John Stuart Mill

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JOHN STUART MILL – DEL GOBIERNO REPRESENTATIVO CAPÍTULO 1: SI SON ASUNTOS DE ELECCIÓN LAS FORMAS DE GOBIERNO Y HASTA QUÉ PUNTO Stuart Mill señala para empezar que para él existen dos maneras de concebir lo que son las instituciones políticas: como cuestión de fin y de medio, o como producto espontáneo. Según la primera, el hombre debería encontrar la mejor forma de gobierno, y según la segunda, las formas de gobierno deben ser simplemente aceptadas como tal. Sin embargo, estas consecuencias no son suficientes para establecer cuál es más idónea. Mill indica tres condiciones básicas que debe cumplir una forma de gobierno para que un pueblo la adopte satisfactoriamente y funcione correctamente: la aceptación del pueblo, la intención de esta forma de gobierno de mantener la propia existencia, y la capacidad del pueblo de hacer lo que esa forma de gobierno exija de él. Si alguna de estas condiciones falla, la forma de gobierno será insostenible, por lo que inexorablemente el pueblo se verá obligado al cambio de forma de gobierno. Hablando del gobierno representativo, que es el que defiende Stuart Mill, las instituciones representativas son una muestra de la necesidad de que se cumplan estas tres limitaciones. Un sistema democrático no sería tal si careciera del apoyo popular, así como tampoco sobreviviría si no pretendiera mantener su existencia o si el pueblo mostrara un interés pasivo, o faltara a las elecciones o vendiera su voto en vez de votar en conciencia buscando el bien público. Deducimos de todo esto que las formas de gobierno están supeditadas en su elección por diversos condicionantes. CAPÍTULO 2: QUE SEA UNA BUENA FORMA DE GOBIERNO Una vez se considera la elección como el mejor modo de elegir el gobierno, es necesario investigar cómo esa elección ha de ser dirigida para favorecer al máximo los intereses de la sociedad. Según Mill, lo primero que se ha de pensar es que un gobierno no

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JOHN STUART MILL DEL GOBIERNO REPRESENTATIVOCAPTULO 1: SI SON ASUNTOS DE ELECCIN LAS FORMAS DE GOBIERNO Y HASTA QU PUNTO

Stuart Mill seala para empezar que para l existen dos maneras de concebir lo que son las instituciones polticas: como cuestin de fin y de medio, o como producto espontneo. Segn la primera, el hombre debera encontrar la mejor forma de gobierno, y segn la segunda, las formas de gobierno deben ser simplemente aceptadas como tal. Sin embargo, estas consecuencias no son suficientes para establecer cul es ms idnea.

Mill indica tres condiciones bsicas que debe cumplir una forma de gobierno para que un pueblo la adopte satisfactoriamente y funcione correctamente: la aceptacin del pueblo, la intencin de esta forma de gobierno de mantener la propia existencia, y la capacidad del pueblo de hacer lo que esa forma de gobierno exija de l. Si alguna de estas condiciones falla, la forma de gobierno ser insostenible, por lo que inexorablemente el pueblo se ver obligado al cambio de forma de gobierno.

Hablando del gobierno representativo, que es el que defiende Stuart Mill, las instituciones representativas son una muestra de la necesidad de que se cumplan estas tres limitaciones. Un sistema democrtico no sera tal si careciera del apoyo popular, as como tampoco sobrevivira si no pretendiera mantener su existencia o si el pueblo mostrara un inters pasivo, o faltara a las elecciones o vendiera su voto en vez de votar en conciencia buscando el bien pblico.

Deducimos de todo esto que las formas de gobierno estn supeditadas en su eleccin por diversos condicionantes.

CAPTULO 2: QUE SEA UNA BUENA FORMA DE GOBIERNO

Una vez se considera la eleccin como el mejor modo de elegir el gobierno, es necesario investigar cmo esa eleccin ha de ser dirigida para favorecer al mximo los intereses de la sociedad.

Segn Mill, lo primero que se ha de pensar es que un gobierno no tiene unas funciones propias invariables, sino que dependiendo de la sociedad a la que se ajuste tendr unas u otras, as como unas de mayor importancia que el resto. Pero como no se puede analizar dicho aspecto por la variedad de posibilidades que implica, se ha de simplificar de manera que sea posible un anlisis. Para ello, y generalizando, se puede considerar que lo primordial a la hora de constituir el bienestar social es el equilibrio entre orden y desarrollo. Esta divisin entre dos extremos que tanto contrastan, en apariencia bien marcados, son la determinacin, la lnea en la que se mueven los Gobiernos y que en la que han de encontrar un balance que marque la tendencia de su gobierno. Ambos trminos han de definirse para poder entender bien su significado. Progreso es mejoramiento, evolucin. Orden, por su parte, es el concepto abstracto de las cosas indispensables para la sociedad, pero de ningn modo puede asociarse ese orden con el de obediencia. Por eso, orden de un Gobierno es un atributo indispensable, gracias al cual se hace respetar y hace que se cumplan sus rdenes. Pero este orden no implica una obediencia forzosa, sino que se logra limitando en cierto modo los poderes de los gobernantes. El papel primordial del orden es hacer que se obedezca para con eso alcanzar otros fines.

Fines alcanzados a partir del orden y el progreso. Fines como el trabajo, la integridad, la justicia y la prudencia; que aparentemente buscan el orden, pero favorecen al progreso igualmente. Otros como la actividad intelectual, el espritu industrial y el valor, que son parte del progreso, pero que ayudan a mejorar el orden social. Y otros como la originalidad y la invencin, claramente parte del progreso, son tambin clave para mantener un orden y las caractersticas particulares de cada sociedad. Por ello es difcil mantener una cualidad y no dar pie a que se fomente la otra, ya que cuando ambas funcionan juntas, es el mejor sntoma de buena evolucin. En el aspecto ms material de la configuracin de la sociedad, es imposible no encontrar una combinacin entre ambos aspectos, orden y progreso. Funcionan a la par, y es la ms eficiente.

Si vamos ms all y analizamos los principios y condiciones de un bueno Gobierno en su conjunto, lo primero que se ve son las cualidades de los seres humanos que conforma la sociedad en la que funciona el Gobierno. Si el Gobierno se centra el la sociedad en la que funciona y stos miran por el bien de dicho Gobierno, ste ha de buscar el bien general, al mejoramiento del estado conjuntamente con la voluntad de cada uno que forma la sociedad.

Un buen Gobierno necesita fomentar las cualidades que hacen a la sociedad caracterstica, as como su cultura e inters por el desarrollo de sta. Para encontrar la mejor forma de Gobierno, el sistema representativo es el que se muestra ms propicio para elegir la forma de Gobierno ms acertada.

CAPTULO 3: EL IDEAL DE LA MEJOR FORMA DE GOBIERNO ES EL REPRESENTATIVO

En este captulo, el autor hace un estudio del despotismo partiendo de la afirmacin de que encontrndose un buen dspota, la monarqua desptica sera la mejor forma de gobierno.

En primer lugar plantea el supuesto de un monarca eminente, que realice todas sus funciones y deberes de la manera justa y adecuada. Sin embargo esto no es posible debido a las limitaciones que tiene el dspota como ser humano; no es capaz de realizar todas estas acciones por s solo.

Prosigue Mill su estudio dando por posible la existencia de un hombre de actividad sobrehumana que dirigir los asuntos de un pueblo intelectualmente pasivo. Nos encontramos entonces ante el problema de la clase de hombres que se formarn ante este rgimen. Los ciudadanos seran conscientes de que sus reflexiones no producirn resultados exteriores y que su preparacin nunca ser puesta en prctica. Esta ausencia de la perspectiva de recoger los frutos de un esfuerzo, dejar de motivar los impulsos intelectuales de la sociedad, lo cual no quiere decir que la sociedad no est provista de poder intelectual, ya que siempre habr un grupo de sabios que cultiven la ciencia. Sin embargo, la mayora del pueblo carecer de inters e intervencin en los asuntos polticos. Deducimos por tanto, que este rgimen afectara a la inteligencia y adems afectara a las capacidades morales humanas. Al impedir que un hombre se desarrolle y haga algo por su pas, se le incitar a que no cuide del mismo, quedando slo un patriota, el propio dspota.

Otro punto a tener en cuenta est en relacin con la religin. Al estar los intereses del pueblo dirigidos por el monarca, se llegara a un abandono de los mismos, equivalente a dejar las cosas en manos de la divina providencia. Este abandono de todo lo que es expresin de la libertad (el patriotismo, la energa, la expansin del espritu) podra llevar a los individuos a la misma esclavitud.

Mill hace referencia a quienes suspiran por una mano fuerte para acabar con los males sociales, pero con este remedio excluiran el principal elemento de la idea de un buen gobierno, que es el mejoramiento. Por otro lado, el autor no rechaza el recurrir al poder absoluto en forma de una dictadura temporal para allanar los obstculos de la nacin. Recuerda que las formas de gobierno se deben adaptar a las circunstancias y finaliza este estudio del buen despotismo estableciendo que se trata nicamente de un ideal.

A continuacin, Mill realiza un anlisis del Gobierno representativo, con una intervencin real en funciones locales o generales. Este gobierno sera el popular y atendera al bien pblico, pues todos respetarn en mayor medida los derechos e intereses al ser a ellos a quienes ataen, elevndose la prosperidad general. Hay opiniones que por el contrario consideran esta forma egosta. En este supuesto el comunismo sera el nico gobierno posible. Pero al censurar esta doctrina del predominio universal del egosmo se hallaran de acuerdo al mismo.

Por tanto, segn esta posicin a todos nos asiste intervenir en la gobernacin del estado, ya que si el poder residiese en una nica clase, se descuidaran los intereses de las dems. As, las clases obreras quedaran excluidas de una participacin directa, aunque su opinin debera ser escuchada. Si estas condiciones se diesen, existira mayor grado de prosperidad y esplendor en las comunidades. El estado de desorden que se dara en un Estado libre sera comparativamente de menor gravedad que el hecho de humillar constantemente a la masa del pas. Adems, la libertad en este caso recae sobre unos cuantos, siendo la idea perfecta del gobierno libre la Como conclusin, la nica forma de gobierno que satisfar las exigencias del estado social, es un gobierno en el que tiene participacin el pueblo entero, participacin que ser tan grande como lo permita el grado de cultura de la comunidad. Sin embargo, como la participacin individual, de todos y cada uno de los ciudadanos est limitada al tratarse de una comunidad que excede los lmites de poblacin, el tipo ideal de gobierno es el Gobierno representativo.

CAPTULO 4 :EN QU CONDICIONES SOCIALES NO ES APLICABLE EL SISTEMA REPRESENTATIVO

En palabras de Mill, el Gobierno representativo es el tipo ideal de gobierno, pero cuanto menos perfecta y subdesarrollada es una sociedad, menos le conviene este tipo de organizacin. No obstante esta generalidad no es del todo cierta, ya que pueden darse casos en que una sociedad poco desarrollada est desproporcionada y tenga las caractersticas idneas para un Gobierno por eleccin.

El autor da unas condiciones para que el gobierno representativo prospere, que son las mismas que da al principio del libro para cualquier gobierno pero aplicadas a ste.

Adems de cuando estas tres caractersticas no se cumplen, existen otras posibilidades donde el gobierno representativo no prosperara. Se trata de situaciones como pueden ser una sociedad que desconoce el significado social de obediencia, un pueblo conformista que tiende a someterse a la tirana donde no habra representacin, slo sumisin, o pueblos cuyos defectos sean tan graves que no gozara de estabilidad alguna el Gobierno.

CAPTULO 5: DE LAS FUNCIONES PROPIAS DE LOS CUERPOS REPRESENTATIVOS

En este captulo tratamos el tema de las funciones de los gobiernos representativos. Mill trata de explicar cmo debe existir un equilibrio de poderes. Sera algo lgico que la voluntad de la mayora fuera la que se impusiera en toda decisin de las autoridades, no obstante hemos de tener en cuenta la imposibilidad de este hecho y hemos de aceptar una solucin mas prctica. Para exponer su pensamiento acerca de este tema John Stuart Mill no es directo, sino que, a travs de ejemplos, va llevndonos poco a poco a su terreno para acabar con la conclusin a la que quiere llegar. Este esquema es muy repetido a lo largo de la obra y es un recurso que el autor utiliza constantemente. Difcilmente se encontrar en este libro una explicacin que siga el esquema proposicin-ejemplos-demostracin, sino que ms bien, plantea el problema, critica posibles soluciones, y expone ejemplos y plantea supuestos para demostrar la proposicin con la que quiere concluir.

El hecho de que una asamblea (el Parlamento) sea representativa de la sociedad no la hace competente para gobernar.Pongamos el ejemplo de los Presupuestos Generales del Estado. En ningn pas la asamblea es la encargada de los Presupuestos, pero sin embargo si que establece un control al gobierno, el encargado de estos. Esto mismo pasa en las grandes empresas, en las que lo propietarios (los accionistas) no toman decisiones de gobierno, sino que las toma el director, pero sin embargo si que ejercen un control sobre l. De forma analgica el parlamento tiene que vigilar los actos del gobierno, y, aunque los representantes deben tener la supremaca prctica dentro del orden parlamentario, no tienen las aptitudes necesarias para gobernar y por tanto ejercen esa funcin de control. Las asambleas representativas son las responsables de la eleccin de los cargos pblicos, de vigilar los actos del gobierno, y de censurarlos cuando sus actuaciones no son las que se les exigen. Podramos concluir que la nica principal de las asambleas representativas son capaces, no es la de hacer el trabajo por s mismas, sino procurar que se hagan, y confiar la tarea a la persona ms adecuada, para despus decidir si otorga o no la sancin nacional. De esta forma se opera a travs de las Comisiones: los miembros de la Comisin son los verdaderos expertos en el tema a tratar, y el Parlamento tan slo puede aprobar o rechazar la totalidad o una parte de la proposicin, pero en ningn caso modificarla por su parte.

Tampoco falta en este captulo la ya obligada referencia al sistema democrtico en la antigua Grecia, concretamente a la iglesia popular de la democracia ateniense, en referencia a que quien aprobara la ley no fuera quien la redactara. Nuevamente vuelve a presentar una relacin entre el sistema que defiende (explicando cmo deben de funcionar las Comisiones y las Cmaras) y el sistema de la antigua Grecia. Sin embargo, y pese a centrarse en el tema de las funciones de la Asamblea respecto del Gobierno, tampoco se olvida de presentar La Asamblea Representativa como el rgano encargado de las peticiones populares.

CAPTULO 6: DE LAS ENFERMEDADES Y PELIGROS A QUE EST EXPUESTO EL GOBIERNO REPRESENTATIVO

En este apartado Mill analiza las posibles enfermedades y peligros a que esta expuesto el gobierno representativos. Realmente incide mucho en males que podran aquejar a cualquier tipo de gobierno, no especficamente al que l propone, pero Mill es constructivo y desea que su obra sea un manual completo sobre el que se pueda construir un gobierno representativo, indicando no slo las situaciones bajo las que no podra existir (captulo IV), sino tambin los peligros que le podran hacer tambalear.En este captulo se habla de males y peligros negativos y positivos. Cuando se habla de males negativos se hace referencia a temas como podran ser el que la asamblea se apodere del gobierno mismo, en vez de ceir su accin a limitar y contener a los que gobiernan o no ejercitar en el grado necesario las facultades morales, intelectuales y activas de los individuos (lo que llevara al despotismo).

En cuanto a los males y peligros positivos del gobierno representativo pueden reducirse en dos: el primero es la ignorancia y la incapacidad generales del Cuerpo representativo: la deficiencia de sus capacidades intelectuales; y el segundo sera el peligro de que este Cuerpo no se halle bajo la influencia de intereses no identificados con el bienestar general de la comunidad.

En su anlisis de los problemas que aquejan al gobierno representativo el autor hace un recorrido a travs de las distintas formas de gobierno que se han dado a lo largo de la historia, dedicando un especial inters a las formas de gobierno en Roma y Venecia, y explicando a fondo un gobierno monrquico y un gobierno burocrtico. Dedica una especial crtica a este ltimo aspecto, explicando como la rutina puede hacer caer un gobierno, y cmo es necesario un rgimen popular que lo sustente.

Volviendo al anlisis de la forma de gobierno democrtica, Mill asegura que para tener una democracia hbil los actos que exigen habilidad deben ser ejecutados por personas idneas, pues cuando entran en juego otros intereses el gobierno empieza a tambalearse. Adems advierte de los problemas de una asamblea representativa defectuosa, lo cul hundira el propio fundamento del sistema que el mismo propone.En este captulo se propone una definicin de lo que Mill llama intereses siniestros, que no son mas que aquellos que estn en contradiccin con el bienestar general de la comunidad, y se explican los males que provienen de la accin del cuerpo representativo por este tipo de intereses.

Los intereses de la clase dominante (reyes, aristocracias) consisten en enriquecerse a costa del pueblo, alcanzar privilegios. Si el pueblo est mal dispuesto hacia sus gobernantes, como en tal rgimen sin duda pasara, a la clase privilegiada le interesara un grado bajo de educacin e inteligencia. Estos peligros tambin podran darse en una democracia, si bien no es tan evidente. Nuevamente observamos en la explicacin de Mill cmo a travs de supuestos hipotticos nos lleva a la conclusin a la que quiere llegar.Unos de los peligros mas grandes de la democracia (y de toda forma de gobierno) consiste en los intereses siniestros de los que poseen el poder: una clase dominante que legisle a su favor, en detrimento duradero de la masa (lo que podra llamarse legislacin de clase).

Stuart Mill clasifica los grupos sociales en 2 secciones: una seccin de proveedores de trabajo y otra que sera la de proveedores de trabajo. Respecto a estas dos secciones el autor reflexiona acerca de la necesidad de que se mantenga un equilibrio entre ambos. A este fin propone como solucin la disposicin de igual nmero de votos en el Parlamento para cada una de las clases, evitando as los posibles problemas que derivaran de un reparto distinto y desigual.

CAPTULO 7: DE LA DEMOCRACIA FALSA Y LA VERDADERA. DE LA REPRESENTACIN DE TODOS Y DE LA REPRESENTACIN DE SOLO LA MAYORA

Despus de analizar los peligros a los que se halla expuesta la democracia representativa, los procedentes de la existencia de un grado de progreso en el Cuerpo representativo y en la opinin pblica que los juzga, y los derivados de la posibilidad de una legislacin de clase por parte de la mayora numrica, Mill ahora examina hasta qu punto es posible organizar la democracia para destruir esos males, o disminuirlos en la medida de lo posible.

El ncleo de las ideas de Mill, la parte ms importante de su pensamiento acerca del gobierno se encuentra aqu. Para l, no puede concebirse un Gobierno representativo elegido por un sufragio restringido, con el fin de limitar los peligros que puedan estar presentes. Un sufragio que restringe la posibilidad de voto a unos pocos puede tener como consecuencia que la mayora del derecho a voto lo tenga una clase como mayora, lo cual acarrea muchos inconvenientes. Esto constituira una democracia falsa. La idea pura es el Gobierno de todo el pueblo por todo el pueblo igualmente representado. Es el Gobierno de todo el pueblo representado por una minora elegida para tal fin el que debe gobernar. Es sinnimo de igualdad para todos los ciudadanos y de privilegio en el ejercicio del Derecho en el Estado.

Es fundamental que todo Gobierno representativo ha de respetar. Todo Gobierno elegido por sufragio donde existe la igualdad, la mayora del pueblo prevalecer y obtendr el triunfo en las votaciones sobre la minora y sus representantes. Esto viene a decir que en un Estado, los intereses de unos pocos, oligrquicos, no puede tener ms peso ni ser escuchado con mayores efectos que la mayora total del pueblo.

CAPTULO 8: DE LA EXTENSIN DEL SUFRAGIO

La cuestin primordial de un Gobierno Representativo, es que en l est representada toda la poblacin, no simplemente la mayora. A pesar de que las minoras no han de gobernar, para que exista la igualdad en la sociedad y constituirse una democracia representativa, han de ser escuchadas y tomadas en cuenta. Pero para que esto sea as, tambin hay que considerar que la mayora no puede ni debe ejercer el poder absoluto sin tomar nada ms en cuenta. Sera una mayora sin cultura poltica y formada solo por una clase, por lo que ha de evitarse dicha situacin, que usurpa la esencia de la democracia.

Uno de los principales beneficios del Gobierno libre es que la educacin de la inteligencia y de los sentimientos desciende hasta las ltimas filas del pueblo cuando es tenido en cuenta para intervenir en los actos relacionados con el orden de la nacin. Esto hace que exista la diversidad y la libertad de pensamiento, de manera que si no se limita el sufragio, todos pueden acceder a l y as establecer un Gobierno representativo que refleje de manera justa la realidad de la sociedad, sin que exista una oligarqua, un Gobierno absoluto por parte de unos pocos que no permitan al resto opinar. En la democracia, el Gobierno ha de estar compuesto por todas las clases y deben ser respetadas, siempre que cumplan con los requisitos derivados del sufragio, de manera que sean Por ello, el sufragio universal ha de ser eso, universal. Todo el mundo mnimamente capacitado ha de tener derecho a voto, y no slo eso; su voto debe valer lo mismo que el de cualquier otra persona, sin discriminaciones de tipo alguno. Cuando se dice mnimamente capacitado, se refiere a que sepa leer y escribir, est al corriente de la situacin, de las obligaciones fiscales, etc. Si no se cumple este derecho de igualdad, o no se respeta de alguna manera, no habr un Gobierno justo y equitativo.