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Revista Mexicana de Investigación Educativa julio-diciembre 1999, vol. 4, núm. 8, pp.299-343 INVESTIGACIÓN Relación entre la escolaridad y la percepción del funcionamiento familiar Joaquina Palomar Lever* Alejandro Márquez Jiménez* Resumen: Este trabajo está orientado a conocerla relación que existe entre e/ nivel de escolaridad de los sujetos investigados y la de sus padres con la percepción que /os primeros tienen de/ funcionamiento de sus familias. Es un estudio ex-post facto y transversal. Para ello se constituyó una muestra de 607 sujetos (padres de familia) que radican en el Distrito Federa/ y zonas conurbadas, y se midió el funcionamiento familiar, utilizando para ello un instrumento que comprende 70 dimensiones y que consta de 56 ítems. A partir de los resultados pudo concluirse que la escolaridad de los sujetos, así como la de sus respectivos padres influyen en la percepción que tienen de/ funcionamiento familiar; sin embargo, la relación que se establece no es siempre lineal, dado que en algunos factores, los sujetos con niveles de escolaridad media tienen una percepción más desfavorable de/ funcionamiento familiar, en comparación con los que tenían escolaridad baja; además, se observó que la edad, el sexo y el nivel socioeconómico de los sujetos, son aspectos que influyen en la percepción de/ funcionamiento familiar Abstract The aim of this work is lo find the relationship between the scholastic level of the subjects and their parents involving the former's perception of their family functioning. It is a cross-sectional and a posteriori study A sample of 607 subjects was taken from Mexico City and its surrounding area. The family functioning was measured on a Perception Scale composed of ten factors and 56 items. From the results it could be concluded that the scholastic level of the subjects and their parents influenced their perception of family functioning. This is not always a linear relationship as in some cases the perception of family functioning was lower in a medium scholastic level than in those with a low scholastic level. It was also observed that age, sex and socioeconomic level are factors that influence the perception of family functioning. Universidad Iberoamericana. Los autores agradecen al Programa Interinstitucional de Investigaciones en Educación Superior (pues) el apoyo financiero que permitió llevar a cabo esta investigación. CE: [email protected]

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Revista Mexicana de Investigación Educativa julio-diciembre 1999, vol. 4, núm. 8,

pp.299-343 INVESTIGACIÓN

Relación entre la escolaridad y la

percepción del funcionamiento familiar

Joaquina Palomar Lever* Alejandro Márquez Jiménez*

Resumen: Este trabajo está orientado a conocerla relación que existe entre e/ nivel de escolaridad de los sujetos investigados y la de sus padres con la percepción que /os primeros tienen de/ funcionamiento de sus familias. Es un estudio ex-post facto y transversal. Para ello se constituyó una muestra de 607 sujetos (padres de familia) que radican en el Distrito Federa/ y zonas conurbadas, y se midió el funcionamiento familiar, utilizando para ello un instrumento que comprende 70 dimensiones y que consta de 56 ítems.

A partir de los resultados pudo concluirse que la escolaridad de los sujetos, así como la de sus respectivos padres influyen en la percepción que tienen de/ funcionamiento familiar; sin embargo, la relación que se establece no es siempre lineal, dado que en algunos factores, los sujetos con niveles de escolaridad media tienen una percepción más desfavorable de/ funcionamiento familiar, en comparación con los que tenían escolaridad baja; además, se observó que la edad, el sexo y el nivel socioeconómico de los sujetos, son aspectos que influyen en la percepción de/ funcionamiento familiar

Abstract The aim of this work is lo find the relationship between the scholastic level of the subjects and their parents involving the former's perception of their family functioning. It is a cross-sectional and a posteriori study A sample of 607 subjects was taken from Mexico City and its surrounding area. The family functioning was measured on a Perception Scale composed of ten factors and 56 items.

From the results it could be concluded that the scholastic level of the subjects and their parents influenced their perception of family functioning. This is not always a linear relationship as in some cases the perception of family functioning was lower in a medium scholastic level than in those with a low scholastic level. It was also observed that age, sex and socioeconomic level are factors that influence the perception of family functioning.

Universidad Iberoamericana. Los autores agradecen al Programa Interinstitucional de Investigaciones en Educación Superior (pues) el apoyo financiero que permitió llevar a cabo esta investigación. CE: [email protected]

Palabras clave: funcionamiento familiar, relaciones familiares, educación parental, familia, educación.

Key words: family functioning, family relationships, parents' education, family, education.

Introducción

En las sociedades modernas, la educación que se imparte en el seno de la familia y en la escuela se ha constituido en el principal agente de socialización, aun cuando existen otros agentes que han cobrado gran importancia en las últimas décadas (entre otros, los medios de comunicación). La socialización se en tiende como el proceso mediante el cual la generación joven aprende e internaliza una serie de ideas, normas, valores y patrones de conducta que le permiten identificarse e incorporarse a los modos de vida de la comunidad que lo rodea (Durkheim, 1975). En el seno de la familia es donde el niño internaliza los primeros patrones de conducta, normas y valores que le permitirán interactuar con otros miembros de su familia y su comunidad y, posteriormente en la escuela, aprenderá patrones de carácter más universalista que le servirán para integrarse a la sociedad de la que forma parte.

Pese a la importancia de estas dos instituciones (familia y escuela), en el proceso de socialización existen pocas investigaciones que exploren las diversas vertientes de la relación que se establece entre ellas. En México, por ejemplo, la investigación del vínculo entre familia y escuela ha sido abordada principalmente bajo la vertiente de la educación de adultos o no formal, como una manera de apoyar los programas orientados a la formación de los padres de familia para mejorar el desempeño educativo de sus hijos (Schmelkes, Linares y Delgado, 1993). En tal medida, este trabajo se propone explorar qué tipo de relación se establece entre el nivel de escolaridad de los sujetos investigados y la de sus padres, y la percepción que los primeros tienen del funcionamiento de sus familias.

El funcionamiento familiar comprende una gran diversidad de factores; sin embargo, es común que se considere que una familia sana o funcional presente características tales como: comunicación clara y directa, definición de roles, autonomía de los integrantes, cohesión y solidaridad entre los miembros, habilidad para re-solver problemas, etcétera (Ponzetti y Long, 1 989; Mansour y Soni, 1986).

Aunque existen algunos parámetros objetivos que permiten abordar el estudio del funcionamiento familiar, cabe aclarar dos aspectos en relación con el presente trabajo:

a) El estudio busca explorar en qué medida puede variar la percepción (que en su definición básica se entiende como la aprehensión de la realidad por medio de los datos recibidos por los sentidos) que tienen los individuos de su realidad familiar, según su nivel de escolaridad y el de sus padres. b) Se limita solamente a establecer la relación que existe entre la escolaridad y la percepción del funcionamiento familiar; aunque no se abordan los procesos mediante los cuales la escolaridad puede influir en el funcionamiento familiar como en la percepción que se tenga del mismo, se consideró pertinente incluir al-gunas teorías y resultados de investigación que tienen relación con el funcionamiento familiar y con la forma como la educación influye en la percepción de los individuos, a fin de enmarcar los resultados que de este estudio se desprendan. Una vez acotado el objeto de estudio del presente trabajo, se describirán algunas de las contribuciones que han aportado elementos que permiten relacionar las variables de interés.

Bandura (1977), por ejemplo, sostiene que es a través del modelamiento e imitación de la conducta de los otros como se lleva a cabo el proceso de socialización, considerando que esto es, ante todo, un método de aprendizaje. En tal medida, los niños en el ámbito familiar aprenden mediante el modelamiento e imitación, los patrones conductuales de sus padres, sus actitudes y respuestas emocionales y las internalizan llegando a forjar en gran medida su personalidad. Algunas investigaciones llevadas a cabo con niños, han comprobado que éstos reproducen en gran medida los patrones de conducta de sus padres, llegando a presentar características similares en aspectos tales como: la forma de resolver conflictos (Steinmetz, 1977), la competitividad, la hostilidad y la impaciencia (Matthews y Angulo, 1980; McCranie, Miles y Simpson, 1986). Otras investigaciones llevadas a cabo con niños y adolescentes han permitido observar que la estructura, funcionamiento y ciclo vital de la familia influyen de manera importante en la conducta de los individuos. Se ha observado que aspectos tales como: la estructura familiar (composición del grupo), las características de los padres (coercitivos, sumisos, perfeccionistas, etcétera), el tipo de comunicación entre los miembros de la familia (clara, directa y congruente), los métodos disciplinarios utilizados (incongruente, restrictiva y hostil) y la discordia marital, se vinculan con problemas de conducta escolar en los adolescentes (Mejía et al., 1989; Demo y Acock, 1996). Asimismo, se ha comprobado que la familia de origen es una variable determinante en el funcionamiento y percepción que un individuo tiene de la familia que él forma (Canfield, Hoverestadt y Fenell, 1992). Al respecto se considera que son relativamente pocas las personas que son conscientes de la forma en que su comporta-miento está influido por las metas y los problemas presentes en la generación de sus padres y sus abuelos. Con relación al sexo de las personas, una investigación llevada a cabo por Crowley y Taylor (1994) observó que existen diferencias en la percepción del funcionamiento familiar que tienen los padres. La madre y el padre tienen una apreciación distinta de los factores que generan estrés en la familia, así como factores que sirven de apoyo a la resolución de conflictos. Por otra parte, una investigación llevada a cabo con universitarios mostró que las mujeres tienen una percepción más positiva de sus familias que los hombres, así como resaltan características favorables en la familia (amor, cariño, afecto) diferentes a las que mencionan los hombres (apoyo entre los miembros) (Covarrubias, Muñoz, Reyes, 1987). Así, dado que la familia es la unidad básica y más importante en el proceso de socialización, se puede considerar que los individuos estarán orientados a reproducir ciertas pautas de funcionalidad o disfuncionalidad semejantes a las que imperaban en sus hogares; ello, aunado al impacto que otros agentes de socialización (escuela, cultos religiosos, grupos de iguales, etcétera) puedan generar en sus patrones de vida familiar. Por otra parte, algunos factores que se han asociado fuertemente con el funcionamiento familiar son el nivel económico y educativo del grupo, siendo que en los hogares con escasos recursos económicos y educativos es donde se presentan más frecuentemente problemas de disfuncionalidad (Mejía et a/. ,1989). En relación con la escolaridad, algunas investigaciones han constatado que existe relación entre los cambios observados en determinadas actitudes, aspiraciones y valores en estudiantes y la cantidad de educación que han alcanzado (Muñoz y Rubio, 1993). Asimismo, la escolaridad es un factor importante que afecta el acceso a otros recursos como el trabajo, propicia la búsqueda de relaciones más igualitarias entre hombres y mujeres, afecta la organización familiar, la visión del mundo y las estrategias de supervivencia; también influye en la edad para casarse, el nivel de fecundidad y la mortalidad infantil (Cordera et al., 1996; Tapia, 1990). En una investigación realizada por Okman (1991), el autor comprobó que las familias con un alto estatus socioeducativo y en las que la madre no trabaja, presentan mayores índices de proximidad entre los miembros, en contraste con las familias dé bajo estatus. Este autor señala que el nivel socioeducativo fue el factor que más influyó en los niveles de proximidad encontrados en las familias.

En otro estudio (Gordillo y Santoyo, 1991) en el que se llevó a cabo un análisis comparativo entre niños de preescolar de nivel socioeconómico bajo y medio, se observó que los años de estudios del padre explicaron el 26% de la varíanza del puntaje global de la estimulación del medio ambiente familiar y conjuntamente con la densidad familiar y los años de estudio de la madre, explicaron el 34% de la varianza de la estimulación del medio ambiente familiar. Asimismo, los puntajes de la escala de estimulación del medio ambiente familiar explicaron el 70% del desempeño intelectual global y conjuntamente con la provisión de materiales de juego apropiados y las oportunidades para una variada estimulación diaria, explicaron el 76% de la varianza de la escala de inteligencia. Estos autores afirman que es posible que las familias de escasos recursos pasen menos tiempo interactuando con sus hijos dadas las presiones por conseguir algunos recursos de subsistencia, lo cual puede ser explicativo de las diferencias que encontraron en el tipo, cantidad y calidad de la estimulación disponible en el medio ambiente familiar, así como del desempeño intelectual de los niños de niveles socioeconómicos medio y bajo. Los resultados de estas investigaciones permiten apreciar el importante papel que juega la familia y principalmente los padres en la socialización de sus hijos; sin embargo, considerando que la funcionalidad familiar tiene relación con los recursos económicos y el nivel educativo del grupo (y entre estas últimas existe una fuerte asociación), es viable afirmar que la escolaridad adquirida también modifica las pautas de conducta aprendidas en su hogar y que están relacionadas con la funcionalidad de la familia. Sin embargo, no se conoce con precisión el proceso mediante el cual la escuela puede contribuir a transformar las pautas de conducta aprendidas en la familia. Una teoría que podría brindar algún aporte al respecto es la sociolingüística de Bernstein (1991). Según este autor, la socialización está determinada por la estructura de clases de la sociedad, y dicha estructura controla a su vez las relaciones que las familias pueden tener en su interior. Partiendo de la estructura diferenciada de clases y de su implicación en la distribución del conocimiento entre los miembros de la sociedad, Bernstein considera que existen distintos códigos y significados lingüísticos a los que puede acceder la población dependiendo de su clase social. En las relaciones sociales, distingue dos tipos de códigos y significados, los que están estrechamente ligados con la posibilidad que tienen los individuos de reflexionar sobre el orden que les ha sido transmitido. Los códigos restringidos y los significados particularistas están estrechamente ligados al contexto y sólo son conocidos por aquellos que están relacionados mediante una experiencia en la misma situación, en tal medida son comprendidos y asimilados bajo un contexto muy determinado. Por otra parte, los códigos elaborados y los significados universalistas están vinculados con los metalenguajes del conocimiento y son aquéllos en los que los principios y operaciones son lingüísticamente explícitos y permiten a los individuos tomar conciencia de los fundamentos de su experiencia y transformarla.

La escuela puede ser vista como un lugar privilegiado para el uso de los códigos y significados universalistas, ya que los conocimientos, normas y valores que se enseñan están estructurados de acuerdo con significados explícitos y no ligados a contextos determinados; esto permite suponer que dependiendo del nivel de escolari-dad, los sujetos tendrán más o menos elementos para interpretar, reflexionar y transformar el orden individual, familiar y social en que viven.

Para concluir se puede decir que aunque aspectos tales como el nivel socioeconómico y la estructura de la familia de origen, así como muchas de las características de los padres influyen en los patrones de conducta de los individuos (lo cual los puede orientar a presentar en su familia un funcionamiento semejante a la de ori-gen), existen elementos que permiten considerar que sus patrones pueden ser modificados mediante la intervención de otros agentes de socialización, como es el caso de la educación escolarizada.

Dado que la escuela pone en contacto a los individuos con patrones de conducta, normas y valores que no se refieren a los de su familia en particular, sino a aspectos que son explícitos y que han sido universalmente validados como positivos, ello les permite reflexionar sobre las características de funcionalidad o disfuncionalidad de su familia y, si es el caso, procurar los cambios que sean necesarios en su relación familiar.

Método Diseño

El presente fue un estudio ex-post facto, donde no existe manipulación de variables. Es un estudio de campo y transversal.

Sujetos La muestra del estudio estuvo constituida por 607 sujetos, padres de familia, tanto del Distrito Federal como de las zonas conurbadas, que se encontraban en diferentes etapas del ciclo vital de la familia (inicial procreativa -entre O y 7 años de casados-, intermedia -entre 8 y 15 años de casados- y terminal o avanzada -entre 15 y 30 años de casados-), y tenían distintos niveles de educación (desde ninguna, hasta nivel superior). La muestra estuvo conformada por 295 (48.5°/0) hombres y 312 (51.4%) mujeres, de los cuales 477 (78.5%) estaban casados y 130 (21 .4%) vivían en unión libre. Once de ellos (1 .8%) no tenían ninguna escolaridad, 86 (14.2%) cursaron solamente la primaria, 113 (18.6%) la secundaria, 63 (10.4°/0) comercio o técnico, 74 (12.2%) tenían estudios de bachillerato y 259 (42.7%) estudios profesionales. A su vez, 237 (39%) tenían entre O y 7 años de casados o de vivir juntos, 187 (30.8%) entre 8 y 15 y 183 (30.1 %) entre 16 y 30 años. La edad de los sujetos osciló entre 16 y 60 años, con una media de 35.5 años y una desviación estándar de 9. Los sujetos de la muestra fueron tomados de la población general y no hubo selección aleatoria. Sin embargo, se controló su inclusión a la muestra de acuerdo con su edad, sexo, escolaridad y estado civil. Los criterios de inclusión tuvieron el propósito de que existiera un número aproximado de sujetos jóvenes y de edad más avanzada, un número equivalente de hombres y mujeres y de personas con y sin educación superior. Dado que no se controló la selección de la muestra por nivel escolar, existe un sesgo a favor de sujetos que tienen educación superior. Además, fue necesario que todos hubieran ya formado su propia familia y vivieran con ella (casados o que vivían en unión libre). Instrumentos Percepción del funcionamiento familiar. Para medir este constructo se elaboró una escala que evalúa la percepción que tienen los sujetos respecto de los patrones de comportamiento que rigen en su familia (es decir, desde la valoración subjetiva del propio entrevistado) (Cfr. Palomar, 1998). Un análisis factorial de los reactivos reveló diez dimensiones que explican, en total, el 53.3% de varianza e índices de confiabilidad que van desde .52 a .94. Los factores que emergieron son los siguientes: 1) relación de pareja, 2) comunicación, 3) cohesión familiar, 4) falta de reglas y apoyo, 5) tiempo que comparte la familia, 6) roles y trabajo doméstico, 7) autonomía familiar, 8) organización, 9) autoridad y 70) violencia física y verbal. Dado que los sujetos que participaron en este estudio tenían edades entre 16 y 60 años; niveles de escolaridad entre «ninguna» y educación superior, y eran de ambos sexos; el instrumento puede ser aplicado a sujetos con características similares. A continuación se presentan las definiciones de los factores del funcionamiento familiar: Re/ación de pareja. Se refiere a la fuerza y calidad de la diada paterna. Esta dimensión está relacionada con el grado en el que la pareja comparte intereses, se apoya mutuamente, se siente querido y valorado por el otro, puede hablar abiertamente de sus sentimientos y expresar sus afectos a través del contacto físico. También con el grado en el que la

pareja comparte tiempo sin los hijos y el grado en que puede resolver sus problemas sin que sea necesaria la intervención de alguno de sus hijos. Comunicación. Esta dimensión mide la capacidad de la familia para expresar abiertamente las ideas, discutir los problemas, negociar los acuerdos y expresar verbal y no verbalmente el afecto. Cohesión. Se refiere al grado en el cual los miembros de la familia tienen un sentido de unión y pertenencia. Falta de reglas y apoyo. Este factor está relacionado con la cooperación y las normas familiares que facilitan la convivencia de sus miembros. Mide los aspectos disfuncionales en esta área. Tiempo que comparte la familia. Se refiere al grado en que los miembros de la familia realizan actividades juntos y comparten intereses y tiempo libre. Roles y trabajo doméstico. Este factor está relacionado con los patrones de conducta por medio de los cuales la familia asigna a los individuos funciones, con la claridad respecto de las tareas que deben cumplir sus miembros y con el grado de cumplimiento de las funciones y distribución de dichos roles. Autonomía. Esta dimensión está relacionada con el grado en el cual se fomenta en la familia la independencia de cada uno de los miembros, que puedan resolver por sí mismos sus problemas y tomen sus propias decisiones, sin que ello ocasione distanciamiento y/o desunión familiar. Organización. Esta dimensión se refiere al grado de flexibilidad-rigidez de las normas familiares y son el orden, la puntualidad y la planeación de actividades de la familia. Autoridad. Se refiere a la distribución del poder en el sistema familiar y a la claridad por parte de los miembros de la familia acerca de quién o quiénes ejercen dicho rol. Además hace referencia a la consistencia de las normas familiares. Violencia física y verbal. Este factor está relacionado con las expresiones de agresión física (maltrato, golpes, etcétera) y verbal (insultos, gritos, etcétera) que existen en el sistema familiar. Procedimiento El levantamiento de datos fue realizado en el domicilio particular de los sujetos. Se aplicaron los instrumentos individualmente, siendo la participación voluntaria, una vez que se había constatado que cubrían con los criterios de inclusión a la muestra. El tratamiento de los datos consistió en cuatro análisis de varianza de doble clasificación, en los que se tomaron como variables independientes la escolaridad del padre, de la madre y del entrevistado y como variables dependientes los factores del funcionamiento familiar. El primero de ellos se realizó con toda la muestra y en los subsiguientes se controló la edad, el sexo y el nivel socioeconómico del entrevistado. Además, con la finalidad de identificar con mayor precisión el efecto de la escolaridad en las dimensiones del funcionamiento familiar, se realizó un análisis de regresión múltiple con el método stepwise. Se incluyeron como variables independientes la escolaridad del entrevistado así como la del padre y de la madre; el nivel socioeconómico; la edad y el sexo; y, como variables dependientes, los factores del funcionamiento familiar. Las independientes fueron ingresadas a las ecuaciones como variables dummy, es decir, para cada variable independiente se creó un número de variables igual al número de categorías, menos uno. Posteriormente a cada una de estas variables se le asignaron valores de O y 1 . Este procedimiento se realizó debido a que las independientes tenían un nivel de medición ordinal, de ahí que para que pudieran ser sometidas a un análisis de regresión múltiple fue necesario el formato dummy, lo que permitió discriminar el efecto que cada una de ellas tenía sobre los factores del funcionamiento familiar.

Resultados Se iniciará este apartado describiendo algunas características sociodemográficas de los entrevistados, tales como: edad, nivel de escolaridad del sujeto y de sus padres, ingreso familiar, estado civil y ocupación que desempeñan.

Posteriormente, se presentarán los resultados del análisis de varianza de doble entrada, que fueron obtenidos para toda la muestra y controlando el sexo, la edad y el nivel socioeconómico. Estos análisis estadísticos tuvieron como objetivo conocer si existían efectos principales y / o interacciones de las variables independientes (escolaridad del padre, de la madre y del entrevistado) sobre las dimensiones del funcionamiento familiar que fueron medidas.

Características de la muestra

Como se ha mencionado en el apartado de metodología, la muestra estuvo constituida por 607 sujetos, de los cuales 78.6% eran casados y el 21 .4% se encontraban viviendo en unión libre. Asimismo, dado que el sexo fue una de las variables que se controló, 312 eran mujeres y 295 hombres, es decir hubo una proporción equivalente de sujetos según el sexo. Once de los participantes (1 .8%) no tenían ninguna escolaridad, 86 (14.2%) cursaron solamente primaria, 113 (18.6%) secundaria, 63 (10.4%) comercio o técnico, 74 (12.2%) tenían estudios de bachillerato y 259 (42.7%) estudios profesionales.

Con respecto a la ocupación, se pudo observar que 17 (2.8°/0) eran estudiantes, 1 26 (20.8%) amas de casa, 357 (58.8%) empleados, 79 (13%) eran dueños de negocios y 23 (3.8%) estaban buscando trabajo.

En relación con el puesto que ocupaban quienes trabajaban (436 sujetos) se encontró que 92 (21 .1 %) eran dueños, socios o directores, generales o de departamento, 10 sujetos (2.3%) eran su pervisores, 168 (38.5%) vendedores o empleados, 138 (31 .7%) desempeñaban funciones técnicas o profesionales o laboraban por su cuenta en este tipo de funciones, 22 (5%) trabajaban de manera independiente en oficios no profesionales y 6 (1 .4%) no indicaron el tipo de puesto que ocupaban.

El ingreso familiar mensual de los sujetos estudiados osciló entre $300.00 y $40,000. La media fue de $3,981 .95, la mediana de $2,800 y la moda de $2,000. De los 607 entrevistados, el 15% percibía ingresos entre $300 y $1 ,000, el 61 % entre $1 ,001 y $5,000, el 16% entre %5,001 y $10,000 y sólo el 4% tenía ingresos superiores a $10,000. El 4% no proporcionó información sobre su ingreso familiar.

Con respecto a la escolaridad del padre de los entrevistados, se pudo observar que en 89 casos (14.8%) éstos no tenían ninguna, 258 (42.8%) de primaria, 1 12 (18.6%) de secundaria, 43 (7.1 %) cursaron comercio o técnico, 37 (6.1 %) estudios de bachillerato y 64 (10.6%) cursaron una carrera universitaria. En cuanto a la escolaridad de la madre, pudo apreciarse que en 1 16 casos (19.1 %) ésta no tuvo ninguna, en 318 (52.4%) había cursado la primaria, 81 (13.3%) secundaria, 57 (9.4%) comercio o técnico, 13 (2.1 %) bachillerato y, por último, en 22 de los casos (3.6%) se reportó que la madre tenía estudios universitarios. • Efectos principales de la escolaridad del padre, de la madre y del entrevistado sobre los factores del funcionamiento familiar Como se ha mencionado, se realizó un análisis de varianza de doble clasificación (con toda la muestra y controlando sexo, edad y nivel socioeconómico), para conocer si existían efectos principales y/o interacciones de las variables independientes (escolaridad del padre, de la madre y del entrevistado) sobre la percepción del funcionamiento familiar.

La escolaridad del entrevistado, como la de cada uno de los padres, se agrupó de la siguiente manera: baja (ninguna y primaria), media (secundaria, comercio o técnico) y alta (preparatoria y superior). Cuando el análisis de varianza se realizó controlando la edad, los sujetos de la muestra se agruparon en dos rangos: el de los más jóvenes, cuyas edades oscilaban entre 16 y 34 años y el de los más viejos con edades entre los 35 y los 60 años. A su vez, la variable de nivel socioeconómico se construyó obteniendo la suma de la escolaridad del padre, de la madre y del entrevistado y multiplicando este resultado por el ingreso familiar. Finalmente, esta distribución se segmentó para formar tres grupos (nivel socioeconómico bajo, medio y alto). Resultados con toda la muestra De acuerdo con los resultados de la tablas 1 a 3 (ver anexo) se puede observar que existen efectos principales de las tres variables independientes sobre los factores del funcionamiento familiar. En el caso de la escolaridad del padre, se pudieron apreciar diferencias estadísticamente significativas en ocho de los diez factores, a saber: relación de pareja, comunicación, falta de reglas y apoyo, tiempo que comparte la familia, roles y trabajo doméstico, autonomía, autoridad y violencia física y verbal. En los factores referidos a la relación de pareja, comunicación, roles y trabajo doméstico, autonomía y violencia física y verbal, se observó que cuando la escolaridad del padre es más alta, es más favorable la percepción de estas dimensiones familiares. Sin embargo llama la atención que el grupo que ocupa la segunda posición no es el que tiene escolaridad media, sino baja; es decir, los individuos cuyos padres tienen una escolaridad baja perciben más satisfactoriamente las áreas mencionadas, en comparación con aquéllos cuyos padres tienen escolaridad media. A su vez, en los factores de falta de reglas y apoyo y tiempo que comparte la familia, se observó una tendencia que indica que mientras mayor es la escolaridad del padre, los entrevistados perciben más favorablemente estas dimensiones del funcionamiento familiar. Por último, se observa también en cuanto a autoridad, que cuando el nivel de estudios del padre es bajo, el entrevistado percibe más satisfactoriamente la jerarquía dentro de la familia; siguiéndole el grupo cuyo padre tiene escolaridad alta y, finalmente, cuando la escolaridad del padre es media, los entrevistados perciben menos favorablemente esta área. En lo que respecta a la escolaridad de la madre, solamente se pudieron observar efectos principales en el factor de autoridad, apreciándose que cuando la escolaridad de ésta es alta, los entrevistados obtienen los puntajes mayores, que indican una percepción más favorable. A su vez, cuando la escolaridad de la madre es media, los sujetos obtienen la media más baja, lo que significa que este 'grupo es quien menos favorablemente percibe esta dimensión. Por último, se observaron también efectos principales en toda la muestra, cuando la variable independiente fue la escolaridad del propio entrevistado, en los siguientes factores: relación de pareja, comunicación, roles y trabajo doméstico, autonomía y violencia física y verbal. En la mayoría de estas dimensiones -excepto en roles y trabajo doméstico- se pudo observar que a mayor escolaridad del entrevistado es más satisfactoria la percepción de los sujetos en estos factores. En el caso del área de roles y trabajo doméstico los sujetos que lo perciben más desfavorablemente son aquellos que tienen escolaridad media y quienes lo perciben más favorablemente son quienes poseen alta. Con respecto a las interacciones estadísticamente significativas que se obtuvieron (véase anexo, tabla 4), se pudo apreciar que las variables de escolaridad del padre y de la madre interactúan para afectar la percepción de la autonomía en la familia. A este respecto se advirtió que cuando la del padre es baja y media y la escolaridad de la madre es alta, la media de los puntajes obtenidos en este factor es la más alta. En contraste, cuando la escolaridad del padre es baja y

media y la de la madre es media, el promedio de los puntajes obtenidos por los sujetos es el más bajo, lo cual significa que perciben poco clara la figura de autoridad en el hogar e inconsistencia de las normas en la familia. A su vez, cuando la escolaridad del padre es alta, y la de la madre es media, el promedio de los puntajes de los sujetos es más alto, siguiéndole en orden decreciente, el grupo cuya madre tiene escolaridad baja y alta, respectivamente. • Efectos principales de /as variables de escolaridad de/ padre, de la madre y de/ entrevistado sobre los factores del funcionamiento familiar, controlando la edad del entrevistado Muestra de sujetos más jóvenes Cuando el análisis se realiza con los sujetos más jóvenes (véase anexo, tabla l), se puede advertir que la escolaridad del padre tiene efectos principales sobre las dimensiones de relación de pareja, roles y trabajo doméstico, autoridad y violencia. En casi todos los casos -excepto en el factor de autoridad- la tendencia indica que cuando la escolaridad del padre es alta es más favorable la percepción del entrevistado acerca de su funcionamiento familiar en dichas áreas. A su vez, cuando los puntajes de escolaridad del padre son medios, el entrevistado percibe más desfavorablemente estas dimensiones. En el factor de autoridad, se observó que cuando la escolaridad del padre es la más baja, los sujetos identifican con mayor claridad a la persona que detenta el poder en la familia, y perciben una mayor consistencia en las reglas familiares. También la escolaridad del propio entrevistado tuvo efectos principales sobre la percepción del funcionamiento de la familia en los siguientes factores: relación de pareja, comunicación, falta de reglas y apoyo, tiempo que comparte la familia, roles y trabajo doméstico y autonomía (véase anexo, tabla 3). A este respecto se observan dos tipos de hallazgos: en primer lugar, se advierte que en los factores de relación de pareja, comunicación y tiempo que comparte la familia, la relación entre el nivel de escolaridad y el grado en que la percepción del funcionamiento familiar es favorable es directamente proporcional; es decir, a mayor escolaridad, los sujetos perciben una mejor relación con sus parejas y mayores niveles de comunicación y consideran que es mayor el tiempo que comparten con su familia. En el segundo tipo de resultado se aprecia que cuando la escolaridad del entrevistado es media, los sujetos obtienen las medias más bajas, en las dimensiones relacionadas con la falta de reglas y apoyo, roles y trabajo doméstico y autonomía, lo cual indica que su percepción es la más desfavorable. Muestra de sujetos más viejos Cuando se observa la tabla 1 (ver anexo) que contiene los efectos principales de las variables independientes sobre los factores del funcionamiento familiar en los sujetos de más edad, llama la atención que la escolaridad del padre solamente ejerció un efecto sobre su percepción en las áreas de autoridad familiar y violencia. Como ha ocurrido con anterioridad, los sujetos perciben más favorablemente estas dimensiones cuando la escolaridad del padre es alta, pero es más favorable la percepción cuando la escolaridad del padre es baja, en comparación a cuando ésta es de nivel medio. En los sujetos de más edad -en contraste con los más jóvenes- la escolaridad de la madre tiene un efecto sobre la dimensión de autoridad. En este caso se percibe más claramente la autoridad y normas familiares cuando la madre tiene el rango más bajo de escolaridad, siguiéndole el grupo cuya madre tiene escolaridad alta y, por último, el que tiene escolaridad media. También en este grupo de mayor edad, la escolaridad del entrevistado tiene efectos principales en los siguientes factores: comunicación, falta de reglas y apoyo, tiempo que comparte la familia y autonomía. En los factores de comunicación, tiempo que comparte la familia y autonomía, se aprecia que a mayor escolaridad del entrevistado es más favorable la percepción de estas áreas.

A su vez, en el factor de falta de reglas y apoyo, los entrevistados con menor y mayor escolaridad, respectivamente, perciben en mayor medida que en el hogar no hay suficiente apoyo y reglas que regulen el comportamiento de los miembros de la familia. • Efectos principales de /as variables de escolaridad de/ padre, de la madre y del entrevistado sobre los factores del funcionamiento familiar, controlando el sexo del entrevistado Muestra de mujeres El análisis realizado con las mujeres que conformaron la muestra permitió advertir que la escolaridad del padre, de la madre y la de ellas mismas ejerce efectos en la percepción de un mayor número de dimensiones del funcionamiento familiar, en comparación con los hombres (véase anexo, tablas 1 a 3). Específicamente, existieron diferencias estadísticamente significativas en la percepción de las entrevistadas en los factores de relación de pareja, comunicación, falta de reglas y apoyo, roles y trabajo doméstico, autoridad y violencia, según la escolaridad del padre. En todos los factores, se observó que cuando la escolaridad de éste es media, las medias de los factores son las más pequeñas (lo que indica una percepción más desfavorable en las dimensiones) y, a su vez, en todos los factores -excepto en el de autoridad-; cuando la escolaridad es la más alta, la percepción es la más favorable. En el factor de autoridad existe una relación inversamente proporcional entre la escolaridad del padre y la claridad que hay en la familia respecto de la persona que detenta el poder, esto es, mientras mayor es la escolaridad, menos claro resulta para las en-trevistadas identificar la persona que ejerce este rol. Por otra parte, se observa que la escolaridad de la madre tiene efectos sobre seis de los diez factores familiares: relación de pareja, comunicación, cohesión, falta de reglas y apoyo, tiempo que comparte la familia y roles y trabajo doméstico. En algunos factores como en el de relación de pareja, falta de reglas y apoyo y roles y trabajo doméstico se aprecia que, a mayor escolaridad de la madre, las entrevistadas perciben una mejor relación con sus parejas, un mayor apoyo familiar y consideran que están mejor distribuidos los roles en la familia; sin embargo en otros factores como el de comunicación, cohesión y tiempo que comparte la familia se advierte una tendencia creciente en la percepción favorable de los sujetos, a medida que se incrementa también la escolaridad de la madre, pero sufre una caída cuando el nivel de escolaridad es el más elevado. Por último, la escolaridad de las entrevistadas ejerce también un efecto sobre su percepción del funcionamiento familiar en las siguientes dimensiones: relación de pareja, comunicación, cohesión, falta de reglas y apoyo, tiempo que comparte la familia y en el de roles y trabajo doméstico, autonomía y violencia. En todos los casos las medias son mayores conforme se va incrementando el nivel de escolaridad, lo que significa que ella favorece una percepción más saludable en estas áreas. Muestra de hombres En el caso de los hombres (véase anexo, tablas 1 a 3), como ya se ha mencionado, la escolaridad del padre, de la madre y del entrevistado no impacta tantas dimensiones del funcionamiento familiar, como ocurre con las mujeres. En particular, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en el factor de roles y trabajo doméstico, autoridad y violencia, según la escolaridad del padre. En todos los casos la percepción es más desfavorable cuando la escolaridad del padre es media, siguiéndole el grupo de entrevistados que tienen padres con escolaridad baja y, finalmente, la media más alta (puntajes más favorables) se encontró cuando la escolaridad del padre es alta.

En cuanto a la escolaridad de la madre, se observaron efectos principales en los factores de comunicación, cohesión y autoridad. De la misma forma que ocurre con la escolaridad del padre, pudo advertirse que la media más baja se encuentra en el grupo cuya madre tiene una escolaridad media, y la más alta cuando la madre tiene el nivel más elevado. Finalmente, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en el factor de comunicación según la escolaridad del propio entrevistado. En este caso, la relación entre las variables es directamente proporcional, es decir, a medida que aumenta la escolaridad, es más favorable la percepción de la funcionalidad en esta dimensión. • Efectos principales de las variables de escolaridad del padre, de la madre y del entrevistado sobre los factores del funcionamiento familiar, controlando el nivel socioeconómico de/ entrevistado Muestra de sujetos de nivel socioeconómico bajo. Si se observan las tablas 1 a 3 (ver anexo), llama la atención que la escolaridad del padre no ejerce ningún efecto sobre los factores del funcionamiento familiar. A su vez, la de la madre y la del entrevistado sólo impactan un factor. En el caso de la escolaridad de la madre, el factor en el que se encuentran diferencias entre los grupos es en el de autoridad. En éste se advierte que cuando la escolaridad de la madre es de nivel medio, la autoridad en la familia es difusa y las normas tienen una menor consistencia, en contraste con los grupos restantes. Cabe señalar que el grupo en el que la percepción de la autoridad es más clara y consistente es en aquél donde el nivel de escolaridad de la madre es menor. En relación con la escolaridad del propio entrevistado de nivel socioeconómico bajo, se observa que es en el grupo de escolaridad de nivel medio en el que existe una percepción de mayor tiempo compartido con la familia, siguiéndole el que tiene una escolaridad de nivel superior. Muestra de sujetos de nivel socioeconómico medio En este grupo la escolaridad del padre tiene un efecto sobre la percepción de los entrevistados en los factores de relación de pareja, comunicación, organización, autoridad y violencia. En tres de los factores (relación de pareja, comunicación y organización) se observa que mientras menor es la escolaridad del padre, los entrevistados perciben una mejor relación con sus parejas, una mayor organización y una comunicación familiar más saludable (véase anexo, tablas 1 a 3). A su vez, en los factores de autoridad y violencia, se aprecia que cuando la escolaridad del padre es alta, existe una percepción más clara de la figura de autoridad en la familia y la dimensión de violencia es más favorable (es decir se percibe menos violencia). A su vez, cuando la escolaridad del padre es media los sujetos obtienen las medias más pequeñas (es decir, la percepción acerca de la autoridad y la violencia que existe en la familia es desfavorable). Por otra parte, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en el factor de autoridad, según el nivel de escolaridad de la madre. La tendencia es inversa a la que se encuentra entre los grupos, de acuerdo con la escolaridad del padre, es decir, mientras más baja es la escolaridad de la madre, la figura de autoridad es más clara. Por último, la escolaridad de los entrevistados de nivel socioeconómico bajo tiene efectos principales sobre los factores de tiempo que comparte la familia y roles y trabajo doméstico. En ambos, los puntajes son más favorables, a medida que aumenta la escolaridad del sujeto. Muestra de sujetos de nivel socioeconómico alto En este grupo, la escolaridad del padre ejerce efectos principales sobre un mayor número de factores, en comparación con los sujetos de niveles socioeconómicos bajo y medio. De ahí que pudieron encontrarse diferencias entre los grupos en los factores de relación de pareja, comunicación, falta de reglas y apoyo, roles y trabajo doméstico, autonomía, autoridad y violencia, de acuerdo con la escolaridad del padre. Llama la atención que en todos los casos, las medias más

bajas (percepción más desfavorable) se encuentran en aquellos entrevistados cuyo padre tiene una escolaridad de nivel medio. Asimismo, generalmente la media más alta-que indica una percepción más favorable- se encuentra en el grupo de alta escolaridad del padre, aunque en algunos factores, la media más alta está en el grupo de baja escolaridad del padre (obsérvese en la tabla 1 , las medias de los factores de falta de reglas y apoyo y autoridad). Por otro lado, la escolaridad de la madre no ejerce ningún efecto sobre los entrevistados de nivel socioeconómico alto y, finalmente, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en el factor de roles y trabajo doméstico, según la escolaridad del entrevistado, observándose una tendencia de tipo lineal, es decir, a mayor escolaridad, los sujetos consideran que los roles y el trabajo doméstico están bien distribuidos entre los miembros de la familia. • Análisis de regresión múltiple Mediante el análisis de regresión múltiple, se observó que las variables más relacionadas con los factores del funcionamiento familiar, fueron la escolaridad del entrevistado y la del padre. La del entrevistado tuvo relación significativa con siete de los diez factores del funcionamiento familiar y la escolaridad del padre con seis. El nivel socioeconómico se relacionó significativamente con cuatro factores, la escolaridad de la madre y el sexo del entrevistado con tres (cada una) y la edad sólo estuvo relacionada con dos factores (Véanse en el anexo, resultados en las tablas 5 y 6). Modelo de regresión obtenido para cada factor del funcionamiento familiar Factor 1: relación de pareja Para el factor de la relación de pareja se obtuvo un modelo de regresión en el que cuatro variables independientes tuvieron una relación significativa con dicho factor. Según el modelo obtenido, se pudo observar que cuando la escolaridad del entrevistado es baja, la del padre es media y el entrevistado tiene entre 30 y 60 años, la percepción de la relación de pareja tiende a ser menos favorable; y cuando el nivel socioeconómico del entrevistado es alto, su percepción tiende a ser más favorable. El coeficiente de determinación (R2) o varianza explicada por este modelo es de 4.3 por ciento. Factor 2: comunicación En el factor de comunicación se obtuvo un modelo de regresión en el cual, tres variables estuvieron significativamente relacionadas con el factor. Según el modelo, se pudo apreciar que cuando la escolaridad del entrevistado es alta, la percepción de la comunicación en su familia tiende a ser más favorable; y cuando la escolaridad del padre es media y el entrevistado es de sexo masculino, su percepción tiende a ser menos favorable. El coeficiente de determinación (R2) o varianza explicada por este modelo es de 4.1 por ciento. Factor 3: cohesión familiar En este factor sólo una variable independiente tuvo una relación significativa. El modelo indica que cuando el entrevistado tiene un nivel bajo de educación, su percepción de la cohesión familiar tiende a ser menos favorable. El coeficiente de determinación (R2) o varianza explicada por este modelo es de 0.6 por ciento. Factor 4: falta de reglas y apoyo En el factor de falta de reglas y apoyo se pudo apreciar que cuando el entrevistado tiene escolaridad alta y es de sexo masculino, tiene una percepción más favorable sobre la consistencia de las reglas familiares y el apoyo que se brindan entre sí los miembros de la familia. Por el contrario, cuando es de nivel socioeconómico medio, su percepción tiende a ser menos favorable. El coeficiente de determinación (R2) o varianza explicada por este modelo es de 3.3 por ciento.

Factor 5: tiempo que comparte la familia En relación con el factor sobre el tiempo que comparte la familia se observa que cuando la escolaridad del sujeto es baja y se ubica en un rango de edad entre los 30 y 60, su percepción en este factor del funcionamiento familiar tiende a ser menos favorable. El coeficiente de determinación (R2) o varianza explicada por este modelo es de 3.7 por ciento. Factor 6: roles y trabajo doméstico En cuanto a la definición de los roles y la distribución del trabajo doméstico se observa que cuando la escolaridad del entrevistado y la de la madre es alta, la percepción del sujeto en este factor es más favorable; mientras que, cuando la escolaridad del padre es media, la percepción es menos favorable. El coeficiente de determinación (R2) o varianza explicada por este modelo es de 5.7 por ciento. Factor 7.: autonomía familiar En el factor de autonomía familiar se obtuvo un modelo de regresión en el cual tres variables independientes tuvieron relación significativa. Según el modelo, cuando la escolaridad del entrevistado es alta, la percepción de este factor tiende a ser más favorable; mientras que cuando la escolaridad del padre es media y el nivel socioeconómico del entrevistado es bajo, la percepción sobre el factor es menos favorable. El coeficiente de determinación (R2) o varianza explicada por este modelo es de 4.2 por ciento. Factor 8: organización En el factor de organización familiar ninguna de las variables tuvo relación significativa con él. Factor 9: autoridad En el factor de autoridad tres variables ingresaron al modelo de regresión. Según el modelo obtenido, se puede decir que, cuando la escolaridad del padre y de la madre es media y el entrevistado es de sexo masculino, es más probable que tengan una percepción desfavorable respecto del estilo de autoridad en la familia y perciban poco clara la figura de autoridad. El coeficiente de determinación (R2) o varianza explicada por este modelo es de 4.2 por ciento. Factor >O: violencia física y verbal En relación con el factor de violencia física y verbal tres variables estuvieron significativamente relacionadas. Según el modelo, cuando la escolaridad del padre es alta y el nivel socioeconómico del entrevistado es medio, es menos probable que el sujeto perciba violencia en su familia; mientras que, cuando la escolaridad del padre es media, es más probable que el sujeto perciba hostilidad intrafamiliar. El coeficiente de determinación (R2) o varianza explicada por este modelo es de 4.4 por ciento. Cabe señalar que, aunque se obtuvieron modelos significativos de regresión múltiple en nueve de los diez factores del funcionamiento familiar, los coeficientes de determinación (varianza explicada) en cada modelo son muy bajos, ya que obtuvieron valores entre 0.6% (en el factor de cohesión familiar) y 5.7% (en el de roles y trabajo doméstico). Este hecho puede atribuirse, en gran medida, a que los factores que pueden incidir en la percepción del funcionamiento familiar son múltiples y rebasan el número y tipo de variables que fueron incluidos en los análisis de regresión realizados.

Discusión Como se ha mencionado a lo largo de este trabajo, el funcionamiento de la familia y la percepción que de éste tienen sus miembros es un fenómeno multifactorial. Se ha podido constatar que variables como la familia de origen, el nivel sociocultural, el sexo, la capacidad de socializar del individuo y algunas otras variables sociales y psicológicas están fuertemente asociadas con las pautas de interacción que se establecen en el seno familiar. Este trabajo tuvo como objetivo conocer los efectos de la escolaridad del padre, de la madre y de los entrevistados, sobre la percepción del funcionamiento de sus familias. Cuando se observa el análisis que fue realizado con toda la muestra, se puede corroborar que la escolaridad del padre es el aspecto que en mayor medida resulta relacionado con un mayor número de factores del funcionamiento familiar, en comparación con la de la madre y la del propio entrevistado. En la mayor parte de los factores en los que existieron diferencias entre los grupos, en la percepción del funcionamiento familiar, según la escolaridad del padre (relación de pareja, comunicación, roles y trabajo doméstico, autonomía y violencia) pudo observarse que cuando ésta es alta, los sujetos perciben más funcionalmente a su familia, siguiéndole aquéllos cuyo padre tiene escolaridad baja y, finalmente, cuando la escolaridad del padre es media perciben más disfuncionalmente estos aspectos familiares. Estos hallazgos resultan interesantes, dado que hubiese sido esperable que la relación entre estas variables fuese lineal, es decir, que mientras menor fuese la escolaridad del padre, fuese también menos favorable la percepción de las dimensiones del funcionamiento familiar y viceversa, ya que la educación formal provee de recursos intelectuales, materiales y sociales que pueden favorecer en el individuo una mejor adaptación al medio en el que se desenvuelven. Estos hallazgos pueden atribuirse al hecho de que si bien alcanzar altas dosis de escolaridad favorecen una modificación sustancial de la cosmovisión del sujeto y de sus patrones de relación con el mundo, así como de su acceso a los códigos y significados lingüísticos (Bernstein, 1 991), el hecho de tener acceso, así sea limitado, a la cultura (educación de nivel medio) permite a los sujetos modificar en algunos sentidos estos aspectos, así como sus propias expectativas; sin embargo, ello puede no ser suficiente para permitirles una movilidad social que esté acorde con las expectativas que han ido construyendo a través de los procesos escolares, de ahí que les resulte difícil armonizar algunos de los elementos aprehendidos, con su realidad personal y social. A este respecto, existen autores que no concuerdan en sus planteamientos con estos hallazgos. Por ejemplo Mejía et al. (1989) afirman que es en los hogares de escasos recursos económicos y educativos donde se presentan más frecuentemente problemas de disfuncionalidad familiar. Cabe señalar que existieron algunos factores en los que la escolaridad del padre tuvo un efecto lineal sobre la percepción de la familia, como fue el caso de las dimensiones del apoyo y cooperación entre los miembros y aquel que está relacionado con la distribución de los roles en el hogar. En éstos se pudo observar que mientras mayor es la escolaridad del padre, estos aspectos son mejor percibidos. Ello puede deberse a que cuando el padre tiene mayor escolaridad, él mismo participa de manera más activa en las tareas del hogar y en las decisiones concernientes a la distribución de roles, lo cual fomenta también la participación de los hijos en este tipo de tareas. Con respecto al efecto que tuvo la escolaridad de la madre sobre la percepción del funcionamiento familiar, se observó que solamente en la dimensión de autoridad existen diferencias entre los grupos. Éstas muestran que mientras más alta es la escolaridad de la madre, se percibe más clara la figura de autoridad y las normas son más consistentes. Llama la atención que en el grupo de sujetos cuya madre tiene escolaridad media, se percibe menos claramente la autoridad en la familia, en comparación con el grupo de quienes la madre tiene escolaridad baja. Como se ha mencionado -a propósito de los efectos de la escolaridad del padre sobre algunos factores- es posible que una educación formal baja no sea sufi-ciente para que los sujetos modifiquen algunas de las premisas socioculturales con las que se desenvuelven y, como consecuencia de ello, cambien también algunos de sus patrones conductuales e interaccionales; de tal forma que exista consistencia entre lo que desearían ser o tener y aquello que tienen y viven cotidianamente. Sin embargo, cuando la escolaridad formal que han adquirido es mayor, la estructura cognitiva y conductual va siendo modificada y con ella las propias expectativas personales y sociales; en el caso de los sujetos de escolaridad media, es posible que no siempre tengan los recursos materiales y sociales suficientes que les permitan tener la movilidad social que desearían. Por su parte, en los más escolarizados es probable que exista una mayor correspondencia entre sus condiciones sociales y económicas y las aspiraciones que se fueron generando a medida que iban accediendo a mayores niveles de

escolaridad. Sería interesante en futuras investigaciones poder corroborar esta hipótesis, así como el hecho de ser precisamente en el factor de autoridad en el cual el grupo cuya madre tiene escolaridad media, obtiene el promedio más bajo en la percepción del funcionamiento en esta dimensión, lo que indica una percepción desfavorable. Por otra parte, en este estudio se pudo constatar que la escolaridad del entrevistado solamente tuvo efectos sobre cinco de los factores del funcionamiento familiar medidos (relación de pareja, comunicación, roles y trabajo doméstico, autonomía y violencia). En casi todos los casos, excepto en el factor de roles y trabajo doméstico, se advierte una relación lineal entre la escolaridad del entrevistado y la percepción de los sujetos (lo cual no ocurre por lo general con los efectos producidos por la escolaridad del padre y de la madre); es decir, mientras mayor es la escolaridad de los sujetos, es más favorable la percepción del funcionamiento familiar en estas dimensiones. En el caso de la percepción en la distribución de roles se observa que los sujetos con un nivel medio de escolaridad son quienes la perciben más desfavorablemente. Es posible que la linealidad observada entre la variable independiente (escolaridad del entrevistado) y las dependientes (factores del funcionamiento familiar) se deba a que la escolaridad del entrevistado está más relacionada con sus propias experiencias personales y familiares (y, por lo tanto, con su percepción acerca de su familia) de lo que puede estar relacionada la escolaridad de los padres sobre la percepción del entrevistado. Efectos principales de la escolaridad controlando la edad Es importante destacar que cuando se controló la edad, existieron efectos principales en un mayor número de dimensiones del funcionamiento familiar en el grupo de jóvenes de la muestra. En ambos grupos (jóvenes y mayores) llama la atención que la escolaridad del padre solamente impactó los factores de autoridad y violencia. En el grupo de jóvenes, una vez más pudo observarse que quienes perciben más desfavorablemente estas dimensiones son aquéllos cuyo padre tiene una escolaridad de nivel medio. Este grupo percibe un mayor índice de violencia física (golpes, gritos, maltrato) y manifestaciones verbales de agresión entre los miembros de la familia; además, perciben con mayor dificultad quién es la persona que ejerce el poder. En contraste, aquellos entrevistados cuyo padre tiene escolaridad alta obtienen el promedio más alto, que indica la percepción más favorable, es decir perciben con más consistencia las reglas familiares y los roles de autoridad son claros. Este hallazgo parece indicar que la escolaridad favorece el establecimiento de relaciones más simétricas, basadas en el diálogo y la negociación (y no en la imposición de reglas y la violencia). A este respecto, Cordera et al. (1996) afirman que la escolaridad propicia la búsqueda de relaciones igualitarias en la defensa de sus derechos, del control de sus vidas y permite la discusión de las tradiciones dentro de ciertos parámetros, dando cierta potencialidad de cambio. Llama la atención que cuando se controla la edad, la escolaridad de la madre no parece ser una variable que impacte de manera determinante, aun cuando se ha podido constatar en algunas investigaciones como la de Okman (1991) que el nivel socioeducativo y el estatus laboral de la madre ejercen un efecto sobre los índices de proximidad entre los miembros de la familia. A su vez, Gordillo y Santoyo reportan en su estudio, que la escolaridad de la madre y la densidad familiar explicaron el 8% de la varianza de la estimulación del medio ambiente familiar. Sería interesante profundizar en el estudio de los efectos que tiene la escolaridad y nivel socioeducativo de la madre en la percepción del ambiente familiar y de otras variables como estimulación intelectual y afectiva de los hijos, ya que si bien es ella quien por lo general pasa la mayor parte del tiempo con los hijos, numerosos estudios -incluido el presente- han podido concluir que es la escolaridad del padre, y no la de la madre, la que ejerce un mayor efecto sobre este tipo de variables. A su vez, en el grupo de sujetos jóvenes la escolaridad del entrevistado parece ser una variable que impacta de manera más determinante la percepción del funcionamiento de la familia (en comparación con la escolaridad del padre y de la madre). La dirección de este impacto, en la mayor parte de los factores, es lineal (de la misma manera que cuando el análisis se hizo con toda la muestra). En contraste, en el grupo de sujetos de mayor edad, si bien existen diferencias en algunos de los factores de acuerdo con la escolaridad de los sujetos, es menor el número de factores afectados por esta variable. Este hallazgo puede explicarse por el hecho de que los sujetos de mayor edad han tenido más experiencia de vida y los aprendizajes derivados de ésta los han incorporado a través de los años en su vida familiar, lo cual implica que con el paso del tiempo, el efecto de la escolaridad adquirida puede ir perdiendo fuerza para modificar, de manera

significativa, su entorno familiar, laboral y social. En los sujetos más jóvenes ocurre a la inversa, es decir, pueden incorporar de manera más inmediata los aprendizajes escolares, por haber sido adquiridos más recientemente. Efectos principales de la escolaridad controlando el sexo Uno de los resultados más sorprendentes fue el efecto tan importante que tuvo la escolaridad de la madre sobre la percepción de mujeres de la muestra. La dirección de las diferencias entre los grupos, muestra que en algunos factores la relación con la escolaridad es lineal, mientras que en otros, cuando el nivel de escolaridad de la madre es medio o alto, la percepción de los sujetos es la más desfavorable. Parecería que cuando la madre tiene más herramientas y recursos personales y sociales, las mujeres de la muestra no consideran de manera tan óptima la comunicación de los miembros de la familia y la cantidad y calidad del tiempo que pasan juntos. Esto puede deberse a que cuando la escolaridad de la madre es alta, por lo general ésta tiene intereses profesionales, intelectuales y / o laborales que satisface fuera del hogar (con frecuencia a través de un trabajo remunerado), lo cual puede mermar la convivencia familiar. También llama la atención que es mucho mayor el número de factores en los que se encuentran diferencias entre grupos, de acuerdo con la escolaridad del padre, en la muestra de mujeres. En particular, fueron seis los factores en los que existen distinciones (relación de pareja, comunicación, falta de reglas y apoyo, roles y trabajo doméstico, autoridad y violencia); mientras que en el grupo de hombres sólo se encuentran diferencias entre los grupos, en los factores de roles y trabajo doméstico, autoridad y violencia. En general, en ambas muestras parece ser que los sujetos cuyo padre tiene escolaridad media, perciben más desfavorablemente las dimensiones en las cuales la escolaridad del padre tuvo algún efecto y cuando la escolaridad del padre es alta, los sujetos tienen la percepción más favorable. Estos hallazgos parecen indicar que la socialización derivada del núcleo familiar tiene un impacto mucho más significativo en las mujeres que en los hombres. Esto podría deberse a que en general las mujeres pasan más tiempo con la familia y su educación ha sido enfocada tradicionalmente para ocuparse de labores domésticas y facilitar las tareas instrumentales dentro del hogar, de tal suerte que internalizan y reproducen en mucho mayor medida las pautas de funcionalidad o disfuncionalidad familiar que imperaban en sus familias de origen. Por último, la escolaridad de las entrevistadas tuvo efectos en un mayor número de factores (en ocho de los diez que se midieron), en comparación con los hombres, en los cuales sólo existieron diferencias entre los grupos en el factor de comunicación. La dirección de las diferencias en todos los casos fue lineal, es decir, a mayor escolaridad de los(as) entrevistados(as) fue mejor la percepción del funcionamiento. Si bien es claro que en culturas como la nuestra la socialización es un proceso que se desarrolla de manera diferente en hombres y mujeres no se tienen hipótesis explicativas respecto de los elementos que contribuyen a explicar el hecho de que la escolaridad impacte en mayor medida al grupo de mujeres de la muestra. Covarrubias, Muñoz y Reyes (1987), por ejemplo, pudieron encontrar en su investigación que las mujeres tuvieron una percepción más positiva de sus familias que los hombres. Las primeras resaltaron características favorables (amor, cariño y afecto), diferentes a las que mencionan los hombres (apoyo entre los miembros); de tal suerte que una hipótesis que podría explicar los hallazgos en este estudio es que las mujeres internalicen más intensamente los valores y patrones de relación de sus familias de origen y que esta socialización recibida en la familia potencialice su efecto cuando se combina con la escolaridad formal recibida en las instituciones educativas. Efectos principales de la escolaridad controlando el nivel socioeconómico Cuando se controló el nivel socioeconómico, los resultados no se muestran consistentes con aquellos hallazgos que fueron obtenidos controlando el sexo y la edad, respecto de la recurrencia observada de obtener los promedios más

bajos en la percepción de algunas dimensiones (percepción menos favorable), cuando el nivel de escolaridad del padre o de la madre era media. Un resultado obtenido que es interesante, es que mientras más alto es el nivel socioeconómico de los sujetos, la escolaridad (tanto del padre, como de la madre y del entrevistado) impacta en un mayor número de dimensiones del funcionamiento familiar y viceversa. Esto era de alguna forma esperable, ya que cabe suponer que mientras más bajo es el nivel socioeconómico, los sujetos tienen un menor número de años de escolaridad formal y, por tanto, ésta no parece ser una pieza central que impacte de manera sustancial su cosmovisión. Resultados similares fueron encontrados por Okman (1991), quien pudo observar que el alto estatus económico y educativo fue el factor que más influyó en la percepción de los sujetos respecto del funcionamiento de sus familias. En el grupo de nivel socioeconómico bajo, solamente se encontraron diferencias entre los grupos en el factor de autoridad, según la escolaridad de la madre. Los sujetos cuya madre tiene un nivel educativo bajo, perciben más claramente la autoridad en la familia (siendo más probable que esta figura de autoridad sea el padre). A su vez, en el factor de tiempo que comparte la familia, se pudo apreciar que también este grupo (cuya madre tiene un nivel educativo bajo) es quien percibe que la familia comparte más tiempo. Esto puede deberse a que es común que las madres con escasa escolaridad no tengan un trabajo asalariado y se dediquen a las labores del hogar, por lo que pasan más tiempo con la familia y fomentan la convivencia. En el grupo de nivel socioeconómico medio ocurre un fenómeno que no se había observado con anterioridad. En los factores de relación de pareja, comunicación y organización, mientras más bajo es el nivel educativo del padre, los sujetos perciben más favorablemente estas dimensiones. Lo mismo ocurre con el factor de autoridad, cuando la variable independiente es la escolaridad de la madre; es decir, a menor escolaridad de la madre, es más favorable la percepción en esta dimensión. Estos hallazgos posiblemente se deban a que el entrevistado de nivel socioeconómico y educativo medio, no recibió dosis de escolaridad suficiente para modificar sustancialmente sus procesos cognitivos y conductuales así como algunas de sus premisas socioculturales; y, por lo tanto, es posible que tengan una mayor facilidad para relacionarse con sus familias, por el hecho de que sus padres tienen una escolaridad equivalente o menor a la suya. Sin embargo, para comprobar esta hipótesis, sería necesario analizar los datos combinando los dos niveles de escolaridad (de los padres y del entrevistado) para conocer el efecto conjunto de estas variables sobre la percepción de la familia en cada uno de los factores. Por otra parte, cuando se analiza el efecto de la escolaridad de los sujetos de nivel socioeconómico medio, se observa una relación directamente proporcional de la variables, es decir, a mayor nivel educativo del entrevistado, es mejor la percepción que éste tiene sobre los factores de tiempo que comparte la familia y roles y trabajo doméstico. Con respecto al grupo de nivel socioeconómico alto, se aprecia que la escolaridad del padre tiene efectos principales sobre siete de los diez factores (relación de pareja, comunicación, falta de reglas y apoyo, roles y trabajo doméstico, autonomía, autoridad y violencia). En un buen número de factores la dirección de las diferencias indica un hallazgo ya observado: cuando la escolaridad del padre es alta, los promedios indican la percepción más favorable en el funcionamiento de las dimensiones y cuando la escolaridad es media, los promedios indican la más desfavorable. La escolaridad de la madre no tuvo efecto sobre la percepción del funcionamiento en ninguna de las dimensiones y, a su vez, la del entrevistado sólo impactó el factor de roles y trabajo doméstico, observándose una relación directamente proporcional (a mayor escolaridad del sujeto, la percepción que tiene de la distribución de roles en el hogar, es mejor). A este respecto, no se conocen estudios que confirmen este hallazgo. Con respecto a los resultados obtenidos con la regresión múltiple que se realizó, puede decirse que en términos generales las conclusiones que pueden derivarse de este estudio son consistentes con los resultados obtenidos en los análisis de varianza efectuados.

Por ejemplo, en los factores de relación de pareja, comunicación, roles y trabajo doméstico, autonomía, autoridad y violencia, se observa en ambos tipos de análisis estadístico (de varianza y regresión), que cuando la escolaridad del padre es baja, la percepción de los sujetos en estos factores del funcionamiento familiar tiende a ser desfavorable. A su vez, es claro también que la escolaridad del entrevistado tiene un efecto importante sobre la percepción de algunas dimensiones como la de relación de pareja, comunicación, cohesión, falta de reglas y apoyo, tiempo que comparte la familia y roles y trabajo doméstico, observándose en ambos tipos de análisis estadístico, que la tendencia indica una percepción más favorable al existir en los sujetos mayores niveles de escolaridad. Por otra parte, la regresión confirma un hallazgo observado con el análisis de varianza que está referido a la percepción negativa o desfavorable que, en general, poseen los sujetos en algunas dimensiones del funcionamiento familiar, cuando éstos tienen una escolaridad y/o nivel socioeconómico medio. Para finalizar, es importante mencionar que si bien las diferencias entre los grupos que son observadas controlando la edad, el sexo y el nivel socioeconómico dan claros indicios de que la escolaridad de los padres y de los propios entrevistados tiene un efecto diferente en cada uno de los grupos, no se sabe con precisión el proceso que se va gestando en la socialización de los sujetos que permita explicar estos hallazgos que dan cuenta de su contribución para transformar las pautas de conducta aprendidas en la familia. De ahí que sería importante intentar responder esta cues-tión realizando futuras investigaciones de corte cualitativo para corroborar o rechazar algunas de las hipótesis explicativas expuestas. Además, es importante que en México, como en otros países se realice un mayor número de investigaciones que exploren el impacto que ejercen, de manera conjunta y por separado, las fuentes de socialización más importantes del individuo ya que este proceso de internalización de valores, ideas, normas y patrones de conducta, tiene repercusiones decisivas en el desarrollo saludable del individuo dentro de su familia y de la sociedad, tal como lo dijo un día Santiago Ramírez (1975): Infancia es destino. Sería también interesante estudiar si existen diferencias respecto de la percepción del funcionamiento familiar de sujetos que tienen estudios superiores al nivel de licenciatura (maestría y/o doctorado), en relación con aquellos que tienen niveles escolares inferiores. Conclusiones Este trabajo confirma que la escolaridad formal es un factor que juega un papel central en la percepción del individuo respecto del funcionamiento familiar ya que a través de ésta los individuos internalizan realidades parciales que contrastan con el "mundo de base" adquirido desde la infancia. La escolaridad facilita la internalización de campos semánticos que estructuran interpretaciones y comportamientos. Además, en este trabajo pudo observarse que tanto la escolaridad del padre, como la de la madre y la del propio entrevistado tienen un efecto sobre la percepción de las dimensiones que conforman el funcionamiento familiar. Asimismo pudo observarse que la escolaridad (tanto del padre, como de la madre y del entrevistado) ejerce un efecto diferencial según las variables que se controlaron: edad, sexo y nivel socioeconómico. Uno de los resultados más importantes destaca que los entrevistados tienden a percibir más favorablemente algunas de las dimensiones familiares, cuando el padre y/o la madre tienen un nivel escolar alto y, a su vez, tienden a hacerlo más desfavorablemente cuando el padre o la madre sólo alcanzaron niveles medios de escolaridad. Por otra parte, cuando la variable independiente es la escolaridad del entrevistado, su efecto sobre la percepción de algunas dimensiones del funcionamiento de su familia, tiende a ser lineal, es decir, mientras mayor es su escolaridad, será más favorable su percepción.

Cabe destacar que los resultados obtenidos a través de las regresiones múltiples que se realizaron permiten confirmar que, en general, la escolaridad del padre y la del entrevistado ejercen un gran impacto sobre la percepción que tienen los sujetos de la funcionalidad de sus familias. Además, pudo corroborarse que cuando la escolaridad es alta, la percepción de las dimensiones familiares tiende a ser más favorable y, cuando es media, será más desfavorable. Algo similar ocurre con el nivel socioeconómico, es decir, mientras más alto es éste, se percibe un mejor funcionamiento en algunos factores del funcionamiento familiar.

Es importante destacar que se realice un mayor número de investigaciones sobre este tema que permitan conocer con más profundidad los procesos que se van gestando en la socialización del individuo, que posibiliten comprender con mayor precisión el impacto diferencial que tiene la escolaridad de los sujetos, la edad, el sexo, el nivel socioeconómico y otras variables sociodemográficas en el proceso de socialización del individuo.

Anexo

Tabla 1

Análisis de varianza de los factores de funcionamiento familiar según la escolaridad del padre

Toda la muestra

Funcionamiento familiar Escolaridad del padre G.L- F Prob- Nombre del factor Baja Media Alta asoc-

Relación de pareja Factor 1 3.75 3.71 3.95 2/582 3.790 0.023

N= 3 38 151 94 Comunicación Factor 2 3.98 3.83 4.09 2/581 3.709 0.025 N= 338 145 99 Falta de reglas y Factor 4 3.39 3.47 3.55 2/577 4.862 0.008 apoyo N= 91 170 317 Tiempo compartido Factor 5 3.42 3.82 3.89 2/595 9.443 0.000 N= 93 175 328 Roles y trabajo Factor 6 3.72 3.50 3.88 2/594 8.527 0.000 doméstico N= 344 153 98 Autonomía- indepen- Factor 7 3.84 3.75 4.04 2/592 5.292 0.005 dencia N= 342 151 100 Autoridad-poder Factor 9 3.63 3.41 3.60 2/588 7.803 0.000 N= 339 152 98 Violencia física y Factor 10 3.69 3.52 3.98 2/593 6.526 0.000 verbal N= 342 154 98

Tabla 1

Análisis de varianza de los factores de funcionamiento familiar según la escolaridad del padre

Jóvenes Funcionamiento familiar Escolaridad dei padre G.L. F Prob. Nombre del factor Baja Media Alta Relación de pareja Factor 1 3.80 3.78 4.07 2/293 3.884 0.022 N= 165 81 48 Roles y trabajo Factor 6 3.73 3.51 4.10 2/293 5.848 0.000 doméstico N= 163 83 48 Autoridad-poder Factor 9 3.62 3.41 3.58 2/293 3.978 0.020 N= 163 83 48 Violencia física y Factor 10 3.73 3.43 4.00 2/295 8.670 0.000 verbal N= 163 83 50

Viejos Autoridad-poder Factor 9 3.63 3.42 3.63 2/294 3.543 0.030 N= 176 69 50 Violencia física y Factor 10 3.64 3.62 3.95 2/291 3.105 0.046 verbal N= 179 71 48

Mujeres Relación de pareja Factor 1 3.77 3.63 3.96 2/301 3.398 0.035 N= 172 79 51 Comunicación Factor 2 4.09 3.83 4.10 2/299 3.441 0.033 N= 171 75 54 Falta de reglas y Factor 4 3.49 3.27 3.53 2/294 5.534 0.004 apoyo N= 167 77 51 Roles y trabajo Factor 6 3.73 3.45 3.79 2/306 4.1 56 0.01 7 doméstico N= 175 80 52 Autoridad-poder Factor 9 3.71 3.47 3.58 2/301 5.398 0.005 N= 170 80 52 Violencia física y Factor 10 3.66 3.36 3.90 2/306 7.906 0.000 verbal N= 174 80 53

(Continúa)

Tabla 1

Análisis de varíanza de /os factores de

funcionamiento familiar según la escolaridad de/ padre

Hombres

Funcionamiento familiar Escolaridad del padre G.L. F Prob Nombre del factor Baja Media Alta asoc

Roles y trabajo Factor 6 3.71 3.54 3.99 2/287 5.416 0.005 doméstico N= 169 73 46 Autoridad-poder Factor 9 3.54 3.35 3.64 2/286 4.135 0.01 7 N= 169 72 46 Violencia física y Factor 10 3.71 3.69 4.07 2/286 3.935 0.021 verbal N= 168 74 45

Nivel socioeconómico bajo

No se obtuvieron diferencias significativas

Nivel socioeconómico medio

Relación de pareja Factor 1 3.83 3.56 3.54 2/190 3.232 0.042 N= 112 56 23 Comunicación Factor 2 4.1 1 3.84 3.70 2/185 4.103 0.018 N= 1 11 52 23 Organización Factor 8 3.50 3.31 3.30 2/191 3.862 0.023 N= 112 56 24 Autoridad-poder Factor 9 3.66 3.36 3.40 2/189 6.076 0.003 N= 111 56 23 Violencia física y Factor 10 3.74 3.52 4.14 2/192 5.767 0.004 verbal N= 113 56 24

(Continúa)

Tabla 1 Análisis de varianza de /os factores de funcionamiento familiar según la escolaridad de/ padre

Nivel socioeconómico alto Funcionamiento familiar Escolaridad del padre G. L. F Prob Nombre del factor Baja Media Alta asoc Relación de pareja Factor 1 3.92 3.77 4.10 2/186 4.834 0.009 N= 51 74 62 Comunicación Factor 2 4.21 3.79 4.25 2/187 7.829 0.001 N= 51 73 64 Falta de reglas y Factor 4 3.66 3.38 3.60 2/189 5.086 0.007 apoyo N= 54 75 61 Roles y trabajo Factor 6 3.77 3.40 3.95 2/192 1 1 .279 0.000 doméstico N= 54 75 64 Autonomía- indepen- Factor 7 4.05 3.76 4.12 2/184 6.494 0.002 dencia N= 53 74 64 Autoridad-poder Factor 9 3.80 3.40 3.68 2/187 7.479 0.001 N= 50 75 63 Violencia física y Factor 10 3.76 3.50 3.96 2/190 6.059 0.003 verbal N= 53 76 62 * Sólo se presentan los factores en los cuales se obtuvieron diferencias estadísticamente significativas.

Tabla 2

Análisis de varianza de los factores de funcionamiento familiar según la escolaridad

de la madre

Toda la muestra Funcionamiento familiar Escolaridad de la madre G. L. F Prob Nombre del factor Baja Media Alta asoc :

No se obtuvieron diferencias significativas

Jóvenes

No se obtuvieron diferencias significativas

Viejos

Autoridad-poder Factor 9 3.64 3.38 3.55 2/294 4.355 0.014 N= 218 63 14

Mujeres Relación de pareja Factor 1 3.69 3.98 3.98 2/301 6.742 0.001 N= 218 64 20 Comunicación Factor 2 3.99 4.1 2 4.06 2/299 3.1 42 0.045 N= 216 65 19 Cohesión Factor 3 3.62 3.75 3.70 2/296 2.990 0.052 N= 214 63 20 Falta de reglas Factor 4 3.41 3.52 3.54 2/294 4.955 0.008 y apoyo N= 21 2 65 18 Tiempo compartido Factor 5 4 4 4 2/306 4 0.01 6 N= 221 .00 66.0020.00 Roles y trabajo Factor 6 3.62 3.73 4.00 2/306 4.751 0.009 doméstico N= 223 64 20

(Continua)

Tabla 2 Análisis de varianza de los factores de funcionamiento familiar según la escolaridad de la madre

Hombres Funcionamiento familiar Escolaridad de la madre G. L. F Prob

Nombre del factor Baja Media Alta asoc ::

Comunicación Factor 2 3.91 3.73 4.37 2/281 3.637 0.028 N= 204 63 15 Cohesión Factor 3 3.64 3.51 3.83 2/285 4.776 0.009 N= 205 66 15 Autoridad-poder Factor 9 3.58 3.26 3.64 2/286 0.000 N= 206 67 14

Nivel socioeconómico bajo Autoridad-poder Factor 9 3.67 3.49 3.51 2/190 3.71 8 0.026 N= 78 87 26 Nivel socioeconómico medio Autoridad-poder Factor 9 3.64 3.27 3.19 2/189 4.054 0.019 N= 139 43 8 Nivel socioeconómico alto

No se obtuvieron diferencias significativas * Sólo se presentan los factores en los cuates se obtuvieron diferencias estadísticamente significativas.

Tabla 3

Análisis de varianza de /os factores

de funcionamiento familiar según la escolaridad de/ entrevistado

Toda la muestra

Funcionamiento familiar Escolaridad del G. L. F Prob. Nombre del factor entrevistado asoc.

Baja Media Alta

Relación de pareja Factor l 3.55 3.73 3.85 2/582 5 265 0.005 N= 91 171 321 Comunicación Factor 2 3.74 3.90 4.062/581 4.698 0.000 N= 93 168 321 Roles y trabajo Factor 6 3.56 3.55 3.802/594 7.91 4 0.000 doméstico N= 94 174 327

Autonomía- indepen- Factor 7 3.67 3.76 3.952/592 6.951 0.001 dencia N= 93 174 320 Violencia física y Factor 10 3.49 3.70 3.752/593 2.319 0.027 verbal N= 94 173 327

Jóvenes Relación de pareja Factor 1 3.66 3.71 3.96 2/293 3.991 0.020 N= 37 101 156 Comunicación Factor 2 3.73 3.83 4.10 2/289 5.500 0.005 N= 38 96 156 Falta de reglas Factor 4 3.57 3.38 3.54 0.01 4.092 0.018 y apoyo N= 35 99 1 52 Tiempo compartido Factor 5 3.53 3.88 3.97 0.01 3.825 0.023 N= 37.00 101.00 157 Roles y trabajo Factor 6 3.59 3.50 3.91 2/293 6.535 0.002 doméstico N= 37 100 157

Autonomía-¡ ndepen- Factor 7 3.74 3.61 3.95 2/297 5.874 0.003 dencia N= 38 101 159

Viejos

Comunicación Factor 2 3.74 3.99 4.02 2/291 3.686 0.026 N= 55 72 165 Falta de reglas Factor 4 3.403.60 3.55 2/291 3.356 0.036 y apoyo N= 56 71 1 65 Tiempo compartido Factor 5 3.35 3.74 3.81 2/300 4.878 0.008 N= 56.00 74.00 171

Autonomía-indepen- Factor 7 3.63 3.95 3.95 2/294 4.777 0.009 dencia N= 55 73 167

(Continúa) Tabla 3

Análisis de varianza de los factores de funcionamiento familiar según la escolaridad de/

entrevistado

Mujeres Funcionamiento familiar Escolaridad del G. L. F Prob Nombre del factor entrevistado asoc Baja Media Alta Relación de pareja Factor 1 3.46 3.78 3.87 2/301 5.574 0.004 N= 55 91 156 Comunicación Factor 2 3.77 4.04 4.10 2/299 4.567 0.011 N= 54 89 157 Cohesión Factor 3 3.49 3.67 3.70 2/296 5.01 5 0.007 N= 52 90 155 Faltas de reglas Factor 4 3.28 3.44 3.50 2/294 3.873 0.022 y apoyo N= 53 89 1 53 Tiempo compartido Factor 5 3.34 3.86 3.95 2/306 8.505 0.000 N= 54 93 160 Roles y trabajo Factor 6 3.53 3.53 3.80 2/306 4.478 0.01 2 doméstico N= 56 93 158 Autonomía- indepen- Factor 7 3.67 3.78 4.00 2/305 5.762 0.004 ciencia N= 54 93 159 Violencia física y Factor 10 3.36 3.68 3.68 2/306 4.279 0.01 5 verbal N= 56 93 158

Hombres Comunicación Factor 2 3.68 3.744.02 2/281 3.793 0.024 N= 39 79 164

Nivel socioeconómico bajo Tiempo compartido Factor 5 3.45 3.81 3.57 2/1 88 3.082 0.048 N= 76 88 25

(Continúa)

Tabla 3

Análisis de varianza de /os factores de funcionamiento familiar según la escolaridad

de/ entrevistado

Nivel socioeconómico medio

Funcionamiento familiar Escolaridad del G.L. F Prob Nombre del factor entrevistado asoc.

Baja Media Alta

Tiempo compartido Factor 5 3.27 3.78 3.96 2/191 4.622 0.01 1 N= 15.00 59.00 118 3.49 Roles y trabajo Factor 6 3.42 58 3.85 2/190 5.601 0.004 doméstico N= 15 118

Nivel socioeconómico alto Roles y trabajo Factor 6 3.1 7 3.1 8 3.75 2/192 5.229 0.006 doméstico N= 2 21 170

* Sólo se presentan los factores en los cuales se obtuvieron diferencias estadísticamente significativas.

Tabla 4

Interacciones de los factores de funcionamiento familiar según la escolaridad de/ entrevistado y la de sus padres

Interacciones Nombre del Escolaridad Escolaridad del padre G.L. F Prob. factor de la madre Baja Media Alta asoc. Baja Media Alta Baja Media Alta Baja Media Alta Autonomía Factor 1 3.64 3.33 3.75 3.54 3.23 4.00 3.55 3.71 3.50 N= 317 20 2 80 68 4 28 42 28 independencia *Sólo se presentan los factores en los cuales se obtuvieron interacciones estadísticamente significativas.

Tabla 5

Resumen de los resultados obtenidos en los análisis de regresión múltiple Modelos obtenidos*

Factores Escolaridad del Escolaridad Escolaridad Nivel sexo edad Varianza

Entrevistado del padre de la madre Socioeconómico explicada

por modelo B M A B M A B M A B M A F M Jóvenes Viejos % Relación de (-) (-) Pareja (-) (+) (-) Comunicación (+) (-) 4.30 Cohesión 4.10 familiar (-) 0.60 Falta de reglas y apoyo (+) (+) 3.30 Tiempo compartido (-) (-) 3.70 Roles y trab. doméstico (+) (-) (+) 5.70 Autonomía (+) (-) (-) 4.20 Organización 4.20 Autoridad- poder (-) (-) (-) 4.20 Violencia física y verbal (-) (+) (+) 4.40 * Los signos (-) y (+) indican el tipo de relación que se establece entre /as variables que ingresaron a cada uno de los modelos, con /os respectivos factores de funcionamiento familiar.

Tabla 6

Resultados obtenidos en los análisis de regresión múltiple modelos obtenidos*

Constant

e 1a. Variable 2a. Variable 3a. Variable 4a. Variable Modelo de ::

que ingresó que ingresó que ingresó que ingresó regresión al modelo al modelo al modelo al modelo Variable NSE: alto Edad: viejo Escol. del padre: Escol. del Varianza media entrev.: baja explicada Factor 1

Relación de

Cambio en R2

0.022 0.01 0.009 0.009 4.30%

pareja B 3.985 0.259 -0.143 -0.181 0.193 Signif,F Beta 0.152 -0.097 -0.107 -0 097 0.000 Signif F 0,000 0.000 0.020 0.012 0.025 Durbin-Watson 1 .938 Variable Escolaridad de Escol. del Sexo: masc Varianza entrev: alta padre: media explicada Factor 2

Comunica-

Cambio en R2

0,02 0,017 0,009 4.10 %

ción B 3.943 0.26 0.239 0.151 Signif.F Beta 0.167 0.133 0.097 0.019 Signif. F 0.000 0000 0.002 0.019 Durbin-Watson 1 .708 Variable Escolaridad del Varianza entrev: baja explicada Factor 3

Cohesión Cambio en R2

0.60 %

familiar B 3,6,17 -0.09561 Signif.F Beta -0.088 0.038 SrgnifF 0.000 0.038 Durbin-Watson Variable Sexo: masc NSE: medio Escol. del padre: Escol. del Varianza Falta de media entrev.: alta explicada Factor 4

reglas y Cambio en R2

0.013 0.012 0.009 0.007 3.30%

apoyo B 3.38 0 116 0,12 -0.129 0.09377 Signif.F Beta 0.109 0.107 -0.105 0.087 0.000 Signif F 0.000 0 009 0.01 2 0.013 0.041 Durbin-Watson 1 .688 (Continúa)

Tabla 6 Resultados obtenidos en los análisis de regresión múltiple modelos obtenidos*

Constante 1 a. Variable 2a. Variable 3a. Variable 4a. Variable Modelo de que ingresó que ingresó que ingresó que ingresó regresión al modelo al modelo al modelo al modelo Variable Escolaridad del Edad: viejo Varianza entrev: baja explicada Tiempo Cambio en

R2 0.033 0.007 3.70%

compartido B 4.073 -0.416 -0,148 Signif.F Beta -0.175 -0.085 0.000 SignifF 0.000 0.000 0.040 Durbin-Watson 1.901 Variable Escolaridad del Escol.del Escol. de la Varianza Roles y entrev: alta padre: media madre: alta explicada trabajo Cambio en

R2 0.025 0.031 0.007 5.70%

doméstico B 3.589 0.261 -0.3 0.28 SignifF Beta 0.167 -0.168 0.085 0.000 Signif.F 0.000 0.000 0.000 0.041 Durbin-Watson 1 .798 Variable Escolaridad del Escol del NSE: bajo Varianza Autonomía

entrev: alta padre: media explicada

Cambio en R2

0.024 0.014 0.008 4.20%

familiar B 3.87 0.161 -0.234 -0.162 Signif.F Beta 0.115 -0.145 -0.113 0.000 SignifF 0.000 0.019 0.001 0.025 Durbin-Watson 1.771 Variable Escolaridad de la Escol. del Sexo: masc Varianza madre: media padre: media explicada Cambio en

R2 0.025 0.013 0.008 4.20%

Autoridad B -0.161 -0.162 -0.105 Signif.F Beta 3.696 -0.115 -0.122 -0.091 0.000 SignifF 0.000 0.009 0.005 0,027 Durbin-Watson 1.9

Tabla 6

Resultados obtenidos en los análisis de regresión múltiple Modelos obtenidos*

Constante 1 a. Variable 2a. Variable 3a. Variable 4a. Variable Modelo de que ingreso que ingreso que ingreso que ingreso regresión al modelo al modelo al modelo al modelo

Variable Escol, del NSE: medio Escol. del padre: Sexo:masc Varianza

Padre media media explicada _ Violencia cambio en R2 0.023 0.01 0.009 4.40% física y B 3.542 0.286 0.184 -0.179 Signif.F verbal Beta 0.132 0.109 -0.097 0.000 Signif. F 0.002 0.008 0.023 Durbin-Watson 0.000 1.682

*En el factor 8, ninguna de las variables tuvo relación estadísticamente significativa (0.05); por lo tanto, no se obtuvo ningún modelo de regresión.

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Recepción del artículo: 6 de abril de 1999 Aceptado: 3 de septiembre de 1999