Jacqes Ranciere - Políticas estéticas

8/3/2019 Jacqes Ranciere - Polticas estticas

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I. Politicas esteticas"

Un mis1110 aserro se escucha hoy en dia casi por todas par-tes: hemos tenninado, se dice, con la utopia estetica , es decircon la idea de un radicalismo del arte y de su capacidad decontribuir a una transformaci6n radical de las condicionesde vida colectiva. Esta idea alimenta las grandes polern icasen torno al fracaso del arre, como resultado de SLl compro-miso con las falaces promesas del absoluto filosofico y de larevoluciori social. Dejando de lado estas disputas mediati- ..cas, podernos distinguir dos grandes reor ias sobre el presen-te posuto pico del a rre.

La primera actitud es principalmente producto de fil6so-fos 0 de historiadores del art e. Pretende a isla r el radicalismode la invest.igacion y cle la creaci6n a r tistic as de las utopiasesrericas de 1a nueva vida, con las que estas se encuentran

::. Esre libro es el resultado de una conferencia y de un sem ina rio que, apropuesra de Manuel]. B orja-V illel, ruvieron lugar en el Museu d'A rtContcmporuni de B arcelona en I11Jyo de 2002, sobre el tenia de las rela-ciones entre estctica y politica. Sin embargo, no es la transcripci6n de rnisinrcrvenciones en a que! foro. Posrer iorrnenre he desarrollado dererrnina-dos punros que en la conferencia inicia l me habra lirnitado a esboz ar. A s!rnis mo, he sistematizado y reordena do mis intervenciones en las sesionesdel seminario. El rrabajo, por supuesco, se ha beneficiado de las cuesrio-nes planteadas por los participanres y en concreto de las coritribucionesa la discusiori que prcscntar on, a partir de su propia experiencia, ManuelJ Borja-Villel, Noerni Cohen, Brian Ho!mes, Jorge Ribalra y ClaudioZuliil1. !\ rod.is y a rodos agrudezco LUHO el foro ofrecido como su con-tribucion a la reflex ion COI11L'm y a mi pr o pio trabaj o.

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comprometidas ya sea en los grandcs proyectos tora litar ios,o en la estetizaciori rnerca nril cle la vida. Este r a dicalismo dela r te es par tanto una fuerza particular de evidcncia, de cons-ta rncio n y de inscr ipciori, que hace pcdazos ! J . expericnciacornun. Esta fuerza se suele pensar mediante el concepto

y. kantiano de 1 0 sublime como una presencia heter ogenea eirreductible a l n ucleo de 1 0 sensible de una fuerz a que 1 0s u per a ,

Esta referencia se puede interpretar no obstante de dosmaneras. Una cle elias ve en la Iue rz.a concreta de la o bra lainsra ur acio n de un ser-er. -corn un , anterior a cu a lq uier formapo litica particular. Ese era p o r cjcrnplo el senti do de la expo-sici6n recientemente organizada en Uruselas por Thierry deDuve can el titulo @distribuida en tres secciones: mevoici, vous voici, nOU5 voici. La clave de todo el dispositivoestaba en una pintura de Ma nct, el supuesro padre de lam odernidad pictorica: no era la Olympia n i el Dejeunersur l'h erbe, sino una obra de juventud, el Cristo muerto irni-tado de Ribalta. Este Cristo con los ojos abiertos, resucita-do de la rnuerte de Dios, hacia del poder de representaci6udel arre un sustituto del poder comunitario de la encarria-cion cristiana. Este poder de encarnaci6n confiado al gestomismo de m os tr ar se revela ba entonces semejante a un para-lelepfpedo de Donald Judd 0 a un muestr ario de paquetes demantequilla de Alemania del este de Beuys, a una serie defotograHas de un bebe tomadas por Philippe Bazin 0 a losdocumentos del museo ficticio de Broodthaers.

La otra rnanera radicaliza por el contrario la idea de 1 0sublime como distancia irreductible entre la idea y 1 0 sensi-ble. As! es como Lyotard ve en el arrc moderno la mision detestimoniar que hay cosas irreprescntables. La singuLuidad --/'--de la apar iciori es entonces una preseritacion negativa. Es lainscripci6n de un poder del Otro cuyo cspiritu esta irrerncdia-blemente caur ivo y cuyo olvido conduce a todas las catastro-fes tot a lita ri as y a todas las forrnas de estetizaci6n mercantil de1 4


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SOBRE POLiTICAS ESTETICAS

1la vida. EI re la rnpago multicolor que arraviesa la monOCrOl11lJ.. de una te la de 13~Hnett N ew rna n 0 1a pa la bra des 11LI da de unCelan 0 de un Primo Levi son, para el, el rnodelo c le e sta s ins-cripciones. L a rnezcla de 1 0 abstracto y de 1 0 figurativo en laste las tra ns~~rangua reli's t;s'~ -.~lb'~i~~~:_.~Ie.os'n} onraj es que ac-rU ::1 Il-s oDreb indis ce rn ib ilid ad entre obras de arre, objeros 0lcOnos- corncrcia les rcpresentan, a la invers.i, la rcalizacionfillFiTIIStalie la utopia estcrica.. Vernos claramente el escenario com Lin que reune eSL1Sdos visiones en una misrn a a ctitud fundamental. A rra ves dela oposicion misma del poder crisr iario de la encar nacio n delverbo y de la prohibicion judia de la rcprescntucion, de laeucaristia y de la zarza ardiente mosaica, la a pa ricion fulgu-ranre y heterogeriea de 1a singularidad de la obra ar tisticairnpulsa un sentido de comunidad. Sin embargo, esra cornuni-dad se leva nra sobre la ruiria de las perspectivas de ernancipa-cion polirica a las que el arte moderno ha podido estar ligado.Is una comunidad etica que revoca cualquier proyecto deemanci paciori colccri va.

Si esta posicion goza de alglll1 prestigio en tre los filosofos,cs en cam bio otra la que se reconoce hoy de buen grado entrelos artistas y los profesionales de las instituciones artisticas:conservadores de rnuscos, directores de galtrfas, cornisarios 0criticos. En_h!g_ar de oponer radicalisrno ar~(~.ti~Qj~.. L t . o p f a _ . e s J . e -tica, pr~re po-;~~~n~-cfi~t;~Ta-~~t~~"-~llas. Y las substituyepor 111~.~lr~~_.n_1_9_9.~.S.~.Q2_~~_.~9.1.~.nc:!2..~~n cua nro a su capacidadaet~a-nsformar el mundo, sino tambTlI;'~~1'cua-I1't-o-ala' afi[n1a~ciori'cIi'10-si~lg.~_lJa~:,i.Q.~-d_.de-.~.~I.~.()bje.t.9.s.Este 'art~ no es luinsrauracion d e l rnundo COrnLlI1 a [raves c l e 1


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rico y denunciador, tienden a crear 0 recrear lazos entre losindividuos, a suscitar modos de confrontaciori y de participa-cion nuevos. Tal es por ejemplo el principio del arre Ilamadorelacional: a la heterogeneidad radical del choque del aistbetouque Lyotard ve en la tela de Barnett Newman se opone deforma ejemplar 1a practica de un Pierre Huyghe, hacienda apa-recer sobre un panel pu b1icitario, en lugar de la publicidadespcrad:i, la fotogra tia au men ra da del 1ugar y sus usuaries.

No voy a juzgar a q ui la va lidez respectiva de esras dosactitudcs. Quiero mas bien preguntarme sobre aquello de 1 0que son testimonio y sobre 10 que las hace posibles. Son enrealidad como dos fraz menr os de una alianza rota entreuradica1ismo artistico y radicalismo politico, una alianza quedesigna el ter mino , hoy en dia sospechoso, de esterica. Y nointeritare desempatar estas posiciones, sino mas bien recons-tituir la logica de la relacion esretica entre arte Y poiiricade las que dcrivan. Me bas arc para cllo en 10 que ticnen encornu n estas dos puesras en escena, aparentemente antircti-cas, de un arte posuro pico . A la utopia denunciada, lasegunda oporie las formas modestas de una micro-politicu, aveces muy proxima de las politicas de proximidadv.prego-nadas por nuestros gobiernos. La primera le opone, por elcontrario, una fuerza del arte ligada a su dista ncia con rela-cion a la experiencia ordinaria. Una y otra sin embargo rea-Eirman a su modo una misma funcio n cornunitaria delarte: 1a de construir un espacio especifico, una forma iriedi-ta de reparto del mundo cornun. La estetica de 10 sublimepone al arte bajo el signa de la deuda inmemoria1 contr a idacon un Otro absoluto. Pero lc reconoce todavfa una misiori,confiada a un suj eto denominado vanguardia: la de consti-tuir un tejido de inscripciones sensibles totalmente a leja dasd,::! mundo de la cquivalencia mcrcantil de los producros.T,acsrctica relacioria l rechaza las pretensiones a la autosufi-~ ~ e ~ c r a d e lrte corno si fucr an SLlCJ:10S de rransformacio n defa vida por el arte, pero reafirma sin em bargo una idea esen-1 6

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cial: el ~ t~~ .?_ I~?j?te en constnIir cspacios y relaciones para--rec~ nE ig Llrc~ r rn ater ia l y sim b olicarn cn te eI territo ri~ 'com ll;l~,Las prrictica s del arre in situ, el desplazam iento del ci~e ~ni las formas espacializa das de ]a instalaciori muse istica , lasi formas conrernpor.incas de espacia lizacion de la rmisica 0

. i las pr.ict icas actuates del teatro y cle la danza van en laji misma d ireccion: lel de una desespecificaciori de los instru-

d . mentos, m a re r iale s 0 dispositivos propios de las cliferentes\ artes, 1 a de la con vergencia h acia una misma idea y p r a ctic a, del a rre como forma de ocupar u n lugar en eI que se redis-t r: b ll :ven Lis r e la ci 0nes entre los cuerpos, las imrigeues, losespacios y los tiempos.

Estas diversas formas nos dicen una misma cosa: l~ ala practica del art~ ._ ~.1~ cuest i?_I};_ .g_~}~.< ? < 2 ~ un, es la constitu-Cl6n;~~~ r~~_i~~~m -~-t~ri


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Efectivamente, 1a politica no cs en principio e1 ejerciciodel poder y 1a lucha por el poder. Es ante todo la configura-cion cle u n espacio espccifico, la circunsct ipcion cle u na esfe-. ra particular de experiencia, de objetos p1anteados como.comunes y que responden a una decision com uri, de sujetoscansiderados ca paces de designar a esos objetos y de argll-menta r sobre cllos. He tra ta do en otro lugar cle mostrar'-corno la polftica era el conflicto mismo sobre la existencia deeste espacio, sabre la designaciori de objetos que corupartiana lgo co mun y de sujctos COIl una capacidn d de lcnguajecornu n '. EI hombre, dice Arisroteles, es politico porque poseeel lenguaje que pone en cornun 1 0 justo y 1 0 injusto, rnicntrasque el animal solo tiene cl grito para cxpresar placer 0 sufr i-miento. Toda la cuesti6n reside entonces en saber quienposee el lenguaje y quieri solamente el grito. El rechazoa considerar a dcterminadas catcgo rias de personas comoiudividuos politicos ha tenido que vcr siempre con la ncgati-va a escuchar los soniclos que salia n de sus bocas como algainteligible. 0 bien can la constatacion de su imposibilidadmaterial para ocupar el espacio-tiempo de los asuntos politi-cos. Los artesa nos, dice Pla ton, no tienen tiempo para estaren otro lugar mas que en su trabajo. Ese en orro lugar enel que no p ueden cstar, es por supuesto la asarnblea del pue-blo. La falta de tiernpo es de hecho la pr ohibicion natural,inscrita incluso en las formas de la experiencia sensible".

La politica sobreviene cuando aquellos que no tienentiempo se roman esc ticmpo nccesario para erigirse en ha bi-tantes de un espacio corn.in y para demostrar que Sll bocaemite perfectamente un lenguaje que habla de cosas comunes

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I RlINcri:fU:, jacques. L a f..,1C sentel l te: po{itique et philosopbic. Paris:Ca llirna rd, 19 9 .5 . EdicioJ l castclluna: U D csa cuerdo. Politico y [ilosofia.Bucnos Aires: Nueva Vis ion, J 9 96 .2 RANcrtRE, Jacques. La division de 1 0 sensible. Salamanca: Centro deArte de Salamanca, 2002.

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y no solamente un grito que denota sufrim iento. Esta distribu-c iC ? X ! _ Y . _ es ta rec! is t ri buci6IL d_ t.J lJ ggJ :~ ~ y_~J_~jdeJui_d_~lde.5_,_esa pa r-tT~ion y esra repartici6n deespacios y de tiempos, cle 10 visTG1~y d e _10 . iI1v is i_ ~ I~ ,-A~LLL_ l_ _L~ !9 ._dellenguaje constituy en eso queyolb mo L l \1 ivision de 10 sensi ble3:. L a porltica--coI1s'iste' en. (ecollfigL ;i:( ~r"t~ ~i-s~ 6n'de-T ~' se~ si I ) - i e , en introducir sujetos yobjetos nuevos, en hacer visible aquello que no 1 0 era, en escu-

.i: .char como a seres dotados de la pa la b ra a aquellos que no era n.


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g:::_ ~~ ar~ e_ si_c[?_ ben-ser-p~ estas en rclaciori. Son d_ os form as de:aivision de)o sensibleriependienres, tanto una como otra,de un [egim~n-espeCffico de idenrificacion. N o siempre hay pol itica , a pesar de gue siernpre hay formas de poeler. D elm ismo modo no siempre hay a rte, a pesar de que siem prehay pocsia, pintura , escultura , musica, teatro 0 danza.L a Rep ublica de Plat6n muestra bien este ca racter coridicio-nal del arte y de la po lir i ca. A menu do se interpreta la cele-bre exclusion de los pocras como una sefia l de proscripcionpolftica del artc. Sin cmb~H go la politica csr.i ella rnismacxclu ida del planrearnicnro plat6nico. La division m isrnade 1 0 sensible rctira a los artisras de la escena politica en laque ha r ia n alga distinto a su trabajo, y a los poctas y a losactores de la escena a rr isrica en la q lie podrfan encarnar unapersonalidad distinta a la suy a . Teatro y asamblca son dosformas soliclarias de una misrna division de 1 0 sensible,dos espacios de heterogcneidad que Platen debe repudiar almismo tiempo para const_ ituir su republica como la vidaorga nica de la comunidad.

A rte y po litica esta n de este modo Igados a pcsar de S 1 111is-mos como presencias formales de CL lerpos singulares en uncspacio y un tiempo cspccfficos. Platen excluye al mismo tiern-po la democracia y el teatro para crear una comunidad sinpolitica. Tal vez los debates de hoy en dia sabre 1 0 que debeocupar el espacio museistico denotan una forma distinta desolidaridad entre la democracia moderna y 1a ex istencia de unespacio especifico: y a no la reunion de las rnasas en tornoa la acciori teatral, sino el espacio silcncioso del museo en elgue [a soledad y la pasividad de los visiranres se e nc ue ntra ncon la soledad y la pasividad de la s ob r as de arre. La situaciondel a rt e hoy en dia poclria constir uir perfcctamcntc U1l;} fOrlll


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'_ Para comprender esta aparenre paradoja que liga la politi-cidad del arre a Sll autoriomia misrna, me parece oportuno darun pequerio rodeo para exarninar una especie de escena pri-maria del museo que es a la vez una escena primaria de la revo-lucion: por 1 0 t an t o u n a esccna primaria de l.is rclacicnes del~l'rt~--C-()n la politica en rerrninos de division de 1 0 sensible. Alfinal de la decimoquinta de sus Ca rra s sobre fa educa cion este-tica del hombre, publicadas en 1795, Schiller bosqueja unescenario de exposiciori que alegoriza un esratuto del cute y desu politica. N os pone imaginaria menre Irenre a una esratuagriega conocida C01TIO la)uno Ludouisi. La estarua, dice ei , esuna aparicncia libre, cerrada sobre S I misma. La expresiorirecuer da a un oido moclerno e l self-containm ent oficiadopor Clement G reenberg. Sin embargo esra clausur a sobre sirnisrna resulta un poco mas cornplicada de 1 0 que quisiera elparadigrna moderno. Aqui no se tr ata ni de afirrnar el poderilim ira do de cre.iciou del artista ni de dernosrrar los poderesespecificos de un medium. 0 mejor aun, el medium e n cu esti6 nno es la materia sobre la que trabaja el artista. Este es unmcdio sensi ble, L 1 n sensorium pa rricula r, ajeno a las formasordinarias de la experiencia sensible. Pero esre sensorium no estampoco el de la presencia eucarisrica del he aqui 0 del relarn-pago sublime elel Otro. Lo que la aparicncia libre cle la esra-rua griega manifiesra, cs la car acterisrica esencial de la divini-dad, su ociosidad 0 indiferencia. Lo que define a ladivinidad es no dcsear nada, esrar libre de l e { preocllp-aci6~ci~l-) ' rop-one-r:se fines y tener que cumplirlos. Frente a esta diosa()CiOS;l, cl cspccr.ido. SC cncucnrr.i ell llil csudo que Schillerdefine como de {ibre juegcH .

Si la apariencia libre recordaba ante todo _ Ia0~g9 _ !_ iQ !_ li_ atan cara al arte moderno, este


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arte y en sus poderes de transforrnacion del mundo. Lo hidico y1 0 humorfstico se reparten un poco en todas partes el honor decaracterizar a un arte que habria asirnilado a los contraries: lagratuidad del divertimento y [a dist.mcia critica, el entertain-ment popular y Ia der iv a situacioriista. L a reciente exposicionLet's entertain, convertida, a! pasar de Minriea polis a Paris en/vu-dela du spectacle, es un buen testimonio de esta elasticidad".

Ahora bien, la puesta en escena schilleria na lleva todaviamas lejos esta vision dcsencanracla del juego. EI juego CS, nosdice, fa hurnanidad misrna del hombre: cl hombre solo es unser hum ano cuarido juega>;5. Y continua asegurandorios queesra apa rente paradoja es capaz de sostener el edificio---cnte-;~ode las bellas arres y el a rte toda VIa mas dificil de vi v ir . (Comointerpretar que la actividad gratuita del juego pucda fundaral m ismo tiempo la a u toriomia de un dominio propio del arrey la creacion de formas de una nueva vida colectiva?

Empecemos por el principio. Fundar el edificio del a r tequiere dccir definir un dctcrm inado regimen de idcntificaciondel arte. _N0 hay arte, cviden rernente, sin un regimen de _ _per-

_ S ~ 1 2 ~ _ i ~ ~ _ l _ c j _ ~ _pensarnienro __q _ ~ _ ~ _ p _ ~ _ r _ i : ! } j _ t _ ~ 1 _ _ d i s t i n g _ L l i r _susforrnascomo formas comunes. Un regimen de identificacion del arte~ ~ - _ ; ~ i ~ ~ - e T - q ~ ~ ~one 'dete~~ linadas practicas en relacion con for-mas de visibilidad y modos de inteligibilidad especfficos. Lam isma estarua de la diosa puede ser arte 0 no serlo, 0 serlo deuna forma diferente segun el regimen de identificaciori con quese la juzgue. En principio ex iste un regimen en e1 que es esen-cialmente aprehendida como una -imagen de la divinidad. Su

4 Let's Entertain, \Valkcr Art Center, M inneapolis, 12 febrero - 30 abrilde 2000 / Au-delL? du spectacle, Musec national d'art m ocierne, CentreGeorges Pompidou, Paris, n ovicmhrc de 2000 - encro ele 200 l.5 SCI-![LLElZ, Friedrich. Lettres sur l'education esthetique de l'honune.Paris: Aubicr, 19 43 . P. 205_ (EclicicSn en c.istcllano: SCl-IIl.LER, Friedrich.Kallias: cartes sobrc le i eciuca cion cstctica del lioinbrc, B~lrCcl()ll;l: A n r h -ropos, 19 9Q .)

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percepcion y el juicio sobre ella se encuentr an entonces impli-citos en las preguntas: cpodemos hacer imageries de la d ivinidad? (La divinidad imaginada es una verdadera divinidad? Sila respuesra cs afirrnativa, ccsL1 sienclo irnaginada como debeSCl-? En cste regim en 110 hu y a rrc ha bla ndo con propiedad sinoim .igcucs que juzgamos en funcion de SLI ver da d intr inscca y desus efectos sobre cl modo de ser de los inc.iividuos y de la colec-rividad. Esta es la razo n por fa que podemos llarnar a esteregimen de indistinciori del ar te un regimen etico de las irna-

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genes. .~A co nrinuacion hay un regimen que liber a a la diosa de

piedra del juicio sobre 1 3 validez de la clivinidad que ellarepresenta y sobre SLl fidelidad a la misma. Este regimen inclu-ye a las estaruas de diosas 0 a las hisrorias de principes en unacategoric especifica , b d e las im itacion es. LJJuno Lu doulsi esel proc!ucto cle un arre, la esculrura , que es arre a titulo doble:porque impone una forma a una mareria; pero rarnbien por-que es el producro de un a rc p rese ntacio n: la constirucion deuna apa riencia verosim il, que conjuga los rasgos imaginarioscle la divinida d con los a rqueripos de la ferninidn d, y la rn oriu -mentalidu d de la esratun con la cxprcsividad de una diosaparricular a la que ie han sido conferidos rasgos de car.icterespecificos. La estatua es entonces una rcpresentacion . Esvista a craves de una ha ter ia de convcnciones expresivas, todou n sistema de criterios que cleterm inan la rna ner a en que unahabilidad de esculror, da nclo forma a la materia br u ta , puede .coincidir con una capucidad de arrista en dar a las figuras queconvienen las for mas de expresion que corivieuen. Ll.uuo acste regimen de idcntificacion regimen r eprcscnrativo de lasa rtes. \'c.

La Juno Lu doutsi de Schiller, pero tarnhien el Vir sublimisde N ew man 0 lo s mon ta je s y performances del a rre r e laciorial,pertenecen a un regimen distinto que yo llarrio regimen esreri-co del ar te. En csre regimen) b csra tua de Juno no obriene SL lconsideraciori de obra de a rre de la conformiclad de la obra del

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escultor con una idea adecuada de la divinidad 0 con loscanones del arte y de la reprcsentacion. La obtiene por su per-tenencia a un sensorium cspecifico. La propicdad de ser con-siderado como a r te no se refine a-uni -distincion entre losmodos del hacer, sin 0 a una distinci6~entre los modos de ser.Esto es 1 0 que quiere decir estetica: la propiedad de ser delarte en el regimen estctico del arrc ya no esr.i dada por crire-rios de perfeccion tecnica, sino por la asigriacion a una cier taforma de a prehension sensible. La esrarua es una apariericia~~_ .e_s __d_e_ci_(~_una.JQLn~~~.!:1?jbl~_ll~J~J()genea_p.or__Qrlt:rapo-sicion a las formas ordinarias de Ia experiencia sensible. Apa-rccca-travcs de una expcricncia especifica que -sLlspende lasconexiones ordinarias no solamente entre apariencia y rea li-dad, sino rambieri entre forma y materia, actividad y pasivi-dad, entendimiento y sensibilidad.

Precisamente cs esta forma nueva de division de 1 0 sensi-ble 1 0 que Schiller resume con el terrnirio de juego. Redu-cido a su definicion escucta , cl jucgo es la actividad que notierie otro fin que ella misrna, que no se prop one adquirirningun pocier efectivo sobre las cosas y sobre las personas.Esta acepcion tradicional del juego ha sido sistematizada porel analisis kantiano de la experiencia esterica. Este Sf car ac-teriza efectivamente por una doble suspension: una suspen-sion del poder cognitivo del entendimiento, determinando losdatos sensibles de acuerdo con sus categorias; y una suspen-sion correlativa del poder de la sensibilidad imponiendoobjetos de deseo. El Iibre juego de las facultades =intelec-rua l y sensiblc- no es unir a rncnte una actividad sin finalidacl,es una actividad cquiva lente a la inactividad, a la pasivida d.Para empczar, la suspension. que practica e l jugador, conrelacion a Ja expcriencia ordinaria, es correlativa a otra sus-pension, la suspension de sus propios poderes, frente a laapariciori cle u n bloque sensible hetcrogcnco, un bloque depasividad pura. En definitiva el juga d or esra alii para nohacer na_da .antc csa diosa que no hace na da, y la misma o br a24


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del escultor se ericuenrr a prcsa en este circulo de una acti vi-dad inactiva. J , . J " ' 1 ~ 1 i , u - r

2Y por que esta suspension funcIa al rrusrno tiempo LInnuevo arre de vivir, una nueva forma de vida en cornun? D ichode orro modo: 2que tiene de coususrancia l la utopia esteticucon b definicion misrna de la especificida d del a rre en csteregimen? La respuesta, en s u formulacio n mas general, puedeeriunciarse asi: porq ue ~efine las cosas del ane en flln cio nde su pertenencia a si.sensorimn diferen te del de b domina-:_ cion_ En el analisis kantiano, ellibrejuego y .la apar iericia libresuspenden e 1 po< kr"deT ;- f_ ?rm a sobre la 1~1o,~~eriJ.,9~~


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dencia de una division sensible entre humanidades cliferentes.Incluso V oltaire 1 0 rccoriocia: las personas vulgares no ticncnlo s rnisrnos sentidos que las personas refinadas". E I poder dela s elites residia entonces en la cducaciori de los sentidos fren-te a los sentidos sin refinar, en la actividad frerite a la pasivi-dad, en Ia inteligencia frente a [a opinion. Las formas rnismasde la experiencia sensible se encarga ba n de identificar la dife-rencia de las funciones y de los lugares con una diferencia cle.las natura lezas.

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modo que rechnza por adcla ntado cualquier oposrciori entreun arre autonornoy .unarte heter6nomo, un .arte por ~-I~~l~tc'run ~ r ._ ~ ~_ _L?_~_r_ ' ! . jc_ i_q_~I~_J~o_ l[tic~ un a rre del museu y u n arrede la cal!e. Porque la autonornia estetica no es esa a utoriomiadel hacer artistico que la modernicla d ha oficiado. Se [rata

f ; - ". ; de L 1 nutonorn ia de una forma de e xper icucia sensible. Y cs\_I)}';\i, - esra e xperiencia la que constiruy e el gcrmen de una nueva',,:,'J\ humanidad, de una nueva forma individual y colectiva de vida.

N o hay ningun conflicto entre la__~~~_~_0_~L~L~ t : _ t e_Y~Q9_E-tiz acion. Al contrario, en tuncion de su pureza la m_~!~!'i0.U~L(~Q____,---- --,-.-- ..-~.-----"- ...~.- . _ .. -_ .._."._--------- .~ - ., _ --_. - "'.. .-. _ . _ . _ - - -

I" del arte se propone cojnoruarecialidad antici_ pg9 ;1 _ _~ una con-\i) figLlraci6n-d-(sti~d~ la comunidad. Si T~-s--~~'eac!ores de-for-~-~1s- _ -. - .---- __ ---- .~-

.puras deTa llarriada--- pintura abstracta han po dido transfer-.ma rse en artesanos de la nueva vida sovietica, no es por una

.sumision catastrofica a una utopia ex terior, sino porque lapureza no figurativa del cuadro --su superficie plana irnpuestasobre la ilusi6n triclirnensional- no significaba la concentra-ci6n del arre pict6rico en un unico material. Indicaba, por elcontra rio, la dependencia del gesto pict6rico nuevo de unasuperficie/interfaz en la que arre puro y arre aplicado, arre fun-ciona 1 y ~HtC sirnbol ico se fu ndian, en la que 1a geom etrlC1 delornamento apurecia como simbolo de [a necesidad interior y,en la que la pureza de 1 8 linea se convert ia en e! instrurnentode tormacicn de un decorado nuevo c le la vida, susceptible de.tr.mstorrnarsc en decorado de la nueva vida. lncluso el poeta,puro por excelencia, Mallarme, corifia a la poesia [a rarea de~organizar una topografia clistinta de las rclaciones habitua les,.a nricipa ndo Ias fiestas del futuro.

No hay conflicto entre purcza y po liriz acion. Pcro hay COI1-flicto en el seno mismo de la pureza, en la idea misma de estamarerialidad del arte que prefigura una configuracion distintade 1 0 comun. Y el m isrn o Mallarme da testimonio de ello: porun lade, el poema tiene la consisrcncia de u n bloque de sensi-bilidad hctcrogcnco, es un volumen cerrado sohrc 5 1 misrno,que refuta mntcr ia imcnre el cspacio scrneja nre a e!- y cl

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flujo de tinta uniforme del diario; por otro lado, tiene lainconsistencia de un gesto que inaugura un espacio, a la mane-r a de los fucgos arrificia les de fa Fiesta naciorial. Es un cere-monial de cornumda d, a la rnanera del teatro antiguo 0 de larnisa cristiaria. Por un lado, la vida colectiva por venir se encie-rr a en el volumen solido de la obra de arte, por el otro, seactualiza en el movimiento que dibuja un espacio cornun dife-rente. i ".. _." d . i'.. :\ ,'. '.'

Si no hay contraclicci6n entre arrc por el a rtc y a r te politi-co, ta Ivez sea porq lie 1 < 1 conrr:id icciori esre en cl centro mismode la expcriencia y de la educacion estcticas. Una vez masa qui el rex to schiJlcriano ilurnina la logica de todo un regimende idenrificaciori del arte y de su politica, aq uclla que marii-fiesta roriavia la oposicion entre un arte sublime de las forrnasy un arte modesto de los cornportarnientos y las relaciones. Elescenario schi11eriano nos pcrrnire ver la rnanera en que los dosopuestos esran contcnidos en cl mismo nucleo inicial. Por Ull1ado, cfcctivarncntc la apariencia libre constituye fa fuerza deuna sensibilidad heterogeriea. La estatua, como la divinidad,esta ociosa [rente al sujeto, es decir ajena a cualquier deseo,._C1cualquier combinaci6n de rnedios y de fines. Esta cerradasobre sf misrna, es decir inaccesible para el pensamiento, losdeseos 0 los fines del sujeto que la conternpla. Y es precisa-:mente por esta originalidad, por esta indisponibilidad radical,por 1 0 que lleva la marca de una humanidad plena del hombre

\.,,\ y la promesa de una humanidad futura finalmente asociada a\la plenitud de su csencia. \El sujet6de [1' experiencia estetica sei~11aglrlJ. que esta cstat ua ;' que 6 1 no pucde poseer de ningunamanera, le promcte la posesiori de un mundo nuevo. Y la edu-cacion esrer ica que suplira la revoluci6n politica es educacionpor la originalidacl de la aparicncia libre, por la expericncia dcdesposeimiento y de pasiviclac! que impone.

Pcro pOT orro lado, la autonomia de 1a esratua es tarnb.cnla del modo dc vida que se expresa en ella. La actitucl de IJ.estatua 'ociosa, SLl autonomia, es as! rnisrno un resultado: es 1a

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expresiori del cornportarnienro de la comunidad de 1 8 . que pro-viene. Es libre porque es la expresiori de una comunidad librc.Solo que esta libertad ve como se invierre Sll sentido: unacomunidadljbrc, .autonomavcs una com unidad cuya exp~ri';;l--cia viv'ida no _ s.c escinc!e en esferas separadas, que no conoceseparaciori entre lu vida coridiana.i elarte, la politica 0 la reli-gion. Con esra logica, la estarua griega es para nosotros arre

. \~ porque no 1 O--eL .1 para ~ u~ '~ cultoL Y ' Y o c i ~ l ~a apar ienci al ib re-~ p rOI i.1 c fe cs unucomunidad quesera libre en la medida en quenoconcebir.i yu, ella rarnpoco, esrusseparuciones, en/q~~-n'o-)

\,conc~-bi~T yael arte como una esfera separada de 1 ~ v t ' d c l . - - ~ : ) - / ( 3 - 1 ' \ H ,"-- -_.... . Ir., C'(1--- lJerff5d(5 que la estatua es prornesa jiolitica porq ue es la W I f ( \ A ~ \ \ ; ,< expresion de una division de 10 sensible especifico. Sin ernbar- ~ \ " l h ' "go esra division se entiende de dos maneras opuesras: por un

lado, 'la estatua es promesa de comunidad porque es arte, esobjeto de una experiencia especifica e insriruye asi un espaciocornun especffico, separado. Por otro, es promesa de cornuni-. dad porque no es arre; porque expresa unica meure una mane-r a de habirar un espacio CO 111 L i n , u n modo de vida que noconoce ninguna division en csfcras cle cx pcriencia esp eclficas.

! La educacion estetica es pO l' tanto cl proceso q L Ie transformaIas--c5TecElcfcfe ' Izi '-apii iencia-- E b - l : ~ i I l _ . .U _ l J C 1 realidacl vivida qL I esuprirne la a pariencia y cambia la ociosidad estcti~~ t enrnovirnienro c I . c l a .co rnunidad V iV _ 0 : . . . - .

La politica del Lute en el regimen esretico del arte esra deter-minada por esta paradoja fundadora: cL ,~ rte es art~ \\ a pesar deque es tarnbien rio-arte, una cos a distinraal arte. N o necesita-mos l)o!:_ _~ ~~ ~.\~imaginur ningL lll fin parerico d~_l~~._~l~)dernicbd 0__ __ _ ....,_L...::.:.. _ . ' 00 _ _00 _ . __ ._ . .- _-cxpl()si(~)ll g()I .()S~l de lu po smodcrniclad, que ponga fill a la grailaventLl~'-a' m o C l e r - I 1 : ' 1 dcIa -alliooc)'ITiIl d e r i r t e y--aeE-emanclp;:i '-~ r 6 _ ; _ ' p o r 'el arte. N o hay r l l p t u r a - p o s I T l o c r e r n a . F J a y " ~ ~ n ~ 1 " - ~ o - n t r ~ 1 ~ "diccio'~;'o'~lglii'aria continu.unenre ~nmal~cJi~l.~ ~ ~ J i . _ l _ d . .\!_ ~_ l~.

(~ obra qJnti~D~_,J Jna. pCQ _r rJe$a_~!ee; l~a .I1c; :ipa.c ion. r _ ~ ! ' Q _ ~ 1 curnpli-' ' ' _ _ _ _ ' ' ' ' : ( / 1 1 icn~ ~ ..d.c 1~:_X.J.I:or.!-l~S~l.~(.)I~Sstc ..c ~ , \~ l s Llpresi 6 n de I_ a rtc~'~;'I'l~-(;-~:'C~l-:'I lc lac l ap_aTte)~n.S_l J transforrnacion en LIlla forma de Vida.

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La educaciori 0 la autoforrnacion est etica se divide portan to, a partir del 111isl110 micleo fundamental, en esas dosrepresentaciones que sigucn garantizanc!o la dcsnudcz subli-me de ia obra abstracto celcbrada poria filosofia, y la propo-sicio n de relaciones nuevas e inter.icrivas que haec el a rtista 0el cornisario de nuestras exposiciones conternporaneas. POl'un la do, tenemos el proyecto de la revoluci6n esretica en queel_arte secorivicrte e n una forma de vida, es decir supr ime sudiferencia como a rrc. POI' cl otro rcncrnos la rcpr es cn racionrcbe lde de b o b ra en 1 < 1 que la pr omcsa politic sc cncucnrrapreservada negativamente: por la separaciori entre la formaart istica y las otras formas de la vida, pero rarnbien por lacon trad icci 6n intern 3 a es ta fo rl11 3 . - ' 1 > - "1'- - .. '" J ! ,; , '" ,-

(1 esccnario dc la rcv olu cio n cstetica sc proponc tra u sfo r-' i n : : i l ~ - r a--i~decision cstetica de las relaciones de dornil1 io _.en:, ' : p ri ~cipi~__g~~s:r.?_d_o.rd Ll n rn Y _ I _ ' l ~ i . ~ jI _l _ _ : _ _~~!~_:U~i. 9 : 9 ! Es ta pro po--sicia-nopone rcvolucion 3 rcvoluciou: a 13 revolucion politicaconcebida como revoluciori esratal que reconduce de hecho laseparaci6n de las h umar iidadcs, opone la revoluci6n comoformaci6n de una comunidad de la percepci6n. Esta es la for-mula matricia l que res LIme el celebre Proyecto mas antiguodel idealismo alern an r edacta do en cornun por I-Iegel,Schelling y Holder lin. Este opone al mecanisme muerto delEstado la fuerza viva de la comunidad alimentada por laencarnaci6n sensible de su idea. Sin ernbargo, la mas simpleoposici6n entre 10 muerto y 1 0 vivo opera de hecho una doblesupresi6n. Por un lado, hace desaparecer la estetica de lapolitica, la practica polirica del disenso. Propone en su lugar13 formaci on de U!13 comunidad consensual, cs decir ya node una comunidad en la que todo el mundo esra de acuerdosino de una comunidad llevada a cabo como comunidad depercepci6n. Per o para eso , cs nccesario ta mbicn rransforrnarel l ibre jucgo en Sll contra r io , en la actividad de un espiri-tu c 0 11q 1I is ta c l 0 r q LIe S LIp r i 111c 1a ~111ton ( ) m i a de la a p ,H iC l1 ciaesterica, tiansformando toda aparicncia sensible en rnanifes-30


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tacio n de SL I pro pia auton orn ia. La ra rea de la educacionesrctica, preconizada por el Provecto mas antigut del idea-lisnio a leman, corisiste e n hacer las ideas sens ibles, en s L IS t i tu i ra b antigun m it ologia: un tejido vivo de cxperiencias y de ere-

- - e I 1 C i ~ l S COIl1Ul1CS cornpnrtidas por L 1 elite y por el pueblo.EI progr.una cstcrico cs cnronces e xactarncnte cl de unamctnpolitica que se propone llevar a cabo en rcalidad, y en elterrene sensible, una tarea que la politica no podra jarnas .:

. . . . . . " - - . .hucer 1 1 1 ; : 1 . 5 que en el terreno de la apariencia y de la forma. ~ ,/ ( ' ,0-'- Como sabcrnos, este programa no se ha lirnirado a clefinir>J~~; o ( )unicamente una idea de la revoluci6n esterica, sino una idea de ' i C l i t . ' c R ( ~ " ' . ' - . .la revoluci6n a secas. Sin haber tenido la ocasi6n de leer ese Jborrador olvidado, Marx podia, cuarenta aries despues, a pli-carlo palabra por palabra al escenario de la revoluci6n no yapolftica sino hurnana, aquella revoluci6n que, ella tarnbien,debra llevar a cabo la filosofia supr irniendola y poner al hom-bre en posesi6n de aqucllo de 1 0 que no ha bia tenido h astaentonces 1 1 1 : : 1 S que la aparienciu. Al mismo tiempo, lvlarx pro-poriia la nueva idenrific.icion perrna nenre del hombre estetico:el hombre proc!uctor, producienclo a l m isI110 ciempo los obje-ro s y las relaciones socia les en la s que se produccn estes.Sobre la base de esta identificaci6n la vanguardia marxista yla va nguar dia art isrica pudicron coincidir en torno a los ariosveinte y ponerse de acucrdo sobre el m ismo prograrna: lasupresi6n corijunra del disenso politico y de la hetcrogeneidadesterica en la consrruccion de formas de vida y edificios de la~ 1ueva vida.) '

Es frecuente relacionar esta imagen de b revolucion esreri-G1cou la cat.isrrofe lItOPICl y rora lir.uia . Sin embargo, elproyecto del arte como forma de vida no se limita al pro -grama de supresion del artc proclamado en una epoca porlos in gen ieros co nstructiv istas y lo s artisr.is fucuristas 0 supre-matistas de la Revoluci6n sovierica. En una tradici6n ideologi-cu disrinru inspire a los artisrus de l movimicnto Arts (m e!Cr~IILs. Sc contiuuu entre los arrcsur.os/artistas del movirnicnro

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de las artes decoratiuas, conocidas en su tiempo como cutesocial-", y entre los ingenieros 0 arq uitectos del Werl


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.)UtiKt PUll T1CAS ESTETICAS

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Ie pide que se rea lice, es decir que se suprirna de hccho, quesupr irna esa heterogeneidad sensible en la que se basaba laprornesa esrerica.

Estel supresi6n de la forma en el acto es 1 0 que rcchazn laorru gran imagen de l.i politica caracrerisrica del regimenesterico del arre, la polirica cle la forrna rebelde. La forma afir-rna en ella su poliricid.id aparr.indose de cualquier forma deintervenci6n sobre y en el mundo prosaico. La diosa schille-r ia na es portadora de una promesa porque esra ociosa. Lafunciori social del arte consiste en no tcner ninguna , diraAdorno haciendose eco. La prornesa igualitaria esra ericerradaen la autosuficiencia de la obra, en SL l incliferencia a cua lquierproyecro politico concreto y su rechazo de cualquier partici-pac ion en la dccoraciori del mundo prosaico. Por eso, a media-dos del siglo XIX, la obra sobre nacia, } _ ~ ~ _ g l ~ r _ 0


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)transformaci6n en acto rnctapolitico y la asim ilaci6n a las for-

-:- 'm as de la vida estetizada. Esta ex igencia es la que ha resurni-"-.'. . do la esret ica de Adorno. EI potencial politico de la obra esr.i(" , '. - ..:-){ ) /: . . -:, ligado a su diferencia radica lrle las forrnas de la merca ncia/ ,)~ ./ ~ -:------..stetizada _ _ del mundo adrninistrado. Pero este potencial no"'"c reside en el simple a islarnicnto de laobra. La pureza que este

, > , , _ aislarniento autoriza es la pureza de la corirradiccion interna,de la disonancia por medio de la cual la obra da testimonio delmundo no rcconciliado. LJ autonomfa- de la o br'~ sc l{ br~ ber-gl; -r; ' ;{conc~ptL-;~1[jz~~'a~{por Adorno cs de hecho una doblc here-ronomia: a fin de clenunciar mcjor la division capita lista deltrahajo y cl crnbcl lcc imicnto de la m crcauci.i, debe cargal' lastintas. D ebe ser toda via mas mecanica, mas inhumaria quelos productos del consume de masas capitalista. Sin embargoesta inhumanidad dcscubre a SLI vcz cl paper de [0 rcpr irnido,que viene a perturbar la perfccra disposicion tccnica de [3 . obraautoriorna rccordanclo aqucllo que la fundamcnra: la scparu-cion capitalista del trabajo y del placer.

En esta [6gica, la prornesa de erna ncipacion no puede man-tenerse mas que al precio de rcchazar cualquier forma dercconciliacion, de mantener la clistancia entre la forma disen-sual de la obra y las formas de la experiericia ordinaria. Estavision de [a po1 iticidad de la obra tiene una grave consecuen-cia. 0 bliga a plantear la diferencia estetica, guardiana de lapromesa, en la tex tura sensorial m isma de la obra, reconstitu-y endo en cierto modo [a oposicion volteriana entre dos forrnasde sensibi1 iclad. Los acordes de scprirna dism inuida que lucie-ron las delicias de los salorics del siglo X IX hoy y a no puedenser oidos, dice Adorno) ;1 menos que se haga rrarnpa lO . Sin uestros of dos pucdcn toda via cscuc harlos COil placer, la p [0-mesa estetica, l ! : promcsd de erna nci paci6n es convicta de fa [-sedael.I n ADOR!'-10__, T hcoclor \'( /. Filosofia de fa nueva mustca. M adrid: Akal,20 '03,34


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-.J'-.IuI\L , '-.ILl' ,,--r.J t:::. It IILAS

Sin embargo l!ega u n ella en que podcrnos vo lvcr aescucha rlos. Como llega un d fa en que pod em os vo 1vc r averm o tivos figur~1 tivos sobre u n lienzo 0 haeer a rte e xpon ie ndoarriculos tornados cle la vida co t idiana. H ay quicn querr iave r a q II f la s e 11a! dell n a r 1Ip t II r a r ad icd ell y on 0 III b re p r () p i()seria posmoderniclad. Peru csras nociones cle modcr nidad yde posmoclernidad proyecran a bu siva rne nre en el tiempo ele-mentos a nrugonicos cuy a tension anima todo e l regimen-es retico del cute. Este h a vi vido siempre de la rensio n de los

--contrarios. La a u ro norn ia de h experiencia estcr ica quefuridn la idea del Arte como rea lidn d a u t o no m a va aeompa-iia da de la supresi6n de eualquier criterio pr agrnarico quesepare e l dominio del arre del de no cute, el a is larnie nro dela 0bra de las fo r mas de la vida eoleeti va. N o hay r uptur aposmoderna. Pero ha y una dia lectica de la' obra ( ~ _ c }pQIf_~ i~a~_n1ente-polrtie(1 )>. Y hay un lIm ite en cl que su provee[o mismosea n u l a . .--.----------------._ - D e este lim ite de la obr a autonoma/hereronorna, poliricapor su distancia misrna con cualquier voluntad politica, da tes-timonio la csretica ly orar dia na de [0 sublime. La variguardiaarr isrica sigue esrando cI1cargadcl de 1


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quc haccn de elias una ernpresa industrial a rentabilizar; peda-gogf:l desrin;ld;l a accrc:u el n rrc ;1 los grupos socia lc s ajcnos ael; intcgracion del artc en una cultura , ella rnisrna polimeri-za da en culruras vincula das a grupos sociales, etnicos 0 sexua-les. EI cambate del arte contra la cultura establece entoncesuna linea de frente que pone del m ismo lado la defensa delmurido contra la so ciedad, de las obras contra los pro-ductos culturales, de las cosas contra las imageries, de las ima-genes contra los sign os y de los signos contra los sirnulacros.ESL~_~_ en"~ !l1ciase liga L icilmente a las acritudes politicas quepiden el resrablecimiento de 1 ~1enserianz a republicana frente < 1la (Ti-sc;rClcli)i1"dc-lllocdtlccl -dc! cej"liT)-ciinicnto, de los cornportu-rnientos __y_""s leos valores. E implicaunjuicio negative globalsobre la ag i tac i6n cO"~ ltC"r l1:orK~~ea) "CI11pe l1agd._ " ")~""borrar "l;~sfroriteras en trc el arte y la vida, los signos y las cosas.

Pcro a l m isrno ticrnpo este C1rtC celosarnente protcgido ticn-de a no ser 111 ;:1Sue el testimonio de la fuerza del O tro y dela catastrofc continuamente provocada por su oivido. EIexplorador de vanguardia se convierte en el centinela que velalas vfctimas y conserva [a memoria de la carastrofe. La poliriI ca de [a forma rebelde alcanza entonces un punto en-que ella! "tam biense" anula: ""y 10 hace" no ya "en la archipo[itica de la "revoluciori del mundo sensible, sino en la identificaci6n deltrabajo delarte con la tarea etica del testimonio en que a rte ypolftica se encuentran, una vez mas, anuladas al m ismo tiern- .po. Esta disoluciori etica de la heterogeneidad estetica cor reP;-;~~J;~ -;;l" "" to da una c orrie nte ccntempor.i nea de pensarnien-

\ to , que disuelve la lisensualidad .politica en una archipoliticade la excepciori y remite cualquier forma de dom inaci6n 0 decrnancinacion a la glohalidad de una cat.istrofe ontologie dela que solo D ios pucclc Iibra r nos.

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Jacqes Ranciere - Políticas estéticas

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