Kingdom Hearts Las Crónicas del Corazón

El Camino de los Elegidos

Capítulo 10: “Fe”

El olor de la batalla final tendía en la atmósfera. El J-Vortex navegaba por el espacio en dirección a su próximo

destino: Trafalgar. Tras enfrentarse con una pequeña parte de la Banda Brol en Vergel de Lid, ganando el torneo de

artes marciales y reclutando a un nuevo tripulante, se disponían a rescatar a sus amigos cautivos en Trafalgar y

devolver a los alumnos de Trafalgar a su mundo. Todos eran conscientes de lo que se podrían encontrar y de lo

inevitable que era la batalla. Jose Alonso, el nuevo tripulante que había ocupado el puesto de cocinero del barco, trajo consigo una gran olla

con caldo caliente al salón del barco, donde estaban todos reunidos impacientes de llegar e intentando pensar

algún plan de ataque. - ¡Os traigo caldo calentito para todos!- decía Jose Alonso poniendo la olla en la mesa y rellenando un cuenco.

Cantabria fue el primero que se levantó y cogió su bol pero recibió un cucharazo en la mano por parte de Jose

Alonso- ¡Primero las damas, maleducado! - Oye Fran, ¿qué más te dijo Javi por el transmisor?- le preguntó Álvaro a su amigo, aún con las vendas de su

reciente combate. - Sólo me dijo que me estaría esperando hoy en la gran explanada del puerto- dijo Fran recogiendo su cuenco de

caldo tras tragarse otro. - ¿Sabes que estaba hirviendo?-le indicó Jose Alonso impresionado.

- La explanada del puerto… eso está cerca de donde dejamos atracado el barco… es un lugar demasiado grande

para un intercambio…-comentó Álvaro. - ¡¿De verdad piensas entregarlo?!- resaltó Dani. - Si quieres repetir sólo tienes que decirlo hermosa…-le dijo Jose Alonso a Carmen. - ¡Gracias pervertido!- rió Carmen. - Tú sí que sabes alabar a un hombre- volvió a decirle Jose Alonso. - Lo primero es rescatar a Xamo y Sebas- indicó Fran tras beberse su quinto bol. - ¡Oye! ¡No dije que pudieras repetir!- le regañó Jose Alonso. - ¡¿Cómo vas a luchar ahora después de haber salido del coliseo?!- preguntó Dani alterado. - ¿Eh? ¡Ah! ¡No es nada!- decía Fran quitándose las vendas. - ¡Así se habla hombre! ¡No hay dolor!- animó Jose Alonso. - No hace falta ser tan listo para saber que es una trampa- comentó Diego. - Por eso debemos prepararnos. Cuando lleguemos seguro que nos estará esperando un ejército de sincorazones

mucho más grande que el que nos atacó cuando salimos de Trafalgar- señaló Álvaro- ¡Bueno! ¿Quién se queda

conmigo en el barco a salvo? - ¡Yo!- levantaron la mano todos los alumnos, incluido Álvaro. - ¡Seguro que Xamo está esperando a su príncipe azul! ¡Estará asustada y temblando de miedo en aquel sitio

oscuro y solitario!- recitaba Jose Alonso. - Si ni siquiera la conoces- le dijo Álvaro- También nos tendremos que encargar de todos los sincorazones y el

origen de la oscuridad para que no vuelvan a aparecer en el mundo. - ¿Has dicho “tendremos”?- le preguntó Jose Alonso- Si eres el primero que se ha apuntado estar a salvo en el

barco… - Nosotros nos encargaremos- dijo Fran levantándose- ¡Estoy deseando llegar! - En todo caso debemos llevar un plan de ataque- decía Álvaro mientras sacaba una cartulina y dibujaba un croquis

del puerto- Atentos todos, haremos lo siguiente…

Todos se reunieron alrededor de Álvaro mientras explicaba el plan a llevar a cabo. Desde las ventanillas ya se podía

divisar Trafalgar. El mar estaba embravecido, el viento soplaba con violencia y nubes oscuras daban vueltas sobre

el pueblo maldecido por la presencia de los sincorazones. El pueblo estaba en alerta roja, la policía intentaba alejar

a las bestias de las casas de los habitantes. Los sincorazones arremetían contra las ventanas de las casas y buscaba

corazones para devorar por los alrededores. Todo era un completo caos. La explanada del puerto era un lugar hostil, una gran península de cemento rodeado de agua y grandes rocas de

formas cúbicas y amurallada por paredes de roca. El lugar estaba repleto de sincorazones, destacaban dos búfalos

de color morado y azul, poseían grandes pezuñas y un descomunal tamaño. Sus caras poseían dos enormes

colmillos que se doblaban al finalizar formando la silueta de un corazón. Lo más notorio eran sus cuernos

sobresalientes de su cabeza. A sus pies le rodeaban centenares de sincorazones con forma humanoide. Vestían con trajes azul oscuro, parches

en las rodillas de color morado y un casco de soldado plateado. A pesar de parecer soldados, no portaban ningún

arma, tan sólo tenían unas enormes garras rojas muy afiladas. También numerosos pero no tanto como los

soldados, habían sincorazones de tamaño medio pero de constitución obesa. Eran sincorazones con fuertes brazos

y cabeza pequeña con sombrero plateado. Tenían el emblema de los sincorazones en el pecho y eran de un color

azul oscuro. No solo había sincorazones en el terreno duro, sino también en el aire. Pequeñas gárgolas de piel oscura con gorro

de aviador que les cubrían la mitad superior de la cara. Portaban unas gafas de aviador y una hélice en la parte

superior del gorro. Sus alas marrones y garras rojas como las de los soldados les convertían en rivales a tener en

cuenta. Y finalmente en la zona más externa de la explanada, encima de la muralla de roca, tres encapuchados con

gabardinas negras llevaban a Sebas y Xamo atados con esposas. El más alto de los encapuchados, se dirigió al

ejército de sincorazones y alzó los brazos para llamar su atención. - ¡Hoy es el día! ¡Estad atentos al cielo! ¡Disparad a discreción y atacad con todo lo que tengáis! ¡Os prometo

corazones! ¡Deliciosos corazones llenos de luz! - gritó el encapuchado recibiendo los rugidos de las bestias. - Ten cuidado con los sincorazones… acabarán devorando vuestros corazones… - les dijo Sebas postrado en el suelo

de rodillas y lleno de heridas- Es lo que pasa cuando se está demasiado tiempo en la oscuridad… - Eso pasaría si exactamente tuviéramos corazones…- rieron los demás encapuchados. - ¿También sois incorpóreos?- preguntó Sebas. - En nuestra banda te puedes encontrar de todo… -le respondió uno de los encapuchados. - Espero que vuestro amigo no nos haga esperar mucho tiempo, si no él sabrá lo que pasará- rió otro encapuchado. - Vendrá… -chistó Javi, el encapuchado principal. - ¡Yiee! ¡Mi sangre hierve como los campos de girasoles en un día de verano caluroso!- gritó con rapidez otro de los

encapuchados- ¡Espero que lleguen pronto! ¡No me gusta que me hagan esperar! ¡Necesito acción! ¡Oh yeah!

- Conoces perfectamente el plan, debemos permanecer aquí hasta próximo aviso- le dijo Javi. - ¡Vale jefazo! ¡Lo que tu digas tiarrón!- le contestó el encapuchado - Los sincorazones parecen estar percibiendo algo, están muy nerviosos- dijo el encapuchado más bajito cuando

vio a las bestias saltando y mirando hacia el cielo. - Ya están aquí…-susurró Javi. - ¡Chicos! ¡Por fin llegaron!- gritó Sebas eufórico- ¡¿Ves Xamo?! ¡Han venido! Xamo no contestó, permaneció en silencio mirando al suelo con la mirada perdida. Las nubes oscuras se

separaron, dejando ver un barco descender a toda velocidad. Los sincorazones voladores intentaron atacar, barco,

pero salieron despedidos fácilmente por la fuerza del barco. - ¡Bégimos! ¡Atacad!- gritó Javi alzando su katana. Las dos bestias gigantescas alzaron las miradas hacia el cielo y

empezaron a crear entre sus cuernos unas bolas púrpuras de gran tamaño. Uno de ellos saltó con las patas

delanteras y lanzó la esfera directa al barco. - ¡Ataque enemigo a las 12 en punto!- gritó Jose Alonso en el barco. - ¡Lo sé!- gritó Álvaro al timón realizando un giro brusco que esquivó la bola oscura. - ¡Ha estado cerca!- exclamó Dani. - ¡Álvaro es nuestro piloto! ¡Mientras él esté al timón, ningún ataque enemigo nos dará!- gritó Fran subido en el

mástil. - ¡Otra bola oscura a las 12!- señaló Carmen cuando el segundo Bégimo lanzó su ataque. - ¡Este no me dará tiempo! ¡Fran, todo tuyo!-le pidió Álvaro. - ¡Sí! ¡Déjamelo a mí!- gritó Fran juntando sus manos creando una bola de fuego de tamaño medio- ¡Gran Bola de

Fuego Explosiva! La bola de fuego explotó junto a la bola oscura, creando una enorme nube de humo y cenizas en el aire. Dos

figuras salieron del humo, aterrizando con fuerza en mitad del campo de batalla. Todos los sincorazones fijaron sus

miradas en aquellas figuras. Rodeados de las bestias oscuras, Fran y Jose Alonso se preparaban para iniciar el

combate. - ¡Ja! ¡Cayó en la trampa!- exclamó uno de los encapuchados. - ¿Estás listo, compañero?- le preguntó Fran llevando Eklipse en la espalda.

- Así que estas son las famosas criaturas llamadas “sincorazones”. No parecen tan peligrosas- comentó Jose

Alonso- va a estar chupado. - Nos vamos a divertir mucho- rió Fran. - ¡Fran!- gritó Sebas. - ¡Ey, chicos! ¡¿Estáis bien?!- gritó Fran. - He tenido mejores días- sonrió Sebas- ¡¿Quién es ese?! - ¡Luego os lo presento! ¡Es una larga historia! ¡JAVI! ¡Voy a recuperar a mis amigos y te patearé el trasero! ¡Sólo

espera! ¡Esto es algo entre tú y yo!- gritó Fran señalando a Javi, el encapuchado de la katana. - Si tanto quieres a tus amigos de vuelta, que empiece ya el juego- alzó Javi el brazo para darle la señal de ataque a

los sincorazones. Las bestias se abalanzaron contra Fran y Jose Alonso, estos dos retrocedieron unos pasos y se

dispusieron a atacar. - ¡Hacía tiempo que no manejaba una espada! – gritó Fran girando sobre sí mismo y cargándose con el sable a

muchos sincorazones- ¡Pero no le he perdido el truco! - ¡Son bestias algo estúpidas!- dijo Jose Alonso saltando sobre uno de los sincorazones soldados y repartiendo

patadas a todos los que tenía delante. - ¡Todo el mundo a sus puestos de combate! ¡Quiero los cañones listos para contraatacar! ¡Rápido!- ordenó Álvaro

desde el barco. Todos los alumnos comenzaron a ocupar sus puestos, recogiendo las velas, recargando los cañones

y mientras el barco se alejaba de los sincorazones voladores y las bolas oscuras de los Bégimos. - Creo que antes deberíamos ayudarles- indicó Fran mientras derrotaba sincorazones con el sable de Sebas. - Si eliminamos a las cabras montesas tendrán menos fuego enemigo- señaló Jose Alonso. - ¡Para mí el de la derecha y para ti el de la izquierda! ¡Si destruimos el cuerno de sus cabezas desaparecerán! ¡Es

su punto débil!- dijo Fran comenzando a correr hacia los Bégimos- ¡Haz lo mismo que yo! - ¡Lo he pillado! ¡Carguémonoslos! – corría Jose Alonso mientras esquivaba a los sincorazones del camino. Ambos

llegaron a la altura de los Bégimos, saltaron sobre sus mandíbulas y le propinaron una potente patada, haciendo

que se chocaran el uno con el otro. Debido al impacto del golpe, sus cuernos se liaron y no podían deshacer el

nudo. - Estúpidos sincorazones…- se quejó uno de los encapuchados. - ¡Así se hace! - exclamó Sebas. Ambos aterrizaron, chocando las manos y saltando hacia el Bégimo opuesto a su

posición.

- High Jump: Kick - gritó Jose Alonso haciendo un salto de altura y destruyendo el cuerno puntiagudo del Bégimo

de una patada. Lo mismo hizo Fran, cortó con el sable el cuerno del Bégimo. Ambos cayeron al suelo mientras las

dos enormes bestias desaparecían en una nube oscura. Los demás sincorazones retrocedieron unos pasos,

mostrando un poco de respeto a los dos. Fran y Jose Alonso miraron hacia la muralla donde estaban los

encapuchados con Sebas y Xamo. - ¡ATACAD!- gritó Javi. Los sincorazones comenzaron a cargar contra Fran y Jose Alonso pero el J-Vortex descendió

justo encima de ellos y comenzó a lanzar balas de cañón contra los sincorazones. El impacto de las explosiones

levantó una gran cantidad de humo negro, cubriendo totalmente al barco y a Fran y Jose Alonso. Los sincorazones

de los alrededores también se vieron cubiertos por este humo. Pasaron unos instantes y una figura salió de la

cortina de humo sobresaltando a los encapuchados. - ¡¿Un sincorazón?!- se preguntó sobresaltado uno de los encapuchados cuando el sincorazón soldado voló sobre

sus cabezas. - ¿Acaso pretenden…?- comentó Sebas en voz baja y sonriendo- No puede ser… - ¡A cubierto!- gritó Javi cuando del humo comenzaron a salir sincorazones hacia su posición. No solo los soldados,

sino también los obesos y gárgolas. Salían uno tras otro a gran velocidad. Un sincorazón obeso chocó con uno de

los 4 encapuchados y lo lanzó al mar que tenían detrás. Un segundo encapuchado cayó al agua por culpa de un

sincorazón. Entre la lluvia de bestias se colaban balas de cañón. Al parecer el J-Vortex también estaba ayudando al

invento. - ¡¿Acaso no les importa lo que les pase a sus compañeros?!- gritaba sorprendido el encapuchado mientras

esquivaba a uno de los sincorazones. - ¿Eh? ¡Ya sólo son balas de cañón, retroce…!- gritó Javi cortando un par de balas cuando vio sobre su cabeza una

silueta que iba directo hacia él- No es posible… - ¡Fuera de mi vista!- gritó Fran chocando el sable con la espada de Javi. - ¡¿Cómo ha podido?!- se sorprendió el encapuchado. - No estoy solo…- le dijo Fran sosteniendo el sable con fuerza. - Dynamic entry - gritó Jose Alonso apareciendo detrás de Fran y atacando frenéticamente con una patada en el

reverso del sable. La potencia del golpe hizo retroceder a Javi y cortar la muralla de roca. Javi salió despedido hacia

el mar, dejando caer tres gotas de sangre a los pies de Fran. - ¡Menos mal! ¡Habéis tardado!- exclamó Sebas siendo liberado de las cadenas. - ¡Atento!-señaló Fran agarrando a Sebas. - ¡Bastardos! - gritó el encapuchado que faltaba intentando atacar a Xamo con una vara de oro.

- ¡Serás cerdo!- dijo Jose Alonso pateando al encapuchado en el pecho y lanzándolo al mar- ¡No le pongas ningún

dedo a una dama jamás! - ¡Vámonos Jose Alonso!- gritó Fran liberando a Xamo de sus cadenas. Ambos saltaron con sus compañeros

mientras el suelo de la muralla se iba derrumbando. El humo ya se había disipado y el J-Vortex estaba preparado

para recogerlos. Jose Alonso saltó a la cubierta y dejó a Xamo a salvo. - ¿Cuántos quedarán?-preguntó Fran dándole el sable a su dueño. - No sé… si había 1000 quedará más o menos la mitad. Habéis lanzado a un montón de ellos- contestó Sebas- Por

cierto, muy buena estrategia, me ha recordado mucho a la de aquella vez. - Lo aprendí de Lea- rió Fran. - ¿De qué habláis? Tenemos trabajo- dijo Jose Alonso aterrizando- ¿Estás bien espadachín? - He estado mejor. Ahora que por fin tengo a Eklipse puedo luchar perfectamente- contestó Sebas. - Tú puedes quedarte atrás a descansar, Fran y yo nos ocupamos- le dijo Jose Alonso. - ¿Eh? ¿Quién te has creído que soy?- le preguntó Sebas enfadándose. - Si te has dejado atrapar dice mucho de tí- contestó Jose Alonso. - ¡Bajé un momento la guardia y no tenía mi arma!-gritó Sebas. - ¡Aliento de Fuego!- gritó Fran lanzando una llamarada contra un grupo de enemigos. - ¡Eh! ¡No empieces sin mí!- comenzó a correr Jose Alonso. - ¡Mierda! ¡Me dejé pillar por ese mocoso!-se quejó Javi saliendo del agua. - Veo que tienes problemas con esos chicos- dijo una voz. - ¡¿Quién es?!- se impresionó Javi. A su derecha una pequeña silueta transparente flotaba en el aire de manera

inquieta. El aire se deformaba con la presencia de aquel individuo. - ¿No me recuerdas? Tu gran amigo de confianza- le dijo la voz. - ¿Qué haces aquí? Estoy en medio de una misión- regañó Javi. - ¡Oh, perdón! ¡Pero pensé que necesitabas ayuda! Creía que estabas seguro de dominar a esos chicos con las

semillas que te dí.

- Ellos eran el cebo para atraer al elegido y ahora vete, no son asuntos tuyos- le dijo Javi- El plan no ha hecho más

que empezar. Mientras tanto, en el barco, los alumnos de Trafalgar seguían ocupados en mantener el barco a salvo de los

sincorazones voladores que quedaban. Usando pequeñas armas de fuegos y espadas. Entre todo el alboroto, Xamo

se levantaba y se dirigía a la sala de mandos donde estaba Álvaro ocupado con el timón. - ¡Hey, Xamo! ¡Estás bien!- se alegró Carmen. - Sí, gracias por todo- respondió Xamo sin soltar una sonrisa, parecía que todo le daba igual. - ¿Qué te ocurre? Te noto extraña- le dijo Carmen. - No, no es nada- decía Xamo. En la sala de mandos estaba Álvaro manejando el timón, intentando que no les alcanzaran demasiados

sincorazones voladores. Fran y los demás seguían luchando contra los sincorazones en tierra, no siendo rivales

dignos para ellos. - Menos mal que estás bien, Xamo- se alegró Álvaro sin apartar la mirada al frente- Si te contara lo que hemos

pasado no te lo creerías… bueno, en verdad sí… - Esto me lo dió el chico de piel oscura- le dijo Xamo dándole el transmisor. - Oh gracias, menos mal- dijo Álvaro cogiéndolo. - Oye Álvaro… -comenzó a decir Xamo con seriedad. - ¿Eh? ¿Qué ocurre?- preguntó Álvaro. - ¿Crees que estamos haciendo lo correcto estando con Fran?- le preguntó Xamo. - ¿Cómo?, vaya cosas que dices. ¡Pues claro! ¡Él es nuestro compañero!- respondió Álvaro con firmeza. - ¿Por qué hay que hacer siempre lo que él diga?- volvió a preguntar Xamo- lo hemos estado siguiendo siempre…

pero parece que no se preocupa por nosotros… nos dejó solos… no paramos de buscarlo y resulta que estaba

viviendo aventuras como un pirata mientras nosotros no pasábamos ningún día sin preocuparnos por él. No es

justo… - Creo que deberías descansar…-le dijo Álvaro muy extrañado- Qué cosas dices… ¿qué te ocurre? no pareces tú.

Parece que nunca has conocido a Fran. Debes confiar en él, tener fe. Será mejor que descanses. Los sincorazones comenzaron a temer en el poder de estos tres. No paraban de desaparecer en grupos, ninguno

parecía poder tocarlos.

- Menudo trío monstruoso…-susurraba uno de los encapuchados acercándose a Javi- ¿Qué hacemos, jefe? - Nos vamos… Debemos proceder a la siguiente fase del plan- Respondió Javi abriendo un portal de oscuridad. Los

encapuchados escaparon del lugar, dejando a los sincorazones en el campo de batalla. - Soccer Kick- gritó Jose Alonso pateando el estómago de un gordinflón y lanzándolo contra un grupo de

sincorazones- Me esperaba un ejército mucho más fuerte. - Los sincorazones no piensan, se mueven por instinto. Estos son de bajo nivel, están hechos para distraernos-

contestó Sebas despejando su alrededor de sincorazones con un giro de 360º con su sable- Onda de Halcón. - Ya derrotamos a los de nivel medio al principio. Estos no son ningún problema- dijo Fran cuando vieron que

todos los gordinflones se agrupaban frente a ellos. - ¿Decías que no pensaban?- preguntó Jose Alonso. - Pretenden algo- dijo Sebas. Los gordinflones se agruparon soltando una enorme aura oscura. De la mole surgió

un gordinflón gigantesco sin piernas, con unos brazos colosales llenos de pulseras metálicas. - Menudo bicharraco- vaciló Sebas. - ¿Y éste en qué nivel está?- preguntó Jose Alonso. - ¡Increíble!- flipó Fran. - ¡Contesta!- le golpeó Jose Alonso. - Es la primera vez que lo veo… supongo que al mismo nivel que los Bégimos- contestó Fran. - Pero es mucho más grande- respondió Sebas cuando el enorme gordinflón agitó los brazos y destruyó parte de

las murallas. El suelo se resquebrajaba por su peso, saliendo agua a presión por las grietas. - Deberíamos darnos prisa o va a acabar con nosotros junto a todo el destrozo , ¿alguna idea?- preguntó Jose

Alonso. - Álvaro, necesitamos tu ayuda- habló Fran por el reloj. - ¿Qué hay que hacer? Si pretendes que baje personalmente vas listo- se negó Álvaro rotundamente- No pienso

acercarme a ese gigante... No es que tenga miedo... - Necesito que ningún sincorazón se acerque a mí durante unos minutos, cuento contigo- dijo Fran cortando la

transmisión- Vosotros id delante, distraedlo.

- ¡SÍ!- gritaron los dos comenzando a correr hacia el colosal gordinflón. Fran se quedó quieto y alzando los brazos.

Una pequeña bola de fuego estaba suspendida entre sus manos y por cada segundo que pasaba se volvía más

grande. El gordinflón colosal comenzó sus ataques hacia Fran. Apretó su puño fuertemente e intentó arremeter pero Jose

Alonso consiguió desviarlo con una potente patada. El cocinero aterrizó con el pie muy dañado. Los sincorazones

soldado aprovecharon la oportunidad para atacar a Fran ya que sostenía una gran bola de fuego con sus manos y

no podía moverse. El J-Vortex aterrizó en el suelo detrás de Fran y disparó cuatro balas de cañón que hicieron

desaparecer a los soldados. Los alumnos del Trafalgar salieron del barco armados hasta los dientes de pistolas y

espadas. - Chicos- se alegró Fran cuando los vio acercarse a él. - ¡Esta vez seremos nosotros los que te protejamos!- gritó Dani alzando la espada. - ¡No dejaremos que se te acerquen!- gritó Diego, asintiendo todos los alumnos a la vez. - ¡Vamos allá, tripulación!- gritó Álvaro saliendo del barco. Entre todos defendieron a su amigo de los sincorazones

cercanos. - Al final bajaste- bromeó Fran. - ¡Cállate! ¡Sólo estoy dirigiendo desde la distancia a mis jóvenes corsarios!- exclamó Álvaro con las piernas

temblorosas cuando un sincorazón soldado se atrevió a acercarse a ellos. El piloto sacó una cuerda con un ovillo en

el extremo y le asestó un fuerte latigazo en la espalda- ¡Puño de Mono! - Parece que están todos a salvo- comentó Sebas mientras iba a por el otro brazo del gordinflón- ¡Eh, tú! ¡Lánzame

hacia allí! - ¡A mí no me des órdenes! ¡Espadachín de tercera!- gritó Jose Alonso dejando que Sebas se subiera a su pierna

derecha- ¡Boosted Friend Shot! -¡Rompecoraza!- Sebas le cortó el hombro dando un corte vertical. La sangre de los sincorazones era negra,

cubriendo totalmente a Sebas tras aterrizar- Tampoco es tan duro de cortar… El colosal sincorazón soltó un rugido estremecedor, asustando a los alumnos del Trafalgar y a Álvaro. Fran y los

chicos no movieron ni un ápice, manteniéndose firmes mirando al sincorazón. - ¡Ya estoy listo! ¡Cubridme!-gritó Fran sosteniendo una enorme bola de fuego, casi tan grande como el sincorazón-

¡AHORA VOLVED AL BARCO! ¡ESTO SE VA A CONVERTIR EN UN MAR DE LLAMAS! - ¡Dale duro Cisky! ¡Tú puedes!- gritaron los alumnos. - ¡Acaba con él!- gritó Álvaro subiendo al barco junto a los demás.

- ¡Vosotros también! ¡Yo me uniré luego!- les ordenó Fran. - ¡De acuerdo! ¡Mucha suerte, capitán!- exclamó Jose Alonso. - ¡Mi turno! ¡Regresa a la oscuridad de donde provienes! ¡Entei!- Cuando el barco despegó, Fran comenzó a lanzar

la gigantesca bola de fuego hacia el sincorazón colosal. Las pequeñas bestias cercanas a Fran se desintegraron por

la alta temperatura de aquel sol. El ataque impactó de lleno. El gigantesco sincorazón gritó de dolor y entre una

nube oscura fue desapareciendo. Los muros acabaron por destruirse, dejando entrar el mar. - ¡CISKY!- Se asustaron todos. El humo negro cubrió totalmente el campo de batalla, mezclándose con el vapor de

agua producido por el agua de mar. El barco logró despegar a tiempo. Todos se asomaban buscando a su amigo

pero no hallaron nada. - ¡Eh! ¡Mirad!- señaló Cantabria a un cable enganchado al casco. - ¿Podría ser?- se preguntó Dani. - Él no morirá tan fácilmente- chistó Sebas. Del humo salió Fran con una sonrisa de oreja a oreja lleno de hollín-

Parece que ha acabado con todo. - ¡CISKY!- se alegraron todos. El pirata logró clavar el gancho al casco del barco y subió hasta la cubierta con una

amplia sonrisa, haciendo un gesto de victoria con sus brazos. - ¡Menuda técnica! ¡Ha sido increíble!- vitorearon los alumnos de Trafalgar. Todos echaron la vista abajo, la

enorme bola de fuego hizo desaparecer al sincorazón colosal y la explanada del puerto. La columna de humo

llegaba hasta las nubes, dejando caer una lluvia de ceniza y fuego. - ¿Habrá acabado ya todo?- se preguntó Dani preocupado. - No te preocupes, ya no hay ningún sincorazón- le respondió Fran sentándose en la barandilla. - ¿Cómo lo sabes?- preguntó Carmen. - ¿Eh?, Lo decía porque no siento la presencia de ninguno de ellos- contestó Fran con algo de duda. - ¿Sientes la presencia de esas bestias?- preguntó Dani sorprendido. - ¡Yo estoy igual de sorprendido!- dijo Fran soltando una carcajada- Es una sensación que oprime mi pecho…

miedo. - ¿Desde cuando tienes esa habilidad?- le preguntó Sebas apoyándose en la barandilla. - No lo sé muy bien pero mientras llegábamos tenía esa sensación y sabía que incontables sincorazones nos

estaban esperando- respondió Fran- ¡Bueno, qué más da! ¡Ya no queda ninguno!

- ¡¿Qué haréis ahora?!- preguntó Diego. - Pues… si Javi ha escapado supongo que no nos queda otra que volver a Vicent Alexis- dijo Fran. - ¿¡También sabes que ha huido!?- preguntó Sebas. - Ah, sí. Se fue cuando os salvamos. Tampoco siento su presencia- dijo Fran extrañado. - Eres un bicho muy raro. En menuda banda me he metido- exclamó Jose Alonso. - ¡Ah! ¡¿Cómo está Xamo?!- interrumpió Fran. - Está en su camarote- indicó Carmen. - ¡Hey, Xamo! ¡¿Qué tal estás?!- gritaba Fran corriendo hacia su camarote. - ¡Eh! ¡Puede que esté durmiendo! ¡No la molestes, Fran!- gritó Jose Alonso persiguiéndole. Ambos llegaron al

camarote bajando unas escaleras tras pasar por la cocina. Fran entró sin llamar y Jose Alonso lo siguió golpeándole

la cabeza enfurecido- ¡¿Qué te acabo de decir?! - ¡¿Cómo estás?!- le preguntó Fran. Su amiga estaba sentada en el escritorio con una pluma y varios papeles. - Ah, hola. ¿Ya acabó todo?- preguntó Xamo seriamente. - Sí, pero, ¿qué te ocurre? Estás demasiado seria- le dijo Fran. - Déjala tranquila, estúpido cabeza hueca. Debe estar cansada por todo lo que ha pasado- le regañó Jose Alonso. - No me pasa nada. Tan sólo quiero llegar pronto a Vicent Alexis- respondió Xamo- ¿Qué ocurrió con Javi? - Escapó-respondió Fran con cara seria- Nos vamos a ir muy pronto, ¿vienes a despedirte de los chicos? - No…-contestó Xamo apartándole la mirada. - ¡Hola! ¡¿Me recuerdas?! ¡Soy…!- intentó saludar Jose Alonso. - Vale…- dijo Fran cerrando la puerta del cuarto y dirigiéndose a la cubierta. - ¡¿Ves?! ¡La has molestado!- le regañó Jose Alonso. - No es eso… está muy rara… algo ha pasado mientras estábamos en Vergel de Lid- dijo Fran.

El barco aterrizó en el bosque de detrás del instituto. Todos los alumnos bajaron con sentimientos enfrentados.

Estaban felices por volver a su mundo y a la vez tristes por lo que iba a pasar a continuación. Fran y los suyos se

quedaron en la cubierta observando a sus colegas. Habían pasado muchas cosas juntos y al final les habían cogido

mucho cariño, sobre todo Álvaro, que con un pañuelo se sonaba los mocos e intentaba no romper en lágrimas. - Al final ha resultado ser muy divertido este viaje- rió Fran. - Sí, nos lo hemos pasado muy bien- rió Carmen. - Vuestras familias deberían estar muy preocupadas. A pesar de todo habéis pasado unos días fuera- comentó

Sebas. - Buscad a Fabi y entregadle a esos dos- les indicó Fran refiriéndose a Roberto y Joaquín. Ambos estaban

encadenados e inconscientes- No es mala persona y sabrá que hacer para volverlos a la normalidad. - ¿Ese no es el profesor de Educación Física?- preguntó Sebas. - ¡Ah, sí! ¡Debería despertar dentro de poco!- exclamó Álvaro. - ¿Qué le ocurre?- preguntó Sebas. - La primera vez que despertó se puso muy violento porque no sabía donde estaba así que lo dormí varias veces

con las pociones que tenía Xamo en su camarote- explicó Álvaro. - Espero que os vaya bien- rió Fran- Es hora de irse. -¿Dónde está Xamo?- preguntó Carmen. - En su camarote, dice que está cansada- respondió Fran- ¡Bien! ¡Álvaro, despega ya! - ¡A la orden capitán!- gritó Álvaro dirigiéndose a la sala de mandos. - Nos lo hemos pasado muy bien juntos al fin y al cabo- les dijo Fran. El barco encendió motores y poco a poco se

fue despegando del suelo. Fran levantó su pulgar mientras el barco cogía altura. - Ahora…-susurró Diego. - ¿Eh?, ¿Qué hacen?- preguntó Sebas. Los chicos se dieron media vuelta y alzaron sus brazos. - ¡Chicos!- comenzó a llorar Fran. De inmediato identificó en sus muñecas un aspa dibujada. La misma marca que

tenía él bajo su reloj. - No importa lo que nos pase en el futuro, la marca que tenemos en nuestro brazo izquierdo representará nuestra

amistad… ¡NOS VOLVEREMOS A VER! ¡PIRATA FRAN BOLA DE FUEGO!- gritó Diego con tanta fuerza que casi se

quedaba mudo.

- Ya no sabes ni qué decir…-le dijo Sebas.

- ¡Je! Les he cogido bastante cariño…-decía Fran aún sentado en la barandilla, secándose las lágrimas mientras

entraban en las nubes. - Álvaro dice que entremos ya- informó Jose Alonso- Saldremos al espacio en breve. Prepararé la comida, ¿alguna

cosa en especial? - ¡Carne!-gritó Fran saltando de la barandilla y entrando en el barco. - Le haré algo especial a la chica más bonita del barco- dijo Jose Alonso- Después de todo, esta noche es Navidad. - Si es la única…-susurró Sebas. - ¡Te quedaste sin comer!- gritó Jose Alonso. El J-Vortex salió de la atmósfera y puso rumbo a Vicent Alexis. Aquella noche del 24 de Diciembre de 2009

comieron mejor que nunca. Su nuevo cocinero les preparó un gran surtido de platos variados, desde albóndigas

bañadas con una salsa especial, hasta una enorme dorada a la plancha. Xamo salió de su camarote al oler la

fragancia de la cena y se animó a acompañarles. Aunque daba la impresión de que evadía a Fran. El festín se

convirtió en una juerga, Álvaro y Fran saltaron sobre la mesa bailando al son de la música, mientras sus dos

compañeros reían y aplaudían. Xamo observaba y de vez en cuando soltaba alguna carcajada. Jose Alonso se había

quedado prendado de ella y más de una vez le lanzó varios piropos un tanto exagerados. - ¡Chicos! ¡Ahora que estamos todos os quiero presentar oficialmente a nuestro cocinero de a bordo! ¡Él es Jose

Alonso! ¡También es un luchador fuerte!- gritó Fran presentando al cocinero y rellenando las jarras de nuevo. [Nombre: Jose Alonso. Alias: J.A. Edad: 17. Le gusta: Las mujeres. No le gusta: Los hombres. Comida favorita: Bebidas energéticas. Color de ojos: Verdes. Estatura: 1,77 m. Ocupación: Cocinero del barco.] - ¡Un brindis por nuestro cocinero!- gritó Álvaro. - ¡Kanpai!-

Después de aquella noche, Xamo parecía haber recuperado la sonrisa. A veces le evadía la mirada a Fran, pero

poco a poco volvió a ser ella misma. A mitad de camino, Sebas se reunió con los chicos en su camarote y les contó

lo que ocurrió mientras ellos estaban en Vergel de Lid. Les pidió que tuvieran cuidado con Xamo ya que no tenía

claro sus intenciones. Tenían miedo que le pasara lo mismo que a Peralta y Jesús. Fran se levantó con mirada seria

y miró por la ventana el mar de estrellas. - No dejaré que muera nadie más…-dijo Fran. - Ella ha perdido algo muy importante para la tripulación… debes tenerlo muy en cuenta, Fran- le comentó Sebas. - Creo que ya sé a lo que te refieres- contestó Fran. - La fe…-acabó diciendo Sebas- Y creo que sabes por qué... - Hey chicos, deberíais ver esto… llamad a Xamo- dijo Álvaro enseñándole algo en su portátil. Xamo llegó en unos

segundos y Álvaro comenzó a enseñarles ciertas imágenes y vídeos de su ordenador. - ¡¿Qué se supone que es esto?!- preguntó Jose Alonso. En el portátil vieron imágenes y noticias de la

aproximación de una fuerte tormenta aproximándose a su pueblo en Vicent Alexis. - “Huracán Oloe”- leyó Xamo. - ¿Podría ser…?- preguntó Sebas. - ¿Te refieres a nuestro enemigo?- preguntó Jose Alonso. - No lo creo…-contestó Xamo- Esta noticia es de hace 2 días. - Aquí dice que el pueblo está en alerta roja. Vienen rachas de vientos de hasta 120 km/h. La isla está siendo

evacuada en estos momentos- informó Jose Alonso- ¿Deberíamos ir? - Allí está nuestra casa. No dejaremos que les pase nada a nuestras pertenencias. Además, allí tenemos cosas

importantes que proteger, ¿no?- respondió Fran. - Descansan Jesús y Peralta…-susurró Sebas. - ¡Y el instituto podría no aguantar aunque tuviera la barrera protectora! ¡Tenemos que volver!- dijo Álvaro

decidido. - ¡Y si al final resulta ser un ataque enemigo! ¡Les patearemos el trasero! ¡Camaradas! ¡¿Estáis conmigo?!- gritó

Fran alzando el brazo. - ¡SÍ!- gritaron todos excepto Xamo. - En cuanto lleguemos deberíamos llamar a Gadius para informarle- respondió Xamo.

- ¿Aún sigues con ese?- le preguntó Álvaro. - Hace tiempo que no recibes llamadas de él- le dijo Sebas. - Esta vez contestará… ¡Estoy segura! ¡Además, llegaremos justo a tiempo para celebrar el fin de año!- se animó

Xamo- ¡Quiero que hagamos una fiesta en el instituto! ¡Lo invitaré también! - ¡¿Una fiesta?!- se sorprendieron todos. - ¿Con la que va a venir? No creo que sea buena idea…-murmuró Álvaro. - ¡Yo te prepararé todo lo que tú quieras morenaza!- gritó Jose Alonso con los ojos en forma de corazón. - ¡Decidido pues! ¡Llegaremos, patearemos el trasero al enemigo y comeremos hasta reventar!- gritó Fran alzando

los brazos, asintiendo todos incluida Xamo. 30 de Diciembre, penúltimo día del año 2009. Un año lleno de comienzos, despedidas, tristezas, alegrías y muchas

dificultades en el camino. Pero sin duda es un año que ha servido para fortalecer en cuerpo y alma al grupo de

amigos que navega en busca de aventuras y en cumplir sus sueños. Un año que sirve de soporte para impulsar sus

vidas a rumbos cada vez más oscuros y alejados de sus hogares pero que sin duda los hará mucho más fuertes. Cuando llegaron a Vicent Alexis, el viento soplaba con fuerza pero no tan violento como ellos creían. El pueblo

estaba casi vacío, sólo quedaban algunas tiendas abiertas que insistían en no largarse del pueblo, mientras tanto,

el instituto permanecía intacto. Anclaron el barco en el puerto y se dispusieron a marchar al instituto con todo el

equipaje. - ¿No vas a meter el barco en el instituto?- preguntó Sebas. - Hace tiempo que no venimos, así que no sé en qué estado estará la barrera. Mañana por la mañana lo meteré en

todo caso- respondió Álvaro. - ¡No ha cambiado nada!- gritó Fran mientras andaba por el pueblo. Estaba tal cual lo dejaron, aunque apenas

había gente en la calle debido a la aproximación del huracán. Llegaron al instituto, Álvaro abrió la puerta poniendo

unos códigos y entraron al fin a su hogar. - Está todo muy sucio- murmuró Xamo. - Normal, no venimos desde hace muchos meses- respondió Sebas. - ¡Habrá que hacer limpieza para tenerlo todo listo mañana! ¡Chicos! ¡Hoy nos dedicaremos a limpiar! ¡Quiero los

aseos como los chorros de oro para cuando venga Gadius!- gritaba Xamo con bastante energía. - ¿Quién es ese despreciable llamado “Gadius”?- preguntó Jose Alonso. - Luego te lo explicamos…-le contestó Álvaro.

- Jose Alonso, tienes que ir al mercado a comprar toda la buena comida que puedas. Yo iré a buscar ropa adecuada

para la noche- ordenó Xamo. - ¡Sí, señora!- asintieron todos. Sebas y Fran comenzaron con la limpieza mientras Álvaro ponía todo en orden la sala de mandos. Jose Alonso se

dio una vuelta por el pueblo hasta encontrar el mercado y Xamo se metió en una tienda de ropa para buscar trajes

para los chicos y algo para ella. Durante todo el día intentó llamar a Gadius por el transmisor pero no mostraba

ninguna señal de vida. El día se pasó más rápido de lo que ellos creían. Después de que Jose Alonso acabara de hacer la compra y limpiar

la cocina, ayudó a los chicos con el instituto. Quitaron todo el polvo y ordenaron todas sus pertenencias como bien

podían. Xamo llegó a la noche con numerosas bolsas de compra y con un conjunto nuevo aunque similar al

anterior, se había gastado una gran cantidad de dinero del que disponían. Durante la cena, todos veían la

televisión a la espera de alguna noticia del famoso huracán. - “Mañana por la mañana se esperan grandes ráfagas de viento de hasta 125 km/h llegarán a la costa. Se

recomienda a lo ciudadanos que evacúen las casas y busquen un refugio seguro ya que no sabemos cuánto se

puede intensificar este potente huracán bautizado por los meteorólogos como Oloe” - Han aumentado de 120 a 125… esto me da muy mala espina- comentó Álvaro. - ¿Tú que opinas, Xamo? Eres la navegante de la tripulación- le preguntó Fran. - Para ser clasificado como un huracán, una tormenta debe alcanzar velocidades del viento de por lo menos 119

kilómetros por hora. Ahora bien, si los vientos de un huracán alcanzan velocidades de 179 kilómetros por hora, se

llama “huracán intenso”. Y si un tifón golpea con más de 241 kilómetros por hora, entonces se convierte en un

“superhuracán” - fue explicando Xamo- Quiero decir, si consideramos la velocidad a la que ha aumentado el

huracán desde que vimos la noticia los otros días, no debería llegar a los 130 kilómetros por hora mañana. Por lo

tanto no hace falta evacuación ni nada. Tan sólo no es recomendable salir fuera por si se desprende alguna chapa

o se cae algún árbol o algo así por el estilo. - Es decir, que…-decía Fran cuando de repente su transmisor comenzó a sonar- ¡Oh! ¡Llaman! ¡¿Quién será?! - ¡ES GADIUS!- gritó Xamo arrancándole el reloj de la muñeca- ¡HOLA! ¡¿GADIUS?! ¡¿ERES TÚ?! - Siento mucho no haber cogido las llamadas anteriormente, he estado muy liado en la central del gobierno- se

disculpó Gadius. - ¡Oh! ¡No te preocupes! ¡Nosotros estamos bien! ¡Volvimos a Vicent Alexis tras fallar en la misión en Trafalgar!-

decía Xamo con un tono de voz demasiado alegre. - Le está diciendo directamente que fracasamos…-susurró Álvaro. - ¿Qué ocurrió? ¿Atrapásteis a Fabi?- preguntó Gadius.

- Tuvimos algunas dificultades y desapareció pero dudo que vuelva a molestar a ese mundo- sonrió Xamo- ¡Eh,

oye! ¡Mañana es fin de año y tenía pensado hacer una fiesta en el instituto! ¡¿Vendrás?! - Oh, me encantaría. Iré encantado- asintió Gadius. - ¡Me alegro de que aceptes! ¡Estoy contentísima de que vengas! ¡Cuanto más seamos más nos divertiremos!

¡Cuando vengas te daré todos los detalles de la misión! Mañana a las 12, ¿vale?- le dijo Xamo. - Allí estaré- asintió Gadius. - Hasta mañana- acabó diciendo Xamo con tono pasteloso antes de colgar. Todos sus amigos la miraron rara. - ¿Te gusta?- le preguntó Fran directamente. - ¡NO! ¡¿PERO QUÉ ESTÁS DICIENDO?! ¡¿YO?! ¡VAMOS! ¡SÓLO INTENTO SER AMABLE CON ALGUIEN QUE NO SEA

DE ESTA TRIPULACIÓN! ¡AL MENOS ESTOY INTENTANDO SOCIALIZARME CON OTROS SERES HUMANOS Y NO

SIEMPRE CON LOS MISMOS!- gritó Xamo muy enfadada. - ¿Qué problema tienes?- preguntó Fran- Estás muy rara desde que os recogimos en Trafalgar. - ¡¿QUÉ PROBLEMA TENGO?!-empezó a gritar Xamo dejando caer su libro al suelo- ¡AQUÍ EL ÚNICO PROBLEMA

QUE HAY ERES TÚ! ¡¿POR QUÉ TENEMOS QUE HACER SIEMPRE LO QUE TÚ DIGAS?! ¡¿QUIÉN COÑO TE HA

NOMBRADO CAPITÁN?! ¡¿DESDE CUANDO HAS DECIDIDO QUE TODOS NOSOTROS SOMOS PIRATAS?! - Yo…-intentó decir Fran. - ¡CLARAMENTE TIENES UN PROBLEMA MENTAL, CHAVAL! ¡TE COMPORTAS COMO UN NIÑO PEQUEÑO! ¡TE CREES

QUE PUEDES HACER LO QUE TE DÉ LA GANA SIMPLEMENTE PORQUE ERES UN PORTADOR DE LA LLAVE ESPADA!

¡PERO ESO NO DEBE SER ASÍ FRAN! - siguió gritando Xamo creciéndole la vena del cuello-¡NOSOTROS TAMBIÉN

ESTAMOS AQUÍ! ¡NOS UNIMOS A TI HACE TIEMPO POR UNA CAUSA EN COMÚN! ¡PERO AHORA NO TENEMOS POR

QUÉ SEGUIRTE! - Te estás precipitando…-intentó decirle Álvaro. - ¡VIENES AQUÍ A ENTRENAR PORQUE UNOS HOMBRES TE BUSCAN! ¡HICIMOS TODO POR PROTEGERTE SIN

NINGÚN MOTIVO! ¡EL ÚNICO MOTIVO ERA QUE ÉRAMOS AMIGOS! -gritaba Xamo pateando la mesa- ¡NOS

CONOCIMOS HACE MUCHO TIEMPO Y COMPARTIMOS UN VIAJE! ¡PERO VAS TU Y NOS IGNORAS, TE VAS SOLO DE

VIAJE Y TE PIERDES EN UN MUNDO SIN COBERTURA, MIENTRAS NOSOTROS NOS DESVIVIMOS BUSCÁNDOTE! - Pero si yo…-volvió a intentar Fran. - ¡BUSCANDO UNA ESPERANZA DE ENCONTRARTE! ¡PASAMOS 3 MESES AMARGOS, NOS ATACARON VARIAS VECES

LOS SINCORAZONES PERO ESPERÁBAMOS EN EL MISMO SITIO POR SI ALGUN DIA VOLVÍAS! ¡Y POR SORPRESA

NUESTRA VUELVES CAYENDO DEL CIELO Y LO PRIMERO QUE SE TE OCURRE ES QUERER IRTE Y DEJARNOS OTRA VEZ

AQUÍ! ¿¡ ES QUE ACASO NO VES TÚ EL PROBLEMA?! No paramos de buscar soluciones para tí y vas y nos

abandonas... -se fue tranquilizando Xamo- Podríamos haber salvado a Peralta y a Jesús si te hubieras entregado… Y

en Trafalgar ocurrió más de lo mismo... Escapaste como un cobarde dejándonos allí a nuestra suerte… Ya no te

reconozco Fran, ya no eres aquel niño inocente que hablaba de cumplir sueños... Tengo miedo de tí, miedo por lo

que nos puedas volver a hacer... Quiero irme lejos de tí, donde no me puedas volver a hacer daño... Me voy con

Gadius... Tenía pensado decírselo mañana... Y convencer a los demás para que vengan conmigo... Para que no nos

vuelvas a hacer daño a todos… - ¡Espera, Xamo!- le gritó Fran cuando esta salió pegando un fuerte portazo. La chica salió del instituto sollozando

con la cara cubierta de lágrimas. Corrió cuesta abajo hasta chocar contra una alta figura. Antes de caer al suelo de

espaldas, la figura la agarró del brazo y la ayudó a incorporarse. - Gracias… tú eres…- dijo Xamo echando la vista hacia arriba- ¡Gadius! - Así es… estaba por aquí cerca… ¿qué te ocurre?- le preguntó Gadius limpiando sus lágrimas. Gadius era el hombre

que conocieron cuando Fran desapareció en el mundo de Grand Line. Era un hombre muy alto, de unos 2,15

metros de altura, pelo muy rizado, con bigote y barba bastante pronunciada. Los ojos los tenía marrón oscuro y

unos dientes muy amarillos bastantes mal cuidados. Llevaba una chaqueta de cuero negra muy ajustada y unos

vaqueros grises. Lo que más caracterizaba su rostro era una enorme nariz puntiaguda con enormes orificios

nasales. - Me he ido del grupo… ya no quiero volver a verlo más…- dijo Xamo entre sollozos. - Tranquila, ya pasó todo…-la abrazó Gadius. - Tu rostro… ¿qué te ha pasado?- le preguntó Xamo al verle una cicatriz que le recorría la nariz en horizontal.

Parecía que se lo había hecho recientemente. - Un problema contra un pirata… pero no es nada- respondió Gadius- Oye, tengo un pequeño apartamento al lado

de la playa. Te puedes quedar allí conmigo hasta que nos vayamos. - Sí, gracias…-dijo Xamo sin parar de abrazarlo. Dentro del instituto, los chicos permanecieron en silencio durante un buen rato, pensando en las palabras de

Xamo y lo que suponían. Fran se mostró impasible ante los reproches de Xamo. - Chicos…- dijo Fran con los ojos cerrados. - No hace falta que te disculpes, Fran. Sabemos lo que te pasó y te conocemos- le dijo Álvaro. - Esto me pasa… por no haber sido fuerte desde el principio… LO SIENTO- gritó Fran con fuerza, dejando escapar

algunas lágrimas- ¡NO DEJARÉ QUE MUERA NADIE MÁS! - ¿La vas a dejar marchar?- preguntó Jose Alonso. - Está rara desde que nos secuestraron- comentó Sebas.

- Chicos, mañana…-empezó a decir Fran. - ¡No digas ni una palabra más! ¡Eres el capitán, ni se te ocurra tomar esa decisión ni dudar de nosotros!- le gritó

Sebas- ¡Es cierto que este año hemos pasado muchas dificultades pero aquí estamos! ¡Ni Álvaro ni yo hemos

perdido la fe en tí! ¡Soy un Guardián y no dejaré que dañen a ningún amigo más! - ¡Exacto! ¡Yo soy tu amigo! ¡Y sé pilotar todo tipo de vehículos! ¡Si decides hacer una banda pirata, seré el primero

en entrar como el Piloto!- gritó Álvaro muy decidido. - Seré el último en haber entrado y no habré vivido todas esas cosas con vosotros… pero si hubieseis llegado antes

me habría unido igual- le dijo Jose Alonso. - Todos nosotros tenemos unos sueños que deseamos cumplir. Estos sueños son nuestras razones para habernos

unido a ti, y esencialmente ponemos nuestras vidas en juego para poder alcanzarlos y nos negamos a morir antes

de alcanzar esos sueños- intentaba convencer Sebas- Así que no dudes de nosotros porque entonces es cuando

nos iremos… - Mañana iré a buscarla…- dijo Fran tras pensarlo durante unos segundos. - Sí, mejor. Debe pensarse bien lo que ha dicho- comentó Álvaro recogiendo el libro de Xamo del suelo- Mañana

tenemos que estar listos para el huracán. Tienes que traerla pronto. - Eso haré…- susurró Fran saliendo del salón y dirigiéndose a su cuarto- Necesito dormir un poco para mañana…

buenas noches. El viento soplaba cada vez más. Las ventanas y puertas de las casas se movían tanto por la fuerza del viento que

parecía que alguien quería entrar y no con buenas intenciones. Fran se quedó mirando el cielo despejado de aquel

pueblo tropical que dejaba ver el mar de estrellas desde la ventana. Desde un pequeño apartamento, en el tercer

piso, Xamo estaba sentada en la terraza mirando las estrellas, pensando en lo que dijo y en lo que tenía que hacer

de ahí en adelante. Gadius salió a verla y la invitó a entrar ya que el viento se estaba poniendo cada vez más

violento. Al día siguiente, el huracán puso pie en el pueblo azotando violentamente las casas con una velocidad de hasta 130

kilómetros por hora. Los habitantes que no quisieron irse del pueblo, se quedaron dentro de sus casas esperando

que todo pasara. En paseo marítimo, la arena volaba tan fuerte que dañaba y no dejaba ver ni escuchar nada

alrededor. Desde el instituto se podía ver el desastre que causaba el fuerte viento y los chicos se disponían a salir

para hacer sus respectivos recados. - ¡Qué viento más impresionante!- gritó Fran al salir del instituto, apenas podía sostenerse en pie. Todos se

pusieron las ropas que les compró Xamo para celebrar el fin de año. Fran llevaba un pantalón vaquero oscuro, con

zapatos negros, una camisa blanca y una sudadera gris y negra. - Tomad chicos- les dio Álvaro a todos un surtido de gafas de sol. Él mismo llevaba unas de piloto, además de una

camisa blanca y un pantalón de pana marrón. Y en los pies unas especies de botas con suelas adherentes.

- ¿Qué llevas en los pies?- le preguntó Sebas. - ¡Esto es para no salir volando! ¡Podré mantener los pies sobre el suelo!-dijo Álvaro. - ¡Bien, encontraré a Xamo y la traeré de vuelta!- gritó Fran tras ponerse las gafas de sol. Y sin previo aviso

comenzó a correr a gran velocidad, dejándolos a ellos detrás. - ¡Eh, espera! -gritó Jose Alonso. Su vestimenta era de un pantalón negro, camisa blanca con una chaqueta negra

sin mangas y una corbata negra. Tenía la apariencia de un camarero de un restaurante de lujo- En menuda

tripulación me he enrolado… - Cocinero ya sabes lo que hablamos antes. Fran irá por la costa, yo por la parte central del pueblo y tú por la parte

superior. Tenemos que encontrar a Xamo antes de que el tiempo se ponga peor- le dijo Sebas. Él llevaba una

camisa verde con una corbata verde oscura, cubierto por una chaqueta de lana con botones y un pantalón vaquero

azul claro. Los tres se pusieron sus respectivas gafas y se marcharon en busca de la navegante. - ¡Rescataré a la princesa en apuros! ¡Espérame ansiosa Xamoncito!-gritaba Jose Alonso comenzando a correr. - Yo iré a guardar el barco en el instituto, tened mucho cuidado- le deseó suerte Álvaro. - Igualmente- respondió Sebas. Un cúmulo de nubes rodeó el pueblo dando vueltas en círculo. Las antenas de las

casas se desprendían y causaban destrozos. Chapas metálicas del Polideportivo salían volando y destruía coches y

farolas. Sin lugar a dudas, el “Huracán Oloe” estaba allí. Álvaro corría por un camino de tierra para llegar al puerto, la arena del bosque le dañaba la piel. Algunos árboles

se cayeron pero él conseguía mantenerse en el suelo gracias a las botas. En el puerto el único barco que se

avistaba era el J-Vortex, que se tambaleaba de un lado a otro por la fuerza del mar embravecido. - ¡Menos mal! ¡El barco está bien!- se alegró Álvaro. - ¿Qué es esto? ¿Sólo un sacrificio para el Dios?- dijo una voz detrás suya. - ¡Ah! ¡Mierda! ¡Un enemigo!- gritó Álvaro dándose la vuelta. Un enorme abanico suspendido en el aire

sobrevolaba su cabeza y encima del abanico, un encapuchado se sentaba en él. - ¡Qué sorpresa! ¡Creía que me iba a tocar el Portador de la Llave Espada!- rió el encapuchado. - ¡¿Quién demonios eres?! ¡¿A qué has venido aquí?!- le gritó Álvaro. - La misión que me ha sido asignada es: Destruir el barco. Así que como ves he estado esperando a que llegara

alguien para divertirme un poco. ¿Te apetece jugar un ratito?- le insinuó el encapuchado. - ¡Je! ¡Como si quisiera jugar contra alguien que no muestra su rostro!- exclamó Álvaro.

- Bueno, eso tiene fácil solución- dijo el encapuchado quitándose la capucha. El rostro de aquel “hombre”

resultaba extravagante. La cabeza rectangular con barba pronunciada y un peinado de cresta pero lo que parecía

extraño era la sombra de ojos azul, las mejillas maquilladas, los labios pintados de púrpura al igual que las uñas. - ¡Ah! ¡Un travesti!- gritó Álvaro asustado. - ¿A quién llamas travesti?- preguntó el encapuchado extrañado. - ¡¿Quién va a ser si no?!- gritó Álvaro. - Mi nombre es Euro, uno de los 4 Dioses del Viento. Yo domino el Viento del Este, cálido y a la vez húmedo- se

presentó el encapuchado. - Así que el huracán era una trampa…- susurró Álvaro- Según Xamo era imposible porque era una pronosticación

del tiempo y no magia. - ¿Te gusta nuestra “Barrera de Viento”? No deja entrar ni salir a nadie. Nuestro jefe tenía planeado esto desde

hace mucho tiempo. Sobre el pronóstico que has mencionado, estás en lo cierto. Nosotros tan sólo hemos

aumentado su potencia, dirigido y mantenido aquí. El huracán no se va a ir por más que esperéis y no será la única

catástrofe que os caiga encima…-le explicó Euro aterrizando en el suelo con su abanico- ¿Pronóstico del día de

hoy? ¡Tu muerte! Las fuerzas enemigas habían empezado a movilizarse. Al parecer ellos eran los culpables del huracán. Por culpa de

ellos estaban atrapados en el pueblo, sin poder escapar debido a la fuerza del viento. Sebas anduvo por el “Zapal”,

una extensión de tierra en mitad del pueblo que era usada principalmente como aparcamiento o asentamiento de

carpas y otras fiestas pueblerinas. Los llamados “4 Dioses del Viento” buscaban a Fran y a los suyos. - ¡Menudo temporal, si no fuera por las gafas no podría ver nada! - decía Sebas mientras andaba a través del Zapal-

¡Xamo! ¡¿Dónde estás?! De repente, sintió que algo se le acercaba. Saltó a un lado y vió como uno de los coches fue cortado por la mitad.

Desenvainó Eklipse y buscó a su alrededor al culpable. - ¡¿Quién es?!- preguntó Sebas. - Vaya, vaya, pensé que eras el Portador de la Llave Espada- dijo un encapuchado apareciendo a través de la

tormenta de arena. En su hombro llevaba una guadaña con el filo ondulado, montado en un bastón nudoso,

curvándose ligeramente antes de la propia pala. Opuesto a la cuchilla, en la parte superior de la plantilla sostenía

un cráneo decorativo. - Típico de los shonen, ¿es hora de los versus? ¿Qué pasa? ¿Venías buscando a alguien?- preguntó Sebas sonriente-

Al final el huracán resultó ser una trampa, ¿no?

- En efecto, soy uno de los 4 Dioses del Viento. Mi nombre es Noto- se presentó el encapuchado quitándose la

capucha. Era un hombre muy alto y delgado con el pelo plateado, que apunta hacia arriba en mechones

puntiagudos en la parte superior de su cabeza. Bajo sus ojos grises sin cejas, tenía tatuado tres líneas simulando

una cicatriz. - Si te haces llamar Noto supongo que controlarás el Viento del Sur- contestó Sebas. - Eres muy inteligente y estás bien informado. Ahora dime dónde está el Portador de la Llave Espada- le dijo Noto

alzando su guadaña. - Como si te lo fuera a decir…-dijo Sebas alzando también su sable. El cocinero corría de un lado para otro sin parar de buscar a Xamo, por el mercado, en las callejuelas e incluso en

los tejados. - ¡XAMONCITO! ¡XAMONCITO! ¡¿DÓNDE ESTÁS, PRINCESITA?!- gritaba Jose Alonso desde un tejado, intentando no

caerse por el viento- ¡Cada vez el viento es más fuerte! ¡Tengo que encontrarla antes que los demás para

demostrarle mi amor! ¿Eh? ¿Qué ocurre allí? ¿Una tromba marina? En poco tiempo, el viento llegó a alcanzar velocidades de hasta 180 Kilómetros por hora, aumentando cada vez

más. A varios kilómetros de la costa donde no se podía divisar tierra, un encapuchado suspendido en el aire

observaba la tempestad. En su mano izquierda tenía un cúmulo de oscuridad y de allí sacó un enorme katana.

Aquella katana pertenecía a Javi. El encapuchado alzó la katana y dio tal corte que el mar se dividió en dos. Los dos

mares chocaron violentamente, creando remolinos y olas gigantescas. - Que comience la fiesta…-rió Javi.

El paseo marítimo parecía una tormenta de arena. Fran se refugió en un cibercafé. Le extrañaba mucho que el local

estuviera abierto con el temporal que hacía pero el dueño le dijo que no tenía nada que hacer y decidió abrir. En la

puerta tenía unas cortinas de plástico que ayudaban a que no entrara el viento con tanta fuerza. - ¿Va usted a usar un ordenador?- le preguntó el dependiente. - Lo siento señor, necesitaba descansar. Enseguida me voy, disculpe las molestias.- le dijo Fran disculpándose. Al

fondo del establecimiento, había una máquina expendedora de comida. Pagó una barrita de chocolate llamada

“Kinder Bueno” y salió por la puerta, esperando que la arena le cegara completamente la visión pero para su

sorpresa no vio ni una mota de arena, tan sólo viento. Enseguida echó la vista hacia arriba y observó a un

encapuchado sentado en una pequeña nube con un enorme bastón de oro. - Premio. Te estaba buscando- dijo el encapuchado quitándose la capucha. Era un chico de pelo corto y negro con

varios rizos. Su cara parecía el de un niño pequeño, con varias pecas en la cara y unos ojos azul cielo. - ¿Quién demonios eres?- preguntó Fran impasible acabando de comerse el Kinder Bueno. - Me llamo Céfiro, uno de los 4 Dioses del Viento. Domino el Viento del Oeste…-comenzaba a decir Céfiro pero

Fran le lanzó una bola de fuego antes de que siguiera hablando. Sonrió e hizo girar su bastón, creando un

torbellino que hizo retroceder la bola de fuego y redirigirla contra Fran. Para su sorpresa, el torbellino con la bola

de fuego le dio de lleno, lanzándolo dentro del cibercafé y precipitándose contra la máquina expendedora. - ¡¿Qué demonios pasa?! ¡¿Va a poder pagar este destrozo?!- le gritó el dependiente. Fran, cubierto de cristales y

chucherías de la máquina, abrió los ojos y se levantó de inmediato. Cogió otra chocolatina y se la zampó. - No. Le recomiendo que cierre el local y se vaya a casa…-dijo Fran dirigiéndose a la puerta. - Tal como esperaba… eres resistente- insinuó Céfiro sin bajarse de su nube- Aún no me has preguntado que qué

hago aquí... - ¡Como si hiciera falta!- dijo Fran crujiéndose los nudillos- Eres uno de los encapuchados que estaba en Trafalgar y

secuestró a mis amigos, eso no te lo perdonaré. Creo que no hacen falta más preguntas. Si te derroto tal vez pueda

saber dónde está Javi y así patearle el trasero definitivamente. - ¡Como si te lo fuera a decir!- gritó Céfiro haciendo girar su bastón nuevamente. Fran se echó a un lado,

esquivando el torbellino. El viento entró en el local e hizo volar y caer todos los ordenadores. El dependiente se

asustó y escondió debajo de la mesa. - ¡Vale, vale! ¡Me voy ya!- gritó el dependiente aterrorizado. Fran saltó sobre un coche y se impulsó hasta la pared

del edificio. Corrió por la pared y siendo perseguido por Céfiro en su nube. Llegó a la azotea y se dispuso a actuar. - ¡Aliento de Fuego!- Fran soltó una llamarada por la boca directo a Céfiro. - ¿Otra vez? ¡Ráfaga de Serpiente!- Céfiro devolvió el ataque. Aquel torbellino de viento mezclado con fuego

atrapó a Fran, haciéndole volar por los aires. Como si de una serpiente de fuego se tratase, Céfiro la controló

serpenteando por todo el paseo marítimo- ¡Ja, ja! ¡Ahora cae! - ¡Ugh! ¡Tengo que salir de aquí cuanto antes! ¡No tengo mucho tiempo para estar jugando!- dijo Fran en voz baja

dentro del torbellino y metiendo la mano en su bolsillo. Céfiro hizo que el torbellino se estampara contra una

elevación de cemento que había en el paseo marítimo. Aquella elevación era tan alta como medio edificio y servía

para ver las vistas del océano. Bajo la elevación yacía la playa. El mago de viento se acercó a la elevación,

esperando que su ataque diera resultado. La bestia batió las alas con fuerza y de un rugido despejó el viento y el

fuego. Charizard entró en escena. Fran estaba a salvo en sus brazos, al parecer sacó a Charizard a tiempo para

hacer la caída menos dura. - Siento haberte sacado en una situación como esta, amigo- le dijo Fran acariciándole la cabeza- Espero que no te

hayas herido demasiado. El dragón de fuego había batido las alas para que la caída no fuese tan dura y a pesar de

todo recibió algo de daño. - ¡Esto no me lo esperaba para nada! ¡Tendré que usar esto!- Con su magia, Céfiro atrajo a un cúmulo de nubes

que descendieron y comenzaron a dar vueltas sobre Fran como si se tratara de una serpiente.

- Fuiste tú el que hizo desaparecer la arena en esta zona, ¿verdad? Entonces sois los causantes del huracán- le dijo

Fran- Esto me suena... - ¡Exactamente, somos 4 Dioses del Viento y cada uno tenemos una modalidad de viento! ¡Mi especialidad son las

nubes! ¡Colmillo de Nubes!- Las nube en forma de serpiente se volvió oscura, soltando chispas y tomando forma

de cabeza de serpiente. - ¡Salta!- gritó Fran cuando la serpiente eléctrica arremetió contra ellos. Junto con Charizard, logró esquivarlo a

tiempo y saltar de la elevación hacia la playa. - ¡Escapó otra vez! ¡Es muy rápido!- gritó Céfiro enfadado. Sin desactivar el Colmillo de Nubes, comenzó a buscarlo

pero tan sólo halló una cúpula de hielo sobre la arena -¿Un iglú? Debe estar dentro intentando protegerse. ¡Pero

no escapará otra vez! Céfiro lanzó el Colmillo de Nubes contra el iglú, destruyéndose casi al instante. Buscó a Fran bajo los escombros

pero no halló su cuerpo. - ¡¿Y ahora a dónde ha ido?!- gritó Céfiro empezando a ponerse nervioso. A pocos metros, cerca de la escalera a la elevación, el suelo se quebró abriéndose un pequeño agujero. De un salto

salió una bola azulada y detrás de ella Fran cubierto de tierra. La bola se desenrolló resultando ser Stitch. El

agujero se hizo más grande, logrando salir una gran esfera de hielo con dos cuernos. Bajo su gran armadura de

hielo se escondía un cuerpo rocoso. Era sólo una bola con forma de cara, con grandes ojos azules y una gran

mandíbula.

- Muchas gracias, Glalie. Hacía tiempo que no combatíamos juntos- le acarició Fran, sonriendo la bola de hielo. - Esta vez no te escaparás…-decía Céfiro descendiendo en su nube, guardando una distancia considerable entre los

dos. Charizard aterrizó detrás de Fran, posicionándose al lado de Glalie y Stitch en su hombro. - No tengo intención de huir…-dijo Fran decidido mientras se manchaba otra vez su mano con su propia sangre. - Antes murmuraste que las nubes oscuras te sonaban de algo. ¿Acaso no tienes curiosidad?- le preguntó Céfiro-

¡Vamos! ¡Piensa un poco! - ¿Como dices?, no te he entendido nada- dijo Fran impasible.

- ¿No recuerdas las nubes oscuras que te acecharon aquel día? ¡Fui yo! ¡Yo envié esas nubes oscuras! ¡Controlé el

tiempo e hice que la naturaleza hiciera lo que yo quisiera! ¡Y este huracán es otra prueba de mi poder! ¡Tiembla,

ante el Dios del Viento del…!- gritaba Céfiro desbordándose. - ¡Cállate! ¡Eres muy molesto! ¡Como si te fuese a creer! ¡Es imposible que hayas creado todo esto tú solo! ¡No

eres tan fuerte! ¡Te voy a bajar de esa nube! ¡Técnica del Hechicero!- gritó Fran poniendo la palma sobre el suelo.

Tras una pequeña cortina de humo, apareció un pequeño reno con sombrero rosa y que se mantenía a dos patas. - ¡¿Eh?! ¡¿Dónde estoy?!- gritó el reno asustado- ¡FRAN! - ¡Chopper!- gritó Fran recibiendo el abrazo del pequeño reno- ¿Cómo estás? ¿Has visto a los demás? - ¡Pero qué dices! ¡¿A tí también te enviaron a una isla distinta?! ¡Has tardado bastante en invocarme! ¡Creía que

nunca lo harías!- le decía Chopper entre enfados y alegrías.

- Escucha Chopper, ahora mismo estamos en mitad de una pelea. En cuanto acabemos con él, hablamos- le dijo

Fran señalándole al enemigo. - ¿Ese?- se preguntó Chopper mirando a Céfiro- ¡Muy bien! ¡Voy a enseñarte lo que he aprendido desde entonces! - ¡Atento al plan, Stitch!- le dijo Fran al pequeño alien. - ¡Chí!- asintió Stitch en su idioma. - ¿Cuatro invocaciones a la vez? Menudo idiota, se va a agotar enseguida. Tendré que acabar esto con el siguiente

movimiento- susurró Céfiro colocando su bastón en horizontal y en dirección a Fran. En los extremos aparecieron

dos pequeñas nubes oscuras cargadas de electricidad. Céfiro empezó a girar el bastón a gran velocidad, generando

un potente viento a su alrededor. -¡Suficiente!- les dijo Fran a Stitch y Chopper. En su mano derecha sostenía un Rasengan el doble de grande de lo

normal- ¡Glalie! ¡Usa Rayo Hielo sobre el suelo y luego Bola Hielo varias veces! ¡Charizard, prepara tu mejor ataque

de fuego!

El Pokemon lanzó un rayo sobre el hielo, produciendo una especie de pista de patinaje hasta el enemigo. A

continuación, invocó entre sus cuernos bolas de hielos que lanzaba sobre el terreno helado. Cada bola que lanzaba

era más grande, dejando en el campo de batalla un muro de hielo. -¡Es inútil! ¡Agujero Negro: Ciclón de Nube Tormentosa!- Céfiro lanzó una espiral de nubes tormentosas que

colisionó contra las bolas de hielo de Glalie. La fuerza del hechizo atravesó los obstáculos. - ¡Ahora!- gritó Fran patinando en dirección al ataque de Céfiro- ¡Charizard, Sofoco! El dragón de fuego lanzó una potente llamarada sobre Fran, propulsándolo contra el ciclón. El suelo bajo la nube

de Céfiro quebró y salieron Stitch y Chopper por la espalda del mago de viento. - ¡Mierda, detrás!- gritó Céfiro impresionado sin poder moverse

-¡Kung Fu Point!- Chopper se transformó en una versión más grande de él mismo pero con unos brazos mucho

más fuertes, una amplia cara y sin cuello. Junto con Stitch atacaron por la espalda a Céfiro, dejándolo caer de su

nube. Aterrizó sobre el suelo y consiguió levantarse a tiempo cuando su ataque se desvaneció.

- ¡NO ES POSIBLE!- gritó Céfiro. Fran logró atravesar el ciclón y con Rasengan en mano se dispuso a atacar. - ¡Esto te enseñará a no creerte tener un poder que no tienes! ¡Gran Bola Rasengan!- El ataque impactó de lleno

en el pecho de Céfiro, retorciéndose sobre sí mismo y salir volando hasta caer al suelo con la vista perdida e

inconsciente. Fran cayó de rodillas respirando fuerte. El cuerpo de Céfiro comenzó a desaparecer, emitiendo un

polvo oscuro. - Al final resultó ser un incorpóreo… supongo que todos los demás también lo son…-pensó Fran tras ver

desaparecer a su enemigo. - ¡¿Estás bien?!- le preguntó Chopper preocupado. - ¡Sí! Sólo que he usado mucha magia de golpe y me he mareado… dos invocaciones y un Rasengan… pero gracias a

todos…- decía Fran tras reunirse sus Pokemon e invocaciones con él. Chopper sacó de su mochila un botiquín de

primeros auxilios y comenzó a curar sus heridas- ¡Si apenas me ha tocado! - ¡Aquí el médico soy yo!- le regaña Chopper. - ¡Muchas gracias Stitch, puedes volver!- le dijo Fran. Tras acariciarle el cuello desapareció con una cortina de

humo- Charizard y Glalie me habéis ayudado mucho y os lo agradezco pero por ahora volved. - ¿Qué isla es esta? ¿Viste el mensaje de Luffy en los periódicos?- le preguntó Chopper cuando Fran hizo volver a

sus pokemon a sus respectivas pokéball. - El hombre oso me mandó el periódico. Chopper, no estoy en vuestro mundo…-dijo Fran. - ¿Has vuelto a tu mundo? ¿Cómo es posible?- preguntó Chopper preocupado.

- Me envió aquí. Creo que sabía quien era. Pero volveré con ustedes en la fecha acordada- explicó Fran- Necesito

hacer unas cuantas cosas antes de volver y así me servirá de entrenamiento. Así que, Chopper… si no llego a

tiempo… idos sin mí… díselo a los chicos y a Luffy… espero que lo entiendan… - ¡¿Pero qué estás diciendo?! ¡Eres uno de los nuestros!- le dijo Chopper. - Lo sé, pero el viaje que tengo que emprender no sé a lo que me llevará… aunque te prometo… que volveré algún

día y me reuniré con vosotros…-le dijo Fran con una amplia sonrisa- ¡Y oye, te has vuelto más fuerte! - Fran… ¡no me digas esas cosas que no halagan, cabroncete!- se sonrojó Chopper comenzando a bailar. - Ey, ¿Te has dado cuenta?- preguntó Fran. - El viento sopla menos fuerte…- se dio cuenta Chopper. - El hechizo… dijo que era uno de los 4 Dioses del Viento. ¡Entonces el hechizo lo han lanzado estos 4 magos!

¡Cuanto más derrotemos, más débil se hará el huracán! ¡Tengo que darme prisa!- gritó Fran levantándose

rápidamente- ¡Gracias por tu ayuda Chopper! ¡Te volveré a invocar en otra ocasión! - ¡S...sí! ¡Nos vemos!- dijo Chopper desapareciendo en una cortina de humo. Un estruendo captó la atención de

Fran, vió como el mar comenzó a retroceder. - Madre mía, esto me da muy mala espina- decía Fran retrocediendo unos pasos- ¡Toca correr! En el puerto, una tromba de agua intentaba llevarse el J-Vortex y Álvaro intentaba por todos los medios que eso no

ocurriera. Euro, el Dios del Viento del Este se divertía complicándole la tarea al piloto. - Bien, ya puedes sentirte orgulloso. ¡Porque tu sangre complacerá al Dios Euro!- le dijo Euro pateándole la cara a

Álvaro, lanzándolo contra el mástil. - ¡Mierda! ¡Tengo que mover el barco!- decía Álvaro levantándose de nuevo. Tenía sangre en la frente y el cuerpo

todo magullado. - ¿Por qué te levantas? No hay escapatoria… ha llegado tu hora- le dijo Euro aterrizando en la cubierta- Muere al

menos con dignidad. Deja al barco ir, no creo que valga la pena molestarse por un mascarón como este. Después

de todo este barco no va a tener más tripulantes, todos vosotros moriréis. - ¡Oye, eso está por ver! ¡Además, mis amigos no están a tu alcance! ¡Puño de Mono!- Álvaro intentó atacar a Euro

con una bola de nudos pero se protegió con su abanico y no dio resultado. - ¡Me encargaré de ellos cuando acabe con tu insignificante vida!- dijo Euro golpeándolo con el abanico y

estampándolo de nuevo contra el mástil, comenzando a quebrarse. - Deja este barco… es nuestra nave… nuestra casa…- suplicó Álvaro costándole respirar.

- Bien, ¿y qué podemos hacer? Ya me has dicho que no le haga daño al barco, también que no le haga daño a tus

amigos... y por supuesto tampoco querrás que te mate… demasiadas órdenes… ¿es que no piensas dejarme hacer

nada de lo que me gusta?- le decía Euro volviendo a golpear a Álvaro- Ni al barco, ni a tus amigos ni a tí mismo… ya

veo que eres incapaz de sacrificar nada. ¡Si tantas ganas tienes de vivir, haberte hecho más fuerte! - Mierda… - decía Álvaro malherido. - No se puede vivir sin hacer algún que otro sacrificio- volvió a decirle Euro- En este mundo los débiles mueren para

que los fuertes sobrevivan. Es ley de vida. Selección natural. Y ahora… muere…- decía Euro alzando su abanico y

arremetiendo a Álvaro con fuerza. Unos pasos alertaron a Euro, echó la mirada atrás y vio una figura acercándose a

él. Se defendió con el abanico de la potente patada que le intentó dar. - Te pido que disculpes mi tardanza- dijo Jose Alonso saltando hacia atrás. - Vaya, ha llegado un nuevo invitado- bromeó Euro. - ¡Low Kick!- gritó Jose Alonso dando una patada circular sobre los pies de Euro. Antes de que cayera al suelo,

golpeó la cara del mago con el antebrazo, logrando que saliera del barco y cayera al suelo- ¡Rowing Stroke! - Un enemigo con un nivel totalmente diferente… eso realmente ha dolido- gimió Euro de dolor pero logró

levantarse. - Vamos a acabar con ese tío o lo que sea…-dijo Jose Alonso levantando a Álvaro. - Yo… lo siento… mi estilo de lucha… no es nada bueno contra este tipo de enemigos… -se disculpó Álvaro. - Tenías que proteger el barco… has hecho todo lo que has podido y ahora levántate- le dijo Jose Alonso saltando

cuando Euro comenzó a reír a carcajadas- ¿Qué le ocurre ahora? - Realmente me has puesto entre la espada y la pared por un momento. Estoy muy emocionado. Deseaba luchar

contra alguien más fuerte… así podré enseñarte el verdadero poder de “Gunbai”- dijo Euro enseñándole una de las

dos caras del abanico en la cuál tenía dibujado un punto rojo. - ¡Ten cuidado, Jose Alonso! ¡Con su abanico puede generar un fuerte viento según por cuál cara abanique! ¡Si lo

hace con la parte del punto rojo, saldrá aire caliente! ¡Y si lo hace con la parte del punto azul, saldrá aire frío! ¡Si

los mezcla es capaz de crear tornados como la tromba que hay en el mar!- le informó Álvaro. - Comprendido. Has sido de gran ayuda- le consoló Jose Alonso- Ahora me toca a mí. - Menudo chivato- comentó Euro cuando Jose Alonso comenzó a correr hacia él. - ¡Jab!-Jose Alonso asestó un puñetazo con la izquierda sobre el abanico. Siguió repartiendo puñetazos pero Euro

conseguía protegerse. - Eres mucho más fuerte que el inútil de tu amigo…-dijo Euro volviéndose a defender.

- ¡Back Kick!- gritó Jose Alonso realizando un giro sobre sí mismo y pateando fuertemente. La potencia del golpe

hizo retroceder a Euro- ¡Dependes demasiado de tu abanico! ¡Sweeping! Jose Alonso realizó una patada de barrido sobre los pies de Euro, haciéndole caer al suelo. - ¡Uppercut!- Jose Alonso acabó asestando un potente puñetazo en la cara antes de que cayera al suelo. El mago

de viento salió despedido contra una pared del puerto. - ¡Es muy fuerte!- se sorprendió Álvaro. - ¡Llévate el barco ya! Es un mago, ¿recuerdas? No se dejará golpear otra vez- le ordenó Jose Alonso viendo como

Euro volvía a levantarse- ¡Tal vez nosotros no tengamos magia pero eso no quiere decir que no podamos ser

fuertes y luchar! ¡Protegeremos lo que nos importa aunque tengamos que arriesgar nuestras vidas! - ¡No me hagas reír! ¡En este universo los fuertes son los que poseen magia! ¡Aquel que no sepa utilizarla no es

más que un blandengue inútil! ¡Así no podrás proteger nada! ¡Ola de Calor!- Euro abanicó por la zona del punto

rojo, creando así un torrente de viento ardiente- ¡Un inútil como tú no puede proteger nada! - ¡Quema, quema, quema!- se quejó Álvaro, sintiendo el aire abrasante en su piel. Jose Alonso no se inmutaba,

permanecía impasible observando al mago. - ¡Y ahora viene lo bueno! ¡Ola de Frío!- volvió a agitar su abanico pero esta vez por la zona del punto azul. El

viento gélido se mezcló con el abrasador. Jose Alonso resistió los cambios de temperaturas cuando de repente

sintió bajo sus pies un remolino. El viento giraba alrededor atrapó a Jose Alonso en un ciclón. - ¡Mierda! ¡Lo volvió a hacer otra vez!- exclamó Álvaro- ¡Ha quedado atrapado! - Cuando el viento frío choca con el caliente, provoca un viento giratorio muy potente llamado Ciclón- explicó

Euro- ¡Nadie puede escapar de él porque yo lo controlo a voluntad! - ¡Tengo que hacer algo! ¡Tengo que hacer algo!- gritaba Álvaro asustado e intentando pensar en una solución- ¡Ya

sé! - Aquellos que no pueden proteger nada no merecen vivir…-decía Euro. - ¡Granada!- lanzó Álvaro dentro del ciclón. La explosión desestabilizó el viento, haciendo que desapareciera el

torbellino. - Vaya, al final resulta que sabe hacer algo- murmuró Euro cuando vio que Jose Alonso estaba sano y salvo. - ¡Podrías haberme matado!- le regaño Jose Alonso. - ¡Encima que te ayudo!- gritó Álvaro. - Y a ti, haré que te comas tus palabras- señaló Jose Alonso.

- Puede que hayas escapado de esta pero no creas que vayas a durar mucho más- saltó Euro hacia atrás,

impulsándose a gran altura y montándose en su abanico- ¡Ahora veréis cuán grandioso es el poder de Euro El Dios

del Viento del Este!- ¡Estallido de Ciclón! El Mago de Viento agitó fuertemente su abanico por los dos lados, provocando un tremendo viento. Jose Alonso

resistió el ataque pero su cuerpo cedió y consiguió hacerlo volar. - ¡Jose Alonso!- gritó Álvaro agarrándose a la barandilla del barco. Detrás de ellos, la tromba de agua creció

enormemente, atrayendo al barco anclado y a Jose Alonso. El barco a duras penas conseguía aguantar ya que

estaba encadenado a unos palos de hierro en el puerto. El cocinero consiguió agarrarse a un cabo pero el viento lo

arrastraba con demasiada fuerza. - ¡Vuelve a hacerlo otra vez!- le gritó Jose Alonso. - ¡¿Cómo?! ¡La granada no tiene tanta potencia para hacer desaparecer eso!- gritó Álvaro. - ¡Entonces piensa! ¡Eres el único que puede hacer algo!- regañó Jose Alonso. - ¿El único que puede hacer algo?...- pensó Álvaro- ¡Ya sé! El piloto comenzó a sacar granadas de tamaños diferentes y las amarró unas con otras creando una larga cadena

de explosivos. - ¡Cadena de Granadas Divinas!- Álvaro lanzó una larga cuerda con granadas blancas y una cruz simbólica de

divinidades. Antes de explosionar, las granadas soltaron un sonido divino: “Aleluya”. Y la cadena de enormes

explosiones hizo desaparecer por completo la gigantesca tromba de agua. La onda expansiva hizo caer a Jose

Alonso al agua y el barco chocó varias veces contra el cemento del puerto. Euro comenzó a caer de la impresión y

el tremendo estruendo de la explosión. - ¡Nudo del ladrón!- antes de que Euro cayera al suelo, Álvaro saltó a la superficie del puerto y lanzó una cuerda

que ató el abanico y se lo arrebató- ¡Red de Pesca! - ¡Ah! ¡¿Pero qué haces?! ¡Suéltame y devuélveme mi abanico!-gritaba Euro intentando desatarse- ¡Maldito seas!

¡Idiota! ¡No sabes con quién te estás metiendo! - No lo sueltes Álvaro, démosle su merecido a ese payaso- dijo Jose Alonso empapado tras salir del agua. - ¡¿Qué?! ¡¿Sigues vivo?!- gritó Euro impresionado. - ¡Ah! ¡Jose Alonso! ¡Sigues con vida!- decía Álvaro. - ¡¿Y por qué lo dices como si te diera igual?! ¡Podrías alegrarte un poquito!- gritó Jose Alonso- Bueno, ahora

ocupémonos del payaso. No paras de repetir que no podemos proteger nada y sinceramente eso me trae sin

cuidado ahora mismo, ¿sabes por qué? Porque ahora mismo hay una señorita que nos reclama. Y no nos gusta

hacer esperar a una dama.

- ¡Ah! ¡Vaya motivo más idiota! ¡Suéltame! ¡Vamos, que es de cobardes atacar dos a la vez!- gritaba Euro

intentando desatarse- ¿No os da vergüenza? ¡Esto es una injusticia! - Cierra el pico o perderás el sabor. ¿Sabes lo que hay que hacer para disfrutar del sabor de algunas comidas? Lo

más importante es machacarlas muy bien hasta hacerlas papilla- decía Jose Alonso apretando su puño. - ¿Ugh?- tragó saliva Euro. - ¡De ese modo todo su aroma y sabor serán liberados!- Jose Alonso saltó a una gran altura y comenzó a girar hacia

abajo sobre sí mismo, cayendo sobre Euro asestándole un potentísimo taconazo en la cabeza- ¡Crushed! Euro quedó inconsciente al instante, sangrando en abundancia y cayendo al suelo con la vista perdida. El viento

menguó de repente. Con los magos del Viento Este y Oeste derrotados, la fuerza del viento se redujo a la mitad. Y

al igual que el cuerpo de Céfiro, comenzó a desaparecer en una nube de polvo oscuro. - ¡Un incorpóreo!- dijo sorprendido Álvaro. - ¿Qué es eso?- preguntó Jose Alonso. - Te lo explicaré más tarde- respondió Álvaro. - Bueno, se acabó…-murmuró Jose Alonso. - Gra...gracias Jose Alonso…-susurró Álvaro. - Lo has hecho bien. Le has demostrado al payaso ese que no hace falta magia para ser fuerte… deberíamos irnos-

respondió Jose Alonso. - ¡De acuerdo!- asintió Álvaro. Mientras tanto en el zapal, Sebas buscaba a su enemigo entre la tormenta de arena. El Dios del Viento Sur Noto

volaba entre la tormenta lanzando cortes que destruían coches y palmeras del lugar. La arena volaba con tanta

fuerza que dañaba su piel. Sebas corría y esquivaba los cortes de Noto pero en ciertos puntos del terreno la arena

lo golpeaba con fuerza como si de un puñetazo se tratara y no lo dejaba avanzar. - ¿Te gusta mi Muro de Viento?- dijo Noto flotando sobre su cabeza- Has estado dando varias vueltas pero no te

has movido de aquí. Estás atrapado en un área circular del cual no puedes salir ni nadie entrar a ayudarte. Si tocas

los “muros”, tan sólo conseguirás dañarte. - A tanta distancia del suelo no puedo alcanzarle… ¡Oye chaval, si no eres Javi será mejor que me dejes en paz! ¡No

tengo tiempo para tí!- le gritó Sebas. El mago lanzó dos cortes a distancia del cual consiguió defenderse con su

sable- Mierda, cada vez sube más. Apenas puedo verlo.

- ¡Hum!- Noto apareció detrás de Sebas, intentando cortarle con la guadaña. Sebas se agachó a tiempo pero

recibió una patada en la cara. El mago movió su mano libre hacia su objetivo, con los dedos ligeramente doblados,

creando un vórtice que le dió de lleno a Sebas- ¡Palma de Viento! Sebas rebotó con el muro de viento, cayendo al suelo malherido. El hombro izquierdo se le dislocó tras haber

sufrido todo el golpe contra el muro. Aguantando el dolor, volvió a levantarse sin apartar la mirada de su

contrincante. Sus gafas de sol cayeron al suelo destrozadas. La arena comenzó a metersele por los ojos,

dificultando mucho la visión. - No te das por vencido… perdona, te había subestimado- dijo Noto. - Estamos iguales porque yo también pensaba que eras un insecto insignificante- respondió Sebas con los ojos

cerrados. El mago de viento sin soltar ninguna palabra, sobrevoló rápidamente a Sebas y se posicionó detrás de él.

Con su guadaña, intentó de nuevo rebanarle el cuello pero volvió a esquivarlo tirándose al suelo. Noto desapareció

entre la tormenta de arena- Se mueve sin dar pasos… puede volar libremente gracias a su magia de viento…

además del estrecho campo para luchar que me ha dejado y su peligrosa guadaña… Se mueve tan deprisa que me

cuesta localizarlo con el oído… ¿Dónde estará? - ¿Aún quieres más?- preguntó Noto reapareciendo e intentando cortar a Sebas realizando un corte vertical hacia

abajo. Sebas lo esquivó saltando hacia atrás y volvió al ataque. - Ahora verás, ¡Rompecoraza!- Sebas se abalanzó realizando un corte vertical igual que el de Noto pero este lo

esquiva elevándose al cielo- ¡¿Qué demonios?! - Debes saber que un combate en el cielo no es sólo una exhibición de vuelo, ¡Palma de Viento!- gritó Noto

lanzándole un vórtice de viento con su mano. - ¡Mierda!- dijo Sebas mientras consiguió protegerse del ataque con su sable- ¡¿Estoy tonto o qué demonios me

pasa?! ¡Tengo que librarme de estos muros! ¡Si no puedo ver, no podré hacer nada! - Veo que tienes problemas de visión, además de tu hombro herido. Por no decir que no estás acostumbrado a un

combate a distancia- insinuó Noto- Así que sé que no tienes posibilidades. Así que prepárate para el infierno.

Sonríe, al menos allí no te dolerá el hombro. - Aún no cantes victoria, sólo me has hecho un rasguño- respondió Sebas- Bien, creo que es el momento de probar

mi nueva técnica. A ver qué te parece. Lo primero de todo es quitar este molesto muro… - ¿Y qué piensas hacer al respecto? ¡Tan sólo eres un fanfarrón!- rió Noto volviendo a poner su mano hacia Sebas-

¡Palma de…! - ¡Tornado!- Sebas empezó a dar vueltas, creando un tornado que cortó el muro y deshizo el vórtice de viento de

Noto. El mago de viento sintió el ataque, saliendo despedido. La tormenta de arena se disipó por completo,

pudiendo ver de nuevo lo que tenía alrededor.

- ¿Esa es tu técnica? ¡Todavía sigo aquí!- rió Noto cuando comenzó a sangrar por la mejilla- ¿Sangre? ¿Acaso llegó a

cortar el viento? - Vista, oído, olfato, gusto, tacto. Esos son los 5 sentidos pero también se puede sentir con el corazón- Le dijo Sebas

abriendo por fin los ojos. - ¿Pero qué estás diciendo ahora?- le preguntó Noto. - La conexión con el corazón de las cosas es mucho más poderosa que cualquier otra- dijo Sebas cogiendo el sable

con el brazo derecho y apoyándolo sobre su hombro y con la otra mano sujetó su antebrazo- Ahora mismo te

estoy apuntando con un cañón de largo alcance. Tú tienes tu poder del viento y confías en él, pero yo puedo llegar

más lejos con la fuerza de mi corazón. Has sido un digno rival pero esto se acaba aquí. - ¡Hum! ¡¿Cañón?! ¡¿Es que acaso te has vuelto loco?!- gritó Noto cayendo en picado con la guadaña lista para

atacar- ¡¿Dónde está tu arma?! - ¿Has visto alguna espada voladora?- susurró Sebas. - ¡No digas tonterías!- gritó Noto acercándose a él. - ¡Cañón Místico!- el corte que hizo sobre el aire creó una onda cortante que le dio de lleno a Noto y cortando su

guadaña por la mitad. El mago cayó al suelo con la vista perdida y cubierto de sangre. Sebas lo miró y guardó

Eklipse en su espalda- Lo siento amigo, esto no ha sido nada personal. Simplemente no soy el tipo de persona que

se deja derrotar sin luchar. Noto desapareció al igual que los otros magos derrotados y el viento disminuyó. Un tremendo estruendo alertó a

los chicos. Fran, que estaba en el paseo marítimo, vio cómo el mar retrocedía. Al cabo de un rato, una figura con

gabardina se acercaba a su posición flotando. - ¡¿Será ese Javi?!- gritó Fran apretando sus puños y comenzando a seguirlo. El encapuchado sobrevoló los edificios

del paseo marítimo y Fran lo siguió saltando de tejado en tejado. Un terremoto hizo que Fran se precipitara al

vacío, consiguiendo agarrarse a tiempo. Echó la mirada atrás y vio como el mar comenzó a entrar por las calles-

¡Mierda! ¡Un tsunami! El tsunami arrasó todo el paseo marítimo, llegando hasta la mitad del pueblo. Todo lo que había en la superficie

fue arrasado. Fran consiguió subirse al tejado y continuó persiguiendo al encapuchado. - ¡Espera! ¡Bola de Fuego!- gritó Fran lanzándole su ataque. El encapuchado se percató a tiempo, sacando una

katana enorme, cortando con ella la bola de fuego- ¡Así que finalmente eras tú! ¡¿Qué has hecho?! - ¡Hum! Así no podrás esconderte de mí- le dijo Javi aterrizando en un tejado diferente. La distancia entre los

tejados era enorme, imposible de saltar de uno a otro para una persona normal- Enterraré este pueblucho en el

mar, incluido el instituto. ¡No podrás escapar a ningún sitio! ¡Ya llegó la hora! ¡La hora de capturarte de una vez

por todas!

- ¡ESO ES LO QUE TÚ TE CREES!- gritó Fran saltando del tejado en dirección a Javi- ¡Despegue! - No está mal…- dijo Javi cuando Fran se impulsó en el aire lanzando una llamarada por la boca. - ¡Te encontré!- gritó una voz en el mismo tejado de Javi. - ¡Allí hay otro!- gritó otra voz diferente llegando en un barco volador. - ¡Chicos!- exclamó Fran tras ver a Sebas y Jose Alonso. Los tres llegaron al tejado y se dispusieron a atacar a la vez.

Fran con una bola de fuego en la mano, Sebas con su sable y Jose Alonso entrando con una patada- ¡Cañón

Dinámico de Fuego! - ¡Mierda, me he despistado! -Javi se protegió con su katana pero el ataque combinado era tan fuerte que no

consiguió aguantar y salió volando hasta las barandillas del tejado. - ¡Mucha suerte, chicos! -gritó Álvaro desde el J-Vortex. El barco sobrevoló sus cabezas y se dirigió al instituto. - Parece ser que mis magos han fallado en su misión. Valientes inútiles- rió Javi. - No paraban de decir que eran los 4 Dioses del Viento, si cada uno hemos derrotado a uno de ellos, ¿quién es el

cuarto?- preguntó Sebas. - Yo- dijo Javi tras soltar una carcajada. - ¿Ese es al que teníamos que derrotar?- preguntó Jose Alonso. - Sí- asintió Fran. - Que oportuno, justo cuando estábamos buscando a Xamo- comentó Sebas. - Acabemos con esto de una vez por todas- dijo Fran crujiendo los nudillos. - Si esos tres vuelven a golpear juntos lo voy a tener difícil. Será mejor que primero los separe…-pensó Javi. Agarró

con fuerza con su katana y realizó dos cortes en el suelo separando a los tres- ¡Espada de Viento! - ¡Cuidado!- gritó Jose Alonso cuando los potentes cortes cortaron el suelo que pisaban. El suelo se rompió en tres

trozos, hundiéndose Jose Alonso y Sebas. El trozo de tejado que no parecía caerse era el de Fran. - ¡Prisión de Tracia!- gritó Javi invocando un pequeño torbellino a los pies de Fran, quedando atrapado dentro de

él. - ¡Voy a liberarlo, cúbreme!- gritó Sebas saltando de escombro en escombro antes de que cayeran al mar. Jose

Alonso hizo lo mismo, saltó hasta el tejado y comenzó a correr hacia Javi.

- ¡Dynamic Entry!- gritó Jose Alonso saltando hacia Javi con la pierna al frente. Javi se protegió con su katana. El

cocinero puso los pies sobre el suelo y los flexionó levemente- ¡Gatling Punch! Javi esquiva sin dificultad los puñetazos de Jose Alonso, mientras Sebas lanzó un Cañón Místico sobre el torbellino

para liberar a Fran. El encapuchado agarró el brazo derecho de Jose Alonso y a sus pies el suelo se volvió oscuro.

Como si de arenas movedizas se tratara, comenzó a tragar al cocinero poco a poco. Fran aterrizó justo a tiempo y

sin vacilar se dispuso a salvarlo. - ¡Mierda! ¡¿Pero qué es esto?!- se asustó Jose Alonso, la oscuridad le llevaba hasta la cintura, cuanto más se

movía, más rápido era enterrado. - Aquí viene mi premio…-susurró Javi cuando Fran se le acercaba corriendo. Sin vacilar, alzó la katana dispuesto a

atacar. Cuando Fran estuvo a escasos metros, intentó arremeter contra él, pero no conseguía que su cuerpo

respondiera. De un salto agarró a Jose Alonso y lo sacó de la oscuridad, sobrevolando a Javi y cayendo detrás suya-

¡¿Qué demonios es esto?! ¡¿Por qué no responde mi cuerpo?! - ¡Técnica de la Sombra Imitadora!- exclamó Sebas agachado y con los dedos juntos. Su sombra se había pegado a

la de Javi y con ella lo inmovilizó. - Mocoso, ¡¿te crees que con una técnica tan simple puedes pararme?!-gritó Javi consiguiendo dar un paso. - ¿Ya no funciona?- se preguntó Sebas cuando Javi comenzó a volar hacia él- ¡Mierda! ¡Cañón Místico! - ¡Escudo de Ráfaga!- gritó Javi creando una potente ráfaga que le protegió y agarró a Sebas del cuello. - ¡Suéltame, maldito!- intentó soltarse Sebas. - Parálisis-susurró Javi elevándose a gran altura y con Sebas agarrado del cuello. Eklipse resbaló de las manos de su

dueño. - ¡No puedo moverme, mierda!- decía Sebas en su mente. - Y ahora cae…-soltó Javi al espadachín al vacío.

- ¡Vamos!- gritó Fran mientras se adelantaba Jose Alonso. - ¡Boosted Friend Shot!- Jose Alonso se dio la vuelta y Fran tras recoger Eklipse se subió a su pierna. El cocinero lo

lanzó con fuerza, llegando hasta Sebas en un instante. Fran lo agarró e intentó ver qué le pasaba. - ¡Estoy bien! ¿La has traído?- le preguntó Sebas- tengo una teoría que quiero probar… - ¡Jose Alonso!- le gritó Fran tras escuchar a Sebas. - ¡Entendido!- asintió Jose Alonso.

- ¿Qué estarán planeando?- se preguntó Javi. - ¡Cañón de Fuego!- Aún en el aire, Fran y Sebas lanzaron sus técnicas a la vez directas a Javi. - ¡Escudo de Ráfaga!- Javi se protegió con el mismo hechizo. El choque de ambas técnicas produjo un leve humo

que lo cegó por unos instantes. - ¡Sorpresa! ¡Axe Kick!- apareció Jose Alonso cara a cara. En el aire se puso boca abajo y con una patada dio en la

cabeza de Javi, haciéndolo caer. El trío de chicos volvió a reunirse y sin apartar la mirada de su enemigo esperaron

su próximo movimiento. - Como pensaba…-dijo Sebas- Los ataques a distancia no surten efecto en él porque es capaz de protegerse pero si

le hacemos ataques físicos sólo se puede proteger con la katana. - ¿Cómo has salido de la parálisis?- le preguntó Javi volviéndose a levantar. Aunque no se veía su cara, podía verse

gotas de sudor y sangre caer al suelo. - “Parálisis” es un hechizo de Magia Negra que hace que tu adversario no se pueda mover en cierto tiempo. Pero la

Magia Negra se puede contrarrestar con Magia Negra. Deberías haber sabido que la domino desde que hice la

Técnica de la Sombra Imitadora- explicó Sebas. - Eres muy avispado- respondió Javi colocando su mano derecha en el suelo. Un cúmulo de sombras brotó del

suelo y se alzaron tres figuras con un arma cada una. Aquellas figuras tenían formas humanas y por las armas que

portaban resultaban un tanto familiar. - Oye, oye, me suena ese tipo- señaló Fran. Una de las tres sombras portaba un bastón de oro, idéntico al que tenía

Céfiro. La sombra tenía la misma silueta que Céfiro, pero con los ojos amarillos y brillantes y unas fauces afiladas.

De la cabeza le salían dos antenas que acababan en rizo. Las otras dos figuras eran idénticas a los otros magos del

viento, Noto y Euro, con sus respectivas armas aunque la guadaña tenía el filo cortado por la mitad- ¡¿QUÉ

SIGNIFICA ESTO?! - Tal como lo ves. Ellos son los sincorazones de mis subordinados incorpóreos- explicó Javi. - No lo entiendo, ¿quiere decir que los ha resucitado?- preguntó Jose Alonso. - No. Te lo explicaré de tal forma en que lo entiendas perfectamente: Cuando un corazón cede a la oscuridad, se

crea un Sincorazón, dejando una cáscara vacía, sin corazón, pero con alma, lo llamado Incorpóreo. Estos

Incorpóreos existen, pero no “son”. Tienen inteligencia, por tanto capaces de pensar y su único deseo es volver a

tener corazón- explicaba Javi- Por eso se hicieron mis subordinados, para buscar sus corazones. - Si tenías sus sincorazones, ¿por qué no se los diste?- preguntó Fran enfadándose cada vez más- ¿Acaso tú no

buscas tu corazón? - El corazón hace débil a los hombres. Desprenderme de él fue lo mejor que hice. No puedo sentir, no siento

debilidad por las cosas. Y puedo controlar a aquellos que desean encontrar su corazón- explicó Javi.

- Eres despreciable… ¡VOY A QUITARTE ESA RIDÍCULA CAPUCHA PARA PARTIRTE LA CARA!- gritó Fran

desprendiendo un aura candente- ¡Sebas, Jose Alonso! ¡No los destruyáis! ¡Voy a liberar sus corazones! ¡Soy el

único que puede hacerlo! ¡Y después le patearé el trasero a ese maldito desgraciado! Los tres sincorazones comenzaron a atacar. Fran apretó su puño, esquivó el bastón del sincorazón de Céfiro y

golpeó con fuerza en la cara. Jose Alonso hizo caer al sincorazón de Euro de una patada y lo lanzó hacia los demás.

Sebas usó la parte no afilada y arremetió contra el sincorazón de Noto. Las tres bestias chocaron entre ellas y Fran

se lanzó con su llave espada en la mano envuelta en llamas. - ¡León de Fuego!- Fran cortó a los sincorazones, desapareciendo en una nube de oscuridad. Los corazones

desprendieron una tenue luz y salieron de las bestias elevándose en el cielo- Y ahora te toca a ti… ¡Chicos!

¡¿Confiáis en mí?! - Vaya pregunta. Desde el momento en el que me uní a ti es mi deber seguirte hasta que te conviertas en un

Maestro de la Llave Espada- le dijo Jose Alonso. - ¿Cuál es tu plan?- le preguntó Sebas. - Le obligaré a que haga “aquello” y entonces lo atraparemos- les dijo Fran. - ¡Mierda de mocoso! ¡Te comportas como un crío! ¡¿Te crees que puedes hacer lo que te dé la gana simplemente

porque eres un portador de la llave espada?! ¡¿Te crees que por haber entrenado un poco vas a derrotarme?!-

gritaba Javi. La expresión de Fran cambió radicalmente cuando lo escuchó. - Se ha puesto como una bestia- comentó Jose Alonso cuando Fran comenzó a correr a gran velocidad hacia Javi. - ¿No te has dado cuenta?- le preguntó Sebas. - ¡Así me gusta, desata toda tu ira contra mí y cae!- gritó Javi haciendo que el suelo se tornara de negro y la

oscuridad emergiera, al igual que anteriormente con Jose Alonso, la oscuridad hizo de arenas movedizas. Fran cayó

en la trampa, la oscuridad le llegaba hasta los tobillos y cada vez más rápido lo absorbía. Mientras tanto, Javi reía a

carcajadas malignas- Elegido de la Llave Espada de la Luz, atrapado. - ¡Gran Aliento de Fuego!- Fran escupió tal llamarada que cegó a Javi e incendió toda la azotea. - ¡Quema, quema! ¡Mocoso! ¡Me da igual la tarea que me mandaron, te voy a matar!- gritaba Javi cegado y

alzando su katana. La espada de Javi salió volando tras un choque de espadas. Sebas apareció y golpeó el extremo

del arma- ¿A él no le afectan las llamas? ¡Tengo que escapar! - ¡No tan deprisa! ¡Dynamic Entry!- gritó Jose Alonso apareciendo a su espalda. Javi intentó escapar volando pero

el cocinero le entró dando una potente patada en la espalda, lanzándolo por el mismo lugar de donde había

venido. - ¡JAVI!-gritó Fran saltando entre las llamas. Javi cayó directo a él y Fran consiguió llegar a su misma altura para

darle un fuerte cabezazo en la cara - ¡¿QUIÉN ERES?!

Un terremoto volvió a azotar el pueblo. El mar volvió a retroceder y en cuanto se dieron cuenta, había vuelto con

un fuerte tsunami que llegó casi a la altura del instituto. La potencia del tsunami destruyó el interior del edificio

donde habían estado luchando debido al estado en el que se encontraba por la fuerza de la batalla. Javi salió

volando con la mano en la cara y tras recoger su katana huyó del lugar. - ¡¿Ése no era…?!- exclamó Sebas. Por unos instantes, habían visto el verdadero rostro de Javi. - ¡VUELVE AQUÍ!- gritó Fran comenzando a correr para perseguirle. - ¡Eh, Fran! ¡Espera!- exclamó Jose Alonso intentando seguirlo antes de que cayeran al vacío. - ¡Este tsunami ha sido el segundo y más fuerte que el anterior! ¡Casi llega al instituto! ¡El próximo puede ser el

definitivo! ¡Tenemos que hacer algo!- gritó Sebas persiguiendo a Fran junto a Jose Alonso. El edificio se vino abajo,

consiguiendo los chicos saltar al techo más próximo. - ¡Yo voy a por él! ¡Ustedes encuentren la manera de frenar el tsunami!- ordenó Fran volviendo a perseguir a Javi. - ¡Entendido!- asintieron los dos. Fran persiguió a Javi saltando de azotea en azotea. El camino al que le llevó fue a

la costa, a unos apartamentos de cuatro pisos situado en una calle antes del paseo marítimo. Toda aquella pelea pasó inadvertida para Xamo. Tumbada en una cama con unos cascos en las orejas escuchando

música y con un portátil, no se enteró de lo que había pasado fuera. Lo único que escuchó fue la puerta del balcón

cerrarse de un golpe. Xamo se percató de la llegada de alguien, se quitó los cascos y salió de la habitación hasta

llegar a un pequeño salón. - ¡Gadius!- exclamó Xamo preocupada. El hombre entró con la cicatriz de su cara abierta y con muchas

magulladuras- ¡¿Qué te ha pasado?! - ¡JAVI!- gritó Fran saltando hacia el balcón- ¡XAMO! ¡¿Qué estás haciendo aquí?! - ¡Eso lo tendría que decir yo! ¡Me voy a ir con Gadius de este mundo! ¡No quiero volver a veros!- le gritó Xamo. - ¡¿Pero qué estás diciendo?! ¡Él es Javi, nos ha tendido una trampa! ¡Lo tenía planeado desde hace mucho

tiempo!- exclamó Fran- ¡Ven conmigo! ¡Éste tío es peligroso! - ¡NO! ¡Mientes! ¡Él no es Javi! ¡Sólo quiere protegerme! ¡Su nombre es Gadius!- gritó Xamo. - ¿Ves la cicatriz que tiene sangrando? ¿No te acuerdas del corte que le hice en Trafalgar cuando fui a rescatarte?

¡Hace un momento le he golpeado y se le tiene que haber abierto! ¡Sin duda es él! ¡Xamo, recapacita! ¡Vuelve con

nosotros!- intentó convencer Fran. - ¿Es que no lo ves? La chica no quiere estar más con vosotros. Ya ha decidido. Se vendrá conmigo- dijo Gadius

interponiéndose entre Fran y Xamo.

- ¡Dijo las mismas palabras que me dijiste anoche! ¡Él es Jav…!-gritaba Fran cuando recibió una fuerte patada,

lanzándolo contra las rejas del balcón. - ¡NO!- gritó Xamo preocupada. - ¿Por qué…? ¿Por qué así de repente te quieres ir de nuestro lado?- susurró Fran. - ¿Es que no lo ves, chico? Lo único que le has causado a esta chica ha sido dolor, sufrimiento y preocupación.

Tiene miedo, cree que si sigue contigo, le vuelvas a hacer daño- le dijo Gadius. - Yo nunca… ¡dañaría a mis camaradas!- gritó Fran cuando Gadius volvió a golpearle en la cara- ¡Xamo! ¡Sé que os

he tenido preocupados en mi ausencia! ¡Y reaccioné de tal manera cuando llegué! ¡Pero no es lo que piensas! ¡Me

importáis todos! ¡Sólo quería ser más fuerte para que no os hicieran daño! - Tus palabras no llegan a su corazón a punto de sumergirse en la oscuridad…-le susurró Gadius al oído. - ¡XAMO! ¡No fue mi culpa que cayera en aquel mundo sin comunicación pero igualmente lo siento! ¡No pasó ni un

día en que no pensara en la forma de volver!- gritaba Fran siendo golpeado una y otra vez por Gadius- ¡Pero acabé

creando nuevos vínculos, tan importantes como los que tengo con ustedes! ¡¿Acaso tu sueño no es ir al Planeta del

Tesoro?! - Esos sueños no se pueden cumplir acompañando a un tipo como tú-le golpeó Gadius- Un tipo tan inútil como tú

no puede cumplir los sueños de los demás. Tú y tu tripulación estáis acabados. Como superior del Gobierno

Galáctico, puedo arrestaros a ti y a tus inutiles amigos por piratería. ¿Qué puede hacer una tripulación con un

piloto cobardica, un simple cocinero pervertido y un espadachín tonto incapaz de proteger nada? Y el más inútil

como capitán. - Fran…-susurraba Xamo. - Yo… sería un inútil… si no estuviera con ellos…- decía Fran de forma entrecortada agarrando el puño de Gadius

con fuerza- Sebas no es ningún tonto. Él se convertirá en el mejor Guardián, que eso no quepa duda. Y no permito

que nadie lo llame tonto, Sebas es la persona más inteligente que he conocido. Jose Alonso es un hombre con un

gran corazón que no para de esforzarse día a día para ser más fuerte, aparte de un cocinero ejemplar cuyo sueño

es ir al Mundo Gourmet. Álvaro no es ningún cobarde, al contrario, es el hombre más valiente que he conocido. No

será fuerte ni tendrá grandes cualidades de lucha, pero cuando un amigo necesita ayuda, él va aunque le tiemblen

las piernas y sepa que no sobrevivirá. Yo confío plenamente en él y sé que algún día se convertirá en un piloto de

élite. Todos ellos tienen sueños que cumplir, al igual que yo y Xamo. Ella tal vez es algo violenta, codiciosa y

temperamental, pero en realidad es amable, leal y buena persona. No permite que hagan daño a sus amigos y

antepone su vida a la de sus compañeros. Su sueño es ir al Planeta del Tesoro y dibujar la ruta galáctica más

completa. - Me da igual lo que digas. La chica ya ha decidido. Ha perdido la fe en ti y no puedes hacer nada para recuperarla-

le dijo Gadius.

- Tal vez haya perdido la fe de Xamo en mí… ¡pero mientras al menos uno de mis compañeros depositen su fe en

mí, yo seguiré luchando por ellos! ¡Sebas, Álvaro y Jose Alonso! ¡Todos ellos creen en mí y por eso no pararé de

luchar hasta derrotarte!- gritó Fran haciendo retroceder a Gadius- ¡AÚN ESTOY A TIEMPO DE RECUPERARLA! - ¡TÚ! ¡No paras de hablar! ¡No dices nada más que tonterías! ¡Eres débil, no eres capaz de proteger a nadie! ¡No

mereces la compañía de nadie!- Gadius agarró a Fran del cuello, levantándolo en el balcón. Soltó su mano del

cuello, dejándolo caer al vacío. La pierna izquierda se le quedó enganchada en la reja, produciendo un tremendo

crujido cuando el peso de su cuerpo se iba a caer al vacío. Fran se quedó boca abajo con la pierna enganchada en

la reja. - ¡Gyaah!-Fran gritó de dolor, intentando incorporarse. Su rodilla volvió a crujir, provocando cada vez más dolor. - ¡FRAN! ¡POR FAVOR! ¡NO LO MATES!- suplicó Xamo entre lágrimas. - La piratería no tiene perdón- acabó diciendo Gadius desenganchando el pie izquierdo de Fran, cayendo al vacío.

Bajo el apartamento, el nivel de agua llegaba hasta el primer piso. Fran se sumergió de cabeza hasta chocarse

contra el suelo. - ¡¿QUÉ HAS HECHO?!- gritó Xamo muy enojada. - Le he dado su merecido por haberte tratado tan mal- le dijo Gadius apoyando la mano en su hombro- Ahora

deberíamos ir al instituto para recoger tus cosas. Usaré un hechizo levitador para ir más rápido. Gadius agarró a Xamo de la mano y juntos comenzaron a flotar. Xamo echó la vista atrás, viendo con preocupación

el cuerpo de Fran sumergido en el agua. La pareja se alejó del apartamento, dejando a Fran casi inconsciente. Una

lágrima resbaló de su mejilla cayó al agua cerca de donde estaba Fran. Bajo su espalda, emergieron brotes de

oscuridad. Aquellas sombras comenzaron a tragárselo muy poco a poco. - Por un momento… he visto una pequeña luz que emitía de ella… ¿podría ser?- pensó Fran mientras la oscuridad

lo engullía- He oído sus lágrimas… estaba llorando… - Hace tiempo que he intentado usar los poderes de la luz pero desde lo ocurrido en Vergel de Lid no lo he vuelto a

poder activar, ¿Qué me habrá ocurrido? ¿Qué ha cambiado en mí? ¿Soy más oscuro? Todas las veces en las que lo

he activado han sido cuando estaba furioso, odiaba al enemigo… ¿no son esos sentimientos de la oscuridad?-

pensaba Fran cuando su cuerpo comenzó a emitir una tenue luz- Debería activarlo ahora que debería estar furioso,

pero no es así. No siento rabia ni odio. Siento, felicidad. - ¡LUZ!- El agua que había alrededor suya se separó y la oscuridad que le intentaba engullir desapareció. Fran se

levantó, emitiendo una fuerte luz por su cuerpo y el iris de sus ojos se volvió amarillo. Aún con la rodilla

gravemente herida, dio tal salto que casi llegaba al tejado del edificio más próximo. El agua había comenzado a

retroceder con bastante fuerza, señal de que el próximo tsunami estaba cerca- ¡Tú lo has querido, Javi! La pareja de Xamo y Gadius llegó al instituto. Xamo introdujo el código en el pequeño panel y las puertas del

instituto se abrieron.

- ¡¿Xamo?!- preguntó Álvaro por megafonía- ¡Qué sorpresa! ¡Te estábamos buscando, está ocurriendo algo terrible

en el pueblo! ¡La cúpula protectora aún funciona pero quién sabe si el próximo tsunami lo destruye! - Sólo vengo a recoger mis cosas, viene Gadius conmigo- decía Xamo entrando en el instituto. Ambos entraron por

el edificio principal. - ¿Qué le ocurre a esta chica?- pensó Álvaro desde la sala de mandos. El edificio principal se componía de tres

pisos, conectados por una única escalera. En el piso central era donde se situaba la sala de mandos, mirando al

frente de la puerta. El piso superior era donde estaban los cuartos de todos, conectados por un enorme salón en

medio. - Ve a recoger tus cosas, yo voy a hacer una llamada- dijo Gadius parándose en el segundo piso. - De acuerdo…-susurró Xamo subiendo las escaleras. - ¡Hey Xamo!, ¿A qué viene esto? ¡Un tsunami viene directo hacia aquí y la Banda Brol está metida en todo esto!

¡Hemos luchado contra todos los subordinados de Javi y en estos momentos Fran, Sebas y Jose Alonso están

peleando contra él! ¡Eres la única que puede parar el tsunami! ¡En tu cuarto tienes tu libro para...!- gritaba Álvaro

tras salir de la sala de mandos y explicándole la situación. Xamo quedó con la cara descompuesta, estaba a

espaldas de Gadius y vio cómo sacó de la nada una katana enorme. - ¡CUIDADO!- gritó Xamo cuando ambos vieron la reacción de Gadius. - ¡Espada de Viento!-Gadius realizó tal corte que atravesó las paredes frontales, cortando la sala de mandos en el

mismo instante. Las paredes se agrietaron y el suelo comenzó a temblar. Con el cuadro de mandos destruido, la

cúpula protectora desapareció en un instante. Cuando el humo se disipó, Xamo buscó a Álvaro, esperando que

estuviera vivo. - ¡ÁLVARO!- gritó Xamo preocupada. - ¡E...estoy bien!- exclamó Álvaro tirado en el suelo- No me ha dado de milagro. - ¡LO SIENTO! ¡HA SIDO CULPA MÍA! ¡NO SABÍA QUE GADIUS ERA…!- gritó Xamo casi sin poder hablar, las lágrimas

le incapacitaron al hablar. Sacó su varita y con las manos temblando intentó atacar. - ¡NO LO HAGAS! ¡SAL DE AQUÍ!- gritó Álvaro- ¡YO LO FRENARÉ LO MÁXIMO QUE PUEDA! ¡SUBE Y COGE TU LIBRO

PARA PARAR EL TSUNAMI! ¡SI NO EL PUEBLO ENTERO SE INUNDARÁ! - ¡S...sí!- gritó Xamo corriendo por las escaleras. - ¡Medio Nudo!- Alvaro ató el antebrazo de Javi con fuerza, impidiendo que fuera por Xamo- Maldito desgraciado…

Has tenido infinidades de veces para matarnos y raptar a Fran pero, ¿ahora es cuando actúas? - No podía arriesgar raptarlo mientras ustedes estuvieseis cerca… Además, quería eliminar todo lo que hubiera

sobre este pueblo… incluidas sus tumbas…

- Aquí descansan Jesús y Peralta… no dejaré que le pongas ni un dedo a sus tumbas… ¡Granada Divina!- gritó

Álvaro lanzándole el explosivo. - ¡Ráfaga de Escudo!- Javi devolvió la granada divina, dando de lleno a Álvaro. La explosión derribó toda la parte

frontal del edificio. Álvaro cayó entre los escombros inconsciente. El incorpóreo soltó una carcajada y se dispuso a

subir al tercer piso, cortado también por la mitad por la explosión. Tan sólo quedó en pie medio salón y los cuartos

próximos a las escaleras. Javi abrió con cuidado la puerta del cuarto de Xamo. Entró y vio a la chica apoyada sobre

la pared cercana a la puerta. Cerró la puerta e hizo desaparecer su katana, acercándose lentamente a Xamo. - ¡Desmaius!- Xamo soltó un chorro rojo de su varita pero Javi lo bloqueó con otra ráfaga de viento. - Se acabó todo… no te preocupes… seré rápido...-dijo Javi sacando su colgante en forma de crucifijo y agarrando la

mano de Xamo que llevaba la varita. Bajo el crucifijo guardaba una pequeña daga, que hundió en el riñón

izquierdo. - ¿Por… por qué?- decía Xamo sangrando por el riñón. - Tan sólo eres un pequeño experimento fallido. De no ser por tu amigo habrías caído en la oscuridad con las

semillas que te introduje… Una pena, me gustabas much…- La puerta de la habitación salió volando en pedazos

contra la pared opuesta, rompiendo parte de la ventana- ¡¿Tú otra vez?! - ¿Fran?- sollozaba Xamo cubierta de lágrimas- ¡Por favor, ayúdame! - ¡POR SUPUESTO!- gritó Fran entrando en escena remangándose. - ¡¿Cómo puedes estar aquí, deberías de estar en lo más profundo de la oscuridad?!- gritó Javi separándose de

Xamo- ¡¿Cómo eres capaz de enfrentarte a mí una y otra vez?! ¡¿Qué quieres?! - ¡NO TE ATREVAS A HACER LLORAR A MI NAVEGANTE!- gritó Fran desapareciendo de la vista de Javi y pateandole

en todo el estómago. Javi atravesó la pared y se sostuvo en el aire con su magia. Fran se quedó al lado de Xamo,

mirando fijamente a su enemigo. - Fran… ¡Lo siento!- decía Xamo entre lágrimas. Fran se agachó y tocó la herida que le causó Javi. - Puede que te duela un poco, voy a cerrar la herida- dijo Fran quemando su herida- Y tranquila, Álvaro está bien.

Me lo encontré abajo y lo puse a salvo. Te prometo… que acabaré con él… - Maldito criajo, debería haberte atrapado desde el primer día- dijo Javi flotando en el aire. - Es cierto, Javi. Has tardado mucho tiempo en ir a por mí. Ahora te arrepentirás toda tu vida de no haberlo hecho

antes-decía Fran crujiendose los nudillos- Todo el tiempo que he pasado entrenando ha dado sus frutos. Estoy

listo, ¡voy a acabar contigo! - El iris de sus ojos ha cambiado de color y se ha vuelto muy rápido de repente… ¿qué le ha pasado?- pensó Javi

invocando su katana.

- ¡Esta vez no daré marcha atrás! ¡Mi fuerte grito sacudirá el suelo! ¡Bola de Fuego!- una bola de fuego

resplandeciente fue lanzada contra Javi. El incorpóreo cortó la esfera en dos, soltando un leve humo que lo cegó

por unos instantes. Cuando volvió a ver, Fran ya no estaba al lado de Xamo- ¡Estoy harto y cansado de tu

arrogancia! ¡No puedo soportarlo más! ¡Aterrizaje! - ¡¿Dónde est…?!- gritó Javi desconcertado cuando recibió una potente patada en el hombro, aterrizando en el

suelo de espaldas. - ¡Tuve que hacerme valer, tuve suficiente de tener miedo! ¡Haré que te arrepientas de todas las cosas que dijiste!-

gritó Fran propinando un potente puñetazo en la cara cuando intentó incorporarse, destrozandole la nariz. Javi

rodó varios metros hasta tres escalones. El golpe con los escalones lo hizo elevarse al cielo. Fran saltó y con gran

velocidad se posicionó cerca de él. - ¡Qué rápido!- pensó Javi aguantando el dolor y recibiendo una patada en la cara. Fran lo lanzó hasta el campo de

fútbol del instituto. Se acercó a él, que volvió a intentar levantarse. Con un gesto de su mano atrajo su katana,

intentando llevarse a Fran por el camino pero logró esquivarla sin apenas verla- ¿Cómo la ha esquivado sin verla?

¿Ha sentido mi katana? - ¿Así que me enfrentarás? - preguntó Fran con mirada desafiante. - ¡Tornado Negro!- Javi creó una oscilación a un lado con su katana, y envió un tornado negro hacia Fran. - ¡Prepárate para ello! ¡Despegue! ¡Sin vacilar, te haré caer!- gritó Fran elevándose con una llamarada y

acercándose a Javi a gran velocidad- ¡Aliento de Fuego! - ¡Desaparece de mi vista! ¡Espada de Viento!- Javi cortó la llamarada pero no consiguió visualizar a Fran en el aire. - ¡Ganaste la furia de mi puño!- gritó Fran desde el suelo golpeando la cara de Javi, doblando su nariz hacia dentro

y saltándole algunos dientes. Javi chocó con la portería, sosteniendo algunos de sus dientes en sus manos- Amigo

sé que llorarás, ¿qué esperabas encontrar? - Esto no entraba en mis cálculos, se supone que este pequeñajo es débil. ¿De dónde habrá sacado tanta fuerza?-

se preguntó Javi- Realmente me has sorprendido, no me esperaba para nada tu fuerza. -¡Me estás forzando a luchar contigo cara a cara! - le gritó Fran remangándose de nuevo-¡¿Por qué no cierras tu

boca? ¡Apuesto que ni lo intentarías! ¡No hay vuelta atrás, no hay dónde escapar! - ¡NO SABES CON QUIÉN ESTÁS HABLANDO NIÑATO INGENUO! ¡SOY UNO DE LOS COMANDANTES DE LA BANDA

BROL! ¡JAVI WIND WAKER! ¡ATACARME SIGNIFICA DECLARARLE LA GUERRA A MI BANDA! ¡¿ESTÁS DISPUESTO A

LUCHAR CONTRA UNA ASOCIACIÓN SECRETA TAN GRANDE?!- le gritó Javi. - ¡¿APUESTAS ALGO?!- le gritó Fran cada vez más enfurecido. - … Apuesto a mi ejército de sincorazones…- dijo Javi apoyando los brazos en el suelo. Un ejército de sincorazones

soldados, sombras, voladores, centauros y gordinflones emergieron del suelo rodeando por completo a Fran.

- ¿Así que llorarás por ayuda? ¿Estás llamando a todos tus amigos?- preguntó Fran con una sonrisa flexionando las

piernas y extendiendo sus brazos- Noticia de última hora para tí, colega. ¡NO ME IMPORTA A CUÁNTOS TENGA

QUE ENFRENTAR! ¡Tornado de Fuego! Envuelto en llamas, giró sobre sí mismo creando un tornado de fuego que desintegró a la mayoría de sincorazones.

Cuando el ataque se disipó, Fran apareció a gran altura, preparado con una gran bola de fuego diez veces más

grande que las que normalmente usa sobre sus manos. - ¡Tú sabías que mi combustible es mi ira! ¡Nadie puede detenerme ahora! ¡Tengo que armar un desorden! ¡Gran

Bola de Fuego Explosiva! - ¡Quema!- gritó Javi que sin recibir el ataque sintió el calor. Los sincorazones desaparecieron por completo del

campo de fútbol. El terreno se volvió negro, calcinado por el intenso fuego. Fran aterrizó en el suelo apoyándose

en su rodilla. - Cómo me duele la rodilla todavía… pensé que se me pasaría pero veo que tengo una rotura importante… dudo

que esté mucho más tiempo en este modo, tengo que acabar con él enseguida…- pensó Fran cuando Javi ascendió

al cielo con su katana en la mano. - 4 Magos de Viento, ¿recuerdas? Noto, Euro, Céfiro… Tú y tus amigos os habéis encontrado con tres de cuatro. ¡Yo

soy el cuarto, el Dios del Viento del Norte! ¡Cada uno de ellos manejaba una modalidad de la magia de viento! ¡Yo

no soy como ellos! ¡Mi magia no es simplemente viento! ¡Mi magia es… Tormenta!- gritó Javi comenzando a

invocar una nube de tormenta negra que rodeó a Fran por completo. La nube tormentosa realizó varios rayos que

impactaron contra Fran. - ¡Basta de tantas lucecitas!- rugió Fran disipando la tormenta con una nube de fuego. - ¡¿QUÉ DEMONIOS HA HECHO?!- gritó Javi sorprendido. - El fuego crece con el oxígeno. El aire caliente asciende. He calentado tu tormentita y la he hecho ascender. Mi

magia es capaz de neutralizar la tuya, Javi- susurró Fran lleno de herida causadas por los rayos- ¡Despegue! - ¡Esta vez te cortaré antes de que te acerques a mí!- gritó Javi intentando cortar a Fran cuando voló con una

llamarada hacia él. Fran consiguió esquivar la katana y se dispuso a patear a su rival. - Sebas es mejor espadachín que tú, ¡Aterrizaje!- Fran pateó la cara de Javi, lanzándolo hasta el segundo edificio

del instituto. Dentro del edificio lo que había era una enorme cavidad donde estaba anteriormente el J-Vortex en

construcción. Después de que el barco se acabara, allí sólo había mesas llenas de planos y montones de troncos

amontonados. Fran descendió rápidamente para atizarle de nuevo pero esta vez Javi consiguió protegerse con su

katana. Aunque la fuerza del golpe le hizo atravesar la pared, cayendo al suelo de espaldas. Ambos entraron

dentro del segundo edificio, respirando de forma entrecortada. El mar volvió a retroceder violentamente. Sebas y Jose Alonso permanecían en lo alto de un edificio cerca del mar,

pensando qué hacer con el tsunami que venía próximamente. Ambos chicos discutían y se metían el uno con el

otro porque no pudieron parar ni siquiera el último tsunami.

- ¡Tanto “Cañón Místico”, “Cañón Místico” no te ha servido de nada, estúpido!- sermoneaba Jose Alonso. - ¡¿Sí?! ¡¿Y qué has podido hacer tú?! ¡Que yo sepa has estado detrás de mí todo este tiempo!- gritó Sebas-

Además, esta técnica la he aprendido hace muy poco. - ¿Y qué pasa con tu magia? ¿No puedes hacer una barrera o algo? ¡Tantas sombritas y no sabes hacer algo

básico!- dijo Jose Alonso mirando hacia otro lado. - ¡Habló el que no sabe usar magia!-regañó Sebas- ¡Venga, ve a darle pataditas y puñetazos al tsunami! ¡A ver si lo

paras así! - ¡Estoy aquí para supervisar que estás haciendo tu trabajo y no durmiendo en la primera azotea que veas!

¡Espadachín de tercera!- burló Jose Alonso. - ¡A quién llamas espadachín de tercera, mojón! ¡A la tortilla de patatas de los otros días le faltó sal!- gritó Sebas. - ¡Eh! ¡Admito que se metan conmigo pero no perdono que se metan con mi forma de cocinar!- gritó Jose Alonso. - ¡Chicos!- gritó una voz desde las alturas. - ¡¿Eh?! ¡¿Xamo?!- se preguntaron los dos cuando la vieron subida del J-Vortex. El barco descendió y se posicionó

cerca del tejado, flotando en el aire. Xamo bajó con su libro entre sus brazos, mientras Álvaro se quedó en la sala

del timón, lleno de magulladuras y ensangrentado por la última explosión. - ¡Ya era hora! ¡Fran fue realmente rápido!- exclamó Sebas. - Sí, gracias chicos por hacer que me dé cuenta de lo equivocada que estaba. Puede que esta batalla no sea la

última que hagamos, pero será la última antes de un nuevo viaje mucho más grande- comentó Xamo hojeando su

libro. - Hey, ¿estás bien?- le preguntó Sebas. - ¡Sí! ¡Tan sólo he sufrido un desamor! ¡Ahora me he dado cuenta de mi error y no volveré a dudar de nuestro

capitán! ¡Ya tengo el hechizo!- gritó Xamo parándose en una página- “Protego Totalum: Crea un campo de

protección total. Este encantamiento crea una "burbuja" que te protege contra todo tipo de hechizos o

maldiciones. Si se realiza con precisión, las personas que se encuentren fuera del campo protector, ni siquiera

podrán verte o tocarte” - Me alegra que vuelvas a estar con nosotros Xamoncito- le dijo Jose Alonso con tono pervertido. - ¡Chicos! ¡Creo que deberíais daros prisa! ¡Aquí viene!- gritó Álvaro por el megáfono, una gigantesca ola se

aproximaba al pueblo a gran velocidad. - Ya está aquí…- susurró Jose Alonso.

- ¡Xamo, no tenemos más tiempo!- gritó Sebas. - ¡Empezaré por el frente! ¡Protego Totalum!- un chorro de luz transparente salió de la varita de Xamo, parándose

justo en el paseo marítimo y como de una burbuja se tratara, comenzó a cubrir todo el pueblo. El tsunami llegó

cuando el Protego apenas llegaba por la mitad, arremetiendo contra la burbuja con mucha fuerza. El agua superó

la parte donde el Protego aún no había llegado, cayendo como lluvia sobre el pueblo y el instituto- ¡Es demasiado

potente, no voy a poder resistir mucho! ¡No sé si podré! - ¡Ánimo, Xamo! ¡Después de esto, podremos volver junto a Fran y partir a un nuevo viaje! ¡TODOS JUNTOS!- gritó

Álvaro. - ¡SÍ!- asintió Xamo. - ¡Fortaleceré el escudo con mi oscuridad! ¡Tú concéntrate en el hechizo!- exclamó Sebas colocando la mano en su

hombro. La burbuja tomó un color más oscuro pero se volvió más resistente. Fran y Javi escucharon chocar algo

contra las paredes del edificio. Fran estaba tumbado en el suelo boca abajo, había caído debido al agotamiento y al

dolor en su rodilla izquierda. - Al fin mi misión ha sido colmada- dijo Javi soltando una risa estridente. - ¡Yo... no me voy a ir... a ningún lado!- gritó Fran volviéndose a levantar. - ¿Aún eres capaz de mantenerte en pie? - preguntó Javi. El iris de los ojos de Fran ya habían vuelto a su color

original y su cuerpo dejó de emitir aquella tenue luz- Tu luz se ha apagado, ya no podrás tocarme como antes. - Jamás… podrás… librarte de mi ira…-dijo Fran respirando fuerte. - ¿Perseguirme en sueños como un fantasma pretendes? Porque esa será la única forma en la que podrás

perturbarme cuando te capture, mequetrefe…- dijo Javi con su katana en mano avanzando hacia Fran poco a poco. - ¡Pues este mequetrefe será algún día MAESTRO DE LLAVE ESPADA!- gritó Fran. - ¡Jé! ¡Escucha joven atolondrado, cualquiera que con un par de dedos de frente tuviera se guardaría bien de

pronunciar semejante palabronada! No tenéis ni idea de cuán inmensa ha sido la cantidad de estúpidos soñadores

como tú que he disfrutado en matar. ¡Cuanto más entendáis la verdad de vuestra situación, más comprenderéis

que jamás daréis cumplimiento a ese estúpido sueño!- gritó Javi arremetiendo contra Fran dando un sablazo con

su katana. - ¡Mi único sueño ahora es convertirme en la persona que acabe contigo!- gritó Fran agachándose para esquivar la

katana y golpeando el estómago de Javi con un fuerte puñetazo. El golpe lo hizo escupir sangre y Fran aprovechó

para darle una patada en la cara. Javi salió volando a ras de suelo perseguido por Fran, realizando un giro y

propinando un talonazo contra el suelo.

- ¡Ugh! ¡Ah, ah!- Javi respiraba con dificultad con la cara llena de sangre y con el cuerpo lleno de heridas. Mientras

intentaba levantarse miraba a Fran de pie mirándolo con cara desafiante- No me lo puedo creer… ¿es que acaso no

siente dolor? no debería poder moverse con la pierna en ese estado… no me puedo creer que este muchacho

tenga el poder de contrarrestar el dolor… Mientras miraba a Fran, empezó a recordar su primer encuentro con el portador de la llave espada y de cómo llegó

a él la misión de capturarle. En una enorme sala llena de montañas de comida, estaba Javi arrodillado frente a un

trono donde parecía estar una extraña figura de gran tamaño. - ¡Brol! ¡Necesito que busques a un Portador de la Llave Espada de Luz y me lo traigas!- ordenó aquella figura-

¡Pero no debes tardar mucho, sino enviaré a otro para matarte! ¡Total, eres un incorpóreo sin sentimientos! - ¿Dónde podría buscar?- preguntó Javi. - ¡Allá tú! ¡Necesito que me traigas al que sea, rápido!- ordenó la figura. - ¡Sí, señor!- asintió Javi. - ¡Brol!- asintió la figura- ¡Hey, una cosa! - ¿Sí, mi señor?- preguntó Javi. - Me escama lo que estás planeando con las “Semillas de Oscuridad” que nos dió “Joker”, ¿qué me puedes decir?-

preguntó la figura. - Experimentos. Busco crear un ejército de sincorazones tan fuertes que el Gobierno no pueda hacer frente y así

conservar Masamune- respondió Javi. Tras un tiempo buscando, decidió volver al planeta donde una vez “murió”: Vicent Alexis. Allí encontró por

sorpresa a Jesús y éste feliz, comenzó a hablarle de un tal “Fran” que era elegido de la llave espada. Javi se

sorprendió. Javi le contó en lo que se había convertido y sin dudarlo decidió ayudarle. Una siniestra sonrisa se le

dibujó en la cara. - ¡Reconozco que vuestro origen es para mí un absoluto misterio… pero quién diantres os creéis que soy yo!- gritó

Javi realizando una estocada contra Fran pero el chico la esquiva agachándose. - Me da igual que seas el mismísimo satanás… ¡LE PROMETÍ A UNA AMIGA QUE ACABARÍA CONTIGO! ¡Ascenso!-

rugió Fran pateando el estómago de Javi, lanzándolo a gran altura, cerca del techo del edificio. Sus ojos volvieron a

ponerse amarillos y Javi dejó escapar su katana, cayendo al suelo cerca de Fran tras el impacto. - ¡Me he hartado de tí, me da igual mi misión! ¡Morirás aquí en este instante! ¡Tormenta Pesada!- Javi invocó una

tormenta reducida al tamaño de una gran esfera. Lanzó su ataque, creando una tremenda onda expansiva que hizo

que las paredes comenzaran a romperse. El edificio comenzó a venirse abajo. Fran apareció entre la humareda,

resistió el ataque y comenzó a aspirar una gran cantidad de aire. - ¡Despegue!- Fran soltó una llamarada que lo impulsó con fuerza hacia Javi.

- ¡Masamune!- gritó Javi. La espada comenzó a moverse, volando directamente hacia Fran. - ¡¿Eh?!- a escasos metros de Javi, sintió una presencia detrás de sí. Se movió unos centímetros y la katana

atravesó su riñón derecho y el pecho de Javi. En ese instante, gritó lo máximo que pudo, comenzando a golpear a

Javi con una serie de puñetazos tan rápidos que parecía que le golpeaban cientos de puñetazos. Javi chocó contra

el techo recibiendo aún la lluvia de puñetazos. Todo el techo se partió en pedazos, saliendo volando Javi hasta

romper las nubes del cielo. El edificio se derrumbó, enterrando completamente a Fran durante la caída. - ¡Mirad eso, mirad eso!- señaló Jose Alonso desde la cubierta del J-Vortex, acercándose al instituto. - ¡¿Eh?! ¡ES JAVI!- gritaron todos cuando lo vieron volar por los aires. - Fran…-susurró Xamo impresionada, recordando las palabras de su capitán: “Te prometo… que acabaré con él”-

¿Lo consiguió? - No entiendo cómo es que salió despedido hasta allí arriba…- comentó Jose Alonso. - ¡Sí, lo consiguió! ¡Siempre lo supe, siempre confié en que ese pirao lograría salvar la situación y lo ha hecho!-

gritó Álvaro de alegría. - ¡VICTORIA!- gritaron todos. El barco aterrizó cerca del edificio derrumbado, mientras el cuerpo de Javi cayó en

mitad del campo de fútbol con la mirada perdida. El sol asomó por el pueblo, dejando caer sus cálidos rayos en el

edificio destruido. - ¿Fran?- se preguntó Jose Alonso- ¿Estará vivo? - ¡No digas eso! ¡Tenemos que buscar…!- comenzó a correr Álvaro cuando de entre los escombros se levantó Fran. - ¡FRAN!- se alegró Xamo. - ¡AH! ¡QUÉ BIEN!- lloró Álvaro. - …- Fran no decía nada, le costaba respirar y no apartaba la mirada del suelo. - Qué raro está, ¿no os parece?- preguntó Jose Alonso. - … ¡XAMO!- gritó Fran finalmente- ¡ENTÉRATE, TÚ ERES MI NAVEGANTE! Xamo aguantó las lágrimas mientras los chicos fueron a por él para mantearlo. Fran cayó al suelo pegándose un

coscorrón pero se levantó aguantando el dolor y con un chichón en la cabeza. Xamo y Fran cruzaron miradas,

chocando las manos en símbolo de victoria. - Por fin acabó todo- comentó Sebas. - ¡Al final el instituto ha acabado siendo destruido!- lloró Álvaro- ¡El legado de mi madre!

- Aún queda medio edificio- señaló Fran. - ¡Eso no me consuela!- gritó Álvaro. - Tranquilo Álvaro, tenemos un nuevo hogar- señaló Fran el J-Vortex. - Sabemos que el instituto tenía un gran valor sentimental para ti, Álvaro. Pero creo que tu madre hubiera deseado

que cumplieras con tu sueño y no te ataras a este mundo eternamente- comentó Xamo. - Mi madre deseó que el instituto fuera mi casa pero también quería que cumpliera mi sueño…- murmuró Álvaro

con tristeza. - ¡Entonces ya sabes qué tienes que hacer! ¡Conviértete en el mejor piloto! ¡Ven con nosotros!- asintió Fran

arrimándole la mano. - ¡Sí! ¡Lo haré! ¡Es hora de que encienda motores y alce el vuelo!- gritó Álvaro chocándole la mano a Fran. - ¿No teníamos una fiesta de fin de año?- preguntó Jose Alonso. - ¡Oh, es cierto! ¡Jose Alonso, prepara la mejor comida para esta noche porque mañana por la mañana

zarparemos!- gritó Fran- - ¡SÍ!- asintieron todos. La noche cayó y con ella el final del año 2009. En el J-Vortex montaron una fiesta llena de risas, buena comida y

compañía. La fiesta duró casi toda la noche. En un mundo muy lejano, en la misma sala donde Javi recibió las

órdenes de atrapar un elegido de la llave espada de luz. Aquella enorme sala llena de montañas de comida y un

trono alto donde se sentaba una figura alta y ancha. - Javi ha caído…-rió una siniestra sombra frente a la figura. - ¡¿Quién ha osado hacerlo?!- preguntó la figura. - Un joven Portador de la Llave Espada de la Luz, su nombre es Fran- contestó la sombra. - ¡Brol! ¿Lo conoces?- preguntó la figura. - Para nada. Ese chico es un misterio para mí- respondió la sombra. - ¡Brol! ¿Acaso había algo que te fuese un misterio, Joker?- preguntó la figura. - Las cosas misteriosas suelen ser las más peligrosas, recuérdalo, Lloret- respondió la sombra, revelando el nombre

de aquella figura- ¿Qué piensas hacer ahora? ¿Tomarás represalias contra el chico?

- Me importa una mierda Javi. Si ha caído será porque no era lo suficientemente fuerte. No quiero débiles en mi

organización. Con respecto al chico, lo dejaré estar. Será su premio por derrotar a un endeble como Javi. Le

ordenaré a Bellido que acabe el trabajo que Javi no pudo terminar- contestó Lloret. - Creo que no deberías dejar escapar al chico…-susurró la sombra. - ¿Por qué lo dices?- preguntó Lloret- ¿Qué estás insinuando? - Ellos tienen en su poder “Masamune”...-acabó diciendo Joker, la sombra. Dibujando una siniestra sonrisa en el

aire. El primer día del año amaneció totalmente despejado, el sol irradiaba una luz calurosa y protectora. El barco

encendió motores, Jose Alonso y Sebas prepararon las velas y amarres para partir y Xamo observaba por última

vez aquel pueblo que la había acogido durante mucho tiempo. - ¡Fran, nos vamos ya!- avisó Xamo. El Portador de la Llave Espada estaba sentado frente a las tumbas de Jesús y

Peralta, dejó unas flores en las lápidas y se levantó. - Chicos, ahora podéis descansar en paz. Javi ya no está- susurró Fran- Siento dejaros aquí pero debo partir.

Volveré algún día. - ¡¡FRAN!!- chilló Xamo. - ¡Voy, voy!- dijo Fran corriendo hacia el barco. Cuando subió, vio apoyada en la barandilla una especie de tabla de

surf con un motor en un extremo- ¿Qué es esto? - Álvaro me ha dicho que lo pruebes, es un “Hoverboard”. Un regalo de su parte, es una tabla que te permitirá

surfear el cielo- dijo Xamo guiñando un ojo. - ¡Es increíble!- gritó Fran montándose en la tabla y sobrevolando el barco. - Le ha cogido el truco bastante deprisa- comentó Sebas. - ¿Zarpamos ya?- preguntó Jose Alonso. - ¡Fran, cuando tú digas!-dijo Álvaro por el megáfono. - ¡Chicos, por fin se acabaron las nubes negras de nuestro camino! ¡RUMBO A LAS ESTRELLAS!- gritó Fran

emprendiendo el vuelo junto al barco.

Kingdom Hearts Las Crónicas del Corazón

El Camino de los Elegidos

- Fin -

Continuará… Traductor: High Jump: Kick = Salto de Altura: Patada. Dynamic Entry = Entrada Dinámica. Soccer Kick = Patada de fútbol. Boosted Friend Shot = Disparo de aliado mejorado. Low Kick = Patada Baja. Rowing Stroke = Golpe de Remo. Jab = Golpe. Back Kick = Patada Trasera. Sweeping = Barrido. Uppercut = Gancho. Crushed = Machacar. Gatling Punch = Metralleta de puñetazos. Axe Kick = Patada descendente. Autor: Fran López – Captain Soraking. Corrector: Joaquín Garci – Jojogape.