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Juan Bravo M.
Informe Laboral: Impactos laborales iniciales de la crisis sanitaria por COVID-19
www.clapesuc.cl Informe(Mayo,2020)
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Informe Laboral
Impactos laborales iniciales de la crisis sanitaria por COVID-19
Juan Bravo1
Resumen
• El punto de partida del mercado laboral chileno previo a enfrentar la crisis por COVID-19
era un escenario de destrucción de empleo formal, particularmente de emprendimientos
formales, donde solo un dramático incremento del empleo informal permitió evitar aumentos
más abruptos en la tasa de desempleo. Esta situación significa enfrentar la actual recesión
desde una posición frágil, con mucho mayor riesgo de cierre y quiebre de empresas, con el
consiguiente impacto negativo sobre el empleo asalariado privado formal.
• Al trimestre enero-marzo 2020 la tasa de desempleo escaló hasta 8,2%, lo que implica un
alza anual de 1 punto porcentual desde el 7,2% del mismo periodo del año anterior. Esta
tasa de desempleo es la más alta para un trimestre enero-marzo desde el año 2010.
• Al trimestre enero-marzo 2020 el aumento anual del empleo fue de 63.315, lo que se
descompone en una caída de 96.963 formales y un incremento de 160.277 informales. De
esta manera, se profundiza marcadamente la tendencia a la destrucción del empleo formal
que ya venía ocurriendo producto del estallido social, mientras que la creación de empleo
informal muestra una leve desaceleración respecto a lo informado en el reporte oficial
anterior.
• Se observa la primera destrucción de empleo asalariado privado formal, cercana a los 10 mil
puestos de trabajo, tras mostrar una tendencia a la desaceleración durante el periodo de
estallido social.
• Los ocupados ausentes registraron un alza anual de más de 80 mil. Por el contrario, se
aprecia una destrucción relevante de ocupados tradicionales. Esta situación era la opuesta
en el trimestre diciembre 2019-febrero 2020, previa al inicio de la crisis sanitaria.
• Los trabajadores asalariados en el sector privado están encabezando los aumentos anuales
de empleo realizado desde el hogar, anotando un alza anual récord de 42.389 al trimestre
enero-marzo 2020. Usualmente es el empleo por cuenta propia el que lidera las variaciones
de ocupados que trabajan desde su propio hogar, lo que da cuenta de los cambios en la
forma de trabajar que está crisis está generando.
• Los datos revelan un incremento record de desalentados, que aumentaron a un ritmo anual
de 43.769 al trimestre enero-marzo 2020. Esto equivale a un alza de 62,8% anual.
1 Investigador Clapes UC.
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I. La situación del mercado laboral chileno previo a la crisis por COVID-19
Actualmente, debido a la crisis por COVID-19, nos enfrentamos a un periodo de
fuerte contracción de la producción, lo que, como predice la teoría económica, llevará a una
importante destrucción de empleo asalariado privado formal. Sin embargo, el punto de
partida de la economía y el mercado laboral al inicio de la crisis es muy relevante para
poder determinar sus impactos. No da lo mismo enfrentar la crisis actual con un mercado
laboral robusto y dinámico que con uno debilitado. Lamentablemente Chile está en el
segundo caso, puesto que ya manifestaba signos de deterioro previo a esta recesión debido
a la crisis social interna que se desató a partir del 18 de octubre de 2019. En efecto, al
trimestre diciembre 2019-febrero 2020 -es decir, la situación existente justo antes de la
crisis sanitaria- el total de empleos formales cayó en 37.423 anual, mientras que el empleo
informal aumentó en 193.159, como se puede observar en la Figura 1. Por su parte, la
creación de empleo asalariado privado formal al trimestre diciembre 2019-febrero 2020 fue
de solo 67.057, lo que contrasta con los 129.830 del trimestre agosto-octubre 2019.
Es decir, nuestro mercado laboral afronta la actual recesión desde una posición
bastante deteriorada. Esto significa que, incluso a pesar de los valiosos esfuerzos fiscales
que se están realizando para poder evitar las quiebras de empresas y las desvinculaciones
de trabajadores, será inevitable que muchas cierren definitivamente, puesto que
sencillamente les resultará imposible resistir un segundo golpe en un periodo de tiempo tan
breve y continuar resistiendo por más tiempo con una merma relevante de sus ingresos. En
efecto, los datos para el trimestre móvil diciembre 2019-febrero 2020 revelaron una
destrucción anual de 22.896 empleadores, lo que se descompone en una destrucción de
32.031 formales y un aumento de 9.135 informales. La gravedad de la crisis sanitaria por
tanto profundizará y acelerará la destrucción de emprendimientos formales y en
consecuencia, se resentirá fuertemente el empleo asalariado privado formal en los próximos
meses.
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Figura 1
Evolución de la creación de empleo según formalidad en el periodo previo a la
crisis por COVID-19 (hasta el trimestre diciembre 2019-febrero 2020)
Por su parte, la tasa de desempleo llegó a 7,8% en el trimestre diciembre 2019-
febrero 2020, desde el 7% en el mismo periodo del año anterior. Durante los meses del
estallido social se observaron alzas moderadas en la tasa de desempleo. Así, es posible
concluir que en dicho periodo el dramático incremento del empleo informal permitió evitar
aumentos abruptos en el desempleo.
II. Impactos iniciales en el mercado laboral de la crisis sanitaria
En una crisis económica habitual una parte relevante del ajuste en el mercado
laboral ocurre a través del cambio de composición del empleo, donde ante la debilidad del
-37.423
193.159
-100.000
-50.000
0
50.000
100.000
150.000
200.000
250.000
Jul -Sep 2018
Ago -Oct
Sep -Nov
Oct -Dic 2018
Nov -Ene
Dic -Feb
Ene -Mar 2019
Feb -Abr
Mar -May
Abr -Jun 2019
May -Jul
Jun -Ago
Jul -Sep 2019
Ago -Oct
Sep -Nov
Oct -Dic 2019
Nov -Ene
Dic -Feb
Creación anual de empleo formal e informal
Formal InformalFuente: Elaborado en base a INE
Inicio de la
crisis social
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empleo asalariado privado formal las personas recurren a otros formatos de empleo,
usualmente informales (ya sea dependientes o independientes), los que a pesar de tener
peores características en términos de ingresos y calidad que los primeros, sirven como una
válvula de escape que permite evitar el desempleo y así, una reducción total de los ingresos
laborales. De esta manera, si bien en las recesiones la tasa de desempleo aumenta, este
incremento se amortigua por estos cambios de composición de la creación de empleo. Sin
embargo, la particularidad de la crisis sanitaria actual respecto a otras crisis económicas es
que impide o dificulta la realización de muchos trabajos que usualmente permitían a las
personas evitar una situación de desempleo total. Esto significa que hay menos espacio
para un incremento del empleo informal, lo que repercute en alzas más abruptas en la tasa
de desempleo.
Las cifras del trimestre enero-marzo 2020 -el primer trimestre móvil en incorporar
los efectos de la crisis por COVID-19- ya comienzan a dar cuenta de esta situación. La tasa
de desempleo escaló hasta 8,2%, lo que implica un alza anual de 1 punto porcentual desde
el 7,2% del mismo periodo del año anterior. Esta tasa de desempleo es la más alta para un
trimestre enero-marzo desde el año 2010 (ver Figura 2). Esta alza se debe a que la fuerza
laboral se incrementó en mayor cuantía que los ocupados (1,8% y 0,7% anual
respectivamente).
Figura 2
8,2
4
5
6
7
8
9
10
Ene -Mar 2010
May -Jul
Sep -Nov
Ene -Mar 2011
May -Jul
Sep -Nov
Ene -Mar 2012
May -Jul
Sep -Nov
Ene -Mar 2013
May -Jul
Sep -Nov
Ene -Mar 2014
May -Jul
Sep -Nov
Ene -Mar 2015
May -Jul
Sep -Nov
Ene -Mar 2016
May -Jul
Sep -Nov
Ene -Mar 2017
May -Jul
Sep -Nov
Ene -Mar 2018
May -Jul
Sep -Nov
Ene -Mar 2019
May -Jul
Sep -Nov
Ene -Mar 2020
Tasa de desempleo, %
Fuente: Elaborado en base a INE
5
Sin embargo, es esperable un deterioro mucho mayor en la tasa de desempleo en los
próximos meses. Los registros administrativos dan cuenta de que en marzo 2020 el impacto
en el mercado laboral aún no era extremadamente negativo, especialmente considerando
que en Chile la crisis sanitaria se desató hacia la segunda quincena de marzo, por lo que no
afectó la actividad económica de todo el mes. Las cifras de despidos por necesidades de la
empresa entregadas por la Dirección del Trabajo totalizaron 73.612 en dicho mes, lo que
implica un alza respecto a los 42.898 registrados en marzo de 2019. Sin embargo, el
diferencial anual representó solo el 0,3% de la fuerza laboral. Además, la cifra de marzo es
considerablemente menor a las de los meses de diciembre de 2019 (101.827) y enero de
2020 (132.551) que se explican por el estallido social.
Adicionalmente, de acuerdo al último reporte oficial, las solicitudes de seguro de
cesantía al décimo sexto día hábil de marzo 2020 habían caído al 10,6% anual. Sin
embargo, esta situación cambia si se observa la situación al décimo sexto día hábil de abril
2020, cuando las solicitudes llegaron a 118.506, lo que implica un crecimiento anual del
20,6%.
Así, las cifras de registros administrativos adelantan que en abril habrá un
deterioro más marcado en el mercado laboral que lo observado en marzo. Con todo, la
profundización de la destrucción del empleo formal y, como se comentó previamente, la
mayor dificultad para trasladarse hacia formatos de empleo informal, son factores que
repercutirán en alzas más abruptas en la tasa de desempleo durante la actual crisis
sanitaria y que nos harán cruzar en poco tiempo la barrera de los 2 dígitos.
En efecto, el aumento anual del empleo fue de 63.315 (mucho menor a los 155.736
del reporte del mes previo), lo que se descompone en una caída de 96.963 formales y un
incremento de 160.277 informales. De esta manera, se profundiza marcadamente la
tendencia a la destrucción del empleo formal que ya venía ocurriendo producto del estallido
social y que se mostró en la Figura 1, mientras que la creación de empleo informal muestra
una leve desaceleración respecto a lo informado en el reporte oficial anterior.
La Figura 3 desglosa en mayor detalle la creación anual de empleo al trimestre
enero-marzo 2020.
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Figura 3
Descomposición de la creación anual de empleo al trimestre enero-marzo 2020
Como se observa en la Figura 3, la destrucción de empleo formal se debe
fundamentalmente a la destrucción de emprendimientos formales -esto es, empleador y
cuenta propia formales-, aunque, a diferencia de los reportes previos, ya se observa una
destrucción de empleo asalariado privado formal en torno a los 10 mil puestos de trabajo.
Por su parte el aumento del empleo informal se debe esencialmente al fuerte aumento del
empleo asalariado privado informal.
Si analizamos la variación anual del empleo formal por rama (Figura 4), se aprecia
que la salud es el principal motor en la generación de empleo formal, lo cual es esperable
en el contexto de una crisis sanitaria donde se requiere más personal para hacer frente a la
emergencia. Este sector debiese seguir siendo un generador relevante de empleo formal en
los próximos meses. Por el contrario, se aprecia que la Administración Pública es la rama
que está destruyendo más empleos formales. Otras ramas con destrucciones relevantes de
Asalariado
privado informal:
126.353
Asalariado
público: 62.978
Cuenta propia
formal: -52.872
-160.000
-120.000
-80.000
-40.000
0
40.000
80.000
120.000
160.000
¿Cómo se descompone la creación anual de empleo al trimestre
enero - marzo 2020?
Fuente: Elaborado en base a INE
Empleador formal:
-34.599
Resto: -28.916
Asalariado privado formal: -9.629
7
empleo formal son la manufactura, el comercio, el agropecuario-silvícola, y alojamiento y
servicios de comidas.
Figura 4
De esta manera, es la creación de empleo informal la que por ahora sigue evitando
incrementos más abruptos en la tasa de desempleo. Sin embargo, comienza a mostrar los
primeros signos de desaceleración, lo que es coherente con que su espacio para seguir
aumentando es bastante restringido, ya que la crisis sanitaria impide o hace más difícil
realizar muchas de estas ocupaciones que sirven como válvula de escape al desempleo, por
lo que el ajuste del mercado laboral ante la actual crisis necesariamente será con alzas más
abruptas en la tasa de desempleo en los próximos meses.
En este sentido, una de las medidas más importantes en materia laboral ha sido la
publicación de la Ley 21.227, que permite que ante el evento de que la autoridad establezca
un mandato sanitario que implique la paralización de las actividades laborales, o bien de
mutuo acuerdo ante la afectación total o parcial de las actividades laborales producto de la
emergencia sanitaria, se podrá suspender temporalmente el contrato de trabajo, pero
permitiendo mantener el vínculo contractual y los derechos laborales correspondientes,
71.940
36.998
23.539
18.098
7.805
6.618
4.984
2.314
1.473
-3.686
-8.900
-16.206
-17.822
-22.074
-27.155
-31.769
-57.449
-85.670
-100000 -80000 -60000 -40000 -20000 0 20000 40000 60000 80000
Salud
Otras ramas
Electricidad, gas y agua
Actividades profesionales, científicas y técnicas
Información y comunicaciones
Actividades financieras y de seguros
Minería
Actividades inmobiliarias
Actividades artísticas y recreativas
Construcción
Enseñanza
Transporte y almacenamiento
Actividades de servicios administrativos
Alojamiento y servicio de comidas
Agropecuario silvícola y pesca
Comercio
Manufactura
Administración pública
Creación anual de empleo formal por rama (al trimestre enero-
marzo 2020)
Fuente: Elaborado en base a INE
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como el pago de las cotizaciones por parte del empleador. Mientras duren estos pactos los
trabajadores tendrán derecho a recibir las prestaciones del seguro de cesantía, permitiendo
así obtener ingresos que compensan parcialmente la ausencia de las remuneraciones. El
objetivo primordial de la ley es evitar la pérdida de empleos, permitiendo que el trabajador
mantenga el vínculo laboral y siga recibiendo un ingreso durante la emergencia para
después retornar a su puesto de trabajo habitual. Sin embargo, también permite a las
empresas amortiguar en parte el impacto negativo de la caída en las ventas, lo cual
contribuye a reducir las quiebras o cierres de empresas, lo que es un factor altamente
relevante para agilizar la posterior recuperación económica. Las cifras entregadas por las
autoridades hasta ahora dan cuenta de que al 23 de abril 66.573 empresas han realizado
solicitudes de suspensión temporal de contratos, abarcando a 516.826 trabajadores. Esta
cifra equivale a cerca del 11% de los cotizantes al Seguro de Cesantía2 y a 5,3% de la
fuerza laboral. Esto refleja la relevancia de las políticas de protección del empleo, ya que
muchos de estos trabajadores eventualmente pasarían a un status de desocupación en caso
de no existir esta ley. En las estadísticas oficiales de empleo estos trabajadores serán
registrados como ocupados ausentes, una categoría especial dentro de los ocupados, que
aplica en aquellos casos que durante la semana de referencia (es decir, la semana anterior a
la encuesta, de lunes a domingo) no trabajaron por diversas razones, pero mantuvieron un
vínculo estrecho con su empleo y se espera que vuelvan al trabajo después de su periodo de
ausencia. Es importante aclarar que esta clasificación de actividad económica ya existía en
las estadísticas y ella recoge diversas situaciones, como los trabajadores con licencia
médica, en huelga, de vacaciones, entre otras. Es interesante notar que en el trimestre
enero-marzo 2020 hay un cambio en la composición del empleo, ya que gana terreno
precisamente la categoría de ocupados ausentes (ver Tabla 1), mostrando un cambio
relevante respecto a la situación previa a la crisis sanitaria (diciembre 2019-febrero 2020),
en donde la creación de empleo era liderada por los ocupados tradicionales (aquellos que
respondieron afirmativamente desde un inicio en la encuesta que trabajaron al menos una
hora en la semana de referencia). Esto refleja que incluso antes de que se aprobara la Ley
de Protección al Empleo el mercado laboral ya estaba dando cuenta de un cambio de
composición del empleo hacia mayor preponderancia de ocupados ausentes debido a la
crisis por coronavirus, es decir, muchos trabajadores mantenían un vínculo con su empleo a
pesar de no haber trabajado. Por supuesto, esta tendencia se profundizará en los próximos
meses, especialmente considerando la operación de la Ley 21.227 a partir de abril.
2 Calculado en base a la última cifra informada por la Superintendencia de Pensiones de cotizantes al Seguro de
Cesantía.
9
Tabla 1
Variación anual de empleo según condición de actividad económica general
Diciembre 2019-Febrero
2020
Enero-Marzo 2020
Total empleo 155.736 63.315
Ocupado tradicional 155.866 -63.637
Ocupado no tradicional 54.396 46.870
Ocupado ausente -54.528 80.081
Nota: Ocupado tradicional corresponde a aquellos respondieron afirmativamente desde un inicio en la encuesta
que trabajaron al menos una hora en la semana de referencia, mientras que ocupado no tradicional corresponde
a aquellos que al consultarles inicialmente si trabajaron la semana pasada, respondieron que no lo hicieron, y
luego en una serie de preguntas más inclusivas y abiertas responden que sí trabajaron, por lo que se les clasifica
como ocupados.
Fuente: Elaborado en base a INE
Otro cambio importante en materia de empleo, esperable en la situación de crisis
sanitaria que vivimos, es un aumento de los ocupados que trabajan desde su propio hogar.
Al trimestre enero-marzo 2020 el incremento anual fue de 97.859. El aumento de ocupados
en la calle o vía pública fue también muy relevante, alcanzando los 96.888. La otra cara de
la moneda fueron los descensos de 93.852 ocupados que se desempeñan en instalaciones u
oficinas propias o arrendadas y de 37.000 ocupados que se desenvuelven en instalaciones u
oficinas del cliente o empleador.
Respecto a los ocupados que trabajan desde su propio hogar, la mayoría de ellos
son por cuenta propia, que son formatos de empleo que ofrecen mayor autonomía y
flexibilidad. De esta manera, usualmente las variaciones de trabajadores que se
desempeñan desde su hogar son lideradas por quienes lo hacen bajo los formatos de cuenta
propia. Sin embargo, en el contexto de la crisis por coronavirus, son los trabajadores
asalariados del sector privado quienes están encabezando los incrementos anuales de
empleo realizados desde el hogar, los cuales aumentaron anualmente a una cifra récord de
42.389 al trimestre enero-marzo 2020 como se puede ver en la Figura 5.
10
Figura 5
Por supuesto, lo anterior se debe a la necesidad de trabajar en forma remota para
quienes la naturaleza de sus empleos se los permite y así evitar en lo posible abultar más
las cifras de contagiados. Sin embargo, también es importante destacar la aprobación de la
Ley 21.220 que regula el trabajo a distancia o teletrabajo y que se aprobó a fines de marzo,
lo que significa que si bien su impacto aún no se refleja en los datos, hacia el futuro debiera
facilitar la incorporación de más trabajadores dependientes a estos formatos.
También es importante analizar el segmento de personas que se encuentran fuera
de la fuerza laboral, en particular, el fenómeno del desaliento. Se define como desalentado a
aquella persona que no buscó empleo en las últimas 4 semanas, y no buscó un empleo
porque se cansó de buscar o cree que no lo encontrará, pero que estaría disponible para
iniciar un trabajo en las 2 semanas siguientes. Esto significa que cuando la búsqueda de un
empleo se vuelve o se cree que será infructuosa, algunos trabajadores dejan de buscarlo, lo
que implica que dejan de formar parte de la fuerza laboral y pasan a conformar la
población inactiva. Los datos revelan un incremento récord de desalentados (Figura 6), que
aumentaron a un ritmo anual de 43.769 al trimestre enero-marzo 2020. Esto equivale a un
alza de 62,8% anual. Esto es altamente relevante pues refleja que además del alza del
42.389
-30.000
-20.000
-10.000
0
10.000
20.000
30.000
40.000
50.000
Ene -Mar 2011
May -Jul 2011
Sep -Nov 2011
Ene -Mar 2012
May -Jul 2012
Sep -Nov 2012
Ene -Mar 2013
May -Jul 2013
Sep -Nov 2013
Ene -Mar 2014
May -Jul 2014
Sep -Nov 2014
Ene -Mar 2015
May -Jul 2015
Sep -Nov 2015
Ene -Mar 2016
May -Jul 2016
Sep -Nov 2016
Ene -Mar 2017
May -Jul 2017
Sep -Nov 2017
Ene -Mar 2018
May -Jul 2018
Sep -Nov 2018
Ene -Mar 2019
May -Jul 2019
Sep -Nov 2019
Ene -Mar 2020
Variación anual de asalariados en el sector privado trabajando desde
su propio hogar
Fuente: Elaborado en base a INE
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desempleo bajo la medición oficial existe un aumento de grupos marginalmente vinculados
a la fuerza laboral, que en la estadística quedan clasificados como inactivos, pero que
representan un desempleo “latente” o “encubierto”.
Figura 6
III. Conclusiones
Las cifras comienzan a mostrar ya los impactos iniciales de la crisis por COVID-19.
La tasa de desempleo reaccionará fuerte al alza porque estamos ante una crisis de gran
envergadura con características particulares. Con todo, esto no quita que la creación de
empleo formal y la de empleo asalariado privado formal sean indicadores superiores a la
tasa de desempleo para monitorear la situación del mercado laboral. Uno de los grandes
defectos de este indicador es que no logra capturar los cambios de composición que ocurren
en el empleo y que se producen debido a las variaciones de la situación económica. En este
sentido, también será clave monitorear otras formas de subutilización distintas al
desempleo. El subempleo por insuficiencia de horas no ha reaccionado al alza hasta el
43.769
-40.000
-30.000
-20.000
-10.000
0
10.000
20.000
30.000
40.000
50.000
Ene -Mar 2011
May -Jul 2011
Sep -Nov 2011
Ene -Mar 2012
May -Jul 2012
Sep -Nov 2012
Ene -Mar 2013
May -Jul 2013
Sep -Nov 2013
Ene -Mar 2014
May -Jul 2014
Sep -Nov 2014
Ene -Mar 2015
May -Jul 2015
Sep -Nov 2015
Ene -Mar 2016
May -Jul 2016
Sep -Nov 2016
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May -Jul 2017
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Ene -Mar 2019
May -Jul 2019
Sep -Nov 2019
Ene -Mar 2020
Variación anual de desalentados
Fuente: Elaborado en base a INE
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momento, pero podría en el futuro incrementarse con las reducciones involuntarias de
jornada laboral provocadas por la crisis del COVID-19 y por la posibilidad de realizar
pactos de reducción de jornada establecidos en la Ley de Protección del Empleo. Por otro
lado, el desaliento está aumentando fuertemente también, lo que da cuenta de un fenómeno
de desempleo “encubierto” que tampoco es capturado por la tasa de desempleo oficial. En
definitiva, una comprensión más acabada de los impactos de la crisis sanitaria requiere un
análisis que no solo examine la evolución de la tasa de desempleo, sino que se complemente
con una batería de indicadores que den cuenta del estado del mercado laboral.