HORACIO RODRIGUEZ LARRETA Y BARBARA...

7
El jefe de Gabinete del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la conocida wedding planner posan en su casa junto a sus hijas, Paloma y Manuela. Y cuentan cuál es su “fórmula” para seguir tan enamorados luego de trece años de casados HORACIO RODRIGUEZ LARRETA Y BARBARA DIEZ “LOGRAMOS FORMAR LA FAMILIA QUE SIEMPRE SOÑAMOS” Bárbara –con blusa azul Klein de seda de Evangelina Bomparola y pollera de Pablo Ramírez–y Horacio en el living de su departamento, que fue decorado con la ayuda de Pablo Chiappori. Amantes del arte moderno, cada objeto refleja su pasión por el diseño. La escultura de madera laqueada en forma de antílope (a la izquierda) es una de las obras favoritas de la dueña de casa.

Transcript of HORACIO RODRIGUEZ LARRETA Y BARBARA...

14 15

El jefe de Gabinete del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la conocida wedding planner posan en su casa junto a sus hijas, Paloma y Manuela.

Y cuentan cuál es su “fórmula” para seguir tan enamorados luego de trece años de casados

HORACIO RODRIGUEZ LARRETA Y BARBARA DIEZ

“LOGRAMOS FORMAR LA FAMILIA QUE SIEMPRE SOÑAMOS”

Bárbara –con blusa azul Klein de seda de Evangelina Bomparola y pollera de

Pablo Ramírez–y Horacio en el living de su departamento, que fue decorado con la

ayuda de Pablo Chiappori. Amantes del arte moderno, cada objeto refleja su pasión por el diseño. La escultura de madera laqueada en forma de antílope (a la izquierda) es una de

las obras favoritas de la dueña de casa.

16 17

“En esta casa conviven objetos y muebles que pertenecieron a nuestros antepasados, pero también

cosas que hemos elegido a lo largo de estos años que llevamos juntos”

Derecha: el living de la casa, en blanco y negro, está presidido por dos chester tapizados en terciopelo y una mesa de mármol de Carrara. Los sillones de cuero negro fueron diseñados por el neoyorquino Gilbert Rohde en la década del 20. Abajo: uno de los rincones elegidos por Bárbara

para leer, mientras espera a que sus hijas lleguen del colegio. El sillón, modelo Eames, es un clásico del diseño contemporáneo creado por Charles y Ray Eames para la empresa de muebles Herman Miller en 1956. El bar es francés y está hecho en caoba. Lo heredó de su bisabuela, Jane

Gadrat, que lo trajo de París cuando inmigró a Argentina.

descansa. Horacio Rodríguez Larreta (48), jefe de Gabinete del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, enfrenta cada día el desa-fío de mejorar la calidad de vida de los por-teños. Se casaron en 2000 y formaron una familia que consideran su mayor tesoro.

Bárbara Diez de Tejada –ese es su verda-dero apellido– tiene un linaje privilegiado. Sus abuelos, Alfonso Diez de Tejada van Moock y Lilia Arijón Mayor, condes del Castillo de Tajo, eran muy cercanos a los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, por lo que cuando estalló la Guerra Civil, en 1936, abandonaron España y se refugiaron en Estoril (Portugal), donde nació el pa-dre de Bárbara y tercer hijo de los condes,

Alfredo. Horacio proviene de una familia en la que la política es moneda corriente desde hace varias generaciones. Un her-mano de su tatarabuelo fue procurador general de la Nación entre 1923 y 1935 y su padre fue un hombre cercano a Artu-ro Frondizi y uno de los impulsores de su ideología desarrollista. De hecho, Norber-to Frigerio fue su padrino y quien lo inspi-ró a dedicarse a la política.

Por primera vez abren las puertas de su casa, un departamento en Palermo, y po-san en exclusiva para ¡Hola! con sus here-deras, Paloma (11) y Manuela (17), la hija que Bárbara tuvo con Carlos Calderón.

–¿Cómo es un día tipo en su vida?

Bárbara: Nos levanta nuestra hija Pa-loma con un fuerte beso por la maña-na antes de irse al colegio. Entreno dos mañanas por semana y a eso de las diez ya tengo mis primeras reuniones a dos cuadras de casa. Allí está el petit hôtel donde todos los días trabajo para que los sueños se conviertan en realidad. A las cinco de la tarde intento estar de vuel-ta para tomar el té y recibir a Manuela y a Paloma. Me gusta escuchar sus cuen-tos, ayudarlas y acompañarlas. Tener dos hijas mujeres es muy demandante, pero creo que estar con ellas es una de las cosas que más disfruto en la vida. Horacio: generalmente desayuno en

L as fiestas más espectaculares de Buenos Aires están pensadas y organizadas por ella, porque

cada cosa que pasa por la mente de Bárbara Diez (44) puede convertirse en realidad y llenar de magia el lugar más inhóspito. Considerada una de las wedding planners más prestigiosas del país, empezó su carrera casi sin darse cuenta, cuando después de su propia boda muchos la llamaban para pedirle consejo. Sin embargo, fue el casamien-to de Julieta Ortega con Iván Noble, en 2002, el evento que la catapultó a la fama. Su marido, en cambio, es el “cerebro” de un gobierno que nunca

18 19

“Admiro a Horacio, es un hombre incansable y estoy muy orgullosa

de él” (Bárbara)

casa con algunos ministros para pla-near el día y tratar temas pendientes. Después, en función de mi agenda, organizo la jornada. A diferencia de Bárbara, ningún día es igual para mí. Ser el jefe de Gabinete de una ciudad como Buenos Aires es un trabajo intenso con muchos desa-fíos, cosa que me encanta porque realmente amo lo que hago y la po-lítica siempre guió mi vida. Intento ser puntual y llegar a las nueve a casa para comer en familia, porque nada me reconforta más que escu-char los relatos de mis chicas. Una vez por semana salimos con Bárba-ra a comer afuera solos: es un ritual que conservamos desde el noviazgo. Tenemos nuestros lugares clásicos, pero también hay semanas en que la llevo a recorrer la ciudad para mostrarle alguna obra y terminamos descubriendo un restaurante. Me divierto mucho con ella, logramos una familia feliz y en armonía.

–Bárbara, ¿cuáles son las máximas de una buena anfitriona?

“Manuela sueña con dedicarse a la política y yo voy a apoyarla. Ella es

muy inteligente y no tengo dudas de que podría convertirse en una buena

diputada” (Horacio)

Arriba: Horacio, Paloma, Manuela y Bárbara, en otro de los livings de la casa, donde el jefe de Gabinete del Gobierno porteño mira los partidos

de Racing, el club de sus amores y que su padre presidió entre 1977 y 1978. Derecha: una obra de Vicky Peláez en la que se ve a un peón de

ajedrez subiendo la escalera, que recibieron como regalo de casamiento. En la otra página: primer plano del living que Bárbara decoró con libros

antiguos y objetos que fue comprando en sus viajes por el mundo.

20 21

El escritorio de Horacio es el lugar en el que muchas mañanas se reúne con los ministros para organizar el día. Bárbara lo

decoró en tonos oscuros y sillones de cuero para darle un toque masculino. La biblioteca alberga muchos de los tomos que el político heredó de su padre, un hombre muy vinculado al

movimiento desarrollista de Arturo Frondizi.

–Calidez, calidez y calidez. Hacer sentir a tu invitado como si estuviera en su casa.

–¿Cómo definirías tu estilo en lo que se refiere a decoración?

–No soy decoradora, sin embargo por mi trabajo muchos piensan que no solo ambiento y organizo eventos, sino que también decoro casas. Amo la decoración y me gusta vivir en lugares con Carácter, así en mayúsculas. Y eso es precisamente lo que intenté lograr en esta casa, ya que

estoy convencida de que cualquier hogar debe reflejar la personalidad de sus due-ños. Aquí conviven objetos y muebles que pertenecieron a nuestros antepasados, pero también cosas que fuimos eligiendo a lo largo de los trece años que estamos jun-tos. Horacio no opina sobre decoración, es un rubro que siempre deja en mis manos, lo cual es verdaderamente ¡un placer! [Ri-sas]. Siempre pondera lo que hago y eso es una de las cosas que me enamoran de él.

–Horacio, parece que Manuela quiere ser algún día diputada nacional... ¿Te gustaría que incursione en el mundo de la política?

–Aliento a Paloma y a Manuela a que lu-chen por sus sueños. Lo único que deseo es que ellas sean felices y que siempre se superen como personas. Ya sea la política, la economía, las ciencias o las artes, siem-pre las voy a apoyar en sus decisiones. Voy a acompañar a Manu en su camino y esta-ré siempre a su lado para aconsejarla. La

22 23

política es un mundo difícil, pero ella es muy inteligente y no tengo dudas de que podría llegar a convertirse en una gran legisladora. Me encanta debatir con ella y hablar de historia argentina, una de sus pasiones. Siempre que está por tratarse alguna ley impor-tante, analizamos sus pros y sus contras. Por ejemplo, ella no estuvo a favor del voto a los 16 años y todos los días ter-minábamos hablando de ese tema en la mesa. Siempre es interesante escuchar su punto de vista.

–Bárbara, ¿qué es lo que más admirás de tu marido?

–Su pasión, porque todo lo hace desde el corazón. Los dos somos de escorpio y eso nos hace estar muy compro-metidos con nuestra familia, que es sagrada. Es un hombre que trabaja con intensidad y tiene una gran capacidad para manejar y dirigir grandes equipos. Creo que somos va-rios los que admiramos a Ho-racio, ya que es un hombre incansable y muy inteligente. Estoy muy orgullosa de él.

–¿Alguna vez pensaste en trabajar en política, Bárbara?

–Respeto muchísimo la política, porque me di cuen-ta de que dentro de ella hay

“Lo único que deseo es que mis hijas sean felices y siempre se superen como

personas” (Bárbara)

Derecha: la wedding planner en su cocina, con un vestido de Ralph Lauren y joyas de Santino. Abajo: con Paloma y Manuela, junto al pizarrón de la cocina que usan para dejarse mensajes y escribir el

menú del día. “A las cinco de la tarde intento estar en casa para tomar el té y recibir a mis hijas. Me gusta escuchar sus cuentos, ayudarlas

y acompañarlas”, cuenta.

24 25

El comedor, pintado en verde Nilo, está presidido por dos biombos chinos antiguos de Coromandel que Bárbara heredó de una de sus bisabuelas maternas. La mesa, que está lista para recibir invitados, es de caoba lustrada y las sillas son modelo Tulip, diseñadas en 1956 por el finlandés Eero Saarinen. La araña, de metal cromado y vidrios de molde satinados, es italiana y data de los años 50. “Me fascina esta pieza, ya que fue

un regalo de cumpleaños que me hizo Horacio cuando nos mudamos a esta casa, hace tres años”, dice. La vajilla es de Villeroy & Boch, made in Luxemburgo, y los cubiertos, de Christofle.

26 27

Arriba: el escritorio de Bárbara es un lugar muy luminoso y está alejado del área social de la casa. Decorado con una mesa color crudo y un espejo antiguo en forma de flor, en él se refugia todas las mañanas para organizar su agenda. Sobre la mesa sobresale un retrato de “mamá Jane”, su

bisabuela y una de las mujeres que marcaron su vida.

“Amo la decoración y me gusta vivir en lugares con carácter. Eso es precisamente lo que busqué en esta casa” (Bárbara)

mucha gente valiosa. Sin embargo, creo que debés tener ciertas cualidades para ejercerla. Soy una mujer con una perso-nalidad muy fuerte y, además, mis prio-ridades son mi empresa y mi familia. Eso no quiere decir que no acompañe a Horacio en cada uno de sus logros de la misma forma en la que él me acompaña a mí.

–¿Qué es lo que más disfrutan cuando están en familia?

-Bárbara: El amor y las risas compar-tidas, los abrazos sostenidos, los juegos familiares… Disfrutamos mucho nues-tros fines de semana en el campo, donde Horacio prepara los mejores asados que

probé en mi vida. En el verano, me en-canta salir a patinar con mis hijas. En in-vierno, podemos pasar horas tirados en la cama viendo series o películas. Puede sonar como un cliché, pero en mi familia siempre existió una sensación de equipo, porque eso es lo que somos: un equipo que busca la felicidad del otro y eso es muy enriquecedor.

Horacio: Creo que ver crecer a mis hi-jas, porque con ellas logré formar la fa-milia que siempre soñé. Disfruto mucho darme cuenta de la pasión con la que mis tres mujeres logran lo que se propo-nen. Y también ver cómo junto a Bárbara crecemos todos los días como pareja.

–Bárbara, hablemos un poco de tu nuevo proyecto...

–Arquitectura de una boda, un libro que empecé a planear hace más de tres años. Un sueño más que logré cumplir y que hoy ve la luz gracias al apoyo de mi equipo de trabajo. Cuento los secretos para que cada boda se convierta en un momento único y maravilloso. Aunque siempre se los digo a las novias que vie-nen a verme: la boda perfecta no existe si no hay amor.•

Texto y producción: Rodolfo Vera CalderónFotos: Tadeo Jones

Maquillaje y peinado: Joaquín López Patterson