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Impacto social de transformaciones agrícolas. El caso de Yuriria,Guanajuato IE L presente artículo es resultado parcial del proyecto sobre tecnología agrícola tradi- cional de la zona sur de el Baj ío guanajua- tense iniciado en 1979 en la rama de Botá- nica del Colegio de Postgraduados. Dicho proyecto persegu ía estudiar el proce- so de producción agrícola en el Baj ío en forma integral, para lo cual se formó un equipo interdisciplinario. En la zona de Valle de Santiago, se concluyeron dos traba· jos describiendo la producción agrícola de temporal, en los cuales se señala el papel determinante de los fac- tores socioeconómicos. En la zona de Yuriria, Gto ., se han presen· tado los siguientes avances: "Tecnología agrícola del cultivo del maíz bajo diferentes disponibilidades de agua en Yuriria Gto." (Zizumbo, y Hernández X., 1980); "Regionalización agrícola del área adyacente a la laguna de Yuriria, Gto." (Téllez y Hernández X. 1980); "El desarrollo de las fuerzas productivas en la agricultura del área de Yuriria, Gto." (Perales y Her· nández X. 1980); "Los sistemas de cultivo del Baj ío, Gto." (Parra et. al., 1981); "Las unidades de produc· ción agrícola en la zona sur del Bajío, Gto." (Perales y Hernández X. 1981).** Dicho proyecto ha perseguido la aplicación y cotejo de la metodología de sistemas de producción y procesos de producción agrícolas con el fin de nutrir la enseñanza agrícola superior. Dentro de este objetivo, se inscribió el tra· bajo desarrollado en el mismo municipio por 20 alum- nos del primer grupo de 50. año de la especialidad de Fitotecnia como parte del viaje de estudios curricular en corresponsabilidad Departamento de Fitotecnia, Centros Regionales UACh, de tal forma que el presen· te trabajo es un posible ejemplo del análisis a desarro- llar por estudiantes de 50. año de Fitotecnia en el mar- co de la línea curricular "Agricultura regional" de la misma especialidad. Finalmente, un amplio reconocimiento al maestro Efraím Hernández Xolocotzi, Roberto Parra V., Carlos Solano S., Fausto Inzunza M., y Angel San- ** C. P. Avances en la enseñanza y la investigación. 1980 y 1981. Colegio de Postgraduados, Chapingo. Méx . MARTHA ALICIA PERALES RIVAS* tos, por sus aportaciones en las discusiones cotidianas y en una parte del trabajo de campo . Yuriria (Gráfica 1) municipio inmerso en el Baj ío guanajuatense, pionero en su conformación. Junto con Valle de Santiago, frontera entre aridoamé- rica y mesoamérica, pueblo con asentamientos purhé· pechas y otomíes, culturas con tradición agrícola que desarrollaron el sistema de huamil en laderas, mientras las partes bajas o planas, no se utilizaban por permane- cer inundadas durante largos períodos. A partir de la Conquista, se crea el primer sistema de riego en Guanajuato con el represamiento de las aguas del río Lerma (principal afluente del esta- do), en la laguna de Yuriria. La creación de esta laguna, permitió el desarrollo de la pesca, las artesan ías y la agricultura de riego ribereña. Pueblo con gran desarrollo y diversifiéación de actividades, hasta la introducción del ferrocarril, ele· mento que cambió la conformación regional, permi· tiendo el florecimiento de pueblos atrasados y dejan· do en el atraso a muchos de los florecientes. Así, desde principios de siglo, Yuriria se ha ido conformando como un municipio de desarrollo in· cipiente, a diferencia de los municipios vecinos como Valle de Santiago, Jaral del Progreso, etc . que han teni· do un desarrollo típicamente capitalista, desde el siglo XVIII, pueblos que a partir del siglo XVII empezaron a utilizar el agua de la laguna de Yuriria, situación que les permitió un desarrollo más extenso y rápido de la agricultura de riego. Yuriria, al contrario del modelo típico co· nocido como Baj ío productor de granos con gran desa· rrollo manufacturero-industrial, agrícola y ganadero, persiste como productor de maíz, de fuerza de trabajo utilizada en otros municipios y desde la década de los 50's exportador de mano de obra a E.U.A. Se caracteriza desde esos años como parte de la zona de agricultura de temporal, productora de bienes salario, características que hacen interesante su estudio, por representar el complemento o la condición indispensable del actual desarrollo. * Profesor-Investigador. Centro Regional Centro-Oc- cidente, UACh, Morelia, Mich.

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Impacto social de transformaciones agrícolas.

El caso de Yuriria,Guanajuato

IE L presente artículo es resultado parcial del proyecto sobre tecnología agrícola tradi­cional de la zona sur de el Baj ío guanajua­tense iniciado en 1979 en la rama de Botá­

nica del Colegio de Postgraduados.

Dicho proyecto persegu ía estudiar el proce­so de producción agrícola en el Baj ío en forma integral, para lo cual se formó un equipo interdisciplinario. En la zona de Valle de Santiago, se concluyeron dos traba· jos describiendo la producción agrícola de temporal, en los cuales se señala el papel determinante de los fac­tores socioeconómicos.

En la zona de Yuriria, Gto., se han presen· tado los siguientes avances: "Tecnología agrícola del cultivo del maíz bajo diferentes disponibilidades de agua en Yuriria Gto." (Zizumbo, y Hernández X., 1980) ; "Regionalización agrícola del área adyacente a la laguna de Yuriria, Gto." (Téllez y Hernández X. 1980); "El desarrollo de las fuerzas productivas en la agricultura del área de Yuriria, Gto." (Perales y Her· nández X. 1980); "Los sistemas de cultivo del Baj ío, Gto." (Parra et. al., 1981) ; "Las unidades de produc· ción agrícola en la zona sur del Bajío, Gto ." (Perales y Hernández X. 1981).**

Dicho proyecto ha perseguido la aplicación y cotejo de la metodología de sistemas de producción y procesos de producción agrícolas con el fin de nutrir la enseñanza agrícola superior.

Dentro de este objetivo, se inscribió el tra· bajo desarrollado en el mismo municipio por 20 alum­nos del primer grupo de 50. año de la especialidad de Fitotecnia como parte del viaje de estudios curricular en corresponsabilidad Departamento de Fitotecnia, Centros Regionales UACh, de tal forma que el presen· te trabajo es un posible ejemplo del análisis a desarro­llar por estudiantes de 50. año de Fitotecnia en el mar­co de la línea curricular "Agricultura regional" de la misma especialidad.

Finalmente, un amplio reconocimiento al maestro Efraím Hernández Xolocotzi, Roberto Parra V., Carlos Solano S., Fausto Inzunza M., y Angel San-

** C.P. Avances en la enseñanza y la investigación. 1980 y 1981. Colegio de Postgraduados, Chapingo. Méx .

MARTHA ALICIA PERALES RIVAS*

tos, por sus aportaciones en las discusiones cotidianas y en una parte del trabajo de campo.

Yuriria (Gráfica 1) municipio inmerso en el Baj ío guanajuatense, pionero en su conformación. Junto con Valle de Santiago, frontera entre aridoamé­rica y mesoamérica, pueblo con asentamientos purhé· pechas y otomíes, culturas con tradición agrícola que desarrollaron el sistema de huamil en laderas, mientras las partes bajas o planas, no se utilizaban por permane­cer inundadas durante largos períodos.

A partir de la Conquista, se crea el primer sistema de riego en Guanajuato con el represamiento de las aguas del río Lerma (principal afluente del esta­do), en la laguna de Yuriria. La creación de esta laguna, permitió el desarrollo de la pesca, las artesan ías y la agricultura de riego ribereña.

Pueblo con gran desarrollo y diversifiéación de actividades, hasta la introducción del ferrocarril, ele· mento que cambió la conformación regional, permi· tiendo el florecimiento de pueblos atrasados y dejan· do en el atraso a muchos de los florecientes.

Así, desde principios de siglo, Yuriria se ha ido conformando como un municipio de desarrollo in· cipiente, a d iferencia de los municipios vecinos como Valle de Santiago, Jaral del Progreso, etc . que han teni· do un desarrollo típicamente capitalista, desde el siglo XVIII, pueblos que a partir del siglo XVII empezaron a utilizar el agua de la laguna de Yuriria, situación que les permitió un desarrollo más extenso y rápido de la agricultura de riego.

Yuriria, al contrario del modelo típico co· nocido como Baj ío productor de granos con gran desa· rrollo manufacturero-industrial, agrícola y ganadero, persiste como productor de maíz, de fuerza de trabajo utilizada en otros municipios y desde la década de los 50's exportador de mano de obra a E.U.A.

Se caracteriza desde esos años como parte de la zona de agricultura de temporal, productora de bienes salario, características que hacen interesante su estudio, por representar el complemento o la condición indispensable del actual desarrollo.

* Profesor-Investigador. Centro Regional Centro-Oc­cidente, UACh, Morelia, Mich.

Municipio

Tarimoro Tierra Blanca Uriangato

Superfi~ie km

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." -. - ...... , GUANAJUATO MUNICIPIOS

Valle de Santiago Victoria Villagrán

362.4 332.8 147.9 835.7 939.2

. .-.---Xichú Yuriria

Total

1. Abasolo 2. Acámbaro 3. Allende 4. Apaseo el Alto 5. Apaseo el Grande 6. Atarjea 7. Celaya 8. Cd. Manuel Doblado 9. Comonfort

10. Coroneo 11 . Cortázar 12. Cuerámaro 13. Doctor Mora 14. Dolores Hidalgo 15. Guanajuato 16. Huanímaro 17. I rapuato 18. Jaral 19. Jerécuaro 20. León 21. Moroleón 22.0campo 23. Pénjamo

98.6 855.4 788.8

30589.0

24. Pueblo Nuevo 2"5. Purísima 26. Romita 27. Salamanca 28. Salvatierra 29. San Diego de la Unión 30. San Felipe 31. San Francisco del Rincón

32. San José lturbide 40. Tierra Blanca 33. San Luis de la Paz 41. Uriangato 34. Santa Catarina 42. Valle de Santiago 35. Santa Cruz de Juventino Rosas 43. Victoria 36. Santiago Maravatío 44. Villagrán 37. Silao 45. Xichú 38. Tarandacuao 46. Yuriria 39. Tarimoro

Fuente: Econotecnia Agrícola, DGEA, SARH, noviembre de 1978, p. 13.

GRAFICA 1.

Sus condiciones f(sico-bióticas, de tempo­ral benigno con clima semicálido subhúmedo con pre­cipitación media anual de 761 mm y temperatura me­dia de 18°C. Suelos profundos de coloraciones oscuras (vertisoles) y en las laderas suelos de menor profundi­dad con pedregosidad variable (vertisol péfico, crómi­co y litosol); en algunas partes lacustres suelos con pro­blemas de salinidad. La vegetación aún existente es del tipo matorral micrófilo y cracicaule, selva baja caduci­folia y mezquital.

De acuerdo con la clasificación fisiográfica de Detenal se encuentra dentro de la subprovincia "Sie­rras y bajíos michoacanos" con longitud Oeste de 101° 08' Y 20° 13', latitud Norte con altura de 1736 msnm.

Encontramos diferenciados tres agrohábi­tats o condiciones para la producción:

LADERA: al sur de la cabecera municipal con topogra­fía muy accidentada. La altitud varía desde 1750 a 2 200 msnm, con pendientes de 20 a 40%. Suelos de origen volcánico con alta pedregosidad, someros, con

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textura arcillosa y limo arcilloso en la cresta de los ce­rros. El clima predominante es semicálido subhúmedo con un plt de 43%, variable de menor a mayor confor­me aumenta la altitud. Predomina el matorral y la sel­va baja caducifolia. Las heladas son ligeras.

En este agrohábitat (Perfil No. 1) se en­cuentran 18 poblaciones con una superficie aproxima­da del 70% (33 857.9 ha) (Censo de 1970). Los siste­mas agrícolas que se han desarrollado en esta área son el de huamil y de yunta, completados con el sistema ga­nadero mixto trashumante.

El huamil se caracteriza por utilizar sólo energía humana, ya que se ha desarrollado en condi­ciones físicas con fuertes limitantes de pendiente que van de 10 a 40%y pedregosidad de 20 a 100%de diáme­tro regular a grande, que impide una limpia total del terreno en poco tiempo o con poca fuerza de trabajo; en las condiciones más severas se llega a obtener poca superficie cultivable sin perspectivas de ampliarla. Los cultivos predominantes son maíz-frijol-calabaza, en ocasiones güajes y chilacayote.

2000 -

1950 _

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/~~~ \ \ VARIABLES 10. 20. 30. 40. 50. 60.

Altitud 1800 1830 1850 1910 1970 1937

Horizonte O Horizonte O (Presente) Arcillo-lim~ Textura Arcilloso Horizonte A Arcillo:""¡imoso Arcillo-limoso Arcillo-l imoso

Arcilloso

Materia orgán ica Alto Mediano Bajo Alto Alto Alto

60 % 62.2 % 50 % 50 % 60 % 15 % Pedregosidad

(Escoria, basalto) (Escoria, basalto) (Basalto, escoria) (Lajas, escoria)

Pendiente 4.5 % 8 % 10 % 10 % 10 % 15 al lo

Clima (-) Gradiente de humedad (+ )

Matorral Matorral Matorral Vegetación micrófilo micrófilo

m micrófilo (hu izache-mes- Selva baja Selva baja Salva baja Selva baja

Quite) (transición)

Uso del Agrícola Agrícola Agrícola

suelo Pecuario Pecuario Pecuario

Agrícola Agrfcola Agrícola

Tracción Tracción Tracción Tracción TECNICA Animal Animal

Animal Animal

Huamil Terrazas Huamil

Fuentes: Cartas DETENAL, SPP, 1982. Trabajo de campo.

PERFIL 1. PERFIL FISICO-BIOTICO y USO DEL SUELO. CERRO SANTIAGO. YURJRIA, GUANAJUATO

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La fuerza de trabajo es familiar, en raras ocasiones se utiliza asalariados para la cosecha de maíz. Semillas criollas y poca utilización de fertilizantes e in· secticidas, no se utilizan herbicidas por el costo que re· presentan.

El proceso de trabajo es largo y complica· do ya que las labores comienzan desde enero como lo muestra la gráfica No. 2, donde la práctica de "ahoya· do" es una limpia constante del terreno para descubrir superficie al cultivo (despiedre) y arropar la humedad de las cabañuelas. Esta práctica ha ido desapareciendo como producto de la emigración o de los trabajos even· tuales que realiza el huamilero o su familia . El proceso de trabajo finaliza con la cosecha de maíz y frijol de guía en el mes de noviembre-diciembre, para comen· zar otro proceso en enero. Prácticamente, todo el año se ocupa el agricultor en su huamil. El destino del pro· ducto es en su totalidad para el autoconsumo, sólo ex· cepcionalmente por tener un excedente o una fuerte necesidad, vende parte de su producción en grano opa· ra semilla.

SISTEMA DE YUNTA: Hemos diferencia· do este sistema del anterior por utilizar tracción animal y disminuir la utilización de energía humana. Al igual que el anterior sólo se utiliza excepcionalmente fuerza de trabajo asalariada. Se utiliza en mayor proporción el fertilizante en algunos casos, herbicida, aunque su utili· zación aún es incipiente. Es generalizada la renta de yuntas para realizar labores de barbecho, siembra y es· cardas . Esto implica mayor inversión monetaria que el sistema de huamil.

El proceso de trabajo comienza con el bar· becho a partir de mayo, esta práctica no siempre se realiza por la inseguridad del temporal. En muchas oca· siones se siembra sin haber barbechado. La siembra al momento de declararse el temporal, puede retrasar la cosecha y exponer el cultivo a las heladas, la siembra en "seco" puede adelantar el ciclo vegetativo del maíz pero tiene el riesgo de poca germinación aumentando costos en semilla y mano de obra . La decisión de una u otra forma de siembra y de la realización de otras la-

LABORES CULTURALES E F M A

bores, dependen en gran medida de la disponibilidad de tiempo del agricultor y de la disponibilidad de yun· tas y semilla; de ahí la importancia de la propiedad de los medios de trabajo . Factores que finalmente se re­flejan en un mayor o menor rendimiento de la pro· ducción.

En este sistema también se realiza des­piedre y/o acomodamiento de piedra después de la siembra y al emerger la planta, con el fin de crearle condiciones de mejor crecimiento y facilitar las labo­res de la yunta. (Gráfica No. 3).

La cosecha comienza y finaliza práctica· mente al mismo tiempo que en el sistema de huamil.

Las condiciones físicas en que se ha desa· rrollado el sistema de yunta, son menos limitantes que las del sistema anterior, ya que la posibilidad de intro­ducir energía animal requiere menor cantidad de pie­dra ( - de 50% ) y sobre todo de menor diámetro. Las pendientes no son mayores al 15%. Cuando se realiza en pendientes mayores, se ha realizado fuerte despie­dre y terraceado.

El paso de haumil a yunta, está condicio· nado por la pedregosidad (tamaño y porcentaje) y la pendiente; su modificación depende de la inversión pretérita de fuerza de trabajo, de la actual disponibili­dad de ésta y/o de la disponibilidad de recursos econó­micos de la unidad familiar. El interés para su modifi­cación está determinado por las opciones extraunidad con que cuente el agricultor y por lo errático del temo poral (mayor o menor precipitación).

En el agrohábitat de ladera se ha desarrolla· do la ganadería mixta trashumante , que como su nom­bre lo indica no utiliza superficie específica. La compo­sición de los hatos es de ganado caprino, y en poca pro­porción bovino. Existen también hatos de ganado ca­prino y ovino, aunque son más importantes los reba­ños de ganado caprino. La superficie que ocupan son los caminos, las laderas y hasta 1978 se alimentaban de los esquilmos de la cosecha de primavera-verano dejadas en las parcelas de las partes planas y en las de ladera. La superficie no ocupada en ladera y plano en otoño-

M J J A S O N D

wa W///A W///-Wffh~ Ahoye ~ ~/ffh-~ ~ Siembra ~ ~ Resiembra Vh V/////, ~ Aplicación de insecticidas W$A ~ ~ W"/I-1 Ql. Escarda Wh ~A 20. Escarda wm r1 Deshierbe ~ Cosecha frijol de mata ~ Cosecha frijol de gu ía ~ Cosecha maíz-calabaza W~ ~

GRAFICA 2. MARCHA AGRICOLA MAIZ-FRIJOL-CALABAZA SISTEMA HUAMIL

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LABORES E F M A M J J A S O N D OBSERVACION

1 ~ No se realiza por lo BARBECHO I inseguro del tempo-

1 ~ ral

SURCADO y ~ I SIEMBRA ~ De 5~ días antes de

RESIEMBRA la primera escarda

ACOMODAMIENTO

~ Antes de la primera

DE PIEDRA escarda

~

PRIMERA I 22- 30 días después ESCARDA de la siembra

SEGUNDA ~ ~ I 40-45 días después ESCARDA ~ de la siembra

ANTES DE JILOTE AR EL MA IZ y FR IJO L EN FLOR Si no le dio tiempo de DESHIERBE

SI HAY M UCHA MA LA HIER BA la segunda escarda

APlICACION DE IN-

I SECTICIDA PARA PI- F djol en flor CUDO DEL FRIJOL-FOllDOL

COSECHA I FRIJOL DE MATA

I I .

COSECHA FRIJOL DE GUIA ~ COSECHA I MAIZ y CALABAZA

GRAFICA3. MARCHA AGRICOLA PARA YUNTA, YURIRIA, GUANAJUATO

inv ierno se dejaba libre para pastoreo. Al momento de sembrar granos en las partes planas en este ciclo, se res­tringe la posibilidad del pastoreo en estos terrenos. La reducción de la superficie para pastoreo, ha traído co­mo consecuencia la reducción de los hatos y rebaños de la zona.

El segundo agroháb itat es la zona lacustre (Gráfica No. 4) de la laguna de Yuriria . Abarca 8 pe­queñas poblaciones, dos de ellas se dedican exclusiva­mente a la pesca, las otras combinan la pesca con los sistemas agrícolas de huamil, yunta y riego. En este caso sólo nos referiremos ala zona lacustre colindante con la ciudad de Yuriria, que abarca una superficie aproximada de 1 500 ha, cultivadas cuando más por 200 agricultores entre propietarios y aparceros.

Los terrenos son planos sin ondu laciones significativas, suelo negro arcilloso con alto contenido de materia orgánica, profundos, textura mejorada con incorporación continua de abonos orgánicos. Las par­tes más bajas tienen problemas de salinidad.

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El manto freático es muy somero, aumen­tando la profundidad conforme se aleja de la orilla de la laguna. La vegetación es acuática (lirios, lentejilla) y tulares, carrizales, sauces, etc ., con utilización del li­rio como materia orgánica para el suelo y el tule para petates.

El clima es semicálido subhúmedo con ma­yor incidenciá de heladas en los meses de noviembre a febrero, en el caso de heladas tardías hasta abril.

En general podemos distinguir dentro de este agrohábitat tres áreas diferentes para la produc­ción: 1) Area con suelos salinos~ 2) Area con suelos no salinos y manto freático profundo (más de un me­tro) y 3) Area con suelos no salinos y manto freático somero (hasta un metro). La extensión del área salina es muy reducida con presencia de pastos halófitos, uti­lizada para pastoreo semi intensivo, la parte con menos problemas de sales se ha abi erto al cult ivo . Las áreas 2 y 3 ocupan cerca del 95 % de la superficie lacustre . .

Las condiciones favorabl es de suelo. hume-

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4.

dad permanente. y el aprovechamiento del riego desde la construcción de la laguna, han permitido una utiliza­ción intensiva y diversificada del suelo_ Los sistemas agrícolas desarrollados en el agrohábitat lacustre, se distinguen del resto por la diversidad e intensidad de los cultivos, favorecido por las excelentes condiciones edáficas y disponibilidad permanente de humedad_ La ocupación permanente del suelo es posible por las aso­ciaciones e imbricaciones que se muestran en la gráfi­ca No_ 5_

Al año, se obtienen hasta tres cosechas de maíz en una parcela, además de las hortalizas que se asocian o imbrican, esto es posible en tanto dos ci­clos de maíz se utilizan para elote y forraje verde, el tercero es utilizado como grano para autoconsumo y forraje seco. La decisión de la siembra de un determina­do cultivo está en función de la demanda y el precio en el mercado; por ejemplo, cuando el precio del elote es alto, se prefiere imbricar maíz-maíz y obtener cose­cha en fechas que no se obtiene el mismo producto en temporal o en riego menos intensivo. En el ciclo de in­vierno, se prefiere sembrar aquellas hortalizas que más resistan a las heladas y su ciclo sea corto. La alfalfa apa­rece en las parcelas con riego de aguas negras o donde se requiere por tener establo.

En realidad, cualquier cultivo es posible sembrarlo en el área, las únicas limitantes son las hela­das, la fuente de agua y el manto freático. Existen tres fuentes de agua: aguas negras, agua de la laguna yagua de pozo profundo. La primera limita la diversidad por la contaminación que provoca en las hortalizas. El man­to freático limita la intensidad en aquellas parcelas que están cercanas a la orilla de la laguna por ser inundables en la época de lluvias. El manejo de estas parcelas re­quiere gran experiencia para lograr la cosecha de prima-

ENE.

LECHU­GA O

COLI­NABO

vera-verano de marz y posiblemente una de invierno cuando la precipitación es escasa. El riego en esta área es con cuchara, sistema rústico con gran requerimien­to de energía humana. Los agricultores calculan un pro­medio de 8 horas continuas para regar media hectárea. La sustitución de este sistema de riego por uno de bom­beo, depende de la disponibilidad de los recursos eco­nómicos del agricultor.

La energra empleada es animal, se utiliza sólo para la preparación del terreno, para las otras labo­res del proceso de trabajo se utiliza exclusivamente energra humana_ Podemos considerar que por las con­diciones favorables del terreno, se utiliza "mínima la­branza", en tanto se realiza sólo un barbecho en el mes ·de enero, siempre y cuando coincida con la termi­nación de un ciclo. La mayor inversión de fuerza de trabajo se registra en la preparación de los almácigos de hortalizas, deshi\lrbes y cosecha. La mano de obra utilizada es familiar en un 90% , el resto asalariada en etapas "pico". Regularmente para la cosecha no se em­plean trabajadores por parte de los agricultores ya que se las compran en pie tanto las hortalizas como el elo­te. En caso de no ser asr, el agricultor y su familia co­sechan paulatinamente conforme van llevando el pro­ducto a los comerciantes del mercado local, con excep­ción del marz para grano que es de autoconsumo. La utilización de fertilizantes químicos es reducido, la de insecticidas es alto y frecuente por la gran propaga­ción de plagas favorecidas por la humedad. La diversi­dad de cultivos es un factor ecológico importante pa­ra su control.

Las semillas criollas son las que uti'lizan la gran mayoría de los productores, las mejoradas se uti­lizan sólo cuando por la premura de la cosecha no es posible dejar parte del cultivo para semilla. En el caso

DIC.

GAR· MELON CHILE MAIZ PEPINO CALABAZA FRIJOL

MELON PEPINO GARBANZO==

~ SIEMBRA

MAIZ-CHILE MAIZ-MAIZ COLlNAB AIZ-SORGO ACELGA

~ COSECHA

GRAFICA 5. AREA LACUSTRE. CALENDARIO AGRICOLA

128

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Frutales ~ ~ (f Alfalfa

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GRAFICA 6. USO AGRICOLA. CIENAGA PRIETA. VURIRIA, GUANAJUATO

.A Pozos

del maíz, se cambia constantemente de variedades con el fin de aumentar el tamaño del elote y los rendi­mientos.

El sistema "lacustre" a pesar de ser inten­sivo y producir para el mercado, se puede considerar como tradicional por la utilización predominante de energía humana, tracción animal, fuerza de trabajo fa­miliar, abonos orgánicos y semillas criollas. La persis­tencia de sus características ha estado determinada por su eficiencia biológica y económica, por lo reducido de los predios y mercado regional seguro. Un cambio tec­nológico, con introducción de energía mecánica y tra­bajo asalariado, podría desequilibrar el sistema, en tan­to sus características han demostrado mayor eficiencia en el largo plazo, aun comparado con los sistemas agd­colas mecanizados intensivos. Por lo tradicional y redu­cido de su superficie, no ha representado importancia para las instituciones oficiales, no hay otorgamiento de crédito ni asistencia técnica. No existe registro de las producciones obtenidas. Sólo se toma en cuenta para el cobro de los impuestos de la propiedad federal.

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El tercer agrohábitat que distinguimos es la zona de la ciénaga; cuenca endorréica y un pequeño va­lle intramontano, recién drenada por un canal artificial. (Gráfica No. 6). Abarca 20 poblaciones con un total de 9 522 habitantes, de los cuales ei 94.9 se dedica a acti­vidades primarias (censo de 1970).

La parte baja, es decir la ciénaga tiene una extensión de 8 312 hectáreas, la parte cerril colindante con la ciénaga 1 175 ha. En 1979 sólo 1962 ha estaban regadas con pozos profundos.

Los suelos son profundos, negros, grises y rojizos de origen aluvial y residual, textura arcillosa. La altitud va desde los 1 750 a los l' 850 msnm. Se en­cuentran dos climas distintos; hacia el suroeste del área, clima de mayor humedad: e (Wl) (W) b(j) templado intermedio, con lluvias en verano y un cociente plt en­tre 43 y 55. Hacia el este del área un clima de transi­ción, semicálido subhúmedo. La vegetación también va­ría; en las partes altas del suroeste predomina el encino en la segunda área climática selva baja en la parte alta ~. mezquital en la planicie. (Perfil No. 2).

LOS sistemas agrícolas que se han desarro­llado en las laderas suaves y abruptas, corresponden a huamil, yunta y ganadería trashumante a excepción de la parte de ladera con pendientes menores al 5%donde se ha introducido el cultivo de sorgo de temporal y muy recientemente de riego semimecanizado.

Es en este agrohábitat, donde se han regis­trado fuertes cambios en los sistemas agrícolas mani­fiestos en el cambio de patrón de cultivos en los últi­mos tres años. (Gráfica No. 7) .

Hasta 1979, la parte de la ciénaga se utiliza­ba con el sistema agrícola semiintensivo maíz-frijol­garbanzo como predominante, es decir, 6 659 ha que representan el 80% de la superficie sembrada. El restan­te 20% se sembraba con sorgo-trigo o sorgo-cebada. Una cantidad mínima (33 ha) se cultivaban con alfalfa. Los tipos de riego eran: de pozo profundo (sólo exis­tían cerca de 10 pozos), de humedad y riego por deri­vación de las cajas de agua o arroyos intermitentes. La utilización de insumas era en baja cantidad, la fuerza de trabajo era asalariada y en menor proporción fami­liar. Para 1970 en el ciclo de primavera-verano se re­gistró un total de 13 100 trabajadores eventuales que se concentraban en la parte plana y de ciénaga.

La energía emplea~a era animal en un 85% de la superficie, sólo en 1 660 ha se utilizaba energía mecánica y animal (mixta).

La superficie sembrada con semillas mejo­radas correspond ía a la ocupada por sorgo y sólo 133 ha de maíz híbrido.

Las condiciones de constante inundación, difícil acceso a los terrenos cultivados y la utilización de superficie cultavable para el represamiento del agua, hacía difícil una intensificación de la agricultura de la zona, !a cosecha sufría fuertes retrasos y su venta se di­ficultaba por el difícil acceso a las parcelas centrales de la ciénaga. La mecanización era muy dificultosa por la gran retención de agua en el suelo arcilloso. En los períodos de mal temporal, se exponían las cosechas de P-V al no obtener suficiente humedad en las etapas críticas del cultivo que coinciden con la canícula inter-

estival. El cicio de 0-1 no se cultivaba por no haber represamiento de agua o suficiente retención de hume­dad. Así, la obtención de 2 cosechas al año era ocasio­nal y la cosecha de un solo ciclo estaba fuertemente supeditada a los factores climáticos (precipitación y período de heladas).

Las condiciones físicas favorables, manto freático elevado (de 30 ·a 70 m), planicie extensa sin pedregosidad permitieron que la inversión del Estado en la construcción del dren, de caminos y sobre todo de apertura de pozos se reflejara en la adopción del sis­tema agrícola intensivo predominante en el baj ío; sor­go-trigo promovido por el mismo. Estos cambios en el patrón de cultivos se registraron a partir de 1979, año en que se perforaron más de 10 pozos, en 1983 prácti­camente toda la superficie de la ciénaga cuenta con rie· go de pozos profundos. La introducción de! sorgo, tra· jo consigo e! paquete tecnológico que lo caracteriza; uso intensivo de insumos aunque en el caso del uso de insecticidas no alcanza el nivel de las zonas producto-

ras más antiguas, incremento de ún 50% del área meca­nizada, uso de combinadas para la cosecha de sorgo y trigo. La tecnología utilizada no se ha "modernizado" en su totalidad, el uso de tracción animal en las labo­res de aporqUes y deshierbes es común por el no total control del exceso de humedad en el suelo, por el mis­mo problema, el uso de herbicidas es casi desconocido en la zona. La escasez de equipos para aplicación de gas amoníaco, hace que su uso aún no sea generalizado, el riego es aún ineficiente por la falta de experiencia y la poca restricción del agua.

Por lo reciente del cultivo y el control in­suficiente del exceso de humedad, los rendimientos del sorgo están por abajo de la media regional, 6.5 a 7 ton/ha con el cultivo del trigo sucede lo contrario en tanto las condiciones son más favorables en este ciclo, obteniéndose rendimientos hasta de 8 ton/ha, con un rendimiento promedio de 6.6 ton/ha promedio supe­rior al regional, 6.0 ton/ha.

El cambio de un sistema extensivo a inten· sivo se refleja en la relación beneficio-costo obtenida:

CUADRO 1. RELACION BENEFICIO COSTO DE LOS CULTIVOS MAS IMPORTANTES CIENAGA PRIETA. YURIRIA, GUA­NAJUATO 1982

CULTIVO COSTO $

SORGO 27 480 .- 33 950

MAIZ 8250 - 29 639

TRIGO 26 800 - 31 250

El beneficio/costo que se obtiene a partir de la adopción del sistema agrícola intensivo, la facili ­dad de manejo, el mercado seguro y el otorgamiento de crédito, son las razones por las que se facilitó la intro-. ducción de cultivos antes extraños en la zona.

La superficie registrada con hortalizas 0.4 % en 1983, se explica fundamentalmente por su difícil manejo, la falta de experiencia de la mayoría de los

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BENEFICIO TOTAL ($) e/e

63532 - 128000 2.03 -4.6

- 2 350- 18331 -.18- .8

66 750- 99 200 1.7 -3.7

agricultores en estos cultivos por el reciente mejora­miento de las condiciones físicas y técnicas, y sobre to­do, por el mercado inseguro y la dificultad para hacer­lo llegar en corto tiempo a su .destino por el aún difí­cil acceso a las parcelas.

Los siguientes cuadros resumen las caracte­rísticas principales de los sistemas agrícolas del mun­cipio :

CUADRO 2. CONDICIONES FISICO BlonCAS y SISTEMAS AGRICOLAS

SISTEMA PENDIENTE PEDREGOSIDAD DISPONIBILIDAD HELADAS

DEAGUA

HUAMIL 5 - 20% 30- 50% TEMPORAL MENOR

YUNTA 5% 30% TEMPORAL MENOR

CIENAGA 1% 10% RIEGO MAYOR

LACUSTRE 1% 3% RIEGO MAYOR

CUADRO 3. CONDICIONES TECNICAS DE LOS SISTEMAS DE CUL TlVO

SISTEMA CLASE DE DISPONIBILIDAD CICLO DENSIDAD DE FUERZA DE ENERGIA DE RIEGO AGRICOLA PPOBL. MAIZ TRABAJO

'HUAMIL MANUAL TEMPORAL ANUAL BAJA FAMILIAR

YUNTA ANIMAL TEMPORAL ANUAL 30000/ha FAMILIAR

CIENEGA MAQUINARIA RIEGO/POZO 2 CICLOS 27-6B MIL ASALARIADA

LACUSTRE MANUAL POZO Y 2-3 CICLOS 60-100 MIL FAMILIAR ANIMAL GRAVEDAD ASALARIADA

w E'

2300 -

2200

2100

2000

1900

1800 ~ b .oc:> 009. o _<!!L 'P/~ 0.0.0. . '0, O .

I j km 1700 J I T

/~ 4 ~8\ 12 16

20'" 24

~'" '" "\"" Vertisoles L Vert isol L L Suolo Litosoles A Vertisol pél ico con alto contenido de carbonatos A A

O O C E E r--- U -

Pedregosidad < 30 % R < 1 % < 1 % R S A A T

R -Pendiente > 6 % 10 % < 1 % < 1 % C E L

E A R -G

C Ma íz Sorgo R U

U Tipos Frijol ·Sorgo. marz, trigo y garbanzo O N L Garbanzo L Trigo L L A T A A - A I O O C ¡--

V E Maquinaria E U

O To!cnicas Tracción animal R MaQuinaria Tracción animal Tracción animal R S

A A T S -+ R

E ¡--

Temporal Riego pOr Bombeo E Agua

Introduccl6n Riego Utilización de Sifones Riego pOr Bombeo R L R ~ A Tenencia de la L Propiedad ej idal ~ O G Propiadad Ejidal A Propiedad Ej idal Tierra

O Pequeña Propiedad G U

E U N

Otros usos del suelo ¡Caprino) R N A

Huamiles en descanso A A

Vegetaci6n Selva Baja Matorral m icrófilo V mezquital Caducifolia

Escala Horizontal 1: 1 00 000 Escala Vertical 1: 10000

PERFIL 2. PERFIL FISICO-BIOTlCO Y USO DEL SUELO DE LA "CIENAGA PRIETA". YURIRIA. GUANAJUATO

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LOS SISTEMAS AGRICOLAS y LAS UNIDADES DE . PRODUCCION

La diferenciación y caracterización de .Ias unidades de producción se basa fundamentalmente en los sistemas agrícolas presentes en la unidad y en las actividades extra unidad que realizan sus componentes.

En los agrohábitats estudiados, las unida­desde producción coinciden con la unidad familiar, a excepción de las unidades de riego que poseen más de

. 20 ha en la parte de la ciénaga, que son de propiedad privada o aún más excepcional las ejidales. Este tipo de unidades por ser poco representativas (sólo se encon­traron 10 en toda el área) quedarán fuera del análisis_

Las unidades tipo 1, son aquellas en las que su economía está basada en los sistemas agrícolas de huamil, yunta y/o ganadería mixta trashumante_ El tipo de propiedad es privada con extensiones de 5 a 25 ha, ejidal (8 ha) y aparcería. La extensión de la par­cela difiere de la superficie sembrada por cada uni­dad; esta depende de la disponibilidad de humedad (mayor o menor precipitación). de la disponibilidad de fuerza de trabajo familiar, de las opciones de tra­bajo extra unidad y del monto de los ingresos prove­niente de otras actividades_ La superficie sembrada también está relacionada con el sistema agrícola más importante para la unidad; aquellas que sólo siembran huamil, la superficie sembrada tiende a ser más redu­cida, de 2 a 20 ha, las que siembran con yunta de 5 a 25 ha, esto se explica por el mayor o menor requeri­miento de fuerza de trabajo que caracteriza a los sis­temas .

El tipo de propiedad, no es un factor sig­nificativo en la determinación de la superficie a sem­brar por la unidad.

Los medios de trabajo que emplea la uni­dad son los aperos de labranza y las yuntas_ La propie­dad de estas últimas depende de los recursos económi­cos de que dispone la unidad, pero fundamentalmente el ser propietario de la tierra y tener suficiente fuerza de trabajó familiar que las atienda. El disponer de yun­tas, incrementa los gastos de la unidad, pero ofrece la ventaja dé realizar a tiempo las labores requeridas en el proceso de trabajo y ampliar la superficie sembrada, ofrece también la posibilidad de arrendarla y compen­sar los gastos que .ocasiona su mantenimiento_ Por lo general, los arrendatarios no son propietarios de este medio de trabajo, por los bajos recursos con que cuen­ta la unidad.

Existen dos tipos de arrendamiento: "a me­dias" y "al tercio"_ Las unidades que arriendan a me­dias son aquellas que siembran con yunta. Al tercio son las que cultivan en huamil, en ocasiones se combi­nan las dos formas. El riesgo del pago es mayor para quienes siembran con yunta por la inversión en efecti­vo compartida por el arrendatario y el arrendador. En el caso del huamil el pago sólo es por el uso de la tie­rra, siendo coñdonado por el duefjo en casos de mal

temporal. El pago es en el primer caso en efectivo, oca­sionalmente en especie, por lo que el arrendatario se ve en la necesidad de vender parte de su cosecha para sol-

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ventarlo_ Cuando combina la siembra de sorgo y maíz, prefiere vender el primero y dejar el segundo para autoconsumo. En el caso de arrendamiento "al tercio" siempre se paga en especie.

Lo errático del temporal, la inseguridad y raqu ítico de la cosecha o la poca superficie cosechada, obligan a estas unidades a complementar sus ingresos con otras actividades y/o con la venta de su fuerza de trabajo_ Las unidades con fuerza de trabajo joven, en­cuentran más opciones para trabajar; emigran a EUA a emplearse como jornaleros agrícolas, a la ciudad de México a las industrias y a los servicios o en la propia ciudad de Vl,;riria como albañiles, en el comercio, en las fábricas de tabique, o como jornaleros en las áreas de riego. Las mujeres en el servicio doméstico, maqui­la de rebozos y de ropa en general. En el caso de ser trabajos eventuales, la parcela representa la seguridad del alimento básico de la familia, por lo que a pesar de la inseguridad del temporal, no. se abandona, sólo se reduce la superficie a cultivar_ En el momento que el empleo extraunidad se convierte en permanente y los ingresos son suficientes, la parcela se da en arriendo o se abandona por largos períodos_

Las granjas de puercos siempre representan una cierta seguridad económica para la familia, por lo que a pesar de las fluctuaciones del precio de los lecho­nes y de la carne de puerco, se conservan en tanto la lógica .de ganancia no es la que opera en estas unidades.

Las unidades con menos disponibilidad de fuerza de trabajo o cuando en la unidad sólo persisten los más viejos, tiende a no vender la fuerza de trabajo, sino a complementar los ingresos con otras actividades familiares como la venta al menudeo de los productos agrícolas (elotes y garbanzo verde). pastoreo, o peque­ños establos para la venta de leche y las pequeñas gran­jas porcícolas. En todos los casos, la parcela es el sostén fundamental de la unidad por lo que su abandono o re­ducción no depende de las actividades o ingresos com­plementarios en este caso.

En los dos casos, el objetivo principal de la producción es el autoconsumo, la venta del maíz se rea-

. liza para solventar gastos generados en el proceso de trabajo o en la propia unidad. Otro elemento común de las unidades temporaleras es la insuficiencia de la pro­ducción agrícola aún sin contabilizar la inversión de trabajo familiar . Desde otra lógica, la relación benefi­cio-costo es de - 0.18 a 8.

Las unidades tipo 11, son aquellas que de­penden exclusivamente de la producción de su parcela, es decir, son autosuficientes. Su producción es muy di­versificada e intensa, del 80 al 90% se destina al merca­do, del 10 al 20% para autoconsumo, principalmente de maíz y algunas hortalizas frescas_ Emplean jornaleros sólo en casos de exceso de trabajo para la unidad fami­liar, los insumos químicos empleados son escasos, tos medios de trabajo que poseen se reducen a sencillos im­plementos (azadones, cucharas para riego, bombas de :::ombustible) la mayor parte de las unidades no poseen yuntas, las rentan ya que su utilización es esporádica.

Todas las unidades disponen de fuentes de humedad seguros: acequias, pozos, ~anales derivado-

res, o en último caso, la compra de agua para comple­tar los riegos necesarios. En general, todas utilizan tec­nología tradicional.

Existen dos tipos de propiedad; la privada y la federal. La extensión varía de .75 ha a, 5 para los dos tipos de propiedad. Sólo dos unidades tienen cerca de 20 ha, pero están arrendadas en parcelas de 5 ha.

Las unidades de propiedad federal están en desventaja con respecto a las privadas, ya que precisa­mente la continuidad de las inundaciones las delimita como propiedad federal. En total abarca una superfi­cie de 300 ha (censo 1970). Estas unidades no pueden disponer de pozos, sólo siembran con la humedad per­manente por lo elevado del manto freático (hasta 1 m), pagan más impuestos ($ 2 OOO.OO/ha) y sólo cosechan máximo dos ciclos, excepcionalmente tres. No utilizan tracción an imal, sólo energía humana. Estas limitantes provocan que sus ingresos sean menores que los de pro­piedad privada pero a pesar de esto, son autosufiCien­tes. La facilidad de obtener forrajes verdes durante to­do el_ año, permite que algunas unidades integren la producción pecuaria con la agrícola en per¡ueños esta­blos o granjas porcícolas.

La renta y aparcería, se dan en los dos ti­pos de propiedad. En la propiedad privada por la ocu­pación definitiva del propietario en otra .actividad o por, emigración defi"itiva, se renta en efectivo. En 1979 la hectárea se rentélQa en $ 20 000.00 aproximadamente. En la propiedad federal, la irregularidad de la tenencia facilita el arrendamiento.

La relación beneficio-costo obtenida por estas unidades es la más' alta de la zona (de 2 a 4) ex­plicable por lo reducido de la inversión más que por lo alto de los precios. Esta relación b/c permite a los agrio' cultores sostener una vida urbana, aunque por lo redu ­cido de sus propiedades, su nivel de vida es bajo.

La venta de los productos agrícolas y pe­cuarios está asegurada P9r el consumo urbano y por la demanda de los municipios vecinos. La fluctuación de los precios no los afecta al mismo nivel que las unidél­des que tienen unicultivos o monocultivos .

Las unidades tipo 111, clependen de los in­'Jresos obtenidos de la producción agrícola. Producen granos básicos (sorgo, trigo, cebada, maíz). de riego de pozos profundos. Recientemente incorporadas al mer­cado, el 70 u 80% de la producci6n es para la venta, la diferencia para el autoconsurno. Algunas de ellas pro­ducen exclusivamente sorao, la mayor parte de ellas siembra hasta 1 ha de maíz para el autoconsurno. La propiedad es ejidal, no mayor de 8 ha, algunas tienen distribuidas la tierra en riego y temporal en ladera, pero han logrado integrarlas 'a su dinámica de producción. Algunas de ellas poseen hasta 20 ha o más por relacio­nes familiares o son propietarios de los aperos, tracto­res, camionetas de diverso tonelaje. En los últimos tres años, algunas unidades se especializaron en la maquila de equipos para aplicación de amoníaco, cubriendo un área considerable de la ciénaga. Todas las unidades al­quilan combinadas para la cosecha, muchas de ellas también alquilan tractores por no tenerlos o por series insuficientes los que poseen. La maquila de yuntas es

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generalizada en estas unidades, la mayor parte viene de, las unidades de temporal.

El consumo de insumas es elevado. Utili­zan trabajo asalariado y en menos proporción familiar, semillas criollas para maíz, garbanzo y cebada, mejor~­das para sorgo y trigo. Las unitiades COIl :nenos super­ficie y menos ingresos, integran agricultura con la pro­ducción porcícola y bovina en baja escala. tJo venden su fuerza de trabajo, ni emigran. Son las únicas unida­des de la zona que emplean crédito de av ío y refaccio­nario, el banco les otorga asesoría técnica aunque en poca proporción. Este otorgamiento ha llevado a los aqricultores a organizarse en grupos solidarios o colec­tivos para el control del agua y el pago de créditos. En la zona, son las únicas unidades que cuentan con orga­nizaciones' para la producción, hasta hoy sólidas. La venta de los productos agrícolas es a través de los aca­paradores de Valle de Santiago y los porcicultores de Ur,iangato y Moroleón.

La acumulación de capital en estas unida­des es reciente para la mayor parte de ellas. En general proviene de dos fl¡entes : de los ingresos obtenidos de

la emigración a EUAcuando la producción agrícola era extensiva e insuficiente para el sostenimiento de la uni­dad. La acumulación por esta vía fue lenta y paulatina, pero fueron las unidades que primero obtuvieron pozos y maquinaria, condiciones que les permitió la adopción rápida de un sistema agrícola intensivo. La segunda vía y la más reciente, ha sido a través de los ingresos obte­nidos de la misma producción agrícola. Estas unidades están en desventaja con las primeras en tanto sen las que aún no están mecanizadas y dependen totalrflente del crédito para producir.

Las relaciones que se establecen entre las unidades las esquematizamos en la Gráfica 7.

Los cambios operados en los sistemas de producción agrícola y en las Unidades de producción, han tenido repercusiones sociales diferenciadas depen­diendo del rapel que juegan los productores en el pro­ceso productivo y en la distribución de la producción.

En general, los cambios tecnológicos regis­trados han sido de sistemas extensivos a intensivos con la modernización de la agricultura e incorporación al mercado en la compra de insumos y productos y la ven­ta de la producción agrícola. La productividad de la fuerza de trabajo se ha incrementado.

El sistema lacustre ha sido el que .menos cambios ha registrado, las unidades correspondientes se han mantenido a pe.sar de las fluctuaciones de la pro­ducción agrícola nacional. Su alta productivid~d y per­sistencia rompe con los cánones de producción occi-dentales. .

Los sistemas de temporal si bien han incre­mentado la productividad de la fuerza de trabajo, ha si­do por la incorporación de energía de fuentes agotables. La desaparición y/o pauperización de las unidades pro­ductivas ha sido notoria en los últimos cinco años; la re­ducción de la superficie cultivada en 1982 fue de un. 50%. La sequía prolongada de los últimos tres años, la inseguridad del temporal aunada a la baja productivi-

Cultivos E F M A M J J A S O N O

Maíz-frijol

Garbanzo

DESPUES DE 1979

Cultivos E F M A M J J A I S O N O

Maíz

Sorgo

Trigo -GRAFICA 7. CICLOS AGRICOLAS. CAMBIOS EN EL PATRON DE CULTIVOS. CIENEGA PRIETA, YURIRIA, GUANAJUATO

ANTES DE 1970

dad de la fuerza de trabajo, sobre todo en el huamil, y la gran diferencia entre costo de producción y precios de mercado, han sido las principales causas de la semi­IJroietarización o completa pauperización de una gran cantidad de unidades de autoconsumo.

El aumento de la mecanización en las uni­dades tipo 11, el incremento en la producción total, se ha reflejado en un aumento del nivel de vida de estos productores. Las organizaciones pera la producción han jugado hasta el momento un papel favorable para ellos.

Estos logros se reflejan de manera diferente en aquellos productores de temporal Que eran ocupa­dos en la ciénaga al terminar ellos sus propias labores en el ciclo primavera verano. En el ciclo de invierno re­presentaba la única oportunidad de empleo; la cosecha de garbanzo ocupaba cerca de 30 jornales por ha, en total el sistema maíz-garbanzo ocupaba de 61 a 74 jor­nales/ha por año, de tal forma que el desplazamiento de mano de obra en las siete mil ha de riego asciende a 483 desempleados por año agrícola.

El abandono de las áreas temporaleras por incosteabilidad es cíclico dependiendo de las alternati­vas extra unidad de producción y extra región que ten­gan en cada momento los agricultores temporaleros. Por ejemplo, en 1983 hubo una desecación total de la

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laguna de Yuriria y del lago cráter, que impidió que es­tos agricultores complementaran sus ingresos con las actividades de pesca y colecta de mosco.

En este mismo año, por efecto de la crisis generalizada, las actividades de la industria de la cons­trucción -complementarias de la agricultura de subsis­tencia- se han reducido considerablemente. Esta situa­ción, aunada a la restricción de emigración a EU, plan­tea la posibilidad de mayor presión sobre la tierra y, en algunos casos, de mayor deterioro de los recursos na­turales.

Las alternativas de incrementar la produc­ción v ía productividad para el mantenimiento de la cre­ciente población no empleada directamente en la aqri­cultura, son escasas en la zona debido a lo limitado de los recursos económicosde las unidades. Es posible (lue la tendencia dominante sea entonces una mayor polari­zación y pauperización de los él']ricultores y jornaleros agrícolas.

Es claro q'Je el problema planteado no es simple, va más allá de un problema localizado y/o téc­nico; el dar alternativas implica profundizar en el estu­dio de las condiciones socioeconómicas de los produc­tores y de la participación de los mismos en la búsque­da de soluciones.