Informalidad

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  • InformalIdad laboral en la ProvIncIa de mendoza

    Caractersticas y polticas para promover la formalizacin

  • InformalIdad laboral en la ProvIncIa de mendoza

    Caractersticas y polticas para promover la formalizacin

    fabio bertranou I ral mercauSilvia Jardel I rodrigo Gonzlez

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    Copyright Organizacin Internacional del Trabajo, 2011.Primera edicin, 2011.

    Informalidad laboral en la provincia de Mendoza / Fabio Bertranou, Ral Mercau, Silvia Jardel, Rodrigo Gonzlez, Oficina de Pas de la OIT para la Argentina. Buenos Aires, OIT; Gobierno de Mendoza, Ministerio de Produccin,Tecnologa e Innovacin, 2011.

    Economa informal - estadsticas del trabajo - trabajadores informales - trabajador independiente - empleo informal - po-ltica laboral - poltica de empleo - empresa - Argentina.

    ISBN: 978-92-2-325605-0 (versin impresa)ISBN: 978-92-2-325606-7 (versin web pdf)

    Datos de catalogacin de la OIT

    Impreso en Argentina

    AdvertenciaEl uso de un lenguaje que no discrimine ni marque diferencias entre hombres y mujeres es una de las preocupaciones de nuestra Organizacin. Sin embargo, no hay acuerdo entre los lingistas sobre la manera de cmo hacerlo en nuestro idioma. En tal sen-tido y con el fin de evitar la sobrecarga grfica que supondra utilizar en espaol o/a para marcar la existencia de ambos sexos, hemos optado por emplear el masculino genrico clsico, comprendiendo que todas las menciones en tal gnero representan siempre a hombres y mujeres.

  • Prlogo

    El abordaje de las causas que originan la economa informal y de las consecuencias que esta genera en el funcionamiento del mercado de trabajo ha sido una de las prioridades definidas en el Programa de Trabajo Decente de Argentina para el perodo 2008-2011, por quienes integran la Organizacin Internacional del Trabajo en el pas. Desde esta perspec-tiva, el Programa de Trabajo Decente incluye como objetivo prioritario la reduccin de la economa informal y del empleo no registrado, mientras otro objetivo prioritario se vincula con la ampliacin de la proteccin social. Esta caracterstica alcanza una enorme relevan-cia debido a que la falta o la insuficiente cobertura de la seguridad social constituye una de las manifestaciones ms acuciantes de la informalidad.

    Actualmente, numerosos trabajadores desarrollan sus actividades laborales y generan sus ingresos en condiciones de informalidad, es decir, sin que sus tareas cumplan con los requisitos que califican como trabajo decente. Bajos e irregulares ingresos, falta de cobertura de la seguridad social, ausencia de proteccin contra accidentes laborales, en-tre otros, son caractersticas que exacerban la precariedad del vnculo laboral de estos trabajadores. Frente a este escenario, la OIT manifiesta una permanente preocupacin, tanto por realizar el anlisis de este segmento especfico del mercado laboral como por colaborar con las polticas y los programas que buscan otorgar ms y mejor proteccin a las actividades catalogadas como independientes.

    Dada la organizacin institucional federal de Argentina, los esfuerzos realizados desde la esfera del Gobierno nacional y desde los actores sociales de ese nivel se ven comple-mentados por las acciones que realizan los gobiernos subnacionales, en particular, los gobiernos provinciales. Por este motivo, resulta relevante analizar el conjunto de acciones, para promover y apoyar tanto la formalizacin como las condiciones para generar trabajo decente en el nivel provincial. En ese sentido, este documento constituye un aporte y toma como caso particular el de la Provincia de Mendoza.

    A partir de una solicitud realizada en 2009 por el gobernador de la Provincia de Mendoza, Celso Jaque, para recibir apoyo para un relevamiento de informacin especializada sobre la informalidad laboral y de polticas y programas dirigidos a alentar la formalizacin de la economa en la provincia, la Oficina de la OIT en Argentina dise algunas actividades de cooperacin tcnica. De este modo, junto con el apoyo tcnico del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nacin se asisti a la Direccin de Estadsticas e Inves-tigaciones Econmicas que depende del Ministerio de Produccin, Tecnologa e Innova-cin del Gobierno de la Provincia de Mendoza para concretar el relevamiento mediante un Mdulo de Informalidad Laboral aplicado a la Encuesta Permanente de Hogares del Gran Mendoza. Simultneamente, se realiz un informe que relev y sistematiz las polticas y

  • los programas provinciales destinados a atender la problemtica de la economa informal en el mbito provincial.

    Estas dos principales fuentes de informacin estadstica y de polticas, junto con otras fuentes nacionales y provinciales, permitieron la elaboracin de esta publicacin, que pre-tende ser un aporte a la visin de la informalidad laboral en el mbito provincial, con la conviccin de que, adems de los esfuerzos nacionales, las polticas provinciales poseen un protagonismo relevante para cumplir con la meta de lograr ms y mejor trabajo decente.

    La coordinacin tcnica de la cooperacin con la Provincia de Mendoza estuvo a cargo del Especialista en Mercado de Trabajo y Proteccin Social de la OIT en Argentina, Fabio Bertranou, siendo la contraparte provincial el Ministro de Produccin, Tecnologa e Innova-cin, Ral Mercau. Los documentos que han servido de base para la elaboracin de este informe fueron realizados por los consultores Silvia Jardel y Rodrigo Gonzlez. Durante las diferentes instancias de trabajo, el equipo de cooperacin tcnica recibi el apoyo de Mar-ta Novick, Diego Schleser y Lila Schachtel del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nacin y, en especial, de las autoridades de la Cooperadora de la Facultad de Ciencias Econmicas de la Universidad Nacional de Cuyo para el relevamiento del Mdulo de Informalidad.

    Marcelo Castro FoxDirector, Oficina de Pas de la OIT para la Argentina

  • ndice

    Reconocimientos

    Introduccin

    Captulo 1. Caracterizacin de la informalidad en la Provincia de Mendoza

    1.1. Aspectos conceptuales y antecedentes de medicin

    1.2. Medicin de la informalidad en Mendoza Criterios adoptados y fuentes utilizadas

    1.3. Caractersticas de la informalidad laboral en Mendoza

    1.4. Determinantes de la informalidad. Anlisis condicionado para trabajadores asalariados e independientes

    Captulo 2. Polticas en la Provincia de Mendoza destinadas a aumentar la formalidad

    2.1. Esquema conceptual para la caracterizacin y clasificacin de las polticas y los programas destinados en la Provincia de Mendoza a aumentar la formalidad

    2.2. Innovaciones institucionales: la creacin de la Direccin de Empleo

    2.3. Polticas y programas orientados a unidades productivas

    2.4. Actividades de la Provincia de Mendoza destinadas a la promocin y proteccin social de la poblacin vulnerable

    2.5. Polticas nacionales para la promocin y proteccin del empleo

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  • Captulo 3. Consideraciones finales

    3.1. La informalidad en las unidades productivas informales

    3.2. La informalidad en las unidades productivas formales

    3.3. La informalidad de personas ocupadas en los hogares

    3.4. Desafos para las polticas pblicas destinadas a la formalizacin en la Provincia de Mendoza

    Referencias bibliogrficas

    Anexo

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  • 9Reconocimientos

    El presente documento tiene dos fuentes principales de informacin. Por el lado esta-dstico, la generada en la Direccin de Estadsticas e Investigaciones Econmicas (DEIE) dependiente del Ministerio de Produccin, Tecnologa e Innovacin del Gobierno de la Provincia de Mendoza. Por ello, debe realizarse un reconocimiento a su directora, Mara Ins Crisafulli y a Silvia de Miguel, responsable del relevamiento de la Encuesta Perma-nente de Hogares, junto con su equipo. Tambin se expresa un reconocimiento al apoyo brindado por Julio Contreras, de la Cooperadora de la Facultad de Ciencias Econmicas de la Universidad Nacional de Cuyo, institucin que permiti gestionar el operativo de im-plementacin del Modulo de Informalidad.

    La segunda fuente de informacin la constituyen las polticas y los programas nacionales, provinciales y municipales. En este aspecto, se expresa un reconocimiento especial a las siguientes personas: Jos Luis lvarez (Director del Fondo Provincial para la Transfor-macin y el Crecimiento de Mendoza); Mario Adaro (ex Ministro de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, actual Ministro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza); Dora Balada (Directora de Empleo de la Provincia de Mendoza, Ministerio de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos); Leonardo Barros (Promocin Econmica, Ministerio de Produc-cin, Tecnologa e Innovacin); Laura Cardone (Gerente Subprograma Formacin Tcnico Profesional del Programa Mendoza Productiva); Javier Castrillejo (Director de Asuntos Ju-rdicos, Subsecretara de Trabajo, Ministerio de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Mendoza); Jimena Corchuelo Blasco (Coordinadora del Observatorio de la Seguridad Social, Secretara General - ANSES); Robison Fernndez (Director de Pro-mocin PyME; Ministerio de Produccin, Tecnologa e Innovacin de Mendoza); Cristian Funes (Director de Cooperativas y Mutuales, Ministerio de Desarrollo Humano, Familia y Comunidad); Cecilia Gatta (Jefa de Asesores del Ministerio de Produccin, Tecnologa e Innovacin); Florencia Giunta (Gerente del Subprograma Financiamiento, Mendoza Pro-ductiva); Viviana Guardia (Directora de Sistemas, Informacin, Monitoreo y Evaluacin, Ministerio de Desarrollo Humano, Familia y Comunidad); Daro Gutirrez (Coordinador Ge-neral de Inspecciones Laborales, Higiene y Seguridad, Ministerio de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Mendoza); Pablo Frigol (Subsecretario de Fi-nanciamiento del Ministerio de Hacienda); Carina Lebedinsky (Coordinadora de Polticas Activas, Gerencia de Empleo y Capacitacin Laboral Mendoza, MTEySS); Jos Luis Malfa Gold (de la Direccin de Estadsticas e Investigaciones Econmicas de Mendoza); Emilia Marchena (Coordinadora de la Encuesta de Condiciones de Vida, Direccin de Estads-ticas e Investigaciones Econmicas de Mendoza); Nidia Martini (Ministra de Desarrollo Humano, Familia y Comunidad); Paola Mauvezn (del rea promocin, de la Direccin de Cooperativas y Mutuales, Ministerio de Desarrollo Humano, Familia y Comunidad); Ral Morales (Subdirector de Fiscalizacin, Direccin General de Rentas, Ministerio de Ha-

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    cienda); Alicia Morani (Asesora Tcnica de la Direccin de Educacin de Jvenes y Adul-tos, Direccin General de Escuelas); Roberto Muoz (Jefe del Departamento de Asuntos Tcnicos, Subdireccin de Legales y Tcnica, Direccin General de Rentas, Ministerio de Hacienda); Marta E. Navarro (Jefa del Departamento de Fiscalizacin Externa, Subdirec-cin de Fiscalizacin, Direccin General de Rentas, Ministerio de Hacienda); Pablo Ojeda (Director Ejecutivo del Programa Mendoza Productiva); Pablo Olaiz (del Fondo Provincial para la Transformacin y el Crecimiento de Mendoza); Diego Pettignano (Gerente de Em-pleo y Capacitacin Laboral Mendoza, Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nacin); Sergio Rodrguez (Subdirector de Educacin Tcnica y Trabajo, Direccin General de Escuelas); Rodolfo Quiroga (Director General de Rentas, Ministerio de Hacien-da); Alejandra Rapacioli (Gerente del Subprograma Clusters, Mendoza Productiva); Hctor Rasso (Gerente de Prestaciones, ANSES); Gustavo Trpodi (Presidente de Mendoza Fidu-ciaria); Carlos Villa (Subdirector de Desarrollo Institucional, Direccin General de Rentas, Ministerio de Hacienda); Alejandro Viudez (Subdirector de Educacin Bsica, Direccin de Educacin de Jvenes y Adultos, Direccin General de Escuelas); y Alejandro Zlotolow (Director de Produccin y Empleo de la Municipal de Godoy Cruz).

    Finalmente, los autores agradecen los comentarios y sugerencias de Luis Casanova y de Evelyn Vezza de la Oficina de la OIT en Argentina.

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    Introduccin

    Introduccin

    Este documento forma parte de una de las actividades previstas en el Programa de Tra-bajo Decente de Argentina para el perodo 2008-2011 de la Organizacin Internacional del Trabajo, pues la reduccin de la economa informal y del empleo no registrado constituye uno de los objetivos prioritarios de este programa. En esta lnea de trabajo, se detect la necesidad de ampliar el conocimiento sobre las experiencias que realizan las provincias y que son complementarias de las impulsadas por el Gobierno nacional en polticas y programas para promover la formalizacin del trabajo. Tambin se identific la necesidad de ampliar las fuentes de informacin relativas a la medicin del nivel y la composicin de la informalidad laboral en el mbito provincial. Para ello, y a partir de la experiencia impul-sada por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nacin en 2005 sobre el aglomerado Gran Buenos Aires, se reprodujo un relevamiento estadstico similar en el Gran Mendoza, durante el cuarto trimestre de 2009. A partir de la informacin recabada, y junto con la novedosa fuente estadstica provincial denominada Encuesta de Condiciones de Vida, se procedi a confeccionar un mapa de las principales caractersticas que adopta la informalidad en la Provincia de Mendoza.

    Las polticas y los programas nacionales tienen una gravitacin fundamental sobre la eco-noma y el mercado de trabajo provincial. Sin embargo, existe evidencia que permite de-mostrar que las polticas y los programas provinciales, como as tambin la accin de diversos actores locales, tambin poseen un papel importante en la definicin de la es-tructura econmica provincial y sobre el tipo y calidad de las polticas dirigidas a impulsar una efectiva formalizacin laboral.

    De esta manera, los objetivos de este informe se vuelven mltiples. Por un lado, realizar una caracterizacin del nivel y la composicin de la economa informal en materia laboral, a partir de nuevos desarrollos estadsticos como lo son, principalmente, el Mdulo de Informalidad relevado con la Encuesta Permanente de Hogares en 2009, y la Encuesta de Condiciones de Vida de 2009. Este ltimo instrumento adquiere representatividad a escala departamental y cuenta con la virtud de haber recabado informacin tanto en los mbitos urbanos como en los rurales. El segundo objetivo del documento consiste en aportar un cuerpo sistematizado de las principales polticas y los programas desarrollados en el mbito de la Provincia, los cuales adquieren impactos directos o indirectos en las posibilidades de formalizacin de las unidades econmicas y de los trabajadores. Esta sistematizacin pone especial atencin sobre las polticas y los programas que ha impul-sado el Gobierno de la Provincia de Mendoza dado que las acciones nacionales ya han recibido ms atencin y mayor divulgacin. Finalmente, el tercer objetivo es realizar una sucinta apreciacin acerca de cules son los desafos que implican los niveles actuales de

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    informalidad y del alcance y los desafos que plantean las polticas provinciales en el caso de Mendoza.

    La estructura del documento se desarrolla en tres captulos, que se organizan a continua-cin de esta introduccin. El primer captulo caracteriza la informalidad en la Provincia de Mendoza, partiendo desde los aspectos conceptuales histricos y recientes, desarrolla-dos principalmente a partir de las propuestas que han emanado desde la Organizacin Internacional del Trabajo. Este captulo incluye una explicacin de los criterios y fuentes utilizadas para la medicin del fenmeno y sus principales rasgos. El Mdulo de Informa-lidad de la Encuesta Permanente de Hogares permite desarrollar una nueva lectura de la situacin de la informalidad, combinando informacin de las unidades econmicas con la tradicional observacin de la situacin de los trabajadores. Finalmente, este captulo bus-ca indagar en los determinantes de la informalidad al realizar un anlisis condicionado, con tcnicas economtricas simples, tanto para el caso de los trabajadores asalariados como de los trabajadores independientes.

    En el segundo captulo, se abordan las polticas y los programas de la Provincia de Men-doza que estn dirigidos, directa e indirectamente, a disminuir la informalidad laboral, junto con la mencin de algunas acciones de orden nacional centradas especficamente en grupos vulnerables que se encuentran en contextos de informalidad. Para ello, se pro-pone un esquema conceptual simplificado desarrollado para alcanzar su caracterizacin y clasificacin. Un aspecto de particular relevancia en materia institucional lo constituye la creacin de la Direccin de Empleo, que ha permitido enriquecer el enfoque de las po-lticas provinciales introduciendo explcitamente la problemtica del empleo, con el firme propsito de superar lo que se realizaba en el pasado y que consista en abordar casi ex-clusivamente el tema de las relaciones laborales y los conflictos que ellas generaban. Este captulo desarrolla la descripcin de las polticas y los programas provinciales en dos con-juntos: los que estn orientados esencialmente a las unidades productivas y los que co-rresponden a la promocin y proteccin social de la poblacin vulnerable. Finalmente, se caracterizan y describen las polticas nacionales destinadas a la promocin y proteccin del empleo. De esta manera, sin buscar concretar un relevamiento absolutamente exhaus-tivo sobre la totalidad de las acciones, el captulo presenta un mapa bastante completo de las medidas llevadas a cabo por los gobiernos desde los distintos niveles de la estructura federal, ya sea de manera individual, colaborativamente o, incluso, desde acciones que involucran a diferentes actores privados.

    Por ltimo, el tercer captulo desarrolla un conjunto de consideraciones finales que inclu-yen aspectos involucrados con: las expresiones de la informalidad en las unidades pro-ductivas informales, la informalidad en las unidades productivas formales y la informalidad que caracteriza a las personas ocupadas en tareas domsticas en los hogares. Finalmen-te, se subrayan ciertos desafos que presentan las polticas pblicas dirigidas a fomentar la formalizacin en la Provincia de Mendoza.

    Resulta importante destacar que la realizacin de este informe fue posible gracias a los esfuerzos no solo de los autores durante su diseo y redaccin sino tambin gracias a

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    las numerosas personas e instituciones que aportaron su trabajo y sus conocimientos en la generacin y sistematizacin de informacin estadstica y acerca de polticas. Una de las principales conclusiones a las que puede arribarse es que si bien los esfuerzos fueron significativos estos debern continuarse y profundizarse. En este sentido, es necesario establecer mecanismos regulares de relevamiento y seguimiento de las principales va-riables que denotan la presencia del fenmeno de la informalidad. Ya que, frente a esta problemtica, existe una responsabilidad colectiva que alcanza no solo al gobierno y a los principales actores organizados del mundo del trabajo, sino tambin a cada ciudadano y ciudadana. Por esta razn, ser necesario profundizar el debate sobre las polticas y ac-ciones que los actores y tambin la ciudadana pueden implementar, con el fin de reducir la presencia de aquellas relaciones laborales que presuponen la informalidad, para incentivar con ello la eficiencia econmica, la equidad social y el desarrollo productivo, tanto en el nivel local como nacional.

    Introduccin

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    caracterizacin de la informalidad en la Provincia de mendoza

    1.1. Aspectos conceptuales y antecedentes de medicin

    La informalidad como fenmeno socioeconmico ha presentado una importante diver-sidad de propuestas respecto de su conceptualizacin y medicin. Este aspecto se ha visto reflejado en nutridas visiones alternativas y en debates tericos que, a lo largo de los ltimos aos, han generado disyuntivas acerca de los posibles mecanismos de medicin que permitiran analizar la problemtica.

    Como durante las ltimas dcadas la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT) ha te-nido un papel protagnico, aproximando distintos aspectos conceptuales y mecanismos de medicin destinados a captar el fenmeno de la informalidad, a continuacin se resu-men algunos de estos rasgos, para luego destacar cules han sido las recomendaciones recientemente realizadas por la Conferencia Internacional del Trabajo y por la Conferencia Internacional de Estadsticos del Trabajo, buscando abordar la informalidad laboral.

    Hacia 1972, el Informe del Programa Mundial del Empleo de la OIT sobre Kenia comenz a plasmar una de las primeras versiones modernas acerca del concepto de informalidad. En ese momento, el documento ya adverta sobre la escasa presencia de trabajadores asalariados y empresarios, al tiempo que identificaba a lo formal, con el empleo asalariado desarrollado en empresas registradas legalmente, y a lo informal, con el trabajo por cuenta propia o en unidades de pequea escala.

    A la vez, el informe sobre Kenia destacaba que las prcticas laborales informales se ca-racterizaban por el fcil ingreso a la actividad productiva, la utilizacin de capital propio, el predominio de la propiedad familiar de las empresas, las pequeas escalas de operacio-nes comerciales realizadas, la baja intensidad en el uso de tecnologa junto con la eleva-da intensidad en el uso de fuerza de trabajo, con predominio de habilidades y destrezas adquiridas fuera del sistema educativo, entre otras caractersticas especficas (OIT, 1972).

    Por otra parte, las prcticas informales estaban altamente relacionadas con trabajadores pobres y con ingresos insuficientes, dada la baja productividad de sus ocupaciones, si bien los ingresos que obtenan estos trabajadores resultaban mayores si se desarrollaban en el sector informal urbano que si los obtenan a partir de tareas agrcolas. Por lo tanto, las actividades informales constituan la principal fuente de empleo de los pobres en las ciudades y representaban una alternativa para absorber el excedente de mano de obra que no encontraba empleo en las zonas urbanas.

    Luego del aporte conceptual realizado en el Informe sobre Kenia, la OIT comenz a poner mayor atencin sobre el problema del empleo en los pases en desarrollo. Durante los aos setenta, por ejemplo, la problemtica laboral de estos pases no pasaba tanto por la

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    desocupacin como por los insuficientes ingresos que reciba gran parte de las personas ocupadas y subocupadas (Tokman, 2001).

    A partir de entonces, surgi el concepto de sector informal, el cual prontamente se na-turaliz, se difundi y empez a ser aplicado en varios pases en desarrollo. Poco a poco, se fue reconociendo la complejidad del fenmeno pero tambin la existencia de ciertas particularidades que hacan necesario adaptar enfoques a cada contexto histrico, social y econmico. En este marco, el PRELAC (Programa Regional de Empleo para Amrica Latina y el Caribe) de la OIT se convertira en un centro de investigacin sobre la temtica desde comienzos de la dcada de 1970.

    Algunos trabajos realizados especialmente para Amrica Latina visualizaban a la informali-dad desde una doble perspectiva. La primera visin consideraba que el sector informal era el resultado del excedente de mano de obra que no poda acceder a empleos de calidad en los sectores modernos. En este contexto, el sector informal se desenvolvera predo-minantemente con un comportamiento anticclico, aumentara en los perodos de ajuste y creciente desempleo, y se contraera en las etapas de expansin. Por otro lado, una segunda visin determinaba que el sector informal era el resultado de la distribucin y fle-xibilizacin de los procesos de produccin y trabajo que daban lugar a la subcontratacin de mano de obra, lo que generaba mayores posibilidades de evasin de las obligaciones laborales.

    Para el PRELAC, el sector informal comprenda a empresas y trabajadores ocupados en actividades no organizadas (en trminos econmicos y en trminos jurdicos), que utili-zaban procesos tecnolgicos simples y estaban insertas en mercados competitivos. A la vez, la fuerza laboral del sector informal se compona por personal ocupado en empre-sas pequeas no modernas, trabajadores independientes con bajos niveles educativos y trabajadores que desarrollan tareas (remuneradas) en el servicio domstico, entre otras categoras (PRELAC, 1976).

    De modo complementario, durante esos mismos aos, otra publicacin de un experto de la OIT realizara un importante aporte para la medicin del sector informal, que inmediata-mente sera tomado como punto de referencia. Ese trabajo sugera que el sector informal estaba compuesto por un conjunto de micro y pequeas empresas que cumplan con al menos uno de los siguientes criterios: ser unidades econmicas pequeas (se estableca un nmero mximo de trabajadores), operar al margen de las normas legales y regla-mentarias, constituir unidades con trabajadores de escasa instruccin o con participacin familiar en la produccin, y tener lugares de trabajo semifijos o totalmente mviles (Sethu-raman, 1976).

    Otro enfoque conceptual que se desarroll y tom mayor influencia durante los aos ochenta estableca que el sector informal constitua una consecuencia del sistema capi-talista, debido a un inherente proceso de maximizacin de ganancias. En este contexto, la mayor competencia exiga a las empresas modernas reducir costos de produccin, un aspecto que las lleva a eludir las regulaciones laborales y la proteccin social como meca-

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    nismos de recomposicin de la rentabilidad. En este contexto, la actividad informal estaba caracterizada directamente por el incumplimiento del marco regulatorio y era una conse-cuencia de la excesiva regulacin estatal que afecta al libre funcionamiento del mercado e impide un desarrollo pleno de la unidades econmicas (De Soto, 1987; Portes, Castells y Benton, 1989).

    Aos ms tarde, en 1991, la OIT promovi la idea de que el sector informal estaba com-puesto por muy pequeas unidades de produccin y distribucin de bienes y servicios, las cuales pertenecan casi siempre a productores y trabajadores independientes que solan emplear a miembros de la familia, asalariados o aprendices. Estas unidades disponen de muy poco capital, utilizan tcnicas rudimentarias y mano de obra escasamente calificada, por lo tanto, su productividad es baja y quienes se desempean en ellas suelen tener em-pleos inestables e ingresos reducidos e irregulares.

    Para entonces, resultaba claro que los numerosos aportes y debates sobre la problemti-ca no haban logrado conjugar y sintetizar criterios unificados para conceptualizar y medir el fenmeno de la informalidad. El concepto basado en las empresas del sector informal, por ejemplo, resultaba insuficiente para reflejar la multiplicidad de formas que caracteriza-ba a la informalidad laboral.

    Esta falta de precisin incentiv a que se realizara una profunda revisin en la definicin y medicin utilizadas para caracterizar el fenmeno y, desde la OIT, se propuso desarrollar un enfoque conceptual ms amplio, que permitiera relacionar y complementar el concepto de empleo en el sector informal, basado en las unidades productivas, con el concepto de empleo informal, basado en el puesto de trabajo.

    El nuevo enfoque se formaliz a partir de 2002, cuando la 90 Conferencia Internacional del Trabajo estableci la necesidad de instaurar el concepto de economa informal para toda actividad econmica desarrollada por unidades productivas o por trabajadores, que no estuviera cubierta o solo lo estuviera parcialmente, por el marco jurdico y reglamenta-rio. De este modo, el cumplimiento normativo pas a constituir el eje central a la hora de definir a una unidad productiva y a un trabajador, como formal o como informal. En este nuevo acercamiento a la temtica, el concepto resulta ser ms general que los que haban sido expuestos anteriormente, ya que no solo incluye a las relaciones de produccin sino tambin a las relaciones de empleo.

    La nueva visin no implic eliminar el trmino de sector informal (que abarca solo a las unidades de produccin informales), sino incluirlo dentro de la economa informal, que considera adicionalmente la situacin de todos los trabajadores que no estn suficiente-mente cubiertos por las leyes laborales, incluso a quienes se encuentran empleados en unidades formales de produccin. En definitiva, este nuevo enfoque permiti contemplar al empleo informal como el conjunto de puestos de trabajo informales que se desarrollan tanto en empresas informales como en empresas formales (Hussmanns, 2004).

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    1.2. Medicin de la informalidad en MendozaCriterios adoptados y fuentes utilizadas

    Tal como fuera mencionado en la introduccin de este documento, la informacin estads-tica utilizada para medir la informalidad surge principalmente del Mdulo de Trayectorias Laborales aplicado a la Encuesta Permanente de Hogares, el cual es similar al utilizado para el relevamiento del Gran Buenos Aires, en 2005 (MTEySS, 2007). La encuesta realiza-da en Mendoza por la Direccin de Estadsticas e Investigaciones Econmicas durante el cuarto trimestre de 2009 (que cont con el apoyo de la OIT y del Ministerio de Trabajo, Em-pleo y Seguridad Social de la Nacin) complement y permiti profundizar las dimensiones de informalidad relevadas tradicionalmente en la EPH, e indag acerca del cumplimiento de las normas tributarias, contables y laborales por parte de las unidades productivas y de los trabajadores independientes. A la vez, la informacin obtenida contempl dos dife-rentes secciones, segn fuera la categora ocupacional de los trabajadores, identificando, por un lado, a los asalariados y, por otro, a los trabajadores independientes (en este caso, a los trabajadores por cuenta propia y patrones). Estas secciones permiten identificar y caracterizar, de manera autnoma, la formalidad de la unidad de produccin en la cual se desempean los trabajadores y, tambin, la formalidad de cada trabajador.

    Las bases conceptuales y metodolgicas empleadas para medir la informalidad en Men-doza toman como referencia los siguientes documentos: El Trabajo Decente y la econo-ma informal (OIT, 2002); Directrices sobre una definicin estadstica de empleo informal, adoptadas por la Decimosptima Conferencia Internacional de Estadsticos del Traba-jo (OIT, 2003), y La informalidad laboral en el Gran Buenos Aires, una nueva mirada (MTEySS, 2007).

    La economa informal es actualmente definida como el conjunto de unidades producti-vas y trabajadores que desarrollan sus actividades al margen de los marcos legales que regulan las relaciones de los actores econmicos.

    En el caso de las unidades productivas, se considera que estas son informales cuando no cumplen con la totalidad de las normas tributarias, contables y laborales. Por oposicin, las unidades productivas formales cumplen como mnimo con alguna de las obligacio-nes tributarias, contables y/o laborales, por lo tanto, este grupo de empresas resulta muy heterogneo ya que contempla diferentes niveles de cumplimiento de los marcos legales.

    Para el caso de los trabajadores, se define como asalariados informales a los ocupa-dos en relacin de dependencia que se encuentran fuera de la proteccin impuesta por la legislacin laboral (traducido a trminos empricos, esto sera similar a lo que ocurre con el empleo no registrado, pues se consideran como informales aquellos trabajadores a quienes no se les realizan los descuentos jubilatorios). Por otro lado, se definen como trabajadores independientes informales aquellos que ejercen su actividad laboral pero que evaden sus obligaciones tributarias, contables y previsionales.

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    Grfico 1.1. Informalidad: unidades productivas y trabajadores

    Es relevante destacar que, segn la definicin adoptada, las unidades productivas infor-males solo generan trabajo (asalariado e independiente) informal. Este empleo precario es creado en unidades en las cuales predominan fuertes restricciones de rentabilidad y productividad. Una situacin diferente se configura con el trabajo informal creado en uni-dades productivas formales, en cuyo caso se trata de asalariados precarios que desarro-llan sus actividades en empresas que poseen niveles de rentabilidad que les permiten, al menos en parte, cumplir con sus obligaciones legales.

    Tambin resulta importante destacar que esta base estadstica permite utilizar una defini-cin de informalidad que surge de los conceptos adoptados durante la 90 Conferencia Internacional del Trabajo de 2002 y a partir de las sugerencias realizadas en la 17 Confe-rencia Internacional de Estadsticos del Trabajo del ao 2003.

    Como sntesis, a partir de la conceptualizacin general mencionada, a continuacin se describen los criterios especficos que han sido utilizados en el Mdulo de la EPH para definir a las unidades productivas y a los trabajadores informales.

    a) Determinacin de unidades productivas informales: en el caso de los independientes, se establece la informalidad de la unidad productiva

    en caso de que el cuentapropista o patrn nunca se haya anotado en los registros ad-ministrativos correspondientes para realizar su actividad econmica;

    en asalariados del sector privado, se establece la informalidad de la unidad de pro-duccin cuando los trabajadores declaran que desarrollan sus actividades en empresas que no emiten facturas o tickets, no llevan registros contables y no tienen ningn em-pleado registrado;

    para el caso de los trabajadores asalariados del sector pblico, se estableci que desarrollan sus actividades en unidades productivas formales.

    b) Determinacin de trabajadores informales: los trabajadores independientes informales son quienes desarrollan su actividad eco-

    actores econmicosaccin que determina

    la informalidadcaractersticas que

    asume la informalidad

    Informalidad: unidades productivas y trabajadores al margen de las normas legales que regulan sus activi-dades

    Unidades productivas

    TrabajadoresActividades laborales al margen de la norma

    Insercin laboral precaria y desproteccin social

    Fuente: MTEySS (2007).

    Incumplimiento total de las normas tributarias, contables y laborales

    Escala de negocios reduci-da, poco visible, escasa vinculacin con el sector formal

    definicin

  • Informalidad laboral en la Provincia de mendoza

    22

    nmica sin inscribirse en los registros administrativos correspondientes (se aplica el mismo criterio que el utilizado para definir la unidad de produccin); los asalariados del sector pblico y privado informales son quienes declararon en la encuesta que no les realizaron los descuentos jubilatorios; adicionalmente, se consider como trabajadores informales a los trabajadores inde-pendientes cautivos (es decir, a quienes trabajan para un solo cliente, aun cobrando con factura por honorarios) y a los trabajadores familiares sin remuneracin.

    Cuadro 1.1. Criterios para identificar la informalidad

    clasificacin categora ocupacional criterios para su identificacin

    formalIdad de la unIdad de ProduccIn

    formalIdad del trabaJador

    unidad productiva formal

    Hogares

    trabajadores informales

    unidad productiva informal

    trabajadores formales

    Independientes

    Asalariados del sector privado

    Independientes

    Asalariados

    Servicio domstico

    Independientes

    Independientes

    Asalariados del sector privado

    Asalariados del sector privado

    Asalariados

    Servicio domstico

    Servicio domstico

    Independientes cautivos / Trab. familiares sin salario

    Asalariados del sector pblico

    Se anot alguna vez o se anot y realiza sus pagos regularmente.

    El lugar donde trabaja el asalariado es una casa de familia.

    No se anot nunca.

    Sin descuento jubilatorio.

    No se anot nunca.

    Se anot alguna vez o se anot y realiza sus pagos regularmente.

    Unidades productivas que emiten facturas o tickets y/o llevan libros de contabilidad y/o se acude a los servicios de un contador, y/o presenta algn trabaja-dor registrado.

    Unidades productivas que no emiten facturas o tickets, no llevan libros de contabilidad, no acuden a los servicios de un contador y no presentan ningn trabajador registrado.

    Con descuento jubilatorio.

    Fuente: MTEySS (2007).

  • caracterizacin de la informalidad en la Provincia de mendoza

    23

    Finalmente, es importante mencionar que desde la perspectiva de las relaciones de pro-duccin, las unidades informales presentan una insercin econmica vulnerable ya que ven limitadas sus vinculaciones comerciales con la economa formal, poseen restricciones para acceder al marco jurdico y judicial que les garantice el cumplimiento de los contra-tos, y poseen un acceso casi nulo al sistema financiero. Estas unidades productivas tienen limitaciones para afrontar los costos de regularizar sus operaciones ante la ley, debido, fundamentalmente, a sus bajos niveles de productividad y rentabilidad. Desde la perspectiva de las relaciones de empleo, puede observarse que los trabajadores asalariados informales tienden a mostrar un alto nivel de vulnerabilidad ya que, al realizar actividades que estn fuera del marco legal, no poseen acceso a la cobertura previsional, no cuentan con una jornada regulada de trabajo, ni tienen acceso a vacaciones pagas, aguinaldo, indemnizacin, seguro mdico, cobertura por riesgo de trabajo y salario mni-mo, entre otros beneficios. Estos trabajadores se caracterizan por ocupar empleos gene-ralmente inestables; sus ingresos resultan bajos e irregulares, y se encuentran en posicin de desventaja, ya que tienen limitadas sus posibilidades de organizarse gremialmente para reclamar por sus derechos, todos beneficios de los que gozan quienes se encuentran en la economa formal.

    Por otro lado, los trabajadores independientes informales (es decir, quienes desarrollan su actividad fuera del marco legal) tambin poseen una situacin restrictiva respecto de poder ejercer sus derechos, generar ingresos y acceder a los beneficios del sistema previsional.

    Recuadro 1.1. Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) en la Provincia de Mendoza

    Adems del Mdulo de Informalidad de la EPH de 2009, Mendoza cuenta para el mismo ao con otro relevamiento denominado Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), que fue realizado por la Direccin de Estadsticas e Investigaciones Econ-micas de Mendoza.

    Esta encuesta se realiza en toda la provincia y posee similar caracterizacin so-cioeconmica y laboral que la EPH. Sin embargo, su principal ventaja consiste en que representa a ms del 95% de la poblacin provincial y, por su tamao muestral, permite obtener informacin laboral representativa para el total de los Departamen-tos de la provincia de Mendoza, para los sectores urbano y rural, y para todas las actividades econmicas (incluida la del sector agropecuario).

    Mediante la informacin contenida en la ECV solo puede identificarse la formalidad laboral de los trabajadores asalariados, lo que permite determinar si el trabajador realiza cotizaciones a la seguridad social. A pesar de no ser posible establecer la informalidad de las unidades productivas (y, por definicin, la de los trabajadores independientes), de todos modos se decidi utilizar la informacin que surge de la ECV, para complementar ciertas dimensiones de la caracterizacin de los trabajado-

  • Informalidad laboral en la Provincia de mendoza

    24

    res asalariados, quienes representan la mayor proporcin del empleo. Las estadsticas analizadas a partir de la ECV se presentan en el Recuadro 1.3., en pgina 34.

    Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) y Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Comparacin de informacin seleccionada

    ecv (2009) ePH (Iv trimestre de 2009)

    total de registros

    Poblacin representada

    variables socioeconmicas

    Identificacin de trabajadoresasalariados formales e informales

    Identificacin de trabajadores in-dependientes formales e informales

    Identificacin de unidades productivas formales e informales

    representatividad de la muestra

    apertura geogrfica

    variables laborales

    29.633

    1.662.000

    Caracterizacin completa de perso-nas y hogares

    S

    No

    No

    Caracterizacin completa de personas y hogares

    S

    S

    S

    Total de Departamentos de Mendoza, sectores urbano y rural

    Permite apertura por Departamento.Permite apertura para sectores urba-no y rural

    Categoras ocupacionales, Remune-raciones, Sector de actividad econ-mica, Tamao de unidad productiva, entre otras

    2380

    898.000

    Aglomerado urbano del Gran Mendoza

    No permite apertura por Departamento.No permite apertura para sectores ur-bano y rural

    Categoras ocupacionales, Remunera-ciones, Sector de actividad econmica (excepto sector Agropecuario), Tamao de unidad productiva, entre otras

    1.3. Caractersticas de la informalidad laboral en Mendoza

    a) Caracterizacin de la informalidad para el total de los ocupados

    Durante el cuarto trimestre de 2009, la informalidad laboral alcanz al 40,6% de los 373 mil ocupados que trabajan en el Gran Mendoza. Es importante notar que, como se observa en el Cuadro 1.2., la informalidad se genera mayoritariamente en tres tipos de sectores con caractersticas diferentes: las unidades productivas informales (14,9%), las unidades productivas formales (15,2%) y los hogares (6,2%).1

    Las unidades productivas informales desarrollan su actividad al margen de las normas laborales, impositivas, contables y previsionales, por lo tanto, carecen de visibilidad legal.

    1. Es necesario destacar que las desagregaciones sucesivas en la muestra de la EPH generan un error estadstico creciente y reducen la precisin de las cifras estimadas, por lo tanto, los resultados expuestos deben ser tomados como una aproximacin.

  • caracterizacin de la informalidad en la Provincia de mendoza

    25

    Como ya se destac anteriormente, la informalidad originada en este sector es una de las consecuencias del insuficiente desarrollo econmico y productivo, aspecto que redunda en la existencia de actividades con reducidos mrgenes de rentabilidad, que crean empleo en situaciones de extrema vulnerabilidad.

    Por otro lado, las unidades productivas formales, a pesar de contratar sus asalariados al margen de la normativa laboral, cumplen con alguna de las normas impositivas, por lo cual estas empresas s presentan visibilidad legal y muestran una mnima capacidad econmi-ca que les permite cumplir con parte de sus compromisos legales.

    Finalmente, la situacin de los hogares tambin constituye un caso particular, en tanto no realizan una actividad comercial que busque obtener una ganancia ni utilizan el trabajo para generar valor. Por el contrario, los hogares consumen los servicios del trabajo contra-tando personal generalmente relacionado con tareas de servicio domstico.

    Cuadro 1.2. Trabajadores ocupados segn formalidad del trabajo y de la unidad productiva

    La distribucin del total de los trabajadores informales segn la categora ocupacional permite realizar las siguientes observaciones: a) el 64% representa a asalariados que se desempean en hogares, en unidades formales o en unidades informales; b) el 28% est constituido por trabajadores independientes que se desempean como cuentapropistas o patrones; y c) el 8% son trabajadores familiares que no obtienen remuneracin (vase el Grfico 1.2).

    Dentro del 64% de los asalariados informales, el grupo ms importante (representado por un 37%) est conformado por ocupados asalariados que se desempean en unidades productivas formales, el segundo grupo relevante lo forman mayoritariamente mujeres que desarrollan sus actividades en hogares sin gozar de los beneficios previsionales (15%) y, luego, se encuentran los asalariados que se desempean en empresas informales (y re-presentan un 8%).

    Dentro del 28% constituido por trabajadores independientes informales, el grupo ms relevante lo conforman los trabajadores por cuenta propia (26%), quienes enfrentan un elevado nivel de vulnerabilidad econmica ya que poseen emprendimientos muy peque-os (no cuentan con personal asalariado a su cargo) y desarrollan su actividad totalmente

    ocupados en

    UNIDADES PRoDUCTI-vAS foRMAlES

    55,9%

    0,0%

    71,1%

    15,2%

    0,0%

    0,0%

    14,9%

    14,9%

    0,5%

    0,0%

    6,7%

    6,2%

    1,7%

    1,4%

    7,3%

    4,3%

    58,1%

    1,4%

    100,0%

    40,6%

    UNIDADES PRoDUCTI-vAS INfoRMAlES

    HoGARES SIN ESPECIfICAR ToTAl

    ocupados formales

    Sin especificar

    total

    ocupados informales

    Fuente: DEIE, Mdulo de Informalidad para Mendoza, IV trimestre de 2009.

  • Informalidad laboral en la Provincia de mendoza

    26

    al margen de las normativas laborales y contables. Con una participacin mucho menor se encuentran luego los patrones, cuya principal diferencia con los cuentapropistas reside en que han contratado personal asalariado en forma permanente.

    Grfico 1.2. Trabajadores informales segn categora ocupacional y formalidad de la unidad productiva

    Asalariados en Hogares, 15.2 %

    Asalariados en Unidades informales, 8,5 %

    Asalariados sin especificar, 2,6 %

    Trabajadores familiares sin remuneracin, 8 %

    Trabajadores por cuenta propia, 26,1 %

    Patrones, 2,1%

    Asalariados en Unidades formales, 37,5 %

    Fuente: DEIE, Mdulo de Informalidad para Mendoza, IV trimestre de 2009.

    Fuente: DEIE, Mdulo de Informalidad para Mendoza, IV trimestre de 2009.

    Desde la dimensin de gnero, se advierte que el fenmeno de la informalidad alcanza 10 puntos porcentuales ms entre las mujeres (47%) que entre los varones (36%). La principal explicacin de esta disparidad se debe a que, a diferencia de los varones que no trabajan prcticamente en hogares, el 23% del total de las mujeres trabaja en el empleo domstico, precisamente la actividad que manifiesta el mayor nivel de informalidad de la economa provincial (con una incidencia superior al 90%).

    Grfico 1.3. Trabajadores ocupados segn formalidad laboral y sexo

    Mujeres 48%

    0% 10% 20% 30% 40% 50%

    47%

    36%

    Varones 52%Mujeres

    Varones

    b. distribucin de la informalidada. Incidencia de la informalidad

  • caracterizacin de la informalidad en la Provincia de mendoza

    27

    No obstante, al considerar la incidencia de la informalidad sobre las mujeres sin contemplar el empleo domstico, los ratios descienden significativamente a niveles cercanos al 30%, dado que las mujeres tambin poseen una participacin elevada en otros sectores con fuer-te presencia del sector pblico, donde la informalidad presenta una menor incidencia.

    En definitiva, la participacin del empleo femenino se encuentra concentrada, por un lado, en un sector donde la incidencia de la informalidad es muy elevada (empleo domstico) y, por otro lado, en sectores donde la incidencia de la informalidad es reducida (Administra-cin pblica, Educacin y Salud).

    Desde la perspectiva de la distribucin de los ocupados informales, segn su pertenencia de gnero, se advierte que, dado que son ms los varones ocupados, estos representan el 52% del total de los trabajadores informales.

    Desde el punto de vista etario, la informalidad muestra una incidencia marcadamente ma-yor entre los ms jvenes (menores de 24 aos), donde alcanza al 64% de los trabajado-res. Las edades centrales y mayores, en cambio, muestran menores niveles de informali-dad, con el 37% y el 38%, respectivamente.

    Grfico 1.4. Trabajadores ocupados segn formalidad laboral y edad

    Ms de 50 aos

    Entre 25 y 49 aos

    Hasta 24 aos

    0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70%

    38%

    37%

    64%

    Ms de 50 aos, 25%

    Entre 25 y 49 aos, 54%

    Hasta 24 aos, 21%

    b. distribucin de la informalidada. Incidencia de la informalidad

    Fuente: DEIE, Mdulo de Informalidad para Mendoza, IV trimestre de 2009.

    Otras caractersticas ocupacionales que se destacan en el grupo de los jvenes, respecto del resto de los grupos etarios, son los mayores niveles de empleo que estos obtienen por tiempo parcial, subocupacin horaria demandante o empleo con duracin definida. Adems, la problemtica laboral de los jvenes tambin presenta particularidades que estn relacio-nadas con sus menores niveles de educacin y calificacin frente a las tareas realizadas.

    Sin embargo, a pesar de este dato, la informalidad constituye un fenmeno de elevada envergadura (superior al promedio del mercado) incluso entre los jvenes que alcanzan los mayores niveles de educacin formal y realizan tareas que exigen mayores niveles de calificacin. Este aspecto podra estar indicando que, si bien la formacin para el trabajo provoca el efecto de mejorar la calidad de los empleos que pueden obtener los jvenes,

  • Informalidad laboral en la Provincia de mendoza

    28

    la adaptacin y la experiencia en el mercado tambin resultan factores que contribuyen a reducir el impacto de la informalidad sobre este grupo.

    Dentro de los grupos etarios analizados, se advierten algunos aspectos distintivos en cuanto a las categoras ocupacionales en las que las personas se desarrollan. Por ejem-plo, entre los trabajadores jvenes se destaca una elevada concentracin relativa (respec-to del promedio de los ocupados) en el empleo asalariado y, entre los trabajadores del gru-po etario de mayor edad, una elevada concentracin relativa en el empleo independiente. Para ilustrar este hallazgo, puede afirmarse que 9 de cada 10 trabajadores jvenes son asalariados, aunque en este caso los trabajadores en relacin de dependencia pero sin aportes a la seguridad social explican gran parte de la elevada informalidad. Mientras lo contrario sucede en el rango etario de los mayores, donde de cada 10 trabajadores, casi 4 son independientes y 6 son asalariados, lo que determina que la informalidad entre los asalariados sea relativamente baja (en relacin con el promedio de mercado) y la informa-lidad de los independientes sea comparativamente elevada.

    En trminos de distribucin, el grupo ms joven representa solo el 21% del total de los trabajadores informales ya que los jvenes poseen una baja participacin en el mercado laboral. Contrariamente, como los trabajadores en edades centrales poseen una elevada participacin en el mercado, ellos pasan a representar a ms de la mitad del total de los ocupados informales.

    Grfico 1.5. Trabajadores ocupados segn formalidad laboral y nivel educativo

    Superior completo

    Superior incompleto

    Secundaria completa

    Secundaria incompleta

    Hasta primaria completa

    0% 10% 20% 30% 40% 50% 60%

    37%

    64%

    17%

    33%

    40%

    53%

    58%

    Superior completo9%

    Superior incompleto13%

    Secundaria completa22% Secundaria incompleta

    21%

    Hasta primaria completa35%

    b. distribucin de la informalidad

    a. Incidencia de la informalidad

    Fuente: DEIE, Mdulo de Informalidad para Mendoza, IV trimestre de 2009.

  • caracterizacin de la informalidad en la Provincia de mendoza

    29

    Finalmente, la incidencia de la informalidad muestra una relacin inversa con el nivel edu-cativo alcanzado, y resulta elevada entre quienes tienen hasta primaria completa (el 58%) y marcadamente menor cuando se alcanza el nivel superior completo (con un 17%).

    Cabe destacar que las mayores cadas en la incidencia de la informalidad se presentan entre los niveles secundario incompleto y completo (all se reduce la incidencia del fen-meno del 53% al 40%) y entre los niveles superior incompleto y completo (la incidencia de la informalidad se reduce del 33% al 17%). Estas tendencias estaran advirtiendo que en el mercado laboral existe un reconocimiento de las certificaciones que indican la finalizacin de los ciclos educativos. Por lo tanto, la terminalidad educativa se comporta como un se-guro contra la informalidad que aumenta de manera relevante las posibilidades de ocupar un empleo de mejor calidad.

    En trminos de la distribucin de la informalidad segn el nivel educativo, puede observarse que el 56% del total de los trabajadores no alcanz a finalizar el nivel secundario completo y que un 22% finaliz el secundario pero no avanz hacia el nivel superior. Al respecto, es inte-resante comparar estas cifras y las anteriormente reportadas en esta seccin, con las obte-nidas a partir del relevamiento sobre informalidad en el Gran Buenos Aires para el ao 2005. El Recuadro 1.2. sintetiza brevemente, y sin pretender realizar una comparacin exhaustiva, algunas de las similitudes y diferencias observadas en ambos aglomerados urbanos.

    Recuadro 1.2. Mdulos de Informalidad, en Gran Mendoza (2009) y en Gran Buenos Aires (2005)

    El Mdulo de Informalidad aplicado en el Gran Mendoza durante el cuarto trimestre de 2009 posee los mismos criterios metodolgicos y las mismas dimensiones que fueron estudiadas con el Mdulo que fuera aplicado en el Gran Buenos Aires, duran-te el cuarto trimestre de 2005. A pesar de la distancia temporal que separa a estos dos relevamientos estadsticos, pueden desatacarse ciertas similitudes y diferencias en las tendencias y en la composicin de la informalidad en ambos aglomerados.

    Luego de la crisis econmica ocurrida entre los aos 1999 y 2002, Argentina experi-ment entre 2003 y 2008 un ciclo de elevado crecimiento econmico y mostr tasas anuales de aumento en el producto interno bruto (PIB) que oscilaron entre el 9% y el 7%. Hacia finales del ao 2008, la economa comenz a desacelerar su crecimien-to y durante 2009 el PIB aument solo un 0,9%. En este contexto econmico, la tasa de empleo asalariado no registrado, que haba superado al 43% durante 2003, comenz a descender levemente hasta alcanzar un 42% en el cuarto trimestre de 2005. Luego, desde el inicio de 2006 hasta mediados de 2008, se generaron impor-tantes cadas en la tasa de informalidad; a partir de entonces la tasa se mantuvo relativamente estable y alcanz un 35,2% en el cuarto trimestre de 2009. Esta cada de casi 7 puntos porcentuales observada en la tasa de informalidad nacional entre 2005 y 2009 resulta similar a lo ocurrido tanto en el Gran Mendoza como en el Gran Buenos Aires, donde la informalidad entre los asalariados se redujo en 8,5 y 6,5 pun-tos porcentuales, respectivamente, durante igual perodo.

  • Informalidad laboral en la Provincia de mendoza

    30

    Desde la perspectiva de la distribucin del total de los ocupados informales, los m-dulos de informalidad permiten destacar que tanto en el Gran Mendoza como en el Gran Buenos Aires, los trabajadores independientes representan aproximadamente al 30% del total de los ocupados informales, mientras los trabajadores asalariados en hogares representan al 16%. Sin embargo, dentro de los asalariados en unidades productivas se destacan ciertas particularidades. El Gran Mendoza muestra una ma-yor proporcin de asalariados informales en unidades productivas formales respecto del Gran Buenos Aires (37,5% versus 30%) y una menor proporcin de asalariados informales en unidades productivas informales (8,5% versus 17%).

    En relacin con las principales caractersticas sociodemogrficas analizadas, puede contemplarse una similar distribucin de la informalidad por sexo y por grupos de edad, y ciertas disparidades en la participacin por nivel educativo. El Gran Mendoza presen-ta una menor proporcin de trabajadores informales con nivel educativo hasta primaria completa respecto del Gran Buenos Aires (35% versus 42%) y una mayor proporcin de informales con mejor nivel educativo secundaria completa (22% versus 17%).

    Fuente: MTEySS (2007) y DEIE (2011).

    b. Caracterizacin de la informalidad para los trabajadores asalariados

    Dentro del grupo de los trabajadores en relacin de dependencia, la incidencia de la in-formalidad laboral en el Gran Mendoza alcanza un 35,6%. Tambin se manifiesta que los empleadores de estos asalariados no cumplen con las normativas laborales establecidas y, en particular, no realizan aportes a la seguridad social. A propsito de esta situacin, puede citarse que, entre los debates que se generan sobre la problemtica de la informalidad, se encuentra la pregunta sobre el carcter voluntario o involuntario del fenmeno, ya que este podra ser el resultado de decisiones tomadas por los propios trabajadores, relacionadas con la maximizacin de sus ingresos y utilidades, o, contrariamente, podra ser el resultado de la falta de alternativas de empleo formal, lo que obligara a determinado grupo de trabajadores a caer en la informalidad como nica opcin frente al desempleo.

    En este sentido, debe destacarse que prcticamente la totalidad de los asalariados infor-males del Gran Mendoza (97%) manifiesta que sus empleadores solo los aceptaban en esa situacin de precariedad. Adems, este escenario no vara considerablemente por el sexo, la edad o el nivel educativo. Una elevada proporcin de estos trabajadores tambin declara que el trabajo informal actual es el nico que consiguieron. En definitiva, todos estos aspectos resaltan el fuerte carcter involuntario que exhibe el fenmeno en la gran mayora de los casos de asalariados informales en el Gran Mendoza.

    En relacin con las trayectorias laborales, es interesante destacar que casi 6 de cada 10 asalariados informales nunca trabajaron en un puesto formal por lo menos durante un

  • caracterizacin de la informalidad en la Provincia de mendoza

    31

    ao, mientras que en 5 de cada 10 casos de trabajadores informales el empleo actual se constituye como la primera experiencia laboral.

    Esta inexperiencia en puestos formales se agrava en el grupo de los ms jvenes, donde casi 9 de cada 10 asalariados informales menores de 25 aos expresaron que nunca ha-ban trabajado en puestos formales por lo menos durante un ao. Este aspecto refuerza la hiptesis que afirma que la informalidad constituye la puerta de ingreso al mercado laboral para un muy elevado grupo de jvenes.

    Cuadro 1.3. Trabajadores asalariados ocupados, segn formalidad del trabajo y de la unidad productiva

    asalariados en

    UNIDADES PRoDUCTI-vAS foRMAlES

    61,3%

    82,2%

    20,9%

    0,0%

    4,8%

    4,8%

    0,7%

    9,2%

    8.5%

    2.3%

    3,7%

    1,4%

    64,3%

    100,0%

    35,6%

    UNIDADES PRoDUCTI-vAS INfoRMAlES

    HoGARES SIN ESPECIfICAR ToTAl

    asalariados formales

    total

    asalariados informales

    Fuente: DEIE, Mdulo de Informalidad para Mendoza, IV trimestre de 2009.

    De modo similar a lo que ocurre en el punto anterior, la informalidad laboral entre los asa-lariados (35,6%) puede desagregarse en tres grupos que representan situaciones diferen-tes: 1) un 20,9% se genera entre trabajadores informales contratados por unidades pro-ductivas formales (que cumplen al menos parcialmente con las regulaciones impositivas); 2) un 4,8% se genera entre trabajadores informales contratados por unidades productivas informales (que se encuentran al margen de todas las normas legales); y 3) un 8,5% se genera entre trabajadores informales contratados por hogares. A continuacin, se carac-teriza por separado a los asalariados que se desempean en hogares y a aquellos otros que lo hacen en unidades productivas.

    ASAlArIADoS En hogArESComo se destac anteriormente, los asalariados que desarrollan sus actividades en hoga-res constituyen una situacin especial en tanto que las familias, a diferencia de las empre-sas formales e informales, no realizan una actividad comercial que persiga como objetivo obtener una ganancia econmica. En tal sentido, las familias no utilizan la actividad de sus empleados como un factor de produccin para agregar valor.

    Por otro lado, el trabajo domstico se encuentra regulado por un estatuto particular (la Ley N 326/56), el cual fue sufriendo sucesivas modificaciones que apuntaron a regularizar y flexibilizar la contratacin de los trabajadores de esta actividad.2 Por estas razones espe-

    2. La Ley N 25.239 de 1999 estableci la obligatoriedad para el empleador de realizar aportes y contribuciones a la seguridad social para toda trabajadora domstica que trabaje 6 o ms horas semanales. Posteriormente, en el ao 2005, la Ley N 26.063 brind al empleador la posibilidad de deducir del impues-to a las ganancias el salario y las cargas sociales correspondientes a la contratacin de empleo domstico (con un tope de $4200 en 2005, el cual alcanz los $12.960 en 2011), al tiempo que tambin se simplific el sistema de registro y el pago de aportes.

  • Informalidad laboral en la Provincia de mendoza

    32

    ciales, resulta aconsejable caracterizar en diferentes apartados a los trabajadores informales que se desempean en los hogares de aquellos otros que se desempean en empresas.

    Del total de los asalariados del Gran Mendoza, el 9,2% trabaja en hogares y la gran ma-yora de ellos se dedica al empleo domstico. Prcticamente la totalidad de estos trabaja-dores son mujeres y 9 de cada 10 carecen de aportes a la seguridad social. Este aspecto, en particular, define a la actividad como la ms informal de toda la economa provincial.

    Desde la perspectiva etaria y educativa, en el empleo domstico informal predominan las mujeres con edades centrales (2 de cada 3 poseen entre 25 y 49 aos) y con bajos niveles educativos (2 de cada 3 no finaliz el nivel secundario).

    Otra caracterstica que distingue a este grupo de los ocupados informales es la jornada reducida, pues casi la mitad de los asalariados posee una dedicacin horaria menor a las 16 horas semanales. Por otra parte, y para tener un parmetro de comparacin, puede destacarse que solo el 10% de los asalariados informales que se desempean en empre-sas posee una jornada laboral menor a las 16 horas semanales.

    Sin embargo, a pesar de la elevada difusin que posee la jornada reducida en el grupo de asalariados informales en hogares, resulta importante destacar que solo un 12% del total trabaja menos de 6 horas semanales y, por lo tanto, est eximido de realizar aportes y contribuciones segn la normativa que regula la actividad.

    Por lo tanto, las exenciones contempladas en el rgimen del empleo domstico para la jornada reducida no resultan suficientes para explicar la elevada informalidad que se ma-nifiesta en el relevamiento, ya que la incidencia de este fenmeno alcanza a casi el 100% de los asalariados en hogares que trabajan entre 6 y 15 horas, y al 85% de los asalariados en hogares que trabajan 16 horas y ms.

    Desde la perspectiva de los ingresos, puede subrayarse que el salario percibido por hora trabajada resulta prcticamente el mismo entre los asalariados formales y los informales. Esta similitud, que resulta atpica respecto de lo sucedido entre los asalariados de las em-presas, muestra la existencia de valores de referencia similares tanto para la contratacin formal como para la informal en el sector del empleo domstico.

    Sin embargo, a pesar de la similitud en el ingreso horario, los asalariados informales de los hogares muestran ingresos mensuales promedio que resultan casi un 40% menores res-pecto de los ingresos de los asalariados formales ($980 versus $565). Pero esta diferencia se explica casi exclusivamente por la disparidad en las horas promedio trabajadas por cada grupo, ya que, como se advirti antes, la jornada laboral reducida incide fuertemente en el grupo de los asalariados informales y con menor intensidad en el grupo formalizado.

    Los trabajadores informales en hogares poseen ingresos medios significativamente bajos respecto de otros grupos de asalariados comparables, por ejemplo, respecto de los asa-lariados informales en unidades productivas informales (cuyo salario mensual promedio se

  • caracterizacin de la informalidad en la Provincia de mendoza

    33

    aproximaba a los $1000). Esta situacin coloca a las mujeres que se encuentran en esta actividad informal como un grupo en extrema vulnerabilidad social, sobre todo cuando se advierte que por cada 10 mujeres ocupadas informalmente en hogares: 7 poseen hijos (en promedio 3 hijos por trabajadora), 7 carecen de obra social, plan de salud privado o servicio de emergencia y ms de 2 son jefas de hogar.

    ASAlArIADoS En unIDADES proDucTIVAS ForMAlES E InForMAlESLos asalariados informales de unidades productivas presentan una elevada concentracin de jvenes, mayor presencia de bajos niveles educativos, menores niveles de antigedad laboral y mayor proporcin de jornadas laborales reducidas.

    Muchas de estas caractersticas resultan an ms sesgadas entre los asalariados que se desempean en unidades informales, donde se advierte una importante presencia de varones jvenes que, en su mayora, no finalizaron el nivel secundario y poseen una expe-riencia laboral muy acotada.

    Cuadro 1.4. Distribucin de los asalariados segn formalidad de la unidad productiva y caracterstica seleccionada

    total asalariados

    asalariados formales EN UNIDADES foRMAlES EN UNIDADES INfoRMAlES

    asalariados informales

    39%61%

    46%54%

    17%61%22%

    41%37%22%

    37%37%21%5%

    26%19%19%15%21%

    39%61%

    51%49%

    10%65%25%

    41%37%22%

    39%39%20%2%

    30%21%20%13%16%

    33%52%15%

    26%36%38%

    33%35%22%10%

    14%19%21%18%28%

    40%33%27%

    13%29%58%

    40%24%21%15%

    6%6%

    12%18%58%

    43%57%

    31%69%

    30%70%

    42%58%

    Mujeresvarones

    Hasta 24 aosEntre 25 y 49 aos50 aos y ms

    Ms de 5 aosEntre 1 y 5 aosMenos de 1 ao

    JefeNo jefe

    Superior completoSuperior incompletoSecundaria completaSecundaria incompletaHasta primaria completa

    46 horas y msEntre 35 y 45 horasEntre 15 y 34 horasHasta 14 horas

    Sexo

    edad

    antIGedad

    Jefe de HoGar

    nIvel educatIvo

    Jornada laboral

    Fuente: elaboracin propia sobre la base de DEIE, Mdulo de Informalidad para Mendoza, IV trimestre de 2009.

  • Informalidad laboral en la Provincia de mendoza

    34

    Recuadro 1.3. Informalidad en asalariados por Departamentos, a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida de Mendoza - 2009

    La Encuesta de Condiciones de Vida de Mendoza permite estimar un nivel de in-formalidad en asalariados cercana al 38% para toda la provincia. Esta tasa resulta del 47% para el sector rural y del 35% para el sector urbano, mientras la brecha, con diferentes matices, se observa prcticamente en todos los Departamentos de la provincia.

    Geogrficamente existe una elevada dispersin en los ndices de informalidad. En el extremo superior (vase el Panel A del grfico presente en este Recuadro), se encuen-tran el Departamento de General Alvear, donde la informalidad alcanza al 59% de los asalariados, y otros Departamentos donde la informalidad oscila entre un 50% y un 46% (La Paz, Tunuyn y Lavalle). En trminos de ocupacin, estos cuatro Departa-mentos son relativamente pequeos y aportan el 8% del empleo asalariado provincial.

    Algunas caractersticas productivas que distinguen a estas zonas de alta informalidad son: la elevada incidencia del sector agropecuario (el cual llega a triplicar al promedio provincial) y de actividades relacionadas con la construccin, por un lado, y la baja in-cidencia de sectores como la industria y el comercio, por el otro. En algunos de estos Departamentos, la importancia que adquiere el sector agropecuario como generador de empleo y la alta informalidad del sector rural explica gran parte de la tasa promedio departamental. En el nivel agregado, adems, puede advertirse que en estos cuatro Departamentos el producto medio por trabajador se encuentra por debajo del prome-dio simple para el total de ellos (vase el Panel B del mismo grfico).

    En un nivel medio de informalidad puede ubicarse un amplio conjunto de otros De-partamentos, que representan a casi el 80% del total de los asalariados ocupados, cuyas tasas se encuentran entre 42% y 35%.

    En este grupo se encuentran todos los Departamentos del Gran Mendoza (Las He-ras, Guaymalln, Godoy Cruz, Maip y Lujn) con excepcin de Mendoza Capital, los cuales aportan casi el 60% de los puestos de trabajo asalariados de la provincia. Desde la perspectiva productiva, el Gran Mendoza presenta como caracterstica distintiva general una baja participacin del sector agropecuario, con elevada par-ticipacin de la industria y del comercio. El producto por trabajador en este grupo de Departamentos se encuentra por debajo del promedio (con excepcin de Lujn, debido a su actividad con la refinera de petrleo), sin embargo, estos grandes aglo-merados urbanos conforman un mercado laboral profundamente interconectado con el Departamento de Capital, donde se desempean laboralmente muchos de los habitantes que residen en el Gran Mendoza. En un importante nmero de es-tos grandes centros, puede observarse que la informalidad vinculada con el sector urbano es muy similar al promedio provincial pero que la informalidad de su sector rural es muy superior al promedio. Este ltimo dato no resulta menor, ya que estas

  • caracterizacin de la informalidad en la Provincia de mendoza

    35

    actividades aportan el 9% del empleo asalariado en estos cuatro Departamentos del Gran Mendoza (vase el Panel A del grfico).

    Dentro de este segundo grupo de zonas con informalidad media, tambin se en-cuentran Departamentos pequeos poblacionalmente pero que aportan el 6% del empleo asalariado (Tupungato, Junn y San Carlos) y otros centros urbanos ms grandes (como San Martn, en el este de la provincia, y San Rafael, en el sur) que aportan el 17% del empleo asalariado. Desde la perspectiva econmica, si bien en todos estos Departamentos el sector agropecuario es importante, los aglomerados ms grandes poseen una estructura que muestra mayor similitud con el Gran Men-doza, con mayor presencia del sector comercio y de ciertos servicios privados.

    Finalmente, se distinguen cuatro Departamentos con bajas tasas de informalidad (cercanas al 30%) que representan a poco ms del 10% del empleo asalariado pro-vincial. Aqu se encuentran Departamentos econmicamente muy heterogneos, como Mendoza Capital, Malarge, Santa Rosa y Rivadavia. En relacin con el em-pleo sectorial, en Capital se encuentra una elevada participacin relativa respecto del promedio provincial en sectores de servicios privados, como la intermediacin financiera, los servicios empresariales y de comercio, y aquellas actividades en la cuales predomina el empleo pblico (como la Administracin pblica, la Educacin y la Salud). En Malarge, tambin se advierte una elevada participacin del empleo pblico, sumado a sectores relacionados con el turismo y las actividades primarias. Finalmente, en Rivadavia y Santa Rosa, tambin existe una elevada participacin ocupacional en actividades con elevada presencia del empleo pblico y en activida-des ejercidas en el sector agropecuario.

    Grfico Recuadro 1.3. Incidencia de la informalidad laboral en asalariados por Departamento

    Panel a. Informalidad de asalariados en los sectores urbano y rural

    0%5%

    10%15%20%25%30%35%40%45%50%55%60%65%70%75%80%

    Riva

    davi

    a

    Sant

    a Ro

    sa

    Mal

    arg

    e

    Capi

    tal

    Jun

    n

    San

    Rafa

    el

    San

    Mar

    tn

    San

    Carlo

    s

    Godo

    y Cr

    uz

    Luj

    n

    Guay

    mal

    ln

    Las

    Hera

    s

    Mai

    p

    Tupu

    ngat

    o

    Lava

    lle

    Tunu

    yn

    La P

    az

    Gene

    ral A

    lvea

    r

    Total Sector rural Sector urbano

  • Informalidad laboral en la Provincia de mendoza

    36

    Panel b. Informalidad laboral y Producto bruto Geogrfico medio por trabajador, 2009*

    360340320300280260240220200180160140120100806040

    20% 25% 30% 35% 40% 45% 50% 55% 60% 65%

    200

    Prod

    ucto

    Med

    io p

    or T

    raba

    jado

    r

    Informalidad laboral

    Fuente: a partir de la Encuesta de condiciones de Vida (DEIE) de Mendoza y del producto Bruto geogrfico por Departamento (DEIE). nota: * producto Bruto geogrfico sin sector Minas y canteras.

    Desde la perspectiva de gnero, puede observarse que la incidencia de la informalidad so-bre los asalariados afecta por igual a las mujeres y a los varones, con tasas que alcanzan al 30%. En todo caso, la diferencia entre ambos grupos se advierte al analizar el tipo de unidad productiva que genera la informalidad, pues all se revela cmo las unidades informales crean una mayor proporcin de empleo informal entre los varones (vase el Grfico 1.6.).

    Por el lado de la distribucin del total de los trabajadores informales por sexo, dado que los varones poseen una mayor participacin en el mercado, ellos conforman el 57% de los ocu-pados informales que desarrollan su actividad en unidades formales y el 70% de los ocupa-dos informales que desarrollan su actividad en unidades informales (vase el Cuadro 1.4.).

    La problemtica de la informalidad tambin impacta de manera muy dispar entre los ocu-pados asalariados jvenes y el resto de los grupos etarios. En este sentido, la tasa de incidencia alcanza al 58% de los ocupados de hasta 24 aos y ms que duplica la tasa observada en los dos rangos etarios superiores (vase el Grfico 1.7.).

    En relacin con el tipo de unidad productiva que genera el trabajo informal, debe desta-carse que dentro del grupo de los jvenes, 2 de cada 10 puestos informales lo generan unidades productivas informales. En este sentido, un dato sobresaliente es que si bien la incidencia de la informalidad resulta ser la ms baja en el grupo etario mayor (23%), las unidades informales aportan casi 3 de cada 10 puestos informales.

  • caracterizacin de la informalidad en la Provincia de mendoza

    37

    Grfico 1.6. Incidencia de la informalidad laboral, segn sexo y formalidad de la unidad productiva

    Mujeres

    Varones

    0%

    Informales en Unidades formales

    Informales en Unidades informales

    Informales en Unidades sin especificar

    5% 10% 15%

    4%

    6%

    20% 25% 30% 35%

    Total30%

    Total30%

    1%

    2%

    25%

    22%

    Fuente: DEIE, Mdulo de Informalidad para Mendoza, IV trimestre de 2009.

    Desde la perspectiva de la distribucin, la elevada intensidad que asume la informalidad en los grupos de jvenes hace que estos conformen el 33% del total de los asalariados informales en unidades formales y el 40% del total de los asalariados informales en el caso de las unidades informales. En este ltimo grupo de empresas, tambin poseen una elevada participacin los ocupados informales de 50 aos y ms (vase el Cuadro 1.4.).

    Grfico 1.7. Incidencia de la informalidad laboral, segn edad y formalidad de la unidad productiva

    Hasta 24 aos

    Entre 25 y 49 aos

    50 aos y ms

    0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70%

    Informales en Unidades formales

    44%

    20%

    16% 7%

    3%

    12% Total58%

    Total25%

    Total23%

    Informales en Unidades informales

    Informales en Unidades sin especificar

    Fuente: DEIE, Mdulo de Informalidad para Mendoza, IV trimestre de 2009.

    El nivel educativo de los asalariados tambin resulta un factor distintivo en la incidencia, pues la informalidad decrece hacia los niveles educativos ms altos, alcanzando un mxi-mo del 47% entre los asalariados que poseen hasta primaria completa y un mnimo de 16% entre quienes poseen educacin superior completa (Grfico 1.8.).

  • Informalidad laboral en la Provincia de mendoza

    38

    Grfico 1.8. Incidencia de la informalidad laboral, segn nivel educativo y formalidad de la unidad productiva

    Informales en Unidades formales Informales en Unidades informales Informales en Unidades sin especificar

    0% 10% 20% 30% 40% 50% 60%

    Hasta primaria completa

    Secundaria incompleta

    Secundaria completa

    Superior incompleto

    Superior completo

    30%

    28%

    26%

    22%

    13%

    3%

    6%

    15%Total47%

    Total37%

    Total30%

    Total25%

    Total16%

    2%

    1%

    Fuente: DEIE, Mdulo de Informalidad para Mendoza, IV trimestre de 2009.

    Recuadro 1.4. Informalidad segn sector de actividad econmica, a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida de Mendoza - 2009

    El fenmeno de la informalidad impacta en prcticamente todos los sectores de actividad econmica de la provincia. Sin embargo, la intensidad de la problemtica resulta dispar y se presentan rasgos diferenciales. La Encuesta de Condiciones de Vida permite analizar, para toda la provincia, cul es la relacin entre la informalidad de los trabajadores asalariados y el sector de actividad econmica.

    Desde la perspectiva de la incidencia, se destaca el sector de la construccin, donde casi 7 de cada 10 asalariados son informales. Luego siguen en importancia los res-taurantes y hoteles, las actividades agropecuarias y el comercio, donde casi la mitad de los asalariados son informales. A continuacin se ubica un conjunto de sectores donde la informalidad alcanza valores cercanos al 30%. En este caso se destacan diversos servicios privados (como el transporte, las comunicaciones y los servicios financieros y empresariales), la industria y el sector relacionado con la Salud.

    Finalmente, con una incidencia cercana o menor al 10% se encuentran ciertos ser-vicios con fuerte incidencia del sector pblico (como la Educacin o la misma Admi-nistracin pblica), y otros servicios, como luz, gas y agua.

    Por el lado de la distribucin, debe mencionarse que casi la mitad del total de los asalariados informales se desempea en actividades relacionadas con el comercio (inclusive restaurantes y hoteles) y con el sector agropecuario. Y, si se suma a los sectores anteriores el de la construccin y la industria, se puede explicar el 70% de la informalidad total de los asalariados.

  • caracterizacin de la informalidad en la Provincia de mendoza

    39

    a. Incidencia de la informalidad

    67%ConstruccinRestaurantes y hoteles

    AgropecuarioComercio

    Ss. Financieros y empresarialesIndustria

    Transporte y comunicacinSalud

    Administracin pblicaEnseanza

    Electricidad, gas y agua

    0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80%

    53%50%

    45%31%30%29%

    26%11%

    4%2%

    Comercio, 20,9%

    Agropecuario, 20,8%

    Enseanza, 1,7%

    Otros servicios, 4,8%

    Transporte y comunicacin, 5%

    Salud, 5,1%

    Ss. Financieros y empresariales, 6,3%

    Restaurantes y hoteles, 6,3%

    Industria, 11,4%

    Construccin, 13,5%

    b. distribucin de la informalidad

    Fuente: a partir de la Encuesta de condiciones de Vida (DEIE) de Mendoza.nota: se excluye la actividad del servicio domstico.

    En este contexto, un dato significativo lo constituye el hecho de que, en los niveles edu-cativos superiores, prcticamente la totalidad de la informalidad laboral se genera en uni-dades formales, en tanto, en los niveles ms bajos, las unidades informales comienzan a explicar una mayor proporcin de la informalidad laboral. Mientras tanto, en el extremo, las unidades informales generan casi un tercio de la informalidad entre los asalariados que poseen hasta el nivel primario completo.

    En relacin con la distribucin de los asalariados informales por nivel educativo, debe destacarse que aquellos que poseen una educacin menor a la secundaria completa con-forman casi la mitad del total de los informales que se desempea en unidades formales, mientras ms del 75% del total de los informales se desempea en unidades informales.

    Grficos Recuadro 1.4. Informalidad laboral en asalariados por sector de actividad econmica

  • Informalidad laboral en la Provincia de mendoza

    40

    Por lo tanto, es en este ltimo grupo de empresas donde se encuentran significativamente concentrados los niveles educativos ms bajos (vase el Cuadro 1.4.).

    Desde otra perspectiva, la informalidad tambin encuentra una elevada relacin con la antigedad en el puesto de trabajo, ya que los asalariados con una antigedad menor a un ao muestran una tasa de informalidad del 57%, pero esta se reduce sensiblemente al 28%, cuando los asalariados poseen una antigedad de entre 1 y 5 aos, y baja al 17%, cuando la antigedad supera los 5 aos.

    En este aspecto, un punto distintivo de los asalariados informales lo constituye el hecho de que ellos muestran menores niveles de antigedad laboral respecto del grupo de los asalariados formales. En tal sentido, el 45% de de los asalariados informales posee una antigedad laboral menor a un ao (versus un 13% entre los asalariados formales) y, el 31%, menor a seis meses (versus el 8% entre los asalariados formales). La antigedad resulta an menor entre los informales que trabajan en empresas informales, donde 6 de cada 10 poseen una antigedad menor al ao.

    Por otro lado, la incidencia de la informalidad sobre los asalariados tambin se encuentra relacionada con el empleo de tiempo parcial. En este caso, puede observarse que ms de 7 de cada 10 trabajadores ocupados hasta 14 horas semanales son informales. Y, a partir de entonces, el fenmeno afecta de manera similar al resto de los grupos (vase el Grfico 1.9.).

    Grfico 1.9. Incidencia de la informalidad laboral, segn cantidad de horas trabajadas y formalidad de la unidad productiva

    Hasta 14 horas

    Entre 15 y 34 horas

    Entre 35 y 45 horas

    46 horas y ms

    0% 20% 40% 60% 80%

    Informales en Unidades formales

    46%

    24%

    22%

    6%

    17% 10% Total73%

    Total31%

    Total26%

    Total28%

    Informales en Unidades informales

    Informales en Unidades sin especificar3%

    21% 6%6%

    Fuente: DEIE, Mdulo de Informalidad para Mendoza, IV trimestre de 2009.

    Si bien la informalidad se encuentra muy relacionada con los puestos de jornada reducida, desde la perspectiva de la distribucin, este grupo de trabajadores constituye una porcin muy pequea sobre el total de los informales, ya que la mayora de los trabajadores infor-males trabajan ms de 35 horas semanales (vase este dato en el Cuadro 1.4.).

  • caracterizacin de la informalidad en la Provincia de mendoza

    41

    Finalmente, los aspectos relacionados con los ingresos y las horas trabajadas tambin muestran diferencias importantes entre los asalariados formales e informales. En este sen-tido, el ingreso mensual promedio de los asalariados informales que trabajan en unidades formales, por ejemplo, es un 33% menor que el observado en el grupo de los asalariados formales (es decir, $1360 versus $2040) y el ingreso promedio por hora trabajada un 24% menor (vase el Grfico 1.10.).

    Las brechas resultan an mayores al comparar a los asalariados formales con los asalaria-dos informales que trabajan en unidades informales, ya que aqu los ingresos mensuales de los informales resultan un 51% menor ($1005 versus $ 2040) y los ingresos horarios un 35% menores (vase el Grfico 1.10.). En la cantidad de horas semanales dedicadas al trabajo segn cada grupo de pertenencia, debe destacarse que los asalariados formales trabajan en promedio 45 horas semanales versus 42 horas que trabajan los informales en empresas formales o 36 horas que trabajan los informales en empresas informales. Estas diferencias explican la razn por la cual las brechas en los ingresos mensuales entre los formales y los informales son mayores a las observadas respecto de los ingresos horarios.

    Grfico 1.10. Ingreso promedio de los asalariados, segn formalidad laboral y formalidad de la unidad productiva

    $8,65$7,41

    $0

    $2

    $4

    $6

    $8

    $10

    $12

    $14

    $0

    $500

    $1000

    $1500

    $2000

    $2500

    $3000

    $11In

    gres

    o ho

    rario

    Ingr

    eso

    men

    sual

    Ingreso mensual medio (Eje izq.) Ingreso horario medio (Eje der.)

    Asalariados formales

    Asalariados informales en

    Unidades formales

    Asalariados informales en

    Unidades informales

    $2040$1360

    $1005

    Fuente: DEIE, Mdulo de Informalidad para Mendoza, IV trimestre de 2009.

  • Informalidad laboral en la Provincia de mendoza

    42

    Recuadro 1.5. Informalidad segn tamao de las empresas, a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida de Mendoza - 2009

    El fenmeno de la informalidad tiende a resultar de mayor gravedad en el segmento de las unidades productivas de menor tamao, en las cuales se advierten niveles muy bajos de cumplimiento en las cotizaciones a la seguridad social de los asa-lariados. En este segmento de empresas, los problemas relacionados con la baja productividad y los limitados mrgenes de rentabilidad impactan con mayor inten-sidad y generan, en muchos casos, una reducida capacidad para enfrentar el costo laboral y tributario de la regulacin.

    En el caso de la Provincia de Mendoza, se advierte una incidencia de la informalidad marcadamente creciente en la medida en que se achica el tamao de las unidades productivas. Como muestra el siguiente cuadro, a pesar de los diferentes matices, esta situacin es transversal a las distintas actividades de bienes y servicios. Sin embargo, una particularidad que debe destacarse consiste en la persistencia de elevados niveles de informalidad (en relacin con el promedio) desarrollados en las unidades productivas agropecuarias de tamao mediano (de hasta 15 ocupados).

    Desde la perspectiva de la distribucin, en los principales sectores de bienes y ser-vicios privados se advierte que las unidades con menos de 5 ocupados explican entre el 50% y el 60% de la informalidad total. Si a esto se suman los informales en unidades con hasta 15 personas, podra explicarse entre el 70% y el 90% de la informalidad total, dependiendo del sector de actividad.

    Informalidad laboral en asalariados segn tamao de los establecimientos (sin servicio domstico)

    tamao de establecimiento

    asalariados e