109IEV

archidiócesisVALLADOLID

IGLESIA EN VALLADOLID

PUBLICACIÓN ESPECIAL

JUNIO2009 [En la despedida de D. Braulio Rodríguez Plaza]

CARTA PARA UNA DESPEDIDA [3]: ”QUIERO TENEROS A TODOS EN MI CORAZÓN” n DEL DUERO A TOLEDO [4-5]: BREVESTESTIMONIOS QUE NOS RECUERDAN LOS CUATRO DESTINOS EPISCOPALES n ADMINISTRACIÓN DIOCESANA [6-7]: MUCHAS

PERSONAS AYUDAN A UN OBISPO EN LA GESTIÓN DIARIA DE UNA DIÓCESIS n ENTREVISTA [12-13]: PUNTO Y SEGUIDO ENLA ACTIVIDAD PASTORAL DE D. BRAULIO n PARA LA HISTORIA [20]: RETRATO DE UN OBISPO QUE SE DESPIDE

editorial

los fieles de Valladolid, Don Braulionos ha dejado un tesoro doctrinalimpagable, en unidad inquebran-table con el Magisterio de la Igle-

sia, para vivirlo personalmente y paratransmitirlo a los demás con alegría e ilusión,según reza en su lema episcopal “ no me aver-güenzo del evangelio”. Hay muchos mas aspectos que caracterizan a DonBraulio entre los que destaca su defensa de lavida humana sin fisuras, desde su principio hastael fin, frente a la cultura “progre” de la muerte.También llama la atención el cuidado y esmerocon que prepara la liturgia, en los actos de cultoal Señor y a Nuestra Madre Santísima, sin escati-mar ni el tiempo ni la solemnidad requeridas.Pero si hay algo que le preocupa como arzobispoes la transmisión de la fe en la familia, para locual siempre ha estado animando a los padres ano caer en el desaliento de este deber sagrado,sobre todo con los jóvenes.Y, finalmente, también le ocupa muchas de susoraciones las vocaciones sacerdotales, de reli-giosos, y laicos comprometidos, a los que siem-pre estimula para que no les falte la alegría en eldesarrollo de su ministerio.

La portada

Celebración

de despedida

de D. Braulio

(Valladolid)

n 7 de Junio18.00 h.S. I. Catedral de Valladolid(Se ruega llegar al Templocon antelación para evitaraglomeraciones)

Celebración

de toma

de posesión

de D. Braulio

(Toledo)

n 21 de Junio18.00 h.S. I. Catedral de ToledoInformación: 983.21.79.27

Don Braulio Rodríguez Plaza dejanuestra diócesis castellana para

ocuparse de la diócesis primada deEspaña: Toledo. Desde la redacción

de Iglesia en Valladolid queremos sumarnos a la gratitud que elevamos

al Buen Pastor por habernos permitido compartir con nuestro

arzobispo los desvelos de su actividad pastoral.

Con este número especial de la pu­blicación diocesana pretendemos

celebrar, agradecer y recordar en elSeñor, tantos acontecimientos

vividos en estos siete años.Con la fotografía de la Portada

hemos querido reflejar el sentimiento de familia eclesial que

Don Braulio nos ha sabido transmitircon su propia vida.

Al felicitar a nuestro arzobispo porsu nuevos destino, renovamos

nuestro afecto y adhesión a quiennos ha guiado en nombre del Señor.

Sabe que puede seguir contandocon nuestra oración

8/11Coordenadas

Pastorales

14/15Vida

Sacerdotal

16/17Espiritualidad

18/19En la distancia

corta

Edita: Archidiócesis de Valladolid - Delegación Diocesana de Medios de Comunicación Social - Tfno 983.217.927 - C/ San Juan de Dios, 5 . 47003 Valladolid Delegado Diocesano: Jorge Guerra Matilla Colaboradores: Javier Burrieza Sánchez, Marta Garay Fernández, Pedro J. HerráizMartínez, José Ramón Peláez Sanz, Miguel A. Aguilar Agenda y hemeroteca: Pilar Andrino Fotografía: Angel Cantero Suscripciones: Mª Pilar de Pablos www.archivalladolid.org - iev@archivalladolid.orgImprime: Imprenta MAAS Maquetación: EdA Depósito Legal: VA-410-2002 ISSN: 1696-7127

Iglesia en Valladolid n ÉPOCA II

JUNIO2009 [En la despedida de D. Braulio Rodríguez Plaza]

IEV

109

SUMARIO

A

JUNI

O200

9

CARTA PARA UNA DESPEDIDA

“QUIERO TENEROS A TODOSEN MI CORAZÓN”

is queridos hermanos yamigos: ¿Cómo despedirsede los que durante más deseis años han sido el centrode mi vida, de mi preocu-

pación y quehacer pastoral? ¿Podría ha-cerlo sin más, fríamente, sin alteraciónde mis sentimientos? He llegado a la con-clusión de que no sé despedirme de losque he sido Obispo, y no creo queaprenda. Así que hablaré con el corazón,sin preocuparme demasiado de la forma,como se habla a los amigos, a los hijos, alos hermanos, a los que conmigo habéisvivido estos años intensos de vida de laIglesia de Valladolid.

Quiero teneros a todos en mi cora-zón: a D. José Delicado Baeza; a los fie-les laicos y a las familias de Valladolid; alas religiosas, de vida contemplativa o enla vida apostólica más directa, viviendovuestro carisma. Sabéis que he respetadoesa consagración bautismal que os da unamanera de ser propia en la Iglesia; a losreligiosos, tantos de vosotros sacerdotes,que trabajáis en tan gran número en estaIglesia de Valladolid; a vosotros, sacerdo-tes y diáconos, sin los cuales no es posi-

ble la vida de nuestras comunidades, sa-cerdotes de Jesucristo, tan necesariospara la vocación de los demás cristianos.No sé cómo agradeceros tantas cosas; talvez sólo diciéndoos que os respeto y pidopor vosotros. No será fácil que me olvidede vosotros y os reconoceré cuando osvea.

Habéis tenido un arzobispo concreto,que no se ha escapado de los encasilla-mientos al uso, que tanto nos despistan.Un obispo, sin embargo, de carne y huesoy, por tanto, con sus debilidades, sus li-mitaciones, pero con deseo grande demostrar el amor de Jesucristo a la huma-nidad, de anunciar la vida nueva quesurge del misterio pascual, una vida quenos hace coherentes, seres nuevos, quese posicionan en la vida desde el Señoren la Iglesia y que nos proporciona la fe-licidad y la alegría de confiar en el Padrede los cielos, y el empeño de acercarnosa los demás con respeto y amor, sobre

todo a los más necesitados; una vida quebulle en nosotros y por eso queremostransmitirla a las nuevas generaciones ycuidarla en los que empiezan, seres hu-manos desde la concepción, y en los queterminan la aventura de los humanos almorir. Una vida que, recibida gratis en elBautismo y la Confirmación, crece ennosotros por la Eucaristía, sobre todo ladominical y se sana cuando pecamos, porel abrazo del Padre en el sacramento dela Penitencia.

Sabemos cuantos formamos la Iglesiaque somos débiles, que no somos unaélite, ni los puros, pero queremos ser laEsposa de Cristo, su Cuerpo, su Pueblosanto, donde somos amados por lo quesomos, no por lo que tenemos, dondetodos tenemos un papel que realizar,donde nadie es más que nadie, donde loparticular no se opone a lo universal, niestas comunidades a aquellas. Somos elPueblo de la comunión, en la que puedehaber discrepancias, pero no rupturas,donde Cristo con su Espíritu supera con-trarios, presididos por el Obispo y por laIglesia que tiene la primacía de la cari-dad, en la que hoy vive Pedro, el PapaBenedicto.

Todo esto ha sido mi empeño en estos6 años, y algo más de 8 meses. Esta her-mosa realidad, nunca conseguida, siem-pre buscada, ha dado sentido a mi vida yha sido apasionante, sin pedir en exceso,sin dejar el empeño de cada día, con-fiando en Jesucristo y su amor, confiandoen vosotros, tal vez enfadándome en oca-siones, pidiendo al Señor salir de desáni-mos y estrecheces de corazón. Lo hepasado bien, con gozos y dolores, peroprevaleciendo los primeros.

Ahora tengo que ir a otra Iglesia; físi-camente un poco lejos, en el corazónmuy cerca; es momento de decir adiós,pidiéndoos me perdonéis mis pecados, micansancio en serviros, mis imprudencias omi falta de arrojo y audacia para mejorarlas cosas. Al final, sólo os digo que osllevo dentro y os quiero. Así de sencillo.Pido por vosotros a Cristo, el Señor denuestras vidas, nuestro Salvador, y a suMadre, María, que siempre nos precedecomo peregrina en la fe n

D. Braulio Rodríguez Plaza, Administrador diocesano de la Diócesis de Valladolid

M

OS PIDO PERDÓN POR MIS PECADOS,POR MI CANSANCIO Y POR MI FALTA DEAUDACIA PARA MEJORAR LAS COSAS

Miguel Ángel Soria (Pintor)

Todo un reto, ¡bendito sea!

El encargo profesional es un actode confianza hacia la persona que

lo ejecuta. Pero hay ocasionesmuy especiales que no quedan

meramente en eso. Me refiero a losucedido hace unos días. Una llamada mucho más

trascendente de lo cotidiano me comunicó que yo

iba a ser el afortunado de realizar el Retrato Oficial del que ha sido nuestro arzobispo: D. Braulio Rodríguez Plaza.

Lo que sentí en ese momento no es fácilde explicar: por una parte

una responsabilidad muy grandeante la historia y por otra una profunda ilusión de tener el honorde retratar sobre el lienzo los rasgos de una gran personalidadde nuestra Iglesia diocesana.Supone, pues, un reto artísticoque no siento ningún miedo enafrontar. He tenido la oportunidad

de tratar personalmente a D. Braulio yeso es muy importante para reflejar enun cuadro mucho más que un rostro. Encomiendo al Espíritu Santo este momento tan especial de mi carrera.

2I3

> Diócesis de Salamanca> Diócesis de Osma-Soria

IEV

109

DEL DUERO A TOLEDO

Miguel Ángel Aguilar Paunero .

Un 13 de noviembre de 1987era nombrado Obispo deOsma-Soria un sacerdote

de 43 años, madrileño de origen ysencillo de actitud.

Hay un dicho popular queafirma que las cosas sencillas sonlas más difíciles de explicar, y másaún, si se trata de condensar enunas breves líneas, aspectos deuna persona querida y respetada,a la que has tratado durante algu-nos años con confianza y familia-ridad.

Desde su toma de posesióncomo Obispo de la diócesis so-riana, pienso que en la persona deD. Braulio, se pueden apreciar dosvertientes absolutamente insepa-rables y complementarias, queson las de D. Braulio-hombre y lade D. Braulio- padre y pastor dealmas. Es más, esta característicade su personalidad estoy segurode que se fue forjando desde suprimer destino como párroco depueblo.

Con respecto a la primera des-tacaría una personalidad dotadade un notable atractivo y simpa-tía personal, que facilita el accesoa su persona, para tratar con todoel mundo cualquier tipo de pro-blema, independientemente de sucondición social, clase, sensibili-dad religiosa, etc. con total cer-canía y confianza .Su capacidad

de trabajo, un día tras otro, esotro aspecto a destacar, por losque conocemos un poco su agendadiaria personal, que deja libremuy pocos huecos para su des-canso individual.

Respecto a la vertiente depadre y pastor de almas, destaca-ría sus cartas semanales radio-di-fundidas por la COPE losdomingos, que tuvieron su origenen la diócesis de Osma-Soria.

Desde su etapa como Obispode Soria y luego en Salamanca yValladolid le ha dedicado todo eltiempo que ha podido a estar pre-sente en las reuniones de la Cári-tas Regional, a las que ha asistidode forma puntual y constante,siendo las menos las reuniones enlas que tuvo que excusar su pre-sencia. En todo momento procu-rando expresar siempre la palabraadecuada a cada situación que seplanteaba.

En fin, hay sin duda más as-pectos relevantes de Don Braulio,pero uno más me gustaría desta-car: su sentimiento de pena ydolor cuando no puede atender uncompromiso, cuando no puede vi-sitar a alguna persona enferma ocuando tiene que corregir a al-guien que no opina como él. Paratodos desea ser un “padrazo” quesolo anhela el bien y la felicidadverdadera para cada uno.

Este es un artículo extraño.Por su principio y, como severá después, también por su

final. En sentido amplio, está con-cebido por el corazón de una granfamilia que, en la diócesis de Sala-manca y a semejanza de la saga ci-nematográfica de los años 60, sufrióy gozó con los avatares cotidianosde la vida; en nuestro caso, de lavida buena que regala el anuncio dela Buena Nueva.

Allí, conocimos a Don Braulio:entre los micrófonos de COPE, losdesvelos por la Ponti y las obras dela nueva Casa de la Iglesia. Con elatrevimiento propio de la juventud,ya madura, inundamos la Delega-ción de Medios de chicos y chicas,aún más jóvenes que nosotros, quecon desparpajo querían ser instru-mento de comunicación para unmundo que, a finales de los 90,(1995) mandaba signos inequívocosdel olvido de Dios. Don Braulio fuepadre y pastor para ellos; un pu-ñado de veinteañeros que cursabanPeriodismo y que abrían los ojoscomo platos ante el Misterio (de laComunicación). Les conocía por sunombre, participaba en las comidasde trabajo y pasaba cada semanapor COPE para acompañar la redac-ción de sus titulares.

Con la misma cercanía, fue tam-bién padre y pastor para nosotrosque, en aquella coyuntura privile-giada, iniciamos un camino de amor,enraizado en el Amor, con mayús-

cula. Los arriba firmantes (que sedice administrativa, pero tambiénliterariamente) tuvimos a Don Brau-lio como compañero de camino ycomprendimos, en primeras perso-nas, cómo se hacía vida el dichodiocesano que abundaba y sosteníaque el obispo era uno más de la fa-milia. Valga el ejemplo, bien signi-ficativo, de que un 31 de mayo delaño 2003, en pleno tiempo pascual yen vísperas de la Jornada Mundialde las Comunicaciones Sociales, DonBraulio quiso bendecirnos personal-mente y, siendo ya Arzobispo de Va-lladolid, ofició el Sacramento denuestro matrimonio. Antes, había-mos preparado con él cada detallede la ceremonia, desde el Evangeliode las Bienaventuranzas hasta elvelo que, en un guiño al rito his-pano-mozárabe que con tanto mimócuidó en salamanca, nos unió parasiempre de la cabeza al hombro.

Después, nosotros continuamoscamino en Madrid y Don Braulio si-guió nuestros pasos con la mismacomplicidad y cariño de siempre.Por eso, en sentido estricto, estasencilla memoria está firmada con-juntamente por Amparo e Isidro ylate a cuatro corazones: los nues-tros, el de Ángel, que empieza apreguntar por “la Resurrección deJesús”, y el de Irene, que garabateacon fuerza; la misma que pone en lagarganta cada noche cuando su her-mano reza ordenadamente el PadreNuestro y ella grita amén.

Amparo Latre e Isidro Catela (y Ángel e Irene Catela Latre)

La Casa de la Iglesia dela diócesis de Salamancaestá ubicada en el edificio

histórico de Calatrava

UN HOMBRE SENCILLO LA FAMILIA Y UNO MÁS

La Catedral de Burgo deOsma rezuma carácter

cisteciense por todos suscostados

Antonio, cardenal Cañizares LloveraPrefecto de la Congregación para el Culto Divino

y la Disciplina de los Sacramentos.Administrador Apostólico de Toledo

El Papa Benedicto XVI, en su bondad y sabiduría, en su solicitud por todas las iglesias, ha designado para esta entrañableArchidiócesis de Toledo, Primada de España, a un buen pastor, D. Braulio Rodríguez Plaza.Le damos nuestra más cordial bienvenida, le acogemos de todo corazón con los brazos abiertos y llenos deesperanza, porque es enviado de Dioscomo sucesor de los Apóstoles.D. Braulio conoce y quiere bien a la diócesisde Toledo, incluso lleva en sus venas sangretoledana. Sabe que es enviado a una diócesis que se extiende por las llanuras deLa Mancha, las tierras de La Sagra, los campos de Talavera, Torrijos y Fuensalida,por los Montes de Toledo y la Sierra de SanVicente, por las comarcas extremeñas tanentrañables de “La Siberia”, Herrera y Guadalupe, y por la Ciudad Imperial y sus al­rededores. Sabe que viene a una diócesis con notablevitalidad, manifestada en su seminario, ensu presbiterio, en su espíritu misionero, asícomo en la vida consagrada, con más decuarenta monasterios de vida contemplativa, o en un laicado que vive sufe en familias cristianas, en movimientosapostólicos, en compromisos sociales y decaridad, educativos y culturales.Que le ayuden en su ministerio apostólicolos santos y santas toledanos y encomiendoy la maternal solicitud de la Virgen María.

José AndrésCabrerizo

Manchadoha aprendido de

D. Braulio el cuidado

de los actos litúrgicos y,

en especial, loscelebrados en la

S.I. Catedral

Archidiócesis de Toledo> Archidiócesis de Valladolid

4I5

JUNI

O200

9

DEL DUERO A TOLEDO

Seis años y ocho meses des-pués de hacer su entradaen la Archidiócesis del Pi-

suerga (2002) y de tomar posesiónde la misma en su inacabada Ca-tedral, Monseñor Braulio Rodrí-guez Plaza emprende de nuevo elcamino para hacerse cargo de laSede Primada de las Españas en laDives Toletana, pasos que siglo ymedio antes recorrió el CardenalMoreno Maisonave.

Muchas cosas diferencianestos dos traslados: Valladolid yano es aquella pequeña diócesis,recién erigida en metropolitana;Toledo ya no es la cumbre de lacarrera eclesiástica en España;pero, sobre todo ha cambiado lamanera en que los obispos se re-lacionan con el pueblo que tienenencomendado. La escasez de apa-riciones públicas en el pasado yel ceremonial con que eran reci-bidos los prelados en cada una desus visitas ha dado paso a un tratomás cercano, donde el príncipe seha convertido en padre.

D. Braulio es un ejemplo deesto. Si de algo puedo dar fe enestos más de seis años en la Se-cretaria particular del Arzobispo,ha sido de esa constante disponi-bilidad que, incluso, en algún mo-mento he llegado a considerarexcesiva. Allí donde había lamenor posibilidad de estar, por in-significante que pudiera parecerun acto o un lugar, se hacía pre-sente Monseñor Rodríguez Plaza siera requerido para ello. No pocasveces se nos han planteado pro-blemas de agenda por esa perma-nente generosidad en su tiempo.

Sin perjuicio de lo anterior megustaría resaltar de la personali-dad del hasta ahora Arzobispo supreocupación constante por ladignidad y belleza de las celebra-ciones litúrgicas en general y de

nuestra Catedral metropolitanaen particular; tarea en la que mehe querido involucrar con todo miser (a pesar de las críticas queambos hemos recibidos inclusopor parte de los propios sacerdo-tes) desde la doble perspectiva deceremoniero personal y de Canó-nigo Prefecto de Liturgia. Unabuena celebración es, a mi modode ver, la mejor catequesis quepuede recibir el pueblo cristiano,pues transparenta el misterio deDios haciendo más perceptible lagracia que los sacramentos nostransmiten. En este sentidopienso que uno de los momentosmás tristes para D. Braulio fue lamala acogida de unas instruccio-nes litúrgicas que, de modo pri-vado, dirigió a los sacerdotes casial comienzo de su estancia en Va-lladolid y que alguien con mala in-tención filtró a los medios decomunicación.

De cualquier modo no me gus-taría que esta pequeña colabora-ción en nuestra revista diocesanase entendiese como un ejerciciode adulación. Como dijo Napoleón“Ningún hombre es grande para suayuda de cámara”. Pero esas otrascosas quedan para la propia me-moria.

José Andrés Cabrerizo Manchado, Secretario particular de D. Braulio en Valladolid

AL FINAL DE UN PONTIFICADO

Félix López Zarzuelo: Lo que mejor ex-presa mi relación y trabajo pastoral con D.Braulio es algo que nos dijo a los sacerdotesy diáconos en la Homilía de su toma de po-sesión de esta Archidiócesis: "Sólo es verda-dero sembrador de esperanza el Obispo quededica una atención especial a sus curas,estableciendo con cada sacerdote una rela-ción cordial, directa, sencilla, de confianzay de confidencia". Esto hizo surgir en nos-otros afecto, fidelidad y lealtad.

Francisco Javier Mínguez Núñez: ComoCanciller-Secretario del arzobispado he po-dido disfrutar de la proximidad a la personay al ejercicio del ministerio episcopal de D.Braulio, lo cual me ha permitido compartircon él muchos momentos intensos y expe-riencias inolvidables.

José María Conde Pobes: Me gustaría des-tacar la austeridad de D. Braulio con su per-sona y su generosidad con los demás. Elprograma para el sostenimiento de la Igle-sia católica lo asumió con ilusión desde elprimer momento y en todas las inversionesque se han hecho en templos y locales habuscado la corresponsabilidad económicade la comunidad. En lo personal siempre leagradeceré que me permitiera acompañarleen su visita Ad limina a Juan Pablo II.

Sebastián Centeno Fuentes: En las cele-braciones de grandes solemnidades presidi-das por él en la Catedral, D. Braulio nos hadado un gran ejemplo de respeto a la litúr-

gia, lo cuál no le ha impedido ser muy cer-cano a todos los asistentes y verdadero mo-delo de piedad. Desde el Cabildo,agradecemos especialmente que se hayapodido adquirir el nuevo órgano Allen, sinel que las celebraciones carecerían de lanecesaria participación del pueblo. Y agra-decemos, también, su intensa participaciónen los Oficios de Semana Santa, acompa-ñándonos y presidiendo nuestros cantos yrezos en días tan señalados.

José Luis López Zubillaga (Vicario Judi-cial): Dentro de la pastoral diocesana elTribunal eclesiático realiza una funciónpeculiar. Las causas de nulidad matrimo-nial y los procesos de canonización cons-tituyen su principal servicio eclesial.Desde su corazón de pastor, D. Braulio hasabido comprender continuamente las di-ficultades que el ejercicio de la justiciacomporta. Preocupado en todo momentopor el matrimonio y la familia, así comotambién por la promoción de la santidadde los fieles cristianos, ha ejercido siem-pre la suprema dirección del Tribunal dio-cesano con magnamidad y comprensiónpara las dificultades de los matrimoniosen grave crisis. Igualmente ha sabido pro-mocionar entre los fieles el anhelo desantidad, promoviendo las causas de ca-nonización de algunos fieles cristianos denuestra diócesis para que un día, si así loestima l aIglesia, puedan ser propuestoscomo intercesores ante el Pueblo deDios. En todo caso, desde el Tribunal dio-

ADMINISTRAR UNA DIÓCESISY MUCHO MÁS...

IEV

109

ADMINISTRACIÓNDIOCESANA

Félix López ZarzueloVicario General

“Tanto en nuestras reuniones del Consejo Espicopal como en mi relación personal, D. Braulio se mostró siempre cordial, sencillo, cercano, dando siempre confianza. Ysi en alguna ocasión veía en los Vica­rios preocupación por algo, él erasiempre el primero en animarnos”.

Fco. Javier Mínguez NúñezCanciller - Secretario

“La cercanía y el testimonio de vida íntegra de D. Braulio me han ayudado a crecer en mi vocación yministeriomsacerdotal, y en el amora nuestra Iglesia diocesana. Por todoello, le estoy sinceramente agradecido y le deseo lo mejor comopastor de la Iglesia de Toledo”.

1

2

3

aunque siempre se queja de que no tienetiempo para saber más de internet, delcorreo electrónico,... Por eso, siempreha pedido ayuda cuando ha tenido algunadificultad técnica, reconociendo con hu-mildad sus limitaciones en el terreno in-formático y dejándose ayudar.

Miguel Ángel Aguilar Paunero (volunta-rio): Sólo puedo dar muchas gracias a D.Braulio por haberme otorgado su con-fianza y cariño. Estoy seguro de que elSeñor y la Virgen María le ayudarán en sunueva responsabilida pastoral.

Marta Garay Fernández (periodista): D.Braulio siempre ha mostrado una disposi-ción ejemplar para atender mis llamadasy aclarar las dudas que los medios de co-municación de Valladolid han tenido

sobre los temas de actualidad.

Gemma Delgado Andrés (administra-tiva): D. Braulio siempre se ha preocu-pado por el buen ambiente en nuestrotrabajo y esta cercanía ha sido para miuna experiencia muy gratificante.

Josefina Barrientos Santos (recepcio-nista): Como sacerdote, D. Braulio me hademostrado cada día su amor por Cristo.En el trato con las personas me gustaríadestacar que no ha escatimado tiempopara recibir y escuchar a todos cuantoshan querido hablar con él.

Mª Pilar de Pablos Otero (secretaría):Vamos a echar mucho de menos a D.Braulio, su cariño, su comprensión y sucapacidad para animar siempre.

1. José LuisLópez Zubillaga;2. Mateo Marcosy Luis Garrido;

3. José Emilio Mori;

4. Miguel ÁngelAguilar Paunero;5. Marta GarayFernández y

Gemma DelgadoAndrés;

6. Josefina Barrientos

Santos; 7. Pilar de

Pablos

6I7

JUNI

O200

9

Jose María Conde PobesEcónomo

“D. Braulio es un hombre que me hadado mucha confianza

y seguridad para llevar la gestióneconómica de la diócesis. En los

temas más delicados, escucha atentamente las diferentes

alternativas y toma una decisión sinalargarlos innecesariamente”

Sebastián Centeno FuentesDeán de la S.I. Catedral

“La experiencia que tengo,comoDeán de la S.I. Catedral

vallisoletana, de la convivencia connuestro querido D. Braulio ha sido

muy potiva: siempre ha estado atento a las necesidades delCabildo desde el respeto a nuestra

libertad de opinión”.

cesano queremos a gradecer a D. Braulioel paternal afecto con que siempre nosha tratado. Es nuestro deseo que el Señorle siga llenando de ese carisma de cariñoy comprensión que nos ha demostrado.

Mateo Marcos y Luis Garrido (Notaría):El trabajo que hacemos en la Notaría esbastante monótono y por ello, cuando D.Braulio se acercaba por nuestro despachopara interesarse por nosotros, lo cual hahecho en numerosas ocasiones, siempreera para ayudarnos a sentir que resolvereficazmente a las personas el papeleotambién es un servicio a la Iglesia.

José Emilio Mori (informático): Me hallamado la atención el interés de D. Brau-lio por estar al día en lo relativo a lasnuevas tecnologías. Aprende muy rápido

4 5 6

7

NO ES TIEMPO DE BRAZOS CRUZADOS

Jesús Fernández Lubiano,delegado diocesano de Familia y Vida

“ADMIRO A LOS MATRIMONIOS, QUE LLEVÁIS EL PESO DE LA FAMILIA Y LA CRIANZA DE LOS HIJOS EN UNA VOCACIÓN DE AMOR PRECIOSA QUE OS HACE GRANDES; Y, SI SOIS MAYORES, ADMIRO EL EJEMPLO

QUE OFRECÉIS DE FIDELIDAD Y PRESENCIA CALLADA, QUE TANTO BIEN HACE A LOS HIJOS YA MAYORES E INDEPENDIENTES” (D. BRAULIO RODRIGUEZ PLAZA)

COORDENADASPASTORALES

IEV

109

Preocupado por la situación de lafamilia en nuestra sociedad,D.Braulio ha sido un obispo muy

vinculado a la pastoral familiar. Durante mucho tiempo estuvo en la

subcomisión de familia y vida de la con-ferencia episcopal española. En Vallado-lid hemos podido comprobar supreocupación pastoral por la familia y lavida humana. No corren tiempos muy fa-

vorables para la familia y la vida hu-mana. Describen muy bien la situaciónaquellas palabras de Jesús, invitando acuidarse de los falsos profetas que vie-nen a vosotros con disfraces de ovejas,pero por dentro son lobos rapaces (cf.Mt 7,21). Ya sabemos de las bondades dela cultura dominante que patrocinannuestros gobernantes que favorecenpretendidas libertades e ilusorios pro-

gresos, pero son lobos disfrazados decorderos. D. Braulio ha sido un pastorceloso y valiente; su palabra ha sidoconstante para exponer con claridad laverdad sobre el hombre, sobre la fami-lia, sobre la vida para denunciar y des-enmascarar la falsedad y la mentira. Enmuchas ocasiones y con insistencia lo harepetido, esta no es una cuestión reli-giosa, como si fuera algo propio de los

creyentes, sino algo verdaderamentehumano, “La felicidad se basa en la ver-dad, y es imposible fabricar la verdad osometerla a los propios caprichos, aun-que así lo venimos haciendo los huma-nos desde que aparecimos en estatierra. La verdad se nos da y hay que in-clinarse ante ella…. El hombre no puedeconquistar la verdad; frente a la verdades sólo un mendigo que debe servirla”.

(29-12-2002). No es este el lugar parahacer un repaso sobre sus cartas pasto-rales o sus escritos que son abundantesy valientes. En nuestra parroquia de laSagrada Familia, ha celebrado en algunaocasión la fiesta de la Sagrada Familia yel comentario habitual de los fieles erala claridad y valentía con que D. Brauliohablaba sobre la familia. Cómo no re-cordar aquí su apoyo siempre cercanoa la delegación de Familia y Vida, suparticipación en la Semana de la Fami-lia que siempre inauguraba y clausurabay seguía su desarrollo con interés, enocasiones con su presencia espontánea.En Valladolid siempre quedará su re-cuerdo por iniciar el Centro de Orien-tación Familiar (COF), una obranecesaria desde hacía tiempo y que D.Braulio ha apoyado y animado con vivointerés.

De San Pablo tomó su lema episco-pal, “no me avergüenzo del evangelio”y que el mismo Apóstol recordaba a Ti-moteo: “no te avergüences, pues, ni deltestimonio que has de dar de nuestroSeñor, ni de mí, su prisionero; sino, alcontrario, soporta conmigo los sufri-mientos por el evangelio, ayudado porla fuerza de Dios” (2 Tm1, 8) y meatrevo a afirmar que en Valladolid D.Braulio lo ha vivido y hemos sido testi-gos; porque no se ha avergonzado depredicar el evangelio del matrimonio yde la familia, el evangelio de la vida.Reconociendo la difícil situación, nocayó en el pesimismo, sino que siempreanimó a rezar y a trabajar, porque no estiempo de brazos cruzados. Gracias D.Braulio por el cuidado pastoral dedicadoa la familia n

FAMILIA Y VIDA

Desde el Centrode Orientación

Familiar diocesano

D. Braulio ha impulsado el

Proyecto“Aprendamos

a Amar”

MANOS

UNIDAS

Recuerdo los primeros días de lallegada de D. Braulio a Valladolid,en el otoño del 2002. Le recuerdo

como una persona alegre, cordial yagradable en el trato. Recuerdo tam-bién las conversaciones concernientes alnombramiento como Director de Cáritasy la confianza que puso en mí al con-fiarme esta misión en la Iglesia de Va-lladolid. Sirva este sencillo artículo paradarle las gracias.

Por lo que respecta a su participa-ción en la vida de Cáritas Diocesana, haestado presente en muchos de los Con-sejos Diocesanos (cuatro al año), asícomo en las reuniones del Patronato dela Fundación el Mandamiento Nuevo,(dos por año) y en la Asamblea Generalde Cáritas frecuentemente celebrada enVillagarcía de Campos. Con especialemoción recuerdo su despedida de todoslos agentes sociales de Cáritas en el en-cuentro diocesano celebrado el pasadodía 16 de mayo.

Verle y sentirle a nuestro lado ha sig-nificado que Cáritas, y todos sus miem-bros en Valladolid, hemos crecido yprofundizado en la vivencia y proyec-ción de la caridad. No sólo son impor-tantes las obras materiales, fáciles derecordar, sino también la solicitud y elcuidado que se pone para que estecampo de la vivencia eclesial sea vivo yevangelizador.

Como hitos especiales recuerdo lainauguración del Centro Integral de Em-pleo en octubre de 2003, sus palabrasde ánimo cuando se decidió prolongar eltrabajo en poblaciones importantes dela Diócesis como Medina del Campo, La-guna de Duero o Iscar en el año 2005 así

como la proyección social de la acciónde Cáritas a través de los medios de co-municación social como son el propioBoletín y la página Web. Su respeto yapoyo en la ampliación y reforma de lared de casas de acogida, en 2004 – 07, yúltimamente en la puesta en marcha deuna empresa de inserción sociolaboral,Arco Iris Prolava, y la ampliación delcampo de acción de la Fundación elMandamiento Nuevo; también es de va-lorar su apoyo decidido como Presidentede la Fundación Emilio Alvarez para quepor fin Cáritas cuente en Valladolid conuna infraestructura adecuada a sus ne-cesidades y una sede digna.

Le agradezco su presencia y cerca-nía, su cordialidad, su insistencia en laesencialidad de la dimensión de caridadque tiene la experiencia cristiana yeclesial, su ánimo y reconocimiento alos equipos de las cáritas parroquialesen las visitas pastorales, sus palabras deánimo en los momentos de dificultad.

Todos los miembros de Cáritas dio-cesana le deseamos lo mejor en su ser-vicio al Evangelio y a la Iglesia en tierrastoledanas n

CON SU PRESENCIA CONSTANTE, D. BRAULIO HA LOGRADO QUE CÁRITAS Y TODOS SUS MIEMBROS HAYAN CRECIDO Y PROFUNDIZADOEN LA VIVENCIA Y PROYECCIÓN DE LA CARIDAD, DIMENSIÓN ESENCIAL PARA UNA AUTÉNTICA EXPERIENCIA CRISTIANA Y ECLESIAL

8I9

JUNI

O200

9

Amparo Alijas PeñínEx-presidienta de Manos Unidas

en Valladolid

Hacía unos meses que había sidonombrada Presidenta de ManosUnidas en Valladolid cuando D. Braulio tomó posesión. Recuerdoel día de su primera eucaristía en laCatedral, cuando pasamos los fielesa saludarle y me presenté me dijo:pásate cuanto antes por el arzobispado, tenemos que hablar deManos Unidas.Así comenzó una relación que hadurado todos los años que D. Brauliolleva en Valladolid. Siempre ha estado cuando le hemos necesitado.Ha estado en todas las Eucaristíasdel lanzamiento de Campaña entodas las ruedas de de prensa, entodas las Asambleas. Para los miembros y voluntarios de MMUU,era una alegría que llegara el día dela Asamblea y D. Braulio estuvieraahí. Llegaba apresurado pero, unavez que llegaba, ahí lo teníamos casitodo el día para nosotros. La sobremesa era uno de los momentos más esperados: todo elmundo hablando con él, sin etiquetas, con esa sencillez que leengrandece. Terminó sabiendo dequé pueblo era cada persona; nosconoce a cada uno como el Pastorconoce a sus ovejas.Siempre nos ha dejado hacer y enmomentos duros ha estado dandoánimo y diciendo: ¡adelante!; No podríamos haber hecho todo loque hemos hecho sin su ayuda.

CÁRITAS TENDRÁ UNA SEDE DIGNA

Jesús García Gallo,director de Cáritas diocesanaCARIDAD

D. Braulioabrió una delas últimascampañas de Cáritas dedicada a laatención delos inmigrantesen tiemposde crisis

IEV

109

D. Braulio ha participado ennumerosos Encuentros diocesanos con jóvenes,y a muchos les conoce por su nombre

Jesucristo a través de la Iglesia. Una Igle-sia que se concreta en el grupo juvenil,en la parroquia o en el movimiento. D.Braulio conoce a muchos jóvenes denuestra diócesis, sabe sus nombres, esconsciente de sus situaciones personalesy de la dificultad para ser joven cristianoen nuestra sociedad actual. Y los jóvenesconocen a D. Braulio y han compartidocon él momentos importantes de oración,de vida, de experiencia de Dios, de di-versión, de peregrinación...

Fruto de ese conocimiento, D. Braulioha caminado con los jóvenes y los ha ser-vido. Como muestra una anécdota. El año2004 fue año santo compostelano y du-rante el verano un buen número de jóve-nes vallisoletanos realizó el Camino deSantiago. D. Braulio, como un joven más,también recorrió este camino. Durantetodas las etapas D. Braulio abandonó sucoche para caminar con los jóvenes, dia-logando con ellos, compartiendo la ruta,la comida, es esfuerzo, el sufrimiento, elcansancio, las conversaciones... Uno de

los días, a punto de finalizar la etapa co-rrespondiente, comenzó a llover intensa-mente. D. Braulio terminó su camino ytomó la iniciativa de coger su coche queestaba en el punto de llegada de la etapae ir a buscar a los jóvenes que estabanmás rezagados y más cansados y así acer-carlos a la meta del día. Los jóvenes va-llidoletanos, cuando iban en el coche,llamaban a sus familias a través del telé-fono móvil para decirles: “estamos ter-minando una durísima etapa del camino,pero no andando, el obispo ha venido abuscarnos y nos lleva en su coche, esnuestro chofer”. Esta vivencia sirve parailustrar el camino compartido de D. Brau-lio en la Pastoral Juvenil y su servicio alos jóvenes.

Desde la Delegación de Pastoral Ju-venil le deseamos a D. Braulio todo lomejor para esta nueva etapa del caminode la vida que va a realizar en la diócesisde Toledo, también allí conociendo, ca-minando y sirviendo a los jóvenes toleda-nos n

UN OBISPO PREOCUPADO POR LOS JÓVENES, QUE HA CAMINADO CON LOS JÓVENES Y HA SERVIDO A LOS JÓVENES

Si tuviéramos que sintetizar en unafrase la pastoral juvenil de D. Brau-lio en Valladolid durante esos siete

años podríamos decir que el Obispo ha es-tado preocupado por los jóvenes, ha ca-minado con los jóvenes y ha servido a losjóvenes.

Han sido abundantísimas las referen-cias de D. Braulio a través de sus cartassemanales, sus homilías, sus pensamien-tos, sus comentarios... a la realidad ju-venil en Valladolid con un deseo grande:que cada joven conozca más y mejor a

D. BRAULIO ES CONSCIENTEDE LA DIFICULTAD QUE SUPONE SER UN JOVEN

CRISTIANO EN LA SOCIEDADACTUAL. POR ESO, SIEMPRE

HA RESERVADO TIEMPOPARA COMPARTIR CON

MUCHOS DE ELLOS EL OBJETIVOS DE QUERER

REJUVENECER EL ROSTRO DE LA MADRE

IGLESIA Y EL DESEO DE SEGUIR A JESUCRISTO

COORDENADASPASTORALES

Jorge Fernández Bastardo,delegado diocesano de Pastoral Juvenil JÓVENES

10I11

JUNI

O200

9

D, BRAULIO HA ESCUCHADO, A QUIENES SE HAN ACERCADO A ÉL, CON UN SENTIDO DE ‘SABERSE SITUAR’ ANTELOS PROBLEMAS COTIDIANOS Y PARA FIJAR LOS CRITERIOS QUE PERMITEN IR DIBUJANDO EL FUTURO

LA EDUCACIÓN RELIGIOSA EN LA ESCUELA HA REQUERIDO MUCHA ATENCIÓN A NUESTRO ARZOBISPO

Cuando D. Braulio tomó posesióncomo arzobispo en la Catedral deValladolid, un compañero conce-

lebrante me dijo bajito: “Canta bien”.Pienso que las anécdotas, como los ras-gos exagerados de las caricaturas, nodescriben con fidelidad la realidad perola reinterpretan poniendo acentos.

Es bueno cantar “al Señor un cánticonuevo, porque ha hecho maravillas” (Sal.97), y es que quien “no se avergüenza delevangelio” (Rom. 1, 16) –como reza en suescudo episcopal-, está contento y cantaal Señor.

El servicio a la Iglesia de Jesucristodesde el episcopado, desde “la vigilan-cia”, al tesoro que Cristo nos ha enco-mendado, es una tarea exigente yconstante, que requiere entereza deánimo y saber recibir el don del Resuci-tado: “¡Alegraos!”

D. Braulio se ha mostrado, mientrasha estado con nosotros, como una per-sona vital, sin complejos, sin tristezas,con la audacia que da el estar seguro dequien se fía uno, a sabiendas de que cadacual, no es más que “un hijo de vecino”.

Por eso, es curioso –recordemos unsegundo rasgo anecdótico- como una delas primeras cosas “personales” quesiempre ha contado D. Braulio a quien haquerido escucharle, es que es miembrode una familia numerosa “con muchoshermanos”; y ya se sabe que en las fami-lias numerosas, lo más habitual es quehaya trabajo para todos: los mayores hande cuidar a los pequeños y los pequeñostienen que espabilarse porque hay muchoque hacer.

Tal vez por eso D, Braulio ha escu-

chado, a quienes se han acercado a él,con un sentido de ‘saberse situar’ reac-cionando de modo inmediato, tanto antelos problemas que van surgiendo al hilode lo cotidiano, como, más sosegada-mente, en los criterios que permiten irdibujando el futuro.

No siempre es fácil ser paciente, paraquien espera una solución. No siempre esfácil reaccionar con rapidez y aciertopara quien tiene una responsabilidad. Poreso, cuando en alguna ocasión urgenteera preciso “puentear” a su secretariopara conseguir una cita, uno se atrevía ahacerlo, sabiendo que iba a ser escu-chado.

Los trabajos relacionados con lostemas de la educación, tanto en lo rela-tivo a la Educación Religiosa en la Es-cuela, como en lo relacionado con elcolegio diocesano “Ntra. Sra. del Car-men”, han ido atravesando situacionescomplejas que ha requerido la atenciónde nuestro obispo. Sentirse apoyado enesos momentos, ayuda a interiorizar quecada cual es miembro del cuerpo de la

Iglesia Diocesana, y no un grano de arenaen la playa de la vida, sin más cohesiónque las circunstancias temporales de locasual.

En su Carta Pastoral “Hambre de oírla Palabra de Dios” (6-AGO-08) D. Brauliose preguntaba: “¿Qué reacción se esperade nosotros?” [ante la Palabra de Dios] yrespondía a continuación “ Sencillamenteque tengamos hambre de oír la Palabra deDios, que nos dispongamos a mirarla connuevos ojos, para reconocer lo que nues-tro Señor ha querido manifestarnos enorden a nuestra felicidad, a nuestra sal-vación; lo que Él ha hablado al corazón desu Pueblo”

Haberse especializado en Sagrada Es-critura, sin duda ha impulsado a D. Brau-lio a prestar el servicio de acercar laPalabra a los cristianos de Valladolid,entre otras ocasiones, con las conferen-cias cuaresmales que en los últimos añosha predicado en diferentes parroquias dela Ciudad. La última vez, este año, en laque yo estaba… y precisamente cuando yaiba casi “de despedida” n

ENSEÑANZA Mariano García Ruano,delegado diocesano de Enseñanza

D. Braulio ha sabido cuidar lacomunión eclesial en elámbito de la escuela, a pesarde los desafíoscada vez másserios que seplantean en laeducación de las nuevas generaciones

Cuando en 1972 fue ordenado sacerdote, ¿aquel joven podía imaginarse algún día como arzobispo de Toledo?

Para nada. Ni siquiera imaginaballegar a ser obispo. Mi vocación era yes la de ser un buen sacerdote. En­tonces puse todo mi interés en traba­jar y vivir en las parroquias y en seguirestudiando, sobre todo Sagrada Es­critura, que siempre me ha apasio­nado. Nunca tuve ambiciones.Además, me parece que ser Obispo,sucesor de los apóstoles, es algo tansorprendente que te supera. Hubierahuido si hubiera siquiera pensado enello con apenas 28 años.

¿Qué ha significado recibir el nombramiento como 120 º Arzobispode Toledo?

En primer lugar demuestra unaconfianza del Santo Padre que, pormedio de los que le ayudan en el go­bierno de la Iglesia, ha creido conve­niente que yo sea el arzobispo de unadiócesis con tanta historia.

Por otro lado, yo siempre vivo conantelación los acontecimientos que

me suceden, valorando lo que su­pone para mi persona de exigencia,de vivir de cara a los demás. Por eso,desde que me fue comunicada la no­ticia de mi nombramiento, he asu­mido esta circunstancia como un retopara mi ser cristiano, que me llama aservir a los fieles de la Iglesia Primada.

No obstante, he de reconocer queme cuesta dejar la archidiócesis de Va­lladolid mucho más de lo que hubieraimaginado nunca. Conozco cada pa­rroquia de esta Iglesia y he tomadocariño a tantas personas ...

Echando un vistazo a su biografíaparece que hubiera estado siempre

con la maleta preparada¿Toledo será su último destino?

Es cierto que esta misma situaciónya la viví durante los primeros 15 añosde mi vida como presbítero, en losque me cambiaron bastantes vecesde parroquia; y también me sucediócomo obispo en otras tres ocasiones,hasta el punto de tener que hacer lasmaletas casi cada siete años. Pero esalgo a lo que no me llego a acostum­brar porque me obliga a estar siempreempezando.

Esta sensación de incertidumbre,sin embargo, se compensa con la con­fianza de saberme acogido en la dió­cesis de Toledo, adonde llego ennombre del Señor para incorporarmea una Iglesia tremendamente diná­mica y en marcha. Dada mi edad, esmuy probable que este sea mi destinodefinitivo.

En todo caso, me gustaría desta­car el hecho de que en mis 37 años desacerdote tan sólo pedí una cosa amis superiores: poder estudiar dosaños en Jerusalén. En todo lo demás,nunca he presentado ninguna candi­

datura para nada y en lo que se refierea Toledo desconozco el mecanismopor el que el honor de pastorear laIglesia toledana haya recaido en mihumilde persona.

¿Cuál ha sido su relación con JuanPablo II y con Benedicto XVI?

Entre los obispos y el Papa existeuna relación teológica muy fuerte,más de lo que la gente suele creer. Yesto es así porque la Iglesia no es unaconfederación de iglesias locales niuna multinacional de la fe.

Conocí la elección de Juan Pablo IIsiendo ya sacerdote y a Benedicto XVIprimero como el gran teológo Ratzin­

ger y después como Sumo Pontífice.En todo caso, es necesario señalarque la comunión con el Papa no nece­sita de una relación absolutamentepersonal: con Juan Pablo II viví una Vi­sita Ad límina junto a un buen númerode obispos españoles y con BenedictoXVI he podido compartir dos o tresminutos durante las audiencias de losmiércoles. Y, sin embargo, la sintoníaespiritual que los obispos sentimoscon el sucesor de Pedro es total y per­ceptible. No hay obispos que obede­cen más al Papa y otros menos. Esono existe en la Iglesia.

Al dejar una diócesis, ¿se hace balance? ¿qué le hubiera gustadohacer en Valladolid que no ha conseguido?

Muchas cosas dependen de mi yhe tratado de exigirme, aunque aveces he fallado y por eso algunascosas no se han logrado. Siempre heintentado hacer mi papel de modoadecuado pero también el resto delos cristianos tienen su parte de res­ponsabilidad. Uno no llega a una dió­

EL PRÓXIMO 21 DE JULIO LA CATEDRAL DE TOLEDO ACOGERÁ LA TOMA DE POSESIÓN DE D. BRAULIO COMO ARZOBISPO DE LA DIÓCESIS PRIMADA DE ESPAÑA Y VALLADOLID QUEDARÁ A LA ESPERA DE UN NUEVO PASTOR

TEXTO: Luis Jaramillo (Director regional COPE)FOTOGRAFÍA: Ángel Cantero

ENTREVISTA: PUNTO Y SEGUIDO

IEV

109

cesis, planta un programa, aplica unplan de marketing y… se consiguenlos resultados. No, en la Iglesia lascosas no funcionan así. Como decíaSanta Teresa: “para ser amigos fuer­tes de Dios hay que saber que Diosexige”. Pero no siempre las personas,el obispo incluido, son tan generosos,o emprendedores como sería desea­ble para superar las dificultades.

He estado contento y no creí queme había llegado tan profundamenteValladolid. Por ello me gustaría quelos vallisoletanos se sintieran pueblode Dios y cuerpo de Cristo. Una Igle­sia fuerte es difícil de vencer. No esposible entender la relación con Jesússin la Iglesia, con los fallos de susmiembros y con sus virtudes. Hay quedefender la Iglesia con el testimonioy el ejemplo de la propia vida.

Si tuviera que quedarse con algúnrecuerdo de su paso por Valladolid¿con cuál se quedaría?

Sin duda con el encuentro con lagente de las diferentes comunidadesparroquiales en cada una de las visitaspastorales. En ellas he podido hablarcon mucha gente: con catequistas,con grupos de liturgia, con los queatienden a los enfermos, con los quellevan la economía o la actividad cari­tativa. Esto es la salsa de la vida delobispo, donde disfruto del alma de sa­cerdote. Luego está el trabajo de des­pacho, de estudio y de reflexión, quetambién es necesario pero que es mássolitario.

¿Cuáles han sido los momentos más duros?

Dentro de la Iglesia, no es fácil ob­servar que no se logra mayor unidaddentro de la diócesis, porque no sepone más carne en el asador en la ini­ciación cristiana, las dificultades en latransmisión de la fe dentro de las nue­vas familias...

Fuera de la Iglesia son difíciles desobrellevar, no las críticas legítimas,sino las descalificaciones que buscandistorsionar el rostro de la Iglesia y

nos impide llegar a los más jóvenes.Los miembros de la Iglesia tene­

mos pecados pero eso no justifica quealgunos nos intenten encerrar en lasacristía. La Iglesia aporta, desde elpunto de vista humano y espiritual,grandes iniciativas a la sociedad.

¿Nuestra sociedad occidental estáafectada por una una crisis moral?

Sin duda. El cristianismo no es sólouna moral o una opción ética. Es unanuncio de quien nos ha salvado y nosda una nueva vida. Muchos creen queser cristiano sólo es bautizarse y co­mulgar. Pero se guardan el interiorpara sí, sin mostrar su coherencia defe. La conducta cristiana significa in­tegrar la fe en la vida cotidiana.

¿El relativismo moral y el laicismo excluyente están buscando acallar la voz de la Iglesia?

La Iglesia mantiene su postura enmuchos asuntos (el aborto, las rela­ciones afectivas entre los seres hu­manos, la búsqueda del bien común,la defensa de la persona por encimade las estructuras) y por eso no debe

sorprendernos que intenten llevarnosa todos hacia el pensamiento único.

Recientemente íbamos tres sacer­dotes paseando y un ciudadano nosdijo: “pronto vais a desaparecer”. Enla Iglesia, sin embargo, defendemosel pluralismo y la libertad por encimade todo.

¿Cuál ha sido su relación con las instituciones de la sociedad?

La Iglesia está en la historia y esonos exige tener relaciones fluidas conlas instituciones. Nada más tomar po­sesión de la Diócesis de Valladolid sa­ludé a todos los representanteslocales, provinciales y estatales. A par­tir de ese momento, en temas comola enseñanza, la caridad o el patrimo­nio hemos mantenido una relacióncordial, con las discrepancias norma­les. Siempre que no se haya atacadoa la Iglesia, he intentado dialogar.

¿Qué les dice a los fieles de Valladolid en la hora de despedirse?

Me cuesta mucho decir adiós a loscatólicos de esta diócesis y reconozcoque me hubiera gustado ser más cer­cano con todos ellos, especialmentecon mis hermanos sacerdotes. Pidoperdón por ello.

En la Iglesia de Valladolid es nece­sario seguir mejorando en la pastoralde la iniciación cristiana, ya que nobasta con hacer unos ritos. Hay que iracabando con inercias para favoreceruna vida coherente y ejemplar entrelos creyentes.

Además, es imprescindible teneren cuenta la creciente despoblaciónde la diócesis y seguir impulsandotanto la actividad socio­caritativa como la pastoral vocacional entre losmás jóvenes.

¿Qué consejo le daría a su sucesor?Mi disposición es total para hablar

con la persona que sea nombrada ar­zobispo de Valladolid, igual que yomismo hice con D. José DelicadoBaeza. Y no lo haré para darle conse­jos sino para ofrecerle toda la ayudaque el me pida.

JUNI

O200

9

12I13

Luis Jaramillo realizó la entrevista a D. Braulio en suCapilla personal, una joya artística y espiritual que seencuentra en elPalacio Arzobispal.Fue emitida deforma simultánea porCOPE-Castilla yLeón, y por POPULAR TV-Valladolid

La relación de D. Braulio con el Semi-nario diocesano de Valladolid hasido intensa en estos siete cursos en

los que ha presidido nuestra Iglesia. El objetivo último del Seminario es

formar pastores y presentar al Obispocandidatos a las Sagradas Ordenes. Enestos casi siete años nuestro Obispo haordenado a catorce nuevos presbíteros yha acompañado el camino formativo delos casi treia seminaristas mayores y uncentenar de menores que durante estosaños han formado parte de nuestras co-munidades formativas.

Las visitas de D. Braulio al Seminariohan sido frecuentes, ya porque esta casaacoge numerosos encuentros diocesanos

que el Obispo preside, ya en visitas espe-cíficas al Seminario. Son muchos los mar-tes en los que, a las siete y media de lamañana, abríamos la puerta a nuestropastor, llegaba a esa hora temprana apresidir Laudes y Eucaristía y compartirun tiempo de oración personal y el des-ayuno con los seminaristas mayores; reu-nión habitual con el equipo deformadores y diálogos personales con losseminaristas completaban su agenda enesta presencia habitual.

Ha sido en esos momentos cuandomás hemos sentido la cercanía del padrey del amigo dispuesto, en la mesa com-partida, a escuchar y a responder a lasinquietudes de los jóvenes seminaristas,

con la palabra, la enseñanza y el consejosacerdotales.

No son tiempos fáciles para la forma-ción sacerdotal ni para la misión de laIglesia en España. Sin embargo, el ejem-plo vivo de la entrega abnegada de D.Braulio a Cristo y a su ministerio episco-pal nos han mostrado su fidelidad al tra-bajo de cada día y su firme esperanza enDios y en su santa Iglesia.

En otro orden de cosas, la instituciónde ministerios laicales, el rito de admi-sión al Diaconado y al Presbiterado y lasÓrdenes han sido momentos de especialrelevancia en estos años en los que ade-más se ha ido estableciendo una relaciónespecial con nuestras familias. Al igual

EL SEMINARIO HA SENTIDO, EN TODO MOMENTO, EL AFECTO PERSONAL DEL OBISPO HACIA SUS FUTUROS COLABORADORESEN ESTOS CASI SIETE AÑOS NUESTRO OBISPO HA ORDENADO EN VALLADOLID A CATORCE NUEVOSPRESBÍTEROS Y HA ACOMPAÑADO EL CAMINO FORMATIVO DE LOS CASI TREINTA SEMINARISTAS MAYORES Y UN CENTENAR DE MENORES QUE DURANTE ESTE TIEMPO HAN FORMADO PARTE DE NUESTRAS COMUNIDADES FORMATIVAS EN EL ÁMBITO DE LA PASTORAL VOCACIONAL

D. Luis J. Argüello García, Rector del Seminario Diocesano de Valladolid

IEV

109

D. BRAULIO Y LA VIDA SACERDOTAL

El pasado 10 de mayo, D. Braulio Rodríguez Plaza

ordenó a dos nuevos presbíteros en una ceremo-

nia que tuvo lugar en la S.I. Catedral de Valladolid

n soneto me manda hacer Violante”. Me acordéde este verso de Lope al pedirme una columna de-dicada a D. Braulio.

Y no es que vaya a montar aquí una rima, sinoque resonó en mí el verso siguiente: “que en mi vida me he vistoen tal aprieto”.

El aprieto de escribir de encargo, cuando siempre dedicoestas líneas a lo que me parezca más conveniente.

Y el aprieto de escribir de mi obispo, cuando hace pocas se-manas pasé por una diócesis –una de tantas que ahora debo re-correr- donde la publicación diocesana, dedicada al prelado ensu aniversario, estaba plagada de elogios hasta la exageración;muchas páginas, más que el total de nuestra “Iglesia en Valla-

dolid”. Lo critiqué, lo confieso, y me dio pena de aquel obispoporque en Piñel los vecinos de “El Escorial” me enseñaron que“malo es que llegue la hora de las alabanzas”, y por ello me diopor comentar, con ironía, que habría que dar el pésame a sus fa-miliares.

Bromas a parte, el tema me escandalizó por falta de visióncristiana de la vida: en esto la Iglesia, siempre sabia, nos enseñaque las beatificaciones son también para los muertos y despuésde someterlos a un juicio riguroso.

Por eso, comprendan ustedes mi aprieto ¿Qué digo ahora?No valen las alabanzas; tampoco los juicios, contra los que pre-viene el Evangelio, y más cuando me confieso discípulo de Ro-virosa (sometido, él sí, al juicio post-mortem de un proceso debeatificación); él nos dice que “los incensarios” son para Dios,y las “balanzas” para juzgarse uno mismo y denunciar a los po-deres de este mundo.

No se me ocurre otra cosa que decirle a D. Braulio “hastamañana en el Altar”; que cuando él llegó yo estaba en Vene-zuela, y ahora que se va estoy (porque él lo decidió) en un mi-nisterio itinerante; por lo que, con estos antecedentes, nosveremos cualquier día en cualquier parte por los caminos de lavida apostólica n

Un soneto... me manda hacer Violante

UJosé Ramón

PeláezSanz

SacerdoteDiocesano

LOS INCENSARIOS SON PARA DIOS Y LAS BALANZAS PARAJUZGARSE UNO MISMO Y DENUNCIAR LAS INJUSTICIAS

que fue un momento inolvidable la pre-sencia del Seminario en Roma en junio de2003 acompañando a D. Braulio con mo-tivo de la imposición del palio de arzo-bispo por parte de SS. Juan Pablo II. Enese viaje compartimos alegría y encuen-tro con parte de su numerosa familia ydesde entonces se ha establecido unacercanía entre nuestra familia seminarís-tica y la de nuestro obispo.

Es este espíritu de familia eclesial elque queremos seguir manteniendo con elahora Arzobispo de Toledo, al que agra-decemos su cercanía en estos años y lepedimos que nos tenga presente en la in-cesante plegaria al dueño de la mies paraque mande trabajadores a este campovallisoletano que tanto los precisa n

Juan PabloHervada Puerta

Han sido muchos los gestos deafecto y estímulo que he recibido personalmente de Don Braulio, a

quien no solo le gusta la música clásicasino que es un gran entendido que dis-

fruta hablando de ella. Gracias a Él he podido concluir mis

estudios de musicología.¿Y cómo no agradecer, al que ha sido

nuestro obispo, su empeño personal ypastoral por promover y fomentar el

coro diocesano, para que ayude a darmayor brillantez a las celebraciones

solemnes de nuestra Catedral?

IsidroAlonso Moratinos

Primero como seminarista y ahora comosacerdote, no puedo por menos queagradecerle a Don Braulio su cercanía y su preocupación por mi formación espiritual, académica, humana y pastoral. Recuerdo que, al final de laceremonia de mi ordenación sacerdotalse acercó con gran simpatía y me dijo:“por fín te he pescado”. Semejante lección de familiaridad sacerdotal refleja, a mi entender, unamanera de ser pastor que invita a supe-rar las dificultades y a entregarnos a lahermosa vocación que se nos ha dado.

Para D. Braulio,la presencia durante estosaños de D. José Delicado Baeza,Arzobispo emérito, ha sidocomparable a lade un hermanomayor, con elque ha compartido muchos de losavatares denuestra Iglesialocal

JUNI

O200

9

14I15

La creación del Centro Diocesano deEspiritualidad del Corazón de Jesúsfue una iniciativa puesta en marcha

por Monseñor Delicado Baeza, antecesorde Don Braulio en la sede vallisoletana.Don José impulsó y puso en marcha elCentro, en medio de no pocas dificulta-des a veces, y le imprimió el sello que lohabía de caracterizar hasta hoy: conver-tirse en un hogar de irradiación evangé-lica en el que fomentar y cuidar la vidaespiritual y la formación teológico-pasto-

ral de los fieles en clave del Corazón deJesús, especialmente de los que habríande llevar adelante la tarea evangeliza-dora de la Iglesia, en forma de pequeñasfraternidades apostólicas.

Sin embargo, el papel de Don Braulioen la trayectoria del Centro no ha sidomenor. Él mismo ha predicado EjerciciosEspirituales a sacerdotes, laicos y consa-grados. Su presencia en el Centro ha sidoa veces casi diaria mediante reuniones,jornadas, celebraciones, ruedas de

EL CENTRO DIOCESANO DE ESPIRITUALIDAD SE HA CONSOLIDADO COMO EL CORAZÓN DE LA DIÓCESISEL PAPEL DE D. BRAULIO EN LA TRAYECTORIA DEL CENTRO DE ESPIRITUALIDAD HA SIDO FUNDAMENTAL PARA SU CONSOLIDACIÓN DEFINITIVA: DESDE 2002 SE HA AFIANZADOLA REVISTA AGUA VIVA, LA OFERTA DE CURSILLOS Y EJERCICIOS ESPIRITUALES SE HA AMPLIADO, LA SEMANA DELCORAZÓN DE JESÚS Y LOS ENCUENTROS DE MAESTROS DEESPIRITUALIDAD TIENEN UN NIVEL NTERNACIONAL Y LA WEBwww.centrodeespiritualidad.org NOS HA SUBIDO “AL CARRO” DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS.

prensa, escuelas, retiros… Y ante todo,se ha dejado sentir su apoyo incondicio-nal y su aliento ante cualquier reto.

Y como colofón, a modo de guindaque corona un pastel, durante su etapaal servicio de la diócesis, se ha culminadoel proceso de beatificación del P. Ber-nardo Francisco de Hoyos, SJ, tan impor-tante para el Centro de Espiritualidad yel Santuario, donde él vivió y recibió co-municaciones tan impresionantes departe del Señor n

El último actopúblico de D. Braulio en Valladolid será el14 de junio, a las 20.30 h. en el Santuariode la Gran Promesa,para abrir la X Semana delCorazón deJesús

IEV

109

Ricardo Vargas García-Tenorio, director del Centro Diocesano de Espiritualidad

El pasado 19 de mayo, Don Braulio presentó públicamente a los miembrosde la comisión diocesana encargada deorganizar los actos para la Beatificacióndel Padre Hoyos, que tendrá lugar el 14de abril de 2010 en Valladolid.

D. BRAULIO Y LA ESPIRITUALIDAD

Monasterio “Madre de Dios” Monjas Dominicas de Olmedo (Valladolid)

“He aquí que yo pongo mis palabras en tu boca como fuego” (Jr 5, 14)

Gratitud

Nuestro querido arzobispo Don Braulio se nos va. Y lo hace dejando un gran vacío en esta entrañable Iglesia

que peregrina en Valladolid. Pero se nos va sin marcharse yasí, el vacío se convierte en acción de gracias al pasar a

ocupar la Sede Primada de Toledo.Desde nuestra misión en la Iglesia bendecimos y alabamos aDios por los años que nuestro pastor y guía ha pasado entre

nosotros “encendiendo una luz en nuestras mentes e infundiendo el amor de Cristo en nuestros corazones”.En su primera carta al ser nombrado Arzobispo electo de

Valladolid se dirigió a las contemplativas claustrales diciendo: “pedid al Padre de los cielos que sea un buen

Obispo, con entrañas de misericordia y capacidad de darvida cada día… Agradezco a Dios vuestro carisma de

contemplativas, esas vidas escondidas en Cristo, preciosas para Dios y su Iglesia”.

Después de este primer contacto con nuestro Arzobispo vinieron sus cartas pastorales sobre la iglesia y la Palabra de

Dios, sus catequesis sobre san Pablo, sus cartas en “Iglesiaen Valladolid”, sus sabias palabras en la radio, etc.

Muy enriquecedoras fueron sus visitas a nuestro Monasterio, llenas de presencia del Espiritu. En especial

queremos hacer mención de dos de ellas.La primera se refiere a su presencia de padre y pastor en laprofesión solemne de una hermana nuestra. Para la nueva

profesa y para todas nosotras fue el mejor regalo de ese día.Fue inolvidable la Eucaristía en la que recibió la entrega gozosa y total de una vida joven llena del deseo de comunicar a los demás la maravillosa presencia de Dios en latierra desde el silencio y la alabanza.La segunda tuvo lugar en la Clausura del Proceso Diocesanode Beatificación de Madre Teresa María de Jesús Ortega,priora que fue de este Monasterio. Su presencia fue el broche de oro de unos años de trabajo intenso llevado acabo por el Tribunal nombrado por el propio D. Braulio pararecabar datos sobre la vida y virtudes de Madre TeresaMaría. Para esta Comunidad fueron sus palabras el impulsoque la Iglesia nos daba para ser presencia, desde nuestro si­lencio, del rostro de Cristo resucitado.No queremos terminar estas pobres líneas de despedida sincitar unas palabras del entonces cardenal Ratzinger, que reflejan con claridad la actitud de D. Braulio: “necesitamoshombres que por medio de una fe iluminada y vivida, tornana Dios creíble en el mundo, hombres que tengan la miradavuelta hacia Dios, aprendiendo ahí la verdadera humanidad.Necesitamos hombres cuya inteligencia sea iluminada por laluz de Dios, de modo que su intelecto pueda hablar al intelecto de los demás y su corazón pueda abrir el corazónde los demás. Sólo a través de hombres tocados por Dios,puede Dios volver junto a los hombres”.

la hora de recapitular la pascua de D. Braulio enla diócesis de Valladolid se agolpan primero lossentimientos, que han estado luchando en el in-terior durante el tiempo de sospechas sin posible

confirmación. Cuando ayer pudieron aflorar las emociones seabre paso el repaso de las experiencias vividas; sobre todas, deldescubrimiento y goce de la cercanía del pastor, de la concien-cia de colaboración en la misión de la Iglesia, -si me lo permite,D. Braulio, de la amistad. Algo que había empezado a descubrircon D. José Delicado, una gracia que he podido gustar y que yano me va a faltar porque viene del Señor.

Me quedo con las dos figuras del pastor bueno en el Evan-gelio a la hora de representarme a D. Braulio. La de Juan 10,que lo presenta como el que conoce por su nombre a aquellosque se le han encomendado, que los atiende, los cuida, los ali-menta, los protege, los fortalece por el amor del Señor; y re-

suena por eso el salmo: “aunque vaya por cañadas oscuras notemo porque tú estás conmigo, tu báculo me protege”. Junto aesto, el pasaje señala también la capacidad para guiar por elsendero justo, para mantener unidos a los fieles, y la capacidadde la entrega y el servicio de modo que no queden desampara-dos ante los problemas; finalmente, también, puerta para lle-gar a Dios.

La otra figura es la de Mateo 18, en que el buen pastor correen busca de quien anda perdido y separado o apartado de la co-munidad, quien se encuentra herido, dolorido, falto de estima.Corre en busca de los apartados incluso muchas veces con la in-comprensión de los mismos apartados y de los próximos tam-bién. Buen pastor que trasmite el gozo de presentar, comoocurre en la Vigilia Pascual, ante la comunidad nuevos miembrosque se incorporan a la Iglesia y para los que requiere la acogidacariñosa propia de los hermanos en la fe.

Buen negocio para los fieles de Toledo, que reciben un buenpastor, y para nosotros en Valladolid la esperanza de que -vol-viendo hacia los fieles lo que él mismo dice en su despedida-,para una Iglesia diocesana su obispo es el mejor: es el que elSeñor le ha dado, como un regalo n

Un Buen PastorA

PARA UNA IGLESIA DIOCESANA SU OBISPO ES EL MEJORPORQUE EL SEÑOR SE LO HA DADO COMO UN REGALO

Pedro JoséHerráiz

Martínez

Profesor de Filosofía

JUNI

O200

9

16I17

Toda la familia de D. Braulio ha reci-bido con un profundo orgullo estenombramiento que le sitúa como Ar-

zobispo de Toledo. Con cada uno de losnombramientos anteriores también sesintieron agradecidos al Señor, pero estequizá es un poco especial por la rele-vancia histórica de Diócesis Toledana

Después de hablar con su hermanole han observado con sentimientos en-contrados: deja Valladolid y las tierrasdel Duero a las que había tomado un ca-riño muy hondo pero, al mismo tiempoeste nuevo destino le permite acercarsea sus orígenes ya que su madre era na-tural de un pueblecito de Toledo.

La familia de D. Braulio es muy nu-merosa y está admirablemente unida.Por eso, aunque no tiene mucho tiempolibre, intenta reservar algunas semanasdurante el año para reunirse con loshermanos, los sobrinos,… Y si él no

puede desplazarse por motivos deagenda, su casa siempre está abiertapara recibir a sus familiares y amigos“sin cita previa”. En estas reuniones fa-miliares D. Braulio participa con la

sencillez de ser “uno más” y, con elbuen humor que le caracteriza, siemprehay tiempo para una partida de cartaso para recordar alguna anécdota diver-tida como cuando todos los hermanos sejuntaban en casa del abuelo Clemente,que les daba tabaco picado para que selo metieran en la nariz y hacerles estor-nudar. Se lo pasaban “de miedo”.

Como estudiante, sus hermanos re-cuerdan que fue un modelo de respon-sabilidad y esfuerzo y cuando fueordenado sacerdote, todos los fines deSemana la familia se juntaba en Cubasde la Sagra, su primera parroquia, paraescucharle decir Misa. Muchos de los so-brinos recibieron allí el bautismo y laprimera comunión en el convento delpueblo, que hoy regente la Madre Sole-dad.

Ahora que estará más cerca deAldea del Fresno, su pueblo natal, quizáD. Braulio pueda pasear más por la ri-bera del Alberche y cultivar la austeri-dad, la humildad, la serenidad y, sobretodo, la bondad, virtudes que, según sushermanas, adornan a D. Braulio y he-redó de su madre n

PARA LA FAMILIA DE D. BRAULIO EL ORGULLO ES QUE SEA SACERDOTE

A D. BRAULIO LE GUSTA LA MÚSICA DE MAHLER, EL BALONCESTO, BROMEARCON LOS NIÑOS Y CHARLARCON SUS PAISANOS DEALDEA DEL FRESNO.PERO, SOBRE TODO, LEGUSTA PRESUMIR A TODASHORAS DE SER UN SACERDOTE DE CRISTO

1. D. Brauliomantiene con el

Arzobispo deGranada, D. Javier

Martínez, unaamistad desde

tiempos del seminario.

2. Foto familiarde D. Braulio con

sus padres, sushermanos y

sobrinos;3. Foto de la

Virgen María yRosario que le

regaló su madreen la ordenación

y que acompañan a D. Braulio

allí donde va

IEV

109

EN LA DISTANCIA CORTA

2

1

3

Adoración Zazo López es una mujerbuena. Una semana después de que DonBraulio tomara posesión de la Diócesis deSalamanca se presentó en casa delObispo para ponerse a su disposición. Ydesde entonces está con él para, segúnella misma dice “ser unas veces la Martay otras la María del evangelio, que acom-paña a D. Braulio en la oración pero quemantiene las tareas domésticas de laCasa para que él pueda dedicar todo eltiempo a la Iglesia”.

Esta mujer nacida en un humilde pue-blo de Salamanca tiene un profunda feque vive en el marco del movimiento“Cor Iesu”, fundado en Valladolid por elentonces director del Centro de Espiri-tualidad, D. Francisco Cerro Chaves. Estemovimiento también tiene sede en To-ledo por lo que Adoración, que acompa-ñará a D. Braulio a la diócesis Primada deEspaña, podrá seguir enriqueciendo su feal servicio de un Pastor de la Iglesia.

Adoración es una mujer trabajadora,sencilla y humilde pero tremendamentealegre, a la que sólo le preocupa la can-tidad de cosas que tiene que hacer D.Braulio. Cuando, varios días seguidostiene que comer fuera de casa, se plantadelante de él y le dice: “Haber si voy atener que invitarle a su propia casa paraque venga a comer” n

e Monseñor Braulio Rodrí-guez Plaza podría decirmucho, pero mi testimonioresalta su faceta como cul-

tor del Rito Hispano.

Hombre de fe…En su parroquia de Aldea (Madrid)

tuvo, desde joven, la experiencia deCristo que le amó y se entregó por él (cf.Gal 2,20). Desde entonces ha sentidosiempre la necesidad de anunciar a otrosla Buena Nueva incansablemente, de pa-labra y de obra, con sencillez y coheren-cia. Y todo ello, en y desde la Iglesia, quelo engendró a la fe y después lo llamó alministerio tras un proceso de formaciónen el Seminario Conciliar de Madrid. Enél encontró maestros de la talla de Lahi-guera, Julio Navarro y Francisco Golfín.

… que celebra y vive…La liturgia es la Iglesia en oración. En

ella Cristo Sacerdote la hace santa. Es laescuela de la Palabra donde el Maestrosigue enseñando a su pueblo. El jovenBraulio no sólo se acercó a la Palabraguiado por el profesor M. Herránz, paraproseguir en Jerusalén como estudioso dela Sagrada Escritura, sobretodo la escu-driñaría tal como se proclama en el cultopara la vida concreta. Por eso, nunca ol-vidaré a don Braulio leyéndome estas pa-labras: “¿Qué es la liturgia sino la vozunísona del Espíritu Santo y la Esposa, lasanta Iglesia, que claman al Señor Jesús:

`Ven´? ¿Qué es la liturgia sino la fuentepura y perenne de `agua viva´a la quetodos los que tienen sed pueden acudirpara recibir gratis el don de Dios?”

La Liturgia es el lugar principal delencuentro entre Dios y los hombres, deCristo con su Iglesia”.

… al frente de su pueblo.En la Ermita de san Isidro, el labrador

mozárabe de Madrid, se conservaba vivala memoria del venerable Rito del viejosolar hispano. Siendo su capellán desde1984 se encontró con una liturgia quetransmitía un genio peculiar, algo nues-tro, con una espiritualidad que conjugael sentido de la trascendencia con la in-tensa participación de todos los fieles.

Don Braulio ha apoyado su celebra-ción con el convencimiento de que estaliturgia ayuda a revivir rasgos importan-tes de la espiritualidad cristiana de nues-tros antepasados y ha contribuido aforjar la idiosincrasia de nuestro pueblo.

De sus manos recibí la dalmática dia-conal. Desde entonces, y durante años,le he visto vivir el ministerio sacerdotalcomo un Misterio de Amor actualizadocada día en la celebración y en la entregagenerosa de su propia vida como pastor.Con una triple convicción: la victoria deCristo, el león de la tribu de Judá, la fi-delidad a los hermanos y el anuncio de laPascua del Señor hasta que Él vuelva glo-rioso desde el cielo n

El gusto por el Rito Hispano Marta y María

[Dcha.]Adoración con

uno de los sobrinos de

D. Braulio en lasfiestas de

Navidad de 2007

[Izqda.]D. Braulio cele-bra una Misabajo el Rito His-pano Mozárabeun 2 de Enero

JUNI

O200

9JU

NIO2

009

18I19

Manuel González, sacerdote de la diócesis de Madrid MCS

D

882 AM y 104.5 FM

Íscar 101.2 FM

El espejo de laIglesia Diocesana

Viernes, 15:05 a 16:00

Iglesia Noticia Domingo, 9:45 a 10:00

La solemnidad del Corpus Christi serála última escena que los diocesanosvallisoletanos recuerden de su arzo­

bispo Braulio, con una procesión que par­tirá desde la Iglesia Catedral. Ese mismoTemplo le recibió con auténtica expecta­ción en una tarde de octubre de 2002 yuna celebración que se presumía prolon­gada e intensa. Los que teníamos, enton­ces, menos de veintisiete años nuncahabíamos visto la entrada de un obispo ennuestra ciudad. Desde entonces nos fui­mos acostumbrando al nuevo estilo dedon Braulio, un prelado que caminabamucho por la ciudad, de un lugar a otro, aveces con prisas para poder estar entodos los sitios donde se le requería.Anunciaba que al principio, oiría, vería ycallaría mucho; para decidir después y quese acostumbraría a llamar a mucha gentepor su nombre. Todo eso lo había apren­dido tras quince años en el “oficio” deobispo, a partir de Osma adonde llegó concuarenta y tres años, a una diócesis en laque no tenía agenda reglada. En realidad,esa forma de actuar la aprendió desde suprimera parroquia cuando pensó que éldebía conocer a la gente, que no podíaestar metido en casa. Era lo que el Conci­lio pedía al sacerdote y al obispo en unasociedad moderna y después plural.Cuando el nuncio, en 1987, le indicaba queJuan Pablo II le quería nombrar obispo deOsma­Soria él pensaba que podía, almenos reflexionarlo algún día. Sin em­bargo, éste le encomiaba inmediatez ensu respuesta, a pesar de su estupefacciónal enterarse de la propuesta: “soy unapersona tímida y me cuesta decidir lascosas”.En realidad, el “sino” de don Braulio hasido el del cambio constante cuando habíaconseguido adaptarse de la situación an­terior. Le ocurrió por las parroquias ma­drileñas por donde pasó, en el seminariocomo formador y en las que han sido sustres diócesis hasta el momento. En reali­

dad, su vocación sacerdotal la descubriócuando ya había abandonado la escuelacon quince años y trabajaba junto con sushermanos en las huertas y en la vega delrío Alberche. La persona fundamental enello fue el párroco de su Aldea del Fresnonatal, don José, el cual le abrió las puertashacia un cristianismo más vital, no basadoen una tradición de mayores. Cuandopidió permiso a su padre para ir al semina­rio, éste solamente le puso una condición:ser un buen cura; “mis padres siempreaceptaron de buen grado mi decisión”. Laotra persona fundamental en su procesode formación fue el director espiritual delSeminario, Francisco José Pérez y Fernán­dez­Golfín, después primer obispo de Ge­tafe: “al principio nos extrañó su manerade ser. Él empezó a acompañarnos perso­nalmente, notamos sus modos de mayorcomprensión, empatía, acercamiento. In­tentó que los seminaristas trabajásemosen grupos, que fuésemos amigos y nosabrió caminos a nuevos aspectos de nues­tra vida sacerdotal”. De aquel grupo salie­ron obispos como el actual de GranadaJavier Martínez, el auxiliar de Getafe Ra­fael Zornosa o Julián Carrón de la Fraterni­dad de Comunión y Liberación. Así, pues,Braulio Rodriguez fue aplicando a la pa­rroquia y las diócesis, el estilo de sacer­dote que había aprendido, además de esaformación en Teología Bíblica que le llevóa vivir en la tierra de Jesús. Venía, en 2002, a sustituir a José Delicado,el arzobispo emérito que siempre ha es­tado a su lado, poniéndose a disposiciónde lo que Braulio Rodríguez necesitase deél, existiendo un clima no sólo de respetosino de cariño mutuo. Fue encontrando enlas visitas a los enfermos y a los niños losmomentos más alegres de su ministerioepiscopal, así como en las grandes cele­braciones diocesanas donde los católicosde Valladolid demostraban sus deseos dehacer Iglesia: “una diócesis es una Iglesiadonde acontece todo el misterio de

Cristo”. Se fueadaptando al carác­ter de los vallisoleta­nos, nada formalesen opinión del arzo­bispo Braulio: “si setienen que despedir sedespiden y en seguidase van”. Una Iglesiaparticular donde los re­ligiosos contaban con un peso específicoque dibujaba una fisonomía especial, en­contrando en las monjas contemplativas aesas mujeres que han dado todo. Los momentos más difíciles no vinierondesde la realidad diocesana sino desde lavivencia de acontecimientos de ámbitonacional: los atentados del 11M, la malacomprensión política hacia el conceptocristiano de la familia o el no reconoci­miento del hecho religioso. Siente quemuchas de las acciones de la jerarquía seentiendan mal por sistema: “se dicencosas de obispos que no hemos conocidola guerra y, sin embargo, hemos vivido lasconsecuencias, luchando todos por haceruna España más creíble y mejor”.Confiesa que en estos siete años no haaprobado algunas asignaturas o que se lehan descarriado algunas ovejas y que pre­cisamente no ha logrado que se celebre“como Dios manda” el sacramento de laPenitencia. Piensa que el futuro de las dió­cesis pasa por la formación en cada arci­prestazgo de grupos de sacerdotes ylaicos que se empleen en las tres accionesde la Iglesia: la palabra, la caridad y la li­turgia. Le gusta trabajar entre los jóvenesen los que siempre se empleó desde queera sacerdote y párroco en Madrid.El futuro beato Bernardo Francisco deHoyos puede servir de modelo de jovendecidido y valiente. Para su beatificacióndon Braulio ya no será arzobispo de Valla­dolid aunque siempre llevará a ésta en sucorazón: “Valladolid me ha tocado en elafecto, más de lo que suponía”.

para la historia

Javier Burrieza Sánchez, Historiador

RETRATO DE UN ARZOBISPO QUE SE DESPIDE“VALLADOLID ME HA TOCADO EN EL AFECTO, MÁS DE LO QUE SUPONÍA”