Jeremías

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JEREMÍAS “Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.” Jer. 1:10

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Introducción al libro de Jeremías

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JEREMÍAS

“Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos,

para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar,

para edificar y para plantar.”

Jer. 1:10

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I.- TÍTULO

En Hebreo Jeremías ○ hymry ○yiremiah

“Jehová lanza” o “Jehová establece”

 

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II.- AUTOR

Jeremías Hijo de Hilcías, descendiente de Elí, sacerdote

de Silo, auxiliado por su secretario

Baruc (Jer. 36)

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III.- FORMA LITERARIA.

La mayor parte escrita en poesía como Discurso Profético.

Y el resto en prosa con material autobiográfico.

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IV.- FECHA

Jeremías inició su ministerio a la edad de 20 años, en el año 627 a. C (año 13 del Rey Josías) y lo continuo hasta poco después de la tercera deportación a Babilonia en 582 a.C. en Egipto cubriendo un lapso de cerca de 50 años.

El libro como tal fue escrito en partes. Sus mensajes no siguen un orden cronológico, por lo que es posible que su edición final lo realizará Barúc.

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V.- CONTEXTO HISTÓRICO

Jeremías profetizó bajo cinco reyes, principalmente en Jerusalén:

JOSÍAS (640–609 a.C.), a partir de 627 repudió la política de sumisión a

Asiria introducida por su abuelo MANASÉS (687–642 a.C.).

Seis años después, Josías lanzó la REFORMA DEUTERONÓMICA (612 a.C.), que resultó en la purificación del culto y el repudio de las costumbres cananeas (2 R 23).

Al principio Jeremías apoyó la reforma (11:1–8), pero la hipocresía de los líderes religiosos y del pueblo le llevó a repudiarla (8:8–12), y a anunciar un Nuevo Pacto basado en una ley escrita no en un libro, sino el corazón del pueblo (31.31–34).

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Ministerio de Jeremías

JOACAZ, también llamado Salum (22:11), quien reinó apenas tres meses hasta que le

depuso el faraón NECAO II (2 R 23.31–33).Este puso en el trono a otro hijo de Josías,

Eliaquim (también llamado JOACIM, 2 R 23.34; 2 Cr 36.3, 5).

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Ministerio de Jeremías Joacim (607–597 a.C.),

NABUCODONOSOR, príncipe heredero de Babilonia, derrotó a Egipto en la batalla de CARQUEMIS (605 a.C., cf. Jer 46).

Ascendió al trono, y dominó prontamente toda la región (25.15ss), inclusive la ciudad filistea de ASCALÓN (47:1–7; Sof 2.4–7), que capturó en 604 a.C.

Por tres años Judá pagó tributo a Babilonia, pero cuando Nabucodonosor fracasó en su intento de invadir Egipto en 601 y las tropas babilónicas regresaron a Mesopotamia, Joacim creyó que era el momento oportuno para revelarse contra el Imperio y se negó a pagar tributo (2 R 24.1ss).

Tres años después Nabucodonosor, habiendo restaurado su ejército, marchó a Judá para poner fin a la rebeldía.

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Ministerio de Jeremías JOAQUÍN (también llamado Conías, 22:24 o

Jeconías, 24:1) joven de dieciocho años que solo reinó tres

meses (2 R 24.8)Jerusalén cayó el 16 de marzo de 597. Joaquín tuvo que rendirse y fue llevado cautivo a

Babilonia junto con la reina madre, el harén, los cortesanos, la aristocracia, el ejército y la artesanía.

Nabucodonosor saqueó tanto el templo como el palacio real y se llevó el botín a Babilonia (2 R 24.10–16).

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Ministerio de Jeremías Matanías, (SEDEQUÍAS)

el hijo menor de Josías, hermano de Joacaz y medio hermano de Josías,

Gobernó por once años del 597 al 587 a.C. (37.1; 2 R 24.17s).

Durante su gobierno se dividió la opinión popular.Hananías Ben Azur, favorecían al rey cautivo. Jeremías, rechazaban a Joaquín y aconsejaban someterse a

Babilonia (22:24–30).

A lo largo de su reinado, Sedequías vaciló entre ambas posiciones, situación que se agravó porque el cuerpo diplomático y los oficiales del gobierno habían sido llevados al cautiverio.

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Ministerio de Jeremías En 591, Sedequías dejó de pagar tributo a

Babilonia, los ejércitos de Babilonia pusieron sitio a Jerusalén. El asedio duró dos años. En julio de 587 los caldeos abrieron brecha en los muros

e irrumpieron en la ciudad.Sedequías fue capturado mientras trataba de escapar. Lo

llevaron prisionero al cuartel general de Nabucodonosor, quien pasó sentencia sobre el infortunado monarca: ○ degollar a sus hijos en su presencia, ○ sacarle los ojos ○ y llevarlo encadenado a Babilonia, donde murió (2 R 25.1–

7).

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V.- Contexto Histórico En agosto de 587, por órdenes de Nabucodonosor,

los caldeos quemaron Jerusalén, incluso el templo y el palacio real, y arrasaron los muros de la ciudad. A los que habían sobrevivido el sitio y la conquista se los llevaron a

Babilonia (2 R 25.18–11), A los líderes religiosos, militares y civiles, ejecutaron por órdenes de

Nabucodonosor (2 R 25.18–21). Solamente quedaron en Jerusalén «los pobres de la tierra», a

quienes se les distribuyeron las tierras (2 R 25.12; Ez 11.15). Nabucodonosor nombró a GEDALÍAS Ben Ahicam Ben Safán

(sobre la tierra),

El monarca babilonio trató bondadosamente a Jeremías, pero el profeta rehusó la oferta de ir a Babilonia. Prefirió quedarse con los que permanecieron en Judá bajo el gobernador Gedalías (40.1–6).

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V.- Contexto Histórico Ismael Ben Netanías Ben Elisama, un descendiente de David, pero

no de la línea de los reyes de Judá, encabezó un pequeño grupo de conspiradores quienes tras de cenar con Gedalías lo asesinaron así como a la guarnición caldea que le servía (40.13–41.9).

Temerosos de las represalias de Nabucodonosor, muchos de los judíos que quedaban en Judá huyeron a Egipto, donde hallaron refugio entre los judíos que desde hacía mucho tiempo vivían en las riberas del Nilo (43.4–7).

No tardó Judá en sentir el furor de la ira de Nabucodonosor. En 582 un tercer grupo de judíos fue deportado a Babilonia.

Jeremías estuvo entre los que huyeron a Egipto tras el asesinato de Gedalías (42.1–43.7). Allí se pierde su historia. Lo último que sabemos de él es que ministraba a los refugiados, anunciaba que Egipto caería (43.8–13) y reprendía a su pueblo por su persistencia en la idolatría (44.1ss).

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VI.- PROPÓSITO

El propósito del libro es claramente definido en el propio llamamiento de Jeremías:

“Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos,

para arrancar y para destruir,

para arruinar y para derribar,

para edificar y para plantar.”

Lo cual se demuestra al Denunciar el pecado de Judá que traerá como consecuencia el destierro. Pero a la vez anuncia la venida de un Nuevo Pacto escrito en el corazón (Jer. 31:31-34)

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VII.- BOSQUEJO

I.- Profecías durante los reinados de Josías y Joacím 1:1-20:18

II.- Profecías durante los reinados de Joacím y Sedequías21:1-39.:18

III.- Profecías después de la caída de Jerusalén

40:1-45:5

IV.- Profecías contra las naciones Paganas

46:1-51:64

V.- Apéndice Histórico 52:1-34

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VIII.- ENSEÑANZA

El mayor aporte teológico de Jeremías fue su concepto del NUEVO PACTO (31.31–34). Era necesario un nuevo pacto entre Dios y

su pueblo porque este último había violado el anterior.

Se necesitaba un pacto nuevo, un pacto de gracia y perdón escrito en el corazón humano, más que un pacto legal grabado en piedra.

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VIII.- ENSEÑANZA Jeremías fue un maestro en el arte de utilizar figuras de dicción y

lecciones objetivas para hacerse entender. En una ocasión se puso un yugo en el cuello para decir al pueblo de

Judá que debían someterse a la inevitable dominación babilónica pagana (27.1–12).

Observó a un alfarero rehacer una vasija que se le había dañado y convertirla en una pieza perfecta. Aplicó esta lección a Judá, nación que necesitaba someterse a la voluntad del Divino Alfarero mientras tuviera tiempo de hacerlo, para evitar que Dios la castigara (18.1–11).

Pero quizás la más singular lección objetiva que les dio fue comprar una heredad en Anatot, como cinco kilómetros al nordeste de Jerusalén. Sabía que esa heredad no valdría nada cuando los babilonios se apoderaran de Jerusalén. Con la compra expresaba su esperanza futura. Un día Dios restauraría la nación y volverían a adorar en el templo. Dios le pidió al profeta que pusiera la carta de venta en una vasija de barro para que se conservara, pues un día volverían a comprarse casas, heredades y viñas en aquella tierra (32.15).