Karen E. Breiner-SandersGeorgetown University

CRÓNICA DEL ALBA Y SUS CICLOS RITUALES

...una nación no está nuncahecha. En esto se diferenciade otros tipos de Estado.La nación está siemprehaciéndose o deshaciéndose.José Ortega y Gasset1

Crónica del alba (1942), la primera y la obra clave de una serie denueve novelas de Ramón Sender, presenta nítidamente todo elformulario cíclico de Giambattista Vico en lo que se refiere a la evoluciónhistórico-social de la civilización humana y la marcha de ella por lasvarias épocas claves de su desarrollo.

Filólogo, filósofo, historiador y profesor de retórica, Giambattista Viconació en Ñapóles en 1668 durante el virreinato español (1509-1707).Había de vivir bajo la ocupación austríaca (1707-1734) y luego presenciarla conquista española de Ñapóles por el rey Carlos de Borbón diez añosantes de su propia muerte en 1744. Sus escritos fueron basados en unestudio histórico y filológico de la evolución humana, y en su obracapital, la Scienza nuova, Vico destacó tres épocas o edades por las cualesavanza la civilización: la época de los dioses, la de los héroes, y la de loshombres. Al pasar de una época a otra, la sociedad va despojándose delos vestigios externos de la anterior, y sigue de esta manera hasta llegara la última época, la de los hombres, sólo para empezar de nuevo todoel ciclo evolucionario (corsi-ricorsi).

La civilización primitiva suele explicar y ordenar la vida según mitosde fuerzas todo-poderosas (dioses) que rigen sobre los seres humanos,proporcionándoles orden y bienestar sólo si son apaciguadas con lossacrificios y las ofrendas de la sociedad. El móvil del individuo y delgrupo, pues, es el miedo. En la época de los héroes, la civilización lesentrega a unos líderes selectos todos los privilegios y todo el podermítico antes reservados a los dioses, ennobleciéndolos así y garantizandola buena marcha de la sociedad. En la tercera época, el hombre entra enun período de desmitificación, dándose cuenta del papel que desempeña

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en la vida y, por consiguiente, la concomitante responsabilidad por unasociedad que es de su propia hechura. Esta percepción produce unanivelación de categorías y de valores, con un coetáneo desacato hacia lasinstituciones y un creciente egoísmo personal, todo lo cual lleva lasociedad poco a poco a una decadencia irremediable que pone enmarcha un retorno a la barbarie y el comienzo de otra serie de ciclos.

Todo este proceso es paralelo al desarrollo del ser humano mismoconforme avanza éste por las varias etapas de su vida: niñez, adolescen-cia, madurez, y también vejez como retorno, y en la Scienza nuova Vicose sirve constantemente de esta correspondencia.

Thus the first peoples, who were the children of the human race,founded first the world of the arts; then the philosophers, whocarne a long time afterwards and so may be regarded as the oídmen of the nations, founded the worlds of the sciences, therebymaking humanity complete.2

Cada individuo vuelve a representar en miniatura la vida de supueblo, o sea que le sirve de arquetipo del mismo. En otras palabras, laontogenia sirve como recapitulación breve y rápida de la filogenia.

Crónica del alba incorpora toda la dinámica viquiana dentro de unrelato a primera vista sencillo e inocentemente infantil. José Garcés,soldado detenido en un campo de concentración durante la Guerra CivilEspañola, descorre el velo que cubre sus primeros años para remontarsea sus comienzos y las ilusiones tejidas en su recuerdo.

Esta vuelta a la infancia representa igualmente una inmersión en elrecuerdo colectivo de lo primordial y, por lo tanto, los dos aspectos,individual y arquetípico, se reflejan y se verifican.

Como prisionero, José puede soportar su cautiverio sólo porque lellena la esperanza heroica de volver a la guerra, de volver a lo que paraél es un quehacer vital. Pero, cuando la región central de España cae enmanos de las fuerzas de la oposición, ya no le queda a José másvoluntad de luchar ni siquiera sobrevivir. Ya está en la tercera etapa desu vida, la de la desengañadora madurez, la época desalentadora de loshombres.

Si salgo ¿sabes lo que seré? En el mejor caso, un héroe engañado.Nos ha engañado todo el mundo. Y es que la generación que

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tiene ahora el poder en todas partes es una generación podrida deembusteros.3

También alude el protagonista a la época viquiana del retorno (ricorso)y el nuevo barbarismo (segunda Guerra Mundial) que tiene que ocurrirpara poner en marcha todo un nuevo ciclo.

Viene un gran cataclismo .... Todos los países entrarán en unaguerra que se inició entre nosotros. Nuestros mismos problemasse repetirán exactamente en una escala mundial. Y de esa tensiónsaldrá otra vez la fe de los hombres y en el peligro los mejores sereintegrarán en su propia substancia perdida (7).

Así, en una suerte de autoaniquilación, vuelve José sobre sus pasos yllena el vacío que le desazona con lo único halagüeño e inspirador: losrecuerdos de la niñez y la juventud.

Uno de los primeros descubrimientos trascendentes es una cita deldevocionario de Valentina: "Señor del amor, del saber y de lasdominaciones." Pepe reorganiza inconscientemente estas tres categoríasen sus reflexiones y proceder posteriores —amor, las dominaciones,saber—, así verificando intuitivamente la misma ordenación viquiana queestas nuevas pautas reflejan.

El amor con su carácter sentimental y apasionado cuaja apropiada-mente dentro de la época viquiana de los dioses, y Pepe se sientecolmado del amor que tiene por Valentina. Se declaran novios y secontentan con cambiarse versos amorosos de Bécquer y de otros poetas,o renglones poéticos de los místicos encontrados en sendos devociona-rios. Se acusa el elemento inicial de esta etapa tanto en el mismo títulode la novela como en el diario que escribe Pepe, al cual le da el título de"La Universiada." Este cuaderno es una especie de génesis que alude alcomienzo de la existencia y que, debido a la insistencia con que Pepevuelve a escribirlo, alude igualmente a la fuerza de la vida del individuoque se hace sentir y que empuja por crecer. "La Universiada" ayuda aproponer en esta obra la idea de la vida en espiral, puesto que el adultoPepe escribe un diario de su juventud dentro del cual un Pepe joventambién escribe una suerte de diario sobre el comienzo de la existencia.

Otro elemento primordial es el eclipse. Tanto se ha usado este sucesopor el terror y la confusión que ocasiona en el alma primitiva que sólo

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su inclusión en el relato basta para provocar la sensación de un mundoy un joven prístinos con mucha vida por delante.

En lo que se refiere al lenguaje, se nota en seguida la recurrencia ala forma poética, lo cual corresponde favorablemente a la época primitivaviquiana de los poetas, época iniciadora en el desarrollo de civilizacionese individuos: "by a necessity of human nature, poetic style aróse beforeprose style" (Vico, S460). Otro lenguaje de carácter del de las estelasprimitivas es el código de señales que prepara Pepe para comunicarsesecretamente con Valentina.

Dibujé yo en una cartulina todas las figuras posibles con piernasy brazos hasta obtener el alfabeto. Además había algunasactitudes que querían decir frases enteras. Los dos brazos en altocon las manos abiertas agitando los dedos quería decir: 'Hesoñado contigo.1 Los brazos en cruz y las piernas abiertas era:'Pilar es imbécil' (39).

Varios axiomas de Vico afirman esta noción del nexo entre elprimitivismo y un sistema comunicativo de señales. "The first languagein the first mute times of the nations must have begun with signs,whether gestures or physical objects, which had natural relations to theideas to be expressed" (S401).

El acto del holocausto practicado por Pepe sobre Valentina (62-63)reviste buen número de características del rito primitivo de sacrificio conuna atención casi instintiva de parte de Pepe a ciertas normas prescritas:la paloma blanca, el cuchillo, la sangre y la muerte, el barrer el suelo, yel regarlo con sangre. Tal escena sustenta el nexo entre el estadoprimitivo de la civilización y la propia niñez del protagonista, llevandoesta primera etapa en la vida de Pepe a un plano simbólico, casiarquetípico.

La segunda etapa de la vida condensada de Pepe, la del señor de lasdominaciones o la época de los héroes, se realiza en pasos sucesivos.Empieza con su liderazgo sobre ocho o diez chicos que combaten a susórdenes. Luego, Valentina le obedece en muchas ocasiones, cediendoante los deseos de su novio sus supuestos conocimientos superiores y supapel de primacía.

Pepe demuestra su hombría ante Valentina y el primo de ésta aldispararse en el dedo con la escopeta del primo y al aguantar el dolor.

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Este acto sirve como una reivindicación del coraje de Pepe puesto enpeligro por los azotes sufridos a manos de su padre, y marca un pasodecisivo: "El dolor de mi herida ... nos llevaba a otro plano" (45). Lapróxima prueba a la que es llamado Pepe es sufrir la intervenciónquirúrgica sin anestesia para extraerle el balín del dedo. Su comporta-miento durante la operación es ejemplar ya que actúa muy "en adulto"y gana la etiqueta de héroe, "un verdadero héroe" (59). Sigue dandomuestras de valentía, ya sea cuando vuelve a ver al primo de Valentinay le reduce a un mero títere al hacerle repetir que es "el hijo de unpolítico nefasto" (68), o sea cuando le cuenta a Valentina cosas terriblessobre los gigantes para luego tranquilizarla con su valentía.

La tercera etapa de su desarrollo, la del señor del saber, o sea épocaviquiana de los hombres, empieza a manifestarse en las visionesexageradas de la realidad percibidas por Pepe y muchas veces contadasa Valentina con toda naturalidad para aparentar grandes conocimientosy sabiduría, sea en cuestiones médicas ("le referí que me iban a cortar elbrazo, pero que no tenían anestesia y que lo dejaron para otra vez ...pero no importa porque volverá a crecerme" [61]), en cuestionescientíficas como la del eclipse ("Yo lo sé todo" [56]), en el campo de laornitología ("los gorriones que se han asustado no vendrán hasta quehayan dormido y durmiendo se hayan olvidado y sea otro día" [76-77]),o hasta en casos fantásticos como la vida de los gigantes (76).

Aunque nunca ha sido buen alumno, Pepe empieza a aplicarse algomás en sus estudios académicos en su afán de hacerse señor del saber.Una vez satisfecho de su éxito en ésta y en las otras dos categorías deperfección, Pepe ya tiene que convencer a los demás de la realidad deeste logro, pues como él mismo indica, "no bastaba con que yo lo creyerasino que tenían que aceptarlo los demás" (83). Como indica Jersild, "ashe is judged by others, he will tend to judge himself."4 En términosfreudianos, el "ello," complacido en su acercamiento al ideal imaginado,necesita desarrollar el "yo" para poder verse a través de él y reflejado enél. Así es que presenciamos a continuación en la novela otra serie deepisodios que atañen a las mismas tres denominaciones empleadas porPepe para ordenar sus acciones e identificarse (señor del amor, de lasdominaciones y del saber), sólo que ahora los acontecimientosmanifiestan un cariz más público y colectivo.

Antes Pepe se contentaba con estar a solas con Valentina y compartircon ella en secreto el cariño que sentían. Ahora los dos declaran su amor

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y la intención que tienen de casarse (93). El heroísmo de Pepe no dalugar a dudas después de la "batalla naval y terrestre" (97-101) cuyoresultado depende mucho de su liderazgo y valentía. La luchaemprendida reviste características de una verdadera batalla, y tanto lospreparativos, como la lucha misma y la subsiguiente victoria sirven paraganarle a Pepe el reconocimiento necesario de su heroísmo y sellar suidentidad ya lograda como dios de las dominaciones.

Mi situación entre los muchachos era de verdadero privilegio y yolo sentía a cada paso. Carrasco se asomaba por el muro de lacorraliza sin insultarme en la calle, si pedía a otro algo que teníaen las manos ... se apresuraba a dármelo. Incluso con los chicosde los barrios más lejanos, con los que no jugábamos, yo teníaalguna autoridad. La voz había corrido y al pasar oía a veces: 'Esees Pepe, el de la plaza.' Y dejaban sus juegos para mirarme (103).

Pepe va madurando conforme a las normas de desarrollo del serhumano, y hasta su mundo imaginario refleja los cambios al ensancharsepara comprender el "yo" engrandecido. Cuando Pepe se considera señorde las tres esferas sólo dentro de un campo muy limitado y casi aescondidas del resto del mundo, sus visiones son de pequeños paisajesy personas en miniatura sobre un tapete. Usa gemelos para registrar sumundo minúsculo, del cual es él "una especie de Dios" (85). En cambio,la víspera de su gran batalla, Pepe ya piensa "en grande" y, confiado delbuen éxito de sus esfuerzos militares y de la conquista de otra meta,observa la puesta del sol con toda su grandeza, y en vez de las figurasliliputienses del tapete de su mesita, ve "las mismas fantasías peromonstruosamente grandes" (95). También usa gemelos en este caso, peroahora es para penetrar la profundidad del espacio, o sea ir más allá desí mismo. El mundo que antes fue reducido por Pepe, ahora se agrandaante sus ojos. La analogía entre esta situación y los cambios metamórfi-cos experimentados por Alicia en el espejo es bien evidente.

La última categoría en que todavía tiene que probarse Pepe ante elmundo es la del saber, y esto lo realiza a través de sus exámenes ante eltribunal académico en Zaragoza —dos sobresalientes y un notable—. Suéxito es completo ya que todos saben el resultado de los exámenesgracias a un telegrama puesto por mosén Joaquín, y lo reciben "entriunfo."

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En la primera parte del libro, pues, Pepe ha realizado sus metas enlas tres categorías percibidas por él como esferas bien separadas, primeroconvenciéndose a sí mismo de su éxito y luego buscando y ganado elreconocimiento de los otros que pueblan su mundo. Ahora, en lasegunda parte de la novela reaparecen estas mismas tres categorías quevenimos describiendo, sólo dentro de otra configuración y dentro de otrarealidad; Pepe ya entra en un mundo mitológico, simbólico y fantásticopara reanudar todo el proceso de desarrollo ya efectuado anteriormente,pero ahora en otro plano y con una aplicación más trascendente. Losapelativos cambian, y en vez de un devocionario que alaba al dios delamor, de las dominaciones y del saber, hay paralelamente un pergaminodesenterrado de carácter religioso-guerrero que destaca a los santos, loshéroes y los poetas como categorías de hombres que acusan sendascaracterísticas y ofrecen sus propios desafíos.

Para fijar más cabalmente el cambio de tono y enfoque en estasegunda parte de la novela, hay un concomitante cambio de lugar ytambién de tiempo. Pepe y su familia van para pasar el verano, en elcastillo de Sancho Garcés Abarca en las cumbres de Navarra, cuna, porlo visto, de la familia Garcés y por consiguiente sitio simbólico de unaespeces de retorno a las raíces o de un peregrinaje hacia el pasado. Laprimitivez del lugar es sugerida constantemente por su ubicación en lomás alto de una montaña cónica, y por la condición en que se encuentra("En aquel conjunto bárbaro y romántico no se sabía dónde comenzabala obra del hombre y terminaba la de la naturaleza," 114).

Otros elementos acusadores son la caza a la cual se dedica el padreuna vez allí, y el animismo de un viento fuerte que parece "quererarrancar el castillo" (115), y del gran reloj de sol antiguo que marca lahora de una manera fatal: "Todas hieren, la última mata" (115).

Toda la descripción del castillo y sus alrededores sirve para crear unambiente que favorece la superstición, la fantasmagoría, y una especiede realismo mágico. La primera experiencia de Pepe allí, la cual sirve depaso transitorio a este extraño mundo antiguo, es su conversación conel cabo de guardas rurales, quien le habla de los demonios que van porel aire cerca del manantial, y de otras cosas igualmente misteriosas.

En su segunda aventura, en otro castillo más ruinoso, Pepe conoce aun pastor cuyo aspecto físico y manera de hablar en sentencias leapartan de los otros adultos, tanto en el tiempo como en el espacio,prestándole un carácter simbólico y un papel de consejero en este

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proceso evolutivo de Pepe.

...un pastor muy viejo cubierto de pieles y calzado con las mismasabarcas que sin duda usaron los de Sancho Garcés. Por lo visto elpastor conocía a mi padre o lo había tropezado en sus andanzasde cazador. O quizá el pastor lo sabía todo (119).

El lazo establecido entre los dos es sellado por el regalo de una bolsitade cuero, hecha por el pastor mismo y dada a Pepe. Esto se asemeja alnexo establecido anteriormente entre el médico y Pepe en la extracciónde la bala, sellado también por un regalo de vino. En otros dosencuentros entre el pastor y Pepe, hay la oferta de algo que comer yluego vino que beber de la "bodega" del pastor (l'ivresse sacrée que abrela vía del conocimiento).

La exclusividad de estos encuentros, y en realidad la nota ritual einiciadora, son subrayadas una y otra vez por la insistencia del secretode lo que aprende Pepe del pastor (131). Pepe llega a ser, pues, portadorde estos secretos de lamias, y de los bastardos del castillete, de lagarto-diablo, y de otras tantas historias fantásticas: "Si se hace de noche antesde llegar no tengas miedo, que cuando se ha bebido de este vino laslamias no pueden hacer ningún mal" (131). El valor protector del vino esuna clara analogía al mismo poder simbólico del agua bendita bautismalque debe proteger al neófito de los peligros y tentaciones del diablo. Lacorrespondencia se destaca todavía más con la descripción delsubterráneo ofrecida por el pastor, cuya vocación en sí es decididamentealegórica.

...ese lleva a los mismos infiernos. Mi abuelo quiso entrar una vezy le salió al paso un diablo que conocía toda la historia de mifamilia. ... Y a mi abuelo le entró después de aquel día un vacíoa la entraña que le duró hasta que se murió.... Y si entras muyadentro te da un vacío y si sigues más adentro caes en los mismosinfiernos (132).

Pepe toma un buen trago antes de emprender su arriesgada prueba deexplorar la galería del subterráneo y antes de efectuar el descenso tantomítico como simbólico al infierno.

Los primeros rumores percibidos por Pepe en la galería son un

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preludio a la aventura imaginaria que va a apoderarse de él acontinuación. El carácter onírico de toda la escapada queda subrayadopor la extinción de la linterna poco después de haber penetrado Pepe enel subterráneo, y las visiones que siguen revisten todo el terror y toda lasensación de persecución de la peor pesadilla posible. Le bombardean sinton ni son en una especie de ataque fantasmagórico.

Primero Pepe se enfrenta con una sombra sobre la cual aparece uncasco de guerrero; la alusión a la etapa heroica de la vida es evidente. Enuna esfera indefinida entre vida y muerte, entre realidad y sueño, entrepalabras pronunciadas y sentidas, la sombra guía a Pepe una cortadistancia por el laberinto. Luego aparece otra sombra con gorro pequeñoy una pluma (de los poetas), y después otra de un fraile viejo yencorvado (de los santos). Todas las sombras son benévolas y todas hansido víctimas de alguna violencia, un acusado presentimiento del destinoque espera a nuestro valiente protagonista. El miedo se ha apoderado dePepe, pero él logra vencerlo. El se considera vencedor de las pruebas alas cuales se ha sometido, y por lo tanto experimenta de nuevo lasensación de haber logrado sus metas y de haber alcanzado las variasetapas de su vida, ahora en un plano más profundo, más universal: "Alsanto lo mataron, al poeta lo mataron, al héroe lo mataron. Yo soybastardo, héroe y poeta. ¿Me matarán a mí? Aunque me maten, no tengomiedo" (150). Cuando la sombra de un fraile muy gordo aparecebailando grotescamente y burlándose de los héroes, santos, y poetas delmundo, todos ellos víctimas de una muerte prematura, Pepe ya tienebastante fuerza, coraje y madurez para poder no hacerle caso. Tampocole dan miedo la cuerda de los ahorcados ni las serpientes. De nuevo serealiza una serie triple. Antes, Pepe se había probado a sí mismo en suvalor como dios del amor, de las dominaciones y del saber. Luego sehabía mostrado por sus acciones digno de tales denominaciones ante losdemás. Así el "ello" y el "yo" como pasos psicológicos sucesivosquedaron desarrollados. Por fin hay la gran aventura de la galería, peroésta tiene lugar mucho más en la mente del protagonista que en elambiente oscuro y misterioso mismo. En realidad, representa una especiede lucha interna con los conceptos de las categorías de santos, héroes ypoetas; la victoria en la galería simboliza el éxito que ha realizado Pepeal desarrollar un sistema interno, una conciencia, o sea un "super-yo." Yano va a reaccionar puramente por razones exteriores; una voz interiorempieza a dirigir sus actitudes y sus actividades. Pepe ya es capaz de

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responder según su concepto de justicia y bondad, y sin ningún otromotivo ni mayor pago que la satisfacción de haber actuado de unamanera recta.

He aquí la importancia de la escena, a primera vista una especie deanticlímax, del mendigo ciego a quien le ayuda Pepe a volver a su cueva,buscándole algo que comer y preparándole un buen fuego para quepueda calentarse. Si antes las sombras le guiaban a Pepe por la oscuridadde la galería, ahora a él le toca guiar a otro por la oscuridad de suceguera. El viejo se encuentra en este apuro porque alguien, probable-mente Carrasco, le ha robado el perro que le había servido de guía antes.La pelea entre Carrasco y Pepe, pues, tiene que ser considerada a la luzde esta perspectiva. Reacciona Pepe sólo cuando Carrasco alude a supropio papel en el robo y la matanza del perro del ciego. Así, existe laposibilidad de que le reacción física y agresiva de Pepe sea impulsadapor un sentido particular de ultraje y la necesidad de buscar justicia ennombre del ciego. En otras palabras, tanto el "super-yo" como el "yo"pueden ser operantes aquí.

Terminan el relato y su visión sintética del desarrollo de un individuoen sentido tanto psicológico y filosófico como simbólico y ritual, y paraseñalarlo más claramente, marca el autor otro cambio de tiempo y lugar:empieza a hacer frío y Pepe es trasladado a un colegio en Reus para serinternado y educado.

Las últimas palabras de la novela prometen la continuación de ladinámica viquiana al hacer eco de la desilusión ya planteada al comienzodel relato, y de esta manera cierra el círculo narrativo de la marcha delser humano, y con él, de toda una sociedad.

Notas

1 La rebelión de las masas (Madrid: Espasa-Calpe, S.A., 1972) 152.2 Giambattista Vico, The New Science of Giambattista Vico, trads. Thomas G.

Bergin y Max H. Fisch (Nueva York: Comell Univ. Press, 1948), S498. En losucesivo, todas las citas se referirán a esta edición, y el número del axiomaformará parte de la cita misma. Vale citar a Ortega y Gasset en un particularpara señalar la proximidad de teorías y de siglos: "...la trasposición de las tresedades a cada ciclo histórico nacional. Todo pueblo tiene su edad antigua, suedad media, su edad moderna. Con este uso cambia por completo el sentidode la periodización tradicional, y sus tres estadios dejan de ser rótulos

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externos, convencionales dialécticos, para cargarse de un sentido más real ycomo biológico. Son la infancia, la juventud, la madurez de cada pueblo." ["Elocaso de las revoluciones," El tema de nuestro tiempo (Madrid: Revista deOccidente, 1961) 131].

3 Ramón Sender, Crónica del alba, ed. Florence Hall (Nueva York: Appleton-Cenrury-Crofts, Inc., 1946) 6; y todas las citas que se hagan en lo sucesivo sereferirán a esta edición, y el número de página formará parte de la citamisma.

4 Arthur T. Jersild, Child Psychology (New Jersey: Prentice-Hall, Inc., 1960) 122.

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