I. LA OBRA DE LA PALABRA DE DIOS

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I. LA OBRA DE LA PALABRA DE DIOS

La esencia de la Palabra de Dios es revelada por el Espíritu Santo, en este sentido, su obra es sobrenatural y trasciende más allá de las capacidades humanas. De esta manera, es posible esclarecer que no importa la condición en la que se encuentre una persona, si esta presenta alguna limitación en sus capacidades o incluso si por su condición, pareciera estar desconectada de la realidad. Dios determinó que su Palabra estuviera disponible para todas las personas, de manera que pudieran conocer el don de la Salvación que entregó a la humanidad.

LA PALABRA DE DIOS

Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

LA FE ACTUANDO EN LAS PERSONAS EN SITUACIÓN DE DISCAPACIDADEs la fe en Jesucristo como Señor y Salvador, la que permite a las personas en situación de discapacidad, avanzar confiando en que a su lado está el “Todo Poderoso”. En este sentido, es necesario comprender que más allá de la fe como el conjunto de creencias que nos une al “Cuerpo de Cristo”, y que, incluso más allá de la fe que nos hace creer en el poder de Dios como ejecutor de grandes milagros, existe la fe que nos da certeza y convicción de que, al lado de Dios, sin importar la condición en la que nos encontremos, siempre saldremos adelante y con Victoria.

Complementando lo indicado en el punto anterior, también es posible determinar que, sin la acción del Espíritu Santo, no podría existir revelación de la Palabra de Dios. En este sentido, debemos comprender que el espíritu Santo no tiene limitación en su acción, no existen barreras físicas, mentales, psíquicas o sensoriales que puedan impedir que realice su obra, asociada a la transformación de la “vieja criatura” a una “nueva creación”, lo cual, sin lugar a dudas, también aplica para quienes están en situación de discapacidad, quienes comprenden su condición de pecadores, gracias al actuar de esta persona de la Trinidad.

EL ESPÍRITU SANTO EN LAS PERSONAS EN SITUACIÓN DE DISCAPACIDAD

Juan 16:8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.

Romanos 1:17. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escri-to: Mas el justo por la fe vivirá.

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II. IGLESIA Y DISCAPACIDAD

1 Corintios 12: 12 - 14. Porque, así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.

ESPACIOS PARA CONGREGARSE

Una iglesia sin personas en situación de discapacidad, es un “cuerpo incompleto”; esto, porque dichas personas son parte de la sociedad y han logrado incorporarse al mundo laboral, a la política, e incluso, han alcanzado espacios significativos en el deporte y el arte. Del mismo modo, Dios les ha entregado dones y talentos para contribuir con el desarrollo de la congregación, llegando a ser parte del liderazgo o del grupo de la congregación que es más activo.

Una iglesia sin personas en situación de discapacidad, es un “cuerpo incompleto”

Las personas en situación de discapacidad y sus familias, requieren de atención y de cuidados, no por ser “especiales”, sino que por enfrentar diversas barreras que están presentes en distintos lugares, incluyendo nuestras congregaciones. Dichas barreras son de tipo culturales, de acceso a la información y a los espacios físicos, otras se originan por interpretaciones erróneas de la Biblia, como, por ejemplo, asociar discapacidad con pecado o asumir que el propósito de Dios para dichas personas sólo es la sanidad.

1 Corintios 12: 18 - 22. Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.

La iglesia tiene una gran deuda con la entrega de las “buenas noticias” a las personas en situación de discapacidad. Es imprescindible que las congregaciones trabajen para contar con las herramientas necesarias para acercarlas a Dios, disminuyendo así las múltiples barreras existentes. El caso más complejo es el que viven las personas en situación de discapacidad auditiva, quienes aun cuando pueden ingresar a algún templo, no logran comprender lo que se dice ahí adentro, por la falta de intérpretes en lengua de señas.

Romanos 10: 14 - 15. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!

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Éxodo 4: 10 - 12. Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?

Las personas en situación de discapacidad, a pesar de sus limitaciones, también son dotadas por Dios de dones y talentos. Así, cuentan con el potencial para servir y agradar a Dios, lo cual, no puede ser limitado por la autoimagen de dichas personas o por las preconcepciones de la Iglesia. Es Dios quien prepara y coloca en las posiciones precisas a quienes quiere “usar” para “engrandecer su obra”.

IGLESIA Y DISCAPACIDAD

ESPACIOS DE SERVICIO

Quien ha experimentado el amor de Dios en su propia vida, con denuedo lleva las “buenas noticias” y testifica de la grandeza de Él. Ahí la importancia de propiciar que las personas en situación de discapacidad puedan tener la posibilidad de servir a Dios, teniendo presente las bondades que éstas podrán compartir testificando a la comunidad y a sus propios pares, incluso en lugares donde comúnmente no llega la iglesia con la predicación del evangelio.

Juan 9: 8 - 11. Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba? Unos decían: El es;

y otros: A él se parece. El decía: Yo soy. Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos? Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista.

Antes ya se dijo que Dios se glorifica en las debilidades de las personas y que Él las hace fuertes, entonces, ninguna restricción debería interponerse entre las personas en situación de discapacidad y el servicio a Dios. Antes bien, el liderazgo de la iglesia debe orientar a dichas personas para que comprendan y

acepten con gozo la voluntad soberana del “Creador” plenamente en sus vidas, colocando su confianza en Él.

2 Corintios 12: 10. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

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IGLESIA Y DISCAPACIDAD

ESPACIOS PARA SERVIREn el servicio, como “colaboradores de Cristo”, debemos entregar lo máximo de nosotros a las personas, y que mejor, que hacerlo con aquellas que están en situación de discapacidad. A este respecto, una buena manera de servir podría ser conformando espacios que permitan el acceso a los templos y a la información que se entrega en las iglesias, como también, propiciar la participación de dichas personas, en las distintas actividades que se realizan en las congregaciones.

1 Corintios 3: 9. Porque nosotros so-mos colaboradores de Dios, y voso-tros sois labranza de Dios, edificio de Dios.

En la actualidad, muchas personas se encuentran desesperanzadas, entre ellas también existen personas en situación de discapacidad, que viven la exclusión a diario y que enfrentan múltiples barreras en la cotidianidad, manifestándose una estrecha relación entre discapacidad y pobreza. Cobra relevancia entonces, que la iglesia adopte el desafío de acercar a estas personas a Dios, más allá del asistencialismo, mostrándoles “su fe” y “sus obras”.

Santiago 2: 14 - 17. Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad

del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.

En ocasiones el servicio a Dios, a través del servicio a las personas, puede llevar a realizar actos que signifiquen un gran esfuerzo, lo que, sin lugar a dudas, traerá grandes satisfacciones. Lo importante es que se puedan derribar cada una de las barreras que impidan o dificulten que las personas en situación de discapacidad puedan acercarse a Dios, conocerle y también servirle.

Marcos 2: 3 - 5. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.

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III. EVANGELISMO Y DISCAPACIDAD

SALVACIÓN Y DISCAPACIDAD

Marcos 10: 46 - 52: Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. Él entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.

Obviando lo anterior, algunas congregaciones han descuidado la entrega de las “buenas noticias” a las personas en situación de discapacidad, por preconcepciones o erróneas interpretaciones de la Biblia. Lo cierto es que, no existe ninguna razón fundada en la “Palabra de Dios” que avale tal práctica. Más aún, en las “Sagradas Escrituras” encontramos razones suficientes para que todas las personas, incluidas aquellas que están en situación de discapacidad, puedan atesorar el gran amor que Dios ha entregado.

Romanos 3: 10, 23: Como está escrito: no hay justo, ni aún uno... por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,

Existen personas que interponen obstáculos para que otras puedan acceder a la “Salvación”, sin embargo, es verdaderamente maravilloso comprender que Dios estableció un camino que lleva a su “corazón”, que está libre de las barreras que a diario enfrentan las personas en situación de discapacidad. Esto, porque para transitar por dicho camino no se depende de las capacidades humanas, ni de lo que pueda o no pueda hacer una persona.

Efesios 2: 8 – 9: Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don De Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

Sin lugar a dudas, que el único lugar donde las personas son iguales en todos los aspectos, aún en lo que implica la discapacidad, es en el “corazón de Dios”. Su amor en toda plenitud y la Salvación que Cristo “compró en la cruz”, están disponibles para la humanidad, sin exclusiones. Así, aunque alguien o algo se interpusiera entre una persona en situación de discapacidad y Dios, Él despejará el camino para acercarse a quien le busque.

«El único lugar don-de las personas soniguales en todos los aspectos, aún en lo que implica la discapacidad, es en el “corazón de Dios”»

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III. EVANGELISMO Y DISCAPACIDAD

ACERCÁNDONOS A LAS PERSONAS EN SITUACIÓN DE DISCAPACIDAD

En la evangelización a las personas en situación de discapacidad, se deben considerar los principios de la accesibilidad universal, en lo que respecta a la entrega de la información y al uso del espacio físico donde se lleva a cabo la actividad, incluyendo los templos y dependencias asociadas. De esta manera, es imprescindible que se tengan presente las orientaciones que se mencionarán más adelante, según cada situación de discapacidad, ya que, es indiscutible que para llevar la “Palabra de Dios” deben darse las condiciones de accesibilidad, que permitan entregar, a todas las personas, las “Buenas Noticias”.

Marcos 16: 15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

La manera como interactuamos con las personas en situación de discapacidad es clave. En este sentido, no podemos presentarnos ante dichas personas, como si éstas fueran de una “categoría inferior” a la nuestra, tampoco podemos hacerlo sintiendo lástima por su condición, y menos desagrado por su aspecto o características personales; esto, porque Jesús no tendría ninguna de estas actitudes. Además de lo anterior, nunca se debe emitir un juicio en relación al origen de la discapacidad y su asociación con el pecado, pues Dios es el único que conoce estos asuntos.

Juan 9: 1 – 3. Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.

Las personas en situación de discapacidad tienen la misma necesidad espiritual que aquellas que no están en dicha situación; entonces, la acción de evangelización debe apuntar a que las personas puedan acercarse a Dios porque necesitan Salvación. En este sentido, cobra relevancia el hecho que la Salvación o “salud del alma” sea más importante y necesaria que la salud del cuerpo o de la mente, teniendo presente que nuestro soberano Dios, tiene poder para obrar milagrosamente en todas las áreas de la vida de una persona en situación de discapacidad, conforme a un propósito divino.

2 Corintios 12: 9. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.

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III. EVANGELISMO Y DISCAPACIDAD

CONSIDERACIONES PARA LA INTERACCIÓN CON PERSONAS EN SITUACIÓN DE DISCAPACIDAD AUDITIVA

1 Es ideal poder contar con almenos una persona que pueda comunicarse en lengua de señas, para propiciar una comunicación fluida y completamente comprensible, con las personas sordas. Si no se cuenta con intérprete de lengua de señas, evite gesticular exageradamente, imitando dicha forma de comunicación.

2 Si usted no sabe lengua de señas y en el lugar no existe un intérprete, ubíquese frente a la persona en situación de discapacidad auditiva, cara a cara, para que ella pueda ver sus labios y así, acceder o complementar la información. Tenga presente que algunas personas en esta situación de discapacidad no utilizan la lengua de señas.

3 Al dialogar con la persona en situación de discapacidad auditiva, no eleve el tono de la voz, a menos que dicha persona se lo solicite. Si la persona utiliza audífonos, no significa que pueda escucharle del todo o que sea necesario elevar la voz para que pueda comprenderle con facilidad.

4 Cerciórese que la persona en situación de discapacidad auditiva sepa leer, así usted podría acompañar su interacción con textos escritos con un vocabulario directo y sencillo. Si dicha persona no sabe leer, también podría acompañar la interacción con algunas imágenes icónicas.

5 Genere un ambiente de confianza durante la interacción, puesto que, las personas en situación de discapacidad auditiva podrían sentirse aisladas entre las personas oyentes. Evite los diálogos cruzados entre las personas o que muchas personas hablen al mismo tiempo.

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III. EVANGELISMO Y DISCAPACIDAD

CONSIDERACIONES PARA LA INTERACCIÓN CON PERSONAS EN SITUACIÓNDE DISCAPACIDAD FÍSICA

1 Al conversar con una persona usuaria de silla de ruedas, siéntese para quedar al mismo nivel, en una ubicación que permita una interacción cómoda y fluida. Si entre usted y dicha persona existe una mesa (o semejante), ésta deberá permitir que la persona pueda acomodar sus piernas debajo de la superficie.

2 Si se dispone de objetos como tarjetas, folletos, Biblias, obsequios y otros, para la interacción con las personas, éstos deberán ubicarse sobre una superficie que no esté a más de 120 centímetros de altura, para que quienes utilizan silla de ruedas, puedan acceder a ellos sin dificultad.

3 Antes de mover de un lado a otro a una persona usuaria de silla de ruedas, consulte si puede hacerlo; así mismo, antes de tomar por el brazo a una persona que camina con dificultad, primero consulte si la persona requiereayuda y como usted podría ayudarle. De esta manera evitará posibles accidentes y malos ratos.

4 Las personas en situación de discapacidad física podrían acompañarse de perros de asistencia*. Según nuestra legislación no se puede prohibir el ingreso de éstos a espacios de uso público, como los templos. Así mismo, dichos animales no son mascotas, no deben acariciarse ni jugar con ellos, puesto que son adiestrados para asistir a sus amos.

5 Considere que un peldaño de 2 centímetros podría ser una barrera insalvable para una persona en situación de discapacidad física, imagine entonces lo que podría significar una gran escalera o la falta de baños adecuados. Por ello, las actividades evangelísticas deberían desarrollarse en lugares que cumplan con la norma de accesibilidad**.

* Ley 20.025. Disponible en https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=239523** Decreto Supremo 50 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Disponible en https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=1088117

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CONSIDERACIONES PARA LA INTERACCIÓN CON PERSONAS EN SITUACIÓN DE DISCAPACIDAD MENTAL (CAUSA INTELECTUAL Y/O PSÍQUICA)

1 Interactúe con la persona en situación de discapacidad mental, haciendo uso de un vocabulario claro y sencillo. Así mismo, evite la utilización de conceptos de alto nivel de abstracción, los que comúnmente son parte del lenguaje eclesiástico o bíblico. Acompañe la interacción con imágenes icónicas que faciliten la comprensión de la información.

2 Evite infantilizar a las personas en situación de discapacidad mental, que sean jóvenes o adultas. Incorpórelas en actividades donde participen otras personas de edades similares. Durante la interacción, procure que la persona comprenda la actividad que se está realizando y que se resguarde su participación efectiva.

3 Evite realizar juicios apresurados respecto de la persona y su situación de discapacidad mental, como también, actuar bajo preconcepciones negativas, como asociarla a conductas violentas o ansiosas, sin antes conocerle un poco más. Lo anterior podría dificultar la interacción y generar que no se cumpla el propósito de la actividad.

4 Las personas en situación de discapacidad mental podrían acompañarse de perros de asistencia*. Según nuestra legislación no se puede prohibir el ingreso de éstos a espacios de uso público, como los templos. Así mismo, dichos animales no son mascotas, no deben acariciarse ni jugar con ellos, puesto que son adiestrados para asistir a sus amos.

5 Cuando se dirija a una persona en situación de discapacidad mental, salúdela y mantenga una interacción fluida y con lenguaje sencillo. Si dicha persona está acompañada, no le pregunte o comente asuntos al acompañante, pues la persona que tiene una limitación mental, generalmente puede comunicarse sin dificultades.

III. EVANGELISMO Y DISCAPACIDAD

* Ley 20.025. Disponible en https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=239523

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CONSIDERACIONES PARA LA INTERACCIÓN CON PERSONAS EN SITUACIÓN DE DISCAPACIDAD

VISUAL

1 Cuando se dirija a una persona en situación de discapacidad visual, salúdela y toque su brazo para que sepa que es a ella a quien le habla. Si dicha persona está acompañada, no le pregunte o comente asuntos al acompañante, pues la persona que tiene una limitación visual, generalmente puede comunicarse sin dificultades.

2 Cuando esté interactuando con la persona en situación de discapacidad visual, identifíquese y coméntele qué se está realizando en el lugar, describiendo lo que hay alrededor. Tenga presente que dicha persona no podrá acceder a la información visual del lugar, tales como letreros, identificaciones o distintos mensajes.

3 Verbalice las principales acciones que usted realice durante la interacción, para que la persona en situación de discapacidad visual sepa que usted está presente y prestándole atención. Por ejemplo: estoy buscando información para usted, estoy llamando al pastor para que venga, deme un momento y regreso enseguida.

4 Disponga de información en escritura convencional de distintos tamaños, información en escritura Braille o en formatos de audio o electrónicos, esto último, facilita la adaptación a formatos más accesibles, incluso con el apoyo de teléfonos inteligentes y tablet, ya que cuentan con magnificadores de caracteres y lectores de pantalla.

5 Las personas en situación de discapacidad visual podrían acompañarse de perros de asistencia*. Según nuestra legislación no se puede prohibir el ingreso de éstos a espacios de uso público, como los templos. Así mismo, dichos animales no son mascotas, no deben acariciarse ni jugar con ellos, puesto que son adiestrados para asistir a sus amos.

III. EVANGELISMO Y DISCAPACIDAD

* Ley 20.025. Disponible en https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=239523