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Historia Digital, XVIII, 31, (2018). ISSN 1695-6214 © Andrea Martins Bordoni, 2018 182

Redes Sociales en la América colonial del S XVII.

Las comunidades negras de esclavos

Dª. Andrea Martins Bordoni

Licenciada en Psicología-Maestranda en Historia Rioplatense

Universidad de la República (Uruguay)

Profesora de Educación Secundaria

Resumen

Bertrand y Moutoukias, nos introducen de una manera práctica en el

mundo del contrabando, la esclavitud, los viajes y estrategias de navíos y

puertos, las rivalidades imperiales en el viejo y el nuevo mundo y en los

complejos entramados de redes sociales humanas que se generaban desde los

puntos neurálgicos de las mencionadas diversas áreas, entre Europa, América

y África entre los siglos XVI y XVIII principalmente y los increíbles alcances que

lograban. Ocultas del hombre blanco, las redes negras generaron vínculos que

los unieron más allá de las fronteras y los liberaron más allá de la esclavitud,

permitiéndoles conservar (al menos en parte) su identidad cultural y generando

un sentimiento de comunidad y de proteccionismo que funcionó incluso hasta

hace no mucho tiempo en las construcciones familiares y sistemas de cuidados

y responsabilidades

Abstract

Bertrand and Moutoukias, introduce us in a practical way in the world of

contraband, slavery, travel and strategies of ships and ports, imperial rivalries

in the old and new world and in the complex webs of human social networks

that were generated from the neuralgic points of the mentioned diverse areas,

between Europe, America and Africa between the XVI and XVIII centuries

http://www.fundacionarhis.org/



mainly and the incredible scopes that they obtained. Hidden from the white

man, the black networks generated ties that united them beyond borders and

liberated them beyond slavery, allowing them to retain (at least in part) their

cultural identity and generating a sense of community and protectionism that

worked even until not long ago in family constructions and systems of care

and responsibilities.

Palabras Clave

Redes sociales, colonias, tráfico de esclavos, esclavitud, identidad.

Keywords

Social networks, colonies, slave trade, slavery, identity.

Las redes sociales han sido siempre base de los asuntos de todo tipo,

concernientes a prácticamente todas las áreas implicadas en la supervivencia

de los núcleos humanos en las diversas colectividades desde los primeros

grupos conformados en comunidades en las que existían roles y cadenas de

mando, jefes y subordinados, sabios y aprendices y un sinfín de etcéteras entre

los que contaron intercambios con otros grupos dentro de lo que podríamos

llamar las primeras transacciones comerciales, pero también y de manera muy

importante para el desarrollo humano, transacciones o intercambios culturales,

de saberes, técnicas, experiencias, valores a veces mayores incluso que los de

tipo material.

El presente trabajo parte principalmente de dos capítulos que han sido

tomados de un libro coordinado por el autor de la introducción (aunque

pretende no quedarse “anclado” EN ELLOS), están bien documentados (según

las lecturas complementarias hechas para poder dar una perspectiva crítica) y

son simplemente una pequeña muestra seleccionada en base a intereses

personales, de un gigantesco y atrapante temario dentro del campo

historiográfico.




Michel Bertrand hace una introducción a la obra desarrollando la

evolución de la investigación histórica desde la década de los ´60 del S XX

hasta finales del mismo. Divide la obra en dos partes, la primera, aquella en la

que desde el tejido relacional familiar, se analiza su movilidad en las élites

sociales.

Plantea que en los años ´60 se dio una renovación de la historia social

basada en las nuevas teorías sociológicas. Se empieza a oponer la visión de

estructura social basada en lo jurídico a un nuevo enfoque que la sustenta en

lo económico. A partir de los años ´70 la crítica a la búsqueda de una historia

global, llevaría al redescubrimiento del actor individual como sujeto central de la

historia. Los aportes de Michel Foucault levarían a reflexiones epistemológicas

sobre la construcción del discurso histórico y comienza a edificarse la

interdisciplinariedad con el hallazgo de un lenguaje común y unificador para las

ciencias, la epistemología. Habría un debilitamiento de la posición braudeliana

de los annales.

Hace una breve introducción al interesante concepto de “Microstoria” en

cuyos planteamientos centrales estaría el concepto de “Red social”

promoviendo el debate entre las relaciones de actores sociales, además de

posibilitar la combinación con otras variables como intensidad y fines. Revisa la

conversión de “contexto” de marco rígido y fijo en elemento dinámico

participativo del desarrollo histórico.

En una segunda parte de la obra se abarcan lazos de muy diversa índole

y el rol de los mismos en la construcción de identidades y redes sociales. En un

mundo en el que las distancias eran un importante obstáculo, superarlas se

convierte en una de las finalidades de dichas redes, especialmente ara el

comerciante del S XVIII. Para Bertrand la confianza era el elemento fundador

de las relaciones profesionales. Dichas redes serían además, herramientas

para la construcción de identidad social.




En el capítulo, Moutoukias hace una crítica sobre la teoría de

Granovelter sobre lazos débiles y lazos fuertes. Granovelter propone que los

lazos fuertes constituirían círculos de relaciones superpuestas en los que todos

se conocen y acceden a los mismos recursos. Los lazos débiles serían puentes

hacia otras posibilidades. Identifica los primeros con relaciones locales y los

segundos con vínculos hacia el exterior.

Moutoukias nos recuerda que siempre ha habido casos en los que las

distancias debilitan los lazos y otros en que esos lazos se convertían en la

razón y el medio para afrontar los desafíos de la distancia. Destaca al igual que

Bertrand que la confianza era un aspecto central en los negocios de economía

de Antiguo Régimen.

Propone tener presente la importancia de observar más allá de los

límites que fija la visión de las relaciones sociales implícitas en el modelo de la

familia patriarcal.

Definición de Red Social: “…noción de una red social como un conjunto

específico de vínculos entre un conjunto definido de personas, con la propiedad

adicional de que las características de estos vínculos como un todo pueden ser

utilizadas para interpretar el comportamiento social de las personas

implicadas.” 1

Bertrand y Moutoukias, nos introducen de una manera práctica en el

mundo del contrabando, la esclavitud, los viajes y estrategias de navíos y

puertos, las rivalidades imperiales en el viejo y el nuevo mundo y en los

complejos entramados de redes sociales humanas que se generaban desde los

puntos neurálgicos de las mencionadas diversas áreas, entre Europa, América

y África entre los siglos XVI y XVIII principalmente y los increíbles alcances que

lograban. Utilizan para ello, el estudio a fondo de la correspondencia de los

comerciantes de la época, los archivos de registros portuarios y documentos

del Archivo de Indias y de los diferentes Virreinatos de aquellos siglos, los

1 Clyde Mitcell, 1969, pág. 3




registros particulares y libros de “a bordo” de los barcos, comparativas entre

registros e incluso correspondencias particulares.

Las lecturas comparativas y expansivas sobre la temática nos muestran

por ejemplo que en la Teoría de las Redes Sociales de Carlos Lozares2, se

recorren, estudian, y redescubren caminos, se confirman las diferentes

evoluciones teóricas y metodológicas que se generan con el paso del tiempo

en el estudio de dichas redes y como además se ha ido convirtiendo

necesariamente en un tema de estudio múltiple interdisciplinario. Con tantos

entresijos y posibilidades resulta casi imposible desentrañar la gran

complejidad y la totalidad del/los alance/s que comprendieron las Redes

Sociales de la época. También nos enseñan un mundo tejido con redes de

muchos tipos, cumpliendo infinidad de roles, sociales, económicos, políticos,

religiosos, e incluso simbólicos como en las redes negras generadas casi de

forma espontánea buscando la conservación de costumbres y religiones. 3

Ocultas del hombre blanco, las redes negras generaron vínculos que los

unieron más allá de las fronteras y los liberaron más allá de la esclavitud,

permitiéndoles conservar (al menos en parte) su identidad cultural y generando

un sentimiento de comunidad y de proteccionismo que funcionó incluso hasta

hace no mucho tiempo en las construcciones familiares y sistemas de cuidados

y responsabilidades. Hasta hace bien poco (incluso en algunos casos hasta

nuestros días han sido los “negros” quienes a través de sus redes familiares se

han encargado de cuidar a los suyos que lo necesitaran. De ese modo, los

niños huérfanos (por ejemplo) o aquellos de cuyos padres no podían hacerse

cargo, los ancianos y desvalidos físicos o intelectuales, todos los miembros de

la comunidad que así lo requiriesen, han tenido acceso al cuidado y protección

de sus redes sociales. Son esos mimos mecanismos los que se ponen en

juego aunque de formas muy diferentes y con entramados contextualizados en

otros ámbitos, los que refieren a las redes sociales comerciales y sus

relaciones con el poder político y la familia patriarcal.

2 Disponible en revista-redes.rediris.es/recerca/jlm/ars/paperscarlos.rtf

3 García y Medina, 1997.




Todas las lecturas respaldan sin dudas lo expuesto por los autores

quienes se propusieron demostrar la existencia de un complejo entramado de

estas redes sociales comerciales en el Atlántico sur de entre los siglos XVI y

XVIII y lo consiguen con creces, demostrando además que se trata de un tema

tan basto e inabarcable que sigue abriendo puertas a futuras investigaciones

para quienes se interesen por ello.

En su trtabajo de 1996 4, Moutoukias nos refiere a las relaciones entre

los negocios que se realizaban en el Río de la Plata durante el S XVIII y el

poder polìtico o de cargo de referencia imporatntes.

Se propone demostrar la relación existente en aquellos tiempos entre los

negocios de éxito (incluido y particularmente, el contrabando) con las

posiciones políticas de poder, que se relacionaban directamente con los

conceptos de confianza y honor, además de los mecanismos por los cuales los

contratos se establecen en el interior de la misma red de relaciones personales

que aseguran su cumplimiento. Elige para ello un procedimiento de

reconstrucción de “[…] una red de relaciones personales movilizada a partir de

un incidente, la organización de una operación de contrabando y el

apresamiento de uno de los responsables. Luego tomaré uno de los puntos de

ese tejido a fin de observar su red egocentrada tal como aparece en su

testamento […]”

El objeto de estudio es una vez más para éste autor la importancia de

las redes sociales en las transacciones comerciales de la Latinoamérica

colonial. Lo hace a través del estudio meticuloso de documentación de la época

(tanto oficial como personal), es así que hace un exhaustivo análisis

documental y teóricamente se apoya en fundados estudios historiográficos y de

actualidad sobre redes sociales, economía, política, sociología y división del

trabajo entre otros. Es allí, en el marco de dichos estudios teóricos de una

extensa lista de autores y épocas y en el examen de los materiales dejados por

los propios actores, donde Moutoukias encuentra el respaldo teórico y

4 Negocios y Redes Sociales: Modelo interpretativo a partir de un caso riolpatense (S VIII)




metodológico para responder las preguntas que se plantea al respecto de las

mencionadas relaciones.

Con los medios mencionados pretende demostrar la contradicción

existente entre los contextos normativos y las representaciones que los

expresan y hacen circular la información.

A través de un entresijo de redes, nodos (actores egocentrantes de una

red), medios, espacios, distancias, parentescos, ambientes y relaciones, en las

cuales la confianza, la desconfianza y el honor son puntos clave en las

transacciones comerciales visibles en el incidente del “negocio ilícito” y puestas

de manifiesto más tarde en el testamento de un personaje político y

comerciante respetado (implicado) que saca además a la luz una red que

trasciende vínculos familiares y distancias.

Para sortear la problemática de generalizar, a partir de casos singulares,

toma la teoría de Banton (1980) sobre red total y red parcial. De ese modo,

“[…] la red reconstruida puede ser abstraída como un conjunto de puntos, los

individuos, vinculados por líneas, los lazos sociales; y que dicho conjunto

contiene cierto número de canales de comunicación. Producto del azar y de

ciertos comportamientos, esta configuración condiciona también la circulación

de las presiones necesarias al cumplimiento de los contratos […]” 5 En esta

nueva oportunidad Motoukias nos explica los complejos entramados que

formaban las redes sociales (más particularmente con cometidos comerciales)

a través de otro caso egocentrado.

“[…] Podemos encontrar otra respuesta en un estudio enfocado desde el

punto de vista del neoinstitucionalismo y aplicando la teoría de juegos. En su

trabajo sobre los comerciantes magrebíes durante el siglo XI, Avner Greif

(1989) trata una cuestión similar al ocuparse del problema que plantean los

agentes en las operaciones a gran distancia. Dichas operaciones se

organizarían en el interior de una coalición, dentro de la cual la circulación de la

5 Negocios y Redes Sociales: Modelo interpretativo a partir de un caso riolpatense (S VIII) Pág.

45




información permite sancionar con la exclusión a quien no cumple con las

expectativas de su propia reputación. Esto habilitaría la articulación de un

cálculo según el cual el valor futuro de ser honesto supera las eventuales

ganancias presentes de hacer trampa. Sin embargo del refinamiento de su

estudio, excluye de su análisis a la coalición misma, que obviamente constituye

una red de lazos sociales cuyas propiedades definen las formas de circulación

de la información así como la eficacia misma de la sanción. […]”

Por otra pate Elsa Caulas en su artículo de 20136, presenta las prácticas

mercantiles entre el Río de la Plata y los centros imperiales de la corona

española específicamente en Cádiz, ya que la autora hace su estudio en base

a una red egocentrada de una familia vasca establecida en Buenos Aires en el

S XVIII y en relación a los conflictos bélicos ente los imperios europeos en

aquellos años.

Lo hace al mejor estilo Zacarías Moutoukias, a través del estudio de la

correspondencia entre los diferentes nodos de la red vincular.

En esta ocasión resulta de gran interés ver como a través de la

correspondencia descubrimos hombres de negocios que no están establecidos

en un lugar fijo, sino que viajan por mar y tierra, abriendo los caminos del

mercado. Es necesario aclarar que éstas redes estaban “manejadas” por el

cabeza de familia, en familias completamente patriarcales en las cuales las

alianzas matrimoniales jugaban importantísimos roles.

Se propone reconstruir el conjunto de prácticas mercantiles de los

mercaderes vascos del Bs.As. virreinal, proponiéndose en primer lugar ubicar a

sus miembros establecidos en diferentes puertos y lugares, es con ese

propósito que reduce la escala de observación a una sola familia y su red.

Para ello decide adoptar dos líneas de abordaje, una que sigue el hilo de

la construcción del vínculos y los diferentes significados que va adquiriendo y la

6 Sociabilidades mercantiles y prácticas comerciales de los mercaderes vascos en el Buenos

Aires virreinal.




otra es la de intentar detectar “[…] los mecanismos por los cuales la solidaridad

o el conflicto, el comportamiento individual y la acción colectiva expresan la

importancia de los vínculos y las referencias a personas que era necesario

contactar en distintas situaciones.[…]” Realiza una selección el corpus epistolar

ya que en la correspondencia estudiada surgen multitud de otras temáticas de

diversas índoles.

Con este sistema la autora logra demostrar una capacidad mercantil de

una gran organización, establece escalafones, prioridades, formas de pacto y

crédito así como lealtades tanto familiares como de lugar de origen.

El estudio no difiere de otros realizados de forma más general sobre

redes y comercio en los tiempos de las colonias latinoamericanas, lo que trae

como novedoso es la perspectiva vasca, de ese arraigo a su tierra de origen a

pesar de la distancia y la importancia que daban a las noticias y/o sugerencias

llegadas del terruño.

Hay que reconocer sin embargo la capacidad de la autora para plantear

de forma clara sus objetivos, fundamentos teóricos y métodos a seguir.

Nos enfrentamos aquí a un amplísimo tema de estudio, investigación y

análisis, que explora un mundo que nos sería completamente “extranjero”

(extraño y difícil de entender) si no fuese gracias a los métodos modernos, de

análisis, compilación y almacenamiento en bases de datos y entrecruzamiento

de esos datos, entre otros.

Dado que la nacionalidad no era de importancia para los individuos de la

época y que de ese modo podían comerciar con cualquier punto del planeta

siempre que existiesen vínculos de confianza y les permitía además quedar

comercialmente desvinculados de sus respectivos reinos de turno. Si los

portugueses son expulsados de Colonia del Sacramento porque la corona

española conquistó el territorio, entonces esos ciudadanos portugueses toman

sin dudarlo la ciudadanía española y conservan así sus vínculos, tierras,

negocios y redes.




Con esa concepción de la nacionalidad y los nacionalismos, no es de

sorprender que las alianzas matrimoniales enviaran a hijos e hijas a tierras

lejanas en pro de mantener los capitales humanos y económicos de la familia.

De éstas redes, de éstas formas de pensar actuar, de las relaciones

basadas en la confianza y el honor, pero también de la corrupción política, del

mero interés económico a la hora de definir de qué lado se estaba y de tantos

otros entramados sociales, históricos, políticos y económicos, se forja el

rioplatense actual. Con indudables diferencias a ambos márgenes ribereños ya

que ni los negocios, ni la densidad de población y redes, ni los poderíos

políticos e influencias aledañas, ni tantos otros aspectos que hicieron historia,

fueron los mismos. Similares sí, pero no iguales. Construimos subjetividad

sobre las bases de nuestros antepasados, tan diversos y de tan diversos

orígenes que se mezclan en nosotros las sangres de muchas patrias viejas y

de muchas batallas viejas y no tan viejas. Nuestras redes sociales y formas de

funcionar, no difieren en gran medida de las que hicieron establecer y crecer a

nuestros pasados. Nuestra historia, es nuestra subjetividad, de allí venimos y

es a allí a donde debemos volver en busca de la misma.

En el Uruguay de hoy (y sería de suponer, que en el resto de

Latinoamérica), seguimos funcionando con redes que se basan en la confianza

y el honor, pero también en la corrupción política y el mero interés económico

de muchos a la hora de definir de qué lado están. Lo hacemos también a través

de redes esparcidas por todo el mundo, redes que tuvieron que crear y

organizar los protagonistas de los exilios políticos durante las dictaduras

latinoamericanas de las décadas de los 70 ´s y 80´s. Redes que tuvieron que

crear y organizar los protagonistas de varias crisis económicas que llevaron a

los latinoamericanos a buscar en sus raíces (aquellas que no importaban e el S

XVIII) una forma de sobrevivir a la hambruna, una forma de no dejar morir a

sus hijos. Para ello volvieron a funcionar las redes sociales tendidas (tal vez

desde entonces – S XVII y XVIII), en las que todos somos familia y todos




tenemos un primo, un cuñado, un hermano o un padrino, que vive y prospera

en otros puntos del planeta.

Las redes sociales de las que hablamos en este tipo de estudios

históricos-sociológicos, son redes humanas, solidarias y prácticas, que con los

avances de los nuevos tipos de “redes sociales” modernas y globalizantes, se

tornan tal vez más accesibles y más fáciles de seguir y controlar… o tal vez…

todo lo contrario.

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