Hoja Parroquial del 10 de julio de 2011

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10 de julio de 2011 Nº 2.575 hoja parroquial Semanario de la Diócesis de Segorbe-Castellón Un “Racó” de fraternidad

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XXV Aniversario del Racó de Sant Francesc. Mons. López Llorente: "Salió el Sembrador a sembrar". Nuevo proyecto de Infinito+1. Jornada de responsabilidad en el tráfico.

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10 de julio de 2011Nº 2.575hojaparroquial

Semanario de la Diócesis de Segorbe-Castellón

Un “Racó” de fraternidad

2 // Hoja Parroquial de la Diócesis de Segorbe-Castellón

XXV Aniversario del Racó de Sant Francesc

El tiempo, medida huma-na que en tantas ocasiones nos atenaza, en esta ocasión es nuestro aliado de luz y de esperanza. Y aquello, que en aquel tiempo lejano del 6 de Enero del 1986, en ciernes, en pañales, con infinitas dudas e inciertos presagios, empezaba, hoy lo contemplamos radiante y lleno de vida, como tes-timonio de un camino que Dios ha querido recorrer con nosotros al servicio de los hermanos.

El Racó ha cumplido veinticinco años de servi-cio, acogida y fraternidad bajo los auspicios evangéli-cos del hermano Francisco de Asís. Y, desde aquel leja-no día, en el que con Belén, Dolo, Ximo y algunos jóve-nes más hacíamos aquella

entrada simbólica y lúdica, pero, en cambio, llena de ilusión, hasta hoy, lo que ha ido sucediéndose han sido acontecimientos de perso-nas, gestos, actitudes, que han ido colocando al Racó en el lugar que le correspon-de.

Siempre quisimos que

fuera un lugar de acogida. Es lo que más se ha inten-sificado. El Racó, hoy, es la casa de quien está en necesi-dad, de quien añora y desea que su vida siga los cauces evangélicos de la bondad, la paz, el amor y la justi-cia, renaciendo, desde lo más profundo, al encuen-

tro verdadero con Dios, los hermanos y con todo lo creado. Restaurar la per-sona no es sólo cuestión de voluntad; es saber respirar el ambiente oportuno en el que, sin evadir dificultades, caminamos con facilidad.

El Racó, a lo largo de estos veinticinco años, nos ha enseñado a ser para los demás. No es ayudar a los demás, que es importante, es -¡atención!- ser para los demás. Y, repito, esto nos lo ha enseñado el Racó. Su belleza, su sencillez, su en-canto son las notas de un cantar, que encuentran su descanso en el corazón con-templativo. Y la esencia del Racó es ser contemplado y admirar que, en la plenitud de la contemplación, todo encuentra su acomodo, su utilidad y su propia recon-ciliación.

J. LLOPIS. TALES.

Reportaje

José Llopis, en el centro, y su hermana Mercé (dcha.) con un grupo de amigos del Racó, en la capilla

Capilla del Racó en construcción Uno de los primeros encuentros en el Racó

Hace 25 años comenzó de forma sencilla esta expe-riencia del Racó de Sant Francesc, gracias a la intui-ción de José Llopis, párroco de Tales, y su hermana Mercè junto con un grupo de jóvenes. Sin más pre-tensión que ser un lugar de acogida, el Racó es ac-tualmente un espacio de paz e interioridad en el que la puerta siempre está abierta a “quien añora y desea que su vida siga los cauces evangélicos de la bondad, la paz, el amor y la justicia, renaciendo, desde lo más profundo, al encuentro verdadero con Dios, los her-

manos y con todo lo creado”.De ello dan fe los testimonios recogidos de perso-

nas cercanas al Racó, y que en este número sustituyen la entrevista de la página 8 para ofrecer un ramillete de experiencias de fe, fraternidad y paz. Cada uno apa-rece fotografiado junto a un lugar del Racó especial para él. En un momento en que se insiste en la nueva evangelización, iniciativas como el Racó muestran que el trato sencillo, la acogida y la intensidad espiritual son canales privilegiados para favorecer que muchos puedan (re)encontrarse con Dios como un verdadero padre y con la Iglesia como una verdadera madre.

REDACCIÓN.

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Salió el Sembrador a sembrarQueridos diocesanos: El evangelio de este 15º Do-mingo del tiempo Ordinario nos propone la parábola del Sembrador. Un sembrador salió a sembrar; parte de la semilla cayó en el camino, parte en tierra pedregosa, parte entre zarzas y parte en tierra buena. Sólo la semi-lla que cayó en tierra buena dio el fruto esperado; el res-to se perdió. La semilla es la Palabra de Dios, en último término, es Jesús mismo, el Verbo, la Palabra de Dios, el Hijo de Dios hecho carne. El campo donde es sembrada la Palabra somos cada uno de los oyentes de la Palabra: su fruto depende de nuestra dis-posición, de la apertura o de la cerrazón de nuestra mente y de nuestro corazón a Dios, a su Hijo, Jesucristo, y a su Palabra. Como ocurre en muchas otras parábolas, tam-bién ésta tiene en su conjun-to una sola finalidad: ayudar a descubrir el misterio de la persona de Jesús, a acogerlo y a adherirse a él.

Ya en nuestras relaciones

humanas, la pala-bra es un don: es el principal medio de comunicación y de acercamiento entre las personas; es el medio para superar el aislamiento y la posibilidad de co-municación de sí mismo. En definiti-va, la palabra es la expresión de nosotros mismos. Dios en su voluntad de comunicarse y darse a la humanidad se ha adaptado a nuestra con-dición humana: ha roto su lejanía, se ha manifestado y ha expresado su amor a tra-vés de la Palabra. Su Palabra es como la nuestra; pero también es mucho más: es una Palabra viva, dotada de poder, fecunda. La Palabra de Dios es vida: por ella se ha creado el mundo de la nada, por ella hemos recibido la salvación y por ella, presente en el sacramento de la Igle-sia, somos amados y salvados constantemente.

La Palabra de Dios tiene fuerza: posee una potencia

total para transfor-mar los corazones. Pero no olvidemos que Dios y su Palabra no se imponen, sino que sólo se proponen a la aceptación libre del hombre. Por eso no funciona auto-máticamente, sino que la Palabra de

Dios da fruto sólo en aque-llos que la reciben sincera-mente. Esta nota típica de la predicación cristiana impide la desesperanza y nos sitúa en la humildad: se presenta con toda la fuerza de la verdad y con toda la debilidad de la libertad. De su aceptación o rechazo depende nuestra salvación o nuestra condena eternas: vivir en la amistad eternamente con Dios o vivir eternamente lejos de Dios.

Como toda palabra, tam-bién la Palabra de Dios pide y espera la respuesta. La fe nos sitúa en un diálogo. Esta es la cuestión: recibir la Palabra y conscientes de la propia liber-tad, acogerla: y dejarse guiar y conducir para que sea la luz

para la vida y que transforme los propios criterios para esta-blecer un estilo de vida según sus postulados. Esto nos pide delicadeza espiritual y valen-tía para romper con las cosas que creemos de valor y en realidad no lo tienen.

Durante estas vacaciones sería una buena ocupación volver la mirada a nuestro interior para preguntarnos qué lugar ocupa Dios o qué incidencia tiene su Palabra en nuestra vida. En estos días disponemos de tiempo para la lectura personal de la Biblia, sobre todo del Nuevo Testamento. Podemos ser pe-dregal, árbol sin raíces, perso-nas seducidas únicamente por las cosas materiales. De esta manera se ahoga el pro-yecto que el Señor tiene so-bre nosotros. Sí, el proyecto no se realiza cuando dejamos de ser verdaderos oyentes, acogedores de la Palabra de Dios.

Con mi afecto y bendi-ción,

Tribuna

Mons. CasiMiro López LLorente *

(*) obispo de segorbe-CasteLLón

por Juan ManueL giL

Lo que necesita más la Iglesia de hoy. Opina Vittorio Messori(Síntesis). Es el gran conocedor y divul-gador de la vida y la obra de los últimos Papas. Dice él: Lo que más necesita ha necesitado y necesitará la Iglesia de siem-pre: preservar una fe sólida y segura, que es su verdadero y único patrimonio del que se derivan la oración y una santidad que ejerza la caridad total, por tanto es sus dos dimensiones, la material y la espiritual. Dar a los hermanos Pan y Paraíso, como decía San Juan Bosco.

Me hace sonreír la ingenuidad, aún de buena fe, de quien quisiera para esta Iglesia nuestra una especia de sala de operaciones en la que, entre los flases de luces piloto, pantallas iluminadas, ruido de alarmas, se motorice la situación mundial del catolicis-mo en tiempo real, interviniendo lo antes posible.

Ni siquiera Dios parece haber tenido prisa para enviarnos a su Hijo. Miles de

generaciones se sucedieron antes de que se llegase a los comienzos escondidos con el anuncio de un ángel en Nazaret. Y cuán-tos siglos hubo que esperar todavía antes de que la Iglesia emergiese de su semiclan-destinidad.

En semejante perspectiva hay que echar en la cuenta mucho tiempo par avalorar las consecuencias de un acontecimiento como el último Concilio, que fue inspirado por el Espíritu Santo y no consigo imaginar que el Paráclito haya querido desviarnos. En algún caso somos nosotros los que hemos descarrilado. Pero el camino, en todo caso, no puede ser más que el correcto. No pare-ce que hayan faltado tampoco los santos en el post-concilio Vaticano II, y quien sabe cuántos otros escapan a nuestra mirada y cuántos otros se manifestarán en el futuro.

La Iglesia siempre ha sido al mismo tiempo vital y en crisis. La Iglesia siempre

ha sido colocada frente a saboteadores y adversarios externos. Es lo que le ocurre también hoy, como ha sucedido en todo tiempo. Lo peligroso hoy es que la crisis ac-tual no es crisis de estructuras por renovar, sino de fe por encontrar de nuevo y solidi-ficar esa fe.

Todo consiste en volver a aceptar sin condiciones ni peros el Catecismo, síntesis de la Escritura y Tradición sobre lo que po-demos y debemos creer. Hay que renovar cada día nuestra apuesta sobre la verdad del Evangelio. Ya lo dijo un día Pascal: Todo lo demás no es más que una consecuen-cia natural y necesaria. La cuestión no es cómo organizar o reorganizas la estructu-ra. Consiste en ser conscientes de que esta estructura forma parte del proyecto divino de la Encarnación. Y sin embargo no es otra cosa que el envoltorio provisional del Misterio de Cristo.

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Vida Diocesana

Historias de conversos interpelan a los universitariosUn pandillero colombiano cuenta cómo roza la muer-te, es liberado del satanismo, y acaba siendo sacerdote. También hay una empresaria china, un boxeador francés, un terrorista del IRA, y hasta doce historias que, de mo-mento, configuran una serie de conversiones de gente de todo el mundo. Es el nuevo proyecto de la productora In-finito+1 que, tras el éxito de “La última cima” - el docu-mental sobre el sacerdote Pa-blo Domínguez-, se presentó en Castellón bajo el título “Te puede pasar a ti”.

El director, Juan Manuel Cotelo, explica que solo puso dos condiciones a los conver-sos entrevistados. La primera, que no hubiera tiempo en la conversa, y la segunda que se pudieran hacer toda clase de

preguntas: “la que se hacen personas inteligentes que no tienen fe, o las que debilitan la fe y no dejan que puedas tutear a Dios y ser su amigo aunque no lo comprendas”. El resultado son una serie de episodios dinámicos, dirigi-dos principalmente a un pú-blico joven, pero que tienen ambición de llegar a todos.

Ateos interesados por las conversiones

En el coloquio que siguió a la proyección de un capí-tulo piloto ante varios cen-

tenares de personas en la pa-rroquia del Salvador, Cotelo aseguró que hay que rechazar la creencia que estas propues-tas puedan interesa solo a un grupo de gente, por muy numeroso que sea, ya que aunque uno diga que es ateo, muchas veces está rechazando un modelo de dios o de igle-sia, pero no la experiencia de vida, paz, plenitud o recon-ciliación que da la fe. Como ejemplo, explica que en el gé-nesis del proyecto hay un se-minario sobre conversos que impartió en la universidad:

participaron 60 alumnos de los que más de la mitad se consideraban no creyentes o indiferentes.

Infinito+1 tienen la in-tención de facilitar la amplia difusión de esos episodios por canales no formales, como por Internet, antes de acceder a las televisiones comerciales, para mostrar el interés que despierta la temática de las conversiones en la gente. De momento, para la Diócesis de Segorbe-Castellón, esta pre-sentación representa el punto de partida de un plan orien-tado a formar evangelizadores durante el curso próximo, potenciando una nueva evan-gelización en la misma tónica que Cotelo define los repor-tajes: “si metes a Dios en tu vida, ésta será más divertida y sorprendente porque Él nos dice: disfruta del espectáculo de lo que voy hacer en ti”.

El pasado 28 de mayo, hizo profesión solemne Sor María Inmaculada Chirayath o.s.c., en la comunidad de Clarisas de Almazora. La ceremonia se realizó en el curso de una eu-caristía presidida por el Asis-tente de la Federación, Padre Rafael Colomer o.f.m., y la presencia del Visitador dio-

cesano, Joaquín Guillamón Alcón y varios sacerdotes. La religiosa, que es de origen in-dio tuvo presente su familia y raíces: “al entonar el salmo 44 -Escucha hija mira, inclina el oído, olvida tu pueblo y la casa paterna: prendado está el Rey de tu belleza, póstrate ante Él, que Él es tu Señor- mí pen-samiento voló por unos mo-mentos hacia mi tierra, mis

padres, hermanos y familiares que están en la India”.

Sor María Inmaculada se reconoce indigna de ser esposa de Cristo. Por eso afirma que es “por pura gracia estoy aquí: Él es quien me llamó, Él quien me trajo, Él quien me escogió para ser su esposa”. Dando testimonio de su profesión, explica que “si actualmente se buscan signos y milagros,

lo que me sucedió esa tarde lo viví como un signo extraordi-nario del Señor en medio de su pueblo peregrino. Y espon-táneamente surgió en mí un brote de gratitud: me pensas-te desde siempre, Señor de la eterna alba; y me creaste en el tiempo con amor, a tu hora exacta. Gracias porque me pensaste, gracias porque me creaste, gracias”.

Con motivo de la Jor-nada Pro Orantibus, en el Convento de Monjas Carmelitas Descalzas del Monasterio del Sagrado Corazón de Jesús en la po-blación de Alquerías del Niño Perdido, tuvo lugar el tradicional encuentro de las superioras de las comunidades religiosas de vida contemplativa con el

Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, Mons. Casimiro López Llorente. Al encuentro han asistido los conventos de Agusti-nas de Mirambel, Clarisas de Almazora, de Onda y Vall de Uxó, las Domini-cas de Burriana, la Frater-nidad Monástica de la Paz, y como anfitrionas de este año las Carmelitas Descal-zas de Alquerías del Niño Perdido.

REDACCIÓN. CASTELLÓN.

REDACCIÓN. ALMAZORA.

REDACCIÓN. REDACCIÓN.

Profesión solemne de una clarisa en Almazora

Encuentro del Obispo con las Contemplativas

El pasado domingo 19 de Junio, solemnidad de la San-tísima Trinidad, la comuni-dad de Alcora se revestía de gozo porque fueron incor-poradas al pueblo de Dios 3 jóvenes de entre de 17 y 20 años, y una adolescente de 10 años tras un proceso catecu-menal de dos años de prepa-ración. En dicho proceso co-nocieron y profundizaron en

la fe y en la vivencia cristiana que les ha llevado a amar más a Dios y a su Iglesia. Don Ca-simiro recordó en la homilía la importancia de que se sien-tan acogidas en la comuni-dad parroquial como en su propia familia y así mismo recordó que a partir de este día Cristo da un nuevo senti-do a sus vidas, sentido pleno, cuya vivencia ha de ir crecien-do con la participación de la Eucaristía dominical.

Bautizos de adultos en La Alcora

Hoja Parroquial de la Diócesis de Segorbe-Castellón // 5

Vida Diocesana

Este domingo se celebra la Jornada de Responsa-bilidad en la Carretera, coincidiendo con la fiesta de San Cristóbal, patrón de los conductores. Con este motivo, los obispos de la Comisión Episcopal de Migraciones han dirigido una carta a todos los con-ductores, tanto los profe-sionales “que han hecho de las calles y carreteras su lugar de trabajo” como los utilizan de manera ha-bitual el vehículo. El lema de este año es “Caminos de encuentro”, y quiere ser una invitación a “ver el vehículo y la carretera como instrumentos provi-denciales a nuestro alcance

para acercarnos a los que amamos y nos aman, para

aproximar a los hombres y os pueblos”.

El documen-to recuerda que en el mundo mueren unas 3.000 personas al día en la carre-tera, y que una sexta parte son niños. Por eso recomienda ha-cer frente al es-trés y a las prisas para evitar ries-gos innecesarios: “El tiempo nos lo da Dios, y nos lo da, en general, con abundancia y para nuestro

bien y nuestro desarrollo”. Al mismo tiempo, mani-

fiesta su satisfacción por la reducción de víctimas en España en el último año, que alcanza un 57% en la última década, y anima a las instituciones implicadas a que sigan en este empe-ño: “Es una labor que vale la pena”.

Los obispos de la Co-misión de Migraciones aseguran que la educación vial implica “en primer lugar a la conciencia mis-ma de los conductores, pero también a los poderes públicos, a las escuelas de conductores, a las familias, a los medios de comunica-ción social, a los educado-res. Y nos implica, de ma-nera particular, a quienes creemos en el Dios de la Vida”.

En la fiesta de Jesucristo, sumo y eterno sacerdote, se desarrolló la última sesión del curso de formación per-manente del clero diocesano, y cuyo tema versó sobre la celebración de la Eucaristía y la nueva versión del Misal ro-mano. El obispo, mons. Ca-simiro López Llorente, dijo en la introducción que ésta era una cuestión necesaria en un año que se ha centrado en la Misa como objetivo pas-toral prioritario. El ponente fue el catedrático en liturgia,

delegado de liturgia y patri-monio de la archidiócesis de Valencia, y profesor del Cen-tro de Estudios Teológicos Mater Dei, Jaime Sancho

Andreu.A partir de la introduc-

ción a la Ordenación Gene-ral del Misal Romano, San-cho centró su intervención

en cuatro puntos: la institu-ción del sacrificio eucarístico, la presencia real de Cristo en las formas consagradas, la naturaleza del sacerdocio ministerial, y el sacerdocio de los fieles. El ponente quiso comenzar por los aspectos más teológicos, para llegar poco a poco a llevar el dis-curso a concretarse en cues-tiones como la relación entre Eucaristía e iniciación cristia-na, o el Domingo como Día del Señor. El curso próximo, los temas de la formación sa-cerdotal serán la Caridad y la Nueva Evangelización.

REDACCIÓN.

REDACCIÓN. CASTELLÓN.

La Eucaristía y el nuevo Misal concluye la formación sacerdotal de este curso

Viajar para encontrarseJornada de Responsabilidad en el Tráfico

El ponente, Jaime Sancho, junto al Obispo

Reflexiones al volante- Cumplir la voluntad de Dios. Dios tiene mucho

que decir a la hora de tomar un volante entre las manos.

- Detrás de cada accidente que se produce en la ca-rretera siempre hay mucho dolor. Es verdad lo que dice san Pablo de que “los padecimientos del tiem-po presente no se pueden comparar con la gloria que ha de manifestarse en nosotros” (Rom 8,18) y

esto nos llena de esperanza de que así sea, pero, de-jemos que sea Él, el Señor, quien ponga fin a nues-tros días.

- Todos los días hay muchos profesionales del volante o personas que deben desplazarse para ir al trabajo, que “salen a sembrar” para ganar dignamente el sus-tento de la familia a la vez que prestar un servicio muy útil a la sociedad.

6 // Hoja Parroquial de la Diócesis de Segorbe-Castellón

El Santo Entierro, fragmento hallado del retablo de Cortes de Arenoso

Nuestro Patrimonio

La actual iglesia parroquial de la Virgen de los Ángeles de Cortes de Arenoso, de muy buena arquitectura, vino a sustituir al edificio bajome-dieval en 1585, que se reedi-ficó casi por completo, aun-que se conservaron alguno de los retablos antiguos en los nuevos altares. No obstante, parte de las tablas proceden-tes de las antiguas capillas fueron reaprovechadas en el nuevo tejado, y fueron descu-biertas en los años sesenta, en mal estado, al ser sustituida la primitiva cubierta de madera por una de vigas metálicas. Procedentes de las capillas laterales del templo son pie-zas reaprovechadas, de pincel antiguo, y de factura popular, aunque interesantes.

Traemos a colación las tablas de Cortes de Arenós, porque recientemente se ha descubierto en su parroquial y en muy mal estado de con-servación una tablita corres-pondiente al Santo entierro de Cristo, cuyas medidas son 37 x 40 cm. La primera im-presión es que esta tabla for-mara parte del retablo mayor de la parroquial de Cortes de Arenoso. Desde el punto de vista estilístico responde a la mano del pintor Jaume Ma-teu, autor del Santo entierro del monasterio de El Puig de Valencia.

Sin embargo, lo más sor-prendente del Santo entierro de Cortes de Arenoso es que coincide tanto con otra de las obras de Jaume Mateu, actualmente desaparecida, que incluso se puede llegar a pensar que se trata de un fragmento de esta última. Nos referimos en concreto a la predela del retablo de la Virgen de la Esperanza de Albocàsser, obra en la cual

también se incluía la escena del Santo entierro de Cristo. Gracias a una fotografía ge-neral del conjunto tenemos constancia de la predela antes de su pérdida en la Guerra Civil.

Hallazgos sucesivosEn los años 60 ya se había

hallado una primer fragmen-to en el mismo templo de

Cortes de Arenoso, la tabla de la Natividad de Cristo, encontrada por el rector Ni-colás Pesudo en el coro, junto con otra con restos de pintu-ra casi desaparecidos, en la que todavía puede apreciarse la huella de la tracería de talla y reaprovechada como una portezuela de un armario. Estos restos parecen haber dado luz, a priori, a la figu-

ra de Jaume Mateu, sobrino de Pere Nicolau (activo en Valencia entre 1390 y 1408) y uno de los más famosos y sobresalientes pintores en la Valencia de la primera mitad del siglo XV y de la segunda generación de maestros del gótico internacional.

Así pues, el síndico Be-renguer Joan pactó con Jau-me Mateu un retablo, segu-ramente de cinco calles, que debía tener 22 palmos de alto por 16 de ancho. Según se trasluce del documento, el pintor presentó un dibu-jo de muestra pintado en papel con Santa María en el centro y la vida de ésta. Di-cha imagen central debía ser rematada por una tuba, sien-do el avalador del conjunto pictórico, valorado en 2860 sueldos, el rector de Cortes de Arenoso mosén García de Toviá.

De tratarse la tabla de Cortes de Arenoso de un fragmento del antiguo reta-blo mayor contratado para la iglesia de Cortes, ésta debió retirarse ya en la década de los años 80 del siglo XVI, con la reconstrucción de nueva planta del templo. No obs-tante, las partes del conjunto tuvieron que conservarse a partir de esa fecha en la an-tigua sacristía, desaparecida con la construcción del tra-sagrario (1764); momento en que pasaría esta pieza a ser reaprovechada en el entorno del órgano construido por Martín de Usarral en 1775, donde se descubrió la obra como parte de la primitiva estructura del instrumento. El resto de piezas debieron pasar a San Vicente de Pie-drahita, aldea de Cortes, siendo posiblemente las ta-blas antiguas de pintura vistas por Elías Tormo a principios del siglo XX.

F. RUIZ Y D. MONOTOLIO.

Hoja Parroquial de la Diócesis de Segorbe-Castellón // 7

El Evangelio del Domingo

“La semilla cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta”

Primera LecturaIs 55,10-11. Así dice el Se-ñor: «Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla ger-minar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra, que sale de mí boca: no volverá a mi vacía, sino que hará mi voluntad y cumpli-rá mi encargo.» Palabra de Dios.

Salmo responsorialSal 64. R/. La semilla cayó en tierra buena y dio fruto. R/.

Segunda LecturaRom 8,18-23. Hermanos: Sostengo que los sufrimien-tos de ahora no pesan lo que la gloria que un dia se nos descubrirá. Porque la crea-ción, expectante, está aguar-dando la plena manifesta-ción de los hijos de Dios; ella fue sometida a la frustración, no por su voluntad, sino por uno que la sometió; pero fue con la esperanza de que la creación misma se vería li-berada de la esclavitud de la corrupción, para entrar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que hasta hoy la creación en-tera está gimiendo toda ella

con dolores de parto. Y no sólo eso; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior, aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo. Palabra de Dios.

EvangelioMt 13,1-23. Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gen-te se quedó de pie en la orilla. Les habló mucho rato en pa-rábolas: -«Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del cami-

no; vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenla tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abra-só y por falta de raíz se secó. Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta. El que tenga oídos que oiga.» Palabra del Señor.

Próxima semana: Sab 12,13.16-19 / Sal 85 / Rom 8,26-27 / Mt 13,24-43

XV Domingo del tiempo ordinario (3ª Semana del Salterio)

ComentarioRR. ESCLAVAS DEL StmO. y DE LA InmACULADA. c/La Carrera, 41 - 12530 BurrianaTlf. 964 515 150

Es realmente conmovedora la escena que nos presenta el Evangelista cuando nos describe a Jesús rodeado de muchedumbres que no le dejan sitio para estar en tierra de modo que tiene que subir en una barca para enseñar desde allí a la multitud. Jesús el divino Maestro que viene a plantearnos con su palabra misterios profundos de las almas: el Sembrador, la semilla y la tierra.

El sembrador es Él, la semilla es su palabra que recibida en nuestro corazón es

palabra que habla, que insiste, que atrae, que exhorta y que también perdona. La tierra es nuestro corazón; unas veces pedregoso y otras, lleno de zarzas y otras mullido, blando, sin piedras ni espinas. Jesús siembra en nuestro corazón buenos deseos, iluminación, virtudes, santidad, llamándonos cada día a ser mejores. Siembre renuncias a todo lo terreno, a nuestra propia voluntad, a todo lo que no es Él, siembre humildad, caridad. Es siempre semilla viva destinada a dar fruto según la tierra de nuestro corazón.

Él siembra aunque la tierra sea mala y ahogue la semilla. Mas no por eso se cansa ni deja de sembrar porque tiene la ilusión

de recoger muchos frutos. Por eso siembra un día y otro en nuestro pobre corazón para que con la fuerza penetrante y amorosa de su Palabra se vayan quitando todos los obstáculos y pueda germinar la verdadera gracia. Lo único importante es dejarnos hacer, dejarnos sembrar y trabajar porque su gracia puede conseguir todo lo que quiera de nosotros en un solo momento. Él quiere que nuestra voluntad secunde la fuerza de su semilla, de su palabra. Dejemos que el Divino Sembrador obre siempre en nuestra tierra para que brote, germine y suba como una hermosa espiga dorada que pueda segarse plenamente en la cosecha de la Eternidad.

Dep. Legal: CS97-1960Suplemento del B.O. del Obispado

Edita: Obispado de Segorbe-Castellón Director: Juan Manuel Gil Coordinador: Josep Miquel Francés Redacción: Guillem Farré.Oficina de Prensa: Teléfono 964 222 819 / Fax: 964 722 018 / [email protected] / [email protected] / www.obsegorbecastellon.es

Impresión y reparto: Gràfiques Color Imprés, s.l.u. Pol. Ind. Fadrell, nave 75. 12005 Castellón / Teléfono 964 255 100

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Testimonios del Racó de Sant Francesc“Es el espíritu de la vida de Nazareth”

“Un lugar de encuentro”

Mari Carmen Navarro Peris.59 años. Onda

- ¿Cómo co-nociste el Racó?

- Conocí por medio de Mer-cè, la hermana de José Llopis, cuando empe-zamos a trabajar juntas en la casa de acogida de Emaús, en Torrechiva. Ellos me trajeron al Racó.

- ¿Qué te ha aportado?- Lo primero que encon-

tré fue la acogida, cómo me recibieron en la casa, y esta-ban abiertos a la escucha, a las necesidades que puedas traer en un momento, y eso me trajo mucha serenidad. Luego, lo que me ha ido a portando es toda la gente que aquí nos encontramos en momentos determina-

dos o en el día a día. La personas que conoces son un enriqueci-miento. Otro aspecto es el encuentro con el Padre Dios; siempre he sido creyente pero en la relación tan-

to con la Comunidad de Emaús como con el Racó, el descubrimiento ha sido más profundo. Descubrir la pobreza, el abandono, la humildad en el otro. En-tonces me ha hecho reca-pacitar, analizar mi vida, y cómo nos tenemos que ver reflejados en el hermano.

- Si tuvieras que defi-nir el Racó en una frase dirías…

- El Racó es el espíritu de la vida de Nazaret.

Ana Belén Núñez González32 años. Torrechiva, Fraternidad de Emaús

- ¿Cómo co-nociste el Racó?

- En el 2000, a través de la fraternidad de Emaús, me trajeron de retiro y aquí los conocí.

- ¿Qué te ha aportado?

- Vida, espiri-tualidad, oración, fraternidad, y so-siego.

- Si tuvieras que definir el Racó en una fra-se dirías…

- El Racó es un lugar de encuentro y co-nocimiento con Dios y con los hermanos.

“Es la simple acogida de una sonrisa”Rubén Pallarés Miravet.38 años. Tales

- ¿Cómo co-nociste el Racó?

- Al vivir en Tales, el párroco José Llopis nos llevaba para la catequesis, hacía-mos actividades como teatro o preparar la semana santa… De ahí el vínculo con el Racó.

- ¿Qué te ha aportado?- ¡Muchas cosas! Siem-

pre ha sido fuente de agua viva y de mucha paz, mucha calma. En momentos que lo necesitas, siempre han esta-

do ahí. También el conocer a ese Jesús pequeño que está entre lo más débiles, por medio de toda la experiencia con San Francisco, y el ver el rostro de Jesús en cada her-mano.

- Si tuvieras que definir el Racó en una frase di-rías…

- El Racó es mucha sen-cillez con la simple acogida de una sonrisa, y esto es importante en el mundo de hoy, vacío de toda esta senci-llez de la acogida.

“Un lugar de acogida”Carmina González González. 50 años. Vila-real

- ¿Cómo co-nociste el Racó?

- Por un ma-trimonio que vivía cerca, hará unos 18 años. Luego volvimos una vez, y en 1992 mis padres se hi-cieron una casita en Tales. Entonces empezamos a fre-cuentarlo más a menudo.

- ¿Qué te ha aportado?- Un reencuentro con mi

fe desde una manera muy

libre y familiar, sobretodo por el testimonio de Llopis y Mer-cè. También he podido conocer a mucha gente, reflexionar sobre mi vida personal y familiar, y pasar muchos momen-

tos estupendos en celebra-ciones o compartiendo con el resto de personas que han estado por aquí.

- Si tuvieras que definir el Racó en una frase di-rías…

- Es un lugar de acogida.