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1 ÍNDICE 1. Introducción……………………………………………………………………p.2 2. Capítulo Primero: ¿Qué es el color?....................................................................p.3 3. Capítulo Segundo: Color en el diseño………………………………………….p.7 4. Capítulo Tercero: Teorías tradicionales al color referidas al diseño…………...p.9 5. Capítulo cuarto……………………………………………………………...… p. 14 5.1 Teoría de Eva Heller…………………………………………………………. p.14 5.2 Comparación de las teorías…………………………………………………... p.34 6. Conclusiones……………………………………………………………………p.35 7. Bibliografía……………………………………………………………………..p.37

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ÍNDICE

1. Introducción……………………………………………………………………p.2

2. Capítulo Primero: ¿Qué es el color?....................................................................p.3

3. Capítulo Segundo: Color en el diseño………………………………………….p.7

4. Capítulo Tercero: Teorías tradicionales al color referidas al diseño…………...p.9

5. Capítulo cuarto……………………………………………………………...… p. 14

5.1 Teoría de Eva Heller…………………………………………………………. p.14

5.2 Comparación de las teorías…………………………………………………... p.34

6. Conclusiones……………………………………………………………………p.35

7. Bibliografía……………………………………………………………………..p.37

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1. Introducción

La presente investigación pretende comparar y analizar la teoría de Eva Heller (2004)

sobre Psicología del color en contraposición a teorías convencionales del mismo,

utilizadas dentro del área del diseño gráfico para establecer si su utilización en dicho

campo supone un recurso comunicacional universal que permitiría que el mensaje a

comunicar en una pieza de diseño abarque en su comprensión a la mayor cantidad de

personas posibles, sin ningún tipo de límites etarios ni culturales, debido a que la

comprensión de los conceptos estaría ligada a los sentimientos que provocan de forma

universal determinadas combinaciones de colores. Para ello, se puso a prueba la

siguiente hipótesis: “La teoría de psicología del color de Eva Heller proporciona al área

del diseño gráfico un recurso comunicacional universal en el uso del color a

comparación de otras teorías convencionales”.

Para la comprobar o refutar la misma se analizó el color desde el aspecto perceptivo

para luego describir las teorías utilizadas tradicionalmente en el área del diseño gráfico

y así arribar a la teoría que propone Eva Heller sobre la psicología del color,

estudiándola y comparándola con las otras teorías.

A partir de la investigación y el análisis de lo anteriormente mencionado se pudo

concluir que comparando las teorías perceptivas tradicionalmente utilizadas en el

diseño, la teoría de Eva Heller posee un grado mayor de universalidad, como lo

fundamenta la autora basándose en su exhaustiva investigación.

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2. CAPÍTULO PRIMERO: ¿Qué es el color?

Antes de comenzar a plantear cualquier teoría del color con respecto al diseño, se debe

comenzar por definir qué es el color. Para dar respuesta a esta pregunta se basará la

información en la explicación que brinda Kuppers (1992).

En su libro “Fundamentos de las teorías de los colores”, Kuppers (1992) afirma que el

color parece ser la cualidad de un material, pero esto es solo una impresión sensorial del

observador.

Lo fundamenta sosteniendo que un material totalmente incoloro puede aparecer como

coloro, cuando, por ejemplo, una superficie, como un papel celofán, da lugar a procesos

de refracción, y “ el ojo humano es obligado a producir sensaciones cromáticas.” (p.11)

Kuppers (1992) denomina a este caso “colores de interferencia”.

A continuación se mencionan un listado de fundamentos del mismo autor que se añaden

al anterior, que le permitieron arribar a la primera afirmación.

-“El color del material es relativo” (p.12): El aspecto de un material es relativo y

depende de la iluminación existente, ya que absorbe distintos sectores del espectro de

luz. Por lo tanto, “El color del cuerpo se produce a consecuencia de la capacidad de

absorción individual del material” (p.12), es decir, lo que llega al observador es el

espectro no absorbido de la luz. El autor define a esta información como “Estímulo de

color”.Como consecuencia, un cambio en la iluminación significa un cambio en la gama

de color que se percibe, ya que solamente pueden ser trasmitidas como “estímulos de

color” aquellas radiaciones que se encuentren en la fuente de luz existente.

-“Adaptación y cambio” : “El órgano de la vista posee un mecanismo de adaptación

que siempre muestra la tendencia a situarse en un nivel de percepción intermedio”

(p. 15).

Esto significa que el órgano de la visión puede acomodarse a la intensidad de la luz, así

como también sus tres receptores de sensibilidad, denominados conos, pueden adaptarse

a sus respectivas áreas espectrales, ya que cada uno de ellos está destinado a un sector

específico del espectro de luz visible. Al primer fenómeno se lo denomina “adaptación”

y al segundo se lo denomina “cambio”

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Ambos ojos reaccionan interdependientemente uno del otro a la “adaptación” y al

“cambio”.

“Incluso en condiciones fijas de iluminación y contemplación, el aspecto de una prueba

de color puede ir cambiando si uno la contempla suficiente rato” (p.17).

El autor concluye: “esto significa que el estímulo de color no guarda ninguna relación

fija con la percepción del color” (p.17)

-“El efecto de los colores limítrofes”: Esto refiere a que los colores limítrofes pueden

cambiar el aspecto de una gama de color. Bajo las mismas condiciones de observación e

iluminación, una misma gama puede variar según los colores limítrofes que la rodean. A

este fenómeno se lo denomina como “Contraste simultáneo”.

Sobre este punto el autor concluye que: “el contraste simultáneo demuestra que no

existe ninguna relación fija entre el estímulo de color y la sensación resultante” (p. 17).

-“Colores de imagen persistente” (p.19): Al fijar una gama de color se produce la

adaptación del órgano de la vista, provocando que la intensidad de la sensación de color

se vaya reduciendo progresivamente, aunque el estímulo de color es físicamente

invariable.

Si al cabo de un tiempo prudencial apartamos la vista de un campo de color

a una superficie blanca, aparece el color de imagen persistente. Pero si volvemos

la vista del campo de color fijado a otro campo de color, el color de la imagen

persistente se mezcla con aquella sensación que ha sido despertada por el

estímulo de color existente. ( Kuppers, 1992, p. 21).

En consecuencia de lo expuesto anteriormente Kuppers (1992) concluye que “el mundo

externo es incoloro. Está formado por materia incolora y energía también incolora. El

color solo existe como impresión sensorial del contemplador” (p. 21).

Kuppers (1992) afirma que el color no es más que un “producto del órgano de la vista;

es la sensación de color” (p. 22). Es decir que para éste autor el color no es más que una

sensación producida por la recepción de la información contenida en el espectro de luz

que resulta de la reflección del espectro de la fuente lumínica que no ha sido absorbida

por determinado material. Esta información es adaptada y modificada por el órgano de

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la vista y transformada en estímulos eléctricos para posteriormente ser transmitidos al

cerebro.

Según su deducción, “las leyes de la teoría de los colores no son otra cosa que el

principio según el cual trabaja el órgano de la vista. La ley de la visión es la ley

fundamental de la teoría de los colores” (p. 22)

Existen teorías que no coinciden con esta afirmación y para las cuales, el órgano de la

vista es solo un decodificador de la información recibida por este sentido, así como

ocurre con el resto de ellos, pero esto no significa que el color sea reducido a tan solo

una sensación producida por este órgano, sino que éste es más que eso, llevándolo a un

nivel energético.

Para explicar esto más claramente se procederá a explicar una serie de conceptos de la

mano del autor que se viene desarrollando en éste capítulo, Kuppers (1992).

-“La <<luz>>, radiación energética visible” (p. 97):

La luz es una radiación energética con longitudes de onda comprendidas entre

400nm y 700nm*

Los rayos de energía son oscilaciones electromagnéticas. Unas veces se

manifiestan como ondas, y otras como corpúsculos (cuantos de energía) en

movimiento.

El órgano de la vista, como sistema de recepción, está construido de tal forma

que, de entre la variada oferta de radiaciones energéticas de las más diversas

longitudes de onda, puede <<captar>> unas determinadas: precisamente aquellas

cuya longitud de onda oscila entre 400nm y 700nm.

Las radiaciones de energía que nosotros denominamos <<luz>> son registradas

por minúsculas células receptoras ubicadas en la retina del ojo. Se trata de

aquellas células de la vista que (…) habíamos denominado conos. Tienen por

misión captar la energía de las radiaciones que inciden en ellas y transformarla

en un tipo de energía diferente, concretamente en impulsos eléctricos conformes

al sistema. Con tales impulsos eléctricos están formados los códigos que, a

través del sistema nervioso, son enviados al cerebro, donde tiene lugar la

sensación de color propiamente dicha. (p. 97).

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Con esta descripción el autor deja sentado que la luz es una radiación energética, y por

lo tanto, una forma de energía que incide sobre los conos del órgano de la vista, que

reciben la información y la transforman en otro tipo de energía, de modo tal de poder

ser interpretada por el cerebro. Esto significa que los colores son, en definitiva, la

interpretación del cerebro de un tipo de energía, transformada previamente por el

órgano de la visión. Es decir, que la forma en que vemos los colores, es solo la

interpretación de cierta información que denominamos energía, cuyas características son

determinadas longitudes de ondas; que en el rango visible por nuestro sistema de visión

van de entre 400 y 700 nanómetros.

Por lo tanto, se podría afirmar que los colores son la indicación o la forma en que

visualizamos, o que el cerebro interpreta un tipo de energía.

Al indicar energía se puede afirmar que ésta no solo afecta al sistema de la visión con el

cual la percibimos, sino que puede afectar otras áreas y sistemas, que decodifican la

información de una manera diferente.

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3.CAPÍTULO SEGUNDO: Color en el diseño

Como se ha mencionado anteriormente, el color forma una parte importante en la vida

del ser humano, ya que es percibido, en condiciones normales, desde el momento del

nacimiento hasta la muerte; e influye en la manera en que el hombre percibe la realidad,

ya que los colores son todo lo que ve, dado que es la forma en que decodifica la

información energética el órgano de la vista.

El color es una herramienta fundamental en el diseño, ya que, como menciona Wong

(1979) “El diseño es un proceso de creación visual con un propósito” (p. 9). Al hablar

de “proceso visual” estamos también hablando de colores.

Wong (1979) menciona también que “una unidad de diseño gráfico debe ser colocada

frente a los ojos del público y transportar un mensaje prefijado”. (p. 9).

Es decir, que una unidad de diseño tiene como objetivo comunicar un mensaje, y para

ello, se vale de recursos visuales, como lo es el color, con el fin de transmitirlo.

Por lo tanto, el color para el diseño es una herramienta fundamental y un recurso

comunicacional indiscutible. Esto se debe a que los colores comunican. Esto se puede

comprobar, por ejemplo, cuando a una misma pieza de diseño se le colocan diferentes

gamas de color. Inmediatamente, el diseño se resignifica de manera diversa, y el

mensaje puede cambiar, e incluso ser contradictorio, con la sola modificación del color.

No es lo mismo un diseño con colores pasteles, que uno al que se le aplican colores

oscuros y saturados.

Eva Heller (2004) menciona al respecto:

Ningún color carece de significado. El efecto de cada color está determinado por

su contexto, es decir, por la conexión de significados en la cual percibimos el

color. El color de una vestimenta se valora de manera diferente que el de una

habitación, un alimento, o un objeto artístico (p.18)

El diseño puede ser aplicado casi a cualquier cosa. Se pueden diseñar desde objetos

hasta gráficos en soportes impresos, y debido al desarrollo y avances tecnológicos

actuales, se han añadido los medios y soportes digitales, que en la actualidad, han

ganado un amplio terreno en éste área. Incluso se aplica el diseño en productos que

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nacieron junto a las nuevas tecnologías, tales como los Sitios Web, que eran impensados

hace poco mas de 20 años.

A todas estas unidades de diseño, a pesar de ser muy diferentes entre sí, y abarcar

diferentes soportes, las une la utilización del color como recurso, ya que éste atraviesa

todas las áreas, afectando y significando el mensaje en su uso.

Teniendo en cuenta que los colores comunican, es sumamente importante poder definir

qué es lo que comunican. Para ello, existen teorías como la de Eva Heller (2004), que

intentan definirlo.

A menudo, en lo que refiere a color en el diseño, se presentan diferentes teorías que

tienen que ver, en general, con las leyes de percepción del color. Como menciona

Wucius Wong (1979) “las leyes de la teoría de los colores no son otra cosa que el

principio según el cual trabaja el órgano de la vista. La ley de la visión es la ley

fundamental de la teoría de los colores” (p.22)

Pero otros autores como Eva Heller (2004), en cuya teoría se basa esta investigación,

difiere de esta afirmación, ya que su teoría no se asienta en los aspectos perceptivos del

color, sino en el psicológico del mismo.

Esto, según la propuesta de la autora, significaría un recurso universal a ser utilizado por

todo tipo de diseñadores, ya que no implica la subjetividad de las teorías perceptivas,

sino que el efecto sería el mismo para todas las personas, lo que brindaría al diseñador

una herramienta masiva a la hora de comunicar el mensaje deseado y a que no

presentaría límites culturales, etarios, ni de ningún otro tipo.

En el siguiente capítulo se procederá a presentar las diferentes teorías del color

relacionadas con el diseño, y posteriormente se realizará una comparación entre estas

teorías utilizadas convencionalmente, y la teoría que presenta Eva Heller (2004)

Cabe aclarar que existen diferentes teorías respecto del color, y algunas de ellas

consideran que el blanco y el negro no son colores, ya que definen al negro como la

ausencia de color y al blanco como la suma de todo el espectro. La teoría que aquí se

desarrolla -la de Eva Heller 2004- considera al blanco y el negro como colores, ya que

la autora justifica que tanto estos, como el resto de los colores existentes, afectan de una

manera diferente e igual en importancia, sin distinguir entre colores primarios o

secundarios como lo hacen diferentes teorías convencionales del color.

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4. CAPÍTULO TERCERO: Teorías tradicionales del color referidas al diseño

Al momento de referirse a las teorías existentes del color utilizadas en áreas del arte y el

diseño, resulta importante realizar una revisión histórica del surgimiento de las mismas.

En su libro Understanding color: an introduction for designers (1995), Linda

Holtzschue realiza una apropiada descripción de los autores destacados que han hecho

considerables aportes y descubrimientos en cuanto al color. Para ello introduce el

contexto histórico en el que fueron desarrolladas sus teorías.

Durante los siglos XVII y XVIII, comienza en Europa un período al que se denominó

Ilustración, donde empieza una vigorosa búsqueda por explicaciones racionales ante las

explicaciones místicas para toda clase de fenómenos. Se comenzaba a creer en la las

irrefutables leyes de la naturaleza.

Los primeros en estudiar y escribir sobre el color en éste período no fueron artistas, sino

personas que intentaban explicar el comportamiento del color basándose en el

entendimiento de las leyes naturales.

Los temas que dominaron los estudios del color en el siglo XVIII y XIX, fueron la

búsqueda por un perfecto sistema de ordenamiento de colores y por leyes de armonía en

las combinaciones de colores. Estas teorías fueron las que construyeron las bases de

conocimiento para lo que se conoce como “teoría del color”.

Holtzschue (1995) destaca del siglo XVIII a dos figuras completamente diferentes que

según la autora dominaron en ese período el estudio del color, que son Isaac Newton

(1642 - 1727) y Johann Von Wolfgang Goethe (1749 – 1832).

Newton (1642 - 1727), como explica Holtzschue (1995), fue el primero en descomponer

la luz solar en las longitudes de onda que la componen atravesándola por un prisma.

Newton observó que cuando cada longitud de onda entra en el prisma se dobla o

refracta. Debido al material del prisma (el vidrio), ralentiza cada longitud de onda hacia

una frecuencia ligeramente diferente, más lenta, y produce que cada una emerja como

un haz de luz visible por separado, es decir, un color diferente.

Newton utilizó luego un lente para reconstruir el haz, nuevamente en luz blanca.

A partir de este descubrimiento planteó su hipótesis acerca de la naturaleza de la luz y

los orígenes de cómo son percibidos los colores y publicó sus resultados bajo el título de

“Opticks” en 1703.

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La conclusión de Newton acerca de que la luz genera color permanece como la base de

la física moderna.

Newton separó el espectro en siete colores diferentes: rojo, naranja, amarillo, verde,

azul, índigo y violeta. Según explica la autora (1995), existen muchas personas

imposibilitadas de distinguir el índigo entre el azul y el violeta, y una posible

explicación para la elección de Newton de dividir el espectro visible en siete colores, es

que el poseía una inusual agudeza visual en el rango del azul-violeta.

Tras la muerte de Newton en 1727, su trabajo “Opticks” fue extendido. Sus

contemporáneos veían a este trabajo como uno referido a la naturaleza del color, y no a

la naturaleza de la luz.

Las ideas en él generaron una gran controversia en toda Europa (Nicolson, 1966, como

se cita en Holtzschue, 1995)

Holtzschue (1995) describe que en 1731 J.C. LeBlon descubrió y escribió un tratado

sobre la naturaleza primaria del rojo, amarillo y el azul en cuanto a la mezcla de

pigmentos para la pintura. Éste fue el primer concepto de los tres colores primarios y su

trabajo tuvo gran aceptación.

En cuanto a Goethe (1749 – 1832), Holtzschue (1995) explica que se encontraba

fascinado con el color. Él estaba familiarizado con las teorías del color de Newton, pero

estaba en profunda oposición con ellas. La autora hace referencia a la siguiente cita de

Goethe:

Un gran matemático fue poseído por una noción completamente falsa en el

origen físico del color, sin embargo, a pesar de su gran autoridad como

geómetra, los errores que ha cometido como experimentalista fueron

sancionados en los ojos de un mundo siempre encadenado en prejuicios

Goethe (1971 p.163) como se cita en Holtzschue (1995 p.34)

-la traducción es de la autora de este trabajo de investigación-.

Según describe la autora, Goethe (1749 – 1832) puso todas sus energías en intentar

probar que Newton estaba equivocado y publicó su primer tratado titulado

Announcement for a Thesis in Color en 1791. Goethe (1749 – 1832), según explica, veía

lo colores, no como luz, sino como una entidad en sí mismos; como una realidad

experimentada. Esto significa que Goethe se oponía a que Newton definiera al color

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meramente como el espectro lumínico, criticando que reducía su definición tan solo al

fenómeno que originaba el color, siendo para él algo más que ello.

También fueron parte de los estudios de Goethe la asociación de los colores con la

belleza y la moralidad. Él describía colores pecaminosos y colores puros o limpios.

Asoció al carácter moral no solo con la elección de los colores en la vestimenta, sino

también con el color de la piel.

Goethe reportó una gran variedad de fenómenos como los que hoy en día se denominan

colores complementarios, a los que llamaba completing colors, así como el fenómeno

de contraste simultáneo e imagen residual extensiva. Además reconoció que los colores

puros existen únicamente en la teoría y caracterizó los principales contrastes de color

como polaridad (contraste u oposición) y gradación (intervalos)

Los escritores sobre color que sucedieron a Goethe expandieron sus ideas y

contribuyeron con nuevas, pero las observaciones de este último fueron tan amplias y

fundamentales que casi todos los conceptos en el estudio moderno del color pueden ser

encontrados en su trabajo.

La contribución de Goethe al estudio del color más familiar,conocida y duradera en el

tiempo, es su espectro circular de seis matices de color, comúnmente utilizados como

convención por los artistas.

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Círculo cromático de Goethe recuperado de http://commons.wikimedia.org/wiki/File:GoetheFarbkreis.jpg

Holtzschue (1995) describe esta contraposición entre las ideas de Newton y las de

Goethe, como un enfrentamiento de ideas que no son contradictorias. Según la autora,

puede aceptarse el hecho de que el color es solo luz. Es decir, se puede aceptar el

entendimiento del fenómeno físico que origina el color, sin dejar de lado cómo

experimentamos el color a través de nuestros sentidos, ya que, después de todo, esto es

lo que determina nuestra realidad.

Ella considera que ambas teorías son válidas, solo que cada una de ellas describe una

realidad diferente. Newton was looking at causes. Goethe was looking at effects

Holtzschue (1995, p.36).

Hace referencia además a que los artistas y diseñadores tienen que lidiar con los efectos

que el color produce, y no con sus causas. Remarca que la interacción entre la luz y el

color es una constante, por lo tanto es crítico que los diseñadores entiendan los efectos

de la luz.

En la actualidad se han derivado de estas teorías una enorme y amplia cantidad de

estudios respecto al color, que es estudiado no solo por el área del arte y el diseño, sino

también de manera científica en otros aspectos, tanto psicológicos como fisiológicos.

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Cabe destacar que las teorías tradicionalmente utilizadas en el área del diseño, son

teorías que devienen de los autores anteriormente mencionados y que han sido

ampliadas y desarrolladas, pero la casi la totalidad de las mismas refieren a la

percepción del color, es decir, indican cómo deben ser utilizados y combinados los

mismos para producir ciertos efectos meramente visuales en el espectador, y estos

efectos producidos pueden estar relacionados o no con el concepto que se desea

comunicar en la pieza de diseño.

Es decir, las teorías tradicionalmente utilizadas respecto al color en el diseño, se basan

en los fenómenos que causan u originan el color y su percepción y no en sus efectos en

un aspecto psicológico.

Esta es una de las principales diferencias entre las teorías tradicionales y la teoría de

psicología del color, de Eva Heller, que se presentará a continuación.

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5. CAPÍTULO CUARTO

5.1.Teoría de Eva Heller

En su libro Psicología del color, Eva Heller (2004) propone una teoría desde el aspecto

psicológico, elaborada a partir de una encuesta que realizó a 2000 hombres y mujeres

alemanes con edades comprendidas entre los 14 y 97 años de muy variadas profesiones,

en las que debían asociar colores de entre los 13 propuestos con sentimientos y

cualidades. Para ello se utilizaron 160 conceptos.

Heller (2004) intenta dar respuesta al planteamiento presentado en el capítulo segundo:

¿Qué comunican los colores?

Las personas que trabajan con colores – los artistas, los terapeutas, los

diseñadores gráficos o de productos industriales, los arquitectos de interiores o

los modistos- deben saber qué efectos producen los colores en los demás. Cada

uno de estos profesionales trabaja individualmente con los colores, pero el efecto

de los mismos ha de ser universal. Eva Heller (2004, p.17)

Aquí, la psicóloga (2004) no solo da por hecho que los colores producen un efecto en

las personas, sino también hace referencia a la universalidad que se intenta buscar en

ellos, lo que alude directamente a la hipótesis inicialmente planteada en la presente

investigación, que pretende poner a prueba el uso del color como un recurso

comunicacional universal debido a sus efectos psicológicos aparentemente universales.

La autora fundamenta en su libro que de acuerdo a sus estudios realizados puede afirmar

qué colores y sentimientos no se combinan de forma casual, y que sus asociaciones no

son en absoluto cuestiones de gusto, sino “experiencias universales profundamente

enraizadas desde la infancia en nuestro lenguaje y nuestro pensamiento” (p.17)

Heller (2004) introduce en su teoría el concepto de colores psicológicos y establece que

estos son trece: azul, rojo, amarillo, verde, negro, blanco, naranja, violeta, rosa, oro,

plata, marrón y gris. Explica además que en el sentido psicológico, cada uno de estos

colores es independiente y produce un efecto diferente, un color no puede ser

reemplazado por otro y gozan cada uno de la misma jerarquía e importancia. Sostiene

además que “el efecto de cada color está determinado por su contexto, es decir, por la

conexión de significados en la cual percibimos el color” Heller (2004, p.18).

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La autora explica que no se valora de igual forma el color de una vestimenta que el

color de una habitación: “El contexto es el criterio para determinar si un color resulta

agradable y correcto o falso y carente de gusto” Heller (2004, p.18)

Respecto de esta afirmación que realiza la autora, se debería plantear si los efectos del

color se encuentran fehacientemente ligados a éste tipo de contextos al que se refiere y

varían de acuerdo al mismo, ó, si por el contrario, el efecto es siempre el mismo y lo

que varía es la relación resultante entre el contexto y el efecto producido por el color,

que puede resultar coherente o contradictorio.

La autora aclara también que los colores despiertan sentimientos positivos y negativos.

Heller (2004) plantea que debido a que existen ó se tienen conceptualizados más

sentimientos que colores, un mismo color puede producir varios efectos distintos,

pudiendo resultar incluso, en algunos casos, contradictorios. Un mismo color puede

actuar de manera diferente en cada ocasión. Según lo que la autora sugiere, esto se debe

a que ningún color está aislado, sino que aparece rodeado de otros colores.

A partir de esto, Heller (2004) introduce el concepto de “acordes cromáticos” ya que

explica que en un efecto intervienen varios colores.

En cuanto a la composición de los acordes explica:

Un acorde cromático se compone de aquellos colores más frecuentemente

asociados a un efecto particular. Los resultados de nuestra investigación ponen

de manifiesto que colores iguales se relacionan siempre con sentimientos e

impresiones semejantes. Por ejemplo a la algarabía y a la animación se asocian

los mismos colores que a la actividad y la energía. A la fidelidad, los mismos

colores que a la confianza (…) el acorde cromático determina el efecto del color

principal. Heller (2004, p.18)

Sobre el resultado de sus estudios, Heller (2004) explica que a pesar de disponer de

trece colores para elegir, en todos los casos, más de la mitad de los conceptos fueron

asociados a solo 2 o 3 colores y que cada acorde por ella establecido, se compone de 2 a

5 colores.

La misma autora menciona que las estadísticas realizadas son fieles a los resultados de

su investigación, y que en el caso de que ésta se volviera a repetir, los resultados no

presentarían grandes variaciones.”El trasfondo psicológico e histórico permite explicar

qué efectos de los colores están sujetos a una cierta regularidad” (2004, p.19)

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A continuación se presentan los acordes cromáticos establecidos por Eva Heller (2004)

extraídos de su libro Psicología del color.

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Eva Heller (2004) fundamenta cada una de las asociaciones que resultan de su

investigación con cada uno de los trece colores psicológicos, y para ello, se remite a

experiencias universales del ser humano, al contexto histórico y social y al análisis del

lenguaje y de la etimología de las palabras.

Así, la autora realiza un exhaustivo análisis que da cuenta de las asociaciones que se

producen entre determinado color y ciertos sentimientos, e intenta explicarlas mediante

estos medios.

A modo de ejemplo, se hará referencia al análisis realizado por Eva Heller (2004)

respecto del azul asociado a:

La lejanía/ la vastedad

La eternidad/la infinitud

Lo grande

La autora en este caso fundamenta que “un color parece tanto más lejano cuanto más

frío es” (p.24). En este caso hace referencia a experiencias universales como la

percepción de los colores. Agrega además que cuanto mas profundidad y mayor

distancia, los colores se tornan azules, y menciona como ejemplo las profundidades de

un lago cuyas aguas se perciben azules y el color que toma el planeta Tierra cuando es

observado a distancia, por lo que se denomina “el planeta azul”.

Lo que hace aquí la autora como en el resto de los casos, es justificar las asociaciones

resultantes de su estudio buscando evidencias de las mismas en hechos históricos,

experiencias universales, simbolismos e incluso en el lenguaje, como por ejemplo:

haciendo referencia al color negro en relación a:

-Lo misterioso

-La magia

La alquimia era en principio “el arte negro”, pues quemi es “negro” en árabe.

(…) Los astrólogos asignan el color negro a Saturno, también llamado, “el planeta

negro”. Saturno era el dios latino del tiempo. Y el color tanto del comienzo como el fin

del mundo es negro” Eva Heller (2004, p.132)

De esta manera, se deja sentado el tipo de fundamentos de la autora.

Su teoría intenta definir mediante acordes cromáticos concretos el impacto que

producen los colores en los sentimientos de las personas y plantea dichas asociaciones

La teoría de Eva Heller pretende ser universal y explicar los efectos que producen

determinadas combinaciones de colores, fundamentando los resultados que ha obtenido

mediante encuestas, con un análisis y revisión históricos, sociales, simbólicos y

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lingüísticos, que dan cuenta de la validez de sus resultados entre sentimientos y colores

como un producto de las experiencias universales arraigadas históricamente en el

lenguaje y el pensamiento. La ausencia de una clara explicación de por qué se producen

estas evidentes y fundamentadas asociaciones da lugar a replantearse si éstas son un

producto de lo anterior mencionado, o si verdaderamente ocurre el caso contrario: los

efectos que los colores producen en los sentimientos y las asociaciones aparentemente

universales que se realizan, son el origen de que estos pensamientos se hayan ido

arraigando al lenguaje y a sucesos históricos. Estaríamos entonces ante la evidencia de

los resultados de dichos efectos y permanecerían aún desconocidas las causas de dichas

asociaciones.

5.2. Comparación de las teorías

Al momento de comparar la teoría de Eva Heller con las teorías del color

tradicionalmente utilizadas en el diseño, se puede destacar una primera diferenciación

importante: la teoría de Eva Heller pertenece al campo psicológico del color, mientras

que el resto de las teorías anteriormente mencionadas se refieren al campo perceptivo,

es decir, determinan reglas sobre los efectos que se producen perceptivamente en el

observador.

No se puede negar que ambos aspectos son sumamente importantes a la hora de hacer

uso del color, pero cabe destacar que al momento de transmitir un determinado mensaje

mediante una pieza de diseño, es decir, a la hora de hacer un uso comunicacional del

color, pesa más (en importancia) el aspecto psicológico del mismo. Tampoco puede

hacerse a un lado que la autora sostiene en su teoría que los efectos que explica se

producen universalmente, lo que se relaciona directamente con la hipótesis inicialmente

planteada en esta investigación, que pretende hacer del uso del color un recurso

comunicacional universal, lo que contrasta a simple vista con las teorías perceptuales

que se encuentran estrechamente ligadas a la subjetividad y no pueden ser tildadas tan

fácilmente de universales.

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6. CONCLUSIONES

Por medio de la presente investigación se ha arribado a las siguientes conclusiones:

A: Se llama color a la interpretación de cierta información que se denomina energía,

cuyas características son determinadas longitudes de ondas; que en el rango visible por

nuestro sistema de visión van de entre 400 y 700 nanómetros.

Al hacer referencia a la energía se puede afirmar que ésta no solo afecta al sistema de la

visión con el cual la percibimos, sino que puede afectar otras áreas y sistemas, que

decodifican la información de una manera diferente.

B. Los colores comunican; esto los convierte en un recurso comunicacional de suma

relevancia en el área del diseño.

C. Las teorías tradicionalmente utilizadas respecto al color en el diseño, se basan en los

fenómenos que causan u originan el color y su percepción y no en sus efectos en un

aspecto psicológico.

D. La teoría de Eva Heller (2004) pretende ser universal y explicar los efectos que

producen determinadas combinaciones de colores, fundamentando esto con un análisis y

revisión históricos, sociales, simbólicos y lingüísticos, que dan cuenta de la validez de

de su estudio.

A modo de conclusión final se puede decir que la investigación de Eva Heller (2004)

plantea que los acordes cromáticos elaborados por las distintas combinaciones de lo que

denomina “colores psicológicos “producen un efecto que sostiene ser universal bajo un

amplio análisis fundamentado que comprende una revisión histórica, social, simbólica y

del lenguaje.

Remitiéndose a la hipótesis inicial de la presente investigación: “La teoría de psicología

del color de Eva Heller proporciona al área del diseño gráfico un recurso

comunicacional universal en el uso del color a comparación de otras teorías

convencionales” podría decirse que a comparación de las teorías perceptivas

tradicionalmente utilizadas en el diseño, la teoría de Eva Heller (2004) posee un grado

mayor de universalidad, como lo fundamenta la autora basándose en su amplio análisis.

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Una objeción que podría realizarse a su estudio es que la muestra de su encuesta, a pesar

de poseer un variado grupo etario y de diversos roles profesionales, comprende

únicamente a individuos de Alemania, lo que le restaría relevancia en cuanto a la

universalidad de sus resultados, teniendo en cuenta que se trata de una cultura

específica; aunque debe decirse por otro lado, que el posterior análisis y fundamentos

abarcan ampliamente varias culturas y no solo la alemana.

Se podría decir entonces que la hipótesis es parcialmente verídica, ya que no puede

hablarse de un absolutismo puro en cuanto a la universalidad.

37

7. BIBLIOGRAFÍA

- Heller, E. (2004) Psicología del color: cómo actúan los colores sobre los sentimientos

y la razón, Barcelona, Editorial Gustavo Gili.

- Holtzschue, L. (1995) Understanding color: an introduction for designers, Nueva

York, Van Nostrand Reinhold.

- Kuppers, H. (1992), Fundamentos de las teorías de los colores, Naucalpan, Editorial

Gustavo Gili S.A.

- Wong, W. (1979) Fundamentos del diseño bi- y tri-dimensional, Barcelona, Editorial

Gustavo Gili S.A.

Gráficos:

-Acordes cromáticos obtenidos de Heller, E. (2004) Psicología del color: cómo actúan

los colores sobre los sentimientos y la razón, Barcelona, Editorial Gustavo Gili.

- Círculo cromático de Goethe recuperado de

http://commons.wikimedia.org/wiki/File:GoetheFarbkreis.jpg