La Campana de palo. Año I, n° 1, 17 de junio de 1925_fla

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    L A C A M P A N A DE P A L O 2

    S U M A R I O La oampanas............................pg. tHimAenburg presidente alemn " i

    Las conferencias de Chua*dv ..................................... 7

    Ignacio uloaga .................. 1J

    Miscelnea.............................. 16.BJ cristo de Zonza.................... 16Bl nacionalismo m usica l............ 17A loi poetas jvenes.................. 20Poemas y poesas..................... 21

    La risa y la sonrisa.................... 26Mt autor M es as........................... 27Bsoaparate li te ra r io................ 2

    Bestiario del sentida comn ... 1

    AR O M A

    Compaa Italo-ArgentinaDe segaros generales

    BARTOLOME MITRE 4 5 9U. T.: 33, Avenida 2522

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    L A C A M P A NA D E P A L O

    L A S C A M P A N A S

    La campana dt palo... Y las razones de los pobres. . .

    No. No es eso. A pies juntos saltaremos por encima del refranero criollo y do loscantares annimos. No. No los desdeamos. Otra cosa es la nuestra. Totalmente opues-to ser el smbolo en que intentemos encerramos.

    La campana de palo representa metafricamente la imgen fantasmal y ensombre-cida de lo que La venido siendo el periodismo moderno. Del bronce armonioso y fl gido de los remotos tiempos mezcla alquitarada de metales nobles *e ha con-vertido en insonoro y apolillado leo.

    Izadas en la magnitud del cielo, unas campanas cantarnas y alegres, como heehasde plata; otras gravemente profundas y broncas, como forjadas en maleable hierro,colgaban de la torre de las ms altas torres del villorrio, de la ciudad o de la me-trpoli, y eran todas ellas, con la lengua de sus badajos, las mltiples lenguj.s y elverdadero idioma del pueblo, de la multitud, de la prole metropolitana elegante oastrosa. Ellas doblaban, oraban, cantaban o furiosamente como Gorgonas desmelena-das taan a rebato, llamando a somatn. Esto era en el antiguo tiempo. No apare-cida an la bablica invencin del cotidiano papel impreso insuman en s las funcio-nes de un periodismo rudimentario, sonoro y vibrante, euearstico y regocijado.

    Ahora... Ahora es otro cantar...NTo. Nada teman nuestros chers confreres o, dicho en buen romance, nuestro

    queridsimos colegas: No empezaremos la enojosa salmodia de los reproches. No Tei-mos a pregonar la flamante regeneracin, de las almas. No somos tan pedantes. Ni inquisidores encaratulados de apstoles: lo que equivaldra a ser unos zoquete

    malvados y dainos.Seremos, modestamente, nada ms, ni nada menos que una misrrima campana da

    palo entre otras tantas eampanitas y campanazas de mohoso leo, mudas ante el es-pectculo de la ignominia la rapacidad el chantage el cohecho la extorsin la co-

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    lio turfstico; de no emporcarnos en la sanguinolenta crnica policial; de no reeabarpinges ganancias de la debilidad de los seoritingos, damitas v seoronas de sociales; no inflar telegramas u otros cosos, hacindolos reventar de mentiras que sederramarn en la calva lustrosa de la oj)inin pblica, pringndola y enturbindola;ni tampoco liemos de propagar el deporte brutal, cuco del chauvinismo rampln; y,en fin, deportaremos la moralina transnochada, raogigata, intolerante, cretina, quese escaneia en los editoriales de una imbecilidad campanuda. lie ah en qu podrestribar el divorcio inexorable de esta misrrima CAMPANA DE PALO y la turbade campanitas y campanadas...

    Nietos, bioznietos y tataranietos retozones de Tolstoi, Romain Rolland, del nasareno Gandhi y de otros claros apstoles, se puede comprender en seguida cul sernuestra orientacin tica y nuestra actitud espiritual ante la feria de la realidad delmundo fsico, del anmico, intelectual y etc___No es x>or eso, que nos harn perderel don de rona, de la sonrisa y de a risa... No. No seremos hoscos, ni ceudos. Niadoptaremos poses de una seriedad ridicula... Lo jovial y lo sanamente jocundo, no

    est reido con la nobleza del carcter. La alegra ser nuestra compaera insepara-ble. Nuestra carga lo ser de flores, y la llevaremos cantando... Y tambin procura-remos en lo posible que nunca nuestra humilde verdad se vista en forma fea y desa-pacible, lo que segn inaese Rod, equivaldra a conceder el pan con malos modos...Ajustaremos el ritmo de nuestras acciones al de nuestras palabras. Un fin puro re-quiero medios puros. Porque no es perfecto quien en su interior se lo oree, sino 1

    que aspira a ello... En este sentido, nuestra aspiracin constituir un anhelo cons-tante e infinito...Nada nos resta, ms que asegurarles unos pimpantes buenos das a nuestros chera

    confreres, o, dicho en buen romance, a nuestros queridsimos colegas...

    Runos das, pues, seores!

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    P E Q I K / C I p M a ...H I N D E N B R G P R E S I D E N T E A L E M A N

    El triunfo electoral del ex cmplicedel kaiser, es fecundo en enseanzas.Hindenburg personifica el militarismoopresor, la autocracia y ha vencido aMarx que se presentaba como candidatode la democracia, de los elementos liberales. Lo primero que nos ensea este hecho no inslito, es el fracaso del socia

    lismo reformista. En todas partes, en estos ltimos tiempos, lo hemos visto caminar a lo ebrio: ya avanzando o retrocediendo, ya tambalendose o afirmndose provocador. Nunca, en ninguna parte, pudo l asegurarse un electorado seguro; y ello es, simplemente, porque nunca form conciencia socialista. Le bast

    el triunfo inmediato, y para lograrle seadapt en tal forma que, si los primerossocialistas levantaran la cabeza, no dudaran en apostrofar como claudicantesa estos que se dicen continuadores de b u obra revolucionaria. De Lassalle y ande los mismos Marx y Engels a Mac Do-nald o a este Marx de hoy, candidato a

    Presidente; qu distancia, qu abismoideolgico! Despus de una presidenciasocialista, el mariscal del kaiser que representa el ms cerrado espritu de regresin, triunfa por ms de un millnde votos. Ya antes, en Inglaterra, hablaocurido algo anlogo. Y aqu mismo, enla capital argentina, los socialistas, siem

    donde acta, para probarles que el camino hasta ahora seguido es equivocado.Mas no lo vern, a buen seguro. Esosmiopes que slo anhelan lo momentneo, el logro de una diputacin o de unapresidencia, se afirman y alzan voces detriunfo en cuanto logran un xito. Pronto la realidad, la derrota, viene a empu

    jarlos de su peana hecha con frgil materia de votos y se lanzan a andar ali-rotos y mustios.

    La victoria del cmplice del kaiser tambin nos ensea algo acerca de la inutilidad de la violencia. Los aliados, la Francia de la revanche, han oprimido brutalmente, hasta ahogarla, a la Alemania

    vencida, ms por propio agotamiento quepor las fuerzas exteriores. No han vistoesto los patriotas franceses. Su insolencia ha trado por corolario el despertar de las energas nacionalistas del germanismo. Quin encarnaba esas energas mejor que el ex cmplice del kaiser,el que obtuvo los ms sangrientos triun

    fos contra los soldados del zar? Y, faltode una conciencia liberal, democrticaque mal pudo darle el socialismo ya quel, materialista como es, va a las formas,a lo externo y nunca a la esencia, al espritu todo creador; falto de esa conciencia y voluntad, torturado, oprimido porla insolencia extranjera; el pueblo ale

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    plice del kaiser, malograr los anhelos Presidente alemn sea socialista o co-de los patriotas alemanes; y no ser munista. Lo dicho: es el ebrio que ade*

    difcil que en una prxima eleccin el lauta, retrocede, se afirma o tambalea...

    l . A S

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    C u f l n i t o r a f r i c t e Esta seccin de literatura mundial, ser para esta revista,

    como un caleidoscopio, por cuyos cristales, de mltiples colores, desfilarn en lenta teora,' pases, autores, paisajes y multitudes de regiones exticas y casi desconocidas. Como gneroy especie literaria, los habr de todo: sonrientes, dramticos,sombros, pintorescos yetc., pero siempre de una belleza su

    perlativa, en su especie y gnero.Tambin habr escritores de ayer, de anteayer, de hoy y

    de hace mil aos. En una sola palabra: constituir una pequena antologa de los autores de todos los pases, cuidadosmente seleccionados en su ms condensada caracterstica.Procuraremos, adems, que este material sea absolutamente

    indito en lengua castellana.

    H ' E T K K I H I T T O .>1 E lS

    En el corazn del pas, en lo ms apacible, con la paz inherente a toda ciuda-

    de un instrumento rstico de cobre, cjueran como la melopea eglgica de una sin

    Pre-

    limi-nar

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    L A C A M P A N A DE

    4a uno una vaca de ubres hinchadas.Luego, las ltimas fueron desapareciendo,quedndose algunas rezagadas en media

    del plazoln, entretenindose en triscarlos mechones de las hierbas raquticaspara rumiarlas durante el camino.

    En la crcel militar, situada al extremo sur de la ciudad, se efectuaba el relevo de la guardia, llamando a lista losprisioneros y relevando los centinelas.

    Ruido de cerrojos y de palabras quesignificaban el cambio de santo y seaentre los soldados.

    De un lado la crcel, que era una construccin amarilla de dos pisos, cerradapor la cintura de sus altos muros, pareca hundirse en la verdura de sus abedules frondosos; mientras que por el otro,que daba a la plaza, donde la hierba mustia por la sequa dejaba salir sus escasasbriznas por entre la arena, se ergua elfrontn macizo de su puerta de entrada.

    En lo alto de la calle principal, queconduca a la entrada de la ciudad, se hallaba el cuartel de los cosacos una construccin muy baja, larga y de madera.En el interior, los soldados del Don cantaban melanclicamente canciones de la

    estepa y de su cabalgata desenfrenadapor ella. Al escucharlos, los habitantes dela ciudad se decan/'Tendremos lluvia.Los cosacos cantan.

    En el segundo piso, al noroeste de laprisin, en las celdas para los detenidospor deudas, Heikki Hyttonen se hallabacerca de la ventana. El rubor vesperal ha

    ba enlivecido; se poda respirar ei airetibio con toda tranquilidad, puesto queno se empleaba mucho rigor con los prisioneros de su clase. No era consideradocomo un criminal peligroso, ya que elpostigo de la ventana en la cual estabfilosofando, se hallaba apenas entornado.

    A la maana siguiente cumplirla su pe

    na y podra regresar a su pequea granja de Pieknamaki para vigilar la estibadel heno segado. Es as como el pontonero se cobraba sus veinte marcos, que lle deba.

    Heikki, por lo pronto, gimi y protest contra su acreedor que lo hizo ponerbajo cerrojos, en el momento que era ms

    P A L O ------ 8

    lo mismo como cuando se alquilaba porun da? Maana a la maana estarla libre; este pensamiento le regocijaba da

    antemano. Qu manera ms curiosa dehacerse pagar! Pero, seguramente, estono le concerna a l, sino al pontonero.

    Se desperez siguiendo su monlogo.S, muy pronto se ercontrara all aba

    jo con los suyos, con la hoz en la mane-sobre la gran pradera que rodeaba laalquera. Cierto es posible que todavano se haya realizado la siega

    Era la primera vez, despus de su encarcelamiento, que pensaba en su liberacin. De qu le serva anticiparse a loque acaecera inevitablemente? Con laperspectiva de su prxima libertad naciun deseo, un deseo material y torturante:la necesidad del tabaco!

    Desde que entr en su encierro, ni elaroma haba podido percibir del tabaco.Eso, para l constitua una de las mduras privaciones. A medida que sus pensamientos volaban hacia su casa, acercndose a su mujer, a sus pequeuelos,se vea distintamente, tras de cenar, sentado en el umbral de la puerta. Fuman

    do? S, y qu otra cosa? Aunque la*hojas del tabaco crepitaban un poco, porsu sequedad en la pipa de barro envejecida, el humo ondulaba, llevado por labrisa casi imperceptible de la tarde paradisiparse en largas guedejas blancuzcaspor encima del techo del establo. La visin fu tan ntida que se le hizo agua

    la boca y sus labios se movieron inconscientes, chupando de una pipa imaginaria.

    En el relevo de centinelas, el cosacoIvan Kusnakow fu apostado en la esquina noroeste, ante la garita a rayas.Mientras tanto, la patrulla iba y vena;l subi y descendi sus cuarenta pasos

    reglamentarios, con la carabina al hombro; pero en el momento que los cincocaos de los fusiles desaparecieron, dejando d reflejar los ltimos vislumbresdel sol agonizante, apoy su carabinacontra el muro, afloj el cinto del uniforme, sentndose en el suelo para extender las piernas a todo lo largo. No era muy

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    la estepa donde un rio, tan familiary conocido como slo puede serlo unode la propia patria, deslizaba sus aguas

    grises y amarillentas, aunque dulces,pesadas y lentas.Tres afios antes, muchacho todava, ha

    biendo cumplido apenas diez y ocho aos,haba abandonado el Don. Desde entonces se hallaba de guarnicin en San Miguel, en un pas extranjero para l, y lonico que haba aprendido era blasfemar

    en el idioma de sus habitantes. La vidamilitar que conduca, le resultaba fcil:montar la guardia ante la crcel y hacer de cuando en cuando maniobras deequitacin. Pero si nada tena que lamentarse sobre estas cosas, su sangreherva a veces de impaciencia, particularmente durante las largas horas solita

    rias, en las que se hallaba de guardiaante la garita, mientras que la esplndidaclaridad de las noches del norte envolvala ciudad en un silencio profundo. En elcurso de esas noches, cuando todo se callaba y ni una hoja se mova, y el cerrarsus ojos era exponerse a los peores castigos, la nostalgia de la libertad se exa

    cerbaba al punto que deseaba ardientemente que aconteciera alguno, una aventura, alguna diversin.

    Y esa tarde, subconscientemente tuvoun presentimiento. Atentamente espiabapor todos lados. Si por lo menos los prisioneros intentasen evadirse; eso servirapara distraerlo un rato. Pero no. Nada

    descubra de anormal. Cruz entonces suspiernas, sac su petaca con tabaco y pren

    di su pipa.El ro Sund, bordeado por junco, coa

    su superficie lisa y luciente como un es

    pejo, dorma cubierto por los nenfares.Ningn ruido. Se recost en el fondo d*la garita y, en silencio, enviaba bocanadas de humo, que a travs dl cristal dlaire las segua con sus ojos hasta que seperdan en la atmsfera encalmada. S*mirada vagaba a su alrededor, y se sintioprimido por la estrechez del horizonte.

    Recordaba otro horizonte, que se hallabalejos, muy lejos; ua horizonte de lneaondulantes: lo infinito de la estepa.

    En ese instante, Heikki Hyttonen, emlo alto de su ventana, se estremeca: tabaco, olor a tabaco. De dnde vendraese olor? Con precaucin abri el postigo,avanzando su cabeza de rostro no rasura

    do desde algunos das antes, con unabarba gris poblando su mentn, y cocuriosidad mir por todos lados sin vernada.

    El cosaco, intentando olvidar sus recuerdos, tom su fusil para distraersey grit la palabra de orden, con voz montona.

    Slusha-a-aj! (A ^rta!). Slusha-a-aj: le fu contestado des

    de las cuatro garitas. En el cuartel, el capitn, sabiendo que los hombres se hallaban en su puesto, se acost tranquila*mente, mientras que los detenidos, ensus celdas, poco habituados a este brusco despertar, hacen ruido con sus cadenas

    al ser arrancados de sus sueos. El car-celero, interrumpiendo la ronda por el o*-

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    rredor, se detiene un momento a olearpor U mirilla de cad calabozo.

    Heikki Hyttonen suelta la risa, prolon

    gndola, una risa de buen muchachoque expresa el ms gran amor por el prjimo y los sentimientos ms cordiales,que, quizs,' Jams fueron encerrados enesos cuatro muros carcelarios.

    Inclinando la cabeza fuera de la ventana todo lo que puede, le grita en. finlands al cosaco:

    Escucha corazn, mi mejor hermano,haz lo posible por alcanzarle un poco detabaco a este viejo que no aspira msque el humo.

    Al sonido t)& esta voz, el cosaco, sorprendido , levant la cabeza, y al apercibiral prisionero,con clera hzole sea conla mano para que se retirara lo mspronto.

    La consigna respecto a los prisionerosera inflexible y entre ellos y los guardianes el nico intrprete que mediaba: erael fusil.

    Pero apenas el anciano vi al centinela con la pipa en la boca, no pudo retenersu alegra.

    Eres, pues, t, corazn de hermano,que estabas fumando? Yo te devolver triple de la cantidad de tabaco que me proporciones esta noche.Perkele, Je grit el cosaco en el

    mejor finlands que pudo, ensendole elpufio-Por qu me insultas de esta manera,

    corazn de hermano?... Yo no soy un

    ladrn... el pontonero me hizo meter aJa sombra por veinte marcos. Pero ttendrs tu tabaco maana mismo, cuandoest en libertad.

    Mientras que el cosaco vacilaba, no sabiendo qu diablo hacer, Heikki Hytto-nen, segua:

    Escucha, pues, corazn de hemiario,

    yo no pido mucho, solamente una pizca, una presa..Perkelet, vuelve a gritar Ivan le

    vantando su fusil.Dios, Dios, cmo reniegas. Yo no te

    har nada de malo, Eh, eh, t no me matars por eso. Yo soy Heikki Hyttonende Pieksamaki.

    sioneros era muy severa y si lo sorpren-diesen, le infligiran por lo menos veinticuatro horas de arresto, sin hablar delcastigo propinado por el capitn, que nose contentara con una sola bofetada. H izo su ltima tentativa, depuso el fusil 7empez a gesticular con los dos brazos,

    como si quisiera espantar a nna vaca, gritando :

    Pcrknie, Perkele, Per Icele!Los gestos cmicos del cosaco no hicie

    ron ms que aumentar el buen humordel campesino:

    Qu cmico me pareces. Al principiome amenazas con el fusil, luego reniegas

    como un loco, y todo esto en vez de darme simplemente un poco de tabaco.

    Ivan volvi a empuar el fusil. Eh, vas a recomenzar? Acaba de una

    vez de jugar con ese fusil. Qu dices? No,yo no soy un asesino ni un ladrn; yosoy Heikki Hyttonen de...

    El campesino ces de pronto de hablar.

    El cosaco haba perdido la paciencia y enruso le orden, por ltima vez, que seretirase; pero como el anciano se obstinase, apnnl a la ventana e hizo fuego.

    Heikki Hyttonen, con el nombre de snaldea en los labios, tambale, extendiendo los brazos hacia atrs, y cay sin exhalar un grito.

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    r ms sobre los viejos finlandeses. de abandonar su granja con sus pequeosMas en Peksamorki, una mujer exte y el pontonero nunca ms vi sus veinte

    nuada por el trabajo y enflaquecida hubo marcos,

    K A R L A. T A V A S T S J E R N A

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    N O T I C I A B 1 O G R A F I C '

    Poeta, autor dramtico, novelista, Karl Tavastsjerna, ocupa en la literatura

    finlands, uno de los primeros lugares. Por sus poemas, de cuyos uno de los msnotables es Paas svensk botten ( En tierra sueca ),fninfea con los grandes Uricosde FUandia, Okasanen (Auguste Aneqvist) y Suonios (Julius Kro hn) por su teatro

    se iguala a los autores, compatriotas suyos, maestros en el gnero: Julio Heikki Er-

    kos, Joas Linnankoski y K iv i. Su comedia " Los negocios, Harda Tider (Tiempo*

    Rados) y Barndomsvenner ( Amigos de la Juventud), tiene la misma celebridad quelas de Juhano Aho y dArvid Jaernefelt. Su drama Uramo-torp ( La Alquera d*

    Uramo ) fu comparado a ciertas obras de Ibsen. Sus cuentos, como Las cartas

    breves del suelo natal , han sido vidamente ledas por varias generaciones.

    Tavastjerna, es ante todo, el pintor de la juventud, buzo de almas y de aspira-don.es, siempre animado por el hermoso soplo de simpata hacia los jvenes. Ese amor

    ferviente por la edad florida y primaveral, se revela en casi todas sus composiciones

    literarias. Es, adems, el denodado apstol de la humanidad, de la cual siente profundamente los sufrimientos y cqmparte sus alegras.

    Sin embargo, en pocos escritos es tendendoso, tn la acepdn peor de esta palabra.

    Se oplica solamenteai estudio de as conciencias. Sondea con paciencia,buscando descubrir en cada uno de sus personajes los mviles de la pasin a la cual obedecen y queJos impulsa a menudo hacia el egosmo. A pesar de todo, no se complace en los cuadros de la brutalidad, creyendo en cambio que los hombres son en el fondo buenos, no

    viendo en el vicio y el mal ms que una excepdn o resultado de las influencias

    ocales. En verdad, su propia imagen se refleja en las diversas figuras2 hace des

    fi lar ante los ojos del lector, y esa imagen, a su vez, se vuelve sonriente, irnica o

    nevera. Por eso sus novelas y sus cuentos son mds bien subjetivos, de lo que resulta quesus caracteres femeninos sean menos acusados que los dems. Con estas cualidades ydefectos, ms abundantes aqullas que stos. Tavastsjerna es un narrador cautivante,

    que con su forma impecable y la originalidad de sus creadones, contribuyen a spopularidad, que no slo disfruta en Finlandia ino tambin en los pases escandina

    vos y ms all todava en Alemania y Rusia.

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    lector:Si afilela que un grupo de escritores y artistas, opinen con desinters, in

    tentando decir la verdad, sin reatos ni temores, acerca del espectculo del cotidiano vivir, acerca de todo lo que le ataa corno obi^ro, intelectual o artista,hgase 8useriptor.

    Si esta revistucha le interesara...Comntela con sUs amigos y enemigos, y si tienen algo que decir, dgalo

    sin miedo, procurando ser sencillo, breve y claro.

    Si esta 1revistucha le disgustara.Pregntese por qu le disgusta y trate de decirlo con palabra desnuda de

    todo eufemismo, con varonil entereza e inspirndose en un deseo de ennoblecimiento. Nosotros constataremos, y lo que haya de bondad y belleza en las palabras que nos lleguen, las aprovecharemos en bien de todos...

    Si esta revistucha le es indiferente...

    Pero si usted es obrero, o si es intelectual o aprendiz de intelectual o deartista, joven de edad y de sentimientos, o simplemente, un enamorado do 'noble y de lo bello, no puede resultarle indiferente: la odiar o la amai. Oom-

    Atala o aydela, suscribindose, u otorgndole su apoyo moral, propagndola.

    A l administrador de LA CA MPAN A DE PA LO : adjunto envo

    .... .............................. importe ................ de susericripcin a

    ......................... ejemplares de LA CAM PANA DE PA LO , desde

    el nm...............

    ....

    .

    ............. :.....-s '> ; '

    Firma .................. ............................................................. ....

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    ....... ............ .......... .......... F. C......................................

    Capital a Interior, por semestre $ 1.20 Por ao $ 2.40Exterior, por semestre J 1.50 por ao $ 3,00.

    Pago por anticipado

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    I I! -J , J j I I !

    B I M Ma / L t evMsUsce

    I G N A C I O Z U L O A G A

    Zuloaga es el tenor dramtico de lapintura. La mayora de sus cuadros intentan y, a veces, dan el d de pecho,obre todo en los retratos. Y cuando logran lo enteramente, lo es a expensas delo que posee de ms noble e ntimo elarte pictrico. Su voluntad de construccin, se resuelve, casi siempre, en unarabesco superficial del dibujo, que asemjase mucho a ios gorgoritos de ciertoscantantes. Lastima hundirse en la contemplacin de las obras de este pintor,para luego constatar que fue el afan angustioso de encumbrarse, de deslumbrar,lo que le perdi gnero particular depedantera que ataca a los grandes hombres, cuando poseen una f en s mismos,

    xi.8 de la adecuada y justa: especie deceguera del sentido de autocrtica,, dela que, los nicos en librarse, son losgigantes del arte, los que practican el"ostinato rigore hacia ellos y su labor.Zuloaga hace algn tiempo que se aban

    cuyas lneas en. espiral o sin fin, correnla envuelven, modela una oreja, los zigo-males, boca, nariz, frente, para finiquitaren el mximo punto de luz, como si elpintor Hubiese convertido su pincel enun mecedor de chocolate, enrollndolo ydesenrollndolo con las palmas de lasmanos, detona desagradablemente por su

    liibridez con los dems elementos delcuadro. Lo convencional de este modelado, no es necesario ser un lince paradescubrirlo.

    Ahora bien, mirad todo lo que pretendera ambientar al personaje o a la dramatis persona, y comprobaris, se ha

    lla tratado de un modo diverso, a grandesbrochazos, sin vibraciones, sin siquierael relieve, ni el volmen requerido. Sihay rocas o rocallas, como en el retratode Rodrguez Larreta, todava peor. Lospliegues de la capa, confndense en unaidntica densidad material, o mejor dicho, inanidad, con las arrugas de las que

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    Museo Nacional, posee tanta consistencia plstica una flor, el ropaje, laanca del caballo, como la misma figura,ncleo y centro del cuadro.

    Existe en ello, un evidente equilibriode pesantez, de densidad de la materia,que cohesiona orgnicamente lo que puede ser accesorio con lo capital. De ah,nuestra declaracin, que su mentadamaestra tcnica* era meramente un oficio por fuera, que no dimana de la linfacristalina del estudio profundo, de la meditacin y de la bsqueda incesante. Deah tambin, ese d de pecho del tenordramtico, quien desearla asombrar a suauditorio con un grito destemplado. Hasta ahora, apenas si hemos merodeadoalrededor del aspecto formal de su pintura, lo que realmente nos importa mu*poco, pero era necesario hablar de !a

    cualidad, que sus admiradores creen preeminente en l. Ms all, divagaremos sobre su carcter intrnseco.

    * *

    Hay un secreto a voces acerca de lametodologa pictrica zuloaguescosa, que

    us discpulos se apresuraron a divulgar.Se podra titular 'como se confeccionaun retrato. Lo referiremos en pocas palabras. Por lo general, los artistas del renacimiento italiano, asi como los posteriores a ellos y algunos modernos despus,empleaban previamente la "grisaille*,para sus composiciones. Es decir, una

    preparacin, abocetando el tema a desarrollar, donde colocaran los acentos, losvalores, etc. El maestro euskaro, no.Procede ms expeditamente. Dibuja,compone y acaba, con el carbn. Es suestudio del natural. El retrato de Mauri-c Barres, por ejemplo, lo realiz completamente con la carbonilla. Cuando leparece que el cuadro lleg a cierto grado de perfeccin y de madurz, lo fijacon cualquier materia secante. Luego,d comienzo a la faena pictrica, a tantas horas por da y por retazos. Exactamente como un oficinista o un jornalero.Hete aqu explicada, esa inamovible confianza, esa maestra y esa velocidad pas

    nestar la incongruencia aparente de esteprocedimiento con las dotes pictricas relevantes que hubo de poseer y son propiasde Zuloaga.

    ** *

    Pero hay quienes les niegan todo al artista eskaro. El continente y el contenido; la materia y la'etencia; el espritu yla forma. Ardengc Sottice esel qae disiente con la obra total de Zuloaga. Y llegaa mucha ms que nosotros. Le reprocha"de no amar la naturaleza nt el arte, findolo todo a su portentosa habilidad y ala crasa estulticia del pblico. De suoficio dice sencillamente que non im-possibile riitscire a xcorgere lintima men-zogna, il vuoto e la morte, nascosti sottola spalvalderia pittorica y etc." ( Scoper-te e Massacri, pg. 304). Traducimos: noes muy difcil descubrir bajo la petulancia pictrica la ntima mentira, que contiene la muerte y el vaco. etc.

    Aunque el pintor, polgrafo y crticoitaliano pueda extremar la severidad desu juicio sobre el pintor vasco, fundamentalmente acierta. Luego nos es inevitable

    confesar que la composicin y el nexoanecdtico de sus cuadros representa enla pintura lo que en el teatro es el melodrama campanudo y banal. Comparadocon sus maestros, de los cuales l mismo dice proceder Velzquez, Goya yGreco, es como equiparar a Esquilo concualquier hacedor hbil de d ramn es. La

    misma inflazn, la misma dramaticidadsolemnemente teatral, el torcimiento convencional de la realidad, e idntico amaneramiento. Queriendo Zuloaga reaccionarde la Espaa de pandereta, del sorollis-mo, del mezquitismo y hasta del regoyis-mo, que l, ms que comprender nuncapudo sentir, se ech de bruces a saquearlos museos, adorando supinamente a esostres semidioses de la pintura espaola.De genios tan dispares, tan antagnicoscomo es la luz rubia, divinamente doradade na serenidad adolorida de 1* obra ve-lazquiana, a la de Goya, de turbulentoscontrastes y del llamear mstico de lascomposiciones del Greco, no poda salir

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    aquella Iberia de las castauelas y delas panderetas, de ia cual l quiso huir.En pocas palabras, anhelando vestir sus

    cuadros con la luz de los museos, cay ycontina chapoteando en la pintura abo-minablemente literaria. Pretendi hacerpiezas de museos, y las hizo para losbazares.

    Cuanto ms tnicamente fiel, naturaly plsticamente jugosa nos pareci laEspaa de Daro de Regoyos, que la ope-

    rstica pintura zuloaguesca! Ser cues-tin de gusto o de buen gusto... Pero

    nos estamos alargando mucho p&ra. la*capacidades de esta revistuela de reduci-das pginas.

    Explicaremos brevemente por qu W re-conociramos dotes preeminentes de pifttor. Fu en ese nico paisaje, de colarsazonado, de entonacin grave y ensorde-cida, de mltiples acentos y de composi-cin armoniosa que pudimos darnos cuen-ta a todo lo que habra llegado el artistavasco, de no mediar esa estima incontro-

    lada haeia s mismo. (Exposicin en "Loaamigos del Arte). A t

    M I SC E L N E A DE E X P O SI T OR E X Y SA L O N E S

    Hans Paap Paisajes tropicales del Brasil, que tanto podran ser del Japno de la Luna. Pintura fra y negra. Arboles que danzan al aire y volcanes axteeaa

    en plena erupcin, de modo de entenebrecer todo el cuadro. (Van Riel).

    Janos Visky, pintor animalista: se compadece a los animales que caen bajo ellente de este kodak humano que tampoco posee la exactitud de este aparato. Es aarepentinisroo de pintor de letreros. (Van Riel).

    Exposicin de pintura espaola: sobras y retazos coleccionados a buen precio.

    por un mercader, que vende cuadros, como podra despachar latas de aceite. Un Ro-berto Domingo valioso por su sabrosa plasticidad, un poco opaco en su tonalidad,pero la obra de un pintor, pintor. Una marina de Sorolla, y luego los Mongrell* Muniz y otras monstruosidades menores. (Saln Witcomb).

    Fabiano, un dibujante oo que adula el vicio y la pourriture dorada. Retofto

    de La Nacin, y uno de los tantos descubrimientos artsticos de los dirigentes de atergano, gente ayuna de la menor orientacin en arte. (Los amigos del Arte).*

    Sinet, motivos incaicos: es un artesano honesto, desigual en su produccin, y quea veces acierta dando agradables notas de color. (Los amigos del Arte).

    Exposicin de Tbleaux, organizado por Domingo Viau Fu un conjantohomogneo, con una sala muy representativa de Eugenio' Carriere. Es decir, mantima que representativa. La nota emocional prima un poco sobre la cualidad pifia*tica que haca decir a Czanne que la emocin puede ser un pricipio del arte, alcual nunca deba subordinar. Un Monet, (Pont sur la Tamse) denso de neblinanacarada, un par de Rafaelli; uno de un equilibrio maravilloso, en sus tonalidadesfras y calientes, tumultuoso en su representacin del paisaje urbano parisin, y otrod d li d d g i i Di Pi J ki d C l

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    E L C R I S T O D E Z O N Z A

    Zonza Briano, es un gran escultor...Nadie se atreve a ponerlo en duda... Pe-

    rtk.. una vez hubo de realizar su famo

    sa exposicin, en la Sala del Retiro, enla que figuraba su ms' famoso Cristo.

    Para l divino Nazareno habla preparado el escenario.. Cortinados de tonali

    dades sombras, incienso, flores en todoslos lugares, luces veladas para fabricarla penumbra mstica; en fin, un ambiente

    de sacrista y de capilla provinciana...

    Ya dispuesto todo, empez la espera angustiosa del artista. Deba venir el intendente y un squito de personajes ilus

    tres. Repentinamente, sonaron pasos enel corredor; Zonza, entnces, con felinaagilidad, que se la hubiera envidiado un

    gato o un acrbata, de un salto se hinc,

    adoptando la pose del ms ferviente creyente. . . Transcurri un segundo, y cual

    no fu el asombro del bueno de Zonza,al oir crepitar la ms sonora carcajada

    que pudo escuchar en su vida. Alelado,vuelve la cabeza y divisa en el umbralde la puerta, al portero que se desencuadernaba de risa.

    El inefable Briano, se levant calmosamente, se alis la rodillera, y cea

    voz serfica, y tono de galn en tran.Mde declarar su amor a la primera actrislanz esta exclamacin:

    Ah, eres t, Rodrguez. Crea qasera el intendente...

    m i ro(p M tJ & tC U

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    i n t i s i c A yE L N A C I O N A L I S M O M U S I C A L

    Los folkloristas argentinos, o seaaquellos que desean la creacin de unamsica nacional basada sobre el cancio-

    nero, se han multiplicado prodigiosa-mente de un tiempo a esta parte. Loahay de accin, o sean los cultores pro-piamente dichos, y los hay tericos qu,con verdadero entusiasmo, defienden ypreconizan la implantacin del naciona-lismo musical. Unos y otros parecen ha-ber adoptado como evangelio, la cono-

    cida frase del P. Eximeno: Sobre labase del canto popular debe cada pue-blo fundamentar su msica. Sin dudaque el propsito enunciado, es plausi-ble y digno del mayor elogio, pero noas su realizacin que muchas veces casi todas no est de acuerdo con el

    it d l id t i

    tores y no se aven? con e] espritu fr-volo de las ciudades. A pesar de esto,nuestros "folkloristas viven cmodamen

    te en la ciudad, frecuentan los salone#y se limitan a consultar los archivos. E*que gran parte de llos no piensa conMoussorgsky, Grieg, Smetana, Glinka,que los elementos bsicos de este art*hay que ir a recogerlos entre los campe-sinos de la actualidad; Se remontan,porlo general, al imperio de los Incas, y

    sus Intentos de msica nacionalista nopasan de ser meros trabajos de recons-truccin arqueolgica. Los hay tambin,que a las montonas melopeas incaicas,prefieren las danzas y las canciones denuestros campos, pero tampoco stas rea-lizan la obra deseada. Su lenguaje mu-i l ti d d F i

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    originales que exteriorizar. Y ahora quese velan en el trance de decir cosas delterruo, cmo decirlas si les faltaban los

    medios de expresin adecuados? Y resolvieron el problema diciendo en francslas frases tomadas a los indios y a losgauchos. Y con esto lealizaron una burdamascarada, como si en carnaval una comparsa de incas con .sus plumas y sus pieles y otra de gauchos con sus chirips

    y sus ponchos, salieran a la calle a reci

    tar en francs de Verlaine o de Paul Re-very...Las caractersticas particulares de una

    raza determinan los medios de expresin.Si stos no son los adecuados, en vanoser intentar la nacionalizacin del arte. Todos los campesinos rusos sienten lamsica de Mussorgslty o de Glinka, por

    que el lenguaje musical de stos no Iess desconocido. Estos no estilizaban lasmelodas populares basta desnaturalizarlas ni las despojaban de su verdadero carcter con armonizaciones rebuscadas yefectistas. Con la msica de Grieg o deSmetana ocurrira lo mismo. Porque nobasta con transcribir los motivos popula

    res, hay que hacer algo ms: tratar deque conserven su primitiva ingenuidad ya la vez evocar lejanamente las resonancias especiales de los instrumentos endonde han tenido origen. Hay que ampliar como lo hace Adolfo Salazar acer

    tadamente la idea del P. Eximeno: Sobre la frase de los instrumentos populares debe fundamentar su tcnica cada

    pueblo".De acuerdo con lo expuesto, deduzca ellector lo falso e insincero de esta decantada nacionalizacin de nuestra msica.Carente de una alta preocupacin socialo esttica, falto de !a simpata popular yreducido al proselitismo nacionalista vaa morir en la primera oportunidad, con

    el primer nuevo "ismo que se descubra.Y la verdadera nacionalizacin de la msica argentina va a producirse cuandosurja una generacin de msicos jvenesque est impuesta de las responsabilidades de su misin; artistas que sepan queel arte no es un entretenimiento pasajero ni un vehculo conductor de la propia

    vanidad. Ser popu'ar nuestra msicacuando, enriquecidos por un copioso aporte de clulas llegadas a nosotros de todos los dems pueblos, hayamos logradodeterminar nuestro carcter y definirnuestra personalidad ntidamente. Remedar el lamento de la quena o tal o cualdanza nativa es nacionalizarse a medas

    porque, fatalmente, nuestra nacionalidadva formndose con la inclusin inevitablede elementos raciales quo realizan vidaen comn con nosotros. Y por otra parte,felicitmonos de ser un pueblo sin tradicin.

    R I N D E K A R E

    C O N C I E R T O S

    Entre los adoradores ms fervientes del gran sordo Risler es quien ocupa uno

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    A L O S P O E T A S J O V E N E S

    Para escribir hay que haber meditado

    mucho, sobre todo, hay que haber sentidohondamente; lo que se escribe sin medtar e malo y lo que se escribe sin sentires estril. Al encontrarnos con una ideajoven que a nosotros se nos ha pasadoin expresar, regocijmonos como si fuese nuestra; lo que importa no es quesea nuestra, lo que importa es que sea conocida. No nos dejemos seducir por elflcio de la pluma el que, en manos dela hipocresa y de la maldad, es el quems se parece al oficio de la espada. Elcreo, que para uts. Vctor Hugo constituye la razn de ser de su vida, es, paralos que la naturaleza dota de la astucia

    verso; el ritmo y la rima no son merocaprichos de expresin, estpidos malarbarismos lingsticos, no; el ritmo y larima constituyen el idioma de ciertas sensibilidades como el perfume lo es el dalas flores, la luz, de los astros y la bondad, del alma. Los que sienten en verso

    y escriben en prosa, rompen su verso;

    los que sienten en prosa y escriben enverso, rompen su piosa; mas, los queno sienten ni en verso ni en prosa, mejor, los que no pueden expresar lo quesienten, que lean; acaso, es mejor serun mal poeta que un lector concienzudo?Leer y escribir son dos man {estacioneigualmente tiles y necesarias. Loa que

    leemos necesitamos de los que escriben,como llos necesitan, de nosotros; el escritor fabrica sus obras, pero es el pblico que las gusta y que en llas se ro*bustece y perfecciona, quien les da suverdadera razn de ser. En literatura,nuestro mayor orgullo debera consistiren ser grandes lectores y no literatoclebres. Recordemos que los hombres deben estar cada uno en su lugar como locaptulos de un libro, entre los que noes el ltimo el que menos vale por serltimo, sino que es el ltimo porque asilo exigen el mtodo y el asunto tie quetrata. Los hombres no valen ms omenospor el lugar que ocupan e por e! tiqueteque los individualiza, sino por el grado-de cohesin que los une a loa dems hombres. Qu ms da ser literato o lector?No son ellas dos manifestaciones con*plementarias?, pero, obcecados candorosamente por la visin ptica de! renombre, dejamos de leer a Zola por escribirun tomillo de versos fetales y si haberasimilado i Qu es el arte? de Tolstoy, vivimos con la oertidumbre de que lo sabemos todo. Escribir cosas graftdes esmuy meritorio, quin lo duda!, pero saborear con fruicin el talento del prjimo y difundirlo, es sublime, porque esponerle alas, es hacerlo til, es ser crea

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    de los dems y que, frente a ellas, existen miles y miles de almas enmohecidaspor la truhanera del peridico y la chabacanera del libro de consumo diarioque ni - -siquiera se preocupan de sabersi aquellos existen. Pebemos difundir lalectura, no la escritura; debemos hacerlectores, no escribidores; debemos haceramar el libro, no la pluma: amar al libro es amar a los hombres; amar ia pluma, es, muchas veces, amarse a s propio.

    ~ Mucho ms ecunime es juzgar la cultura de un pas por el nmero de personas que leen, que por el nmero de personas que escriben y una nueva edicinbarata de los geniales libros Je RafaelBarrett, es ms til y habla ms en elogio de un pais, que la plosin fantstica de libritos de versos, con que nos aturde esa infecta poetambre ue salu, con

    su fonografa libresca y su purulenta verborragia...

    Pero, sepamos disculpar: somos jvenes; sentimos el vrtigo de la fama; temblamos bajo la gravitacin del laurelsimblico y como tememos que la gloriase nos resbale de las manos en el esfuerzo colectivo, porque sotanas, su.bles

    y parlamentos nos tienen engrillados, cada cual anhela asegurarse su pedacito defuturo y confeccionamos un libro, nuestrocheque de inmortalidad... Eso sin perjuicio de que nos acaricie la frente elprivilegio y de que el aplauso nos hagacosquillas en la mdula espinal. Pero somos jvenes, justifiqumonos: un tvmito

    de poesas es una caita de presentacinen los salones, una patente de intelectualidad... ,y el hombre es dbil!: unaestrofa nuestra recitada en los salones,al arrullo tembloroso de una casta, hmeda y fresca boca de mujer es una seductora apoteosis. Sin embargo, a Guerra

    Junqueiro, el que apostrof en su verso

    a los poderosos y consol a los misera-bles hasta en los ltimos momentos desu vida, no se le puede recitar en lossalones y corrillos de mams, sin exponerse a herir a alguien; es que sus versos, llenos de "llagas", pstulas, "chancros y "hediondeces huelen a macho,palpitan en masculino y no se avienen a

    tambin del parlamento le asqueaba,la literatura para piano como le asque la poltica-literatura de flores depapel con olor a incienso, a patria, a vic i o . y a que los mismos que la escuchanla aplauden y la pagan. Igual paladean un:sermn de cura o se postran ante un cln-tajo con olor a crimen o enredan en laspatas de un caballo unos cuantos milesde jornales de obreros. Mas a pesar detodo, seguimos escribiendo para ellos; elhalago nos seduce, la caricia nos estremece, la promesa de xito nos emborracha,la vanidad de sabernos preferidos nosInfla como a globos, basta que el primersoplo helado de la realidad nos sacude

    y nos tumba, despertndonos de nuestromorfinomanismo potico. El verso, hoy,es otro vicio ms.

    Seamos mejores, si, pero instruyndo

    nos. Nuestra vida es larga y til; tememos dejar de ser algo y escribimos, querror!, leamos. Si algo nuevo y grandepalpita en nuestras entraas ello florecer; la vida es prctica, no ha de permitir que nos marchemos sin saldar nuestras cuentas. Y si caemos antes de lahora?, no nos inquietemos, la vida es

    fiel... Leamos. No nos empeemos enser literatos, especie de escaparates deideas prestadas, seamos hombres; solidifiqumonos aguardando a que la vidanos tome como medio y nos mande ejecutar; leamos. Somos vehculos; no noscreamos principio o fin de nada. Dmonos un bafio en el agua fresca de la since

    ridad, rompamos nuestra pluma condenada a repetir cosas mil veces Intiles; yleamos. Robustezcmonos para estar listos en el instante supremo. Entregumonos al libro, pero con f. Entregarse converdadera pasin a alguna cosa preparael espritu para ejecutar grandes acciones; el esfuerzo continuado, conducido

    por la f, siempre escala altas cumbres.F a la f ! ; los escpticos son ceros ambulantes; leamos. Leer es crear. Leamos, -nuestros hijos nos lo agradecern. Citemos en el libro a nuestros hermanos;encrucijmolos en la corriente de las ideasnuevas que laten en el corazn del mundo, y hagamos obra difundiendo con en

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    tra propia sensibilidad y tengamos encuenta Que todos los grandes fueron ad-miradores elocuentes. Leamos. El entu-

    siasmo por la obra ajena es, tambin, unaobra de arte, la ms annima y desintere-sada. Leamos y admiremos. Para ser ad-mirados liay que haber admirado mucho;aquellos que dicen no admirar a nadiehablan por la boca de su misma impoten-cia. Leamos; pero si escribimos, trate-mos de ser impermeables al elogio, ese

    custico que comienza carcomindonos laepidermis de nuestra alma y termina bi

    pertrofindonos como un cncer nuestrapropia vanidad. Quebremos nuestra plo-ma para desparramar las grandes obra

    que todava, ay, no hemos comenzado aleer nosotros, y aguardemos tranquilosa que comiencen a pintarse de madurezlos frutos de nuestra labor silenciosa yannima, cien veces superior a nuestrosenclenques libritos, los que viven auspi-ciados por un pblico que nos domesticacon el aplauso y al abrigo de la condes-

    cendencia de unos pocos que no nosquieren decir la verdad porque nos aman.

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    EL L I B R O

    Permaneces en el muladar infecto.Las ruedas de un carro han destrozadotu cubierta. Todo esto no ha de impor

    tarte nada, libro, si has mostrado el bienal hombre.

    Pero, destrozado y sucio libro, hasindicado el camino del bien al hombreo, cual perversa hetaira, slo diste a gozar Xu belleza?...

    EL CADENERO MUERTO

    Su poderoso cuerpo inerte an dejaadmirar la belleza titnica de sus rgidosmsculos. Ha muerto de cansancio, uncido ai carro.

    Yace en la calle, hinchado, con su enorme vientre desgarrado por las pedradas

    de los chicos.Pasa por mu Jado an obrero...Se adivina bajo su miserable vestimen

    ta un cuerpo soberbiamente poderoso. Ysus ojos tristes dejan adivinar esta amarga reflexin:

    Tambin yo soy cadenero, y sufro

    PXfcfW

    sw y jjme&mOBRERAS . .

    Salen las obreras de la fbrica.Parecen un enjambre de abejas, alre

    dedor de un inmenso fanal; pero unasabejas fechas y dbiles que han depositado en los alveolos toda su miel.

    Salen en enjambre,, como si huyeran,como si el monstruo Capital, ahuyentndolas, atrapase coa su enguantada enanotoda la miel que las abejas han producido.

    Armando Eneas

    TOCMBARO (*)

    EL REBAO.

    Pasan las ovejas cubiertas de lana,

    elpasto las sigue desgarrado y muio.A ellas Dios las viste,al pastor el Amo lo deja desnudo.

    MI SILUETA.Soy bueno, i Soy valo f Yo no me explicoAmo a Don Quijote, sipo a Sancho Panto,la virtud invoco cuando el mal practica,'pero a veces siento

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    C R E P U S C U L O S O B R E U N A R R A B A L

    A borrones la noehe cae sobre el suburbio.Ya es lina maneta negra sobra otra mancha gris.(i Las chimeneas hacen la noehe de humo turbioy

    Se agacha esta easueha y la otra casuehacual las espaldas de los que en ellas viven; yslo la iglesia, como llevndola a babucha,su torre yergue de la mancha gris.

    El horizonte, abierta su bocaza sin dientes,traga rtids, traga colores. El gruirque, eon su voz de alcohlico, da el suburbio paciento

    call: rechinamiento de mquina, por fin !

    Un arroyo murmura . .. (Yo no s si murmura#,o si soy de los pobres que viven junto a ti,vas diciendo a los amos y jefes frases duras,las frases que tus pobres no les pueden decir.)

    Y su agua nauseabunda, llena de desperdicios,no camina, se arrastra como una gran lombriz;pero la luna, hermana de los tristes oficios,on cuatro o cinco estrellas se est paseando all,

    Pienso en las pobres vidas con nieblas amasadas,cuya sangre te ehupas, suburbio, monstruo gris!:Obreros y empleados, obreras y empleadas,mquinas de hacer ocio... i Para qu las pars?

    4Y los nios? Los nios aqu no son un ampo,anmicos y sucios de vicio estn aqu. Y all tan cerca el campo, tan cerca el campo, el campo:fresca alegra y verde candor, el eampo all!

    Y el borrn de la noche tizn todo el suburbiodevor el cotidiano puchero; y a dormir 1...jEn la ciudad ahora se inicia el vivir turbio

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    En nuestra poca positiva, lo humorstico es para la cien*cia, lo que la posea fu para la vida burguesa de ayer.. Es

    la mejor crtica, puesto que a la manera socrtica no imponeI p | o < i us ideas, sino que las hace germinar en el espritu del adverI l o u sari0> e i ideal quizs consistir en que se llegara a reducir ba-

    jo una forma humorstica, los ms. graves problemas que in-quieta a la especie humana. Este sera el nico medio para hacerlos comprender. Voltaire ya lo hizo magistralmente, lo

    mismo que Babelais, quien emple para ello Tina infinita bon-dad. Es que la tragedia es propia de la juventud. El hombre,al envejecer, se ilumina con la sonrisa, porque al mismo tiem-po que piensa en las tragedias pasadas, ve acercarse el cor-tejo de nuevas tragedias.

    La risa y la sonrisa, es para el espritu humano, el recuerdo de sus ms preciadas victorias. P A W L O S K Y

    y la

    son-

    risa

    TJn c i c e r o n e

    Un andaluz en funciones de ciceronear,conduca, como se trae o se lleva, un oso,con una cadenita atada a la nariz, uningls pecoso, flaco y desgarbado al caminar. En fin, el ingls fabricado especialmente para este chiste.

    Entrambos entraron en una de lasms hermosas catedrales de Sevilla. Loque ms encarecidamente empez a pedirel ingls, era que le enseara pn San Antonio marcado en el Baedeker, obra de unfamoso pintor El andaluz al verse en

    El oo", el oo . .. y el turista haca ademn de mecer un infante invisible.

    lAh!, el nene, el nene... Pues se hamuerto, el ao pasado, replic contoda frescura el improvisado cicerone.

    Hil v u e l t a &.1 E d n .

    Era domingo y de noche, ttrica ydesolada, como todas las noches en quese celebran festividades, y la gente seempea en divertirse, sin estar muy convencida que se divierte Varios amigos

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    fiemeato, si, ante nuestros ojos azorado, no ae hubiese presentado Adn. Suestado era lamentable Tenia un ojo em

    pavonada, con arte y sabidura; la na-ri*, desvindose de su acostumbrada perpendicular, j , el rostro todo, con tatuajestan artsticos, que hubieran sido el orgullo de cualquier belleza charra.

    Bntneee, uno de nosotros, cuya famade piadoso y humanitario le han gran

    jeare ianumerables enemistades, le dijo

    00 voz que pretenda ser cordial:

    Pobre, ven;te llevaremos a tu casa,tu sefiora...

    El cuitado, casi lanz un grito y con el

    nico ojo que le quedaba, nos mir implorando, mientras balbuceaba: Pero, es que no habis comprendi

    do. .. ?

    S; todos habamos comprendido: Adnno quera volver ms al Edn...!

    Nuestras caras estaban radiantes; yanos sentamos menos imbciles,

    EQUIS

    LA PAZ MUNDIAL EN 1924 Y 1925

    i.

    Las relaciones de paz y

    cordialidad entre las naoio-

    ttes'europeas...

    Una pausa y un saludo alrp r m o i p i a r 1 a r io y

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    En el teatro nacional se espera al Mesas, al Autor-Mesas. Para un determi-flado nmero de actores, escassimonmero ese autor sera un hombre

    de genio. Para otro determinado nmerode actores, el ms numeroso eseMesas ser un autor cuyas obras produzcan mucho dinero. Mas, as como est,boy el teatro nacional, sin que haya entodo l un slo intrprete de talento,puede aparecer este Mesas? No, evidentemente para los que esperan a un

    autor de genio. En cuanto a los otros, elda menos pensado les salta de entre laspezuas, cualquier joven ms o menosGarca Velloso o Escobar o Novin, esdecir, que no tenga' el crneo hueco deestos estafermos, y este jven. "talentudocomo un Muoz Seca, fabricar obrasque darn dinero e imbecilarn ms an

    del teatro nacional, ni apunta siquiera,un slo intrprete de talento.

    Y entre los ms inteligentes, todos sonfragmentarios. Bien, entre stos actores

    fragmentarios, sin talento, a veces hasta sin cultura, est quien debe juzgary aceptar las obras. (Porque los directores artsticos son simple figuras delas empresas comiciales en las que estn empleados) Cmo pueden estos actores comprender a un autor de genio?Con buena intencin? El genio es revo

    lucionario, es nuevo, no slo en las formas, sino en ideas y en sentimientos sabr todo. Y el simple, el hombre sin talento, busca lo nuevo en la forma,, confunde originalidad con excentricidad:Dnde se halla el pirandello argentino?;3e preguntarn este actor o aquella ao-triz con buena intencin pero sin ta

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    del genio para este actor, es l mismo.|Y l no tiene inteligencia siquiera! Contal tamiz, cmo esperar que la escena

    nacional aparezcan, autores nuevo ele valer? Hay actores o actrices o directoresartsticos que aceptan dar obras de autores noveles; pero antes cortan aqu,podn all, agregan all, siempre suprimiendo audacias, por miedo al pblicoque paga y al que conceptan ms tontode lo que en realidad es. Qu resulta?

    La obra, al fin, ya no es de su autor quetal vez por ser nuevo traa algo nuevo,eB una obra ms que se adapta a losgustos viejos o al temperamento, gastado ya, del actor, actriz o director artstico. Y tenemos otro autor que llega para reeditar los manoseados lugares comunes que el pblico se sabe de memoria

    y con los cuales se hastia ya, con. mucharazn. Mientras los actores y etcteraque dirigen e\ negocio de las compaasde arte serio, sigan en su mana de mutilar o adoptar las obras nuevas de losautores que se les presenten: el Mesasque esperan no aparecer. Ao tras aosale un autor nuevo y estrena. En verdad no es nuevo ni estrena, no liace

    ms que reeditar dramas conocidos basta el hartazgo.

    Quizs, para que en nuestro ambientesea posible la aparicin de un autor d*genio, va a ser necesario fundar antes

    una compaiSa do aficionados" que trabajen para una minora culta primero.En una palabra, fundar el germen de lsque pudiera ser lo que lleg a ser El

    Teatro Libre de Antoine, n Pars: unteatro donde la audacia ideolgica y la

    juventud de espritu hallen el clido ambiente propicio para que en. l se oigan

    su cancin nueva y el silbar de sus alaspotentes.Hasta ahora, autor de positivo talen

    to, el teatro nacional no lia tenido msque a Florencio Snchez a veces, Iglesias Paz Bien, los actores que esperan el Mesas de genio, esperan a otroFlorencio Snchez. Y no ser as. Porque el autor de genio o de talento quedeba apaercer, si tiene talento o genio ,forzosamente, ha de ser distinto a Florencio Snchez, no su continuador. Y esto lo han de ver quienes no poseen niinteligencia ni cultura? Dos enemigosseculares tiene el genio: son el analfabetismo y la avidez de lucro. Aqul secalos cerebros y ste los espritus: Los dos

    imperan soberanamente del teatio nacional.

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    recomendable claridad, nada a la moda;Mal estudiante trae algunas estrofa fe-lices:

    MI novia la modistillaes la tlor de la ciudad: su elegancia es tan sencillaque se adorna con su edad".

    A pesar de ellas cabe esta pregunta:Hay en Luis Ca un poeta? Su irremediable trivialidad de todos los momentos nos obligan a hacerla. Cierto que este es un libro de juventud y que la juventud es despreocupada y trivial, porlo comn; pero la trivialidad en el autor de Mal Estudiante amenaza ser noslo una actitud juvenil, sino la expresin tpica de su estructura espiritual.El mismo ser el encargado de desmentirnuestra aviesa suspicacia

    Me gusta Jugar, beber,besar, cantar y bailar;

    "que me denodados, mujer,"guitarra, vino y lugar".

    Cosas asi, por lo repetidas, son comeun sonsonete en su libro. Luis Ca,versificador amable y fcil, revela unaJuventud sin preocupaciones en esta hora tan densa de ellas: Grave peligro

    Mal estudiante jUis CanLa Editorial Babel realiza, ya van dos

    aos, un concurso de poetas y prosistasnoveles. El premio de este ao para elverso, ha correspondido a Luis Can por

    su libro Mal estudiante. Se susurran cosas feas con respecto a este concurso.Se dice que carece de seriedad, por ejemplo. Y hasta que uno de los jurados delao precedente expres su disgusto por

    -el papel de comodn que le haban hechorepresentar, pues, los libros ni se leyeron siquiera. El seor Lugones, presidente del jurado, impuso su voluntad. Nosabemos si este ao habr ocurrido lopropio y si a los poetas Banchs y Femn-

    > dez Moreno que con Lugones integrabanel jurado, les habr tocado la mala suer-

    ' l- te de representar el ingrato papel que elao anterior hicieron Arrieta y Capdevi-la. De cualquier modo, Mal estudiante,libro el primero que publica su autor,

    sale a luz cargad^de responsabilidades.El pblico y la crtica, no tienen porquestar enterados de los posibles enjuagues del concurso de la Editorial Babel,

    y se habla as ante un libro que ha obtenido el voto unnime de un jurado enel que figuraba un nombre tan respeta-bl l d h f

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    siste en mi error, en el que viene incurriendo desde hace varios lustros, de hacer versos y publicarlos. Cree que se pue

    de ser, a la vez, mercachifle y artista.Dualidad imposible. El Sr. Alberto Williams que, como comerciante posee cualidades evidentes, lo prueba el apogeo desu Consrvatelo, fbrica la ms reputada en el pas de la mediocracia que atena contra la msica de los grandes maestros; como artista es de una mediocri

    dad irritante. Este profesor de msica,es decir, capaz de ensear la tcnica, eloficio de la msica, nada ms. porquepara ser maestro se necesitan condiciones morales que l no posee; este profesor de msica que tambin (ene sus delitos como compositor; ha publicado yavarios volmenes de versos. Son "versi-tos, simplemente. Versitos para ponerles musquita y decirse en los salones:tilnguera, cursilera, algo que est m$cerca del modisto o del repostero que delpoeta. Porque quien como -el Sr. AlbertoWiiliams es capaz de extraer tan pinges ganancias de un Conservatorio Musical, necesariamente ha de poseer cualidades o defectos? que lo presentancomo a un antpoda del artista.

    X A V I E R C A L L E

    'Claveles y pasionaria nvi

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    -o. los remotsimos tiempos de Grecia,cuando el vate, acompaado de la lira,antaba realmente y no en metfora.

    El no se ha enterado an que hoy losTersos se escriben, 3e leen; no se cantan.-Cierto que el cantor de los Cantos deOtoo, literato conservador, es de los quetardan para enterarse. No se ha enteradode cosas ms trascendentales, cmo habla de hacerlo en esto que slo afecta auna parte mnima de la humanidad? Por

    ejemplo; Todava, l no se aburre con elsentimentalsimo y osimo Le Lacda Lamartine; y lo traduce, todava!Tampoco se ha enterado de muchas ideasque ya son lugares cr mues de la multitud, Cmo orientarla, entonces, y querer presentrsele a ella en el papel deartista? O se va a la vanguardia o no se

    es artista. El dilema es imperioso. Oyue-

    la, haciendo versos, no pasa de ser unhortera que ha muchos aos los aprendia hacer, porque su tcnica chirra de

    amohosada.El autor de Canto de Otoo presentacon ellos su petitorio de jubilacin; yes menester concedrsela. Debe jubilrsele como poeta y como profesor, pues, msperjudicial es enseando a los jvenes apostrarse ante los dolos falsos del clasicismo un vacuo Lope de Vega, un rampln Nez de Arce que cantando" cantos que nadie lee ni nadie oye.

    Y esto, siempre tenindole en cuentalas cuatro o cinco veces que ha escrito,en prosa, pginas justas y sensatas contra el Modernismo: ese falso revolucionario tan lleno de abalorios y de oropel.

    INDEX

    El ttulo de un suelto de "La Nacinrejsa as!; Los cueros... de Saccone . Sabamos muchas cosas muy feas acerca deeste especie de legislador, pero, francamente, no sabamos que tuviera varios"cueros . Probablemente, fuera (el suyo, los otros los habr robado.

    habla de los jvenes literatos itaiianjs.Entre ellos, cita a Leo Perrero hijo delanciano Perrero y de Gna Lombroso. Alcomentar sus libros Le campagne semaMadonna y La Chioma de Berenice , altraductor se le escapa la mano, y, zas,convierte este ttulo en La caballera deBerenice Error de imprenta? Antes pa

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    LA CAMPANA DE PALOno es el vocero de una capilla'

    literaria o artstica.LA CAMPANA DE PALO

    tampoco es el portavoz de unacamariUa de desocupados, entregados a a invencin de nuevas

    teoras o fumisteras 'de arte, enfermos de notoriedad.

    LA CAMPANA DE PALO

    es la tribuna de todos aquellosescritores y artista* que desean ex'presar sin reato su pensamiento;que no tienen intereses creados, ycreen que intentar decir la verdadno puede constituir una ofensa pa

    ra nadie. No pretenden tamoocoser ORIGNALES, ni inventar nada nuevo; slo anhelan depurarsey depurar el ambiente artstico. Anuestros camaradas slo le pedimos un poco de talento, mucha sinceridad y una gran honestidad.

    L CAMPANA DE PALOno es el vocero de una capilla

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    no es el vocero de una capillaliteraria . o artstica, .--

    LA CAMPANA DE PA0 -tampoco es el portavoz de una

    camarilla .de desocupados, eatregados a la invencin de nuevasteoras o fumisteras de arte, enfermas de notoriedad. .

    LA CAMPANA DE PALOes la tribuna de todos aquellos a.

    . escritores y artistas .que deseanexpresar sin reato su pensamiento; que no tienen intereses creados, y cren que intentar decir la ,verdad no puede constituir unaOfensa para nadie. No pretendentampoco sei^ originales , ni inventar nada^ievo; slo anhelandepurarse y depurar el ambienteartstico. nuestros camaradas n

    . slo le pedimos un poco de talen to, mucha sinceridad y una granhonestidad.

    SUSCRIBASE

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