La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

20
1 La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático Rocío Castillo Belinchón Museo Nacional de Arqueología Subacuática Arqueóloga subacuática, formada en universidades de Madrid y Barcelona. Participó en pro- yectos de investigación y trabajos de campo, para instituciones públicas y empresas privadas en Murcia, Alicante, Cádiz, Baleares, Dublín, etc. También en cursos y congresos sobre Arqueología subacuática-marítima, legislación de PCS, puertos-fondeaderos antiguos y muse- ología, teniendo numerosas publicaciones sobre esos temas. En 2006 regresa al Museo Nacional de Arqueología Subacuática en Cartagena, donde trabaja actualmente. Introducción El concepto jurídico de Patrimonio Cultural Subacuático (PCS a partir de ahora) se utiliza por primera vez en 1978, en la Recomendación 848 del Consejo de Europa sobre PCS. Desde ese momento, la inquietud de la comunidad científica por garantizar la protección del PCS se plasma en varios documentos: el proyecto fallido de Convenio Europeo para la protección del PCS, de 1985; la Carta Internacional del ICOMOS para la protección y gestión del PCS, conocida como la Carta de Sofía de 1996; o la recomendación 1486, del Consejo de Europa, sobre patrimonio cul- tural marítimo y fluvial, del 2000. Sin embargo, se trata de recomendaciones generales, de carácter orientativo y sin vinculación jurídica. La Convención de la UNESCO de 2001 sobre la protección del PCS recoge el espíritu de los documentos citados y viene a llenar un vacío legal en la normativa internacional. Tras ser ratifi- cada por los primeros veinte países, entró en vigor el 2 de enero de 2009. A partir de esa fecha tiene un carácter jurídico vinculante para todos los estados que la han ratificado, 46 países en marzo de 2014, e incluso su anexo ha adquirido tanta relevancia que es aceptado por los res- ponsables de estados no firmantes. El articulado de dicha Convención establece que por «patrimonio cultural subacuático se en- tiende todos los rastros de existencia humana que tengan un carácter cultural, histórico o ar- queológico, que hayan estado bajo el agua, parcial o totalmente, de forma periódica o continua, por lo menos durante 100 años, tales como: los sitios, estructuras, edificios, objetos y restos hu- manos, junto con su contexto arqueológico y natural; los buques, aeronaves, otros medios de transporte o cualquier parte de ellos, su cargamento u otro contenido, junto con su contexto ar- queológico y natural; y los objetos de carácter prehistórico» (artículo 1.a). Este concepto es muy amplio en cuanto a los bienes que se relacionan e incluso incorpora el contexto arqueológico y natural de los mismos, aunque es restrictivo al establecer la antigüedad de los bienes en 100 años. En algunos países el límite está en 50, 60 o 75 años, o bien no hay ninguna restricción cronológica, como en el caso de España.

Transcript of La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

Page 1: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

— 1 —

La Arqueología como ciencia de investigaciónhistórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático

Rocío Castillo BelinchónMuseo Nacional de Arqueología Subacuática

Arqueóloga subacuática, formada en universidades de Madrid y Barcelona. Participó en pro-yectos de investigación y trabajos de campo, para instituciones públicas y empresas privadasen Murcia, Alicante, Cádiz, Baleares, Dublín, etc. También en cursos y congresos sobreArqueología subacuática-marítima, legislación de PCS, puertos-fondeaderos antiguos y muse-ología, teniendo numerosas publicaciones sobre esos temas. En 2006 regresa al MuseoNacional de Arqueología Subacuática en Cartagena, donde trabaja actualmente.

Introducción

El concepto jurídico de Patrimonio Cultural Subacuático (PCS a partir de ahora) se utiliza porprimera vez en 1978, en la Recomendación 848 del Consejo de Europa sobre PCS. Desde esemomento, la inquietud de la comunidad científica por garantizar la protección del PCS se plasmaen varios documentos: el proyecto fallido de Convenio Europeo para la protección del PCS, de1985; la Carta Internacional del ICOMOS para la protección y gestión del PCS, conocida como laCarta de Sofía de 1996; o la recomendación 1486, del Consejo de Europa, sobre patrimonio cul-tural marítimo y fluvial, del 2000. Sin embargo, se trata de recomendaciones generales, de carácterorientativo y sin vinculación jurídica.

La Convención de la UNESCO de 2001 sobre la protección del PCS recoge el espíritu de losdocumentos citados y viene a llenar un vacío legal en la normativa internacional. Tras ser ratifi-cada por los primeros veinte países, entró en vigor el 2 de enero de 2009. A partir de esa fechatiene un carácter jurídico vinculante para todos los estados que la han ratificado, 46 países enmarzo de 2014, e incluso su anexo ha adquirido tanta relevancia que es aceptado por los res-ponsables de estados no firmantes.

El articulado de dicha Convención establece que por «patrimonio cultural subacuático se en-tiende todos los rastros de existencia humana que tengan un carácter cultural, histórico o ar-queológico, que hayan estado bajo el agua, parcial o totalmente, de forma periódica o continua,por lo menos durante 100 años, tales como: los sitios, estructuras, edificios, objetos y restos hu-manos, junto con su contexto arqueológico y natural; los buques, aeronaves, otros medios detransporte o cualquier parte de ellos, su cargamento u otro contenido, junto con su contexto ar-queológico y natural; y los objetos de carácter prehistórico» (artículo 1.a).

Este concepto es muy amplio en cuanto a los bienes que se relacionan e incluso incorporael contexto arqueológico y natural de los mismos, aunque es restrictivo al establecer la antigüedadde los bienes en 100 años. En algunos países el límite está en 50, 60 o 75 años, o bien no hayninguna restricción cronológica, como en el caso de España.

Page 2: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

La Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico Español y el resto de leyes autonómicas en la materiacoinciden en considerar como patrimonio arqueológico todos los bienes de carácter histórico ocultural que sean susceptibles de ser estudiados con metodología arqueológica, independiente-mente de su ubicación, su cronología y de si han sido extraídos o no. Por lo tanto, prima suvalor cultural y el rigor científico en su estudio, no hay ninguna limitación temporal y solo se es-tablece un requisito metodológico (Querol y Martínez, 1996).

En el año 2005, el Estado español fue uno de los primeros en ratificar en el Parlamento laConvención UNESCO de 2001. Tras su entrada en vigor el 2 de enero de 2009, el instrumento deratificación del Estado español fue publicado en el BOE de 5 de marzo de 2009. Desde ese mo-mento, la Convención del PCS forma parte del ordenamiento interno español, sólo por debajode la Constitución y con rango superior a cualquier otra normativa estatal o autonómica promul-gada hasta esa fecha y desde la misma (VV.AA., 2010: 48). El reto actual es crear un nuevo marcolegislativo y reglamentario al respecto, que aplique los principios de la Convención.

Desde entonces, el único paso dado ha sido la puesta en marcha del Plan Nacional de Pro-tección del PCS español (PCSE a partir de ahora), que se inspira y supone la asunción de losprincipios de la Convención UNESCO de 2001. Su origen fue un decálogo de medidas aprobadopor el Consejo de Patrimonio en octubre de 2007 y ratificado por el Consejo de Ministros en no-viembre del mismo año. Después se desarrolló en un documento conocido como Libro Verdedel citado Plan, cuyos contenidos fueron validados en 2009. Se trata de un compromiso consen-suado entre las distintas administraciones, que concluye con una propuesta de actuaciones prio-ritarias (medidas políticas, legislativas, administrativas y científicas, a nivel estatal y autonómico)a fin de conseguir una efectiva tutela y adecuada protección del PCSE para su utilización educa-tiva, cultural y social (VV.AA., 2010: 92). Sin embargo, hasta ahora, solo se han suscrito algunosacuerdos interdepartamentales con otros ministerios, varios convenios con las comunidades au-tónomas y un acuerdo internacional de cooperación.

En la actualidad queda pendiente la adaptación e implementación de las normativas estatalesy autonómicas, tanto las relativas al PCS o al patrimonio cultural en general, como el resto de lasque directa o indirectamente afectan a este patrimonio (medioambientales, pesca, costas, puertos,navegación marítima, salvamento marítimo, contrabando, régimen sancionador, etc.). Hay querecordar que el régimen de salvamento y hallazgos y tesoros no es de aplicación al PCS (VV.AA.,2010: 59-60). Por otra parte, en este momento, está en marcha el proyecto de una nueva Ley deNavegación Marítima, muy controvertida, que introduce cambios significativos en la gestión delPCS (VV.AA., 2010: 57-58; Lancho, 2013, 2014a y 2014b; San Claudio, 2014; García Calero, 2014).

Un patrimonio de la humanidad amenazado

En la Convención UNESCO de 2001 se reconoce y se ensalza «la importancia del patrimonio cul-tural subacuático como parte integrante del patrimonio cultural de la humanidad y elemento departicular importancia en la historia de los pueblos, las naciones y sus relaciones mutuas en loconcerniente a su patrimonio común». Además se toma conciencia de la necesidad de protegerloy se alerta sobre las amenazas a las que está sometido, entre ellas la explotación comercial (Azuaret alii, 2006: 80).

Uno de los principales objetivos de esta Convención es el de garantizar y fortalecer la pro-tección del PCS, que es responsabilidad de los estados. Para ello, se señala que los Estados Partes,firmantes de la Convención, establecerán mecanismos de cooperación en la preservación delPCS en beneficio de la humanidad, individual o colectivamente, a través de acuerdos bilateraleso regionales (artículos 2.2, 2.3 y 2.4). Además se considera que es esencial para su protección

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 2 —

Page 3: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 3 —

ampliar la cooperación entre Estados a otros actores: organizaciones internacionales, institucionescientíficas, organizaciones profesionales, arqueólogos, buzos, otras partes interesadas y el públicoen general.

Una de las mayores dificultades para garantizar la protección y preservación del PCS es lade determinar de quién es esa responsabilidad y, más aún, a quién «pertenece» ese patrimonio:¿a los estados ribereños donde se localiza, a los estados de pabellón que abanderaron esos bu-ques, a las personas o empresas que lo descubren o a la humanidad en su conjunto? Además,con ello se añade otra complejidad, la del emplazamiento de ese patrimonio.

Según el derecho internacional del mar (Convenio de Naciones Unidas sobre el Derecho delMar, Montego Bay, 1982), el Estado ribereño tiene plena soberanía en sus aguas continentales,aguas interiores y el mar territorial hasta las 12 millas náuticas (m.n.). A partir de ese límite vaperdiendo competencias: en la zona contigua, entre las 12 y las 24 m.n., todavía conserva sobe-ranía en varios aspectos entre ellos el PCS por referencia; en la plataforma continental sobre losrecursos no vivos, y en la zona económica exclusiva sobre los recursos vivos. Por último, en altamar, la denominada «Zona» a partir de las 200 m.n., prima el principio de libertad siempre queno se vean afectados los derechos legítimos de estados terceros.

El derecho internacional –en general– y el derecho del mar –en particular– regulan esos de-rechos legítimos por el principio de inmunidad soberana sobre los buques y aeronaves de Estado.Un régimen según el cual el Estado de pabellón, salvo abandono expreso, conservaría todos susderechos y títulos de propiedad sobre los buques/aeronaves de Estado, indistintamente del lugardónde se hallen e indistintamente del tiempo transcurrido desde el hundimiento. Además, muchospecios son asimismo tumbas de guerra, protegidas igualmente por el derecho internacional actual(Aznar, 2009: 41-42).

El principio de inmunidad soberana es defendido, sobre todo, por los estados que han sidograndes potencias navales y no aceptado por muchos de los estados ribereños, que fueron an-tiguas colonias. Esa falta de acuerdo generó muchos desencuentros en las negociaciones de laConvención de 2001 y hace que muchos países no la hayan ratificado. España, durante esas ne-gociaciones, mantuvo una actitud conciliadora frente a las dos posturas totalmente enfrentadas–de máxima soberanía de una u otra parte– y apostó por una línea de cooperación entre los pa-íses miembros en la protección de un patrimonio que es común (Azuar et alii, 2006: 80).

La Convención UNESCO de 2001 establece el régimen jurídico de los buques, dependiendode si son buques de Estado o no, y en qué zona marítima estén situados. Respecto a la regulaciónjurídica de los primeros, para eludir los conflictos citados, mantiene un cierto equilibrio entre losderechos del Estado ribereño y los del Estado de pabellón. Cuanto más cerca esté el buque dela costa o mar territorial son mayores los derechos del Estado ribereño, y cuanto más lejos seubique mayor soberanía tiene el Estado de pabellón (Azuar et alii, 2006, 80).

En la actualidad, los derechos del Estado de pabellón son reconocidos por los Estados Partesque han ratificado la Convención UNESCO, por los países que han suscrito convenios bilateraleso por aquellos que avalan el principio de inmunidad soberana. Potencias navales como Rusia,Gran Bretaña, Alemania, Japón o Francia manifestaron su adhesión a este principio en una de-claración de 1995 (Aznar, 2009: 46).

En este sentido son muy importantes las recientes sentencias de los tribunales de los EstadosUnidos a favor del Estado español, al reconocer el primer país el derecho de inmunidad soberanade los buques de Estado del segundo –hundidos en sus aguas nacionales e incluso fuera de ellas–y dictar sentencia en contra de dos compañías de cazatesoros norteamericanas. En primer lugar,

Page 4: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

contra la empresa Sea Hunt, Inc., que quisoaplicar la ley de salvamento a los restos de ElJuno y La Galga, rescatados en Virginia. Y ensegundo lugar, contra la compañía OdysseyMarine Exploration en el caso de la fragataNuestra Señora de las Mercedes, localizada yexpoliada en aguas de la plataforma continen-tal de Portugal (Aznar, 2010: 212-218). Estassentencias son pioneras a nivel internacional,porque sientan un precedente legal al crear ju-risprudencia firme en los tribunales anglosa-jones del «Admiralty Law», han sido un durogolpe para las empresas de cazatesoros y noshacen concebir esperanza en un futuro mejorpara la protección y conservación del PCS.

El expolio y las actividades no autoriza-das dirigidas al PCS son una de las mayoresamenazas a su preservación, aunque no lasúnicas. La acción de las empresas de cazate-soros y, en menor medida, de algunos expo-liadores individuales, es devastadora, alconvertir los bienes arqueológicos en objetode explotación comercial. A ello se suma laactividad de centenares de buceadores depor-tivos que desconocen el valor de ese patrimo-nio y que pueden perturbarlo negativamente,incluso de manera no intencionada. Por otra

parte, el PCS puede verse afectado de forma fortuita por el impacto negativo de actividades le-gítimas como fondeos, obras portuarias y marítimas –dragados, emisarios, tendido de cables, et-cétera–, pesca de arrastre, etc. Sin olvidar los factores físico-químicos, biológicos y mecánicosinherentes al medio subacuático que inciden en la conservación de los materiales arqueológicos.

Esas amenazas han sido discutidas en varios foros internacionales (Malta, 1992; Sofía, 1996;París, 2001) y han sido analizadas detenidamente por distintos autores (Negueruela, 2000b: 179-184; Grenier, 2006; García y Alzaga, 2009: 133-34; Manders, 2012: 6-11). Tal como señala RobertGrenier: «el verdadero enemigo de ese patrimonio subacuático es el ser humano, con sus equiposde inmersión, con sus dragas, con sus potentes equipos de construcción, motivado por ese po-deroso enemigo del patrimonio cultural que es el afán de lucro, la avaricia. El verdadero peligroes el hombre. No obstante, es también el hombre quién puede erigirse en el protector, el salvador,dotado ahora de esta Convención de 2001 y de su anexo» (Grenier, 2006: XIV).

En este sentido, la Convención UNESCO de 2001 es muy clara y tajante. Uno de sus pilaresmás relevantes es defender y determinar que «el patrimonio cultural subacuático no será objetode explotación comercial» (artículo 2.7). Para ello establece que «no deberá ser objeto de trans-acciones ni operaciones de venta, compra o trueque como bien comercial» puesto que «la reali-zación de transacciones, la especulación o su dispersión irremediable es absolutamenteincompatible con una protección y gestión correctas de ese patrimonio» (norma 2 del anexo).

Además, ante el resto de riesgos que amenazan al PCS, la Convención también marca variosprincipios de actuación. Por una parte, establece que «cada Estado Parte empleará los medios másviables de que disponga para evitar o atenuar cualquier posible repercusión negativa de activida-

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 4 —

Ancla recuperada de uno de los pecios expoliados porla empresa Sea Hunt (1999). Archivo ARQUA.

Page 5: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

des, bajo su jurisdicción, que afecten de manera fortuita al PCS» (artículo 5). Por otra, promueveun acceso responsable y no perjudicial del público al PCS in situ, siempre que sea compatiblecon su protección y gestión, para favorecer la sensibilización de la sociedad (artículo 2.10).

Por último, hay otro factor que obstaculiza la preservación del PCS: la inaccesibilidad al pro-pio medio subacuático hace que habitualmente el patrimonio subacuático sea «invisible» y, porello, más complicado de proteger. La dificultad de observar, conocer y constatar el impacto deesos peligros hace que muchas veces ni siquiera sepamos lo que está ocurriendo: «bajo el mar,la acción de los hombres o de las fuerzas de la naturaleza puede destruir sitios irremplazablessin que nadie lo sepa… Bajo el agua, prácticamente todo pasa desapercibido» (Grenier, 2006:XIV). Consecuentemente, es muy difícil vigilar directamente los yacimientos subacuáticos paraevitar los riesgos a los que están sometidos (Castillo, 2009: 12-13).

La investigación arqueológica

La investigación arqueológica tiene dos objetivos principales. En primer lugar, el análisis, com-prensión y explicación de las sociedades humanas pretéritas, a través del estudio de su culturamaterial y sus contextos con metodología arqueológica. Y, en segundo lugar, aunque igualmenteimportante, la transmisión del conocimiento adquirido a la sociedad (San Martín, 1994: 14-16;Nieto, 2009: 183-184).

La Arqueología es una ciencia de investigación histórica que utiliza un método científicopara investigar y obtener un conocimiento que pasa a formar parte de la Historia. Por tanto, noes una ciencia auxiliar de la Historia, sino una ciencia histórica porque es a la vez fuente para laHistoria y una forma de hacer historia (Bendala, 1981). Es una ciencia horizontal que sirve parahacer historia, cualquier clase de historia, de cualquier época, en cualquier medio y con distintosprocedimientos (Querol y Martínez, 1996).

El arqueólogo es ante todo un historiador, un historiador especializado en el estudio de lasfuentes materiales y de sus técnicas específicas, aunque conoce y aprovecha las demás fuentes–escritas, verbales, visuales–. Su objetivo último es ampliar el conocimiento para hacer historia.

Toda investigación arqueológica comienza con el planteamiento de unos objetivos científicosy una hipótesis de partida para elaborar un proyecto. Éste se nutre de distintas fuentes, utilizaun procedimiento, unos métodos y unas técnicas para verificar o no la hipótesis de partida. Acontinuación se analizan, estudian e interpretan los resultados obtenidos para alcanzar unas con-clusiones históricas, que se tienen que transmitir al resto de la comunidad científica y al públicoen general.

La Arqueología no debe identificarse con el método arqueológico, que solo es un medio, ymucho menos con las técnicas que utiliza. Tampoco hay que identificar Arqueología con la ex-cavación y la recuperación de objetos. Como en cualquier otra disciplina, el método científicono es un fin en sí mismo sino un camino hacia el conocimiento.

La metodología se debe ajustar a los objetivos del proyecto y las técnicas utilizadas debenser lo menos perjudiciales posible, tal y como establece la Convención UNESCO (norma 16 delanexo). Ambas, metodología y técnica, tienen que adaptarse a la casuística de cada yacimiento,que es único. Su elección está condicionada por distintos factores: las características propias delsitio –el tipo de yacimiento y su importancia científica–; las peculiaridades de su entorno natural;y los medios humanos, técnicos y económicos disponibles para garantizar la consecución de losobjetivos planteados.

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 5 —

Page 6: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

En el ámbito del PCS, el arqueólogo aborda el estudio de un patrimonio muy variado con dis-tintos tipos de yacimientos: infraestructuras portuarias, como las de Delos en Grecia, Cesarea Marítimaen Israel, Alejandría en Egipto, Ampurias en España; infraestructuras pesqueras, como las piscifac-torías romanas en las costas mediterráneas de Italia y España o los corrales de pesca de Cádiz o lasanclas de almadraba; infraestructuras de comunicación, como las cimentaciones de puentes docu-mentadas en Irlanda, Inglaterra o Zaragoza; concentraciones de objetos en fondeaderos y puertosen todo el mundo; ofrendas ceremoniales en islas o lagos, como el Titicaca en Bolivia, la laguna deCulebrillas en Ecuador o el volcán Nevado de Toluca en México; objetos aislados, huella de la pre-sencia o actividad humana; etc. Sin olvidar el tipo de yacimiento subacuático por antonomasia, elpecio, que puede presentar restos de arquitectura naval o de su cargamento o ambos. Entre losmiles de ejemplos existentes, destacan los míticos Ulu Burun, Kyrenia, Grand Congloué, Yassi Ada,Serçe Limani entre otros; los galeones de los siglos XVI-XVIII; los buques hundidos en batallas navalesdel XIX, como la del cabo de Santa María o Trafalgar, o bien barcos de vapor de esa época; y los pe-cios del siglo XX, desde el Titanic a los submarinos de las guerras mundiales o incluso aviones hun-didos, como el pilotado por Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito.

A ellos se suman otros yacimientos que, circunstancialmente, quedaron sumergidos, total oparcialmente: cuevas con objetos y pinturas prehistóricas, como las de la Gruta Cosquer en Franciao las de los Cenotes de las Calaveras y de las Manos en México; poblados lacustres, neolíticos ode la Edad del Bronce, como los de los Bañoles en Gerona, Charavines en el sureste de Franciay Neuchatel en Suiza; ciudades y puertos costeros, como los de Baia en Italia, Port Royal en Ja-maica, etc.; asentamientos coloniales como Santa Fe la Vieja en Argentina o Tierra Bomba en Co-lombia; fortines y baterías costeras, como los del litoral colombiano, entre otros muchos ejemplos.

Además, también influye la diversidad de los emplazamientos de estos yacimientos, bajo elmar, en zonas intermareales, en aguas interiores –ríos, lagos, cenotes, cloacas, pozos, etc.–, enniveles freáticos o inundables e incluso en tierra firme. Sirvan de ejemplo los siguientes casos:la embarcación de Matagrana localizada en zona intermareal en Huelva; el cementerio romanodocumentado en el río Ródano, Francia; el barco medieval Les Sorres X en el delta del río Llo-bregat, Barcelona; las cloacas romanas estudiadas en Italia y Malta; los restos del puerto deOiasso, en niveles freáticos de Hondarribia, Guipúzcoa; o los barcos localizados en obras terres-tres en Marsella, Pisa, Nápoles o más recientemente en el puerto de Teodosio en Estambul.

Muchas son las publicaciones que tratan de la metodología y las técnicas de la arqueologíasubacuática o de las fases del procedimiento de investigación. En este sentido, el anexo de laConvención UNESCO 2001 desarrolla una serie de protocolos generales de intervención en elpatrimonio sumergido, un conjunto de normas básicas que conforman un límite mínimo infran-queable y constituyen un verdadero código deontológico de la arqueología subacuática (VV.AA.,2010: 49; Azuar et alii, 2006: 75). Su contenido es básicamente el mismo que el de la Carta deSofía de 1996, de ICOMOS, por lo que es un documento generado por la comunidad científicaque adquiere fuerza jurídica y carácter vinculante al incluirse en la Convención (Azuar et alii,2006: 80). Ello explica que haya alcanzado bastante relevancia y trascendencia, al ser inclusoaceptado y aplicado por los responsables políticos de algunos países no firmantes –como EEUU,Reino Unido, Holanda o Australia– que han incluido el Anexo en sus respectivos reglamentosnacionales. Recientemente, la UNESCO ha publicado un manual con las directrices para la apli-cación del Anexo de la citada Convención (Maarleved, Guérin y Egger, 2013).

Las actuaciones arqueológicas dirigidas a ese heterogéneo PCS tienen que enfrentarse a unaproblemática técnica común, al desarrollarse en el medio subacuático y en unas condiciones am-bientales determinadas –profundidad, tipo de fondo, visibilidad, temperatura–. Por eso, es nece-saria una programación muy exhaustiva y resulta imprescindible que todo esté perfectamenteplanificado y preparado fuera del agua, para poder optimizar el tiempo de inmersión.

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 6 —

Page 7: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

«Todo proyecto dirigido al PCS debe ajustarse, lógica y estrictamente, al texto y al espíritu dela Convención UNESCO de 2001, muy particularmente a las normas recogidas en su anexo»(VV.AA., 2010: 71). Independientemente del tipo de yacimiento en el que se vaya a actuar, laclase de intervención arqueológica a realizar y el procedimiento, el método y las técnicas a uti-lizar, toda intervención tiene que seguir el mismo planteamiento metodológico general que sesintetiza a continuación.

Antes de iniciar cualquier actuación arqueológica hay que elaborar un proyecto científico,que debe ser autorizado por las autoridades competentes. Además se tiene que contar con losmedios humanos, técnicos y, sobre todo, con la financiación suficiente para garantizar que sepueden culminar todas las fases del proyecto: las actuaciones preliminares, la propia intervenciónarqueológica subacuática (prospección, sondeos, excavación, cubrición u otros), la proteccióndel yacimiento in situ, la conservación y estudio de los materiales, junto con la interpretación,publicación y difusión de los resultados. Si no se pudiera asegurar la disponibilidad de mediospara todas las fases del proyecto, hay que hacer un ejercicio de responsabilidad y no comenzarla actuación hasta que ésta se pueda acometer con las garantías suficientes.

Protección y gestión del PCS

La necesidad de establecer una correcta tutela del PCS pasa inevitablemente por tener un cono-cimiento integral del mismo, ya que «no se puede proteger aquello que no se conoce».

Desde la Segunda Guerra Mundial, distintas recomendaciones y convenciones internacionaleshan insistido en la necesidad de inventariar el patrimonio con el objetivo de contar con una he-rramienta eficaz que permita su protección. En 1996 la Carta de Sofía de ICOMOS fue más allá,al establecer la utilidad de los inventarios no solo para la protección sino también para la gestióndel PCS. La Convención UNESCO de 2001 avanza en esa línea: establece que las autoridades seharán cargo de la elaboración, mantenimiento y actualización de los inventarios del PCS paragarantizar de forma eficaz la protección, conservación, preservación y gestión del PCS, así comola investigación y difusión del mismo (artículo 22.1). Es decir, que los inventarios y cartas ar-queológicas son el pilar fundamental para cualquier otro tipo de actuación.

Los inventarios tradicionales se centraban en la localización, la caracterización y la delimita-ción de los yacimientos, lo que resulta insuficiente en la actualidad. Las cartas arqueológicas sub-acuáticas tienen objetivos más amplios: en primer lugar, localizar, identificar y evaluar el PCSsusceptible de ser investigado con metodología arqueológica; después, diagnosticar su estadode conservación y los posibles riesgos –naturales y antrópicos– para su preservación; y, por úl-timo, proponer acciones que permitan proteger, conservar, investigar y difundir este patrimonio.

Para la consecución de dichos objetivos es necesario realizar una documentación previa alestudio arqueológico, el propio trabajo de campo y la sistematización de los resultados, tal comose explica a continuación.

Se comienza con una recopilación y análisis de todas las fuentes documentales relacionadascon la zona de estudio: bibliografía; documentación en archivos –históricos, portuarios u otros–y en museos; cartografía, toponimia, fotografía; geomorfología y dinámica litoral; intervencionesarqueológicas terrestres y subacuáticas previas; información oral y hallazgos casuales, etc. Asi-mismo, hay que evaluar la importancia del propio yacimiento y de su entorno natural, su vulne-rabilidad y las consecuencias de la actuación o de cualquier intrusión en su estabilidad a largoplazo, tal como establece la Convención de 2001 (normas 14 y 15 del anexo). A continuación

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 7 —

Page 8: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 8 —

hay que procesar la información y confrontar los datos recopilados de las distintas fuentes, paradefinir las áreas susceptibles de ser investigadas con metodología arqueológica y poder planificarla actuación de campo, en este caso, subacuática.

Para realizar el estudio arqueológico de la zona se deben priorizar las actividades no intru-sivas de reconocimiento y de localización de bienes integrantes del PCS frente a la excavaciónde los mismos. La Convención UNESCO de 2001 insiste en ello, señala que es preferible el usode técnicas y métodos de exploración no destructivos frente a la recuperación de objetos (norma4 del anexo).

La prospección arqueológica subacuática se puede realizar con medios humanos o medianteteledetección. Los arqueólogos subacuáticos hacen reconocimientos visuales con distintos méto-dos: inspección, recorridos por rumbos, círculos concéntricos, remolque con planeador, etc. Ge-neralmente, estos trabajos se llevan a cabo en zonas puntuales y poco profundas, hasta la cotabatimétrica de –30 metros.

Para cotas mayores o zonas de gran extensión se realizan prospecciones geofísicas, con métodossísmicos o magnéticos y sus distintas técnicas: sonar de barrido lateral, perfilador de fondos, sonarde apertura sintética, multibeam u otros, de una parte; y magnetómetro de protones, gravímetro,etc. de otra. Estas técnicas proporcionan una cartografía georreferenciada de los fondos marinos yde las anomalías detectadas en la zona de estudio. Posteriormente, aquellos registros de posible in-terés que se encuentren en superficie se comprueban con arqueólogos buceadores o vehículos ope-rados remotamente –ROV– equipados con cámaras de fotografía y vídeo u otros medios.

Prospección arqueo-geofísica de la bahía de Cartagena (2008). Autor imagen: Fundación Aurora Trust. ArchivoARQUA.

Page 9: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

En los casos en que se verifica el interés arqueológico del sitio, se procede al posiciona-miento, delimitación, documentación y análisis del estado de conservación del yacimiento, asícomo a su adscripción tipológica y cronológica. Y, ocasionalmente, si fuese imprescindible parapoder visualizar y valorar correctamente el yacimiento, se realizan sondeos de comprobación.

Una vez concluidos los estudios preliminares y las actuaciones arqueológicas, es imprescin-dible sistematizar toda la información obtenida en bases de datos normalizadas y en Sistemas deInformación Geográfica (SIG). Eso facilita el intercambio de información y hace posible un aná-lisis espacial de los yacimientos, así como una gestión eficaz de los mismos (Benítez y Alonso,2011).

En definitiva, la Carta Arqueológica no debe entenderse como un fin en sí mismo, sino como«una herramienta imprescindible que permita disponer de la información suficiente para elaborarpolíticas correctas de gestión del PCS» (VV.AA., 2010: 40). Es un proyecto abierto, que requiereuna continua actualización. El análisis de la información obtenida permite diseñar líneas generalesde actuación de los órganos de gestión de este patrimonio, planificar actuaciones futuras de pro-tección-conservación o estrategias de investigación y difusión, así como fomentar la protecciónjurídica y física del PCS (VV.AA., 2010: 43-44).

Protección jurídica y física del PCS

La creación y aplicación de figuras de protección jurídica específicas para yacimientos arqueo-lógicos subacuáticos, conocidos o no, es una necesidad. En España, las «zonas arqueológicas»conocidas pueden alcanzar una protección jurídica integral al ser declaradas como Bienes de In-terés Cultural (BIC). Por otra parte, aquellas zonas del litoral donde se constate o se presuma laexistencia de restos arqueológicos podrían protegerse como «zonas de protección arqueológica».Esta solución existe en algunas normativas autonómicas con figuras de protección tales comolas «zonas de servidumbre arqueológica» y los «espacios de protección arqueológica», que ya seestán utilizando para el PCS de Andalucía y Cataluña respectivamente (VV.AA., 2010: 54 y 60).

En Andalucía, en 2008, se promovió la declaración como BIC, en la categoría de Zonas Ar-queológicas, de 53 yacimientos subacuáticos conocidos. Asimismo, se declararon como Zonasde Servidumbre Arqueológica 43 espacios subacuáticos de interés (BOJA n.º 48, de 10/03/08;García y Alzaga, 2009: 142). Estas incoaciones generalizadas sitúan a la comunidad andaluzacomo la pionera en España en este ámbito, puesto que en el resto de regiones solo algunos ya-cimientos subacuáticos gozan de protección jurídica. Desafortunadamente, la aplicación sistemá-tica de figuras de protección todavía es una asignatura pendiente en la mayoría de lasadministraciones y órganos gestores del PCS en España.

En otros países también se ha llevado a cabo la protección legal de determinados yacimientosy sus entornos, a menudo en combinación con la protección física de los mismos para garantizarsu preservación o facilitar su puesta en valor. Sirvan de ejemplo las experiencias realizadas enHolanda, Francia, Portugal, Italia, Canadá, EEUU, Australia o Sudáfrica, entre otros.

La protección física de los yacimientos subacuáticos se hace necesaria para conservar ade-cuadamente el PCS, especialmente en aquellos sitios que están en peligro por su propia fragilidad–restos orgánicos no enterrados– o por la agresión de agentes naturales –oleaje, corrientes, etc.–y, sobre todo, por la acción humana fortuita o intencionada, como se ha explicado anteriormente.Para evitar o paliar esos peligros, se pueden utilizar diferentes sistemas de protección física yconservación in situ en distintos momentos: antes de comenzar la excavación, si ésta no se puedeacometer por motivos técnicos, científicos o económicos; durante la misma, si el yacimiento así

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 9 —

Page 10: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 10 —

lo requiere; y siempre al terminar, para tapar y dejar el entorno natural tal como estaba y protegeradecuadamente los restos que no se recuperen (Castillo, 2009: 13). Se trata de sistemas de pro-tección preventivos y pasivos, a los que se suman sistemas activos de vigilancia (Negueruela,2000a: 112-115 y 2000b: 192-194; Castillo, 2008: 48-49 y 2009: 19).

A ese respecto la Convención de 2001, considera la conservación in situ como opción prio-ritaria para proteger el PCS (artículo 2.5 y norma 1). Además establece un programa de gestióndel yacimiento que tiene que preveer la protección y gestión in situ del PCS durante el trabajode campo y tras su conclusión. Para ello, determina que se deben tomar las medidas adecuadaspara la estabilización del sitio, su control sistemático y su protección de las intrusiones (norma25 del anexo).

Para estabilizar los sedimentos en los yacimientos subacuáticos, de forma temporal o defini-tiva, existen distintos sistemas y métodos de cubrición (Davidde, 2004: 139-147; Castillo, 2009:13-27; Manders, 2012: 20-28; Pešic, 2014: 98-105). Con frecuencia se tienen que combinar variosmétodos o desarrollar nuevos para adaptarlos a las características intrínsecas y del entorno naturalde cada yacimiento.

La utilización de sacos de arena es un métodobarato y efectivo, sencillo y reversible que se em-plea en muchos países, entre ellos Australia o Ita-lia (Coroneos, 2006: 55-57; Davidde, 2004: 143).Para la protección de estructuras arqueológicassumergidas, en Italia, se están utilizando materia-les geosintéticos en recipientes llenos de arena(Aminti y Cappuchini, 2012: 29-31). En otras oca-siones se emplea un sistema de redes, como elusado por Holanda para proteger sus pecios enaguas nacionales y de terceros países –Sri Lanka–(Manders, 2006: 70-72 y 58-60).

En el caso de embarcaciones de madera hayvarias alternativas. En Red Bay –Canadá– se des-manteló el maderamen del barco y se volvió a en-terrar bajo la arena, en varias capas. Se instalarontubos de muestreo y el conjunto se selló con sacosde arena, piedras y una lona fijada con neumáticosrellenos de cemento (Waddell, 2007: 159-163). Elbarco Culip VI –Gerona– permaneció completo insitu y se reenterró con arena y bloques de posido-nia natural ( Jover, 1998: 31). En el William Sal-thouse –Australia– se logró estabilizar lossedimentos con matas de posidonia artificial (Sta-niforth, 2006: 52-54). En los barcos fenicios de Ma-zarrón se colocaron túmulos artificiales antes de suexcavación, sacos de arena durante la misma y unaestructura metálica conocida como «caja fuerte» du-rante y después de la actuación (Cabrera et alii,1992; Negueruela 2000a: 112-115 y 2000b: 192-194).

«Caja fuerte» utilizada durante la excavación del barco Mazarrón 2 (1999-2000). Archivo ARQUA.

Page 11: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

Para preservar in situ cargamentos de ánforas romanas se emplean distintos métodos. Elpecio Bou Ferrer –Alicante– está protegido con un sistema combinado de redes, enrejados, blo-ques y cadenas (de Juan et alii, 2011:180). En varios pecios en Croacia se instalaron jaulas me-tálicas, que han permitido su protección ante posibles saqueos y han hecho posible inmersionesturísticas seguras ( Jurišic, 2006: 147-156).

El control sistemático y la protección de las intrusiones, también establecida por la Conven-ción de 2001, se lleva a cabo de distintas formas: con una monitorización posterior a la estabili-zación del yacimiento, mediante la implicación de actores sociales locales y con sistemas devigilancia e inspección. Sirvan de ejemplo los trabajos de monitorización extensiva realizados enHolanda, al controlar las condiciones ambientales del pecio con toma de muestras y la evolucióndel sistema de protección mediante una campaña anual con multibeam (Manders, 2006: 72).También el sistema de telecontrol con cámaras subacuáticas, usado en Sicilia, que permite unavigilancia del yacimiento en tiempo real y su disfrute por el público en general, ya que las imá-genes pueden ser visionadas vía Internet (Tusa, 2009: 668). Este exitoso método se intentó ex-tender a otros países a través del proyecto europeo MUN: Mediterranean Underwater Netword(Tusa, 2009: 668; Castillo, 2009: 30-31).

La medida más eficaz para la protección del PCS es la sensibilización pública en relación ala conservación de este bien común. Para ello es fundamental la implicación de pescadores, sub-marinistas y habitantes de la zona en la conservación de los yacimientos locales (VV.AA., 2010:58-59). En países como Portugal, Italia, Croacia o Suecia, entre otros, la implicación o colaboraciónde los clubs de buceo en la gestión de yacimientos abiertos al público buceador ha permitidogarantizar la preservación de ese patrimonio subacuático y el desarrollo sostenible de las comu-nidades locales (Alvés, 2006; Tusa, 2009; Flyg, 2011). Por ello, es imprescindible proteger el PCSpara que en el futuro «podamos bucear en la Historia», tal como señala R. Stanley, «We need toprotect what we have, so that in the future, we can, “Dive into History”» (Stanley, 2006: 4).

Además, hay que establecer un régimen de vigilancia, control e inspección del PCS paraevitar su desprotección, los atentados contra el mismo y el expolio. Ello exige una coordinaciónpermanente entre las administraciones públicas implicadas: las de Cultura, los cuerpos y fuerzasde seguridad del Estado, la Armada, etc. En España, por ejemplo, se están haciendo experienciaspiloto al incluir algunas áreas arqueológicas en los sistemas de vigilancia existentes, como el Sis-tema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE). Al mismo tiempo se pretende fomentar proyectos deinvestigación de desarrollo de nuevos sistemas de vigilancia indirecta adaptados al PCS (VV.AA.,2010: 59).

Documentación, conservación, análisis y el estudio del PCS

La documentación de los bienes arqueológicos y sus contextos es la parte más importante decualquier intervención para evitar que se pierdan documentos históricos irrepetibles. Eso se hacemás evidente en el caso de sondeos y excavaciones, que son los métodos más intrusivos y des-tructivos. Asegurar un buen registro arqueológico y una exhaustiva documentación permitirá in-terpretar los materiales arqueológicos, reconstruir a posteriori el yacimiento y valorar susignificado histórico. De la calidad de estos trabajos dependerá en gran medida la fiabilidad delas conclusiones (Nieto, 2009: 186).

La realización de sondeos previos permite valorar la presencia del PCS en el subsuelo. Pro-porciona al arqueólogo una aproximación directa y más fiable a la realidad y la problemática delyacimiento, aporta informaciones imprescindibles para poder reflexionar y tomar una decisiónsobre la conveniencia o no de excavar (Nieto, 2009: 185). También ayuda a diagnosticar su im-

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 11 —

Page 12: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

portancia y valorar su estado de conservación, delimitar su extensión y comprobar su potencia, yplanificar una futura excavación en extensión. Asimismo, en el caso de las intervenciones de im-pacto ambiental, una adecuada retícula de sondeos hace posible valorar la afección de la obrasobre el PCS y tomar las medidas necesarias para evitar o mitigar su posible impacto arqueológico.

La decisión de excavar un yacimiento sólo está justificada por su interés científico o por lanecesidad de garantizar su protección frente a riesgos naturales o antrópicos. Por ello, solo seautorizará cuando constituya una contribución significativa a la protección, el conocimiento o elrealce de este patrimonio. En estos casos se procurará que las técnicas y métodos empleadossean lo menos dañinos posible y contribuyan a la preservación de los vestigios (normas 1 y 4del anexo de la Convención de 2001).

Además, antes de comenzar la excavación de un yacimiento hay que valorar y sopesar dis-tintos condicionantes: la importancia científica del mismo, la preparación científica y técnica delequipo humano, la problemática técnica, la disponibilidad de tiempo, los medios técnicos, eco-nómicos y humanos para garantizar la propia excavación y sobre todo el proceso posterior post-excavación (Nieto, 2009: 185-186).

Cualquier campaña de excavación se inicia con la señalización, reticulado del área e insta-lación de puntos de control topográficos, lo que permite realizar la cartografía general del yaci-miento y ubicar los bienes muebles o inmuebles localizados. A continuación se procede a laeliminación de sedimentos, capa a capa, utilizando mangas de succión. Solo se puede pasar aexcavar la siguiente capa o estrato cuando se ha completado el registro de los contextos y losbienes arqueológicos localizados. Para ello, es imprescindible llevar a cabo una documentaciónsistemática, exhaustiva y progresiva. Se etiquetan los objetos o los elementos estructurales y seregistran con distintos métodos y técnicas: dibujo de planos, secciones y detalles; fotografía, fo-tomosaico, fotogrametría, etc.

En paralelo a estas intervenciones se acomete el trabajo de gabinete correspondiente: diarios,apuntes de campo, volcado de fotografías y dibujos, elaboración de planos, secciones, bases dedatos, etc. Además, en el caso de que sea necesaria la recuperación de materiales arqueológicos,se procede al registro preliminar de los mismos (inventario previo y documentación básica) y asu conservación preventiva.

Al programa de documentación (normas 26 y 27 del anexo), se suman los de gestión delsitio y conservación de los materiales, que se tienen que llevar a cabo en cualquier tipo de ac-tuación: prospección, sondeos, excavación u otras. Asimismo, son necesarios cuando se realicentareas de estabilización, mantenimiento o limpieza en un yacimiento, para poder garantizar supreservación y conservación in situ o bien, cuando sea posible, hacer posible un acceso respon-sable del público.

El programa de gestión del sitio tiene que preveer las medidas necesarias para garantizar laprotección y conservación del yacimiento durante la actuación y sobre todo a su cierre temporalo definitivo. Entre ellas, como se ha comentado anteriormente, están la estabilización del sitio,su control sistemático y la protección de las intrusiones (norma 24 del anexo).

El programa de conservación tiene que efectuarse de conformidad de las normas profesio-nales vigentes. La recuperación de bienes arqueológicos de procedencia subacuática, por ar-queólogos o/y restauradores especializados, sólo debe acometerse cuando se pueda garantizaruna conservación adecuada de los mismos en todas las fases del proceso, durante su extracción,su traslado a los laboratorios y, especialmente, a largo plazo (norma 24 del anexo).

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 12 —

Page 13: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

Durante la campaña, se tienen que tomar las medidas de conservación preventiva necesariaspara evitar que los objetos sufran alteraciones en su transición del medio acuático –en el que ha-bían alcanzado un equilibrio– al medio aéreo –dónde se conservarán en el futuro–. Una extraccióninadecuada puede destruir en muy poco tiempo lo que se ha conservado durante años o siglos.

La posterior conservación de los materiales arqueológicos de procedencia subacuática es unproceso largo, delicado y costoso. Por ello, antes de comenzar la intervención hay que tener dis-ponibles todos los medios humanos, técnicos y económicos precisos para asegurar que se puedeejecutar el proceso completo de estabilización, conservación y, en su caso, restauración, de dichosobjetos. Una labor que puede llevar a los restauradores especializados varios meses o en ocasio-nes varios años.

Esa labor de conservación continúa en el museo. Las revisiones y controles periódicos ensalas de exposición y almacenes permiten garantizar que los objetos se preserven en óptimascondiciones, tal como establece la Convención UNESCO de 2001: «El PCS recuperado se depo-sitará, guardará y gestionará de tal forma que se asegure su preservación a largo plazo» (artículo2.6). De la misma manera, se tiene que velar por la conservación de los archivos del proyecto,incluido cualquier bien del PCS que se haya extraído y una copia de toda la documentación deapoyo, que «se conservarán, en la medida de lo posible, juntos e intactos en forma de colección»(norma 33 del anexo).

Sin embargo, la actuación arqueológica no concluye cuando finaliza la propia intervenciónsubacuática y los materiales llegan, se conservan o se restauran y son expuestos o almacenadosen el museo. En ese momento se intensifica la investigación del PCS documentado y conservado,a través del análisis y del estudio los restos materiales, sus características, su contexto, sus para-lelos y su significado (Castillo, 2008: 50). Para ello, el equipo interdisciplinar de profesionalesimplicados se sigue ampliando: a los arqueólogos, documentalistas, restauradores y químicos, sesuman ahora los técnicos de laboratorio, especialistas en arqueometría y museólogos, entre otros.

La aplicación al material arqueológico de las técnicas experimentales de otras disciplinascomo la física, la química o la geología, a través de la arqueometría, permite obtener datos ob-jetivos muy reveladores. Por una parte, para determinar la naturaleza y el estado de conservaciónde las piezas y así poder elegir el tratamiento más adecuado que garantice su adecuada preser-vación. Por otra, para averiguar la procedencia de los objetos recuperados y hacer una aproxi-mación a su datación, entre otras cuestiones.

La reciente investigación realizada en una muestra de las monedas de la fragata Nuestra Se-ñora de las Mercedes, depositadas en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, es un ejem-plo de ello. La colaboración con el SAI (Servicio de Apoyo a la Investigación de la UniversidadPolitécnica de Cartagena) ha permitido los análisis de identificación mineralógica de las concre-ciones por difracción de rayos X, tras una inspección bajo microscopia electrónica de rastreo ymicroanálisis tipo EDX. De esa forma, se ha podido hacer una caracterización muy precisa delos productos de corrosión presentes en cada grupo de monedas y en base a ello –según cadapatología– proponer los tratamientos más adecuados, que se están acometiendo en la actualidad(Buendía, Gómez-Gil y Sierra, en prensa).

La caracterización arqueométrica de las cerámicas arqueológicas es un proceso complejo,en él se obtienen mejores resultados al combinar el uso de distintas técnicas: físico-químicas,mineralógicas y petrológicas. Ello permite resolver algunas cuestiones sobre este fósil director:¿cuándo fue realizada?, ¿cómo fue fabricada? ¿de dónde proviene? ¿por qué y como se distribuye?Por ejemplo, conocer de dónde proviene un fragmento cerámico puede ayudar a establecer ladistribución del material, su consiguiente comercio e intercambio, las rutas e incluso el movi-

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 13 —

Page 14: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

miento de poblaciones. Lo más importante es la interactuación entre los resultados analíticos ylos resultados arqueológicos que se validan entre sí y permiten avanzar conjuntamente en la in-terpretación histórica de estos bienes culturales (Cau, 2009: 289 y ss.).

La datación de los materiales arqueológicos se realiza con distintos procedimientos y técnicas.Las más conocidas son la dendrocronología y la datación por radio-carbono, para objetos de na-turaleza orgánica. También existen otras herramientas más novedosas, como la rehidroxilaciónutilizada en la datación de cerámicas. Conocer la cronología de los documentos o materiales es-tudiados es primordial en arqueología, como en cualquier disciplina histórica.

Por otra parte, se llevan a cabo los inventarios definitivos de los materiales recuperados y sucatalogación comparada, el dibujo de las piezas más representativas, el análisis de los resultadosarqueométricos, la búsqueda de paralelos, etc. De esa forma, los arqueólogos van avanzando enel estudio de los bienes y contextos arqueológicos documentados, de las estructuras si las hubieray del propio yacimiento, lo que les permitirá acometer las siguientes fases de su investigación:la interpretación y difusión de resultados.

La Arqueología subacuática como fuente de conocimiento

Tras recopilar los resultados de las fases anteriores, los arqueólogos tienen que estudiar e inter-pretar los restos materiales junto con sus contextos arqueológicos y naturales como un docu-mento histórico, como una fuente de información histórica. Estudian los objetos y los yacimientosno como un fin en si mismo sino como un medio para llegar a conclusiones históricas sobre suentorno geográfico, económico y cultural.

Las informaciones obtenidas deben ser estudiadas en sus interrelaciones temporales y espa-ciales. Es importante ubicar en el tiempo esos resultados, llegar a una aproximación cronológicaen tiempo absoluto o relativo. Asimismo, es elemental la ubicación espacial y el estudio de lasrelaciones espaciales entre el yacimiento y su entorno, entre los distintos yacimientos o entre losmateriales y su distribución.

Solo la investigación, interrelación e interpretación de los bienes arqueológicos y las infor-maciones obtenidas, permiten sacar conclusiones y puede hacer hablar a los objetos en sus con-textos arqueológicos y naturales. Hay que preguntar e interrogar a los objetos y a los yacimientos,para lograr que nos relaten el modo de vida de las sociedades y de las gentes del pasado, de susactividades y costumbres, así como sus relaciones internas y externas. En definitiva, conseguiruna mejor comprensión de las sociedades pasadas a través del estudio de su cultura material,que es una evidencia del devenir de la humanidad. De esa forma, se alcanza uno de los princi-pales objetivos de cualquier investigación arqueológica-histórica: aumentar el conocimiento e in-cluir ese conocimiento adquirido en el cuerpo de la Historia.

Lo mismo ocurre en el caso de la Arqueología subacuática. Con sus investigaciones se con-sigue avanzar en el conocimiento del PCS y hacer Historia, una historia vista desde el mar, losríos, los lagos u otras superficies de agua. Así es posible documentar y mejorar el conocimientode la actividad humana relacionada con los ríos y los lagos, los poblados, puertos y ciudadescosteras o sumergidas, las rutas de navegación y la dinámica comercial marítimo-fluvial, los puer-tos y fondeaderos, la arquitectura naval, el origen, distribución y destino de los cargamentos, lavida a bordo, etc. Ello nos permite hacer Historia social, económica, política, comercial, marítima,fluvial, naval, náutica, etc.

Por ejemplo, una completa investigación arqueológica de un pecio lo transforma en «unmedio de transporte cargado de conocimiento» y proporciona un gran volumen de información.

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 14 —

Page 15: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

Una exhaustiva documentación de la estructura de la embarcación permite deducir su función,métodos y técnicas de construcción naval. El estudio del cargamento hace posible averiguar suorigen, su contenido, su ruta y su posible destino. El análisis de los utensilios personales noshabla de la vida a bordo y las costumbres de los tripulantes o viajeros. La observación del estadode conservación del pecio puede permitir conocer las causas del hundimiento y su proceso dedeposición.

Por lo tanto, un barco hundido es mucho más que un conjunto o cápsula cerrada en eltiempo. El pecio es un documento en sí mismo, una realidad biunívoca entre continente y con-tenido, la propia embarcación y el cargamento, en el que la arquitectura naval da respuesta a lasnecesidades que plantea la carga. Además, un barco hundido alcanza su pleno valor como do-cumento histórico en cuanto que es reflejo de la realidad histórica en tierra firme, de la situaciónsocial, económica y cultural de los grupos humanos ubicados tanto en el puerto de origen comoen el de destino no alcanzado por la nave (Nieto, 2009: 187).

De esa forma, una exhaustiva documentación científica de un barco hundido lo transformaen un documento de investigación histórica de gran relevancia, contribuye al conocimiento cien-tífico y se convierte en una fuente y una forma de hacer historia náutica, naval, marítima, comer-cial, militar, social, etc. Sin investigación, sin interpretación y sin comunicación, ningún yacimientotransmite nada. Tal como señala Pernilla Flyg, si no se narran las historias de un pecio, éste essolo un «objeto inanimado»: «Without the stories, the silent shipwreck sitting on the bottom ofthe sea, is just an inanimate object» (Flyg, 2011: 290).

Afortunadamente, son muchos los proyectos de investigación científica que nos permitenconocer las historias de embarcaciones que surcaron nuestros mares. En España sirvan de ejemplo

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 15 —

Excavación y documentación en el yacimiento de Punta de Algas (2011). Archivo ARQUA.

Page 16: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

los barcos fenicios de Mazarrón, la nave griega de Cala Sant Vicenç, las numerosas embarcacionesromanas (Escombreras 1, Culip IV y VIII, Bou-Ferrer, etc.), los barcos medievales de Culip VI yLe Sorres, Urbieta del siglo XV, los barcos Delta 2 y 1 de los siglos XVI-XVII, y de épocas veniderasMatagrana, Triunfante, Trafalgar, Deltrebe 1, entre otros.

Sin embargo, cuando un pecio no se investiga con método científico, y sólo se recuperanlos objetos, se pierde mucha información, una documentación histórica irremplazable. La-mentablemente esa es la situación de muchos barcos españoles hundidos en aguas de ter-ceros países o en aguas internacionales, como Nuestra Señora de la Concepción (1641),Nuestra Señora de Atocha (1662), los galeones de Azogue (1724), La Galga (1750), El Juno(1802), etc.

Entre ellos está la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, hundida en 1804 en la batalladel cabo de Santa María y expoliada por la compañía Odyssey en 2007. Tras un proceso ju-dicial de cuatro años, el Estado español ganó la batalla legal en los tribunales de Estados Uni-dos en 2011 y el cargamento retornó a España en 2012. En la actualidad, se está restaurandolos materiales recuperados. Sin embargo, nunca se podrán recuperar los contextos arqueoló-gicos donde estaban los objetos expoliados y la documentación que no se registró. Por des-gracia, se ha destruido mucha información y se han perdido gran parte de los documentoshistóricos que atesoraba esta fragata, privando a la sociedad de su auténtico valor arqueoló-gico e histórico.

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 16 —

Montaje de los bienes expoliados en la fragata Nuestra Señora de las Mercedes (2014). Archivo ARQUA.

Page 17: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

La transmisión del conocimiento a la sociedad

Dado que los dos objetivos claves de una investigación arqueológica son aumentar el conoci-miento y transmitirlo a la sociedad, no se puede dar por concluida dicha investigación hasta queno se difundan sus resultados entre los especialistas y toda la sociedad.

Por una parte, sólo la publicación científica de los proyectos hace posible avanzar a la cienciahistórica y obtener unas conclusiones para ser trasmitidas a la sociedad. Una actuación arqueo-lógica no publicada no se justifica, sobre todo si es una excavación, porque «constituye un de-rroche de medios, generalmente públicos, y una destrucción inaceptable de un bien patrimonialirremplazable ya que nos priva de conocimiento y no se justifica con la simple posesión de ob-jetos mudos» (Nieto, 2009: 187). Por ello, los investigadores se tienen que comprometer a publicarlos resultados de sus proyectos y a presentarlos en congresos y foros científicos. Asimismo, tienenel deber de que los archivos del proyecto sean accesibles a los especialistas y al público en ge-neral, no después de trascurridos diez años de la finalización del proyecto (norma 33 del anexode la Convención de 2001).

Por otra parte, el conocimiento adquirido tiene que revertir a la sociedad y ser transmitidode manera clara, asequible y fiable. Para ello, se tienen que prever actividades de educación ydifusión al público de los resultados del proyecto (norma 36 del anexo). Hay que llegar a la so-ciedad en general a través de conferencias y publicaciones divulgativas, catálogos, guías, vídeos,modelizaciones en 3D, webs, noticias en los medios de comunicación y las redes sociales. Igual-mente, con la organización de exposiciones temporales o permanentes en los museos y, cuandosea posible, con la puesta en valor de los yacimientos, fomentando su accesibilidad para todoslos públicos –buceadores y no buceadores– de forma real o virtual.

De esa forma, los ciudadanos pueden disfrutar del PCS, conocerlo mejor, concienciarse desu importancia y colaborar en su protección. Cuando la sociedad conozca, respete y valore estepatrimonio, se sentirá orgullosa de él y podrá colaborar en su conservación. Cuando lo sientacomo un patrimonio propio, lo defenderá como parte integrante de su historia (Castillo, 2009:38). Así, entre todos, lograremos que este legado y patrimonio de la humanidad se preserve paralas futuras generaciones.

Bibliografía

ALVES, F. (2006): «Strategic Options with Regards to Public Access - Awareness Raising in Portugal» enGrenier, R.; Nutley, D., y Cochran, I. (edit.) Underwater Cultural Heritage at Risk: Managing Nat-ural and Human Impacts, ICOMOS: 85-87.

AMINTI, P. L., y Cappuccini, L. (2012): «Utilizzo di contenitori in materiali geosintetici riempiti di sabbiaper la protezzione di strutture archeologiche sommerse», Atti del workshop Erosione costiera insiti di interesse archeologico, Geologia dell’Ambiente. Supplemento al 1/2012, Società italiana digeologia ambientale, Roma: 29-31.

AZNAR GÓMEZ, M. (2009): «La protección jurídica internacional del patrimonio cultural subacuático», enNieto, X., y Cau, M. A. (ed.) Arqueología Nàutica Mediterrània, Monografies del CASC 8, Girona:35-46.— (2010): «Treasure Hunters, Sunken State Vessels and the 2001 UNESCO Convention on the

Protection of Underwater Cultural Heritage», The International Journal of Marine and CoastalLaw (2010): 209-236.

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 17 —

Page 18: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

AZUAR, R.; CABO, E. de; PÉREZ, M.ª A., y CASTILLO, R. (2006): «El Museo Nacional de Arqueología Marítimade Cartagena y la protección del patrimonio cultural subacuático», Mus-A: revista de los museosde Andalucía 7: 74-81.

BENDALA, M. (1981): La Arqueología. El pasado a nuestro alcance, Salvat, Colección Temas Clave n.º24, Madrid.

BENÍTEZ LÓPEZ, D., y ALONSO VILLALOBOS, C. (2011): «Aplicabilidad de los SIG para la gestión del patri-monio subacuático andaluz: SIGNauta», Revista PH, 77: 110-112.

BUENDÍA, M.; SIERRA, J. L., y GÓMEZ, C. (en prensa): «Primeros resultados de la investigación para laconservación del cargamento de Nuestra Señora de las Mercedes», I Congreso de ArqueologíaNáutica y Subacuática Española, Cartagena 2013 [edición digital].

CABRERA, P.; PINEDO REYES, J.; ROLDÁN, B.; BARBA, J. S., y PERERA, J. (1992): «Campaña de cubrición delyacimiento subacuático de Playa de la Isla (Mazarrón, Murcia)», II Jornadas de Arqueología Sub-acuática en Asturias, Servicio de Publicaciones, Universidad, Oviedo: 37-43.

CAITI, A. (2009): «Metodi di esplorazione acustica per l’archeologia subacquea: ecoscandagli multifascio,sonar a scansione laterale, profilatori sismici» en Nieto, X., y Cau, M. A. (ed.) Arqueología NàuticaMediterrània, Monografies del CASC 8, Girona: 143-156.

CARMISCIANO Y GAMBETTA (2009): «MAG: Magnetic Archaeo Geophysics», en Nieto, X., y Cau, M. A. (ed.)Arqueología Nàutica Mediterrània, Monografies del CASC 8, Girona: 133-142.

CHARY, C. (2009): «La photographie en archéologie sous-marine: de l’object in situ a la couverture pho-tographique de’un siti homogène», en Nieto, X., y Cau, M. A. (ed.) Arqueología Nàutica Medite-rrània, Monografies del CASC 8, Girona: 203-214.

CASTILLO BELINCHÓN, R. (2008): «El Patrimonio Cultural Subacuático» en ARQUA, Museo Nacional de Ar-queología Subacuática. Catálogo: 37-52.— (2009): «Conservación in situ de yacimientos subacuáticos», Museo: Revista de la Asociación

Profesional de Museólogos de España, 14: 9-41.

CAU, M. A. (2009): «Caracterización arqueométrica de las cerámicas arqueológicas» en Nieto, X., y Cau,M. A. (Ed.) Arqueología Nàutica Mediterrània, Monografies del CASC 8, Girona: 289-308.

CORONEOS, C. (2006): «A Cheap and Effective Method of Protecting Underwater Cultural Heritage» enGrenier, R., Nutley, D., y Cochran, I. (edit.): Underwater Cultural Heritage at Risk: Managing Nat-ural and Human Impacts, ICOMOS: 55-57.

DAVIDDE, B. (2004): «Methods and strategies for the conservation and museum display in situ of un-derwater cultural heritage», Archaeologia Maritima Mediterranea: an International Journal ofUnderwater Archaeology, 1: 137-150.

FLYG, P (2011): «Underwater Archaeology and Cultural Heritage Management in the Blatic Sea - UsingPublic Oultreach as a Means of Protection», International Meeting on Protection, Presentationand Valorisation of Underwater Cultural Heritage. Prodeedings (2010, Chongquing, China), Cul-tural Relics Press, Beijing: 286-290.

GARCÍA CALERO, J. (2014): «Otra visión sobre la Ley de Navegación Marítima», http://abcblogs.abc.es/espejo-de-navegantes/2014/02/13/vision-de-mariano-aznar-sobre-la-ley-de-navegacion-maritima/[13/03/2014].

GARCÍA RIVERA, C., y ALZAGA GARCÍA, M. (2009): «La carta arqueológica subacuática de Andalucía comoinstrumento para la tutela de un patrimonio emergente», Mainake XXX, Diputación de Málaga:129-143.

GRENIER, R. (2006): «Introducción: El verdadero peligro del patrimonio subacuático son los hombresy, a veces, la naturaleza» en Grenier, R.; Nutley, D., y Cochran, I. (ed.), Underwater Cultural He-ritage at Risk: Managing Natural and Human Impacts, ICOMOS: Introduction XIV-XV.

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 18 —

Page 19: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

IZAGUIRRE, M. (2009): «El registro gráfico subacuático: la topografía manual», en Nieto, X., y Cau, M. A.(ed.) Arqueología Nàutica Mediterrània, Monografies del CASC 8: 189-201.

JOVER, A. (1998): «La conservación i restauración del material arqueològic» en Nieto, X., y Raurich, X.(coord.) Excavacions Arqueològiques subaquàtiques a Cala Culip, 2. Culip VI, Monografies delCASC 1, Girona: 30-31.

JUAN FUERTES, C. de (2009): «La prospección arqueológica subacuática: principios y métodos», en Nieto,X., y Cau, M. A. (ed.) Arqueología Nàutica Mediterrània, Monografies del CASC 8: 121-132.

JUAN FUERTES, C. de; CIBECCHINI, F., y VENTO, E. (2011): «El pecio romano Bou Ferrer, un velero de co-mercio naufragado en la costa de la Vila Joiosa», La Vila Joiosa, Arqueología i Museu, MuseosMunicipales en el MARQ, Alicante: 178-197.

Jurišic,M. (2006): «La protezione fisica dei siti archeologici sommersi del fondale marino nell’Adriaticocroato» en Rádic, I. (Edit) Archeologia subacquea in Croazia. Studi e ricerche, Venezia: 147-156.

LANCHO, J. M. (2013): «Una Ley para salvar los buques de Estado históricos» http://abcblogs.abc.es/espejo-de-navegantes/2013/12/16/una-ley-para-salvar-los-buques-de-estado/[13/03/2014].— (2014a): «Un necesario punto de partida» http://abcblogs.abc.es/espejo-de-navegantes/

2014/02/04/un-necesario-punto-de-partida/[13/03/2014].— (2014b): «La elocuencia de la tripa vacía y el silencio de las tripas llenas» http://abcblogs.abc.es/

espejo-de-navegantes/2014/02/06/la-elocuencia-de-la-tripa-vacia-y-el-silencio-de-las-tripas-llenas/ [13/03/2014].

MAARLEVELD, T. J.; GUÉRIN, U., y EGGER, B. (eds.) (2013): Manual para actividades dirigidas al Patrimo-nio Cultural Subacuático: directrices para el Anexo de la Convención de la UNESCO de 2001,UNESCO, París.

MANDERS, M. R. (2006): «The In Situ Protection of a Dutch Colonial Vessel in Sri Lankan Waters» y «TheIn Situ Protection of a 17th-Century Trading Vessel in the Netherlands» en Grenier, R.; Nutley, D.,y Cochran, I. (edit.): Underwater Cultural Heritage at Risk: Managing Natural and Human Im-pacts, ICOMOS: 58-60 y 70-72. — (2012): «In situ preservation» en VV.AA.: Training Manual for the UNESCO Foundation Course

on the Protection and Management of Underwater Cultural Heritage in Asia and the Pacific,UNESCO Bangkok, Unit 9: 1-33.

MIÑANO, A.; FERNÁNDEZ, F., y CASABÁN, J. L., (2012): «Métodos de documentación arqueológica aplicadosen arqueología subacuática: el modelo fotogramétrico y el fotomosaico del pecio fenicio Maza-rrón-2 (Puerto de Mazarrón, Murcia)», Saguntum: Papeles del Laboratorio de Arqueología de Va-lencia, n.º 44: 99-109.

NEGUERUELA, I. (2000a): «Protection of shipwrecks. The experience of the Spanish National MaritimeArchaeological Museum» en Hassan, M.; Grimal, N., y Nakashima, D. (ed.): Underwater archae-ology and coastal management. Focus on Alexandria (Alexandría, 1997) UNESCO Publishing,París: 111-116.— (2000b): «Managing the maritime heritage: the National Maritime Archaeological Museum and

National Centre for Underwater Research, Cartagena, Spain», The International Journal ofNautical archaeology, 29.2: 179-198.

NIETO, X. (2009): «Principios metodológicos de una excavación arqueológica subacuática», en Nieto,X. y Cau, M.A. (Ed.) Arqueología Nàutica Mediterrània, Monografies del CASC 8: 183-188.

PEŠIC,M. (2014): «In situ Protection of Underwater Cultural Heritage», Conservation of Underwater Ar-chaeological Finds. Manual, International Centre for Underwater Archaeology in Zadar: 97-107.

POMEY, P., y RIETH, E. (2005): L’archéologie navale, Collection «Archéologiques», París.

POLZER, M. E., y CASABÁN, J. L. (2012): «Mapping the shipwreck site at Bajo de la Campana», The INAQuarterly: Magazine of the Institute of Nautical Archaeology 39 (1-2), College Station: 13-17.

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 19 —

Page 20: La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la ...

QUEROL, M. A., y MARTÍNEZ, B. y (1996): La gestión del patrimonio arqueológico en España, AlianzaEditorial, Madrid.

RIETH, E. (2009): «Archéologie des eaux intérieures et épaves: problématiques et méthodes de l’ar-chéologie nautique fluviale» en Nieto, X., y Cau, M.A. (ed.) Arqueología Nàutica Mediterrània,Monografies del CASC 8: 251-261.

SAN MARTÍN MONTILLA, C. (1994): «La protección del Patrimonio Arqueológico desde el Museo II. Cri-terios de Difusión», en Boletín Informativo, Revista PH n.º 8, Sevilla: 14-16.

SAN CLAUDIO (2014): «Un clamor desde arriba viene sacudiendo las tripas vacías del sector arqueológicoespañol» http://abcblogs.abc.es/espejo-de-navegantes/2014/02/05/un-clamor-desde-arriba-viene-sacudiendo-las-tripas-vacias-del-sector-arqueologico-espanol/ [13/03/2014].

STANLEY, R. (2006): «It’s All About the P’s», en Grenier, R.; Nutley, D., y Cochran, I. (edit.) UnderwaterCultural Heritage at Risk: Managing Natural and Human Impacts, ICOMOS: 2-4.

STANIFORTH, M. (2006): «In Situ Site Stabilization: The William Salthouse Case Study» en Grenier, R.;Nutley, D., y Cochran, I. (edit.): Underwater Cultural Heritage at Risk: Managing Natural andHuman Impacts, ICOMOS: 52-54.

TUSA, S. (2009): «Recerca, tutela e valorizzazione dei beni culturali sommersi in Sicilia en el Medietrra-neo», en Nieto, X., y Cau, M. A. (ed.) Arqueología Nàutica Mediterrània, Monografies del CASC8: 659-669.

UNESCO (2001): Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático 2001, París.

VV.AA. (2010): Libro Verde: Plan Nacional de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático Español,Ministerio de Cultura, Secretaría General Técnica, Madrid.

VIVAR LOMBARTE, G., y GELI MAURI, R. (2009): «La documentació planimètrica a partir de la fotografía»,en Nieto, X., y Cau, M. A. (ed.) Arqueología Nàutica Mediterrània, Monografies del CASC 8: 215-224.

WADDELL, P. (2007): «Le réenfouissement des pièces de structure» en Grenier, R.; Bernier, M.-A.; Stevens,W. L’Archéologie subaquatique de Red Bay. La construction navale et la pêche de la baleine Bas-ques au XVI siècle. Volumen I: 159-163.

La Arqueología como ciencia de investigación histórica para la protección y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático. Rocío Castillo Belinchón

— 20 —