Horkheimer Marx -Teoría tradicional

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    PE SAM IE TO eo TEM POR EOC olecci n d irigid a po r M an uel C ru z Max Horkheimer7.B .9.10.Il.12 .13.14.15.1 6.17.18.19.20 .2l.22.2324.25 .2 6.27.28 .29.3031.32.333435 .36 .37.38 .39 .40.41.42.43.44.46 .47.48.4950.51 .52 .53 .54 .5556 .57 .58' ; 9

    M. Foucault, Tecno logas del yo. Luhmann, S oc ie da d y sistema: la ambicin de la teoraJ. Rawls, Sobre las libertadesG. Vanimo, La sociedad transparenteR. Rorry, El giro lingsticoG. Colli, El l ibro de nuestra crisisK. -O. Apel, Teora de la verdad y tica del discursoJ . Elster, Domar la suerteH.-G . Gadamer, La actualidad de lo belloG. E. M. Anscombe, IntencinJ. Habermas, Escrito s so bre moralidad y eticidadT . W. Adorno, Actualidad de la filosofiaT . Negri, Fin de sigloD. Davidson, Mente, mundo y accinE . Husserl, Invitacin a la fenomenologia1. Willgenslein, lecciones y conversaciones sobre esttica, psicologa y creencia religiosaR. Carnap, Autobiografa intelectualN. Bobbio, Igualdad y libertadG. E. Moore, Ensayos ticosE . Levinas, E l t iempo y el otroW. Benjamn, La metafsica de la juventudE . Jnger y M. Heidegger, Acerca del n ih ilismoR. Dworkin, tica privada e igualitarismo polticoC. Taylor, La tica de la autenticidadH. Putnarn, Las mil caras del realismoM. Blanchot, El paso (no) ms allP. Winch, Comprender una sociedad primitivaA. Koyr, Pen sa r l a cienciaJ. Derrida, El lenguaje y las institucionesflosficasS. Weil, Reflexiones sobre las causas de la l ibertad y de la opr es in socialP. F. Strawson, Libertad y resentimientoH. Arendt, De la bistoria a la accinG. Vattimo, Ms all de la interpretacinW. Benjamin, Perso na je s alemanesG. Bataille, Lo que entiendo por soberanaM. Foucault, De lenguaje y literaturaR. Koselleck y H. -G . Gadamer, Historia y bermenuticaC. Geertz, Los usos de la diversidadJ.-P. Sartre, Verdad y existenciaA. Heller, Una revisin de la teoria de las necesidadesA. K. Sen, Bienestar, justicia y mercadoH. Arent, Qu es la poltica?K. R. Popper, E lcuerpo y la menteP. T. Strawson, Anlisis y metafsicaK. jasper, Elproblema de la culpaP. K. Feyerabend, Ambigedad y armoniaD . Gau thi er, Egosmo, moral idad y sociedad liberalR . Ror ty , Pragmatismo y polticaP. Ricoeur, Historia y narratioidadB. Russell, Anlisis filosficoH. Blumenberg, Las realidades en que vivimosM. Horkheimer, Teoria tradicional y teora crtica diciones PaidsLCE. de la Universidad Autnoma de BarcelonaBarcelona - Buenos Aires - Mxico

    Teora tradicional y teora crtica

    troduccin de Jacobo Muoz

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    Ttulos originales:Traditionelle und Kritische Theorie-r achtrag; Vernunfr und Selbsterhaltung.Publicados en alemn , en Horkheimer, M.; Traditionelle und Kritische Theorie,Francfort del Meno, S. Fischer Verlag GmbH.

    SUMARIO

    Traduccin deJos Luis Lpez y Lpez de Lizaga

    Cubierta de Mario Eskenazi

    r i c k u ,III. RAzO y AlITOCO SERVACIO (1942) 89

    I T E C A fI.!.~E (' tc,!:__-=- -~._ . 02.-C . e ; r a : .. . >. .C J .: .J L . .. ..'f,,~:a:.~y .~b(~1L,. '

    INTRODU CIO 9I. TEORA TRADICIONAL Y TEORA CRTICA (1937) 231 1 . Ap DICE (1937) . 79

    Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacin escr ita de los t itulares del copyright, bajolas sanciones establecidas en las leyes, la reproduccin total o parcial de esta obra por cualquiermedio o procedimiento, comprendidos la reprografa y el t ratamiento informtico, y ladistribucin de ejemplares de ella mediante alquiler o prstamo pblicos.

    1987, 1988 S. Fischer Verlag GmbH, Francfort de l Meno 2000 de la traduccin, Jos Luis Lpez y Lpez de Lizaga 2000 de todas las ediciones en castellanoEdiciones Paids Ibrica, S. A.,Mariano Cub, 92 - 08021 Barcelonahrtp://www.paidos.come Instituto de Ciencias de la Educacinde la Universidad Autnoma de Barcelona08013 Barcelona

    ISBN: 84-493-0819-4Depsito legal: B-1.950/2.000Impreso en Novagrfik, s.l.,el Vivaldi, 5 - 08110 Montcada i Reixac (Barcelona)Impreso en Espaa - Printed in Spain

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    22 TEORIA TRADICIO AL y TEORIA CRITICAITEORA TRADICIO AL yTEORA CRTICA(1937)

    La cuestin' de qu es teora segn el estado actual de laciencia no parece ofrecer grandes dificultades. En la investiga-cin usual, por teora se entiende un conjunto de proposic io-nes acerca de un mbito de objetos conectadas entre s de talmodo que a partir de algunas de ellas se pueden deducir las res-tantes. Cuanto menor es el nmero de los principios supremosen relacin con las consecuencias, tanto ms perfecta es la teo-ra. Su validez real consiste en que las proposiciones deduc idasconcuerden con acontecimientos efectivos. Por el contrario, si sepresentan contradicciones entre la experiencia y la teora, habrque revisar una u otra. O bien se ha observado mal, o bien hayalgn error en los princ ipios tericos. De ah que la teora per-manezca siempre, respecto de los hechos, como una hiptesis. Espreciso esta r di spuesto a modificada si surgen dificultades en eltratamiento del material. La teora es un saber acumulado de talforma que se torna util izable para la caracterizacin de los he-chos ms detallada y profunda posible. Poincar compara a laciencia con una biblioteca que creciese incesantemente. La fsicaexperimental hace el papel del bibliotecario que se ocupa de lasadquisiciones , es decir, enriquece el saber aportando materia les.La fsica matemtica, que en el mbito de la ciencia natural es lateora cientfica en el ms estricto sentido, tiene la tarea de ela-borar el catlogo. Sin el catlogo nadie se podra servir de la bi-blioteca, a pesar de todas sus riquezas. sta es, pues, la tareade la fsica matemtica: debe guiar la generalizacin en un sen-tido que eleve los efectos tiles.! Como obj:.tivo de la teora en

    fundacin del Institut, con un enfoque que a la vez que haca de ladimensin crtica de la teora -una teora a la que en 1937 definaya Horkheimer como momento de una praxis que apunta a nue-vas formas soc iales- forma eminente de praxis, se situaba lejosde toda apelacin concreta al proletariado clsico o a alguna desus formas tpicas de organizacin. Como no menos coherente se-r a la ~tencin .creciente, por parte del Institut, a uno de los aspec-tos mas l lamat ivos del general mecanismo reproductivo de la cosi-ficada vida social capitali ta: su control de la conciencia de susmiembros. Ese control al que una gigantesca industria culturalvena a r.resta r sus ca~a. vez ms perfeccionadas tcnicas, coadyu-vando aSIde modo deCISIVOal secues tro del Sujeto de la Revoluciny an del individuo libre, consciente, dueo de s, tout court.Tesis esta, por cierto, que ayuda a explicar tanto la notable de-dicacin del Institut en su perodo intermedio o americano a la cr-tica de la

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    24 TEORIA TRADICIONAL Y TEORIA CRITICA~eneral se presenta el sistema universal de la ciencia. ste ya nose circunscribe a un mbito particular, sino que abarca todos losobjetos posibles. La separacin de las ciencias se supera al redu-cirse a las mismas premisa s las proposiciones referidas a mbi-tos diferentes. El mismo aparato conceptual puesto a punto parala determinacin de la naturaleza inanimada sirve asimismopara clasificar la naturaleza viva, y quien ha aprendido una veza manejarlo, es decir, quien conoce las reglas de la deduccin, lasimbologa, los procedimientos de comparacin de las proposi-ciones deducidas con la constatacin de los hechos, etc., sepuede servir de l en todo momento. Todava estamos lejos deesta situacin.sta es, por supuesto a grandes rasgos, la concepcin de laesenc ia de la teora ms. ex tendida hoy en da. Se sue le derivar estaconcepcin de la teora del inicio de la filosofa moderna .. Comotercera mxima de su mtodo cientfico, Dtsca,rtes establece la re-solucin de conducir ordenadamente mis pensamientos, comen-zando por los objetos ms simples y ms fciles de conocer, parair ascendiendo poco a poco, como por grados,' hasta el conoci -miento de los ms compuestos; y suponiendo un' orden aun entreaquellos que no se preceden naturalmente unos a otros. La de-du~ tal como es usual en matemticas, s.~supone aplic~Ia totalidad de la ciencia. El orden del I])undo se abre a lasJ:Qlle-xiones de un pensamiento deductivo. Esas la rgas cadenas de t ra-badas razones muy simples y fci les, que los gemet ra s acostum-bran a emplear para .ll egar a sus ms di fc iles demost raciones, mehaban dado ocasin para imaginar que todas las cosas que entranen la esfera del conocimiento humano se encadenan de la mismamanera; de suerte que, con slo abstenerse de admitir como ver-dadera ninguna que no lo fuera y de guardar siempre el orden ne-cesario para deducir las unas de las otras, no puede haber nin-guna, por lejos que se halle situada o por oculta que est, que nose ll egue a alcanzar y descubrir. ' Dependiendo de las pos icionesfilosficas del lgico, se considerar que las proposiciones msuniversales, de las que parte la deduccin, son tambin juicios de

    3. Descartes, Discurso del mtodo, II, Madrid, A li an za, 1 979 , p g . 83 ( t ra d. de R.Frondizi).

    TEORA TRADICIONAL Y TEORA CRITICA 25experiencia, inducc iones, como en John Stuart Mil I; o in tuic ionesevidentes , como en las corrientes racionalistas y fenomenolgicas ;o estipulaciones arbitrarias, como en la axiomtica moderna. Enla lgica ms avanzada del presente, cuya expresin ms repre-sentat iva se encuentra en las Investigaciones lgicas de Husserl , l ateora se define como el sistema de proposiciones cerrado en smismo de una ciencia en general.' La teora, en sent ido estri cto ,es una conexin sistemtica de proposiciones en la forma de unadeduccin sistemtica unitaria.' Ciencia significa un cierto uni-verso de proposiciones [... ] que se originan, como siempre, en elt raba jo terico, y en cuya ordenac in si stemt ica resul ta de termi-nado un cierto universo de objetos.' La exigencia fundamentalque cualquier ~istema terico debe cumplir consiste en que todaslas partes estn en lazadas ent re s sin di scont inuidades ni cont ra-dicciones. Weyl considera condicin indispensable la univocidad,que inc luye la ausencia de cont radicciones, as como la ausenc ia departes que resulten superfluas, puramente dogmticas y que ca-rezcan de inf luencia sobre los fenmenos observables .'Si se puede hablar de que esta concepcin tradicional de lateora muestra una tendencia, sta apunta a un sistema de smbo-los puramente matemtico. Como elementos de la teora, comopartes de las conclusiones y proposiciones, cada vez inte rvienenmenos nombres de objetos de experiencia, siendo sustituidos porsmbolos matemticos. Inc luso las propias operaciones lgicas es-tn ya hasta tal punto racionalizadas, que al menos en gran partede la ciencia natural la expresin de las teoras se ha convertido enuna construccin matemtica.Las ciencias del hombre y de la sociedad se esfuerzan por imi-tar el modelo de las exitosas ciencias naturales. La diferencia en-tre las escuelas de c iencia soc ial , entre aquel las que se orientan mshacia la investigacin de hechos y aquellas otras que se orientan

    4. Edmund Husserl, Formale und transzendentale Logik, Halle, 1929, pg. 89 (trad.cast.: Lgica formal y lgica trascendental: ensayo de una crtica de l a razn lgica,Mxico, Centro de Estud ios Filosficos, UNAM, 1962).5 . Ibd. , pg. 79.6 . Ibd., pg. 91.7. Hermann Weyl, Philosophie de r Narurwissenschaft, en Handbuch der Philoso-phie, Abtei lu ng 2, Mun ich y Ber l n 1927, pgs. 118 y sigs.

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    26 T E O RfA T R AD IC IO NA L Y T EORfA CRfT ICAms hacia los principios, no tiene en principio nada que ver con elconcepto de teora en cuanto tal. El laborioso trabajo conjunto entodas las disciplinas que se ocupan de la vida social , la compila-cin de inmensas cantidades de datos singulares acerca de proble-mas que son tratados mediante cuidadosas encuestas y otros me-dios auxiliares de las investigaciones empricas (que desde Spencer,sobre todo en las universidades anglosajonas, constituyen una granparte de la actividad cientfica), ofrecen, ciertamente, una imagenque parece ms emparentada externamente con el resto de la vidacaracterstica del modo industrial de produccin, que la formula-cin de principios abstractos o las consideraciones en torno a losconceptos fundamentales llevadas a cabo desde los escritorios, talcomo acaso caracterizaban a una parte de la sociologa alemana.Pero esto no significa una diferencia estructural del pensamiento.No obstante, en los ltimos perodos de la sociedad contempor-nea las llamadas ciencias del espritu slo tienen un fluctuante va-lor de mercado. Sedeben intentar equiparar como mejor puedana las afortunadas ciencias naturales, cuyas posibilidades de aplica-cin estn fuera de duda. En todo caso, no puede haber ningunaduda en torno a la identidad de la concepcin de la teora de lasdistintas escuelas de sociologa entre s y respecto de las cienciasnaturales. Los empiristas no tienen una concepcin de lo que esuna teora bien elaborada diferente de la de los teoreticistas. Sim-plemente mantienen la conviccin, segura de s misma, de que envista de la complejidad de los problemas sociales y del estado ac-tual de la ciencia, el trabajo en cuestiones de principios generalessepuede considerar como un asunto cmodo y ocioso. Sies nece-sario realizar un trabajo terico, ste se debe llevar a cabo en con-tacto permanente con el material emprico; no hay que pensar,para un tiempo previsible, en elaborar amplias exposiciones teri-cas. Estos investigadores aprecian mucho los mtodos de formula-cin exacta, especialmente los procedimientos matemticos cuyosentido guarda una estrechsima relacin con el concepto de teo-ra perfilado ms arriba. No es tanto la teora en general lo que seimpugna desde estas posiciones, cuanto la relevancia de la teoraque otros desarrollan desde arriba y sin entrar en contacto conlos problemas de una disciplina cientfica emprica. Las diferenciasentre comunidad y sociedad (Tonnies), entre solidaridad mecnica

    T E O R IA TR A DI C IONAL Y T EO R IA CRI T ICA 27y solidaridad orgnica (Durkheim), entre cultura y civilizacin (A.Weber), como formas fundamentales de la socializacin humana,ocultan desde el principio, a juicio de estos autores, el carcterproblemtico que presentan cuando seintenta aplicadas a proble-mas concretos. Elcamino que debe tomar la sociologa, dado eles-tado actual de la investigacin, es la trabajosa ascensin desde ladescripcin de fenmenos sociales a la comparacin detallada, yslo desde este punto a la formacin de conceptos generales.La oposicin que hemos expuesto llega hasta elpunto de que losempiristas, siguiendo su tradicin, slo consideran vlidas las in-ducciones completas como principios supremos de la teora, ycreen que todava nos encontramos muy lejos de poder formular-Ios. Sus oponentes consideran que tambin son correctos otros pro-cedimientos para la formacin de las categoras y principios supre-mos, no tan dependientes del progreso en la compilacin demateriales. Por ejemplo, Durkheim quiz coincide en mltiples as-pectos con las posiciones fundamentales de los empiristas, pero porlo que respecta a los principios, declara que el proceso de induc-cin se puede abreviar. Segn l, ni es posible clasificar los fen-menos sociales sobre la base del registro de hechos meramente em-prico, ni dicha clasificacin podra facilitar la investigacin tantocomo seespera de ella: su pape! consiste en proporcionamos pun-tos de apoyo a los que podamos vincular observaciones distintas deaquellas mediante las cuales obtuvimos esos puntos de apoyo. Em-pero, para este fin no se precisa desarrollar segn un inventario'completo de todos los rasgos individuales, sino segn un pequeoy cuidadosamente escogido conjunto de ellos [ o o . ] Puede ahorrar alobservador muchos pasos, porque le guiar [ o o . ] Por consiguiente,debemos escoger para nuestra clasificacin rasgos particularmenteesenciales." Ahora bien, ya se obtengan los primeros principiospor seleccin, por intuicin de esencias o mediante puras estipula-ciones, esto no supone ninguna diferencia por lo que respecta a sufuncin en e! sistema terico ideal. Es cierto que el cientfico apro-xima sus principios ms o menos generales, a ttulo de hiptesis, alos nuevos hechos que van apareciendo. El socilogo de orienta-

    8. Emile Durkheim, Les regles de la mthode sociologique, Pars, 1927, pg. 99(trad. cast.: Las reglas del mtodo sociolgico, Madrid, Akal, 1991).

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    28 TEORA TRADICIONAL Y TEORfA CRTICAcin fenomenolgica asegurar, naturalmente, que tras la consta-tacin de una ley esencial es indudablemente seguro que cadaej em plar se debe comportar en correspondencia Con dicha ley.Pero el carcter hipottico de la ley esencial se hace va ler en el pro-bl em a de si en el caso particular se da un ejem plar de la esencia encuestin o de otra esencia emparentada Con sta, o si se trata deun mal ejemplar de la primera esencia o de un buen ejemp lar de laotra especie. Siempre queda en un lado el saber, formulado en elpensamiento, y en el otro lado un estado de cosas que debe seraprehendido por aqul, y esta subsuncin, este establecer la re la-cin entre la mera percepcin o constatacin del estado de cosas yla estructura conceptual de nuestro saber, se denomina explicacinterica.No es preciso que nos ocupemos aqu en detalle de las diversasformas de clasificacin. Mencionemos simplemente qu sucedeCon la explicacin de acontecimientos histricos segn esta con-cepcin tradicional de la teora. Esta cuestin se manifiesta clara-mente en la~ntroversia entre...Eduard Meyer y Max Weber. Me-

    yer haba declarado irresoluble y ociosa la cuestin de si enausencia de ciertas decisiones VOluntarias de determinados perso-najes histricos, las guerras que ello s desencadenaron se hubiesenproducido de todos modos ms tarde o ms temprano. Por el Con-trario, Weber quera mostrar que en tal caso la explicacin hist-rica en general ser a imposible. En conexin con las teoras del fi-silogo Von Kries y de juristas y economistas ta les como Merk el,Liefmann y Radbruch, Weber desarroll la teora de la posibili-dad objetiva. La explicacin del historiador, como la del pena-lista, no consiste en modo alguno en la enumeracin ms co mp letaposible de todas las circunstancias implicadas, sino en poner de re-lieve la relacin entre ciertos aspectos del acontecimiento intere-santes para el decurso histrico posterior y ciertos Sucesos singu-lares determinantes. Esta relacin (por ejemplo, en el juicio de queuna guerra se desencaden por la pOltica de un estadista cons-ciente de sus objetivos) presupone lgicamente que en el caso deque esa poltica no se hubiese llevado a cabo, tampoco se habraproducido el efecto que se explica por ella, sino otro diferente. Sise afirma una determinada relacin de causalidad histrica, se pre-supone siempre que en ausencia de la causa, y segn las conocidas

    TEORA TRADICIONAL Y TEORA CRITICA 29leyes de la experiencia, se habra hecho valer un efecto diferente enlas mismas circunstancias dadas. Las reglas de la experiencia noson otra cosa que la articulacin de nuestro saber acerca de las re-laciones econmicas, sociales y psicolgicas. Con su ayuda cons-truimos un proceso verosmil en el que insertamos o del que eli-minamos el acontecimiento que ha de servir a la explicacin.' Setrata de una operacin con oraciones condicionales aplicada a unasituacin dada. Supuestas las circunstancias A, B, C, D se esperaque tenga lugar el acontecimiento q; mientras que si se elimina D,tendr lugar el acontecimiento r; y si se aade G, el acontecimientos, y as sucesivamente. Un clculo semejante pertenece al entra-mado lgico tanto de la historia como de la ciencia natural. Es elmodo de existencia de la teora en sentido tradicional.As pues, lo que los cientficos de los diversos mbitos conside-ran la esencia de la teor a se corresponde realmente con su tareainmediata. Tanto el tratamiento de la naturaleza fsica como el dedeterminados mecanismos econmicos y sociales exige la configu-racin del material cientfico en una estructura ordenada de hip-tesis. Los progresos tcnicos de la era burguesa no se pueden diso-ciar de esta funcin de la actividad cientfica. Mediante estaactividad, por un lado los hechos se tornan fruct feros para un sa-ber que es aprovechable en las condiciones socioeconmicas dadas,y por otro lado el saber disponible se aplica a los hechos. No cabeduda de que un trabajo semejante constituye un momento de latransformacin y el desarrollo permanentes de los fundamentosmateriales de esta sociedad. Sin embargo, cuando el concepto de te-ora se autonomiza, como si se pudiera fundamentar a partir de laesencia interna del conocimiento o de algn otro modo ahistrico,se transforma en una categora reificada, ideolgica.Tanto la fertilidad de las nuevas relaciones descubiertas entrelos hechos para la transformacin del conocimiento disponiblecomo la aplicabilidad de ste a los hechos son cualidades que nose remontan a elementos puramente lgicos o metodolgicos, sinoque en cada caso slo se pueden comprender en relacin con pro-

    9. Max Weber, Kritische Studien auf dem Gebiet der kultu rwissenschaftlichenLogik, en Gesammelte Au(siitze, Tubinga, 1 922 , pg. 266 Y sigs. (trad. cast.: Escritoscrticos sobre la lgica de las c ienc ias de la cultura, en Ensayos sobre metodologasociolgica, Buenos Aires, Amorrortu, 1973).

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    30TEORA TRADICIO AL y TEORIA CRITICA 31

    TEORA TRADICIO AL y TEORfA RfTlCA10 '1 1cesos SOCIaes rea es, Cuando un descubrimiento ocasio 1e t ' , d na a re-S ructuraCIOn e puntos de vista precedente ello nun1 ' , " ' Ca sucedeexc USlVamente rnedianr- consIderaCIOnes lgicas fund d 11 d icc i , a as a osumo en a Contra ICCIOnCon determinadas parte de lain dom. " represen_racin ommante. SIempre e pueden Imagmar hiptesI's '1 'di 1 " auxllareme Ia~te as cuales se pudIera evirar un cambio de la totalidad dela teora. Pero los nuevos punto de vista se abren past hi ' . o en con-extos istoricos concretos, aun cuando para los propios' 'f'' 1 d ' ClentI 1-cos o o sean etermmantes motivos inmanentes Los te" d' , . ancas elconOCImIento contemporneos no niegan esto aunqu '1 ', ,e pIensanmenos en re aciones sociales que en el genio o el azar corn f' If deci "lO acto-res extraCIentI ICOS eClSIVOS.Cuando en el s iglo XVII se p 'd"dI' " rescin 10e so UCIOnar medIante constrUCCIOnes adicionales las dificultadesen las que tropezaba el modo tradicional de conocimiento' 'b' astro-nomico, y en cam 10 t uvo lugar el trnsito al sist ema cape 'b d " rOlcanoe~te ca~ 10 no ep end i ~olamente de las propiedades lgicas d~dicho ~Istema (como por ej emplo una mayor simplicidad) Qt ' d d . ue es-as mismas propie a es resultasen ventaJ'osas conduce '' 1 f d por -SIrrusrno a os un amentos de la praxis social de aquell '

    C' 1', a epOca.omo e sIstema coperOlcano, apenas mencionado en el sI'gl11 ' , o XVIse ego a convertir en un poder revolucionario constitu 'P arte d 1 hi " 'ye unae proceso rstonco en el que el pensamiento rnec "' '1 d 11 anlClstaconqUIsto e po er. Por 10 dems, la tesis de que la modiE ' ' ,de la t ientf IcaCIOns es ructuras cienn icas depende de la situacin socialpondi t '1 ilid corres-re n e no so o es va I a para teoras tan amplias como 1 't " e SIS-erna co~ern,I~ano, ~I?O tambin para los problemas especi ales del~ lllVeStlgacIOn cotidiana, En modo alguno se puede deduc d 1t ' , 1" 1 Ir e aSI u acion OgICa a respuesta a la cuestin de si el hallazgo d' d d ' e nue-vas vane a es en regiones particulares de la naturaleza orga' ,' " ruca omorgaOlca, ya sea en el laboratorio qumico o en investiga '1 1" , CIOnespa eonto ogicas, SIrve de ocasin para la modi ficacio'n d "1 if ' e VIejascras i ICacIOnes o para el surgimiento de otras nuevas Los te' ,del con.v-: , . ancase cono,clmlento se suelen servir en este punto del concepto deconformidad a fmes, que slo en apariencia es inmanente a las

    ciencias. La cuestin de si las nuevas definiciones se establecenconforme a f ines, y de cmo sucede esto, no depende simplementede la s impli cidad y consis tencia lgica del sistema, sino tambin,entre otras cosas, de la direccin y los objetivos de la investiga-cin, que no se pueden aclarar n i se pueden hacer completamentetransparentes desde la investigacin misma.y del mismo modo que la influencia del material emprico so-bre la teora, as tampoco la aplicacin de la teora al material em-prico es un proceso meramente imracientfico, sino que es tam-bin un proceso social. La relacin de las hiptesis con los hechosno se cumple en ltimo trmino en la cabeza del invest igador , sinoen la industria. Las reglas segn las cuales el alquitrn de hulla ad-quiere cualidades cromti cas al ser sometido a determinados pro-cesos, o las reglas que hacen que la nitroglicerina, el nitrato pot-sico y otras sustancias posean una elevada fuerza explosiva, sonun saber acumulado que se aplica realmente a los hechos en las f-bricas de la gran industria.Entre las d iversas escuelas fi losf icas, los posit iv istas y los prag-matis tas parecen particularmente atentos al entrelazamiento deltrabajo terico con el proceso vital de la sociedad. Ambas co-rrienres caracterizan la previsin y la utilidad de los resultadoscomo tareas de la ciencia. Pero en realidad esta conciencia de losobjetivos, la creencia en el valor social de su profesin, es para elcient fico un asunto privado. El cientfico puede creer en un saberindependiente, suprasocial, suspendido libremente en el aire,tanto como en el signif icado socia l de su discip lina: esta oposicinde interpretaciones no influye en lo ms mnimo sobre lo que dehecho es su actividad. El cientfico y su ciencia estn insertos en el aparato social, us rendimientos son un momento de la autocon-servacin, de la reproduccin permanente de lo exi stente, y no im-

    porta la interpretacin personal que se tenga del asunto. Debentan slo corresponder a su concepto, es decir, producir teora enel sentido descrito ms arriba. En la divisin social del trabajo, el cient fico debe integrar los hechos en rdenes conceptuales y man-tener dichos rdenes de tal modo que l mismo y todos los que sedeban servir de ellos puedan dominar un mbito de objetos lo msamplio posible. El experimento tiene dentro de la ciencia el sentidode constatar los hechos de forma especialmente adecuada a la co-

    l, Proce os. (Prozesse/l) /1937: "Procesos (Verliiu'e/l)11 U ' " l' ,r. h' naVexPoslclon de e re proceso se encuentra en I~ Zeitschri't 'iir S '1torsc U/lg r 1935 161'. l' l' OZIQ_' , ' , P g, y sigs. en el articulo de Henryk Grossman 'gesellschafrllchen Grundlagen der mechanisrischen Philosophie und die Manufak~u;~Je

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    32 TE O R fA T R A DI C IO NA L Y T EO R fA CR fT ICArrespondiente situacin de la teora. El material de hechos, la ma-teria, se suministra desde fuera. La ciencia proporciona formula-ciones claras, sinpticas, de modo que cada uno pueda manejar losconocimientos como quiera. Para el cientfico la actividad terica,su particular forma de espontaneidad, consiste en elregistro, la re-organizacin, la racionalizacin del conocimiento de hechos, sinimportar si se trata de la exposicin ms detal lada posible del ma-terial , como sucede en historia y en las ramas descriptivas de otrasciencias especializadas, o si se trata de la compilacin de masas dedatos y la obtencin de reglas generales, como en fsica. El dua-lismo de pensamiento y ser, de entendimiento y percepcin, le re-sulta natural.La conce2..cin tradicional de la teora es. el resultado de unaabstraccin que parte de la actividad cientfica tal como se lleva acabo en un nivel dado dedivisin del trabajo. Corresponde a la ac-t ividad del cientfico tal como se desempea junto a todas las res-tantes actividades de la sociedad, sin que la relacin entre dichasactividades particulares sea inmediatamente transparente. De ahque en la concepcin tradicional no aparezca la verdadera funcinsocial de la ciencia, no aparezca lo que la teora significa en la exis-tencia human, sino solamente en esa esfera desprendida del restode la actividad social en la que tiene lugar la produccin de teoraen condiciones histricas. Pero la vida de la sociedad es en reali-dad el resultado del trabajo conjunto de las distintas ramas de laproduccin, y aunque la divisin del trabajo en el modo de pro-duccin capitalista funciona mal, sin embargo sus ramas, incluidala ciencia, no se pueden considerar autosuficientes e independien-tes. Son especializaciones del modo en que la sociedad se enfrentaa la naturaleza y se conserva en su forma dada. Son mame delproceso social de produccin, incluso cuando son poco producti-

    "" V a '5 , e sentido propio, no son ductivas en absolu No sonrelaciones eternas o naturales ni la estructura de la produccin in-dustrial y agraria ni la separacin entre los servicios, funciones ytrabajos directivos y los ejecutivos, o la separacin entre activida- des espirituales y manuales. Surgen, por el contrario, del modo deproduccin en determinadas formas sociales. La apariencia de au-tosuficiencia de los procesos de trabajo, cuyo curso sepretende de-rivar de la esencia interna de su objeto, corresponde a la i lusoria

    TE O R fA T R A D IC IO A L y TE O R fA CR fT ICA 33libertad de los sujetos econmicos en la sociedad burguesa. Creenactuar siguiendo decisiones individuales, cuando incluso en susms complicados clculos son exponentes del inabarcable meca-nismo social.La falsa autoconciencia del cientfico burgus en la era dellibe-ralismo se muestra en los diversos sistemas filosficos. Ha encon-trado una expresin particularmente significativa con el cambiode siglo, en el neokantismo de Marburgo. Los rasgos particularesde la actividad terica del cientfico especializado se conviertenaqu en categoras universales, en momentos, por as decido, delespritu del mundo, del legos eterno, o ms bien sucede queciertos rasgos decisivos de la vida social son reducidos a la activi-dad terica del cientfico. La fuerza del conocimi es deno-minada

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    34 TEORIA TRADICIO AL y TEORIA CRITICAautoconocimiento del hombre en el presente no es, empero, laciencia natural matemtica, que se presenta como lago eterno,sino la teora cr tica de la sociedad existente regida por el intersen las situaciones racionales.La consideracin aislada de actividades y ramas de actividadparticulares junto con sus contenidos y objetos precisa, para serverdadera, de la conciencia concreta de su propia limitacin. Hayque pasar a una concepcin en la que la unilateralidad que surgenecesariamente de la disociacin de procesos intelectuales parcia-les respecto de la totalidad de la praxis social sea a su vez supe-rada. En la representacin que el cientfico tiene de la teora, y quees el resultado inevitable de su propia profesin, la relacin de loshechos con el orden conceptual ofrece un importante punto departida para dicha superacin. La teora del conocimiento que hoyimpera ha reconocido tambin el carcter problemtico de esta re-lacin. Una y otra vez se pone de manifiesto que los mismos obje-

    tos consti tuyen en una disciplina problemas que slo se podranresolver en un tiempo apenas previsible, mientras que en otra dis-ciplina se aceptan como simples hechos. Ciertas relaciones que enfsica han sido suprimidas como tema de investigacin, se presu-ponen en biologa como evidentes. Lo mismo se puede decir, den-tro de la propia biologa, de los procesos fisiolgicos en relacincon los psicolgicos. Las ciencias sociales toman la totalidad de lanaturaleza humana y extrahumana como dada y se interesan porla construccin de las relaciones del hombre con la naturaleza, yde los hombres entre s, Pero elconcepto de teora no sepuede de-sarrollar sealando esta relat ividad, inmanente a la ciencia bur-guesa, de la relacin del pensamiento terico con los,hechos, sinomediante consideraciones que afectan tanto al cientfico como alos individuos cognoscentes en general.La totalidad del mundo perceptible, tal como existe para elmiembro de la sociedad burguesa y tal como se interpreta en laconcepcin tradicional del mundo que se encuentra en interaccincon aqulla, se presenta al sujeto como un conjunto de facticida-des; elmundo est ah, y debe ser aprehendido. El pensar organi-zador de cada individuo pertenece al conjunto de las relaciones so-ciales que tienden a adaptarse del modo ms adecuado posible alas necesidades. Pero entre el individuo y la sociedad existe en este

    TEORIA TRADICIO AL y TEORIA CRITICA 35punto una diferencia esencial. El mismo mundo que para el indi-viduo e algo existente en s, que l contempla y debe aprehender,es al mismo tiempo, en la forma en que existe y subsiste, un pro-ducto de la praxis social general. Lo que percibimos en nuestro en-torno, las ciudades, los pueblos, los campos y los bosques, lleva ens el sello de la elaboracin. Los hombres son un resultado de lahistoria no slo en sus vestidos y en su conducta, en su figura y ensu forma de sentir, sino que tambin el modo en que ven y oyen esinseparable del proceso vital social tal como se ha desarrollado du-rante milenios. Los hechos que los sentidos nos presentan estn so-cialmente preformados de dos modos: a travs del carcter hist-rico del objeto percibido y a travs del carcter histrico delrgano percipiente. Ambos son no slo naturales, sino que tam-bin estn configurados por la actividad humana. Sin embargo elindividuo se experimenta a s mismo en la percepcin como recep-tivo y pasivo. La oposicin entre actividad y pasividad, que sepre-senta en la teora del conocimiento como el dualismo de sensibili-dad y entendimiento, no es vlida para la sociedad en la mismamedida que para el individuo. Donde ste se experimenta a s mis-mo como pasivo y dependiente, es aqulla, que sin embargo secompone de individuos, un sujeto activo, aunque inconsciente ypor tanto impropio. Esta diferencia en la existencia del hombre y lasociedad es una expresin de la escisin que hasta ahora era pro-pia de las formas histricas de la vida social. La existencia de la so-ciedad o bien descansa sobre la opresin inmediata, o bien es el re-sultado ciego de fuerzas en conflicto, pero en todo caso no es elresultado de la espontaneidad consciente de individuos libres. Poresta razn cambia el significado de los conceptos de actividad y pa-sividad, segn se apliquen a la sociedad o al individuo. En el sis-tema econmico burgus la actividad de la ociedad esciega y con-creta, y la del individuo es abstracta y consciente.La produccin humana contiene siempre un elemento de con-formidad a un plan. En la medida en que el hecho, que para el in-dividuo se aade a la teora desde fuera, ha sido producido so-cialmente, se ha de poder encontrar en l la razn, aunque en unsentido limitado. De hecho, en la praxis social siempre est invo-lucrado el saber disponible y aplicado; por ello elhecho percibidoest determinado por representaciones y conceptos humanos ya

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    36 IEORA TRADICIO AL y TEORA CRTICAantes de su e~boracin terica consc ien te, efectuada deliberada_me~te por el Individuo. o se debe pensar nicamente en los ex-penmentos de fa ciencia natural. La supuesta pureza del desarr-llo de. los hechos que se debe alcanzar mediante procedimientosexperimentales se encuentra ciertamente vinculada a condic ionestecrucas ~uy~ relac in con el proceso material de produccin bri-lla p?~ SI misma. Pero en este punto se confunde fcilmente lacues~lOn de la mediacin de los hechos or la raxis social en sutotahda.d.~on la cuest in de la influencia que e jer ce el instrumentode me~lc~on sobre el objeto observado, es decir, la influencia delprocedlffil~~to concreto de que se trate. Este ltimo problema,cuya solucin persigue la f si ca permanentemente , no est relacio-nado con la CUestin que aqu planteamos ms estrechamente quee.n .el caso de la percepcin en general, incluida la percepcin co-t idiana. El P~opio aparato sensorial fisiolgico del hombre trabajaen gran medld,a~ desde hace tiempo, en la direccin de los experi-mentos de la flslca. El modo en que en la contemplacin receptivase separan y componen las partes, de manera que ciertos elemen-tos singulares no se perc iben mient ras que otros se acentan, es unresultado del modo de produccin moderno en la misma medidaen que la percepcin de un hombre de cualquier tribu de cazado-re~ y pescadores primit ivos es el resultado de sus condiciones deexistencra, y tambin, por supuesto, del objeto. En relacin conest~ se puede invertir la tesis de que los instrumentos son prolon-gaclO~es de los rganos humanos y afirmar que los rganos sontambin prolongaciones de los instrumentos. En los niveles eleva-dos d~ la civili zacin, la praxis humana consciente determina in-consClenteme~te no slo el lado subjetivo de la percepcin, sino.e? bue~a medida tambin e l objeto. Lo que el miembro de la so-c~edad lO~us~rial ve cotidianamente en torno a l (bloques de vi-

    vlenda~, fabncas, algodn, ganado, hombres) y no slo los cuer-pos, SIOO tambin el movimiento en el que se perciben(empezand,o por los trenes subterrneos, las jaulas de extraccin,los automovIles, los aviones), todo este mundo sensible p resentalos rasgos .del trabajo consciente, y no se puede establecer real-mente ~adlfer~ncia entre lo que de todo ello pertenece a la natu-ral~za IOconSClellte y lo que pertenece a la praxis social. Inclusoal l donde se tra ta de la experienc ia de obje tos na turales en cuanto

    TEORA TRADICIO AL y TEORA CRTICA 37u carcter natural se determina por contraste con eltales, s d d 'ndo social, y por tanto depen e e este. .

    JtlUE era el individuo registra en rdenes conceptuales la realidadible como una mera sucesin de hechos. Tambin dichos rde-sensl . , . bl lhan desarrollado, por supuesto, en conexion vana e con enes se . d l I if ., Iso vital de la SOCiedad. Por eso cuan o a ciasi icacion en osproce bi . I. mas del entendimiento el juicio sobre los o jetos, tiene ugar re-sIste ' .larmente con gran evidencia y con notable concordancia por par te~ . 'dde los miembros de la SOCiedad dada, esta armOl;ua que se a tant,otre la percepcin y el pensamiento tradicional como entre las rno-en . divid Inadas, es decir, entre los sujetos cognoscentes m I.VI.ua es, no, sedebe a un azar metafsico. El poder del sano entendur:llento comu~,del common sense, para el que no existen secretos, aSI como la v~J-dez general de puntos de vista acerca de mbitos no relacionad.as I~-mediatamente con los confl ictos sociales, como pueda ser la ciencianatural estn condicionados por el hecho de que el mundo de obje-tos que' se ha de juzgar surge en buena medida de una actividad de-terminada por los mismos pensamientos mediante los cuales esemundo se reconoce y conceptuali za a s mismo en e l ind ividuo. Enla filosofa de Kant se expresa de manera idealista este estado de co-sas. La doctrina de la sensibi lidad meramente pasiva y de l entendi-miento activo conduce a Kant a la cuestin de cmo puede el enten-dimiento prever con seguridad que la multiplicidad dada en lasensibilidad podr ser sometida en todo tiempo a sus reglas. Kantcombate expresamente la tesis de una armona preestablec ida, de unsistema de preformacin de la razn pura, segn la cual son in-natas al pensamiento las reglas conforme a las que tambin se rigenlos objetos. \3 Su explicac in consi ste en que los fenmenos sensiblesestn ya configurados por el su jeto trascenden tal , es decir , po r ~naactividad racional, cuando son aprehendidos en la percepcin y)UZ-gados conscientemente.'4 La afinidad trascendental, el carac~ersubjetivamente determinado del mater ial sensible, sobre el que el 10-dividuo nada sabe, intent fundamentada Kant con ms detalle enlos cap tulos ms importantes de la Crtica de la razn pura.

    13. Vase Kant, Crtica de la razn pura, B167 (pargrafo 27). .14. Op. cit., Sec cin segunda de la deduccin de lo s c onceptos puros del entendi-miento, 4: Explicacin preliminar de la posibilidad de las categoras como conoci-mientos a priori; Al10 .

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    38 TEORA TRADICIONAL Y TEORA CRTICALa dificultad y oscuridad que segn el propio Kant encierranlos captulos relacionados con es ta cues tin en la deduccin y enel esquematIsmo de los conceptos puros del entendimiento, se de-b~ ~al vez.a que este f ilsofo se representaba la act iv idad suprain-dividua], inconsciente para el sujeto emprico slo en la formai?ealista de una conciencia en s , de una inst an~ia puramente espi-ntual. Kant, conforme a. la perspectiva ter ica accesib le en su po-

    ca" ~o considera la realidad como el producto del trabajo social,catico en su conjunto pero orientado a fines en lo particular.Donde Hegel. ~a vislu~bra la astucia de una razn objetiva quepese a todo dmge la historia del mundo, Kant ve un arte ocultoen las profundidades del alma humana, cuyas verdaderas opera-ciones difcilmente arrancaremos nunca a la naturaleza de maneraque se presenten descubier tas ante nuestros ojos." En cualquiercaso, Kant enten?i ,q.ue tras l .a discrepancia ent re los hechos y lasteonas que el cientfico percibe en su ocupacin profesional seoculta una unidad ms profunda, la subjetividad universal, de laque depende el conocimiento indiv idual. La actividad social apa-rece como poder trascendental, es decir, como un conjunto de fac-tores espirituales. La afirmacin de Kant de que su eficacia seencuentra rodeada de oscuridad, es decir, de que pese a toda racio-nalidad es irracional, no carece de un ncleo de verdad. La eco-noma .burguesa no se rige por un plan, pese a toda la sagacidadde los IOdIvIduos en competencia mutua, n i se orien ta consciente-n:ente ha~ia un fin ~n~versal. La vida de la totalidad surge en estesistema solo bajo fr icciones desmesuradas, en una forma atrof iaday como por casualidad. Las dificultades supremas en las que se en-cuentran atrapados los conceptos fundamentales de la filosofakant i~na, ante to~o. el ~o de la subjetividad trascendental, la aper-cepCl.on pura u on.glOana, la conciencia, dan testimonio de la pro-fundidad y honestidad de su pensamiento. El doble carcter de es-tos. concept?s kantianos, que por una parte designan la ms altaumda? y on~ntacin finalstica, y por otra parte denotan algo os-curo, IOconscIente y opaco, corresponde con toda exactitud a la for-ma cargada de c~~trad ic~iones de la act iv idad humana en la pocamoderna. La aCCIOn conjunta de los hombres en la sociedad es el

    15. Op. cit., El esquematismo de los conceptos puros del entendimiento, B181.

    TEORA TRADICIO AL y TEORIA CRITICA 39odo de existencia de su razn, el modo en que emplean sus fuer-:s y afirman su esencia. Pero al mismo tiempo este proceso, juntocon sus resultados, es ajeno a ellos mismos, y se les presenta CO?todo su derroche de fuerza de trabajo y vida humana, con sus .SI-tuaciones de guerra y con toda su miseria absurda, como una 10-alterable violencia de la naturaleza, como un destino sobrehu-mano. La filosofa terica de Kant, su anlisis del conocimiento,contiene es ta contradiccin. El problema no resuelto de la relacinentre actividad y pasividad, a priori y datos sensibles, filosofa ypsicologa, no es por tanto una l imit acin subjetiva, sino. ~na in-suficiencia objetivamente necesaria. Hegel puso de manifiesto ydesarroll es tas cont radicciones , pero al final las reconci li en unaesfera esp ir itual ms elevada. De la confus in frente al sujeto uni-versal, que Kant afirma y sin embargo no es capaz de caracterizarcorrectamente, se libera Hegel poniendo el esp rit u absoluto comolo mximamente real. Para l lo universal seha desarrollado ya ade-cuadamente y es idntico con lo que se consuma. La razn ya no ne-cesi ta ser meramente crtica frente a s misma; con Hegel se ha tor-nado afirmativa, antes aun de que la realidad se pueda afirmar

    como racional. Pero a la vista de las contradicciones reales de laexistencia humana que permanecen sin resolver, a la vista de la im-potencia de los individuos frente a las condiciones producidas porellos mismos , es ta solucin parece una afirmacin privada, como elacuerdo de paz personal del filsofo con un mundo inhumano.La clasif icacin de los hechos en sistemas conceptuales previa-mente dispuestos y su revisin mediante la simpl ifi cacin o la de-puracin de contradicciones es, como se ha dicho, una parte de lapraxis social general. Dada la divisin de la sociedad en grupos yclases, se comprende que las construcciones tericas mantenganuna relacin diferente con dicha praxis general en funcin de supertenencia a uno u otro grupo. Cuando se form la clase bur-guesa en la sociedad feudal, la teora puramente cientfica que _sur-gi con ella mos traba una tendencia sumamente disolvente y agre-siva contra aquella poca, contra la vieja forma de la praxis. En ellibera lismo la teora cient f ica caracteriz el tipo humano domi-nante. Hoy el desarrollo est mucho menos" determinado por los

    16 . Mucho menos> I 1937:.ya no tanto>.

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    40 TEORIA TRADICIO AL y TEORIA CRITICAi?dividuo~ medios, quienes en s~mutua competencia se ven irnpe-lidos a mejorar el aparato mat~nal de produccin y sus productos,que .por los antagorusrnos nacionales e internacionales de las ea-manllas de los dirigentes en los diversos niveles de las jerarquasde,poder de la econo.ma y del Estado. Dado que el pensamientoteonco no apunta a fines concretos relacionados con estas luchasa?te .todo la guerra y su industria, el inters que despierta ha id~dIsmmu!endo. Seemplean m~nos energas en formar y desarrollarla capaCIdad de pensarrnenro mdependientemente de su aplicacinPero estas diferencias, a las que se podran aadir mucha~otra~,. no cambian en nada el hecho de que la teora en su formatradicional (e~to .es, ~omo el juzgar lo dado mediante un aparatoco~ce~tual y J~dIcatIvo heredado, activo incluso en la concienciamas simple, aSIcomo la interaccin que tiene lugar entre los he-ch~s ~ las fo~mas tericas sobre la base de las tareas profesionalescotIdIana.s) eJer.ceuna funcin social positiva. En esta actividad in-telectu~l.intervienen las necesidades y los fines, las experiencias ylas habldades, las costumbres y las tendencias de la forma actuald.e,la eXIsten~I~.humana. Como instrumento material de produc-~IOn,sus posIbIlIdades representan un elemento no slo de la rota-lt.dadcultur~l ~el pre~ente, sino tambin de otra ms justa, diferen-~Iada y armornca, MIent~as el pen~amiento terico no se adapte amtereses externos, extra nos al objeto, sino que permanezca real-mente en los problemas tal como stos le asaltan en elcurso de sudesarroll~ ~' en relacin con ello, formule nuevos problemas y re-formule. VIeJOS.onceptos all donde parezca necesario hacerlo, estep~nSamIe?to tIe~e derecho a considerar los rendimientos de la tc- .mea y la industria de la era burguesa como su legitimacin y pue-de estar segur.o de s mismo. Por supuesto, se concibe a s/ mismocomo p:nsamI~nto, hipottico, y no como pensamiento cierto. Peroe~tecaracter hIpotetIco se compensa de varias maneras. La insegu-ndad .no es mayor de lo que debe ser en razn de los medios tcni-cos e intelectuales di.sponibles, c~y: ut.ilidadha sido probada en ge-neral, y la formulacIOn de las hiptesis, incluso si su verosimilitude~ es~asa, es una activ~dad socialmente valiosa y necesaria, que ennmgu? ~aso es"e!la misma, hipottica. La formacin de hiptesis,la .actIvIdad teonc~ ~or antonomasia, es un trabajo para el queexiste, en las condIcIOnes sociales dadas, una posibilidad funda-

    TEORIA TRADICIO AL y TEORIA CRITICA 41mental de utilizacin, es decir, una demanda. Cuando sepa~a pordebajo de su valor, o incluso si se devala por completo, sII~ple-mente comparte el destino de otros trabajos concretos y posible-mente ms tiles que naufragan en esta economa. Sin embargo,tales trabajos presuponen esta economa y pertenecen al conjuntodel proceso econmico tal como se realiza en determinad~~ condi~ciones histricas. Esto no tiene nada que ver con la cuesnon de SIlos esfuerzos de la ciencia son productivos en sentido estricto. Parauna inmensa cantidad de los denominados productos cientficoshay demanda en este orden de cosas. Son remunerados de los m~sdiversos modos; una parte de los bienes que proceden del trabajorealmente productivo se intercambia por productos cientficos, sinque seponga en cuestin en loms mnimo la productividad. de ~-tos. Tambin la actividad intil de ciertas parcelas del trabajo UnI-versitario, as como la profundidad que no dice nada o la cons-truccin de ideologas metafsicas y no metafsicas, tienen tantarelevancia social como otras necesidades surgidas de los conflictossociales, sin corresponder realmente en la poca presente a los in-tereses de ningn grupo social mayoritario digno de mencin. Unaactividad que contribuye a perpetuar la existencia de la sociedaden su forma dada no necesita en absoluto ser productiva, esdecir,producir valor para una empresa. Pese a todo puede pertenecer aeste orden y contribuir a hacerlo posible, como realmente sucedeen el caso de las ciencias especializadas.Ahora bien, existe una actitud" (V erha/ten) humana que tienepor objeto la sociedad misma. o apunta tan slo a subsanar unascuantas situaciones deficitarias, sino que stas le parecen ms biennecesariamente ligadas a la organizacin total del edif icio social.Aunque esta actividad surge de la estructura social, ni su prop-si to consciente ni su significado objetivo apuntan a que algo enesta estructura funcione mejor. Las categoras de lo mejor, lo til,lo conforme a fines, lo productivo, lo valioso, que tienen validezen este orden, leresultan ms bien sospechosas, y en modo algunoconsidera que sean presupuestos extracientficos sobre los que no

    17. Esta act itud ser caracterizada en lo sucesivo como actitud crtica . El trminose entiende aqu no t anto en el sentido de la cr t ica ideali sta de la r azn pura c~anto ene l de la c r tica d ia lctica de la ec onoma poltica. Des igna una propiedad esenc ia l de lateora dialctica de la sociedad.

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    42 TEORIA TRADICIO AL y TEORIA CRITICAtenga nada que decir. Mientras que generalmente corresponde alindividuo aceptar las determinac iones fundamentales de su ex is-tencia como algo dado y aspirar a cumplidas, mientras que el in-dividuo encuent ra su satisfaccin y su honor en resolver en la me-dida de sus fuerzas las tareas ligadas a su puesto en la sociedad yen hacer eficazmente lo suyo, pese a la crtica, todo lo enrgica quese quiera , que pueda surgir en cuestiones de detalle, la actitud cri- .tica, por el Contrario, carece de toda confianza hacia las pautasque la vida social, tal cual es, le da a cada uno. La separacin deindividuo y sociedad, en virtud de la cual el individuo acepta comonaturales los lmites de su act ividad que han sido trazados de an-temano, se rela tiviza en la teora crtica. sta concibe el marcocondicionado por la interaccin ciega de las actividades indiv-duales, es deci r, l a divisin del trabajo dada y las diferencias declase, como una funcin que, al surgir de la actividad humana,puede tambin someterse a la decisin planificada y a la eleccinracional de fines.El carcter escindido de la totalidad social en su forma actual

    se desarrolla en los sujetos de la actitud crtica hasta convertirse enuna Contradiccin consciente. Reconoc iendo el sistema econmicoactual y la totalidad de la Cultura fundada en l como un productodel trabajo humano, como la organizacin que la humanidad se hadado y de la que es capaz en esta poca, los sujetos de la actitudcr ti ca se ident ifican con esta totalidad y la conc iben como volun-tad y razn; es su propio mundo. Pero al mismo tiempo experi-mentan que la sociedad se puede comparar con procesos naturalesno humanos, Con meros mecanismos, porque las formas cultura-les que se basan en la lucha y la opres in no test imonian una vo-luntad unitaria y autoconsciente; este mundo no es el suyo, sino eldel capital. En rigor, la historia no se puede comprender; en ellaslo Son comprensibles los individuos y los grupos individuales, ytampoco completamente, ya que en virtud de su interna depen-dencia de una sociedad inhumana, son incluso en su obrar cons-ciente en buena medida funciones mecnicas. Por eso aquella iden-tificacin es contradictoria, es una Contradiccin que caracteriza atodos los conceptos del pensamiento crtico. De este modo, para elpensamiento cr tico las categoras ecbnmicas de trabajo, valor yproductividad signif ican exactamente lo que significan en este or-

    TEORIA TRADICIONAL Y TEORIA CRITICA, loui otra interpretacin comoden de cosas, y se considera cua quier o la ms burda fal-mal idealismo. Al mismo tier:npo aPlarece cO~mien to crti co de las' , validez' e reconoclsedad acep tar sin mas su, " l t'ene al mismo tiempo su' dorni n la vida socia con ,categonas que orruna , dialctico de la autointer-' d t ia Este caracter I

    sentencia con ena or . di , rltimo trmino tam-racin" del hombre actual con iciona en u , L ' nopre " k tiana de la razono a razonbin la oscuridad de la cnnca an,1 ient s los hombres ac-a s misma rmen rauede hacerse transparente , , 'al El organismo' b d orgamsmo IrraClOn .ten como rruern ros e un l nte no es un modeloid d y perece na t ura mecomo uru a que crece h 'd de existencia de la' d de si forma enmo eCI apara la socie a ,smo una , id d e orientada hacia esaque se ha de emancipar. Una acnvi a forrr , , de la totalidad' " bjetivo la trans ormaclOnemancipaclO~, tiene por? " tal como tiene lugar dentro dese puede servir del traba jo teonco, , de del carcterlos rdenes de la realidad existente. Pero rradicn al entendido1 di samiento tra IClOnragmtico que res u ta, e pen"como una profesin socialmente til. t 1 como se ha ex-Al pensamiento tradicional le son ~xternos'de~erminados comopuesto, tanto el o rigen de los est~dos e cosa~eptuales en los quela utilizacin prctica de los s,l~temas cO~erminologa filosficaaqullos se recogen. Esta alienacin, que en, , in saber y1 ' , entre valor e invesngaci ,se expresa como a separacin l ci tf ico de las contradic-actuar y otras oposiciones, proteg~ a Cien I I f Un pensa-' d t bajo de un marco IJO.ciones sealadas y ota a su ra haber perdido toda' e este marco parece ,miento que no reconoc roceder terico que no se identi-base sobre la que a~ent~~se. Un p h echos artiendo de los sistemasficase con la determinacin de ,los iad P ibles 'podra repre-conceptuales ms sencil los y dlf~renCla lsdpOSI, 'ta~do a caballo' o intelectua esonen ,sentar otra cosa que un jueg ,,' otente de estados de

    1 ' t al y la expresion imp 1entre a poesia concep u di , , nto social tanto de osnimo? La investigacin del con IClOna~Il1e problema c ien tfi co,h d l t 'as tal vez entrane unechos como ,e as eon o de trabajo terico, pero no see incluso constituya todo un camp , deberan diferenciarve en qu medida los estudios de este tipo se , lidades cientficas.de I f s de otras especia Iesencialmente e os es uerzo '1' d l s aber que se han ex-El estudio de las ideologas o la SOCIOogia e ,

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    , , 11937, utocornprensin.8,

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    44 TEORfA TRADICIONAL Y TEORfA CRfTICAtr~do de la teora crtica de la sociedad oplinas particulares no se op o y establecIdo como disci-bi o ,onen m por su es o oICIOnesal ejercicio usual de las o o ~~clam por sus arn-comprensin de l pensamIOent clendClasclaslfIcadoraso La auto-o se re uce en e t do o l Oponer de manifiesto la s relacir, 1 s as ISClpmas a1 o o nes entre as pos o o o oy as pOSICIOnesociales La est d 1 I~IOnesespIrltualesbi o . ructura e a act t d 'oo jenvos van ms all de Ia n -e v, o 1 U crttrca, cuyose a praxis SOCIal dorni , otamente, ms emparentada co di o omante'ono esta, cier-la ciencia natural u o o o,n esltas isciplnas SOCIales que con. posrcion a concepto do o 1no surge tanto de una di id d d tra ICIOna de teorao IverSI a e ob o t oPara quienes :jercitan la actitud crtica 1 Jehe cuanto de sujetos.gen de l trabajo en la socied d ' os echos, ta l como sur-dida en que lo son para el ~ ,n~ .ad r externos en la misma me-invesnga or o p 1 o?tras profesiones que piensan como _ a~a osomIembros deestos se trata de pequenos mvestlgadores Parauna nueva organ o o, d I o .medida en que los estados de IdzacdIOne trabajo, Pero en laob Cosas a os en la o,CI en como productos q percepclOn se Con-

    de l hombre y que en tod~ec~s~t~:ece? esencialmenote al dominiomano en el futuro, tales estados dbenan quedar bajo con;rol hu-mera facticidad. e cosas pierden su caracter deMientras que el experto en do o 1" osocial y sus productos una ISClpina conSIdera l a r ea lidaden tanto que o Tterno, y en tanto que ciudad o cienn I~Ocomo algo ex-

    r ea li da d s oc ia l por medio d ~nol defIe~doesus mtereses en dichaid e arttcu os POhtICO 1 fil o,n os o a organizaciones b f 1 s, a a 1iacron a par-o ene Icas y a part o o,ciones, sin reunir estos y ot IClpacIOnen las elec-ros comportam o t osona salvo, a lo sumo med o t o ien os en su propia per-o ,Ian e una illterpret o, o l ocambio el pensamiento crtico es t o d ahClonpSICOogica, enda rnotiv., o oy d 1 otento e trascender realmente e t o, en la por e m-I s a tensin de Supera 1 o o,entre a conciencia de los f 1 ' r a OPOSIClOnlas que el individuo se h mes, a eSPlntaneidad y racionalidad deace cargo y as 1 o dtrabajo que Son el Sustrato de 1 od d. aciones el proceso deo a SOClea El pen o , oCOntIeneun concepto de l h b . samlento criticr,mismo mientras no se prod orn re qu.edentra en conflicto consigodo uzca esta 1 entid d e d oetermmada por la razn 1 a. uan o la accino o pertenece al homb o di id 1XISSOCIal dada, que configura 1 o o re m IVI ua, la pra-detalles, es inhumana y e t o haeXlst~ncla hasta en sus mnimos, s a m umamdad o bque se realiza en la sociedad. Siem h b ,revIerte so re todo lopre a ra algo que permanezca

    TEORA TRADICIO AL y TEORtA CRfTICA 45externo a la actividad intelectual y material del hombre: la natu-raleza, entendida como el conjunto de factores todava no domi-nados con los que la sociedad tiene que habrselas. Pero cuando aellos se suman, como un pedazo ms de naturaleza, las condicio-nes que dependen nicamente de los propios hombres, las relacio-nes del trabajo o el curso de su propia historia, esta exterioridadno slo no es una categora eterna y suprahistrica (tampoco lo esla mera naturaleza en el sentido aludido), sino que es el signo deuna impotencia lamentable. Someterse a ella es contrario al hom-bre y a la razn.El pensamiento burgus est constituido de tal modo que en lareflexin" sobre su propio sujeto reconoce con necesidad lgicaun Ego que se cree autnomo. Es esencialmente abstracto, y suprincipio es una individualidad tan inflada que setoma a smismacomo fundamento del mundo o incluso como elmundo mismo engeneral, y clausurada a todo devenir. En oposicin inmediata aeste punto de vista est la conviccin que sirve a la expresin noproblematizada de una comunidad ya existente, como por ejemplola ideologa de los pueblos. El Nosotros retrico se toma aqu enserio. El discursocree ser el rgano de la universalidad. En la des-garrada sociedad del presente este pensamiento es, sobre todo enlas cuestiones sociales, armonizante e ilusorio. El pensamiento cr-tico y su teora se oponen a ambas formas de pensamiento. No esla funcin de un individuo aislado ni la de una universalidad de in-dividuos. Antes bien, toma conscientemente como sujeto al indivi-duo determinado en sus relaciones reales con otros individuos ygrupos, en su confrontacin con una determinada clase, y por l-timo en suentrelazamiento, mediada de este modo, con el todo so-cial y con la naturaleza. Este sujeto no es un punto, como elYo dela filosofa burguesa. Su exposicin consiste en la construccin delpresente histrico. Tampoco el sujeto pensante esel lugar en el quecoinciden el saber y su objeto, y de l que gracias a ello sepudieraobtener un saber absoluto. Esta ilusin, en la que vive el idealismodesde Descartes, es ideologa en sentido estricto: la libertad limi-tada del individuo burgus aparece en la forma de la libertad per-fecta y la autonoma. Pero el Yo, ya sea meramente pensante, ya

    190 Reflexin /1937: repliegue o

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    4647T E O R IA T R A D IC IO A L y TE OR I A C R T IC A TE O R IA T R A D IC IO NA L Y T E OR IA C R IT I A

    id d la as iracin a extender su disfrutepio lata en las profundi a es f p oones finalsticas materialesa la mayora; en todaso las CO? IguracI na de sus formas ha ter-de la organizacin soc ial clasista, cada u 1 los siervos y losminado mostrndose inadecuada o Los ese av~s, o, tambin hadid I go Esta aspiracionburgueses se han sacu I o ~ yu oo 1 I Ahora bien,I f guraciones cu tura esocobrado forma en as con I o de cada individuo que hagaen la historia moderna se eXIge o~~~~ los fines de la total~dad o~los rec~nozca tot:I:~~t~~i:71~:~la posibilidad de qu: la duecclOnd que sigue ;~s~~~ado de fuerzastrabajo sin una teona determina ady ~ofmlo o, era a veces deci-o puntos e In exiondispares, proceso en cuy s od or la concienciasiva la desesperacin de las masas, sea aS~mtloanPo segrega esto aid bi ti o El pensarmeny conver u a en un o je IV o d propia funcin. Loso , o , bien se percata e supartir de SImldsmo, ma~ 1rso de la historia al conocimiento de suhombres acce en c~n e cu ntradiccin que hay en suobrar y conceptualizan con ello Idaco da de que los individuos,o L ' burguesa epen 1existencia. a economla o 1 vida de la socie-procurando su propia felicidad, mantuvle~e~m~ca en virtud de ladad. Pero en esta estructura se aloja ~n~ din I o, de poderf I fantstica acumu acioncual se produce ma mente u~a o I intelectual en el otroI d impotencia matena e 1 o,en un a o, y u?a 1 dan a las antiguas dinastas asia-lado en proporcIOnes que recuer o o, del proceso VI-ticas: La fecundidad original de esta orgalllzacolO~ to Los horn-

    o f d i d d y entorpecirmen .tal se transforma e? In ecun 1 ao b o una realidad que losbres renuevan mediante su propio tra ajo, 20esclaviza cada vezomas. diferencia entre la teora tradicional y lao obstante existe una 1 o o Los puntos dedi f o, de la experiencia.teora crtica res~ect~ oe a uncI~nl anlisis histrico como fines devista que la teona cnnca extr~e le id d na organizacin socialla actividad humana, ante to 01 a 1oea eloud

    d son inmanentes alo I nda a a uruversa 1 a ,raciona y que correspo , t adecuadamente en lao h e no esten presen estrabajo umano, aunqu I o o, 'blloca Hace falta un

    o di d en a opiruon pu .conciencia de los In IVI UOSo ibi ocer estas tendencias. Ladeterminado inters" para perci Ir y con

    acte tambin de algn otro modo, tampoco est cierto de s mis-mo en una sociedad opaca e inconsciente. En el pensamiento queversa sobre el hombre se escinden sujeto y objeto; su identidadaguarda en el futuro y no en el presente. El mtodo que conducea ella se puede llamar, en lenguaje cartesiano, clarificacin, peropara el pensamiento realmente crtico sta no significa slo unproceso lgico, sino igualmente un proceso histrico concre to. Enel curso de este proceso cambian tanto la estructura social en sutota lidad como la relacin del terico con la sociedad en general,es decir, cambian el sujeto y la funcin del pensamiento. La acep-tacin de la inmutabilidad de las condiciones del sujeto, la teoray el objeto distingue la concepcin cartesiana de esta forma de l-gica dialctica.Pero cmo se relaciona el pensamiento crtico con la expe-riencia? Se dir: Si no debe limitarse a clas if icar , s ino tambinextraer de s mismo los fines trascendentes a la tarea de clasificary la direccin de sta, entonces permanece siempre aislado en smismo, como en la filosofa idealista. Si no huye hacia fantasasutpicas, se hundir en espejismos formalistas. E l intento de es-

    tablecer legtimamente fines prcticos mediante el pensamientodebe fracasar siempre. Si el pensamiento no se conforma con lafuncin que se le asigna en la sociedad existente, si no practica lateora en sentido tradicional, retrocede necesariamente a ilusiones superadas hace tiempo. Esta reflexin comete el error de enten-der el pensamiento en el modo de la disociacin y la especializa-cin (un modo, pues, espiritualista), tal como se realiza en lascondiciones actuales de la divisin del trabajo. En la realidad so-cialla actividad de representacin nunca permanece aislada en smisma, sino que desde siempre ha funcionado como un momentono independiente del proceso del trabajo, que tiene sus propiastendencias. Dicho proceso mantiene, acrecienta y desarrolla lavida humana mediante el movimiento antagnico de pocas yfuerzas de avance y retroceso. En las formas his tricas de exis-tencia de la sociedad, la abundancia de los bienes de consumoproducidos en cada nivel alcanzado redundaba inmediatamenteen beneficio de un pequeo grupo de hombres, y esta constitucinde la vida apareca tambin en el pensamiento, dejando su im-pronta en la filosofa y la religin. Sin embargo, desde el princi- do o demiserias.losamenazaconte o np o200 Cadavezms/ 1937: cadavedzmdaslyf t sa sinode la experiencia.oo. o proce e e a an a , o .La concienciade estaoposlclon.n 937

    0 determinadadireccindel Interes-o21. Un determinado interes / 1 o una

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    48 TEORA TRADICIONAL Y TEORA CRTICAen eanza de Marx y Engels es que entre el proletariad022 este inte-rs se produce necesariamente. A causa de su situacin en la socie-dad moderna, el proletariado percibe la conexin entre un trabajoque proporciona a los hombres medios cada vez ms poderosospara su lucha COntra la naturaleza, y la renovacin permanente deuna organizacin social envejecida.23 El desempleo, la s crisis econ-micas, la militarizacin, lo s gobiernos terroristas y la situacin ge-neral de las masas no sefundan> en las escasas posibilidades tcni-cas, como poda ser el caso en pocas anteriores, sino en la srelaciones sociales en que tiene lugar la produccin, inadecuadas alpr~sente. La aplicacin de la totalidad de los medios espirituales yfsicos de dominacin de la naturaleza se ve impedida por el hechode que tales medios quedan, en la s relaciones dominantes, en ma-nos de intereses particulares opuestos entre si. La produccin no seori~nta hacia la vida de lo universal a la vez que cuida de la s aspi-raciones de lo s individuos, s ino que se orienta hacia las pretensio-nes de poder de los individuos y cuida tambin, si no hay otro re-medio, la vida de lo universal. Esta situacin es el resultado forzosodadas l as a c tu a les relaciones de propiedad, del principio progresist~de que basta con que los individuos cuiden de s mismos.Pero tampoco la situacin de l proletariado ofrece en esta socie-dad garantas de proporcionar un conocimiento correcto. Por msque el proletariado experimente en s mismo el sinsentido comoperpetuacin e incremento de la miser ia y la injusticia, sin em-bargo la diferenciacin de su estructura social, promovida desdearriba, y el conflicto entre intereses personales y de clase, slo su-perado e~cepciona1mente, impiden que esta conciencia se haga va-ler mmedIatamente. En la superficie, el mundo parece ser de otromodo, tambin para elproletariado. Una posicin que no fuese ca-paz de confrontar al proletariado con sus verdaderos intereses, ypor tanto los de la sociedad en general, sino que se orientase porlos pensamientos y opiniones de las masas, recaer a en la servi-dumbre de lo existente. E l inte lectual que se l imita a expresar con

    22. El proletariado: el proletariado, la clase inmediatamente productiva.23" Una organizacin social envejecida. / 1937: una organizac in so ci alenvejecida que lo vuelv e c ad a ve z ms miserable e irnporenre.24, No se fundan /1937: no se fundan, como experimentan los productores entodo momento,

    49EORA TRADICIO AL y TEORA CRTICAgesto de veneracin la fuerza creadora del proletariado y queun , id li dsatisface en adaptarse a l y en mostrar su Imagen I ea Iza a,se f ' , 1sa por alto que cada vez que prescinde del es uerzo teonco, e~ , dcual se ahorra gracias la pasividad de su pensamlent,o, y ea a ~eze elude un enfrentamiento con las masas al que circunstancial-~ " hmente pudiera conducirle un pensamiento P~OplO, ace a est~s

    masas ms ciegas y ms dbiles de lo que debieran ,s~r.Su ~roplOpensamiento pertenece a ellas como un elemento critico y situad?en la vanguardia de su desarrollo. El hecho de someterse a la SI-tuacin psicolgica de la clase que encarn~ l~ fuerza de ~ransfor-macin proporciona al intelectual un optimismo ,profeSIOnal, elconfortable sentimiento de hallarse vinculado a un inmenso pod~r.Si este optimismo se tambalea en los perodos de las derro~as,masduras, el intelectual se expone al riesgo de caer en un peslmlsm?social y un nihilismo tan profundos como exage~ado er~ su Opti-mismo. No soporta que precisamente el pensamlento,mas,~ctu~l,ms prometedor y que ms profundamente abarca la ,SItUa~lOnis-trica traiga consigo en determinados perodos el alslamle~to d,esus representantes y la exigencia de apoyarse slo en uno mismo."Si la teora crtica consistiese esencialmente en formular los sen-timientos y representaciones correspondientes de ~a ~lase, nomostrara diferencia estructural alguna frente a las ciencias espe-cializadas. Setratara aqu de psicologa social, de la descripcin decontenidos psquicos que fuesen tpicos de determinados gru~os so-ciales. La relacin entre ser y conciencia es diferente en las diferen-tes clases de la sociedad. Sise las toma en serio y se las piensa hastael final realmente como principios de la sociedad, las ideas me-diante las que la burguesa explica su propio orden (el intercambiojusto , la libre competencia, la armona de ~t~~eses, etc.) ~uestransu contradiccin interna y con ello su OpOSIClOn este mismo or-den. La mera descripcin de la autoconciencia burguesa no ,ex-presa, pues, la verdad acerca ~e es~aclase. Tam~oco la sis~ematIza-cin de los contenidos de conciencia del proletanado podna ofreceruna imagen verdadera de su existencia y de sus intereses. Sera,unateora tradicional con problemas particulares, y no la faceta mte-

    25, Uno mismo /1937: uno mismo, Han olvidado la relacin entre revolucine independencia,

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    50 TEORIA TRADICIONAL Y nORIA CRITICAlectual del proceso his trico de su emancipacin. Esto es cierto in-cluso aunque queramos limitamos a regis trar y expresar las repre-sentaciones no ya del proletariado en general, sino de un sectoravanzado como pudiera ser un parti do o sus dirigentes . El registroy clasi ficacin de hechos en el aparato conceptual ms adecuadoposible constituira tambin en este caso la verdadera tarea, y laprevisin de datos psicosocia1es fu turos resul tara ser e l f in lt imodel terico. Seguiran si endo cosas diferentes el pensamiento, laconstruccin de la teora, y su objeto, el proletariado. Pero si el te-rico y su actividad especfica se consideran como una unidad di-nmica con la clase dominada, de tal modo que la exposicin delas contradicciones sociales aparece no slo como una expresinde la situacin histrica concreta s ino igualmente como un factorestimulante y trans formador, entonces su funcin queda puest a demanifiesto . El curso de la confrontacin entre los sectores avanza-dos de una clase y los individuos que expresan la verdad acerca deellos, as como la confrontacin entre d ichos sectores avanzados,incluyendo a los tericos, y el resto de la clase, se debe entendercomo un proceso de interaccin en el que la conciencia se desarro-lla junto con sus fuerzas 1iberadoras, as como tambin se des-arrol lan sus fuerzas propulsaras, disc ipl inarias y agresivas.v La lu-cidez de la concienci a de clase se muestra en la posib il idad siempreabierta de una tensin entre el terico y la clase a la que se dirigesu pensamiento. La unidad de las fuerzas sociales de las que se es-pera la liberacin es al mismo tiempo su diferencia (en el sentidode Hegel), existe slo como un conflicto que amenaza permanen-t emente a los sujetos implicados en l. En la persona del terico semanifiest a esto con toda claridad: su crtica es agresiva no sloCOntra quienes hacen conscient emente apologa de 10 existente,s ino igualmente COntra las tendencias desviadas, conformistas outpicas que surgen en sus propias filas .La figura tradicional de la teora, una de cuyas facetas abarcala lgica formal, es un momento del proceso de produccin en suforma actual, caracter izado por la divisin del t rabajo. Puesto quela sociedad tendr que enfrentarse a la naturaleza tambin en po-cas futuras, esta tcnica intelectual no se' tornar irre levante, sino26. Agresivas / 1937: violentas.

    51EORIA TRADICIONAL Y TEORIA CRITICAque, por el contrario, se desarrollar tanto como sea posible. Encambio, la teora como momento de una praxis que apunta a nue-vas formas sociales no es un engranaje de un mecanismo en mar-cha. Aunque las victorias y las derrotas mues tran una vaga analo-ga con la corroboracin o el fracaso de las hiptesis cient ficas, elterico crt ico no tiene la tranquilidad de saber que stas pertene-cen a su disciplina. No se puede entonar a s mismo el canto dealabanza que Poincar enton en honor del enriquecimiento queproporcionan las hiptesis que ha sido necesario rechazar," Laprofes in del terico crtico es la lucha, a la que pertenece su pen-samiento, y no el pensamiento como algo independiente o que sepueda separar de la lucha. Es cierto que en su actividad intervie-:nen muchos elementos tericos en el sentido usual del trmino (ta-les como el conocimiento y el pronstico de hechos relat ivamenteaislados, la formulacin de juicios cient f icos, e l p lanteamiento deproblemas, etc.), que difieren de los el ementos de la teora tradi-cional a causa de los intereses especficos del terico crtico, peroque presentan la misma forma lgica. Lo que la teora t radicionalpuede admitir sin ms como existente (su funcin positiva en unasociedad en marcha; su relacin, por supuesto mediata y opaca,con la sat isfaccin de neces idades generales; su participacin en elproceso vital de la tot ali dad, constant emente renovado); todas es-t as exigencias , por las que la propia ciencia no se suele preocupar,puesto que se confirman y recompensan a travs de la pos icin so-cia l del c ient fico , quedan puestas en cuest in por el pensamientocrtico. El objetivo que este pensamiento aspira a alcanzar, la si-tuacin racional, se fundamenta en la penuria del presente. Perocon esta penuria no es t dada todava la imagen de su eliminacin.La teora que desarrolla dicha imagen no trabaja al servicio de larealidad ya existente; se limita a pronunciar su secreto. No im-porta la precisin con la que en todo momento se pongan de ma-nifiesto los fa lseamientos y las confusiones, no importa que nin-gn error quede impune: la tendencia general de tal empresa, laactividad terica misma, aunque parezca prometedora, no tiene desu parte la cos tumbre ni la sancin del sano entendimiento comnPor el contrario, las teoras que se acreditan (o no logran acredi-

    27. Vase H. Poincar, op. cit., pg. 152.

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    52 TEORA TRADICIO AL y TEORA CRTICAtarse) en la construccin de mquinas, en las organizaciones mili-tares o en exitosas piezas cinematogrficas, e incluso cuando sepractican con independencia de sus aplicaciones, como sucede conla fsica terica, culminan en alguna forma claramente reconociblede consumo, que puede consist ir simplemente en la alegra quep~ovoca el virtuosismo en el manejo de signos matemticos, me-diante cuya compensacin crematstica pone de manifiesto labuena sociedad su sensibilidad hacia las Cosas humanas.En cambio, no hay ejemplos de cmo se habr de consumir elfuturo del que se ocupa elpensamiento crtico. Pese a todo, la ideade una sociedad futura como comunidad de hombres libres, talcomo la hacen posible los medios tcnicos de que disponemos, tie-ne un significado en el que debemos depositar nuestra confianzaindependientemente de todo cambio. Por ser la comprensin deq~e el desga:ramiento y la irracionalidad sepueden eliminar, y deco:n0 es posible hacerlo, esta idea se reproduce permanentementebajo las condiciones dominantes. Pero la realidad que esta ideaJuzga, las tendencias que pugnan por una sociedad racional, no se

    realizan ms all del pensamiento, mediante fuerzas externas a l,en cuyo producto el pensamiento fuese ms tarde capaz de reco-noc.ersecomo por casualidad, sino que el mismo sujeto que quiereabrir pa~o a esos hechos, a una realidad mejor, es tambin quienlos concihe ..L~ enigmtica coincidencia entre pensamiento y ser,entre entendImIento y sensibilidad, entre las necesidades humanasy.su s~tisfaccin en la catica economa de nuestro tiempo, coin-cidenca que en la poca burguesa aparece como resultado delazar, s~debe convertir, en el futuro, en la relacin entre propsi-tos racionales y su realizacin. La lucha por el futuro ofrece un re-flejo distorsionado de esta relacin," pues una voluntad referidaa la configuracin de la sociedad en su total idad acta conscien-tement~ ya en la construccin de la teora y la praxis que debeconducir a ella. En la organizacin y la comunidad de los lucha-dores se manifiesta algo de la libertad y la espontaneidad del fu-turo, a pesar de toda la disciplina fundada en la necesidad detriunfar. All donde la unidad de disciplina y espontaneidad des-aparece, el movimiento se transforma en un asunto de su propia

    28. Esta relacin> /1937: la coincidencia.

    TEORA TRADICIONAL Y TEORA CRTICAburocracia, en un espectculo que pertenece ya al repertorio de lahistoria moderna.Pero no es ninguna confirmacin el hecho de que el futuro alque se aspira aliente ya en el presente. Los sistemas con~ept~alesdel entendimiento ordenador, las categoras en las qu.elo maruma-do y lo vivo, los fenmenos sociales, psicol~gicos y.f.SI~oson apr~-hendidos en comn, la distribucin de objetos y JUiCIOS~ los di-versos mbitos particulares del saber, todo ello constItuy~ elaparato conceptual que ha ido pulindose y demostrando su efica-cia en su relacin con el proceso real del trabajo. Este mundo deconceptos constituye la conciencia univers~~,pose~ un fundamentoal que pueden apelar sus defensores. Tamblen, los I~tereses del pen-samiento crtico son universales, pero no est~n u~lver~~lmente re-conocidos. Los conceptos que surgen bajo su influjo ~~ltJcanel pre-sente. Las categoras marxianas de clase," explotacin, plusvalor,beneficio, depauperizacin o hundimiento son momentos de una"totalidad conceptual cuyo sentido no se debe buscar .e,nla repr~-duccin de la sociedad actual, sino en su transformacin ,en l~ ?I-reccin de la justicia." Por esta razn, y aunque la t~ona crltJc.anunca procede arbitraria o azarosamen~e, el ~ensamlen~o, ~oml-nante la considera subjetiva y especulativa, unilateral e m~tIl. Alenfrentarse a los usos de pensamiento dominantes que contnbuye?a mantener el pasado y cuidan de los asuntos de un .o:den ann-cuado al enfrentarse a los garantes de un mundo partidista, ~ate-ora c:tica causa la impresin de ser partidista e inj~sta ella misma.Pero ante todo, carece de rendimientos matenales que pu.edaexhibir.' La transformacin que la teora crtica pre~e~de reahzarno se impone paulatinamente, de tal mod? ~ue su eXlto,'aunquelento fuese no obstante continuo. El crecmuento del numero desus p~rtidarios ms o menos decl.arados, l~ influenc~a de al~u.nosde ellos en los gobiernos, la autondad de ciertos partidos polticosque estn en buenas relaciones con la teora, o que al menos no laproscriben, todo ello forma parte de las vicisitudes dela lucha p~run nivel ms elevado de convivencia humana, pero no es todava

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    (

    29. Las categoras marxianas de clase, /1937: -Clase,.30. De una. /1937: de la .. , I di " de la justicia / 1937: en su1. En su transformacin en a rrecciontransformacin .

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    54 T E O R fA T R A D IC IO A L y T E OR fA CR fT IC A T E O R IA T R A D IC IO A L y TEOR IA C RI T IC Aarbitrar io y supuestamente independientepertenece el. element ' . la obstinacin propia de sta. Enque caractenza a la ant~sla, sino dos el terico es quien debe irn-d los grupos mas avanza -." . 1el seno e bsti . , 34 Tampoco en estas relaciones rema a ar-plan~ar es~a o stI~acI?~. de la clase dominante, tal vez al cabo de

    moma. Mientras e teonclo una posicin relativamente segura,b . comienzo a canza . 1tra a josos " . . 1 a veces al enemigo y aen las filas contrarias el te~nco .eqUlv~ e ndo y la disputa acercaid tras veces al utopista ajeno a mu ,trai or y o 1 d f .. ente despus de su muerte.de e llo ni siquie~a ~e .resue ve er:~~~~:n intelectual no habla porEl significado hlstonc~ de. su p 1 hombres hablen y ac tens mismo; depende, mas bien, de que. o~ '. . -da1 1 ertenece a una figura histonca ya termina .porL: ;~pa~idad para re~lizar acltos de ~en~:~i il~t~e:~::o~~~: :~. la vida social y en a CIenCIa 1requieren en a VI . d 1 r educacin realista. Cua _h b r medio e una secu a .los om r:s ~o u al dolor, al fracaso y a la penaliza-quier desviacin conduce aq . l ue se co-. , Esta actitud intelectual consiste esencia mente en q ,CIOn. .. disponen de forma autonomanocen y, en ciertas clrcunsta?~I,aS, se ~ efec to ue siempre aparecelas condiciones para la apancion de u d acin de la intuicin a. los mi puestos Hay una e ucbajo os mismos su. l s y del experimento or-' di' cias" buenas y ma a ,traves e as expenen ., individual inme-. S de la autoconservacion .,gamzado. e trata aqdu l . d d burguesa han tenido ocasiondi los hombres e a SOCle a . '1 .lata, y 1 id d de tal autoconservacion. E conoc -de desarrollar a capacI a . . . l endo todo tipo de expe-miento en este senti~o tradllcIOnal; mClUYpraxiscrticas. Pero falta.. iontenido en a teona y anencias, esta co di te a la transformacin esen-la percepcin concreta corresP?e:t~:~ dicha transformacin no secial a la (.~e ;mS~a~i:~p~:a~~=~a del pastel es com~~lo, aqu, enhaga rea la, . delante. La comparacin con acon-todo caso, aun no lo tenem?s , uede a licar de formatecimientos histr icos s~meJantles solomsl.eenPtoons~ructivo desern-. id D h que e pensa .muy restrrngi a. e a 'funcin ms significativapee en la totalidad de esta te~na.;n~el sano entendimiento co-frente a la experrencia que en a VI a

    55el comienzo de ese nivel. Tales xitos se pueden revelar pos terior-mente incluso como victorias meramente aparentes o como erro-res. Un procedimiento de fertilizacin en agricultura o la aplica-cin de una terapia mdica pueden estar muy lejos de su eficaciaideal, y no obstante proporcionar algn rendimiento. Tal vez las te-oras que subyacen a tales ensayos tcnicos deben ser afinadas, re-visadas o desechadas en relacin con la praxis especial o Con des-cubrimientos en otros mbitos, de manera que se pueda ahorraruna cie rta cantidad de t raba jo necesario para obtener e lp roducto,o que a lgunas enfe rmedades se puedan cura r o mitigar. 32 Por el con-trario, la teora que aspira a la transformacin de la totalidad so-cial tiene como consecuencia inmediata el recrudecimiento de la lu-cha a la que est vinculada. Adems, aunque las mejoras materialesdebidas al for talecimiento de la resistencia de determinados gruposse puedan remontar indirec tamente a la teora, stos no son secto-res de la sociedad de cuya expansin constante pueda surgir lanueva sociedad. Tales concepciones malentienden la diferencia fun-damental que existe entre una totalidad social desgarrada, en la .

    que el poder material e ideolgico funciona en favor del manteni-miento de los privilegios, y una asociacin de hombres libres en laque todos tienen las mismas posibilidades de desarrollarse. Estaidea se diferencia de la utopa abstracrav mediante la demostracinde su posibilidad real a la vista del estado actua l de las fuerzas pro-ductivas humanas. Pero, slo cuando la idea se ha realizado, sepuede decidir el nmero de tendencias que conducen a ella, lastransiciones que se han alcanzado, o lo deseables y val iosos en smismos que sean los estadios previos tomados aisladamente (susignificado histrico en relacin con la idea). Es te pensamientotiene en comn Con la fantasa el que una imagen del futuro sur-gida, claro est, de la ms profunda comprensin del presente de-termina ciertos pensamientos y acciones tambin en aquellos per-odos en los que el Curso de las cosas parece desviarse de dichaimagen y dar razones a favor de cualquier doctrina antes que a fa-vor de la creencia en su cumplimiento. A este pensamiento no

    32. Algo similar sucede COn la economa y las rcnicas financieras y suaprovechamienro en polrica econmica.33 . Uropa absrracra / 1937:

  • 7/30/2019 Horkheimer Marx -Teora tradicional

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    56 TEORtA TRADICIO AL y TEORtA CRtncA 57EORIA TRADICIO AL y TEORA CRITICA, nde a la autocomprensin abs-tralidad de esta categona c?rres~o e tericamente el modo en

    t rac ta del cientfico. ~ta socI~l~lg~~::=o burgus del libera~s~o:que el saber se .m~ruflesta'l~ bl en ciertas circunstancias, sin .Im-como un conocuruento ~ulza e . . to Marx y Mises, Lemn y, dicho conOClmlen . .Portar sobre que verse una misma categora SOCIO-' J ns pertenecen a ib lLiefmann, Jaures Y evo, 1 lti s y en el papel de pOSI es. d' d lado a os po tICO , fil lgica, SI no se ej a e 1 olit logos socilogos y I o so-' ul 1 ntrapone a os p , d 1discp os, se os co b De stos deben apren er osfos considerados como los qule s a ed~' SI'adoptan talo cual po-' . 1 a es me lOS,Polticos a aplicar ta es o cu .. miento prc ti co se puede de-d si su posiciona di .sic in; deben apren er . . 40 Se establece una IVI-1 herencia mterna.fender en genera con CO . fl yen sobre el curso de la. 1 hombres que m u .sin del trabajo entre os. 1 1 lista sociolgico que les asignahistoria en las luchas socia es y e anasu lugar., , . . el conce to formal de espritu ,~ueLa teona cnnca cont radlcel . ll' P tsia Para la teora cri tica. , n de a mte zgen . idsubyace a esta concepcio de atrib . en el mismo senn o ad d no se pue e atn uirexiste slo una ver a , y . 1 di dos posit ivos de honradez y. , praxis os pre ica lib dcualquier otra teona y d.v asoi in a la paz la I erta. . . lida y asplraCl ,consecuencia interna, racIOnad 1 ' . d d (ni, siquiera.la de los so-. . N h ra e a socie ay la felicidad. o ay teo m'tereses polticos, cuya ver-. d .. t s) que no contenga 1cilogos m UCtlVIS~ 1 act ividad histrica concre ta, en ugardad se debe determmar.:n a ntemente neutral que, por su parte,de hacer lo en una ref lexin alpare desconcertante que el intelec-. ., Es comp etamente 1 d i fno piensa ru actua. . trabajo conceptua 11-dic i d que se necesita un . .tual se presente icien o b a escoger entre los objeti-'1') de llevar a ea o, par d hcil, y que so o e pue . . liberales o fascistas. Des e acevos y los mtodos revoluclOna:lOs'LI ardia neces ita la astucia. . , o es esa a vangudcadas, la situacin ya n d '. . nto acadmico acerca de su1 , . o el a octnnarme den la lucha po mea, y n 1 1 ropias fuerzas libera oras. ., E mento en e que as pposicion. n un mo . . ten tan reagrupar de nuevo, ende Europa estn desonenta~as y se Iln de su propio movimiento,d d d de matices en e seno . , 1el que to o epen e. id d la derrota la desesperacin y aen el que la indiferencia (surgi a e ,

    mn. He aqu una de las razones por las que ciertas personas queSOn capaces de obtener rendimientos de forma extremadamenteeficaz en las disciplinas cientf icas particulares u otras ramas pro-fesionales se muestran limitadas e incapaces, a pesar de toda subuena voluntad, en las cuestiones que conciernen a la totalidad so-cial. En cambio, la gente que piensa demasiado fue consideradapeligrosa en todas las pocas en las que las transformaciones so-ciales estuvieron a la orden del da. Este hecho conduce al pro-blema de la relacin de la intelligentsia (Intelligenz) Con la socie-dad en general.El terico cuya ocupacin36 consiste en acelerar un proceso quedebe conduci r a la soc iedad sin injust icia se puede encont rar, comose ha dicho, en conflicto con opiniones que predominan, precisa-mente, en el proletariado.37 Sin la posibilidad de este confl icto no ha-ra fa lt a la teora; sta recaera inmedia tamen te en quienes la nece-sitan. El confl ic to no t iene que ver necesariamente Con la situacinindividual de clase del terico; no depende de la forma de SUS38n-gresos. Engel s era un businessman. En sociologa, que no extrae suconcepto de las clases de la crtica de la economa sino de sus pro-pias observac iones, no es la fuente de ingresos del terico ni el con-tenido fctico de su teora 10 que decide acerca de su posicin social,sino el elemento formal de su formacin cul tura l. La posibil idad deuna perspec tiva amplia, no la de los magna tes indust ria les que co-nocen el mercado mundial y dirigen estadbs enteros entre bastido-res , sino la de los profesores univers itar ios y lo s funcionarios me-dios, lo s mdicos, los abogados, etc., debe conformar laintelligentsia, esto es, un estra to socia l especia l, o incluso supraso.cial. Aunque es ta rea del terico cr tico reduc ir la tensin ent re suspuntos de vista y la humanidad oprimida a la que dedica su pensa-miento, la independencia respecto de las clases se convierte, en aquelconcepto sociolgico, en la caracterst ica esenc ia l de la intelligentsia,

    en una especie de privilegio de la que sta se enorgul lece.39 La neu-36. Cuya Ocupacin /1937: cuya nica Ocupacin.37. En el proletariado /1937: entre los explotados.38. Sus /1937: los.39. El autor alude aqu y en el prrafo siguiente a la