Informe del XXIII Seminario Interuniversitario

8/7/2019 Informe del XXIII Seminario Interuniversitario

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XXIII SEMINARIO INTERUNIVERSITARIO

DE PEDAGOGIA SOCIAL

SERVICIOS SOCIALESY COMUNIDAD:RESPUESTAS FRENTEA LA CRISIS1. Servicios Sociales y atención socioeducativaen contextos de crisis socioeconómica.2. La acción comunitaria frente a la crisissocioeconómica.

3. Servicios Sociales, Comunidad y trabajo enred.

Se realizará en la Universidad de Barcelona.Campus Mundet:

Jueves 12 en la mañana:Edificio del Teatro

Jueves 12 en la tarde y el 13 en la mañana:Edificio de Llevant

12 y 13 de Noviembre2009

informes e inscripciones

E-mail:[email protected] del congreso:htt ://sites. oo le.com/site/seminaris

Partici an:

http://sites.google.com/site/xxiiiseminarisips/






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SERVICIOS SOCIALES Y COMUNIDAD, RESPUESTAS FRENTE A LA CRISIS

SOCIOECONÓMICA:

Conclusiones del XXIII Seminario Interuniversitario de Pedagogía Social

Los días 12 y 13 de noviembre de 2009 se desarrolló en Barcelona el XXIII seminario

Interuniversitario de Pedagogía Social, que aglutinó profesorado universitario,

investigadores/as y profesionales en torno al tema de los Servicios Sociales y

Comunidad: respuestas frente a la crisis socioeconómica . La elección de esta temática

obedecía, por un lado, al objetivo establecido en el Consejo de Europa de Lisboa

(2000), según el cual Europa ha de ser la economía basada en el conocimiento más

competitiva y dinámica del mundo; capaz de crecer económicamente de una manera

sostenible con más y mejores puestos de trabajo y con un elevado grado de cohesión

grupal. Por otro lado, obedecía también, a la situación de crisis socioeconómica que

estamos viviendo. De lo que se trata, en este marco es de construir una Europa social

inclusiva, cohesionada y sostenible. Conseguir esta nueva Europa –una Europa amplia

y diversa- requiere hacer una buena inversión en investigación e innovación para

encontrar nuevas formas de organización social y para poder dar respuesta a las

situaciones sociales emergentes que pueden surgir en un contexto de crisis

socioeconómica.

Construir una Europa del conocimiento y favorecer la presencia de España en el

escenario Europeo pasa por tener una población que se sienta segura, apoyada y

estimulada.

En un momento como el actual, en que la crisis hace que importantes segmentos de

población se hallen en situaciones de vulnerabilidad y riesgo social, es obvio que, más

que nunca, resulta apropiado el triángulo de políticas que propone la Unión Europea(UE). Un triángulo configurado por las políticas sociales, económicas y de trabajo; unas

políticas que se han de combinar con el objetivo de proyectar España en el seno de la

UE.

Esta combinación de políticas obliga a realizar una clara definición de los objetivos, de

las metodologías y recursos a implementar, así como de los mecanismos de evaluación

que posibiliten la rendición de cuentas a la ciudadanía.



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Encontrar soluciones a los problemas requiere invertir en investigación y hacer un buen

uso y una buena gestión del conocimiento. Un conocimiento que tiene mucha

relevancia en el sector tecnológico, económico e industrial, pero que lo tiene también

en el ámbito social, ya que es éste último el que sostiene y posibilita a los otros.

Una comunidad que no busque el bienestar de sus miembros y que no persiga de

manera continuada niveles óptimos de cohesión social, difícilmente podrá ser

competitiva, dinámica y capaz de crecer económicamente. Todo esto requiere un

desarrollo y un acompañamiento social y educativo que ayude a la ciudadanía a

sentirse segura y preparada para poder dar respuesta a las demandas de un nuevo

modelo social y a los problemas que de él se deriven.

Es importante reseñar que vivimos en la actualidad en una situación socioeconómicade crisis global que hace que nuestro sistema de protección se encuentre en un

momento muy complicado: ha de buscar la universalidad de las atenciones, pero el

hecho es que las Administraciones disponen de menos recursos. Y, por otra parte, se

reciben demandas de la población que hasta ahora no necesitaban de los servicios de

protección más especializados. Está situación hace replantear los modelos de

organización, las metodologías de trabajo y los tipos de respuesta que se dan desde

los Servicios Sociales.

Es necesario repensar y reorientar las acciones que se desarrollan desde los Servicios

Sociales con tal de hacer frente a las nuevas situaciones generadas por el contexto

actual. La diversidad de poblaciones a atender y la complejidad de las situaciones en

las que nos encontramos, demandan un estudio en profundidad del estado de la

cuestión. Se trata de encontrar respuestas innovadoras que ayuden a evitar la creación

de dependencias o cronificaciones, y que posibiliten un acompañamiento social y

educativo de aquellas personas que viven dentro de estas problemáticas.

Es en este contexto general donde se enmarca el XXIII Seminario; una actividad de

reflexión compartida y trabajo colaborativo entre académicos, investigadores y

profesionales de lo social que planteamos como punto de partida para llevar a cabo

propuestas nuevas y concretar acciones viables y sostenibles. El objetivo fue reunir a

un colectivo de profesores y profesoras universitarios, profesionales, especialistas del

ámbito de la pedagogía social y de la educación social en torno a una problemática

común. En las sesiones de trabajo se plantearon una serie de preguntas que sirvieron

para orientar la discusión:



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¿Cuál debería ser el papel de los servicios sociales y de las comunidades frente

a una situación de crisis socioeconómica como la actual?

¿De qué manera pueden los profesionales del ámbito socioeducativo y los

miembros de las comunidades ayudar en la búsqueda de soluciones y en la

salida de las problemáticas que sufren las personas y familias en situación devulnerabilidad?

¿Qué nuevos recursos se pueden desarrollar para poder dar una respuesta

eficaz y apropiada a las nuevas necesidades derivadas de la crisis

socioeconómica?

Las conclusiones que vamos a presentar en este documento hacen referencia a los

resultados de los análisis y reflexiones llevado a cabo por los diferentes grupos de

trabajo que conformaron el seminario. Son propuestas que deberían servir como basepara concretar líneas estratégicas y de acción en el ámbito de los servicios sociales y

del trabajo comunitario. Pero antes de presentar las conclusiones vamos a introducir

en primer lugar la metodología de trabajo seguida y un breve perfil de los participantes

del seminario. Posteriormente concluiremos con el resultado del trabajo realizado.

Metodología de trabajo

La metodología de trabajo propuesta se pensó tomando en consideración que resulta

imprescindible buscar espacios y tiempos para que diversos especialistas -tanto los que

se encuentran inmersos en la cotidianeidad del fenómeno a estudiar, como los que

mantienen cierta distancia- encuentren el modo de poder describir, analizar y repensar

las problemáticas que van emergiendo en el ámbito social.

Se pensó en el formato de seminario y en la combinación de diversas estrategias que

ayudaran a compartir el conocimiento y a construir un análisis y unas propuestas

comunes sobre la temática tratada. Para facilitar este trabajo se estructuró el

seminario en tres ejes temáticos:

Servicios Sociales y Atención socioeducativa en contextos de crisis económica.

La acción comunitaria delante de la crisis socioeconómica

Servicios Sociales, Comunidad y trabajo en red.

Estos ejes permitieron organizar la propuesta de trabajo. En primer lugar se propuso a

los participantes presentar una comunicación relacionada con el eje temático que

consideraran oportuno, según el tema que quisieran tratar. Dicha comunicación podíareferirse a una cuestión teórica, a una investigación o a una experiencia concreta. Se



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les solicitó que, a la hora de elaborar sus trabajos, tomarán en consideración las

siguientes cuestiones:

a) las situaciones problemáticas de cada una de estas cuestiones en un

contexto de crisis,b) el impacto de la misma en cualquiera de los tres ejes del seminario,

c) un análisis de las dificultades y oportunidades de acción y

d) la aportación de líneas de trabajo o de elementos que sirvan para

generar propuestas de intervención y mejora de las prácticas.

Durante el desarrollo del seminario, se presentaron tres ponencias marco que situaron

las cuestiones básicas y, a partir de aquí, se distribuyo a los participantes en grupos de

trabajo; uno por cada eje temático

Los grupos de trabajo se iniciaron con la presentación de dos comunicaciones

seleccionadas, por el comité científico de entre todas las presentadas y, a continuación,

se inició la dinámica de análisis y reflexión compartida que había de posibilitar la

respuesta a las preguntas formuladas a todos los grupos. Al final representantes de

cada grupo presentaron al resto de grupos el análisis realizado y las propuestas

elaboradas.

Participantes

Los participantes del seminario pertenecían a todas las comunidades autónomas, con

una representación muy baja de países de Iberoamérica. Participaron profesores y

profesionales de Portugal. La mayor representación fue de Catalunya situándose en un

35% del total de los participantes. Los profesionales representaron un 30% de los

participantes y el resto mayoritariamente eran profesores/as universitarios,

investigadores y expertos.

Conclusiones de los grupos de trabajo

A continuación presentamos los resultados del seminario y lo hacemos de la forma

siguiente: en primer lugar ofrecemos de forma sintética e integrada el resultado del

análisis que realizaron los grupos en cada uno de los ejes temáticos. En segundo lugar

ofrecemos las diez propuestas más relevantes hechas por los grupos de trabajo en

relación a cada uno de los ejes temáticos. Como se veré se produjo entre ellas una alto

grado de coincidencia.



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¿Cuál debería ser el papel – en clave socioeducativa– de los servicios sociales

y de las comunidades frente a una situación de crisis socioeconómica como

la actual?

Se constata la necesidad de provocar cambios en las estructuras de los ServiciosSociales para transitar del Estado del Bienestar a la „sociedad del bienestar‟

(descentralización económica de presupuestos; refuerzo del papel de las

Administraciones Locales; diseño de políticas transversales;…). Es necesario introducir

mecanismos de „radicalidad democrática‟ y concretar nuevos modelos de desarrollo que

no tengan como eje central la dimensión económica.

No se acepta el concepto de „la‟ crisis (en singular) como algo global y homogéneo;

vivimos momentos de continuos cambios que nos obligan a replantear el concepto decrisis a partir de nuevos enfoques. La crisis socio-económica es el resultado de la

priorización de unos determinados valores sobre otros. De ahí que entendamos que

una educación crítica y en clave de formación de ciudadanía sea uno de los elementos

fundamentales para poner en marcha procesos de transformación social.

La urgencia de la crisis socioeconómica nos obliga a repensar la relación existente

entre educación y economía y a analizar las relaciones de dependencia de la primera

respecto de la segunda. La urgencia no debe hacernos perder de vista cuestiones que

son de vital importancia, como es el caso de las desigualdades sociales. Ni tampoco

podemos permitirnos asumir como normales ciertas formas de exclusión social.

Solamente la promoción de políticas y acciones fundamentadas en valores sociales y

humanos nos puede permitir configurar unas sociedades mas equitativas, justas y

cohesionadas.

En los momentos de crisis, las situaciones de exclusión social y marginación se

recrudecen y las desigualdades socioculturales y económicas aumentan. Es importante

incidir aún más en la necesidad de reflexión, análisis y coordinación entre el

conocimiento científico-técnico, la política social y la vida comunitaria. Nuestra

responsabilidad pasa por construir un saber que devuelva el protagonismo y promueva

el empoderamiento de personas y comunidades. Así mismo, es necesario establecer,

de verdad -y no sólo en el discurso- formas coordinadas de trabajo entre los diversos

agentes sociales, que no son sólo los profesionales sino, también, las instituciones en

sentido amplio, las asociaciones y las propias comunidades.

Las situaciones de crisis evidencian aún más la falta de recursos humanos yeconómicos para atender las necesidades urgentes y generar proyectos a medio-largo



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plazo. Se reconoce también que los recursos no van a crecer sino que, en todo caso,

la opción más realista es la de reformular, de manera creativa, su gestión y su uso.

Esta centralidad en la oferta de respuestas y la demanda de más recursos, oculta la

necesidad de cuestionar el modelo de sociedad y de crecimiento económico del que

todos participamos. Existe, al respecto, una amplia responsabilidad social que nopuede ser negada.

Por ello es importante analizar el papel de los diversos agentes sociales. No se trata

tanto de resolver coyunturalmente los problemas que van apareciendo como de

generar acciones sostenibles que empoderen a las personas y a las comunidades

involucradas. Se trataría de buscar un equilibrio entre la resolución de las

problemáticas más acuciantes y la progresiva capacitación de las personas y las

comunidades para abordar de forma autónoma aquellas dificultades con las que sevayan a encontrar a lo largo de su vida. El trabajo desde los servicios sociales y las

comunidades tiene que incidir en fomentar la autonomía y el desarrollo personal de los

ciudadanos, para potenciar una cultura crítica y emprendedora.

Se sigue manteniendo una perspectiva reduccionista de los servicios sociales, ya que

en sentido amplio, también son servicios sociales, entre muchos otros la escuela, los

centros de salud o los centros socioculturales.... Por ello, habría que tender a medio

plazo a modelos más transversales e integrales de acción sociocomunitaria.

Se detecta, sin embargo que las diferentes áreas de las Administraciones y las

entidades del tercer sector trabajan por su cuenta; no existe comunicación entre ellas

y cada una guarda celosamente lo que hacen y cómo lo hacen. Falta una cultura del

compartir conocimientos comunes, lo cual dificulta la posibilidad de acciones integrales

y transversales.

A todo ello hay que añadir que las personas destinatarias de los servicios sociales

participan en ellos. Ni se les pregunta ni se les ofrece la oportunidad de participan en

el diseño, implementación y evaluación de las políticas, servicios y actividades de las

que son usuarios. Sirva como ilustración que los conceptos más utilizados para definir

a estas personas son los de cliente y usuario.



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Propuestas realizadas por los grupos de trabajo en relación de los ejes

temáticos:

Se constata que en los servicios sociales la atención a las situaciones de urgencia es la

dinámica habitual y ocupa la mayor parte del tiempo de los profesionales de estesector. En este sentido se propone a la administración pública que busque las

estrategias adecuadas para priorizar y tratar las cuestiones importantes y no sólo las

urgentes. Apuntamos algunas propuestas que podrían estar presentes en esta agenda

de cuestiones importantes.

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Propuestas eje temático 1: Servicios sociales y atención socioeducativa en

contextos de crisis socioeconómica.

1.- En el ámbito social existe gran diversidad de términos y de conceptos que se

utilizan tanto para describir las situaciones como para caracterizar los diferentes tipos

de acción socieoducativa. Es necesario impulsar el análisis, la reflexión compartida y el

consenso sobre el contenido específico y diferencial de cada uno de ellos

2.- Ha de repensarse el concepto de comunidad como un espacio público, político y

diverso, que permita promover y activar procesos democráticos y participativos en la

toma de decisiones (participación desde la información a la deliberación, a la toma de

decisiones y a la evaluación de los procesos). Contar con la comunidad en la prestación

de servicios sociales no puede reducirse a externalizarlos o a propuestas de acción que

van de “arriba abajo”, hay que impulsar que las comunidades asuman el protagonismo

que les corresponden.

3.- Trabajar con la comunidad contemplando las diversidades, asumiendo como

objetivo el desarrollo de la misma, acompañando su dinamización e implicando al

mayor número de agentes sociales. Se hace necesario corresponsabilizar a las

comunidades en el desarrollo de políticas sociales y educativas más integrales e

integradoras.

4.- Necesidad de reinventar estructuras políticas, administrativas… y garantizar los

recursos necesarios para poder desarrollar una buena práctica profesional, analizando

de qué podemos prescindir para ser más eficaces y resolutivos en la práctica

socioeducativa; se hace imprescindible el compromiso individual y la coherencia entre

el discurso y las prácticas. En este sentido, se trataría de crear estructuras que

permitan la actuación de todos los profesionales, integrando a técnicos, académicos,



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personal de instituciones y del sector privado. El trabajo ha de ser transdisciplinar,

transinstitucional y transversal entre profesionales, personas, familias y comunidad.

5.- La Educación Social ha de ser entendida como un recurso que puede y debe

trabajar en un modelo más comunitario, que necesita de equipos consolidados yestables; ya que la excesiva dependencia de las subvenciones desmoviliza y desmotiva

al colectivo profesional. La acción socioeducativa ha de estar centrada en la persona y

ha des er tratada desde una perspectiva comunitaria, evitando la burocratización y la

fragmentación.

6.- Los técnicos deben acompañar la vida de la comunidad, en un trabajo horizontal en

el que se reconozca el valor de los saberes de las comunidades.

7.- Hay que reflexionar sobre la manera idónea para realizar el recambio generacional

en las organizaciones y en el trabajo comunitario. Analizar de qué forma se transmiten

los saberes y experiencias de los profesionales más veteranos a aquellos todavía

noveles y que se inician en el ámbito.

8.- En el trabajo socioeducativo hay que conciliar los tiempos administrativos con los

tiempos vitales de las personas. No hacerlo dificulta el seguimiento de los procesos de

las personas usuarias de los servicios.

9.- Hay que recuperar el papel activo de los educadores sociales, recordando sus

orígenes vinculados al trabajo en la calle y desde la calle. A medida que se

institucionaliza una profesión disminuye la proximidad con las personas, lo que obliga a

generar nuevos perfiles profesionales próximos a los sujetos, sin una visión global de

los problemas sociales. Esto genera falta de eficiencia y eficacia del sistema y confunde

tanto al campo profesional como a la propia ciudadanía.

10.- Fomentar un cambio en la cultura de los profesionales. Hay que buscar espacios

comunes de trabajo para definir qué se puede hacer en común y qué es propio de

cada especialización profesional. Se debería incluir en los curriculums de la formación

inicial de las diferentes profesiones sociales contenidos relativos a lo multi e

interprofesional. Así mismo la administración y las entidades del tercer sector han de

ser conscientes de la necesidad de:

abordar las cuestiones sociales desde diversas perspectivas profesionales

favorecer espacios de encuentro, reflexión y anàlisis multi e interprofesionales y

favorecer la formación continua y compartida entre los diferentes profesionalesdel ámbito socioeducativo.



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Propuestas eje temático 2: La acción comunitaria frente a la crisis

socioeconómica

1.- Los proyectos educativos y comunitarios que es necesario promover son aquelloscapaces de movilizar a amplios sectores de la población en un territorio, y que

“obliguen” a las instituciones a dialogar y negociar con ellos.

2.- Trabajar de forma comunitaria, con planes globales de base territorial y a partir del

protagonismo y participación de las propias comunidades, sólo puede plantearse si

construimos un discurso que no esté focalizado en el déficit, sino en las

potencialidades de esas comunidades.

3.- Es muy importante definir qué profesionales son necesarios y qué funciones

desempeñan en los distintos programas, sus perfiles, sus límites y sus

complementariedades. A veces no se trata de generar nuevos perfiles profesionales,

servicios y recursos, sino de reorganizar y optimizar los ya existentes.

4.- Incidir en el carácter preventivo y transformador de lo socio-educativo supone

tomar consciencia de la importancia del tiempo/tiempos tanto en el desarrollo de la

acción socioeducativa como en los resultados de las mismas. Las políticas sociales, los

programas y recursos han de poder elaborarse y llevarse a cabo teniendo en cuenta la

realidad de los espacios y tiempos educativos, que están marcados por la complejidad

y la incertidumbre. Son necesarios proyectos a largo plazo.

5.- La comunidad se construye desde la infancia y en diversos espacios sociales, como

la escuela, pero también el barrio, el centro sociocultural o la asociación. Por ello, la

acción sociocomunitaria y educativa no puede desarrollarse desde programas

sectoriales o puntuales que no elaboren esta perspectiva global. Los profesionales

sociales son también comunidad, y frente a las tendencias corporativistas, tendrían que

poder desarrollar su trabajo de forma horizontal con las comunidades. Hay que incluir

en los programas a los agentes sociales, que no son sólo los profesionales, sino que

implica trabajar con el movimiento asociativo, con las comunidades y colectivos, con

los políticos y con profesionales diversos.

6.- Hay que promover pactos cívicos y acuerdos colectivos en la comunidad; acuerdos

que incluyan a: políticos, técnicos, asociaciones, entidades y personas de la comunidad.



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7.- Los profesionales del ámbito socioducativo deberían tener un función mediadora

entre el ámbito político y la propia comunidad. Deberían trabajar en ambas direcciones,

desde una perspectiva crítica, reivindicativa y con una clara función de

acompañamiento.

8.- Resaltar la importancia de los equipos humanos. De su capacidad para tomar la

iniciativa y al mismo tiempo velar por no situarse en el centro de la acción

socioeducativa, sino a partir de la idea de que esa centralidad le corresponde a las

personas y de la comunidad.

9.- Los profesionales del ámbito socioeducativo necesitan de un discurso fuerte, de un

conocimiento claro de cuáles son (y cuáles no) sus competencias profesionales y no

ser meros ejecutores de programas establecidos, sino agentes con capacidad deiniciativa, acción y voluntad.

Propuestas eje temático 3: Servicios sociales, comunidad y trabajo en red.

1.- Instaurar la cultura del trabajo en red entre los políticos y técnicos de la

administración pública como recurso imprescindible para una gestión eficaz y eficiente

de los servicios sociales. Para ello se recomienda la atención necesaria a la formación

inicial y continua que estos colectivos requieren.

2.- Modificar la actitud y la predisposición de las administraciones hacia sus

trabajadores y el resto de la ciudadanía. La relación inicial ha de partir de la confianza

porqué sólo en base a ésta es posible construir una relación positiva y estimuladora. La

desconfianza, en cambio, entorpece el trabajo, lo complica, burocratiza y acaba

generando inmovilismo.

3.- Favorecer espacios, tiempos y recursos para el encuentro y el trabajo compartido

entre profesionales y servicios. El trabajo en red no puede depender únicamente de la

buena voluntad de las personas. Hacen falta políticas específicas que integren a los

tres sectores (administración, sector privado y tercer sector) en proyectos compartidos,

cooperativos y comunes.

4.- Racionalizar los recursos profesionales del sector de lo social. Hay que evitar

aumentar gratuita e inútilmente las instancias y los profesionales que las gestionan.

Hay que apostar por unos buenos equipos básicos de profesionales en cada zona. Hay

que evitar resolver cada nuevo problema con la creación de nuevas figurasprofesionales. Es necesario repensar y simplificar las denominaciones y



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especializaciones de los profesionales que existen en el ámbito. Esto complica la

gestión del sector, dificulta la identificación de los profesionales de referencia y

favorece la fragmentación de las acciones.

5.- Incorporar, en la medida de las posibilidades, a los sujetos de los servicios socialesen el diseño, la planificación, la gestión y la evaluación de los servicios. La participación

bien gestionada es un proceso formativo que no podemos despreciar.

6.- Facilitar la presencia de espacios de supervisión e intervisión (entre pares) en los

servicios sociales como espacios indispensables para la reflexión profesional, la

formación continua y la correcta gestión de los conflictos profesionales. Hay que

garantizar que en estos espacios se tenga presente la mirada de los protagonistas.

7. – Hacer efectivo y evidente la igualdad de oportunidades y servicios sociales en

cualquier territorio del país, de manera que tanto el ámbito rural como las zonas más

pobladas y urbanas puedan tener una respuesta adecuada a sus necesidades.

8.- Potenciar la evaluación de los servicios sociales y del trabajo en red en su doble

vertiente de rendición de cuentas y de proceso de aprendizaje y mejora. Esta

evaluación ha de ser participativa como única forma de producir cambios, de

trascender el ámbito profesional más inmediato y de llegar a la comunidad, objetivo

final de los servicios sociales.

9.- Difundir las buenas prácticas y experiencias de trabajo en red entre los

profesionales de sector para que sean espacios de crecimiento y multiplicación. Se

recomienda crear un catálogo de buenas prácticas y un catálogo de recursos y

herramientas.

10.- Favorecer la participación, también en los servicios sociales. A partir de la

movilización de las personas y de las organizaciones. La innovación en lo social solo es

posible con la participación de todos (políticos, profesionales y resto de la ciudadanía).

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