La Barca de la Fe

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No. 4 ARZA Enfática [Noviembre – Diciembre 2009] La Barca de la Fe

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reseña de una igles en forma de barca ubicada en un pequeño pueblo del estado de Tlaxcala

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No. 4

ARZA

Enfática

[Noviembre – Diciembre 2009]

La Barca de la Fe

La barca de la fePor: Roberto Williams García --------------------------------------------------------------------------------

Un barco varado en el páramo es tan insólito como si viera una ballena en medio del Sahara. El espectáculo de la nave fuera de su elemento marino me lo ofreció Tlaxcala, entidad falta de mar. La barca en tierra me impresionó por su tamaño que imaginé pequeña cuando, hace cuatro años, el historiador Jaime Sánchez me platicó una que un sacerdote construía en la comarca tlaxcalteca.

El aviso de Jaime, no me sorprendió porque su tierra tuvo fervor naval, pues en l697, Gemelli Carrieri después de desembarcar en Acapulco y proseguir a la costa veracruzana, se desvió del camino directo a Puebla para conocer la tierra de Xicoténcatl. Ahí, en la parroquia miró “colgado un navío que representa el que condujo a Cortés a la Veracruz.”

La identificación de Gemelli la rebato porque no quedó modelo por imitar después de la llamada quema de las naves en la Villa Rica de la Vera Cruz. A mi parecer el navío en cuestión fue uno de los trece bergantines construidos con la madera transportada desde los pródigos bosques de Tlaxcala del destino de esos bergantines asediadores de la isla tenochca no se tiene noticia y es probable que

uno hubiese sido llevado como testimonio y orgullo de los colaboradores del Conquistador. No se sabe hasta cuándo permaneció el exvoto en las alturas de la nave eclesiástica Quizás la ofrenda naval quedó surcando la sangre de la tradición

oral hasta que un sacerdote sintió el llamado y tuvo los arrestos necesarios para construir una nave que, en vez de tener abrigo, fuese la envoltura de un templo como sucede en Buenavista, comunidad situada al noroeste de Apizaco.

Al llegar al caserío de Buenavista destaca el faro, de inmediato, el casco de la nave surta en el muelle simulado. Nave de más de doce metros, impresionante, por su proa altiva de cuyos ojos bajan las cadenas de las anclas. Caminé por babor, sobre piso estampado de grecas. Recorrí la embarcación hasta la popa, cola con forma de carabela, de ahí el nombre “La Carabela de la fé” impreso en el cartel de venta en el puesto de souvenirs. El interior del barco lo ocupan bancas bien dispuestas frente al altar; en las columnas y paredes destacan símbolos de la cultura nahua, a saber, la vírgula de la palabra, la señal del sacerdote, del quincunce, el signo de Ometéotl in Tloque Nahuaque, símbolos explicados en el

tríptico anexo al cartel.

Buenavista, era poblado otomí integrado a una hacienda luego transformada en ejido por el reparto agrario. El ejido adoptó el nombre de José María Morelos Buenavista y conservó la capilla de la hacienda dedicada a San Andrés. En l974 se decidió darle nueva forma a la capilla pensando fuese la Barca de San Andrés, justificando la intención en el mito de que Jesús

predicó desde las barcas. A partir de l984 arrancó en firme el proyecto cuya arquitectura y decoración se inspiraron en la tesis del sincretismo religioso.

La tesis del sincretismo religioso la sustentó el párroco al constatar las convergencias de valores entre la cultura occidental y la mexicana nahua. Convergencias en medio de las diversidades que se han dado en la búsqueda del Ser Supremo. Los antiguos mexicanos al ser supremo lo llamaron Dualidad, Señor del cerca y del junto que en idioma nahua equivale a Ometéotl Tloque Nahuaque. El señor de la dualidad tiene sus equivalencias en la trinidad, asunto discutible. Los elementos mexicanos incorporados son secundarios respecto a la obra total que es el edificio en forma de barco, mole representante de la iglesia católica, del credo impuesto a partir de la Conquista.

El párroco quiere resaltar el logro mexicano, al mencionar a Ometéotl, calificado como señor del cerca y del junto. Ese intento de reivindicar el pensamiento religioso mexicano nahua en el mismo nivel que el occidental no llega a tener una verdadera expresión, pues sigue siendo apabullante el aspecto del buque, símbolo férreo del dominio de la iglesia católica, mientras los elementos mexicanos quedan en

plano decorativo. De todos modos es muy digno de alabanza el intento, el propósito, del promotor de “La Carabela de la fé”. Elogiable intento de reivindicación del universal pensamiento religioso mexicano.

Quien quiera observar este barco de cemento armado y ladrillo, siga la carretera Jalapa-México y a la derecha de Zacatepec enfile a El Carmen Tequixquitla y continúe hasta llegar a Apizaco. Al noroeste de esta estación de ferrocarril del Mexicano, tres caminos llevan a José María Morelos, es decir, Buenavista. Si no lleva guía regional ármese de un preciso

mapa como el que aquí presentamos. El barco para algunos escatima estética; de

todos modos impone encontrarlo varado en el páramo, como el encontrar una ballena en medio del desierto.

Sin mar de por medio es un navegante de muchas toneladas. Es la barca del poblado de San Andrés Buenavista, una comunidad joven, creada apenas en los años 40 con el reparto agrario. En esta tierra tlaxcalteca no hay mar, ni siquiera un río pero eso no impide tener 87 metros de concreto desde proa a popa, rodeados de barandales en piedra que reproducen la imagen del dios Tláloc invocando un poco de lluvia.

Hace más de 20 años inició la construcción de esta singular iglesia. “Porque la barca no tiene fronteras en cuanto a su comunicación, se mueve en los océanos”, comentó Arnulfo Mejía, párroco de la Iglesia de San Andrés Buenavista.

La Barca de San Andrés es una reproducción de la carabela "La Santa María" donde dicen viajó la

fe hacia el nuevo continente. “La carabela de Santa María era de 29 metros, ésta está multiplicada 29 por tres”, dijo el párroco.

Poco a poco y con los años, la iglesia en forma de barca ha logrado anclarse. La construcción es producto de materiales acarreados en la región y el reciclaje de otros, pero sobre todo de las faenas realizadas por la propia comunidad.

“Cuando empezaron la parroquia, nada más la mitad donde está la ventana ahí le ayudamos a acarrear piedra”, indicó Margarita Avelino, habitante San Andrés Buenavista.

La Parroquia de San Andrés no es excepcional únicamente por su arquitectura, sino por el sincretismo, la convivencia presente en todos los rincones de la doctrina católica y el culto a los dioses de las culturas prehispánicas.

“Nuestros pueblos indígenas manejaban los colores fuertes, vivos, intensos y creo que los templos deben tener un colorido que nos haga sentir que la fé es alegre”, recordó el párroco.

Nada es más grande en San Andrés Buenavista que la admiración a la barca de la fe. La iglesia en forma de barca está ubicada al norponiente del estado

de Tlaxcala, en la comunidad de San Andrés Buenavista perteneciente al municipio de Tlaxco.

Para más información puede consultar la página http://www.tlaxcala.gob.mx/turismo o bien http://www.elcorazondemexico.com.mx, también puede llamar al 01 246 465 09 60.