La Arquitectura de La Ciudad Global - Zaida Muxí

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  • Zaida MuxiLa arquitectura de la

    ciudad global

  • nobuko

    Zaira MuxLa arquitectura de la ciudad global

  • NDICE

    6 PRLOGO de Jordi Borja

    42 INTRODUCCIN. Arquitectura y globalizacin

    26 1. GLOBALIZACIN ECONMICA Y CIUDADCiudad dentro de la ciudadLa arquitectura como reclamo publicitarioLa globalizacin instalada en Buenos AiresLos nuevos monumentosLos nuevos monumentos sobre Buenos Aires

    60 2. VIVIR EN UNA ESCENOGRAFANuevas formas residencialesEl new urbanism: unas nuevas (viejas) propuestas

    DUALIZACIN RESIDENCIAL EN BUENOS AIRESDel barrio a la ciudad cerradaGenealoga del barrio cerradoCmo se venden los parasos?Una ciudad-pueblo5Instrucciones para una vida sedadaLas formas de la ciudad-pueblo

    110 3. LAS FORMAS DEL PLACERLa ciudad del entretenimiento seguro las 24 horasEscenografas urbanasBuenos Aires: espejismos de recuperacin urbanaLa memoria del mercadoMito antiurbano

    158 4. LA CIUDAD CORPORATIVALa importancia del lugarArquitectura y reivindicacin simblicaRecentralizar Buenos AiresThe gapped city

    186 EPLOGOLas huellas indelebles sobre la ciudadDoble proceso urbano: metpolis y cosmplisAlternativas a la uniformidad: ciudades sosteniblesConclusiones sobre Buenos AiresParticularidades de la huella sobre Buenos AiresDesafos y oportunidades para Buenos Aires

    204 BIBLIOGRAFA

  • Prlogo 76 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    PROLOGO

    La ciudad banalizada y la excepcionalidad portea.O sobre la banalidad de las tesis doctorales y la excepcionalidadde la obra de la arquitecta Zaida Mux. Jordi Borja

    Una tesis no es un ensayo, no es un texto digerible, no pretende ser una obrainnovadora o excitante. Una tesis no se publica como libro, por lo menos si sepretende que los posibles compradores lo compren y los potenciales lectoreslo lean. Las tesis se hacen para cumplir un anacrnico requisito acadmico,deben atenerse a los caprichos o intereses del director, no chocar con lasmanas de los miembros del tribunal, no dejar de cumplir ninguna de lasridculas normas tradicionales sobre marco terico, estado de la cuestin,metodologa, hiptesis, investigacin, verificacin, conclusiones Elresultado es pattico: aos de trabajo voluntarioso de los doctorandosproducen textos espeluznantes, cuya nica utilidad es permitir que elsusodicho acceda, al cabo de un tiempo prudencial, al grado de funcionariovitalicio que le permitir aplicar el mismo mtodo tortuoso a los candidatosfuturos, a integrarse en esta clase reproductiva del saber acadmico. En elmejor de los casos, el inmovilismo funcionarial y las limitacionespresupuestarias actuales impiden que se mantenga el flujo de la reproduccinampliada.

    Soy consciente de que no todas las tesis son intelectualmente innecesarias, nitodos los directores unos burcratas del saber pasteurizado. Las hayinnovadoras, brillantes, que asumen como una carga superflua o sobreaadida alformato tesis y que los autores convierten con cierta facilidad en algoestimulante para que la gente normal e interesada pueda leerlo con provecho.Hay directores que apoyan estos proyectos, y dan pistas, aunque raramentecuestionan el absurdo artefacto formal que debe envolverlos. Pero tambin haytesis peores que las tesis, amasijos de lecturas mal entendidas, de datosconfusos, de redacciones que agreden el sentido comn y de conclusionesarbitrarias, precipitadas o simplemente obvias. Las tesis, en resumen, si se me permite una afirmacin general, injusta para unos cuantos pero, a pesarde to-do, me temo que bastante cierta, son la banalizacin misma de la culturaacadmica.

    La autora de este libro, versin de su tesis de doctorado, me hizo lairresponsable propuesta de escribirle un prlogo. Por el afecto que le tengo,es buena gente y he trabajado con gusto y aprovechamiento con ella, miintencin fue negarme en redondo. El texto qued encima de la mesa, lomiraba a una desconfiada distancia, de vez en cuando, y me cuidaba muymucho de leerlo, puesto que considero que no aburrirse forma parte de losderechos humanos de cualquier persona que se respete. Un buen da, ladoctora Zaida Mux me invit a comer en su nueva casa, aceptinmediatamente, haba olvidado la tesis y deseaba compartir con ella y conJosep Maria Montaner algunas ideas sobre otros proyectos. No me quedabaotro remedio que escribir este prlogo, pues ella me lo recordinmediatamente, y tena demasiada hambre para renunciar al plato que meserva. Una vez comido, deba pagar con el prlogo. En fin, leer el texto y ahoracomentarlo para ustedes ha resultado ms divertido de lo que supona.

    No es una tesis, o no lo parece. No es ilegible, a pesar de las mltiples citas,ni innecesariamente sofisticado, como ocurre a veces con bastantesarquitectos que escriben, que o tienen un empacho de filosofa mal digerida otomaron de Le Corbusier o de Rem Koolhaas lo que stos no tienen: saberescribir. No es un ensayo, sino dos; adems, resultan interesantes y tiles.

    Comprendern que el hecho de que el texto que ahora se publica no sea unatesis no me preocupe lo ms mnimo. No hay una tesis nica, hay ideas. Nohay investigacin explcita, metodolgicamente correcta, hay aquello queinteresa de la investigacin, sus resultados, informaciones y argumentosvariados, polidricos, que forman un excitante mosaico de reflexiones sobre laciudad actual, sus arquitecturas y sus formas, y sobre los procesoseconmicos y culturales que estn en su base. No hay una conclusin nica,autosatisfecha de un rigor formal que es el resultado de un estreimientomental, sino conclusiones que abren caminos en vez de cerrarlos, caminospara andar hacia horizontes abiertos.

    No es un ensayo, son dos. El primero es una sntesis, con argumentos fuertes,con citas inteligentes, con frmulas originales. Se analizan los elementos queson comunes a las ciudades actuales, de Europa y de Amrica especialmente,y los procesos de globalizacin. Se describe la banalizacin de la arquitectura,su funcin meditica al servicio del voyeurismo de la arrogancia del poder, dela publicidad de las grandes empresas y del narcisismo de los divos de lafirma. Se contrapone la macdonaldizacin y disneylandizacin deproyectos urbanos ilusoriamente renovadores a la conveniencia de mantener ydesarrollar elementos de identidad, de que cada ciudad muestre su

  • Prlogo 98 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    diferencia en aras de su capacidad de atractivo global y de marcaremblemticamente el territorio para estructurar y cohesionar, tanto de unmodo simblico como fsico la ciudad metropolitana.

    Se establece una inteligente distincin entre la ciudad (real) metrpolis, conun poder atractivo a escala mundial, y el concepto de ciudad (virtual) global,que es una red de fragmentos de ciudades articulados en redes ms o menosmundializadas. Critica la tendencia a convertir la ciudad en un parquetemtico y el urbanismo que produce productos determinados por elmercado. Ironiza acerca de los nuevos monumentos de shoppings, centros deocio y gasolineras.

    Esta ciudad escenogrfica tiene otra cara: la de la exclusin social, la de lapobreza excluida contigua a la riqueza excluyente. El ocio no es igual paratodos. Para unos es placer, diversin, aventura, para otros, desocupacin ymarginacin, sin otra aventura que la supervivencia cotidiana.

    El segundo ensayo, centrado en la ciudad de Buenos Aires, es una aplicacinconcreta de los anlisis planteados en general; y algo ms. A partir de lasmejores investigaciones recientes sobre la capital portea, como las deAdrin Gorelik y Graciela Silvestri y de Eduardo Reese y Andrea Catenazzi, seexpone una certera sntesis sobre la ciudad que posee la mejor trama urbanade Amrica Latina, donde el dominio depredador del capitalismo financiero noha conseguido matar su extraordinaria vitalidad ciudadana. Sin embargo, dosprocesos paralelos han herido profundamente a la reina del Ro de la Plata.

    Por una parte, la pobreza que antes estaba presente en el conurbano, hainvadido ahora la ciudad. La debilidad de las polticas pblicas no hagarantizado siquiera el mantenimiento de la extraordinaria calidad de susespacios pblicos y de la mayora de sus equipamientos y edificiosemblemticos. Los servicios pblicos se han deteriorado, o privatizado, yahora slo estn disponibles para los sectores que pueden pagarlos. Lainseguridad ha aumentado en progresin geomtrica, o logartmica. Laprogresiva dolarizacin de la economa ha vuelto inaccesibles los crditoshipotecarios y la renovacin del parque de viviendas, en tanto que la demandasolvente se estrechaba. Slo el milagro debido a una ciudadana con un altogrado de iniciativa social y cultural ha mantenido el tono vital de la ciudad.

    El otro proceso, objeto de anlisis detallados por parte de Mux, se refiere alos Proyectos urbanos de calidad ostentosa, los vinculados a la mmesisglobalizadora y que producen los inevitables efectos duales, siendo, en

    cambio, muy discutibles sus efectos sobre la competitividad y la creacin deriqueza social. Se analizan las nuevas formas de crecimiento fragmentado delas periferias mediante los countries y, ms recientemente, los barrioscerrados, guetos propios de los miedos y los afanes de distincin de la clasealta y medio-alta, donde se rompe la continuidad ciudadana y se empobrece elespacio pblico como unificador del conjunto de la ciudad. La ciudad delmiedo es la otra cara de la desigualdad social; el espacio pblico no seidentifica con la democracia ciudadana, como corresponde a la mejor tradicinurbansitica, sino con el riesgo, el rechazo a los otros, a los pobres. Subrillante anlisis del marketing de estos productos urbanos hara rer si nofuera socialmente escandaloso e intelectualmente miserable.

    Asimismo, expone crticamente otros grandes proyectos, ms especficospero muy significativos de los productos urbanos propios del capitalismofinanciero global.

    La nueva ciudad del Tigre, Nordelta, proyecto ampuloso, al lmite delridculo, que se viste de ropajes ecolgicos para proponer un modelo(horrible) de vida de balneario suizo para las clases acomodadas que quierandesterritorializarse de la vida urbana. El fantstico delta de intenso usopopular inicia, as, su camino privatizador.

    La operacin del Mercado Central, el histrico Abasto, es, en cambio, unaoperacin integrada en el tejido histrico del centro de la ciudad, el barrio deGardel, zona de alta animacin comercial y de alta densidad residencial delas clases populares y medias. La lgica urbana de la sociedad que preside elfinanciero Soros, como demuestra la autora, no es muy distinta. El shoppingcon centenares de tiendas y actividades de ocio es un enclave que utiliza laescenografa fsica y simblica como una incitacin al consumo parasectores de ingresos ms altos que los del entorno social, cuya mirada sobreel antiguo Abasto no debe ser muy distinta que la que dirigen los habitantespobres del conurbano sobre los barrios cerrados y chic.

    El tren de la Costa es otra operacin caracterstica del urbanismo consumistaal servicio de los colectivos sociales solventes y de los intereses de lospromotores inmobiliarios. Una operacin valorizadora y desarrolladora delfrente litoral del norte de la ciudad, de la zona cualificada que ya fue objeto dela propuesta urbanstica del menemismo y que con el tren se extiende porlos municipios residenciales adyacentes a la ciudad de nivel alto y medio.Mientras esta iniciativa que en s puede considerarse graciosa pero que tieneun objetivo claramente especulativo y de escaso valor productivo, se

  • Prlogo 1110 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    consolida, el proyecto para el Sur, el gran desafo urbano que tiene la ciudaden su frente sur y el Riachuelo, que ofrece, en teora, una gran oportunidadpara el crecimiento econmico y urbano y para la generacin de riqueza y deempleo, permanece estancado, no ofrece beneficios privados inmediatos yexige una iniciativa pblica potente.

    No ocurre as en Puerto Madero, la operacin de renovacin urbana en el viejopuerto, una extraordinaria oportunidad de generar un rea de centralidad juntoal centro actual, 170 ha en una localizacin privilegiada, que permitan undesarrollo integral de equipamientos, oficinas y comercios, pero tambinviviendas con tipologas y poblaciones diversificadas. El primer plan, devocacin pblica y desarrollo progresivo y equilibrado, fue dejado de ladomediante la gestin por proyectos, lo cual ha llevado a crear un nuevo enclavepara yuppies, oficinas, comercios y restaurantes para minoras selectas,dejando a la mayora de la ciudadana reducida a meros voyeurs de unurbanismo presuntuoso que utiliza, evidentemente, la magnfica calidad de losviejos edificios portuarios y la belleza de unos espacios pblicos que hansido, hay que reconocerlo, rediseados con esmero y con una inteligentesimplicidad. La arquitecta Mux reconoce la ambigedad del proyecto y calificaacertadamente de arquitectura corporativa esta tentativa desobrecentralidad por medio de la acumulacin de edificios de oficinas deempresas multinacionales principalmente, o del capitalismo monopolista deEstado (la patria contratista), arquitecturas estruendosas formalmente, piezasaisladas que no buscan integrarse en el tejido urbano definido que tienen allado, y que slo se salvan por la calidad heredada del entorno del antiguopuerto.

    El trabajo de Zaida Mux termina con una conclusin abierta, lo cual es deagradecer si se tiene en cuenta el origen doctoral del mismo. Y no puede serde otra manera. El desafo al que se enfrenta hoy la cultura urbanstica eshacer ciudad en las periferias, en vez de multiplicar segmentos aislados yespecializados, solamente unidos por la red viaria. La autora criticaacertadamente las operaciones que expresan la sumisin de los poderespblicos (y de los profesionales) a los intereses capitalistas ms a cortoplazo, y las opone a la cualidad de la ciudad compacta y heterogneaproducida por la historia, esta historia que contiene el tiempo, incluso el de lacontemporaneidad. La cultura urbanstica sabe hacer ciudad sobre la ciudad y,por ello, Mux puede hacer una crtica a los proyectos urbanos en el tejidoexistente que contiene la alternativa. Pero lo que an no sabemos cmo haceres la ciudad metapolitana y, en este caso, la autora no nos engaa, nosofrece un anlisis crtico lcido, nos muestra los efectos dualizadores de los

    urbanismos dominantes y nos indica caminos para ir construyendo ideasglobales aplicables a estos nuevos territorios. Si plantear bien un problema esya proponer la mitad de su solucin, hay que reconocer que, incluso en estadimensin, hasta ahora poco elaborada por la cultura urbanstica, el trabajo dela arquitecta Mux es una aportacin interesante. En fin, la autora quedaabsuelta del pecado de haber utilizado una tesis para publicar un libro. Y sipecado hubiera, el esfuerzo de haber convertido una tesis en un libro que sehace leer, la librara de toda culpa. Pues el libro es una buena obra, en todoslos sentidos.

  • Introduccin 13

    INTRODUCCIN

    Arquitectura y globalizacin

    Empec este trabajo en 1998, cuando la palabra globalizacin comenzaba asonar en trminos masivos, sin que tuviera una acepcin clara. Fue a partirde las protestas de Seattle contra la Organizacin del Comercio Mundial(1999), cuando se hizo visible un malestar generalizado, que entiende que laspolticas econmicas productivas propugnadas desde la liberalizacin delcomercio, la eliminacin de fronteras productivas y comerciales aunque nopara los seres humanos y la eliminacin de los controles estatales para laregularizacin del trabajo provoca una desigualdad creciente. Las TIC(Tecnologas de la Informacin y Comunicacin) podran resultar muybeneficiosas para eliminar distancias y fronteras, pero aquellas protestaspusieron de manifiesto que, en la mayora de los casos, su aplicacin slo haservido al beneficio de unos pocos, que son cada vez menos, y a la exclusinde muchos.

    El tiempo transcurrido hasta hoy nos ha dejado ver que las denuncias contrael sistema instaurado de exclusiones crecientes se han convertido en unaconstante y en un frente ciudadano de lucha ante los grandes poderesfcticos. El reflejo de la globalizacin en las diferencias e injusticias quedaexpuesto claramente en las denuncias constantes de la esclavitud infantil, enla supresin de derechos laborales, en la destruccin de bienes naturales yculturales.

    Este libro constituye una afirmacin de que este modo de actuar va asociado auna forma de apropiacin del territorio, una forma de hacer ciudad y unaarquitectura propia. Es necesario revelar y conocer sus mecanismos paraentender cmo lo global hace desaparecer gradualmente lo local, en beneficiode sus intereses y con propuestas clonadas que se esparcen por todo elplaneta.

    El trabajo se realiza desde la conviccin de que ni los hechos arquitectnicos,ni menos an los hechos urbanos, se producen aislados de una realidadpoltica, social, econmica y tecnolgica. Para ello me baso en las premisasde la tradicin marxista: el efecto de las infraestructuras productivas yeconmicas sobre las formas de la ciudad y el territorio, tesis de Karl Marx yFriedrich Engels, que se han ido actualizando hasta las teoras de, entre otros,Aldo Rossi o David Harvey.

    Al modelo racionalista generado en la primera mitad del siglo XX con relacina la fase taylorista y fordista del capitalismo, le ha seguido el modelo de laciudad global, generado por la fase contempornea del capitalismoposindustrial o la globalizacin.

  • Introduccin 1514 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    A partir de estas premisas los mtodos de distintas disciplinas se cruzan enel libro: la crtica de arquitectura, la teora urbana y las ciencias sociales,especialmente la sociologa. Dicho punto de vista, en el que se anudanarquitectura, urbanismo y so-ciologa, comporta un anlisis indito de losproductos urbanos donde se prima el estudio de la arquitectura en serie, que,si en la anterior fase del capitalismo fueron las Siedlungen o los polgonos,ahora ha pasado a ser la arquitectura de los barrios cerrados y de los centroscomerciales. Todo ello conduce a una crtica neomarxista desde la que no sejuzga la arquitectura de autor, sino aquella que transforma cuantitativa ycualitativamente el territorio y los modos de vida. Aquella que conforma elhbitat urbano, que crea la ciudad futura y la conciencia de lo que la sociedaddesea, cmo quiere vivir y, por tanto, en su peso radica la importancia de suestudio, de intentar desvelar su discurso y sus modelos.

    El libro se estructura en una primera parte de aproximacin a la globalizacinen tanto que procesos econmicos y sociales que afectaron la vida y ladefinicin espacial urbana a finales del siglo XX. Entendiendo la globalizacincomo proceso que se caracteriza por tres aspectos:

    1. Dominio de la fuerza del mercado y las decisiones empresariales en unmundo-red con nodos principales, generando reas de privilegiofragmentadas en todo el planeta.1

    2. Descompromiso poltico con la realidad social, derivado de unconvencimiento de que la estrategia de mercado resuelve los problemasurbanos, enmascarando las diferencias sociales y la lucha de clases.2

    3. Cambio productivo que deriva en la primaca de la produccin de serviciosterciarios como fuente primordial de recursos urbanos y en lafestivalizacin de la vida urbana.3

    La segunda parte del libro se subdivide en otras tres que intentan determinarlas reas funcionales globales dentro de la ciudad:

    En las formas de habitar se demuestra que se ha provocado un quiebre en lahistoria urbana con la aparicin de ciudades fortificadas o cerradas, cuyosresultados urbanos y sociales son ya visibles en la dualidad, segregacin yabandono de la que son vctimas numerosas reas urbanas.

    La recualificacin urbana se produce a partir de espacios para el consumo,propuestos de modo ambiguo y cada vez ms predominantemente comoespacios para el tiempo libre, el ocio y el entretenimiento.

    Y la imagen ms internacional y tecnolgica de las ciudades es larecualificacin de grandes reas de infraestructuras urbanas en desuso parala instalacin de los smbolos corporativos de la globalizacin.

    He adoptado como posicin la interpretacin de la actualidad poniendo msnfasis en la crtica a estos fenmenos actuales que en el anlisis de susraces histricas.

    Ms all de cuestiones personales, aunque definitorias, la razn de laeleccin de Buenos Aires como objeto de estudio reside en el inters quetiene observar cmo afectan las dinmicas de la globalizacin a las ciudadessituadas en las periferias del sistema global. Los procesos de destruccin,disgregacin y pauperizacin de una parte de la ciudad y de sus habitantesque se produce simultneamente a la opulencia, la regeneracin y la riquezade otra parte de la ciudad y sus habitantes, representa un caso claro deestudio. En sociedades econmica, social y polticamente frgiles, los efectosnegativos y perversos de la situacin actual son ms exagerados y, por tanto,ms ntidos. Una prueba obvia fue la que se puso de manifiesto en la crisis definales de 2001 en Argentina, que deshizo el espejismo de los nmeros de lamacroeconoma.

    Por ello, propongo al lector que trace un juego de smiles y paralelismos sobresu propia realidad a partir de la que aqu se propone como ejemplo noexclusivo: Buenos Aires.

    Dentro de las semejanzas, la globalizacin y sus resultados arquitectnicosno son iguales en todo el mundo. Se podran considerar tres grandes grupos omodos de adaptacin: Estados Unidos como generador de los modelos;Europa como lugar donde la implantacin de estos modelos se matiza ysosiega por la historia, la conciencia crtica de la sociedad y el peso de latradicin, o la inercia de una sociedad tradicional; y, por ltimo, Asia, frica yAmrica, al sur del Ro Grande, donde la rplica del modelo no encuentramayores trabas, se busca lo parecido y la identidad con imgenes de PrimerMundo, en la creencia de que, as, se es parte del planeta privilegiado. Noidentificar lo local y los hechos diferenciales, ni tampoco buscar sus propiosmecanismos de ingreso en las nuevas pautas econmicopolticas, haprovocado un ahondamiento en la segregacin y la desigualdad de todas lassociedades, especialmente en las del Tercer Mundo.

    La globalizacin o mundializacin es fundamentalmente un procesoeconmico, productivo y tecnolgico que, como tal, influye en todos los

  • Introduccin 1716 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    mbitos de la accin humana, transforman los modos de producir y, con ello,los valores ticos y morales; los cambios que genera no quedan circunscritosa una esfera etrea y amorfa. Las formas siempre transmiten valores, y laesttica, por lo tanto, es tambin una tica. Los nuevos valores tienen diversasrepresentaciones formales e intervienen en la construccin de la ciudad. Laciudad es el espejo material de las circunstancias sociales, polticas yeconmicas. La arquitectura de la globalizacin tiene una identidad difusa, suubicuidad no la arraiga ni relaciona con ningn lugar. Una arquitectura conuna imagen tan limpia, esterilizada y transparente que no parece real, sinoajena a este mundo. Una perfeccin de maqueta hiperreal que ayuda aldistanciamiento del lugar.

    La globalizacin de la economa, la produccin y la comunicacin tiene clarasconfiguraciones urbanas, cuyas imgenes y funciones se imponen a realidadesy situaciones diversas. De esta forma de hacer podemos deducir que laconstruccin de la ciudad se considera otro producto global, que ha dejado deser competencia de los gobiernos locales para ser pensada por gruposempresariales a travs de operaciones a gran escala. Consiste en unaarquitectura y una manera de hacer ciudad cuyo modelo es el que ha utilizadola sociedad norteamericana para construir su identidad, su tradicin y suhistoria. El proceso no es automtico, ni inicialmente literal, pero poco a pocose toman los modelos de produccin, de apropiacin del territorio y decreacin basados en la pura imagen.

    En Estados Unidos, la cultura de usar-y-tirar y del simulacro se encuentraarraigada, le es propia y, por tanto, se la considera real. El simulacro en laconstruccin de su historia y de su entorno es una constante: un edificiopuede ser gtico o renacentista simplemente por una cuestin de piel, deimagen, independientemente que haya sido construido en el siglo XIX o XX, enotra realidad y con otra tecnologa. El tiempo y el lugar pierden sentido cuandoel mundo se resume en formas sin referente.

    La escenificacin de su propia historia se explica por la influencia del relatocinematogrfico en la construccin del imaginario colectivo. El cine hagenerado no slo mitos, sino que ha significado la construccin de lahistoria y de la identidad a travs de un decorado. De esta manera seconforma una sociedad de la imagen que necesita ver para creer que algoha ocurrido. As, en la colonia Williamsburg se escenifica la vida diaria delos habitantes en los aos cercanos a la independencia (1776). La coloniaWilliamsburg como icono histrico se remonta a la dcada de 1930, cuandoRockefeller compr y restaur el pueblo. A partir de entonces, los Colonia Williamsburg.

  • Introduccin 1918 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    trabajadores-habitantes de la colonia realizan sus actividades,generalmente comerciales, vestidos como si vivieran en el siglo XVIII. Estedecorado simblicamente histrico otorga autoridad moral al lugar asrepresentado, aunque para ello se haya recurrido a banalizar el original. EnCoral Gables, Miami, la piscina remedo del Ponte Rialto de Venecia y unafalsa Giralda de Sevilla asomando entre los rboles ofrecen el avalhistrico a un barrio de principios del siglo XX que, de ese modo, pasa aser valioso. Propuestas escenogrficas de este tipo pretenden resumir elideal de conjugar ventajas de la modernidad sin renunciar a la historia. Lahistoria como simulacin de ella misma se considera verdadera y, por tanto,vlida para semantizar el nuevo proyecto. La eliminacin de unaconcordancia de tiempo y lugar para la autenticidad o veracidad de lasformas construye un presente basado en la suma de fragmentos, cuya nicarelacin es la aleatoriedad y el azar escenogrfico.

    Si en su propuesta para Epcot Walt Disney pretenda imaginar y extender laidea de la ciudad del futuro, en un simulacro de lo por venir, en la coloniaWilliamsburg encontramos la historia representada. En ambos casos, pasadoy futuro pretenden transformarse en reales, existir como realidad, y formar,as, memorias, conductas y deseos. La colonia Williamsburg es, por tanto, unejemplo que muestra que ya no es suficiente ver la historia a travs de unapantalla, sino que hay que vivirla y experimentarla.

    Las reconstrucciones naturales e histricas son cada vez ms popularesentre el pblico que ya ha superado la etapa de los parques temticos al estiloDisneylandia. Williamsburg, en Virginia, es una elegante reproduccin de unpueblo sureo de los tiempos de la Revolucin []. Esta autenticidadescenificada se est convirtiendo en norma en muchos lugares de EstadosUnidos.4

    La dominacin de la naturaleza y de cualquier imprevisto, el no riesgo, y lanecesidad de sentirse contenidos por un espacio previsible y sin diferenciasson caractersticas sociales que tambin definen la arquitectura que seproduce y se propaga.

    Si en Europa se pueden encontrar ejemplos donde no todo se mide de unmodo inmediato y monetario, es debido al peso especfico de la sociedad,ms exigente y crtica, que logra resultados tanto arquitectnicos comourbanos de ms calidad. Sin embargo, sera ingenuo pretender que todo esejemplar. Sobran los casos negativos de museificacin y topificacinturstica de centros urbanos como Venecia y, ms recientemente, Praga, Coral Gables, Miami.

  • Introduccin 2120 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    como tambin el crecimiento de la ciudad dispersa y suburbial basada enreas funcionales segregadas y redes para el transporte privado. Entre loscasos ms positivos cabe sealar la recuperacin para uso comunitario dereas degradadas o de fbricas obsoletas, como es el ejemplo en la cuencadel Ruhr de la IBA (Internationale Bauausstellung Emscher Park, 1989) quedemuestra que la nica salida no es aquella que marca la relacinempresarial de coste-beneficio, sino que es posible responder al tiempo y ala sociedad actual sin recurrir a la escenografa. El contenido no es elsimulacro de una historia deseada y supuesta, sino una propuesta queconcuerda con los tiempos y las necesidades reales de una regin que seencontrara en retroceso econmico si no fuera por decisiones polticas apartir de las cuales es posible transformar positivamente un proceso dedecadencia. Espacios que anan propuestas arquitectnicas y concienciaecolgica.

    En los ncleos de concentracin de riquezas de Asia, frica y Amrica Latina yconsiderando que cada pas tiene sus peculiaridades y diferencias, se hacenms manifiestas las nuevas maneras de representacin de la dualidad social yeconmica. Las fuerzas divergentes de las finanzas sobre la ciudad se muestranms dainas y exageradas.

    En Amrica Latina, la experimentacin de cada nueva prctica urbana yarquitectnica que aparece en el panorama occidental forma parte de suhistoria; los restos inacabados del laboratorio americano5 van quedandocomo palimpsestos sobre la trama urbana. Contemporneamente, seconvierte tambin en escenario de dos opuestos de difcil conciliacin y Cuenca del Ruhr de la IBA (Internationale Bauausstellung Emscher Park, 1989)

  • Introduccin 2322 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    de fuerzas desiguales. Por un lado, el inters comn, el intento derecuperar la ciudad, el tejido urbano, social y productivo; y, por el otro, lossectores ms mercantilistas de la sociedad del laissez faire, que tomanuna actitud negativa, destructiva y vampirizadora frente a lo colectivo ya la ciudad.

    La aplicacin de los modelos arquitectnicos se contamina de lo local dediferentes modos: en las viviendas, en los centros comerciales o en losedificios corporativos. Contaminaciones o injerencias que tienen que ver conreutilizaciones de edificios existentes como referencias, y con las trabasconstructivas, tecnolgicas, econmicas o normativas que impiden odificultan la implantacin exacta de productos acabados. De todas maneras,en las ciudades del Tercer Mundo predominan cada vez ms los proyectosque se fabrican en estudios de arquitectura estadounidenses y que, alllegar al pas de implantacin, sufren una suerte de traduccin. Gracias adichas trabas, el papel que les queda a los profesionales locales en laconstruccin de esta nueva forma urbana es el de traductores de planos ynormas.

    Segn este modelo de autentificacin meditica, hemos llegado a la actualevidencia de que, para que algo exista tenga que pasar por los medios decomunicacin de masas, preferentemente la televisin y el cine. Esta culturameditica ha encontrado en la nostalgia el elemento perfecto para su modeloarquitectnico residencial, en correspondencia con la idea de que el pasadosiempre fue mejor.

    La eterna desilusin por el paraso perdido se transforma en la aoranza deuna idealizada ciudad del pasado, tranquila, humana y sin temores, que hallevado a que muchas pretendidas recuperaciones sean slo una ficcin decartn piedra. Un simulacro que se instala para convertirse en realidad; unabsqueda de ciudades de iguales, de casas nostlgicas, de espacioscontrolados que separan al extrao, al otro, que se convierte en elementopeligroso. En el reconocimiento del otro puede haber diferentes yambiguas definiciones, desde cuestiones econmicas, tnicas, culturales ysociales. Lo que, sin embargo, es fundamental e inequvoco es que quien niposee ni consume es el otro, y es el peligroso.

    La propuesta genrica es vivir en una burbuja que adquiere variadas formasy usos pero que, bsicamente, consiste en espacios simulados y protegidos.La apariencia de lo que se quiere ser y la tecnologa aplicada al control.

  • 24 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    NOTAS

    1 Sassen, Saskia, La ciudad global: Nueva York, Londres, Tokio, Eudeba, Buenos Aires,1999; Castells, Manuel, La ciudad informacional. Tecnologas de la informacin,reestructuracin econmica y el proceso urbano regional, Alianza Editorial, 1995.2 Navarro, Vicen, Globalizacin econmica, poder poltico y estado del bienestar, Ariel,Barcelona, 2000.3 Hannigan, John, Fantasy City, Pleasure and Profit in the Postmodern Metropolis,Routledge, Londres/Nueva York, 1998.4 Rifkin, Jeremy, La era del acceso. La revolucin de la nueva economa, Paids Ibrica,Barcelona, 2000.5 Fernndez, Roberto, El laboratorio americano. Arquitectura, geocultura y regionalismo,Editorial Biblioteca Nueva, Madrid, 1998.

  • I. Gobalizacin econmica y ciudad 27

    1. GLOBALIZACINECONMICA Y CIUDAD

    En la ltima dcada del siglo XX, la nueva situacin tecnolgica y econmicaha transformado la estructuracin sociopoltica a escala mundial,caracterizada por la disolucin de las fronteras y los controles de los Estados,a favor de la autonoma de las empresas multinacionales, cuyas estrategiascomerciales y econmicas incidirn fuertemente en las realidades urbanas.Esta situacin ha conducido a pugnas entre las ciudades para conseguirocupar un lugar en las nuevas redes de produccin y, en consecuencia, laciudad se presenta como si de un individuo aislado se tratara, contradiciendo,por tanto, la idea de red como estructura de funcionamiento.

    Las estructuras econmicas dominantes desde la revolucin industrial en1750 hasta mediados del siglo XX, estaban determinadas por la capacidad deproduccin de un pas, de su producto elaborado. Una primera etapa deglobalizacin de los transportes permiti que los excedentes de produccininundasen mercados no productivos. Posteriormente, ha permitido ladescentralizacin de la produccin en funcin de los costes de la mano deobra y de los impuestos. Si bien en un primer momento de este procesoeconmico los principales pases productores generaron leyes protectoraspara mantener la produccin en su territorio, el tiempo y el desarrollo de lascomunicaciones informatizadas han demostrado que el poder est en laconduccin de los procesos de produccin, con el mantenimiento de lassedes emblemticas de las empresas, y no en la produccin. Desde elcentro de control se conceptualiza el producto, se crean las ideas y lasimgenes, que son lo que realmente se compra y se vende en la nuevaeconoma. La produccin se segmenta por todo el planeta, all donde lascondiciones laborales sean ms propicias para obtener beneficiosindustriales.

    Nike vende conceptos. La empresa establece contratos con fabricantesannimos del sureste asitico para que produzcan la forma fsica de susconceptos. Esta nueva forma de hacer los negocios en el estilo red,destacando el hecho de que son los proveedores sin nombre quienes, dehecho, producen los productos fsicos, que, en determinadas ocasiones,puede suponer la explotacin de los trabajadores.1

    Segn el discurso de la globalizacin, actualmente el poder econmico de unaciudad radica en la produccin no tradicional de conceptos e ideas que sereflejan en las tecnologas de la informacin y en los servicios que stasnecesitan: finanzas, seguros, publicidad y marketing. Como resultado, el lugarproductivo de la ciudad es la terciarizacin de su economa que, en la mayorade los casos queda reducida a servicios de servidumbre y deja, de un modo

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    Nike vende conceptos

    Cartel en defensa de laconservacin de puestos de trabajoen EEUU frente a la competencia de China.

    muy peligroso, la produccin de bienes en manos de unos pocos productoresmundiales.

    Los avances en el sistema productivo, facilitados por la mejora en los mediosde transporte, la informtica y las telecomunicaciones, proveen losmecanismos necesarios para cambiar la manera de producir objetos deconsumo: de una masificacin indiferenciada de produccin territorializada auna masificacin diferenciada de produccin desterritorializada. La lejana dellugar de produccin respecto al del consumo facilita la falta de concienciasocial, al tiempo que las campaas de publicidad se encargan de generarnecesidades globales. Este modelo de produccin no tiene en cuenta el costede la sostenibilidad del planeta, y el expolio de bienes naturales y humanos seproduce en lugares tan alejados del consumidor final que ste no llega a tenerconciencia de la existencia de estos procesos destructivos.

    Bajo la imagen de pluralidad en la oferta de bienes de consumo se escondeuna esquematizacin social a escala planetaria. La reduccin de losproductores y la ampliacin del mercado permite generar la ilusin depluralidad en la oferta. Grandes proyectos de marketing y propaganda dominanla voluntad social a nivel mundial, sin que importe que se dirijan a sociedadesde orgenes y momentos culturales e histricos diversos y distintos.

    La dispersin territorial que permiten los nuevos medios hace necesario queexistan lugares centrales y emblemticos desde donde dirigir las operaciones.En esto consiste el papel de las ciudades globales: intentar alcanzar el rangode ciudad de comando ha significado la aparicin de estrategias-espectculo para lograr su posicionamiento dentro de esta estructuraeconmica global. El desafo consiste en encontrar, potenciar y desarrollar el papel de cadaciudad en el contexto de la globalizacin. Por ello, al tiempo que las ciudadesintentan mantener identidades locales como seas particulares, tambinpugnan por atraer la atencin de lo global. Cada ciudad busca su singularidaddiferencial, tratando de acaparar la mayor variedad de ofertas en negocio, ocioy comercio, y as lograr una posicin de supremaca. Paradjicamente, labsqueda de atractivos para conseguir las inversiones globales ha provocadoque, en muchos aspectos, las ciudades se asemejen cada vez ms y pierdansus peculiaridades, poblndose de iconos de la modernidad global.

    La ciudad conectada se convierte en emblema de su posicionamiento: estpresente en los medios de comunicacin y tiene conexiones en la red deflujos. Es aqu donde la ciudad vuelve a cumplir un papel fundamental en la

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    organizacin espacial del mundo, frente a todos los discursos quepresagiaban el fin de la ciudad, vaciada de contenido y razn de ser comoresultado de la comunicacin, el trabajo y el acceso al mundo a travs de losordenadores y los sistemas informticos que posibilitan y favorecen ladispersin.2 El fin de la ciudad del encuentro real, en beneficio de suhomnima virtual, ha quedado para la ciencia ficcin. Sin embargo, no son lasciudades en su totalidad las que se integran en la megaestructura o tejidoplanetario invisible, sino determinadas zonas de las mismas; es, en esteaspecto, que puede considerarse que se produce una desaparicin de laciudad real en beneficio de la ciudad virtual conectada.

    Segn Saskia Sassen,3 existen ciudades principales dentro de este nuevojuego por el poder, ciudades que tienen en su territorio una mayorconcentracin de empresas dedicadas a la informacin y a las finanzas, unidoa los servicios adyacentes a estas actividades principales, como son losseguros, las empresas de comunicacin y marketing. Por tanto, las ciudadesglobales son lugares clave para el desarrollo de los servicios avanzados queprecisan de las telecomunicaciones para implementar y dirigir las operacionesde una economa global. En ellas se concentran las sedes de las principalesempresas, y las de aquellas que generan los servicios imprescindibles para eldesarrollo de los sistemas operativos que permiten la existencia de un centro

  • I. Gobalizacin econmica y ciudad 3332 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    de comando nico. El crecimiento de los fondos de inversin internacional ylos movimientos de la bolsa ha comportado un aumento de recursosfinancieros y servicios en las principales ciudades.

    Se establece un nuevo marco de relacin para las ciudades la pertenencia ono a la red global, independientemente de su contexto territorial y nacional.La red es una estructura cambiante de relaciones informatizadas quepermiten la determinacin de la actividad desde la lejana y la accinsimultnea de protagonistas alejados en el espacio, comunicados einteractuando en tiempo real. Una estructura no visible que est formada,principalmente, por las relaciones creadas entre las empresas.

    Esta estructura en red, formada por las reas globales interiores de lasciudades se inserta, a su vez, en diferentes marcos de accin regionales, elprimer punto en donde las ciudades deben ganar supremaca para luegoacceder a una competencia global. Estos marcos regionales estndeterminados por acuerdos econmicos, comerciales y productivos que creannuevas uniones territoriales, como la Unin Europea, Mercosur, NAFTA.Curiosamente, al tiempo que los estados-nacin pierden peso, se consolidansuperestructuras que estn basadas, principalmente, en acuerdos econmicosy comerciales. Este proceso modifica tambin las relaciones sociales en lasciudades y provocan un mayor distanciamiento entre sectores dentro de laspropias ciudades: entre los conectados con la economa global y los que no loestn. Los derechos civiles desaparecen y dejan paso a relaciones que estnmarcadas por contratos mercantiles y a la aparicin de espacios de la vidaurbana privatizados.

    Los valores de las esferas poltica y cultural se han ido mercantilizandoprogresivamente, y han sido arrastrados hacia la esfera econmica.

    Los conceptos de participacin democrtica y derechos individuales setrasladaron con xito al mercado, donde renacieron en forma de soberana yderechos del consumidor. Para millones de estadounidenses, los derechos decomprar y poseer se han convertido en expresiones de la libertad individualmucho ms significativas que acudir a las urnas a ejercer su derecho alvoto.4

    Las fuertes desigualdades territoriales y sociales que ha generado la improntade la globalizacin en la determinacin formal de la ciudad, hacen que, anhoy, las palabras que escribiera Nicols Maquiavelo en El Prncipe resultenactuales: Singularidad diferencial: tratando de acaparar la mayor variedad de ofertas en negocio, ocio ycomercio, y as lograr una posicin de supremaca.

  • I. Gobalizacin econmica y ciudad 3534 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    El que se hace seor de una ciudad acostumbrada a vivir libre, y nodescompone su rgimen, debe contar l mismo con ser derrocado por ella.Para justificar semejante ciudad su rebelin, tendr el nombre de la libertad, yde sus antiguas leyes, cuyo hbito no podrn hacerle perder nunca el tiemponi los beneficios del conquistador. Por ms que se haga [], si no se desuneny dispersan sus habitantes no olvidar ella nunca aquel nombre de libertad nisus particulares estatutos []. Pero cuando las ciudades o las provinciasestn habituadas a vivir bajo la influencia de un prncipe, como estnhabituadas por una parte a obedecer y por otra carecen de su antiguo seor;no concuerdan los ciudadanos para elegir otro nuevo; y no sabiendo vivirlibres son ms tardos en tomar las armas. Se puede conquistarlos(especialmente cuando se dice que se traen la libertad y la igualdad al pueblo)con ms facilidad y asegurar la posesin suya.5

    CIUDAD DENTRO DE LA CIUDAD

    La ciudad global no es nica, ni tampoco un grupo de ciudades, sino que sonfragmentos interiores en diferentes ciudades especialmente biencomunicados, tanto real como virtualmente, con las otras reas globales. Eneste sentido, la ciudad global es una ciudad virtual en tanto que se constituyea partir de reas separadas en el espacio fsico pero unidas en el espacio dela comunicacin y los flujos.

    En la dcada de 1970, la cultura arquitectnica europea plante discursos derecuperacin de la ciudad como espacio pblico lugar de encuentro ycreador de sentido, frente a la ciudad dividida en reas funcionalespromovida por el movimiento moderno. En la misma poca, ciudades comoBaltimore o Boston afrontaron la recuperacin de las reas funcionalmenteobsoletas de sus puertos para convertirlas en espacios de entretenimiento,esto es, de ocio y de consumo.

    La crisis econmica de principios de la dcada de 1980 hizo posible que lasciudades se presentaran como tbulas rasas para la implantacin de losemblemas de nuevos flujos de capital. La decadencia funcional de lasinfraestructuras de transporte y de produccin situadas en reas centrales,con el consiguiente deterioro econmico y social, fue el detonante deimportantes transformaciones urbanas: los centros que recuperan yescenifican la historia de la ciudad, los suburbios utpicos y sedados, losparques temticos de ocio y consumo, los edificios corporativos y las redes de

    Parques temticos de ocio y consumo

    Suburbios utpicos y sedados

  • I. Gobalizacin econmica y ciudad 3736 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    comunicacin, desde aeropuertos a autopistas, configuran una ciudadsegmentada, fragmentada y sin identidad propia.

    En la mayora de las intervenciones, el modelo que ha tenido mayor fortunaha sido el de la recuperacin escenogrfica y consumista, y ha sido aplicadotanto a los puertos como a la interpretacin de la ciudad como decoradohistrico para las industrias globales. Los emblemas urbanos para captar laatencin se programan de espaldas a la ciudad y a la ciudadana, en unnuevo ajuste de fuerzas donde los gobiernos de las ciudades han dejado queotros las piensen por ellos. La ciudad se entiende, simplemente, como unnegocio o una mercanca, y no como un complejo producto social, poltico yeconmico.

    La ciudad es el lugar de la interaccin de flujos y en la ciudad de laglobalizacin se exacerba la importancia de un tipo de corriente especfica.La mejora de las infraestructuras para los flujos de comunicacin y deinformacin se realiza bajo la presin de un mayor flujo econmico y laboralall donde confluyan las telecomunicaciones, las autopistas digitales y realesy las estaciones multimodales. Las infraestructuras se piensan y seentienden desde una macroescala que slo considera la velocidad y larapidez como virtudes, pero que se alejan de la cotidianidad urbana. Lascifras de previsin futura para el aprovechamiento de unas tecnologas querpidamente quedan obsoletas, el consumo irrecuperable de territorio y laprdida de la capacidad productiva en el mbito local son nmeros que nointervienen en la ecuacin de las grandes infraestructuras, gastos que sepresentan como imprescindibles de cara a la modernizacin de una ciudadcuando benefician principalmente el rpido movimiento de los flujos decapital. Las ganancias que estas inversiones revierten en la ciudad no estnrealmente comprobadas, pues consisten en grandes inversiones pblicasque sirven para desarrollar intereses sectoriales, sin extrapolarsuficientemente la relacin entre el gasto en infraestructuras y el resultadoeconmico real para la ciudad.

    La expansin planificada por Disneylandia para el prximo milenio agotarmillones de dlares de los fondos locales y del Estado para desarrollarinfraestructuras y autopistas que permitan que el parque sea ms accesiblepara los visitantes y, por consiguiente, ms lucrativo para Disney. A raz dellevantamiento de 1992, es difcil dejarse de preguntar qu hubiera sido elSouth Central de Los ngeles con un paquete de medidas financierascomparablemente tan lujosas provenientes del Estado, la ciudad y elcondado.6

    Tal como sostienen los defensores de un crecimiento sostenible, en laecuacin de ganancias debe entrar el capital natural irrecuperable, que sepierde en cada expansin sobre el territorio realizado sin una previsin realdel impacto natural, social y econmico. Si se llevan a cabo las inversiones aescala global de la ciudad, olvidando y relegando las inversiones pblicaspara la sociedad local, peligrar la cohesin social con el consiguienteaumento de la poblacin excluida y el peligro de producir el efecto inverso delque se desea: no resultar competitiva ni apetecible para las inversionesglobales de primera lnea.

    LA ARQUITECTURA COMO RECLAMO PUBLICITARIO

    La ciudad ha sido y es un collage, una entidad que adquiere nuevo sentidomediante la adicin de cada poca. La ciudad no es una unidad cerrada en smisma, ni tampoco un concatenado de fragmentos inconexos.

    Sin embargo, la repercusin de estos nuevos intereses econmicos yemblemticos sobre la estructura urbana provoca una ciudad formada porfragmentos; no una ciudad collage que forma un todo, sino una ciudad creadasobre la base de partes independientes regidas por los intereses del mercado.La ciudad como superposicin de fragmentos seleccionados por el mercado noes ms que una aglomeracin de partes que se quieren diferentes y que nobuscan formar una entidad nueva, clara o reconocible. Las diferencias entre losfragmentos son meras apariencias, ya que todos se han seleccionado a partirde un mismo discurso y de una misma lgica: la vida es consumo y el ciudadanoha cambiado su estatuto y derecho civil por uno comercial, el del consumidor.Cada fragmento es autnomo y sin relacin entre s, como mnadas.

    No hay una concepcin de ciudad en conjunto, con todos sus problemas ydificultades, sino que se segregan reas a resucitar. Las pautas de losnuevos centros neurlgicos no son exclusivamente geogrficas o generalesrespecto a la ciudad, sino que estn marcadas por diferentes intereses yvalores que pertenecen a lo global:

    ACCESIBILIDAD: permite incorporar zonas, no necesariamente urbanas, peros especialmente cualificadas, al quedar en el radio de influencia del trazado deuna va rpida de comunicacin. Se trata de comunicaciones en sentido amplio,de comunicacin virtual y real, de cables y vas, de satlites y pistas, deaccesibilidad vial rpida, y de buenas conexiones con otros territorios (trenes

  • I. Gobalizacin econmica y ciudad 3938 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    de alta velocidad, aeropuer-tos y puertos); todos ellos elementos decualificacin. Estos espacios de hiperconectividad son las reas globales de laciudad, nuevos centros parciales y monofuncionales, terminados de configurarpor la accesibilidad en vehculos individuales.

    IMAGEN: tiene dos vertientes, la nostlgica y la tecnolgica. La primeraconsiste en la nostalgia histrica como valor de cambio, ya sea en lareutilizacin y recuperacin de reas histricas para nuevos usos de ocio oempresarial, de modo que lo preexistente se transforma en la imagen de lasnuevas relaciones y se mercantiliza la memoria; como ha sucedido con losDocks de Londres, el barrio de Tribecca en Nueva York, Puerto Madero enBuenos Aires. Un caso extremo es el centro his-trico barroco de Praga,convertida en una rmora artificial de s misma llena de hoteles de cadenasinternacionales, restaurantes de comida rpida y tiendas de marcas de moda,slo franquicias mundiales que eliminan las rugosidades,7 las diferencias y, endefinitiva, la realidad. O a travs de la creacin escenogrfica de espacios conhistoria o tradicionales que se aplican generalmente al habitar segregado,desde las ciudades propuestas por el new urbanism hasta los resorts, quepretenden resumir la realidad del lugar en unos cuantos tpicos.

    La otra vertiente es la imagen de la hipertecnologa, la transparencia y losedificios inteligentes, vinculada generalmente a las firmas del star systemarquitectnico, por tanto, validado por la crtica, es decir, ms difcil dedesenmascarar.

    EMBLEMA: elementos con el suficiente prestigio como para transformarse enelementos dinamizadores del entorno, haciendo posible la aglutinacin de unaserie de empresas a su alrededor, como puede ser la existencia de un centrode investigacin o una universidad; como en el caso de Sillicon Valley. Aunquetambin en casos ms banales, la aparicin de un parque temtico generatoda una actividad urbanizadora la verdadera fuente del negocio y elatractivo para la inversin terciaria, como el caso fundador y emblemticode la instalacin en Arnheim de Disneylandia en 1955.

    Estos tres aspectos accesibilidad, imagen y emblema funcionan comodinamizadores urbanos de mercado. Por lo tanto, la ciudad en su totalidad noimporta, sino que se escoge la parte que resulta rentable para los interesessectoriales.

    Se valorizan y recuperan reas urbanas de un modo sectario, tanto por lalocalizacin como por el usuario, lo cual implica que las clases con menores

    Una ciudad formada por fragmentos: Valla publicitaria del proyecto de reforma de la Calle 42,Nueva York, 2000

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    recursos sean expulsadas hacia la periferia interior y exterior. Periferia entanto que espacio que carece de calidad urbana. Se fomentan as una serie derelaciones urbanas de privilegio, donde determinados trabajos,entretenimientos y residencias disfrutan y poseen el espacio urbanorecuperado en exclusiva.

    La determinacin del espacio pblico y de la forma urbana depende cada vezms de la inversin privada, del movimiento del flujo del capital. La lgica delbeneficio del productor que genera consumo incesantemente y que loconvierte todo en objeto de usar-y-tirar tambin ha llegado a la arquitectura yla ciudad. Su carcter efmero es, tal vez, el comn denominador de toda laproduccin arquitectnica actual y, como todo objeto de consumo, loimportante es el impacto que genera fundamentalmente como novedad. En ellibro Mutaciones, Rem Koolhaas describe el Delta del ro Perlas (DRP) comola encarnacin de la ciudad futura, ya presente, marcado por el cambioconstante de las funciones de los edificios:

    Reconversin permanente. No hay un estado final, slo una mutacin de unacondicin a otra. En Europa podra pasar lo mismo muy pronto, y la ilusin deque una arquitectura alcanzar alguna vez su finalizacin, probablemente seevaporar en los prximos veinte aos [], misterioso, casi siniestro,pronstico [].

    Los rtulos son la encarnacin ms tangible que estos proyectos podrnalcanzar jams.8

    El cambio constante como motor hace casi imposible la realizacin de planesurbanos prolongados, pues el objetivo es realizar un esquema urbano yarquitectnico lo suficientemente maleable o indefinido para que puedamodificarse segn las necesidades cambiantes del mercado.

    La bsqueda de inversores se refleja en la pugna entre las ciudades y suarquitectura, que juega un papel protagonista en tanto que representacin delpoder local. El papel de los edificios como publicidad queda explicitado en lairrupcin, a lo largo de la ltima dcada del siglo XX, de una serie decontenedores emblemticos de esta nueva situacin, cuya funcin esconvertirse en smbolo exterior y visible de la modernidad, vitalidad,posibilidades y futuro de la ciudad. Una imagen plausible de ser incorporada como un icono del marketing y la estrategia comercial parala ciudad. Para asegurar su efecto, la eleccin del arquitecto tambin se realizaen funcin de su impacto meditico. La mayor difusin la alcanzan las obras de

    arquitectos forneos, lo cual ha convertido a un elegido grupo de arquitectosdel star system en un grupo de viajantes de la globalizacin, que venden susello al mejor postor.

    El impacto de la novedad como base para construir ciudades es muy dbil.Una vez pasada la fuerza del momento inicial, es necesaria una nuevainvencin para que la ciudad siga estando viva segn estos parmetros deconsumo.

    Los mtodos de la ciudad global para intervenir en la ciudad preexistente ladisuelven, la construyen como nodos de una red, conectados por cablesinvisibles, aislados de su realidad prxima. Sus espacios son productos quese exhiben de un modo disperso, sin necesidad del lugar; es ms, el lugar es

    La homogeneidad urbana evidenciada en un anuncio publicitario

  • I. Gobalizacin econmica y ciudad 4342 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    rechazado como diferenciador. Un barrio cerrado o fortificado tiene lmitesinfranqueables; el centro de ocio y consumo tiene accesos dificultosos parael peatn; el edificio corporativo se eleva sobre sus vecinos. A todo esto se leaade, como denominadores comunes, la vigilancia, el acceso en vehculoprivado, el conocimiento de cdigos de conducta y apariencia. Aquello quequeda fuera de esta red invisible es la ciudad que se deteriora y se abandona,dando la razn al discurso del peligro de la ciudad, del peligro del otro: laciudad es el lugar donde residen y sobreviven los no conectados.

    Las ciudades y regiones a finales del siglo XX [] son [] multitnicas,multirraciales, mltiples. La diversidad cultural que est emergiendo como unacaracterstica distintiva de las nuevas ciudades globales produce tambinaquello que denomino como un nuevo desorden mundial. La ciudad o reginmulticultural es percibida por muchos como una amenaza ms que como unaoportunidad. La amenaza es mltiple: psicolgica, econmica, religiosa ycultural. Es una complicada experiencia del miedo al otro, el miedo a laprdida del trabajo, el miedo a que la manera de vivir sea erosionada, miedo alcambio en s mismo. Estos miedos producen grados crecientes de ansiedad yde violencia sobre los que son diferentes []. Creo que estos miedosconstituyen una amenaza tan importante para la futura estabilidad de nuestrasciudades y regiones como la, mucho ms discutida, de las fuerzaseconmicas.9

    Este miedo se hace visible en las formas urbanas de la exclusin que seniegan a enfrentar el conflicto, postergando el dilogo y la solucin de losproblemas de la ciudad real. La ciudad generada sobre la base deextirpaciones de partes sanas y enfermas mediante su segregacin, no hacesino aumentar los problemas y las dificultades. La ciudad de las reasglobales es un futuro posible slo para los incluidos.

    LA GLOBALIZACIN INSTALADA EN BUENOS AIRES

    A las circunstancias globales de crisis econmica y de cambios productivosde principios de la dcada de 1980, se agrega en Buenos Aires el final de losperodos de dictadura que, de manera intermitente pero mayoritaria,gobernaron el pas durante cincuenta aos (1932-1982). El difcil retorno a lademocracia; los graves problemas heredados, fundamentalmente en el campode los derechos humanos y de la economa; la necesidad propia y ajena derenovar el marco legal y las atribuciones de los diferentes niveles de gobierno,

    son caractersticas internas que se aaden a los de la globalizacin comofenmeno mundial genrico.

    Las fuertes disfunciones entre necesidad y oportunidad, entre medios legalesy econmicos, entre polticas urbanas pensadas por y para el mercado, y nopor y para la ciudad, han provocado que el Buenos Aires del cambio de siglopresente un panorama especialmente complejo. La segregacin social, lafragmentacin urbana, la inmigracin y la emigracin, los territorios deexcluidos y los de incluidos, hacen fcilmente aplicables polticas urbanasregidas por la inversin financiera inmobiliaria como ilusin de laregeneracin y del crecimiento urbano.Caractersticas similares son compartidas con otras ciudades del TercerMundo, o en vas de desarrollo, donde guerras y dictaduras abonaron elterreno a la ciudad global, donde el mercado, el capital, puede desplegar todassus estrategias sin condicionantes; sociedades que ya son duales o estnescindidas.

  • I. Gobalizacin econmica y ciudad 4544 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    La ciudad de Buenos Aires entr en la dcada de 1990 en las nuevascoordenadas econmico-espaciales definidas por la libre circulacin deproductos, la produccin desterritorializada y la frmula del patchwork de laciudad de la especulacin financiera, basada en el beneficio econmico de ladesigualdad social.

    Del crecimiento urbano que podramos denominar ms natural, que parte delafianzamiento del rea central para ir creciendo lentamente y con pocadensidad en los bordes, se ha llegado a un crecimiento espasmdico, queresponde a los intereses privados sectoriales que provocan que la ciudadcrezca por fragmentos y se acente la segregacin social.

    En Buenos Aires, el ciclo expansivo estuvo marcado bsicamente por eltrazado inclusivo de las infraestructuras pblicas por parte del Estado desdefinales del si-glo XIX y por la expansin, sobre el soporte pblico, de unmercado habitacional privado diseminado ampliamente en la sociedad atravs de operaciones de pequea escala. La sucesiva formacin de suburbiosfue facilitada por una irradiacin subsidiada del transporte pblico, y estuvocaracterizada por la comunicacin universal de la cuadrcula pblica y la casaunifamiliar propia como modelo de asentamiento []. Y, al mismo tiempo quela casa supuso un mecanismo eficaz para transportar a una sociedad desde laheterogeneidad y la convulsin hacia el ideal de una comunidad de pequeospropietarios, los barrios comunicados y homogeneizados por la cuadrculapblica resultaron una efectiva puerta de ingreso a una ciudadana activa, queincluy derechos civiles, polticos y sociales.10

    La ciudad espasmdica se apoy en la reestructuracin econmica que parti de la Ley de Reforma del Estado y de Emergencia Econmica en 1989 y la Leyde Convertibilidad en 1991, con un gran costo social pero muy til para losinversores financieros. A las condiciones locales hay que agregar lasmodificaciones del panorama econmico global, principalmente ladisminucin de las tasas de inters a escala mundial, que hizo necesaria laapertura a nuevas reas de inversin que rentabilizaran las operacionesfinancieras. La coincidencia del aumento de flujo de capital con el proceso deprivatizacin de empresas y suelo pblico generaron un auge de laconstruccin e hicieron que Buenos Aires se convirtiera en la dcada de 1990 en un perfecto espacio para un urbanismo del fragmento. Loselementos urbanos se colocaron all donde el capital los necesitaba, sinplanificacin ni control social, recuperando reas emblemticas centrales einventando nuevas reas de centralidad en relacin con los sistemas deautopistas. Imgenes de Buenos Aires

  • I. Gobalizacin econmica y ciudad 4746 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    Ser en los aos noventa cuando todas esas transformaciones fueronreconocidas como una nueva configuracin urbana, ya que el tipo deapertura econmica que se produjo supo encontrar, en el nuevo territoriofragmentado de la ciudad, un campo de operaciones completamentefuncional para sus nuevas lgicas y, consecuentemente, el poder pblico quepromovi aquella apertura se dedic a potenciar sus principales aspectos.Lo que hasta entonces pareca meramente un paisaje urbano y socialtransitorio, generado por la crisis econmica, se mostr como el cimiento dela salida modernizadora de los noventa, cuando un sistema urbanocompletamente novedoso comenz a delinearse, con la promocin deenclaves urbanos privados frente a la tradicional inclusividadhomogeneizadora de la grilla pblica; la generalizacin de sistemas dedispersin territorial, que, por primera vez en la historia de Buenos Aires,suponen una amenaza cierta para la pervivencia de las cualidades de sucentro; la multiplicacin de la oferta de servicios privados para sectores derenta media-alta frente a la notoria decadencia de las redes pblicasuniversales; y, ms en general, la conversin del espacio pblico en objetode negocios privados, con la conversin del Estado en vanguardia de esosnegocios y de la sociedad urbana en una suma simple de intereses decompetencia.11Imgenes de Buenos Aires

    Vista area de Buenos Aires

  • I. Gobalizacin econmica y ciudad 4948 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    La ciudad de Buenos Aires constituy su primer gobierno autnomo,democrticamente elegido, en 1996. Como Capital Federal y sede deorganismos pblicos nacionales contina sujeta al orden jurdico nacional y alas decisiones del Congreso Nacional, en cuanto a la propiedad y destino finalde las tierras ferroviarias, portuarias, militares y de empresas pblicas.

    Las dificultades en la gestin, en parte derivadas de las diferencias entregobierno local y gobierno nacional, de diferente signo poltico, entorpecieronla realizacin de planes y proyectos en la ciudad, coincidiendo con laaparicin de grupos de inversores de capital financiero interesados en hacerciudad. Este hecho se vio reflejado en las decisiones polticas sobre laciudad que marcadas por el cambio constitucional de 1994 determinaron lapremura con que se decidieron grandes proyectos urbanos. Las acciones delGobierno Nacional estuvieron ms orientadas a la actividad de vendedor quea las de inversor y generador de la idea de ciudad deseada; el papel de gestorqued reducido a generar los cambios normativos necesarios, calificadoscomo medidas estratgicas, que favorecieran el modelo de ciudad que lainversin de grandes capitales nacionales e internacionales deseaban.

    Las intervenciones del mercado libre sobre la ciudad slo fomentaron lamejora y recuperacin de zonas centrales rentables y la desaparicin delEstado inversor, garante del reequilibrio urbano, provoc un empobrecimientoy empeoramiento de los servicios e infraestructuras pblicas.

    El proceso de reestructuracin de la economa que arranca a principios delos aos ochenta sigue una serie de pautas de ocupacin del territorio []que, en la ciudad de Buenos Aires, se expresan con:

    - La red de infraestructura industrial se transforma para ser utilizada para elocio y el consumo.

    - Localizacin de empresas en dos polos: rea central (representativa,tradicional) o sobre vas rpidas de comunicacin en zonas perifricas.

    - rea central dedicada a la globalidad: edificios representativos, finanzas,centros de convenciones, hoteles, vivienda de lujo.12

    Este proceso de reestructuracin afect a reas centrales de infraestructuraportuaria y ferroviaria en desuso. Las principales reas liberadas son: elantiguo Puerto Madero (170 ha); la estacin ferroviaria de Retiro (93 ha); y elresto de las estaciones ferroviarias y sus playas de maniobra, quecomprenden alrededor de 500 ha en toda la ciudad de Buenos Aires.Otro elemento importante que marca una pauta de la existencia de reas

    globales en el interior de Buenos Aires es su ingreso en el escenario mundialdel mercado inmobiliario, uno de los principales negocios en laglobalizacin.13

    Nuevos actores y nuevos propietarios urbanos aparecern orientando elproceso de urbanizacin metropolitano, bajo la promocin del Estado.

    Entre ellos podemos mencionar a grupos econmicos nacionales, a vecesasociados con inversores internacionales, quienes, a travs de la ramainmobiliaria de la empresa, participarn en el desarrollo de estosemprendimientos [].

  • I. Gobalizacin econmica y ciudad 5150 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    En todos los casos, la estrategia es comprar barato en lugares clave [], selas desarrolla, alquila o vende a mayor precio, aprovechando los niveles derentabilidad inmobiliaria que oscila entre el 12-20 % frente al 5-7 % de pasescomo Estados Unidos o Inglaterra.14

    Nos encontramos, por lo tanto, ante una ciudad que posee reas pujantes, queexhiben gran desarrollo e inversin realizadas por inversores privados, en sumayora extranjeros, sin que se hubiera adoptado una poltica urbana para laciudad en su conjunto. En todo caso, si la ciudad pretende jugar en la liga de laglobalizacin, tambin ha de tener una estrategia. A la ciudad le hubierafaltado definir previamente su ubicacin y funcin en la red de ciudades, demanera que le sirviera para el planeamiento de las polticas urbanas, en lugarde dejarlas libradas a la decisin de la especulacin urbana.

    Entre 1988-1998 [], tanto la inversin pblica como privada se localizamayoritariamente en los corredores norte y oeste, con escasas intervencionesen los espacios centrales y los bordes de la ciudad,15 siendo estos corredoreslas reas de mayor renta de la ciudad.

    La gestin de la ciudad se limita a actuar y proponer mejoras parciales sobrelas mismas zonas que propone la inversin privada. Como explica el

    Privatizacin del espacio pblico en La Recoleta, Buenos Aires.

    documento de trabajo para el Plan Urbano Ambiental redactado en octubrede 1998:

    En tal sentido, las polticas urbanas debern orientarse a impulsar laconsolidacin de los papeles internacionales de Buenos Aires y al desarrollode los grandes equipamientos e infraestructuras que la ciudad necesita paracumplir con ellos, apuntando a contar con redes y servicios del ms alto nively a una expansin de la oferta de espacios internacionales que cuenten conla necesaria calidad ambiental, paisajista, cultural, de seguridad y deintegracin social como para otorgar ventajas comparativas que le permitancompetir eficazmente en el cada vez ms competitivo escenario mundial.16

    De aqu se trasluce la adecuacin de los intereses de la ciudad a los interesessectoriales del movimiento del capital global, que necesita no lugares alldonde vaya.

    Si un lugar puede definirse como lugar de identidad, relacional e histrico, unespacio que no puede definirse ni como espacio de identidad, ni comorelacional, ni como histrico, definir un no lugar [...], se multiplican enmodalidades lujosas o infrahumanas, los puntos de trnsito y las ocupacionesprovisionales (las cadenas de hoteles y las habitaciones ocupadasilegalmente, clubes de vacaciones, cam-pos de refugiados...) donde se desarrolla una apretada red de medios detransporte, que son tambin espacios habitados [...], un mundo as prometidoa la individualidad solitaria, a lo provisional a lo efmero, al pasaje.17

    La expresin edificada de esta bsqueda de espacios internacionales quedareflejada en la construccin de hoteles cinco estrellas; edificiosrepresentativos de la modernidad empresarial; viviendas en guetos de lujo;centros comerciales y centros de convenciones que prevalecieron en ladcada de 1990. Esta ciudad de ciencia ficcin se ha ido construyendomientras la sociedad argentina caa en un proceso de empobrecimientoimparable, que lleg a finales del 2001 con ms de un tercio de la poblacinbajo la lnea de la pobreza.

    La arquitectura global en Buenos Aires, siguiendo las pautas de accesibilidad,imagen y emblema, produjo diferentes recuperaciones sectoriales yfragmentarias, que han significado oportunidades perdidas para la ciudad. Aldejar la estructuracin de las reas vacantes en manos de inversores, lo queconstituye una oportunidad se ha convertido en un nuevo problema desegregacin y fragmentacin.

  • I. Gobalizacin econmica y ciudad 5352 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    LOS NUEVOS MONUMENTOS

    Para Aldo Rossi, los monumentos urbanos son las plazas, iglesias, escuelas,teatros, museos, etc., espacios para el intercambio de experiencias ysignificados, de interaccin, de utilizacin y creacin de memoria, espacios enlos que cada uno es, simultneamente, aprendiz y constructor de la memoriaurbana. Son espacios que no pueden repetirse, explicarse ni crearse exprofeso; slo la lenta construccin de la ciudad y la experiencia directa ypersonal los har reales y concretos.

    Florencia es una ciudad concreta, pero la memoria de Florencia y suimagen adquieren valores que valen y representan otras experiencias. Porotra parte, esta universalidad de su experiencia, nunca podr explicarnosconcretamente aquella forma precisa, aquel tipo de cosa que esFlorencia.18

    En las actuales condiciones los contenedores se transforman en hitosurbanos, en nuevos monumentos que determinan y configuran la ciudad pero,contrariamente a los monumentos reseados por Aldo Rossi, se erigenaislados de su entorno, sin tiempo y con valores predifundidos. El valor queRossi otorga al locus, como relacin singular y a la vez universal entre elhecho construido y el lugar, se menosprecia ahora en favor del hecho universalsimplificado en imgenes reduccionistas de la realidad. A las experienciasconcretas se les ha otorgado una forma simblica simplificada, repetible pordoquier, que ofrece estos nuevos espacios como sucedneos de la autnticaexperiencia urbana.

    Sin embargo, podemos pensar los monumentos como tales, en tanto queespacios para la celebracin del mito a travs de pautas o ritos, o sea, derepeticiones de conductas preestablecidas a partir de las cuales se reafirmany consolidan las referencias comunes, aunque no sean espacios simblicosde la experiencia creativa.

    Creo que la importancia del rito y su naturaleza colectiva, su carcteresencial como elemento conservador del mito, constituyen una clave para lacomprensin del valor de los monumentos y [] de la trasmisin de las ideasen la realidad urbana [].

    Puesto que el rito es el elemento permanente y conservador del mito, lo estambin el monumento que, desde el momento mismo que atestigua el mito,hace posible sus formas rituales.19

    Si el monumento es la escenificacin o representacin del mito colectivovalidado por los ritos, los nuevos monumentos son aquellos que aglutinan losvalores correspondientes a la sociedad de consumo base de la ciudad global,pues en su interior son posibles las nuevas formas rituales marcadas por lapreeminencia del consumo. Los nuevos monumentos permiten reconocer yconsolidar formas de vida en los espacios que nos proponen para vivir,trabajar y entretener. Nuevos rituales que generan pautas de conducta queincluye desde la vestimenta hasta los establecimientos a los que ir y donde,gracias a la publicidad, nos reconocemos. Por lo tanto, los nuevosmonumentos reinventan el mito colectivo.

    La experiencia del monumento como lugar de intercambio personal se sometea la experiencia del consumo, al tiempo que las ciudades como redesespaciales de experiencia personal y nica, de descubrimiento y deriva,quedan anuladas por las mltiples, pero pautadas, vas de comunicacin pararecorrer en automvil, sin ms referencia que el punto de partida y el dellegada.

    Si hiciramos un plano de la ciudad global con criterios similares al planotardo barroco de Roma realizado por Giovanni Battista Nolli, en que losespacios pblicos conforman un tejido de relacin, la base sobre la que sesustenta la ciudad y la vida urbana, veramos cmo los actuales seudoespacios pblicos conforman reas aisladas. Dichos espacios conformanslo los nodos de la red, desaparece la trama o queda reducida a un frgil yexcluyente tejido de las vas rpidas de comunicacin y de las lneasintangibles de las TIC. La urdimbre del tejido est formada por redesinvisibles e individuales. Los espacios introspectivos y cerrados serelacionan entre s mediante lneas de flujos, quedando la ciudad como unmagma de fondo.

    La figura metafrica de la red y los nodos, que llena la literatura posterior ala supuesta difusin de Internet, se hace realidad en la ciudad, dondepermanecen los puntos conectados y los desconectados en realidadesparalelas no relacionadas. Podramos pensar en una especie de plano de laexperiencia personal, nica e irrepetible, como los que plantearon lossituacionistas, a partir de la cual se podra construir un plano mental conhitos y monumentos propios. O la ciudad segn Kevin Lynch, donde loprincipal es el reconocimiento y la identificacin. Sin embargo, el planobasado en los nodos y lneas de flujos se halla predeterminado por lacolocacin de los fragmentos que conforman la nueva ciudad con nicasalternativas de conexin, creando recorridos individualistas preestablecidos

  • I. Gobalizacin econmica y ciudad 5554 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    que paradjicamente no radican en la experiencia individual. La deriva, porlo tanto, ya no es posible en una ciudad de redes. La red tiene nodos por losque invariablemente se ha de pasar, fluir y transitar, y agujeros negros quedeben evitarse. Si no podemos hacer un mapa, tampoco se puede transformar,modificar o superar la realidad del espacio urbano. Aquello que no podemosrepresentar ni mapificar, tampoco podremos apropirnoslo y, por consiguiente,permanecer imperturbable e inamovible.

    Los nuevos monumentos no forman una estructura urbana, sino que escinden la existente, se aislan de la realidad exterior y crean una realidad propia en su interior. El nuevo monumento como elemento singular incorpora lo simblico reducido a lenguajes e iconos de puro consumo. La difusin de los medios decomunicacin de masas influyen en la determinacin del arquitecto y en laformalizacin del nuevo monumento. La arquitectura ya existe antes deconstruirse y de ser tangible. La realidad virtual de los medios grficos einfogrficos convierte en real aquello que muestra, determinando conanterioridad, mediante el marketing y la publicidad la repercusin social delproyecto, su xito o su fracaso. Como lo que se busca es imagen y nomaterialidad, la formalizacin de la piel de los contenedores se convierte enel elemento fundamental para la cualificacin de esta arquitectura.

    Los nuevos monumentos son clones, y las caractersticas diferenciales dellugar quedan como residuos en la uniformidad que los caracteriza. Se puedendefinir las caractersticas formales de los nuevos monumentos en dos grandesapartados.

    El primero de ellos persigue una imagen de alta tecnologa mediante el usodel vidrio y los metales, mientras que el segundo utiliza formas histricasficticias, no-tectnicas y preferentemente dulcificadas por los colores entonos pastel. La utilizacin de uno u otro material situar al edificio en unafranja determinada de consumidores o en un rango de actividades.

    Por un lado, un proyecto con ambicin cultural ser realizado por unarquitecto de mayor prestigio crtico, quien optar por una imagentecnolgica de vidrio, metal, pantallas catdicas o la fugacidad de losefectos luminosos: Jean Nouvel en el centro Euralille o Rem Koolhaas en elmuseo Guggenheim de Las Vegas, donde la combinacin de tecnologaspunta se convierte en la imagen y justificacin de la arquitectura. Estosarquitectos, herederos de la modernidad, construyen su discurso con laconfianza ciega en que los avances tecnolgicos determinan un camino

    ineludible hacia el futuro. Dentro de este paradigma de modernidad queconstituyen los contenedores de alta tecnologa, es importante la utilizacinde la luz artificial como definidor del volumen: fachadas que se configuransobre la base de proyecciones cambiantes o anuncios luminosos. Esteexceso de confianza en la tcnica la convierte en una arquitectura deldespilfarro, de la soberbia humana que cree dominar una naturalezainagotable.

    Por otro lado, la arquitectura que quiere representar lo invariable, la esenciatradicional de la vida en sociedad, un mundo buclico cuyo repertorio deimgenes proviene de las escenografas televisivas o de los parquestemticos fundacionales de Walt Disney. Esta arquitectura se identifica con eldeseo de un medio impoluto, una ciudad y sociedad perfectas. La tecnologase esconde detrs de fachadas de cartn piedra, de falsos referenteshistricos, negando la modernidad en una visin neorromntica del mundo.Una arquitectura ms parecida a un plat cinematogrfico que a una realidadmaterial.

    Cuando lo real ya no es lo que era, la nostalgia cobra todo su sentido.Pujanza de los mitos del origen y de los signos de la realidad [...]. Escalada delo verdadero, de lo vivido, de la resurreccin de lo figurativo all donde elobjeto y la sustancia han desaparecido.20

    Ambas variantes, la tecnolgica y la nostlgica, son imgenes de espacios yformas puras sin contaminar, ni del otro ni de lo que no es bello; slo es feoaquello que el consumo no ha convalidado. Ambas propuestas, aparentementedistantes, responden a los mismos criterios de pureza, falta de contaminaciny autismo urbano, ya sean con piel de vidrio o historiada; una realidad nicasin la presencia facetada de la ciudad, que evita las referencias a lacomplejidad y la relacin y dilogo con el entorno. Son arquitecturasensimismadas.

    Otros tipos de espacios pblicos han sido afectados por las cosas que mscaracterizan el mundo de Disney: espectculo, vigilancia y control.21

    La ciudad de la globalizacin es la de la pobreza excluida y la riquezaexcluyente. Estas diferencias van en aumento, y el reflejo de esta realidadeconmica y social se percibe en el modo cmo se desarrollan y construyenlas ciudades; una ciudad que no puede ser sino fragmentada, que slo puedereconstruirse, unirse, a travs del montaje de los fragmentos obtenidos en elcontinuo y veloz viaje entre las partes.

  • I. Gobalizacin econmica y ciudad 5756 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    En esta ciudad construida sobre la base de fragmentos autnomos, geometrasy realidades yuxtapuestas, las autopistas son los elementos clave que hancontribuido a generar la rotura y el quiebro, convirtindose en piezasfundamentales de este nuevo tipo de espacio cuyo desarrollo y uso se hapotenciado en las ciudades desmembradas. Quien sobrevuela la ciudad desdelas autopistas obtiene una visin unitaria; la ciudad que se vive as no expresasus desavenencias. En este traslado continuo, la ciudad resulta un magmadonde resaltan algunos hitos. La idea de un collage aleatorio refuerza lapermanencia del caos, de la superposicin de partes opuestas, enfrentadas,que, fundamentalmente, se ignoran. La ciudad se constituye de flashes urbanosque slo se comunican y relacionan por nuestros recorridos encapsulados. Laconciencia urbana contempornea se identifica con la imagen del caos y con lavelocidad como esttica enmascaradora de la homogeneidad ms absoluta; elverdadero caos y el desastre queda para las periferias de las reas globales.

    El collage, no como mecanismo potico que busca nuevos discursos yestructuras de un nuevo todo, sino como el resultado ltimo del laissez fairede la economa liberal y del libre mercado que redunda en todos los mbitosculturales y expresivos. Observamos que en otros mbitos de creacintambin aparece el collage como mtodo o sistema compositivo, desdepelculas de historias fragmentadas y veloces en su narrativa, hasta en lamoda urbana, donde tambin la adicin caprichosa de elementos procedentesde diferentes culturas o de texturas diferentes no son ya un acto de rebeldade ciertas tribus urbanas, sino una esttica del maquillaje y del todo vale.

    El modelo de la ciudad global se apoya esencialmente en habitar en casas enbarrios cerrados, trabajar en los centros terciarios y divertirse en los centrosde ocio y consumo. Cada parte es un producto fragmentario y autnomo. Pero,para que estas nuevas piezas fragmentarias funcionen, es necesario que cadaestructura urbana y territorial concreta se vea transformada con lapotenciacin de las nuevas infraestructuras reales y virtuales: autopistasurbanas, grandes puentes, largos tneles, intercambiadores a distintos nivelesjunto a aeropuertos, estaciones, etc. En este sentido, no es que la morfologade las infraestructuras viarias y de transporte se haya transformado o se hayaintegrado gracias al modelo de ciudad global, sino que, precisamente, es laciudad global la que ha otorgado a los barrios residencias, reas terciarias ycentros comerciales la misma morfologa de redes y de fragmentos autnomosque ya posean las autopistas.

    La estructura territorial de este modelo es la vida en los suburbios, ladispersin de las actividades, la no-urbanidad de las relaciones. Sus

    paradigmas urbanos son el centro comercial que hace explotar sus lmitesfuncionales, aislado en un mar de coches y autopistas, los barrios cerrados deviviendas y las escenografas metropolitanas de los barrios de negocios; lacultura de lo masivo, controlado y segregado.

    LOS NUEVOS MONUMENTOS SOBRE BUENOS AIRES

    El tejido urbano de la ciudad de Buenos Aires se caracteriza por laalineacin a fachada de los edificios, la cuadrcula regular y ortogonal, conalternancia medida de calles y avenidas que dan forma a un espacio pblicode calidad. Esta red de espacios pblicos formada por calles y avenidaspermite la inscripcin de las variables mximas sobre una geometra rgida;la red se completa con plazas verdes, parques y paseos cuyas lgicas estnmenos determinadas. La riqueza de la ciudad es la red generada a partir dela existencia de lugares de encuentro casual y aleatorio de personasdiferentes entre s, a la vez que ha incorporado numerosos ensayos urbanos.La mxima flexibilidad se basa en una rgida y eficiente estructurageomtrica de base.

    Sin embargo, los nuevos monumentos destruyen toda la lgica preexistente,son sordos y ciegos, imponen su propia geometra. No se fundan en unalectura del territorio, sino en todo lo contrario; imponen un modelo sinlocalismos, sin particularidades, que se coloca sobre lo previo rompiendotrazas, historias y relaciones; una pisada aplastante sobre lo existente. Lanueva geometra adopta formas flexibles, de apariencia ms maleable, peroslo responde a la creacin de centros que ejerzan una atraccin suficientepara conectarse con otros, que aparecen y desaparecen fugazmente si no serealizan inyecciones monetarias constantes. Esta geometra variable y dbilno aporta una ciudad para el siglo XXI, sino que slo segmenta el territorio y laciudad en funcin de las diferentes capacidades de rentabilidad financiera delas diferentes reas.

    La ciudad se transforma en un espacio amorfo en el que sobresalenespacios de sobrecentralidad. Las torres de marfil flotan en mares decoches o se insertan en jardines diseados, que no contienen ni conformanel espacio pblico, sino que lo niegan como residuo necesario del trnsito,dando como resultado una calle inhspita y olvidada. La aparicin de losnuevos monumentos daa la vida urbana y la secuestran en el interiorexcluyente.

  • I. Gobalizacin econmica y ciudad 5958 La arquitectura de la ciudad global Zaida Muxi

    Villa 31, en Retiro, recortada sobre torres de oficinas y viviendas de lujo.

    NOTAS

    1 Rifkin, Jeremy, La era del acceso. La revolucin de la nueva economa, Paids, Barcelona,2000.2 Mitchell, William J., E-topa, Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 2001; Mitchell, William J.,City of Bits. Space, Place, and the Infobahn,The MIT Press, Cambridge (Mass.), 1995. 3 Sassen, Saskia, La ciudad global: Nueva York, Londres, Tokio, Eudeba, Buenos Aires, 1999;Sassen, Saskia, Cities in a World Economy, Pine Forest Press, Thousdand Oaks (Cal.), 1994.4 Rifkin, Jeremy, op. cit.5 Maquiavelo, Nicols, El prncipe [1512] comentado por Napolen Bonaparte, EspasaCalpe, Madrid, 1990.6 Ghirardo, Diane, Architecture after Modernism, Thames and Hudson, Londres/NuevaYork, 2000.7 Montaner, Josep Maria, Las formas del siglo XX, Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 2002. 8 Koolhaas, Rem, Harvard Project on the City, en Koolhaas, Rem, et al., Mutaciones,Actar, Barcelona, 2000. 9 Sandercock, Leonie, Towards Cosmopolis. Planning for Multicultural Cities, John Wiley &Sons, Chichester, 1998.10 Silvestri, Graciela; Gorelik, Adrin, Ciudad y cultura urbana, 1976-1999. El fin de laexpansin, en Romero, J. L.; Romero L. A., Buenos Aires. Historia de cuatro siglos (Tomo2: Desde la ciudad burguesa hasta la ciudad

    de masas), Editorial Altamira, Buenos Aires, 20002.11 Silvestri, Graciela; Gorelik, Adrin, op. cit.12 Mignaqui, Iliana, Dinmica inmobiliaria y transformaciones metropolitanas. Laproduccin del espacio residencial en la Regin Metropolitana de Buenos Aires en los90: una aproximacin a la geografa de la riqueza , Buenos Aires.13 Sassen, Saskia, op. cit.14 Mignaqui, Iliana, op. cit.15 Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Secretara de Planeamiento y MedioAmbiente, Plan Urbano Ambiental de la ciudad de Buenos Aires (documento de trabajo),Buenos Aires, octubre de 1998. 16 Ibid.17 Aug, Marc, Los no lugares. Espacio del anonimato. Una antropologa de lasobremodernidad, Gedisa, Barcelona, 19942.18 Rossi, Aldo, La arquitectura de la ciudad [1971], Editorial Gustavo Gili, Barcelona,199910.19 Ibid.20 Baudrillard, Jean, La precesin de los simulacros, en Cultura y simulacro [1978],Kairs, Barcelona, 19985.21 Ghirardo, Diane, Architecture after Modernism, Thames and Hudson, Londres/NuevaYork, 2000.

  • 2. Vivir en la escenografa Dualizacin residencial en Buenos Aires 61

    VIVIR EN UNA ESCENOGRAFA

    Las formas que la globalizacin aplica en las reas residenciales son islasno urbanas, con una configuracin interior que utiliza el tpico de lotradicional. Se expanden por todo el mundo proponiendo una segregacingradual que intenta legitimarse con fuertes campaas publicitarias cuyoargumento es un falso discurso de relacin con el lugar.

    Es una perversa recuperacin de la ciudad y de la urbanidad a partir de sunegacin. La ciudad como espacio de convivencia es un lugar de conflictos ydilogos permanentes que generan crisis y cambios. Pero la mecnica decrisis-cambio no sirve a intereses considerados inmutables, que pretendenque la vida sea un continuo sedado, dedicado al consumo inconsciente. Paraello, la mejor propuesta es la fabricacin de una ciudad simulada, controlada,compuesta por iguales, puesto que la aparicin del otro se convierte en unpeligro.

    La segmentacin social de la ciudad global se verifica, por una parte, en elgueto del suburbio, un gueto que avanza sobre el territorio y que apuesta porla nostalgia. Recluyen la vida urbana en un pequeo pueblo mitificado, ouna torre aislada, en fortificaciones interiores de las ciudades que nieganformar parte de la realidad colindante. En ambos casos se basan en lamovilidad individual en automvil y en la toma de reas urbanas olvidadas ysegregadas por la falta de infraestructuras, servicios y equipamientos,basados en la movilidad peatonal, de aquellos que han sido eliminados deljuego del consumo o, en el mejor de los casos, e