Interoccí ones respondientes · v~sual de una rata blanca de laboratorio como estímulo provocador...

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Interoccí ones respondientes A las interacciones respondientes a menudo se les denomina conductas in- -' voluntarias. A decir verdad, las interacciones respondientes representan una especie particular de relación de. alta probabilidad entre una clase de estímulo y una clase de respuesta (Skinner, 1938). A menos que un organis- mo esté físicamente impedido para responder o a menos que eventos dispo- sicionales poderosos, como la carencia extrema, fuertes reacciones emo- cionales o la fatiga excesiva, sean factores determinantes, la conducta res- pondiente invariablemente se presentará luego de un estímulo adecuado. Resulta tentador creer que el organismo 'está "hecho de ese modo" a causa de su historia filogenética; que no posee "otra alternativa" sino actuar con- forme a sus cualidades respondientes (Skinner, 1969, págs. 172-217). A la conducta respondiente no le afectan los estímulos que le suceden co- 1 mo consecuencia; éstos tienen una función neutral para esta clase de con- ductas. Por ejemplo, la reducción en el tamaño de la pupila es conducta res- pondiente. La respuesta constrictora se presenta invariablemente después de la manifestación de luz brillante ante un organismo con los ojos abiertos. Inténtese permanecer enfrente de un espejo con una linterna y obsérvese có- mo el tamaño de la pupila cambia conforme la luz es proyectada en el ojo; luego inténtese impedir la respuesta, trátese de impedir voluntariamente que las pupilas se contraigan. Las posibilidades de éxito son casi nulas. Como diversión, se pueden ofrecer cien dólares a los amigos si logran impedir que las pupilas de sus ojos se contraigan cuando reciban un destello directo. de luz; ninguno podrá evitar que se manifieste la respuesta cuando el estímulo provocador se presente. También podrían ofrecerse cien dólares a aquél que pudiera contraer las pupilas de sus ojos sin que estos se vieran previamente afectados por una súbita luz. No habría necesidad de pagar en ninguno de los casos. Apuéstese ahora que se puede realizar lo que para otros ha sido imposible (aunque se debe estar preparado en caso de fallar). 1 Podemos ob- IEn las págs. 126-127 discutimos ciertas técnicas que permitirán ganar tal apuesta. Sin em- bargo, como se habrá observado para entonces, esta posibilidad no disminuye-las afirmaciones 49

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Interoccí onesrespondientes

A las interacciones respondientes a menudo se les denomina conductas in--' voluntarias. A decir verdad, las interacciones respondientes representan una

especie particular de relación de. alta probabilidad entre una clase deestímulo y una clase de respuesta (Skinner, 1938). A menos que un organis-mo esté físicamente impedido para responder o a menos que eventos dispo-sicionales poderosos, como la carencia extrema, fuertes reacciones emo-cionales o la fatiga excesiva, sean factores determinantes, la conducta res-pondiente invariablemente se presentará luego de un estímulo adecuado.Resulta tentador creer que el organismo 'está "hecho de ese modo" a causade su historia filogenética; que no posee "otra alternativa" sino actuar con-forme a sus cualidades respondientes (Skinner, 1969, págs. 172-217).

A la conducta respondiente no le afectan los estímulos que le suceden co- 1mo consecuencia; éstos tienen una función neutral para esta clase de con-ductas. Por ejemplo, la reducción en el tamaño de la pupila es conducta res-pondiente. La respuesta constrictora se presenta invariablemente después dela manifestación de luz brillante ante un organismo con los ojos abiertos.Inténtese permanecer enfrente de un espejo con una linterna y obsérvese có-mo el tamaño de la pupila cambia conforme la luz es proyectada en el ojo;luego inténtese impedir la respuesta, trátese de impedir voluntariamente quelas pupilas se contraigan. Las posibilidades de éxito son casi nulas. Comodiversión, se pueden ofrecer cien dólares a los amigos si logran impedir quelas pupilas de sus ojos se contraigan cuando reciban un destello directo. deluz; ninguno podrá evitar que se manifieste la respuesta cuando el estímuloprovocador se presente. También podrían ofrecerse cien dólares a aquél quepudiera contraer las pupilas de sus ojos sin que estos se vieran previamenteafectados por una súbita luz. No habría necesidad de pagar en ninguno delos casos. Apuéstese ahora que se puede realizar lo que para otros ha sidoimposible (aunque se debe estar preparado en caso de fallar). 1 Podemos ob-

IEn las págs. 126-127 discutimos ciertas técnicas que permitirán ganar tal apuesta. Sin em-bargo, como se habrá observado para entonces, esta posibilidad no disminuye-las afirmaciones

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iervar entonces que la conducta respondiente está primordialmente en fu?-.ión de la especie particular deestimulación que laprecede y del eve~to dIS-)osicional apropiado, y no está en función de la estírnulacíon que le sigue.

DESARROLLO DE NUEVAS FUNCIONESpEESTÍMULO MEDIANTE LA CORRELAqON DE LACONDUCTA RESPONDIENTE CON ESTIMULO SANTECEDENTES NEUTROS

Por lo general la gente se sonroja cuando se halla e~ situaciones vergon-zosas. Sonrojarse es una respuesta biológica: la dilatación de los vasos capi-lares de la cara. Ésta es una dentro de Una cantidad ,de respuestas que un s,erhumano puede manifestar cuando, por alguna razon, ~e excita. Una razonpara excitarse es el castigo. Cuando los niños s?n castigados generalmentese sonrojan (pudiéndose asimismo llorar o ma~lfest~r otro tipo de respues-tas). A los niños se les castiga generalmente en situacrones que los padres de-finen como vergonzosas (es decir dignas de castigo), y podemos observarque, aun en la edad adulta, estos mismos niños pueden sonrojarse de nuevocuando algo les recuerde aquel castigo o cuando se vue~van a encontrar e~ lamisma situación vergonzosa; sin embargo no necesanamente se les castigaen estas ocasiones. .

Resulta procedente realizar un análisis en estas línea~: sonrojarse es unaentre las muchas respondientes provocadas por el castigo .. Algunas. de lascaracterísticas de cualquier situación de estímulo que Imph'l:ue castigo lle-gan aparentemente a provocar rubor, igual que lo hace el castigo verdad~:o,tan sólo porque se asocian con el castigo dentro de las expenencias del nmo.Un niño pequeño puede ser castigado por sus padres p~r quitarse !a ropa ypasear desnudo después de una cierta edad de tolerancI~. I?n particular, esposible que los padres castiguen a un niñ~ por5xpon~r ~JUbhcamente sus ge-nitales. De esta manera, dentro de una situación definida culturalmente, laexposición de los genitalesse asocia con un estímulo biológicam,ente pode-roso, el castigo físico, que entre otras, cosas provoca el rub~r. Mas adelanteun hombre puede descubrir que ha estado paseando con el cler:e de sus pan-talones .descorrido: es probable que se sonroje, sobre todo SI otros se en-cuentran presentes'. Noha sido castigado, sin~)'qu.e se ha enfrentado a, un 4="'-estímulo asociado con el castigo dentro de su historia. Resulta claro que estees un poder condicionado. Sin la existencia d~ u~a historia particular de cas-tigo para este tipo de exposición, el descubrImIento de que los pantalonestienen el cierre descorrido no activaría el rubor. .

De la misma manera, la comida produce salivación cuando se in~roduceen la boca sobre todo en una situación de carencia moderada de alimento.Éste es ot:o ejemplo de respondiente. A causa de que la apreciación v~sualdel alimento se asocia casi siempre con el estímulo de la comida en el mte-rior de la boca, el ver la comida desarrolla poder provocador de salivación.

que aquí se han hecho acerca de la insensibilidad de la conducta respondiente cori respecto a ,sus consecuencias de estímulo. '

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Si generalmente se nos hubiera mantenido vendados durante la comida, elver la comida probablemente no produciría salivación, porque no habríaexistido una historia de asociación de la apreciación visual de la comida conel naturalmente efectivo estímulo provocador de la comida dentro de laboca.

.-------Carencia moderada de alimento: evento disposicional----~

(1) Alimento en la boca: Salivación:-Función de ,eslÍmulo,- Función respondiente _

provocado 'Fa incondicionada incondicionada

r------ Carencia moderada de alimento: evento disposicional ----,'

Apreciación visual del alimento:=-Función de estímulo ""

(2) neutra. ""

Alimento en la boca: Salivación:-Función de estímulo Función respondiente ----

provocadora incondicionada incondicionada

.------Carencia moderada dealimento: evento disposidonal-----.

(3) Apreciación visual del alimento: Salivación:-Función de estímulo Función respondíente Li.L,__ I

provocadora "condicionada.

De acuerdo con nuestro análisis de las interacciones entre el niño y el am-biente (que presentamos en el capítulo previo), podemos colocar el ejemploanterior dentro de un esquema de tres marcos temporales.

El primer marco temporal muestra la relación entre el estímulo provoca-dor incondicionado (comida en la boca) yIa función de respuesta (la reac-ción salivatoria), en relación con la privación de alimento (eventodisposi-cional). En este diagrama, como en todos los que siguen, el evento disposi-cional se muestra como un límite de toda la interacción, para recordarle allector que tal evento tiene influencia sobre todos los términos implicados.La forma de tal límite no es de importancia. La hemos representado aquícomo rectángulo; se le podría también representar como cuadrado, CÍrculoo elipse. La línea o líneas cortas antes y después del primero y del último delos términos, indican que hay eventos que ocurren antes y después del episo-dio aislado para ser analizado, por lo tanto se representa que el tiempotranscurre de izquierda a derecha. Todas las interacciones dentro de lapsicología son continuas. El segundo marco temporal muestra un caso delapareamiento de un estímulo que posee una función neutral (apreciación vi-sual de la comida) con el mismo estímulo provocador incondicionado (el ali-mento dentro de la boc.a) y la misma función de respuesta incondicionada

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(reacción salivatoria).EI tercero muestra el cambio en la función deestímulo; de ser una función de estímulo neutra pasa a ser una función deestímulo provocadora condicionada: la apreciación visual de la comidatiene en este momento la función de provocar la reacción salivatoria. Hayque notar que en este momento a la función de respuesta, salivación, se ledenomina reacción respondiente condicionada.

El principio básico del condicionamiento respondiente puede resumirsedel modo siguiente: un estímulo que no posee inicialmente poder para pro-

, vocar conducta respondiente puede adquirirlo si, dentro del contexto apro-piado, se le asocia constantemente (se le refuerza) con un est!mulo ,que sí po-see el poder para provocar la respondiente. Esta es una antigua formula decondicionamiento que pertenece a los años veinte y al trabajo de Pavlov(1927). Se le ha denominado de muy diversas maneras desde entonces, lascuales pueden consultarse en cualquier otro estudio de psicología: condi-cionamiento pavloviano, condicionamiento clásico, sustitución de estímu-los, sustitución asociativa y condicionamiento tipo S (S: acentuación de lafunción provocadora del estímulo antecedente). * Como muy probablemen-te se ha inferido por los ejemplos dados anteriormente, las interacciones res-pondientes se reducen, en gran medida, a dquellas conductas conocidas po-pularmente como reflejos. (Preferimos el uso que hace Skinner del términorespondiente porque podemos enunciar con precisión qué es lo que quere-mos decir con respondiente. Nos meteríamos en graves problemas tratandode aclarar el significado popular de reflejo.) .

Se deben entender dos puntos acerca del condicionamiento respondiente.En primer lugar, ninguna respuesta nueva se crea durante el proceso de con-dicionamiento. Algunas de las características de la respuesta original, porejemplo su potencia, medida por su magnitud (o amplitud), su latencia (eltiempo entre el estímulo y la respuesta), o su duración, pueden alterarse;pero esa respuesta es básicamente miembro de una clase de respuestas .qu~ s.eliga con su estímulo provocador apropiado. Las respuestas que un indivi-duo es capaz de manifestar dependen de las características biológicas y ge-néticas de éste. En segundo lugar, no todas las conductas respondientes soncondicionables. Un golpe en el tendón patelar, acompañado por una tonali-dad nunca ha producido la contracción de la rodilla en respuesta a la tonali-dad aislada, sin importar cuantas veces se apareen los estímulos. Este tipode conductas respondientes no se incluye dentro de esta discusión; son fenó-menos organísmicos (biológicos) o reflejos neurológicos -la clase de res-puestas que un médico evalúa al golpear puntos estratégicos con un martillotriangular de cabeza de goma y al estimular áreas del cuerpo-o

ELIMINACIÓN DE REACCIONESCONDICIONADAS RESPONDIENTES

. Lo que hasta ahora hemos afirmado es lo siguiente: a un estímulo que hademostrado no poseer poder para provocar una reacción respondiente se le

T/¿A,A.-'jrú.~ttVi!k)'S de "stimuJ.us" (N. del R. T.).

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{' pued¡~ proporcionar tal poder aparéandolo con un estímulo que posee unafuncl?n prov?cadora. El poder así adquirido puede debilitarse o eliminarsetan sólo mediante detener el apareamiento, mediante presentar constante-me,n¡te el estí~~lo condicionado sin el estímulo provocador. Cuando elestímulo CO?dIc.IO.n~dose presenta aislado constantemente, la respondientese ?rovocara a.l~mcIO,pero la reacción desaparecerá al final, de modo que elestImul~ condicionado regr~se a su estado neutral original con respecto a larespondiente. Podemos decir que la respondiente condicionada se ha extin-guido o decondici~nado, o que el estímulo condicionado para producirla seha anulado. Por ejemplo, Watson y Raynor (1920) condicionaron el llantor:spondiente eI1i:Uhniño de .nueve meses mediante el uso de la presentaciónv~sual de una rata blanca de laboratorio como estímulo provocador condi-cionado. Su método consistió en aparear la presentación visual de la rata(que no provocaba llanto originalmente) con un ruido súbito y violento quepr?vocaba fuert.e ,llanto. Luego de sólo cinco apareamientos de este tipo (elruido se pr~d.~cIra a traves de gol~e.ar una barra de acero con un martillo),la sola aparición de la rata era suficiente para que el bebé llorara. Después,

. luego de que la rata fuera presentada sola constantemente, la respuesta dellanto fue decreciendo, y su potencia se acercó a cero con cada aparición dela rata sola.. .Mary Cover Jones (1924) hizo variar este método de manera que el aleja-miento entre una respondiente y un estímulo provocador condicionado sea~elerara. Tr~~ajando bajo la dirección de Watson con otro niño que habíaSIdo ya condicionado para llorar al ver un conejo (presentación constantedel conejo sin otro estímulo que provocara el llanto), presentó al conejo almomento en que el niño comía dulces. Esta asociación aceleró el curso de laex~inc,ió?, es decir; el llora! como respuesta a la visión del conejo disminuyómas rápidamente que mediante la presentación del conejo solo.

Hay que observar que las fechas de los estudios pertenecen a los añosveinte. Es muy improbable que se pudieran llevar a cabo en la actualidad. t)En años recientes, en gran parte a causa del ímpetu de la conciencia públicay requerimientos explícitos del servicio público de salud de Estados Unidoslas investigaciones conducidas bajo el auspicio federal e incluso dentro deinstituciones que uti!izan fondos y subsidios federales' para otros propósi-tos, deben tomar CUIdadosamente en cuenta el bienestar y los derechos detodos los seres humanos que en ella participan. Se pide sólo un poco menos

.de consi~e~ación pa~a con los a~i~ales; pero éstos pueden sacrificarse porun beneficio potencial de conocimiento que sea de importancia suficientepara ello. Los posibles sujetos humanos deben ser informados por completoacerca de la naturaleza y los propósitos de los experimentos específicosprogramados para ellos, y tales sujetos deben estar completamente deacuerdo antes de que les acepte para el estudio. En el caso de los seres huma-nos incompetentes para dar aprobación (bebés, individuos retardados men-tales, etc.), los tutores legales deben proporcionarla. Comités de revisióncompuestos por desinteresados pero confiables profesionales (y, a últimas~ech~s~ cada vez más por no profesionales, y a veces por personas que se!dentIfIcan como "intercesores" de cualquier grupo que vaya a ser estu-

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diado en especial) deben estudiar las propuestas de las investigaci?nes Yacordar en que no se producirá daño alguno a causa de los procedImIentos,antes de que éstos se lleven a cabo. Nuestra opinión es que .hoy, aun~ue sepropusiera el experimento de Watson y Raynor, Y si se hubiera obtenido laaprobación total por parte de los padres del b~b~, esto I?~y probab~ementeno aseguraría la aprobación por parte del COl;llte de revIsIo~ requendo. Talgrupo, nos atrevemos a pensar, argumentana q,:e los. bebe? !10 deben serobligados a llorar, que el establecimiento de ~n miedo sistemático a las ratas(y quizás a otros objetos similares, véase la pago 9).~0 debe ser agrega~o de-liberadamente a los problemas futuros del nmo; que. e~ :StUdI~ noproporcionaría un beneficio evidente al niño (aunque be~efI~I~na en CIertogrado a la ciencia) y que el niño no posee un pro?lema psicológico que el es-tudio pudiera sOlucionar o mostrar cómo solucionarlo, ademas de que .talestudio, en nuestros días, añadiría muy poco ~ lo que ya se conoce biensobre los procesos de condicionamiento respondiente

Pero, aunque aprobamos con amplitud esta aCCIOn~r?bable por par~e delcomité, y toda acción similar por parte de otros comités, debemos senalarque la principal razón para desaprobar el pr0y'ecto (el ~ue ya .sepa:nos algosobre esos mecanismos) es resultado de~estudIOs an~enor~s, l~~IUl~O ~I .deWatson y Raynor. El caso es que la restricción de la invesngacro» científicaa nombre del interés de nunca molestar a un ser hum~n,o, resulta costosapor principio: pueden existir experimentos que produ~man resultados tanbeneficiosos para todos que valdrían la pena ~~smole~tIas que causaran a susujeto de experimentación. El v~lor ~e la P?htl.ca SOCIalactual a este respec-to es que los proyectos de investigacion esta,n SIendo evaluad<;>s.ex~ctamen~ebajo esta luz -¿cuáles son los nesgos y cuales son los beneficios? -, y.' sinimportar cuál es la respuesta, el exp~rimento no se puede realizar sin e~estricto consentimiento del sujeto, quien ha de soportar todo el problema,todos debemos reconocer que vale la pena que sea asi, .

He aquí un aparte interesante: luego de cincuenta años de haber reahza~oel experimento, Mary Cover Jones fue recono~ida a causa de .su trabajocomo pionera de la terapia conductual, en la pnmera conferencia sobre te-rapia y modificación de la conducta de la Universidad de Temple. Para tal.ocasión, Mary Cover Jones preparó un inspirado ensayo (1975) .dondedescribía las primeras investigaciones de John B. Watson y las relacionabacon la terapia conductual moderna.

GENERALIZACIÓN Y DISCRIMINACIÓN DEINTERACCIONES RESPONDIENTES

Es un hecho de observación casual, y de. constantes ?~mostraciones de la-boratorio, que las interacciones respondientes cond,I~IOnadas pued~n serprovocadas por estímulos distintos de aquéllos espec~f¡camente II?phcadosen el proceso de condicionamiento. Recordemos el ejemplo de com~ Wat-son y Raynor enseñaron a un. niño de nuev: meses a ll?~~r ante la VIsta.deuna rata de laboratorio, medIante acompanar su apan~IOn co~, un sonidoviolento. Un sonido violento típicamente provoca ,la mteraccron respon-

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diente incondicionada de llorar por parte de un infante. La respuesta delniño con respecto a la rata era positiva antes del apareamiento de estímulos;las respuestas consistían en acercarse, asir y estrechar (los niños no temen alas ratas a menos de que se les enseñe). Pero, luego de cinco apareamientosde apreciación visual y auditiva, sus respuestas con respecto a las ratas, pre-sentada ésta por separado, fueron sustituidas por el llanto. Ésta es simple-mente una demostración de un condiciona miento respondiente que incluyeel mismo estímulo condicionado, la rata blanca. Posteriormente, los investi-gadores mostraron ante el niño, de manera sucesiva, un conejo, un abrigode piel de foca, y una borla de algodón blanco. Estos objetos no habían sidoapareados cofFel ruido violento previamente, ni habían con anterioridadprovocado llanto, pero todos eran blancos, peludos o ambas cosas, y enesas ocasiones todos provocaron el llanto del niño. A la provocación de unarespondiente mediante estímulos que son semejantes al del apareamientooriginal se le designa interaccián de generalización respondiente. Las inves-tigaciones han demostrado que cuanto mayor sea el parecido, mayor será lafuerza de la interacción condicionada.

En el mismo estudio, los investigadores proporcionaron un conjunto depiezas de madera al niño. El niño no lloró: en cambio, mostró su conductacomún de manipulación con respecto a piezas. Con base en la diferencia ob-servada entre las conductas del niño en ambas situaciones, podemos afirmarque las piezas de madera no adquirieron poder provocador condicionadogeneralizado (Watson y Raynor, 1920). En otras palabras, el bebé respon-dió a los objetos parecidos a la rata con llanto, ya las cosas no blancas y pe-ludas (como las piezas de madera) con otras conductas. Hubiera sido po-sible para los investigadores enseñar al niño, a través de condicionamientosy extinciones subsecuentes y más específicos, a realizar discriminacionesentre los objetos que provocaban el llanto respondiente. A fin de lograr loanterior, hubieran seguido apareando la rata blanca y el ruido violento, ypresentando al mismo tiempo algunos de los objetos, digamos la masa de al-

.godón blanco sin la presencia del ruido violento. Después de una cantidadsuficiente de contrastes, se podría esperar que el niño mostrara reaccionesrespondientescontinuas con respecto a la rata blanca, pero no así con elalgodón. Cuando esto ocurriera podríamos decir que el bebé habría apren-dido una reacción de discriminacion respondiente; es decir, que una reac-ción condicionada previamente generalizada se habría refinado y habríasido parcialmente sustituida por otras respuestas, tales como mirar, tocary balbucear. Muchas de estas interacciones no se describen como respon-dientes como ahora veremos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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