ICONOTROPIA - CVC. Centro Virtual Cervantes · Los Cuadernos de Arte pesar de la ausencia de...
Transcript of ICONOTROPIA - CVC. Centro Virtual Cervantes · Los Cuadernos de Arte pesar de la ausencia de...
![Page 1: ICONOTROPIA - CVC. Centro Virtual Cervantes · Los Cuadernos de Arte pesar de la ausencia de masoretas autorizados, la iconotropia, como ciencia deficiente más benig na en la certeza](https://reader034.fdocuments.ec/reader034/viewer/2022042111/5e8bbce3d409290632016cee/html5/thumbnails/1.jpg)
Los Cuadernos de Arte
ICONOTROPIA
Basilio Baltasar
D e la iconotropia, o ciencia de la divulgación profana de las imágenes, se desprenden gran parte de los textos constitutivos de la literatura fragmentaria que
conocemos. Relatos de hazañas, hallazgos rituales y fórmulas de anticipación rastreados en las tradiciones orales, se han formado de las arbitrarias descripciones de viejas imágenes perdidas o desapercibidas. El valor literario de estas escrituras es elevado, aunque su legibilidad disminuya con cada generación y el significado histórico de sus datos haya sido prudentemente cuestionado.
En los relatos adoptados por la costumbre para la transmisión de los perfiles más destacados de estas imágenes prevalece la expresión de escenas autónomas sobre el obligado desarrollo ar� gumental. Aunque en los textos encontrados se percibe el esfuerzo del copista por insertar las imágenes en las leyes de tiempo y lugar a las que obliga la transmisión oral, la manifiesta imposibilidad de cohesión entre las escenas originales acaba dictando la imprecisión que ha caracterizado estos relatos de abundantes aoristos gnómicos.
Es probable que los criterios de composición útiles a la imaginería primitiva (previa quizá a la escritura pictogramática) fuesen modificados por el deseo celoso de sus autores, inquietos ante la posibilidad de una interpretación aventurada. Los anagramas sustentaron la disputa de los primeros copistas.
Los tropos extraídos del icono -producto de aquella aventurada gramática anónima- se modifican siempre según los caracteres propios de cada fragmento, no responden a ningún sistema de traducción unificado y tan sólo conservan entre sí casuales proximidades fonéticas.
El anhelo primordial de la literatura fragmentaria perseguía el reconocimiento entre el icono desapercibido y los mismos fragmentos orales distribuidos, a pesar de todas las dificultades. Pero el esfuerzo del gramático por conciliar la estructura latente del icono, la satisfacción del· oyente (transmisor inocente y obligado) y la inercia histórica, no siempre reposó sus propósitos.
La morfología iconotrópica presenta el interior del icono bajo la inusual tendencia a la randonización (alteración de los contenidos por la modificación del orden de sucesión). La literatura fragmentaria ofrece una azarosa descripción de los iconos o, igualmente, una ajustada comprensión de las escenas originales de los mismos. No hay un criterio uniforme que permita
66
hallar el relato más fidedigno y descubrir el fragmento que mejor nos habla. Marginados del rito escénico que propiciaba su comprensión osmótica, los iconos y las oraciones que los complementaban se mantienen en un desorden vivencia! que la literatura de ocultación persigue ostensiblemente, tras concluir que muchas de las anáforas rituales conservadas consiguen penetrar efectivamente las resistencias de la memoria.
Hasta donde yo sé, el primero en hablar de la iconotropia ( en cierto aspecto similar al expuesto) ha sido Robert Graves (1946). Sin embargo, la presencia de esta tradición en la historia de la literatura puede ser largamente sospechada. A
1 2
3 4
l. Mujer.2. Hombre.3. El amante del mar.4. El de la línea azul.
![Page 2: ICONOTROPIA - CVC. Centro Virtual Cervantes · Los Cuadernos de Arte pesar de la ausencia de masoretas autorizados, la iconotropia, como ciencia deficiente más benig na en la certeza](https://reader034.fdocuments.ec/reader034/viewer/2022042111/5e8bbce3d409290632016cee/html5/thumbnails/2.jpg)
Los Cuadernos de Arte
pesar de la ausencia de masoretas autorizados, la iconotropia, como ciencia deficiente más benigna en la certeza que en el cálculo, ha sido frecuentemente recurrida por distintos autores, especialmente poetas: Daniel («miraba yo en la visión de la noche»), Henoch («yo he leído sobre· las tablillas del cielo los misterios de los santos»), Keats («en este pergamino ves escrito con bellos caracteres un cuento de rayos de sol»), Yeats («bajo rayos del día que declina convocando imágenes»), Dylan Thomas («el secreto del suelo crece por los ojos»), Saint John Perse («Duque de un pueblo de imágenes»), Jacob Bohme («lcómo me tengo que entregar al nacimiento de la tierra para entender algo?») y, entre ellos, otros muchos.
El texto aquí reproducido es un breve ensayo de iconotropia, la versión literaria de la colección de cuadros pintados por Antonio Socias (Inca, 1955), designados con el título «Cantantes con Futuro» y expuestos en la Sala Vayreda de Barcelona el mes de noviembre de 1984.
Los números romanos permiten clasificar los diferentes fragmentos del relato y los números entre paréntesis, seguidos de la abreviatura le.,remiten a los «iconos» que, en principio, aparecen con un título propio e independiente. Al final se ofrece una posible versión de la canción/ oración oculta en el relato, que sin duda podrá ser compuesta fácilmente.
Rasgos de alejados sacramentos, invocaciones apócrifas y signos de primitivas esperanzas podrán ser descubiertos en un texto compuesto tras la meditada observación de los «iconos», al margen de la opinión del pintor y desconociendo sus propias ideas acerca de las imágenes de sus cuadros.
I. Desde la almohada el anciano oprime supecho y sin saliva en las difíciles palabras del recuerdo y sólo por temor al martillo de madera (12, le), transige soltar las criaturas de la susura:
II. -Dinos qué viste.- Una doncella sin brazos, un perro sin nariz
y un pájaro de varias lenguas. - lDónde los viste?- Sin ruido me acerqué a la ventana y asoma-
do puse los ojos en sus rostros y así comprendí sus propósitos.
- ¿y no te descubrieron nunca?- Sólo una vez; tan sólo una.- lCómo fue?- Estando yo en la ventana fijando las pala-
bras mudas de sus labios y deduciendo por ellas el lugar dónde provenían todos, deslicé con cuidado mi brazo hacia mejor postura y una olla de barro llena de tierra cayó al patio de la fuente (6, le.).
- ¿y qué hicieron cuando te vieron?- No me vieron. El estruendo de la olla de
tierra sobre las piedras del patio de la fuente fue tal que durante unos instantes callaron. Pero ninguno alzó la cabeza (2, le.).
- ¿ Y tú qué crees?
67
5 6
7 8
9 10
5. Cantante 17.6. Cantante de las profundidades atlánti-
cas.7. La cantante de Cala Bou.8. El toro venido del azul.9. Saltando al toro negro.
10. Amantes.
![Page 3: ICONOTROPIA - CVC. Centro Virtual Cervantes · Los Cuadernos de Arte pesar de la ausencia de masoretas autorizados, la iconotropia, como ciencia deficiente más benig na en la certeza](https://reader034.fdocuments.ec/reader034/viewer/2022042111/5e8bbce3d409290632016cee/html5/thumbnails/3.jpg)
Los Cuader.nos de Arte
- Creo que se disponían a bajar.111. No consentirán estos viejos severos, sin
fuerza ya en los brazos, ni cabellos sobre la frente, alertar al muchacho de las preguntas y anunciar con disimulo la palabra que podría desvelarlo. El obligado contador de cuentos venga así sus celos: abusando y abrumando la esmerada observación del que escucha.
IV. -Ahora busca :una montaña.- Ya lo hice.- Llena pues tu boca de aceite y cuándo te al-
cance la medianoche levántate y camina hasta tres veces alrededor de ella.
- lCómo conoceré que esa es la montaña dela cueva?
- De allí saldrá un toro con un cirio encendi-do sobre cada uno de sus cuernos.
- lQué debo hacer entonces?- El volverá a la cueva y tú lo perseguirás.- lCuánto tiempo debo ir tras él?- Encontrarás un pequeño montón de mate-
ria negra con la que tropezará el toro. V. A pesar de sus desagradables trenzas ras
posas y duras, las viejas descalzas son infinitamente más amables. Y aunque también persiguen el gusano de la corrupción culpable (20, le.), nunca hieren a sus víctimas con el veneno de las adivinanzas. Las viejas, que raramente aparecen en grupos, tampoco esmeran el buen aspecto de sus trabajos y una vez convocado el joven rechazado por el viejo celoso del lecho, no traman nuevas patrañas contra sus jóvenes protegidos. Esta ternura abre su boca de dientes estropeados, las asiste en sus infatigables paseos nocturnos -la desmesurada edad de sus huesos no concilia ya ningún sueño- y les concede las lágrimas del alba.
VI. Cuando la vieja ha conseguido el encuentro levanta un fuego y marca los pasos que la esconden de la luz para cantar en la penumbra:
Busca el grillo. Cógelo. El grillo de la mata. En tu mano callará. Susurra la canción. La mano en el aire. Arrastra los pies. Al grillo de la mata. Arráncasela. VII. El mismo esforzado estudiante, defrau
dado antes y fatigado junto al lecho de las cenizas (3, le.), trepidará ahora sin pensamientos, quemándose junto al fuego y helándose con la noche, cercado por la alegría de la vieja canturrona que danza torpe y descalza lejos de la leña ardiendo.
VIII. lHabrá comprendido ya el estudianteque ésa es la canción de los alocados eunucos que no le conviene cantar, la tenue melodía de la memoria oscura (5, le.), el gesto brusco de la pierna atacada del cuerpo llagado en la habitación húmeda, la maledicencia de los sueños
68
blancos y el ojo cerrado sobre la voz abierta (4, le.) en el rincón estrecho de la montaña en donde el viejo usura sus criaturas y el viento infla los malos vientres (8, le.)?
Convendrá al joven discípulo discernir con suma economía de imágenes todos los rasgos de la vieja bailarina: trenzas duras, pechos sin leche, rodillas desnudas en el aire (9, le.), uñas rotas, largos lóbulos, el carcajeo sin estridencias de su cuello frágil y ojos robustos. Porque si todos los retratos ofrecidos tiempo antes al muchacho no hubieran sido penetrados, si el grillo mutilado con sus dientes hubiera confundido su cuerpo y el lugar de la danza y el engañoso camino de vuelta; si el muchacho, uno más en-
' 11
13
12
14
11. El pescador.12. Canto de los voladores.13. Personaje para una ópera de telefonistas
desnudas.14. El chupa-pájaros.
![Page 4: ICONOTROPIA - CVC. Centro Virtual Cervantes · Los Cuadernos de Arte pesar de la ausencia de masoretas autorizados, la iconotropia, como ciencia deficiente más benig na en la certeza](https://reader034.fdocuments.ec/reader034/viewer/2022042111/5e8bbce3d409290632016cee/html5/thumbnails/4.jpg)
Los Cuadernos de Arte
tonces, hubiera abierto sus manos pálidas y entregado a la noche el cálido recuerdo de su padre (14, le.), nada lo salvaría de una vieja estéril gritona y amenazante, dispuesta a soplar los cuernos ensartados en el collar de su cintura.
IX. El cuerno de toro, emblema de los cielostempestuosos, el canto de la bestia contra la mañana, hirió de nuevo a la vieja llorosa que mastica lamentos con sus encías (ella desprecia la melodía de sus ceremonias nocturnas). Maldiciendo la luz en sus ojos, restregando con las manos el polvo que sus pies levantaron durante la noche, la vieja mujer lagrimea su falda y empuja hacia atrás el aire de sus hombros y se agita desde el suelo y promete venganzas cuando los mugidos burbujean de nuevo su vientre (1, le.).
Pero nada consolará al joven extraviado. Si en lugar de repetir como un castrado la cancioncilla del insecto (15, le.) hubiera cubierto su nariz con la mano libre que le quedaba después de seguir las primeras instrucciones de la mentirosa Melaina, el humo de las piedras de la hoguera no habría cegado su memoria y pronto en sus labios, hasta entonces pegados, una canción, todavía más antigua, hubiera espantado los saltos obscenos (7, le.) y las muecas de la vieja y así habría desvelado el lugar que le habían prometido (18, le.):
He contado los cuernos. Y sé dónde- está (11, le.) He soplado los cuernos. Y sé dónde está. Los dientes rotos y los brazos rotos y los pies rotos, han huido. Así que yo encontraré La piedra de leche para los pechos de mi esposa (19, le.).
EPILOGO Y CANCION
Los cantos de las ceremonias se entonaban bajo la advocación y la presencia de los iconos. La conjunción entre canto e icono posibilitaba la comprensión de una escena -usualmente grabada en piedra- en la que se participaba realmente. La canción ritual y los esfuerzos posteriores para la interpretación profana de las imágenes conformaron los primeros fragmentos de la literatura de ocultación.
Para el lector especialmente interesado se sugiere la lectura de esta Canción del Futuro, mientras sigue la correspondiente colección de cuadros:
XI. (11, Ic.)/V (20, Ic.)/11 (2, le.).XI. (19, Ic.)/X (7, Ic.)/11 (2, le.).l. (12, Ic.)/VIII ( 4, lc.)/VII (3, le.)11. (6, Ic.)/XI (11, Ic.)/X (18, le.) ..
(Las frases del texto en cursiva com-ponen esta canción).
69
15 16
17 18
19 20
15. El chupa-moscas.16. El cantante de Son Sant Joan.17. Modern Singer.18. Unicornio.19. La cantante de los tres pechos.20. Cantantes a dúo.