Actitud

Gerónimo quiere reconocer que ha estado equivocado.

Bueno, hasta cierto punto equivocado, pues el gran problema del México actual no es solamente Educación.

Quizá más adecuadamente podría decirse que el gran problema de nuestro país es la actitud que tenemos los mexicanos.

Si bien esa actitud puede ser producida por la falta de educación, también puede ser considerada como un asunto aparte, relacionado íntimamente, pero aparte.

Por lo mismo basado en esas consideraciones, Gerónimo quiere exponer algunos puntos a su atención y consideración reflexiva.

Es un hecho y fácilmente constatable que hay países ricos y países pobres, del mismo modo que hay personas ricas y personas pobres.

¿Se han fijado como en los países ricos hay transporte público eficiente y barato?

Dicen por ahí que las comparaciones son odiosas, y quizá tengan razón, son odiosas porque en ellas vemos lo que otros tienen y lo que nosotros carecemos.

Sin embargo, Gerónimo quiere hacer algunas consideraciones basadas en comparaciones.

La India y Egipto son países con miles de años de antigüedad y sin embargo, actualmente son países pobres.

Australia y Nueva Zelanda, por el contrario, son países que hace 100 o quizá 150 años eran totalmente desconocidos, hoy son países desarrollados y ricos.

Por lo mismo, la antigüedad no es la que hace la diferencia entre los países pobres y los países ricos.

Los recursos naturales de los países tampoco son los factores que establecen las diferencias entre los países pobres y los países ricos.

Japón, tiene un territorio pequeño y montañoso, no útil para la agricultura o para la ganadería, y a pesar de ello, es la segunda potencia económica mundial, y eso sin tomar en cuenta que para fines de 1946, era una nación destrozada, arrasada por las bombas y con una enorme mayoría de ancianos y niños, la juventud fue consumida por la II Guerra Mundial, Hiroshima y Nagasaki utilizados como campo de pruebas para comprobar la eficacia de las armas de destrucción masiva.

México es el decimoquinto país del planeta en extensión territorial con aproximadamente 2 millones de kilómetros cuadrados y con un población cercana a los 112 millones de habitantes.

Los japoneses han convertido su territorio (en tan solo 66 años) en una unión fabril de Islas que importa materias primas de todo el mundo, las procesa y los productos resultantes son exportados también a todo el mundo.

Cuentan con 20,000 kilómetros de vías férreas y ferrocarriles rápidos que llegan a alcanzar los 270 y 300 kilómetros por hora de velocidad.

En el proceso, se convirtieron de nación destrozada en nación rica.

Gerónimo nos dice que también podemos citar el caso de Suiza, otra pequeña nación centro europea, una nación que no tiene océanos, pero que posee una de las mayores flotas náuticas del mundo.

Suiza tampoco tiene Cacao, pero si uno de los mejores chocolates del mundo.

Sus escasos kilómetros cuadrados de extensión solamente tienen cuatro meses al año en que pueden ser utilizados para la agricultura (el resto del año es invierno), y tiene la producción de lácteos de más calidad en Europa, y crían ovejas que producen lana que es envidiada y requerida por todas las naciones civilizadas del planeta.

Los trenes suizos además de ser modelos de eficiencia, puntualidad y rapidez cubren 22,000 kilómetros y recorren el pequeños país a lo ancho y a lo largo.

Al igual que Japón, Suiza no tiene gran variedad de productos naturales, pero proporciona servicios que a la fecha, no han sido igualados, y se puede afirmar que es ‘la caja fuerte’ del mundo.

La seguridad, el orden y el eficiente trabajo, la han convertido en una nación cuya calidad de servicios es muy difícil de superar.

Gerónimo opina que tampoco es la inteligencia de las personas la que hace la diferencia y/o establece a los países ricos o a los países pobres.

Gerónimo lo ha comprobado personalmente, en México y en otros lugares que ha tenido la fortuna de visitar.

En México, ha atendido visitantes extranjeros, ejecutivos, hombres de empresa y simples turistas.

Al hablar con ellos, en el intercambio de experiencias, jamás se ha encontrado con un Einstein o un Leonardo Da Vinci, el nivel intelectual de esas personas es igual o

similar al nivel intelectual de otros ejecutivos, visitantes o turistas, es decir, nada extraordinario, no son genios, ni extraterrestres, ni superiores a nosotros.

En los otros países ha sucedido lo mismo, son seres humanos como nosotros, con otras costumbres, a veces con otro idioma pero definitivamente con otra actitud y ahí es en donde Gerónimo ha encontrado algunas explicaciones.

Los mismos estudiantes mexicanos que han tenido la fortuna de recibir escolaridad en el extranjero destacan de entre sus compañeros, no por su inteligencia, sino por su dedicación al estudio (lo que no hacen aquí).

Es otra su actitud cuando no están en su país.

Esto lo podemos apreciar simplemente al ir de turistas a cualquier parte, el mexicano, los mexicanos en general, cambian su actitud cuando están en otro país, ahí si respetan, ahí si ‘cumplen’, ahí son otros, lo que a Gerónimo le indica que si se puede cambiar …… si se quiere.

Gerónimo tampoco puede decir que la raza sea la diferencia y en mismo Estados Unidos nos podemos dar cuenta de que la gran mayoría de la fuerza laboral son los latinos o hispanoamericanos, mientras que en Europa son los emigrados de países pobres, africanos, paquistaníes, etc.,

Entonces, ¿Qué es lo que hace la diferencia? Gerónimo ya lo ha apuntado, es la actitud.

La actitud de las personas es la que hace la diferencia.

Revisando someramente la conducta, el comportamiento de la mayoría de la población en los países ricos, Gerónimo se ha dado cuenta de algunos elementos comunes de entre los que destaca 9 formas de vida, 9 reglas de conducta social, 9 actitudes ante la vida cotidiana:

1.- Lo Ético como principio básico de conducta.

La Ética tiene que ver con los actos que el ser humano realiza como ser consciente y libre.

2.- El Orden y la Limpieza.

3.- La Integridad.

Entendida como la capacidad del ser humano para decidir sobre su comportamiento por si mismo.

4.- La Puntualidad.

5.- La Responsabilidad.

6.- El deseo de superación (o búsqueda de la perfección).

7.- El respeto a las Leyes y Reglamentos.

8.- El respeto por los derechos de los demás.

9.- El amor al trabajo.

Según Gerónimo esas 9 reglas o características pueden ser asimiladas a los 10 Mandamientos que la Biblia enseña como reglas básicas para lograr la salvación de nuestra alma, pero como aquí estamos tratando de temas mundanos, Gerónimo las denomina como Reglas de Actitud.

Si alguien quiere establecer paralelos entre estas Reglas de Conducta Social, y los 10 Mandamientos religiosos, bienvenido; podría resultar un complemento al escrito.

Es interesante hacer notar, nos afirma Gerónimo, como en los países pobres solo una muy pequeña parte de la población sigue estas Reglas en su vida diaria.

Quiere también, resaltar la tendencia mexicana a emitir Leyes y Reglamentos como si ahí estuviera la solución al problema.

La solución no es ‘ir por los legalismos’, no se van a resolver los problemas de desarrollo con más Leyes, ‘para progresar’ basta con que todos cumplamos con las 9 Reglas de Actitud.

No somos pobres porque a nuestro país le falten recursos naturales o le sobren Leyes, o porque la naturaleza haya sido cruel con México.

Somos pobres, simple y sencillamente por nuestra actitud y porque nos ha faltado ‘carácter’ (por decirlo de esa manera) para cumplir con esas Reglas Básicas.

Veámoslas una por una.

1.- Lo Ético como principio básico. Estamos muy lejos de que la ética rija nuestras vidas, los mexicanos llevamos una perenne doble vida, una vida pública, basada en el engaño, la transa, la explotación, y una vida privada fundamentada en la hipocresía.

Lo que no cuesta y que –de inmediato- se podría hacer y podría ser el inicio de ese ‘cambio de actitud’ tan necesario sería la modificación de conductas y comportamiento cívico que a diario percibimos y que podrían modificarse, siempre y cuando queramos, siempre y cuando se ‘tenga la voluntad’ ya que muchas de ellas, simplemente son

‘costumbres’ que se han olvidado y que podrían ‘revivirse’ adecuadas a los tiempos actuales y con visión a futuro.

No tenemos que remitirnos a la historia y ‘buscar’ personajes cuya vida nos guíen, simplemente indica, analicemos nuestras circunstancias habituales y con prontitud encontraremos que una de ellas, una de esas costumbritas folclóricas y malsanas es simple y sencillamente, el desechado uso de esquinas predeterminadas para el asenso y descenso de pasaje de los vehículos de servicio publico que se ocupan cotidianamente y a todas horas de ‘transportar’ las humanidades ‘llenitas’ y hasta rechonchas de los mexicanos y mexicanas de la clase humilde y trabajadora, junto con la plebe menesterosa, grosera y desocupada.

En cualquier sitio se hacen paradas para subir y bajar pasaje, indiscriminadamente, sin importar el lugar, el tráfico o las condiciones atmosféricas, pero eso sí con gran ‘tino’.

Si hay un único charco ahí, precisamente ahí, es en donde se detendrá el transporte, si hay muchos, elegirá el más de su ‘gusto’ pero jamás, hará nada por evitarlos; está en su naturaleza, no se puede pedir, ni esperar ‘que piensen’.

Y no crean que Gerónimo utiliza el plural solamente por que le dio su gana, sino por que es un hecho de la vida cotidiana y de los menesteres del transporte el que el ‘chofer’ no va sólo, sino siempre está acompañado del ‘garrapata’ (porque garra pata, garra pierna, garra todo) que con el mas florido vocabulario dirige a los pasajeros iniciando con el consabido grito insolente de “tras ai lugar”.

Estos ‘chafiretes’ sean de ‘combi’, ‘pesera’ o ‘bus’ han propiciado que el pasajero sea flojo e incapaz de mover su tortera o taquera humanidad unos cuantos centímetros y de que tengan precisa y exacta conciencia de donde deben bajarse, del punto exacto, preciso, matemáticamente calculado en retrasados procesos mentales, en el que deben ‘descolgarse elegantemente’ del transporte o ‘abordar’ el mismo.

Todas estas acciones, actos malabares y demás, son presenciados con inmutabilidad de estatua de Juárez por los impávidos guardianes uniformados que hacen uso del silbato como si les pagaran por el desgaste de la boquilla y que ‘pululan’ por todas partes, haciendo inútil vigilancia, porque nadie sabe que o a quien vigilan, siempre están ‘papando moscas’, aunque ejercitando sus brazos como lo hiciera en sus buenos tiempos Chafasneger; son la envidia de cualquier aficionado a los pilates, o a los aigrobics y el ideal de los árbitros de futbol de primera división.

¿No sería fácil corregir esto? ¿Acaso se requiere mucha inversión? Para nada. Solo falta lo que ponen las gallinas, pero parece que no hay quien o ‘tenga’ o se

‘anime’ a utilizar.

Reglamentar el asenso y descenso de pasaje, distribuir ‘inteligente y ordenadamente’ las esquinas o los lugares en donde se deben hacer estas maniobras no se ven cosa del otro mundo, y si lo fuera, se podría solicitar la colaboración de Jaime

Mauzán para que seres de otros mundos (que viven y se ‘aparecen’ en México, hagan algo útil) y cooperen con nuestras autoridades y no nomás aparezcan en la Tele para asustar a los niños.

En seguida se reglamentarían esas mismas maniobras, prohibidas por supuesto, en el interior del Anillo Periférico en donde circula el transporte público sin ningún recato o prudencia, en su eterna lucha por ‘ganar’ pasaje, y se acabarían los congestionamientos resultantes debajo de cualquier puente o paso a desnivel, en donde, además de las maniobras referidas, hay abundancia de puestos y vendedores ambulantes que hacen más complicadas y peligrosas esas maniobras del transporte público, sin contar con que ‘como hay sombrita’ se convierten en propiedad privada y se hacen ‘bases’ de transportistas que se la pasan ‘arreglando’ sus desvencijados vehículos y en donde siempre hay un lugar para que se estaciones la patrulla, mientras los ‘efectivos’ uniformados, (armados cual obsoletos Rambo versión 36), se retacan de tortas, tacos, guaraches, sopes y demás fritangas que ahí se expenden y que contribuyen a hacer de esos lugares un centro de contaminación auditiva, visual y ‘olorotiva’.

Y no digan nada de las escuelas, en donde nunca se puede ‘circular’, aunque no es tanto por el transporte público, que si bien contribuye con un alto porcentaje al desorden, la mayor proporción de responsabilidad o irresponsabilidad la tienen los padres de los ‘educandos’, y los maestros, sobre lo cual volveremos en un instante.

El transporte público ha dejado de llamarse el ‘pulpo camionero’ más porque el término pasó de moda que porque hayan cambiado las cosas, y sigue siendo una fuente constante de conflictos, independientemente de los bretes –dizque momentáneos de tránsito-, y del estorbo que representan para automovilistas y peatones, por la constante e interminable lucha interna por las concesiones o las rutas que todo se pelean como oro molido.

Las autoridades nada hacen, se limitan a ‘esperar’, mientras el observador casual se da cuenta de que a todas horas hay una proliferación impresionante de transporte público circulando y otra porción no menos importante, estacionadas en todas partes sin estar ‘en servicio’.

Las calles se han convertido en estacionamientos sin paga de cualquier ‘línea’ de transporte, que irónicamente, impiden la circulación.

Los vehículos no pueden circular por la cantidad de automóviles, camioncitos, camiones o cualquier tipo de transporte motorizado estacionados en ambos lados de las calles. (si no juera porque ‘oficialmente’ semos del tercer mundo, tamos ministrando nuestra riqueza, y en vías de ir al primero, no lo creeríamos).

Aparentemente, los concesionarios del transporte público no tienen limitación alguna y mientras más unidades puedan mandar a la circulación más mandan; no importa que en un tramo cualquiera haya 10 o hasta 12 vehículos con uno o dos pasajeros, o sin ninguno; circulan y circulan en su constante y feroz batalla por ‘ganar pasaje’.

¿No habrá por aí alguien con dos o tres centavos de cerebro que pueda regular este caos y distribuir los vehículos en forma más equilibrada y racional?

¿Acaso a todas horas hay la misma enorme cantidad de gente utilizando el transporte público?, no lo creemos, pues de otra forma, se verían los vehículos completamente llenos, como Basílica en pleno 12 de diciembre.

Mas, mucho más se podría decir de este problema urbano, semi urbano, rural y silvestre, pero el caso es que no se ‘ataca’ el problema, y si nos dicen que lo que sucede es que hay leyes y reglamentos que nadie respeta, bueno, eso es el mismo asunto, no es cosa diferente; no es disculpa ni excusa, es más, ni siquiera llega a ser una aproximación de explicación.

¿Se ha mencionado algo relacionado con inversión o algo que represente gasto municipal, estatal o federal? No ¿verdad?

Entonces ¿Porque seguimos sin atacar el problema?, ¿Porque seguimos como si eso no afectara a nadie, como si esa situación fuera totalmente aceptable?

Si en verdad los gobernantes se ocuparan y preocuparan por el bienestar general, ya hubieran encontrado la forma –sin gastar de nuestros impuestos- para solucionar la situación que representa el transporte público en esta caótica ciudad de México, y sus alrededores.

Aunque pensándolo bien puede que aquí es en donde resida el problema justamente, en la falta de necesidad de gastar o invertir, lo que niega o reduce las posibilidades de ‘hacer negocio’ con los problemas de la gente, ocupación prioritaria y mas que necesaria para todo aquel que ‘entra’ al sistema.

Quiera Dios que Gerónimo esté equivocado y que por suspicaz y desconfiado ‘ande nomás echando falsos’.

Porque hay otro sistema de transporte que merece mencionarse y es la versión mexicana de lo que en otros países constituye una alternativa y una solución al transporte público: el llamada ‘Metro’.

Para comenzar aquí es prerrogativa del gobierno, no permitida la intervención de los particulares.

Para continuar, fueron sacrificadas las instalaciones ferroviarias que a grandes costos y con grandes esfuerzos se realizaron en tiempos de Don Porfirio (lo que ocasionó el desperdicio de más de 26,000 kilómetros de vías férreas además de la Estación de Buenavista ahora convertida en Centro Comercial y terminar con la opción del Ferrocarril como medio de transporte).

La misma mal denominada Revolución se realizó alrededor de estas vías férreas y sin el ferrocarril no se hubieran podido llevar a efecto muchas de las grandes batallas en las que perdieron inútilmente la vida miles de mexicanos.

Hoy día, subir al Metro en Madrid, Londres, Dublín, Tokio o Paris, es toda una aventura turística y una muy eficiente y económica manera de transportarse.

Subir al Metro en México es toda una negativa experiencia, un verdadero tormento, a la hora que sea, el día que sea, en la Estación que sea.

Cuando por fin se ha podido librar del asedio de vendedores ambulantes, y se llega a las plataformas, el agotado pasajero todavía tiene que soportar las multitudes que grosera y mal educadamente se ‘pelean’ por los asientos, sin importar la cantidad de mujeres (manoseadas a más no poder) niños, adultos mayores (porque han de saber que en México no hay viejitos ni viejitas, todos son adultos mayores), minusválidos, etc., quienes tiene que soportar los arrancones y frenazos de los vagones apoyados unos en otros, en tanto que una caterva indescriptible de ejemplares de las nueva incultura mexicana se arremolina frente a las puertas para poder respirar el nauseabundo aire caliente que invade los vagones en cada ‘parada’.

2.- El Orden y la Limpieza. ¿Cuál orden? ¿Cuál limpieza? Sin comentarios; solo volteen la vista a su alrededor o acudan a alguna de las muchas estaciones del Metro que el democrático y eficiente Gobierno perredista de la Ciudad ha regalado a los vendedores ambulantes por la absurda cantidad de tres y medio votos.

Veamos primero un ejemplo de orden muy a la mexicana y tomemos como ejemplo una escuela pública o privada, que son una magnífica muestra en la que padres y madres de familia, estén o no unidos por el dizque indisoluble lazo del matrimonio, tienen mucha responsabilidad en el desorden (y mugrero) que se ocasiona frente y en la cercanía de cualquier establecimiento que lleve el letrerito de escuela, sea pública o privada, esté en ‘Las Lomas’ o en Bondojito, sea diurna o vespertina o ambas.

Los maestros y maestras contribuyen al caos por seguir los dictados de la política mexicana que ordena ocuparse de las cuestiones menos importantes primero, porque lo que es fácil, se termina pronto, y aunque quede mal hecho, se termina y ya; ya se volverán a ocupar cuando vuelva a resurgir la situación.

Mientras tanto y como tienen que llegar temprano, bloquean todas las calles alrededor de la escuela y a veces hasta hacen ‘negocito’ con algún vecino para dejar su auto frente a la entrada del mencionado, o en su garaje, por una corta pero segura ‘feria’.

Siguiendo esos dictados no impresos pero vigentes, a los que el Sindicato de Maestros dirigido por la inefable Elba Esther, se encarga con diligencia y fervor de ‘hacer’ que se cumplan, se cita a los padres de los ‘educandos’ a todas horas y bajo cualquier pretexto como si no tuvieran otra cosa que hacer que estar en la escuela de sus bodoquitos para oír las necedades que se estilan hoy día.

Hasta las necedades del profe de educación física (que debería ser el primero en dejar su obesidad en casa), más las necedades del encargado de ‘seguridá’ que siempre tiene algo que decir y algo que reclamar, y con eso, las entradas y salidas de la escuela están siempre bloqueadas por los vehículos de los responsables padres de familia que no pueden dejar de asistir a esas importantes reuniones.

Los que cuentan con medios económicos dejan a sus guaruras y chóferes encargados del vehículo, por supuesto en donde más estorben, al fin y al cabo calmarán al airado vecino moviendo la camioneta diligente y educadamente en cuanto se le solicite; los que no tienen esa desahogada posición económica tienen que acudir con bastante tiempo de anticipación para ver si tienen la suerte de encontrar en donde estacionar su automóvil o camioneta, aunque estorben la entrada o salida de algún vecino “al fin y al cabo no se van a tardar”.

Acudir a esas reuniones escolares es muy similar a ir al aeropuerto a tomar cualquier vuelo, “hay kstar” horas antes o nada de viajecito.

El tránsito, la circulación en la escuelita se entorpece a mas no poder, multiplicándose ad infinitum por la cantidad de escuelas existentes,(que de todas maneras son insuficientes) auxiliado eficazmente por la constante llegada de taxis que llevan padres (o madres) de familia que no cuentan con automóvil particular y los otros, taxistas avispados que van a ver si ‘agarran’ pasaje; y para los cuales la divina institución de la triple fila ha desplazado a la de la segunda fila.

Con la constancia y repetición de cualquier reloj suizo de precisión (no los chafas relojes chinos que ahora inundan el mercado nacional) las escuelas atraen a los vendedores ambulantes, que pronto saturan las banquetas, obligando a los peatones a ‘invadir’ el arroyo vehicular.

Que no es mucho arroyo que digamos por la cantidad de vehículos estacionados, pero de cualquier manera constituyen un obstáculo más que el sufrido peatón tiene que sortear para llegar a su destino y en el que se le atraviesa la oportunidad de practicar deportes extremos bajo el auspicio involuntario de la escuelita por la que tienen que pasar en la búsqueda del bolillo cotidiano, pues la tortilla y los frijoles ya están fuera de la canasta básica y son artículos de lujo.

Hoy ya no son ‘centros del saber’ sino ‘centros de negocio’, han perdido su propósito y su humilde condición de sedes del conocimiento para convertirse en una de las actividades económicas más ‘rentables’ que se conoce en el país.

Tan rentable que hasta las guarderías y escuelitas de estimulación temprana y otros inventos del hombre blanco, tiene que estar forzosamente incorporadas a la S.E.P., es decir, el gobierno que anda ‘de metiche en todo’ no podía dejar de ver como lucra con estos ‘centros educativos’, laicos, pero no obligatorios ni gratuitos.

Empero muy necesarios, pues las madres de familia tienen que encontrar un lugar en donde dejar a sus hijos mientras buscan el sustento diario.

Los centros educativos, antiguamente llamados escuelas, han perdido su humildad y propósito y hoy son Centros Educativos que prohíjan multitud de negocitos y fomentan la pequeña y libre empresa, mucho mejor que el Programa ‘Oportunidades’ y sin tanta publicidad aunque quizá con mayor mugre.

Aunque el costo de todas estas modificaciones sociales lo pague la ciudadanía y lo sufran los peatones y automovilistas que nada tienen que ver en esa escuela.

Sin embargo y muy a su pesar Gerónimo tiene que reconocer que la Virgencita de Guadalupe realmente vela por sus hijos, porque el número de tragedias ocurridas frente o cerca de las escuelas es proporcionalmente menor a las que ocurren en otros lugares.

Añadido a eso, tenemos la firme convicción de que el mexicano está hecho de un polímero especial, resistente a los mas feroces embates de la lámina hecha en Tlaxcala con que se ‘arman’ los vehículos de fabricación nacional- aunque con marcas extranjeras- que tienen el privilegio de ‘pasar’ la verificación’ y a los que las autoridades ‘permiten’ circular, con ‘ojo’ alerta.

Como era de esperar, los ‘viene viene’ y los franeleros también y de inmediato hacen su aparición, cual plaga de langostas, acomodando y cuidando vehículos a los que con singular alegría embarran de agua mas sucia que ellos, en sus inútiles esfuerzos por lavarlos.

3.- La Integridad. ¿Cuál integridad? ¿Con que salsa se acompaña? El mexicano ha permitido que otros piensan y actúen por él, se ha acostumbrado a que Papá Gobierno se haga cargo de todo y los asuntos que no puede o quiere atender, se los ha ‘endosado’ a la Virgencita de Guadalupe.

Para esto, ¿Qué mejor ejemplo que el que nos proporciona la inefable banca nacional?

Aunque eso de nacional valdría la pena de analizar, pues según cree Gerónimo de todos solo uno es mexicano, o sus dueños son mexicanos, pero como sea, funcionan en México, bajo la estricta dirección y supervisión del Gobierno quien no permite la menor falla o el menor abuso.

Por pura curiosidad y morbo del mas puro estilo mexicano Gerónimo nos comenta que un buen día decide seguir a un muchachito que visiblemente molesto y visiblemente también ‘con prisa’ tuvo la necesidad de circular frente a la escuela “Eroes Nónimos del 47” cargando una mochila de vinilo (imitación piel) que se apreciaba bastante pesada.

El espectáculo de las peripecias, malabarismos y demás ismos que tuvo que hacer el muchachito llamó la atención de Gerónimo y despertó su curiosidad; sin mencionar las constantes y muy frecuentes consultas con su reloj.

Asegurándose de que no se tratara de un I pod (hoy tan de moda) o con un Nacotel de pulsera (de esos que hacen de todo menos de teléfono) Gerónimo se propuso ver cual era la causa u objeto de ‘tanta prisa’ del muchachito.

Discretamente y cual Sherlock Holmes azteca, si pipa y sin gorra, le siguió hasta una sucursal bancaria (de cuyo nombre no quiere acordarse) y pudo percatarse como con hábil pero cortés maniobra ganó la posición en la ‘cola’ a una distraída señora que buscaba afanosamente en el fondo de voluminosos bolso quien sabe que cosa.

Obviamente el muchachito necesitaba dinero y no sabía usar o no tenía acceso a los Cajeros Automáticos y por lo mismo, aunque ‘llevaba prisa’ tuvo que someterse al tunel del tiempo que significa entrar a cualquier sucursal bancaria (a la que se recomienda acudir ‘después de ir al baño’, no sea que le ‘lleguen las ganas’ y todavía esté ‘en la cola’; nota: por si no lo sabían en las sucursales bancarias no hay baños, los empleados tienen una bolsitas de astronauta con su nombre escrito en Plumín Guerever o Bic Azul).

Discretamente Gerónimo apreció la situación a su alrededor.

Previa a su entrada por las puertas de seguridad que antes se abrían por medios electrónicos y que hoy ya no, (se ha vuelto a recurrir a la tracción manual) vio un pequeño desorden en el mini-estacionamiento con el que se ‘dotó’ a esta sucursal como servicio al los usuarios, servicios que en cualquier momento tendrán un costo y la necesidad de presentar un boleto sellado, dar propinas y esperar que no le choquen o golpeen el vehiculo; no me hagan caso, nos dice Gerónimo, pero no tarda en llegar el cobro por ese ‘servicio’.

Bajo la impávida mirada de impresionante africano vestido de negro cargando todo un arsenal (bueno lo de africano tal vez sea exageración, pero estaba bien negrito el fulanito ….. y vestido de negro, ni el blanco de los ojos se notaba).

Pero como el desorden del estacionamiento era causado por una atribulada dama cuenta habiente que no sabe manejar ni estacionarse, Gerónimo regresó su atención a lo que sucedía en el interior.

En un extremo, medio ocultos por 637,437 carteles y avisos, publicidad y noticias, estaba un grupito de empleados bancarios, fácilmente reconocibles por los trajecitos espantosos de infame corte con el que los viste su ‘casa matriz’ ocupados en ‘junta’ informal (porque había varios semi recostados en los escritorios) (en las formales todos tienen cara de asombro o de ‘regañados’) comentando quien sabe que nuevas disposiciones de Hacienda o de la inútil Comisión de Valores porque estaban ‘atacados’ de risa, o a lo mejor estaban comentando las incidencias de alguna cursi telenovela…..por supuesto, ajenos a la impresionante ‘cola’ de cuenta habientes que se estaba impacientado.

Mientras tanto la ‘cola’ iba creciendo y todavía seguían ‘atendiendo’ a la señora de edad que estaba frente a la Caja Numero 6 en donde la referida ‘ruquita’ se entretenía leyendo los múltiples aviso fijados con diurex al vidrio, mientras la cajera hacia algo, o hacía como que hacía, (porque Gerónimo no puede dar fe de que no estuviera ‘trabajando’ aunque tampoco podía hacer lo mismo certificando que no lo estuviera).

Con el lento transcurrir de los minutos en los que nada pasa, el muchachito objeto de este relato, veía y veía su reloj, apremiándolo mentalmente a que se detuviera pues sus indicaciones de que ‘traía prisa’ eran mas que evidentes; sin embargo la ‘cola’ no avanzaba y si se incrementaba.

La razón era obvia, la junta informal continuaba y solamente la cajera de la 6 estaba atendiendo al público.

Repentinamente, la junta se disolvió y cada quien se dispersó cual uniformada

nube a sus respectivos puestos de trabajo, pero, el eterno pero, solamente una gordita se reintegró al área de Cajas.

Ahora, ya había dos personas en esa área y pronto fueron acompañadas por un chavito ‘punk’ que se paseaba de un lado a otro, sin hacer nada visible; sólo seguía en funciones la Caja 6.

La gordita se acomodó en la Caja Número 4 pero no retiraba el letrerito de la ventanilla que aunque Gerónimo no veía seguramente indicaba Pase a la siguiente Caja, Gracias o algo por el estilo.

Se acomodó personalmente y en persona en el asiento tipo taburete de cantina con el que se ha dotado a las sucursales bancarias, seguramente por su bajo costo y popularidá; saco papeles, los acomodó; sacó sellos, los colocó a su izquierda, no le gustó la localización y los paso a su derecha, como el teclado de la computadora le estorbaba, se dirigió al muchachito punk y entre los dos recorrieron el monitor unos centímetros y ya pudo acomodar el teclado y los sellos a su gusto.

Luego de recobrar el aliento y estabilizar su respiración, se puso unos artefactos de plástico transparentes en los brazos y otra vez, llamó a chavito punk para que le subiera el zíper (de las cosas esas que se puso en los antebrazos, no sean mal pensados).

Cuando ya todo parecía indicar que estaba lista, se vuelve a parar y se dirige a la parte de atrás de la sucursal empleando en ello un cadencioso pasito caribeño que parecía una versión inmoral de ‘Lambada’; después de cortos minutos, regresa paso de soldado con un grueso paquete de billetes, que sin miramiento ni respeto alguno retaca en un cajón, y haciendo gala de ‘dientes Colgate’, por fin levanta el cartelito y con voz similar a María Félix pronuncia las deseadas palabras de toda fanaticada bancaria que se respete: “Pase”.

Por fin la cola avanza, la señora de edad de la 6 aún no termina su trámite pero la

4 ya está en funcionamiento; el chamaquito ya casi se acaba el reloj a base de miradas.

Gerónimo ‘siente’ que ya no puede estar mas tiempo parado observando porque a él ya le están prestando atención los guardianes del orden y ‘algo’ le dijeron al morenazo del estacionamiento de la entrada que sigue en la puerta pero ya no afuera sino que discretamente ahora está ‘adentro’, y peligrosamente cerca del lugar en donde se encuentra Gerónimo.

Diligentemente se pone a rellenar formularios y ‘hacerse pato’ con lo que la vigilancia ostensiblemente se ‘relaja’.

Las miradas que recibe ya no son de inquietud y desconfianza sino solo de curiosidad y si acaso de reprobación, pero sin saberlo, paso de la categoría de potencial asaltante y terrorista a la categoría de cuenta habiente.

De ser potencialmente alguien que se lleve el dinero, ahora es alguien a quien se le puede quitar el dinero; todo un cambio de categoría.

Viendo que ya agotó su bienvenida y con eso de las cámaras de circuito cerrado y todo lo demás, Gerónimo decide unirse a la cola que ya está más larga que nunca como si la sucursal regalara alguna cosa.

Estando en esa privilegiada posición, como ya se dijo, deja de ser considerado como terrorista para ser considerado como cuenta habiente (lo que no sabemos si es peor o que) y con su ingreso a la cola, la vigilancia sobre su persona cesa y el africano amateur regresa a su puesto sobre la banqueta en el lado exterior de la puerta.

Gerónimo ve que en el área de Cajas hay marcadas hasta la caja # 8, pero como ya se ha dicho sólo la 6 estaba funcionando cuando llegó, y ahora, más o menos 27.3 minutos después, empezó a funcionar la 4.

¿Por qué si hay 8 o veinte cajas y cajeros sólo funcionan 2? ¿Qué misterio

superior al Codigo Da Vinci encierran las sucursales bancarias que nunca funcionan todas las cajas que han construido? ¿Para que las construyen si no van a ‘operar’?

Mientras estaba en estas, el sujeto que originó esta visita, después de consultar nuevamente su reloj, abandona la sucursal.

Gerónimo ya no tiene nada que hacer, pero está ‘atrapado’ en la cola de espera.

Y puesto en ese camino y pensando sobre este aspecto Gerónimo se da cuenta de que no sólo es en las sucursales bancarias en donde ocurre esta situación, en todas partes de este México Lindo y Queeeeeeeerido pasa lo mismo.

En donde quiera que haya ‘atención’ al público, en donde quiera que haya escritorios o lugares que deben ser ocupados por ‘alguien’ para proporcionar informes, recoger credenciales, impartir indicaciones, realizar pagos, trámites o simplemente

permitir el acceso a alguna parte, siempre, invariablemente en esos escritorios, mostradores, mesas u lo que sea, hay ‘faltantes’.

Como en el ejemplo del Banco que de 8 cajas solo dos estaban funcionando, en el super, las oficinas de hacienda, de agua, del predial, de los verificentros, de la farmacia, hasta de los restaurantes que tienen mas de un lugar al que acudir para que se reciba atención y se realicen trámites, siempre tienen faltantes.

Nunca están funcionando todos los sitios que ellos mismos han diseñado y designado para ese objeto.

¿No creen que sea fácil remediarlo? Si tienen 8 cajas, pongan a funcionar las 8, si no es así, no hagan 8 cajas.

Hagan sólo las que puedan o quieran atender, el público ya sabrá si acude o no en esas condiciones, pero la enorme y constante falta de respeto por el tiempo de la ciudadanía y el desperdicio de dinero es un problema que ha crecido en forma extremadamente alarmante y aunque en algunos casos requeriría algún gasto o inversión, este se compensaría con el incremento en el volumen de operaciones realizadas y no se mediría por el número de vueltas necesarias para cumplir con la ejecución de muchos trámites.

De por si con el crecimiento desorganizado y abusivo de la ciudad y las complicaciones de tránsito, las distancias ya no se consideran en metros sino en minutos.

No nos hagan perder mas tiempo con esta falta de respeto por nuestro tiempo y en particular, nos dirigimos a los ‘supers’ y a los bancos, a efecto de que aunque estos estén promoviendo la banca electrónica y otras supuestas ‘maravillas’ consideren que muy pocos mexicanos podrán o querrán usar esos adelantos que un simple airecito o una lloviznita interrumpe un día si y otro también, además de que solo para establecer la comunicación se requieren mil y una contraseñas y disposiciones de seguridad que hacen el servicio totalmente ineficiente.

Consideren en primer lugar que todavía hay lugares que no gozan de la electricidad (aunque sea nuestra) y segundo que en muchas de las poblaciones que si tienen electricidad, el servicio es peor que pésimo y mas que deficiente y que en mucho la efectividad de la tan llevada y manoseada banca electrónica depende al 99% de la eficiencia con la que la Comisión Federal de Electricidad, la Compañía de Luz y Fuerza (eternamente en liquidación y al parecer ya liquidada), y la Secretaria de Comunicaciones realicen su trabajo y en tercero que la desconfianza que se tiene hacia la Banca en general no es gratuita sino muy merecida.

Desconfianza que se ve incrementada día a día por las políticas abusivas y la codicia generalizada que caracteriza a las instituciones financieras y bancarias que operan en nuestro País.

¡Ah! Porque han de saber queridos amigos, que el uso de esos servicios genera toda una cadena de comisiones, de la que ni Dios Padre nos libra pues están ‘aprobadas’ por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, similares y anexas.

Recuerden que acabamos de ‘salir’ de la notoriedad del Rescate Bancario, pero aún no salimos de sus efectos y los costos de ese malvado rescate lo estamos pagando todos los mexicanos, mientras los banqueros siguen enriqueciéndose en forma desproporcionada y desmedida.

Y tan poco se vale que con el pretexto de promover la banca electrónica que en este País solo será posible y aceptable para un porcentaje super mínimo de la población, se descuide y ‘maltrate’ a quienes representan nada mas y nada menos que las utilidades que permiten a los banqueros mexicanos hablarse de tu y tratarse de ‘piquete de ombligo’ hasta con los sangronsísimos Rockefeller y el insufrible del Tremp y cambiar de auto de lujo cada vez que sale ‘el nuevo modelo’.

Y ya que estamos en estas cosas de la banca, Gerónimo quiere aprovechar el tema por si se da el remoto caso de que algún funcionario bancario con poder de decisión llega a leer esto que por favor, por lo que más quieran se dignen hacer dos cosas:

1.- Eliminar los conmutadores electrónicos y sustituirlos por gente, como antes de la ‘modernización’.

A nadie le gusta hablar con máquinas, además de que entre las 578 opciones que ‘proporcionan’ (para las que ya pasaron más de 10 minutos de llamada), nunca, pero nunca, está la opción que uno necesita, y cuando la estúpida maquinita decide ‘comunicarle’ con ‘alguno de nuestros ejecutivos’, esa tan deseada y esperada comunicación con un ser semi humano, nunca llega por dos razones, una, la mas frecuente, ‘nuestros ejecutivos están ocupados, bla, bla, y bla,’ y dos, cuando se logra establecer ‘contacto’ con el ejecutivo o ejecutiva de marras, la comunicación ‘se corta’……mientras nos han ‘endilgado’ -a fuerza- una serie de ‘comerciales’ de la institución que infaliblemente pretenden convencernos de sus productos y su ‘inmejorable servicio’.

En otras palabras, las comunicaciones telefónicas no sirven para nada.

2.- Decir a los encargados de promoción de los dizque miles y nuevos servicios del banco que el teléfono es para cosas urgentes, para cosas serias.

No para estar llame y llame para ofrecer una línea de crédito u otras boberías que nadie ha pedido, y además, que si se les dice que no interesa, que no se molesten, ni nos regañen, cualquiera tiene todo el derecho del mundo de no querer una línea de crédito o una tarjeta o cualquier otra cosa que ofrezcan, para que además, tenga que soportar malos modos y le obliguen o quieran forzar a dar explicaciones.

No es no, eso debe bastar.

Y en los supers la situación al día de hoy, no es tan grave como en los bancos en donde no hay de otra, la visita a los bancos no es ni deseada ni buscada, es obligatoria, pero en los supers, -de ser incómoda- está pasando a ser grave, y si no la resuelven pronto, pronto también la gente acudirá a los lugares en donde ‘no le hagan perder’ tanto tiempo.

Y si no lo creen, síganle, sigan con esa falta de respeto por el tiempo de los demás y ese nulo espíritu o actitud de servicio, prono, muy pronto cosecharan lo que están sembrando.

Consideren que entre chiste y chiste, en materia de ‘supers’ si hay de donde escoger y no todo es el precio o las ofertas, el ‘servicio’ es importante, y la rapidez del servicio es más importante aún.

Y hasta ahora, en este punto no hemos referido a las empresas e instituciones que caerían en el rubro de iniciativa privada, porque específicamente Gerónimo quiere separar la iniciativa privada de la gubernamental que no puede ser llamada iniciativa pública, porque pública si podrá ser, pero iniciativa muy poco, si acaso se podría determinar reactiva pública, por aquello de que reacciona, no inicia.

Aquí has varios ejemplos que pueden ser analizados bajo el mismo esquema del utilizado en los párrafos anteriores, el cambio de actitud y comportamiento de los ‘servidores públicos’ para con la ciudadanía.

En primer lugar, que entiendan ese concepto de ‘servidores’, al que han interpretado exactamente al contrario, no son amos del público, son sus servidores, lo cual es muy pero muy diferente a servil.

Y por favor entérense: mandatario no es el que manda, es el que recibe un mandato.

Y que una cosa es el servicio y otra el servilismo.

4.- La Puntualidad. Igualmente, sin comentario, el mexicano es impuntual, simplemente porque se ha acostumbrado a serlo y porque tiene mil y un pretextos para llegar tarde a todos lados y porque le importa muy poco el tiempo de los demás.

¿Para que cree que se inventaron el Periférico, los Segundos Pisos, las Vías Rápidas y los Ejes Viales? Si ingenuamente piensa que fue para ‘agilizar’ la circulación, vuelvan a pensar por favor, se hicieron por tres razones fundamentales, la primera fastidiar a la ciudadanía y hacer negocios, la segunda para eliminar contratistas de la pasada administración y la tercera para proporcionar al mexicano el mejor de los pretextos para no llegar a tiempo a ninguna parte.

En los países ricos es una cortesía y hasta una obligación el ser puntuales, en los países pobres es un refuerzo a la individualidad estúpida, silvestre y mal educada.

5.- La Responsabilidad. Derivado de su misma falta de integridad, el mexicano es profundamente irresponsable, y lo peor del asunto es que no quiere cambiar, no quiere reconocer las consecuencias de sus acciones y se escuda en el mexicanismo ‘no hacer nada’, en espera de un milagro de la Virgencita de Guadalupe y como indicativo de este punto nos referiremos a la burocracia imperante en las operaciones mercantiles o ‘de servicios’ que se estilan en este primoroso (pero olvidado por Dios) país tropical.

La burocracia mexicana ha estado ‘acostumbrada’ al servilismo y al autoritarismo, son serviles con sus jefes, con la ‘superioridad jerárquica’, ni tan a regañadientes, ni tan a escondidas como nos han querido hacer creer; y son autoritarios con los demás, porque así han sido con ellos y esto los hace 100% irresponsables, es más, quizá habría que perdonarles pero no saben que es Responsabilidad.

El espíritu de servicio es tan sólo un ‘slogan’ que se maneja para cubrir las apariencias y adornar las deficiencias, y como se ha probado hasta la saciedad que solo el que no hace nada nunca se equivoca, el burócrata ha hecho de esto un arte, pues la burocracia mexicana nunca se ha equivocado.

Hoy por hoy, con todo ese interminable rollo recurrente de los fraudes electorales, el IFE está muy presente en las mentes de los mexicanos, pues a algún ‘iluminado’ se le ocurrió la peregrina idea de que el IFE es una garantía de limpieza (ni que fuera detergente, interrumpe Godínez), y a otro mas iluminado aún, se le ocurrió la chaufettidea de emitir credenciales de identificación en las que se incorporaría otro engendro gubernamental descomunal que nadie entiende y nadie sabe para que y si sirve, el CURP.

El caso es que primero con fotografía inmediata y ahora con fotografía a largo plazo pues la credencial en cualquier lugar menos el IFE te la entregan en 10 minutos se instituyó la famosa ‘credencial para votar’, supuestamente permanente y eterna, específica e infalsificable y quien sabe que más lo que no resulta para nada cierto.

En primer lugar solamente tiene ‘cuadritos’ para algunas cuantas elecciones, que ya han pasado desde que se les ocurrió la tarjetita esa y en segundo se invalida con cualquier cambio de domicilio, por lo que se tiene que ‘obtener’ otra.

Hasta ahorita,, no cobran por el servicio ni por la credencial, pero ojo, en las sombras hay otro Chaufett esperando su oportunidad……o sea en pocas y resumidas palabras, la mentadísima credencial del IFE, no es una credencial personal para votar, es un simple y vil comprobante de domicilio con validez oficial, que a veces, sirve como identificación y a veces también se usa para que le presten ‘al portador’ una crayola para que pueda rayonear papelitos impresos que dizque sirven como votos.

En forma paralela y con la equivocada idea de que nos importa mucho, se estableció la necesidad y obligación de checar las mentadas ‘listas nominales’ a objeto de comprobar si aparece o no el nombre de la persona correspondiente al domicilio electoral, organizado de tal manera que mi vecino de enfrente (en la misma calle y la misma colonia), está ‘registrado’ en otro distrito electoral y por lo mismo tiene que ir a votar a otra casilla y uno de mis hijos, que vive en mi casa y está registrado igual que los demás miembros de la familia, tiene que ir al mismo lugar que el vecino de enfrente por quien sabe que razones…¿no es divino el relajito?

¡AAAAhhh! porque a pesar de que en tres periodos de elecciones se ha hecho el ‘chequeo’ correspondiente y la aclaración pertinente sigue apareciendo en esas listas nominales con el mismo error desde la primera vez que se conoció la discrepancia.

Tres elecciones significan 18 años, y el mentado registro sigue sin corregirse, y como decía Don Teofilito “Así seguirá”.

¿Usted cree que somos los únicos con esa situación? ¿Usted cree que al mexicano le preocupa o trata de resolverlo? ¿Usted cree que vamos a perder tres semanas para volver a reclamar el error (de ellos) no nuestro y que no se corrija? ¿Usted cree que se corregirá? Ni con la intervención de Harry Potter.

Como las cosas en México no pueden por principio ser fáciles y se buscan y encuentran pretextos para todo, las oficinas y módulos del IFE constantemente se cambian de lugar.

Nos han tratado de vender la idea de que eso es debido a reorganizaciones internas para dar mejor servicio y atender mejor a la ciudadanía; lo que a nuestro entender y sin ser mal pensados, por experiencia sabemos que no es mas que una salida semi inteligente para disimular que no pagan la renta y los corren al cabo de cierto tiempo.

Ahora, en su favor, se debe enfatizar que resulta fácil identificar las oficinas o módulos del IFE: siempre hay soldados fuertemente armados en la puerta y en las inmediaciones, (que no sabemos que protegen) y porque los letreros de identificación de los susodichos módulos por designios de Venustiano Carranza, o de Victoriano Huerta siempre quedan atrás de un frondoso árbol que impide verlo a menos que sea uno peatón de mas de dos metros de altura y no esté lloviendo; y si no es árbol frondoso es un enorme anuncio que el Municipio ha tenido a bien instalar ahí, ‘para nuestro beneficio’ o ‘porque usted lo pidió’.

Internamente hay dos tipos de letreros y anuncios que tapan la entrada del sol, impiden ver mas allá de la propia nariz y proporcionan un aspecto de mugre y descuido que no entendemos porque les gusta así; esos letreros son los de propaganda del propio IFE que se repiten ad nauseam y que están impresos y cortados en formas geométricas definidas y los anuncios, avisos indicaciones e instrucciones que los empleados han tenido la iniciativa o necesidad de hacer sobre cualquier material de cualquier forma,

geométrica o no que se encuentran y en el que se aprecia la enorme variedad de instrumentos de escritura modernos.

Desde el prosaico y amenazado con extinción prematura lápiz # 2, hasta el mas sofisticado plumón lasser, pasando por la escolar crayola, el fuera de moda pero aún útil pincelin guereber, la obsoleta pluma fuente que regresa por sus fueros y el imprescindible marcador sterbuk en ya visible decadencia; y aquí y allá alguna amarillenta hoja reciclada en la que se hizo un impresión ya borrosa con la impresora de la oficina, y por la que seguramente le impusieron una multa al responsable.

En todos estos ejemplares se resume la sabiduría popular, la ortografía y redacción que podría ser considerada como sublime expresión de etnias diferentes, pero que al fin de cuentas resulta sólo la patente manifestación de distintos grados de incultura y anafaburrismo expresados en una común falta de todas las ciencias aplicadas en las labores de una pretendida comunicación ‘al respetable’.

¿No podrían informarse mejor? ¿No podrían recurrir a copiar de algún anuncio bien hecho lo que quieren decir?

Si ya tienen los principios y saben leer aunque sea despacito y deletreando, ¿por qué no recortan de revistas y periódicos lo que necesitan y los pegan con Pritttt?......ni que tuvieran tanto que hacer como para no aprovechar mejor las tevenotas y demás revistas de chismes del ambiente artístico que guardan en sus cajones, o del Esto o La Prensa y quizá alguno hasta copias del Times de Tinguindin tiene por ahí.

Y ahora que se tuvo que hacer el cambio de credencial por aquello de que los cuadritos no alcanzaban, Gerónimo tuvo una experiencia desconcertante de la que no sabe que derivaciones pueda sacar: por primera vez en muchos años, tantos que ya ni se acuerda cuando fue la última vez, un burócrata del IFE pudo copiar los datos de la credencial sin ningún error, algo inaudito y no visto en los 10 últimos sexenios.

….. ¿Qué estará pasando?........ ¿Será una moda pasajera? ……¿O qué?.....¿No será el preludio de una invasión desde Gringolandia?.....¿Habremos perdido soberanía?.....

Pero todas estas experiencias culturales, étnicas e ilustrativas no son nada que pueda compararse a las enseñanzas indelebles y profundas que se recibe cuando se acude al Ministerio Público o cuando se acompaña a alguien al Seguro Social a que haga su ‘prueba de vida’ para que le tramiten el pago de su pensión.

Esas si son experiencias que ni siquiera Gerónimo se atreve a compartir con sus amigos en sus reuniones semanales; le da pena ajena, no quiere influir en los elevados conceptos que de esas instituciones tiene el licenciado Note Enredes y el inconmensurable Godínez, (tan producto de su tiempo que podría hasta resultar ‘arquetipo’).

Dejemos a un lado al Ministerio Público porque eso es demasiado tenebroso par

incluirlo en un escrito que pueda ser leído a la luz del día y empecemos por el IMSS cuyas siglas se han interpretado de muchas formas siendo la de mayor impacto y permanencia aquella que expresa que Importa M…. Su Salud , con mucho, la mas aceptada y tal vez la que mejor refleja la actitud despreocupada e inhumana con la que se atiende a los jubilados, a los viejecitos y viejecitas pensionados que desde hace relativamente poco tienen que acudir a la ‘prueba de vida’, como requisito para que se les pague su exigua pensión.

Como se atienda a los enfermos o a los que van a consulta ‘al Seguro’ es otra cosa fuera de los alcances de este escrito, por lo que ni se menciona y además, Gerónimo no ha tenido la desgracia de necesitar esos servicios y por lo mismo no podría hablar de ellos con justicia y veracidad.

Respecto al asunto del pago de jubilaciones: Hay que decir con apego a la verdad que se presentaron casos, quien sabe cuántos, pero con uno hubiera bastado, en que se pagaban pensiones a nombre de personas que ya habían fallecido; el ingenio del mexicano, tan celebrado para otras cosa, aquí ‘se pasó’.

Alguien o alguienes encontraron que podían seguir cobrando las pensiones de los fallecidos, hasta que se descubrió el tinglado.

Con esa indignación propia de quien se ha nombrado defensor de dineros ajenos, (como si fueran gringos auto designados policías del mundo) algún lambiscón pretendió que se estableciera la prueba de vida como prerrequisito para seguir con el trámite de pagos, lo que seguramente le ahorraría al Seguro Social aproximadamente $ 3.50 más iva en pensiones. (este cálculo es conservador por que el monto de las pensiones individuales es tan bajo que el sistema métrico decimal resulta insuficiente para fraccionar las cantidades que por ese concepto se erogan, y aunque fuera en dólares, de todas maneras resultaría pequeño).

Como en este país, lo que importa en estas circunstancias es la apariencia de acción no el monto involucrado, de inmediato se formaron comisiones y comisiones y más comisiones para investigar este grave asunto.

Hasta el Sindicato instituyo una comisión a la que mas pronto que de inmediato se ‘solidarizaron’ los sindicatos petroleros y el de telefonistas; y por supuesto el de maestros, (Elba Esther es muy ‘viva’ ‘no se le va una’).

Cosa muy rara, tras pocas deliberaciones y casi en forma simultánea, las comisiones dictaminaron la necesidad urgente de frenar esa sangría del capital social de la Institución por medio de la prueba de vida.

Se informó debidamente al Poder Ejecutivo por medio de reunión extraordinaria solicitada con carácter de urgente por el honorable ciudadano señor licenciado don Prenganito de Tal por Cual Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social, Tlapan, Xochimilco y anexas, Sufragio Efectivo. (No Reelección no acudió al llamado

de la Patria en esta ocasión y con este motivo).

La Prensa nacional y los medios de comunicación no se enteraron del asunto no porque no quisieran sino porque se trataba de reuniones internas fuera totalmente del alcance y comprensión del pueblo y la Prensa tiene la costumbre de informar de cosas que no debe.

Eran reuniones privadas de altos funcionarios del gobierno de donde saldría ‘línea’ para los próximos años, y la ciudadanía no debía enterarse antes de tiempo; ya de por si hay bastante fuga de información para andar de ‘descuidado’.

Después de muchas consideraciones, estudios de costo y beneficio, de tiempos y movimientos, de serpientes y escaleras y consultas privadas, y de la abstención de las representaciones de Tinguindin, Zinapécuaro de González Garza y Lascuraín, San Melquiades del Rincón, El Santo Sapo de la Virgen Bendita y del Tres veces H., Municipio de Taxcalaltongo, se votó por la aplicación unánime y universal de la prueba de vida; confidencialmente ‘transpiró’ que el resultado de la votación fue de 37,000,801 votos a favor, 4 abstenciones y 7 votos en contra y solamente 4 boletas destruidas por ‘ilegibles’.

La prueba de vida consiste en la presencia física del pensionado en las oficinas del Instituto designadas al efecto (se aplican restricciones y no puede haber personas morales ni representaciones aunque lleven sellos de cualquier Notaría y 56 copias fotostáticas) en donde empleados altamente calificados y entrenados en la más alta y vanguardista tecnología de importación, comprueban que el sujeto o sujeta esta vivo, que no es un muñeco de ventrílocuo, o un personaje televisivo como el Compayito.

Acto seguido, la impresionante maquinaria burocrática del Instituto se moviliza a efecto de que el beneficiario pueda recibir el importe de su pensión por los próximos 6 meses (mes a mes, no se vaya a pensar que juntos) en que debe presentarse a efectuar el mismo trámite otra vez.

O séase que ya los ven tan viejitos y acabados que consideran que tan solo van a durar 6 meses más.

Con la implantación repentina y por sorpresa de esta prueba todo siguió mas o menos bien, es decir, como de costumbre: los empleados designados para tan vital procedimiento encontraron querencia a unas cajas de zapatos de cartón que ya nadie usaba y las convirtieron en un archivo portátil en el que alguien con cierto sentido de orden imprimió tarjetitas con las letras del alfabeto.

Después de más consideraciones y muchas deliberaciones sobre si se usaría el nombre de pila o el apellido, se decidieron por este último para ordenar y organizar la información de los pensionados en una semblanza de sistema no binario que permitiera hacer las anotaciones correspondientes una vez concluida la prueba de vida semestral; y se estableció que debería utilizarse una Bic azul….nadie sabe porque.

Y así funcionó por cierto tiempo, hasta que a alguien se le ocurrió ‘modernizar’ el sistema y aprovechar los equipos de computación (donados casi a fuerza por la iniciativa privada y las firmas extranjeras interesadas en el sector salud), mas los adquiridos por el Instituto y que estaban sin usar por casi un año esperando la terminación de los cursos de capacitación ultra veloces que se instituyeron para el personal administrativo y algunos selectos elegidos de entre el personal sindicalizado (preferentemente que no supieran leer ni escribir para darles oportunidad de mejorar).

Con esas pretendidas innovaciones resultaba imprescindible y hasta necesario el cambio de denominación y a la cuñada del amigo de la amante del primo de un funcionario importante de primera línea a cuya esposa nunca se le ocurría nada pero acudía a los te canastas de la ‘quelite’ presidencial se le ocurrió el concepto de supervivencia.

Esto propició otra reunión con el honorable ciudadano señor licenciado Presidente de los Estados Unidos Mexicanos Don ……………….a quien se le comunica la resolución de la Junta de Directores regionales del Instituto Mexicano del Seguro Social precedidos por su Director General, el honorable ciudadano señor licenciado don Perenganito de Tal por Cual todavía presidente del Consejo de Administración, para su atenta y distinguida consideración y los comentarios e instrucciones que juzgue convenientes.

Con la mayor brevedad posible, se le informa en 75 minutos 3/4 la propuesta del cambio de denominación de Prueba de Vida por el de Prueba de Supervivencia, a lo que el honorable señor licenciado Primer Mandatario de la Nación, responde lenta y mesurada, solemnemente, con estudiadas pausas, que ha tomado debida nota del asunto, el cual merece su inmediata atención, solicitando de la manera mas atenta y por favorcito se le conceda una semana de plazo antes de emitir una opinión, o en su caso, lo que proceda, pues no quisiera precipitarse con una decisión de tal magnitud sin haberla sometido a profundo y vigoroso escrutinio y consultar con los Asesores Presidenciales si el Congreso tiene o no que ‘verla primero’.

“Protesto lo necesario y en cumplimiento de………bla bla bla, Sufragio Efectivo No Reelección, Año del Bicentenario, Año del Centenario de la Revolución, Año del Mundial de Sudáfrica, Año de la Nieve de Limón y demás. Atentamente.”

Después de esa semana y sin necesidad de recordatorio alguno, de Los Pinos llega la esperada confirmación que fuera de las circunvoluciones de la política mexicana en esencia decía OK, hagan el cambio.

Así que de ahora en adelante, los viejitos y viejitas pensionados en lugar de prueba de vida tienen que hacer prueba de supervivencia, y por supuesto se rechazó el uso del material electrónico por costoso ya que la ‘cajita de zapatos’ era más eficiente y más barata.

Ya podrán imaginarse que entre muchos de ellos se propagó la desesperación y el temor, nadie podía explicárseles que era eso de hacer supervivencia y con las ‘mafufadas’ que trasmiten en la tele a todas horas, con una juventud alocada y sin control, tan lejos de la juventud de esos hombres y mujeres, hoy pensionados, el pánico cundió.

Y para colmo de males, cambiaron los lugares en donde debían hacerse esos trámites.

Para que les decimos, sería el cuento de nunca acabar…..El punto aquí es enfatizar la falta de respeto y consideración para esos mexicanos que dieron gran parte de su vida para engrandecer este país a través de un trabajo honrado y poco remunerativo y que hoy viven casi de la caridad pública.

Si caridad pública, disfrazada bajo el nombre de pensión, exigua y casi miserable, totalmente insuficiente para hombres y mujeres que hicieron incontables y hasta innombrables sacrificios por cumplir con su trabajo, mientras otros se enriquecían con la explotación inhumana y hasta el robo y el despojo y con el aprovechamiento voraz de los frutos producidos por esos trabajadores.

Hoy se les hace acudir a clínicas y hospitales que solamente una mísera rampa de acceso tienen, y esa rampa es solo para ingresar al edificio; adentro, muy moderno y todo lo que quieran, pero son escalones y escaleras, mas escalones y mas escaleras por los que tiene que pasar estos seres humanos a los que tan poca consideración se les tiene.

¿Elevadores? claro que hay elevadores, y aunque su uso está restringido para el personal de la clínica no creemos que se les niegue el acceso, si es que llegan pues quedan muy lejos de las escaleras para estos viejecitos.

Se les han asignado áreas en lo que podría considerarse propiamente un pasillo en donde se instala una mesa tan tambaleante como ellos, ‘atendida’ por un sola persona, seguramente improvisada, que se hace cargo de la prueba de supervivencia, presidida como ya se dijo, por la vetusta caja de zapatos, con el resultado consiguiente que las ‘colas’ de viejecitos invaden todas las áreas posibles sin que haya lugar ni sillas en donde puedan esperar.

En las clínicas, por supuesto que hay sillas, incómodas y rayadas sillas de plástico, pero hay, no nos podemos quejar de eso, ocupadas en su mayoría por enfermos y personas de escasas posibilidades ambulatorias, y en las que se instalan, sin faltar ‘patanes’ y ‘patanas’ que en parodia de artistas y ‘cantontos o cantontas’ de moda lucen unas fachas impresionantes y unos modales digno de que les llevaran a los tribunales de la Inquisición, incapaces de ceder el asiento a la multitud de viejecitos y viejecitas que apenas pueden mantenerse en pié o que con temblorosas manos se apoyan en donde pueden, sin que estos pelafustanes y pelafustanas se dignen mover una uña para ayudar; o mover su ajustados ‘traseros’ para dejar el asiento libre.

¿Baños? claro que hay pues en ¿Dónde creen ustedes que están? ¿En La Merced, en un Mercado? ¿En una Iglesia?, no, para nada, están en una de las más modernas instalaciones del IMSS, pero igualmente los baños están muy lejos del alcance de esta gente, y sólo después de innumerables escalones o escaleras, con el inconveniente mayúsculo de que nadie sabe quien tiene la llave.

En algún momento, alguien se va a dar cuenta de esta situación y es probable que se designe un área exclusiva o específica para la atención de estos pensionados, lo que siempre será un ’parche’, una aspirina, ya que tal vez podrían ser ‘atendidos’ en cualquiera de las chorromil oficinas que el IMSS tiene por toda la ciudad que podrían ‘diseñarse’ o ‘adaptarse’ para el efecto cubriendo todas las necesidades de los pensionados y no en las clínicas en donde resulta obvio, uno, que no son para ‘trámites administrativos’ y dos, no están las facilidades adecuadas para esos trámites.

Interminables tramites que se repiten cada seis meses, a menos que mientras que estamos escribiendo esto, se le ocurra a algún iluminado o iluminada del sector salud otra ocurrencia ‘ahorradora’; y tal vez alguno(a) que se detenga y piense encuentre la diferencia entre supervivencia y sobrevivencia.

Ahora bien, nos increpa Gerónimo- basta de anécdotas e ironías y críticas negativas, de humor semi negro o semi humor y veamos seriamente como de lo anterior podemos derivar muchas cosas de fácil corrección que resultaran en un bienestar general, sin gastar un centavo, simplemente con el cambio de actitud o comportamiento, con la resurrección de practicas de cortesía, respeto y educación que tenemos y que hemos dejado que se archiven sin usar. ¿o no?. como ya se ha dicho anteriormente y se insiste y se insistirá en ello, en la educación está la respuesta a las grandes carencias nacionales y en el cambio de actitud el principio de la mejoría..

6.- El deseo de superación. ¿Cuál? ¿Para qué? ¡No hagan olas! Diosito proveerá, así estamos bien, a Mi, a Mí, déjenme en mi mediocridad, al menos tengo unas ‘chelas’.

7.- El respeto a las Leyes y Reglamentos. ¿Por qué? Si los primeros que no las respetan son los gobernantes y los encargados de hacerlo, ¿Por qué yo? Cuando ellos las respeten, entonces veremos.

¿Qué mejor ejemplo de esta falta de deseo de superación y de disfrute en la mediocridad que el fenómeno del Ambulantaje, es decir la invasión de vendedores ambulantes por todas las calles, avenidas y callejones de las ciudades mexicanas, que se une de manera imposible de separar de la falta de respeto a las Leyes y Reglamentos.

Por supuesto, Godínez mucho menos entiende las referencias al Frankestein actual que ha invadido nuestra vida cotidiana, y a la que Gerónimo se refiere remarcando la poca conciencia de los ciudadanos mexicanos que con su presencia y dinero han hecho de ellos mismos víctimas gustosas y propiciadoras que siguen, como los toros bravos,

embistiendo y buscando el castigo, hasta que inexorablemente les llegue la muerte.

Es un hecho que si no hubiera quien acuda y quien compre a los ambulantes, no habría tales mercados.

Al menos para Gerónimo este hecho está claro, lo que no está claro es porque se sigue ‘protegiendo’ y promoviendo este tipo de economía informal como se le ha dado en llamar.

Y esa es una actitud que a Gerónimo se le hace incomprensible no entiende cómo es posible que la gente, que los mexicanos no tengan dos centavos de inteligencia o dos ‘pantalones’ para eliminar de una vez y para siempre estos nefastos vendedores, que no son más que estafadores disfrazados de comerciantes.

¿Por qué? porque en nuestra demagogia y patrioterismo no se les ‘puede’ negar su derecho a trabajar a estos individuos e individuas que han invadido nuestras calles, se roban ‘la luz‘, ensucian a mas no poder, estorban a mansalva y ya constituyen hasta una amenaza a la paz social.

Se les ha entregado la ciudad a nombre de la democracia, pero no ha sido una entrega gratuita, la pagan con dinero ‘bajo el agua’ y con su voto para quienes ‘las autoridades’ designen y a cambio se les permite ‘operar’ y se respetan sus derechos sin importar los derechos de los demás.

Ese es el Frankestein a que se refería Gerónimo, el ambulantaje, o economía informal o mercados callejeros, o la expresión populachera de lo que el gobierno pretende hacer ‘adornándose’ con el concepto de impulso a la ‘pequeña empresa’ y el ‘auto-empleo’.

¿Acaso es benéfico el Frankestein denominado ambulantaje?

De entrada, a Gerónimo lo primero que se le ocurre es preguntar: el ambulantaje, ¿benéfico? ¿ para quien ?

Un hecho innegable y obvio es que el ambulantaje existe y a como se ven las cosas en México, seguirá existiendo.

Con el paso de los años, el devenir político y el deterioro de las condiciones económicas han hecho que el comercio ambulante hoy conocido como "ambulantaje" tome proporciones gigantescas y que se haya convertido en todo un fenómeno social, muy nocivo a todos los niveles en que se les quiera analizar, fenómeno que ha invadido todas las áreas habitacionales de la Ciudad de México, y muchas otras áreas, como escuelas, centros comerciales, e incluso la misma vía pública y que –desafortunadamente- ya no es exclusivo y único de la ciudad de México, sino ya se ha extendido a lo largo y ancho de nuestro territorio nacional.

Que lejos estamos de la ocasional presencia de las denominadas "Marías" con su

tendido de artesanía, su traje típico, su chicle y el chamaco cargado en el rebozo, vendiendo su mercancía al amable transeúnte, sin causar ningún daño, sin estorbar la libre circulación y como un fenómeno "pintoresco", típico y hasta ‘folclórico’.

Sin invadir la propiedad ajena, calladamente se situaban en la banqueta confiando en el sentido caritativo del ciudadano, aunque siempre con el temor retratado en los ojos de que llegara "la patrulla" y se las llevara o le recogieran su mercancía o tuvieran que ‘dar’ una ‘mordida’ para que pudieran seguir su actividad.

Hoy, ya no hay "Marías".

Hay toda una caterva de pelafustanes, patanes, patanas, y groseras "damas" "atendiendo" su negocio en todas partes, desde el toldo de automóviles y camionetas estacionadas en la calle, hasta la propia "ventanilla" de los autos que por ahí circulan, o con portátiles armazones de fierro que transportan a todas partes.

Su "locación" está perfectamente determinada: el sitio en donde mas estorben, el sitio en que mas ‘desquicien’ las diarias actividades de los ciudadanos de la zona ‘elegida’, será en un 100 % el lugar en donde se ‘aposenten’, no hay de otra.

Esa parece ser la única y máxima regla.

En donde mas se estorbe tanto al peatón como al automovilista al vecino y al de enfrente, en donde más caos urbano puedan provocar, ahí se van a instalar.

Ya no hay "Marías", hay groseros ambulantes agremiados en poderosas Uniones que compran los "favores" de las autoridades para extenderse por todas partes y crear caos a todas horas.

De ser grupos pequeños más o menos legítimos de comerciantes que buscaban la solución a problemas económicos personales, a lo que hoy en día es el "ambulantaje", hay mucha, pero mucha, distancia.

Casi la misma distancia que hay entre los originales "mercados sobre ruedas" "creados" como una respuesta dizque para eliminar el intermediarismo hace algunos sexenios, con el incomodo y creciente monstruo que hoy son.

En algún mal momento de nuestra Historia, ambos "fenómenos sociales" se unieron hasta llegar a convertirse en lo que son actualmente: una verdadera y enfermiza plaga, y por supuesto, ni el PRI ni el PRD tuvieron ‘algo’ que ver en el asunto, seguramente fue por ‘generación espontánea’ sin conexión alguna con la ‘procuración de votos’ y la tradicional e inextinguible ‘mordida’.

De ser comerciantes en pequeño, independientes, a ser gremios poderosos que tienen a la ciudad en un puño y a las autoridades impotentes, hay, como dice Gerónimo, una gran distancia.

Desgraciadamente, no podemos afirmar que eso represente progreso o que beneficie a la ciudadanía.

Cuando mucho, se podría argumentar, débilmente, que algunas de esas personas han logrado solucionar sus problemas económicos mas apremiantes gracias a su "trabajo".

Eso, créalo usted, a Gerónimo y a algunos de nosotros nos da mucho gusto.

Aunque, también debe mencionarse que el precio que la sociedad ha pagado y sigue pagando para que algunos, y algunas, realmente pocos en número, hayan solucionado una precaria situación económica, es muy alto.

Gerónimo repite y repite, a nivel individual, que bueno que lo hayan hecho.

Quizá podría agregar, que bueno que lo estén haciendo.

Que malo que sea la ciudadanía la que tenga que pagar por ese "avance" de la primorosa e incipiente democracia mexicana actual, porque el ‘progreso’ de unos cuantos determina el retroceso de unos muchos.

¿No existe otra forma de pago por ese progreso económico de unos cuántos?

Creemos que si, pero no ha surgido el valiente gobernante que se decida a hacerlo, lo único que les preocupa es ‘el poder’ y la permanencia en el ‘poder’ de su partido, y tratar de corregir esta situación sería un suicidio político, la ciudadanía y sus legítimos reclamos, seguirán siendo eso, legítimos reclamos.

La duda estará presente siempre que se considere este tema, porque, recordemos, el hubiera no existe; es sólo una forma gramatical para expresar un siempre incierto futuro.

Desde que a algún brillante politólogo o "militante" partidista se le ocurrió dar el respaldo del partidazo a esta gente, desde que se ‘iluminó’ y les "obligó" a organizarse para poder "alegar" una representación legal y desde que se establece el voto manipulado como compensación por esos privilegios, desde ahí, empezó a crecer el monstruo, hasta convertirse en el auténtico Frankestein que es ahora.

Nótese, por favor, que Gerónimo inteligentemente ha mencionado compensación, término democrático muy elegante, que sustituye al vulgar término de ‘pago’, porque el pago lo ha realizado y lo sigue realizando la ciudadanía a la que no se ‘compensa’ con nada, pero que como kamikaze sigue comprando a esos ambulantes.

Que cómodo resultó para el partido oficial.

A cambio de nada, obtuvo votos seguros de los manipulados ambulantes de a pié, o "sobre ruedas".

De ser unos cuantos, hoy son unos miles, si miles y miles de votos seguros, más seguros aún, que los de sus propios "militantes".

Tan productivo resultó el ‘negocito’ que pronto el otro partido de renegados del partidazo, el ‘amarillo’ al heredar el gobierno de la ciudad, se ‘auto-heredó’ esa ‘franquicia’.

Y créanlo o no, muchas de las pugnas internas en ‘el amarillo’ son por el control de esas ‘franquicias’ que arrebataron a los prepotentes y adormilados dirigentes del partidazo.

Según ‘la ve Gerónimo, poco a poco estamos empezando a descubrir en donde están los beneficios del ambulantaje.

Aún no se ha hecho mención al, en un principio, magro ingreso, hoy, enorme, que reciben diferentes autoridades, policías, inspectores, delegados, y demás sujetos y sujetas que de alguna manera intervienen en el establecimiento, operación y "control" del ambulantaje.

Como sucedió por unos 70 años, el partido en "los Pinos" era sinónimo del poder en sus tres divisiones: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Fácil, aún más fácil cuando se maneja la Ley en toda su extensión.

Todas las ramas del poder económico y político pendientes de una sola voluntad; eso es lo que el Partido le agradece a su creador, eso es lo que la Nación le reclama al mismo individuo.

Entonces se buscó una forma en que ese número de "comerciantes" (léase votos) pudiese ser duplicado, o triplicado.

Con el voto más o menos incondicional en ‘la bolsa’, se diseñó una fórmula realmente genial: incorporar a los ambulantes a la C.T.M., la C.R.O.C., y algunas otras de las organizaciones sociales que proliferan en el seno del partidazo; organizaciones sindicales, obedientes y dependientes del favor oficial.

Con enorme júbilo, derroche de "cohetes" (ahora prohibidos, por supuesto) y demás manifestaciones de algarabía popular, se le dio el espaldarazo oficial al ambulantaje.

El pequeño Frankestein creado por abuso de las facultades conferidas por el pueblo, y como ‘ejemplo’ del proceder democrático de los gobernantes en turno, el ambulantaje, ahora protegido y oficializado, empezó a crecer.

Sin proponérselo, Gerónimo piensa y afirma, pues hay que conferirle el beneficio de la duda, Frankestein iba camino a su mayoría de edad y de repente se tornó en contra

del pueblo, se tornó en una plaga social contra la ciudadanía.

Y como las desgracias nunca vienen solas, en poco tiempo se le añadieron dos apéndices igualmente molestos y nocivos; unos de menor cuantía: los "valé parkin" y los ‘viene-viene’ y otros mucho mas peligrosos y numerosos: los "franeleros", que como pequeños pulpos, tienen extendidos sus tentáculos por toda la Ciudad.

Estos ‘apéndices’ comparten el mismo propósito original de sus mayores: estorbar lo mas que sea posible a automovilistas y peatones en forma indiscriminada, verdaderamente democrática (lo que según Gerónimo podría exportarse.)

Su sola presencia espanta más que una patrulla, más aún que dos patrullas juntas y sus "servicios" se aceptan única y principalmente por el temor a las consecuencias para el automóvil o las personas en el caso de rehusarse a aceptarlos.

No solamente se han adueñado de las calles, sino que además, manejan a su antojo leyes y reglamentos de Tránsito, bajo las propias narices de los uniformados encargados que su aplicación {que en un dechado de administración digno de la mayor transnacional}, han delegado en ellos la importantísima tarea de regular y controlar el tránsito de personas y automóviles en su zona de influencia, mientras ellos se ‘arranan’ en sus patrullas en espera de ‘la cuota’.

Me gustaría poder verificarlo, pero estimo, que en los lugares en donde se han multiplicado estos increíbles "prestadores de servicios" el índice delictivo debe haber crecido en forma impresionante.

Lástima que ‘el maistro Batiz’ y sus sucesores no lo van a reconocer aunque ya no tenga nada que ver en el gobierno de la Ciudad, y por supuesto, el Gordo Encinas o ‘el Marcelito’ lo negará y ni siquiera se dignará otorgar cita a Gerónimo para ‘dialogar’ sobre el tema (aunque algunos ya no estén en ‘sus cargos’, podría ser que tuvieran opiniones interesantes).

Hoy, ya no hay "Marías".

Ya no hay "Marías", hay groseros ambulantes agremiados en poderosas Uniones.

A mi me extraña que las autoridades permitan y hasta fomenten este tipo de "comercio", pero Gerónimo tiene un punto de vista más ‘cínico’, mas realista : …… no dan factura……. ni comprobantes que sean "fiscalmente aptos" ……. no pagan impuestos ….. ‘se roban’ la luz de donde pueden, no recogen las toneladas de basura que dejan …. contaminan a mas no poder : visual, y auditivamente….. y por sobre todo, estorban, estorban y estorban.

Supone que estos "comerciantes" deben pagar a alguien, eso es seguro, cuánto y a quién, eso es un misterio.

Cierto, aparentemente, se ha convertido en un buen negocio, tanto así que algunos comerciantes establecidos y en operación con todos los requisitos "de Ley" no solo

proveen de mercancía a los ambulantes, sino, además, en muchos casos, se han convertido en ambulantes ellos mismos, al darse cuenta que esta modalidad es una actividad comercial mucho mas redituable sin tener obligaciones, y sin pagar impuestos.

Y asimismo, se han organizado para estar presente en los mercados sobre ruedas, con el evidente propósito de "redondear" todas las áreas de actividad comercial que puedan.

Gerónimo afirma: “no soy abogado, pero alguien que si lo es, me comento que todo este rollo está fuera de lo dispuesto por el Código de Comercio que afortunadamente, hasta hoy no ha sido pervertido para incorporar estas actividades”.

La base, es, en realidad, muy simple. ¿Para que ponerlo en el Código, para que hacerlo ‘legal’?, o lo que sería lo mismo: ¿Para que cumplir con el Código, cuando se puede ganar mas con su incumplimiento? ¿Para que modificarlo si así estamos bien ?

Quien dijo que "el que no tranza no avanza" seguramente estaba pensando en estas actividades cuando se le "prendió el foco" y pasó a la inmortalidad con esa frase, y como podemos apreciar, la Ley se ha convertido, una vez más, en el arma del delincuente.

Lo que a Gerónimo y a muchos otros nos resulta incomprensible, muy por encima de cualquier raciocinio, es la gente que con su presencia y su dinero mantiene y estimula este tipo de desorden urbano, que, simplemente, no se podría sostener si no hubiera compradores.

Compradores impulsivos que sin detenerse a pensar, regularmente van a que los engañen o despojen. ¿Inocentemente? ¿Sin darse cuenta?

Aunque sea sólo por darle gusto, aunque no le conozcan, por esta única vez, Gerónimo nos solicita: piensen.

Piensen, reflexionen en que si la base de su existencia es gracias a la constante y reiterada violación de leyes y reglamentos.

¿En donde estará la estatura moral y los principios éticos requerida para ‘comerciar’ como debe ser ? ¿Acaso se cree que es solamente ‘engañar’ al gobierno, ‘romper’ las leyes?

¿Acaso todos los kilos son de un kilo? ¿Acaso, todos los litros son de un litro?

¿Acaso no es un mandamiento cristiano y social “No Robarás”?

Si se piensa que se está ayudando a personas de escasos recursos a elevar su nivel de vida, piensen otra vez.

Si fueran verdaderamente de escasos recursos, no podrían estar metidos en el ambulantaje porque han de saber, queridísimos lectores, que ser comerciante ambulante

en esta Ciudad, cuesta y no poco, pero si lo suficiente para que las personas verdaderamente de escasos recursos no puedan establecerse como ambulantes y cumplir con los pagos, derechos, ‘cuotas’, cooperaciones, y demás gastos "no oficiales" que se requieren para ‘operar’ en las calles capitalinas.

¿Acaso alguien piensa que los espacios que ocupan en las calles son "gratis" ?

¿Acaso alguien piensa que los líderes y feroces lideresas de los comerciantes ambulantes, "la hacen" de a gratis ? ¿A que las "patrullas" los va a dejar "trabajar" sin recibir para su "chesco" o su “chela”?

¿Cuantos inspectores de pesos y medidas acuden a verificar básculas? ¿Cuando se ha visto algún "reporte" de la Profeco?

¿Ustedes creen que todo eso es por obra y gracia del Espíritu Santo?

Piensen otra vez, "plis".

Si aún mas, alguien piensa que se ayuda a la economía nacional; díganme por favor, ¿De donde sacan la mercancía que venden? ¿Quien se las proporciona?

¿Como sabremos si es nueva o de segunda mano? ¿Son productos originales, o son "piratas"? ¿Que va a pasar si los productos adquiridos en esos lugares no funcionan?

Cuando se descompongan ¿Quien se hace responsable de cumplir con las garantías o de proporcionar los servicios requeridos? ¿Y las refacciones? ¿Y que hace la extinta Compañía de Luz, y/o la Comisión Federal de Electricidad?

----- Oiga, mi Don, un momento, no se me acelere. ¿Que tienen que ver estas sagradas empresas paraestatales, símbolo de nuestra soberanía y guardianes del patrimonio nacional en este rollo?

Poca cosa, los inefables ambulantes requieren energía eléctrica para poder asaltar nuestros oídos con la profusión de folklore inmortal que promueven en los puestos denominados "de fayuca" para la difusión del arte musical de nuestros autóctonos rokeros, gruperos y demás eros, nacionales y extranjeros que invaden nuestra sensibilidad con sus creaciones artísticas, pues no hay ambulantes ni mercados sobre ruedas que se respeten a si mismos que no tengan varios "locales" destinados al único propósito de incrementar nuestra educación auditiva, y, además, otros locales requieren "luz" para mostrar mas atractivamente su mercancía.

Para el logro de tan altos objetivos, tienen la imperiosa necesidad de contar con un selecto y exclusivo grupo de primates que se trepan a los postes para hacer "diablitos" y poder compartir con sus demás compañeros "comerciantes" los beneficios de nuestra nacionalizada industria eléctrica.

Al fin y al cabo, con una previsión que envidiarían en las naciones del primer

mundo, los legisladores nacionales ya han aprobado el cobro del alumbrado público con todo y sus deficiencias añadiéndolo –sin consulta previa- al recibo de los particulares, por lo que, como bono adicional y premio para el ciudadano, en su recibo no notará el servicio que se les ha proporcionado sin su consentimiento a los privilegiados miembros del Ambulantaje.

Ah…… perdón, Gerónimo hace señas que se olvidaba comentar lo siguiente…… las sagradas paraestatales a que se refería un poco antes, no hacen nada, ni harán nada, pues, como se señaló, no les hace falta ese ingreso para ‘mostrar utilidades’ como consecuencia de las finanzas escrupulosamente limpias y transparentes de esas empresas, y además, porque, al fin y al cabo, ya tienen la aprobación legal de diputados, senadores, diputadas, senadoras y todos los Asambleístas para cargar el importe que les de la regalada gana al ciudadano que tiene el privilegio y el honor de estar cerca de los lugares en donde se instalan "temporalmente" estos "comercios".

Como contraparte, no puede olvidarse que en el remoto y utópico caso de que se acabara este tipo de comercio, también se acabaría con la muy tradicional actividad del "regateo" que tanto ha contribuido a extender nuestra fama a otras fronteras.

Lastimaría en forma irreparable nuestra soberanía e identidad nacional, lesionaría de gravedad constitucional nuestra ‘competitividad’ y sería un atentado imperdonable a nuestras ‘más sagradas tradiciones’.

Es una verdadera pena, que en el comercio establecido no se pueda regatear y salir del local comercial con el producto sin envolver, en prosaica bolsa de plástico de no re-uso y el enorme casi profundo sentimiento de haber sido capaz de adquirir una verdadera "ganga" o de haber logrado un importante ‘ahorro’.

Ese sentimiento sólo se produce mediante la comunicación directa "boca a boca", “mano a mano”, por la insustituible comunicación personal, por la confrontación del ingenio del que vende con el ingenio del que compra, no con el trato impersonal y mecanizado de las tiendas modernas y además, se adquiere un mayor conocimiento del uso del ‘doble sentido’ y el albur.

Y en el ambiente ‘como que se aparece’, ‘como que flota’, como que se percibe un concepto triste pero muy real…….no hemos sabido SER mexicanos.

8.- El respeto por el derecho de los demás. ¡Ah no, yo voy primero, los demás que se esperen o se aguanten!.

Este punto o regla de actitud puede comprenderse con claridad al considerar el deporte nacional fiel reflejo de nuestras actitudes y podríamos comenzar por considerar el denominado deporte ‘amateur’.

Se aproximan también los juegos olímpicos en los que la escasa representación atlética mexicana demostrará al mundo –pero no a Gerónimo ni a muchos de nosotros- que seguirnos muy atrás en el concierto mundial deportivo, pero que somos pioneros en

cuanto a asistencia de directivos, federativos y demás ivos del deporte nacional y de los ‘medios de comunicación’, de eso pueden estar seguros.

No todo será negativo –pronostica Gerónimo- también se ‘romperán’ marcas nacionales impuestas por nuestros ‘acletas’ en las contaminadas arenas deportivas de la nación, lo que nos otorgará un ‘honroso’ 38° o 40° lugar en el deporte olímpico como de costumbre: competimos como nunca para quedar como siempre.

¿Por qué?

Simple y sencillamente por lo que hemos venido comentando en todas estas páginas, porque en México nadie tiene el lugar que le corresponde, porque nuestra educación es deficiente e incompleta, o porque nuestra falta de educación es enorme, nuestra actitud totalmente equivocada y nos impide retirar la venda que cubre nuestros ojos y apreciar la realidad como es, porque el comercialismo se ha impuesto en forma definitiva y porque nos falta la voluntad (y los pantalones) para hacerlo.

El conformismo, el sistema, y por sobre todo nuestra pasividad tradicional, nuestra actitud mediocre y conformista hecho que nos contentemos con clamar y reclamar; no sabemos dedicar lo necesario para obtener lo que queremos, no sabemos o no queremos sacrificar nada.

La queremos cómoda, queremos que nos llegue, que nos den, no sabemos ‘obtener, no sabemos merecer.’

Como ejemplo, y ya que se ha mencionado, en el terreno deportivo, los deportistas ‘amateur’ hasta dan risa.

Los ‘records’ nacionales están como 75 % arriba de los records olímpicos o de los

records de otros países.

Y los ‘profesionales’ del deporte no se quedan atrás:

Tal vez sea porque no están dispuestos a dejar de celebrar el Día de las Madres para ir a entrenar, y el envolvente sistema los sigue porque aunque se quisiera, por ser día de las madres, todo lo que sea ‘comercial’ está abierto, como cuando se celebra algo que el pueblo estima merece celebrar.

Los establecimientos comerciales desde el día anterior están abierto y preparados y vorazmente han duplicado o triplicado los precios regulares y que se abarrotan de mexicanos ansiosos de demostrar su gran amor por las madres, y que los vean celebrando a sus ‘cabecitas blancas’, (por lo que en esos locales ‘proliferan los fotógrafos’), solo por ese día, la celebran hasta los terrenos de lo exagerado, el resto del año, les vale idem.

Ni que decir de los inefable ‘vendedores de flores’, un simple capullo adquiere precios que ya los quisieran los de Rolls Royce o Rolex.

Para el resto del año hay otros pretextos, y hasta pretextos patrios: no pueden dejar de participar en el desfile deportivo que se celebra año tras año para honrar la memoria de Calzontzin, insigne jugador de pelota maya que en un solo juego anotó 16 goles en contra de los españoles de Fray Pedro de las Pitayas (provincia de Michoacán a la que se le cambió el nombre en uno de esos incomprensibles pero recurrentes ‘arranques patrioteros’ al más patriótico de Las Pitayas de Juárez).

Si se pertenece a otro estrato social un poco más elevado, es la misma historia, nadie quiere sacrificar su fin de semana en Cuernavaca o en ‘Valle’, o en Vail, ni mucho menos su ‘viernes sensual’ en que se abarrotan las disco y demás ‘antros’…..¿como creen que van a dejar de ir al antro, solamente para sacar una pinchurrienta medallita que de inmediato se llevará al Monte de Piedad?.

¿Qué ha pasado con el futbol? Otros países y paisitos perdido en islitas del Pacífico o del Atlántico, o los mismos ‘gringos’ avanzan y progresan, aquí vamos como los cangrejos: para atrás, o ‘de ladito’.

Cualquier selección escolar nos elimina, cualquier equipito de segunda o tercera liga en su país, viene a México, con suplentes, llena el estadio y nos gana, o cuando mucho con tremendos esfuerzos y desgaste se les empata; ocasionalmente se logra un triunfo ‘de casualidad’, por pura suerte, esté el argentino, el mexicano o el Pentapichichi agachupinado gritoneando en las bandas o no….hasta los gringos ahora nos han convertido es sus ‘clientes’.

Mientras los federativos, los televisos, los aztecos, los cerveceros y demás eros, se llenan de dólares o pesos, nuestro futbol simple y sencillamente no avanza…..no se le de vueltas no se le busquen excusas.

“Semos y seremos Ratoncitos Verdes de pura coraza por los siglos de los siglos amén……¿y qué? Nos encanta, nos fascina la mediocridá, ¿y qué? Pareso están las chelas y el Ángel, pa celebrar, si ganamos mejor, si pierden pa’ mentarsela.

Catorce participaciones en los torneos mundialistas avalan y demuestran esa afirmación: no pasamos del 4° partido, ni con entrenadores importados ni con nacionales, ni con Guardados, Frijoles o Chícharos.

¿Por qué? ¿Porque? ¿Porqué? igual; simple y sencillamente por que a los ‘Federativos’ y a los jugadores solo les interesa el dinero, las ‘viejas’, ’decir leperadas’, ser maestros del albur y las gracejadas vulgares y estúpidas, el ‘relajo’, ‘los cuates’, ‘salir’ en la tele, volver a salir en la tele, que les vean, que les pregunten ….. orgullo profesional, orgullo patrio y demás conceptos relativos y similares …..¿eso k s? ¿Profesionalismo? ¿Puntualidad? ¿Ética? ¿Responsabilidad’ ¿ora tu, no me cambies el tema?

Jugar como si supieran; eso sólo queda para cuando se les de su regalada gana; entrenar, ¿para qué? todos se consideran o a todos los consideran ‘material de

selección’ y saben que tarde o temprano serán ‘llamados’ por el Chepo el Chupo o el Chapo a formar parte del selecto grupo de ratoncitos verdes que pasearán su incultura, soberbia, actitud y su poco futbol por todas las canchas del mundo, que trasmiten al mundo entero la incultura, falta de educación y civismo que nos caracteriza, ¿Y qué? ¿Orgullo nacional? ¿kes eso?

Los federativos y los entrenadores han ‘entregado’ el futbol profesional, amateur, semi profesional y semi amateur (y al ‘deporte’ en general) al desenfreno comercial y a los ‘promotores’ que únicamente buscan aprovechar el ‘mercado de piernas’ que inventaron en demérito del deporte y del futbol y que convirtieron a los jugadores de primera división en ‘estrellitas marineras’ solamente aptas para anunciar medicamentos contra las almorranas, o pomadas para aliviar golpes y esfuerzos musculares que por su falta de preparación y pésimo estado físico sufren nuestros orgullosos deportistas del arte de las patadas.

Y si esto es aplicable al deporte, y al futbol en particular, en mucha mayor escala y con mas amplitud es aplicable a las actividades de nuestra vida diaria.

…….Por eso estamos como estamos……. no hemos sabido ser mexicanos

………empero, no obstante y sin embargo, y a pesar de todo, sigue y seguirá siendo México Lindo y Querido y nadie se preocupa por cambiar, pero si por reclamar.

9.- El Amor al trabajo. ¡Ah no, yo voy primero, los demás que se esperen o se aguanten!.

Y en este punto, el gobierno se ha autonombrado como el número Uno, el gobierno lo que diga, lo que no diga, lo que se le antoje, tiene prioridad y poco o nada le importan los derechos de los demás y el amor al trabajo, su única preocupación es mostrar ‘elevados índices de empleo’.

El gobierno de México, cree que es México, o que México es el gobierno, los demás, los ciudadanos, no contamos para nada, somos súbditos, somos ‘los malos’, y todavía ’nos chupamos el dedo’; el gobierno es el único ‘bueno’, es la voluntad suprema y tiene a su alrededor un impresionante sistema para recordárnoslo.

Un sistema legal, configurado para hacer del ciudadano una víctima en todos los casos, en donde el Gobierno modifica, crea, abroga y emite leyes todos los días, a todas horas y para todos los propósitos, pero convenientemente, deja vigente los Reglamentos y leyes subordinadas así, aunque en la Constitución se haya derogado alguna disposición, el Reglamento sigue vigente o al revés, se elimina o modifica el Reglamento pero no la fracción 10,257 A de la Constitución que le sustenta, aunque se contraponga con la fracción 153, de otro de los muchos artículos que en más de 600 ocasiones desde que se emitieron han sido modificados.

Quizá a eso sea a lo que se refieren los gobernantes cuando hablan de un Estado de Derecho, y no a lo que los simples ciudadanos creemos que es: un País en donde hay leyes justas y se respetan.

Parte del asunto es que se nos ha olvidado o hemos querido olvidar el encanto de la sencillez.

A los mexicanos, nos gusta, nos encanta lo solemne, lo ‘rebuscado’, lo complicado porque en él escondemos nuestra falta de educación – que íntimamente reconocemos con una simplicidad envidiable- y creemos que en las actitudes de soberbia, la altanería y la prepotencia se encuentra la fuerza que tiene la verdad y la sencillez; y en la verborrea solemne, demagógica, altisonante, encontramos nuestra forma de expresión pública, hueca, sin significado pero sonora, retumbante.

Mentalmente nos ‘medimos’ con los demagogos, político y empresarios y erróneamente consideramos que ellos han ‘alcanzado’ el éxito porque tienen altos ingresos y una posición social que ‘sentimos’ fuera de alcance de las mayorías.

En la ingenuidad que propicia la ignorancia y en nuestra mediocre actitud los mexicanos creemos que ser solemne significa ‘algo’

Así nos han acostumbrado las crónicas sobre los ‘próceres’ de la Patria, o sobre los gobernantes y así ‘oímos’ a diario a nuestros gobernantes y no nos hemos preocupado en preguntarnos si eso es lo correcto.

La demagogia política, la gente ‘exitosa’ se ha encargado de difundirlo como si fuera un dogma y como si fuera verdadero.

Si no es porque resulta imposible ‘reclamar’ el lenguaje oral y escrito utilizado por los mexicanos si podemos afirmar que es digno de un extenso tratado de ‘algo’ (no sabríamos definir de qué: sociología, psicología, etimología, sintaxis, redacción, aritmética, algebra,….ustedes escojan), pero si no es susceptible de reclamo si lo es de cambio.

Cualquier inauguración, cualquier acto público está revestido de larguísimos discursos que nadie escucha ni nadie entiende, en donde se utilizan palabras que quizá ya ni en el diccionario existen, se invocan nombres, apellidos títulos y profesiones de cualquier ínfimo servidor público o ‘prelado’ que inviten a la ceremonia, (no importa que tengamos un Estado ‘laico’) como si se estuviera en la presencia de alguien ‘importante’.

En la mayoría de las ocasiones, gracias Al Altísimo, no se incluye la extensa biografía y descripción de estudios y logros de tan destacado funcionario porque tal hacer significaría terminar hasta el día siguiente ya que es imposible en 24 horas hacer una adecuada descripción de los méritos de tan insigne personaje con el que hemos tenido la fortuna de convivir o que se ha dignado compartir su vida con nosotros pobres y simples mortales.

El encargado de estos actos considera imprescindible establecer un paralelo entre la vida u obras de nuestros próceres nacionales y las cualidades del personaje distinguido con el que se realizará la ceremonia, consistente simple y sencillamente en cortar un trozo de listón utilizado en otras inauguraciones (pues hay que ahorrar) pero como es ‘indispensable’ ‘hacer tiempo’ y hacérselo perder a los demás, se incluye una indefectible sesión de discursos.

Fácilmente es comparado con Miguel y Dalgo o con Morelos, Juárez o Hugo Sánchez , y en medio de incontables elogios es invitado a cortar el listón y por supuesto a pronunciar unas breves palabras, en donde informa a los asistentes que se identifica más con la figura de Doña Josefa Ortiz de Domínguez, porque en su casa también se servía mole poblano.

Y como el amable lector podrá observar, esto es muy fácil de corregir…..si se quiere…..lo que pasa es que la fuerza motivadora debe surgir ‘desde adentro’, desde el interior de cada individuo y no asumir la actitud sumisa de siempre.

De afuera, nadie nos la va a proporcionar y como ya lo hemos dicho, al Estado {a cualquier Estado} no le conviene ni interesa tener un pueblo educado bajo su gobierno porque no lo podrá ‘manejar’ a su antojo y es por eso que el gobierno de los mexicanos se ha ‘ocupado’ de escribir una historia llena de falsedades y exageraciones.

Siguiendo quien sabe que inconfesables complejos, los mexicanos actuales, los mexicanos del Siglo XXI, imitamos indiscriminadamente a los extranjeros, olvidamos nuestros valores y nos ‘minimizamos’ a nosotros mismos.

Lástima que en muchos casos, si seamos ‘inferiores’ {lo que no hemos querido reconocer} porque no hemos querido educarnos ni cambiar nuestras actitudes para ser ‘superiores’ pero de que hay ‘malinchismo’, de que somos ‘malinchistas’, lo somos y esa es otra actitud que no hemos querido superar.

Pero también somos ‘patrioteros’ que no es lo equivalente ni parecido a nacionalismo o patriotismo.

Hoy día, por todo y para todo enarbola la bandera y ‘toca’ el Himno Nacional.

Lo mismo sea en eventos ‘oficiales’ sin trascendencia que en eventos deportivos o en simples concursos televisivos o informales reuniones sindicales, las notas del Himno Nacional desgraciadas por un infame agregado de Banda de Guerra resuenan por doquier acompañadas con los colores patrios venga o no al caso.

Estúpido ejemplo copiado a nuestros vecinos del norte que como siempre, lo han llevado al plano comercial quitándole toda significación, convirtiéndolo en una simple y barata ‘mercancía’, que dicho sea de paso, allá se recibe y ejecuta con respeto y en silencio, exactamente igual a como no se hace aquí en donde se aprecia enfado y desinterés.

En México, cuando viene al caso, el himno ya no ‘suena’ como debería, la incesante y absurda repetición hace que cuando es adecuado que se escuche se ‘oiga’ como música cualquiera, como una canción más en la cacofonía citadina, desgraciadamente lo han convertido en un himno que ha perdido su significación.

Hasta en las escuelas se ha impuesto el tocar el himno por todo y para todo.

Los niños crecen acostumbrados a oír el himno sin ton ni son, sólo por obligación, sin ninguna solemnidad ni significado, únicamente por el temor de la ‘sanción’ de la SEP, sin entender siquiera porque o lo que se pretende y solamente están esperando a que acabe para poder reanudar sus juegos.

Para ‘acabarla de componer’ hasta la más triste y miserable estación de radio debe empezar y terminar sus transmisiones con los acordes del Himno.

¿Porque? y ¿Para qué?. Nadie lo sabe, nadie lo entiende, a nadie le importa, se peca de exageración cuando lo que se requiere es moderación y dignidad.

Lo que si se sabe -y es lo más triste y lamentable- es que ya ha perdido su significado y categoría, ahora es una cancioncita más que es obligatorio ‘tocar’; y se sigue ‘tocando’ por el temor a las sanciones gubernamentales en las que se incurre al infringir la norma que lo establece pues parece que solo para eso están: para aplicar sanciones, no para ‘gobernar’.

Y a pesar de tanta ‘difusión’, tanta ‘obligación’ y demás, pocos somos los mexicanos de hoy que ‘sabemos’ la letra del Himno.

Y estamos seguros que de una forma u otra esos resultados nunca fueron la intención de imponer el Himno como si fueran señales de tránsito.

Sin saber porque o de qué el mexicano actual –aborregado y sujeto a la propaganda ‘oficial’-, dice y repite viceralmente que se ‘siente orgulloso’ de ser mexicano, cuando momentos antes ha proclamado con mas orgullo (si es posible) que es michoacano, jalisquillo, o nayarita.

O sea, lo mexicano viene después, primero está el regionalismo chabacano y absurdo porque la mayoría ha abandonado su terruño por la falta de oportunidades y tal vez un oscuro complejo de culpa los orilla a proclamarse orgullosamente ‘provincianos’ antes que orgullosamente mexicanos.

Hemos llegado al extremo de apoyarnos psicológica y sociológicamente en un falso sentido nacionalista, muy mal entendido, chabacano, absurdo y barato, obligatorio y contraproducente, coercitivo y dictatorial que resulta en patrioterismo, no en auténtico patriotismo.

Los mexicanos seguimos empecinados en celebrar supuestos triunfos y victorias

pasadas, en inauguraciones e inicios porque nunca sabemos si se van a concluir, empecinados además en odios seculares sin aplicación o vigencia, sin sentido ni actualidad.

Por una tradición malsana y retrógrada o por la imposición oficial o por lo que sea, pero ‘todo lo aceptamos’, ‘todo lo imitamos’.

Seguimos culpando a los judíos por la Crucifixión y a los españoles por la Conquista……. rechazamos a Cortés y a Iturbide, porque no eran indígenas,….no perdonamos a los gringos por la compra de casi la mitad del territorio nacional y hemos olvidado a los mismos mexicanos que lloriquearon y rogaron a Napoleón III por Maximiliano y Carlota y a los mismos mexicanos que ‘vendieron’ a los gringos el territorio que habían descuidado y que no tuvieron ‘las agallas’ de saber defender, ‘le cargamos’ la mano al extranjero que supo y pudo aprovechar las circunstancias históricas que les tocó vivir y olvidamos que el mismo Juaréz promovió y aceptó el Tratado Mc Lane/Ocampo.

En el diario devenir y sin admitir la poca importancia que tiene, muchos mexicanos seguimos celebrando los añejos, escasos y poco trascendentes triunfos de ‘las chivas’, no porque se sepa mucho o poco de futbol, (que no es el caso) sino tan sólo porque en ese equipo no ‘milita’ ningún jugador extranjero y seguimos dando el Grito el 15 de Septiembre porque significa momentos de euforia inducida, desorden y desafío en los que podemos expresar nuestras represiones y dar rienda suelta a nuestros instintos gregarios animales y ni quien se acuerde que entre otras cosas, si se consumó la Independencia pero no por aquellos que la iniciaron quienes fueron traicionados y muertos por sus mismos compañeros.

Nunca nos acordamos de la Consumación de la Independencia sólo de su inicio porque así nos le enseñaron, así nos ‘educaron’ en las ‘glorias patrias oficiales’ deformadas, selectivas e incompletas divulgadas por lambiscones cronistas.

¿Alguien ve difícil corregir estos despropósitos y re colocar las cosas en su adecuada perspectiva? no ¿verdad?

Solo hacen falta ganas o ‘aquello’ que hizo falta en la verdadera defensa de nuestro territorio y soberanía y que hoy día Bachoco comercializa con singular éxito.

Todos los problemas sociales {de conducta, aspecto o convivencia} o casi todos los queremos resolver con Leyes, para todas las situaciones invocamos el tan llevado y traído concepto de ‘Estado de Derecho’ y de una forma u otra encontramos entre los miles y miles de legajos jurídicos alguna Disposición, Acuerdo, Decreto, Bando, Reglamento, Norma o Ley que apoya y supuestamente legaliza cualquier reclamo.

Ni por asomo vayan a pensar que los mexicanos respetamos la Constitución, misma que ha recibido mas de 600 modificaciones, reformas y contrarreformas, adiciones, revocaciones, modificaciones y demás ones que ya ni el mismito de Don

Venus la reconocería.

Y si por alguna bendita casualidad esa Ley no la encontramos entre esos amarillentos y olvidados legajos, nos las ingeniamos para que los legisladores partidistas y lambiscones las incluyan en la normatividad vigente.

El resultado es que las leyes o la Ley es ignorada en el mas absoluto silencio, los mexicanos hemos aprendido en primer lugar que casi todas las Leyes son obsoletas, que casi todas son inaplicables o aplicables a conveniencia de ‘los poderosos’, y que son tantas y tan contradictorias que siempre encontraremos alguna que convenga a nuestra situación, o alguna ‘laguna legal’ en la que podamos ‘apoyarnos’ por lo que poco o nada nos preocupa o nos importa cumplir con lo dispuesto en ellas.

La postura legalista es ha sido y será la base de cualquier campaña política en la que se proclama y reclama el Estado de Derecho {inexistente de facto} y se borda a su alrededor toda una filigrana de posibilidades que quedan en promesas que nunca se cumplen.

Si por algún imperdonable olvido se llegaran a cumplir, pronto se encontrará la forma de hacerlas obsoletas o de obstaculizar su cumplimiento a través del imprescindible Reglamento que o tardará años y más años en redactarse o nunca se redactará por completo, o en el mejor de los casos, el tiempo hace inaplicable la Ley, precisamente por falta del Reglamento respectivo.

Empero, al fin de cuentas siempre se busca una solución y un respaldo legal para cubrir y proteger todo tipo de barbaridades.

Con la creencia y suprema fe en que la Ley es la Ley y terminará por imponerse.

Todo aquello que implique un lapso prolongado para llegar a su término de 5 o más años, automáticamente es rechazado por los mexicanos.

Ya se nos olvidó que en otros tiempos, las grandes obras como el Templo Mayor, Teotihuacan, Chichen Itza, Tula, y otras maravillas antiguas mexicanas -de las que deberíamos sentirnos orgullosos- se hicieron en plazos mayores a 5 o 6 años.

Nuestra corta memoria sólo va hasta el establecimiento del maligno, del perverso e inútil Plan Sexenal que con propósitos electorales ha dejado una secuela de males a cual mas peor que el siguiente.

Permítase nos un poco de historia y de antecedentes, o sea de los aspectos de ‘endenantes’.

Resulta que a algún ‘iluminado’ se le ocurrió el Plan Sexenal con los ojitos puestos en una equivocada apreciación de los principios de Sufragio Efectivo y su consecuencial No Reelección {antes de que estos dos ‘ciudadanos morales’ se

apropiaran del poder y rubricaran los documentos oficiales}, y los aplicaron a los denominados Planes dizque Globales de Desarrollo que cubren teóricamente periodos largos pero que en la práctica solo comprende las acciones o proyectos que pueden ser ejecutadas por el régimen del presidente en turno.

{Antes nuestros historiadores se regodeaban con los Planes políticos, hoy lo hacen con los Planes de Desarrollo, y nuestro país ya parece ‘zopilote’: nomás planea pero nunca ‘vuela’}.

En realidad, el Plan Sexenal fue una mala copia y una pésima adaptación del plan Quinquenal bolchevique que se pensó ‘funcionaría’ igualmente que en Rusia en estos Estamos Desunidos Mexicanos.

Allá tenía otra función y otra aplicación, aquí, ni se copió correctamente ni se aplicó adecuadamente.

Con eso del límite en ‘la Silla’ (que milagrosamente casi por debajo de la mesa se extendió de 4 a 6 años) y de la No Reelección, a ningún gobernante que tuviera respeto por si mismo se le ocurriría ni en la más feroz borrachera iniciar alguna obra, cualquier obra pública o privada que llevara más de 4 o 5 años en su realización.

En su obtusa mente llena de desparramado incienso y auto elogio no cabía la posibilidad de que ‘alguien’ más se adornara con la ejecución de esa o cualquier otra obra que él había iniciado o que se hubiera iniciado en su ‘período’ (a pesar de que él mismo, elegía a ‘su sucesor’).

Por lo mismo, cualquier cosa, cualquier obra que requiriera un plazo mayor al período de ‘su gobierno’ era y es, automática, silenciosa y furiosamente rechazada.

Se empezó a acostumbrar al mexicano a obras intrascendentes “al corto plazo”, y si ese plazo era inmediato, mejor que mejor.

Aunque el resultado fuera una porquería, el asunto era ‘inaugurar’, ‘adornarse’, lograr ‘puntaje político’, ‘trascender’ ante ‘el partido’, ‘entrar’ en la historia, ‘figurar’ en los relatos oficiales y así quisieron acostumbrarnos durante 71 años, y todavía pretenden ‘volver’ a lo mismo o repetirlo con otro nombre.

Por eso los mexicanos no tenemos ni entendemos de ‘continuidad’, de ‘largo plazo’, de ‘posteridad’, y por lo mismo las ‘obras’, los ‘avances’ son intrascendentes, efímeros, superficiales, momentáneos y la actitud general hacia el trabajo, hacia proyectos, hacia el futuro es mucho pero muchísimo más que limitada, falta compromiso, continuidad.

Y nunca hemos querido reconocer que esto -económicamente hablando (de economía, no de ahorro) es un terrible restrictivo para la inversión, tanto nacional como extranjera, y no solamente constituye un freno para el progreso, sino que en realidad es

un retroceso pero a nuestros insignes diputados, senadores y gobernantes, les importa un cacahuate y aparentemente a nuestro pueblo también, pues si les importara ya estarían reclamando.

Y en la iniciativa privada sucede lo mismo (quizá por derivación).

Con eso de que el Estado tiene que intervenir en todo y para todo -y de todo y para todo ‘debe’ obtener ‘tajada’ desde que se proclamó Rector de la Economía- hasta para hacer un mísero hoyo se requieren ‘permisos’, ‘licencias’, trámites y mas trámites y la forzosa contratación de personal sindicalizado, en lugar de facilitar las cosas, quiere seguir siendo omnipotente y omnipresente, con el respaldo tácito de una mayoría acostumbrada a recibir dadivas.

A Gerónimo le pesa decirlo, pero veamos el contraste entre las tierras ricas como Veracruz y Tabasco, en donde la gente se ha vuelto ‘floja’; basta con estirar la mano y tienen frutos inagotables, mientras que en el norte, tierras más áridas, menos productivas, en donde se requiere trabajo, sudor, dedicación, los estados son más ricos y más independientes de los favores federales.

En los tratos con las entidades gubernamentales, además del muchísimo tiempo requerido para que cualquiera de los doscientos subempleados siquiera ‘se dignen’ ‘nos hagan el favor’ ver los planes o proyectos, y les ‘den entrada’, ya no digamos la enorme cantidad de ‘desayunos’ necesarios para lograr que ‘el Jefe’ vea siquiera el voluminoso expediente (que aunque cumpla con todos los requisitos nunca estará completo y siempre le faltará ‘algo’ que obligue a una posterior ‘visita’ o ‘desayuno’).

Por lo mismo, los planes a largo plazo, ya ni se intentan y los trámites gubernamentales por todo y para todo se multiplican exponencialmente lo que únicamente beneficia al gobierno, pues ‘tiene más de donde robar’ y perjudica al desarrollo nacional que cada día tiene más trabas y trámites que hacer y más gastos que realizar para lograr cualquier cosa.

Hoy, nuestros gobernantes en borrachera o ‘cruda’ de tecnologismo (o ¿será tecnología?) atrasada o ‘modernidad’, hasta inventan trámites a través de Internet como si fuéramos más del 2 % de la población quienes tenemos acceso a esos recursos diabólicos del know-how extranjero y los que los tenemos vemos como al menos una vez por semana, el ‘servicio’ se interrumpe porque llovió en Islandia, hubo temblor en Japón, multaron a algún ciclista por dopaje, anuncian que va a venir la Paris Hilton, o cualquier pretexto que se les ocurra.

Y aquí entre nos, los trámites mas ‘tarados’ se les han ocurrido a los de Hacienda y a los de Tránsito y a la inefable Tesorería del D.F., bajo las absurdas pretensiones del Marcelito.

9.- El amor al trabajo. ¡Si como no! El mexicano se distingue (?) por su

amor al trabajo, Hago como que trabajo porque ustedes hacen como si me pagaran; además Diosito puso el trabajar como castigo., no, no y no, yo amo a Las Chivas, las chelas, las viejas, lo demás ……. Me vale.

¿No creen que ya es tiempo y que es fácil que esa actitud de nulo servicio y eficiencia se termine? ¿No creen que es fácil hacerlo?

¿No sería bonito que el mexicano amara su trabajo?

Sólo se requiere conciencia cívica, verdadero espíritu de servicio y ganas de hacerlo; pero claro, decirlo resulta fácil, prometer no empobrece, cumplir es lo que aniquila y la actitud tradicional de considerarlo como castigo tampoco ayuda.

Y mucho menos ayuda la actitud explotadora y comercialista de los dueños de las empresas.

Como lo que sobra en México es mano de obra, les importa muy poco que esté preparada, que tenga capacitación, que sepa como hacer su trabajo bien y a la primera, al fin y al cabo hay extranjeros que lo pueden hacer y los mexicanos son excelentes veladores, barrenderos, recoge basura, etc., todos los sub empleos los desarrolla, aunque no a niveles de excelencia, los desarrolla, punto.

Los sindicatos se han cuidado mucho de su capacitación y desarrollo profesional.

La industria maquiladora, una estúpida apuesta para el desarrollo económico, mal implementada, mal llevada, dio empleo a una buena cantidad de mujeres que logran mantener a sus familias, mientras el esposo se dedica a las chelas, las viejas y el futbol por televisión, (no crean que va a mover su rolliza humanidad).

Tristemente, la mayoría de la producción de estas empresas se vende en el exterior y si acaso queremos o necesitamos uno de esos productos, nos cuesta tres o cuatro veces más de lo que cuesta en cualquier otro país si es que lo conseguimos.

¿No creen que ya es tiempo de darnos cuenta de que esas concepciones y esas actitudes egoístas absurdas y pasadas de moda es lo que detiene nuestro progreso?

Los mexicanos tenemos un especial ‘imán’ para detectar problemas, tenemos una facilidad extrahumana para darnos cuenta de lo que está mal, según nosotros o en la realidad.

Y desafortunadamente, en la mayoría de las ocasiones, ‘le atinamos’.

Lástima que esas cualidades paranormales no se extiendan mas allá del plano inescrutable e intrascendente de la detección.

Sobre todo si él mexicano, en su persona, no ha intervenido en el asunto, con

mayor razón detecta cual experto cirujano cualquier mal, cualquier desvío, cualquier error cometido por ‘los demás’; pero ahí se queda, ahí se para y no por gusto.

Nuestra escasa educación y equivocada actitud nos impide ‘ir mas allá’, la carencia de conocimientos y recursos internos nos impide llegar a ‘idear’ alguna forma de resolver la situación, nuestra intuición es limitada y además, tenemos ‘un Jefe’ (en el mejor de los casos, que sino, tenemos varios) a quien corresponde resolver los problemas, no a nosotros, nosotros simplemente hacemos como que trabajamos porque la empresa hace como que nos paga.

Pareso hay jefazos a quienes se paga por el monopolio de pensar.

Esa es otra de las actitudes incomprensibles para Gerónimo, otra de las pequeñas cosas que debemos superar.

Así las cosas, los problemas siguen y siguen hasta que se acumulan en una forma alarmante e irreversible, porque el Jefe tampoco tiene la capacidad ni los conocimientos ni la actitud requerida para resolver los problemas; si resuelve los problemas ¿después que hace?

Empero, siempre será ‘el Jefe’, siempre tendrá el ‘monopolio de las ideas’ y siempre tiene ‘algún compadre’ que si sabe y entonces se convierte en Redentor y a través de otros pretende resolver los problemas con mas aplomo que si se tratara de Einstein o Napoleón {que entre otras cosas, si sabían lo que hacían}.

Milagrosamente, en muchos casos, esos Redentores y sus compadres llegan a resolver el o los problemas a un costo exorbitante, pero eso es otro asunto.

Su ‘fuerza redentora’ se extiende como manto invisible a toda la empresa, a todo el negocio, a toda la dependencia o a toda la Institución y se convierte en el ‘bombero oficial’ a quien todos llaman para resolver problemitas que de intrascendentes han pasado a ser importantes simplemente por ignorancia y descuido.

Aunque también influye en parte, la denominada y recurrente ‘falta de recursos’ que es el ‘pretexto’ mas socorrido que se utiliza.

Recursos, dicho sea de paso no es cierto que no existan, o que no ‘haya’, sino que están destinados a otros fines, fines proselitistas, sindicales o de ‘acomodo político’, o para la Cena de Navidad, o el cumple de la ‘quelite’ del Jefe, la cuota a los inspectores oficiales, o algún otro concepto similar, por lo que resultan ‘intocables’.

Esos Redentores se identifican por su consabida ‘labia’ y el recurso infalible de proclamar a diestra y siniestra que lo más valioso con lo que cuenta ‘la institución’ es ‘su elemento humano’……al que nomás se menciona pero nunca se recompensa, agradece o motiva……el abrazo, la mención en público siempre es mas barata que el aumento de sueldo.

Desgraciadamente este caso se siente con mayor frecuencia e intensidad en el sector público porque en el sector privado si llega a haber entre los empleados algún extranjero con algunos conocimientos técnicos –conocimientos vedados al personal sindicalizado por el perenne e infantil temor de sustitución por máquinas-; extranjero que llega a solucionar el problema cuando aún es incipiente y no ha alcanzado los límites inconcebibles que se dan en el sector público.

Y Gerónimo pide su comprensión y paciencia sobre esta insistencia porque el gobierno federal y estatal son los mayores empleadores de la República y sus actitudes se extienden como el manto sagrado a toda las actividades productivas contaminado lo que podía o debería ser actividad ‘privada’.

Para nadie es noticia ni ignora que del gobierno o de los gobiernos estatales dependen millones de familias mexicanas.

El gobierno {en su conjunto} es el mayor ‘empleador’ del País, dando “trabajo” (¿¿??) al 14 % de la población económicamente activa.

Y por eso, -y otras cositas más, es que estamos como estamos.

Las estadísticas nos muestran estos números: Ciento y tantos millones de habitantes, 39 millones, 600 mil mexicanos constituimos la población económicamente activa; de esos habitantes económicamente activos, 21 millones {53 % de los económicamente activos y 21 % de la población total} trabajamos para ‘alguien’, es decir, somos empleados, somos trabajadores, somos simples y viles asalariados (públicos=burocracia, privados=tontocracia).

Y nuestras estadísticas -que son tan lamentables como nuestra escolaridad- señala que se ‘estima’ un total de 14 millones de personas empleados en y por las instancias gubernamentales, federales, estatales, municipales, descentralizadas, paraestatales o como quiera que se les denomine a todas aquellas actividades dizque productivas en la que los empleados reciben un ‘pago’ por parte del gobierno.

Por eso, del gobierno ‘surgen’ la mayoría de los Redentores, los ‘amos’ del ‘bomberazo’ necesario pero destructor, que posterior y automáticamente subirán de categoría al transformarse en Redentores Sociales, aunque esa transformación milagrosa es otra historia.

Si hubiera suficiente educación, y adecuada escolaridad se acabarían esos Redentores, esos Bomberos improvisados esa actitud de atender los problemas cuando ya es demasiado tarde, ese afán de corregir y no de preveer.

Como el hubiera no existe, Gerónimo opina que aquí está un ejemplito de lo que se podría lograr si queremos y nos proponemos con firmeza acabar con los Redentores a través de la educación y del cambio de actitudes.

Cuando tengamos una idea clara y comprensiva de que una cosa es escolaridad y otra educación que se unifican en una cultura, ‘otro gallo nos cantará’.

Por la falta de escolaridad los mexicanos no tenemos conciencia de nuestro enorme bagaje cultural y los que podemos utilizamos los medios electrónicos para adquirir un cierto ‘barniz’ al que se califica de cultural contemporáneo.

Muchos mexicanos no saben ni bien ni mal quien fue Miguel y Dalgo, ni Morelos, creen que son estaciones del Metro, Mercados Públicos o cuando mucho Hospitales del Seguro o bien calle de alguna colonia popular.

Nunca adquirimos el hábito de la lectura seria, porque no se vaya a caer en el error de pensar que en México no se lee.

Claro que se lee y de hecho se lee mucho, no tanto como debería, pero se lee, solamente que esa lectura es de material ‘chatarra’, de libracos y revistas intrascendentes, insulsa, ‘de chisme’ o de ‘albures’, no lectura seria, de literatura verdadera.

Gerónimo dice que se lee ‘de peluquería’ o de ‘consultorio de dentista’, es decir, revistas viejas, incompletas e intrascendentes de donde los mexicanos actuales ‘nutrimos’ nuestro escaso y mal dirigido ‘afán’ de lectura.

Y ese recurso es necesario, porque el libro, la lectura en México es casi como las autopistas, sus precios son de lo más elevados del planeta, como si se tratara de oro molido.

Las empresas editoriales, tienen altos costos de producción y lo reflejan en libros ‘carísimos’ para el mexicano ‘promedio’.

Se quejan de los escasos volúmenes impresos dizque porque no se venden, pero ¿como se van a vender cuando cuestan un ojo de la cara?

Se quejan también de las ediciones piratas, ¿Cómo no va a haber piratas con esos precios? ¿Cómo es que los piratas si pueden vender a menos de la mitad del precio de los originales? ¿Como es que ellos si venden y las editoriales no?

Quizá económicamente no tengan otro remedio porque los tirajes son pequeños, pero de que son caros, lo son, y eso es otro problema y otro asunto al que Gerónimo se referirá en otra ocasión, en otro escrito.

En nuestra ‘incultura generalizada’ el mexicano si sabe quien es Shakira, o Luis Mi, incluso la chaviza ‘conoce’ a Pedro Infante y hasta identifica correctamente al último Ídolo Pop o al grupo de melenudos drogadictos con mas CD’s vendidos….. {mexicanos o de ‘extranjia’….} o a la fulanita des -agraciada de enorme ‘bote’ que se

agita con singular alegría y escaso sentido musical.

O sea, los mexicanos actuales tenemos cierta cultura electrónica; y podríamos decir sin la menor duda cuál es la serie mas ‘vista’ en Gringolandia o cual la estrellita de telenovela es la que está de moda (y no porque ‘ande’ con algún político de moda, gavioteando sin ton ni son, sino por su ‘talento’); es nuestra actitud ocuparnos de las cosas intrascendentes, innecesarias solo porque están de moda, sin conceder atención a los valores universales y a los asuntos importantes.

Lo que en otros tiempos eran actitudes de los niños y los jóvenes, hoy es ocupación nacional.

Si alguna vez vimos un libro, ya hemos olvidado que son y para que sirven.

Entre celular, I-pod, CD’s, Videos, Video-juegos y demás zarandajas de alta tecnología extranjera que ha invadido nuestras calles y mercados ya no sabemos ni leer ni nos interesa, al son de brutalizantes y enervantes tamborazos y guitarrazos transcurre nuestro inútil día sin agregar un ápice de cultura a nuestra educación.

Eso si alguna vez aprendimos a hacerlo y si en lo mas recóndito de nuestra mente quedó enterrado el concepto de leer para aprender y no leer para informarse.

O sea ya hemos olvidado lo que es la ‘verdadera cultura’ y nos concentramos en la acumulación de información intrascendente repetida mañana, tarde y noche, y al día siguiente también.

Como resultado de esa pasión e invasión electrónica, hemos agudizado nuestro patrioterismo y el ‘malinchismo’ o la fobia extranjerizante, lo que no nos impide seguir favoreciendo las industrias extranjeras y las ‘pirata’ que copian ‘lo de moda’ en todas sus expresiones.

Cada día más y más olvidamos lo verdaderamente mexicano, los verdaderos valores de nuestra cultura y aunque ‘odiamos’ lo extranjero {de dientes para afuera} nos hemos vuelto tan volátiles como imprecisos y hasta nos damos el lujo de ‘pensar’ en dólares.

Estamos a la penúltima moda tecnológica que ni siquiera entendemos; pero que si ‘disfrutamos’ ya que no nos importa que la familia no tenga que comer mientras podamos ‘lucir’ el nacotel o el I-pod al mismo tiempo que buscamos afanosamente en el suelo alguna colilla a medias porque ya ni para fumar nos alcanza y ahora que está ‘prohibido’ fumar en todas partes, las banquetas están repletas de colillas a medio consumir que son motivo de riña entre mas de uno o una.

{Penúltima tecnología porque ‘recibimos’ con los brazos abiertos lo que en otros países ya es obsoleto, ya está superado por nuevas ‘generaciones’ de gadgets mas o menos inútiles y aquí, nos llega lo que allá ya no se demanda pero que para nosotros ‘es

novedad’}.

Como ya se dijo anteriormente, complementamos nuestra ‘educación’ con las revistillas que hojeamos en el consultorio del dentista, en la peluquería o en Sangron’s o Pip’s en donde siempre somos bienvenidos por nuestra ‘amplia cultura’ y conocimiento íntimo y preciso de los chismes de la farándula transmitidos mil veces al día en ‘la caja idiota’ y además porque el pobre peluquero es sordo y ni cuenta se da de los disparates que sus clientes decimos y sólo se fija en la ‘propina’ que le dejamos.

Lo mismo ocurre con las féminas que acuden sin falta al chismorreo semanal de los salones de belleza y cafés-internet en donde si se fuma a pesar de estar prohibido, pero la manicura es la ‘vieja’ del Comandante de la patrulla 3,785.4 y ‘se hace de la vista gorda’.

Producto de esa dizque cultura electrónica mayormente estadounidizante los mexicanos y mexicanas adoramos la leyenda, nos encanta, nos fascinan los mitos hollywudenses, lo irreal, lo ficticio, los efectos especiales, las contradicciones y falta de lógica que caracterizan la programación televisiva, sea ‘abierta’ o ‘por cable’ sea extranjera o nacional o las expresiones cinematográficas de libertinaje, sexo y violencia generalizada.

Seguimos ‘nutriendo’ nuestra incultura con palabrotas, groserías, y expresiones vulgares, además de albures y ‘dobles sentidos’, y gringadas que a diario utilizamos y que se refuerzan y rellenan en los programas y películas de manufactura nacional o latinoamericana así como los programas, series y películas Made in USA pésimamente traducidas a un supuesto castellano, o ‘lengua nacional’.

Y por supuesto, ni por asomo nos damos cuenta de lo que estamos ‘enseñando’ con nuestras ‘preferencias’ y ejemplo a nuestros hijo y nietos.

Los mexicanos del Siglo XXI no hemos superado algunos aspectos de nuestra herencia milenaria y seguimos creyendo ciegamente que somos predestinados o que estamos predestinados ‘a la gloria’ aunque no sepamos que es eso o a que se refiere {pero suena muy bonito}; y aunque no sabríamos precisar predestinados a que, tampoco nos hemos detenido a pensar cual es nuestro destino y seguimos en la creencia ciega e irracional de que estamos predestinados a ‘algo grande’…… aparentemente convencidos que, de algún modo, de algún lado, nos llegará.

Por obra y gracia de no sabe que o quien llegaremos automáticamente a nuestro destino……algún día.

Nunca nos hemos detenido a reflexionar que las cosas no se obtienen ni se logran ‘automáticamente’ o con sólo desearlo, con sólo esperarlo, o con sólo pedirlo.

El triunfo, el éxito, el destino deseado, debe ser ‘trabajado’, debe ser ‘obtenido’.

Ese simple concepto no ha penetrado las espesas capas de demagogia con las que nuestro devenir histórico ha recubierto nuestro cerebro y que nuestra actitud egoista, estúpida y limitada no nos permite ver.

Ese navegar sin rumbo, ese esperar a ‘ver que pasa’, ese ‘ir’ al aventón, nunca ha resultado productivo para nadie; esa confianza en otro mundo no tiene mas fundamento que la ignorancia y la superstición.

Alimentado cierto es, por los gobiernos que siempre han sido y son ‘paternalistas’ populacheros o populistas (o los tres al mismo tiempo) que han asumido su rol de Papá Gobierno desde tiempos ya inmemoriales.

Los mexicanos caminamos sin rumbo, a la expectativa de conocer a donde llegaremos, cuando lleguemos y si es que llegamos, o de que Papá Gobierno o si acaso la Virgencita de Guadalupe nos indique que ya llegamos.

Seguimos buscando el águila parada en un nopal, solo que se nos ha pasado en la ignorancia e incultura generalizadas el hecho de que ya no hay águilas y que los nopales pertenecen a Conasupo (aunque hoy tenga otro nombre).

Durante los miles de años de existencia en este planeta nuestro destino siempre ha sido fijado por otros, el presente y futuro siempre ha dependido de la voluntad ajena porque los mexicanos hemos ‘dejado’ que así sea.

En vez de detenernos, analizar y reflexionar y dedicarnos a buscar el propio destino, clamamos y reclamamos contra quienes nos han manejado y nos siguen manejando: ese ente, esa entelequia informe a la que denomínanos: los demás

Esa increíble facilidad de encontrar culpas y distribuirlas es realmente asombrosa.

Mientras no superemos esa ignorancia y falta de reflexión, nuestro destino sea cual sea que resulte seguirá siendo ajeno y no propio seguirá siendo impuesto y no libre, y desgraciadamente, nunca será ‘nuestro’.

Revertir esta percepción según Gerónimo debe ser fácil pues sólo es cuestión de superar conceptos obsoletos y adoptar nuevos conceptos basados en valores universales, o dicho en otras palabras, cambiar de actitud, aprender……….. educarse.

Y un punto final para este escrito referente al abandono del campo.

No es ningún secreto que el mexicano común y corriente ha abandonado el campo, ha huido a las ciudades, hacia “la Ciudá”.

Sin embargo no ha aceptado ni quiere ‘la modernidad urbana’, gusta de vivir y convivir en el más completo caos citadino que algún ser humano pudo imaginar jamás; después de todo la ciudad de México data de 1519, la más antigua de toda América.

Ya no existe ciudad o pueblo en la que haya algún momento en que los vehículos automotores, impulsados por la inefable gasolina de la mas baja calidad del planeta, únicamente producida en México y para México por Pemex {empresa orgullosamente ‘de los mexicanos’ desde 1938} o importada para los mismos efectos desde Gringolandia (que es el país que nos queda más ‘cercas’).

Las distancias ya no se miden en metros o kilómetros sino en horas y en el mejor de los casos en minutos; simplemente el traslado de 20 kilómetros por el Anillo Periférico del Área Metropolitana de la Ciudad de México es cuestión de una hora y fracción como mínimo (usando, mediante módica cuota los ‘segundos pisos’) y hasta tres horas cuando le va a uno bien.

Especial mención merecen los cinco ‘tipos’ de gente que están expuestos a este fenómeno único en el mundo y que no hemos hallado la manera de exportar e internacionalizar aunque existe la posibilidad de asegurar un intercambio de futbolistas argentinos, no obstante se ignora como funcionaría este asunto.

El primer tipo lo constituye el peatón que constituye el núcleo más numeroso pues en un momento dado sus necesidades le obligan a dejar su filiación a cualquiera de los otros cuatro tipos y tiene –forzosamente- que integrarse a este conglomerado, menesteroso, implorante, desprotegido y expuesto a todo tipo de peligrosas agresiones verbales y físicas.

Curiosamente existe la creencia generalizada y difícil de erradicar de que el mexicano es un ser fabricados con polímeros (entiéndase ‘hules’ de la mas alta calidad {no de carne y hueso} que le proporcionan la posibilidad de dos o hasta tres ‘rebotes’ sobre el pavimento o la banqueta antes de salir lesionados de gravedad como resultado de impactarse su flamante y resplandeciente humanidad con cualquier vehículo que estorbe su paso.

No se vaya a creer o imaginar que toda la culpa es de los conductores de los vehículos.

Los peatones son un verdadero peligro tanto por su actitud desafiante y majadera agravada por sus tendencias suicidas y su deseo incontenible e incontrolable de desafiar a las compañías de seguros.

En la mas fina tradición pamplonense {de Pamplona, España} ‘torean’ los autos, combis, taxis y camiones con habilidades sorprendentes, con una agilidad impresionante que en nada está de acuerdo con el voluminoso abdomen que tanto hombre como mujeres muestran y ‘presumen’ a diestra y siniestra; sin embargo en no pocas ocasiones caen frente al ‘vehículo’ al que han desafiado.

En actitudes kamikazes se ponen enfrente de los vehículos o se atraviesan en la mas imprudente de las maneras con una fe ciega en la eficacia de los frenos -hechos en

Tlaxcala {bajo patentes extranjeras}- o en la eficacia de los polímeros que conformaron sus bendecidos cuerpecitos, o en las habilidades del conductor o conductora que si no está hablando por su celular, depilándose las cejas o pintándose los labios, colocando el cassette en su sitio, o en alguna de las otras muchas labores que realizan además de dizque ’manejar’, con toda seguridad se encontrará con el peatón o ‘peatona’ ‘estampado’ en su parabrisas o en su ‘defensa’.

Las razas caninas mexicanas han aprendido a agradecer a los humanos el libre uso de todos y cada uno de los pasos -hechos dizque exclusivamente para peatones- que nunca son utilizados por ellos, sino por toda suerte de animales callejeros que mas inteligentemente que los humanos los aprovechan para conservar su integridad y su vida, y que al caer de la tarde son guarida y cama de una impresionante cantidad de desposeídos de la fortuna, {en sus buenos tiempos deudores de Banamex o Bancomer que perdieron su casa} y que han encontrado en estos ‘pasos’ elevados su refugio y hogar.

Supuestamente el peatón tiene derechos y obligaciones pero como cualquier mexicano ‘de coraza’ sólo tiene conciencia de sus derechos y conveniente y olímpicamente ignora y olvida sus responsabilidades, en la actitud espeluznante que nos ocupa en este escrito.

Ignora realmente o finge ignorar el Reglamento de Transito y se juega la vida en cada cruce, en cada calle, y cuando no se ‘estampa’ con los vehículos en circulación, invade los carriles de movimiento automotriz obligado por los mil y un puestesitos de vendedores ambulantes que bloquean las banquetas.

En segundo término viene el vehículo particular, el conductor o chofer de autos o camiones ‘particulares’ que con su aportación en gasolina, impuestos, revisiones, verificaciones y demás ones automotrices mantiene y soporta la industria automotriz extranjera establecida en México, porque han de saber, queridos lectores, que no existe industria automotriz mexicana, sino que todas las empresas establecidas son ‘sucursales’ o filiales de empresas extranjeras gracias a las eficientes y oportunas políticas automotrices desarrolladas por las autoridades mexicanas.

La característica primordial de esta gente es la consideración y desprecio por el peatón y su generalizado amor y devoción por su vehículo {mientras es ‘nuevo’} al que soban y soban como no lo hacen con sus semejantes, pero al que tampoco conceden la importancia y el riesgo que implica su conducción y mantenimiento; tan pronto deja de ser ‘nuevo’ ya es chatarra.

Han declarado una guerra sorda contra peatones, bicicletas y motocicletas y los viernes y fines de semana con el impulso y apoyo patriotero de ‘las chelas’ la ‘emprenden’ contra los postes del alumbrado publico a los que confunden –como Don Quijote- con molinos de viento disfrazados de monstruos.

El tercer tipo lo constituyen los conductores de vehículos de dos ruedas,

conocidos como bicicletas y motocicletas a quienes alguien ha convencido que las reglas de tránsito no son para ellos, que únicamente competen a los vehículos de cuatro ruedas o más y que son auténticos y peligrosísimos ‘suicidas en potencia’ que embisten sin ton ni son y sin ninguna precaución primero que nada al peatón y en segundo lugar a quien se atraviese en su camino.

Inconscientes que no se han dado cuenta que sólo podrán tener algún éxito si la emprenden únicamente contra los peatones y que sea cual sea el resultado ambos saldrán lastimados pero si en su locura eligen otro ‘blanco’ seguramente ingresaran a la morgue.

Especialmente peligrosas son las motocicletas ‘de reparto’ a las que algún iluminado -no político, pero muy ‘vivo pa’ los negocios’ - quiso promocionar estableciendo que si la entrega no llega al destinatario en x tiempo, será gratis, lo que impulsa a estos ‘ases’ de las dos ruedas a peripecias y velocidades que sólo se ven en competencias profesionales, causando incrementos peligrosísimos en el caos urbano que tanto encanta al mexicano del Siglo XXI.

La cuarta especie o tipo la constituyen los verdaderos ‘predadores’ del asfalto, léase los conductores o ‘chóferes’ del transporte público dividido entre camiones, ‘combis’ y taxis y apoyados por los vehículos de carga y/o reparto de mercancías.

Son nada más y nada menos que ‘tiburones del asfalto’.

Estos ‘ejemplares’ han declarado la guerra abierta a todos los ciudadanos, vayan a pié en automóvil o cualquier tipo de vehículo o estén simplemente ‘paraditos’ en algún lado.

Solamente respetan a las ‘pipas’ de Pemex, los tanques de entrega de gas, y las revolvedoras de cemento porque esos vehículos son más grandes y más pesados y a esos ningún daño les hace el que les ‘echen la lámina’ y solamente son depredadores de segunda.

Esta especie de tiburones del asfalto con mucho constituyen el origen y persistencia del caos y son los que mas contribuyen a su desarrollo apoyados por los todos elementos de las policías de tránsito a pie, en moto o en patrulla, cuya misión parece ser también y únicamente la de ‘fastidiar’ al ciudadano, y estorbar y entorpecer el tráfico con inútiles medidas y bloqueos a la circulación que agranda el ya de por si gigantesco problema de circular en las ciudades del País.

Una gran parte del problema lo constituye la falta de orden en la circulación vehicular y peatonal, la total falta de criterio de las autoridades y el desprecio y prepotencia del ciudadano común y corriente que sufre una mutación peligrosa en el momento en que está a bordo de un vehículo atrás de un volante.

La solución a este problema es un poco de sentido común aplicado, aunado a un revisión e implementación del Reglamento de Tránsito con los ojos puestos -no en el

monto de las multas o de las infracciones al susodicho Reglamento- sino a la más alta finalidad de eliminar el peligro que significa la caótica circulación vehicular y peatonal en las calles y avenidas de nuestras ciudades.

Por ejemplo, debe limitarse el número de vehículos de transporte público en las calles, debe hacerse un estudio de horarios en donde cierto número de vehículos son ‘necesarios’ y horarios en donde resultan ’superfluos’.

A todas horas se aprecian vehículos de transporte público ‘llenos’ hasta el tope y desbordándose de pasajeros junto o al lado de vehículos de la misma ‘línea’, casi vacíos, con uno o dos pasajeros únicamente.

Unos y otros estorban la circulación, se bloquean y ‘pelean’ entre si y con los demás ‘concesionados’ por el pasaje en forma salvajemente feroz.

Se detienen para subir y bajar ‘pasaje’ cada metro y medio o dos metros, han propiciado que el pasajero se vuelva flojo y no quiera caminar tres míseros pasos para subirse al vehículo o caminar esos pasitos para llegar al sitio preciso y exacto en el que desean ‘bajarse’.

No, por supuesto, el cortés, educado y eficiente chofer, los deposita exactamente en el lugar en el que desean bajar del autotransporte y no le importa ni el tiempo que se lleva en hacer tantas ‘paradas’ en tan corto espacio ni el entorpecer de la circulación de los otros vehículos ni su contribución a la creciente contaminación.

Hace algunos años y no muchos, el transporte publico tenía ‘paradas’ fijas y solamente se subía o bajaba pasaje en esos lugares. La gente esperaba un cierto tiempo y abordaba el transporte sin causar ningún trastorno, estaban escalonadas y no todas las ‘líneas’ se paraban juntas.

Hoy día el transporte publico circula por donde se le antoja, hasta en los carriles centrales de los Periféricos, y se detienen en cualquier momento y en cualquier lugar solo para arrancar de nuevo y volverse a parar unos metros adelante {perdón, perdón, estamos exagerando, la realidad es que son centímetros}….y en doble o triple fila.

Al fin y al cabo sólo es un pasajero, un ‘jovenazo’ melenudo y maloliente que se bajará de ‘palomita’ para llegar sano y salvo a la banqueta e integrarse al núcleo de peatones que expondrán innecesariamente su preciosa humanidad al tratar de atravesar la calle.

El jovenazo debe ser muy cuidadoso y ejercer cálculo de acróbata para no estrellarse con los postes o vigas y/o lonas de los miles de puestos de vendedores ambulantes que rebosan las banquetas en las zonas en que acostumbran reunirse los infortunados posibles pasajeros.

Aprovechando las circunstancias, la pobre señora gorda {rebosante de artritis}

que pacientemente ha esperado a que el autobús deposite al jovenazo melenudo y maloliente, trata de subirse lenta y penosamente al eficiente y atento transporte público, que con paciencia digna de mejores eventos detiene su vehículo una vez mas, obstaculizando el tránsito e incrementando el concierto de grito, exabrupto y claxon en dó mayor que hace las delicias de la señora progenitora del chofer.

Y por lo mismo el mini caos regional se agudiza en esa zona y en las 87,546 áreas sobre la ruta en donde ocurre repetitivamente la misma situación.

Como tienen que recuperar el tiempo que en todas esas delicadezas han perdido, el recorrido subsecuente esta literalmente plagado de arrancones y frenazos al por mayor, de cruces suicidas y cambios constantes de carril en donde se hace gala del dominio del ‘aventar la lámina’ heredero del aquel añejo y en desuso grito que pregonaba ‘ai va l golpi’.

Y todo esto ocurre bajo el ojo vigilante y atento de las patrullas enviadas a regular el tráfico y a las que se paga por destajo considerando las últimas técnicas de aigrobics para fortalecer las extremidades superiores y de soplidos en el estridente silbato envidia de los árbitros de futbol de primera división que refortalece los cachetes.

’Elementos’ de a pie o motorizados que están bajo la supervisión de alguna de las 8 o 10 patrullas que impiden el acceso a ‘las vías rápidas’ durante las ‘horas pico’ y que se la pasan chachareando con la oficina para no perder el desarrollo de los acontecimientos nacionales y extranjeros mientras la cacofonía de claxonazos y mentadas retiembla en sus centros la tierra.

Merece especial mención el sub grupo compuesto por las combis, peseras, toleradas y taxistas que son por sus características un poco mas ligeras que los vehículos del servicio público de pasajeros por lo que resultan más ‘ágiles’.

Su acción predatoria es mucho mas rápida, y por su número constituyen las causa mas frecuente de accidentes y pérdidas de tiempo y de vidas {perdón que lo mencione, nos interrumpe Gerónimo, pero es que se me ‘salió’, porque ya me di cuenta que a nadie le importa}.

Su altísima misión es estorbar lo mas posible y con la mayor frecuencia posible, además de la sacrosanta encomienda de ganar el pasaje el compañero, acciones que unidas hacen que se convierten en una verdadera amenaza para la inexperta señora que anda estrenando flamante camioneta y aún para el mas curtido o experimentado conductor o conductora a los que agrede en la forma mas criminal imaginable.

Al fin y al cabo el Sindicato de Taxistas o Comberos o como se llame, ‘tiene muchas influencias’…… y resulta la última visión terrenal para el pobre o la pobre indígena que ha llegado a la Ciudad totalmente ignorante de lo que pasa aquí y solo viene a buscar a un pariente para que le ayude a irse a Gringolandia.

Un poco de observación, orden y sentido común, aunado a las ganas de hacer las cosas y resolver los problemas es lo que se necesita, no andar buscando pretextos como la Verificación, el Hoy no Circula y demás zarandajas que han inventado dizque para promover el uso del transporte público y, supuestamente, regular las emisiones contaminantes.

Y ya que anden en eso, que se estudie en forma comprensiva lo que se pueda hacer para mejorar la gasolina o gasolinas que se consumen en los vehículos que es causa y responsable de los altos índices de contaminación que se atribuyen al trafico vehicular.

Que de una vez por todas reconozcan que es la mala calidad de la gasolina la que incrementa los índices de contaminación y se aclare real y verdaderamente cual es la ‘contribución’ exacta y verdadera de los vehículos al fenómeno de la contaminación porque en primer lugar se les ha obligado a incluir catalizador de alta tecnología y alto costo que ahora resulta que no sirven para nada y en segundo lugar porque nadie cree nada de lo que dicen o argumentan las autoridades en ese sentido.

Sólo un recordatorio, que merece especial consideración porque a Gerónimo se le atragantan los gringos, es decir, con perdón de ellos, los estadounidenses.

En la Ciudad de Los Ángeles, en la California que nos compraron, circulan TRES veces más vehículos que en la Ciudad de México y los índices de contaminación, por el uso obligatorio de cierto tipo de gasolinas y catalizadores {iguales a los de aquí} es también TRES veces menor que los índices de contaminación la Ciudad de México.

¿Porque ellos si pueden mejorar sus gasolinas y nosotros no? Ellos no tienen -ni quieren tener- programitas absurdos como El Hoy no Circula

que solamente ha servido para el incremento de los negocios colaterales de las autoridades.

Nos queda una duda, lo de las gasolinas ….¿será porque PEMEX está lleno de burócratas?

En fin Dios bendiga y proteja a los burócratas que son la espina dorsal del sistema administrativo gubernamental, descentralizado, paraestatal y sindical.

La Virgencita de Guadalupe seguirá dispuesta a intervenir para que su Hijo no decida castigar a esos voraces y desconsiderados individuos con las llamas eternas del infierno por el simple hecho de ‘bloquear’ el progreso de los mexicanos para ‘agradar’ a su patrón.

La burocracia en México ha alcanzado una excelencia que cualquier Rey, Emperador o tirano envidiaría.

Ya vimos como junciona un ‘ejemplito’ de ella.

Empero, es un hecho patente que el mexicano del Siglo XXI adora la burocracia, la idolatra y la ha colocado en un pedestal tal alto que casi está fuera del alcance del propio mexicanos; es sin lugar a duda la columna vertebral de todo el sistema de convivencia nacional.

Los inefables ‘iluminados gubernamentales’ vieron en la expansión sin medida y sin fin de la burocracia la actitud paternalista oportuna y la posibilidad de ‘vender’ al ciudadano la idea de estar resolviendo el problema del desempleo generado acumulativamente por el crecimiento desmedido de la población, aumentado por la deserción escolar de hombres y mujeres, por el incremento de las madres solteras y la incontrolable inflación económica que los gobiernos ‘revolucionarios’ nunca pudieron dominar.

Gerónimo solamente quiere hacer mención que ya ‘desendenantes’ se oía repetidamente el dicho popular de que “vivir fuera del presupuesto, es un error”; pero con estas acciones y las consecuentes sumadas a las consecuencias de las mismas hizo que la validez de este dicho popular fuera incrementándose.

Esta serie de circunstancias de por si o en combinación ‘orillaron’ al gobierno a ‘inventar empleos’ y subempleos como una respuesta inmediata al problema, ya que nunca han tenido en sus enanos cerebros la idea de ‘crear’ empleos, sino que encontraron fascinante y barata la idea de subdividir hasta la más ínfima labor burocrática en el mayor número posible de partes, encomendando cada una de ellas a personal ‘nuevo’ que ingresaba a las filas del ISSTE en forma automática {y obligatoria}.

En todas las oficinas de cualquier dependencia gubernamental el número de ‘trabajadores’ se duplicó, triplicó y hasta cuadruplicó, con el consiguiente gozo de los Sindicatos Oficiales que de repente contaron con mas ‘miembros activos’ de lo que nunca soñaron tener, y el monto de las cuotas se incrementaba e incrementaba hasta que se convertía en un botín muy deseable para los vivillos líderes sindicales.

Poco importa que los ya de por sí raquíticos sueldos de los burócratas oficiales se disminuirían aún más; no eran suficientes los descuentos por motivos de impuestos, mas los derechos, las contribuciones forzadas a quien sabe que causas, el dizque ahorro, las cuotas del Seguro Social obligatorio, sino que ahora deberían añadirse las cuotas ordinarias y extraordinarias del Sindicato; con lo que el magro sueldo nunca alcanzaba para nada.

Hasta risa y coraje da al recordar que unos años antes, estos mismos Sindicatos criticaban las Tiendas de Raya de las haciendas.

Pero el burócrata mexicano no es una especia cualquiera, es una especie depredadora y pronto descubrió las delicias de la ‘aviación’ y resultaban muchos los y las burócratas registrados en varias dependencias a la vez, recibiendo sueldos como ‘aviadores’ {así se les denominó} por trabajos que nunca realizaban, acumulando así, el importe de varios ‘sueldos’ con lo que mas o menos ‘ai’ la llevaban.

Hasta que se descubría el pastel, se ‘corría’ a algunos, se ‘acordaban’ reparticiones y cuotas y se le ‘echaba tierra al asunto’.

Mientras todo esto ocurría cual moderno monstruo tipo Darth Vader, la burocracia oficial crecía y crecía alimentando al mismo tiempo otro problema mayor: el crecimiento del partido oficial y el crecimiento de la influencia sindical frente o al lado del gobierno paternalista cuya intención era perpetuar el sistema y la necesaria implantación y crecimiento de burócratas privados requeridos para el trato y tramitación de todo tipo de asuntos antes ‘las autoridades’; es decir, de mal, de enfermedad, rápidamente se pasó a epidemia.

En lo que respecta a los Sindicatos, estos se fueron convirtiendo en apéndices de ‘las autoridades’ y poco a poco fueron modificando sus objetivos pero con ‘el colmillo’ que le daba la experiencia y el apoyo del gobierno la verborrea demagógica cubrió esas transformaciones y los sindicatos adquirieron el carácter ‘charro’ que tienen ahora aprisionado tanto a las empresas como a las mismas instituciones gubernamentales.

El partido oficial es otra cosa….y también fue creciendo y creciendo de tal manera que el gobierno muy rápidamente perdió la perspectiva y gobernaba para el beneficio del partido, gobernaba para el PRI, no para la nación.

Los intereses del Partido y de sus miembros mas destacados recibieron prioritaria atención y privilegios mientras las enormes carencias nacionales seguían siendo ‘cubiertas’ con el manto verborréico de la demagogia oficial y las miles y miles de promesas que nunca llegaron a cumplirse.

Acompañante inseparable de estos fenómenos fue el crecimiento del ‘poder’ de la burocracia.

El subempleado número 3,657 y cuarto encargado de ‘emitir’ el papelito amarillo con el que se ‘reciben’ en la ‘oficialía de partes’ los documentos requeridos para cualquier trámite, empezó a encontrar la forma de poder revisar la documentación y encontrar ‘documentos’ faltantes, sin los cuales no podría garabatear con la mayor cantidad posible de faltas de ortografía el renombrado y famoso papelito amarillo a efecto de que el solicitante incrementara ‘la cola’ de 347 personas en espera de ser ‘atendido’ en la Oficialía de Partes simplemente para ‘que le reciban’ sus documentos.

Claro está que en forma inmediata y casi automáticamente los mexicanos encontramos rápidamente la forma de superar estos obstáculos burocráticos: la ‘mordida’.

La cual fue creciendo y creciendo en forma tal que se ‘perfeccionó’ con rapidez siendo una institución tan poderosa como lo es el Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial.

Llegó el momento en que bastaba sólo con incluir un billetito de 20 pesos junto

con el expediente al presentarlo a la primera revisión para que el ‘encargado’ de esta, con una habilidad digna de mejor causa, hiciera desaparecer el billetito y en su lugar apareciera el tan necesario e imprescindible papelito amarillo.

Proceso que posteriormente se haría mas difícil por el advenimiento de las Xerox y la necesidad de contar con seis copias de cada documento por ambos lados, para que se les entregara-después de hora y media de andar de un lado para otro- el consabido papelito amarillo plagado de faltas de ortografía y de grasa de la ‘torta’ que constituye el refrigerio autorizado del burócrata, el ‘chesco’ es opcional y no está contemplado en el Contrato Colectivo, ni el Contrato Ley.

Estas circunstancias crearon la necesidad de los ‘coleros’ profesionales, esto es, individuos e individuas que se ‘forman en la cola’ y ‘venden’ su lugar al pobre que tiene la necesidad de salirse de la cola para ir a hacer otra en el local cómodamente situado a media cuadra para ‘sacar’ las copias requeridas para la obtención del papelito amarillo, que con el tiempo fue sustituido por otro de color rosa para evitar discriminaciones por género.

Posteriormente fueron ‘acompletados’ por papelitos de cualquier color.

Estos coleros están en peligro de extinción por el ‘resurgimiento’ de los ‘coyotes’; aunque por ahí todavía hay algún vetusto ejemplar de esta sub especie.

{¿Saben porqué se incluyó un arco iris de papelitos? porque la demanda de papel amarillo subió tan dramáticamente que los vivillos y aprovechados empresarios de la industria papelera se quisieron pasar de listos y duplicaron sin aviso y de un día para otro, el costo del pliego de papel amarillo, establecieron ‘compra mínima’ y triplicaron el costo de los papelitos ‘ya cortados’ a la medida ‘oficial’. Afortunadamente, se descubrió la desmedida codicia y se les ‘cayó’ el teatrito’ porque –además-, ingenuamente, y sin ningún ‘sentido de negocios a la mexicana’ no quisieron hacer partícipes de las ‘utilidades’ al Oficial Mayor}.

‘ora’ los papelitos se hacen en trocitos de papel ‘estraza’ o papel ‘revolución’ y ya no son coloridos lo que disminuye notablemente el folclore y encanto de hacer trámites en México.

Claro está que las cosas fueron evolucionando y la inflación hizo presa de todos y con los errores de Diciembre y otras circunstancias del avatar político nacional, el billete de 20 se hizo obsoleto e insuficiente y fue necesario cambiarlo por uno de 50 o de 100 y hasta de 200 dependiendo del tipo de trámite y/o del grueso del expediente.

Y ‘aluego’ llegó el avance ‘tenológico’ de las copias….y hasta se ha dado el caso de que el mentado billetito de 200 se le debe entregar al encargado de las copias {que es cuñado de la Gordis de la Mesa 4 quien a su vez es hermana de la querida del Jefe {dueña de la fotocopiadora}, con lo cual se ‘ahorra’ alguna de las colas} porque ese encargado ‘diligentemente’ mete por la puerta de atrás o la ventana del baño el expediente, {ya con las copias necesarias} directamente al octavo asistente de la Gordis de la Mesa 4, con lo

que el solicitante se ha ahorrado al menos dos horas de hacer cola para poder ingresar los documentos y solo tiene que esperar a que ‘lo llamen’ por la inteligente contraseña que le dieron para que muy ufano de su hazaña, pueda obtener el tan necesario papelito de colores o el de papel revolución {porque habrán de saber que ya se han modernizado y aceptan genéricos y similares}.

Envidiosos de esa eficiencia, los empleados y subempleados de otros niveles por los que forzosamente tendrá que pasar el susodicho expediente y que no tienen buenas relaciones con los de las copias , han encontrado la manera de retrasar el lento progreso de los expedientes y de incrementar sus ingreso por medio de subsecuentes ‘mordidas’ a cual más ingeniosa, y que por lo peligroso del asunto Gerónimo se resiste a exponer y además porque es taimado y desconfiado y tiene cierto temor de ‘dar ideas’ que después puedan ser convertidas en sistemas mas sofisticados de aprovechar la necesidad de trámites y trámites que alimentan la burocracia mexicana.

Y así como estos ejemplos, se podrían dar muchos, se podría escribir una enciclopedia {que nadie leería, es cierto} pero que podría ser consultada en ‘la red’ por futuras generaciones lo que les ayudaría a entender como fue que se ‘extinguió’ este país, que fue tan prometedor y al que se identificaba al son de inmortal canción que decía “ México Lindo y Queeeeeeerido”……. y, a los que interese se enterarán como el motivo de su desaparición fue el ‘desastre’ cultural, económico, político y social sostenido por el desastre educativo orgullosamente laico, obligatorio y gratuito que acompañó a los mexicanos a su destino final.

México tiene 666 años (desde 1345 en que se funda Tenochtitlán) esperando a que Papá Gobierno soluciones nuestros problemas, y por lo que se ve, pasarán otros 666 años antes de que se de cuenta de que esa solución no vendrá por ese camino.

Y un punto más que Gerónimo quiere traer a reflexión:

No todos los mexicanos tenemos el privilegio de contar con alguien que piense en nosotros, no lo desperdiciemos, reflexionemos que el cambio de actitud es lo que se necesita para que nuestro estilo de vida se modifique y podamos alcanzar lo que todos anhelamos: un mejor México para nuestros hijos y nietos en donde verdaderamente estemos en la senda del progreso y del bienestar