ISRAEL FRENTE A LA PROFECÍA

La Iglesia de Dios de la Fé de Jesús Tomo: IV, No. 188 A Abraham fueron hechas las promesas que darían a Israel la calidad de pueblo singular santo, diferente a los demás pueblos, por conocer ellos al verdadero Dios, La elección de Israel tuvo efecto en la elección de un hombre; Abraham, "Haré de ti una nación grande, te bendeciré, engrandeceré tu nombre y serás bendición, y serán benditas en ti todas las familias de la tierra" (Génesis 12:1-3). "Serás padre de muchas gentes y reyes saldrán de ti. Y estableceré contigo un pacto para una alianza perpetua, yo seré tu Dios y el Dios de tu simiente, para darles toda la tierra de Canaán a ti ya tu simiente a condición de que tú y tu simiente guarden mí pacto para siempre” (Génesis 17:1-9). "Porque eres pueblo santo a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo singular de entre todos los pueblos que están sobre la haz de la tierra” (Deuteronomio 14:2). "En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra” (Génesis 22:18). Así por causa del Juramento hecho a Abraham, Israel ha sido preservado hasta hoy. "Porque yo Jehová no me mudo y así hijos de Jacob no habéis sido consumidos” (Malaquías 3:6). Sin embargo, este pacto fue incumplido y transgredido muchas veces por Israel, y Dios se los hizo ver siempre por medio de sus profetas llamándolos a la obediencia, a la conversión, al arrepentimiento, sin que dieran oído a su voz. "...ellos invalidaron mi pacto, aunque yo fui como un marido para ellos.” (Jeremías 31:32) "Tu pues has fornicado con muchos amigos; mas vuélvete a mí, dijo Jehová" (Jeremías 3:1). Pero no hubo respuesta, y tal actitud produjo una interrogación obligada: "La incredulidad de ellos hará vana la verdad de Dios” (Romanos 3:3). O, dicho de otro modo: ¿La transgresión de Israel anulará el plan de Dios de constituir, un pueblo especial digno de él? ¿Qué pasó con el juramento hecho a Abraham? Las respuestas a esto; nos llegaron cuando llegó el Señor Jesucristo, Pablo explica: "A Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice, y a las simientes, como de muchos; sino como de uno: Y a tu simiente la cual es Cristo” (Gálatas 3:16). Así que Cristo vino como la simiente de

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Abraham, significándose con ello, que el pacto hecho con Abraham y lo dicho sobre su simiente, se dió como una promesa que se haría realidad en el Mesías prometido. Esto le dió realidad y credibilidad a la promesa que dice: "En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra”. Esto no pudo ser ni lo será en Israel. Pero si lo ha sido, lo es y lo seguirá viendo en Cristo, para gloria de Dios. Sí Jesucristo es la simiente prometida, y su iglesia como el cuerpo de Cristo, es ahora la simiente bendita; los que la conforman son los verdaderos hijos de Abraham y herederos de las promesas (Gálatas 3:29). De este modo Dios le ha cumplido todas sus promesas a Abraham haciéndolas realidad en Cristo. Así Abraham vino a ser padre de gentes de todas las naciones, conforme a lo que Dios le dijo, que sería padre de muchedumbre de gentes. Dios se procuró así, un pueblo mejor que el salido de "los lomos de Abraham”. Así lo explica Pedro: "Más vosotros sois linaje escogido sacerdocio regio, gente santa, pueblo adquirido (igual que Israel), para que anunciéis las virtudes de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. Vosotros que en el tiempo pasado no erais pueblo, mas ahora sois pueblo de Dios; que en el tiempo pasado no habíais alcanzado misericordia, mas ahora habéis alcanzado misericordia” (1 Pedro 2:9,10). El cristianismo ha ocupado ahora el lugar que tenía Israel como pueblo de Dios. Israel violó el pacto de su Dios y perdió los privilegios concedidos en la elección de Abraham, pero Dios que es amor, no los desechó de la salvación, pero ahora la puerta de entrada para ellos es la misma que para todos los hombres que quieran ser salvos. Es Aquel que dijo: "Yo soy la puerta el que por mi entrare será salvo” y “aún ellos si no permaneciesen en incredulidad serán ingeridos; que poderoso es Dios para volverlos a ingerir” (Juan 10:9; Romanos 11:23). "Dios es amor”. Un amor divino e inconmensurable manifestado plenamente en Cristo Jesús, para ser disfrutado por judíos y gentiles en un Nuevo Pacto que ha sido fincado; ya no sobre la promesa de un pueblo que dijo cumplir y no lo hizo, sino sobre la divina promesa de Aquel que dijo: "Haré que andéis en más mandamientos y los pongáis por obra” (Ezequiel 36:26,27).

EL PROPÓSITO DE LA ELECCIÓN

"He aquí, que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones. He aquí, llamarás a gente que no conociste y gentes que no te conocieron correrán a ti por causa de tu Dios que te ha honrado” (Isaías 55:4,5).

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Estas son las palabras que describen el objetivo divino para la elección de Israel. Este pueblo debía ejercer el liderazgo para conducir a todas las naciones hacía la adopción de la ley de Dios, a fin de ejercer la voluntad divina sobre la tierra. Lamentablemente Israel no supo cumplir tan elevados fines y esta causal de su elección quedó sin realizarse, postergándola para la venida del Mesías. 1.- Los privilegios especiales para Israel cesaron en la era cristiana. Porque ahora para Dios “no hay diferencia de judío y de griego; porque el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan” (Romanos 10:12,13) 2.- La voz de los profetas terminó con Juan el Bautista, pues él fue el. último de ellos. (Lucas 16:16). 3.- Israel fue infiel a Dios y como consecuencia, le vino todo el mal predicho por sus profetas. (Jeremías 2:19). Los bienes anunciados por sus profetas estaban condicionados. SI se convertían y dejaban el mal les vendrían bien. Pero SI no le oían y seguían en su rebeldía, les vendía el daño profetizado. Isaías lo expresó muy claro: "SÍ quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; SI no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho” (Isaías 1:19,20). Jeremías ratificó la condicionalidad profética, cap. 18:7-10. La profecía se cumpliría en un sentido o en otro, no puede cumplirse en ambos sentidos. La historia nos dice como se cumplió. 4.- Con la destrucción de Jerusalem y el templo todas las profecías sobre Israel quedarían cumplidas, y la dispersión de los judíos por el mundo se iniciaría con ese suceso. (Lucas 21:20-24). 5.- Hoy Israel delante de Dios, tiene el mismo valor y significado que cualquiera otra nación del mundo. Porque ahora "de cualquier nación que le teme y obra justicia se agrada Dios” (Hechos 10:35). 6.- El resurgimiento actual de Israel como nación a partir de 1948. No es por el cumplimiento de las profecías de la restauración, sino que ha resurgido por sus esfuerzos social religioso y político, así como Alemania y Japón y otras naciones han resurgido de sus ruinas después de la segunda guerra mundial, sin base profética alguna. 7.- Daniel es el profeta que detalla la destrucción del templo y de la capital de su nación, y la consumación del plan divino sobre su pueblo, al que Dios todavía le extiende un plazo de cinco siglos, en los que tendría lugar todo el desarrollo del plan divino para la redención, plazo que concluiría con la muerte del Mesías y la destrucción de Jerusalem, lo cual pondría fin a todo el sistema religioso, político y social del pueblo elegido, que no volvería a ser igual ya nunca más. El juicio anunciado para el pueblo judío en las palabras de Daniel es "sellar la visión y la profecía”. Esto significa el

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cumplimiento de las profecías y su cierre o conclusión. “El cese de los sacrificios”. Lo que indica la terminación de la práctica de sus ritos y ceremonias religiosas y el fin del sacerdocio. "La destrucción de la ciudad y el santuario y el asolamiento de la nación”. Con esto se terminaría la relación de Dios con Israel como pueblo único. (Daniel 9:24-27). Sin embargo, no puede negarse que el apego a su religión y la esperanza de que las profecías del recogimiento y de la glorificación de Israel han de cumplirse, han sido el vínculo que les ha dado cohesión y permanencia como puedo a pesar de la dispersión de su raza. Y esto ha sido también la motivación para constituía una nación nueva y pujante, donde durante tantos siglos sólo hubo desiertos y desolación. Sin embargo, ni el templo ha podido ser reconstruido, ni restaurados los sacrificios y el sacerdocio, ni la ley de Moisés y probablemente esto ya no sucederá. Lo que hoy vemos es un Israel muy diferente, hoy es el pueblo del Talmud, un pueblo nuevo que hoy lucha todavía por su supervivencia y el logro de la paz que algunos no quieren, pero que ya empiezan a lograr con algunos de sus tradicionales enemigos, por lo cual han perdido a su gran líder político. En fin, hoy Israel es un pueblo que se ha ganado la admiración y el respeto en el concierto de las naciones, y que merece como todos los pueblos del mundo, vivir en paz para alcanzar sus metas de superación, progreso y realización.

LA ULTIMA DETERMINACIÓN SOBRE ISRAEL “Por lo cual ha establecido un día, en el cual ha de juzgar al mundo con justicia (esto incluye a Israel) POR AQUEL VARÓN AL CUAL DETERMINO; dando fe a todos con haberle levantado delos muertos”. (Hechos 17:31) “Ha establecido un día”, significa que ese día ya estaba corriendo, y por eso todo lo que pasa en el mundo y muy particularmente en Israel, es la evidencia del juicio de Dios sobre los hombres, A quienes están siendo juzgados POR AQUEL VARÓN que Dios levantó de entre los muertos. Todas las promesas de Dios hechas a Abraham son ahora para todos los hombres bajo la DETERMINACIÓN DIVINA DE OBTENER£LAS EN CRISTO. Sin Cristo, ni Israel, ni nadie, podrá ser considerado como pueblo de Dios.