GEORGE e: VAILLANT

LA ARQUITECTURAPRECOLOMBINA

E N L A

AMERICA CENTRAL

EDICIONES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE MEXICO

CUADERNOS DE ARTE • NUMERO 1

TEMPLO E.VII-SUB. UAXACTUN, GUATEMALA

EL Arte de la América Central es tan extraño como impresionante. Es laobra por excelencia de los indios elel Nuevo Munelo, la cual no puede seranalizada conforme a los cánones comunes de la estética europea. Sus más

altas expresiones están muy lejos de ser primitivas, a pesar de que el modernoamericano encuentra que a este arte le falta el clamor emocionante de su pro­pia estética; lo siente como algo remoto y poco desenvuelto. Sin embargo, pues­to que somos inmigrantes que en tierras nuevas construímos nuestra propia ci­vilización, la cultura y ejecuciones artísticas de los anteriores inmigrantes eleotras razas, pero del mismo Continente, deberán ser tan dignas de nuestro co­nocimiento y aprecio como la cultura de los antiguos egipcios, que es parte detodas las enseñanzas de la historia antigua.

En ocasión anterior tratamos de describir la vida típica en las comu­nidades centroamericanas, en estas páginas nos referiremos al arte que en me­dio de tal abandono pudo florecer, pro:nrando observar desde un agudo focolos más· evidentes aspectos del arte ele la América Central. Pero ante,; deempezar a clescribir sus diversas manifestaciones, tratemos de bosquejar el fon­clo histórico en que se levantaron estas civilizaciones.

Los primeros emigrantes de Asia penetraron a América por la vía eleAlaska, hacia el final ele la última glaciación, y estas filtraciones humanas pro­bablemente continuaron hasta los tiempos de la colonización europea. Sin em­bargo, no se han encontrado restos cle civilizaciones asiáticas en Norteam{-rica:no hay una base suficientemente buena para presumir que aquellos emigrantestrajeron un arte con ellos. Consecuentemente, algún tiempo más tarcle, al irse

TEMPLO E.VII-SUB. UAXACTUN, GUATEMALA

MAQUETA DEL TEMPLO11. TIKAL, GUATEMALA

poblando el Nuevo Mundo, grupos humanos de la América Central y del Norteele 6udamérica empezaron a desenvolver una agricultura basada en las plantas

inelígenas elel Continente, como elmaíz, la papa y la manioca, que erandesconocidas en el Viejo Mundo an­tes elel descubrimiento ele América.y. estos alirnentos son una de lasmás importantes pruebas· ele que lacivilización del Nuevo Mundo cre­ció s:n influencias delAntiguo, puesel contacto con Europa no sólo ha­bría permitido la absorción °ele susestiles artísticos, s1no también lautilización de sus plantas alimenti­cias y de sus animales domésticos.

Pero una vez que aseguraron una o

base abl1enticia durable, las tribusde Centroamérica tüvieron oportu­nielad ele desenvolver su cultura; y

más conscientes, por tanto, de lanovedad de la agricultura, que lospueblos asiáticos, los centroameri­canos bendijeron aquellos espírituso fuerzas naturales que les permi­

tían recolectar su cosecha,desenvolviendo así una religión en su honor.Las ciudades de montaña se extienden desde el Río Grande hasta Pana­

má, con sus distintos élimas regulados por sus diversas alturas. Enormes bos­ques y montañas ten­dían a aislar esas des­pobladas comunidadesy consecuentementepequeños grupos tri­bales pudieron con­servar su lenguaje ydesenvolver numel-O­sos dialectos, costum~bres y estilos artísti­cos. Algunos de estosgrupos tribales des­arrollaron 1a s másadulteradas civiliza­ciones, en tanto queotros, más rezagados,conservaron su cultu­ra primitiva. Sin em­bargo, nuestro estu­dio no querría correr

MAPA EN RELIEVE DELA CIUDAD DE COPAN

HONDURAS

al través de ese tortuoso laberinto de culturas tribales, ya que iría más allá denuestros propósitos y que, aunque lo deseáramos, no tendríamos el conocimien­to suficiente para lograrlo.

Podemos distingui r dos extraordinarios desarrollos artísticos: el arte delos pueblos de habla maya de las ciudades cálidas y bajas de Guatemala y Yu­catán: y el arte de las tribus nahoas de la Meseta mexicana. Y mezclas y tran­siciones de ambos es­tilos pueden obser­varse en las civiliza­ciones de las tribus delas regiones colindan­tes. Uno, el arte Ma­ya, es el ideal estéti­co de la nobleza de supueblo; otro, el artenahoa, es el productodel más austero de lospueblos guerreros.

El pe río d o del PIRAMIDE DE TENAYUCA. MAQUETA. VALLE DE MEXICO

Arte centroamerica-no cubre los primeros 1,500 años de la Era Cristiana. Previamente a estostiempos, las tribus de la América Cent:al realizaban un lento ascenso de la eta­pa de pueblos cazadores a la invención de una agricultura nueva; época en quealgunos pueblos del Viejo Mundo estaban próximos a iniciar las etapas preli­minares de la civilización. Los Mayas parecen haber sido los primeros en pro­ducir un verdadero y delicado arte en Centroamérica, pero hacia el sig-Io X,los Nahoas habían desenvuelto su propia expresión estética. Durante las diezprimeras centurias son, pues, los mayas quienes predominan artísticamente;desde entonces empiezan a declinar hasta tiempos de la Conquista, 1519, cuan­do las tribus nahoas, como los aztecas y los mixtecas, son quienes producen

los mejores ejemplosdel arte centroameri­cano.

Habiéndonos y aorientado, aunque es­quemáticamente, so­bre la cronología yáreas espaciales, exa­minemos ahona lasdiversas expresionesestéticas de la Amé­rica Central.

MAQUETA DEL TEMPLO DEL SOLPALENQUE, CHIAPAS

Podremos apreciar así un poco más claro las circunstancias por las cua­les aquellos grupos humanos, sin herramientas de hierro y sin animales do­mésticos fueron capaces de crear una civilización que surgía no para su pro­pia glorificación, sino para la de los dioses que les permitían, vivir. Exi~tien­do así, en absoluta sumisión a sus divinidades, los centroamerIcanos parecIeronpoco interesados en sus debilidades emocionales o sentimentales; y esta imper­sonalidad a menudo austera, es lo que define a su arte., -

•La arquitectura, más que cualquier otro arte, simboliza las cualidades

implacables de la civilización de la América Central. Pues así como la frialdadnuestra caracteriza a nuestrast110clernas construcciones, la ar­quitectura de los antiguos me­xlcanos y mayas nos da la máscomprensible aproximación a suarte. Y esta arquitectura es pre­dominantemente religiosa, así co­mo las otras artes, ya que nece­sidades ri tua1es y ceremoniales lorequirieron para la escultura, pin­tura, artes textiles, joyería y ce­ramlca.

La religión fue la más vigo­rosa de las fuerzas sociales enCentroamérica; no jefes, sino sa­cerdotes eran quienes gobernabanlas diversas tribus; y esta teocra­cia fue consciente de que ella erala que debía aplacar a los diosesque regulaban los fenómenos na­turales. Filosóficamente, esta fuela causa de que los caudillos de lastribus organizaran ceremonias ri­tuales y fundaran sitios para adorar y cultivar el favor de sus divinidades. Lasenergías excedentes de los pueblos de la América Central eran absorbidas porlas exigencias religiosas, una vez que habían calmado las necesidades de su sub­sistencia, ya que excepto en las altas civilizaciones, podríamos deducir un go­bierno específicamente civil.

En tales condiciones no es sorprendente que la arquitectura ceremonial sedesenvolviera tan grandiosamente, en tanto que la arquitectura dOméstica-laschozas eran de adobe o paja recubiertas-fue de la naturaleza más sencilla. Uni­camente .los aztecas y sus vecinos elel Valle de México, parecen haber producidouna compleja arquitectura civil. En este respecto, se discute el destino de los cen­,tras arquitectónicos situados alrededor de construcciones usadas directa o indirec-tamente para fines religiosos. .

Un factoreX,itraordina­riamente im-CRESTERIA DE LA CASA DE LAS PALOMAS. UXMAL, YUCATAN

No conocemos el sitio de origen de la arquitectura centroamericana y siésta se desenvolvió en uno o en diversos puntos. Pero la más común especie deruinas es la que comprende un grupo de montículos alrededor de una plaza cen­tral, aunque algunas veces éstos aparecen colocados sin plan o simetría. Gene-

ralmente en las regiones montañosas estos conjuntos piramidales se encuentranalineados en plataformas o mesas que han sido convenientemente aplanadas pa­ra hacerlas sitios habitables y bases sólidas para la erección de sus terrazas. Muya menudo estas plataformas y subestructuras están guarnecidas de piedras a efec­to ele que fueran prácticamente accesibles.

Los planos y traza de las ciudades centroamericanas diferían solamenteen dos aspectos: agrupamientos regulares e irregulares. Sin embargo, el arre­glo de los planos constructivos parece haber dependido de las condiciones loca­les del terreno, más bien que del estado de su evolución cultural. La desenvuel­

ta arquitectu-ra de Chichén­lízá, 'presentala más. audazdistribución,mientras quelas más anti­guas y senCi­llas, como'1' eo tih uacán,a parecen maselegantes si sea tiende a suordenado dise­ño.

portante paraestimar los valores arquitectónicos es el estado de conservación de sus edificios.Los templos de Yucatán, de muros guarnecidos de piedra, han podido resistir losagentes naturales y, por lo mismo, los encontramos más dignos de admiración quelos derruídos adobes de los edificios del Altiplano de México, que se han tenidoque rendir a la acción destructiva del tiempo. Sabemos que hubo extraordina­rias construcciones en madera, representantes de un orden arquitectónico, quepor la misma naturaleza de su material se han perdido totalmente para nosotros.No podemos juzgar, por lo mismo, los edificios en conjunto; pero sí podemos es­tudiar la arquitectura de Centro América por los restos individuales de lostemplos.

La idea fundamental en la arquitectura de la América Central fue crcarun foco o centro ceremonial situado fuera de los edificios. Raras veces se inten­tó que los templos fuesen casas de congregación, como fueron las catedraks enEuropa o las grandes construcciones en Egipto, ni tampoco se intentó tallar oimitar las colosales cámaras mortuorias de las Pirámides. Las estructuras ri-

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túales de los mayas y de los mexicanos fueron verdaderos monumentos a la glo­ria de sus dioses. No debe sorprender, si se atiende a que éste era el punto devista dominante, el constante agrandamiento y ensanchamiento de sus edificios.Más aún, en numerosas regiones, al terminarse el ciclo de 52 años, llegaba lapropicia ocasión para renovar todas sus propiedades, así personales como cere­moniales, y para destruir sus artículos de uso doméstico de la época. El agranda­miento de sus construcciones se realizaba de dos macias. El método más simple

CASA DE LAS MONJAS. CHICHEN-ITZA, YUCATAN

fue construir el nuevo edificio sobre la antigua pirámide, rellenándole el tem­plo y añadiéndole una plataforma sobre la cual se erigía el nuevo templo. Debi­do a esta costumbre, muchos edificios, que de otra manera se habrían perdido, seconservan para nosotros mediante la cubierta que se les añadió posteriormente.La segunda forma de agrandamiento fue añadiendo una ala en forma de L a laestructura original; un método de ampliación bien conocido por nosotros actual-

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mente. Muchas veces los dos métodos se combinaban.Las dos más antiguas construcciones que se conocen en la América Cen­

tral, son dos pirámides, en las que probablemente no había templo alguno. Laprimera de ellas es un montículo oval en Cuicuilco, hacia el Sur del Valle deMéxico. Está construída ele adobes. colocados en numerosas terrazas ascenden­tes, con dos escalinatas que finalmente le fueron colocadas. La parte exterior dela estructura está recubierta' con piedra boluda de río, sobre la cual, posterior­mente, al agrandarse la construcción, se utilizaron piedras de lava. Un· altaren forma de herradura culminaba en la construcción primitiva, pues no hay res­tos de que construcción alguna coronara la última terraza. Es posible que esteprimitivo altar fuera cerrado. La antigüedad de Cuicui1co es inobjetable, pri­mero porque el piso de lav:l ern'olvió la construcción, después de que ésta había

sido abandonada, y segundo, porque los objetos encontrados se asocian con unade las primitivas culturas del Valle.

El otro templo, E.VIl-Sub, de Uaxactum, en el corazón de las ciudadesmayas, era una estructura cuadrangular recubierta de una espesa capa de estu­co. A los lados ascienden las escalinatas flanqueadas por anchas alfardas mo­deladas con grotescos mascarones. No hay resto de construcción en el final dela plataforma. La conservación de esta frágil estructura se debió a una pirámideposterior, que la cubrió, efectivamente, de los naturales agentes destructiyos, co­mo las. raíces y las lluvias. Este templo E. VII-Sub, fundamentalmente antiguo,aunque haya una ligera duda, está asociado con algunas de las más primitivasconstrucciones del área maya.

Estas primitivas construcciones son plataformas y no templos. La ideadefinida era la de la elevación que hacía más dramáticos sus ritos. La cúspideabierta demuestra que no había idea de encerramiento del ceremonial, por lo queel templo, en estas construcciones, habría tenido un objeto secundario. Pero de­duzcamos ahora, de las modeladas superficies del templo de Uaxactum, la preo­cupación por el dibujo, y de los desnudos muros de Cuicuilco la sobriedad me­xicana y su preocupación por los planos.

ARCO DE LABNA, YUCATAN

Más tarde se dejó sentir la necesidad de una casa para la imagen de losdioses; desde luego se empezó por construir un templo o capilla en la parte máselevada del montículo. Los más primitivos templos mayas, hasta hoy conserva­dos, están recubiertos de una capa de estuco, por lo que presumimos que eranmás decorativos que utilizables. El esculpido que embellecía los muros la­terales de Uaxactum, fueron trasladados al templo, por lo que se hubo de de-

PIRAMIDE DE CUICUILCO. TLALPAN,VALLE DE MEXICO

SALA DE COLUMNAS. LA QUEMADA, ZACATECAS

jar desnuda la subestructura. Para recibir .esta decoración en los bloques del te­cho, este peso del volumen necesitó muros extremadamente gruesos que los so­portaran. Por demás, el arco corbelo o arco falso, usado por los médTa~, era inca­paz de soportar cuerpos muy pesados, y como consecuencia encontramos sólidosedificios, pero con cüartos de dos o tres pies ele ancho.

En la época maya se aprendió a aligerar la carga de las bóvedas. decres­tería, lo que se realizaba levantando una pared en medio de los l11un)s deltel~l­plo. De esta manera el peso no caía directamente sobre el arco .de la:he,yeda, 10que hizo posible la existencia de cuartos más anchos. Y una vez que l~s.habi­taciones en sí merecieron atención preferente, fue posible darles los más varia­dos usasen lugar de reducirlos a meros soportes de las pesadas bóvedas decres­teda. 'En Palenque encontramos cámaras exteriores e interiores, éstas últimas

conteniendo un pequeñosab­tuario. En el Castillo, en Chi­chén 1tzá, encontramos una ga­lera o cámara exterior rodea­da de capillas. La culminaciónde la idea del templo se cumpleen el gran Templo de los Gue­rreros en Chichén 1tzá, y ensus construcciones adyacentes.Aquí fue omitida la bóveda decrestería, .recurriéndose a hile­ras de columnas, esculpidas ela­boradamente, para sostener el

conjunto de arcos. Esta construc­ción, fuertemente influida por laarquitectura de México, es el másimportante templo centroameri­cano que puede ofrecer espaciopara una congregación ilimitada.

La esencia de la arquitecturamaya puede observarse en la evo­lución de la plataforma o adora­torio a la pirámide, coronada portina capilla ornamental; y ésta,finalmente en templo. De unamanera parale1a a este desarrolloestá el de los edificios anexos,que probablemente fueron casasdonde se conservaban los utensi­lios ceremoniales del templo. Sinnecesidad de soportar una creste­ría ornamental sumamente barro­ca, .las habitaciones pudieron sertan anchas como el arco corbelo10 permitía, con un espacio deocho a trece pies, dependiendo delpeso de los arcos. Sin embargo,la longitud del segur de los edifi­cios podia ser indefinidamente

PORTICO DEL TEMPLO DE LOSGUERREROS. CHICHEN-ITZA,

YUCATAN

BASAMENTO Y ESQUINA.CHICHEN-ITZA, YUCATAN

prolongado. Al principio estas casas pare­cen haber sido integradas de dos o trescnartos oblongos, afectando la forma deun rectángulo; más tarde, cuando las pro­porciones empezaron a ser más estimadas,las filas de cuartos fueron alineadas comoun collar.

El más complejo desarrollo de esta clasede construciones ha sido en Y ucatán. Peroen lug9-r del antiguo aplanado de estuco,las fachadas se recubrieron con piedras es­culpidas. El sitio generalmente señaladopara la construcción, era el que iba, gene­ralmente, de la parte más alta de la paredal suelo. Ahora las construcciones alarga­das y de numerosos cnartos en fila, empe­zaron él ser poco satisfactorias, pues loscuartos interiores se encontraban privadosde aire y de luz. Para evitarlo nació la ideade crear un segundo y tercer piso. Comohemos analizado, la idea maya de la segu-

EDIFICIO ZAPOTECA. MITLA, OAXACA

ridad arquitectónicadel templo era incom­patible con la de sos­tener un gran pesosobre un cimientohueco. Al construirseun segundo piso, losmayas rellenaban loscuartos inmediata­mente anteriores delproyectado piso supe­rior. Cada habitaciónestaba hacia atrás dela inmediata anterior.Otro método de cons­trucción de un edifi­

cuartos la plataforma que sopor-

PIRAMIDE DE XOCHICALCO. MORELOS

cio de más de un piso, fue rodear de filas detaba la construcción.

Hemos visto que una de las ideas predominantes fue primitivamente laele los espacios cerrados; pero más tarde el aire y la luz empezaron a ser toma­dos en consideración, construyéndose filas de cámaras en crujía. Como un coro­lario de esto, la simple puerta de entrada empezó a ser suplida por numerosasportadas, iniciándose así una eventual evolución hacia la columna. Hacia el fi­nal de la ocupación de Chichén Itzá por mexicanos, las galerías con cámaras,tan características de Yucatán, dieron paso a las columnas. Aquí dinteles de ma­dera, sostenidos por columnas, llevaron el peso de los arcos.

Acaso por causas puramente accidentales, como la eventual preserva­ción de los edificios, pero más probablemente por el aumento de la luz, en esteúltimo período empezamos a encontrar ornamentación interior, como pinturas alfresco y columnas esculpidas y modeladas, pues a menos que los dibujos pudie­ran ser vistos, no habría razón para crearlos, ya que las habitaciones interioresson un mero conjunto de t:uartos alineados que deben haber sido sumamenteobscuros. En la MesaCent r alIas funda­mentas para la cons­trucción fueron mássencillos. El arco fal­so fue desconocido yno había maestros enel revestimiento' deedificios con piedra ymortero. Desafortu­nadamente, muy po­cos templos mexica­nos hemos conser­vado.

PIRAMIDE DEL TAJIN. PAPANTLA, VERACRUZ

MAQUETA DEL TEMPLO DEL TAJINPAPANTLA, VERACRUZ

En primer lugar, el pueblo enlas altas tierras de México, hizouso comunmente del adobe y pie­dras ligadas con argamasa, tipode edificación que res:stió débil­mente la acción destructiva deltiempo. En lugar de cubrir sushabitaciones con arcos de saledi­zo, sus techos eran planos con vi­guería recubierta con mezcla, obien techos de dos aguas cubiel-­tos de palmas o tejamanil. Con­secuentemente, no presentan el in­terés de los edificios mayas, tanmilagrosamente conservados. Entodo caso, tenemos la impresiónde que, por efecto del temor, las construcciones ganaban en extensión cargandoel volumen a la subestructura y no a lo alto.

La decoración de los muros laterales de la p!ataforma se acenL¡ó de talmanera, que llegaba a obscurecer los planos centrales. El friso esculpido más or­namentado que conocemos del Altiplano, es el del templo de Quetza1coatI, enTeotihuacán, cincelado con cabezas de serp~ente o cabezas de hombres muertos,que insertaron en sus muros. El más espléndido ornamento parece haber sido la.escalera, la cual fue tratada como un centro de interés y no como un paso de co­municación.

Los planos de los templos no estuvieron tan rígidamente controlados porelementos estructurales como en el área maya. Los techos sostenidos por vigasde madera, podían cubrir espacios más anchos que en aquella altura los bloquesde piedra, divididos y salientes hasta encontrarse formando un arco corbelo. Entales circunstancias, una cámara interior y otra exterior, podían ser construídasconforme a las medidas fundamentales clásicas. Algunas veces los templos te­nían muros de piedra y un techo sumamente alto, semejante a las estructurasde madera de las jaulas. Un rasgo distintivo de muchos templos aztecas fue laerección de dos santuarios, en loscuales dos divinidades de su cul­to eran veneradas. En Tenoxti­tlán existía el más notable: doscapillas en honor de los diosesde la Guerra y de la Lluvia.

Palacios y moradas sacerdota­les siguieron muy de cerca la ar­quitectura doméstica. Un conjun­to de cuartos agrupados alrede­dor de los patios, así como co­lumnas que no les fueron desco­nocidas: En algunos sitios, comoen Teotihuacán, por el uso de co-

tumnas InterIores, pudieron construirse citmaras centraÍes sumamel1.te aiarga­das. Casas de dos pisos fueron descritas por los o cronistas de México; pero enel primiti\'o sitio de Teotihuacán, nuestra mejor fuente de información, acerc:J.de las moradas sacerd'atales, las plataformas fueron usadas para elevar un ,cuar:­ta sobre Qtro: pues, como en el área maya, se desconfiaba de hacer descansar eltecho y iÚurOS de una habitación directalJ~e~te sobre la. otr,a. Un~ mezc1~ ,cl.:; lasideas a:'quitectónicas mayas Y mexicanas eXiste en Chlchen I.tza y en 1ulum.

En Chichén Hz.á. elCastiJlo nos revela untrato imp¡'cs:onantede la subestructura yde la escalinata, aun-

o que el énfasis en elterúplo fue eq partemaya.. Más e~pecífi­

camen~e el Templo delos Guerreros recuer­da a México en su~

frisos ornamentadosalrededor de la plata­forma y o acaso ell eluso de columnas en

PIRAMIDE DEL SOL. TEOTIHUACAN, VALLE DE MEXICO el templo propiamen-te dicho. En todo ca­

so, los arcos y ornamentacÍón exterior sJn mayas. En Tulum se encuentran vo­lúmenes atrevidos y desnudas superficies, así como los techos lisos del Altipla­no. Podríamos decir que estos son los fundamentos o bases esenciales de la arqui-tectura en el Sudeste de México. o

Estos estilos arqúitectónicos: el maya y el mexicano, expresan los másaltos tipos de la América Central. Sin embargo, ciertamente hay otras construc­ciones que indican la existencia de diferentes evoluciones arquitectónicas.

Especialmente notable es el templo del Tajín, cerca de Papantla, en Ve··racruz. En este caso el templo está construído por sucesivas plataformas esca­lonadas, creando así una armonía ligada entre el santuario y la subestrtlcttl~a.

No había bajo-relieves, aunque los nichos que de­CAsA DE UN NOBLE AZTEcA.

CODICE SAHAGUN coran toda la pirámide probablemente tuvieronídolos; pero esto no pudo desvirtuar la unidad elelos volúmenes y los planos. Otro caso fue el. tem­plo de Xochicalco, construído en forma de adora­,totio'o nlaÜtforl11a. Aeiuí los planos el:: la cons­trucción o fueron subordinados por un exquisitobajo-i-elieve esculpido qnc sugiere una influen­cia nláyá':

En Mitla, Oaxaca, tenemos tres grandes gru­pos de "Palacios", cada uno compuesto de edifi­cios oblongos sobre los tres lados de un patio másbajo. J.os~ 111\lrCS están ornamentados con mosai-

ESCULTURA EN PIEDRA REPRESENTANDOEL TEMPLO MAYOR. MEXICO

cos de piedras cortadas y arre­glados en hermosos dibujos degrecas. r.os techos planos estánsostenidos, en parte, por pesadascolumnas de piedra, encerrandoel mús amplio y espacioso pisoencontrado en Centro América.

Este breve resumen ha tratadoele presentar los principales as­pectos ele la arc¡ui tectura Centro­americana. La arquitectura ma­ya surgió como una triunfal glo­rificación elel dibuj o, como opncs­ta a la sobriedad mexicana en losvolúmenes y planos. Ciertos edi­ficios fueron aquí mencionados,aunque no perknezcan a los músher1nosos estilos, sin que por esodejaran ele tener valor. Al mismotiempo, no elebe olvidarse qne laAmérica Central está cubierta elemontículos esparcidos en sn te-rritorio; los detalles están irre­

mediablemente perdidos para nosotros; S1l1 embargo, podemos estudiarlo porexcavaciones, de tal modo que, en realidad, únicamente los grandes rasgos ex­ternos ele la arquitectura Centro .\l11ericana son conociclos para nosotros.

CHOZA DE UN AGRICULTORCODICE SAHAGUN

ARTIST AND CRAFTSMEN üF MEXICO

AND CENTRAL AMERICA

NEW YORK

VERSION DE SALVADOR TOSCANO