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Su lugar de trabajo es ni más ni menos que la exESMA. Andrés Zerneri llega todas las mañanas al renombrado “Espacio de la

Memoria y Derechos Humanos” de la Av. Del Libertador, y accede al taller tras reco-rrer cinco calles internas de lo que fue el máximo centro clandestino de detención, tortura y muerte de la dictadura de militar.

El taller está en uno de los 40 edificios que tiene el predio de 17 hectáreas. Se trata de un enorme galpón al que, cuenta, iban los alumnos de la Escuela de Mecánica de la Armada a hacer dis-tintas prácticas de herrería, fundición y tornería. Un espacio físicamente nece-sario para alguien que hace monumen-tos que llegan hasta los 10 metros de altura y acumula además toneladas de bronce y pilas para futuros proyectos.

a! -¿Cómo es trabajar todos los días en el lugar donde funcionó la ESMA? ¿Es posible acostumbrarse?

AZ-Nunca jamás nos vamos a descoloni-zar de la historia que tiene. Pero a la vez

los que venimos trabajando hace va-rios años acá hacemos también nues-tra propia resignificación. El lugar no tiene que transformarse en Disneylan-dia, no puede abandonar el respeto y la solemnidad. Pero tampoco tenemos por qué copiar lo que hicieron los ale-manes con los campos de concentra-ción. Es otra historia, esto es Latino-américa y sabemos ser solemnes con un espacio para la alegría. De todas maneras es una discusión abierta…

-¿Cómo surge la posibilidad de hacer el monumento a Juana Azurduy?

-El presidente Evo Morales le prometió a la presidente Cristina Fernández donar el monumento. Quería que fuera una escultura de bronce de gran tamaño y pidió referencias de alguien que pudie-ra hacer ese trabajo en nuestro país. La embajadora Leonor Araujo me contactó para que presentara una serie de boce-tos, y cuando les conté que estaba ha-ciendo un monumento al Che Guevara el presidente Evo Morales pidió que este también lo hiciera yo.

ENTREVISTA!

ARTE Y COMUNICACIÓN Andrés Zerneri fue convocado por Evo Morales para hacer el mo-numento a Juana Azurduy que el gobierno de Bolivia donará próximamente a la Argentina. En una entrevista con Revista a! el artista adelanta cómo será la obra que reemplazará a Colón en el patio de la Casa Rosada, y cuenta en qué estado se encuen-tra el proyecto del monumento a los pueblos originarios para el cual lleva recolectadas ya más de 9 toneladas de llaves.

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-¿Sabían dónde lo iban a poner?

-No, al menos yo no lo sabía. Esto fue muy previo… Después cuando se definió el lugar el presidente Evo Morales me mandó pedir que lo hiciéramos lo más grande posible y le expliqué que la me-dida era nueve metros y medio.

-¿Cómo se definió el contenido del monumento?

-Vino un historiador de Bolivia llamado Mario Linares que me dio mucha informa-ción sobre Juana Azurduy. Me dijo quiénes deberían estar representados en el mo-numento e hicimos un boceto que con-templaba la presencia Manuel Belgrano, Martín Güemes y Manuel Padilla. La idea le gustó al presidente Evo, pero dijo que lo mirara también la presidente Cristina, porque se iba a poner acá en Argentina.

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-¿Te juntaste con la presidenta?

-Sí. La presidenta me deslizó la idea –no me lo dijo digamos imperativamente- de que la escultura estuviera bien recargada so-bre ella, sobre Juana Azurduy. No con tanta cantidad de otras figuras. Entonces el pue-blo quedó representado detrás con indios aymaras, quechuas y tarabuqueños (que son de la región donde estaba Juana Azur-duy), un gaucho que debiéramos entenderlo como un gaucho de Güemes, y cinco niños por los hijos de Juana (a los cuales nunca vio juntos porque los primeros cuatro falle-cieron antes de que naciera la última).

-¿Qué otra particularidad tiene la escultura?

-Juana Azurduy debe haber sido derecha para empuñar la espada, como casi to-das las personas. Pero a mí me pareció que debía llevar la espada como símbolo y estandarte, como si fuera la antorcha de una mujer comandante de un ejército a la que hay que seguir. La idea fue sa-carle la espada de la mano que mata y ponerla en la que libera. Que no fuera solo para la lucha. Por eso la tiene en la izquierda. Otra cosa interesante es que si te parás detrás del monumento vas a ver un triángulo más o menos parecido al dibujo de Joaquín Torres García que es el mapa de Latinoamérica al revés. Voy a pedir que lo pongan en un acrílico cerca de la reja donde la gente pasa caminan-do así lo pueden ver. Fue el primer boce-to que hice cuando empecé la escultura.

-Antes del monumento a Juana Azur-duy comenzaste a trabajar en este mis-mo lugar con el de la mujer originaria.

-Me gusta pensar en el arte no solamente como una cuestión estética ni conmemo-rativa, sino también como una estrategia de comunicación. La idea es que el monu-mento a la mujer originaria esté aquí en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, en

140 HORAS A LA INTEMPERIE

El 5 de septiembre de 2011 An-drés Zerneri se instaló en Av. Co-rrientes y Florida con un tacho grande dispuesto a permanecer allí hasta conseguir 500 kg de bronce. La acción tuvo buena repercusión en los medios pero no fue una tarea sencilla ya que para lograr su cometido el escul-tor tuvo que mantenerse en ese lugar ininterrumpidamente du-rante casi seis días (140 horas).

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Diagonal Norte y Perú, y sea el más gran-de de todos. No para que vengan los del Guiness sino para que llame realmente la atención la presencia de los pueblos ori-ginarios en la ciudad que tiene los medios de comunicación más grandes de todo el país. La intención es reemplazar el monu-mento a Roca que está allí actualmente y que se ponga este otro construido y dona-do al Estado por la gente.

-¿De qué manera participa la gente?

-Hubo una tremendísima cantidad de personas que estuvieron ayudando tra-yendo llaves y difundiendo. La gente se

DÓNDE DONAR LLAVES

Para poder construir el monu-mento a la mujer originaria se ne-cesitan recolectar 10 toneladas de bronce, de las cuales se llevan juntadas más de 9. Quienes quie-ran colaborar con llaves pueden acercarlas a los centros de acopio principales de CABA: Espacio para la Memoria y de los Derechos Hu-manos (Av. Del Libertador 8151) y Cabrera 3653 (Palermo). Con-sultas: elmmova@gmail.com / (15) 3613-6130 / (15) 3696-5851. Más información en http://soyci-ne.wix.com/mujer2

siente parte de la construcción y mani-fiesta su voluntad con lo que dona. Ne-cesitábamos 10 toneladas para hacer la escultura y ya tenemos más de 9.

-¿Cómo se define en este caso la ima-gen de la escultura?

-Tenemos una serie de talleres con mu-jeres de pueblos originarios. La icono-grafía y la fisonomía es muy diversa y en todo este tiempo ha habido discusiones muy interesantes. La perspectiva de los pueblos originarios siempre te nutre. Nosotros aprendimos qué es la belleza según lo que nos dijeron que era la belle-za, entonces cuando uno piensa en una mujer originaria se imagina una especie de Pocahontas con trenzas. Pero las mu-jeres de pueblos originarios nos dijeron en estos encuentros que la escultura debe ser “una mujer muy hermosa de 70 u 80 años”. Algo que está lejos también del típico monumento al indio que se

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puede ver en todos los pueblos del inte-rior con un tapa rabo y una lanza. Siempre nos han contado la historia del originario desde el varón, y lo mejor para el propósito de esa estereotipación cultu-ral es hacer un tipo salvaje al que le tengas miedo. La idea de hacer un monumento que hable de los pueblos originarios des-de lo femenino tiene otra vuelta. No es el monumento a la mujer sino a la raza hu-mana dicha desde lo femenino. Por otra parte todas han coincidido que la mujer de la escultura tiene que tener un gesto de orgullo. Esos talleres están buenísimos.

-¿Cuál es el objetivo más amplio o más grande que existe con la realización de este proyecto?

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-En la Argentina se hablan 20 idiomas nativos preexistentes al castellano. Hay un genetista llamado Daniel Corach (Di-rector del Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la UBA) que hizo un trabajo que dice que el 61% de nuestra población

tiene un vínculo genético con un pueblo originario. O sea que seis de cada diez personas en la Argentina provienen de un pueblo originario. Somos un país plurina-cional que tiene 40 millones de personas -un familión muchísimo más diverso de lo que pensábamos que éramos- e incorpo-rar toda esa información a nuestra identi-dad es entender mejor todo lo que le pasa al originario. Todo lo que le pasa a ellos te pasa a vos porque sos parte de todo eso. Somos la misma familia humana. Ese es quizás el objetivo más elevado de hacer un monumento de estas características.

CÓMO SIGUE EL PROYECTO DE LA MUJER ORIGINARIA

Una vez que se junten las 10 toneladas de bronce y se haga el monumento, la idea de An-drés Zerneri y Osvaldo Ba-yer (historiador mentor de la idea) es emplazarlo en Diago-nal Norte y Perú (CABA), lugar donde hoy hay una escultu-ra de Julio A. Roca. Para ello necesita la aprobación de la Legislatura de la Ciudad. “No queremos meter un proyecto que esté debatiéndose 30 años. Tiene que ser algo certero y con-creto”, dice Andrés. La estrate-gia es que sea presentado por un interbloque de legisladores pertenecientes a la mayor can-tidad de partidos políticos.