Investigación aplicada para la integración de circuitos ... · desarrollo del mercado nacional....

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Mapa de Proyectos / Circuitos locales de café

Secretaría de Agricultura, ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA)

Contenido:

REPORTE EJECUTIVO

Folio: Fecha:211PP073 OCTUBRE 2015

Investigación aplicada para la integración de circuitos locales de producción y comercialización de café

1. Resumen Ejecutivo 7

Investigación aplicada para la integración de circuitos locales de producción y comercialización de café

CONTENIDO

SAGARPA / COMPONENTE DE PLANEACIÓN DE PROYECTOS MAPA DE PROYECTOS / CIRCUITOS LOCALES DE CAFÉ

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El tema del café en materia agrícola, representa unos de los principales productos a los que México pone especial atención; esto, debido a que en reite-radas ocasiones se ha confirmado la importancia de este, debido a la rentabilidad y adquisición de divisas internacionales que representa por exportaciones. Se sabe que el café es un producto que involucra a miles de familias mexicanas de escasos recursos, que han encontrado en esta actividad un sostén económico familiar.

Si bien han logrado que esta actividad sea ren-table, estos beneficios han disminuido debido a las fuertes crisis que el precio de este producto ha sufrido a nivel internacional. Los pequeños pro-ductores intentan salir de esta crisis solicitando el apoyo del gobierno, sin embargo esta no ha sido suficiente, debido a que mencionan que este ha emitido leyes y reformas que han beneficiado a los grandes productores como son la comercializadoras trasnacionales, haciendo a un lado a los pequeños productores o dejándolos desamparados.

La situación en la que se encuentra la mayoría de estos productores, es casi de pobreza extrema, por lo que se ven en la necesidad de vender su producto a los intermediarios, quienes castigan en exceso el precio que pagan por su producto, obteniendo esto un mayor beneficios al venderlos a grandes empresas.La falta de organización por parte de los pequeños productores así como la lejanía en la cual se encuentran sus cultivos, es otro de los factores que juega en contra de ellos.A nivel internacional hay ejemplos exitosos de países, en los cuales los productores de café, han logrado obtener mayores beneficios al organizarse, promoviendo una cultura empresarial.

1. Resumen EjecutivoLos campesinos se enfrentan a los nuevos retos

que plantea el cambio climático. La degradación de los recursos de tierra y agua así como otros impac-tos ambientales negativos muestra los límites de los sistemas de cultivo intensivo.Se requiere una manera de avanzar que suponga la misma novedad que la Revolución Verde, pero que responda a las necesidades de hoy en día: no podemos usar la mis-ma herramienta para responder a un reto diferente.

La búsqueda actual es la de sistemas agrícolas verdaderamente sostenibles que puedan satisfacer las necesidades futuras de alimentos del mundo. Y nada se acerca más al paradigma de la producción sostenible de alimentos que la agricultura familiar o los denominados circuitos locales.El apoyo a la agricultura familiar no debería hacerse en oposición a la agricultura especializada de gran escala, que también juega un papel importante para garanti-zar el suministro mundial de alimentos y que se enfrenta a sus propios retos, incluida la adopción de enfoques sostenibles.

Se tiene mucho que aprender sobre prácticas sostenibles de las familias de agricultores, grupo que incluye a pequeños y medianos agricultores, campe-sinos, pueblos indígenas, comunidades tradicionales, pescadores, pastores, recolectores y muchos otros.

Los agricultores familiares también juegan un papel fundamental en los circuitos locales de pro-ducción, comercialización y consumo, que son importantes no sólo en la lucha contra el hambre sino también en la creación de empleo, generación de ingresos y en el fomento y diversificación de las economías locales. Los agricultores familiares eran considerados un problema a solucionar y el objeto de políticas sociales con un potencial limi-tado, mentalidad que tenemos que cambiar. Estos

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SAGARPA / Componente de planeación de Proyectos

no son parte del problema. Al contrario, son parte de la solución para la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible.

Los circuitos locales de producción y comercia-lización son una oportunidad para este sector de crecer económica y socialmente. En la actualidad el problema más grande que enfrenta la produc-ción de café es la crisis de precios, esta volatilidad de precios afecta principalmente a los productores directos y sus beneficios son capitalizados por los intermediarios, los cuales especulan acumulando existencias cuando los precios bajan, colocando el producto en el mercado durante el periodo de alza de las cotizaciones.

México en la actualidad ocupa el décimo primer lugar como país exportador de café y el séptimo como productor de café. La producción de éste grano alcanza los 4.6 millones de sacos en promedio por ciclo cafetalero, de los cuales el 62% se destina a la exportación.Los principales Estados productores de café son: Chiapas, Veracruz, Puebla y Oaxaca. Siendo Chiapas el principal, teniendo uno de los cafés certificados en el mundo. Los agricultores dedicados a la producción de café son pequeños productores, en su mayoría son grupos de familia, del sector poblacional con pocos ingresos o bien se trata de personas indígenas y/o jornaleros sin tierras propias. El 62% de los productores cuentan con una hectárea, con baja productividad.

El 80% de la producción de café en México se destina a la exportación, del cual el 90% se realiza como café verde.El consumo interno de este produc-to es de los más bajos entre los países productores, situación que el gobierno intenta revertir mediante el fomento de las propiedades y calidad del café.

Este era consumido en promedio por persona de 850gr, hoy se ha logrado incrementar esta cifra a 1.2 kg por habitante.

Además de esta situación, al café en México le afecta la “roya”, es la enfermedad más importante en nuestros cafetales. Esta es causada por el hongo Hemileia vastatrix el cual infecta las hojas del ca-feto. La infección por este hongo ocasiona la caída prematura de las hojas y, si además, hay ataques por insectos, mala fertilización y condiciones de crecimiento deficientes, los cafetos estarán en un continuo estrés y desbalance lo que afectará nega-tivamente la producción.Los síntomas de la roya se expresan en las hojas. Se han localizado áreas claras en la superficie de las hojas. Estos son los síntomas típicos de la roya del cafeto.

El precio del café en México ha disminuido en las últimas tres décadas, debido a la baja del pre-cio internacional, la caída en el rendimiento por el agotamiento de los cafetos, los altos costos que enfrentan los productores y plagas como la roya.Los pequeños productores de café han intentado adoptar nuevas prácticas tecnológicas para mejorar sus cultivos y prácticas eficientes en la comerciali-zación de su producto.Sin embargo esto no ha sido suficiente, debido a que el precio del café ha sido volátil en los últimos tiempos.

Se han adoptado procesos para diferenciar el café de México con el de sus competidores, obteniendo un producto de mejor calidad para el consumidor, alcanzando grandes ventajas en el precio a nivel internacional, con lo que los pequeños productores tendrán mayor rentabilidad en este producto.

En especial, en los últimos años, México emigro a prácticas en la cafeticultora que han transformado los procesos y provocado una reconversión pro-

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ductiva, incrementando rendimientos, reduciendo la edad promedio de crecimiento de las plantas y aumentando la densidad por hectárea en el cultivo, además de introducir algún tipo de diferenciación; ya sea café orgánico, de especialidad, amable con el medio ambiente, programas de captura de carbono, café forestal, etc. Los productores han aprendi-do a acercarse al mercado y conocer más sobre el comportamiento y gusto de los consumidores, por segmentos, regiones y países.

El “café pluma” es la variedad mexicana de ma-yor reconocimiento internacional. Se distingue por su aroma penetrante.Otro caso de renombre para el café mexicano es el café denominado orgánico. Tiene como fin la sustentabilidad del ecosistema.Este proceso guarda estrecha relación con el ma-nejo armónico de la tierra que los pueblos indios han realizado desde tiempos antiguos. México es el primer productor de café orgánico en el mundo y es pionero en la cafeticultura orgánica.

La globalización, el libre comercio, y la biotec-nología transgénica juegan un papel importante en contra del pequeño productor, perdiendo competi-tividad, en especial si no logran organizarse para lidiar a gran escala con las grandes trasnacionales de café.En este aspecto cabe destacar que los pequeños productores de café no se encuentran organizados, creándose entre ellos una fuerte competencia por colocar su producto con los intermediarios al mejor precio.

Se considera que las ganancias por el café se re-parten de manera injusta y desigual, manifiesta que las grandes corporaciones pagan a los agricultores precios muy por debajo del coste de producción. Al igual que no cubren las necesidades de los produc-tores, jornaleros y sus familias.En este sentido los productores han intentado emigrar a la producción

de café orgánico, con el fin de poder mantenerse dentro del mercado nacional e internacional, siendo más importante el de las exportaciones.

En general un productor puede cultivar simultá-neamente café convencional y café orgánico, pero no es recomendable. Debe haber una separación entre los dos tipos y barreras adecuadas para impe-dir la contaminación con sustancias agroquímicas de los campos colindantes.El café puede venderse normalmente como orgánico solamente cuando el cultivo se ha practicado por lo menos tres años antes de la primera cosecha comercializable. Esto significa también tres años de inspección. Estos años se denominan período de transición.

Entre los retos que enfrenta la actividad se tiene la carencia de una política integral y de fomento, un marco normativo incompleto (aún no se ins-trumenta la Ley de Productos Orgánicos), limitada formación de cuadros técnicos y baja transferencia de tecnología, falta de apoyos para la transición, infraestructura, comercialización y para el acopio de la producción, así como la falta de promoción y desarrollo del mercado nacional.

Aunque el volumen de producción orgánica es aún pequeño respecto del total nacional, el café orgánico tiene una gran importancia económica y social en los más de 145 municipios y 1,250 comunidades que lo producen, caracterizados por pequeños productores minifundistas y, en la ma-yoría de los casos, indígenas que se han organizado para diferenciar su producto y darle valor agregado.

El café se comercializa en los principales mer-cados de materia prima y de frutos, en especial en Londres y Nueva York, países en donde se en-cuentran las principales bolsas de valores a nivel internacional. La producción mundial de café se

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integra por tres tipos básicos: los suaves, los arábigos brasileños, y los robusta, los primeros son procesa-dos por medio del método de lavado (despulpado, lavado y secado inmediatamente después de haber sido recolectado); los segundos generalmente son no lavados (el grano recolectado se seca y almacena con su pulpa o cáscara exterior, y se despulpa con posterioridad antes de ser entregado al comprador) y su calidad es inferior a la de los suaves; finalmente, los del tercer tipo, son los menos cotizados en el mercado tanto por su calidad como por su precio.

La exportación mundial de café ha tenido una tendencia ascendente. Esto se acentúa a partir de la década de 1980 dada la adopción de los programas de estabilización y ajuste estructural en los princi-pales países productores de café a escala mundial, los cuales promueven la exportación de productos básicos en los países subdesarrollados para que és-tos puedan cumplir los compromisos de la deuda externa ante la banca multilateral.

Al ser Brasil el principal productor de café, éste ejerce una gran influencia en el mercado mundial, de manera que los años de alta producción reflejan buenas cosechas en este país.Debido al peso que tiene Brasil en la composición de la oferta mundial, los movimientos de la producción mundial de café se explican fundamentalmente por las variaciones particulares de la producción cafetalera brasileña.

Sin embargo no existe un precio fijo o único para el café, debido a que este no es un producto homogéneo, la tasación de éste puede ser divido en:

• Precios Físicos - Precios para el café verde o café físico. Son determinados por la oferta y la demanda. El criterio para la determina-ción de éste precio es la calidad, y disponi-bilidad del producto. Se determina que cada

parcela de café es única en lo que respecta a sus características, su sabor y su calidad y por lo tanto motiva diferentes precios. También intervienen otros factores como por ejemplo: las expectativas del mercado, las acciones especulativas, los cambios en las tasas monetarias, etc.

• Precios Indicativos - Precios que siguen a cada uno de los amplios grupos comparables de café. Son los publicados diariamente por la Organización Internacional del Café en Londres, representan y siguen a los cuatro tipos principales de café disponibles en el mercado internacional: Arábicas suaves co-lombianos, Otros arábicas suaves, Brasileños y otros arábicas naturales, y Robustas. Las cuatro categorías permiten a la OIC hacer un cálculo del precio de cada uno de estos vastos grupos, monitorizando así los eventos que afecten a dichos precios.

• Precios futuros - son proyecciones de precios venideros para calidades standard. reflejan un estimativo de la disponibilidad y la de-manda futura para el café en general.

• Precios diferenciales - es un sistema que vin-cula los precios físicos a los precios futuros.

Para las proyecciones del café se utiliza un mo-delo dinámico que abarca los principales países exportadores e importadores de café crudo, para cada uno de los cuales se estimaron las funciones correspondientes a la oferta, la demanda y las exis-tencias. El modelo realiza una simulación dinámica prospectiva y genera pronósticos sobre la base de supuestos sobre el comportamiento futuro del PIB, los índices de los precios de consumo y los tipos de cambio. Para cada uno de los próximos años se descompone el precio compuesto de la Organización Internacional del Café con objeto de lograr un equi-

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librio entre la oferta y la demanda del café crudo. Este modelo se elaboró para ofrecer pronósticos relativos a la producción, el consumo y el comer-cio del café crudo, dando por supuesto que el café es considerado como un producto homogéneo sin distinción entre las variedades arábiga y robusta.

La crisis de los precios ha tenido consecuencias importantes para la economía mundial del café. Misma que ha afectado gravemente los ingresos de los cafetaleros, a algunos más que a otros debido a las diferencias que existen en diversos factores económicos tales como los costos de producción y los tipos de cambio. Variaciones que pueden cambiar la competitividad relativa de los exportadores, y podrían alterar la estructura del comercio mundial del café. Se prevén, además, diversas iniciativas internacionales ya que los exportadores destacan la importancia de la promoción de un café de calidad superior con el fin de mejorar los precios a través de un aumento del consumo. Todos estos factores pueden afectar a las condiciones de la demanda y la oferta en los mercados mundiales del café, aunque los precios continuarán siendo el determinante principal.

Los factores que han provocado la crisis en el café, entre otros han sido la sequía que se reportó en el primer país importador de este producto. Bra-sil. El cual se ha visto perjudicado en su cosecha, el café ha caído vertiginosamente, debido a que se conjugaron dos factores: la reducción de los cafés suaves en Nueva York y la disminución de la tasa de cambio.

La caída en el precio de los mercados se debe a factores especulativos en la bolsa de Nueva York y, a las lluvias retrasadas en Brasil, lo cual ha llevado a perjudicar la producción de café arábigo. Pese a que en los últimos días ha llovido en esa región, es

difícil que este fenómeno corrija el daño que ya ha causado.

Si bien el café tiene repuntes por ser un producto de mayor consumo en el mundo también lo es que el tener precios tan volátiles lo hace un producto poco rentable para los productores.Como se mencionó, este no tiene un precio fijo, se determina día a día en las bolsas de Nueva York y Londres.Se estima que debido a la sobreproducción de este producto los precios han bajado en exceso, causando daños a los productores de países en desarrollo. La producción es más grande que la demanda, por lo que los pre-cios pagados a los productores son los establecidos por el mercado mundial los cuales depende de la oferta y la demanda.

Esto ha llevado a la producción de café de baja calidad y a una caída de la producción, esto como consecuencia del precio tan bajo que obtienen los productores, los cuales deciden abandonar sus par-celas, no cuidarlas bien por dedicarse a otra activi-dad o bien no llevan a cabo los proceso de calidad que este producto exige.

La iniciativa de vender directamente el café al consumidor fue un éxito, poco a poco el volumen de ventas aumentó y el sistema se fue complejizan-do, y se consolidaron estrategias, como el uso del sello de “Fairtrade”que garantiza que el producto se comercializa mediante canales justos y que avala un precio mínimo superior al que marca la Bolsa internacional del café y una “prima” que permite a las organizaciones de pequeños productores tener acceso a mayores ingresos.

El precio que paga el Comercio Justo a las coo-perativas caficultoras ha de permitir a las familias campesinas cubrir los costes de su producción de café y salir de la miseria. En situación de pobreza

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Características del café de Comercio Justo.

1. Se obtiene información sobre las organiza-ciones de pequeños productores y la garantía de que ha sido elaborado en condiciones dignas. Organizaciones democráticas y participativas, propiedad de los pequeños productores y productoras. Eliminación del trabajo infantil e igualdad de oportunidades para las mujeres.

2. Se acuerda con las organizaciones un precio por el café que permite cubrir los costes de producción e invertir en el desarrollo de las comunidades. Precio de garantía supe-rior al precio del café fijado en las bolsas internacionales, 5% el precio de garantía destinado a proyectos en las comunidades. Financiación de hasta el 60% de cada pedido.

3. Se otorga a los grupos caficultores para for-talecer sus estructuras organizativas. Empo-deramiento de los campesinos y campesinas. Apoyo a proyectos de desarrollo local.

4. Se impulsan relaciones directas a largo pla-zo. Se eliminan intermediarios innecesarios. Relaciones comerciales estables y a largo plazo.

digna, las familias campesinas organizadas en coo-perativas tendrán más posibilidades de desarrollarse en su comunidad sin tener que emigrar.

La certificación de Comercio Justo puede ser solicitada por un grupo de productores organizados en una cooperativa, una asociación de agricultores o una plantación con una fuerza laboral organi-zada. Auditores locales inspeccionarán la finca y una agencia certificadora tomará la decisión de certificar o no a la organización de productores. Una vez otorgado se realiza una inspección anual para verificar que los productores cumplían con los requisitos de Comercio Justo y ver lo que han logrado con el premio de Comercio Justo.

Los comerciantes que utilizan la marca de cer-tificación de Comercio Justo en sus empaques cubren el costo de la certificación pagando una licencia, mientras que el productor no paga nada. En el futuro, se espera que los productores cubran parte de los costos de la certificación.

Una asociación de productores o una plantación podría beneficiarse con una certificación de Co-mercio Justo ya que normalmente la certificación le permitirá recibir un precio de venta mayor y más estable para sus productos.

El precio pagado se determina sobre la base de los costos de producción, tomando en cuenta cual-quier costo adicional que pueda surgir al cumplir los requisitos de Comercio Justo tales como, por ejemplo, pagar salarios mejores a los trabajadores.

“ México es el primer productor de café orgánico en el mundo y es pionero en

la cafeticultura orgánica.”

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5. Se obtiene cafés de calidad, cosechados en equilibrio con el medio ambiente, que a me-nudo se cultivan en pequeñas propiedades boscosas. Se garantiza el uso de técnicas de cultivo respetuosas con el medio ambiente. Se determina la preservación de bosques tropicales gracias a los cafetales en zonas de amortiguamiento.

6. Se favorece la diversificación productiva para garantizar la alimentación de familias, la venta en los mercados locales. Seguridad y soberanía alimentaria, cultivo de especies autóctonas para autoconsumo, desarrollo de mercados locales.

Este sistema ha sido una solución viable para algunos productores de café, no para la mayoría, quienes siguen sufriendo los precios bajos del café.Existen otros tipos de café que representan el 10% del volumen del suministro, se trata de un merca-do muy limitado y la venta de este producto sigue siendo limitada a pesar de haber crecido. Estos cafés proceden de plantaciones claramente determina-das que trabajan por contrato con la industria del café, o de organizaciones de productores que tienen contratos con la industria o venden su producto en subastas.

Los cafés especiales tienen que satisfacer criterios de selección muy estrictos (por ejemplo: los granos deben ser grandes y no debe haber granos defec-tuosos), así como criterios de calidad organoléptica excepcional. Por ejemplo, los cafés kenyanos de mayor calidad destacan por la calidad de la bebida que producen.Los precios pagados por estos no dependen, o tienen poca relación con la bolsa de Nueva York. Sólo algunos cafés de origen peculiar se comercializan por contrato, como los Blue Moun-tain de Jamaica, el café de las Galápagos o algunas

arábicas de Aceh, Indonesia, mientras que el precio de los cafés de máxima calidad toma en cuenta los precios de la bolsa de Nueva York.

Algunas excepciones en las que organizaciones campesinas o los productores elaboran su café de acuerdo a las normas “de exportación”, el exporta-dor es quien prepara los diversos lotes de café, con base en la demanda del mercado y en la calidad del producto proporcionado por los productores.A pesar de que México es el quinto país productor de café más importante a nivel mundial, el consumo del grano en nuestro país es sumamente bajo. De acuer-do con los niveles de consumo el principal compe-tidor del café son los refrescos, que prácticamente se han posesionado del mercado de las bebidas. De su producción total, México exportó alrededor de 84.5% en años anteriores con especificaciones sobre la calidad del producto (café verde u oro).

El 25.5% restante es consumido por la industria nacional productora de cafeína, de café soluble, tostado y molido. Así, la planta industrial absorbe un promedio de 1.3 millones de sacos (de 60 Kg) de café verde al año, del que se destinó en la década pasada alrededor de 45% a la fabricación de cafés solubles; 18.3% a la torrefacción y 36.7% se convir-tió en café tostado y molido mezclado con azúcar.El declive en el precio de este producto de acuerdo a la OIC se debió a una mejora del tiempo en Brasil, país líder exportador de café, el cual indujo una presión fuerte por vender.

México al igual que los países productores de café, se ha visto afectado por la variación de precios, los pequeños productores encuentran desventajas ante las grandes corporaciones comerciales, quienes compran el producto a través de intermediarios, los cuales pagan un precio muy bajo por el café, además de condicionar la compra de éste a un mínimo de

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60 kilos por cosecha, lo cual no les resulta reditua-ble. Toda vez que el pago que reciben no costea los gastos de cosecha de este grano.

La crisis del café en México, ya existía desde principios de los años 70, sin embargo esta se acre-cienta con la desaparición del Instituto Mexicano del Café (INMECAFE), así como de Banrural, instituciones encargadas de fomentar y apoyar a los pequeños productores en el rubro agrícola alimen-tario. Por lo que actualmente México depende de la fluctuación de precios de la bolsa de Nueva York.

Los pequeños productores no encuentran en la cosecha la rentabilidad que se ve reflejada en los indicadores económicos por exportación.La ayuda que reciben para este producto es mínima, además de ser comunidades, en ocasiones ubicadas en zonas alejadas, donde la ayuda o programas gubernamen-tales no siempre llegan.

Son grupos no homogéneos, si bien hay orga-nizaciones que intentan agruparlos con el fin de formar un frente en apoyo a este sector, existe re-nuencia por parte de la mayoría de los agricultores, quienes prefieren trabajar por su lado, sin ingresar a ninguna organización.Con la liberalización de los mercados mundiales del café, México tuvo un cambio radical en la política económica del café.

Los productores con mayor experiencia, mejor organizados, con mayores redes sociales y con mayor capital lograron encontrar alguna opción en el mercado libre.Los mercados orgánicos, de co-mercio justo y de origen, si bien han sido opciones de gran importancia para el fortalecimiento para la organización del sector productivo, se muestran como soluciones parciales que deben acompañarse de otras estrategias.

Los pequeños productores han sido más golpea-dos por la crisis, muchos venden su grano sin proce-sar, y a intermediarios, empleados de las empresas comercializadoras, las cuales se ponen de acuerdo en fijar un precio tope y se quedan con la mayor tajada del negocio exportador. Como resultado de las movilizaciones campesinas, el gobierno estableció algunos programas emergentes de subsidios, como el de Fomento Productivo y el de Estabilización del Precio, pero su aplicación ha sido lenta, engorrosa y desigual, y sus montos por hectárea insuficientes para rehabilitar cafetales o reconvertirse. Los únicos pequeños productores que han mantenido precios redituables son los que producen café orgánico y exportan al mercado de Comercio Justo, pero son pocos y son grupos indígenas organizados.

Frente a la crisis, los campesinos recurrieron a estrategias de supervivencia: redujeron sus gastos en alimentación y educación, trataron de diversificar sus cultivos (caña, cítricos) y mandaron parte de la fuerza de trabajo familiar a la migración laboral interna e internacional: así, uno de cada cinco mi-grantes internos recientes proviene de municipios cafetaleros, y de 10 mil a 12 mil cafetaleros de Vera-cruz emigraron a Estados Unidos.El cultivo de café verde se ha visto reducido en productividad en los últimos años, algunas fincas han tenido impactos en la producción de hasta 60 por ciento, situación que contrasta con el mercado del café de especialidad a nivel mundial que crece a ritmos de doble dígito en algunos países asiáticos y en Latinoamérica.

La crisis de la producción de café verde en Cen-troamérica tiene su origen probablemente en el cambio climático que ha estimulado el avance de una enfermedad comúnmente conocida como Roya del Cafeto en una de las zonas productoras más importantes del mundo.El gobierno ha intentado

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revertir esta situación a través de apoyos a los productores, con el fin de ser competitivos a nivel inter-nacional y hacer rentable esta actividad.

Sin embargo, la realidad del sector es que la mayoría de la producción no es “diferenciada” y por consiguiente, ese segmento de la producción necesitará diferentes estrategias dirigidas principalmente a incrementar la calidad, a reducir los riesgos de precio utilizando mecanismos de mercado e incrementar el valor generado en la cadena.

Por otra parte, la cafeticultura nacional está urgida de un claro liderazgo institucional, de continuidad en sus políticas, y de coordinación de los esfuerzos público-privados. En ese sentido, la estructura actual del Comité Sistema Producto Café no es suficiente para manejar las necesidades del sector. Se requiere, de un descentralizado marco institucional, particularmente en el entorno actual de libre mercado, donde es indispensable que los pequeños productores se den cuenta de la necesidad de organizarse para trabajar en conjunto en favor de ellos y del sector.

El establecimiento de grandes comercios de cafés en lugar de incrementar el consumo de este pro-ducto, obtuvo el incremento del café soluble, por ser más accesible para la mayoría de la población. Este tipo de producto es mas barato además de estar hecho con granos de robusta, o bien en algunos casos, es una mezcla de café con un 50% de azúcar. Por lo que se prevé se comience a conocer este café como “chatarra”.

La centralización de los programas de apoyo a este sector, no han dado los resultado esperados, el fomento no ha llegado o bien se ha sectorizado a grandes corporaciones, por lo que estos no han ayudado a los pequeños productores, quienes observan una perdida mayor en sus gastos de producción.Lo que se observa por parte del gobierno es una descoordinación entre sus diferentes áreas y poco interés por acordar las políticas y programas con las organizaciones de productores.

Pesé a las organizaciones independientes que han surgido con respecto a este tema, si bien en un principio lograron su propósito de agrupar a productores, en la actualidad existe un fuerte quiebre con estas, así como una dispersión entre estas organizaciones y sus asociados.Se observa una gran dispersión de los productores, que siguen estrategias de tener otros ingresos, subsidios y una relación más utilitaria con las organizaciones de productores.

“ La cafeticultura mexicana presenta evidentesrezagos en términos generales.”

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Se perfila un futuro con muchos problemas para los cafetaleros, si no se controlan las afectaciones por la roya y no se establece un plan nacional de renovación de cafetales; si los precios del café siguen disminuyendo, y si desde el gobierno federal se continúa con una definición unilateral de los pro-gramas, un manejo centralizado, la falta de transpa-rencia e ineficiencia en el uso de los recursos. Todo esto sin duda propiciará una mayor inconformidad de los productores de café, que tenderán a ser más demandantes. Es necesario detener el deterioro en la cafeticultura nacional, principalmente en lo que corresponde a la producción y el consumo interno. Para ello se requiere construir una coalición más amplia de productores y organizaciones con la fuer-za suficiente para influir en las políticas públicas, pero además se necesita un gobierno que realmente entienda y atienda los intereses de los productores de café, que en su gran mayoría son campesinos e indígenas.

Debido a estas problemáticas algunos produc-tores han intentado emigrar hacia la agricultura orgánica.

La agricultura orgánica es una estrategia de de-sarrollo que trata de cambiar algunas de las limita-ciones encontradas en la producción convencional. Más que una tecnología de producción, la agricul-tura orgánica es una habilidad de desarrollo que se fundamenta no solamente en un mejor manejo del suelo y un fomento al uso de insumos locales, tam-bién tiene un mayor valor agregado y una cadena de comercialización más justa.

La FAO (Food and Agriculture Organization

of the United Nations) entiende como agricultura orgánica aquel sistema natural de producción que promueve y mejora la salud del agroecosistema, incluyendo la biodiversidad, los ciclos biológicos y

la actividad biológica del suelo, prefiriendo el uso de prácticas de manejo dentro de la finca al uso de insumos externos a la finca, tomando en cuenta que condiciones regionales requieren de sistemas adaptados a las condiciones locales. Esto se logra utilizando en lo posible métodos culturales, biológi-cos y mecánicos en oposición a materiales sintéticos para satisfacer cualquier función específica dentro del sistema.

Un sistema de producción orgánico tiene como finalidad:

1. Mejorar la diversidad biológica del sistema.

2. Aumentar la actividad biológica del suelo.

3. Mantener la fertilidad del suelo al largo plazo.

4. Reciclar desechos de origen animal o vege-tal para devolver los nutrientes al sistema, minimizando el uso de fuentes no renova-bles.

5. Contar con recursos renovables en sistemas agrícolas localmente organizados.

6. Promover el uso saludable del agua, el suelo y el aire, así como minimizar todas las for-mas de contaminación que pueden resultar de la producción agrícola.

7. Manejar los productos agrícolas en su pro-cesamiento con el cuidado de no perder la integridad orgánica en el proceso.

8. Establecerse en fincas después de un período de conversión, cuya duración estará determi-nada por factores específicos de cada sitio, tales como el historial del terreno y el tipo de cultivos y ganado producido.

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La agricultura orgánica rescata las prácticas tradi-cionales de producción, pero no descarta los avances tecnológicos no contaminantes, sino más bien los incorpora, adaptándolos a cada situación particular. La agricultura orgánica es la conjunción de prácticas ancestrales, como el uso de terrazas por los incas, con la agricultura tradicionalmente biodiversa de nuestros campesinos, vinculada a nueva tecnología apropiada.

Para que esta sea viable es necesario, una serie de precondiciones. Entre ellas: la motivación de los agricultores, disponibilidad de mano de obra, un sistema de tenencia de la tierra que garantice al menos derechos de usufructo a largo plazo a los pequeños productores, organizaciones de agriculto-res que funcionan efectivamente y vínculos en los mercados. Una importante conclusión del estudio es la potencial ventaja comparativa que ofrecería la agricultura orgánica a los pequeños agricultores pobres que no han empleado antes productos quí-micos, conocen la ecología local y disponen de un excedente de mano de obra.

Los países en vías de desarrollo están comenzan-do a beneficiarse con las oportunidades del mercado orgánico pero, bajo las circunstancias actuales, los grandes productores y operadores están mejor posi-cionados para acceder a mercados internacionales. Las cantidades limitadas de productos orgánicos y las normas de calidad que se demandan al igual que las normas que rigen la producción y el proce-samiento orgánicos podrían limitar a los países en vías de desarrollo en su capacidad para satisfacer la demanda de alimentos orgánicos de los mercados del norte. La comercialización de los alimentos or-gánicos podría dejar de influir como consecuencia de las dificultades que existen para cumplir con las normas extranjeras y por los elevados costos de los

sistemas de certificación, en especial, cuando no está establecida la equivalencia internacional.

El acceso a la inspección y a la certificación, al igual que la necesidad de desarrollar nuevas formas para procesar alimentos orgánicos, constituyen los desafíos que las grandes compañías alimenticias, ya establecidas, pueden enfrentar mejor.

Otra etiqueta que ha empezado a ser aplicada al café, como un indicador para los consumidores de la sostenibilidad ecológica de la producción, es la denominada “Cultivado bajo sombra”. Actualmente hay dos grandes grupos que definen los estándares para obtener esta etiqueta. La alianza para el bosque húmedo, que tiene su propia etiqueta “Eco-OK” y el centro Smithoniano para emigración de pájaros (SMBC: Smithonian Migratory Bird Center) en Washington, DC, cuyos estándares son utilizados por algunas agencias certificadoras, bajo la etiqueta de “Amigable con las aves” o “Cultivado bajo som-bra”, os siguientes son sus estándares simplificados: Se requiere un mínimo de diez especies de árboles, bien distribuidos, creando diferentes pisos o estratos. Debe haber por lo menos un 40% de sombra des-pués de que se ha realizado una poda; la cobertura de la sombra deberá tener como mínimo 12 metros de altura; se recomienda el uso de barreras vivas y coberturas para proteger las vegas de ríos y fuentes secundarias de agua. El café más deseado son los denominado “rústico” o de “montaña” (ambos in-cluidos en la categoría tradicional de policultivos) los cuales se cultivan debajo de una cobertura forestal.

La demanda de café orgánico ha ido incremen-tándose durante los últimos años, no se tiene conoci-miento o cifra exacta de cuál es el mayor exportador de este tipo de producto en el mundo.

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Otras formas de ayuda a los productores or-gánicos por parte de los gobiernos son los apoyos financieros para la inspección y la certificación. En Austria, Alemania, Dinamarca, el Reino Unido, Italia y Suiza se tienen montos específicos para estos rubros. En países como Finlandia, Francia, Luxemburgo y la República Checa los productores reciben apoyo indirecto mediante las agencias de inspección y certificación o entidades nacionales de certificación que ofrecen costos reducidos a los productores.

No obstante, en algunas regiones los apoyos por superficie han sobreestimulado la producción, con la consecuente sobreproducción y efectos negativos en los precios pagados al productor y la rentabilidad de las empresas.

En México convergen una serie de factores que propician el desarrollo de los cultivos orgánicos en general, y en especial del café, algunos de ellos son:

• Presencia de prácticas de agricultura tra-dicional, como la asociación y rotación de cultivos, incorporación de materias orgáni-cas, terrazas, etc.

• Presencia importante de conocimiento y tra-diciones indígenas, cosmovisión de respeto a la tierra, el agua y las plantas.

• Mínimo o nulo uso de agroquímicos de la mayoría de los productores.

• Fuerte arraigo de formas de organización tradicional, de acuerdo a usos y costumbres de los grupos indígenas, respeto de pueblos y comunidades a sus autoridades tradicionales, y arraigo al grupo.

• Abundante mano de obra.

“ Las mejores oportunidades para los productores mexicanos apuntan

hacia los cafés diferenciados.”

• Condiciones de producción del café, en su mayoría en montaña y “bajo sombra”, de importancia ecológica, al ser las zonas de producción cafetalera de México importan-tes generadoras de oxígeno, lo que las hace susceptibles de ser apoyadas por organiza-ciones ambientalistas.

• Presencia importante de organizaciones no gubernamentales (ONG), principalmente europeas, promotoras de la justicia social, los productores indígena. están en contacto con organismos internacionales que apoyan su acceso al mercado internacional.

• Existen capítulos para México de las prin-cipales certificadoras de productos orgánicos.

• Existe también en el mercado la oferta de maquinaria y equipo adecuado a los requi-sitos de producción orgánica.

• Los tratados de libre comercio de México con los principales mercados del mundo, especialmente el firmado con la Unión Eu-ropea (TLCUE), abren oportunidades de mercado, si bien en primera instancia el café ha estado excluido, la cooperación en otras áreas es muy valiosa.

La agricultura orgánica abarca aproximadamente 31 productos, predomina el cultivo del café con 72% de la superficie total, el cual se realiza actualmen-

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te en los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Puebla, Colima y Veracruz. Aunque la agricultura orgánica existe en México desde la década de los años sesenta, es en la década de los noventa que se ha incorporado el 84% de la superficie total actual.

Para acceder a comercializar en el mercado internacional de productos orgánicos se requiere contar con la certificación, la cual se debe reno-var periódicamente. El productor debe contratar a una empresa de certificación para que realice la inspección, el costo del servicio puede ser alto (aproximadamente el 2% del valor de las ventas). En México existen actualmente varias certificadoras, que además tienen su sede principal en los estados de Oaxaca y Chiapas, lo que significa acceso rápido y eficiente a los servicios de certificación y asesoría técnica que se requieren para garantizar el éxito de la producción. Las certificadoras son mantenidas por los productores y no reciben ningún subsidio gubernamental, no están sujetas a los vaivenes de los gobiernos estatales o federal, su existencia depende de su capacidad de responder a los requerimientos del mercado.

A pesar de ser uno de los más grandes produc-tores de café, México tiene el menor porcentaje de consumo interno. Aún no se cuenta con una política bien definida en la materia, aunque los instrumen-tos de la Alianza para el Campo se pueden dirigir a la producción orgánica. De contarse con ésta, México podría generar una estrategia sustentable de desarrollo para las áreas rurales del país, ocupar una buena posición en una parte importante del mercado internacional y desarrollar el mercado in-terno de productos orgánicos. De no atender pronto esta situación, México mantendrá una desventaja competitiva en el mercado mundial y perderá una opción de desarrollo.

El café se cosecha una vez al año. En algunos países, y según la variedad de cafeto sembrado, se pueden tener hasta dos cosechas. Entre Octu-bre y Febrero se lleva a cabo la cosecha. A partir de Marzo, inicia la floración del cafeto. Una vez desprendida la flor, que apenas dura unos 4 días, ocupa su lugar el fruto. Este se desarrolla a partir de entonces y hasta Octubre, fecha en que inicia nuevamente la cosecha.

A partir de lo investigado y la forma en la que los productores manejan el café, determina el encontrar las posibles soluciones a las grandes problemáticas que esta actividad conlleva.

Las estrategias a seguir se determinan por dos ejes:

1. Soluciones para los productores que pueden mantenerse competitivos con el café.- las soluciones se enfocan en mejorar la calidad, la comercialización y la tecnología.

2. Soluciones para los que no pueden mante-nerse competitivos.- Las soluciones están dirigidas a idear estrategias para diversificar sus cultivos y dejar de producir café

Al lado de estas soluciones existe la necesidad de hacer frente a la problemática social y ambiental que presenta la actual crisis cafetalera. Además, las soluciones destinadas a mejorar la competitividad e introducir programas de diversificación repercuten en los problemas ambientales y sociales.

Mejoramiento de la competitividad: calidad y comercialización del café. La ventaja centroame-ricana en el mercado cafetalero radica en contar con muchas zonas de cultivo con las condiciones

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agroecológicas adecuadas para producir café de buena calidad. Si bien algunos países de la región han logrado avances explotando esta ventaja, otros han hecho poco. En general, la región tiene un potencial significativo para mejorar la calidad y penetrar segmentos de mercado de alta calidad y de cafés especiales. Los programas de mejoramiento de la calidad deben abocarse a mejorar la calidad en la producción primaria y también en el beneficiado del café (beneficio seco y húmedo).

Asociado al aspecto de mejoramiento de la com-petitividad se encuentra el mejoramiento de la ca-pacidad para enfrentar sacudidas en los precios. El uso de instrumentos de gestión de riesgos puede reducir la incertidumbre con los precios y proteger a los caficultores contra las perturbaciones negati-vas en los mismos. Esto puede mejorar el acceso al crédito y aumentar la flexibilidad a la hora de tomar decisiones sobre comercialización. Diseño de una estrategia de diversificación para caficultores no competitivos.

El desarrollo de una estrategia exitosa para la diversificación agrícola debe seguir un enfoque sistemático, que tome en cuenta tanto condiciones agrícolas como comerciales, así como problemas ambientales y sociales. Los factores a considerarse deberán incluir servicios de apoyo agrícola confia-bles; investigación y extensión para la producción, comercialización y promoción; crédito; infraes-tructura; asistencia técnica y capacitación en ad-ministración empresarial y gestión de riesgos; e inteligencia y regulación del mercado. A pesar de que algunos caficultores no serían competitivos, es importante que los gobiernos resistan la tentación de seleccionar ganadores o perdedores. Las condi-ciones propicias para la diversificación son, en mu-chas circunstancias, similares a aquellas necesarias

para fomentar una mayor competitividad; y ambas exigen de una estrategia amplia de desarrollo rural sostenible.

Tratamiento de la problemática social. La vul-nerabilidad social también deberá reducirse, tanto a corto como a largo plazo. A fin de ayudar a los caficultores, a los trabajadores y a sus familias, es necesario contar con una mejor atención social (en particular, acciones a corto plazo como medidas de protección social y redes de seguridad alimentaria). Para proteger a los pequeños caficultores, que son vulnerables a las variaciones en los precios, es nece-sario desarrollar y adoptar mecanismos de cobertura de riesgos en los precios y otros instrumentos simi-lares. Es importante realizar más investigaciones para evaluar los efectos de la crisis del café sobre los ingresos y el consumo de productores y trabajadores, así como sobre los agentes económicos directa e in-directamente relacionados con el sector cafetalero. Estas investigaciones cuantificarían los efectos y ayudarían a identificar estrategias adecuadas, gru-pos meta e instrumentos para ejecutar programas de protección social orientados a enfrentar la crisis.

Mayor conocimiento ambiental en la produc-ción de café. Finalmente, una estrategia sostenible para el sector cafetalero debe proteger el ambiente. Un acertado manejo ambiental puede contribuir a mejorar la calidad, la productividad, la viabilidad económica, la competitividad y la sostenibilidad de las explotaciones cafetaleras.

Además, puede ayudar a mantener la producti-vidad de la tierra y ofrece oportunidades de mer-cado con valor agregado (como cafés especiales y servicios ambientales). Las estrategias adoptadas deben trabajar con los programas ambientales, ex-plorando las posibles externalidades positivas entre la sostenibilidad ambiental y las acciones tendien-

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tes a promover el mejoramiento de la calidad y la diversificación.

Estas tendencias, el ingreso se está convirtiendo en un factor importante en el consumo de café. Al norte de Europa, sobre todo en Alemania, el consumo está estancado pero está aumentando al sur de Europa y en la mayor parte del este euro-peo. No obstante, el incremento en el consumo en Europa oriental y en algunas partes de Asia que se recuperan de sus problemas económicos obedece a la alta disponibilidad de robusta barato, lo cual ha permitido a los tostadores ofrecer un producto a precios “accesibles”. En Brasil, los tostadores han adoptado un enfoque contrario, concentrándose en el etiquetado y en la calidad para el mercado nacional, lo cual ha permitido al país aumentar la demanda interna y convertirse en el segundo consumidor más grande del mundo. Este ejemplo es pertinente para la estrategia centroamericana.

Para muchos productores que luchan por enca-rar la crisis en los precios del café, los problemas ambientales no son prioridad. En algunos casos, las dificultades imperantes para el ambiente han empeorado y, al mismo tiempo, se han intensificado algunos problemas nuevos, como la destrucción de bosques de sombra –seguido por una pérdida de biodiversidad– y la destrucción de ecosistemas y hábitats naturales.

De acuerdo a la FAO los circuitos de producción desempeñan un pale importante de la reducción de la pobreza, esto es debido a que generan ganancias dentro de la comunidad apoyando el desarrollo de la misma.

Los circuitos locales o circuitos cortos son una forma de comercio basada en la venta directa de productos frescos o de temporada sin intermediario

—o reduciendo al mínimo la intermediación— en-tre productores y consumidores. Estos acercan a los agricultores al consumidor, fomentan el trato humano, y sus productos, al no ser transportados a largas distancias ni envasados, generan un impacto medioambiental más bajo. El auge de estos circuitos como forma de comercio se debe fundamentalmente a una creciente demanda por parte de los consu-midores, quienes buscan productos locales, autén-ticos, saludables y de temporada. Los productores, en tanto, apuntan a capturar un mayor valor de su producción, ahorrar en otros segmentos de la cadena (transporte, embalaje, etc.) y crear valor a partir de activos inmateriales (marcas, anclaje territorial, autenticidad, lazo social). Ayudan a crear nuevos lazos sociales, fomentan la equidad en los intercam-bios comerciales, favorecen la participación social y aplican una lógica pedagógica que contribuye a una mayor autonomía de los actores y, con ello, a una mayor sostenibilidad e integración social.

En América Latina y el Caribe los circuitos lo-cales constituyen una tendencia emergente que se ha concretado principalmente en la creación de bioferias y mercados ecológicos u orgánicos, tales como los de Loja y Cuenca en Ecuador o los de Ja-lisco y Xalapa en México. En el área de las compras públicas, el caso más emblemático es el Programa Hambre Cero de Brasil, cuyo Programa de Adqui-sición de Alimentos de la Agricultura Familiar ha permitido conectar esta oferta con la demanda de alimentos de las escuelas públicas, cumpliendo con una ley que establece que al menos 30% del total de sus compras para meriendas escolares debe hacerse en forma directa a la agricultura familiar o a sus organizaciones (cooperativas, agroindustrias). A todo esto se suma la creciente preocupación de los consumidores por los hábitos alimenticios y por sus repercusiones en términos de nutrición y calidad de

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la gente aprende nuevamente a comer los alimentos que históricamente han alimentado a los pueblos. Estos alimentos en muchos casos se han perdido, se han perdido los olores, se han perdido los sabores; entonces, es necesario recuperar prácticas culturales que son también la base de la vida y de la salud de los pueblos, por eso que los mercados campesinos hoy en día son tan variados y allí se realiza también intercambio de semillas.

Un elemento importante para poder mirar el sentido que tienen los mercados locales supone con-siderar el rol que desempeñan las mujeres. Una de las tareas importantes que ha cumplido la Alianza para la Soberanía Alimentaria ha sido devolverle identidad a los hombres y mujeres campesinos, permitiéndoles valorar lo que hacen, dándole un sentido y un reconocimiento a sus tareas diarias y su conocimiento de las prácticas productivas. Es gracias a esto que actualmente el campesinado en América Latina y en el resto del mundo pasa a ser un actor importante, capaz de hacer propuestas al conjunto de la sociedad, buscando puntos de con-vergencia. Ese campesinado afirma que no puede haber seguridad alimentaria si no hay soberanía alimentaria. Este planteamiento va a ocupar un espacio muy importante en los próximos años, en la búsqueda de los caminos que permitan que las políticas agrícolas se definan en función de los

vida, lo que ha dado origen a programas públicos dirigidos a mejorar la alimentación de la población.

La experiencia internacional, tanto en América Latina y el Caribe como en Europa, permite iden-tificar al menos 10 tipos de circuitos locales:

a) venta directa en la explotación (canasta, cosecha, otros).

b) Venta directa en ferias locales.

c) Venta en tiendas (puntos de venta colectivos, restaurantes, comerciantes detallistas, otros)

d) Venta directa en supermercados.

e) Reparto a domicilio.

f) Venta anticipada (ej.: AMAP en Francia).

g) Venta por correspondencia (Internet, otros).

h) Consumo directo en la explotación (agro-turismo).

i) Venta al sector público.

j) Exportación bajo las normas del comercio justo.

Todas estas modalidades de operación tienen sus ventajas y desventajas y se adaptan a contextos específicos. El desafío de los productores, comercia-lizadores y consumidores es implementar iniciativas y proyectos viables y exitosos, que se sustenten productiva y comercialmente en el tiempo. El de-safío de los formuladores de políticas es diseñar incentivos que masifiquen estas formas de trabajo en las sociedades latinoamericanas y caribeñas.

Los mercados campesinos son mercados cam-biantes, de olores y colores que devuelven la vida y las ganas de alimentarse de una manera diferente, donde se lleva a cabo ese intercambio de conoci-miento, se realizan intercambios de sabores, donde

“ El comercio mundial puede adquirir el café en pergamino, o

bien, requerirlo en verde.“

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intereses nacionales y en función de los pueblos, y no solamente en función del mercado.

La agricultura familiar tiene una dimensión te-rritorial muy relevante, tanto a nivel del consumo como de la producción, con un gran potencial y en los distintos países para operar como complemento de la agroindustria de circuitos largos, es necesario entender mejor ese potencial, así como las diná-micas en curso y los desafíos futuros. Para ello es clave propiciar intercambios de experiencias entre El Caribe, América Latina, Estados Unidos y Europa.

Este tipo de producción familiar o de circuitos locales tiene cuatro objetivos:

• apoyar la elaboración de políticas propicias para la agricultura familiar sostenible.

• Sensibilizar y educar al público en gene-ral acerca de la función esencial que des-empeñan los agricultores familiares en los sectores agropecuario y del desarrollo.

• Lograr una mayor concienciación de las necesidades y el potencial de los agriculto-res familiares, así como de las limitaciones con que estos se enfrentan, y velar por que tengan acceso a apoyo técnico.

• Crear sinergias para fomentar la sosteni-bilidad.

Los circuitos locales de comercialización permi-ten al productor disminuir los intermediarios entre el productor y el consumidor. Así pues, el circuito más corto es aquel en que el productor proporciona directamente su producto al consumidor (venta directa).

Representan oportunidades de crear valor aña-dido en el territorio y de reforzar la especificidad de los productos. Debido al estrecho vínculo creado entre territorio, cliente y producto, estas formas de venta refuerzan el carácter no deslocalizable de la producción local.

Para comercializar los productos mediante los circuitos locales, un planteamiento riguroso per-mite minimizar los riesgos de comprometerse en iniciativas condenadas al fracaso y en inversiones costosas.

Idealmente, la progresividad sin ruptura es la mejor de las fórmulas, pero, en especial cuando no existe consumo potencial suficiente en la zona de producción, conviene ir de inmediato a buscar al cliente, a la ciudad, bien sea en circuitos cortos (tien-das) o en circuitos largos, como ocurre a menudo.

Para desarrollar las acciones, después de la fase de experimentación, es indispensable realizar un estudio formal de mercado. A este nivel, la ayuda de un asesor exterior puede ser muy valiosa. Pero escasean los asesores capaces de realizar un estudio simple, poco oneroso, integrando al máximo de productores en el proceso. Recabar consejo de los colegas que ya se han hecho este planteamiento, mediante redes regionales, nacionales o la red eu-ropea LEADER, por ejemplo, permite ganar tiempo y eficacia en la realización de este estudio.

Algunos productos locales son específicos: se derivan de una historia, de un método de produc-ción, de condiciones geográficas o agroclimáticas particulares. No obstante, esta especificidad no se valoriza siempre bien en los circuitos comerciales tradicionales, o a un precio poco rentable. Al favo-recer un contacto directo con el productor (o con el territorio, mediante un comercio local), la venta

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directa permite explicar la especificidad al consu-midor y valorizarla ante el mismo.

A través de los productos locales, se ponen de relieve el territorio y su potencial; su presencia explícitamente indicada en los comercios es un medio de hacer tomar conciencia al público (visi-tantes y población local) de la propia existencia del territorio, su valor, cultura y productos específicos.

Entre el productor y el consumidor, las materias primas sufren una serie de transformaciones, con-ducidas por intermediarios, entre quienes se distri-buye el valor añadido del producto. El circuito local es el de la “venta directa al consumidor”, donde el propio productor vende su producto, transformado o no, al consumidor final.

El concepto de circuito local no se refiere a la dis-tancia física entre productor y consumidor, sino al número de intermediarios entre la producción y el consumo: por ejemplo, si un productor conduce un camión a una ciudad para atender un punto de dis-tribución y vender su producto de forma directa en una gran superficie, realiza una venta en circuito corto. Entre estos dos extremos, existen una serie de alternativas, en que el productor entrega más o menos directamente su producto al consumidor, a veces por medio de un restaurante o de una tienda cooperativa.

Un fenómeno completamente distinto es el de la gran distribución y comercialización. En este caso se trata de un esquema radial: los produc-tos llegan desde diferentes regiones a una bodega central, y desde allí se redistribuyen a diferentes puntos de Europa. Algunas veces el valor de las mercaderías comercializadas duplica o triplica el valor de los productos generados en la finca. Esto significa que la producción de Italia va a Holanda y vuelve a Italia. Este sistema funciona en muchas partes de Europa y en otras partes del mundo, sus

características son muy diferentes a las que pre-sentan, por ejemplo, las tiendas administradas por los productores.

Debe existir un apoyo no solamente al forta-lecimiento de la capacidad cooperativa local, sino también a la inversión. Inversión que incentive el buen desarrollo de mercado local, el apoyo a las culinarias regionales para que sobrevivan y para que sean mantenidas en los hogares, la protección de los recursos naturales y el desarrollo social. El 84% de las unidades de producción pertenecen a la agricultura familiar. Por ejemplo, en el caso de Brasil —pero ocurre en toda América Latina— la agricultura familiar participa significativamente en la producción de alimentos para el consumo humano.

Para lograr mayor competitividad y mejorar el ingreso de los productores, la caficultura mexicana necesita resolver varias restricciones estructurales. Mientras los productores no tengan estabilidad y niveles de ingreso que permitan la recuperación de los costos, será muy difícil que se pueda reactivar significativamente la producción de café.

La baja producción y productividad prevalecien-tes elevan los costos unitarios, tanto de recolección como de beneficiado húmedo y seco, y de comer-cialización. Mientras no se regrese a niveles de producción de cuando menos cinco o seis millones de sacos, difícilmente se podrán reducir los costos.

“ Dentro de las mejoras de producción encon-tramos los circuitos locales de producción y

comercialización.”

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La realidad es que los grandes compradores bien podrían hacer una catación de los cafés y realizar pagos diferenciados por calidad. Si los cafés de la calidad “altura” se pagaran, por ejemplo, doce dó-lares más por quintal, podría generarse un efecto en cascada, de modo que en el beneficiado húmedo se cuidaría más la calidad, los productores realiza-rían mayores esfuerzos para no mezclar el café y hasta los pizcadores recibirían un mayor pago por seleccionar mejor los granos en el corte.

El sistema de consumo de café en nuestro país no propicia un aumento significativo de la demanda interna. De hecho, el modelo mexicano de consumo es una excepción entre los países productores de café, pues la mayor parte es de café soluble y mez-clado con azúcar, preparaciones que son de muy baja calidad. Lamentablemente, la gran industria, que obtiene fuertes ganancias por este modelo de con-sumo, pero también los funcionarios del gobierno federal que debieran preocuparse por la caficultura nacional, consideran que este patrón es adecuado ya que, dicen, a los mexicanos les gustan más las presentaciones mencionadas. Sin embargo, por falta de opciones accesibles, el consumidor desconoce el sabor específico del aromático de calidad.

México necesita aumentar el consumo interno de café, de tal manera que una mayor producción de nuestras huertas no contribuya a la sobreoferta mundial. Y para ello es fundamental impulsar un nuevo esquema de consumo que evite la utilización de cafés dañados, garantizando una oferta consis-tente y masiva de un grano aromático de mayor calidad: café tostado y molido de arábigos lavados. Es necesario conquistar la confianza del consumidor buscando que se generalice el conocimiento de los sabores específicos del café, además del aprendizaje de su adecuada preparación.

No existe en México un organismo público que impulse las políticas necesarias para el desarrollo de la caficultura nacional.

Este modelo de desarrollo rural alternativo en-cuentra al capital humano y a la capacidad humana, más que al capital financiero, en su centro. Los seres humanos no son para este modelo de desarrollo, meros medios de producción o actores u eslabones de una cadena agroindustrial “excluyente”, sino que son la “finalidad” del proceso.

Los circuitos locales de producción y comer-cialización permiten al productor disminuir los intermediarios entre el productor y el consumidor. Así pues, el circuito más local es aquel en que el productor proporciona directamente su producto al consumidor. No solo se habla de la comercialización del producto final, sino de la compra de insumos por parte del productor para la realización de la actividad.

Esto es, hacer de la comunidad un entorno co-mercial que participe de la cadena productiva del café ofreciendo los insumos y herramientas nece-sarias a los productores, reduciendo los costos de estos últimos en sus gastos de producción, ya sea por los traslados que estos tengan que hacer a las comunidades en las cuales consiguen estos insumos.

Los circuitos cortos representan una oportunidad de crear valor añadido en el territorio y reforzar la especificidad de los productos. Debido al estrecho vínculo creado entre territorio, cliente y producto.

México a través de los organismos responsables de esta actividad, estudian la viabilidad de incorpo-rar este método de producción y comercialización del café, a través de los circuitos locales, apoyando a los pequeños productores y a sus comunidades.

Investigación aplicada para la integración de circuitos ... · desarrollo del mercado nacional....

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