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IBER ICA EL PROGRESO DE LAS CIENCIAS Y DE SUS APLICACIONES REVISTA SEMANAL /Jireçción .Y Adminislración Observatorio del Ebro (El Observatorio esta en el término municipal de Roquetas, ciudad próxima a Tortosa) AÑO . TOMO 2. 0 27 OCTUBRE 1917 VoL. VIII. N. 0 199 LAS MANDfBULAS DE UN TIBURÚN MONSTRUO ¡·) . Reconstrucción de las mandibulas de un tiburón fósil a a. Dientes de un tiburón actual A. Diente fósil del tiburón . antiguo Mandibulas de un tiburón · actual En los períodos geológicos debier<;>n existir tales tiburones, que sus magnitudes dejarían hechos unos pigmeos a los voraces y temibles tiburones actuales. tos dientes fósiles del tiburón antiguo (A) ,. compa- rados con !. os de los (a a), han: servi do para restaurar las mandíbula s de uno de aquellos mot'lstruos marinos de la época terciaria. Dicha restauración se ha verificada recientemente el «American Museum», . . ! ' . de cuyo «Journal» tomamos nuestro sugestivo _ grabado. . Se. calcula que el tiburón, al cúal ran semejantes mandíbulas, debía ten er 20-a 25 metrqs de largo: los actual es del mis in o .género (Carcha- rodon) alcanzan, cuando mas, de 8 a · 10 metros

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IBER ICA EL PROGRESO DE LAS CIENCIAS Y DE SUS APLICACIONES

REVISTA SEMANAL

/Jireçción .Y Adminislración Observatorio del Ebro

(El Observatorio esta en el término municipal de Roquetas, ciudad próxima a Tortosa)

AÑO IV~ .TOMO 2.0 27 OCTUBRE 1917 VoL. VIII. N. 0 199

LAS MANDfBULAS DE UN TIBURÚN MONSTRUO

¡·) .

Reconstrucción de las mandibulas de un tiburón fósil

a a. Dientes de un tiburón

actual

A. Diente fósil del tiburón . antiguo

Mandibulas de un tiburón · actual

En los períodos geológicos debier<;>n existir tales tiburones, que sus magnitudes dejarían hechos unos pigmeos a los voraces y temibles tiburones actuales. tos dientes fósiles del tiburón antiguo (A) ,. compa­rados con !.os de los actuah~s (a a), han: servi do para restaurar las mandíbula s de uno de aquellos mot'lstruos marinos de la época terciaria. Dicha restauración se ha verificada recientemente e~ el «American Museum», . . ! ' .

de cuyo «Journal» tomamos nuestro sugestivo _grabado. . Se. calcula que el tiburón, al cúal pertenècie~ ran semejantes mandíbulas, debía ten er d~ 20-a 25 metrqs de largo: los actual es del mis in o .género (Carcha­

rodon) alcanzan, cuando mas, de 8 a ·10 metros

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var las planchas y material de cons­trucción. Una poten· te grúa fija de 80 to­neladas, emplazada . en el extremo del muelle de montaje, servira para colocar las grandes piezas, los mastiles, etc.

Astilleros de la •Compafiía Trasmediterninea> en Valencia. fotografia dèl proyecto

Las instalaciones principales distribuí­das en el extenso recinto,son: pabello­nes de las oficinas, almacenes genera­les, taller de herre­ros de ribera y for­jas, fundición de hierro y bronce; ta­lleres de modelos, electricistas, tu be­rías y galvaniza­ción; sala de galibos, talleres de carpinte ·

Cróníca iberoamericana

España

Astilleros para la construcción de barcos de gran tonelaje, en Valencia.-La Compañía Trasmediterrdnea; de la qu.e· hablamos en IBÉRICA, vol. VII, pag. 19, esta llevando al cabo en la apacible y tranquila playa de Caro, de Valen­cia, là esforzada empresa de levantar unos astilleros para los nuevos buques de su flota, y para a tender, si es posible, a los pedidos de otros armadores.

En el dilatado litoral del Mediterraneo, aunque hay muchos establecimientos que construyen veleros y pequeños buques, y el arsenal de Cartagena (para bar­cos de guerra), no existen grandes astilleros a seme­janza de los de Bilbao, y dada esta circunstancia, la excelente situació.n geografica del puerto de Valencia, su activo movimiento comercial, sU: vasto y rico hinter­land y la proximidad a los futuros Altos Hornos de Sa­gunto, hacen esperar que los nuevos astilleros gocen de plena vida y desarrollo. .

El proyecto, cuyo modelo esta expuesto en las · ofici~ nas de los señores Ferrer Peset Hnos., es obra del inge­niero don Justo Gonzalo, y de él reproducimos dos as­pectes interesantes para dar idea de la visualidad de los astillei:òs con sus grandiosas instalaciones y talle• res, ·s ns gigantescas y atrevidas chimeneas; sus poten­t es grúas èléctricas, los pabellones de gracioso corte arquitectónico, los dilatades andenes para acondicionar miles de toneladas de hulla y estivar las maderas de contrucción, las vías fé rreas que enlazan los talleres, y finalniente las amplias y señoriales avenidas que real­zan y embellecen .el conjunto.

El emplazamiento de los astilleros a barca 6 hecta­reas, dos de elias de terreno.s que se ganaran al mar, y la superficie cubierta .por edificios y talleres medira 12450 m.2• Sus gradas, en número de cuatro, pavimen-

. tadas sólidamente, tendran · capacidad para construir buques de tres, cuatro, cinco y hasta 10500 toneladas. Cuiitro grúas-torres locomóviles, de 3000-kg. de poten­-cia, maniobraran en el recinte de las gradas para ele- ·

ría de grada y botes, central eléctrica de fuerza motriz y alumbrado, talleres de maquinaria y montaje, etc. En estos últimos se construiran los motores de combustión interna para la propulsión de los buques, pues la Com· pañía Trasmediterranea desea que todo sea obra de la industria naval nacional..

En los talleres, donde se calcula que obtendran tra­bajo unos 2000 operaries, se montaran maquinas-herra­mientas de los tipos mas perfer~ionados, que permiti­ran una labor perfecta y un trabajo intensivo. El capital de la empresa asciende a seis millones de pesetas.

Gracias a esta loable iniciativa y a otras semejan­~es, unidas a las circunstancias creadas por la guerra, nuestra industria de construcción naval parece caminar hacia su nacionalización definitiva. Al pisar la cubierta de un buque mercante, en el Jugar preeminente de algún mamparo, salta a la vista la placa de cobre con el marchamo del astillero extranjero ... Glasgow, Li­verpool, Newcastle, Hamburg ... como signo de oneroso tributo y de dependencia económica. En adelante, en esas placas veremes sonores nombres españoles: Valen­cia, Bilbao, Ferrol, Cadiz ... , como feliz signo de nues­tro resurgimie~to niarítimo.

Conferencia& de electricidad.- En el Instituta de Inge­nieros Civiles (Madrid) dió el ilustrado ingeniero indus­trial don Juan Usabiaga, el16 del corriente, la primera de un curso breve de conferencias sobre el important e tema cFenómenos eléctricos variables con el tiempo y el espacio.•.

Empezó llamando la atención sobre la importancia que tienen para el lngeniero los fenómenos eléctricos tales como las oscilaciones eléctricas y su amortigua­miento, los períodos variables de las corrientes en · líneas de mucha longitud, y en general todos aquéllos que varían con el tiempo y el espacio.

Como introducción, en esta primera conferencia, ocu­póse especialmente en aquellos fenómenos que única­mente varían con el tiempo, y a est e efecto consideró el caso tan frecuente en la practica del estudio de una línea con r.esistencia, autoinducción y capacidad; par-

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tiendo de fa expresión totiil de · la f. e. m.; compuèsta . naturalmente de los tres sumai:tdos corr'elativos, al sÍ1~

ponerla constante y derivar, llegó à una ecuación d.ife· rencial de 2. 0 orden, de cuya integración obtuvo la ex" presión de la intensidad de la corriente en fimcióa del tiempo, fórmula que fué objeto de una atinada dis-· cusión.

Considerando las raíces de la ecúación caracterís­tica, dedujo, en el casò de ser imaginarias, la expresión de la intensidad en funciones trigonométricas o perió· dicas que den lugar a los feriómenos de las oscilaciories, y del valor de aquellas raíces ·sacó las consecueilcil!S practicas relativas a procurar · un amortiguamiento rapida de las ondas, cosa contraria a la que se haría si se tratara de aprovechar aquellàs ·oscilaciones para la telefonia o telegrafia sin hilos.

e'xplota'dones. en cada ejerciciO, y desaparecer:in d~l tódo hacia 1945-1950, aunq.ue debe preverse· la posibili~ dad de que los establecimientos sidenirgicos de Vizca­ya, y acaso su Diputación Provincial, adquienin .algunas minas con la idea de hacer lo mas largo posible el pe­ríodo de abastecimiento de los alt os hornos · de la re­gión.

Los criaderos de Santander, contando 30 millones de reservas, durarían, manteniéndose su presente extrac~ ción anual, unos veinte ·años, pero tal vez resulte tam­bién menos ra.pido el proceso de extracción; por causas analogas a las de Vizcaya. Entre las zonas ferríferas· restantes en. el Ny NW de España, la de Oviedo exten-· dera .en derta medida sus exportaciones, y en enanto a LÚgo y León son susceptibles de un dilatada laboteo; que comenzara con intensidad dentro de uni:>s cúatro

Vista panoramica de los astilleros, en proyecto, de la •Compafiía Trasmediterranea•, en Valencia

El mineral de hierro y la industria siderúrgica en Espafia.-En La Revista Quincenal, de Barcelona, ha publicad·o don Julio de Lazúrtegui dos interesantes artículos so· bre cel problema del mineral de hierro• y •la industria siderúrgica y sus derivaciones en España• (1), que son dignos de llamar la atención de los capitalistas e indus­triales españoles, y de toda el que sienta interés por el conocimiento de los problemas que han de suscitarse tan luego como cese el actual conflicto internacional.

En el primer artículo, después de reseñar el A. la acti­vidad minera en el período 1868·1913, pasa a estudiar la situación después de la guerra. Al romperse las hos­tilidades, en agosto de 1914, producía España unos diez millones de toneladas de minerales de hierro, de los cuales consumia un millón escaso y exportaba unos nueve millones. Sus reservas de esà primera materia ·podían calcularse en 900 millones de toneladas. La tre­menda crisis europea ha introducido un cambio notable en el régimen de nuestras explotaciones; los antiguos embarques de dos millones de toneladas para Alemania han quedada suprimidos de un golpe, y lo mismo ha ocurrido con el medi o millón destinada a Bélgica; F ran­cia importó en 1916 próximamente igual cantidad de nuestros minerales de hierro que en 1913 (media millón de toneladas) e Inglaterra contipuóen el año última im­portando alrededor · de 5 millones de toneladas, próxi­mamente la misma cantidad que antes de la guerra.

Respecto al probable curso de nuestras explotacio­nes para después de la guerra, puede pronosticarse, con respecto a Vizcaya, que disminuiran gradualmente las

(I) lO de julio y 1(1 de septiembr~ 1911.

años probablemente, una vez construído el proyectado ferrocarril secundaria de Villaodi"id a Villafranca del Bierzo.

Por lo que atañe a las empresa s mineras localizadas en el mediodía de España, aparte el desarrollo de algu­nas extracciones de reciente organización, han de acu­sar cifras importantes las zonas nuevas, entre las cua­les figurau el criadero de Teuler (Huelva) y algún otro, y aumentara sobre toda su producción el gran yaci­miento de Sierra Menera (Teruel), que ya en 1913 em­barcó por el puerto de Sagunto unas 900000 toneladas, y cuyos preparativos son augurios de que en 1918 podra exportar mas de 1200 000, y a caso un millón y medi o den­tro de cuat ro o cinca años.

¿Cua! sera la demanda exterior de minerales de hie­rro después de la guerra? Según el señor Lazúrtegui, las dos il.aciones que seguiran abasteciéndose en gran­de escala, de minerales de hierro de nuestra Península, seran, como antes de la guerra, la Gran Bretaña prin­cipalmente, y en segundo término Alemania. Puede calcularse que los 9 millones de toneladas de exporta­ción que acusaba España en 1913, aumentaran proba­blemente en grada notable, durante los próximos diez a veinte años, y sera posible satisfacer los nuevos pedi­dos, a pesar del agotamiento de Vizcaya, Santander, etcétera, mediante las explotaciones adicionales de que son susceptibles otros núcleos, especialmente el de Sie­rra Menera y el del Bierzo.

El segundo artículo del señor Lazúrtegui empieza con una curiosa reseña de los orígenes de la Siderurgia en nuestra Península; continúa con. algunas considera­dones sobre la colosal expansión de la fabricación mun-

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dial de lingote de hierro durante el período 1S70 a 1914,

que alcanzó a . SO mill ones de toneladas, de las que <;orresponden 31200000 a los Estarlos Unidos de N. A.; 19300000 a Alemania ; 10500000 a Inglaterra ; a Francia ó500000; a Rusia, 4500 000; a Suecia y Noruega, 650000; a España, 445000: estadística en que nuestra nación figura con notable inferioridad , a pesar de que durante los últimos años se observa no escaso aumento. Así, en 1S70

nuestro rend imiento de lingote fué sólo de 40000 tone­ladas; el ejercicio de 1SSO marcó ya 140000 toneladas; el de 1S90, 245000; el de 1S95, 260000: el d'e 1900, 310000;

el de 1910, -400000, y el de 1913, la indicada cantidad de

445000 toneladas. El capitulo mas importante del trabajo del señor

Lazúrtegui es el dedicada al actual estada de la side­rurgia en España, y a su proba ble desenvolvimiento dèspués de la guerra. Considera ndo el aumento efect.ivo ohteilido recientemente en la producción de lingote en a lgunas flíbricas, como la Nueva-Montaña, de Santan­der, y Altos Hornos, de Malaga, y los proyectos de am­pliación de otras, se deduce que podra llegarse a un

tótal de 645000 toneladas de lingote, cifra que esta aun muy lejos del potencial a que de be aspirarse en España:/ ·· Sostiene el autor que la transformación que en nuestra siderur:gia se impone h,a de tener por base el planteamiento simult~ileo .de dÓs gnindes fàctoríàs: una al SE dominando -l¡¡s activas '·r-egion~s de .Murcia, Va, .. lEmcia y Cataluña; y ot ra al ÑW; ·en elangulo SE del

' g ran cuadrilatero formada por El Bierzo, Ribadeo, Co­ruña y Vigo . . La. primera _ Q.e.b~_ría .situarse _en ·Teruel, contando con los abundantes minerales de Sierra Mene­ra, y de ell o se ha anunciada ya el proyecto, que se pro­ponen llevar al cabo los señores Sota y Aznar, de Bil­bao (IBÉRICA, n. • 192, pag. 147). La segunda pare ce in­dicada en la provincia de León, en Ponferrada o. sus cercanías, por disponerse allí de los extensos yaci­mientos fosforosos del coto Wagner, y de las próximas cuencas carboníferas de Valdesamario y Villablino.

Podríamos llegar así a una producción anual de millón y medio de toneladas, y este aumento debería èoincidir con los múltiples desarrollos que se imponen èn las industrias nacionales de transformación.

Alrededor 'de Bilbao, Gijón, Oviedo, Vitoria, Sevilla, Zaragoza, Eibar, Plasencia, etc., acusa la ingenierí~ plausibles avances; y en Cataluña se fabrican calderas y maquinas de vapor, i:naquinas eléctricas, construccio­ñes na:vi lè's;· locomotor~ s, maquina s agrícolas, automó­viles, aeroplanos, maquinas de coser, etc. Conocidos son también los servicios de la Constructora Naval, v de la Euskalduna y o tros notables astilleros.; y actívase à dem.as la instalación en diversos puntos de .España de

ímportimtes establecimientos industriales, como el de Guadalajara, del que habló i:ecientemente la prensa (lBÉRICA, n. 0 190, pag. 115). - Las nuevas condiciones que_ la guerra europea ha èrê ado, hacen mas que nunca imperativos en España los · ensanches de todo género en el ramo siderúrgico ·e :lndustrias derivacias. El" acero ha ocasionada imponde­

·Jl"ab!es hecatombes; del acero saldra por fuerza la recons­titución de tanta ruïna. A España !e corresponde e in te­resa romper el estrecho molde de su industria siderúr­gica, en la seguridad;_conduye diciendo el señor La­zúri:egui- de que sus nuevas actividades acrecentaran extraordinariamente la riqueza pública y facilitanin en todo tiempo a la defensa nacional los adecuados medios ~

Escuara Superi.or de Agricultura.- Con la asistencia d"e 45 alumnos se han abierto los cursos para la enseñanza de Ingenier·os Agrícolas en la Escuela Superio.r de Agri­cultura de Barcelona.

Por acuerdo de la Diputación se ha reformada re­cientemente la enseñanza del grado de Técnico agríco­la, que se da también en la misma Escuela , y cuyos curso's comenzaran· el dia 1.0 del próximo noviembre. Durara n estos estudios dos años y revestir_an un caníc­ter eminentemente practico, para que de ellos .puedan sacar utilísimas ventajas los agricultores en el cultivo de sus tierras, y los hijos de los propietarios, que no pretendan dedicarse a estudios superiores de Agricultu, ra, pero tampoco quieran resigrtarse a ignorar lo mas

· preciso que todo propietario debiera conocer . Ta mbién pueden cursarse en la misma Escuela algu­

nas asignaturas sueltas que, formando parte del plan de estudios, sean preferidas por algunas personas a ql!-ienes sus ocupaciones o su edad no per.mita seguir el ciclo completo de todos los cursos.

El Ayuntamiento de Tarrasa, en sesión del 12 del corriente, acordó una subvención para la Escue la ·Supe­rior de Agricultura, a fin de ayudar a sufragar los ga's­fos a un alumna hijo de Tarrasa o de un pueblo del dï's­tÍ\iJo, que desee estudiar en aquel Establecimient.o. Ot ras Corporaciones y particulares han manifestada s us P.roppsit'os de cooperar a la misma obra, creando algu­·n:a'"s))ecas o· bolsa s-de estudio para esa Escuela que tan~ to~ ·beneficios puede reportar a nuestra riq~eza rural.

cec -

Améríca

Brasii.-Minas de manganesa.-En el estada de Bahía, una empresa no.rteamericana compró _cuatro minas de manganesÒ, la mayor de las èuales esta situada al .SW de la ciudad de Bahia, no !e jo s del ferrocarril Central del Brasil, y las otras tres en las inmediaciones de la población de Nazaret, cerca de la cà pita! del Estada de Bahia.

Calcúlase que se podran embarcar 20000 toneladas de mineral mensualment e, una vez instaladas las vías de

comunicación necesarias , En los primeros nueve meses del año económico

de 1916, según las cifras mas recientes que ha sid o . posi­ble conseguir, las exportaciones de esté mineral ascen­dieron a 401510 ton., · y en 1915 se ha bían exporta do 2SS671 ton. El SO "o¡0 de la exportación de minerales manganesiferos brasileños, va a los EE. UU, de N, A,

Ademas de los yacimientos de Ba hía , se han encon­trada también en Minas Geraes nuevas minas de este

yalioso mineraJ.

Perú.-La cañ a de azúcar.-La región peruana Ha­mada en el país costa, es una estrecha faja exú~ndida

entre la sierra · eis-andina y el mar, y cort ada transver­salmente por los valies fiuviales que se abren entre los estribos de dicha sierra. ·

Estos valies, gracias al riego que sus ríos permiten, resultan regiones fertilísimas donde prosperau los cuiti­vos de la zona tórrida y especialmente el azúcar.

En esta región co·st imera la lluvia es fenómeno des­conocido: en càmbio hay persistentes nieblas que da n al país un aspecto a nalogo al de los brumosos del N d~ Earopa. Duran de abril a octubre -y son mas densas en agosto y septiembre. La siembra y la recolección-·de la

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Moderna azucarera instalada en la Hacienda cCayalti>, Perú (Fot. «La Hacienda•J

caña de azúcar pueden hacerse en esta región en cual­quiera estación, y los ingenios pueden t rabajar duran te todo el año, pues es de las que míts se acercan al clima ideal para la caña de azúcar: calor ardiente, llu:vias raras y aguas abnndantes para el riego.

Por consiguiente, lo único que se necesita en el Perú, es capital para establecer un número mayor de inge­nios de azúcar modernos que cuenten con la mejor ma­quinaria,· y ademas desarrollar los sisternas de riego todavía en mayor escala, para que ese país pueda llegar a ser uno de los grandes productores de azúcar de pri­mera calidad.

Consta que en 1570 se había ya fabricado azúcar en el Perú para el comercio. Sin embargo, la industria no prosperó hasta 1860, por causa de los medios deficientes que se empleaban. Desde la expresada fecha empezaron a hacerse inversiones de capital extranjero en la citada industria, y se han instalado ingenios modernos que cuentan con todos los elementos necesarios para la ela­boración del azúcar.

Lo demuestran palmariamente los dibtintos compar­timientos de la Azucarera instalada en la Hacienda Cayalti, que reprÒducen los grabados. Se encuentra esta hermosa hacienda en el valle de Zaña, regado por el r ío del mismo nombre. Los trapiches de esta fabrica trabajan durante diez meses al año, alimentados por los verdaderos mares de caña-s que crecen en aquella finca . Éstas se transporta u de l campo a la fabrica en e l ferrocarril que recorre las distintas secciones de la hacienda. Los prodnctos elaborados se transportau tam­bién en ferrocarril a las bodegas que posee la Hacienda en el puerto de Eten, a 37 km., de donde se exportaban a EE. UU. de N. A. y a Europa.

Ya en 1904 el Perú exportó azúcar por valor de casi 8 millones pesos oro. En 1906 cerca de Lima se estable­ció una granja-escuela, en la cua! se estudia científica­mente la industria azucarera con mucho provecho y .ventajas para el progreso nacional.

000

Cróníca general

Salvamento de barcos sumergidos.-La mayor parte de los buques hundidos a consecuencia de torpedeamien­tos, pueden darse por definitivament e perdidos, pero quiza sea posible poner a flote algunos, o en todo caso, salvar una notable porción de su cargaroento . Con este ·objeto se han fundado en América dos sociedades: la 1nter-Ocean SubmarÍ1te Engineering C. 0 , y la Deep Sea Salvage Corporatiolt, y ambas esperan realizar pingües negocios, rescatando los tesoros o géneros de subido valor contenidos en aquellos buques, cosa que se considera factible, dados los métodos actuales que per­miten llevar las pesquisas, y aun los trabajos para po­ner a flote los barcos, hasta un centenar de metros de profundidad.

Hay que considerar que muchos de los barcos echa­dos a pique, se hallan a menos de· 100 metros de la su­perficie del mar .• Por ejemplo, el Lusita11ia, hundido a 12 millas al sur de K insa le, esta a 82 metros de pro­fundidad, y contiene 5 millones en oro, sin contar joyas, y varios millones de valores negociables. El Minda, que transportaba una suma equivalente, en lingotes de oro y en títulos, se encuentra al E del Cabo Charles, y cubierto por una capa :de agua de 91 metros de espesor; el Oceania, naufragado en las costas de Alaska, y

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que reposa en el fondo del mar a 90 metros de profun­didad, encierra una suma de 10 millones en oro y plata; y gran número de barcos torpedeados en el canal de la Mancha, no estan stparados de la superficie mas que por una capa de agua de menos de 40 metros de espesor.

Ahora bien, recuérdese que el submarina de la flota de los Estados Unidos de N. A ., F-4, handido por causa de una averia, en 25 marzo 1915, frente a Honolu­lu, pudo ser puesto a flote, a pesar de hallarse a 91 me­tros bajo el agua (V. lBÉRICA, Vol. IV, pag. 264).

Para el salvamento se llenaron de agua seis grandes cilindros de 9'35 metros de-largo y 3'50 m. de diametro, sumergié ronse luego por su propio peso hasta llegar junto al casco del submarina, y se ataron a éste con fuertes cadenas; expulsóse después el agua de dent ro de los cilindros por medio de aire comprimida a 160 atmós­feras, con lo cua! el empuje del agua los puso a flote, ele­_vando consigo al submarina, que fué remolcada hasta el puerto de Honolulu. ·Se ha pro bado, de consiguiente, que es posible poner a flote buques sumergidos, de 260 tone­ladas por lo menos, y que se ballen a una profundidad de un centenar de metros.

En barcos de mayor tonelaje, si acaso no pueden-po­nerse a flote cegando las vías de agua, o por ot ros me­dios, queda el recurso de salvar lo que se pueda del car­gamento, por medio de buzos. Hasta no hace muchos años, se admitía que la rnayor profundidad accesible a

, un buzo, era de unos 60 metr~s, y el record de la pro ~

fundidad, llevado al cabo en 1907 por dos oficiales in­gleses, fué de 64 metros; pero esta proeza ha sido su­perada por la de algunos buzos que cooperaran al salvamento del F-4, y que descendieron a una profundi­dad de 91 metros, donde soportaron una presión de 9 kilogramos por centímetro cuadrado. ·

El buen éxito de esta empresa augura felices resul­tados para otras analogas. Aunque los barcos no po­dran utilizarse en la mayoría de los casos, por los deterioros ocasionados por la acción del agua del mar, y la de la fauna que en ellos se desarrolla, ciertas mer­cancías conservaran aún un valor suficiente para com­pensar con creces los gastos a que den lugar los traba­jos de salvamento.

De Turln a Londres en aeroplano: Sociedad de transportes aéreos.-El aviador italiana capitan Julio Laureati, el mismo que en 26 de agosto última realizó el reco­rrido de Turín a Napoles y regreso, en un solo vuelo (lBÉRICA, núm. 193, pag. 168) efectuó el 26 de septiem­bre otro notable viàje aéreo, que viene a confirmar la creencia de que la aviación sera, a no _tardar, un rapida y extendido medio de comunicación, tanto na­cional como internacional, lo cua! parece que ya se esta realizando en Italia mismo, pues acaba de constituirse ~na Socied~d detransportes aéreos internacionales con un capital de un millón de liras, bajo los auspicios de la Banca Comercial Italiana, y con la participación del grupo <Saboya•, para la fabricación de los aeroplanos, tipo biplano, y de hidroplanos.

De sus Estatutos se colige que su objeto es estable­cer y mant en er un servici o regular de ·viajes aéreos en Italia y en el extranjero, que comprendera no sólo el intercambio postal sino también el transporte de viaje­ros y mercancías. Entre ot ras cosas figurara n en este servicio, la instalación y funcionamiento de las estacio­nes aéreas de partida y llegada: garages, talleres de reparación, etc.: compra y uso de aeroplanos, hidro-

pianos, dirigibles y otras especies de maquinas volada­ras: motores y material es para la aeronautica; y la participación, bajo forma de capital o de traba jo, con otras empresas similares. Tiene también en proyecto establecer algunos convenios especiales con Francia e Inglaterra para la creación de un vasto servicio aéreo

universal. El capi tan Laureati, recorrió en un solo vuelo la dis·

tanda de 1046 kilómetros que separa en línea · reCta Turín de Londres, en 7 horas y 22 minutos, volando por consiguiente a una velocidad algo mayor de 142 kiló­metros por hor.a, pero como el vien to !e fué contrario en casi todo el viaje, la velocidad hubiera podido ser toda­via mayor. Partió de Turín a las 7' 28" y llegó a Houns­low, cerca de Londres, a las 14' 50•; duran te s u vuelo, atra vesó los Alp es por el Monte Cenis a una altura de 3800 metros, cruzó la Cot e- d'Or, los valies del Sena y ·del Marne, al E de París; Complègne, Amiens y el Cabo Gris-Nez, e hizo la travesía del canal de la Mancha en 15 minutos. Est e es el mayor vuelo internacional que se ha efectuada basta ahora, y gracias a é l, periódicos pu­blicados p~r la mañana enTurin, se leyeron en Londres en la tarde del mismo dia. El capitan Laureati, pila­taba un aeroplano construido por la Società Itah'a­na Aeroplani, accionada con motor Fiat, analogo al que le sirvió en su vuelo Turín-Napoles-Turín.

La estereoscopla monocular aplicable a la radiografla.-La cuestión de la estereoscopía monocular ha suscitada numerosas controversias, afirmando uno s y nega nd o otros su posibil idad. Los señores Tauleigne y Mazo, en nota pr-esentada a la Academia de Ciencias de París, sesión de 17 septiembre última, dlcen que los resultados de sus investigaciones les permiten sentar la afirmati­va, pues es cierto que con un tubo ordinario, y por con­siguiente una emisión única, es posible, sin ningún apa­rato de observación ante la vista, obtener un relieve verdadera, física, mensurable, .que puede, entre otras aplicaciones, servir para la localización de los proyecti· les en el cuerpo de los heridos.

El procedimiento de dichos señores comprende dos partes: la creación de la imagen paralactica, y su obser-

fig. 2.' Tubo utilizado en radioterapia, con globo auxiliar refri­gerador y regulador de vado

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vación. Es evidente que una imagen única, completamentefija, no puede dar una sensación de relieve verda· dero; pero si se imprime al objeto so­metido al examen, o al foco de emi· sión radiógena, un movimiento an· guiar de poca amplitud y de período comprendido entre un segundo y un tercio o cuarto de segundo, con un eje de movimiento tal que por lo me­nos uno de los pianos del objeto per­manezca fijo sobre la pantalla, como los otros pianos sufrinín una desvia­ción tanto mayor cuanto mas lejos se ballen de este plano inicial, se habra formada una imagen que contiene to­dos los elementos de la visión este­reoscópica.

En cuanto a la observación, va­rios becbos singulares tienen Jugar, ·aunque por completo explicables: pri­mero, que si tal imagen se observa con ambos ojos, no aparece ninguna sensación de relieve. porque el meca-· nismo de la visión binocular destru­ye totalmente el efecto que se busca con e"! precedente mecanismo, ya que coloca inmediatamente sobre la pan­talla todos los elementos de la ima­gen en movimíento. Segundo becbo, mas extraño aún: si dicba image"n se observa con un solo ojo, el relieve surge en seguida, provocando una

Fig.!." Gabinete de radiologia, en el que puede practicarse la visión estereoscópica monocular

intensa sensación de diversidad de pianos, físicamente exacta, como permiten comprobar todas las observa­ciones. Último hecho, singularmente curioso: el relie­ve aparece directo o invertido, según las disposicio­nes del observador. Basta cerrar, o volver a abrir el ojo con que se mira, para tener sucesivamente los dos aspectos de la imagen eli relieve; y si varios observa­dores miran simultaneamente la misma imagen, todos perciben claramente el relieve, pero unos pueden verlo directo y otros invertido. Parece que esto pudiera ser un elemento de error, pero no es así, porque esta inversión de la imagen no perturba el orden relativa de los pianos y no im pide una exacta localización del obje­to; a veces hasta puede suministrar un precioso e le­mento de comprobación, ya · que uno de los aspectos de la imagen confirma las observaciones becbas en el o tro.

Ademas, si se desea, se puede obtener siempre un aspecto idéntico, pues basta para ello mover el tubo radiógeno en Jugar de mover el objeto. En este caso, los puntos mas próximos a la pantalla son siempre los que permanecen inmóviles, y los pianos mas próximos al manantial luminoso, son los que tienen mayor movi­miento y parecen mas próximos al observador. Enton­ces, tiénese constantemente el relieve invertido, y el observador ve la imagen del cuerpo como si su ojo estu­viese colocado en el foco de la ampolla o tubo.

Parece a primera vista, que percibiéndose el relieve monocular por un mecanismo fisiológico muy diferente del de la visión binocular, es necesario en este método un previo aprendizaje de los ojos; sin embargo, desde el primer experimento, todo observador tiene inmediata-

mente la sensación estereoscópica, aunque la costum­bre traiga un gran perfeccionamiento en la practica de esta nueva visión.

Se comprenden facilmente las ventajas de este siste­ma. No bay que introducir ninguna modificación esen­cial en las instalaciones de radiografia, pues basta un dispositivo cualquiera que permita bacer oscilar lenta­mente el tu bo de derecl!a a izquierda, o de arriba abajo, y basta puede emplearse sólo para ello la mano del ob­servador.

El procedimiento esta llamado a prestar inmediata­mente grandes servicios para la localización radioscópi­ca de los proyectiles, y mas todavía en las extracciones ba jo la pantalla, ya que el cirujano conocera con toda seguridad, por la visión simultanea en el espacio, la po­sición de la sonda y la del proyectil.

Nuevo método de destrucclón de los mosquitos.-En el cli­ma mediterraneo, la duración media de la vida de las larvas de mosquito en el agua, es de unas tres semanas (de 16 a 25 días) antes de su metamorfosis en insectos alados.

Las camas o albergues de mosquitos (1) son algunas veces muy grandes: lagos, estanques, pantanos o cau­dalosas corrientes de agua: y en tales casos, únicamen­te los trabajos de los ingenieros podran modificar estos albergues; pero con frecuencia los hay de exten­sión muy reducida que bastan para infestar de palu-

(I) Los señores Sergent, en nota presentada a la Academia de Ciencias de Paris, de !.'del corriente, dan este nombre a las exten­siones de agua propicias para la reproducción de lo¡; mosquitos.

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dismo toda una región. Entonces, para sanear la co­marca, los señores Sergent (Edmundo y Esteban), han empleada un procedimiento cuya practica durante diez años en el Tell argelino les ha dado buenos resultados.

Supóngase un albergue formada por el agua que proviene de una fuente. En lugar de dejar que esta fuente dé origen a un embalse único, practíquense dos hoyos o fosos que reciba n alternativamente toda el agua del manantia l, cada Pl!5l durante una semana, para lo cua! basta un sencillo ~alecón de tierra o una compuerta, que dirija a voluntad el agua a uno u otro ioso. Durante la semana en que presta servicio, cada fosa se convierte en un albergue de mosquitos: allí ponen sus huevos los Anofeles y se desarrollan las larvas; pero viene la semana de reposo, y no llegando el agua a aquel sitio, ~que se deseca rapidamente hajo la influencia del sol estival, las larvas mueren por falta de agua.

Puede variarse est e dispositiva de diversas mane ras ; así, en lugar de excavar dos fosos, puede derramarse el agua sucesivamente a derecha e izquierda del canal de desagüe, por una serie de malecones · de ·derivación, calculandose la rotación de manera que el agua sea absorbida por el suelo, o evaporada en menos de ocho días. El agua no debe volver a echarse en el mismo terrena has ta . después que hayan transcurrido varias semanas. ~

Esta técnica da excelentes resultados, necesita poca vigilancia y reduce los gas tos de manera considerable, hasta meno s de la · décima part e del coste de los méto­dos antilarvarios mas usados.

En las comarcas mediterr;ineas, las lar vas de mos­quitos necesitan, pa ra d·esarrollarse, de _un albergue ·que subsista durante tres semanas, poco mas o menos; de consiguiente, si se interrumpe, .desdoblandolo , la permanencia de . un albergue, ·haciendo que no· reciba agua mas que durant e una semana, las larvas no podran alcanzar su desarrollo.

En resuinen, un albergue de mosquitos no es peli­groso mas que cuando es perma.nente; y el mejor reme­dia que se puede adoptar en muchos casos es transfor­mar este albergue permanente en otros dos alterna­tivos.

Utilización del castaño de lndias.-El problema de la uti· lización alimenticia de· Ja castaña· de Indias, propuesta ya por Parmentier en 1771 y recordada en épocas poste­riores , vuelve a ser-de actualidad en algunos paí ses.

La Hamada castaña de Ilzdias no es el fruto, sino la sem illa de un hermoso ·arbol, Esculus Hippocastanum, de !à familia Hipocastandceas, que pertenece a las dico­tiledóneas -polipéta las. La semilla, envuelta por un te­gumento· de color especial, tiene sus dos cotiledones ín­timamente soldados y carece de albumen. El tegumento contiene el glucósido denominada esculina, y im tanino ·particular, el dcido esculitdnico,- los cotiledones des­·pués de desecados, contienen de 2 a 3 %de materias grasas, 6 a 7% de materias nitrogenadas y 20 a 30% de almidón, junto ran celulosa y sustancias amargas del

·grupo de las saponinas, que son las que se o ponen prin­cipalmente a· la utilización como alimento de la casta-ña de Indias. ·

El emple·o de la pulpa o de la harina como producto alimenticio, no es posible, a menos que na se eliminen esas sustancias, para lo cua! se hàn itleado diversos

tratamientos, siendo uno de los mas recomendables el la va do con una solución clorhídrica al uno por mil. Est e tratamiento es mas rapido que ellavado con agua pura y menos costoso que con alcohol, y da una harina mas blanca que ·la que resulta de los lavados con agua alcalina. La harina que se obtiene es inodora e insí­pida; sus granos de almidón son irregulares: unos pequeños, ovoideos, y otros voluminosos y piriformes. Todo vestigio de saponinas ha desaparecido con el lavada.

Esta harina podria utilizarse para la preparación del a lcohol y aun para la alimentación, y en el Museo de la Escuela de Farmacia de París, hay muestras de pastas alimenticias preparadas con ella, según leemos en Revue Générale des Sciences (30 septiembre). La misma revista dice que existieron en otro tiempo en los alrededores de París fabricas de fécula donde se apro­vechaba la castaña de lildias, pero no alcanzaron buen éxito por razones económicas (gastos de mano de obra y transportes), y es dudoso que actualmente obtuviese un éxito mucho mejor.

Visibilidad de las ondas sonoras.-Propagandose el soni­do por una serie de condensaciones y dilataciones del medio, o sea en omdas longitudinales, no hay duda de que se puede, con algún artificio ; hacer visible e"I paso de una onda sonora. Conocidos son entre ot ros los clasi- · cos experimentos de las llamas manométricas y de!.t"ú.bo de humos de Tyndall.

También en la atmósfera y sin artificio alguna po­dria resultar ··visible el paso de las ondas sonoras, si concurriesen algunas condiciones espe"ciales. Esto se dice haber .ocurrido en algunos puntos de Francia du· ran te un in tenso bombardeo, · según cuenta L' Astrono­mie, refiriendo diversas comunicaciones hechas a la -Société Astronomique de France, en la sesión del3 de junio próximo pasado.

Mr. J. Martin ·dice, que hallandose en Laffaux a eso de ·Ias 4 1J2 p. m., observaroli él y sus compañeros una nub e blanca atravesada por una serie de sombras, que forma ban fa jas paralelas y curvas concéntricas: las cua­les, añade, seguramente correspondían a las ondas del estampida del cañón, pues lleva ban la velocidad de las ondas sonoras y coincidían con los intervalos de las des­cargas: el estampida . de las pi e zas de mayor calibre producía mayor separación de !as sombras. La observa­ción duró unos diez minutos y cesó probablemente cuando la· posición relativa dè l Sol, · de la nu be y: de los observadores no fué la requerida para la producción del fenómeno, pues el ca:Íí.ón siguió tronando durante largo tiempo.

Otro caso .analogo presentó M. ·Dusausoy, parro ­co de Courlon (Yonne)_, quien refiere que durante la t arde del 4 de mayo, gran número de personas de Vi­llers -Marmery observaran como una especie de som· bras volantes que se movía n sobre el azul del cielo, sembrado de nubes blanquecinas.-Del mismo día es la oJ:¡servación de un artillera de la Champagne, que junta­mente con varias personas, notó una serie de ondas Iu·

·minosas paralelas entre sí que se movían en el firma­mentó. como las ondas de un liquido agitada. Dichos observadores se inclinau también a creer que el -fenó· meno fué debido :a la onda de condensación produci. da · por el disparo de. los cañones y propagada a tra­vés de la atmósfera.

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EL PSIQUISMO DE LOS ANIMALES EN EL TERRENO EXPERIMENTAL

En el núm. IS5, pag. 42 de esta Revista, apareciÓ un artículo en el que se exponía la discusión de varios psicólogos sobre la inteligencia animal. El presente tra­bajo, que podríamos Ilamar complementaria del recién publicada, no tiene otro objeto que confirmar con he­chos experimentales la doctrina del articulista J. U: Zi:ill­ner, que hacemos r.uestra, y a la cua! nos remitimos al exponer el juicio que tales hechos nos merecen.

Conocidas seran sin duda de nuestros lectores, las dos tendencias extremas sobre la tan debatida cues­tión- del psiquismo animal. Pues al paso que unos (I) elevan las bestias hasta igualarlas con el hombre, las rebajàn otros (2) colocandolas al nivel de las maquinas. •

Cierto es que los animales obran como maquinal­mente sin plim ni cónocimiento racional de sus actos; perd •no es menos evidente, como lo atestigua a cada paso la experiencia, que ven los objetos que les rodean, oyen -los soni dos, conocen a s u amo y si en ten dolor cuando se les golpea.

Si falsa es por consiguiente la doctrina que defiende el animal-maquina, no lo es menos la que sostiene el animal-hombre, pues ambas miran en las operaciones animales la parle que mas conduce a sus ideas, pres­cindiendo de lo demas, con lo que ofrecen una teoría mutilada, sobre la que mal pueden cimentar conclusión alguna:

Entre estas dos opiniones, hay otra media, la única verdadera, que puede dar razón de todos los fenóme­nos, y resolver satisfactoriamente todas las dificultades. Es la que defiende ser el alma delas bestias una subs­tancia intermedia entre la materia y la inteligencia; es mas que la materia en cuanto es capaz de sentir; es me­nos que la inteligencia en cuanto es incapaz de racio­cinar. Esta es la opinión mas en consonancia con el senti­do común, y cuya segunda parte intentamos probar en el terrena experimental, siguiertdo las huellas de los grandes maestros de la Filosofía.

Presentaremos, pues, algunos de los innumerables e ingeniosos actos que se observan en los animales, y examinaremos, en los mas difíciles de interpretar, si es necesario que se dé la inteligencia en dichas bestias o bastan otras facultades para explicarlos cumplida­mente.

Y para :que la cuestión no sea meramente de pa­labras, digamos brevemente en qué consiste la asocia-

(I) Los evolucionistas, transformistas y muchos psicólogos na­turalistas. 'Va es tiempo, escribla Broussais (Cours de Phrénologie, p. 594) que desaparezca· esa muralla de bronce que han levantado los metafisicos entre los hombres y los animales.» Cf. P. ]. C. Debreyne «Pensamientos de un creyente cató/ico• p. 172.-Barcelon a. 1854.

(2) Cartesianos, -positivistas, materialistas ... etc.; el famoso car­tesiano Antonio Le Orand, escribia: •Son los animales, a manera de relojes o autómatas, esto es, maquinas, los cuales estan dotados de cierta fuerza me can ica y espont:f nea ... • institutio Philosoph iae part. 7.', art. 17, n.0 3, p. 390.-0enovae. 1694.

ción de imdgenes, con la cua!, como veremos mas ade­Iante, se explican la mayor parte de los mas admirables actos animales, y precisemos después los conceptos de instinto e inteligencia.

Asociación de imdgenes es •la propiedad que tienen éstas, percibidas con algún punto de contacto, de Ilamar­se entre sí al ser aisladamente reproducidas •; fenómeno muy común en el hombre, y causa no pocas veces de sus distracciones.

Inteligencia (de intus o inter legere =!cer dentro, penetrar), es •una facultad con la cua] se llega a conocer la esencia de las casas, la razón de causa y efecto, fin y media; y que es capaz de juzgar y raCiocinar(!) .>>

Instinto es «Una tendencia ciega e"innata (2) con la cua! se ejecutan ciertos actos útiles al individuo o a la especie. •

Los caracteres de una y otro, como se ve, son esen­cialmente opuestos; pues al paso que el institzto obra ciegamente, es uniforme y nunca se perfecciona; medita la inteligencia aunque sea con la rapidez del relampago lo que emprende, cambia de medios o tiendé volunta­riamente a otro fin cuando las circunstancias .varían, neutraliza o destruy~ la causa para que no se siga el efecto, y manifiesta su actividad con el progreso, que tiende constantemente a la perfección.

Los métodos de Psicología ·experimental aplicados al estudio del Psiquismo de las béstias, desempeñan en esta cuestión un pape! importantísimo, toda vez que colocando a los animales en circunstancias para que den manifestaciones de la vida cognoscitiva, examina si el bruto llega entonces al ejercicio de la vida inte­lectual.

La dificultad del examen resalta en su -mismo objeto. Construye su nido el pajarillo y su colmena la abeja; ¿deberase este hecho a la inteligencia? Molestada una hormiga, no huye como sus compañ·eras abandonando la presa, sina que permanece inmóvil, amenaza y aun se arroja sobre el que le molesta. Un gorrión, aburrido de su cautiverio, suicldase en circunstancias que indi­can una fuerza de voluntad de que pocos hombres son capaces. ¿No prueba esta que estas bestias son ca­paces de reflexión? Rómpese ·un perro la pata y es cura­do por un médico a falta de veterinario; un tiempo des­pués, habiendo sufrido el mismo accidente otro perro, condúcelo aquél a la casa del médico: ¿osara alguna ne­gar que tan delicada operación se ha de atribuir a su in­teligencia? (3).

Para otros, éstos son hechos de poca manta; re­curren a las difíciles operaciones aritméticas que en

(I ) N0 nos proponemos dar una defini (:"ión completa y acabada; la dada basta para nuestro propósito.

(2) Con esta palabra queremos significar que el instin to no es fru to de la educación ni ex periencia.

(3) Si algún lector sospecha que semejantes afirmaciones son obra de nuestra imaginación, le remitimos al núm. 185, pag. 44 de IBÉRICA.

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nuestros días han resuelto algunos perros y caballos; a que pueden algunas bestias seguir la conversación con su interlocutor por medio de señales aprendidas; al Jenguaje que observamos tienen los animales; y para que nada falte, acúdese aun a Ja justícia y bondad de Dios que no puede, dicen, conciliarse con nuestra hipó­tesis, pues permite el Se­ñor que el bruto pa­dezca y sufra sin mérito algun o.

La exposición y Ió­gica interpretación de tan curiosos fenómenos, podní servir de refuta­ción a semejantes con­secuencias: que si los hechos mal interpreta­dos pueden llevar a los · mas grandes errores, es­tudiados científica e im­parcialment e se con­vierten en sólidos ci­mientos sobre los que puede edificar la inves­tigación filosófica.

Todos saben que son muchos y aun co­tidianos los actos en que los animales mues­tran su falta de inteli­genci~, y que estos otros no pasan de ser hechos excepcional es.

miento intelectivu; y si basta la asociación de imdgenes, esta fuera de razón el acudir al instinto y mucho mas a la inteligencia, que es facultad mas noble.

La razón de ser de esta ley se funda en aquel prin­cipio de la Filosojía Perenne: •Non sunt multiplicanda entia sine necessitate.•

1. PerfecCión de las obras animales

. • Rhynchites betu­lae• y el cd/culo dife­rencial e integral.-El

· problema que este co­leóptero (fig. 1) resuel­ve es bastante difícil, pues es el de calculo

. diferencial: •Dada una curva, trazar la evolu­ta. • El objeto que elige este escarabajuelo para su ingeniosa obr¡¡. es la hoja del abedul. En poco menos de una hora la transfonnara en embudo en el que de­positara los huevos.

Nosotros sólo estu­diaremos aqueiJos mas çontrovertidos y en los cuales hacen hincapié los defensores de Ja it1-teligencia animal; · las apariencias estan a favor de éstos, ¡:>era la ·reali­dad, desnuda de todo

fig. 1.• RhyTichites be tul a e L., y su obra

En el borde dere­cho, un poco arriba, erripieza el corte, para el cua! le han sido da­das un par de tijeras formidables. En menos de un minuto la parte derecha ha recibido un corte, que excepto en el extremo del borde, es la evoluta del borde de toda la haja. Hiere ligeramente . el nervi o central a fin de que ~in

romperse quede algún

Parle superior: Haz de ·una boja de abedul con el corte terminada. Envés de la misma, en la que. el insecto comienza la arrolladura. Parle inferior: La mitad de la boja, en su forma definitiva. - Ajusta-.

miento de la otra mitad

prejuicio doctrinal, esta enteramente de nuestra parte. Citaremos los de mas actualidad después de sentar

como principio la Ley de Morgan, queallanara no poco el camino algún tanta pedregosa que pensamos em­prender. ~En Psicología animal, dice este sabi~ psicó­logo, es menester no tener jamas una acción como resultada del ejercicio de una facultadmental superior, si puede la misma considerarse como producto del ejercicio de una facultad situada mas abajo en la escala psicológica• (1 ). O en otras palabras: El acto . que eje­cuta un animaf, si ·puede explicarse satisfactoriamente por el instinto, no hay que explicaria por la inteligen­da; si basta el conocimiento sensitivo para interpretaria cumplidamente, esta por demas el atribuiria al conoci-

(1) L ·Morgan •introduction to comparative Psychology» 1894, pagina 53. Cf. Ed. C1aparède Archiv. de Psychologie, 1906, p. 15.

tanto debilitada, y pasa allado izquierdo donde con extraordinaria ligereza y seguridad, sigue royendo la haja en forma de una curva también evoluta del borde izquierdo de la hoja. Sólo el nervio central sostiene ahora la haja, dividida como se ve en la figura, en dos partes desiguales. Comienza luego el insecto la segunda parte de su obra: el arrollar lo recortado, en forma de embudo. Para ello, colócase Rhynchites en el comienzo de su corte matematico; por medio de las uñas de sus patitas, agarra la hoja y la estrecha a su cuerpo. Con làs patitas izquierdas Ja arro­lla mientras camina con las derechas, acabando su em­budo en menos de un minuto. Merced a Ja ingeniosa división de la haja, sale éste tan firme que ya no cede casi nada, en el momento que el insecto deja de hacer fuerza.

Después de haber tornado una ligera refección royendo la parte superior y .libre de la boja, aunque sin

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agujerearla, entra en el nuevo embudo, y a tirants repe­tidos ajusta mas la arrolladura; hace después lo mismo con la parte izquierda y queda <:on e1lo acabada la cuna. Entra tras esta en la habitación r'ecién construída y después de haber abierto con cuidàdo ciertos agujeritos o mas bien receptaculos, deposita dos o cuatro huevos.

falta todavía una parte importante de la obra: el cerrar perfectamente el embudo, para lo cual se sirve de su trompi ta, como el sastre de la aguja. R:ep_etidas veces la mete profundamente en la haja consiguiendo hacer una pequeña costura introduciendo un borde de la en­rciscadura en el otro. Quedando así bien firme la punta .del em budo, pasa por fin a cerrar la abertura 'gran de.

Apodérase Rhynchites de un peoazo de ho ja que en forma de triangulo emerge, y dando vueltas alrededor ·de su cuerpo logra formar un nuevo embudo pequeño. Este constituïra la puerta gran de para cerrar en absoluta la entrada. finalmente, un repaso general de toda su labor. Tan acabada ·obra de Matematicas e lnge~iería, se terminó en menos de una hora (1) .

Las abejas y la estereometria. - En la construcción .de las colmenas, ejecutan estos laboriosos himenópteros un problema de matematicas superiores tan habilmente resuelto, que los hombres, sólo después de algunos años de estudios matematicos se ·ha11an en disposición de resolver .

. El problema podía prop·onerse en los siguientes tér­minos: «Encontrar la figura geométrica que conexio­nada con otras idénticas a el!à, no sólo en una disposi­dón simple sobre un 'plano,, si no doble entre dos pla­nos paralelos, encierre entre éllo.s un volumen dada con la menor superficie de paredes de separación•.

Por el enunciada del problema se compren de que dicha figura no puede ser curva sina poliédrica,p!lesno ha de dejar intersticios; ha de ser prismatica conbase exagonal regular, pues el exagono regular es la figura con que se cubre el plano con menor perímetro, ence­rrando una superficie dada; los angulos del poliedro han de ser necesariamente fracciones exactas de 360° a fin de que .no queden intersticios. Sólo quedan por consi­guiente dos disposiciones: una, la mas natural a primera vista, es la del prisma exagonal recto dividida por mitad mediante una pared plana paralela a los pianos dados; la otra, mas artificiosa, por media de tres rombos que separan los espacios prismaticos de uno y otro lado, quedando de . esta suert e dichos pr is mas unidos por las caras rómbicas de .sus piramides, (2) como nos lo

(1) •Los cuatro arca nos del mundo•, por Carlos josé Oegen­hardl S. V. D.; p. 61, 2. • edición corregida por el P. Ra món Ruiz Amado, S. J. Barcelona 1912. Ad.viértase que la misma costumbre se observa en cualquiera de la subfam. de los A ttelàbidos, fam . Curcu­liónidos.

(2) Excluimos una pinímide exagonal que corone al prisma rec­to; pues aunque Ioda la figura .con menor area en ci erra igual espacio

( . ·J/3) dando a la piramide la altura I J(5 , con Iodo, por ser los angu-

los diedros inconmensurables, no sirve para la conexión intermedis entre los dos pianos paralelos fjjados.

muestra la letra D de la fig. 2. El problema entonces queda enunciada bajo esta forma mas estricta con que el sabio Réaumur (1683- 1757) lo propuso a Konig (1712-1757), celebridad matematica en aquellos tiempos: «Encontrar Ja construcción de un prisma exagonal, ter-

D

fig . 2.' Disposició n . de· las ce/das en los pana/es A. Triedro de ca ras rómbicas aislado.- B. Alvéolo sin eltriedro. C. Prisma exagonal. que rem.ata con el triedro que constituye a su vez el fondo del alvéolo: · - O. Oisposición definitiva de dos

ce!das o alvéolos ·un i dos

minada por un triedro compuesto de tres rombos igua­les-fig. 2, A-(y el toda de la misma capacidad), de tal modo que el sólido pueda hacerse con la menor canti­dad de material posible•; o en otras palabras: •Determi­nar los angulos rómbicos que han de cortar al prisma exagonal para formar con él la figura de menor super-ficie posible• . ·

Resolvió Konig el problema hallando que el valor de estos angulos era de 109° 26' y 70" 34' respectivamente. Pera es el caso que las abejas tienen también resuelto este problema, y nos dan por medida de dichos angulos 109° 28' y 70° 32'.

¿Quien tendra razón, el sabia matematico o estos in­sectes? Veamoslo brevemente.

Las líneas de trazo continuo e interrumpido de la fig . 3.' nos representan la celdilla de ia abeja tal como es; con las de puntos hemos reconstruido el prisma exagonal recto; las de trazo y punto nos serviran para mayor inteligencia en la demostra­ción.

Y en primer lugar, comencemos por hallar el volumen del prisma exagonal regular; llamando ha BB' que es igual a las demas aristas del prisma recto, y la O A., radio de la circunferencia circunscrita al exagono, y por ende igual a cada uno de los lados del exàgono re­gular, tendremos:

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Vol. del prisma [ABC DE f, A" B' C" D' E" f'] = = 3 Vol . del prisma rombal [AB O f, A" B' O' f']= 3 h X A BO f=

= 3 hOAXBF =3Y3 12 b 2 2

(pues f B =O A Y3 = I fi. por ser lado de un triang. equilatero)

s

I I I I I I I I I I I I I I

I I ___ .L,_..J!: I . ' . / '

' I / ' ·, '/ ', ·- -'}::·-·-.- ·-.'

i O'·, / .

fig. 3.'

Vol. del sólid!) [AB e DE f, A'B'C'D'E'f', S)= 3 Vol, del sólido

[AB O F, A' B' S f') = 3 ¡ Vol. del sóÚdo [AB O f, A'B;O'f'] + +Vol. de la piram. [S 0' B' f'] I = 3 l Vol. del sólido[A BO f,

A' B' O' f'] + Vol. de la piram. [A' A" B' f'] I (pues la piram.

[S 0' B' f']= pinim. [A' A" B' f'))= 3 I Vol. del prisma [AB O f,

À" B' O' f ']= Vol. del prisma [ABC DE f, A" B' e" D' E" f'] =

3Y3 . =-2- 12h.

eoniparados los volúmenes y visto que son iguales, cualquiera que sea la inclinación común que demos a los pianos de las caras rómbicas, veamos en qué rel.aci~n se encuentran ·las areas y cuando ·sera ésta mínima,

Area del prisma [A B e D E f, A" B' C" D' E" f']=

. . 3-v~ = A rea lat. + Area base superior= 6/ h + .-

2- l' (I)

Area del sólido [AB e D E .F, A' B' C' D' E' F', S]= = Area lat. + 3 Area del rom bo [A' B' S f']=

=6 Area del trapecio [AB B' A'J+3 Area del ram bo [A' B' S F'J

A A'=A A"~A' A"= b-A" I!' tang. A" B' A'=ll-1 cot. a

Area del trapecio [A A' B B') =I 2 h -/ cot. a 2 .

Area del rombo [A' B' S f'] f' B' X 5 A'= ~X F' B' = 2 2

=TA' XI~=YA'A"2+A"T'XI~=

Luego, Area del sólido [ABC D E f , A' B' C' D' E' f', SJ=

2 h-I cot. a -v~ v---1 = 61

2 + 3 3 12 cot. 2 a+ 4 =

=6ih+31'[-cot.a+ YJYcot.'a++] (2)

El m!nimo del area del sólido que estamos buscando ha de co­rresponder, según la teoria de las derívadas, al valor de a que anula la derivada de dicha ares considerada como función de a. Dicha

· '¡f~cot¡;¡ . derivada es 3 12 (I +cot?¡;¡¡ (I- -----

1-). El úníco factor

Ycot 2 a+-. 4

que se puede anular es el tercera, porque el primera y el segundo son el u.no constante y el o tro si empre positivo ·y ·mayor que I.

· '¡f3cot¡;¡ 1/ 1 Anulando el tercera tendremos I = ; r cot 2 a+-= -v I 4

cot 2 a+-¡

'r ·o I I I = 1 í3cota; cot'a+-=3cot•a; -=2cot 2 a; cot 2 a=-y ~ 4 4 8

. I I I cot a=--· tang. a = 1 /8; log. tg. ¡;¡=- log. 8 =- X 0.903090 ys' y v, 2 2 .

= 0,451545 que en las tablas de logaritmos correspon de a un an­gula comprendido en,tre 70" 31' y 70' 32'.

De donde: Angulo A' B' B es decir, a= 70" 32'. Luego s u suplement. AA' B'= 180°-a = 109" 28' = a• . Va tenemos con esto hallado el valor de todos los ang. de los trapecios que constituyen las caras laterales del prisma, pues los form•dos por el exagono de la base nos son conocidos por ser el prisma recto.

Tenía pues razón la abeja: no habían de medir los angulos obtusos 109°26' y los agudos 70°34' : como equivocadamente halló Konig, sina 109°28' y 70°32' respectivamente. Esta acertada solución había encon­trada Maraldi (1665-1729) midiéndola directamente en los panales y la había publicada antes de que Konig ballara la suya, en las Memoirs of the Academy of Science for 1712.

Queda por consiguiente demostrada que la cons­trucción de las celdillas es de forma tal, que no se con­cibe ningún otro procedimiento por el cua!, con tan poca material y trabajo se proporcione tanta espado.

De lo que llevamos expuesto, podemos deducir al­gunas igualdades que nos podran servir para mas ade­lante.

. ys senil.=~

'J/1+8

ys 1 -3-, cos (J. = ---

'¡fi +8 ----:¡;

ys sen a• = -

3-; cos a'= --+ (3)

tang. Il.' = - YB: cot. CI.' = - Vs Pasemos ya a las últimas operaciones del problema, averiguando

cuanto valen los nueve diedros que correspon den a las ·aris tas forma­das con los rombos de la piramide.

Busquemos para esto el valor del ang. f'A'B' En el triedro [A',B'f'A"] tenemos por trigonometria esférica, que

cos B'A'f' =cos S'A' A" cos f'A'A" + sen S'A' A" sen f'A'A" cos f' A"B'. Por otra parle cos f' A''B' (ang. del exagono regui.)=

I =cos 120' =-2 . Y como B'A'A" y f'A'A" son iguales a 'l por

I . alternos internos, tendremos: cos- B'A'f' = cos• a+ sen2a X -

2=

I 8 I I 4 3 I =ç-çX2=g--g-=-g-=- 3

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N.0 199 . IBER! CA 269

luego en virtud de (3) B'A'f' =a' = .109'28'. Y por consiguiente a':::::: F'A'B'= B'C'D' = D'E~F' = F'SB' = S'SD'= D'S F'. a= A'B'S =C'B'S =C'D'S = I':'D'S=E'F' S=A'F'S.

Los cua tro triedros (A', S' AF'), (C',B'CD') , (E',D' EF'), y (S, S'D'F') son equihíteros e iguales, porque las doce .caras de que constan son iguales a a•. Luego seran .equiangulos; y como uno· de los angulos dichos (el BAF por ei_.) vale 120', como tenemos demostrado, el mis­tito valor tendran también los restantes.

Lu~go todos los angulos del area mínima valen 120' cada uno . Le Sage (1724-1803) ha demostrado que este célebre problema se

reduce a encontrar el angulo en que dos pianos, con una inclinación dada (de 120') pueden cortarse .. por un tercer plano, de forma que todos los angulos que resulten de la secc ión sean iguales, forman­dose cuatro angulos triedros equilateros y tres angulos tetraedros regulares.

El area de la celdilla cuando se adopta esta disposición que usan las abejas, vendra dada por la fórmul a (2). ·

S, = 6lh+3l 2 [- vs+_V3v~ + +] =6lh + 3l2

[ I v-I 2] . [ 1 · yT] _ - vs+V3 s -+: s =61 +3 1' - vs+J!3 VS -

=6lh+3l' [-;8 +-/sJ ;,6/h-i-31 ' -ls =

2 v r;¡ 3 y2 =6/h +31 2 --=6/h + --1' Vüi 2

la diferencia entre las areas del prisma recto (ABC DE F A"B'C"D'E"F') = (1) y de la celdilla que acabamos de ballar, sera:

[ 6/h+ 3y:r~']- [61h + 3 V2~'] = 3 (y3- V2) l ' . 2 . . 2 . 2

y que expresa la economia de la cera en la disposición que àdoptan las abejas.

1,/Huillier (1750-1840) 1 en las Múnorias de la Aca­demia de ·Berlln ha dada unà · notabilísima demostra­dón por su sencillez, y que evalúa la economía de la cera en 1/ 51 de toda la cera empleada.

Pera de esta estructura resulta una ventaja esencial, mayor que la de la economía de la cera; esta es, que t.iene mayor resistehcia que si estuviera compuesta de pianos en angula recto el uno con el otro; y si. se consi­dera el peso que los pana! es tienen que soportar cuando estan cargados de miel, polen y de la nueva progenie, ademas de las mismas abejas, se comprende facilmente que la resistencia es requisito indispensable en la obra.

Y ¿qué juicio nos merecen estos dos admirables ejem­plos que acabamos de aducir? Pues sericillamente; que ni la maestría con que Rhynchites carta su boja, ni la habilidad con que la abeja resuelve el problema de estereometría, acusan la intervención inmediata de un ser' inteligente. Mas aún: la perfección de la obra es la .mejor prueba de que ·el animal carece de entendi­miento. La seguridad misma . éon que la construye; la certeza de su determinación, es señal mariifiesta de quil toda es efecto de ·un pura mecanismo. La duda e incer­tidumbre por la que venimos a la deliberación y coin­paración, es el caràcter y s ell o de la inteligencia, que· no llega al conocimiento de la verdad y a la realización de ·la perfección sina por grados y con el auxilio del racio­cinio. Una inteligencia, excluyendo la divina, que proceda siempre con suma decisión; que ya desde un principio baga la obra bien hecha, es un absurda; y esta es lo que. se observa en los actos animales.

2. Los monos enjaulados i'

Uno de los muchos experimentos que con sus ani­males favoritos, los mopos, verificaran los famosos psi­èólogos· Kinnaman y Thorndike (I) consistía en hacer­les abrir desde den tro, una jaula de artificio relativamen­te sencillo (fig. 4). Encer[~do . dentro el animal ham­briento, colócase antc!' la · jaula la comida. La puerta, como aparece en la figura, esta provis ta de un mecanismo que debe el mono hacer funcionar para poder salir y satisfa: cer su hambre~

Al interitarlo el animal topaba cçm una serie· de dificul­tades, faèílísimas de vencer si hubiera en él alguna in teligen­cia. Levantaba y ba­jaba los pestillos sin orden ~lguno; mira­ba curiosamente ·los ganchos, palpaba to­dos los . artefactos

l'\ {¡--...---... ,_._.._,r,.---~'

Fig. 4.' Dispositiva de la eaj a de e:;cperi­mentación de KINNAMAN .

I y 7. Aldabillas - 2. Cor<hete sencillo que t-asta hacer saltar- 3 y ·4. Cerroi_os .5. è::uerda arrollada por un extremo a una ·clavija- 6. C lavii_a introducida en un agu­jero practicada en la pared lateral de la ca ja - 8. Barra de madçra, que penetra en el interior - 9. Barra analoga a la anterior

·.y que como aquélla, gobierna la aldabilla 7 que mantenían ce- .. rrada la puerta, sin que acertara cori el mecanismo. 't.o­grabalo al fin, por pura casualidad o porque lo hacían los experimentadores;' y el animal, metido de nuevo en la jaula, dejaba de ejecutar los movimientos inútiles y abría la puerta con toda seguridad, aun cuarenta días después del experimento. Habían pues desaparecido esas vacilaciones que son indicio de una asociación sen­sorial, y que eran sustituídas por la precisión e inva­riabilidad propias del juicio intelectual.

¿Mostraban con esta los monos algún indicio de inteligencia? De ningún modo: una y otra son también propias del instinto; el niño recién nacido, ag:írrase con esa precisión e invariabilidad al pecho materna, y nadie dira que tal acw es fruto de· su inteligencia; que no tiene todavía desarrollada. Por consiguiente, si la inte­ligencia y el instinto pueden por sí solos explicar este fenómeno, la ley de Morgan nos prohibe atribuiria a aquélla . El instinto es pues su verdadera y exclusiva causa.

En otro artículo continuaremos esta interesante ma­teria, aduciendo los ejemplos de los célebres caballos calculadores de Elberfeld, y el del perro pensador de Mannheim.

VICENTE MUEDRA, S. J.

Colegio de S. Ignacio, Sarria. Sepbre. 1917.

(I) «The mental /ife in the monkeys> Ps. R., Suppl., 1901, n.'Is;· Piéron: •Evol. de la mém.•, pags. 178, 210-212; De la Vaissière •Eie­mentos de Psicologia experimental• trad . cast. por el P. Fernando M Palmés, S. J. p. 74. ·

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270 IBER! CA 27 Octubre

XXI CONGRESO ASTRONÓMICO NORTEAMERICANO

Del 29 de agosto al I ;0 de septiembre se celebrò en

Albany, capital del estado de New York, el XXI Con­

gresa de la Sociedad Astronòmica Americana.

Es intento de Ja Sociedad convocar sus reuniones

anuales en las proximidades de alguno de los principa­

les Observatorios, y esta vez el de Dudley, dirigido por

el sabio Prof. Benjamín Boss, mereciò los honores de

albergar en sus salas a lo mas selecto de entre los

astrònomos de los Estados Unidos. Entre ellos pudi­

mos saludar al Prof. E. C. Pickering, Presidente de la

Sociedad y Director del Observatorio Harvard, a quien

acompañaban los Prof. Bailey, King, y Jas señoras

Cannon y Harwood, con otros miembros del mismo

Observatorio; al Prof. Fr. Schlesinger, Director del Ob­

servatorio de Allegheny, en Pittsburg; al Dr. C. O. Lam­

pland y E. C. Slipher del Observatorio Lowell, Flag­

staff, Arizona: al Prof. F .. W. Very del Observatorio de

Westwood; a la Profesora Furness, Directora del Ob­

servatorio Astronòmica de Vassar College, en Pough­

keepsie (V. IBÉR.ICA, Vol. I, pag. 121); a una nutrida re­

presentaciòn del Observatorio Naval de Washington,

entre los que figuraban los señores W. S. Eichelberger

y F. B. Littell, el distinguido Prof. Bauer, jefe del

Departamento magnético de Ja Carnegie Institutionj a los reputados Profesores H. N. Russell, de Ja Uni­

versidad de Princeton, N. J., y Joel Stebbins, de Ja

Universidad de lllinois, en Urbana; también honrò eJ

Congreso con su presencia el andano Profesor Cross,

del Instituta Tecnológico, de Massachussetts, conside­

rada como el decano de los físicos; con otra multi­

tud de sabios y . técnicos mas o menos relacionados

çon la Astronomía, en . número de u nos ses en ta.

Abriòse el Congre5o con -una breve alocuciòn del Pre.sidente, en la que dedicò . merecidos elogios a .los

miembros fallecidos durante èi pasado año, entre los que

ñguraba el célebre Lowell, .fundador d~l Observ~tòrio . de s u nombre,· «cuyos estudios y añnnaciones 'sobre Ja

•obra de . seres racionales en los c~mbios presentados

•por los 'canales de Made, si bien para mí no son . con­

•cluyentes (dijo el Presidente) pod.rían ser con el tiem­

•po uno de los mas trascendentaies descubri.mierÍtos de

•la dencia extraplanetaria• (1).

(l) En conversación particular con el Dr. E. C. Slipher, colabo­

rador y continua:lor de la obra de Lowell, me dijo què él estaba ple.

namente convencido del hecho, y que las variaciones de la superficie

de Marte-; eran debidas a canal es de riego .Y zonas de vegetación

cuyos limites y cambios no podfan atribuirse a la obra de la natura­

leza y requerfan una-causa anificiaÍ. Ar replica ri e yo que me gustaria

estudiar directamente las pla:as en que se basa su convicció~, se

ofreció a mostnlrmelas detenidamente cuando pase por su Observa­

torio·, ··e pe ro no espere v. afiadiÓ, descubrir en u nas hora s lo que es

fruto de prolijos estudios comparativos llevados a cabo durante va­

rios afios.> Es muy cierto, y para que el lector imagine lo difícil que

es resolver la duda, suponga tuviésemos que juzgar de la obra del

hombre en la tierra, por un as pequefias fotograffas en las que Ja in­

meilsidad .de los mares y los grandes continentes de todo un hemis­

ferio se viesen congloba dos en los limites de u nos cuantos crri.2 (*) .

(*) Puede verse lo que sobre la habitabilidad de los astros se

di jo en lBÉRICA, Vol. I, pag. 407. (N. de la R..)

Procediòse Juego a la presentaciòn de los nuevos

miembros, entre los que me cupo Ja honra de figurar

juntamente con el Prof. Elis Stromgren del Observato­

rio de Copenhagen, y algunos· otros astrònomos norte­americanos.

Concluídas estas formalidades y en sesiones de siete

a ocho horas diarias, interrumpidas tan sòlo para tomar

un ligero /¡.mch en el mismo Observatorio, procediòse

a la lectura y discusiòn de unas 50 Memorias y trabajos

originales sobre los puntos mas interesantes de Ja mo­

derna astronomía. lmposible dar aquí ni siquiera una

idea ligera de todos ellos, que, por lo menos. en ex­

tracto, apareceran en el tercer volumen ·de las publica­dones de Ja Sociedad.

Los diferentes tipos espectrales presentados por las

estrellas; las variaciones lumínicas de ciertos pequeños

asteroides como Eumonia; un minuciosa analisis de las

variaciones de Ja refracciòn en Washington del día a

Ja noche; una exposiciòn profunda y completa sobre Ja

determinaciòn de paralajes de estrellas en Allegheny, y

comparaciòn sintética de los resultados obtenidos en

diferentes Observatorios, en que se discute la milésima

de segundo de arco; preciosas fotografías del espectro

solar extendido y estudiada des de la regiòn À 6 800 A basta À 9600 en el ultra-rajo; la misma región espectral

estudiada en multitud de estrellas; compai-aciòn entre el

espectro de Jas a\lroras boreales y el de la vía lactea;

variaciones en Ja constit~ciòn del núcleo de algunas

nebulosas puestas de relieve en interesantísimas fo­

tografías, algunas tomadas con sòlo cuatro días de interv.alo; tipo particular de estrellas variables en los

Jlamados montanes o enjambres de estre/las, primeras

investigaciones sobre Ja masa de ciertos binarios espe.:­

troscòpicos oasadas en su paralaje y velocidad radial;

estudio del angulo formado por el eje magnético con el

eje polar de nuestro sol, que se fijò en unos 6°, posi­

bles límites en el campo de Ja gravitaciòn universal y

nuevas hipòtesis acerca de Ja distribuciòn de Ja eiiergía

còsmica: he allí reseñados a vuela pluma algun os de los ·

interesantísimos temas que cautivaron la ·atenciòn de

los congresistas, avidos de arrancar nuevos secretos a

los profundos arcanos de Ja bòveda celeste. La presencia de técnicos en Ja fabricaciòn de mate­

rial fotografico, como el . Dr. Me es, qui en después de

prolijos estudios advierte a los astrofísicos que elijan

para la ·determinaciòn .de velocidades radiales una raya

en las cercanías de 4000 A, por ser ésta Ja región en

que la definición .de Ja placa es mas precisa, y Ja de

òpticos como r H. Metcalf que analiza las diversas va­

riedades de cristal y Ja mejor disposiciòn de Jas lentes

con objeto de obtener imagenes lo mas distintas y Iim­

pias, dieron al vigésimo primero Congreso astronómico

norteamericano, el •caracter eminentemente practico que ·

tanto distingue a los cientíñcos de los Estados Unidos;

Como nota curiosa señalaré dos de las proposicio­

nes que se pusieron a Ja deliberación de los congresis­

tas: una si el día debía comenzar a Jas 12 de la noche o

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N.0 199 IBER! CA 271

a medio día: el resultada fué tan indecisa .que se optó por dejar las cosas como estaban, y para los america­nos el día astronómico seguira comenzando a media dia; también se dejó por resolver la otra proposición sobre si se debía adelantar una hora los relojes, para ahorrar luz artificial en invierno¡ el Presidente, con una marcada mayoría, se mostró en contra de la resolución, pero por respeto a los que favorecían la ponencia no se llegó a ningún acuerdo definitiva.

Todos los miembros fueron esmeradamente atendi­dos por el Prof. Boss, su señora y personal científica del Observatorio Dudley, durante los días del Congre­so¡ fuera de esto se les obsequió con dos amenísimas excursiones: una a los famosos manantiales y lagos de Saratoga, y otra al grandiosa Colegio de Vassar, en Poughkeepsie, N. Y., donde fueron recibidos y agasaja­dos por su Director Mc Craken y otros miembros de aquel notabilísimo cen_tro de enseñanza.

La impresión recibida en estos Congresos, por una parte es abrumadora, por otra da alientos¡ alienta el ver los dilatadísimos horizontes abiertos a la investigación científica, pero abruma la multitud de trabajos en torno

de cada cuestión en particular y lo difícil que es avan­zar un paso mas donde se ha avanzado tanto.

Y acabo con una nota patriótica: en conversaciones particulares tuvimos ocasión de dar a conocer a muchos de los congresistas el desarrollo floreciente de las cien­das astronómicas en España; todos lo siguieron con interés y basta nos instaran a que en el próximo Con­gresa presentasemos una Memoria sobre nuestros Ob­servatorios, lo que de ser posible a<:eptaremos con sumo gusto. Tenemcis en España un cieio diafano y puro como pocas naciones¡ no faltan hombres de cien­cia capaces de competir con los mejores del extranjero, en lo que a las cualidades personales se refiere¡ el · día en que la · abundancia de capital permita aloses­_pañoles mejorar el material de obse~vación y adquirir . esos pujantes instrumentos en que tan to sobresalen los Estados Unidos, la Astronomía española entrara en un nuevo período de gloria ·y sus Observatorios fignraran con honra at" lado de los mas acredita dos del extranjero.

LUis Roots, S. J.

Observatorio Dudley, Albany, N. Y. Sbre., 1917.

NOTA ASTRONÒMICA PARA NOVIEMBRE

Continúa manifestandose intensamente la actividad solar, caracterizada por los grupos magníficos de man­chas y vastos campos de jlocculi que sin cesar cruzan lentamente de uno a otro lado del hemisferio visible del Sol. Particularmente notable fué una gran mancha, que después de haber persistida durante dos rotaciones en­teras en junio y julio, apareció por tercera vez en 4 de agosto extraordinariamente aumentada y 'accesible s in dificultada la vista natural. Su forma compleja experi­mentó en los días siguientes las mas caprichosas trans­formaciones, tanto en el número y magnitud de los nú· · cleos, como en la distribución de las masas de penumbra y en la extensión superficial, la cualllegó a tener ca­pacidad suficiente para contener basta veinte veces a

. nuestro globo. Espléndidas auroras boreales, perturba­ciones magnéticas y eléctricas, que, según costumbre, se registraran durante el mismo tiempo, comprueban una vez mas la correspondencia ya bien establecida, entre la actividad solar y las manifestaciones electro·telúricas.

Las efemérides astronómicas del Sol señalan en 3 de noviembre el maxi~o valor anual de la ecuacilin del tiempo; el sol medio se balla en retraso 1é 22' respecto al sol verdadera. El día.disminuye para nuestras latitu­des en proporción con el aumento en la declinación aus" trnl del Sol, aumento cada vez meno s sensible a medi da que va tocando a su límite.

La Luna se ballara en conjunción con el Sol (novii u­nio) a 18' del día 14, y en oposición (plenilunio) a 19' del día 28. Dicho satélite, en su marcha directa a través de las constelaciones, encontrara sucesivamente a los siete planetas principales por el orden siguiente: día 1, fúp#er; 6, Neptuno y Satur1~o; 8, Marte; 15, Mercurio; 18, Venus; 21,. Urano, y 28, Júpiter, por segunda vez. Ninguna de estas conjunciones tiene Jugar a distancia suficientemente pequeña para que pueda convertirse en ocultación.

De los dos planetas inferiores sólo es visible Venus, cuya posicióh va mejorando aún, desviandose mas y mas del Sol basta el día 30, en que la elongación es maxima; queda allí estacionaria durante algunos días y vuelve luego a decrecer; En la figura adjunta se ven

A B e D E F G

B K

fases de Venus en 1917

A, I de enero- B, 5 febrero- C, 12 marzo- D, 26 abril- E, JO junio- P', 15 julio- O, 19-agosto- H, 23 septiembre- I, 28

octubre- J, 27 noviembre- K, 27 diciembre

reunidas las diferentes fases por que ha pasado el plane­ta en 1917, y se puede apreciar de una ojeada los carn­bios extraordinarios en la magnitud del diametro apa­rente._ Este diametro es mínimo en D, época de la conjunción superior con el Sol, y el disco es perfecta­mente circular. En la elongación maxima de noviembre ha de presentar la forma J; y a fines de diciembre la fase visible se balla reducida casi a una cuarta parte: la disminución continúa en 1918 hasta el 9 de febrero en que el planeta, en conjunción inferior, interpuesto entre el Sol y la Tierra, desaparecera por completo a nuestra vista. '

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272 IBER! CA 27 Octubre

Marte, puede ser observado útilmente en noviembre, y mejor aún en los meses sucesivos, pues va caminando a la oposición con el Sol, que no tendra Jugar hasta el próximo marzo. Es visible no lejos de Régulo durante la segunda mit ad de la noche.

Júpiter, en oposición con el Sol el día 29, con una magnitud de -2'4. Ha subido la declinación mas arriba de Aldebardn, y por tanto las observaciones físic~s de su superficie podran hacerse en excelentes condiciones en nuestras latitudes. Aparece ya a 17' el dia 15.

Saturna, en Cdncer, se ha lla igualment e a gran a ltu­ra para nuestro borizonte. Próximo a su oposición, se presta a ser observado desde primeras horas de la noche.

La observa.ción de Urano .toca a su fin en este mes, y la d€ê Nf!f?.tuno va a entrar en su período mas favora­ble: sale el día 15 apoco mas · de las 21'.

La aproximación notable a la Luna de la estrella P. de . Géminis, de 3.a magnitud, podra ser vista como oculta­ción des'de muchos punt os, entre las 20 y 21 h. del dí a 30.

Del13 allS pasa la Tierra por la parte mas densa del . gran enjambre de las Leónidas y tiene Jugar el bello fenómeno llamado con notoria impropiedad, llu via de estrellas. Estas estrellas son pequeñas masas de ma­teria cósmica, que en e·njambres mas o menos densos, circulan regularmente al rededor del Sol. Al entrar en nuestra atmósfera con la enorme velocidad de 42 kiló­metros por segundo, se calientan por frotamiento con el aire basta ponerse incandescentes y hasta disgregar­se a veces en polvo o consumirse . Su altura al entrar es <;~e u nos 120 kilómetros, llegando a. veces basta 300: a es tas alturas por lo menos se ha de extender, pues, nues­tra atmósfera. Ot ro enjambre, menos notable, el de las Andromédidas, empieza por lo común al cesar o inen­guar el de las Leónidas. Este y el de las Pers.eidas, s·on con mucho los mas importantes del año: . aunque no siempre ·dan Jugar al magnifico espectaculo que hemos presenciada en años excepcionalmente favorables.

J. P.

BIBLIOGRAFfA.

Manual teórlco-practico de Citologia general e Histoh¡gia animal, por fosé A. de Laburu, S. f ., Profesor de Biologia en el Colegio Maximo, S. J., Ofia. 21 X 15 cm. l-XII y 161 pags., con 81 H­guras en negro y en color. Pr~cio 4 ptas. Tipografia •Cuesta•, Macias Picavea, 38 y 40. Valladolid . 1917.

Con los rumbos que siguen en sus últimos adelantos la Anatomia y fisiologia ; 'y con las en'sefianzas de lòs mejores profesores, se va genera_lizando ·cada vez mas el estudio de la Citologia e Histologia, para el cua! son menester manuales como el presente, científicos y pedagógicos. ·

. Es ésta una obra de texto destinada a los alumnos de Medicina y Cirugia; a los que se inician en la inv'estigación biológica, a cuantos para el estudio de la Psicologia han de comprender las obras de fisiologia, y por último, a los alum nos de Bachillerato. Es una prepa­ración suftciente para los que han de especializarse en es tas materias, pues, como se ve mirando al indice de la 'lbra, abarca Iodo lo neèesa­rio. En la primera parle, Citologia general, !rata de la estructura y fisiologia de la célula animal y vegetal; en la segunda, Histologia ani­mal, del.origen y estructura de los tejidos anima les, y en la tercera, Tècnica microscópica, de los métodos mas modernos, nias ·faciles y segun?s para la observación microscópica de las formaciones todas que describe la Teórica.

La exposición es breve y científica; en solas 173 paginas con 81 Hguras. Pero como al mismo tiempo resume clara y meÏódicamente los ú!Úmos dates adquiridos por los investigadores, hallandose algu­nos dJscubiertos por el Autor, se puede proponer este Manual a los mismos esp~cialistas y profesores como record.atorio y orpenador de la doctrina.

Las ft.guras en negr~ y en color, tan numerosas que casi con só lo elias se puede repasar el rexto y que son en gran parle esquemils ori­gina les,' ponen la exposición al alcance de· todos. La Técnica a su vez ensefia minuciosamente la composición y uso de cada reactivo y wlorante.

En .cuanto a la impresió.n, toda ella en pape! couché a siete el ases de tipos distrib.uidos con elegancia; acreditan ambas a los Talleres

tipograftcos <Cuesta• de Valladolid, e igualan a la; mejores obras de este género, nacionales y extranjeras.

Es de esperar que una obra que honra a los estudios de Biologia en Espafia, como la presente, sea acogida por los ·que se dedican a estos estudios con la aceptación que se merece y hacen augurar la novedad y mérito de este Manual.-E. P. ARBELAEZ, S. J.

La corrección de torrent~s y alud.es ~n España. Conferen­cias por don Fernando Baró, Ing. de Montes. Un vol. de 22 X 15 cm., 46 pags.,24 hím. lmprenta Ai~mana, fuencarral 137, Madrid, 1917.

Este folleto contiene las tres conferencias que el profesor de construcclón en hi Escuela Especial de lngenièros de Montes, dió en el Ateneo de •Mlldrid· el p~êsen'te año.

·El' argumento de la prime.ra conferencia es eJ concepto . del fenó­meno tm'rencial ,' formas que presenta, causas ~ q~; . se de be, o que lo favorecen y razón de los innumerables dafios que· produ.ce; ,

f rente a los dafios causados por el fenómeno torren~ial, el . técni-. co lucha con ese monstruo hasta vencerlo y dominarlo.

. . En la segunda conferencia expone el. sefior Baró los medios para !'ograr esta victoria, que no son otros que· un detenido estÚdio del fenómeÍ10 y de las leyes naturales que lo rigen; después un · esfuerzo de ab'stracción mas o menos feliz para encajar dichas · ley·es en un as fórmtihis mateinàticas, luego u nos cúantos coeftcientes que las pon­gan de acuerdo con la pràctica, y quedarà convertida el torren te im­petuoso en un arroyo manso.

Esbozados los conocimientos de hidràulica indispensables para sen tar la teoria de ·la corrección de torren tes, y vis to el fundam en to de las obras precisas para evitar los dafios mientras se logra la repo­blación, se dedi.ca la tercera c01iferencia a un estudio mà~ detenido de .es'tas obras, recorrien do ·de paso cua'nto en Espafia hay hec ho por los encargacto's del servicio hidrológico forestal.

Como en el señor Baró, ·con las relevantes .dotes de ingeniero se hermanari las de escritor elegante, en las conferencias escritas en se­fia y deleita a la vez, con lo cua! se recomienda sobradamente el ele­gante folleto publicada por Espatla Forestal.

SUM ARI O.- Las mandíbulas de un tiburón monstruo.-Astilleros en Valencia.-Conferencias de electricidad.-El mineral de hierro y la industria siderúrgica.-Escuela superior de Agricultura l2l Brasil: Minas de manganeso.-Perú:. La caña de azúcai: l2l Salvamento de barcos sumergidos.-De Turín a Londres en aeroplano.-La estereoscopía monocular aplicable a ··la radiografía.-Nuevo método ·. de destrucción de los mosquitos .. -Utilización del castaño de Indias.-Visibilidad de las ondas sonoras ·.12J El psiquismo de los animales en el terr~no experimental, V. Muedra, S.j.-XXI Congresó' astronómico

norteainericano, L. Rodés, S.f.'- Nota · astronómica para noviembre, J. P. l2l Bibliografía