Informe cordiox Ariel Guzil Pabellón de México

Cordiox / Ariel Guzik 55 Bienal de Venecia Bitácora de imágenes Diseño, producción y construcción Febrero – Junio 2013

Cordiox Ariel Guzik

Cordiox es un instrumento monumental de cuerdas conformado por tres elementos principales: El primero de ellos es un cilindro hueco (un tubo) de cuarzo puro fundido, de grandes dimensiones; el segundo es un conjunto de cuerdas dividido en tres arpas y el último, un sistema de puentes de madera articulados entre sí, cuya función es acoplar las cuerdas de las arpas con el tubo de cuarzo. Todos estos componentes están contenidos dentro de la mecánica de una estructura de acero relativamente simple y visualmente ligera pero que, a su vez, soporta la tensión de casi dieciocho toneladas de magnitud que ejercen las cuerdas sobre ésta. También forma parte del instrumento un sistema de controles y circuitos. El núcleo o tímpano de cuarzo tiene 1.80 m de altura, 45 cm de diámetro y 5 mm de espesor. Es un cuerpo de manufactura inusual, pues el cuarzo fundido de forma industrial se presenta normalmente en pequeña escala y sus propiedades físicas responden a la naturaleza del material en proporción a dicha escala. El cuarzo es un cristal vibrante. A la naturaleza vibratoria mecánica-eléctrica de este material se le conoce como efecto piezoeléctrico. Así, por ejemplo, el corazón que marca el tiempo de cada uno de los miles de millones de relojes de pulsera y aparatos de comunicación que se usan en el mundo, es una oblea de cuarzo de unas cuantas micras de espesor incorporada a su mecanismo cuya vibración es de cientos de miles de ciclos por segundo. En la escala macroscópica, la propiedad vibratoria del cuarzo ingresa en los dominios del sonido. La forma y dimensión del tubo de cuarzo, fundido específicamente para ser usado en este instrumento, conforman un objeto inédito reverberante capaz de emitir armonías de alcance inimaginable. A la par de ser un resonador sonoro, el monolito de cuarzo tubular (un plano que al enrollarse conforma un cuerpo de tres dimensiones) se comporta como un tímpano que percibe hasta la señal vibratoria más sutil del ambiente y, debido a sus propiedades piezoeléctricas, expresa cargas eléctricas al vibrar.

El instrumento tiene aproximadamente ciento ochenta cuerdas de acero de 4 m de longitud, repartidas en tres arpas de sesenta cuerdas cada una. Algunas de estas cuerdas están entorchadas con hilo de cobre. La tensión promedio que ejerce cada cuerda es de 100 kg., por lo que las estructuras de acero y madera de cada una de las arpas deben soportar una tensión de aproximadamente seis toneladas de magnitud. Esta tensión tan alta en las cuerdas les confiere una característica de resonancia armónica muy notable. La afinación de cada grupo de cuerdas conserva proporciones geométricas con los demás. A diferencia de los instrumentos de cuerda tradicionales, cuyo funcionamiento se produce ya sea por medio de frotación, pulsación o golpeteo, estas cuerdas son estimuladas por fuerzas magnéticas no visibles. Unos de los principios de funcionamiento de esta máquina es el de poner en juego dos fuerzas no antagónicas sino complementarias; dichas fuerzas pueden ser descritas de forma análoga a partir de los principios opuestos de la filosofía taoísta, esto es, femenino-receptivo-tierra (cristal de cuarzo) y masculino-creativo-cielo (cuerdas vibrantes). Las cuerdas son estimuladas por fuerzas derivadas de señales caóticas: un repertorio infinito de señales puras que conforman un fenómeno de auto–ordenamiento orgánico, al que he denominado Campo Armónico. Se trata de un círculo virtuoso de eventos armónicos derivados del caos. El acoplamiento entre el tímpano de cristal y las cuerdas se logra mediante un sistema articulado de maderas de maple y nogal que permiten un intercambio dinámico de energía entre ambos elementos. La apuesta de este experimento, el cual ha sido previamente realizado en menor escala a través de los prototipos de los Resonadores Armónicos de Cuarzo y la cápsula subacuática Nereida, que busca comunicación con cetáceos, consiste en llevar a un punto de encuentro ambos principios: el de la receptividad de vibraciones acústicas y eléctricas del cuarzo, y el de la virtud de generar fuertes y ordenadas oscilaciones mecánicas de las tensas cuerdas de acero.

Ruta críDca producción Cordiox

Planos ejecuDvos Cordiox

Diseño del Pabellón de México

Taller Hormiga, Arq. Alberto Navarro Garza

Ideogramas

Cordiox Eco y cristal

Luz armónica

Ideogramas

Ubicación sol

Ideogramas

Producción y maquila de metal

Ensamble arpas

Electrónica

Mueble tablero de control

Ensamble

Embalaje

Montaje

Pruebas de acúsDca

Montaje

Cordiox

Pabellón

Inauguración

Grabación

Interacciones

Colaboradores

Catalina Juárez Oechler Producción y logísDca Alejandro Colinas Ingeniería sonora Emilio Gálvez y Fuentes Ingeniería sonora Leobardo Ramírez García Asistencia técnica Reneé Llamas Ramírez Producción ejecuDva Alberto Navarro Asistencia en producción Rafael Salazar Diseño gráfico Adrián Schalkwijk Asesoría diseño industrial Luis Alonso Mar]nez Ebanistería Raúl González Fotogra^a Alberto Navarro -‐Taller Hormiga Diseño de pabellón Con la colaboración especial de: Esther Heras, Teresa Carter, Alan Rabchinsky, Taiyo Miyake, Carmen Pineda, Epifanio Cruz, Gerardo García de la Garza, Marcela Armas, Gilberto Esparza, Dalia Huerta, Alfonso Calderón, Alfonso Eduardo Calderón, y de Medialab.mx Julio Zaldivar, Pía Vásquez y Leonardo Aranda. Agradecimientos Cordiox Susana Glantz, Beatriz Beltrán, Aurora Rubio, Peter Schalkwijk, Maru Calva Díaz, Tania Aedo, Karla Jasso, Claudia Madrazo, María Paz Amaro, Arturo Hoppe, Osvaldo Sánchez, Alfredo Rodríguez, Mariana Hagerman, Sonia Deoto, Juan Carlos Ruiz, Wanda Zamichieli, Alejandra Frausto, Prince Claus FoundaDon.

Informe cordiox Ariel Guzil Pabellón de México

Documents

Transcript of Informe cordiox Ariel Guzil Pabellón de México