HOJA DOMINICAL 11 – 01 – 2014 31º DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

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Sobre el Agua Bendita Agiasma en griego significa “Elemento Sagrado.” Así le llaman al agua, bendecida según la celebración especial. El agua se bendice en la Iglesia Ortodoxa en la Víspera de Teofanía con la Gran Bendición. ¿Y por qué oramos en los días de la bendición de agua? Porque el agua se consagró con la fuerza, con la acción y con la llegada de Espíritu Santo. Para que se haga el don de bendición, de liberación de los pecados, de curación del alma y del cuerpo y que esta agua reciba la bendición del río Jordán. Esta agua expulsará todas las tentaciones de los enemigos visibles e invisibles. Porque nos llevará a la vida eterna. Para que también nosotros, tomando el agua, seamos partícipes de la bendición y revelación de Espíritu Santo. Grande es la oración, grande también es lo que se consagra. El Bautismo de Nuestro Señor Jesucristo consagró la misma esencia del agua. Observando un trato digno y respetuoso, el agua bendita queda fresca y de gusto agradable durante mucho tiempo. Podemos limpiarnos con ella, agregarla en pocas cantidades a la comida y esparcirla en la habitación. Personas que se encuentran bajo penitencia y no pueden recibir la Eucaristía, toman agua bendita como consolación espiritual. El agua bendita debe ser tomada en ayunas, por la mañana, pero en el caso de una especial necesidad de la ayuda divina, se puede tomar a cualquier hora del día o de la noche. Se debe conservar en un lugar especial, mejor aún junto a los santos Iconos, Debe ser conservada en la casa de quien verdaderamente cree en Nuestro Dios y Salvador Jesucristo, en un recipiente limpio, y debe ser tenida como un gran objeto sagrado. “Esta agua debe ser usada como una bendición en tiempos de enfermedad consumiendo una pequeña porción de ella, tres veces". También puede ser usada para limpiar los Santos Iconos de nuestras casas. El Agua Bendita y otros objetos sagrados deben colocarse en un lugar honorable de la casa, cerca de los santos Iconos, porque la Santa Cruz ha sido sumergida tres veces en el agua, y de esta manera, el agua ha sido bendecida, porque los demonios temen a la Cruz de Nuestro Señor. www.vladimirskaya.blogspot.mx/2009/11/reglas-de-piedad.html Diócesis de México Iglesia Ortodoxa en América Av. Río Consulado e Irapuato # 53 Col. Peñón de los Baños México D.F. www.ocamexico.org Catedral Ortodoxa La Ascensión del Señor El bautismo, común a numerosas religiones, simbolizaba particularmente para lo esenios, el esfuerzo por una vida pura, la aspiración a la gracia purificadora. Con la venida de Jesucristo, el Sacramento del Bautismo, en el Nombre de la Santísima Trinidad, se convierte en una realidad sobrenatural, necesaria para incorporarse el Misterio de Cristo. Restaura en el hombre la Imagen de Dios, a cuya semejanza había sido creado. Es un retorno al paraíso, forma el Cuerpo Místico de Cristo, o sea miembro de la Iglesia. La Iglesia nace del costado de Cristo en la Cruz: “Somos su carne y sus huesos.” San Juan Crisóstomo enseña que el agua y la sangre que, sobre la Cruz, brotaban desde el corazón de Cristo, simbolizan el Bautismo y la Eucaristía, que son alimentos necesarios para los fieles. El Bautismo constituye una decisión capital para el hombre y la mujer en los primeros siglos de la Iglesia naciente; es ruptura con el pecado, con el mundo, con la familia que seguía permaneciendo en el paganismo. Pedro exhortaba y los hombres que le preguntaban: ¿Qué debemos hacer? Y contestaba: “Arrepiéntanse, que cada uno de ustedes se haga bautizar en Nombre de Jesucristo para la remisión de sus pecados y que reciba, entonces, el Don del Espíritu Santo.” Los Obispos han dado gran importancia a la catequesis y preparación de los catecúmenos; para recibir los Misterios de la Iniciación Cristiana (Bautismo, Crismación/Confirmación y Eucaristía). Para ello, los pastores, inspirándose en la Sagrada Escritura, fuente inagotable de la Palabra revelada, mediante homilías y catequesis, explicaban el contenido salvífico del Sacramento Bautismal. Junto al gran Misterio de la fe, explicaban, además, los advenimientos, narrados en los textos sagrados del Antiguo Testamento, como símbolos prefigurados de la realidad misteriosa del agua y la fuerza del Espíritu de Dios que se cumple al ser bautizados, “Iluminados.” Los símbolos bautismales fueron ampliamente comentados, haciendo ver que el Bautismo es purificación de los pecados, remisión de las deudas, fuente de renovación y un nuevo nacimiento. El Bautismo Según los Padres Griegos. 31º DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS TONO 6º

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Sobre el Agua Bendita

Agiasma en griego significa “Elemento Sagrado.” Así le llaman al

agua, bendecida según la celebración especial.

El agua se bendice en la Iglesia Ortodoxa en la Víspera de Teofanía

con la Gran Bendición.

¿Y por qué oramos en los días de la bendición de agua?

Porque el agua se consagró con la fuerza, con la acción y con la

llegada de Espíritu Santo. Para que se haga el don de bendición, de

liberación de los pecados, de curación del alma y del cuerpo y que esta

agua reciba la bendición del río Jordán. Esta agua expulsará todas las

tentaciones de los enemigos visibles e invisibles. Porque nos llevará a la

vida eterna. Para que también nosotros, tomando el agua, seamos

partícipes de la bendición y revelación de Espíritu Santo. Grande es la

oración, grande también es lo que se consagra. El Bautismo de Nuestro

Señor Jesucristo consagró la misma esencia del agua. Observando un trato digno y respetuoso, el agua bendita queda fresca y

de gusto agradable durante mucho tiempo. Podemos limpiarnos con

ella, agregarla en pocas cantidades a la comida y esparcirla en la

habitación. Personas que se encuentran bajo penitencia y no pueden

recibir la Eucaristía, toman agua bendita como consolación espiritual.

El agua bendita debe ser tomada en ayunas, por la mañana, pero en

el caso de una especial necesidad de la ayuda divina, se puede tomar

a cualquier hora del día o de la noche. Se debe conservar en un lugar

especial, mejor aún junto a los santos Iconos,

Debe ser conservada en la casa de quien verdaderamente cree en Nuestro

Dios y Salvador Jesucristo, en un recipiente limpio, y debe ser tenida

como un gran objeto sagrado. “Esta agua debe ser usada como una

bendición en tiempos de enfermedad consumiendo una pequeña

porción de ella, tres veces". También puede ser usada para limpiar los Santos Iconos de nuestras

casas. El Agua Bendita y otros objetos sagrados deben colocarse en un

lugar honorable de la casa, cerca de los santos Iconos, porque la Santa

Cruz ha sido sumergida tres veces en el agua, y de esta manera, el agua

ha sido bendecida, porque los demonios temen a la Cruz de Nuestro

Señor.

www.vladimirskaya.blogspot.mx/2009/11/reglas-de-piedad.html

Diócesis de México Iglesia Ortodoxa en América

Av. Río Consulado e Irapuato # 53 Col. Peñón de los Baños México D.F.

www.ocamexico.org

Catedral Ortodoxa La Ascensión del Señor

El bautismo, común a numerosas religiones,

simbolizaba particularmente para lo esenios,

el esfuerzo por una vida pura, la aspiración a

la gracia purificadora. Con la venida de

Jesucristo, el Sacramento del Bautismo,

en el Nombre de la Santísima Trinidad, se

convierte en una realidad sobrenatural,

necesaria para incorporarse el Misterio de

Cristo. Restaura en el hombre la Imagen de

Dios, a cuya semejanza había sido creado.

Es un retorno al paraíso, forma el Cuerpo

Místico de Cristo, o sea miembro de la

Iglesia. La Iglesia nace del costado de Cristo

en la Cruz: “Somos su carne y sus huesos.”

San Juan Crisóstomo enseña que el agua y

la sangre que, sobre la Cruz, brotaban

desde el corazón de Cristo, simbolizan el Bautismo y la Eucaristía,

que son alimentos necesarios para los fieles. El Bautismo constituye una decisión capital para el hombre y la mujer en

los primeros siglos de la Iglesia naciente; es ruptura con el pecado, con el

mundo, con la familia que seguía permaneciendo en el paganismo. Pedro

exhortaba y los hombres que le preguntaban: ¿Qué debemos hacer?

Y contestaba: “Arrepiéntanse, que cada uno de ustedes se haga

bautizar en Nombre de Jesucristo para la remisión de sus pecados y

que reciba, entonces, el Don del Espíritu Santo.” Los Obispos han dado gran importancia a la catequesis y preparación de

los catecúmenos; para recibir los Misterios de la Iniciación Cristiana

(Bautismo, Crismación/Confirmación y Eucaristía). Para ello, los

pastores, inspirándose en la Sagrada Escritura, fuente inagotable de la

Palabra revelada, mediante homilías y catequesis, explicaban el contenido

salvífico del Sacramento Bautismal. Junto al gran Misterio de la fe,

explicaban, además, los advenimientos, narrados en los textos sagrados

del Antiguo Testamento, como símbolos prefigurados de la realidad

misteriosa del agua y la fuerza del Espíritu de Dios que se cumple al ser

bautizados, “Iluminados.” Los símbolos bautismales fueron ampliamente

comentados, haciendo ver que el Bautismo es purificación de los

pecados, remisión de las deudas, fuente de renovación y un nuevo

nacimiento. El Bautismo Según los Padres Griegos.

31º DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS – TONO 6º

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TROPARIO DE LA RESURRECCIÓN - TONO 6°

Coro: Las potestades angelicales estaban ante Tu tumba, / y los que te

vigilaban cayeron como muertos, / y María entrando en Tu sepulcro, / buscaba

Tu Purísimo Cuerpo. / Te despojaste del infierno sin ser entrampado por el. /

Descendiste al encuentro de La Virgen dando vida, Oh Señor, / que de entre los

muertos resucitaste, / Gloria a Ti. //

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los

siglos de los siglos. Amén:

CONTAQUIO DE LA RESURRECCIÓN - TONO 6°

Coro: Levantando a todos los muertos con Su Vivificante Mano/ de los valles

tenebrosos, Cristo Dios Nuestro, Dador de Vida, / quiso conceder la

resurrección de esta masa humana. / Porque Él es Salvador de todos, / la

Resurrección, / la Vida y Dios de todos. //

Diácono: Atendamos.

Sacerdote: Paz a todos.

Lector: Y a tu espíritu.

Diácono: Sabiduría.

Lector: PROQUIMENO en el Tono 6°

Lector: Oh Señor, salva a Tu pueblo, y bendice Tu heredad; Tu heredad.

Coro: Oh Señor, salva a Tu pueblo, / y bendice Tu heredad; / Tu heredad. //

Verso: A Ti clamaré, oh Señor mi fortaleza; no guardes silencio para mí.

Coro: Oh Señor, salva a Tu pueblo, / y bendice Tu heredad; / Tu heredad. //

Verso: Oh Señor, salva a Tu pueblo.

Coro: Y bendice Tu heredad; / Tu heredad. //

Diácono: Sabiduría.

ECTURA DE LA CARTA DEL APOSTOL SAN PABLO

A LOS EFESIOS. (Efesios 4: 7 – 13)

Diácono: Atendamos.

Hermanos: A cada uno de nosotros le ha sido concedida la gracia, en la

medida de los dones de Cristo. Por eso dice: Ascendiendo a las alturas,

llevó cautiva a la cautividad; y repartió dones a los hombres. Decir;

“Ascendió”, ¿significa que también descendió a las regiones inferiores

de la tierra? Este que descendió, es el mismo que también ascendió por

sobre todos los cielos para llenarlo todo. Él mismo, constituyo a unos el

ser apóstoles; a otros profetas; a éstos, evangelistas; a aquellos, pastores

y doctores; para la perfección consumada de los santos en orden a las

funciones del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo; hasta

que nos encontremos todos en la unidad de la fe y del conocimiento

pleno del Hijo de Dios, al estado de hombres perfectos, a la medida de la

plenitud de Cristo.

Sacerdote: Paz a ti.

Lector: Y a tu espíritu.

Diácono: Sabiduría.

Lector: ALELUYA, en el Tono 6°

Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.

Lector: El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del

Omnipotente.

Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.

Verso: Diré yo al Señor, Esperanza mía y Castillo mío, mi Dios, en Él

confiaré.

Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.

Diacono: Sabiduría. Estemos de pie, escuchemos el Santo Evangelio.

Sacerdote: Paz a todos.

Coro: Y a tu espíritu.

ECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN

MATEO. (Mateo. 4: 12 – 17)

Coro: Gloria a Ti, Señor, Gloria a Ti.

Sacerdote: Atendamos.

En aquel tiempo:

Cuando el Señor oyó

que Juan había sido

entregado, se retiró a la

Galilea. Y dejando

Nazaret, fue a habitar

en Cafarnaúm, ciudad

situada junto al mar, en

los confines de

Zabulón y Neftalí; para

que se cumpliera lo

dicho por el profeta

Isaías: ¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, al otro

lado del Jordán, Galilea de los gentiles; El pueblo que habitaba en

tinieblas, ha visto una gran luz; y a los que habitaban en región de

sombras mortales una luz se levantó! Desde entonces comenzó Jesús a

predicar y a decir: «Conviértanse; porque el Reino de los Cielos se

acerca».

Coro: Gloria a Ti, Señor, Gloria a Ti.

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