JAMÁS RENUNCIAREMOS A LA LUCHA PORQUE HAYA VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN
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Senado de la República
CONSTANCIA
JAMÁS RENUNCIAREMOS A LA LUCHA PORQUE HAYA
VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN
Ante las temerarias sindicaciones del Presidente Álvaro Uribe Vélez de que
quienes organizamos la Audiencia Pública sobre “La crisis humanitaria en los
llanos orientales” somos terroristas, en mi condición de Senadora de la
República por el Polo Democrático Alternativo me permito dejar la siguiente
CONSTANCIA
1. El 22 de julio del año en curso se llevó a cabo en el municipio de La
Macarena (Meta) la Audiencia Pública sobre “La crisis humanitaria en los
llanos orientales”, aprobada por el Senado de la República a instancias
de la Senadora Gloria Inés Ramírez Ríos.
El evento estaba calculado para unas 500 personas pero asistieron
alrededor de ochocientos campesinos provenientes de varios municipios
del Meta y de los departamentos de Guaviare y Caquetá, que estuvieron
acompañados de una nutrida delegación internacional integrada por seis
diputados del Parlamento Europeo, parlamentarios nacionales de
España, Alemania, Gran Bretaña y Portugal, sindicalistas de Gran
Bretaña y representantes de distintas organizaciones de Europa y
Estados Unidos, así como de los congresistas Gloria Inés Ramírez Ríos,
Piedad Córdoba e Iván Cepeda, funcionarios de la Fiscalía General de la
Nación, la Defensoría Regional del Meta, el ICBF, la Procuraduría General
de la Nación, la Cruz Roja Internacional, la Gobernación del Meta y de
ONG de derechos humanos de Colombia y el exterior.
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El objeto de la Audiencia era conocer de cerca la crisis humanitaria que
se vive en los llanos orientales de Colombia, en donde la población civil
sufre los rigores del conflicto interno con detenciones arbitrarias,
desapariciones forzadas, amenazas, hostigamientos permanentes y
ejecuciones extrajudiciales, en medio del desarrollo del Plan Colombia, el
Plan Patriota y el Plan de Consolidación Integral de La Macarena.
Los 52 testimonios rendidos en la Audiencia en forma pública y privada,
confirmaron las denuncias que se han venido conociendo por parte de la
Procuraduría y la Fiscalía sobre graves violaciones a los derechos
humanos y al Derecho Internacional Humanitario, en particular, sobre la
existencia de un cementerio ubicado en terrenos aledaños al batallón del
ejército, en donde algunos de los denunciantes calculan que podría
haber unos dos mil cuerpos de personas, muchas de ellas enterradas
como NN, supuestamente caídas en combate, pero que en algunos
casos cuyo número está por establecer, fueron víctimas de
desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales por parte de la
Fuerza Pública.
2. La difusión por los medios de comunicación de algunas de las denuncias
hechas en la Audiencia, provocaron una brutal reacción del Presidente
de la República, quien en un acto de homenaje a las Fuerzas Militares
realizado el 25 de julio en el Fuerte Militar del mismo municipio de La
Macarena afirmó que “Aquí vinieron los enemigos de la Seguridad
Democrática hace pocos días a alimentar calumnias contra el Ejército de
la Patria”, y que “Hoy el terrorismo, a través de voceros está proponiendo
la paz para poderse refrescar y recuperarse para prolongarnos la victoria
final. El terrorismo, en esa combinación de formas de lucha, mientras a
través de algunos voceros propone la paz, a través de otros voceros
viene aquí a La Macarena a buscar cómo desacreditar a la fuerza
pública y la sindica de violación de derechos humanos. No podemos caer
en las trampas del terrorismo”.
Al calificar de “terroristas” a las víctimas, a los defensores de derechos
humanos y a los congresistas convocantes de la Audiencia, les estaría
diciendo de forma clara y directa a las tropas oficiales bajo su mando,
que somos objetivo militar.
No se escucha en el discurso presidencial una sola línea de condolencia
para con las víctimas que denunciaron crímenes; no se oye un solo
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llamado a la justicia, una sola promesa de investigación; todo lo
contrario, se hace una exhortación a continuar la guerra. Desde nuestro
más profundo sentimiento de dolor e impotencia, queremos hacer las
siguientes precisiones:
1. El desprestigio de las Fuerzas Armadas de Colombia es
responsabilidad única y exclusivamente de quienes, con la investidura
legal y la obligación constitucional para garantizar la vida, honra y bienes
de todos los colombianos, comenten crímenes atroces, crímenes de
guerra y crímenes de lesa humanidad en contra de la población civil
indefensa.
2. Nuestra labor está encaminada, únicamente a servir a las víctimas
de los crímenes de lesa humanidad y de guerra. A la población civil
indefensa que sufre las consecuencias de un conflicto armado que ya
lleva más de 45 años sin solución y que, contrario a lo que expresó el
jefe del Estado Colombiano, está muy lejos de terminarse por la vía de la
confrontación armada.
3. Nuestras denuncias buscan que las autoridades competentes
(Fiscalía General de la Nación y Procuraduría General de La Nación)
adelanten una investigación exhaustiva e imparcial y determinen lo
ocurrido en el cementerio de NNs de La Macarena y sancionen a los
responsables de los crímenes que se hubieren cometido.
4. Consideramos de vital importancia que se integre una comisión
internacional forense que vigile los procedimientos adelantados por las
autoridades colombianas
Los irresponsables y calumniosos señalamientos del Presidente Uribe
contra nosotros no son nuevos. Es suficientemente sabido que quienes
nos oponemos a su política guerrerista no somos otra cosa que
terroristas. Sin Embargo, eso no le quita gravedad a este hecho
repudiable que demuestra a las claras el odio visceral que acumula en su
interior el Presidente contra quienes se atreven a cuestionar su
desastrosa política y su reiterada violación al Derecho Internacional de
los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario.
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Si el Presidente Uribe está tan seguro de que todas las actuaciones de su
gobierno estuvieron ceñidas a la Constitución, a las leyes y a los
principios éticos, por qué su temor a que se esclarezcan los hechos?
Lo cierto es que la “parapolítica”, la “Yidispolítica”, los “falsos positivos”,
las interceptaciones y seguimientos ilegales del DAS y de otras agencias
gubernamentales, los repartos de dineros del Programa Agro Ingreso
Seguro, las conspiraciones contra la Corte Suprema de Justicia y las
demás actuaciones deleznables del actual gobierno, no pueden terminar
con la condena de unos pocos, por lo general mandos medios, y amparar
con la impunidad a los principales responsables. La justicia tiene el grave
encargo de sentar precedentes para que en el futuro no se repitan
hechos tan funestos. Ahí radican los desesperos del Presidente Uribe,
que cree que insultando, agrediendo y calumniando va a escapar al
examen de la historia y al veredicto de la Justicia.
Conscientes de esta realidad, quienes no orientamos por auténticas y
profundas convicciones democráticas y humanistas, jamás
renunciaremos a la lucha porque se conozca la verdad, se aplique
justicia contra los responsables de los crímenes y se repare
convenientemente a las víctimas, sin importar cuántos riesgos tengamos
que correr por nuestro empeño en ponerle fin a la arbitrariedad y abrirle
camino a la paz con justicia social, a la democracia real y a una sociedad
en donde todos podamos vivir en libertad y con dignidad.
Responsabilizamos al gobierno nacional, en especial al Presidente Uribe,
de las consecuencias que puedan derivarse para nosotros y para los
demás asistentes a la Audiencia de La Macarena, por sus calumniosas e
irresponsables sindicaciones.
Por último, debemos reconocer que, excepto algunos incidentes menores
y señalamientos infundados, el comportamiento de la Fuerza Pública
durante la realización de la Audiencia sobre la “Crisis humanitaria en los
llanos orientales” el pasado jueves 22 de julio en La Macarena fue
respetuoso.
GLORIA INÉS RAMÍREZ RÍOS
Senadora de la República por el PDA
Bogotá, D.C., 27 de julio de 2010