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ISSN en línea: 2683-6939
ACTAS
JORNADA INTERUNIVERSITARIA DE TRADUCCIÓN E INTERPRETACIÓN “DERRIBAR MITOS Y CONSTRUIR
FUTURO”
Segunda Edición
20 de septiembre de 2019
Salón Auditorio Universidad de Morón
Compilación: Paula Ortiz
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Actas Jornada Interuniversitaria de Traducción e Interpretación “Derribar mitos y construir futuro” Segunda Edición; compilado por Paula Ortíz. ‐ Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Formamos Traductores, 2019.
1. Traducción, interpretación. I. Ortíz, Paula, comp.
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta obra puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio electrónico o mecánico, incluyendo fotocopiado, grabación o cualquier otro sistema de archivo y recuperación de información, sin el previo permiso por escrito del Editor y el autor. El contenido de las disertaciones recopiladas en estas actas es responsabilidad de cada autor. ISSN en línea: 2683‐6939
Formamos Traductores Directores de Carrera de Traductorado Público Lavalle 1878, Tel: 4372‐5115 Ciudad Autónoma de Buenos Aires Diseño y diagramación: Paula Ortiz ISSN en línea: 2683‐6939
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COMITÉ EJECUTIVO DIRECTORES de CARRERA de las UNIVERSIDADES PARTICIPANTES
Marta Baduy
Universidad Nacional de Córdoba Claudia Bértolo
Universidad Nacional de Lanús Irene Binia
Universidad Nacional de Cuyo Melissa Brandan
Universidad Nacional de La Rioja Adrián Brizuela
Universidad Nacional de Catamarca Inés Castelli
Universidad Católica Argentina Mónica Giozza
Universidad del Aconcagua Milton Hein
Universidad Adventista del Plata Marcelo Ingratta
Universidad CAECE Fabiana Lassalle
Universidad del Museo Social Argentino Patricia López
Universidad de Morón Paula Ortiz
Universidad del Salvador Alejandro Parini
Universidad de Belgrano Beatriz Rodríguez
Universidad de Buenos Aires Victor Sajoza Juric
Universidad Nacional de Córdoba Sara Salinas
Universidad Nacional del Comahue María Leonor Sara
Universidad Nacional de La Plata
COMITÉ DE EVALUADORES
Julieta Amorebieta y Vera Universidad Nacional de La Plata
Mariana Chaijale Universidad Nacional de La Rioja
Daniela Costa Universidad del Museo Social Argentino
Fernando DʹAgostino Universidad de Belgrano
Adriana Gigena Universidad Adventista del Plata
Paula Josefina Liendo Universidad Nacional del Comahue
María Eugenia Melerio Universidad CAECE
María Laura Perassi Universidad Nacional de Córdoba
Mariela Santoro Universidad Nacional de Lanús
Carlos Fernando Savio Universidad Nacional de Catamarca
Pablo Sosa Universidad Católica Argentina
María Paz Velasco Universidad de Morón
Ofelia Veltri Universidad del Salvador
Fabiana Vieguer Universidad Nacional de La Plata
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Prólogo En esta segunda edición, presentamos, por orden de exposición, los trabajos presentados por los disertantes de la Segunda Jornada Interuniversitaria de Traducción e Interpretación “Derribar mitos y construir futuro”, organizada por las universidades que dictan la carrera de traductor público del país, destinada a proporcionar un espacio de encuentro, reflexión e intercambio para la comunidad educativa y académica cuyo objeto de estudio es la traducción e interpretación.
El intercambio entre estudiantes universitarios de las diferentes universidades, donde ellos fueron los protagonistas en su calidad de oradores, nos permite a todos alcanzar la excelencia en lo entre quienes compartimos el mismo interés académico.
Nuevamente, tuvimos el agrado de escuchar a estudiantes que presentaron excelentes exposiciones sobre variadas temáticas y con un fuerte compromiso, a quienes agradecemos muy especialmente por su participación al enriquecer esta Jornada.
Seguimos creyendo firmemente en que estas disertaciones contribuyen a un apasionado debate, investigación y estudio de los diversos aspectos de la traducción e interpretación.
Comité Ejecutivo
Directores de Carrera de las Universidades Participantes
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Índice Prólogo ..................................................................................................................................................... 5
Estilo indirecto libre en Jane Austen: un estudio de traducción ..................................................... 9
Herramientas tecnológicas y formación de traductores. Un viaje para reflexionar ................... 13
Traducción árabe‐español: problemas y desafíos ............................................................................ 17
La traducción inglés español de los nombres propios en el ámbito geopolítico .................... 21
Cómo traducir lo intraducible ............................................................................................................ 27
El traductor invisible ante el mundo ................................................................................................. 31
Enfoque Cognitivo de la Interpretación Simultánea. ...................................................................... 37
Traducción de videojuegos ‐ el arte de la localización ................................................................... 43
De Borges a Terminator: ¿La Traducción Automática Neuronal viene por nosotros? .............. 47
Acortando Distancias — la Traducción entre el Chino y el Español ............................................ 51
Localización en la traducción publicitaria ........................................................................................ 55
Pensemos la traducción jurídica pensando en el cliente ................................................................ 61
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Gonzalez, Ian; Sonini, Tomás. Actas (2019) 9
Estilo indirecto libre en Jane Austen: un estudio de traducción
Gonzalez, Ian; Sonini, Tomás*
Universidad CAECE, Sede Mar del Plata Resumen
Existen muchas maneras de expresar lo que un personaje de ficción dice o piensa, que contribuyen a la diversidad literaria. Cada autor o autora elegirá distintas maneras de reproducir discurso ajeno acorde a lo que decida transmitir al lector en cada caso. Entre estos modos, uno se destaca particularmente por su misterioso valor estilístico, que al día de hoy sigue siendo objeto de investigación entre académicos del campo: el estilo indirecto libre (o free indirect discourse). Este modo, relativamente nuevo en la lengua española, ha sido utilizado desde hace varios siglos en las literaturas europeas. Así, si uno observa las primeras traducciones de literatura europea clásica, puede claramente percibir las dificultades con las que se encontró ese traductor. En estas traducciones, ciertos aspectos del estilo indirecto libre se pierden en el proceso de traducción, y la versión en español es estilísticamente insuficiente. Este estudio se centrará en la literatura de Jane Austen y se enfocará en analizar y compensar las pérdidas de carga estilística que surgen en el proceso traductológico. Se seleccionará un fragmento del original que contiene un caso de estilo indirecto libre y se lo comparará con su traducción al español en busca de pérdidas estilísticas. Luego se intentará, con la ayuda de distintos recursos narrativos y técnicas de traducción, subsanar estas pérdidas estilísticas en la versión traducida. Este estudio le brindará a la comunidad traductológica herramientas para enfrentar estos casos en la traducción literaria y mejorará la experiencia literaria de cualquier lector monolingüe acercándole un producto más fiel.
INTRODUCCIÓN
El diálogo es un elemento esencial en la literatura de ficción, y, a lo largo de la historia, se han desarrollado distintas maneras de reproducirlo. Existen varios modelos y trabajos que describen la representación del discurso: Fludernik, 1993; Leech y Short, 1981; Simpson, 1993; entre otros. En estos casos, las categorías básicas de representación son estilo directo, estilo indirecto, estilo directo libre y estilo indirecto libre, aunque la mayoría de los autores explica que no hay una división precisa entre las categorías, sino que pueden encontrarse mezcladas o en formas intermedias.
En el Estilo Directo (ED), el discurso se reproduce citando textualmente las palabras o pensamientos del emisor original entre comillas, acompañado por una reporting clause o «cláusula introductoria». También suelen contener signos de exclamación, interjecciones, muletillas y otras particularidades de dicción que imitan el estilo y el registro del emisor original. Por ejemplo, Galileo dijo: «La tierra se mueve».1«¿Vendrán mañana a casa?» se preguntó Juan.
El Estilo Indirecto (EI) se usa para comunicar el discurso ajeno. Los pronombres de primera y segunda persona ocurren en tercera, los deícticos se adaptan al tiempo y al lugar del narrador y no del original2, y los tiempos y modos verbales se transforman («mueve» — «movía»). Además, el EI suele formarse con oraciones subordinantes. Por ejemplo, Galileo dijo que la tierra se movía. Juan se preguntó si irían el día siguiente a su casa.
El Estilo Indirecto Libre (EIL), podría decirse, comparte algunas características con el ED y otras con el EI. Esta forma de representación no se encuentra atada a las formalidades del ED y el EI puros, sino que puede desplazarse entre ellos según el contexto y la intención del mensaje; en esa desviación de la norma yace su valor estilístico. En
* Ian Gonzalez y Tomás Sonini son traductores técnico‐científicos y estudiantes avanzados de la carrera de Traductor Público de la Universidad CAECE, sede Mar del Plata. Esta investigación fue realizada como parte de la materia Metodología de la Investigación del último año de la carrera de Traductor Público de la misma Universidad. Contacto: [email protected] 1 Estos ejemplos de Galileo son originalmente de Graciela Reyes, Polifonía textual (1984: 243), citado en Zaro (2006) 2 Así, deícticos de tiempo y lugar como «aquí», «venir» y «mañana» se convertirán en «allá», «ir» y «el día siguiente», porque el narrador es un tercero ajeno al mundo ficticio que observa a los personajes desde cierta distancia. © Formamos Traductores. Jornada Interuniversitaria de Traducción e Interpretación “Derribar mitos y construir futuro”. Segunda Edición (2019). ISSN en línea: 2683‐6939
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10 Actas (2019) Estilo indirecto libre en Jane Austen: un estudio de traducción
Stylistics, Simpson (2004) explica que, para obtener la forma «libre» de un estilo (ya sea directo o indirecto3), se debe eliminar la cláusula introductoria y las comillas. Por ejemplo, La tierra se movía. ¿Irían el día siguiente a su casa?
Pascal (1977) nota que a través del EIL el lector recibe una voz dual (dual voice) que mediante el vocabulario, la estructura gramatical y la entonación fusiona la voz del personaje con la del narrador. En otras palabras, el narrador y el personaje se funden en una sola voz que puede no ser fácilmente individualizada por el lector.
Unos años después, Leech y Short (1981) señalan que el EIL es una forma que contiene indicadores de la intervención del narrador, pero mantiene parte de la esencia del discurso original. Estos indicadores por lo general son sutiles y poco evidentes para el lector casual, lo que contribuye a crear esa incertidumbre al identificar al emisor del mensaje. Según Zaro (2006), «la carencia de verbos introductores explícitos (…) permite expresar directamente los pensamientos del personaje en toda su intimidad, pero provoca ambigüedad al confundirse con los del autor». Este estilo es el más rico estilísticamente y el que más se investiga. Además, fue el estilo que les resultó más problemático a los primeros traductores que lo enfrentaron.
Si bien es extensa la literatura sobre este modo de representación del discurso, poco se encontró sobre la traducción al español de este estilo. Entre lo encontrado, destaca Juan Jesús Zaro, con su trabajo Problemas de traducción del estilo indirecto libre en la novela inglesa clásica (2006). En su investigación exploratoria sobre este tema, Zaro nota que, si bien el EIL es básico en la novela europea moderna, las traducciones al español no son muy satisfactorias y presentan insuficiencias.
Junto con el avance de las técnicas, necesidades y expectativas de traducción del último siglo, aparece la necesidad de entender íntegramente los valiosos recursos utilizados en la literatura, con el fin de producir mejores traducciones y no empobrecer la experiencia de quienes no pueden leer una obra en su idioma original.
Así, tomamos la siguiente pregunta como el problema que dirige la presente investigación: ¿Puede el traductor recuperar (total o parcialmente) la multiplicidad de efectos que conlleva el EIL en traducciones literarias directas complementando este estilo con otros recursos estilísticos? Un ahondamiento en este tema contribuiría a mejorar la calidad de las traducciones literarias, y serviría a la comunidad de traducción en general. Además, cabe recordar que ciertos autores utilizan el EIL en inglés con mucha frecuencia y se ha convertido en una característica distintiva de su estilo; es por esta razón que una traducción insuficiente de estos autores resultará en la pérdida no solo de los efectos del EIL en la traducción, sino también de la esencia del autor que se está traduciendo.
El presente trabajo busca contribuir al repertorio de mecanismos y técnicas utilizables por los traductores que se encuentren con este modo en inglés.
METODOLOGÍA
Este es un estudio de caso, y el caso a estudiar será la literatura de Jane Austen, particularmente la novela
Mansfield Park, de donde se extraerá un fragmento que presenta estilo indirecto libre. La autora tiene un estilo muy marcado: usualmente busca que el lector empatice con los personajes y experimente una cercanía casi íntima con ellos; cercanía que Austen genera mediante el EIL. Entonces, si el traductor altera estos mecanismos textuales, la experiencia será diferente, y se perderá parte de la esencia de la autora. Los usos que Jane Austen le da al EIL son variados y muy ricos estilísticamente, y analizarlos a fondo puede aportar conocimientos que servirán a la hora de sacar conclusiones.
Concretamente, se tomará un fragmento del original que utilice este estilo en inglés y su respectiva traducción (insuficiente) al español. Se analizará y explicará el efecto estilístico del EIL en el fragmento original y se identificarán las falencias del fragmento traducido. Luego, se propondrá una versión propia que intente subsanar estos efectos. Para el análisis de los fragmentos y para realizar nuestra propuesta, consultamos una lista de recursos, técnicas y conceptos creada por nosotros mismos. Si bien no todos los recursos serán aplicables en todos los casos, nos pareció un buen punto de partida confeccionar una lista que nos ayudara a individualizar y trasladar correctamente sus efectos. La lista de recursos es la siguiente: el concepto de punto de vista o «focalización» de Levenston y Sonnenschein (1986); los distintos grados de «libertad» que pueden tener las formas indirectas libres, de Simpson (2004); el concepto de oratio quasi obliqua (OQO) presentado por Reyes (1984), las técnicas y procedimientos de traducción de Vinay y Darbelnet (1995), y las estrategias de traducción semántica y comunicativa de Peter Newmark (1988).
ANÁLISIS
3 En la presente investigación, el estilo que nos interesa es el estilo indirecto libre, no el directo.
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Gonzalez, Ian; Sonini, Tomás. Actas (2019) 11
FRAGMENTO – MANSFIELD PARK (1814) She jumped up and moved in haste towards the door, crying out, “I will go to my uncle. My uncle ought to know it as
soon as possibleʺ. But this could not be suffered. The opportunity was too fair, and his feelings too impatient. He was after her immediately. ʺShe must not go, she must allow him five minutes longerʺ, and he took her hand and led her back to her seat, and was in the middle of his farther explanation, before she had suspected for what she was detained (p. 308).
(...) se levantó y echó a correr hacia la puerta, exclamando: “Voy a ver a mi tío. Tiene que saberlo lo antes posibleʺ. Pero no la dejó. La ocasión era demasiado buena, y los sentimientos de Henry Crawford demasiado impetuosos. Corrió tras ella en seguida. “No debe escapárseme, tiene que concederme cinco minutos más”. Y la cogió de la mano, la devolvió a su silla, y antes de que ella sospechase por qué la retenía, andaba él ya en mitad de nuevas explicaciones (Trad. de Francisco Torres Oliver, p. 328).
ANÁLISIS DEL FRAGMENTO ORIGINAL
Este caso de EIL es un claro ejemplo del efecto que Pascal (1977) reconoce como dual voice, o la fusión de la voz del narrador con la de un personaje. Más que solo una doble voz, la atribución que podemos hacer a narrador o personaje parece fluctuar a lo largo de la oración; al comienzo, los lectores parecen acceder a un pensamiento de Henry directamente, mientras que hacia el final de la oración, ese comentario fácilmente podría atribuirse al narrador. Esta ambigüedad se debe a que coexisten marcadores contradictorios: el tiempo presente y las comillas, que parecen indicar que esto es un pensamiento de Henry, y la referencia en tercera persona him, que parece indicar que esto es un comentario del narrador ya que Henry hubiera pensado me. Esta coexistencia parece indicar un efecto adicional: el narrador funde su voz con la de Henry porque está de acuerdo con él. Como figura ajena y externa al mundo ficcional, el narrador observa los hechos y reacciona de distinta manera a ellos, al igual que los lectores. En este caso, pareciera que el narrador se pone del lado de Henry y opina: ¡Por favor, dale cinco minutos más! Añadiendo así otra capa de complejidad al EIL.
ANÁLISIS DE LA TRADUCCIÓN
En la traducción, el EIL se convierte en un estilo directo y se pierden todos los efectos del fragmento original: la
fusión de las dos voces, la fluctuación entre ellas, y la sensación de que el narrador observa cómo se desenvuelve la escena junto con los lectores (y se le escapa un comentario). Al convertir la oración a un estilo directo, se la debemos atribuir completamente a Henry: queda claro que esa oración es un pensamiento exclusivo del personaje, y el narrador, al no influenciar de ninguna manera el mensaje, nos deja vía libre hacia la mente de Henry.
PROPUESTA
Los efectos de este caso se podrían recuperar con una traducción como esta: «No puede irse… tenía que concederle cinco minutos más. Aquí se traspasa el EIL, pero modulado de manera que se mantengan los distintos efectos que lo componen. Con esta opción, se agudiza la fluctuación entre voces mediante modificaciones a las dos mitades del caso. Como se explicó anteriormente, la primera mitad (She must not go) pareciera ser un pensamiento atribuible a Henry, mientras que la segunda mitad (she must allow him five minutes longer) pareciera ser un comentario del narrador sobre la situación. Para agudizar este efecto en la traducción propuesta, consideramos las dos mitades como independientes. La primera mitad se mantuvo casi igual, con la comilla al inicio que señaliza a los lectores que lo que están por leer es un pensamiento de Henry. La segunda mitad, en cambio, sí se modificó: en primer lugar, se traspuso el tiempo presente al pasado (tiene a tenía) para alejar esa voz de la diégesis4 y que «suene» más como el narrador; en segundo lugar, se elimina la comilla que debería cerrar la oración. Esta última modificación contribuye a la idea de fluctuación en la oración, que comienza desde una voz (la de Henry, que bien podría tener comillas) y termina desde otra (la del narrador en tercera persona y con cierto nivel de abstracción, que puede no tener comillas). Además, para reducir la distancia entre estas dos mitades, se cambió la coma del fragmento original por puntos suspensivos, que, además de funcionar a nivel sintáctico, funcionan a nivel gráfico,
4 En la ficción, la diégesis es el mundo en el que los personajes viven y los eventos de la narración suceden. El narrador en tercera persona omnisciente, por ejemplo, es un observador alejado de la diégesis; mientras que un narrador en primera persona (que también es un personaje) es parte de la diégesis de esa obra.
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12 Actas (2019) Estilo indirecto libre en Jane Austen: un estudio de traducción
ya que la división parece más estrecha a ojos de los lectores, a diferencia de la coma (que, por cierto, sería errónea), el punto y coma o el punto.
CONCLUSIÓN
En vista de los resultados, se puede responder a la pregunta que condujo la presente investigación: ¿es posible recuperar la multiplicidad de efectos que conlleva el EIL en traducciones literarias directas complementando este estilo con otros recursos estilísticos? Sí, es posible.
Nuestros resultados se alinean con la conclusión preliminar propuesta por Zaro en Problemas de la traducción del estilo indirecto libre…, donde señala que una combinación de recursos podrían compensar el efecto pretendido por el EIL.
Mediante un análisis exhaustivo de los efectos del EIL original, su traducción insuficiente y la propuesta de una traducción que subsane esas insuficiencias, podemos confirmar que el traslado del EIL al español puede efectuarse, pero no sin cambios. Se debe identificar e individualizar la multiplicidad de sentidos contenidos en él y luego reproducirlos en la lengua meta mediante la complementación con otros recursos. Para eso, aportamos una lista con algunos de estos recursos que puede ser de utilidad para quien enfrente una traducción que contenga EIL5.
Creemos que el presente estudio de caso representa un gran aporte a la traducción en general y más específicamente a la literaria, al proponer una lista preliminar de recursos que los profesionales pueden consultar para idear maneras de traspasar la pluralidad de efectos que presenta un caso de estilo indirecto libre.
Esperamos que futuras investigaciones se propongan ampliar la compilación de recursos aportada y experimentar con ella, con distintos parámetros metodológicos, con traducciones inversas, con otros autores y hasta con distintas combinaciones de idiomas para llegar a un mayor ahondamiento en este tema.
BIBLIOGRAFÍA AUSTEN, JANE (1958). Mansfield Park. Edimburgo: Nelson and Sons. AUSTEN, JANE (1995). Mansfield Park. Trad. de Francisco Torres Oliver. Barcelona: Alba. ZARO, Juan Jesús (2006). Problemas de traducción del estilo indirecto libre en la novela inglesa clásica. FLUDERNIK, Monica (1993). The Fiction of Languages and the Languages of Fiction.Londres: Routledge. LEECH, Geoffrey N. y SHORT, Michael H. (1981).Style in Fiction: A Linguistic Introduction to English Fictional Prose.
Londres: Longman. PASCAL, Roy (1977). The Dual Voice: Free Indirect Speech and Its Functioning in the Nineteenth century European Novel.
Manchester: Manchester University Press SIMPSON, Paul (2004). Stylistics: A resource book for students. Londres: Routledge. SIMPSON, Paul (1993). Language, Ideology and Point of View.Londres: Routledge LEVENSTON, E. A. y G. Sonnenschein (1986).The Translation of Point‐of‐View in Fictional Narrative.En J. House y S.
Blum‐Kulka, eds.
5 Hacemos referencia a la lista mencionada en la Metodología de la presente investigación.
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Albano, Daniela; Grosso, María Laura. Actas (2019) 13
Herramientas tecnológicas y formación de traductores. Un viaje para reflexionar
Albano, Daniela; Grosso, María Laura*
Universidad de Buenos Aires Resumen
En abril de este año, algunos estudiantes de la carrera del Traductorado Público de Alemán de la Universidad de Buenos Aires realizamos un breve viaje de estudios a distintas universidades de Alemania con financiamiento del Servicio de Intercambio Académico Alemán (DAAD). El Máster en Traducción y Nuevas Tecnologías de la Universidad del Sarre fue un punto destacado del viaje, pues allí la tecnología es de primerísima importancia en la formación de los traductores.
En esta exposición hablaremos sobre este viaje y las reflexiones que despertó acerca de nuestra propia carrera en la UBA. También se observarán las materias o talleres que se ocupan de las tecnologías de la traducción en los planes de estudio de las carreras de traductor público en algunas universidades nacionales. Finalmente se realizará una comparación entre estos planes de estudio argentinos y el del Máster en Traducción y Nuevas Tecnologías de la Universidad del Sarre, y se llamará a la reflexión sobre el lugar que debería ocupar la tecnología en la formación de traductores.
En abril de este año, doce estudiantes de la carrera de Traductorado Público de Alemán de la Universidad de Buenos Aires junto a tres profesores realizamos un breve viaje de estudios a Alemania con la ayuda de una beca otorgada por el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD). El viaje de estudios consistió básicamente en la visita a las Universidades de Leipzig, Heidelberg y Sarre. En las tres casas de estudios tuvimos la posibilidad de participar activamente en las clases y de familiarizarnos con los diferentes planes de estudio y las posibilidades de intercambio. Si bien las tres Universidades nos resultaron muy atractivas frente a la perspectiva de estudiar un semestre en el extranjero, esto también nos llevó a reflexionar sobre las diferencias con nuestro plan de estudios. El último destino del viaje —la Universidad del Sarre— resultó ser el que nos condujo al interrogante respecto de la tarea del traductor en la actualidad.
La Universidad del Sarre
La Universidad del Sarre se encuentra en el Estado Federado El Sarre, al sudoeste de Alemania, en su frontera con Francia y Luxemburgo. Fue fundada en el año 1948 y consta de seis facultades: Medicina, Matemática e Informática, Ciencias Jurídicas, Ciencias Sociales y Económicas, Ciencias Naturales y Técnicas, y Filosofía. Las instalaciones de todas las facultades se encuentran centralizadas en un campus universitario rodeado de naturaleza a 30 minutos del centro de la ciudad y al que se puede acceder a través de numerosos medios de transporte. La Universidad cuenta también con instalaciones deportivas (canchas de futbol, básquetbol, tenis, gimnasio, etc.) y algunas facilidades para los estudiantes, como un pequeño supermercado, habitaciones con tarifas accesibles, tiendas de librería y papelería, entre otros. Dispone además de una cafetería (Mensa) con una amplia variedad de
* Daniela Sol Albano es estudiante de la carrera de Traductor Público de Alemán en la U.B.A. Realizó un semestre de intercambio en la Universidad de Friburgo en la carrera de Germanística y Lenguas Romances, y dos semestres en la Universidad de Leipzig en el Máster de Interpretación de Conferencias. Participó en la traducción al español dos artículos sobre filosofía del derecho penal para la Revista de Derecho Penal en 2018 y 2019 de los autores Prof. Dr. D. Klesczewski y Stephan Stübinger. María Laura Grosso es estudiante de la carrera de Traductor Público de Alemán en la Universidad de Buenos. Se recibió de Abogada en esta misma casa de estudios en el año 2013. Desde el año 2011 desempeña funciones en el fuero de Familia del Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires. Con la financiación de la DAAD en mayo de 2019 formó parte del viaje de estudios organizado por la Coordinación de la Carrera de Traductor Público en Alemán a las Universidades de Leipzig, Heidelberg y el Sarre. Contacto: [email protected], [email protected] © Formamos Traductores. Jornada Interuniversitaria de Traducción e Interpretación “Derribar mitos y construir futuro”. Segunda Edición (2019). ISSN en línea: 2683‐6939
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14 Actas (2019) Herramientas tecnológicas y formación de traductores. Un viaje para reflexionar.
menús y precios promocionales para estudiantes y profesores. Es una Universidad con un perfil claramente focalizado en la investigación, el avance tecnológico y el afianzamiento de los lazos internacionales. Prueba de ello es el reconocimiento internacional de sus departamentos de informática y lingüística computacional.
Master en Traducción y Nuevas Tecnologías
En lo que respecta puntualmente al tema de nuestra presentación y a nuestro campo de interés, dentro de la Facultad de Filosofía encontramos el área de ciencias y tecnologías del lenguaje. Allí se dictan, como carrera de grado, el BA Language Science y, como posgrado, el Master en Traducción y Nuevas Tecnologías. Ambas son denominaciones nuevas, ya que hasta el año 2016 la carrera de grado era conocida como Ciencias Aplicadas del Lenguaje, Traducción e Interpretación. El Departamento de Ciencias y Tecnologías del Lenguaje cuenta con aulas provistas de la tecnología adecuada para la enseñanza de interpretación, realización de subtitulado, salas especialmente equipadas para conferencias y aulas de computación asignadas para la enseñanza de programación.
Durante nuestra visita a la Universidad del Sarre, profesores y alumnos del Máster nos presentaron la estructura del plan de estudios de las carreras de grado y posgrado. Una primera instancia de reflexión se dio al advertir las diferencias sustanciales entre los contenidos de ellas y los que estamos habituados a ver en los planes de estudio en la Argentina e incluso de las Universidades de Leipzig y Heidelberg, que habíamos visitado anteriormente. La diferencia principal entre la mayoría de los planes de estudio de las universidades alemanas y argentinas y el de la Universidad del Sarre radica en que este último tiene un contenido fuertemente focalizado en la tecnología, el uso de herramientas informáticas, las matemáticas y la programación. En este sentido, la Universidad del Sarre no busca formar traductores capaces de traducir en forma autónoma textos íntegros, sino profesionales que dominen las herramientas tecnológicas propias del área, como son los programas de traducción automatizada, las memorias de traducción, los sistemas de manejo de contenido, entre otros. De esta manera nos encontramos con una concepción innovadora del rol del traductor, cuya tarea ya no consiste en la elaboración íntegra de una traducción, sino en la edición del texto producto del uso de traductores automáticos.
Los contenidos que se dictan en la Universidad del Sarre no solo nos parecieron novedosos, sino que irremediablemente nos condujeron al interrogante: ¿Cuál es la tarea que debe realizar el traductor en la actualidad? ¿En qué contenidos deben focalizarse los planes de estudio de las universidades para formar profesionales que, al momento de ejercer, estén verdaderamente capacitados y se encuentren a la altura de las demandas del escenario laboral actual? En este sentido, si bien el viaje de estudios significó para nosotros un avance en cuanto al manejo del idioma y el contacto cultural —aportes, cuyo valor no puede ser menospreciado—, el aprendizaje más significativo estuvo dado por la nueva perspectiva en cuanto a nuestra función como futuros profesionales. La carrera de Traductor Público
La carrera de traductor público tuvo un largo recorrido histórico dentro de la Universidad de Buenos Aires. En 1915 era considerada como “profesión media” y se dictaba en la Facultad de Ciencias Económicas. En el año 1968 pasa a formar parte de la Facultad de Derecho, donde se cursa hoy en día.
El traductor público certifica la fidelidad de la traducción, y su participación como perito es fundamental en numerosos procesos judiciales. Se entiende que la tarea principal del traductor público es entonces enfrentarse a textos de naturaleza jurídica, ya sean contratos, poderes, sentencias o jurisprudencia en general. No obstante, a la hora de trabajar como perito, el traductor también podría tener que enfrentarse a vocabulario fuera de su expertise.
La carrera de traductor público como tal no existe en Alemania. Lo más parecido a ella es una especialización en traducción jurídica que se realiza en algunas universidades, como la de la Leipzig, por ejemplo. Sin embargo, los traductores públicos o traductores jurados sí existen. Para poder actuar como tal, dependiendo del estado federado alemán, se debe aprobar un examen ante el poder judicial de ese estado, el cual certifica la capacidad del traductor para ejercer como traductor jurado. En algunos estados alemanes ni siquiera es necesario contar con un título universitario de traductor, sino que basta con ser versado en la lengua extranjera para poder rendir el examen antes mencionado. Una vez aprobado el examen, el traductor cuenta con el aval del Estado para desempeñar su oficio ante las entidades pertinentes. Tampoco existe un colegio de traductores públicos como lo conocemos en Argentina. Cuando les contamos a los estudiantes y a los traductores y profesores alemanes sobre la colegiatura en Argentina, éstos se mostraron asombrados y consideraban tal organización algo realmente admirable, ya que otorga una protección única a los aranceles y a la labor del traductor.
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Albano, Daniela; Grosso, María Laura. Actas (2019) 15
Los Programas de Estudios
Por como hemos visto, a través del viaje nos hemos enriquecido tanto nosotros como ellos. La primera reflexión que se prestó luego de conocer el enfoque de la Universidad del Sarre es cómo está armada nuestra malla curricular.
En el caso de la Universidad de Buenos Aires, si observamos el programa de la carrera, podemos ver fácilmente que aprox. el 45% de las materias son de contenido jurídico. De hecho, el 64% de estas materias se cursa con los estudiantes de abogacía. El nivel de exigencia es realmente alto. Para muchos, innecesariamente alto; para otros, marca la diferencia en la formación. Si bien esta categorización está hecha grosso modo —ya que en materias como, por ejemplo, Derecho en Lengua Extranjera 1 y 2 también se ven otros contenidos además de los jurídicos—, lo que sí se puede ver claramente es la ausencia de materias que se dediquen a la tecnología aplicada a la traducción. Este no es solo el caso de la U.B.A., sino que en los programas de la Universidad del Salvador y la Universidad Argentina de la Empresa tampoco vemos, de buenas a primeras, nombres de materias que indiquen que se ven contenidos relacionados con la tecnología.
Somos conscientes de que seguramente este tema se vea dentro de otras materias, pero no tiene la importancia o el peso suficientes como para que existan asignaturas que lleven un nombre que así lo indique. La carrera de Traductor Público de Alemán de la Universidad de Buenos Aires ofrece la materia Traducción Inversa, en la cual se estudia la traducción de documentos de la lengua materna a la lengua extranjera. De su nombre no podemos desprender que realmente se trate el uso de las tecnologías; sin embargo, hace ya varios años que los docentes que dictan esta materia enseñan paralelamente a los alumnos a utilizar la herramienta SDL Trados. Este programa está instalado en todas las computadoras del laboratorio de idiomas de la Facultad de Derecho. Podríamos decir, entonces, que a pesar de que en el plan de estudios no esté plasmado, hay una pequeñísima fracción de la formación dedicada al aprendizaje de las tecnologías de la traducción. Lamentablemente, para el desarrollo de los traductores de la actualidad, esta fracción es demasiado pequeña. Al observar los programas de otras universidades, veíamos que pasaba algo muy similar al plan de estudios de la U.B.A. También sabemos que muchas veces los nombres de las materias o los programas pueden otorgar un vistazo superficial de lo que realmente se ve en la carrera, como el caso que mencionamos anteriormente. Por otro lado, también entendemos que muchas veces lo que no está contenido en un programa con un nombre propio que lo distinga probablemente no tenga una importancia significativa para la institución. En el caso de la Universidad del Museo Social Argentino, vemos que sí existen materias que hacen alusión directa a esas tecnologías. Por ejemplo: Taller de Informática Aplicada a la Traducción I o Taller de Herramientas Informáticas y Documentación Aplicada a la Traducción. También la Universidad de Lanús ofrece en su plan de estudios una materia llamada Tecnología Aplicada a la Traducción. Vemos que estas casas de estudios ofrecen materias que en su nombre y apellido contienen las palabras: informática, herramientas, tecnología.
Si bien sabemos que no son las únicas universidades en donde se estudia la carrera de traductor público en el país, a grandes rasgos podría decirse que varias de las universidades que analizamos no se ocupan activamente de que en la formación de sus traductores esté presente la tecnología. Siempre escuchamos hablar del traductor del futuro. Un traductor distante, lejano; un traductor que pareciera estar sentado en una nave espacial con un holograma que lo asiste y traduce leyendo la mente. Esta figura imaginaria del traductor del futuro es inexistente, pero lo que sí sucede desde hace ya muchos años es que la tecnología está ganando cada vez más campo en el mundo de la traducción y en el mundo en general. Obviarla o temerle es una postura infantil e inútil. ¿Acaso las universidades de arquitectura, por ejemplo, no les enseñan los estudiantes a usar AutoCAD? (Programa que realiza dibujos técnicos, dibujos que antes eran hechos a mano por los estudiantes).
De todas maneras, esta ausencia de tratamiento de las tecnologías en los planes de estudio no solo se observa en muchas universidades argentinas, sino también en numerosas universidades en Alemania, como la universidad de Heidelberg y la de la Leipzig, las cuales también visitamos y no parecían tener mallas curriculares muy distintas a las que estamos viendo aquí en ese aspecto. Por eso elegimos la Universidad del Sarre. Su enfoque es totalmente diferente, es absolutamente actual.
La competencia tecnológica del traductor es tan importante como su competencia traductora, en verdad no se las ve como algo separado. En el programa de Master en Traducción y Nuevas Tecnologías observaremos que, si bien cuentan con materias del área de la translatología y la lingüística, también abordan materias que trabajan el manejo de contenido, el marcado de texto, la programación, etc. Es decir, la actividad del traductor se centra y se basa en el uso de las herramientas y no solo de herramientas de traducción asistida, sino también cómo coordinar
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16 Actas (2019) Herramientas tecnológicas y formación de traductores. Un viaje para reflexionar.
grupos de traductores para trabajar con estas herramientas, e incluso realmente formar parte de la traducción automática.
En esta misma línea en Argentina el traductor público Damián Santilli impartió una ponencia el 2 de julio de este año en la Universidad de Buenos Aires. Él es egresado de la Universidad de Morón y también profesor en la Universidad del Museo Nacional Argentino y en la U.B.A. En su charla habló de las herramientas de traducción asistida, o CAT tools, que asisten a la traducción y que logran que el producto final sea consistente y menos permeable a errores. También mencionó otros tipos de herramientas como los diccionarios offline, las herramientas de mantenimiento, el reconocimiento óptico de caracteres, los contadores de palabras, etcétera. Gracias a esta ponencia pudimos realmente tomar conciencia de toda la tecnología que subyace al trabajo del traductor y que realmente no sólo lo facilita, sino que permite que el resultado final sea mucho más consistente y coherente, si es utilizada de la manera correcta. A su vez, hizo referencia a la posedición de los textos generados por traducciones automáticas, que es justamente un tema que también aborda el cuerpo de docentes de la carrera de Traducción y Nuevas Tecnologías de la Universidad del Sarre. Ellos aseguraban que el nuevo rol del traductor era el de editor con conocimientos de traducción. Conclusión
La traducción es un fenómeno cuyo estudio es relativamente reciente, al igual que su enseñanza en comparación con otras áreas del conocimiento. En su corta vida como carrera de educación superior ha tenido que afrontar cambios vertiginosos de la mano de la tecnología, ya que el rol mismo del traductor ha evolucionado con ella. Quizá esa sea la razón por la cual ha sido difícil que los planes de estudio se adecúen a su desarrollo.
Tal vez debamos tomar la iniciativa y adelantarnos a estos cambios vertiginosos e inexorables, aliarnos con esa tecnología a la que tanto se le temió. Como vemos, el traductor del futuro se ha bajado de su nave espacial y está entre nosotros sentado, utilizando Trados, quizás ayudándose con deepL y navegando entre foros de internet o enviando alguna pregunta a Fundéu BBVA. El traductor del futuro es el traductor del presente.
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Sarem, Muhammad. Actas (2019) 17
Traducción árabe‐español: problemas y desafíos
Sarem, Muhammad* Universidad de Buenos Aires
Resumen
Este trabajo se propone presentar las peculiaridades del idioma árabe y cuestiones lingüísticas y extralingüísticas relacionadas con la traducción del par árabe‐español que pueden causar obstáculos al momento de traducir o interpretar. Se plantean varios problemas y ejemplos y se analizan a la luz de la escasez de referencias institucionales y lexicográficas.
La diglosia
Este fenómeno es uno de los principales obstáculos que enfrenta un estudiante del idioma árabe. Se trata de una brecha que supera aquella clásica que separa la lengua del habla en un lenguaje dado. El idioma regular, normativo, estándar, formal, oficial que se enseña en las instituciones educativas en todos los países que tienen el idioma árabe como lengua oficial, es decir, en el mundo árabe, y en los países que el idioma utilizado en situaciones formales y en la mayor parte de las publicaciones, representa muchas diferencias respecto con respecto a árabe hablado en cada uno de estos países. No se trata simplemente de varios niveles del discurso ni de una cuestión de léxico, sino que va más allá de eso, de forma tal que para alguien que no es nativo de un país árabe podrían parecerle dos idiomas distintos: el hablado en situaciones formales y mayormente escrito, por un lado, y el hablado cotidianamente y el escrito en modalidades más modernas como el chat, el mensaje de texto y en redes sociales, por otro. En este sentido, cabe destacar el papel determinante que las redes sociales jugaron (llevando) al llevar el árabe coloquial hablado en cada país a la vista, transformándolo en texto escrito, mientras que históricamente se relacionaba mayormente con la oralidad.
Dicha peculiaridad del idioma árabe se traslada obligatoriamente al ámbito de la traducción y, sobre todo, al de la interpretación. Si bien se puede enfrentar alguna situación informal escrita en un árabe coloquial, donde es necesario con más frecuencia estar preparado para encarar este fenómeno es durante la actuación como intérprete y, más precisamente, al realizar una interpretación consecutiva de un hablante nativo del árabe que decidió utilizar su propio lenguaje coloquial o que no sabe hablar en árabe formal debido a su nivel de educación. También puede suceder que al intérprete le resulta más natural manejar la situación hablando en árabe coloquial y no formal. Esto es así debido a la suposición de usar un árabe formal al momento de dar un discurso en una cumbre o reunión asistida por la interpretación simultánea.
La falta de un ente regulador
A pesar de que más de una capital árabe cuenta con una especie de Academia de la Lengua Árabe, estas instituciones carecen de recursos y apoyo y su labor no tiene mucha trascendencia en el uso cotidiano del lenguaje. Es menester mencionar el papel fundamental que tuvo la traducción en la modernización de el idioma árabe. Un idioma que en otra época transmitía los últimos avances y descubrimientos que nacieron en Oriente, pero que frenó su desarrollo y tuvo que esperar el surgimiento de la imprenta para empezar a tener contacto con la modernidad que se estaba dando en Occidente, gracias a la traducción, principalmente. Gran parte de los lingüistas árabes tradicionalistas limitan su labor a la función de un “policía de la lengua”. Hace falta más trabajo relacionado con la terminología en un mundo cuyos campos de conocimiento crecen muy rápido y donde surgen nuevos términos permanentemente. El idioma árabe, históricamente, demostró ser muy hábil y cuenta con muchas
* Muhammad Sarem. 35 años. Licenciado en Ingeniería y Diseño Mecánico ‐ Universidad de Damasco (Siria). Alumno avanzado de traductorado Público en idioma árabe UBA ‐ Facultad de Derecho. Intérprete de conferencias. Traductor árabe‐español. Profesor de idioma árabe. Contacto: [email protected] © Formamos Traductores. Jornada Interuniversitaria de Traducción e Interpretación “Derribar mitos y construir futuro”. Segunda Edición (2019). ISSN en línea: 2683‐6939
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18 Actas (2019) Traducción árabe‐español: problemas y desafíos
herramientas que le pueden facilitar la conquista de nuevos campos. No obstante, es imprescindible la existencia de un órgano que se encargue de acuñar los términos y unificarlos.
Uno se encuentra con numerosos casos donde los términos, inclusive desde el mismo idioma árabe, son vagos. Un ejemplo es la palabra nizam que al mismo tiempo denota “régimen” y “sistema”, “orden”. Otro ejemplo es la palabra wilaya, que denota “jurisdicción” y “mandato” pero que, al mismo tiempo, se utiliza para referirse a “Estado” en la traducción oficial de los Estados Unidos de América. En un idioma que depende de la traducción para modernizar sus términos, casos de esta índole pueden llegar a generar errores conceptuales en el idioma.
En muchos casos, y sobre todo cuando se trata de usos locales del español, ante la falta de equivalentes en árabe, el traductor se ve obligado a acuñar nuevos términos o a acudir a la selección de uno entre varios equivalentes, sin tener la certeza de que seleccionó un término avalado por una institución pertinente. Palabras tan comunes como “provincia”, “secretaría”, “subsecretaría” no tienen un equivalente claro. El traductor tiene que encontrar el equivalente según el sistema administrativo del país árabe al que dirige su traducción o interpretación. ¿Pero qué haría un traductor cuando el uso es muy particular? Como/Tal es el caso de términos como “Ley‐Convenio”, “Unidad Ministro”, “Vistos, autos y considerandos”.
La falta de estandarización de los usos de las divisiones y cargos administrativos no es el único obstáculo que enfrenta un traductor o intérprete al árabe. El árabe no tiene una norma clara para arabizar los nombres occidentales, en general, y aún menos los españoles o los usados en países de habla hispana. La naturaleza del sistema vocal árabe le suma al asunto otro dato de color. En árabe tenemos vocales cortas que se indican a través del uso de los llamados signos vocálicos (harakat, literalmente ‘movimientos’), que en la mayoría de los casos no figuran por escrito, ya que en general un hablante nativo sabe dónde va una vocal corta. ¿Pero, cómo hacemos cuando se trata de un nombre extranjero que un hablante nativo del árabe no tiene por qué saber? Es muy frecuente transliterar la “u” de “Buenos Aires” aplicando una vocal corta (damma) que se suele no escribir. Por ello, la mayor parte de los hablantes nativos del árabe suelen pronunciar el nombre de nuestra ciudad de esta forma: “boensairs”.
Uso de idiomas extranjeros
Debido a lo mencionado en el punto anterior, algunos términos pueden no tener equivalentes unificados y
estandarizados en árabe y, en el caso de tenerlos, pueden ser dejados de lado debido al poco uso que se le da en la práctica. De ahí que muchos disertantes pueden llegar a preferir usar los términos en inglés o en francés, dificultando la labor del intérprete.
Diferencias regionales
Este problema se relaciona con el fenómeno antes mencionado de la diglosia y, al mismo tiempo, con la falta de un ente regulador de la lengua. Depende de qué región viene el discurso por traducir desde el árabe, sea escrito u oral, éste puede variar de acuerdo con dos elementos principalmente. En primer lugar, al tratarse de un discurso oral informal, el intérprete va a estar muy dependiente de la variante dialectal que el orador usa para expresarse. No se trata del acento que tiene un orador que habla en árabe normativo formal, que varía según su región de origen. Si un orador del norte de África habla en árabe normativo formal, un interlocutor de la zona del Levante Mediterráneo le entendería perfectamente por ser una persona que tuvo acceso a un nivel de educación suficiente. Sin embargo, este interlocutor notaría que el orador tiene acento particular distinto al suyo en el caso de tener que hablar en árabe normativo formal. Este acento nunca puede impedir el entendimiento del mensaje o del discurso, es simplemente un rasgo distintivo. Ahora bien, si este mismo orador, que podría ser un marroquí, hablase en su lenguaje coloquial (llamado en marruecos dariya), a un interlocutor sirio o palestino le costaría entenderlo, mientras que un argelino o un tunecino podría entenderlo sin mayores problemas. La cuestión de entender el lenguaje hablado de cada país respecto del de otro depende, además de los factores lingüísticos, históricos y geográficos, de otro factor cultural vinculado con la expresión artística. Egipto fue un país pionero en la producción de cine. A partir de (los) principios del siglo XX, las películas egipcias fueron vistas en todos los países del mundo árabe. Gracias a esta abundante producción, el habla egipcia resulta familiar para cualquier hablante nativo del árabe en términos generales. Otro hecho semejante, pero más contemporáneo, es la propagación del habla siria, en primer lugar, gracias al auge de las telenovelas sirias desde mediados de la década del 90 del siglo pasado y, luego, a las telenovelas turcas que tuvieron mucho éxito en el mundo árabe dobladas en un lenguaje de habla coloquial sirio.
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Sarem, Muhammad. Actas (2019) 19
En segundo lugar, las diferencias regionales se ven reflejadas también en el discurso formal, tanto oral como escrito, debido al uso terminológico que varía de un país a otro. Si bien estas diferencias son comunes aún en un idioma de usos más regularizados como es el castellano (por ejemplo, escribano / notario – costos / costes), la cuestión en el mundo árabe se vuelve más compleja cuando se puesto que se carece de definiciones precisas de uno o más equivalentes uno o más equivalentes de un término, y más compleja aún debido a la escasez de diccionarios bilingües especializados árabe‐español, los cuales, a su vez, refieren generalmente al español peninsular.
Conclusiones
A pesar de las relaciones históricas entre los idiomas del par árabe‐español, persisten varios obstáculos que dificultan la tarea del traductor o del intérprete. Principalmente, debido a las variantes dialectales y a la falta de la labor profesional de unificar los términos de parte de las instituciones árabes, en lo relacionado con la lexicografía hispano‐árabe. Es claro que suplir esta falta no depende únicamente de los aportes de los lingüistas, traductores y lexicógrafos. Hace falta una voluntad política desde los mismos Estados. En otro orden, pensamos que es tiempo de que la relación entre ambos idiomas se entable de primera mano, sin pasar previamente por el inglés o el francés. Asimismo, esperamos que el idioma árabe empiece a darse cuenta cada vez más de las variantes y usos de América Latina, dándoles su merecida importancia.
Finalmente, cabe mencionar que las cuestiones tratadas en esta ponencia no representan una investigación a fondo, sino una exposición de algunos aspectos lingüísticos y extralingüísticos que un traductor del par árabe‐español puede notar y enfrentar. Se ha escrito mucho acerca de las peculiaridades culturales de cada idioma. Las largas oraciones en árabe, el uso distinto y poco normado de los signos de puntuación, la falta o escasez del uso de siglas y acrónimos en idioma árabe, etc.
Dejamos, pues, la puerta abierta para plantear importantes interrogativos acerca de si es conveniente o no normalizar los lenguajes hablados en los países árabes o por lo menos regular su uso, de forma que pueda facilitar su estudio para nativos de otras regiones o, inclusive, para no nativos. Otra cuestión muy urgente y dinámica es darse cuenta del impacto que deja el uso masivo de las redes sociales en las lenguas, en este caso el árabe y sus variantes dialectales. Finalmente, la posibilidad de acudir a la inteligencia artificial para facilitar el contacto entre ambos idiomas con todas sus variantes y el papel que podemos jugar los traductores para asistir a semejantes tecnologías.
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Contarelli, María Paula; Fernandez, Melisa; Fischer, Clarisa Silvina; Piombetti, Laura Actas (2019) 21
La traducción inglés español de los nombres propios en el ámbito geopolítico
Contarelli, María Paula; Fernandez, Melisa; Fischer, Clarisa Silvina; Piombetti, Laura *
Universidad del Salvador
Resumen
En la práctica de la traducción inglés español, la onomástica, es decir, el estudio de los nombres propios, constituye una rama que ha presentado desafíos. Por su naturaleza idiosincrásica, los nombres propios requieren un tratamiento especial en el campo de la traductología. En tanto temática universal que atraviesa la vida humana, la geopolítica y, en particular, el lenguaje político ofrece una fuente inagotable de términos y expresiones. En este contexto, los nombres propios y sus connotaciones adquieren especial relevancia, como también pueden ser objeto de controversia si la labor del traductor no es transparente. El presente trabajo versará sobre las técnicas de traducción más utilizadas en las distintas categorías de nombres propios que aparecen con frecuencia en textos y traducciones de la esfera de la geopolítica: antropónimos, topónimos y epónimos.
En la práctica de la traducción inglés español, la onomástica, es decir, el estudio de los nombres propios, constituye una rama que ha presentado desafíos. En primer lugar, en términos de afirmar o negar su traducibilidad, y en segundo lugar, en relación a adoptar o descartar normas, procedimientos y tendencias de traducción. Por su naturaleza idiosincrásica, los nombres propios requieren un tratamiento especial en el campo de la traductología. Como punto de partida para el presente trabajo, resulta imprescindible aventurar una definición de esta clase de sustantivos. En su última edición, el DRAE reza que un nombre propio es: “El que, sin tener rasgos semánticos inherentes, se aplica a seres animados o inanimados para designarlos”.1 En su obra, Moya (2000) plantea que existen dos posturas antagónicas en relación a la carga semántica de dichos sustantivos. Por una parte, se encuentran quienes sostienen que: “los nombres propios designan, identifican al objeto, son exclusivamente denotativos, pero no significan nada, porque no indican las propiedades típicas del objeto denotado”.2 Mientras que, por la otra, existen quienes afirman que: “los nombres propios son los más connotativos de todos, es decir, más ricos en notas características que los comunes”.3 A partir de esta dicotomía, surgen posturas divergentes en relación a la traducibilidad de esta categoría. Algunos autores postulan que aquellos nombres propios que tienen un contenido semántico son traducibles, mientras que los que carecen de carga semántica no se pueden traducir; sin embargo, pueden adaptarse mediante asimilaciones formales (fonéticas, fonológicas, ortográficas) al sistema lingüístico propio de la lengua meta. En tanto temática universal que atraviesa la vida humana, la geopolítica y, en particular, el lenguaje político ofrece una fuente inagotable de términos y expresiones. En palabras de Newmark (1991), los cuatros factores que caracterizan los términos políticos son los que están ligados a la cultura, que * Contarelli, María Paula es Traductora Científico‐Literaria en Inglés graduada de la Universidad del Salvador. Se desempeña en el ámbito privado. Ha realizado actividades académicas extracurriculares de edición y corrección, así como cursos de especialización en traducción médica. Actualmente, es alumna de la carrera de Traductorado Público de Inglés en la misma casa de estudios. Fernandez, Melisa es Traductora Científico‐Literaria en Inglés graduada de la Universidad del Salvador (USAL) y estudiante avanzada del Traductorado Público de Inglés. Se dedica a la traducción y redacción publicitaria en el ámbito digital, y trabaja para la compañía de medios estadounidense Entravision. Además, es cofundadora de Crosslingua, empresa que brinda servicios lingüísticos. Fischer, Clarisa Silvina es Licenciada en Relaciones Públicas (Universidad de Palermo). Desarrolla contenidos de comunicación para empresas e instituciones en español e inglés. Finalizó la cursada del Traductorado Científico‐Literario en Inglés en la Universidad del Salvador y actualmente cursa el Traductorado Público de Inglés en la misma casa de estudios. Piombetti, Laura es Licenciada en Nutrición, graduada de la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña en el área de Investigación Clínica en el ámbito privado. Actualmente, cursa el último año de la carrera de Traductorado Científico‐Literario en Inglés y el tercer año de la carrera de Traductorado Público de Inglés en la Universidad del Salvador.. Contacto: [email protected] 1 DRAE. Recuperado de: http://lema.rae.es/drae2001/srv/search?id=EA5ajRQx6DXX2IjpYp0e. 2 Moya, V. (2000). La traducción de los nombres propios. Madrid. Ediciones Cátedra (Grupo Anaya S.A.). (p. 30). 3 Moya. Op. Cit. (p. 31). © Formamos Traductores. Jornada Interuniversitaria de Traducción e Interpretación “Derribar mitos y construir futuro”. Segunda Edición (2019). ISSN en línea: 2683‐6939
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22 Actas (2019) La traducción inglés español de los nombres propios en el ámbito geopolítico.
presentan una carga moral, que se encuentran condicionados por la historia y que, al igual que todos los conceptos, representan, en definitiva, abstracciones de la realidad.4 En este contexto, los nombres propios y sus connotaciones adquieren especial relevancia, como también pueden ser objeto de controversia si la labor del traductor no es transparente. Un ejemplo en este sentido lo constituye el discurso que el líder soviético Nikita Khrushchev pronunció en plena Guerra Fría. Su frase: “Os guste o no, la historia está de nuestro lado. ¡Os enterraremos!”, se sacó de contexto y se malinterpretó, hecho que pudo haber provocado una Tercera Guerra Mundial. La traducción correcta debería haber sido: “Os guste o no, la historia está de nuestro lado. Viviremos para ver como os entierran”.5 El presente trabajo versará sobre las técnicas de traducción más utilizadas en las distintas categorías de nombres propios que aparecen con frecuencia en textos y traducciones de la esfera de la geopolítica: antropónimos, topónimos y epónimos. A continuación, se definirán las categorías mencionadas y se analizarán los casos de traducción (inglés español) más relevantes en textos que expongan temas geopolíticos, principalmente de la prensa escrita y de bibliografía específica sobre traducción en dicha materia. Cabe destacar que las tres categorías seleccionadas no constituyen compartimentos estancos, sino que se superponen con frecuencia; así como también que la clasificación propuesta no es la única existente y que, como afirma Aixela (1997), se han desarrollado otras que atienden a “la carga semántica y el historial interlingüístico de los nombres propios, criterios que sí son netamente relevantes para el traductor”.6
1. Antropónimos
Los antropónimos denominan los nombres propios que designan a personas, aunque debe considerarse que el trato de dichas palabras en materia de traducción variará en tanto se haga referencia a individuos reales (ya sea vivos o fallecidos) o personajes de ficción. En este apartado, se desarrollará el primer caso, para el que, por regla general, el nombre propio se deberá transcribir, es decir, pasar a la lengua terminal de forma idéntica a la del texto original. Sin embargo, es evidente que el procedimiento que se utiliza en la actualidad no siempre fue la norma. Se puede distinguir una primera corriente enfocada en adaptar antropónimos, es decir, a crear versiones «equivalentes». Es el caso de los nombres propios de la Antigüedad provenientes de alfabetos latinos o griegos (Pericles, Aristóteles), la Edad Media (Juana de Arco, Enrique XVII), el Renacimiento (Nicolás Maquiavelo, Lorenzo de Médici), la Edad Moderna (René Descartes, María Antonieta) y el siglo XX (Iósif Stalin, Mao Tse‐Tung). Ahora bien, esta primera tendencia a adaptar pierde su popularidad con el paso del tiempo, y le abre camino a la transcripción, como en el caso de Francis Drake o Immanuel Kant. Asimismo, el cambio de corriente da lugar a la creación de múltiples versiones, según cada método de traducción: Adolf Hitler y Adolfo Hitler; Karl Marx y Carlos Marx. Para la traducción en el ámbito geopolítico, se optará, por lo tanto, por la transcripción; a excepción de ciertos casos específicos en los que se mantendrán los términos equivalentes ya acuñados, a saber: a) Miembros de la realeza. No solo se adaptan al español, sino que también ocurre lo mismo en otros países. Es decir que Enrique XVII de Inglaterra es conocido como Henri XVII dʹAnglaterre en Francia. En el Reino Unido, sin embargo, puede observarse una tendencia a transcribir algunos de dichos antropónimos, como el caso de Francis II, que en la actualidad se reproduce como François II. Es importante notar, como señala Fundéu BBVA, que en el caso de Catalina, la duquesa de Cambridge, también se acepta en español la forma Kate, como hipocorístico de Catherine, y es cada vez más frecuente que se mencione al príncipe Guillermo como William.7 b) Papas. Ya sean los de la Antigüedad, como Dámaso I, o los últimos en ocupar este cargo: Juan Pablo II, Benedicto XVI o Francisco II. c) Santos. Santo Tomás de Canterbury, san Martín de Tours. d) Personajes históricos. Se citan los casos de Carlomagno, Atila el Huno, Cleopatra, Adriano. En el ámbito político se encuentra con frecuencia, y a lo largo de la historia, una gran variedad de apodos y alias de figuras políticas. En estos casos, de acuerdo con el DRAE: “se deberá utilizar mayúscula inicial y, los artículos que los precedan deberán ir en minúscula”.8 Pueden nombrarse como ejemplos de la Edad Media en la traducción de inglés a español a Richard Lionheart y John Lackland,
4 Newmark, P. (1991). About Translation. Clevedon. Multilingual Matters Ltd. (p. 149). 5 El Confidencial. Recuperado de: https://www.elconfidencial.com/alma‐corazon‐vida/2015‐03‐11/los‐siete‐mayores‐errores‐de‐traduccion‐de‐la‐historia_726193/. 6 Aixela, J. (1997‐1998). La traducción por defecto de los nombres propios (inglés‐español). Una propuesta basada en el análisis de la realidad. En Sendebar. Boletín de la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad de Granada. N°s 8/9. Granada. Editorial Universidad de Granada. (p. 34). 7 Fundéu BBVA. Recuperado de: https://www.fundeu.es/recomendacion/kate‐middleton‐sera‐catalina‐cuando‐forme‐parte‐de‐la‐familia‐real‐904/. 8 Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2010). Ortografía de la lengua española. Madrid, España. Recuperado de: http://aplica.rae.es/orweb/cgi‐bin/v.cgi?i=KnZkPgWfvDfkgziv.
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Contarelli, María Paula; Fernandez, Melisa; Fischer, Clarisa Silvina; Piombetti, Laura Actas (2019) 23
respectivamente Ricardo Corazón de León y Juan sin Tierra, y en el caso de la traducción de español a inglés, Carlos el Hechizado, o the Bewitched. Más recientemente podemos encontrar el caso de Margaret Thatcher, la Dama de Hierro en lugar de the Iron Lady.
2. Los topónimos: concepto, clasificación y traducción
El Grupo de Expertos de las Naciones Unidas en Nombres Geográficos define los topónimos, nombres
geográficos o nombres propios topográficos, como los: “nombres propios utilizados sistemáticamente en la lengua para designar un lugar, un accidente o una zona con una identidad reconocible sobre la superficie de la Tierra”.9 Entre los accidentes con nombre se incluyen los lugares poblados, las divisiones administrativas, los accidentes geográficos naturales y artificiales, así como también los lugares o zonas no delimitados que poseen una significación local determinada. En términos generales, y a los efectos de la traducción, los topónimos pueden dividirse en dos grandes categorías: los endotopónimos (topónimos escritos en la lengua local), como Roma, Budapest o Amsterdam, que se suelen transferir; y los exotopónimos (que pueden ser traducciones o adaptaciones del endotopónimo, o incluso denominaciones distintas utilizadas en una lengua diferente), como Praga, Bruselas o Copenhague. En ciertos casos, la diferencia entre ambos se limita a características diacríticas, como ocurre con Berlín y París. Como sostiene Moya (2000): “quizá la tendencia a transferir en lugar de adaptar, en la actualidad, radique en que la traducción haya pasado de ser un elemento para mostrar las semejanzas culturales a constituir un reflejo de la singularidad de la cultura de origen”.10 En lo que respecta al presente trabajo, se optó por destacar los grupos de topónimos que plantean mayores dudas a la hora de traducirlos, y cuya resolución no siempre se basa en aspectos meramente lingüísticos, sino que muchas veces debe responder a cuestiones de índole geopolítica. Dichos grupos refieren a: a) Nombres con connotaciones. En estos casos se puede acudir al doblete: se transfiere el nombre de la ciudad y se explica o se traduce (transferencia, transliteración o adaptación + explicación). Se citan los ejemplos de Bogotá, denominada la «Atenas suramericana», o de Buenos Aires, como la «París de América del Sur». b) Nombres en proceso de cambio o que han cambiado su denominación a lo largo de la historia. Se aconseja ofrecer al principio la forma tradicional entre paréntesis y, luego, una vez que se conozca la nueva forma, suprimir el paréntesis. Por ejemplo, Beijing, que reemplazaría a Pekín. Sin embargo, el DRAE sostiene que Pekín es el nombre tradicional en español para designar la capital de China y Beijing es el resultado de la transcripción de los caracteres chinos al alfabeto latino. Si bien este sistema es muy utilizado por diversas agencias de prensa, el DRAE recomienda el uso tradicional en nuestra lengua.11 En el siglo XX se han producido muchísimos cambios en materia de topónimos: en 1935 se cambió el nombre de Persia por Irán. También se ha dado el caso de topónimos de «ida y vuelta»: de 1936 a 1961, la capital de la República Dominicana dejó de llamarse Santo Domingo para ser bautizada Ciudad Trujillo. Asimismo, se enumeran casos de múltiples cambios, como en la antigua URSS, donde el cambio más célebre fue Tsaritsin, llamada desde 1925 Stalingrado (nombre con valor connotativo por su referencia a la batalla homónima en la Segunda Guerra Mundial) y Volgogrado desde 1961. c) Nombres de lugares nuevos o ausentes del repertorio toponímico tradicional. Se cita el caso de Pakistán, cuando se creó como un nuevo Estado en 1948, como un acrónimo que incluía todas sus etnias: la «p» de Punjab, la «a» de Afganistán, la «k» de Cachemira (Kashmir), la «i» de Islam (el elemento aglutinador), la «s» de Sind y «tán» de Baluchistán. La traducción de los topónimos está íntimamente relacionada con la percepción de la realidad. El caso de la antigua URSS lo ejemplifica muy bien. Cuando se disolvió, surgieron dos procesos paralelos de modificación de la toponimia: uno de carácter político (la descomunistización), dirigido a eliminar los nombres que el régimen soviético había dedicado a antiguos revolucionarios, y otro de índole lingüística (la desrusificación), dedicado a marcar las diferencias entre las lenguas nacionales y el ruso: se pasó del alfabeto cirílico al latino, lo que provocó cambios en su transliteración (por ejemplo, en Ucrania, Jarkiv y Lviv sustituyen a Jarkov y Lvov). La toponimia también tiene implicancias cuando han existido conflictos bélicos. Para ejemplificar, se nombra el caso de Irán, que ha preferido el nombre del golfo Pérsico al golfo Arábigo. Un ejemplo resonante es el de las Islas Malvinas. La disputa por la soberanía sobre las islas hace que el nombre oficial en inglés sea Falkland Islands, mientras que la denominación tradicional en español y la oficial argentina sea Islas Malvinas, utilizada por todos los países de habla hispana. Esto ha llevado a que la ONU adopte la pauta de utilizar el binomio Malvinas (Falkland Islands) / Falkland Islands (Malvinas). Sin embargo, en más de una oportunidad se ha intercambiado el uso de los nombres 9 Grupo de Expertos de las Naciones Unidas en Nombres Geográficos. Manual para la normalización nacional de los nombres geográficos. Recuperado de: https://unstats.un.org/unsd/publication/seriesm/seriesm_88s.pdf. 10 Moya, V. (2000). La traducción de los nombres propios. Madrid. Ediciones Cátedra (Grupo Anaya S.A.). (pp. 36ss y 180). 11 DRAE. Recuperado de: http://lema.rae.es/dpd/srv/search?id=LlcwTVDWVD6CaIPQ7e.
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24 Actas (2019) La traducción inglés español de los nombres propios en el ámbito geopolítico.
oficiales respectivos, y eso ha generado polémica. Por otra parte, el tema de Malvinas está tan arraigado en nuestra cultura que la traductora e intérprete Lorena Baudo ha realizado una propuesta a la ONU para modificar el uso del paréntesis, que implica subordinación, por la barra, que supone disyunción, conflicto, oposición, hecho que refleja fehacientemente la situación actual.12 A continuación, se detallan ciertas recomendaciones para el traductor: I. Consultar las listas oficiales de topónimos, como es el caso de los Nombres de países de la FAO. II. Estar actualizado sobre la evolución política general, de modo de no cambiar un topónimo desconocido que pueda generar un posible impacto no deseado en términos políticos. III. Distinguir entre los documentos protocolarios y los textos de divulgación. IV. En la medida de lo posible, no crear un topónimo sin haber efectuado una consulta previa al Grupo Interinstitucional de Toponimia de la Unión Europea. V. En los topónimos menores, como nombres de pueblos, aldeas o pequeños accidentes geográficos, se aconseja hacer referencia al endotopónimo.
3. Los epónimos: estar en el diccionario, pasar a la historia
Los epónimos son nombres comunes derivados de nombres propios que forman parte de la lengua en uso,
pero que aún no se han incorporado a los diccionarios oficiales. La eponimia, es decir, la creación de una palabra a partir de otro nombre, es un procedimiento habitual para acuñar neologismos. Como afirma Newmark (1988), los epónimos son una «industria creciente» en las lenguas romances y una industria «más modesta» en la lengua inglesa.13 En términos de traducción, el desafío surge a partir de que no todas las lenguas se valen de los mismos referentes. En textos sobre cuestiones geopolíticas, la ambigüedad puede ser tanto un objetivo de comunicación como un error del traductor, según el caso. A los efectos del presente trabajo se efectúa una clasificación de epónimos que contempla aquellos de aparición más frecuente, en especial en la prensa escrita. Dentro de la clasificación de este grupo se incluyen: a) Sintagmas eponímicos. Son aquellos compuestos que constan de nombres propios de personas o lugares y que se utilizan para designar conceptos, metáforas, doctrinas políticas o jurídicas ampliamente reconocidas. Por lo general se traducen. Ejemplos: Miranda Warning (Advertencia Miranda); Marshall Plan (Plan Marshall); Molotov cocktail (cóctel mólotov o bomba mólotov) y el reconocido caballo de Troya (Trojan Horse). b) Epónimos que hacen referencia a partidos políticos o gobiernos. Esta categoría abarca adjetivos y nombres abstractos procedentes de nombres propios de políticos. Por lo general se naturalizan en la lengua de llegada. Son ejemplos los términos thatcherism (thatcherismo); stalinism (estalinismo); peronismo (peronism); chavismo (chavism). Para los casos creados más recientemente,