JC_2010.05.16_ La voz unica del ideal

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    Amigos,estemomentodevuestravidaesespecialmentedecisivo,porqueennosotros,encadaunodenosotros,se libraunabatallaentrelavoznicadelideal1 (como aca-bamos de cantar), que todos sentimos vibrar dentro de nosotros, y

    todas las circunstancias que tantas veces tratan de apagar esta voz, de modoque no sabemos hacia dnde ir. Esta es una lucha que cada uno de vosotrosvive dentro de s y, por esto, este momento es especialmente dramtico, por-que decisiones como lasque vais a tomarson determinantes en la vida,ya queuno comienzaa tomar conciencia de todos los factoresy vecomo sale a la luzel propio rostro: Qu hago yo en este mundo?. Y entiendo perfectamenteel drama que cada uno de vosotrosvive en esteperodo de la vida; es unper-

    odoque nosobliga a elegir; estisa puntode terminar, hayque elegir, hayquecomenzara elegir, la vida no espera; hayque elegir, porqueno elegirya es unaeleccin; de hecho, al final del bachillerato todos eligen, se posicionan en lavida con un rostro, y se libra esta lucha: No te detengas en la corte de lasalmas mezquinas, que repiten los gestos sin comprenderlos. No subas al cas-tillo de los jvenes justos que adoran el sol2. En cambio, el ideal nos invita aluchar contra esta reduccin.La primera conciencia que debemos tener es laconciencia de esta lucha que se lleva a cabo.

    La segunda cuestin es el camino, conocer el camino para llegar al ideal,porque camina el hombre cuando sabe bien a dnde ir3.

    Nos ensea don Giussani: El hombre slo encuentra la energa necesariapara la accin en la claridad y la seguridad4. Por esto,queremos ayudarnos a

    dejar claro qu necesitamos para poder vivir, para poder lanzarnosen la vida,porque es una exigencia del momento en el que vivs, una urgencia que naceen lo ms profundo de vuestro ser,el descubrimiento de que la vida es voca-cin.

    1) PARAQUVALELAPENAVIVIR?La primera cuestin de la vocacin, que debemos mirar a la cara, no es qu

    elegir,esto es la consecuencia.La primera cuestin es la que urge tantas veces 1

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    LAVOZ NICADEL IDEAL

    Encuentro de Julin Carrncon los jvenes de Giovent Studentesca que tienen

    que elegir la carrera universitaria que quieren estudiar

    Roma, 16 de mayo de 2010

    Fraternidad de Comunin y Liberacin

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    dentro de nuestro corazn: Yo por qu existo? Para qu he venido almundo? Para quvale la pena vivir?Para qu sirve el yo? Para qusirvemiyo?. Como veis, es la cuestin de la vida, la cuestin fundamental para cadauno de nosotros. La primersima decisin es tomarse en serio esta pregunta,esta urgencia, porque, como dice R. M. Rilke, todo conspira para callar denosotros5 para hacernos actuar segn otros criterios. Frenar esta preguntasupondra una violencia a la naturaleza del hombre, significara matar lanaturaleza del hombre, es decir, bloquear nuestro yo en su impulso hacia lavida. Para esto estamos juntos esta maana,ante todo para no bloquear estapregunta, para no bloquear la voz del ideal.

    Imaginemos que una pieza de cualquier cosa, por ejemplo, la rueda de uncoche, se preguntara: Cul es mi utilidad? Qu hago yo aqu?. Se podracomprender slo dentrode la relacin,en su nexo contodo el coche,porquecada fragmento de la realidad se entiende en su nexo con el todo. Por tanto,si nos preguntamos: Para qu sirve mi vida? Qu estoy llamado a hacer?,la cuestin es encontrar el criterio que nos una al todo, ese criterio siguien-do el cual el hombre se hace a s mismo til al mundo, de modo que caminacada vez ms hacia su personalidad, hacia su felicidad,[...] y no se pierde a smismo6.Atentos, porque esto esfundamental: no es que serviral mundo sig-

    nifique perdernosa nosotrosmismos,sinoque el servicio al mundo es ganar-nos a nosotros mismos, coincide con nuestra realizacin. Comprender estoes fundamental, porque muchos piensan que la nicamanera de realizarse esla autoafirmacin (no afirmarse en relacin conla totalidad,sino en relacinconuno mismo)y,por este motivo,luego acabansolosen un escondrijo, pre-guntndose qu sentido tiene la vida. Por esto es tan decisivo. Para mi reali-zacin yo debo entender qu hago en el mundo, porque sin esto inexorable-mente me pierdo. Pero cmo entender esto? Cmo entender qu hago enel mundo? Para qu soy til?

    Para responder a esta pregunta es necesario entender qu sentido tiene elmundo, cul es el significado del mundo. Y esto, amigos, para nosotros esmisterioso: cul es el sentido de la totalidad, qu sentido tiene el mundo, la

    historia? Como deca san Pablo: El cre, de un solo principio, todo el linajehumano, para que habitase sobre toda la faz de la tierra fijando los tiemposdeterminados y los lmites del lugar donde haban de habitar, con el fin deque buscasen la divinidad, para ver si a tientas la buscaban y la hallaban; porms que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros7. Sera realmentedifcil descubrir el sentido del mundo o, en otras palabras, a Dios y, porconsiguiente, mi utilidad en este mundo, si permaneciramos en la oscuri-dad, en este misterio: Durante toda la vida la verdadera ley moral consisti-

    ra, pues, en estar pendientes de cualquier sea de este desconocido seor,atentos a los gestos de una voluntad que se nos mostrara a travs de la puracircunstancia inmediata. Repito: el hombre, la vida racional, debera estarpendiente del instante, pendiente en todo momento de estos signos tan apa-rentemente volubles,tan casuales,comosonlas circunstancias8. En trminosteolgicamenteeruditos, santo Toms afirma: La verdad que la raznpuedealcanzar sobre Dios,de hecho, slo sera alcanzable por un pequeo nmeroy despus de mucho tiempo y no sin mezcla de errores9.

    Pero el Misterio se ha apiadado de nosotros; vindonos tan perdidos, se haapiadado de nosotros y ha entrado en la historia para revelarnos lo que nos-otros solos no podemos comprender, se hizo hombrepara ayudara loshom-bres a ser ellos mismos, para desvelar el sentido ltimo del mundo y ayudar-lesa entender el significado de la vida. Jesucristo us unaexpresin para des-cribir cul es el significado del mundo: el reino de Dios. Todo el valor de larealidad es construir el reino de Dios,es participar en la construccin de estereino, es decir, participar en la construccin de un mundo que correspondaal Ideal quese hizo carne.Por esto,contribuy de modo fundamental a dar aentender nuestro lugar en el mundo. Mi valor y tu valor radican en nuestracolaboracin al reino de Dios, en la medida en que ayudamos a la humani-

    dad a caminar haciala felicidad. Porquesolamente participando en este reino que es el reconocimiento de Su presencia entre nosotros el individuopuede alcanzar su propia felicidad, su cumplimiento.

    Vosotros debis trabajar sobre cada una de estas frases preguntndoos: esverdad o no es verdad? Ahora no pensis que repitiendo las frases como unasecuencia lgica se acab el problema; no! Vosotros tenis quepedir, porquede lo contrario no entenderis el alcance de lo que nos decimos y luego deci-dirissin ton ni sonporque no habisentendido.En estos pasos se juega ver-daderamente la vida. Por tanto, este es un momento precioso, fundamental,para darun paso hacia adelante en la conciencia de quin soy yo, de quhagoen este mundo y de cul es el sentido del mundo.Para la eleccin de la vocacin, por tanto, el criterio no puede ser ms queste: en quforma puedo yo, contodo lo que soy espiritual e intelectualmen-te,con mi temperamento,mi educaciny mi cuerpo, servirmejor al reino deDios10.

    2)ELDESCUBRIMIENTODELAVOCACINCmo puedo entender los signos que me permiten tener claro cmo

    puedo yo servirmejoral reino de Dios?Debo reconocerla totalidad de lo quesoy para poder comprender cmo puedo usar todo lo que tengo, todo lo que 2

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    me encuentro dentro y que se me ha dado, para la utilidad del reino de Dios.Tomo lo que dice don Giussani y lo subdivido, para ser ms claro, en tresgrandes criterios.

    El primercriterioque hayque mirar es el conjunto de inclinaciones o dotesnaturales. Cada uno de nosotros encuentra en s mismo una serie de capaci-dades, deseos,mpetus, un temperamento. Sondonespreciosos quedebemosponer al servicio de otra cosa. Todos estos dones se nos dan para algo en lavida, para usarlos, para vivir: cmo puedo usar yo todos estos dones que elSeor me ha dado para servir mejor al reino de Dios? Por ejemplo, hay untemperamento de inteligencia que parece estpido cuando se aplica a lamatemtica y es supergenial cuando se trata de construir [...] una narracin:es un genio literario, que en matemticas parece estpido. Si lo obligan ahacer ciencias, le impiden un rendimiento para la humanidad11.

    Si tanto el profesor como el padre, la madre, el nio, la tata, el perro tedicen: No, t debes estudiar ciencias, te matan. Parece banal, pero nopodrs estar contento, no podrs rendir, no podrs servir; no has encontra-do tu lugar en el mundo y por esto te han fastidiado, porque t eliges algodesde fuera, sin tener en cuenta tus dones. Hay un tipo que, por ejemplo, esgenial en el arte musical. Si se le obliga a estudiar Derecho pblico y privado,

    est claro que diminuye el rendimiento para la humanidad de ese individuoy, portanto,se hace mspesadosu camino,pueslas doscosascoinciden siem-pre. La intensidad o la belleza... la belleza del camino puesto que la bellezaes el esplendor de la verdad coincide con la utilidad que realizamos en elmundo [...]. La belleza del camino corresponde a la verificacin de nuestravocacin.De modo que para reconocer este condicionamiento [este conjun-to de dones recibidos, de inclinaciones,de dotes], ante todo hace falta la aten-cin a laspropiasdotes naturales, o capacidades [aquello para lo queyo tengounatendencia, unafacilidad,tengo un genio]. Cmo se llama esefenmenoquesaca a la luz las dotes,las capacidades naturales? Se llamainclinacin, lainclinacin. [...] La naturaleza nos introduce a los ideales, pero siempremediante un gusto o unainclinacin, al placer, o a la necesidad. [...] Por esto,

    la primera gran regla prctica es [...] la sencillez12

    , la sinceridad de mirar yreconocer y abrazar estos dones como el primer signo que la realidad meofrece para entender qu hago en el mundo.El error ms grave que se puedecometer a la hora de determinar la propia vocacin es ponerse en una con-dicin de desconfianza hacia las propias inclinaciones,hacia el gusto, hacia elplacer en cuanto es autntico, [] en cuanto es nativo13. Podemos resumiras: debemos estar atentos a las dotes, al temperamento, a las tendencias quenos constituyen, porque son aquello mediante lo cual el Misterio nos llama,

    dndonos estas capacidades, estas inclinaciones dentro de la carne; no nosenva un ngel, sino que nos plasma dentro, en lo profundo de nuestro ser,para decirnos aquello a lo que nosllama, porque es l quiennos ha hecho as.Por esto, tambin la orientacin profesional, por ejemplo, deber tener encuenta estas tendencias innatas como el modo para encaminarse hacia Dios,mediante las capacidades que nos da, nos llama. Te llama, pero te llama nodesde fuera, te llama dndote todas estas inclinaciones.

    Segundo criterio: las condiciones inevitables o las circunstancias inevita-bles.Dice donGiussanique la circunstanciainevitable es realmente cmodecirlo? lo ms amigo que tenemos en el mundo, porque es el factor msevidente de nuestra existencia. Porque en la valoracin de nuestras inclina-ciones y de nuestras dotes,a menudo est la posibilidad de la incertidumbre,o el miedo14 No todos son Mozart y tienen claros desde el principio losdones y las dotes; a veces no es tan evidente, mientras que las circunstanciasinevitables son evidentes y uno, por ejemplo, puede querer hacerastronomaporque est realmente dotado para esto, pero imaginemos por una cir-cunstancia familiar, por falta de recursos, una circunstancia verdaderamenteinevitable,no puede hacerlo,porque la familia ha sufrido un bajn econmi-co con la crisis. Y resulta que tiene que ponerse a trabajar. Circunstancias

    inevitables determinan la posibilidad de hacer o no ciertas cosas: uno quierehacer ciclismo o ir a las Olimpiadas porque est realmente dotado atltica-mente, pero sufre un accidente y se queda cojo. Para entender qu hace eneste mundolo primero no es enfadarse, sino aceptar esta circunstancia inevi-table. Imaginad que esa persona, que se ha quedado coja, se pusiera testaru-da diciendo:No, yoquiero ir a lasOlimpiadas;sera una tozudez,un capri-cho! Desde el punto de vista vocacional, don Giussani dice: La circunstan-cia inevitable es al mil por mil, con seguridad absoluta, ndice del camino arecorrer. Por esto, no existe nada ms amigo, ms fcilmente amigo nuestro,que la circunstancia inevitable, el hecho15. Aado un aspecto fundamental,una anotacin fundamental: nada en esto es fatalidad, el destino no es elhado: todo, realmente todo, resulta instrumento de vocacin! Ests seguro

    de que siendo atleta podras alcanzar tu plenitud y tu satisfaccin mejor quemedianteesa circunstanciainevitable? No. Abrazar esteaccidente comopartedel camino al destino es esperar ver, curioso, cmo el Seor se las arreglarpara llevarme a la felicidad a travs de mi condicin de cojo. Pero no intro-duce unaduda!No me quedo ah quejndome durante toda mi vida,es ms:esta condicin inevitable se convierte en elemento fundamental mediante elcual el Misterio me har alcanzar el destino, el ideal, la felicidad. Si, en cam-bio, nos quedamos en el enfado, ser la tumba, porque en la vida se pueden 3

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    tener muchosaccidentes que son inevitables, perosi no tuviramosla posi-bilidad de que la vida siguiera teniendo un sentido (y pensamos que puedenalcanzar el objetivo slo determinadas personas con determinadas capacida-des), dependeremos slo de la casualidad. En cambio, cualquier circunstan-ciaes parte dela conquista deldestino,de la felicidad.Y esto es realmente libe-rador, porque la felicidad no depende del xito mundano, sino de mi servi-cio altodo,al reino de Dios(poresto,puedeser lo mismo ser portero que serministro).

    Tercer criterio: la necesidad social, o mejor, la necesidad del mundo y de lacomunidad cristiana. Debis mirar a la cara el mundo en este momento his-trico: qu necesidad tiene? La Iglesia, qu necesidad tiene? La comunidadcristiana, qu necesidad tiene? Cada uno debe mirar qu es lo que percibecomo ms urgente, porque puede haber pocas y situaciones en las que laurgencia de una entrega total a Dios sea ms fuerte, mientras que en otromomento es ms decisivo que haya hombres en medio de la realidad, en eltrabajo, en la familia, que puedan testimoniar desde dentro de la sociedad,donde viven todos, qu es la vida, cul es el sentido de la vida. Tambin asnosotros podemos descubrir a qu estamos llamados.

    El juicio debe brotar del conjunto de estos factores considerados en su

    totalidad. Pero esto comporta otra anotacin: sin reflexin y sin una compa-racin en forma de dilogo con la funcin tpica de la comunidad, es decir,con el que gua la comunidad, es inevitable que nuestro modo de procedersea instintivo o mecnico. Reflexionamos para todas las cosas de la vida,mientras que con respecto a este factor, del que depende toda la estructura-cin de nuestra vida en su valor ms personal, hacemos automticamente loque sentimos en nuestro interior. Es necesario reflexionar; y reflexionar sig-nifica medirse con el propio destino,con el propio fin, con Dios, con la fina-lidad de la vida, con el servicio al reino de Dios. Los que no hayan abordadotodava este problema deben sentir el deber de recuperar inmediatamenteestos criterios; y los que tengan a sus espaldasfactoresinsuprimibles,tambinellos, aunque de otro modo, deben recuperar los mismos criterios16.

    Imaginaos que os toca la lotera, os tocan unos millones; lo normal es pre-guntarle a alguien dnde colocar el dinero para no perderlo haciendo unainversin loca. O no? Preguntar no es un deber, sino que es un inters: meinteresa hacer esta consulta para no perder el dinero. Est claro que al finaldecidoyo,pero me gustara decidir contodala conciencia para sacar el mxi-mo beneficio. Si esto es ascon el dinero, imaginaoslo que sucede conla vida:quiero estarsegurode tener presentes todos los factoresque me permitenunadecisin completa, porque la razn es la conciencia de todos los factores.

    3)LAELECCINDELAVOCACINCon todo esto, son dos las cuestiones fundamentales a decidir, son dos las

    elecciones fundamentales que cada uno de nosotros est llamado a hacer enla vida.

    a) La vocacin como eleccin del estado de vidaExisten dos estados de vida fundamentales: uno es el normal, natural, de

    ponerse delante de Dios a travsde la mediacinde otra persona17. Qu sig-nificaponerse delante de Dios a travsde la mediacinde otra persona?Que,enamorndote, la persona que ms te hace vibrar, que ms te abre, que mste relanza, que ms te remite a otra cosa, es mediadora: t ests llamado aabrirte a la totalidad a travs de este hecho que te ha sucedido, con el que teencuentras. Si Dios te da a esa persona, no es para bloquearte all, sino paraabrirte ms al Misterio, para abrirte ms a esa totalidad para la cual estshecho: de modo que comienzas a tener alguna seal de cul es la vocacin ala que Dios tellama.T caminas hacia el Destino a travs de una mediacin,en la compaa de la mediacin de otro o de otra. En este sentido uno siguela gran ley que une el hombre a Dios a travs de la realidad mundana y, as,uno dice: Yo con esta persona voy hasta el fin del mundo, voy al destino,

    estoy llamado a ir al destino con ella porque me recuerda ms que cualquierotra la meta de la vida. No es que esta persona me pueda hacer feliz, porqueno me har feliz ojo, porque en esto os equivocis siempre , en cuanto mideseo es demasiado grande y donde esto se hace ms evidente es justamenteaqu: ninguna persona te despierta todo el deseo de felicidad como esa per-sona, pero al mismo tiemponadie es tanincapaz de cumplirlo como esaper-sona. Por esto,no hayque reprochar al maridoo a la mujer esta incapacidad,sino comprender que forma parte de la vocacin, que esa persona te ha sidodada para despertartodoel deseo de caminar juntos hacia Aquelque lo cum-ple(por esto es unavocacin,porque es la posibilidad de alcanzar el destino).Si t, en cambio, identificas el destino con esa persona y te bloqueas, pasacomo a todos: Ah, ahora s porque nac. Cul es en vuestra cabeza la uti-

    lidad para el mundo? Querer a esta persona, punto! Por qu tengo que irmsall?Por qudeboabrirme ms?.Y luegoes sofocante y se separanpor-que ya no pueden ms: estn tan hechos el uno para el otro que ya no pue-den ms! Si cometemos este error, acabamos como vemos que acabanmuchos ahora, porque no comprendemos la naturaleza de la experienciaamorosa, el motivo por el que el Misterio nos crea as: para abrirnos ms aAquel que puede llenar la vida. En el mbito cristiano la realidad de esteestado [que es formar una familia] es fundamental, porque a l se confa la 4

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    posibilidad misma de que el reino de Dios se extienda en el mundo [a travsde los hijos]18.

    Pero en la vida de la Iglesia hay otro estado de vida, que es el de la virgini-dad, que constituye tambin unafuncin fundamental,y quese nospresen-tar todava ms claramente si recuperamos el motivo ltimo y exhaustivopor el que la persona se ofrece a Dios; este motivo es la imitacin de Cristo[Cristo, el Misterio hecho carne, ha puesto en la historia una modalidad deser til al reino de Dios que es vivir para estereino,vivir para hacer la volun-tad de Dios dando toda la vidaa esto: esjustamente lo que hizoJess, que noform una familia,diotoda suvida a esto].La imitacin deCristoes laley detodos los cristianos,sin embargo,en la eleccin de un estado de este tipo estaimitacinalcanza su vrtice [una vocacina la virginidad alcanza su vrtice],porquees la imitacindel estadode Cristo en suplenitud.El estadode Cristoen su plenitud era unarelacin conel Padreque, desde cierto puntode vista,como persona, no estaba mediada por nada [en el matrimonio la relacinconel Padreestmediada porotro, mientras que aqu la relacin con el Padreno est mediada por nada]19. Los que estn llamados a este estado estn lla-mados a unarelacinnica, inmediata, directa,con el Misterio. Esto es la vir-ginidad: Dios llama, Dios introduce en la vida una semilla, una experiencia

    de la vida tal por la que te hace sentir tan lleno, tan agradecido, hace posibleunaexperiencia de vida porla que dices:Yo quiero esto,y esto te hace librepara dar toda la vida, no para mutilarla. Es por una plenitud, no ante todopor un sacrificio, es por que Cristo le ha fascinado que uno puede sentir laurgencia de darle todo: Yo soy para ti,Cristo.Ojo,que nadie piense en estecamino por otro motivo que no sea esta plenitud! No es porque es ms per-fecto, no es porque es ms bello, no; es que uno vive suspendido sobre unaplenitud y no quiere perderla pornada del mundo, tanto es asque lasperso-nas que se encuentran con que tienen esa vocacin quiz haban pensado enotro camino, no haban pensado nunca en este, y se encuentran con queviven una plenitud tal que dicen: Esto es demasiado, demasiado hermosopara no seguirlo. Por esto dice don Giussani: Jesucristo, con su virginidad,

    no era un mutilado.El concepto de renuncia, aunque implique la reverbera-cin psicolgica que la existencia genera en ese caso, desde el punto de vistadel valor, desde el punto de vista ontolgico no supone una renuncia a algo,sino el adentrarse en una posesin ms profunda y final de la experienciaafectiva y de todas las cosas. La virginidad de Cristo era una forma ms pro-funda de poseera la mujer, unaformams profunda de poseerlas cosas.Estoalcanz su cumplimiento, por as decir, en el hecho de la resurreccin,mediante la cual Cristo posey todas lascosascomonosotroslas poseeremos

    al final del mundo. En este sentido, la virginidad, en el mbito de la comuni-dad cristiana, es la situacin paradigmtica, ejemplificadora, ideal, a la quedeben remitirse todos20. Es el paradigma, el ejemplo, el ideal no ya de noposeer,sino de poseer de modo ms verdadero.

    El otro da, durante el descanso de mi clase en la Universidad Catlica,vinouna chica que,tras aos de noviazgo, me dijo: Am me gustara volver a eseprimer momento, al primer atisbo de la relacin con mi novio, cuandotodava no se haban rozado: esto es la virginidad! Y por qu esta chica des-pus de aos todava siente nostalgia de aquel instante? Porque todo lo quesucedi despus no recre ni siquiera una pizca de la plenitud que habaexperimentado entonces. Estachica sigue con su novio,pero desea esto, deseaposeer al otro as, y que su chico la posea as, como en aquel primer y con-movedor instante. La virginidad es un modo ms profundo de poseer a lamujer, unmodo msprofundo de poseerlas cosas.Y hoy, que es laAscensin,es la fiesta que celebra cuando Cristo resucitado entr en la profundidad delas cosas,poseyndolas.Tambin nosotroslas poseeremos al finalde los tiem-pos, es un cumplimiento verdadero hablando desde un punto de vista afec-tivo, porque es aquel al que todos estn llamados: La virginidad representaen la vida de la Iglesia [en el reino de Dios] la funcin suprema, y esto es tan

    verdadero que la historia de la Iglesia ha identificado el testimonio supremode Cristo de dos maneras: la virginidad y el martirio. La virginidad, en elmbito de la comunidad cristiana, est en funcin del fin de la vida y consti-tuye su testimonio21. En ella podemos gritar a todos: Mira que aquello porlo que t amas a tu novia, a tu novio, aquello por lo que te casas, por lo quetienes hijos, tiene un nombre que te grito con mi vida: Cristo. Y es posibleaquello para lo que ests hecho teniendo mujer e hijos, existe, te lo testimo-nio.Porqu?Porqueyo he dadola vidaa estoy mividano existira,no exis-tira si l no existiese. Sera imposible si Cristo no hubiera entrado en la his-toria y no nos hubiera fascinado tanto como para poder vivir de l.

    Cul de los dos caminos abrazar, pues? La eleccin entre un camino uotro no puede ser una creacin nuestra, sino un reconocimiento.

    Debemos reconoceralgopara lo que hemos sido destinados.No debe serunadecisin nuestra en cuanto a que nuestra voluntad elabore una cierta posi-cin, sino en cuanto a que nuestra libertad se adhiera a la indicacin quenosmarca el camino22. De modo que la cuestin fundamental para la eleccinde la vocacin es educarnos al Misterio, educarnos a estar completamenteabiertos, atentos a descubrir los signos mediante los cuales puedo entender aqu estoy llamado.

    Y esto, amigos, muchas veces es complicado. Porque estamos hechos para 5

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    elquid, tenemos quellegara verclaro y,por esto, queremosacelerarel cami-no cuando no lo vemos claro sentimos un extrao desasosiego, una impa-ciencia . Puesto que esta posicin es vertiginosa, queremos superarla enseguida y muchas veces nos equivocamos; en lugar de esperar que se mues-tren los signos mediante los cuales el Misterio me da todas las indicaciones alascuales obedecer, o decidimosnosotroso dejamos quedecida otro.Porqueel caminoes, en el fondo, unaobediencia;es unaobediencia quelleva dentrotodo aquello para lo que estoy hecho, que tiene en cuenta todos los factoresque me hacen ser realmente yo mismo, no es una decisin ma.

    b) La vocacin como eleccin de la profesinTodo lo que hemos dicho nos ayuda a comprender tambin el camino de

    la eleccin de la profesin que desempear,pero quiero subrayarfundamen-talmente una cosa.La concepcin moderna de la vida en ninguna otra cosase manifiesta tan lejana del Espritu de Cristo como en este punto. El criteriocon el que la mentalidad de hoy acostumbra a mirar el futuro se centra en elprovecho,el gusto,o la comodidad para el individuo. El camino que elegir, lapersona a la que amar, la profesin que desarrollar, la facultad donde matri-cularse: todo est dispuesto de tal modo que se erige como criterio absoluto

    la utilidad particular del individuo. Y esto parece tan obvio y tan supuestoqueel vuelco queprovocala llamada resulta,aun para muchaspersonas hon-radas, un desafo al buen sentido, un engreimiento, una exageracin. Sonacusaciones repetidas incluso por educadores que se sienten cristianos, o porpadresa los que slo preocupa el xito humano de sus hijos:juicios sobre lassituaciones personales y pblicas, consejos para vivir bien, advertencias oreprimendas, todo est dictado desde un punto de vista en el cual est total-mente ausente la devocin al Todo, la preocupacin por el Reino, y exiliadala realidad de Cristo23. Podemos ser de GS, podemos haber encontrado aCristo, pero en el momento decisivo de las elecciones fundamentales l notiene nada que ver. Por esto,este momento es dramtico,slodecirlo me hacetemblar; me imagino como temblis vosotros que debis elegir, de tanto que

    contradice toda la mentalidad en la que estamos inmersos.Entendispor qu es unalucha? La lucha en nosotros es entre seguirla voznica delideal(que seala que nosmuestreel camino) o dejarnos engullir porla mentalidad del mundo. Si no nos decimos esto,no somos amigos; yo os lodigo porque soy amigo vuestro, porque la cuestin es la finalidad de la vida,la cuestin es qu hacemos aqu. Si nosotros, en este momento clave de ladecisin,no vinculamos la eleccin de la profesin conla preguntasobre quhacemos aqu, nos perdemos por el camino. Qu me podr dar todo?

    Cmo conseguir la mayor ventaja posible de todo?: estos son los criteriosinmanentes de la sabidura ms extendida y del buen sentido ms reconoci-do. En cambio, la mentalidad cristiana invierte estas preguntas, las contradi-ce, las mortifica,y agiganta justamente el imperativo opuesto:Cmo podrdarme contodomi ser, servirms al Todo, al Reino, a Cristo?. Este esel nicocriterio educativo de una personalidad humana tal y como la ha redimido laluz y la fuerza del Espritu de Cristo24.

    En la eleccin deltrabajo y de la profesin debe aflorar esa tercera catego-ra que he sealado antes: las necesidades de la sociedad. Pero para el cristia-no stas no pueden representar un criterio aislado de otro ms profundo: loque la comunidad cristiana necesita25. Qu significa, pues, en el fondo estadisponibilidad si no prontitud, disponibilidad a la vocacin? Esto es lo quedebemos pedir:que el Seor nosconcedala gracia de ver todos lossignos quenos permitan identificar la vocacin, de manera que no nos equivoquemosde camino y estar dispuestos a aceptar, porque a veces podemos verlo clarocomo el agua y no estar dispuestos a reconocerlo.

    La profunda disponibilidad de toda nuestra vida para el servicio al Todoes de extrema importancia precisamente para comprender cul es la funcinque estamos llamados a desarrollar, cul es nuestra vocacin personal26.

    Porque la vocacin,amigos,no es unaorden, aqu nadie os manda nada,estamaana; tampoco Cristo diouna orden;se trata de una sugerencia,una invi-tacin, una posibilidad intuida, y os deja toda la libertad.Despusde todo loque hemos dicho, toda la libertad, dramticamente,est en vuestras manos.

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    1 C. Chieffo, Parsifal (Cancin del ideal), enCancionero, Ediciones Encuentro, Madrid 1994, p.186.2 Ibdem.3 C. Chieffo, El pueblo canta su liberacin, enCancionero, op.cit.,pp.224-225.4 L. Giussani,El caminoa la verdad esuna experien-cia, Ediciones Encuentro,Madrid 2007,p. 92.5 R. M. Rilke, Elegia II, en Liriche, Sansoni,

    Florencia 1942,v. 42,p. 379.6 L. Giussani, Intervencin en las Vacaciones deMaturati(jvenes que han acabado el bachille-ratoy van a comenzar la universidad),Campitello,28-30de juliode 1964 [Archivode Cl].(La traduc-cin es nuestra).7 Hch 17, 26-27.8 L. Giussani, El sentido religioso, EdicionesEncuentro,Madrid 2008,p. 195.9 SantoToms de Aquino,Summa Theologiae,I,1,1.10 L. Giussani,La vocacin de la vida,en Huellas,

    n. 6, junio de 2005.11 L. Giussani, Intervencin en las Vacaciones deMaturati, op.cit.12 Ibdem.13 Ibdem.14 Ibdem.15 Ibdem.16 L. Giussani,La vocacin de la vida, en op.cit.17 Ibdem.18

    Ibdem.19 Ibdem.20 Ibdem.21 Ibdem.22 Ibdem.23 L. Giussani, El camino a la verdad es una expe-riencia, op.cit., p. 93.24 Ibdem.25 L. Giussani,La vocacin de la vida, en op.cit.26 L. Giussani, El camino a la verdad es una expe-riencia, op.cit., pp. 93-94.