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La Aliyah Espiritual (II) Apóstol Sergio G. Enríquez O. Segundo Servicio Guatemala, 11 de junio del Año De La Revelación www.ebenezer.org.gt 1 Cuando vemos en el libro de Génesis el momento cuando Adán pecó, podemos notar que lo primero que perdió fue su ubicación, eso lo podemos ver porque Dios llamó a Adán y le preguntó dónde estaba, la pregunta fue para que Adán supiera dónde estaba, no era porque el Señor no supiera dónde estaba. Hoy lo que necesitamos es ubicarnos en el tiempo que vivimos porque quizá sabemos dónde vivimos físicamente pero no en la época que vivimos. Dios ha permitido el avance de la ciencia, sin embargo algunos prefieren seguir utilizando los mismos medios que se usaban hace 20 años; quieren estudiar la Biblia con 50 biblias abiertas en una mesa cuando lo más práctico es que podamos utilizar una computadora con biblias y que entonces seamos eficientes con nuestro tiempo para avanzar en muchas cosas más, principalmente con lo espiritual. Hoy necesitamos conocer los tiempos más que en otra época, porque estamos viviendo en el final de los tiempos. 1 Crónicas 12:32 (LBA) De los hijos de Isacar, expertos en discernir los tiempos, con conocimiento de lo que Israel debía hacer, sus jefes eran doscientos; y todos sus parientes estaban bajo sus órdenes. En la primera parte de esta enseñanza vimos que existen 28 tiempos que debemos discernir para saber en qué momento vivimos y no ser engañados por el enemigo; incluso podemos decir que hay un momento para orar y un tiempo para actuar; hay un tiempo para llorar y un tiempo para hacer lo que Dios nos diga que debamos hacer cuando nos han dejado heridos en el alma, porque si seguimos en las mismas condiciones todo el tiempo, lo más seguro es que el diablo aprovechará el momento para destruirnos totalmente porque no avanzamos a consecuencia de estar desubicados en el tiempo. El Profeta Elías fue movido en determinado momento y a donde fue llevado le llevaron de comer, si él no hubiera obedecido, seguramente no come, se hubiera encontrado en un momento fuera de la voluntad de Dios. 2 Reyes 5:26-27 (LBA) Entonces él le dijo: ¿No iba contigo mi corazón, cuando el hombre se volvió de su carro para encontrarte? ¿Acaso es tiempo de aceptar dinero y de aceptar ropa, olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas? 27 Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tus descendientes para siempre. Y él salió de su presencia leproso, blanco como la nieve. Aquí vemos al Profeta Eliseo hablándole a su siervo Giezi, que no era tiempo de aceptar cosas específicas, no le mencionó muchas otras cosas; no era el tiempo de lo que el varón de Dios mencionó. Lucas 19:43-44 (LBA) Porque sobre ti vendrán días, cuando tus enemigos echarán terraplén delante de ti, te sitiarán y te acosarán por todas partes. 44 Y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no conociste el tiempo de tu visitación. Necesitamos discernir el tiempo que vivimos para ubicarnos adecuadamente, pero recordemos que estamos hablando de ubicarnos en el tiempo, no el lugar físico; son 2 diferentes ubicaciones. También debemos saber que todos tenemos un tiempo diferente para lo que Dios nos esté llamando, por ejemplo: alguien puede ser que conozca la Biblia más que otros, sin embargo al que

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Cuando vemos en el libro de Génesis el momento cuando Adán pecó, podemos notar que lo primero que perdió fue su ubicación, eso lo podemos ver porque Dios llamó a Adán y le preguntó dónde estaba, la pregunta fue para que Adán supiera dónde estaba, no era porque el Señor no supiera dónde estaba. Hoy lo que necesitamos es ubicarnos en el tiempo que vivimos porque quizá sabemos dónde vivimos físicamente pero no en la época que vivimos. Dios ha permitido el avance de la ciencia, sin embargo algunos prefieren seguir utilizando los mismos medios que se usaban hace 20 años; quieren estudiar la Biblia con 50 biblias abiertas en una mesa cuando lo más práctico es que podamos utilizar una computadora con biblias y que entonces seamos eficientes con nuestro tiempo para avanzar en muchas cosas más, principalmente con lo espiritual. Hoy necesitamos conocer los tiempos más que en otra época, porque estamos viviendo en el final de los tiempos. 1 Crónicas 12:32 (LBA) De los hijos de Isacar, expertos en discernir los tiempos, con conocimiento de lo que Israel debía hacer, sus jefes eran doscientos; y todos sus parientes estaban bajo sus órdenes. En la primera parte de esta enseñanza vimos que existen 28 tiempos que debemos discernir para saber en qué momento vivimos y no ser engañados por el enemigo; incluso podemos decir que hay un momento para orar y un tiempo para actuar; hay un tiempo para llorar y un tiempo para hacer lo que Dios nos diga que debamos hacer cuando nos han dejado heridos en el alma, porque si seguimos en las mismas condiciones todo el tiempo, lo más seguro es que el diablo aprovechará el momento para destruirnos totalmente porque no avanzamos a consecuencia de estar desubicados en el tiempo. El Profeta Elías fue movido en determinado momento y a donde fue llevado le llevaron de comer, si él no hubiera obedecido, seguramente no come, se hubiera encontrado en un momento fuera de la voluntad de Dios. 2 Reyes 5:26-27 (LBA) Entonces él le dijo: ¿No iba contigo mi corazón, cuando el hombre se volvió de su carro para encontrarte? ¿Acaso es tiempo de aceptar dinero y de aceptar ropa, olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas? 27 Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tus descendientes para siempre. Y él salió de su presencia leproso, blanco como la nieve. Aquí vemos al Profeta Eliseo hablándole a su siervo Giezi, que no era tiempo de aceptar cosas específicas, no le mencionó muchas otras cosas; no era el tiempo de lo que el varón de Dios mencionó. Lucas 19:43-44 (LBA) Porque sobre ti vendrán días, cuando tus enemigos echarán terraplén delante de ti, te sitiarán y te acosarán por todas partes. 44 Y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no conociste el tiempo de tu visitación. Necesitamos discernir el tiempo que vivimos para ubicarnos adecuadamente, pero recordemos que estamos hablando de ubicarnos en el tiempo, no el lugar físico; son 2 diferentes ubicaciones. También debemos saber que todos tenemos un tiempo diferente para lo que Dios nos esté llamando, por ejemplo: alguien puede ser que conozca la Biblia más que otros, sin embargo al que

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conoce más de la Biblia no lo tienen como ministro primario sino a otro, pero es sencillamente porque no es su tiempo y mientras le llega, debe seguirse preparando para que al momento en que sea llamado de estar al frente de una congregación, tenga todo el potencial deseado por Dios. EL TIEMPO COLECTIVO Como lo dijimos en la primera parte de esta enseñanza, lo que le sucede a Israel en lo natural, nos sucederá a la Iglesia en lo espiritual; Israel tuvo una gran bendición y eso mismo le espera a la Iglesia del Señor Jesucristo. Cuando vemos el potencial que tiene Israel sobre todo el mundo, podemos ver que en lo espiritual podemos alcanzar muchas cosas que Dios tiene destinadas para Su Iglesia. Israel estando en lugares desérticos han logrado tener producciones insospechadas que han llegado a un índice mayor que cualquier otro país y son reconocidos como los expertos de piedras preciosas; podríamos mencionar muchas cosas más, pero el punto es que para la Iglesia ellos son como un espejo pero con efecto en lo espiritual; lo que debemos hacer es aprovechar el tiempo que estamos viviendo y agudizar nuestros sentidos espirituales cada vez más. Hoy lo que estamos viendo con Israel entonces es que ellos están regresando a la tierra que Dios les heredó en lo físico; eso mismo es lo que la Iglesia debe estar haciendo, solamente que nuestra casa está con Dios Padre. El problema es que muchos están alejados de Dios por pecados que deliberadamente han cometido o que el enemigo los ha engañado y pecan pero se justifican y es ahí donde no ven su actuar como pecados que han cometido, como sucedió con Job y que lo vimos en la primera parte de esta enseñanza. Veamos otro siervo de Dios que se alejó de El: Jeremías 15:19 (LBA) Entonces dijo así el SEÑOR: Si vuelves, yo te restauraré, en mi presencia estarás; si apartas lo precioso de lo vil, serás mi portavoz. Que se vuelvan ellos a ti, pero tú no te vuelvas a ellos. Ya habíamos visto la vida de Job, aunque muy superficialmente pero logramos ver algunas cosas y que lo habían alejado. Ahora veamos al Profeta Jeremías, porque si Dios le dice que volviera, es porque se había alejado: Jeremías 20:1-6 (LBA) Cuando el sacerdote Pasur, hijo de Imer, que era el oficial principal en la casa del SEÑOR, oyó a Jeremías profetizar estas cosas, 2 hizo azotar al profeta Jeremías y lo puso en el cepo que estaba en la puerta superior de Benjamín, la cual conducía a la casa del SEÑOR. 3 Y al día siguiente, cuando Pasur soltó a Jeremías del cepo, Jeremías le dijo: No es Pasur el nombre con que el SEÑOR ahora te llama, sino Magor-misabib. 4 Porque así dice el SEÑOR: "He aquí, te voy a convertir en terror para ti mismo y para todos tus amigos; ellos caerán por la espada de tus enemigos, y tus ojos lo verán. Entregaré a todo Judá en manos del rey de Babilonia, y él los llevará como desterrados a Babilonia y los matará a espada. 5 "También entregaré toda la riqueza de esta ciudad, todos sus productos y cosas de gran valor, y todos los tesoros de los reyes de Judá, en manos de sus enemigos, que los saquearán, los tomarán y se los llevarán a Babilonia. 6 "Y tú, Pasur, con todos los moradores de tu casa, irás al cautiverio y entrarás en Babilonia; allí morirás y allí serás enterrado, tú y todos tus amigos a quienes has profetizado falsamente."

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Todo esto es el contexto, pero en el siguiente versículo vemos que se había alejado: Jeremías 20:7-9 (LBA) Me persuadiste, oh SEÑOR, y quedé persuadido; fuiste más fuerte que yo y prevaleciste. He sido el hazmerreír cada día; todos se burlan de mí. 8 Porque cada vez que hablo, grito; proclamo: ¡Violencia, destrucción! Pues la palabra del SEÑOR ha venido a ser para mí oprobio y escarnio cada día. 9 Pero si digo: No le recordaré ni hablaré más en su nombre, esto se convierte dentro de mí como fuego ardiente encerrado en mis huesos; hago esfuerzos por contenerlo, y no puedo. Lo que el Profeta Jeremías estaba diciendo es que no le agradaba ser la boca de Dios, no quería el privilegio que le habían cedido: Jeremías 20:14-18 (LBA) Maldito el día en que nací; el día en que me dio a luz mi madre no sea bendito. 15 Maldito el hombre que dio la noticia a mi padre, diciendo: ¡Te ha nacido un hijo varón!, haciéndolo muy feliz. 16 Sea ese hombre como las ciudades que el SEÑOR destruyó sin piedad; oiga gritos de mañana y alaridos al mediodía, 17 porque no me mató en el vientre para que mi madre hubiera sido mi sepultura, y su vientre embarazado para siempre. 18 ¿Por qué salí del vientre para ver pena y aflicción, y que acaben en vergüenza mis días? ¿Será que nos ha venido ese mismo pensamiento a más de alguno de nosotros? Quizá hemos vivido problemas que jamás pensamos que viviríamos y eso nos llevó a maldecir la vida que tenemos; pero realmente nadie es quién para pensar que los propósitos de Dios son de maldición; cuando la verdad es que el deseo del Señor Jesucristo es que seamos bendecidos aun en medio de la tormenta, sabiendo que todo aquello que hemos vivido nos ayudará a bien si amamos a Dios. Ninguno de nosotros puede llegar a ser como el Profeta Jeremías; quizá hemos sentido cansancio, desánimo y sin deseos de seguir adelante; pero en el nombre de Jesús debemos ponernos delante del Señor para pedirle perdón primeramente por las cosas que hemos hecho incorrectamente y también suplicarle fuerzas para seguir adelante en Su nombre sin desubicarnos del tiempo que nos ha correspondido vivir.