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NOTIASPU Agosto de 2011 1 NOTIASPU Porque la educación no es una mercancía ¡NO A LA NEFASTA REFORMA Informativo de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios - ASPU seccional Pamplona - N°2 - agosto de 2011 DE LA LEY 30! Noti-Aspu, como la Asociación de profesores surge de nuevo, renace y sueña. La Asociación Sin- dical también intenta y se atreve. El peor riesgo es quedarse parado, inmóvil, impávido e indolente, de- cía el poeta anónimo. Es la tozudez y el na- dar contracorriente y no la inercia cómoda y deca- dente lo que mueve y hace la historia, tal vez sea esta la razón que nos mueve a existir como Asociación y a lanzar este segundo núme- ro del periódico, esperan- do hacia el futuro, muchos números más. Pág 2 La educación superior en Colombia y el proyecto de reforma TLC con Estados Unidos subdesarrollo sostenible y legal Libia: los sicarios de tierra, mar y aire auto pagados con petróleo Para hacer un análisis y propuestas a una reforma a la Educación Superior en Colombia, revisemos algu- nas experiencias que nos ha dejado la aplicación de la Ley 30 de 1992 durante 19 años. Pág 3 Los tiempos cambian y deben cambiar. Pero esto no significa que todo cambie o que por lo menos todo cambie al mismo tiempo. Latinoamérica está experimentando una transformación lenta pero firme, y el des- tino de cada país está regido por sus deci- siones oportunas ante la feroz y macabra globalización. Pág 13 Este es el país que el mal llamado Consejo de Seguridad de la ONU, aprobó la resolu- ción 1973 de Exclusión aérea, so pretexto de proteger la población civil de Libia, la cual según dicho consejo estaba siendo agredida por su propio gobierno. Pero no se le ha mostrado al mundo las supuestas ma- sacres hechas por el gobierno libio. Pág 14 Vuelve NotiAspu

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NOTIASPU Agosto de 20111

NOTIASPUPorque la educación no es una mercancía

¡NO A LA NEFASTA REFORMA

Informativo de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios - ASPU seccional Pamplona - N°2 - agosto de 2011

DE LA LEY 30!

Noti-Aspu, como la Asociación de profesores surge de nuevo, renace y sueña. La Asociación Sin-dical también intenta y se atreve. El peor riesgo es quedarse parado, inmóvil, impávido e indolente, de-cía el poeta anónimo.

Es la tozudez y el na-dar contracorriente y no la inercia cómoda y deca-dente lo que mueve y hace la historia, tal vez sea esta la razón que nos mueve a existir como Asociación y a lanzar este segundo núme-ro del periódico, esperan-do hacia el futuro, muchos números más. Pág 2

La educación superior en Colombia y el

proyecto de reforma

TLC con Estados Unidossubdesarrollo sostenible y legal

Libia: los sicarios de tierra, mar y aire auto pagados con petróleo

Para hacer un análisis y propuestas a una reforma a la Educación Superior en Colombia, revisemos algu-nas experiencias que nos ha dejado la aplicación de la Ley 30 de 1992 durante 19 años. Pág 3

Los tiempos cambian y deben cambiar. Pero esto no significa que todo cambie o que por lo menos todo cambie al mismo tiempo. Latinoamérica está experimentando una transformación lenta pero firme, y el des-tino de cada país está regido por sus deci-siones oportunas ante la feroz y macabra globalización. Pág 13

Este es el país que el mal llamado Consejo de Seguridad de la ONU, aprobó la resolu-ción 1973 de Exclusión aérea, so pretexto de proteger la población civil de Libia, la cual según dicho consejo estaba siendo agredida por su propio gobierno. Pero no se le ha mostrado al mundo las supuestas ma-sacres hechas por el gobierno libio. Pág 14

Vuelve NotiAspu

NOTIASPU Agosto de 20112

Editorial

Vuelve NotiAspuMucha agua ha pasado debajo del puen-

te desde la última vez que el periódico Noti-Aspu volvió a aparecer. Tantos agua-ceros han caído en la ciudad mitrada que las montañas circundantes se han lavado, desgajándose en su epidermis, bloqueando lo poco de carretera que quedaba, cerrando los caminos y trochas de entrada y salida de la ciudad. Noti-Aspu como la Asociación de profesores surge de nuevo, renace y sueña. La Asociación Sindical también intenta y se atreve. El peor riesgo es quedarse parado, inmóvil, impávido e indolente, decía el poe-ta anónimo. Es la tozudez y el nadar contra-corriente y no la inercia cómoda y decaden-te lo que mueve y hace la historia, tal vez sea esta la razón que nos mueve a existir como Asociación y a lanzar este segundo número del periódico, esperando hacia el futuro, muchos números más.

Mucha agua ha pasado después de 30 meses de la actual administración de la Universidad. “La Academia al servicio de la vida“ como bandera en estos dos lar-gos años se ha ido aguando, diluyendo y negándose a sí misma en la práctica, prin-cipalmente cuando no reconoce e invisi-biliza otros puntos de vista. En Colombia ha hecho carrera desde remotos tiempos aquel decir de que ”A la economía le va muy bien, pero al país le va muy mal”. Estas palabras no son de un ciudadano de a pie, sino de uno de los miembros de las elites colombianas, habla de dos reali-dades distintas, que caminan en sentido contrario, por eso no sorprende las pala-bras del presidente del Consejo superior cuando afirma: “(…)la Universidad, tal y como ocurrió el año pasado, no va a te-ner inconvenientes para cancelar a sus docentes y administrativos; tampoco para destinar los recursos para funcio-namiento e inversiones programadas, y podrá cumplir normalmente los compro-misos de deuda con los bancos”. ¿De qué inversiones habla? De libros, laboratorios, mejoramiento de la planta física, recursos de apoyo a la academia, comisiones de es-tudio, semestres de 18 semanas y no de 12, bienestar universitario, mejoramiento de

las condiciones laborales de los docentes? Será que las inversiones de las que habla el funcionario van a hacer que las matrículas en la UP dejen de ser las más caras de todas las universidades públicas del país?

Siguen vigentes las preguntas obvias en estos dos años: Cuál es el plan de desarro-llo de la actual administración? ¿Cuál es la visión y misión de la UP? Todo este cues-tionamiento tiene respuesta en aquello de “nuestro modelo de universidad – esta-do –empresa”? Modelo que curiosamente se parece al “propuesto” por el gobierno Santos de las “Universidades con ánimo de lucro”. Lo único cierto hasta ahora con res-pecto a la visión y misión es que dentro de 10 años “todos seremos mas viejos”- como lo afirmó un docente en algún corrillo aca-démico o al calor de un cargado tinto y que la misión parece ser imposible.

La academia en la UP está en entre-dicho y en el decir de algunos susurros y murmullos, si hay algo por estos lares que se esté petrificando y extinguiéndose es ella precisamente. Tirios y Troyanos, de-fensores y contradictores de La “Academia al servicio de la vida”, están preocupados y afanados o lo menos lo aparentan por la amenaza estatal en forma de Reforma a la ley de educación superior: ¿Podrá la UP permanecer como universidad o pasará a ser una institución de educación superior de medio pelo? Ya la cobertura dejó de ser nuestra virtud, a juzgar por la soledad del campus semestre tras semestre y no podrá esgrimirse como fortaleza ante la fría tec-nocracia gubernamental.

Sectores de los estamentos universita-rios han cerrado filas y levantan las banderas de defensa de la educación pública, como un derecho fundamental y no como un servicio mercantil, tal y como lo pretende implantar el gobierno Santos en su “propuesta” de re-forma a la ley 30. Es acerca de este tema que versan algunos escritos de este número. Es de la cultura, desde su significado genérico, como antídoto que los pueblos del mundo deben tomar ante la ofensiva ponzoñosa del capital otro de los temas incluidos en la edi-ción; del TLC, el Plan Nacional de Desarrollo

y reforma a la ley 30 como tripleta macabra del recetario neoliberal del gobierno. De estas temáticas y de otras, escriben los co-laboradores del periódico. La Asociación le apostó a que el 73% del personal docente de la Universidad de Pamplona fuera paula-tinamente alcanzando mejores condiciones laborales, por eso a comienzos de 2009 pre-sentó a la administración de la Universidad un modesto pliego de peticiones, del cual la administración no validó una sola coma. Presentamos en este número un análisis a este respecto.

Somos pretenciosos en esta publica-ción, por eso cruzamos fronteras y asuntos, por eso es que incursionamos en las are-nas del Sahara, con un polémico artículo del debatido tema de Libia, las cruzadas de la edad media se repiten en pleno siglo XXI, los actores son los mismos: Europa o el “mundo civilizado”, que se autoproclaman “defensores y paladines de la democracia y los derechos humanos”, mientras lan-zan toneladas de mortífera muerte sobre el desierto de Libia. Somos pretenciosos en la búsqueda de la universalidad y del humanismo, por eso queremos compartir un homenaje a quien se fue meses antes de cumplir los 100 años, el desertor de las ciencias exactas y del estalinismo pero no del humanismo libertario, que pasó a las huestes inestables del arte y la literatura: Ernesto Sábato, el “padre” de Martín y Alejandra, sus personajes y héroes inmo-lados, el autor del “Túnel”, el del informe de “nunca más” que puso en la picota a los milicos argentinos. Nos tomamos estas ho-jas para rendirle un homenaje a este Queri-do y ahora remoto muchacho.

Diverso en colaboradores y en temas es este número del periódico, atendiendo al espíritu universal, participativo, delibera-tivo que debe caracterizar una comunidad de verdad académica. De esa diversidad de visiones, tomamos las palabras de Floren-ce Thomas, reivindicando el feminismo no sectario: … porque he apostado a un mundo mixto hecho de hombres y mujeres que no tie-nen la misma manera de habitar el mundo, de interpretarlo y de actuar sobre él... Es el estudio de género otro motivo u otra dis-culpa para hablar de machismo, feminismo, trans-generismo, homosexualismo y otras palabras vedadas en nuestro pacato pen-samiento. Esta publicación podrá causar escozor y hasta rabia o tal vez será acogido con beneplácito y cariño. Reciba entonces en sus manos estas líneas cuya intención es de contribuir en la construcción de espacios universitarios tan escasos y extraños por estos tiempos. Como es costumbre en las publicaciones, se aclara de antemano que las opiniones de nuestros colaboradores no refleja el pensamiento y la línea de este pe-riódico, entre otras cosas por no existir tal línea. Esperando en el futuro y para poste-riores ediciones del periódico, la participa-ción activa de los estamentos universitarios, sin excepción.

NOTIASPU - Periódico de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios, seccional Universidad de Pamplona.

Consejo de redacción: Francisco Cabrera Z., Ariel Becerra, Javier Manrique, Ale-jandro Osses (Universidad de Pamplona.)

Diagramación y diseño: Juan Sánchez, Luis Aranguren (Universidad Nacional.)

COMITÉ EDITORIAL

NOTIASPU Agosto de 20113

Educación superior

A manera de diagnósticoLa implementación de la Ley 30 de 1992

ha llevado a una serie de violaciones de la Constitución de 1991 y a la misma Ley. Debemos señalar en primer lugar las vio-laciones a la Autonomía Universitaria, ello ha llevado a que por ejemplo, la Corte Cons-titucional haya emitido el Fallo C-220 de 1997, reivindicando la autonomía univer-sitaria, no como una ocurrencia colombia-na, sino como un principio universal de la educación superior. Adicionalmente, junto con otros fallos de las cortes, nos recuerdan que la autonomía universitaria no se limita a la elección de los estamentos universita-rios de sus representantes en los órganos de dirección, la verdadera autonomía con-siste en un desarrollo de la democracia, de tal manera, que sean los estamentos univer-sitarios, no sus representantes en los órga-nos de dirección, quienes tracen las políti-cas y tomen las decisiones. La experiencia ha mostrado que entre más autoritarismo y menos democracia, mayor es la corrupción.

La aplicación de la Ley ha llevado prácti-camente en la totalidad de universidades, a la exclusión de los estamentos universitarios en el diseño de políticas y toma de decisio-nes. En el menos lesivo de los casos, la “au-tonomía” ha quedado en manos del Consejo Superior Universitario (CSU), lo único resca-table de este hecho es que las decisiones no son tomadas por un individuo sino por un cuerpo colegiado. Desafortunadamente, sal-vo muy contadas excepciones, los consejos superiores en la mayoría de las universida-des, no han sido organismos independientes donde lo que predomine sea el interés de la universidad o en general de la educación superior. Cuando ciertos intereses se pre-sentan, por ejemplo, imponer una política o remover y poner un rector, el Gobierno Nacional, generalmente en alianza con los gobiernos regionales, hacen prevalecer sus criterios en la toma de decisiones.

De los nueve miembros del Consejo Su-perior que tienen derecho a voto, seis son externos a la universidad: el delegado del Presidente de la República, el delegado del Ministerio de Educación, el Gobernador, el representante del sector productivo, el re-presentante de los ex-rectores y el repre-sentante de los egresados. Es decir, seis de los nueve votos que definen las políticas y

toman las decisiones, no corresponden a representantes de los estamentos de la uni-versidad. Agregando además, que el Conse-jo Superior no solo toma decisiones acadé-micas sino además decisiones que afectan a los trabajadores no docentes, estamento que no tiene representación en el CSU. Tan solo tres de los nueve miembros con voto, conocen de manera indirecta o directa, en mayor o menor medida, la realidad de su institución, es decir, la mayoría de los asun-tos aprobados por los consejos superiores se hace sin un conocimiento profundo de sus universidades. El hecho de que tres miembros pertenezcan a los estamentos universitarios, no garantiza que actúen de manera independiente, ni en favor de los intereses de la institución y la educación su-perior, la historia en la mayoría de univer-sidades nos ha mostrado que se utilizan las representaciones en beneficio de intereses particulares, hecho del cual son co-respon-sables los estamentos mismos por su falta de organización y criterio. Los ejemplos más desastrosos de nuestra historia universita-ria han ocurrido cuando la “autonomía” ha quedado en manos de los rectores. Esto ha sido materializado mediante la utilización del poder de los rectores para “comprar” con favores las decisiones de la mayoría de los miembros del CSU, incluida la reelección del rector. Hay una serie de factores que han facilitado el desarrollo de esta funesta for-ma de “autonomía”. En primer lugar la de-legación de las representaciones presiden-cial y ministerial en personas ajenas a los organismos centrales de vigilancia y control de la educación superior, su inasistencia, si-lencio o complicidad ha facilitado actos de corrupción y ha servido de argumento al gobierno central para no hacerse responsa-ble de los mismos. En segundo lugar el he-cho de que seis de los nueve miembros sean externos a la universidad y desconozcan a profundidad lo que está ocurriendo al inte-rior de las mismas; existe la percepción de que el organismo que más desconoce y más ajeno a una universidad es precisamente su Consejo Superior. En tercer lugar la falta de procesos democráticos que posibiliten a los estamentos universitarios definir las políticas y tomar las decisiones, entre ellas, elegir a las autoridades académicas. Casi en la totalidad de las universidades las normas

internas han dejado en manos del rector la designación directa de las autoridades aca-démicas, ello ha convertido a directores y decanos en servidores fieles e incondicio-nales al rector, incluidos sus representantes en el Consejo Académico y Consejo Supe-rior. En cuarto lugar, la excesiva delegación de funciones en cabeza del rector, incluidas muchas funciones del CSU, fortalece su po-der, el cual, desafortunadamente, ha sido utilizado en la materialización de actos de corrupción. Finalmente, si todo lo anterior no funciona, a través de las oficinas de con-trol interno se persigue a trabajadores, do-centes o estudiantes que ejerzan algún tipo de oposición a la voluntad de la administra-ción de turno.

Otras violaciones a la Constitución y a la Ley han ocurrido a través de la contra-tación del personal docente. En la mayoría de las universidades públicas, por razones financieras, los docentes temporales supe-ran el 70 % de los docentes totales. Por su carácter mayoritario ha recaído en docen-tes temporales la mayoría de las actividades docentes, cargos de dirección académica universitaria, se pretende que con todas sus limitaciones realicen la investigación universitaria, se encarguen de los procesos de diseño curricular y acreditación; como si todas estas actividades no correspondie-ran a ejes misionales de la institución y su carácter, muy lejos de ser temporal por pe-ríodos de unos cuantos meses, no fuese una actividad permanente.

A pesar de que la Constitución y las le-yes establecen igualdad en responsabilida-des y remuneración, se les asigna a los do-centes temporales mayor responsabilidad académica, administrativa o investigativa con menor salario; se crean normas de asig-

La educación superior en Colombia y el proyecto de reformaPara hacer un análisis y propuestas a una reforma a la Educación Superior en Colombia, revisemos algunas experiencias que nos ha dejado la aplicación de la Ley 30 de 1992 durante 19 años.

A pesar de que la Constitución y las leyes establecen igualdad en responsabilidades y remuneración, se les asigna a los docentes

temporales mayor responsabilidad académica, administrativa o investigativa con menor salario.

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Por Jorge Contreras PinedaRepresentante de los Docentes al Consejo Superior Universitario, Universidad de Pamplona.

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nación de responsabilidades en peores con-diciones en comparación con los docentes de planta y no se establece su remuneración con base en el Decreto 1279 de 2003 del Mi-nisterio de Educación. Algunas universida-des manejan solo la figura de docentes de planta y catedráticos, con la pretensión de evadir los Fallos de las Cortes, asumiendo que los Fallos solo hacen referencia a do-centes ocasionales de medio tiempo y tiem-po completo.

Por otra parte, por desconocimiento de la Constitución, Fallos de las Cortes y leyes, en algunos casos con propósitos de corrup-ción, se han cometido extralimitaciones al amparo de la “autonomía universitaria”. Por ejemplo: pretender que no haya vigilancia y control por parte del gobierno y la sociedad, poner obstáculo a la asignación de puntos salariales generando normas con exigen-cias mayores a las establecidas en el De-creto 1279 de 2003 del Ministerio de Edu-cación y establecer normas internas para crear excepciones a inhabilidades e incom-patibilidades con el objetivo de legitimar el clientelismo y el nepotismo en la selección de personal académico y administrativo.

Las universidades podrían acoger las normas de la Carrera Administrativa para la selección, nombramiento y asensos de su personal administrativo, sin embargo, la “autonomía” les permite establecer sus propias normas y las exime de algunos controles a los que están sometidas otras instituciones de carácter público. La expe-riencia en un número importante de insti-tuciones universitarias ha mostrado que esta libertad más que convertirse en una buena práctica a favor del funcionamiento de las universidades ha sido utilizada para clientelismo, incrementar desproporciona-damente las nóminas de personal adminis-trativo, manejo de un número exagerado de asesores, igualmente, con unos salarios exa-geradamente altos y constitución de nómi-nas con trabajadores mayoritariamente de carácter temporal sin garantías laborales.

Al interior de las universidades se ha vivido un asunto muy complicado, íntima-mente ligado a los asuntos de autonomía y democracia, la inexistencia de la indepen-dencia entre las diferentes autoridades o poderes. En la mayoría de instituciones el rector designa al Director de Control Inter-no Disciplinario, Director de Control Interno Administrativo, Jefe de la Oficina Jurídica, Vi-

cerrectores, Decanos y directores de progra-mas e institutos. Las personas designadas en cambio de ser autoridades universitarias se han convertido en funcionarios del rector; a cambio de participar en el control, asesoría, diseño de políticas y toma de decisiones en favor de la institución y la calidad académi-ca, se han convertido en ejecutores de la vo-luntad de la rectoría que los designó. A pesar del desarrollo precario de la democracia en nuestro Estado, resulta inaceptable la no independencia entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial; resulta inadmisible la no independencia de entes de investiga-ción y control como la Fiscalía, Contraloría y Procuraduría; se considera un retroceso pensar que gobernadores y alcaldes, vuel-van a ser designados por el Presidente y no elegidos como ocurre actualmente. Sin embargo, al interior de las universidades lo que ha resultado escandaloso es pensar que las autoridades académicas y de control, anteriormente mencionadas, sean elegidas y no designadas por el rector. Todo esto ha servido a lesionar la verdadera autonomía universitaria y a que se cometan actos de co-rrupción y persecución.

Dos aspectos fundamentales de la his-toria de la Educación Superior en Colom-bia han sido la financiación y cobertura. Con argumentos de equidad y prioridad, se quiere que el gobierno solo sea responsable de financiar la educación básica y media, a través de diversos argumentos el gobierno ha planteado su intensión de desentenderse de la financiación de la educación superior, pretendiendo que esta quede en manos de las familias y que el estado se limite a pro-veer créditos con criterios de equidad. En materia financiera el camino ha sido deter-minado por lo establecido en los Artículos 86 y 87 de la Ley 30 de 1992. Según el Ar-tículo 86, el presupuesto de las universida-des ha sido reajustado cada año en pesos constantes con el IPC, es decir, con base en el Artículo 86, suponiendo que el número de estudiantes no se hubiese aumentado, el presupuesto de las universidades públi-

cas no se habría incrementado ni se habría disminuido. El Artículo 87 asigna unos re-cursos adicionales a partir del sexto año de entrada en vigencia la Ley 30 de 1992, es decir, a partir del año 1998. Sin tener en cuenta los conflictos para su aplicación, la puesta en práctica de la fórmula establecida en el Artículo 87, resultó en unos recursos adicionales irrisorios para las universida-des. Por otra parte, en las universidades públicas la cobertura se duplicó, es decir, prácticamente con los mismos aportes del Gobierno Nacional y los gobiernos terri-toriales, las universidades públicas dupli-caron la cobertura en Educación Superior Pública. Los criterios del Gobierno siempre fueron claros, las universidades públicas deberían aumentar la cobertura sin esperar aportes adicionales por parte del Gobierno Nacional, sugerían aumento de matrículas, facilitar créditos a las familias, aumentar el tamaño de los grupos de estudiantes, incre-mentar las horas de trabajo de los docentes, se creó la figura de los docentes tempora-les que resultaron un instrumento muy útil para bajar los costos y poder incrementar la cobertura, recortar la duración de los pro-gramas académicos, recortar la duración de los períodos académicos, eliminar sistemas de bienestar estudiantil que involucraran ayudas materiales para ser reemplazados por nuevos sistemas de “bienestar univer-sitario” y se promovió la venta de servicios para aumentar la generación de recursos propios. Finalmente, el Gobierno Nacional se encontró en la administración de las uni-versidades públicas los rectores que cum-plieran sus designios en menor o mayor medida. En general, se produce una crisis financiera en todas las universidades pú-blicas, crisis que es mayor en aquellas uni-versidades que cumplieron de manera más fiel y profunda los deseos de los gobiernos en estos 19 años y que nunca recibieron las recompensas, que para ser honestos, no se prometieron, simplemente se insinuaron. Ante tan evidente situación, las moviliza-ciones de finales del año 2009 ejercieron la

Educación superiorViene de la pág. 3

Las universidades podrían acoger las normas de la Carrera Administrativa para la selección,

nombramiento y asensos de su personal administrativo, sin embargo, la “autonomía” les permite establecer sus propias normas y

las exime de algunos controles a los que están sometidas otras instituciones de carácter público.

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presión para obligar al Gobierno Nacional a la asignación de unos cuantos recursos adi-cionales que para nada resolvieron la cri-sis, máxime si tenemos en cuenta que esos recursos adicionales fueron asignados con base en proyectos de aumento de cobertura.

Como resultado de la política financiera a la cual fueron dirigidas las Universidades Públicas, los programas académicos y los costos en general, actualmente, son ma-yores para los estudiantes, esto se ha con-vertido en un obstáculo y prácticamente la exclusión total de los estratos bajos de la educación superior. Los costos de matrícu-la de las universidades públicas, a pesar de que se hayan incrementado, siguen siendo competitivos, en comparación con las ma-trículas de las universidades privadas, es decir, los costos de matrícula y la falta de becas para sostenimiento han excluido a los estratos bajos, las volvieron atractivas para los estratos medios que venían haciendo algunos esfuerzos para ingresar en univer-sidades privadas; todo esto se ve facilitado por los créditos educativos, los cuales prin-cipalmente terminan dirigidos a los estra-tos medios de la población y a las universi-dades privadas. Adicionalmente, lo anterior nos permite entender por qué el aumento de cobertura se hizo por la Educación Supe-rior Pública y no por la privada.

Los diagnósticos realizados para la jus-tificación de la Ley 30 de 1992, señalaban la existencia de un número muy grande de universidades de garaje de carácter priva-do, con muy bajos niveles de calidad en los programas ofrecidos, uno de los supuestos objetivos de la Ley era establecer una serie de controles a estas instituciones para co-rregir este serio problema en la calidad de la Educación Superior. En este sentido, los logros de la Ley fueron prácticamente nulos, las universidades de garaje siguieron fun-cionando y en la mayoría de los casos pre-sentaron crecimiento, igualmente con muy bajos niveles de calidad. La educación supe-rior privada ha seguido siendo en Colombia uno de los pocos sectores productivos que crece, no presenta cierres ni pérdidas, sobre la base del engaño a los estudiantes y pa-dres de familia con programas costosos, de baja calidad y bajo costo de la mano de obra por la sobreexplotación de los docentes. Adicionalmente, los instrumentos de medi-ción de la calidad, muestran, en general, que la educación superior privada es de inferior calidad que la pública, a pesar que esta últi-ma es menos costosa que la primera.

Propuestas para discutir autonomía, democracia y participación

En el Consejo Superior solo debería ha-ber dos representantes del gobierno, uno por parte del gobierno nacional y otro por parte del gobierno regional. El delegado del gobierno nacional debería provenir del Mi-nisterio de Educación y estar directamente relacionado con la Dirección de Inspección,

Vigilancia y Control. Como ha sido expresa-do en algunos foros, así como no se concibe la idea de que haya un representante de las universidades en las juntas directivas de las empresas, el representante del sector pro-ductivo en el CSU no es el mecanismo para lograr alianzas estratégicas universidad-empresa, en tal sentido, debería desapare-cer el representante del sector productivo. Se debería mantener el representante de ex rectores, egresados y autoridades académi-cas. Se debería incluir un representante de los trabajadores. Debería haber dos repre-sentantes de los estudiantes, uno de pregra-do y otro de posgrado. Finalmente debería haber tres representantes de profesores. El total de miembros propuesto es once de los cuales siete pertenecerían a la universidad y cuatro serían externos.

Para extender la autonomía universita-ria, sería conveniente desarrollar más pro-cesos democráticos, se debería obligar a través de la Ley a: primero, las autoridades académicas deben ser elegidas y no desig-nadas; segundo, para la reforma de estatu-tos debe ser obligatoria la previa consulta y aprobación de los estamentos, principal-mente aquellos que estén directamente im-plicados; y tercero, todos los represen-tantes de los estamentos a los diferentes órganos colegiados de dirección, deberían ser elegidos por su respectivo estamento y no designados por alguna autoridad acadé-mica superior.

FinanciaciónExisten diversos argumentos para exten-

der el carácter de derecho fundamental a la Educación Superior, sea o no por esta razón, resulta inaceptable que el gobierno preten-da eludir su responsabilidad de financiación de la educación superior pública. Cualquier propuesta de reforma a la educación supe-rior debe contener una fórmula que salde la deuda que el gobierno tiene con sus univer-sidades públicas. El resultado mínimo debe ser que con aportes gubernamentales, bien sea de origen nacional, regional o local, se cubran los costos de funcionamiento actual de las universidades públicas, en segundo lugar, con la debida inspección, vigilancia y control, se debe garantizar los recursos para los incrementos de cobertura. No se está pi-diendo que se giren cheques en blanco a las universidades, los incrementos de cobertura, la creación de programas, etc; debe hacerse previa presentación de proyectos perfecta-mente sustentados.

Pretender incrementar los aportes de la nación con la condición de incrementar la cobertura y otros indicadores, solo llevará a una profundización de la crisis financiera actual, adicionalmente, muchas de las con-diciones se constituyen en una violación a la autonomía universitaria. Permitir la “ce-lebración de contratos de asociación con particulares para el apoyo a la prestación y el mejoramiento del servicio educativo, y el

desarrollo de proyectos de investigación y proyectos productivos”, no es nada novedo-so en materia de investigación y proyectos productivos, las universidades de manera autónoma lo han venido haciendo en mayor o menor medida. El problema fundamen-tal es la asociación con particulares para convertir los programas académicos en un proyecto productivo, el objetivo fundamen-tal de los mismos sería la rentabilidad, los socios, con criterios eminentemente rentís-ticos, serían quienes tomen las decisiones, las ganancias solo podrían ser garantizadas sobre la base de costosas matrículas, ba-jos costos de funcionamiento, sobreexplo-tación de mano de obra, acortamiento de programas, deterioro de la calidad, etc. Los créditos permitirían la llegada de recursos a algunas universidades, continuarían per-mitiendo el acceso a los estratos medios de la población, mientras los estratos bajos seguirían completamente excluidos. Final-mente, ¿en dónde quedaría la “autonomía universitaria” en una institución donde los programas académicos son sociedades de negocios?. Esto es lo que la Ministra de Edu-cación llama una mejora al proyecto ante-rior de reforma.

Otro elemento incluido en la propuesta de convenios con empresas para el desa-rrollo de proyectos de investigación, es la supuesta intensión de hacer “pertinente” la investigación en las universidades, preci-samente la autonomía universitaria busca, entre otras cosas, proteger a las universi-dades de estas visiones reduccionistas, por ejemplo, en la definición de políticas de investigación. Si dejáramos en el mercado

Educación superior

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(Fragmentos)(…) Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular

de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y -lo que es peor aún- el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cá-tedra que las dictara. Las universidades han llegado a ser así el reflejo de estas sociedades decadentes, que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil

(…) En adelante, sólo podrán ser maestros en la futura re-pública universitaria los verdaderos constructores de almas, los creadores de verdad, de belleza y de bien.(…) La juventud uni-versitaria de Córdoba afirma que jamás hizo cuestión de nom-bres ni de empleos. Se levantó contra un régimen administrativo, contra un método docente, contra un concepto de autoridad. Las funciones públicas se ejercitaban en beneficio de determinadas camarillas. No se reformaban ni planes ni reglamentos por temor de que alguien en los cambios pudiera perder su empleo. La con-signa de “hoy para ti, mañana para mí” corría de boca en boca y asumía la prominencia de estatuto universitario. Los métodos docentes estaban viciados de un estrecho dogmatismo, contri-buyendo a mantener a la Universidad apartada de la ciencia y de las disciplinas modernas.

Dardo de Cúneo: “La Reforma Universitaria (1918- 1930)”.

Biblioteca Ayacucho. Caracas – Venezuela.

El tan lejano pero tan vigente manifiesto de los estudiantes de Córdoba Argentina (1918)

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tercermundista de Colombia, la decisión de definir la pertinencia de la investigación, deberíamos descartar, por ejemplo, la in-vestigación en física de partículas, astrofísi-ca, química teórica, etc.

La preparación de recurso humano al-tamente calificado y la producción de co-nocimiento, deberían ser apropiados por la sociedad, deberían llevar al desarrollo del sector productivo y contribuir a mejorar las condiciones de vida. También resulta normal que algunos desarrollos de las uni-versidades, les permitiera generar procesos productivos propios y abundantes recursos, pero esto, tampoco puede servir de excusa que el Estado evada la responsabilidad de financiar la educación superior, por el con-trario, ante estas experiencias, la actitud del gobierno debería ser multiplicarlas asig-nando más recursos.

La Ley aprobada de redistribución de las regalías significará la posibilidad de re-cursos adicionales dirigidos a investigación, estos recursos en ningún caso servirían para financiar los gastos de funcionamiento para el desarrollo de los programas acadé-micos, la posibilidad de recursos adiciona-les para investigación no puede servir de argumento para evadir la responsabilidad

de financiamiento de la educación superior. A pesar del incremento de los recursos para investigación que podrían recibir la univer-sidades, las prioridades las definen quienes administran los recursos, este problema solo sería resuelto si parte de los recursos se asignan directamente a la universidades, para que ellas, de manera autónoma, defi-nan las políticas de investigación, de igual manera, con estricta inspección, vigilancia y control.

Fomento, vigilancia y controlEl fomento ha estado básicamente di-

rigido al incremento de la cobertura y del número de programas académicos, sin la asignación de recursos adicionales, la aprobación de registros calificados pri-mordialmente se ha centrado en que las instituciones garanticen la sostenibilidad de los nuevos programas con recursos pro-pios, fundamentalmente provenientes del cobro de matrículas. A pesar de esto las matrículas en las universidades públicas están muy por debajo de cualquier univer-sidad privada. No obstante los indicadores de calidad colocan las universidades pú-blicas por arriba de las privadas, es claro entonces, que los sobrecostos de la educa-ción superior privada son injustificados. Sin embargo y a pesar de que los diagnós-ticos de calidad hacen principal referencia a la existencia de universidades de “garaje” privadas de alto costo, los sistemas de vi-gilancia y control nada han hecho para re-solver este problema. Por el contrario, las políticas gubernamentales han promovido, y lo van a hacer en mayor medida, el de-sarrollo de sistemas de crédito educativo, que en lo fundamental han servido para garantizar la matrícula en estas universi-dades privadas de mala calidad y que ga-rantizarán los pagos del incremento de las matrículas de las universidades públicas, incentivado en la propuesta de reforma a la Ley 30 de 1992.

A pesar de que se afirma lo contrario, el sistema de aseguramiento de calidad solo ha servido como un instrumento para ma-terializar la privatización de la educación superior pública, aumentando de manera paulatina los costos de matriculas y diver-sos mecanismos para la generación de re-cursos propios, excluyendo cada vez en ma-yor medida a los estratos bajos de nuestra población. Como gran estrategia, lo que se pretende con la reforma es autorizar a entes privados para ejercer el control de la cali-dad y acreditación.

Un verdadero sistema de vigilancia y control debería, respetando la autonomía, estar dirigido a evitar los actos de corrup-ción, sobrecostos y los problemas de cali-dad tanto en universidades públicas como privadas, pero, debería poner particular atención a las denominadas “universidades de garaje”.

Calidad académicaSe había insistido mucho en el desarro-

llo de programas por ciclos, sin embargo, por razones de calidad académica, las uni-versidades públicas no han atendido a la insistencia del gobierno en su aplicación. Los programas por ciclos de mala calidad, pero seguramente con éxito financiero, han venido desarrollándose entre instituciones técnicas, tecnológicas y “universidades de garaje”. A manera de ejemplo, se hace un ciclo de dos años y se obtiene el título de Técnico en Electrónica, se hace un ciclo adicional de un año y se obtiene el título de Tecnólogo en Electrónica, finalmente, se hace un ciclo de dos años y se obtiene el título de Ingeniero Electrónico. Es cla-ro que de esta manera es difícil definir un perfil curricular y materializarlo en un plan de estudios que permita la formación de un Ingeniero Electrónico de calidad. Es prácticamente imposible pensar procesos de formación por ciclos con una visión de la educación basada en principios científi-cos, por tanto, muy fuerte en ciencias bási-cas. La propuesta de formación por ciclos se hace más posible bajo una visión de la educación basada en competencias, es de-cir, orientada al desarrollo de destrezas la-borales en Colombia serán destrezas para el tercer mundo. Por esta razón, no resulta extraño que en la propuesta de reforma se quiera formalizar la educación basada en competencias y por ciclos.

En sincronía con la intención de conver-tir los programas académicos de la univer-sidades públicas en proyectos productivos, en la universidades privadas ya lo son, se pretende formalizar las maestrías de pro-fundización, excluyendo la realización de investigación, haciéndolas más atractivas para los estudiantes, bajando los costos a la universidades y por lo tanto aumentando la rentabilidad. Esto generará una prolife-ración de maestrías de profundización por negocio, seguramente de muy baja calidad.

Finalmente, como obvio resultado a una política de mercado en la educación supe-rior, los primeros programas damnificados son los de ciencias básicas, los pocos pro-gramas que aún subsisten seguramente desaparecerán, por tal razón, el proyecto de reforma no exigirá como requisito para ser universidad la existencia de programas de ciencias básicas, simplemente se solicita la existencia de docentes con formación en ciencias básicas. Otra consecuencia de estas políticas mercantilistas es la sisbenización de la educación superior: Si quieres calidad entonces paga.

Como queda evidente, en las condicio-nes políticas de nuestro país, con las fuer-zas que ostentan el poder, nada bueno pue-de resultar de una reforma a la educación superior. Lo mejor que le podría pasar a las universidades públicas, es lograr detener al gobierno en su intención de reforma.

Educación superior

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Un verdadero sistema de vigilancia y control debería, respetando la autonomía, estar dirigido

a evitar los actos de corrupción, sobrecostos y los problemas de calidad tanto en universidades

públicas como privadas, pero, debería poner particular atención a las denominadas

“universidades de garaje”.

NOTIASPU Agosto de 20117

Cultura

La traición a las ciencias exactas y el mundo subterráneo.

Muchos en todo el mundo le apostába-mos a que llegara a esa meta muchas veces no deseada: cumplir un siglo de existen-cia. Le faltaron pocos meses (dos para ser exactos) para cumplir los 100 años. Sábato, como él mismo se nombraba, nació en la provincia de Buenos Aires en 1911, su vo-cación inicial estuvo orientada a las ciencias físicas, tanto que culminó su doctorado en la Universidad de la Plata, e hizo pasantías postdoctorales en prestigiosos laboratorios de física de Francia y EEUU. En el año 1945 abandona la ciencia para sumergirse en el mundo oscuro de la literatura. Como catar-sis de su deserción de la ciencia escribe su primera obra llamada “Uno y el Universo”, en ella justifica su decisión: “La ciencia ha sido un compañero de viaje, durante un trecho, pero ya ha quedado atrás…” y más adelante señala: “…De todos modos reivin-dico el merito de abandonar esa clara ciudad de las torres – donde reinan la se-guridad y el orden—en busca de un con-tinente lleno de peligros, donde domina la conjetura.” A diferencia del “Heresiar-ca del arrabal porteño”, como él definió a Jorge Luis Borges, para quien el oficio de escribir es placentero; para Sábato los mo-tivos de su escritura son oscuros y tal vez desgarradores, escribir para Sábato signi-fica dolor, eso queda expresado claramen-te en “Abbadon el Exterminador”, donde como personaje de la novela le escribe a un muchacho anónimo B, quien le pide conse-jo para ser escritor:”… Sí estás dispuesto a sufrir, a desgarrarte, a soportar la mez-quindad y la malevolencia, la incompren-sión y la estupidez, el resentimiento y la infinita soledad, entonces sí querido B, es-tás preparado para dar tu testimonio...”. Se habla del mundo Borgiano: senderos que se bifurcan, el libro de todos los libros, la-berintos, hombres inmortales, compadritos en duelos de arrabal con fondo de milonga etc. El mundo de Sábato es penumbroso, es todo el tiempo las seis de la tarde de un domingo tedioso. El mundo Sabatiano es la angustia de Juan Pablo Castel, el pintor homicida, personaje de su novela El Tu-nel(1948). La visión del mundo de Sábato es la visión de sus personajes, por ejemplo en Sobre Héroes y Tumbas(1961), Mar-tin aquel muchacho de 17 años, enjuto y tímido, visitante asiduo del Parque Lezama en los suburbios de Buenos Aires, quien

recuerda sentado en una de las bancas las crueles palabras de su madre: ”Existís por-que me descuidé”. Martin conoce en el par-que a Alejandra, intenso personaje, tierno pero atormentado, cuya existencia termina con el incendio de su casa junto a su padre. Dos novelas constituyen el eje principal de ese mundo oscuro del subsuelo del alma: Sobre Héroes y Tumbas(1961) y “Abba-don el exterminador”(1974). Para seguir el hilo de la segunda hay que haber padeci-do la primera. El epilogo de la primera es un largo monólogo infernal llamado “Informe sobre ciegos”. Anarquistas, incendiarios, falsificadores, “malandros”, “chulos”, nihi-listas y sobre todo los ciegos aparecen en este extenso capitulo. Ahí vuelven aparecer los personajes del “El Tunel” y el hilo de esta trama es el ciego Allende esposo de la víctima del Pintor Castel, María Irralde. El ambiente de estos relatos es la Argentina dominada bajo la férula de Perón y el mito femenino argentino más amado y odiado: Evita Duarte de Perón. En Abbadon el ex-terminado, el ambiente es la Argentina de comienzos de la década de los setenta, son los años previos a la dictadura militar. Militantes de organizaciones clandestinas, jóvenes estudiantes idealistas, evocadores del otro símbolo argentino: el CHE, son los personajes de esta novela, entrecruzándose con los de Sobre Héroes y Tumbas. Diálo-gos extensos y extenuantes sobre filosofía, teoría de la novela y arte en general con pa-labras muy al estilo de posudos intelectua-les: “...—El crítico iniciado reemplaza la palabra historia por diacronía, sostiene que una descripción sincrónica es irre-conciliable con una descripción diacróni-ca,…”(?), aparecen a lo largo de la novela. El compromiso político para cambiar el mun-do es el afán de muchos personajes, al tiem-po que la parca, la tortura y la desaparición hacen su aparición en forma de cascos y bo-tas militares. Como es costumbre en Sábato, el mismo se cuela sigilosamente en muchos diálogos existenciales de los personajes.

El ininteligible e incoherente políticoErnesto Sábato al igual que Jorge Luis

Borges, fue y todavía es fuertemente cri-ticado por su postura al decir de algunos, de silencio frente a la dictadura militar en Argentina. Es ampliamente conocida la foto de algunos escritores e intelectuales argen-tinos, entre ellos estos dos escritores con el jefe de la junta militar, el tenebroso general Videla. Claro, es muy diferente la posición

de un escritor a otro. Borges por ceguera o por cinismo abrazó abiertamente las pos-turas de los sables castrenses, de lo cual tiempo después tuvo que arrepentirse. Es pertinente anotar que esto le costó a Bor-ges que muchos jóvenes, especialmente en la geografía latinoamericana, ávidos de lite-ratura se negaran a leer sus obras. Sábato si bien no se declara a favor de los sables y bo-tas militares, no es obligado a irse al exilio, ni tampoco torturado o desaparecido como si lo fueron incontables poetas, escritores y artistas, él (Sábato) no asume el consejo que él mismo da al aprendiz de escritor B de “dar tu testimonio...”. Las emblemáticas madres y abuelas de la plaza de mayo nunca le perdonaron al escritor su silencio, mien-tras sus hijos, nietos eran desaparecidos o torturados hasta la muerte, en nombre de “Dios, las instituciones plenamente es-tablecidas y la patria”. La reivindicación de Sábato viene después, en el ocaso de la dictadura militar. El presidente civil Raúl Alfonsín lo comisionó para investigar los crímenes de los militares, de dicha investi-gación surge el informe de “Nunca más”, un grueso documento de 50 mil páginas. Las madres de la Plaza de Mayo cuestionan las razones de Sábato que explican el llamado terrorismo de estado, estas razones están basadas en la llamada “Teoría de los dos demonios”(extremos). Para aquellas ma-

Ernesto Sábato El querido remoto muchacho“El hombre es un dios cuando sueña y no pasa de mendigo cuando piensa” Holderim (Poeta Alemán).

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El mundo de Sábato es penumbroso, es todo el tiempo las seis de la tarde de un domingo

tedioso. El mundo Sabatiano es la angustia de Juan Pablo Castel, el pintor homicida, personaje

de su novela El Tunel(1948).

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dres y en palabras de su dirigente principal Hebe de Bonafini: “Nuestros hijos no eran demonios. Eran revolucionarios guerri-lleros, maravillosos y únicos que defen-dieron a la Patria”. Quedará entonces tal vez en el limbo de la historia argentina y latinoamericana el veredicto frente a estos luctuosos hechos en los que el escritor es-tuvo de alguna manera involucrado. Queda también un sabor amargo para el entendi-miento de la obra y vida de Sábato, su apa-rente pasividad inicial frente a la masacre de sus héroes inventados, que al mismo tiempo eran seres reales de carne y hueso.

Los tormentos de Sábato y los engranajes de los hombres

En 1951 aparece Hombres y engrana-jes, en lo que el escritor llama la justificación del libro plantea algo que resulta fundamen-tal en el pensamiento Sabatiano con respecto a su ya desmarcamiento de las ciencias na-turales, hablando precisamente de la ciencia como tal y sus actores, los científicos: “…Pero en cuanto levantaba la cabeza de los loga-ritmos y sinusoides, encontraba el rostro de los hombres.”—haciendo referencia a su pasado de científico y continua: ”En 1938 tra-bajaba en el Laboratorio Curie, de París. Me da risa y asco contra mí mismo cuando me recuerdo entre electrómetros, sopor-tando todavía la estrechez espiritual y la vanidad de aquellos cientistas, vanidad tanto más despreciable porque se revestía siempre de frases sobre la Humanidad, el Progreso y otros fetiches abstractos por el estilo; mientras se aproximaba la guerra, en la que esa Ciencia, según esos señores, había venido para liberar al hombre de todos sus males físicos y metafísicos, iba a ser el instrumento de la matanza meca-

nizada.” En suma, este libro es una versión más virulenta del “candoroso” libro (como el mismo Sábato lo definió): Uno y el Uni-verso. Los temas tratados en Hombres y Engranajes son los recurrentes fantasmas de siempre: La ciencia desde sus orígenes en el Renacimiento y su relación con la téc-nica y su consecuente, el mundo mecanizado y por tanto deshumanizado, el sofisma del progreso hacia un paraíso mecanizado y la “religión” totalizante: La misma ciencia. Para-lelo a este ataque al discurso del positivismo científico, Sábato desnuda también la crisis del arte, poniendo como ejemplo principal-mente la literatura en lo que subtitula “Las Artes y las Letras en la crisis”. No se esca-pa de ese desgarramiento en forma de libro, algo que causó no poco escozor en las filas de una buena parte de la izquierda militante, el superestado totalizante representado por el ahora llamado “Socialismo real”. Es de aclarar que para Sábato la otra cara de la moneda, es decir el capitalismo, no representa en abso-luto la solución a los problemas del hombre moderno. De hecho, es también totalizante cuando el Superestado está representado por conglomerados anónimos de empre-sas trasnacionales que devoran, destruyen y despojan países enteros, esto es en buen romance “Leninista” lo que muchos otrora izquierdistas no se atreven a pronunciar:”El imperialismo, como fase superior del Ca-pitalismo”. Al final del texto, Sábato propone como condición necesaria para rescatar al hombre y a la humanidad del foso donde se encuentra, “…el amor, la amistad, la com-presión, la piedad. Solo el reconocimien-to de este principio nos permitirá fundar comunidades auténticas, no maquinas sociales…”. Rematando mas adelante con la “creación de pequeñas comunidades so-cialistas”. Puede decirse con cierta pruden-cia pero sin sonrojo que los planteamientos de Sabato en “Hombres y engranajes” se parecen mucho a aquellas posturas mutua-listas o prudhonianas, vertientes del llamado anarquismo al estilo del escritor ruso León Tolstoi.

Antes del fin: La ResistenciaDicen que en los últimos instantes de la

existencia, todas las cosas vividas, todos los hechos que conforman nuestro paso por el mundo, aparecen como en una película. Así es ese pequeño libro que Sabato escri-bió como especie de testamento: “Antes del Fin”(1998), desde su muy remota infancia, sus primeras lecturas, su militancia socialis-ta y anarquista, su paso fugaz por la ciencia, sus encuentros nocturnos en el Paris de los años 30 con delirantes surrealistas. Es el ba-lance final de un ser humano que soñó, pa-deció, luchó y que hasta el final de los días confió en el ser humano, el cual todavía tiene la oportunidad como especie para dar un vi-raje a su modo de vida, antes que el mundo que es su casa sea destruido por su propia

mano. Hasta el final la visión Sabatiana del mundo que él vivió es la visión del no opti-mista, es la visión de que en el mundo pese al acelerado desarrollo científico y tecnoló-gico, millones de seres son y serán excluidos y condenados, incluso desde antes de nacer, a la miseria y al abandono. Ahora que tanto se cacarea de la globalización, dice Sábato en este texto de que “…Al parecer, la dignidad de la vida humana no estaba prevista en el plan de globalización…” y que aquellos ex-cluidos, “los de abajo”, son los “de afuera”, aquellos que son “… los excluidos del gran banquete de los economicistas...”. Son los “piqueteros” de Argentina, “os Sem terra” o “sem teto” de Brasil, los “indignados” jóve-nes de España, “los Zapatistas” de la Selva Lacandona de México, los millones de “des-plazados” en Colombia. “Antes del fin” es un homenaje de Sábato a los millones de hé-roes anónimos como aquel humilde hombre, habitante de una de tantas “villa miseria” de Buenos Aires, que muere calcinado por el fuego intentando salvar a tres niños que se encontraban encerrados en su cuarto de habitación, mientras sus padres buscaban el pan diario. O como Chico Mendez “sirin-gueiro” defensor de la selva amazónica de la voracidad y brutalidad de los empresarios madereros en Brasil, o Ana Fabricia Córdoba, líder de los desplazados en el norte de Co-lombia, asesinada recientemente. “Antes del Fin”, es el recuerdo del escritor, pero también es una advertencia al estilo de “Hombres y engranajes” sobre la acelerada deshumani-zación y el espiral de miseria y desigualdad en el mundo, muy a pesar de las promesas de “leche y miel” de la tecnología y la ciencia. En el primer año del actual milenio, Sábato pu-blica “La resistencia”, en este texto el escri-tor reitera sus puntos de vista y es también un llamado a “Resistir”, aunque planteando un dilema que cobija a muchos: “…¿Se le puede pedir a la gente del vértigo que se rebele? ¿Puede pedirse a los hombres y a las mujeres de mi país que se nieguen a pertenecer a este capitalismo salvaje si ellos mantienen a sus hijos, a sus padres?” ¿Tiene este dilema solución?: Si seguimos en lo que Sábato llama “el vértigo” metáfora del “capitalismo salvaje” tarde o temprano, sal-vo unos pocos, el resto estaremos condena-dos y si nos rebelamos o por lo menos resis-timos corremos el riesgo de ser parte de los “condenados” o excluidos del festín del ca-pital. La salvación o tal vez la “resurrección” (Tolstiana) del hombre, evitar la muerte por asfixia por la turbulencia alucinante del mundo actual, paradójicamente para Sá-bato, consiste en lanzarse a la tormentosa corriente: Padecer con el más débil, luchar con el desamparado, revivirnos en Quijotes para arreglar entuertos y posiblemente es-trellarnos con los molinos de viento. Llega-mos entonces a otro dilema, cantado por el otrora sonero, Rubén Blades: “¿Qué es peor perder: el alma o la vida?”

Maecha Malatesta Bakunin Pamplona, Julio de 2011

Cultura

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Dicen que en los últimos instantes de la existencia, todas las cosas vividas, todos los hechos que

conforman nuestro paso por el mundo, aparecen como en una película. Así es ese pequeño libro

que Sabato escribió como especie de testamento: “Antes del Fin”(1998),

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Universidad

La academia al servicio de...

No parece extraño – pues tenemos el mismo gobierno de hace tres años - que el modelo de universidad experimentado en nuestra ciudad mitrada, independientemen-te de su fracaso, pretenda ser aplicado a toda la educación superior en Colombia y con ele-mentos mucho más dañinos. Lo que sí parece extraño es que la actual administración de la Universidad de Pamplona no haya reclamado al Gobierno Nacional los daños y perjuicios ocasionados a nuestra institución después de tan macabro experimento para nuestra academia. La oportunidad que tuvo la Uni-versidad de Pamplona hace dos años de exi-girle al Gobierno Nacional un presupuesto justo para cumplir con su misión se convirtió en una oportunidad para los bancos de refi-nanciar la deuda de la Universidad y por con-siguiente llevarla a un endeudamiento a lar-go plazo, claro está todo a costa de los altos costos de la matrícula estudiantil y el empeo-ramiento de las condiciones académicas de la institución. Deberíamos cambiar entonces el slogan de nuestro claustro: “la academia al servicio del sector financiero”.

Estuvimos esperanzados en que al lle-gar la actual administración iban a mejorar la calidad académica y las condiciones labo-rales por lo menos de los docentes tempo-rales ilegalmente llamados –y con todas sus consecuencias – ocasionales. Además, por otra parte, la Rectora de nuestra Universi-dad junto con el Gobernador de Norte de Santander prometió al estamento estudian-til bajo documento público la congelación de las matrículas, la democratización de la universidad, entre otros; todo esto quedan-do sólo en papel y conduciendo a un irres-peto al estamento estudiantil.

Pero el debilitamiento de la Universi-dad y el empeoramiento de sus condiciones académicas y laborales conllevan al fortale-cimiento de los movimientos estudiantiles y profesorales. Por primera vez en mucho tiempo en Unipamplona, el Sindicato de Pro-

Han pasado ya más de tres años desde que “salió a flote” el problema de la Universidad de Pamplona. Un experimento del Gobierno Nacional que pretendía hacer de la universidad pública en Colombia un sistema autofinanciable, un experimento del que se aprovecharon algunos para lucrarse con el sacrificio de otros y, además de ello, con consecuencias letales para la educación superior en la región y la formación de nuestros jóvenes colombianos. No obstante, siendo evidente el fracaso total de dicho modelo de autofinanciación en nuestra Universidad de Pamplona, y con el cinismo característico de nuestro gobierno aludiendo, con palabras del Viceministro de Educación Botero, la situación de la Universidad de Pamplona a la autonomía universitaria la Ministra de Educación anuncia al Plenario de ASPU el pasado mes de julio que va a radicar en el Congreso de la República el proyecto de reforma de la ley 30 que pretende entregar la educación pública al sector privado.

fesores presenta a finales de 2009 un Pliego de Peticiones a la actual administración con el objeto de iniciar un proceso de fortaleci-miento de nuestra institución. En el marco de los 25 puntos del pliego se encuentra la contratación a 11 meses para todos los do-centes temporales como un proceso tran-sitorio mientras se da cumplimiento a las sentencias de la Corte Constitucional para su vinculación a la planta; descuentos del 80% en los posgrados para los docentes de la Uni-versidad; conformación de los comités de programa; mejoramiento de las condiciones salariales de los docentes temporales; una normatividad mejor estructurada y en fun-ción de la academia, eso sí, de una academia al servicio de la vida, entre otros.

Pero la situación con la mesa de nego-ciación se tornó complicada. Al principio y durante todo el proceso de negociación, la administración de la Universidad no pudo ocultar las incoherencias en su discurso: los hechos no coinciden con las palabras. Duran-te todo el año 2010 ASPU intentó de varias formas llegar a un diálogo con la administra-ción con el objeto de que se negociaran por lo menos algunos puntos del pliego, la mayoría de los cuales simplemente constituyen un cumplimiento a la ley y la Constitución Co-lombiana, pero lo único que se consiguió fue una burla de parte de la administración ha-cia los docentes negociadores y el estamento profesoral que se beneficiaría del pliego. En consecuencia ASPU decide llevar la negocia-ción a una instancia superior y pone la queja ante el Ministerio de Protección Social, el cual obligaría a la rectora a llevar a cabo una ne-gociación seria con presencia de un delegado de este ministerio. En este nuevo escenario, la administración universitaria demuestra de nuevo a ASPU y esta vez a la delegada del Ministerio su falta de voluntad para negociar en cada uno de los puntos del pliego, con res-puestas como por ejemplo a la del artículo 10 sobre la contratación a 11 meses: “… No es

posible vincular a once meses a los docentes temporales y hora cátedra. …Esta ampliación de contratos solicitada representa un fuerte impacto financiero, un incremento en el gasto equivalente a 3035 millones de pesos que en este momento de fortalecimiento financiero la institución no puede asumir”. De nuevo aquí vemos un fortalecimiento financiero para los bancos a costa de la universidad, si no olvidamos que los intereses que ésta paga a los bancos anualmente supera esa suma.

En conclusión, el 2 de agosto del presente año la administración de la Universidad ter-mina unilateralmente la mesa de negociación sin llegar a ningún acuerdo sobre ningún punto, con las palabras de la Rectora ante los negociadores de ASPU y la delegada del Ministerio de Protección Social: “…esta ad-ministración hizo público y restituyó la voz a ASPU y lamenta mucho no haber restituido confianza y hoy damos por terminada esta negociación…” ante lo cual ASPU responde con las palabras de su abogado Fabio Rivera: “ASPU considera que la respuesta de la Uni-versidad constituye una falta de respeto a los profesores de la Universidad de Pamplona y deja constancia de que, de manera reiterada, la Universidad se ha referido en su respuesta al cumplimiento de la ley y la jurisprudencia de las cortes, sin embargo, en la lectura que hizo a la propuesta de ASPU en la última reu-nión y en la respuesta la Universidad casual-mente omite el sustento legal presentado por la organización sindical frente a cómo están regulados los permisos sindicales en lo dis-puesto por el artículo 39 de la Constitución, la ley 584 de 2000 y el decreto 2813 de 2000 que impone no sólo el reconocimiento de esos permisos, sino además la concertación con la organización sindical como requisito para emitir el acto administrativo por medio del cual se formalizan esos permisos. De la misma forma, frente a la calificación de los profesores denominados “ocasionales” y “ca-

Ariel Rey BecerraPresidente de ASPU – Seccional Universidad de Pamplona.

Continúa en la pág. 10

NOTIASPU Agosto de 201110

Cultura

Como antídoto frente al expansionismo de las nocivas prácticas neoliberales, todas las naciones del mundo, debemos respon-der con la mayor fortaleza que sustenta la permanencia histórica de los pueblos: su cultura. José Martí enseñó que hay que re-conocernos en nuestra identidad cultural para ser libres. Este concepto se convierte hoy en una guía fundamental de lucha con-tra la hegemonía del capitalismo salvaje, cuya sobrevivencia depende de la exacer-bación de los más elementales y primitivos instintos (egoísmo, individualismo, agresi-vidad), fundamento de alienación de la con-ciencia humana. Entendemos que Martí no se refería a los individuos sino a los pueblos, que no es un consejo moral sino una prácti-ca política.

A Latinoamérica le ha llegado el tiempo de hacer brotar de sus entrañas su autono-mía, su libertad, atada estrechamente a la integración identitaria desde la pluralidad cultural. El derecho y la responsabilidad que nos asiste a los hijos de la Pacha Mama Americana, es la de forjar un destino común soportado en las respuestas que hallemos en nuestras raíces y cosmovisión cultural para transformarnos y proyectarnos hacia lo nuevo. La alegría de nuestras gentes re-quiere del fortalecimiento de un proceso cultural endógeno que debe ser alentado, valorado y hecho nuestro.

Cultura de la dignidadLa declaración universal de los Derechos

Humanos, aprobada por la Organización de las Naciones Unidas, inicia su preámbulo con lo siguiente: “Considerando que la liber-tad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalie-nables de todos los miembros de la familia humana.”

En su artículo 1, expresa: “Todos los se-res humanos nacen libres e iguales en dig-nidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fra-ternalmente los unos con los otros.”

Hoy es prioritario fortalecer la toma de conciencia de nuestra propia dignidad con el conocimiento y recuperación de la me-moria histórica, en el esfuerzo por lograr la solidaridad como un principio que nos posibilite la unión y la elaboración conjun-ta de un proyecto común dignificante, como

un derecho de los pueblos y realización in-trínseca de nuestra esencia como seres hu-manos. El deber ser y lo que debemos hacer es construir, conquistar, trabajar y poner en evidencia la dignidad individual o colectiva, que debe llegar no como una concesión que nos regala alguien, sino de la propia trans-formación conceptual y de las prácticas de vida transmutadas en conciencia. Nadie nos da la dignidad como un acto de altruismo pietista o de benevolente justicia. La digni-dad no es solo una abstracción simbólica, proviene del conocimiento profundo de no-sotros mismos, de lo que somos, de lo que queremos y soñamos, de lo que merecemos. De la historia que hemos forjado de camino hacia el mejor vivir.

Cultura del saberEs el tema del conocer, de entender el

mundo y sus representaciones, de ampliar el horizonte mental hacia una conciencia universal, de viajar en la cosmovisión cultu-ral en la que habitamos. Existen dos grandes escenarios para ser conocidos: la naturaleza y lo humano, en continua interacción. La hu-manidad, para tratar de comprender el uni-verso, la naturaleza y la vida, ha construido a lo largo de la historia diversos sistemas de conocimiento, cuyos logros han sido pro-

Transformación cultural o perversidad neoliberal

Por: Alejandro Osses GilProfesor Universidad de Pamplona.

“No hay nada más poderoso que una idea a la cual le ha llegado su tiempo”. Víctor Hugo

tedráticos”, se omiten las referencias a la sentencia C-006 de 1996 y C-614 de 2009 en las cuales la Corte Constitucional le hizo un llamado a las universidades públicas colombianas entre ellas la Universidad de Pamplona para no continuar con la práctica de falsear la realidad del vínculo real existente en-tre la universidad y los profesores utilizando arbitrariamente la denominación de “ocasionales”. Complementado esto con lo dispuesto en la sentencia C-614 de 2009 en la que la Corte Constitucional reconoce que su jurisprudencia ha sido desco-nocida por los empleadores estatales como para nuestro caso, la Universidad de Pamplona, y estableciendo que con ello no sólo se violan los derechos de los trabajadores sino que adi-cionalmente se incurre en posibles tipos penales al estable-cer en el vínculo formal hechos que no corresponden con la realidad del servicio que para este caso presta el docente a la universidad, lo que puede hacer impulso al nominador en el delito de falsedad documental, y posiblemente en el de abuso de autoridad al obligarlo a suscribir por razón de las necesida-des económicas y de la posición dominante del empleador un documento donde no está expresada su voluntad. Ante esta situación la Corte determinó encargar al Ministerio de la Pro-tección Social, a la Procuraduría y a la Contraloría hacer un seguimiento a la forma de vinculación que actualmente se uti-liza entre otros, en nuestras universidades. Es de tal grado la arbitrariedad que, en su propia respuesta al referirse al artícu-lo 24 del pliego presentado por ASPU, la Universidad no solo reafirma su afán de desconocer la forma real de vinculación de los denominados profesores ocasionales y catedráticos sino que los invita a que, para subsanar el daño causado por el empleador público durante el período en el cual el empleador considera que no tienen vínculo laboral, se afilien al sistema de seguridad social como trabajadores independientes a sa-biendas de que el trabajador independiente es el que desem-peña una labor sin la existencia de un vínculo de dependencia con quien se beneficia de su servicio, siendo la realidad que por la actitud arbitraria de la universidad, los profesores du-rante ese período están desempleados, es decir la Universidad los invita a que pregonen una situación inexistente para eludir ésta la obligación de responder por la seguridad social.”

Es preciso notar y recalcar además la falta de respeto de la actual administración hacia la comunidad académica de la Universidad. Reiteradas veces, la Rectora de nuestra universidad se ha expresado públicamente de una manera irrespetuosa hacia representantes estudiantiles y profeso-rales en distintos escenarios. No es excepción el pasado 2 de agosto, dirigiéndose a un docente de la comisión negociado-ra del pliego, calificándolo de ser “un completo ignorante en educación” y que “debido a ello no podía entender qué significaba el redimensionamiento de la Universi-dad”. Ante esta situación, quisieramos hacer un llamado a la doctora Esperanza para que comprenda que la ignorancia la tenemos todos y ella no es la excepción, y la universali-dad del conocimiento –factor determinante de una univer-sidad – es indispensable en su diversidad, lo cual significa la existencia de diferentes formas de pensamiento. Exigimos además el debido comportamiento como formadores de in-dividuos sociales y el respeto por la crítica y la diferencia de opinión en nuestro entorno académico.

Para concluir, hacemos un llamado a los estamentos uni-versitarios a no ser indiferentes ante la actual situación de la educación superior en Colombia y en Pamplona y a unir esfuerzos en las movilizaciones que se llevarán a cabo en este semestre para defender uno de los elementos funda-mentales de nuestra vida, nuestro presente y futuro: la edu-cación pública y de calidad.

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Cultura ducto de la actividad de la inteligencia, que por un lado recurre a una búsqueda nunca acabada de ideas y por otro, a un escepticis-mo y refutación exigente del pensamiento.

Una adquisición generalizada y con ca-lidad de la ciencia debe ser una aspiración en el plano cultural. Un pueblo formado integralmente valorará el conocimiento volcándolo hacia el logro de su bienestar. Los sistemas de educación deben asumir esa responsabilidad como un derecho fun-damental. Incentivar una cultura científica pertinente y apropiada con cada cultura es la premisa para el avance de los diversos sistemas de conocimientos. De la auto sensi-bilización y autoformación de lo humano se posibilita el surgimiento de hombres y mu-jeres, con una nueva conciencia capaz de la trascender hacia el maravilloso mundo del ser, de las motivaciones, de las angustias y miedos, de las preguntas que pensamos, de las pasiones, de las ilusiones y esperanzas, de la ternura y la risa. Del ejercicio intenso de pensar genuinamente florece la libertad y la equidad, donde no tendrá presencia, ninguna forma de explotación, ni para ser ejercida, ni para ser sufrida.

Cultura de la productividadLa herencia colonial nos ha legado una

mentalidad de dependencia, no solo en términos de estado, sino también como co-munidad y como individuos. Romper esta sumisión requiere de sembrar una espiri-tualidad colectiva de lo que significa la pro-ducción de bienes. Hay que desarrollar una conciencia limpia de nuestra relación con la riqueza, como fundamento para dejar atrás la pobreza que agobia a más del 80% de la población. La riqueza material, cul-tural y espiritual debe ser generada inter-namente no basta solo con esperar lo que nos llega de afuera. La alternativa es pro-ducir sustentablemente en contexto, esto implica una voluntad de toda la población, la voluntad genera solidaridad, que apoya-da en el conocimiento sobre el origen de la riqueza, se traduce en la comprensión y praxis de una cultura productiva al servicio de la gente. Es decir construida con rostro humano. Aquí es irremediable enfrentar el capitalismo con su hija natural: la pobreza. Para romper la inequidad hay que levantar una cultura productiva, no parasitaria. Una sociedad de trabajadores que se auto- go-biernen, es un pueblo sano, firme, solido, justo, libre y sabio.

Cultura ciudadana La ciudad es la creación más compleja

de la humanidad. La ciudad es el escenario para la convivencia en el sentido político, es decir para la vida en común, coexistir en comunidad es un ideal milenario que bus-ca consolidar la noción de ciudadanos en igualdad de condiciones. Saber vivir junto al otro es básicamente compartir diferen-

cias que devienen de la diversidad propia del género humano.

La ciudad es entonces el lugar donde más antagonismos suceden, esta nunca puede satisfacer a plenitud todos los deseos de sus habitantes. Por eso vivir en ciudad requiere de normas necesarias para que la vida en común pueda darse en relativa ar-monía y gozo. Entender esto es una de las imprescindibles funciones culturales, que implican el compromiso del ciudadano tra-ducida en acción colectiva. El respeto por el sentido de la ley se logra asumiendo res-ponsabilidades simples como: la de tener las mejores leyes, la de no transgredirlas y el tener los mejores mecanismos formativos para hacerlas cumplir. No se trata de que un grupo de juristas selectos diseñen la ley, el ideal es que sea el conjunto de la sociedad quien sea el legislador. Las normas deben ser significativas con la realidad presente y deben ser aceptadas y aplicadas por la gran mayoría de la gente. Las normas se hacen para humanizar la ciudadanía, por eso el ciudadano se las apropia como suyas, para su beneficio.

La ley representa la justicia, el respeto, la tolerancia, la libertad, la igualdad, la soli-daridad, una referencia al amor con la otre-dad. Desarrollar la capacidad de cumplir las leyes es una tarea cultural de crecimiento de la conciencia social. Uno de los principa-les fines de la educación es la de formar el espíritu de ciudadanía. Vivir bien en la ciu-dad es el resultado de una transformación cultural que propende por la valoración po-lítica de las reglas del colectivo.

Cultura del vivir bienEl vivir bien no se refiere a la buena vida

que la sociedad consumista propone como quimera, una ilusión y un despropósito in-alcanzable y vacio para la gran mayoría de la humanidad. Un modelo de vida basado en la creación de necesidades generaliza-das, materialmente insostenibles que el ca-pitalismo vende como un paradigma de la felicidad humana. La angustia por el poder y la acumulación de riquezas está llevando al suicidio colectivo, ya que la sociedad hu-mana estructurada en clases y estratos, no permite la equidad de oportunidades de adquisición. Además, el consumismo es por esencia depredador con los recursos y la vida del planeta.

El vivir bien es un sueño ancestral, que contempla alcanzar la alegría del ser huma-no en comunidad y en armonía con la natu-raleza. Según la Constitución Política de la República de Bolivia: “La búsqueda del vivir bien; implica el respeto a la pluralidad eco-nómica, social, jurídica, política y cultural de los habitantes de esta tierra; en convivencia colectiva con acceso al agua, trabajo, edu-cación, salud y vivienda para todos… la con-servación y protección del medio ambiente, la biodiversidad y el territorio para el vivir

bien… la economía social y comunitaria com-plementará el interés individual con el vivir bien colectivo… eliminar la pobreza y la ex-clusión social y económica para el logro del vivir bien en sus múltiples dimensiones”

En el desarrollo del nuevo hombre in-tegral, se configura una filosofía de vida, un modo de vida con mejores relaciones verdaderamente humanas, sostenible, ar-monioso que edifique una mejor idea de vida en común, superando la vida en com-petencia entre nosotros y entre nosotros y la naturaleza, como lo dice el Indígena Pre-sidente Evo Morales: “El vivir bien, es vivir en igualdad y en justicia. Donde no haya ni explotados ni explotadores, donde no haya ni excluidos ni quienes excluyan, donde no haya ni marginados ni marginadores. El vivir bien es vivir en comunidad, en colectividad, en re-ciprocidad, en solidaridad, y, especialmente, en complementariedad. El vivir bien no es lo mismo que el vivir mejor, el vivir mejor que el otro. Porque para el vivir mejor, frente al prójimo, se hace necesario explotar, se insta-la la competencia, se concentra la riqueza en pocas manos. Entonces se produce una pro-funda competencia, unos quieren vivir mejor y esto a cambio de que otros, las mayorías, vi-van mal. Ahí hay una gran diferencia, ya que en el vivir bien es vivir en igualdad de condi-ciones, vivir mejor es egoísmo, desinterés por los demás, individualismo”.

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Para iniciar a dialogar sobre este tema propongo analicemos dos formas básicas de obtener el poder, cuando este se concibe al individuo por sus procesos, logros y meritos y tiene a su vez un reconocimiento social; o por el contrario, cuando este se usurpa por otros mecanismos como la fuerza, la vio-lencia, la corrupción y el engaño. Es, desde esta proposición que podemos con potestad moral determinar quien tiene la autoridad y quien el poder. Pero, ¿qué hace que el poder termine siendo en muchos casos tanto para hombres como mujeres, una venda que pro-picia el abuso, la discriminación, la pobreza, la crueldad, la muerte y la tiranía?

El sociólogo alemán Max Weber define el dominio como: “la posibilidad de impo-ner la voluntad propia sobre la voluntad de los otros.” Es decir, que el abuso de poder conlleva necesariamente a que exista la dominación de parte de unos y la sumisión de otros por medio de diversas formas de coacción y violencia. Las violencias simbó-lica, psicológica, económica, física y espe-cialmente la violencia sexual en contextos de conflicto armado y de violencia sociopo-lítica, siguen siendo lamentablemente para el grueso de la población en general de total desconocimiento. Entonces, preguntemos; ¿Qué acciones toman las directivas académi-

cas en sus pensum y programas y las admi-nistraciones locales en sus planes de desarro-llo y agendas de gobierno para reconocerlas, analizarlas, enfrentarlas y en el mejor de los casos denunciarlas?

Afortunadamente, a pesar de la incapa-cidad de las administraciones tanto acadé-micas como locales, organizaciones como la mesa de trabajo “Mujer y Conflicto Armado” para Colombia nos permite situarnos en una escabrosa y oculta realidad Colombia-na. En su IX informe la Mesa “Mujer y Con-flicto Armado” reafirma que: “La situación de los Derechos Humanos y el Derecho In-ternacional Humanitario en Colombia con-tinúa siendo grave. En el periodo compren-dido entre julio de 2007 y junio de 2008 se registró que por lo menos 1.478 personas perdieron la vida fuera de combate (es decir en su casa, en la calle o en su lugar de traba-jo) a causa de la violencia sociopolítica. De ellas, 1344, fueron víctimas de homicidio, 50 de las cuales fueron desaparecidas for-zadamente y encontradas luego asesinadas (…) Del total de víctimas, se conoce que 105 eran mujeres y 61 eran niños y niñas (…)”

Hay que tener en cuenta que el poder no solo reside en el estado y en la clase domi-nante. Este también está presente de ma-

La exclusión del conocimiento: un instrumento para el abuso del poder

Por: Javier ManriqueCandidato a Magister en Estudios de Género, U. Nacional.

“Me voy al lugar de las desapariciones. No me importa lo que digan porque jamás conocerán la verdad: que quise volar y que me destroce como un pájaro tierno que cae del nido como juguete del viento. Nadie sabrá que abrí las puertas de la muerte para seguir viviendo”. Milagros Palma (escritora Nicaraguense).

nera menos visible en las relaciones socia-les como la pareja y la familia, en espacios como la universidad, el lugar de trabajo y en todos los escenarios tanto públicos como privados donde prima necesariamente las relaciones entre hombres y mujeres. La violencia intrafamiliar, la violencia sociopo-lítica, la violencia homofóbica o por orien-tación sexual (contra Gays y lesbianas) y por lo tanto la violencia basada en Género, siguen siendo violaciones al derecho a la vida, a la integridad personal y la libertad, a la información, a los derechos de las muje-res, a los derechos sexuales y reproductivos y por lo tanto a los Derechos Humanos.

En los últimos años la palabra Género como categoría de análisis, ha permitido grandes avances en los nuevos estudios sociales como los estudios feministas, aun-que veo con preocupación el mal uso de este concepto aún en construcción en el escenario local. Uno de los primeros obstá-culos es la comprensión de este concepto, que actualmente y de manera infortunada para los avances en los estudios sociales, las categorías de “mujer” y “género” siguen siendo usadas y expresadas como si fueran sinónimos. La realidad Colombiana en mu-chos aspectos a pesar de grandes avances en estos temas no deja de ser desalenta-dora. Según cifras del Dane, las mujeres en Colombia representan el 52,2 % de la po-blación total en Colombia. En las zonas ur-banas representan el 45,3 % y en las zonas rurales el 56 %, de aquí el 60 % de las mu-jeres no tienen ingresos propios. Además, del 55 % de la población colombiana que vive en condiciones de pobreza, el 26 % de estos hogares tienen jefatura femenina, y del 20 % de la población que vive en con-diciones de indigencia, 31,4 % tienen de igual manera jefatura femenina. El 75 % de la población víctima del desplazamiento forzado en Colombia (calculado en aproxi-madamente 3 millones de personas) co-rresponde a mujeres y población infantil. El ejercicio esta en: ¿Cómo reconocemos el abuso del poder en vez de semejarlo a los atributos de la autoridad?, desafortunada-mente en Colombia la palabra autoridad es tan difusa y ambigua como su forma de accionar.

Poder y Autoridad

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Colombia es al parecer uno de los países que más se opone al cambio, y se opone de forma agresiva, antes con retórica atribu-yéndoles cínicamente sus pecados a sus ve-cinos, ahora de facto implantando o tratan-do de implantar políticas que aseguren de por vida mantener nuestro país y nuestros recursos naturales como carnada para los grandes depredadores del mundo moder-no. Ya están preparados los ingredientes para Colombia: el TLC con Estados Unidos, el Plan Nacional de Desarrollo 2012 – 216 y, para rematar, la Reforma a la Ley 30 que rige la educación superior, presentada en este año por el Ministerio de Educación.

Estos ingredientes obviamente no son los únicos, simplemente son los últimos que se añaden a los ya existentes en este proce-so de “preparación” de nuestro país: medios masivos de comunicación completamente controlados por el gobierno, lavado de ce-rebro de muchos de nuestros ciudadanos (casi a todos), corrupción legitimada (por la misma sociedad) a través del tiempo, impu-nidad en los crímenes de estado (con aval de la degradada sociedad), etc. Todo viene sistemáticamente funcionando a lo largo de los años para que el país esté perfectamente a la merced de tal vez alguno o algunos veci-nos del norte –en aguas turbias es más fácil pescar- y esto no es una paranoia sino una prevención para quien analiza la historia de la humanidad y los procesos de las naciones e imperios para mantenerse en la cúspide, procesos que cambian y se modernizan pero siempre son alimentados por las agen-cias de inteligencia que cualquier película de espionaje moderna comparada con ellas se quedaría falta de imaginación.

El Plan Nacional de Desarrollo pretende abrirles las puertas a las multinacionales mi-neras para que los recursos naturales sean usurpados del país, tal vez dejándole alguna prebenda a la oligarquía colombiana y mu-cha miseria al pueblo y las regiones explo-tadas. Vivimos engañados todo el tiempo:

cuando un campesino encuentra oro u otra riqueza bajo su tierra, entonces ésta es pro-piedad del Estado, pero al momento de la explotación siempre resultan beneficiada la empresa privada y las multinacionales. El pe-tróleo colombiano ¿acaso beneficia a nuestro país? ¿Acaso el galón de gasolina en nuestro país, productor de petróleo, vale 200 pesos como en Venezuela por ejemplo? La loco-motora minera de la que habla Santos en su Plan Nacional de Desarrollo al parecer no es esa locomotora que mueve a la sociedad, se-guramente es una verdadera locomotora de metal que saca todas las riquezas y deja to-das nuestras vías llenas de huecos. Es tanto el descaro, que ni siquiera las vías que con-ducen a los pozos petroleros o a las minas explotadas son pavimentadas, al menos por respeto a las comunidades locales.

El TLC pretende dar campo a las multina-cionales productoras estadounidenses para que vengan y acaben con la pequeña y me-diana empresa, algunas de las cuales en Co-lombia existen gracias a sus artimañas para defenderse de un gobierno anti-emprende-dor. Cómo pretende un país como Colombia, en donde la única financiación al agro son programas criminales como Agro Ingreso Seguro, competir con potencias mundiales de producción a gran escala y aún más, finan-ciadas por sus gobiernos. Pero como Colom-bia está en crisis, no es un país estructurado, esto resulta muy atractivo para las multina-cionales estadounidenses.

La reforma a la ley 30 presentada por el Ministerio de Educación, encabezado a pro-pósito por una empresaria, tiene como fin prepararle el terreno a las multinacionales de la educación y de este modo el gobierno nacional evadir su responsabilidad consti-tucional de invertir en su gente. La privati-zación de la educación superior se traduce en la comercialización del proceso enseñan-za –aprendizaje. Las multinacionales de la educación ya tienen su método efectivo de vender: el aula de clase se convierte enton-

ces en un lugar de transacciones, en donde el docente es obligado a traer clientes para conservar su evaluación aceptable y man-tener su contrato. La presencia del docente no es indispensable, pues se tendrán graba-ciones en video de las clases de un docente ejemplar y éstas se reproducirán en las de-más aulas. Estas empresas internacionales con sus métodos “eficientes” podrán ofrecer programas a bajo costo y estarán interesadas en comprar las universidades o instituciones que estén en crisis, por ejemplo las que “se dejen colgar” por las nuevas condiciones que exigiría la misma reforma a la ley 30 si llega a ser aprobada. Esto ya ha sucedido en mu-chos países de América Latina y el mundo.

¿Cuál es la razón de todo esto? ¿Por qué estas políticas? ¿Será que no hay dinero? Colombia es uno de los países más ricos en recursos naturales y estos están explotán-dose al máximo. Las multinacionales están exentas de impuestos, lo que le ocasiona pér-didas en impuestos al Estado en 8 billones de pesos al año. ¿Por qué las grandes empresas que devoran nuestro país no pagan impues-tos? ¿Por qué nosotros sí pagamos? ¿Dónde está el dinero de los peajes más costosos del mundo? ¿Dónde está el dinero del SOAT – que es un robo descarado al ciudadano co-lombiano? ¿Qué se hacen los sobrecostos de más de 5000 pesos por galón de gasolina? ¿Por qué tanta inversión en armamento para matar a nuestros mismos colombianos? ¿Por qué los impuestos de importación son tal al-

TLC con E.U. + Plan de Desarrollo Santos + reforma Ley 30 MEN = subdesarrollo sostenible y legal

Los tiempos cambian, y deben cambiar. Pero esto no significa que todo cambie, o que por lo menos todo cambie al mismo tiempo. Al parecer Latinoamérica está experimentando una transformación aunque lenta pero firme y el destino de cada país está regido por sus decisiones oportunas ante la feroz y macabra globalización que está prácticamente legitimando poco a poco lo que algún día en son de broma le atribuíamos a los caníbales cuaternarios, los cuales, según el arqueólogo catalán Carbonell, su canibalismo no era tanto por supervivencia sino por cultura.

Economía

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Colombia es uno de los países más ricos en recursos naturales y están explotándose al máximo.

Las multinacionales están exentas de impuestos, lo que le ocasiona

pérdidas en impuestos al Estado en 8 billones de pesos al año.

Ariel Becerra Presidente de ASPU, seccional Pamplona.

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tos e injustos? Tal vez la respuesta a estas y otras preguntas estén en la fórmula del éxito de nuestro país: “Aprovecha el cuartico de hora”, y a esto súmele el asecho de los coloni-zadores modernos. Con esta fórmula Uribe acabó con medio país, aunque el cuartico de hora lo hizo media hora y lo quería hacer una hora. Esta fórmula la utiliza desde el presi-dente de la República hasta el más humilde alcalde de algún rincón de nuestra nación, sin excluir a los rectores de nuestras uni-versidades, todos ellos pensando en cómo devorar las entrañas del pueblo colombiano, dejando secuelas eternas e irremediables. Es evidente que todas esas políticas se tradu-cen en dineros sostenibles para los políticos después de que salgan del poder. A Uribe no le gusta la idea de hacer la paz con los veci-nos, porque se le acaban sus negocios con su colega Bush. No parecería extraño dentro de unos años ver escándalos del carrusel de la educación de Santos, como hoy vemos el es-cándalo del carrusel de la salud de Uribe. Y aún no parecerá extraño que dentro de poco se destape el carrusel de los peajes.

Estos cuarticos de hora de cada uno de nuestros políticos oportunistas se traducen todos ellos en “segundos en el tiempo del universo” para los chachos del mundo como el BM, FMI y los países desarrollados.

Mientras se hacen “negocios” sosteni-bles con los dineros del Estado, mientras se aplican políticas y se aprueban leyes que favorezcan estos negocios particulares, al mismo tiempo se está implantando miseria social, desigualdad, injusticia, corrupción, todo esto también sostenible, generando en conjunto el subdesarrollo sostenible, alimento indispensable para el BM y el FMI.

El pueblo colombiano no puede eterni-zar su miseria siempre tomando decisiones erradas sobre su destino y el destino de sus generaciones venideras. Si algunos deciden por las mayorías, quienes decidan deben ser personas idóneas que piensen en el benefi-cio de la gran parte del pueblo colombiano. De lo contrario deben renunciar a sus cargos o las mayorías exigir sus renuncias. La de-mocracia no se limita a elegir un gobernante, sino a la participación verdadera de la gente en las decisiones que cambian su rumbo.

El 90% de los libios sabe leer y escribir, los jóvenes libios estudian en un promedio 17 años y tienen grandes posibilidades de estu-diar en el exterior pagados por el estado libio, lo que hace que en este país no solo se habla el árabe, sino también inglés e italiano amplia-mente. Los libios tienen una esperanza de vida de 77.7 años, la cual no se puede comparar ni siquiera con países llamados desarrollados, como Francia, Inglaterra o Estados Unidos.

Libia, es un mar de petróleo ligero de gran valor, su economía está basada en este pro-ducto, pero esta nación, a pesar de ser casi puro desierto, produce además 250.000 tone-ladas de Cereales, 400.000 toneladas de fru-tas, 900.000 toneladas de hortalizas y 50.000 toneladas de oleaginosas al año, además de producir potasio y sal mineral.

Si bien Libia casi no tiene agua superfi-cial subterránea, tiene todo un mar de agua dulce fósil al sur del país en la frontera con la republica del Chad, con un área de dimensio-nes como toda Alemania. Esta fuente de agua está siendo utilizada para bien del pueblo li-bio, en un proyecto de acueducto sin prece-dentes en la historia de toda la humanidad, ya que el gobierno libio ha invertido más de 24.000.000.000 de dólares para llevar esta agua a las principales ciudades de Libia como Trípoli, Bengasi, Misurata entre otras, que se encuentran justo al otro lado de Libia, en el Mediterráneo.

A todo esto debemos sumar el hecho de que la educación y la salud son gratis en dicho país, además que este país fue declarado en 1977 como Yamahiriya, que significa ¨Estado de las masas¨. Así, dicho país desde entonces se llama Yamahiriya Arabe Libia Popular Socialista. Libia ha sido gobernada desde 1969 por Muammar al-Gaddafi, allí no se en-cuentran fuerzas extranjeras, ni invasiones al país de ningún tipo, lo cual indica que todos los problemas allí surgidos no los puede resol-ver nadie más que los propios libios.

Este es el país para el cual el mal llamado Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 1973 de exclusión aérea, so pre-texto de proteger la población civil, la cual se-

gún dicho consejo estaba siendo agredida por su propio gobierno. Hasta la fecha no se le ha mostrado al mundo las supuestas masacres hechas por el gobierno libio. Con toda segu-ridad están a la espera de la eliminación física del líder libio para adjudicarle las masacres hechas por los sicarios terrestres armados y traídos del exterior a Libia, por los autodeno-minados “países civilizados” (Francia, Inglate-rra, Italia y Estados Unidos). Dichos “países ci-vilizados” han interpretado la exclusión área de la resolución 1973 a su amaño y antojo, como “buenos civilizados” han bombardeado a los 6 millones de libios durante los últimos tres meses con más de 10.000 vuelos fuerte-mente armados con bombas (cada 45 minutos de cada vuelo cuesta 20.000 euros) de aviones de guerra de 9 nueve países (no olvidemos los ¨civilizados¨) y han sido lanzados más de 600 misiles Tomahawk, cada uno con un costo de 2.000.000 de dólares.

¿Quién autorizó a Francia, Italia, Ingla-terra y Estados Unidos a vigilar la exclusión aérea en Libia? perdón se me olvidaba que se trata de los “civilizados”, eso les da automáti-camente el derecho a destrozar un país, se me olvidaba que acabaron con Afganistán e Iraq, en este último dejaron más de 2 millones de muertos y los niños nacen con cáncer debido a la cantidad de bombas construidas con uranio empobrecido, que los “civilizados” de forma sádica, perniciosa, perversa cobarde descar-garon contra ese pueblo indefenso.

Eso hablando solo de la última década, porque si analizamos la historia de la huma-nidad y el papel jugado por estos “civilizados” en ella es cuando debemos estar agradecidos con la Pacha Mama (naturaleza o madre tie-rra) por su capacidad increíble de transfor-mar la materia; de no ser así, no tendríamos el planeta azul, sino el planeta rojo gracias a los “civilizados”. Nuestros mares ya no serían de agua sino de sangre, Marte quedaría con toda seguridad llamándose el planeta amarillo, porque el rojo seria el nuestro.

Los bombardeos de los “civilizados” en Libia, se han concentrado en las últimas se-

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Los sicarios de tierra, mar y aireauto pagados con petróleo y los 200 mil millones de dólares usurpados al pueblo libio

Libia, situada al norte de áfrica, es un país de 1.759.540 km2,,

aproximadamente 1.5 veces más grande que nuestra Colombia, con una población de 6-7 millones de habitantes, no se puede saber con exactitud su población dado que existen muchas tribus nómadas que van desde Egipto hasta Mauritania pasando por Libia. De todas maneras de 6-8 veces menos población que nuestra Colombia. Este país tenía un PIB per cápita en el 2010 de 13.800 dólares, a comparar con muchos países Latinoamericanos, entre ellos nuestra Colombia, donde millones de Latinoamericanos tuvieron un per cápita de 365 dólares en el mismo año.

Luis Fernando Arbeláez Ramírez Docente Universidad de pamplona.

InternacionalEconomía

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manas en el centro de Trípoli y más concre-tamente en los sitios donde los “civilizados” consideran que se pueda encontrar el líder libio, a pesar de que los “civilizados” aseguran que no están intentando asesinarlo. Quedó comprobado que el día 7 de junio, día de su cumpleaños, si estaban intentando liquidarlo físicamente, en dicho día fueron bombardea-das numerosas residencias de los familiares del líder libio y sitios gubernamentales en Trí-poli, dejando un saldo de 31 muertos y cien-tos de heridos todos ellos civiles, “afortunada-mente” están los “civilizados” “protegiendo” a la población civil.

Los hechos del 7 de junio de 2011 dan una clara indicación de que las fuerzas imperia-lista aéreas y marítimas no se pueden llamar de otra forma que los sicarios del mar y del aire, que inicialmente creyeron que liquidaría y pondría de rodillas al pueblo libio y a sus líderes en un lapso de 72 horas de bombar-deos y que el trabajo sucio por tierra lo harían los sicarios terrestres, traídos de diferentes partes de África y armados por los “civiliza-dos”. Estos sicarios terrestres no han podido moverse de sus sitios a pesar de la cobarde agresión aérea de más de 500 aviones de los “civilizados” y cientos de barcos de guerra y submarinos estacionados en el mar Medite-rráneo, lanzando sus misiles de 900 quilos contra el heroico pueblo libio.

El director de la OTAN, el señor Rasmus-sen, declaró hace poco que dicha organización prolongará los bombardeos en Libia 3 meses más, clara indicación de que no han sido capa-ces de doblegar la voluntad férrea del pueblo libio, de obligarlos a hacer lo que los imperia-listas quieren, deshacerse de su régimen. Es además una clara indicación que los sicarios terrestres no han sido ni serán capaces de hacer su sucio trabajo y probablemente los “civilizados” se vean en la penosa tarea de ha-cer las veces también de sicarios terrestres. Es allí donde nosotros los “no civilizados”, es-peramos una férrea defensa de la patria libia, por parte de sus dueños y los invasores, de ninguna manera detenidos, sino ajusticiados por el pueblo libio.

Los “civilizados”, también autodenomi-nados “demócratas”, ahora están mirando hacia Siria y llevan varios años asediando a Irán y Corea del Norte; estos dos últimos países es-tán muy bien armados, motivo por el cual no han sido víctimas de los “civilizados”, ya que el día que se les ocurra a los “civilizados” atacar a estos dos países, los “civilizados” imperialistas van a sufrir el peor castigo que hayan sufrido en toda su historia criminal. Estos dos países, no son los pueblos desarmados que en las tres últimas décadas los imperialistas han atacado (Grenada, Panamá, Afganistán, Sudan, Serbia, Palestina, Iraq, Libia). Todos los pueblos y go-biernos que pretendan mantener su integridad territorial y su soberanía deben al término de la distancia armarse con tecnología militar an-tiaérea, para poder combatir a los SICARIOS DE TIERRA MAR Y AIRE (perdón quise decir los “civilizados”) de una forma más equilibrada. En el caso contrario deben estar prestos a arro-dillársele a la cultura imperialista y decadente occidental.

sos, contratar pares externos para evaluar perfiles específicos. Vuelvo e insisto todas las universidades abren convocatorias con perfiles específicos definidos, esa posición respeta la jerarquía académica, cerrando de antemano toda posibilidad de clientelismo y vicios burocráticos.

Un caso muy mentado es el que ocurre en la Facultad de Artes, parece ser que los que deciden si pueden entrar o no doctores son los magísteres y especialistas, empe-zando por el decano cuya formación no es precisamente humanística y pertenece a otra facultad (Facultad de Ingenierías y Ar-quitectura), bueno eso explica en parte el porqué de las falencias que se vislumbran en dicha facultad, donde se ve de todo, me-nos el fortalecimiento del Arte como tal.

Es decir, un decano que llega en “para-caídas” y que fue asignado, no sé bajo qué criterios académicos, intenta regentar una facultad que desconoce por sus carencias en la formación humanística… por favor “zapatero a sus zapatos”…. de qué otra for-ma se puede explicar que al parecer todos los cupos asignados a la Facultad de Artes y Humanidades para la convocatoria los vayan a copar abogados, bueno, también se puede explicar de otra forma, se trata de asumir el discurso mercantilista de que es el programa que más estudiantes tiene, o acaso ¿devolver favores?.… En fin, no olvi-demos que estamos hablando de la Facul-tad de Artes y Humanidades que ha decaído considerablemente, perdón, si es que en algún momento ha estado de pie. Esto sin mencionar lo que está ocurriendo en las otras facultades, donde tengo entendido se da prelación a especialistas y magísteres, existiendo doctores con los perfiles de for-mación requeridos para dicho fin.

No se trata de descalificar magísteres y especialistas, como ellos en muchos casos suelen hacerlo con los doctores, se tra-ta de respetar las jerarquías académicas como ocurre en todas las universidades. Con todo esto, quiero dejar claro que la universidad no puede seguir cayendo en la dinámica de la escisión académica y la po-larización sin sentido, pues de antemano sé que muchos magísteres y especialistas verdaderamente han entregado su vida y dedicación a la Universidad y que también ellos tienen todo el derecho a regularizar su situación laboral. Por ello es fundamen-tal que las directivas de la universidad en sus diferentes dependencias, se han regi-das por personas idóneas sanamente ele-gidas por meritocracia, para evitar lo que ocurre en artes y al parecer en otras facul-tades. La administración debería pensar en volver a las elecciones públicas de deca-naturas, para apostarle a la transparencia y que verdaderamente los decanos sean personas idóneas que nos representen, no “pseudo-burócratas” de turno que accio-nan como muñecos de ventrílocuo.

¿Será que la Rectora está al tanto de todo lo que sucede, será que todo está ocu-rriendo a sus espaldas? Lo que sí es claro, es que de abrirse convocatoria con todas estas inconsistencias, el discurso acadé-mico de la actual administración quedaría deslegitimado, más cuando el Ministerio de Educación aún no se ha pronunciado sobre las denuncias que a este respecto se han en-tablado. Hace unos ocho años alguien muy acertadamente dijo que la Universidad de Pamplona, en ese entonces, se parecía mu-cho a Colombia, creo que no se equivocó, hoy en día se sigue pareciendo en la impe-riosa necesidad de procesos públicamente democráticos. Con todo este contubernio de mezquindades que ha ocasionado la “Con-vocatoria” me pregunto quién maneja ver-daderamente los hilos de esta universidad, es más, ¿quién toma las decisiones “acadé-micas”?

Nuestra universidad históricamente se había caracterizado por su fuerte tradición académica y pedagógica, hoy desafortuna-damente las decisiones académicas pare-cieran estar en las manos de “tecnócratas del saber” que, como no supieron ganarse la vida ejerciendo las profesiones que eligie-ron, deciden “escampar” en la academia, evidenciando en gran medida su falta de amor por el ejercicio docente y su falta de amor por la institución que no es vista sino con los ojos del usufructúo.

Hoy hablo con la propiedad que me da el hecho de estar vinculado a esta universi-dad desde que tengo uso de razón, es más creo que desde mucho antes, pues esta “Alma Mater” me constituye en la sangre bajo la visión que tuvo su fundador Rafael Faría, visión que dista mucho de lo que hoy en día vemos. Por dicha razón la Univer-sidad de Pamplona me duele como a muy pocos, dentro de esos pocos quizá debo incluir a los miembros fundadores que aún quedan, y a quienes propenden por la dignificación del ejercicio docente, en este pantagruélico festín de mezquindad y “ca-rroñaje”, en lo que Faria jamás pensó que ocurriría y así lo dejaba ver en sus pala-bras:

“Feliz mil veces el estado que no tenga que escogitar mediocridades para el desem-peño del foro, de la política y el magisterio, que vea los puestos públicos desempeña-dos por hombres de idoneidad, carácter y honradez; que no se halle forzado a colocar groseras medianías a la cabeza de sus artes, ciencias, empresas y profesiones…” Rafael Faria (Fundador 1960)

Hoy, por salud mental en torno a la rei-vindicación ética de mis derechos, debo quemar las naves y hacer catarsis para anunciar, como en su época lo hiciera el vi-lipendiado Agamenón: ¡Que arda Troya!

Cesar Augusto Parra Méndez PHDDocente Desempleado Facultad de Artes

y Humanidades. Universidad de Pamplona.

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NOTIASPU Agosto de 201116

El ambiente continúa caldeado y como se vislumbraba desde hacía unos meses la “convocatoria”, sin estar abierta, ya deja muchas cosas que desear, es un asunto bi-zantino que no da claridad en muchos as-pectos, revestida de algunos “pasajes os-curos” que hacen pensar que el asunto está viciado. Algunos sectores, como siempre los menos favorecidos, dicen que los perfiles que se eligieron ya tienen nombre propio, es decir, la apertura pública de la convoca-toria es solo un sofisma de distracción para lo que ya está decidido. ¿Estará viciado el proceso? ¿El asunto será tan transparente como lo anuncia la administración?

Por ahora, solo queda hacer pregun-tas, claro que, como siempre sin esperar respuestas, porque en últimas donde no existe la crítica, es decir el ejercicio del cri-terio, anida la mediocridad.

¿Quiénes armaron los perfiles para cada facultad? En el caso de los profesores del Plan Doctorando, es decir Doctores, ¿es lógico que quienes decidan si es pertinente convo-carlos o no, sean Magísteres o Especialistas? Eso solo ocurre en esta universidad. ¿Dónde queda la jerarquía académica cuando las per-sonas encargadas de armar los perfiles no tienen la formación determinada ni dominan la materia de perfiles doctorales que requie-ren de una especificidad concreta? A estas alturas en torno al Plan Doctorando parece ser que solo tendrán cabida aquellos que con su servilismo, muy poco “docto”, vendieron sus conciencias al decano de turno o tácita-mente callaron en la defensa de sus propios derechos. Los perfiles al parecer ya están montados, no se sabe bajo qué criterios, pero ya podemos vislumbrar algún atisbo del manejo que se le está dando a este árido asunto. No se nos haga extraño que a estas alturas ya se hayan “diseñado industrialmen-te” los perfiles de amigos, familiares y espo-sas de decanos cuyas convocatorias ya tienen nombre propio, no importando que tengan verdaderamente la suficiencia académica o no. Me pregunto: ¿quién evaluará estos ca-sos, pares externos, o la sociedad del mutuo elogio? Nótese que al parecer abrirán perfi-les en algunos casos muy específicos, donde solo hace falta el nombre del beneficiado y en otros casos los dejaran tan abiertos que muchos de los aspirantes no sabrán a ciencia cierta a cuál programa se están presentando.

El caso del Plan Doctorando tiene su punto aparte, al parecer armaron perfiles

muy específicos para los “doctos”, que su-pieron “lamer” al sátrapa de turno, en otros casos ni se tuvieron en cuenta a los doctores de dicho plan. Quiero dejar en claro que los estudios doctorales son específicos, es de-cir, cada doctorado tiene una línea episte-mológica y académica bien definida en la cual uno decide formarse para acceder a un campo investigativo muy concreto. Por consiguiente, las convocatorias se abren so-licitando los perfiles demandados en cada caso, nótese los perfiles requeridos por las Universidades de Antioquia, Universidad del Tolima, Universidad del Atlántico todos muy claros y definidos que dan prelación a la formación doctoral.

En el caso de la Unipamplona al pare-cer en unos programas dejarán perfiles tan abiertos, que pondrán a competir por pocos cupos, a licenciados de diferentes disciplinas y con formación doctoral muy disímil de las exigencias requeridas, argu-mentando que “Educación es Educación”. Este es un verdadero insulto a la academia, a la inteligencia y a nuestra formación doc-toral. Pareciera que la intención es que nos “despedacemos” unos con otros en función de una migaja, mientras tanto, en otras fa-cultades al parecer dejarán entrar gente hasta con especialización. Puede que exista la voluntad de la rectora de solucionar las problemáticas del Plan Doctorando y de abrir convocatoria pública y transparente, eso quiero pensar, de lo contrario sería una excelente jugada de ajedrez, abrir una con-vocatoria sin garantías para hacer una “Pi-latada”, (El término es mío) es decir, aquella costumbre muy puesta de moda por Poncio Pilato de lavarse las manos, en este caso argumentando que se abrió convocatoria para todas y todos, y que el asunto radica en que no pasaron.

Me pregunto: ¿cómo vas a pasar en una convocatoria cuyo perfil no es el tuyo, sien-do que quienes te evalúan pueden no tener la mínima idea de tus estudios o mejor aún, respaldan unas relaciones de poder no muy académicas? Con esa acción, si las sospechas no me traicionan, se estaría deslegitimando la exigencia manifiesta y derecho a contra-prestar dignamente, en condiciones labora-les de equidad como lo anuncia la norma.

Volviendo al ajedrez, sería algo así como sacrificar algunas “torres” y “alfiles” del Plan Doctorando, para que “coronen” y sean nombrados algunos peones. Es una juga-

da indolente, pero ciertamente, de indolen-cia está plagada la naturaleza humana.

Ahora bien, ¿cuál es el temor de algunos docentes de planta en que entren los del Plan Doctorando? Podría pensarse que en muchos casos se teme la delación indirecta de la mediocridad y las falencias académi-cas, esta actitud deja ver el parroquialis-mo mezquino que nos asiste que para nada concuerda con el espíritu universitario. Debería ser justo lo contrario, una apertura hacia las nuevas propuestas que oxigenen el discurso al interior de la universidad en pos del crecimiento colectivo y de construir unidad académica. Es curioso que en la ma-yoría de universidades en el país requieren doctores en todas las áreas de formación, mientras que nuestra universidad después de haberles formado y de invertir cuantio-sas sumas de dinero en dicha empresa, les deja ir por falta de garantías laborales dig-nas como ya ha ocurrido en muchos casos.

Poniendo un ejemplo: ¿quién evaluaría un doctor en Artes Visuales?... ¿un licen-ciado en química con doctorado en biolo-gía?, ¿un licenciado en educación física con doctorado en “física cuántica”?, o es que, ¿acaso el discurso manido de “Educación es educación” nos mete a todos en un mismo crisol, desconociendo la formación especí-fica para cada caso, en función de una su-puesta igualdad de condiciones? Las opor-tunidades deben ser las mismas para todos y todas pero no podemos confundirlas con las especificidades formativas y acadé-micas, de lo contrario ¿ese mismo doctor en Educación y Artes Visuales teniendo el máximo título de formación académica no podría evaluar el concurso de los diseñado-res industriales? No nos asustemos es solo otro ejemplo. En la convocatoria de la Uni-pamplona lo mejor sería en todos los ca-

La diatriba de Agamenón¡No habrá convocatoria!...…Para los que no tengan la “Influenza o influencia”? … gripa aviar que al parecer carcome todas las instituciones públicas en nuestro país y que como toda gripa aviar también infecta a los buitres y aves de rapiña.

Universidad

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