ISSN 1669-1717 - Año 11 • Número 10 5 La última … · “LOS PERROS DEL DOW” SALEN AL MUNDO...

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“LOS PERROS DEL DOW” SALEN AL MUNDO www.igdigital.com ISSN 1669-1717 - Año 11 Número 105 8 TIPS Para elegir un bróker La última fuente de dólares En tiempos de cepo, no todo es dólar paralelo. Las operaciones cambiarias en blanco se mudaron al mercado de bonos. Una nota imperdible para el que quiera comprar "verdes". Finanzas del comportamiento Los “perros del Dow” salen al mundo El fin del QE y el futuro de los mercados ADEMÁS

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“LOS PERROS DEL DOW” SALEN AL MUNDO

www.igdigital.comISSN 1669-1717 - Año 11 • Número 105

8TIPSPara elegir un bróker

La última fuente de dólaresEn tiempos de cepo, no todo es dólar paralelo. Las operaciones cambiarias en blanco se mudaron al mercado de bonos. Una nota imperdible para el que quiera comprar "verdes".

Finanzas delcomportamiento

Los “perros del Dow”salen al mundo

El fin del QE y el futurode los mercados

ADEMÁS

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o tiene capacidad contributiva”. ¿Escuchó esa frase? Si no es así, ya la estará por escuchar. Al día de hoy –si usted viaja- puede pedirle permiso (sí, permiso) a la AFIP

para comprar US$ 800 si su destino es lejano, pero apenas US$ 50 si quiere ir a algún país vecino. Recientemente estuve en Uruguay y le juro que los US$ 50 que me dieron los gasté en el taxi que me llevó del aeropuerto de Carrasco al centro de Montevideo, ciudad en la que visitaría viejos amigos.

De ahí en más, empezó la ingeniería finan-ciera: pagar con tarjeta en restaurantes la cuenta de todos y pedirles que me den los pesos uruguayos, pedir adelantos por tarjeta (para esto usted debe solicitar con anterioridad el PIN), usar algunos argentinos y ver cómo las casas de cambio orientales se hacían el día con-migo. Sucede que ellos arbitran con la cotización del blue y ponen la cotización algu-nos centavos por encima.

Si viajar se transformó en una odisea, ni hablemos de querer ahorrar en una moneda dura (euro o dólar). Sin embargo, no muchos saben que la Bolsa se transformó en “La última fuente de dólares (legales)”. En la nota que escribió nuestro periodista Matías Barbería, para la sección Argentina, le contamos cómo funciona esta suerte de cambio bursátil.

Le prometo que es mucho más sencillo de lo que usted piensa y –en algunos casos- encon-trará cotizaciones más baratas que las del dólar paralelo. Dentro de las opciones con las que cuenta está la de comprar títulos como el Bonar VII, al cual se entra en pesos y se sale en dólares en septiembre. También puede adquirir el Boden 15 si es que tiene una visión más de largo plazo. No obstante, para los que no tienen ni el tiempo ni el estómago para ver su dinero coti-zando, está el Dólar MEP, que en pocos días le entrega las divisas que usted busca, sin formu-larios, sin preguntas respecto de si viaja y hacia

N¡Cambio, cambio, pago mejor!

Editorial

dónde, y sin la posibilidad de ser bochado por la AFIP.

Quiere viajar, quiere ahorrar, es un asunto suyo. Si piensa así, no deje de leer la nota. Puede encontrar alguna de las respuestas que está buscando y aproveche a hacerlo ahora. En la Argentina las reglas de juego cambian segundo a segundo y usted lo sabe bien.

Hablando de cambios, este mes nos mete-mos con un tema apasionante y que apunta a modificar el razonamiento del ser humano: “Economía y finanzas del comportamiento”. En nuestra entrevista con Martín Tetaz, un espe-cialista en la materia, y a través de las columnas de Gustavo Neffa y Mariano Pantanetti, des-menuzamos este tema. Muchas veces leyó en estas mismas páginas que la capacitación es clave para transformarse en un buen inversor, en un individuo que pueda aspirar a la tan anhe-lada libertad financiera.

Capacitarse no sólo es adquirir conceptos financieros, también es educar a nuestro cere-bro para soportar los vaivenes del mercado, para no salir antes de tiempo de una inversión, recortando ganancias, para no caer en la trampa de que siempre tengo la razón y escuchar única-mente el consejo de los que apoyan mi visión, e incluso para combatir un exceso de negativismo que pueda paralizarme.

¿Sabía que al ser humano lo impacta más una cucaracha en un bowl de cerezas que una cereza en un bowl de cucarachas? Estamos pro-gramados para destacar lo negativo. Ese tipo de razonamientos son los que hay que repro-gramar. En este número de InversorGlobal encontrará todas las herramientas para empezar a hacerlo.

Nos reencontramos el próximo mes.

Saludos, Ignacio Ros.EditorInversorGlobal Argentina

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Inversor Global es una revista mensual propiedad de Inversor Global S.A.

Gorriti 4945. (C1414BJO) Capital Federal, Argentina. Administración: 5279.6821 Suscripciones: 0810.444.2800Webwww.igdigital.com E-mail [email protected]

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DIRECTOR Federico Tessore

EDITOR GENERAL Felipe Ramírez M.

EDITOR Ignacio Ros

SUPERVISOR ECONÓMICO Diego Martínez Burzaco

REDACCIÓN

Ana Clara PedottiLucía Abello

COLABORADORES

Ana Rivarola

Damián Tabakman

Fernando San Martín

Exequiel Mercado Zuliani

Guillermina Fossati

Guillermina Simonetta

Gustavo Neffa

Ignacio Olivera Doll

Juan Pablo De Santis

Mariano Pantanetti

Matías Barbería

Pablo Martínez Olivares

Sebastián Ortega

DISEÑO / DIAGRAMACIÓN

Facundo Britez

CORRECCIÓN

Any Cayuela

STAFF

PROTAGONISTA CONCEPTOS Y ESTRATEGIAS

EL OJO SOBRE EL MERCADO

COLUMNAS

MONEY WEEK

“El inversor argentino es torpe, ansioso e inseguro”

Martín Tetaz Economista12

ENFRENTARSE A UNO MISMO

Finanzas del Comportamiento: El costo psicológico en nuestras inversiones

58

SEPA CUÁLES RIESGOS PUEDE ACEPTAR Y DE QUÉ MANERA

La mosca en la sopa62

PROGRAMA DE CAPACITACIÓN IG

Parte XV: Uniendo las partes del rompecabezas

64

LOS PERROS DEL DOWSALEN AL MUNDO68

LA GRAN CORRECCIÓN TODAVÍA NO HA LLEGADO A SU FIN 73

24 Qualcomm (QCOM): Activando el “chip” positivo en su portafolio

28

29

30

PLANIFICACIÓN FINANCIERA

Cómo invertir en momentos de nerviosismo financiero

Por Exequiel Mercado Zuliani

MERCADO INMOBILIARIO La oportunidad que deja la crisis

Por Damián Tabakman

CAPITAL EMPRENDEDOR Obtener inversión es muy fácil

Por Sebastián Ortega

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Los MIEMBROS DEInversor Global reciben:

SUMARIOJulio 2013 » Año 11 » Número 105

02 ›› Editorial

06 ›› En un Flash

08 ›› Rumores en la Bolsa

18 ›› Los Pecados del inversor

19 ›› Historias de inversión

22 ›› Tips

26 ›› Test

65 ›› Qué mirar

66 ›› Comunidad IG

EN TODAS LASEDICIONES

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El futuro de los mercados tras el término de los QEFinalmente sucedió lo que muchos esperaban: la Fed anunció que, gracias a los indicios de recuperación que la economía de Estados Unidos ha mostrado en los últimos meses, en el próximo semestre comenzará la reducción de estímulos al mercado. Ahora, ¿cómo se paran los inversores en este nuevo escenario?

NUEVOS HORIZONTES DE INVERSIÓN

38 A la espera del milagro japonés

UN CONTEXTO QUE LLEGÓ PARA QUEDARSE

GUÍA PARA COMPRAR DIVISAS EN LA BOLSA

42 La Bolsa al ritmo del blue

EL FIN DEL DINERO FÁCIL 32

MERCADOS GLOBALES ARGENTINA

El mercado se ilusiona, otra vez, con una reactivación en la economía asiática, que arrastra ya 15 años de estancamiento con

deflación. El plan de estímulos anunciado por las nuevas autoridades entusiasmó a los inversores y las acciones de su Bolsa acumularon un avance del 35% en la primera mitad del año. Las últimas correcciones, sin embargo, sembraron algunas dudas. ¿Cuáles son los pronósticos y cuáles son los sectores que deben seguirse de cerca para acompañar este nuevo escenario?

Incertidumbre en los mercados internacionales, mensajes entre líneas del presidente de la Reserva Federal, y un dólar blue que no encuentra freno salvo intervención, son algunos de los argumentos para explicar el comportamiento del Merval.

INVERSIÓN EN VIVEROS

52 Un negocio en flor

Es una actividad que requiere de producción intensiva, mucha mano de obra y poca superficie. Y aunque parece que regalar flores es cosa del pasado, todavía sigue vigente. Además, surgieron nuevos y variados nichos que engordan la demanda ¿Cuáles son los pasos y el capital necesario para alcanzar la rentabilidad?

ESTRATEGIAS PARA UN PORTAFOLIO EN UN MUNDO DINÁMICO

54 La última batalla entre Tierra y Mar

Durante mucho tiempo las cocheras se presentaron como una de las más seguras formas de inversión con flujos corrientes de ingresos. Hoy le salen al paso sus equivalentes náuticos.

46 La última fuente de dólares

PARA GUIARLO EN LA LECTURA…

CONOCEDOR

AVANZADO

PRINCIPIANTEEstas notas serán la puerta de entrada al mundo de las inversiones, evitando el uso de conceptos complejos que puedan complicarlo.

Conoce los fundamentos de la selección de acciones y se ha animado a invertir. En estas notas se revisan sectores económicos con algunos consejos puntuales a la hora de posicionarse en un activo.

Se maneja como pez en el agua. A través de estas notas profundizará en temas complejos, difíciles para la mayoría.

Centro de atención al lector0810-444-2800

En tiempos de cepo, no todo es dólar paralelo. Las operaciones cambiarias en blanco se mudaron al mercado de bonos. Los inversores prefieren al Bonar VII. Lo compran en pesos y al llegar su vencimiento en septiembre, cobrarán en divisas estadounidenses a un tipo de cambio de $ 7,90.

NOTA DE TAPA

EN UN FLASH

Es la suba

del índice

S&P 500 en lo

que va del año

Ben Bernanke, presidente de la Reserva

Federal de los Estados Unidos

Cayeron las reservas

del Banco Central

en 2013

Domingo Cavallo, ex Ministro

de Economía argentino

Dominique Strauss-Kahn,

ex director del Fondo

Monetario Internacional

10%

Es el valor del billete

de más alta nominación,

que tuvo que cambiar

la numeración por la

fuerte emisión por

parte del Estado

“PREFIERO QUEME COMPAREN

CON LORENZINOQUE CON BOUDOU”

6

US$ 5.300 millones

“SI LOS DATOS FUTUROS SON CONSISTENTES CON LAS PREVISIONES, EL COMITÉ ANTICIPA QUE SERÍA APROPIADO MODERAR EL RITMO DE COMPRAS DE ACTIVOS A FINAL DE AÑO”

100“LOS BANCOS NO TIENEN LA CULPA DEL DESASTRE ECONÓMICO”

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A medio camino... ¿cómo seguimos?Acciones, bonos, commodities, cómo se han comportado los activos más buscados

por los inversores globales en estos primeros seis meses de 2013.

Nikkei 225Cerdo

Russell 2000Dow Jones Industrial

AlgodónTocino

S&P 500Jugo de naranja

Nasdaq 100Gas natural

AvenaPetróleo crudo

DólarArroz

SojaGanado para engorde

EuroFranco suizo

CacaoHarina de Soja

Bono del Tesoro a 10 añosDólar canadiense

Petróleo para calefacciónPaladio

Dólar neozelandésLibra esterlina

Ganado para faenaAceite de soja

Bono del Tesoro a 30 añosDólar australiano

Yen japonésPlatinoAzúcar

TrigoCafé

CobreMadera

MaízOro

Plata

31,318,2

15,414,213,9

13,612,9

9,99,5

6,75,45,1

4,42,7

1,5-0,8

-1,4-3,2-3,3

-4,5-4,8-5,4-5,7-6,2-6,3-6,4

-7,6-7,6

-8-11,9

-12,7-13,3-13,4

-15,5-16,2-16,3

-20,4-21,6

-26,8-35,6

1º2º

3º4º

2º3º

4º5º

Cerdo

Nikkei 225

Algodón

Russell 2000

Oro

Plata

Madera

Maíz

Cobre

Dow Jones

31,3

15,4

14,2-35,6

-20,4

-26,8

-21,6

-16,3

13,9

18,2

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RUMORESEN LA

BOLSA$ %

A RÍO REVUELTO, ¿GANANCIA DE LOS INVERSORES?

nvierno agitado para la City porteña. En medio de dudas y rumores sobre la creación de la nueva Ley de Mercado de Capitales, finalmente se reguló la implementación de otra ley que tenía ansioso al secretario de Comercio Interior, Guillermo

Moreno, y a su equipo: la Ley de Exteriorización de Capi-tales, conocida comúnmente como “blanqueo”.

Los Cedines salieron a la calle y Moreno no cabe en sí. Apuesta a que el éxito de su medida será tan grande, que todas las operaciones, hasta las compras en supermerca-dos, podrán hacerse con los nuevos papeles. Se supo que, previo a que entre en vigencia la ley, se reunió con los empresarios para persuadirlos de entrar al blanqueo.

En una de esas reuniones, Moreno le confió a uno de los asistentes que la verdadera función de los cedines es la de convertirse en una cuasi moneda para bajar el valor del dólar blue. Uno de los empresarios presentes le consultó si el Cedin era “una especie de patacón”, a lo cual obtuvo una respuesta más que sorprendente: “¿Qué sos? ¿Radical? ¡Qué Patacón! Yo diría que son como un traveller check”, defendió el funcionario.

Esperando la reformaAl mismo tiempo, durante la última semana de junio se

debía oficializar la reforma del Mercado de Capitales. Sin embargo, en la reunión convocada para el día 27 del mes pasado, no hubo acuerdo de partes y se pasó a un cuarto intermedio. Según trascendió extraoficialmente la ley deberá estar lista para el próximo 10 de julio, fecha del aniversario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, donde la propia presidenta Cristina Fernández comunicaría las reformas.

ISi bien el borrador de la ley está guardado bajo

cuatro llaves, se supo que una de las principales modifi-caciones será la obligación de que todos los mercados que operen en el país abran su propio capital a la nueva Bolsa antes de 2014 o 2015. Esto es bastante antes de lo que las instituciones de la plaza local esperaban.

Además, todos los mercados deberán hacer un split (subdivisión) de sus acciones, para así atomizar su propiedad y, al mismo tiempo, garantizarles a sus accionistas mayor liquidez en la Bolsa.

Mientras se espera que finalmente se conozca la reglamentación, muchos en la City se preguntan cuál será el destino del viejo edificio de la Bolsa de Comercio. Una fuente cercana a la Bolsa comentó que la intención del Gobierno es convertirlo en un museo, aunque todavía no se sabe qué es lo que pueda ocurrir con el recinto.

Elecciones y bonos En un año eleccionario, el mercado no puede

escaparse de la política. Fue así como cuando, en la última semana de junio, se conocieron las listas de candidatos a las elecciones legislativas de octubre próximo, uno de los bonos argentinos se disparó. Se trató del Bono de la provincia de Buenos Aires, el BODEN 15. La confianza de los inversores aumentó, ya que como el Gobernador provincial Daniel Scioli se mostró aliado con el kirchnerismo, hay pocas probabi-lidades de una ruptura que dificulte el pago en 2015, año de las elecciones presidenciales.

Este año, más que nunca, los inversores argentinos deberán seguir muy de cerca las noticias de la política local. A río revuelto... ganancia de precavidos.

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Publi

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Buenos días. Quisiera saber qué son los ETNs y cuál es la diferencia entre los ETFs tradicionales.

CeciliaRespuesta

PREGUNTAS AL ESPECIALISTA

Hola Pedro, El Ratio de Liquidez tiene sus variantes, pero en su versión “cruda” mide la capa-cidad de una empresa para repagar sus obligacio-nes de corto plazo, construyéndose a través de la comparación de los activos más líquidos, es decir aquellos que pueden ser más fácilmente convertibles en cash (en un plazo arbitrario establecido en doce meses) con sus obligaciones de corto plazo.

Equivale a mirar el capital de trabajo con el que cuenta una empresa (activo corriente menos pasivo corriente), pero en términos relativos, no absolutos. El ratio de liquidez varía significativamente de un sector a otro debido a la relevancia de los activos fijos: una empresa manufacturera siempre tendrá un ratio de liquidez menor al de una empresa de servicios, y una empresa de proceso automatizados e intensiva en el uso del capital (petroquímicas,

Buenos días. Estuve analizando algunos balances de empresas cotizantes pero me encontré con que existe más de un indicador de liquidez en el balance de una compañía que suelen reportar las empresas. ¿Me podrán explicar un poco el tema? Saludos.

Pedro

?

siderúrgicas, aluminio y otras), por debajo de aquella con poca inversión en activos fijos.

Pero de algo podemos estar seguros: cuanto más elevada sea esa relación, la empresa podrá enfrentar sus deudas de mejor manera en el futuro cercano y además cubrir sus necesidades operati-vas en forma normal.

El ratio de Liquidez “ácida” excluye a los inven-tarios de los activos corrientes dado que no son tan fácilmente convertibles en efectivo. Más refinado aún es el Cash Ratio, es decir el indicador de liquidez de una compañía que sólo mide la propor-ción de dinero en efectivo y equivalentes, así como fondos invertidos que se encuentran en el activo corriente respecto a los pasivos corrientes, y es el más restrictivo de los tres.

Un Saludo.

Cecilia, los ETNs son las siglas por los Exchange-Traded Notes. Revisten todas las características para operarse tal como lo hace un ETF, pero en su estructura legal presenta importantes diferencias. A modo de ejemplo, si quieren exponerse a la suba del precio del gas natural en los EE.UU., pueden optar por el ETF “UNG”, que es el más líquido, o bien por el ETN “GAZ”, menos líquido. La principal diferencia no es la liquidez, porque de hecho algu-nos ETNs tienen más liquidez que los ETFs sobre un mismo activo subyacente (aunque lo contrario es lo más común de encontrar). La primera y princi-pal diferencia es que los ETFs son fondos de inver-sión cotizados. Es decir que son patrimonios sin personalidad jurídica que permiten canalizar las inversiones de muchos inversores. Se requiere, con independencia del uso de derivados o cualquier otro mecanismo de cobertura o direccional en los términos previstos por la ley, de un activo o activos

en los que invertir los aportes de los clientes. Los ETNs, por el contrario, fueron concebidos como bonos no garantizados, por lo que es una DEUDA o un pasivo de la institución que los emite y, como toda deuda, tiene riesgo de contrapartida. Ése es el principal defecto que poseen ya que hay que analizar minuciosamente quien lo emite que es quien, en definitiva, lo garantiza. Es por eso que los emisores suelen ofrecer medidas de protección (más o menos eficaces) a través de colaterales o de contratos de seguro proporcionados por terceros. Sirven para disminuir el riesgo de contraparte. De existir, cuantas más contingencias cubran o mejo-res sean, menor será el riesgo de comprar un ETF para el inversor. Una gran ventaja de los ETNs es el menor tracking-error ya que se replica al índice y no a sus componentes, por eso no se ve perjudicado por los procesos de ajuste que el índice sufre.

Un saludo.

Respuesta

EN UN FLASH

Gustavo NeffaProfesor delCentro de Capacitación deInversor Global

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¿En todos los brokers online que aceptan argentinos se pueden operar bonos soberanos y de empresas de cualquier lugar del mundo? Gracias.

Gonzalo

Respuesta

PREGUNTAS AL ESPECIALISTA

Alejandro, la estrategia para aplicar un lanzamiento cubierto implica la inter-acción de la compra de una acción y la simultánea venta de una opción de compra o call. Generalmente esta alterna-tiva se utiliza para tratar de obtener un rendimiento a tasa fija con un riesgo aco-tado, en mercados que presentan una tendencia “lateral”.

Cuanto más “in the Money” está la opción (cerca de gatillarse), la estrategia resulta menos riesgosa, pero también es más limitado el rendimiento de la operato-

Diego Martínez BurzacoCoordinador del Programa Acelerado para Invertir como un Experto

Buen día, ¿qué acción recomiendan para el lanzamiento cubierto con vencimiento en agosto de este año? Un saludo.

Alejandro

?

ria. En contraste, cuanto más “out of the Money” está la opción lanzada, mayor es el rendimiento esperado.

Tanto si buscas operar en el mercado doméstico como en el mercado internacio-nal, lo importante es que la acción elegida tenga liquidez y un mercado de opciones con mucho movimiento. En Argentina, las elegidas podrían ser Tenaris, YPF o Galicia. Para los mercados de Wall Street, las alter-nativas son muchísimo más amplias.

Un saludo,Diego.

Gonzalo, Para comenzar, lamentable-mente hay que señalar que no en todos los bróker online del exterior permiten abrir cuentas a los argentinos.

La razón principal es que nuestro país se encuentra en un listado de países que son considerados altamente riesgosos y es por eso que impiden la apertura de las cuentas comitentes. Para elegir el broker correcto, te aconsejo que hagas el curso gratuito que tienes a tu disposición que denominamos Cómo abrir una cuenta en un broker online.

Con respecto a tu pregunta más en particular, no todos los brókers ofrecen operar bonos soberanos. El broker TD Ameritrade es uno de los que ofrece esta operatoria, pero en una lista restringida que no incluye a todas las opciones.

Como alternativa a lo anterior, éste y otros brokers te permiten suscribir desde su plataforma fondos mutuos de bonos de empresas o bien adquirir algún ETF que contenga dichos activos.

Un saludo,Diego.

Respuesta

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EN UN FLASH

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Martín Tetaz

PROTAGONISTAS CONOCEDOR

etrás de cada decisión de un inversor hay mucho más que el simple análisis costo/beneficio. Esto, porque distintos factores sociales, cognitivos, emociona-

les y sociales entran en juego a la hora de operar en los mercados.

Esto es lo que analiza la llamada “Economía del Comportamiento”, una corri-ente con raíces en la década de 1970, cuando dos psicólogos americanos comenzaron a estudiar las actitudes que respaldan las activi-dades económicas de las personas. Sin embargo, no fue sino hasta 2002, cuando la Academia de Suecia otorgó el Premio Nobel de Economía a Daniel Kahneman, uno de los fundadores de esta corriente, que alcanzó reconocimiento mundial.

En la Argentina, uno de los principales representantes de esta corriente es el joven economista Martín Tetaz. InversorGlobal se reunió con él y en una amena charla buscamos desentrañar la forma de pensar del inversor argentino promedio.

¿Cómo influye la Psicología a la hora de analizar variables económicas?

Analizar inversiones no es otra cosa que prever el futuro. Cuando lo hacemos estamos tratando de prever la utilidad esperada o el flujo de interés, que no es otra cosa que tratar de saber cómo va a comportarse una variable más adelante. Sin embargo, los seres humanos somos malos para pronosticar el futuro. Es muy difícil para un joven de 25 años programar su jubilación a los 65. Puede haber una raíz muy profunda de esto en el modo en el que habla-mos. El economista chino Keit Chen plantea que el lenguaje que hablamos puede incidir en la forma en que gastamos nuestro dinero. Según sostiene, la estructura del idioma influye en nuestra tendencia al ahorro. El idioma chino, por ejemplo, no separa el presente del futuro. Mientras nosotros decimos: “Hoy llueve, mañana lloverá”, ellos dicen “hoy llueve, mañana llueve”. Aunque suene increíble, esto hace que los chinos tengan mayor capacidad de ahorro: en China la tasa de ahorro equivale al 40% de su PBI, mientras que en nuestro país sólo ahorramos el 20% de nuestro producto bruto interno.

¿Entonces el lenguaje modifica nuestra capacidad para invertir?

Sí, pero no sólo eso. El vocabulario de las inversiones suele ser muy específico y eso dificulta que cualquier inversor promedio sea capaz de realmente visualizar de qué le están hablando cuando le dicen Costo Financiero Total, utilidad neta o ETF. Las personas tenemos problemas para representarnos qué es lo que realmente significa que un crédito tenga una Costo Financiero Total de 78%. ¿Por qué? Porque a la gente le cuesta mucho monetarizar los porcentajes. No es lo mismo que te digan que un plazo fijo tiene una tasa de interés anual

de 14% a que te expliquen que si vos depositás cierta plata a fin de año recibirás 150.000 pesos. Esto puede ser un problema para el ahorrista más desprevenido o una oportunidad para aquellos que están haciendo negocios con nosotros, como pueden ser los bancos.

¿Pero esto es una limitación humana? ¿Cómo puede subsanarse para evitar perder dinero?

Creo que es un tema de falta de educación y regulación. El banco central desconoce segu-ramente que la gran mayoría de las personas que solicitan un crédito no tienen idea de lo que significa para su bolsillo que tenga un Costo Financiero Total de 78%. Los bancos se aprovechan de este desconocimiento y se hace una especie de engaño, aunque no creo que sea ex profeso. Pero lo importante es que si vos pediste un crédito de 10.000 pesos y aceptás uno que tenga un CTF alto, tenés que saber que vas a terminar devolviendo casi el doble de lo que te prestaron. Aquí falla la regulación del banco central, que podría servir también para cortar con movidas especulativas, como las rela-cionadas con el dólar paralelo.

Cómo inviertes, quién eres¿Cómo definirías al inversor argentino?

La Argentina se caracteriza por tener una economía altamente inestable. Si comparamos el PBI argentino con otros de la región, o incluso con el de países emergentes de Asia,

notaremos que el argentino es mucho más volátil. Esta inestabilidad económica se traduce en una incertidumbre que caracteriza a los inversores locales, con menos capacidad de pronóstico que otros inversores del mundo. Entonces no esperan a tener quince datos de la realidad para tomar una decisión, rápidamente van a las conclusiones. Se apresuran a leer tendencias: por ejemplo, si el dólar sube durante tres días seguidos, seguramente el argentino al cuarto día va a salir corriendo a com-prar dólares, aunque esta alza no necesariamente signifique un serio problema en la economía. Estadísticamente, existen probabilidades de que si tiramos una moneda al aire tres veces, las tres veces salga “cara”, y esto no está vinculado con ningún otro dato de la realidad.

Es como que lo apura la urgencia.Sí, y por esta misma incertidumbre

económica el argentino sabe que debe realizar las ganancias muy rápido. Es cortoplacista, sabe que sus inversiones tienen que darle mucha liquidez y la posibilidad de retirar el dinero en cualquier momento que lo necesite, sin compli-caciones. Ésta es la única explicación de por qué, aun con una inflación del 24% anual, los argentinos sigan prefiriendo apostar a los plazos fijos que a lo sumo les pueden otorgar una tasa de interés del 14% anual. Prefieren poder disponer de su plata en el momento que lo necesiten, aunque todos los años pierdan un 10% de su capital. La pregunta es por qué esa persona no es capaz de figurarse que perder ese porcentaje equivale a que de los doce suel-dos que cobra en un año, le robasen un sueldo entero. Entonces, la inestabilidad económica vuelve a los argentinos hombres de negocios ansiosos, torpes e inseguros.

¿Qué otras debilidades le atribuirías al inversor argentino promedio?

Casi todos los argentinos creen que tienen la capacidad de pronosticar al mercado. Aunque esto no es sólo un rasgo local: está comprobado que el 90% de la población mun-dial cree que es mejor conductor que el prome-dio, o que el 90% de los estudiantes piensa que es más inteligente que el resto. Sobrevalorar sus capacidades puede llevarlos a asumir más riesgos. Entonces, a la hora de invertir, a los argentinos esto puede jugarles en contra, ya que toman sus decisiones basados más en la propia confianza en sí mismos que en un análisis

exhaustivo de las variables. Y muchas veces se equivocan.

¿Y qué pasa cuando se equivoca?Ahí aparece otra debilidad del argentino:

no quiere reconocer su error. Esto es lo que ocurrió en mayo con el dólar blue. Los que com-praron la moneda en el mercado paralelo lo hicieron porque estaban seguros de que la tendencia alcista se iba a prolongar por mucho tiempo. Cuando los indicadores de la realidad comenzaron a demostrar lo contrario, muchos de estos ahorristas se resistieron a vender, porque desestimaron los datos que no coin-cidían con su análisis. Y esta característica explica por qué en nuestro país las subidas son más abruptas que las caídas.

Ya que hablamos del dólar, ¿cómo explicarías la preocupación argentina por conseguir estos billetes?

En economía real se analizan dos factores: los fundamentals y los technicals. En la Argen-tina tenemos un problema real que es que faltan los dólares y por eso sube su valor. Mien-tras en todos los países de la región el dólar se consigue muy barato porque hay un boom de las inversiones extranjeras y porque el precio de los commodities que estos países producen aumentó en los últimos años. El precio de la soja aumentó 4 veces, el del oro 6 veces y el del cobre 7. Esto se traduce en un balance superavi-tario en todos los países de la región, menos en Venezuela y en la Argentina, donde hay un problema de confianza tan grande que espanta a los inversores. La falta de confianza está vincu-lada con que con los últimos Gobiernos comenzó a faltar el respeto a las instituciones, y hay una fuerte intervención estatal. Digo inter-

vención, porque lo que hace el Gobierno es justamente intervenir para decirle a la gente qué es lo que puede hacer o no, pero no regu-lar: por eso siguen chocando los trenes y los bancos se roban la plata.

Y está el tema psicológico.Claro, esto ayuda a que los argentinos sean

tan dependientes del dólar. La razón es que el dólar siempre fue un termómetro para anticipar las crisis. Los argentinos saben que si sube su precio es una señal de que algo va mal en la economía. Frente al escenario actual, con un freno económico importante y con una inflación sin control, los dólares aparecen como una vacuna ante la crisis, una reserva de certidum-bre en un panorama sin certezas. Pero para el ahorrista se da una especie de “profecía autocumplida”: como cree que hay un contexto de crisis, apuesta al dólar porque piensa que va a subir y éste efectivamente termina subiendo.

¿Y cómo influyen las expectativas de los inversores en problemáticas como la inflación?

También acá hay un factor concreto y un factor psicológico. La inflación está dada por el aumento de la tasa de emisión, que es real, por las pujas distributivas y por factores estructura-les. Pero esto solo no alcanza para explicarla. Además, influyen las expectativas de la población: si una persona tiene que vender los muebles de su casa para comprarse unos nuevos, sabe que si lo hace al precio que valen, dentro de tres meses cuando tenga que com-prar, no le va a alcanzar la plata. Las expectati-vas de inflación hacen que los formadores de precios fijen precios más altos y esto crea una especie de espiral en ascenso. Acá tiene mucho que ver la psicología del contagio, que es una rama de la Psicología Social. Estas expectativas de inflación explican que el mercado inmobiliario se haya dolarizado. Porque con la depreciación de la moneda, si uno vende una propiedad de 300 mil pesos, en un par de meses, cuando quiera comprar una nueva va a haber perdido un ambiente de su casa. Nadie quiere perder una sala, un baño o un ambiente; por eso la gente prefiere hacer sus operaciones inmo-biliarias en una moneda más estable.

Economista

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Detrás de cada decisión de un inversor hay mucho más que el simple análisis costo/beneficio. Esto, porque distintos factores sociales, cognitivos, emociona-

les y sociales entran en juego a la hora de operar en los mercados.

Esto es lo que analiza la llamada “Economía del Comportamiento”, una corri-ente con raíces en la década de 1970, cuando dos psicólogos americanos comenzaron a estudiar las actitudes que respaldan las activi-dades económicas de las personas. Sin embargo, no fue sino hasta 2002, cuando la Academia de Suecia otorgó el Premio Nobel de Economía a Daniel Kahneman, uno de los fundadores de esta corriente, que alcanzó reconocimiento mundial.

En la Argentina, uno de los principales representantes de esta corriente es el joven economista Martín Tetaz. InversorGlobal se reunió con él y en una amena charla buscamos desentrañar la forma de pensar del inversor argentino promedio.

“El inversor argentino es torpe, ansioso e inseguro”A veces desconocemos la Psicología a

la hora de invertir: muchas veces juega

un papel más importante en el proceso

de toma de decisiones que cualquier

variable económica. Martín Tetaz,

economista especializado en Economía

del Comportamiento, busca dilucidar

qué tienen en la cabeza los inversores

argentinos.

Ana PedottiBuenos Aires

¿Cómo influye la Psicología a la hora de analizar variables económicas?

Analizar inversiones no es otra cosa que prever el futuro. Cuando lo hacemos estamos tratando de prever la utilidad esperada o el flujo de interés, que no es otra cosa que tratar de saber cómo va a comportarse una variable más adelante. Sin embargo, los seres humanos somos malos para pronosticar el futuro. Es muy difícil para un joven de 25 años programar su jubilación a los 65. Puede haber una raíz muy profunda de esto en el modo en el que habla-mos. El economista chino Keit Chen plantea que el lenguaje que hablamos puede incidir en la forma en que gastamos nuestro dinero. Según sostiene, la estructura del idioma influye en nuestra tendencia al ahorro. El idioma chino, por ejemplo, no separa el presente del futuro. Mientras nosotros decimos: “Hoy llueve, mañana lloverá”, ellos dicen “hoy llueve, mañana llueve”. Aunque suene increíble, esto hace que los chinos tengan mayor capacidad de ahorro: en China la tasa de ahorro equivale al 40% de su PBI, mientras que en nuestro país sólo ahorramos el 20% de nuestro producto bruto interno.

¿Entonces el lenguaje modifica nuestra capacidad para invertir?

Sí, pero no sólo eso. El vocabulario de las inversiones suele ser muy específico y eso dificulta que cualquier inversor promedio sea capaz de realmente visualizar de qué le están hablando cuando le dicen Costo Financiero Total, utilidad neta o ETF. Las personas tenemos problemas para representarnos qué es lo que realmente significa que un crédito tenga una Costo Financiero Total de 78%. ¿Por qué? Porque a la gente le cuesta mucho monetarizar los porcentajes. No es lo mismo que te digan que un plazo fijo tiene una tasa de interés anual

de 14% a que te expliquen que si vos depositás cierta plata a fin de año recibirás 150.000 pesos. Esto puede ser un problema para el ahorrista más desprevenido o una oportunidad para aquellos que están haciendo negocios con nosotros, como pueden ser los bancos.

¿Pero esto es una limitación humana? ¿Cómo puede subsanarse para evitar perder dinero?

Creo que es un tema de falta de educación y regulación. El banco central desconoce segu-ramente que la gran mayoría de las personas que solicitan un crédito no tienen idea de lo que significa para su bolsillo que tenga un Costo Financiero Total de 78%. Los bancos se aprovechan de este desconocimiento y se hace una especie de engaño, aunque no creo que sea ex profeso. Pero lo importante es que si vos pediste un crédito de 10.000 pesos y aceptás uno que tenga un CTF alto, tenés que saber que vas a terminar devolviendo casi el doble de lo que te prestaron. Aquí falla la regulación del banco central, que podría servir también para cortar con movidas especulativas, como las rela-cionadas con el dólar paralelo.

Cómo inviertes, quién eres¿Cómo definirías al inversor argentino?

La Argentina se caracteriza por tener una economía altamente inestable. Si comparamos el PBI argentino con otros de la región, o incluso con el de países emergentes de Asia,

notaremos que el argentino es mucho más volátil. Esta inestabilidad económica se traduce en una incertidumbre que caracteriza a los inversores locales, con menos capacidad de pronóstico que otros inversores del mundo. Entonces no esperan a tener quince datos de la realidad para tomar una decisión, rápidamente van a las conclusiones. Se apresuran a leer tendencias: por ejemplo, si el dólar sube durante tres días seguidos, seguramente el argentino al cuarto día va a salir corriendo a com-prar dólares, aunque esta alza no necesariamente signifique un serio problema en la economía. Estadísticamente, existen probabilidades de que si tiramos una moneda al aire tres veces, las tres veces salga “cara”, y esto no está vinculado con ningún otro dato de la realidad.

Es como que lo apura la urgencia.Sí, y por esta misma incertidumbre

económica el argentino sabe que debe realizar las ganancias muy rápido. Es cortoplacista, sabe que sus inversiones tienen que darle mucha liquidez y la posibilidad de retirar el dinero en cualquier momento que lo necesite, sin compli-caciones. Ésta es la única explicación de por qué, aun con una inflación del 24% anual, los argentinos sigan prefiriendo apostar a los plazos fijos que a lo sumo les pueden otorgar una tasa de interés del 14% anual. Prefieren poder disponer de su plata en el momento que lo necesiten, aunque todos los años pierdan un 10% de su capital. La pregunta es por qué esa persona no es capaz de figurarse que perder ese porcentaje equivale a que de los doce suel-dos que cobra en un año, le robasen un sueldo entero. Entonces, la inestabilidad económica vuelve a los argentinos hombres de negocios ansiosos, torpes e inseguros.

¿Qué otras debilidades le atribuirías al inversor argentino promedio?

Casi todos los argentinos creen que tienen la capacidad de pronosticar al mercado. Aunque esto no es sólo un rasgo local: está comprobado que el 90% de la población mun-dial cree que es mejor conductor que el prome-dio, o que el 90% de los estudiantes piensa que es más inteligente que el resto. Sobrevalorar sus capacidades puede llevarlos a asumir más riesgos. Entonces, a la hora de invertir, a los argentinos esto puede jugarles en contra, ya que toman sus decisiones basados más en la propia confianza en sí mismos que en un análisis

exhaustivo de las variables. Y muchas veces se equivocan.

¿Y qué pasa cuando se equivoca?Ahí aparece otra debilidad del argentino:

no quiere reconocer su error. Esto es lo que ocurrió en mayo con el dólar blue. Los que com-praron la moneda en el mercado paralelo lo hicieron porque estaban seguros de que la tendencia alcista se iba a prolongar por mucho tiempo. Cuando los indicadores de la realidad comenzaron a demostrar lo contrario, muchos de estos ahorristas se resistieron a vender, porque desestimaron los datos que no coin-cidían con su análisis. Y esta característica explica por qué en nuestro país las subidas son más abruptas que las caídas.

Ya que hablamos del dólar, ¿cómo explicarías la preocupación argentina por conseguir estos billetes?

En economía real se analizan dos factores: los fundamentals y los technicals. En la Argen-tina tenemos un problema real que es que faltan los dólares y por eso sube su valor. Mien-tras en todos los países de la región el dólar se consigue muy barato porque hay un boom de las inversiones extranjeras y porque el precio de los commodities que estos países producen aumentó en los últimos años. El precio de la soja aumentó 4 veces, el del oro 6 veces y el del cobre 7. Esto se traduce en un balance superavi-tario en todos los países de la región, menos en Venezuela y en la Argentina, donde hay un problema de confianza tan grande que espanta a los inversores. La falta de confianza está vincu-lada con que con los últimos Gobiernos comenzó a faltar el respeto a las instituciones, y hay una fuerte intervención estatal. Digo inter-

vención, porque lo que hace el Gobierno es justamente intervenir para decirle a la gente qué es lo que puede hacer o no, pero no regu-lar: por eso siguen chocando los trenes y los bancos se roban la plata.

Y está el tema psicológico.Claro, esto ayuda a que los argentinos sean

tan dependientes del dólar. La razón es que el dólar siempre fue un termómetro para anticipar las crisis. Los argentinos saben que si sube su precio es una señal de que algo va mal en la economía. Frente al escenario actual, con un freno económico importante y con una inflación sin control, los dólares aparecen como una vacuna ante la crisis, una reserva de certidum-bre en un panorama sin certezas. Pero para el ahorrista se da una especie de “profecía autocumplida”: como cree que hay un contexto de crisis, apuesta al dólar porque piensa que va a subir y éste efectivamente termina subiendo.

¿Y cómo influyen las expectativas de los inversores en problemáticas como la inflación?

También acá hay un factor concreto y un factor psicológico. La inflación está dada por el aumento de la tasa de emisión, que es real, por las pujas distributivas y por factores estructura-les. Pero esto solo no alcanza para explicarla. Además, influyen las expectativas de la población: si una persona tiene que vender los muebles de su casa para comprarse unos nuevos, sabe que si lo hace al precio que valen, dentro de tres meses cuando tenga que com-prar, no le va a alcanzar la plata. Las expectati-vas de inflación hacen que los formadores de precios fijen precios más altos y esto crea una especie de espiral en ascenso. Acá tiene mucho que ver la psicología del contagio, que es una rama de la Psicología Social. Estas expectativas de inflación explican que el mercado inmobiliario se haya dolarizado. Porque con la depreciación de la moneda, si uno vende una propiedad de 300 mil pesos, en un par de meses, cuando quiera comprar una nueva va a haber perdido un ambiente de su casa. Nadie quiere perder una sala, un baño o un ambiente; por eso la gente prefiere hacer sus operaciones inmo-biliarias en una moneda más estable.

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etrás de cada decisión de un inversor hay mucho más que el simple análisis costo/beneficio. Esto, porque distintos factores sociales, cognitivos, emociona-

les y sociales entran en juego a la hora de operar en los mercados.

Esto es lo que analiza la llamada “Economía del Comportamiento”, una corri-ente con raíces en la década de 1970, cuando dos psicólogos americanos comenzaron a estudiar las actitudes que respaldan las activi-dades económicas de las personas. Sin embargo, no fue sino hasta 2002, cuando la Academia de Suecia otorgó el Premio Nobel de Economía a Daniel Kahneman, uno de los fundadores de esta corriente, que alcanzó reconocimiento mundial.

En la Argentina, uno de los principales representantes de esta corriente es el joven economista Martín Tetaz. InversorGlobal se reunió con él y en una amena charla buscamos desentrañar la forma de pensar del inversor argentino promedio.

¿Cómo influye la Psicología a la hora de analizar variables económicas?

Analizar inversiones no es otra cosa que prever el futuro. Cuando lo hacemos estamos tratando de prever la utilidad esperada o el flujo de interés, que no es otra cosa que tratar de saber cómo va a comportarse una variable más adelante. Sin embargo, los seres humanos somos malos para pronosticar el futuro. Es muy difícil para un joven de 25 años programar su jubilación a los 65. Puede haber una raíz muy profunda de esto en el modo en el que habla-mos. El economista chino Keit Chen plantea que el lenguaje que hablamos puede incidir en la forma en que gastamos nuestro dinero. Según sostiene, la estructura del idioma influye en nuestra tendencia al ahorro. El idioma chino, por ejemplo, no separa el presente del futuro. Mientras nosotros decimos: “Hoy llueve, mañana lloverá”, ellos dicen “hoy llueve, mañana llueve”. Aunque suene increíble, esto hace que los chinos tengan mayor capacidad de ahorro: en China la tasa de ahorro equivale al 40% de su PBI, mientras que en nuestro país sólo ahorramos el 20% de nuestro producto bruto interno.

¿Entonces el lenguaje modifica nuestra capacidad para invertir?

Sí, pero no sólo eso. El vocabulario de las inversiones suele ser muy específico y eso dificulta que cualquier inversor promedio sea capaz de realmente visualizar de qué le están hablando cuando le dicen Costo Financiero Total, utilidad neta o ETF. Las personas tenemos problemas para representarnos qué es lo que realmente significa que un crédito tenga una Costo Financiero Total de 78%. ¿Por qué? Porque a la gente le cuesta mucho monetarizar los porcentajes. No es lo mismo que te digan que un plazo fijo tiene una tasa de interés anual

de 14% a que te expliquen que si vos depositás cierta plata a fin de año recibirás 150.000 pesos. Esto puede ser un problema para el ahorrista más desprevenido o una oportunidad para aquellos que están haciendo negocios con nosotros, como pueden ser los bancos.

¿Pero esto es una limitación humana? ¿Cómo puede subsanarse para evitar perder dinero?

Creo que es un tema de falta de educación y regulación. El banco central desconoce segu-ramente que la gran mayoría de las personas que solicitan un crédito no tienen idea de lo que significa para su bolsillo que tenga un Costo Financiero Total de 78%. Los bancos se aprovechan de este desconocimiento y se hace una especie de engaño, aunque no creo que sea ex profeso. Pero lo importante es que si vos pediste un crédito de 10.000 pesos y aceptás uno que tenga un CTF alto, tenés que saber que vas a terminar devolviendo casi el doble de lo que te prestaron. Aquí falla la regulación del banco central, que podría servir también para cortar con movidas especulativas, como las rela-cionadas con el dólar paralelo.

“ANALIZAR INVERSIONES NO ES OTRA COSA QUE PREVER EL FUTURO. CUANDO LO HACEMOS ESTAMOS TRATANDO DE PREVER LA UTILIDAD ESPERADA O EL FLUJO DE INTERÉS, QUE NO ES OTRA COSA QUE TRATAR DE SABER CÓMO VA ACOMPORTARSE UNA VARIABLE MÁS ADELANTE. SIN EMBARGO, LOS SERES HUMANOS SOMOS MALOS PARA PRONOSTICAR EL FUTURO”.

Cómo inviertes, quién eres¿Cómo definirías al inversor argentino?

La Argentina se caracteriza por tener una economía altamente inestable. Si comparamos el PBI argentino con otros de la región, o incluso con el de países emergentes de Asia,

notaremos que el argentino es mucho más volátil. Esta inestabilidad económica se traduce en una incertidumbre que caracteriza a los inversores locales, con menos capacidad de pronóstico que otros inversores del mundo. Entonces no esperan a tener quince datos de la realidad para tomar una decisión, rápidamente van a las conclusiones. Se apresuran a leer tendencias: por ejemplo, si el dólar sube durante tres días seguidos, seguramente el argentino al cuarto día va a salir corriendo a com-prar dólares, aunque esta alza no necesariamente signifique un serio problema en la economía. Estadísticamente, existen probabilidades de que si tiramos una moneda al aire tres veces, las tres veces salga “cara”, y esto no está vinculado con ningún otro dato de la realidad.

Es como que lo apura la urgencia.Sí, y por esta misma incertidumbre

económica el argentino sabe que debe realizar las ganancias muy rápido. Es cortoplacista, sabe que sus inversiones tienen que darle mucha liquidez y la posibilidad de retirar el dinero en cualquier momento que lo necesite, sin compli-caciones. Ésta es la única explicación de por qué, aun con una inflación del 24% anual, los argentinos sigan prefiriendo apostar a los plazos fijos que a lo sumo les pueden otorgar una tasa de interés del 14% anual. Prefieren poder disponer de su plata en el momento que lo necesiten, aunque todos los años pierdan un 10% de su capital. La pregunta es por qué esa persona no es capaz de figurarse que perder ese porcentaje equivale a que de los doce suel-dos que cobra en un año, le robasen un sueldo entero. Entonces, la inestabilidad económica vuelve a los argentinos hombres de negocios ansiosos, torpes e inseguros.

¿Qué otras debilidades le atribuirías al inversor argentino promedio?

Casi todos los argentinos creen que tienen la capacidad de pronosticar al mercado. Aunque esto no es sólo un rasgo local: está comprobado que el 90% de la población mun-dial cree que es mejor conductor que el prome-dio, o que el 90% de los estudiantes piensa que es más inteligente que el resto. Sobrevalorar sus capacidades puede llevarlos a asumir más riesgos. Entonces, a la hora de invertir, a los argentinos esto puede jugarles en contra, ya que toman sus decisiones basados más en la propia confianza en sí mismos que en un análisis

exhaustivo de las variables. Y muchas veces se equivocan.

¿Y qué pasa cuando se equivoca?Ahí aparece otra debilidad del argentino:

no quiere reconocer su error. Esto es lo que ocurrió en mayo con el dólar blue. Los que com-praron la moneda en el mercado paralelo lo hicieron porque estaban seguros de que la tendencia alcista se iba a prolongar por mucho tiempo. Cuando los indicadores de la realidad comenzaron a demostrar lo contrario, muchos de estos ahorristas se resistieron a vender, porque desestimaron los datos que no coin-cidían con su análisis. Y esta característica explica por qué en nuestro país las subidas son más abruptas que las caídas.

Ya que hablamos del dólar, ¿cómo explicarías la preocupación argentina por conseguir estos billetes?

En economía real se analizan dos factores: los fundamentals y los technicals. En la Argen-tina tenemos un problema real que es que faltan los dólares y por eso sube su valor. Mien-tras en todos los países de la región el dólar se consigue muy barato porque hay un boom de las inversiones extranjeras y porque el precio de los commodities que estos países producen aumentó en los últimos años. El precio de la soja aumentó 4 veces, el del oro 6 veces y el del cobre 7. Esto se traduce en un balance superavi-tario en todos los países de la región, menos en Venezuela y en la Argentina, donde hay un problema de confianza tan grande que espanta a los inversores. La falta de confianza está vincu-lada con que con los últimos Gobiernos comenzó a faltar el respeto a las instituciones, y hay una fuerte intervención estatal. Digo inter-

vención, porque lo que hace el Gobierno es justamente intervenir para decirle a la gente qué es lo que puede hacer o no, pero no regu-lar: por eso siguen chocando los trenes y los bancos se roban la plata.

Y está el tema psicológico.Claro, esto ayuda a que los argentinos sean

tan dependientes del dólar. La razón es que el dólar siempre fue un termómetro para anticipar las crisis. Los argentinos saben que si sube su precio es una señal de que algo va mal en la economía. Frente al escenario actual, con un freno económico importante y con una inflación sin control, los dólares aparecen como una vacuna ante la crisis, una reserva de certidum-bre en un panorama sin certezas. Pero para el ahorrista se da una especie de “profecía autocumplida”: como cree que hay un contexto de crisis, apuesta al dólar porque piensa que va a subir y éste efectivamente termina subiendo.

¿Y cómo influyen las expectativas de los inversores en problemáticas como la inflación?

También acá hay un factor concreto y un factor psicológico. La inflación está dada por el aumento de la tasa de emisión, que es real, por las pujas distributivas y por factores estructura-les. Pero esto solo no alcanza para explicarla. Además, influyen las expectativas de la población: si una persona tiene que vender los muebles de su casa para comprarse unos nuevos, sabe que si lo hace al precio que valen, dentro de tres meses cuando tenga que com-prar, no le va a alcanzar la plata. Las expectati-vas de inflación hacen que los formadores de precios fijen precios más altos y esto crea una especie de espiral en ascenso. Acá tiene mucho que ver la psicología del contagio, que es una rama de la Psicología Social. Estas expectativas de inflación explican que el mercado inmobiliario se haya dolarizado. Porque con la depreciación de la moneda, si uno vende una propiedad de 300 mil pesos, en un par de meses, cuando quiera comprar una nueva va a haber perdido un ambiente de su casa. Nadie quiere perder una sala, un baño o un ambiente; por eso la gente prefiere hacer sus operaciones inmo-biliarias en una moneda más estable.

“Las personas tenemos problemas para representarnos qué es lo que realmente significa que un crédito tenga una Costo Financiero Total de 78%. Porque a la gente le cuesta mucho monetarizar los porcentajes”.

“EL IDIOMA CHINO, POR EJEMPLO, NO SEPARA EL PRESENTE DEL FUTURO. MIENTRAS NOSOTROS DECIMOS: ‘HOY LLUEVE, MAÑANA LLOVERÁ’, ELLOS DICEN ‘HOY LLUEVE, MAÑANA LLUEVE’. AUNQUE SUENE INCREÍBLE, ESTO HACE QUE LOS CHINOS TENGAN MAYOR CAPACIDAD DE AHORRO”.

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etrás de cada decisión de un inversor hay mucho más que el simple análisis costo/beneficio. Esto, porque distintos factores sociales, cognitivos, emociona-

les y sociales entran en juego a la hora de operar en los mercados.

Esto es lo que analiza la llamada “Economía del Comportamiento”, una corri-ente con raíces en la década de 1970, cuando dos psicólogos americanos comenzaron a estudiar las actitudes que respaldan las activi-dades económicas de las personas. Sin embargo, no fue sino hasta 2002, cuando la Academia de Suecia otorgó el Premio Nobel de Economía a Daniel Kahneman, uno de los fundadores de esta corriente, que alcanzó reconocimiento mundial.

En la Argentina, uno de los principales representantes de esta corriente es el joven economista Martín Tetaz. InversorGlobal se reunió con él y en una amena charla buscamos desentrañar la forma de pensar del inversor argentino promedio.

¿Cómo influye la Psicología a la hora de analizar variables económicas?

Analizar inversiones no es otra cosa que prever el futuro. Cuando lo hacemos estamos tratando de prever la utilidad esperada o el flujo de interés, que no es otra cosa que tratar de saber cómo va a comportarse una variable más adelante. Sin embargo, los seres humanos somos malos para pronosticar el futuro. Es muy difícil para un joven de 25 años programar su jubilación a los 65. Puede haber una raíz muy profunda de esto en el modo en el que habla-mos. El economista chino Keit Chen plantea que el lenguaje que hablamos puede incidir en la forma en que gastamos nuestro dinero. Según sostiene, la estructura del idioma influye en nuestra tendencia al ahorro. El idioma chino, por ejemplo, no separa el presente del futuro. Mientras nosotros decimos: “Hoy llueve, mañana lloverá”, ellos dicen “hoy llueve, mañana llueve”. Aunque suene increíble, esto hace que los chinos tengan mayor capacidad de ahorro: en China la tasa de ahorro equivale al 40% de su PBI, mientras que en nuestro país sólo ahorramos el 20% de nuestro producto bruto interno.

¿Entonces el lenguaje modifica nuestra capacidad para invertir?

Sí, pero no sólo eso. El vocabulario de las inversiones suele ser muy específico y eso dificulta que cualquier inversor promedio sea capaz de realmente visualizar de qué le están hablando cuando le dicen Costo Financiero Total, utilidad neta o ETF. Las personas tenemos problemas para representarnos qué es lo que realmente significa que un crédito tenga una Costo Financiero Total de 78%. ¿Por qué? Porque a la gente le cuesta mucho monetarizar los porcentajes. No es lo mismo que te digan que un plazo fijo tiene una tasa de interés anual

de 14% a que te expliquen que si vos depositás cierta plata a fin de año recibirás 150.000 pesos. Esto puede ser un problema para el ahorrista más desprevenido o una oportunidad para aquellos que están haciendo negocios con nosotros, como pueden ser los bancos.

¿Pero esto es una limitación humana? ¿Cómo puede subsanarse para evitar perder dinero?

Creo que es un tema de falta de educación y regulación. El banco central desconoce segu-ramente que la gran mayoría de las personas que solicitan un crédito no tienen idea de lo que significa para su bolsillo que tenga un Costo Financiero Total de 78%. Los bancos se aprovechan de este desconocimiento y se hace una especie de engaño, aunque no creo que sea ex profeso. Pero lo importante es que si vos pediste un crédito de 10.000 pesos y aceptás uno que tenga un CTF alto, tenés que saber que vas a terminar devolviendo casi el doble de lo que te prestaron. Aquí falla la regulación del banco central, que podría servir también para cortar con movidas especulativas, como las rela-cionadas con el dólar paralelo.

Cómo inviertes, quién eres¿Cómo definirías al inversor argentino?

La Argentina se caracteriza por tener una economía altamente inestable. Si comparamos el PBI argentino con otros de la región, o incluso con el de países emergentes de Asia,

notaremos que el argentino es mucho más volátil. Esta inestabilidad económica se traduce en una incertidumbre que caracteriza a los inversores locales, con menos capacidad de pronóstico que otros inversores del mundo. Entonces no esperan a tener quince datos de la realidad para tomar una decisión, rápidamente van a las conclusiones. Se apresuran a leer tendencias: por ejemplo, si el dólar sube durante tres días seguidos, seguramente el argentino al cuarto día va a salir corriendo a com-prar dólares, aunque esta alza no necesariamente signifique un serio problema en la economía. Estadísticamente, existen probabilidades de que si tiramos una moneda al aire tres veces, las tres veces salga “cara”, y esto no está vinculado con ningún otro dato de la realidad.

Es como que lo apura la urgencia.Sí, y por esta misma incertidumbre

económica el argentino sabe que debe realizar las ganancias muy rápido. Es cortoplacista, sabe que sus inversiones tienen que darle mucha liquidez y la posibilidad de retirar el dinero en cualquier momento que lo necesite, sin compli-caciones. Ésta es la única explicación de por qué, aun con una inflación del 24% anual, los argentinos sigan prefiriendo apostar a los plazos fijos que a lo sumo les pueden otorgar una tasa de interés del 14% anual. Prefieren poder disponer de su plata en el momento que lo necesiten, aunque todos los años pierdan un 10% de su capital. La pregunta es por qué esa persona no es capaz de figurarse que perder ese porcentaje equivale a que de los doce suel-dos que cobra en un año, le robasen un sueldo entero. Entonces, la inestabilidad económica vuelve a los argentinos hombres de negocios ansiosos, torpes e inseguros.

¿Qué otras debilidades le atribuirías al inversor argentino promedio?

Casi todos los argentinos creen que tienen la capacidad de pronosticar al mercado. Aunque esto no es sólo un rasgo local: está comprobado que el 90% de la población mun-dial cree que es mejor conductor que el prome-dio, o que el 90% de los estudiantes piensa que es más inteligente que el resto. Sobrevalorar sus capacidades puede llevarlos a asumir más riesgos. Entonces, a la hora de invertir, a los argentinos esto puede jugarles en contra, ya que toman sus decisiones basados más en la propia confianza en sí mismos que en un análisis

exhaustivo de las variables. Y muchas veces se equivocan.

¿Y qué pasa cuando se equivoca?Ahí aparece otra debilidad del argentino:

no quiere reconocer su error. Esto es lo que ocurrió en mayo con el dólar blue. Los que com-praron la moneda en el mercado paralelo lo hicieron porque estaban seguros de que la tendencia alcista se iba a prolongar por mucho tiempo. Cuando los indicadores de la realidad comenzaron a demostrar lo contrario, muchos de estos ahorristas se resistieron a vender, porque desestimaron los datos que no coin-cidían con su análisis. Y esta característica explica por qué en nuestro país las subidas son más abruptas que las caídas.

Ya que hablamos del dólar, ¿cómo explicarías la preocupación argentina por conseguir estos billetes?

En economía real se analizan dos factores: los fundamentals y los technicals. En la Argen-tina tenemos un problema real que es que faltan los dólares y por eso sube su valor. Mien-tras en todos los países de la región el dólar se consigue muy barato porque hay un boom de las inversiones extranjeras y porque el precio de los commodities que estos países producen aumentó en los últimos años. El precio de la soja aumentó 4 veces, el del oro 6 veces y el del cobre 7. Esto se traduce en un balance superavi-tario en todos los países de la región, menos en Venezuela y en la Argentina, donde hay un problema de confianza tan grande que espanta a los inversores. La falta de confianza está vincu-lada con que con los últimos Gobiernos comenzó a faltar el respeto a las instituciones, y hay una fuerte intervención estatal. Digo inter-

vención, porque lo que hace el Gobierno es justamente intervenir para decirle a la gente qué es lo que puede hacer o no, pero no regu-lar: por eso siguen chocando los trenes y los bancos se roban la plata.

Y está el tema psicológico.Claro, esto ayuda a que los argentinos sean

tan dependientes del dólar. La razón es que el dólar siempre fue un termómetro para anticipar las crisis. Los argentinos saben que si sube su precio es una señal de que algo va mal en la economía. Frente al escenario actual, con un freno económico importante y con una inflación sin control, los dólares aparecen como una vacuna ante la crisis, una reserva de certidum-bre en un panorama sin certezas. Pero para el ahorrista se da una especie de “profecía autocumplida”: como cree que hay un contexto de crisis, apuesta al dólar porque piensa que va a subir y éste efectivamente termina subiendo.

¿Y cómo influyen las expectativas de los inversores en problemáticas como la inflación?

También acá hay un factor concreto y un factor psicológico. La inflación está dada por el aumento de la tasa de emisión, que es real, por las pujas distributivas y por factores estructura-les. Pero esto solo no alcanza para explicarla. Además, influyen las expectativas de la población: si una persona tiene que vender los muebles de su casa para comprarse unos nuevos, sabe que si lo hace al precio que valen, dentro de tres meses cuando tenga que com-prar, no le va a alcanzar la plata. Las expectati-vas de inflación hacen que los formadores de precios fijen precios más altos y esto crea una especie de espiral en ascenso. Acá tiene mucho que ver la psicología del contagio, que es una rama de la Psicología Social. Estas expectativas de inflación explican que el mercado inmobiliario se haya dolarizado. Porque con la depreciación de la moneda, si uno vende una propiedad de 300 mil pesos, en un par de meses, cuando quiera comprar una nueva va a haber perdido un ambiente de su casa. Nadie quiere perder una sala, un baño o un ambiente; por eso la gente prefiere hacer sus operaciones inmo-biliarias en una moneda más estable.

“La inestabilidad económica argentina se traduce en una incertidumbre que caracteriza a los inversores locales, con menos capacidad de pronóstico que otros inversores del mundo”.

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etrás de cada decisión de un inversor hay mucho más que el simple análisis costo/beneficio. Esto, porque distintos factores sociales, cognitivos, emociona-

les y sociales entran en juego a la hora de operar en los mercados.

Esto es lo que analiza la llamada “Economía del Comportamiento”, una corri-ente con raíces en la década de 1970, cuando dos psicólogos americanos comenzaron a estudiar las actitudes que respaldan las activi-dades económicas de las personas. Sin embargo, no fue sino hasta 2002, cuando la Academia de Suecia otorgó el Premio Nobel de Economía a Daniel Kahneman, uno de los fundadores de esta corriente, que alcanzó reconocimiento mundial.

En la Argentina, uno de los principales representantes de esta corriente es el joven economista Martín Tetaz. InversorGlobal se reunió con él y en una amena charla buscamos desentrañar la forma de pensar del inversor argentino promedio.

¿Cómo influye la Psicología a la hora de analizar variables económicas?

Analizar inversiones no es otra cosa que prever el futuro. Cuando lo hacemos estamos tratando de prever la utilidad esperada o el flujo de interés, que no es otra cosa que tratar de saber cómo va a comportarse una variable más adelante. Sin embargo, los seres humanos somos malos para pronosticar el futuro. Es muy difícil para un joven de 25 años programar su jubilación a los 65. Puede haber una raíz muy profunda de esto en el modo en el que habla-mos. El economista chino Keit Chen plantea que el lenguaje que hablamos puede incidir en la forma en que gastamos nuestro dinero. Según sostiene, la estructura del idioma influye en nuestra tendencia al ahorro. El idioma chino, por ejemplo, no separa el presente del futuro. Mientras nosotros decimos: “Hoy llueve, mañana lloverá”, ellos dicen “hoy llueve, mañana llueve”. Aunque suene increíble, esto hace que los chinos tengan mayor capacidad de ahorro: en China la tasa de ahorro equivale al 40% de su PBI, mientras que en nuestro país sólo ahorramos el 20% de nuestro producto bruto interno.

¿Entonces el lenguaje modifica nuestra capacidad para invertir?

Sí, pero no sólo eso. El vocabulario de las inversiones suele ser muy específico y eso dificulta que cualquier inversor promedio sea capaz de realmente visualizar de qué le están hablando cuando le dicen Costo Financiero Total, utilidad neta o ETF. Las personas tenemos problemas para representarnos qué es lo que realmente significa que un crédito tenga una Costo Financiero Total de 78%. ¿Por qué? Porque a la gente le cuesta mucho monetarizar los porcentajes. No es lo mismo que te digan que un plazo fijo tiene una tasa de interés anual

Quién es

Martín Tetaz es econo-mista, graduado en la Universidad de La Plata, donde actualmente realiza un Doctorado en Ciencias

de la Gestión. Está especializado en la Economía del Comportamiento y profunda-mente interesado en el funcionamiento de la mente humana y de los procesos de toma de decisiones. Es profesor universitario e investigador del Centro de Estudios Distributivos Laborales y Sociales (CEDLAS), perteneciente a la Univer-sidad de La Plata. Además, es especialista en el diseño y procesado de encuestas y estu-dios de opinión pública.

de 14% a que te expliquen que si vos depositás cierta plata a fin de año recibirás 150.000 pesos. Esto puede ser un problema para el ahorrista más desprevenido o una oportunidad para aquellos que están haciendo negocios con nosotros, como pueden ser los bancos.

¿Pero esto es una limitación humana? ¿Cómo puede subsanarse para evitar perder dinero?

Creo que es un tema de falta de educación y regulación. El banco central desconoce segu-ramente que la gran mayoría de las personas que solicitan un crédito no tienen idea de lo que significa para su bolsillo que tenga un Costo Financiero Total de 78%. Los bancos se aprovechan de este desconocimiento y se hace una especie de engaño, aunque no creo que sea ex profeso. Pero lo importante es que si vos pediste un crédito de 10.000 pesos y aceptás uno que tenga un CTF alto, tenés que saber que vas a terminar devolviendo casi el doble de lo que te prestaron. Aquí falla la regulación del banco central, que podría servir también para cortar con movidas especulativas, como las rela-cionadas con el dólar paralelo.

Cómo inviertes, quién eres¿Cómo definirías al inversor argentino?

La Argentina se caracteriza por tener una economía altamente inestable. Si comparamos el PBI argentino con otros de la región, o incluso con el de países emergentes de Asia,

notaremos que el argentino es mucho más volátil. Esta inestabilidad económica se traduce en una incertidumbre que caracteriza a los inversores locales, con menos capacidad de pronóstico que otros inversores del mundo. Entonces no esperan a tener quince datos de la realidad para tomar una decisión, rápidamente van a las conclusiones. Se apresuran a leer tendencias: por ejemplo, si el dólar sube durante tres días seguidos, seguramente el argentino al cuarto día va a salir corriendo a com-prar dólares, aunque esta alza no necesariamente signifique un serio problema en la economía. Estadísticamente, existen probabilidades de que si tiramos una moneda al aire tres veces, las tres veces salga “cara”, y esto no está vinculado con ningún otro dato de la realidad.

Es como que lo apura la urgencia.Sí, y por esta misma incertidumbre

económica el argentino sabe que debe realizar las ganancias muy rápido. Es cortoplacista, sabe que sus inversiones tienen que darle mucha liquidez y la posibilidad de retirar el dinero en cualquier momento que lo necesite, sin compli-caciones. Ésta es la única explicación de por qué, aun con una inflación del 24% anual, los argentinos sigan prefiriendo apostar a los plazos fijos que a lo sumo les pueden otorgar una tasa de interés del 14% anual. Prefieren poder disponer de su plata en el momento que lo necesiten, aunque todos los años pierdan un 10% de su capital. La pregunta es por qué esa persona no es capaz de figurarse que perder ese porcentaje equivale a que de los doce suel-dos que cobra en un año, le robasen un sueldo entero. Entonces, la inestabilidad económica vuelve a los argentinos hombres de negocios ansiosos, torpes e inseguros.

¿Qué otras debilidades le atribuirías al inversor argentino promedio?

Casi todos los argentinos creen que tienen la capacidad de pronosticar al mercado. Aunque esto no es sólo un rasgo local: está comprobado que el 90% de la población mun-dial cree que es mejor conductor que el prome-dio, o que el 90% de los estudiantes piensa que es más inteligente que el resto. Sobrevalorar sus capacidades puede llevarlos a asumir más riesgos. Entonces, a la hora de invertir, a los argentinos esto puede jugarles en contra, ya que toman sus decisiones basados más en la propia confianza en sí mismos que en un análisis

exhaustivo de las variables. Y muchas veces se equivocan.

¿Y qué pasa cuando se equivoca?Ahí aparece otra debilidad del argentino:

no quiere reconocer su error. Esto es lo que ocurrió en mayo con el dólar blue. Los que com-praron la moneda en el mercado paralelo lo hicieron porque estaban seguros de que la tendencia alcista se iba a prolongar por mucho tiempo. Cuando los indicadores de la realidad comenzaron a demostrar lo contrario, muchos de estos ahorristas se resistieron a vender, porque desestimaron los datos que no coin-cidían con su análisis. Y esta característica explica por qué en nuestro país las subidas son más abruptas que las caídas.

Ya que hablamos del dólar, ¿cómo explicarías la preocupación argentina por conseguir estos billetes?

En economía real se analizan dos factores: los fundamentals y los technicals. En la Argen-tina tenemos un problema real que es que faltan los dólares y por eso sube su valor. Mien-tras en todos los países de la región el dólar se consigue muy barato porque hay un boom de las inversiones extranjeras y porque el precio de los commodities que estos países producen aumentó en los últimos años. El precio de la soja aumentó 4 veces, el del oro 6 veces y el del cobre 7. Esto se traduce en un balance superavi-tario en todos los países de la región, menos en Venezuela y en la Argentina, donde hay un problema de confianza tan grande que espanta a los inversores. La falta de confianza está vincu-lada con que con los últimos Gobiernos comenzó a faltar el respeto a las instituciones, y hay una fuerte intervención estatal. Digo inter-

vención, porque lo que hace el Gobierno es justamente intervenir para decirle a la gente qué es lo que puede hacer o no, pero no regu-lar: por eso siguen chocando los trenes y los bancos se roban la plata.

Y está el tema psicológico.Claro, esto ayuda a que los argentinos sean

tan dependientes del dólar. La razón es que el dólar siempre fue un termómetro para anticipar las crisis. Los argentinos saben que si sube su precio es una señal de que algo va mal en la economía. Frente al escenario actual, con un freno económico importante y con una inflación sin control, los dólares aparecen como una vacuna ante la crisis, una reserva de certidum-bre en un panorama sin certezas. Pero para el ahorrista se da una especie de “profecía autocumplida”: como cree que hay un contexto de crisis, apuesta al dólar porque piensa que va a subir y éste efectivamente termina subiendo.

¿Y cómo influyen las expectativas de los inversores en problemáticas como la inflación?

También acá hay un factor concreto y un factor psicológico. La inflación está dada por el aumento de la tasa de emisión, que es real, por las pujas distributivas y por factores estructura-les. Pero esto solo no alcanza para explicarla. Además, influyen las expectativas de la población: si una persona tiene que vender los muebles de su casa para comprarse unos nuevos, sabe que si lo hace al precio que valen, dentro de tres meses cuando tenga que com-prar, no le va a alcanzar la plata. Las expectati-vas de inflación hacen que los formadores de precios fijen precios más altos y esto crea una especie de espiral en ascenso. Acá tiene mucho que ver la psicología del contagio, que es una rama de la Psicología Social. Estas expectativas de inflación explican que el mercado inmobiliario se haya dolarizado. Porque con la depreciación de la moneda, si uno vende una propiedad de 300 mil pesos, en un par de meses, cuando quiera comprar una nueva va a haber perdido un ambiente de su casa. Nadie quiere perder una sala, un baño o un ambiente; por eso la gente prefiere hacer sus operaciones inmo-biliarias en una moneda más estable.