20 minutos

restantes, para que los participantes se vayan preparando para el cierre, y paraque la noticia de que el tiempo se ha terminado no les caiga por sorpresa.

Cuando resten slo diez minutos, el mediador interrumpir al grupo y le recor-dar que el tiempo acordado est por acabar. ntonces, para preparar la salida,puede pedir a los tertuliantes ejercicios en relacin con la lectura revisada comolos siguientes:

Completa la siguiente rase:

Cmo me gustara que, en este libro, en lugar de _____________________________________________________________________hubiera _______________________________________________

_____________________________________________________.

Completa la siguiente rase:ste libro me hizo recordar ______________________________________________________________________________________

_____________________________________________________.

Completa la siguiente rase:o que menos me gust de este libro ue _________________________________________________________________________________________________________________________________.



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xpresa una gran pregunta que te lleves en la mente despus de leer

este libro.

ropn otro ttulo para el libro que revisamos, distinto del que le pusoel autor.

ropn un subttulo y adelo al ttulo original del libro. or ejemplo,para inocho podran ser: inocho: ah donde la esperanza se sale conla suya, inocho: una historia humana, o inocho: entre la vida y la

inercia.Completa la siguiente rase:

orque le este libro, ahora tengo ganas de ___________________________________________________________________________.

Completa la siguiente rase:i pudiera hablar con el autor del libro, le dira _______________________________________________________________________.

ronuncia una rase nal corta y contundente.

Hay muchas ms posibilidades de cierre, lo importante es que, cuando eltiempo acordado se termine, los grupos que charlan nalicen, concluyan yse despidan.



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Reglas de juego7CAPTULO


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Recordemos aqu lo que ya dijimos antes: las charlas literarias en las

alas de ectura tienen reglas de juego, las cuales enumeramos a continuacin:

Todos los miembros del grupo que sostengan una charla literaria debe-rn haber ledo un mismo libro de manera previa, porque lo que harnser hablar con los dems en torno a ste desde sus propios pensamien-tos, nociones, sentimientos y puntos de vista.

Todos los participantes cuentan con un trato equitativo y tendrn losmismos derechos.

Cada persona es singular, tiene ideas, prioridades, puntos de vista y mi-radas particulares, distintas de las de los otros, y tiene el derecho depresentarlas al grupo.

Dentro de lo posible, los miembros del grupo compartirn las sesionescon una mente abierta a la diversidad, al pensamiento alternativo y alintercambio cultural, e igualmente necesitan dejar uera las etiquetaspara escucharse unos a otros sin prejuicios; tendrn que tomar con-ciencia de que las personas, por ser distintas, tenemos aspectos y mira-das sorprendentes; y deben estar abiertos, en espera de las sorpresas queunos a otros se orecern a lo largo del tiempo.

n las charlas literarias, los participantes hacen un doble ejercicio:atender a lo que dicen los otros sin prejuicios y con la mente abierta, yparticipar activamente con opiniones propias.

pesar de que sabemos que la diversidad enriquece la vida de los gru-pos, nadie debe estar obligado a participar. sta ser siempre libre yvoluntaria. Habr personas que intervengan ms en ciertos temas o mo-mentos y otras que preeran escuchar; tienen el derecho de hacerlo as.

as herramientas de la charla literaria son la narracin, la explicacin, elpunto de vista bien especicado, el dilogo, la pregunta certera y el de-bate, que permiten y alientan la discrepancia sustentada en argumentos.stas herramientas tambin pueden acilitar la solucin de dicultades.

n caso de conficto, ser necesario recordar las razones que unen yconvocan al grupo, nombrar abiertamente las causas del conficto,

Reglas de juego


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reconocer que no siempre es posible que todos concuerden y que el

desacuerdo tambin es un derecho. Despus con conciencia de lasdiscrepancias y sin tratar de ocultarlas es importante encontrar m-nimos comunes compartibles que permitan al grupo continuar con lacharla con base en ellos.

o es necesario buscar conclusiones o acuerdos nales relacionadoscon el libro revisado. a charla misma es lo importante, pues permite,adems del uso libre y responsable de la palabra en el seno del grupo, elsurgimiento de ideas, propuestas, preguntas, argumentos o hiptesis, y

porque tiende lazos interpersonales que ortalecen el tejido social de laala de ectura. Todo esto, adems, nutre y ortalece la vida ciudadana.

Reglas de juego


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ara terminar, recordemos que la charla literaria en el seno de las alas de

ectura tiene que ver con lo humano, lo cultural, lo literario, lo social, lotcnico, lo artstico y lo ciudadano.

Desde el punto de vista de la literatura, en la charla los grupos enriquecenlos textos revisados al analizarlos con miradas diversas, desde lugares dis-tintos, tomando en cuenta prioridades y valores especcos, conjuntandosaberes, ormulando preguntas, haciendo visibles algunos rasgos del autor,comparando lo ledo con otras lecturas y poniendo el libro analizado en

relacin con otros libros.os participantes se benecian porque aprenden a incluir a todos los demsal interior de un grupo, con respeto a sus rasgos especcamente diversos;aprenden a expresar su opinin; se obligan a construir argumentos y pro-puestas; enriquecen sus horizontes y su vocabulario; derivan por medio delo ledo textos propios, y amplan sus horizontes.

os grupos se ven avorecidos porque tienden lazos interpersonales, ortalecensu tejido social, construyen identidades compartidas, trabajan textos que pasana ormar parte de su capital social y cultural, ejercitan la capacidad de incluir alos otros sin orzarlos a renunciar a sus especicidades; aprenden a construir ar-gumentos, a decirlos y a escuchar los de otros, comprueban que disentir es underecho y lo ejercen; se reconcilian con el pensamiento diverso, se jan tareas,siguen reglas por todos acordadas y sostienen dilogos ciudadanos.

as actividades ms importantes en las charlas literarias son la narracin, el

dilogo y el debate, y ocurren entre iguales que pertenecen a un grupo.

s importante recordar que en estas sesiones son los tertuliantes los que po-nen el nasis donde quieren ponerlo, transitan con libertad de las ideas a lasemociones, se detienen en los puntos que consideran importantes y pasanpor alto lo prescindible.

l terminar



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l corazn de la charla literaria est en la libertad, la espontaneidad, la inclu-

sin, el respeto, la creatividad y la imaginacin de los conversadores que, pordecisin propia, comparten un texto que a todos les resulta interesante.

De esta manera las alas de ectura, a travs de las charlas literarias, acrecien-tan sus acervos y los resignican; acogen y avorecen la ormacin de gruposhumanos; se convierten en puntos de encuentro, dilogo y debate ciudadanoy, como consecuencia de todo ello, alientan la lectura personal y colectiva delibros, autores y colecciones que, poco a poco, conorman un legado cultural

y social.



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e termin de imprimir en la Ciudad de Mxico, en septiembre de 1, en

los talleres de mpresora y ncuadernadora rogreso, .. de C.V. (IEPSA),

an orenzo , col. araje an Juan, ztapalapa, C.. 983, Mxico, D. F.

ara su composicin se utilizaron las amilias tipogrcas dobe Garamond

ro y Myriad ro. l cuidado de edicin estuvo a cargo de la Direccin Ge-

neral de ublicaciones del Consejo acional para la Cultura y las rtes. l

tiraje consta de 5 ejemplares.


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La charla literaria.

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