Historia de los centros de enseñanza de La Aldea y su ... · de aquella sociedad que contaba los...
Transcript of Historia de los centros de enseñanza de La Aldea y su ... · de aquella sociedad que contaba los...
Historia de los centros de
enseñanza de La Aldea y su entorno (VI)
TASARTICO
Francisco Suárez Moreno Cronista Oficial de La Aldea de San Nicolás
Año 2007
-pág. 2-
© Textos: autor del trabajo
Fotografías: autores señalados al final
-pág. 3-
ÍNDICE
PRESENTACIÓN …………………………………………………..………….………………..5
1. UN SINGULAR ENTORNO…………………………………………….…………..…………..6
2. AJÓDAR, FORTALEZA INEXPUGNABLE DE LOS CANARIOS (1483) …. ………………………...9
3. LENTA RECOLONIZACIÓN (SIGLOS XVI Y XVII)....................................................................10
4. LA CONSOLIDACIÓN DEL PAGO (SIGLO XVIII)……………………………..……….……..10
5. CRISIS ECONÓMICAS Y MISERIAS (SIGLO XIX) .……………………………….……………28
6. CAMBIOS ECONÓMICOS Y SOCIALES (SIGLOS XIX Y XX) …………………...…………… 15
7. TIEMPOS RECIENTES …………………………………………………………………….. 21
ANEXOS ……………………………………………………………………………………29
FUENTES DE INFORMACIÓN E ILUSTRACIONES .…………………………………….……….. 41
ESCUELA DE TASARTICO
Breve historia de su entorno
5
6
9
10
10
28
15
21
29
41
-pág. 4-
Dedicatoria:
Al alumnado, profesoras , madres, familias…
que conocí entre 1986 y 1992,
con las que compartí
tantas excursiones por estos riscos
cuando periódicamente visitaba
la escuela unitaria para apoyo didáctico,
así como a los tantos vecinos
de entonces de los que guardo un gran recuerdo.
Y a mi inolvidable vecina, Mariquita Mayor “la de La
Esquina”
-pág. 5-
C.E.I.P. TASARTICO (2006)
La Escuela de Tasartico se hallaba en
el valle del mismo nombre, en Las
Rozas, zona donde se concentra el
núcleo principal. Su edificio es
moderno, con casa de maestro,
construido a finales del siglo XX.
Estamos ante un pago histórico con
una fuerte identidad y una escuela de
las más antiguas del municipio,
creada en 1923 para atender la
demanda escolar de un pago muy
lejano. Desde 1986, fecha en que la
matrícula había disminuido
sensiblemente con respecto a la de
veinte años atrás, la escuela contaba
con apoyos didácticos de
especialista*1.
IMAGEN AÉREA DEL VALLE DE TASARTICO. UBICACIÓN DE SU
ESCUELA (EN REDONDEL) (2002)
(*) Actualmente está cerrada por falta de matrícula (2012-2013).
-pág. 2-
-pág. 6-
1. UN SINGULAR ENTORNO El valle de Tasartico se encuentra enclavado dentro del macizo del Suroeste de
Gran Canaria, en un espacio natural protegido denominado Reserva Natural
Especial de Güigüi (2920, 9 hectáreas), donde se desarrolla un ambiente
climático seco y soleado salvo las laderas orientadas a barlovento (la umbría),
que recibe cierta humedad del recondensado alisio que favorece cierto verdor
sobre un terreno muy montañoso formado por materiales volcánicos muy
antiguos (de 14 a 10 millones de años): coladas volcánicas grises y bermejas del
primer escudo isla (basaltos de 14 a 13 m.a.), sobre el que se superpuso luego
otras coladas más claras (traquitas-riolitas de 13 a 10 m.a.). Ambos complejos
pertenecientes al Primer Ciclo de Formación de Gran Canaria.
A este escudo antiguo se le recortó una gran porción desde la costa por efectos
tanto de la erosión marina como por enormes desplomes del terreno, deslizados
hacia el fondo del mar, el origen de grandes bloques sumergidos que los
pescadores llaman "puestos de la mar" por su riqueza piscícola localizadas
mediante las "marcas" (trazos de coordenadas a ojo). Por ello encontramos
gigantescos acantilados, verdadero libro de la geología del lugar.
En este largo tiempo, la erosión de las aguas ha ido escarbando el terreno y
conformando una intrincada red de barrancos. En la formación del relieve
erosivo también ha influido oscilaciones del nivel del mar (por cambios
climáticos), basculaciones de la Isla y otras circunstancias.
RISCO PARTIDO. LA DEGOLLADA DE TASARTICO
La Aldea
Guguy Grande Tasarte Tasartico
Playa del Asno
Las Aneas
LOCALIZACIÓN DE TASARTICO EN EL MACIZO DEL SUROESTE. INFOGRAFÍA DE GRAFCAN.
Complejo de traquitas y
fonolitas ( -13 a -10
millones de años,
aprox.)
Complejo basaltos antiguos (-14 a -13
millones de años, aprox.)
-pág. 7-
Producto de citada la erosión abundan formaciones positivas curiosas
denominadas roques, morretes, puntones, cofres, castilletes, picachos; en las
cabeceras de barrancos entre una y otras cuencas espacios recortados que se
denominan degolladas y degolladita; filos de riscos (interfluvios) que según su
forma suelen denominarse lomos, lomas y lomitillos, así como las suaves
pendientes o planos inclinados en la base de los ricos se denominan laderas y
laderones. Y las caídas o saltos de aguas tienen la denominación de caideros.
Este extraordinario medio natural cuenta con una interesantísima masa vegetal de
muchos endemismos canarios y locales, algunos en peligro de extinción la
especies exclusiva del cabezón de Tasartico o cabezón de La Aldea
(Cheirolophus falcisectus). Abundan otras especies del piso basal como los
cardonales y tabaibales junto a balos, palmas, taginastes, acebuches… y en
espacios medios y más altos (400 a 1000 m), leñabuena, hogarzo o jugarzo y
curiosas plantas de riscos como lechugas, orejas… En cuanto a la fauna en los
acantilados costeros nidifican varias especies de aves marinas y en el interior
rapaces, lagartos…
Así entre una geomorfología singular, flora, fauna y memoria del lugar Tasartico
cuenta con una toponimia indicativa de su medio y su historia: Montaña de Los
Hogarzos, Montaña de El Lechugal, El Acebuche, El Roque Partido, La Esquina,
El Descojonado, Degollada de Gualope.
CABECERA DEL VALLE DE TASARTICO, DESDE LA ANGOSTURA, CUBIERTA DE LA VERDE ALFOMBRA DE ESPECIES VEGETALES DEL PISO BASAL.
Mtña. El Lechugal Los Cofres
-pág. 8-
MONTAÑAS DEL MACIZO DE LOS HOGARZOS-LOS CEDROS
DEGOLLADA DE TASARTICO Y LOS RISCOS DE LOS
COFRES A LA DERECHA, CUBIERTOS DE VEGETALES
DEL PISO BASAL TRANSGREDEN SU ESPACIO Y
ESPECIES DEL PISO MEDIO Y RUPÍCOLAS (DE RISCOS).
ENTRE OTRAS, EN REDONDEL LA ESPECIE ENDÉMICA
DE TASARTICO A GUGUY, EL CABEZÓN
(CHEIROLOPHUS FALCISECTUS)
-pág. 9-
2. AJÓDAR, FORTALEZA INEXPUGNABLE DE LOS CANARIOS (1483) La historia de esta alejada localidad grancanaria, enclavada en un antiguo valle
del Macizo del Suroeste tiene un primer jalón en la primavera de 1483, cuando
las fuerzas de ocupación de la isla, al mando del gobernador Pedro de Vera, se
presentan en este valle para acabar con la guerra de la Conquista de Canaria. La
complicada orografía facilitaba no sólo la defensa ante los ataques de los
conquistadores sino también un control visual del territorio desde el interior de la
isla hasta la costa. Y es por lo que, en este lugar, se había refugiado, en 1483, el
último contingente de canarios insumisos con la representatividad institucional
de aquella sociedad que contaba los últimos momentos: la princesa Arminda del
guanartemato de Agáldar.
El ejército invasor planifica, según las crónicas antiguas, una operación anfibia
tanto desde el mar, barranco arriba, como desde tierra, partiendo para atrincherar
a la resistencia canaria, que se había fortalecido en la mítica fortaleza natural de
Ajódar -probablemente la montaña de Los Hogarzos (o de Los Juagarzos), ya que
mejor responde a las descripciones de las crónicas: una montaña piramidal con
un enorme llano en su cima (donde se localizan unas importantes minas de
obsidiana y estructuras de piedra relacionadas con los cultos). Para ello contaba
el ejército castellano con una poderosa compañía de 200 ballesteros vascos, al
mando del capitán Miguel de Mújica. Pero aquella operación resultó el mayor
desastre militar que sufrieron los invasores en esta isla. La mayoría de aquellos
diestros soldados no vieron nunca más la luz, murieron con su capitán al frente,
al pretender escalar la montaña, víctimas de un estratégico plan de los canarios,
basado en el conocimiento del terreno y en un sistema defensivo que consistía en
hacer rodar un aluvión de piedras y otros materiales sobre la compañía de
ballesteros que pretendía ascender hasta la cima sin las debidas precauciones,
quizás envalentonados por una aparente huida de los canarios y la peligrosidad
de su armamento: la ballesta.
Los restos arqueológicos evidencian asentamientos de población por todo el
valle de Tasartico, enterramientos y localización en las altas montañas de
estructuras relacionadas con el culto divino y probablemente con los fenómenos
cósmicos (círculos torretas, que se pueden ver en las imágenes adjuntas de la
cima de Los Hogarzos o las de la montaña de Mogaren, junto a la de Adloba).
PERSPECTIVAS DE DE LA
MONTAÑA DE LOS HOGARZOS, EN
DIRECCIÓN SUR, HACIA LA
MONTAÑA DE ADLOBA AL FONDO
(2002)
-pág. 10-
3. LENTA RECOLONIZACIÓN (SIGLOS XVI-XVII) Vencida la resistencia canaria por rendición en la zona de Ansite, el nuevo poder
insular dependiente de la corona de Castilla, regido a través de un concejo o
cabildo, bajo la autoridad de un gobernador, reorganizó la vida social, económica
y política, siendo su primera acción el reparto de tierras y aguas, primero entre
los financieros y militares de la conquista y luego entre los colonos que se fueron
asentando en esta isla.
Pero Tasartico, acabada la Conquista, apenas se colonizó con europeos,
quedando desde un primer momento y luego a lo largo muchos decenios como
propiedad pública, es decir como bienes de la corona o realengos. Aunque es
cierto que después del siglo XVI se fue repoblando, quizás por algunos pastores
o carboneros de los montes y pinares cercanos, algunos seguramente
descendientes de los últimos canarios aborígenes, progresivamente adaptados a la
nueva sociedad y a los modelos de producción agraria.
Estos primeros asentamientos después de la Conquista debieron de tener lugar
cerca de los manantiales y sus habitantes vivieron durante varios siglos lejos de
una costa amenazada por los piratas y alejados también de la cabeza
jurisdiccional de La Aldea. Pero casi nada sabemos de estos primeros
repobladores.
4. LA CONSOLIDACIÓN DEL PAGO EN EL SIGLO XVIII El primer dato poblacional que por ahora conocemos data de 1730, cuando sólo
había cuatro familias que no llegarían a un total 20 habitantes. Cincuenta años
después, en 1785, la población había aumentado a 12 familias de residencia fija y
38 que venían por la temporada de la siega y recogida de la fruta. Es en este
momento de la Historia cuando Tasartico se dibuja casi tal cual como lo han
conocido nuestras personas mayores.
Por entonces, en el último cuarto del siglo XVIII, los cereales (millo, trigo,
cebada...) los productos pecuarios (carne, queso, miel…), los productos de las
montañas circundantes y del pinar cercano (leña, tea, brea...), no sólo
conformaban la economía campesina de autoconsumo, sino que sus excedentes
(el sobrante) se vendían a altos precios en el puerto principal de Canarias, Santa
Cruz de Tenerife, enriquecido entonces con el comercio del vino. Hasta allí
llegaba desde nuestros puertos naturales de las playas de El Asno, Guguy y La
Aldea aquella floreciente producción.
¿Por qué al litoral del valle se le denominó desde muy antiguo como Playa del
Asno? Suponemos, porque no hemos encontrado ningún documento escrito y la
tradición oral lo desconoce, que por esta playa se desembarcaba maderas, leña y
carbón de montes y pinares cercanos a lomo de estos animales que generan esta
singular toponimia que debe ser recuperada.
A partir de El Descojonado, punto más occidental de Gran Canaria, se entra de
lleno en el cuadrante suroeste del Mar de Las Calmas, zona de pesca por
excelencia de la Isla sobre todo en las temporadas de los atunes.
-pág. 11-
EL MAR DE LAS CALMAS DESDE LA PLAYA DEL ASNO, ZONA
TRADICIONAL DE PESCA DEL LITORAL Y DE MAR ADENTRO.
-pág. 12-
El valle de Tasartico producía, según los datos recabados por el Corregidor
Eguiluz, hacia 1785, unas 170 fanegas de millo, cuando en Veneguera sólo se
cultivaran 80, ó 200 en Mogán, frente a las 1.500 fanegas de cereales menudos
(trigo, cebada, centeno) del valle de La Aldea. Además era zona de pastoreo y de
recolecciones de leña y miel en abejeras silvestres.
Se recogía en este pequeño valle casi tantos granos como el vecino Tasarte,
aunque la mayor parte de los sembrados se producía en las laderas de secano, de
propiedad realenga, en largo conflicto con el representante real, cuya máxima
expresión conflictiva había sucedido en 1777, con el motín que tuvo lugar en La
Aldea, contra el corregidor Eguiluz.
La figura del Corregidor era por entonces como la de un alcalde para toda la
Isla y, a la vez, representante del rey en la misma, en un marco político
denominado Antiguo Régimen, determinado por el poder absoluto y de origen
divino del rey que administraba a sus súbitos apoyado en la nobleza, aunque por
esta época se llevaban a cabo grandes reformas con una nueva política, basada en
las ideas ilustradas. Eguiluz fue uno los personajes reales de esta corriente,
denominada también como “Despotismo Ilustrado”.
Cuando este ciclo económico y político se cierra, encontramos hacia 1820 un
censo parroquial que nos da con toda fiabilidad quiénes vivían aquí y en todos
los pagos de La Aldea. Moraban en casas humildes de piedra seca, de una planta
a dos aguas, muchas de las cuales aún subsisten. De las doce familias de
Tasartico, la más numerosa era la de Francisco Ramos y Nicolasa Carvajal con 8
hijos de 1 a 23 años de edad. Seguían cuatro casas con 4 ó 5 hijos y las restantes
con 1 a 3 hijos. El matrimonio más viejo era el Antonio Quintana y Gregoria
Vega con sólo 59 y 60 años, respectivamente, y sólo un vecino más alcanzaba los
64 años. En resumen estamos ante una población que comparada con la de hoy
era mucho más joven, pero con una esperanza de vida muy baja.
PERSPECTIVA DE TASARTICO: DESDE LA PLAYA DEL ASNO (2002). SALTO CON EL GARROTE (2007).
-pág. 13-
5. CRISIS ECONÓMICAS Y MISERIAS DEL SIGLO XIX Durante el siglo XIX ocurrieron grandes cambios políticos y económicos.
Llegaron las ideas liberales que implantaron una democracia tutelada por los
grandes poderes económicos. Se acabaron los privilegios de los notables y el
poder absoluto de los reyes, y en Canarias se suprimieron los privilegios fiscales
al comercio, aunque en 1852 volvieron a recuperarse con el célebre decreto del
puerto franco. Esto favoreció el desarrollo de los puertos y la entrada de granos y
harinas extranjeras, en contra el proteccionismo que favorecía a la producción
cerealística de pueblos como La Aldea, Mogán, etc., arruinando así las
economías campesinas que se sustentaban en los productos de las siembras,
como era el modelo de autoabastecimiento con comercialización del sobrante en
Santa Cruz de Tenerife desde estos valles del Suroeste. Además, el nuevo
régimen quiso poner en producción los grandes espacios realengos, de la Iglesia
y de los municipios, vendiéndolos a particulares, con lo que se privatizaron los
grandes cortijos y laderas de siembra de Tasartico; pero los compradores no
fueron las familias de este valle sino grandes propietarios, gente rica de otros
lugares. Por tanto aquellos cambios políticos y económicos del liberalismo no
beneficiaron a las clases humildes que moraban en Tasartico y en otros pagos.
Fueron años de atraso, a excepción del corto periodo de explotación de la
cochinilla entre 1855 y 1870 que, dicho sea de paso, fue favorecido por el puerto
franco. No obstante, el alto índice de natalidad casi duplicó el número de familias
que, en 1860, sumaban 23, con unos 96 habitantes y treinta años después, en
1890, a pesar de la sangría de la emigración a Cuba, con una sola familia más, se
llegaba a los 113 habitantes en este valle, según los censos parroquiales, que son
muy fiables. Estamos ante familias con una media de 3 a 4 hijos, a pesar de una
fertilidad muy alta que superaba los 6 u 8 partos. Son familias que viven dentro
de un marco económico cerrado y casi de subsistencia: siembra de cereales en
secanos; millos, hortalizas y frutales en los pocos espacios de regadío,
recolección de leña, ganadería… y la pesca de caña y marisqueo del cercano mar.
PUNTA DEL
DESCOJONADO Y LA
PLAYA DEL ASNO,
ESPACIO DE
MARISQUEO, PARA LA
SUBSISTENCIA
FAMILIAR (2002).
-pág. 14-
Al finalizar el siglo XIX los habitantes de Tasartico ya tienen un entronque
directo con las familias actuales (los bisabuelos y tatarabuelos de las personas de
mayor edad actuales). Concretamente en 1890 hay censadas 24 casas de familia:
como primer apellido, cinco tenían Herrera, cuatro Oliva, tres Navarro, dos
llevaban Díaz, otras dos González y tres se repartían entre Rodríguez, Luján y
Suárez, todas ascendientes de los actuales pobladores. Estaban muy
entrecruzadas, con un alto índice de consanguinidad, propio de los espacios
cerrados y aislados. Habían conocido la mencionada ruina de la economía del
cereal, a mediados del siglo XIX, los ciclos de sequías, las plagas de cigarras y
las epidemias mortales como las viruelas, la gripe, el cólera, etc.
Por este tiempo, ya se había producido la mencionada desamortización de los
bienes públicos, casi todos eriales y montañas: en 1870, Antonio de Armas,
vecino de Agaete, enriquecido con el comercio de la cochinilla, había comprado
en subasta pública al Estado un bloque de 1.500 fanegadas de eriales y riscos,
entre Guguy, Tasartico y Tasarte, fraccionada en seis cortijos, de los que tres se
hallaban en este valle: El Lechugal (50 fanegadas) La Solana de Tasartico (330
fanegadas) y La Umbría de Tasartico (343 fanegadas). Estos cortijos serán
arrendados por Armas y sus sucesores a personas del lugar para pasto de
ganado. Pero a principios del siglo XX se venden: La Umbría de Tasartico la
adquieren Manuel Umpiérrez y Manuel Rodríguez, más tarde se traspasa a
otros, los Mesa, y luego, más recientemente, a los Peralta. En cambio, el otro
gran cortijo, que llegaba al filo de los riscos de Guguy, La Solana de Tasartico,
lo compra María Dolores León Espino, de quien traen causa los actuales
herederos de Manuel León, con una propiedad ya fraccionada. Frente a esta gran
propiedad de eriales se hallaban en los cauces del barranco y barranquillos
pequeñas parcelaciones con propiedad muy fragmentada por sucesivas
transmisiones hereditarias.
A AMBOS LADOS DEL
BARRANCO DE EL
ASNO, DE MITAD
HACIA LA COSTA, SE
EXTENDÍAN DOS
GRANDES CORTIJOS,
BIENES PÚBLICOS
PRIVATIZADOS
EN 1870, POR LA
DESAMORTIZACIÓN
(IMAGEN DE 1984)
-pág. 15-
6. CAMBIOS ECONÓMICOS Y SOCIALES ( SIGLOS XIX Y XX) Entre finales del siglo XIX y principios del XX, la Ley de Puertos Francos
favoreció en Canarias la navegación, el comercio y la exportación de tomates y
plátanos a Europa, y si bien antes había hundido los precios de los cereales
ahora iba a reflotar las economías campesinas ubicadas cerca de las costas.
Introducción de los tomates
En nuestros mares se vive la época dorada del cabotaje insular, primero con los
veleros, algunos de triste destino como el Esperancilla (hundido por un
temporal, en 1875, frente a El Descojonado); y luego con los vapores, barcos
que se hicieron familiares por esta costa para el embarque del nuevo producto:
el tomate. Así surgieron en las playas, desde La Aldea hasta Mogán, los
almacenes de empaquetado de Fyffes, uno de ellos allá abajo en La Playa de El
Asno, en la Cueva del Dinero. Este espacio perdía su encanto y halo de leyenda
sobre supuestos tesoros enterrados, quizás de cuando en toda esta costa
recalaban los piratas para las aguadas en este cuadrante marino, que desde El
Descojonado hacia el Sur da comienzo a la tranquilidad marina, el “Mar de las
Calmas de Canaria”, frente a los embates de los mares del Norte por el influjo
del alisio.
Los tomates empezaron a generar cierta riqueza en Tasartico en los primeros
años del siglo XX, a pesar de que su abrupta orografía mantenía el secular
aislamiento y relegaba el desarrollo económico y social, con la única salida por el
mar. Bien es verdad que en el interior el paisaje humano de Tasartico apenas
había cambiado; permanecía casi igual al del siglo pasado, con otras caras de las
mismas familias, sus padres y abuelos seguramente.
Para analizar las nuevas generaciones del siglo XX en Tasartico, las que
conocieron los primeros cambios económicos del tomate, consultamos el censo
parroquial, el de 1924-1925, momento en que muchos canarios habían regresado
de Cuba y la sanidad había mejorado. Entonces este pago contaba con su escuela
pública, creada en 1923.
Las zafras de tomate generaban riqueza, las siembras de cereales coadyuvaban
a la subsistencia familiar, aunque persistía el aislamiento, la pobreza y la
tradicional precariedad.
Demografía: auge y endogamia
Se mantiene la misma veintena de casas de familia, con 120 habitantes, con una
medida de más de 4 a 5 hijos. Unos 20 vecinos superan los 60 años y 5
sobrepasan los 80. En casa de Benito González Medina vivía su suegra Feliciana
Navarro, que estaba a punto de cumplir los 90 años, una casa en la que, además,
convivían 8 hijos de 2 a 19 años. José Luján, casado con Úrsula Herrera, se le
acercaba con 86 años. Es evidente que la esperanza de vida había mejorado, si
comparamos con el censo del siglo anterior, el de 1820, cuando, entonces, de 61
habitantes sólo había 3 personas mayores, en edades de 60 a 64 años (ver en el
cuadro de la página 16, la relación de las 20 familias).
En aquella década encontramos prácticamente la misma sangre familiar del
siglo anterior aunque sus troncos están más ramificados y entrecruzados aún más
-pág. 16-
por matrimonios endogámicos: hay cuatro casas con cabeza de familia de los
González, tres son Díaz, otras tres familias se encabezan como Herreras, tres más
como Navarro, dos Lujanes y luego les siguen otras siete casas de apellidos
Oliva, Mayor, León, Suárez, Navarro, Llarena, Hernández y García.
El comienzo del golpe militar y la posterior Guerra Civil, iniciada en 1936,
tiene en este lugar un hecho sobresaliente: la captura del Delegado del Gobierno
Republicano en la zona Norte, Fernando Egea, el 24 de julio de aquel año, que
analizamos en el Anexo.
Después de la crisis económica de la Guerra Civil, la Segunda Guerra Mundial
y el aislamiento internacional al régimen de Franco, la economía del valle
comienza a recuperarse con la plantación de nuevos tomateros. Desde principios
de aquel siglo hasta bien entrados los años sesenta del siglo XX, los parámetros
sociales, familiares y económicos se mantuvieron. Aunque la economía agraria
implantada después de las guerras ya había evolucionado hacia un definido
capitalismo empresarial (empresas de los León, Mayor, etc.), en convivencia con
modelos tradicionales, los de las autoexplotaciones familiares.
ESTAMPA FAMILIAR DE TASARTICO, A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
-pág. 17-
CASAS DE FAMILIA TASARTICO HACIA 1924-1925
1. León OLIVA RODRÍGUEZ, padre, 68 años. Liberata HERRERA,
madre, 68 años. Hijos: Remedios (28 a.), Brígida, 26 a.) y Pabla
(24 a.).
2. Francisco DÍAZ MORENO, padre, 73 años. Romualda
HERRERA, 64 años. Hijos: Juana (18 a.), José (17 a.), Carmen (15 a.), Angelita (12 a.) y Marcelino (9 a.).
3. Clemente SUÁREZ MARTÍN, padre, 60 años (procedente de La
Rosa, La Aldea). Dolores ESPINO NAVARRO, madre (60 años). Hijos: Francisco, Antonio, Felipa y Manuel.
4. María OLIVA RODRÍGUEZ, viuda (70 años). Bernardino Díaz
Oliva (60 años, soltero), María Díaz Oliva (35 a.), Tomasa Díaz Oliva (43 a.). Marcelino Díaz (8 a.).
5. Saturnina DÍAZ, madre (30 años). Hijos: Margarita Díaz (18
a.), Francisco Díaz (14 años), Domingo Díaz (10 a.), Fulgencio Díaz (8 a.), Adelina Díaz (6 a.), Francisco Díaz (4) y Silvestre
Díaz (3 a.).
6. José Miguel MAYOR MAYOR, padre (48 años), María
QUINTANA SÁNCHEZ, madre (46 años). Hijos: Josefa (22 a.),
María del Pino (19 a.), Trinidad (17 a.), José (16 a.), Juan María
(13 a.) y Raimundo (12 a.).
7. Hermenegildo DÍAZ MORENO (60 años) y Juana SUÁREZ
ROSA, esposa (60 años).
8. Dolores LEÓN ESPINO, viuda, (60 años). Manuel León, sobrino (19 años).
9. Catalina HERNÁNDEZ, viuda (50 años). Hijos: María (25 a.),
Matías (20 a.), Juana (12 a.), Mercedes (10 a.), Carmen (8 a.) y Santiago Herrera Hernández (6 a.).
10. Juan HERRERA RODRÍGUEZ, padre, (80 años). Teresa LUJÁN
BOLAÑOS, madre (68 años). Hijo: Francisco Herrera Luján (29
a.).
11. José LUJÁN BOLAÑOS, padre, (86 años). Úrsula HERRERA
GONZÁLEZ, madre (70 años). Hijos: Antonio (21 a.) y Manuel
Luján Herrera (18 a.).
12. Manuel GARCÍA SÁNCHEZ, padre (21 años). Antonia LUJÁN
HERRERA, madre (23 años). Hijo: Manuel García Luján (1 a.).
13. Victoriano LUJÁN HERRERA, padre (41 años). Rosenda MEDINA,
madre (41 años). Hijos: Fermín (7 a.), Maximina (5 a.), Pedro (3 a.) y
Salvador (2 a.) Luján Medina.
14. Baldomero NAVARRO ARMAS, padre (50 años). María
(Concepción) HERRERA GONZÁLEZ, madre (50 años). Hijos:
Marcelina (16 a.), Miguel, el de Guguy (14 a.), María (11 a.), Leoncio (9 a.), Tomás (4 a.) y María San Pedro Navarro Herrera.
15. Vicente GONZÁLEZ MEDINA, padre (50 años). Florentina
HERRERA LUJÁN, madre (45 años). Hijos: Francisco (18 a.), Encarnación (15a.), Domingo (13 a.), Benigna (11 a.), Juana (6 a.),
Julia (4 a.), Aurelio (3 a.), María Natividad (1 a.) y Amado (0).
16. Eusebio GONZÁLEZ MEDINA, padre (45 años). Tomasa RAMÍREZ
ALMEIDA, madre (28 años). María ALMEIDA GONZÁLEZ, sobrina (24
años). Hijos: Soledad (6 a.), Eusebio (4 a.) y Juan (1 a.) González
Ramírez.
17. Nicolasa HERNÁNDEZ SEGURA, viuda (80 años). Hijos: María (55
a.) y Juan (54 a.) González Hernández.
18. Juan Dolores GONZÁLEZ MEDINA, padre (62 años). María José HERRERA LUJÁN, madre (56 años). Hijos: Josefa (21 a.), Aniceto (18
a.), Adelina (15 a.), Teodora (12 a.), Antonia (10 a.), Carmen (7 a.),
María (4 a.) y Lucrecia González Herrera (0 a).
19. Feliciana NAVARRO GODOY, viuda (89 años). Benito GONZÁLEZ
MEDINA, padre (58 años). Juana ESPINO NAVARRO, madre (56 años).
Hijos: Domitila (19 a.), Manuel (17 a.), Julia 15 a.), José (13 a.), Donoso Maximiano (11 a.), Ezequiel (7 a.), Buenaventura (5 a.) y
Francisco González Espino (2 a.).
20. Antonio NAVARRO GODOY, padre (60 años). Isabel GONZÁLEZ
VEGA, madre (52 años). Hijos: José (23 a.), María (20 a.), Sinforosa
(18 a.) y Domingo Navarro González (12 a.).
TOTAL: 120 habitantes.
Fuente: Archivo Parroquial San Nicolás de Tolentino. Censo 1924-
1925.
VECINOS DE TASARTICO FRENTE A LA TIENDA DE MAYOR, EN LAS ROZAS, AÑOS
SESENTA APROX..
-pág. 18-
La carretera abre el barrio hacia el exterior (1957)
El enlace de carretera con La Degollada (1957-1958), contribuyó al desarrollo
del cultivo y empaquetado de tomate, que detallamos en el siguiente epígrafe.
Aquel mismo año, el 28 de abril, (kilómetro 3,8. GC 204), un camión se queda
sin frenos en la rampa de subida a La Degollada y arrolla en marcha atrás al
vecino Manuel García, que intentaba detenerlo.
La carretera aceleró el crecimiento económico y demográfico de los años 60-
70, llegándose a una población de 130 habitantes. La celebración de la fiesta
patronal comenzó a ser anual. Se construyó la ermita en Las Rozas, en el marco
de una gran polémica entre los vecinos de la zonas baja y alta, y mejoraron los
niveles económicos familiares, e incluso se puso la primera tienda y teléfono
público, también en Las Rozas.
No obstante, a lo largo de la década de 1960, persistieron las costumbres de las
ayudas en las faenas de trabajo (siembras, descamisadas, muerte del cochinillo),
las relaciones sociales en cuanto a la vida y a la muerte (el acompañamiento, las
velas de paridas, etc.), leyendas como la Cueva del Dinero en la playa del Asno,
la tradición culinaria, las creencias paranaturales de brujas y miedos, la visión
sacralizada del cosmos...; una memoria del ayer reciente, parte de la cual se
recoge en los anexos finales de esta breve historia.
RAMPA DE SUBIDA DE LA CARRETERA DE TASARTICO HASTA LA DEGOLLADA.
LA FLECHA SEÑALA EL LUGAR DEL PRIMER ACCIDENTE.
-pág. 19-
EL BARRIO DE TASARTICO EN SU PRIMERA
FIESTA DE SAN LUIS A FINALES DE LOS
CINCUENTA
-pág. 19-
-pág. 20-
-pág. 2-
FIESTA DE SAN LUIS EN LOS AÑOS SESENTA
-pág. 21-
7. TIEMPOS RECIENTES (1950-2007) Las primeras plantaciones de tomateros en el valle de Tasartico (1900-1970), eran
de poco rendimiento (de 5000 a 7000 kilogramos por fanegada). Carecían de
tratamientos fitosanitarios adecuados y sufrían el insalvable problema del
transporte, porque sin una vía terrestre adecuada el desarrollo económico de un
pueblo queda completamente relegado. En los primeros decenios se empaquetaba en la Cueva del Dinero de la Playa del
Asno, primero la casa inglesa Elder-Fyffes y luego la Casa Nueva (1900-1936).
Pero en los años cincuenta toda la producción de las autoexplotaciones familiares
había que llevarla, sobre bestias, a los recibos de El Hoyo o a los almacenes de La
Aldea.
Hacia 1957-1958 se trazó el primer tramo de carretera, entre la Degollada de
Tasartico y las Casas Tejadas y, a continuación hasta la playa. La década de los
años sesenta, de crisis para el sector tomatero, genera no obstante un crecimiento en
este valle, con la perforación de nuevos pozos, cuyas aguas riegan unas 15 ó 17
hectáreas. Es el momento en que surgen las empresas locales de producción y
empaquetado de esta fruta, que atrae a inmigrantes temporales de La Aldea y otros
pagos, con lo que se alcanza, como antes indicamos, una población de 130
habitantes.
PLANTACIONES DE TOMATEROS, EN LAS CASAS BLANCAS, 2002, COEXISTEN ALGUNOS CULTIVOS A CIELO
ABIERTO CON LOS CUBIERTAS DE PLÁSTICO.
-pág. 22-
IMAGEN AÉREA DE OCTUBRE DE 1954. EJÉRCITO DEL AIRE
TRAMO ENTRE LA COSTA Y LOS BARRANCOS DEL ACEBUCHE Y AGUA SABINAS
La zona permanece aún despoblada y sin cultivos
Cueva del Dinero en Playa del Asno
Cueva de Egea donde se refugió el grupo de autoridades republicanas
en julio de 1936, Egea, Suárez y otros.
-pág. 22-
El Descojonado
OCÉANO ATLÁNTICO
Calladitos de Macías
Playa del Asno
Mtña. Las Tabaibas
El Balo
La Cisterna
Las Aneas
Bco. de Tasartico
Bco. del Acebuche
Aguasabinas
-pág. 23-
IMAGEN AÉREA DE OCTUBRE DE 1954. EJÉRCITO DEL AIRE
TRAMO ENTRE LA GAMBUESA Y LA DEGOLLADA
Se mantiene aún las parcelaciones de regadío antiguas
en los márgenes del barranco principal y afluentes, entre
Las Rosas (con una sola casa) y Las Casas Blancas-La Esquina (núcleo
principal de la población). No hay carretera.
Línea del Camino Real entre Las Rosas y La Degollada
.
Las Rosas
La Gambuesa
Las Casas Blancas
La Esquina
La Degollada
Montaña de Aslobas o
Adlobas
Tasarte
-pág. 24-
Las sequías de los años setenta aceleraron la crisis del sector tomatero de
Tasartico, a lo que se une un verdadero éxodo de la población hacia La Aldea, la
capital insular y centros turísticos, lo que redujo los efectivos humanos a la mitad
del anterior censo. No obstante, a principios de los años ochenta, comenzó una
nueva etapa económica del tomate, caracterizada por la modernización de las
estructuras agrarias, una gestión empresarial más eficaz frente a los precios
competitivos de los mercados europeos.
Fue el momento en que se perforaron nuevos pozos en el barranco por iniciativa
del Servicio Hidráulico, para cuya explotación se creó, en 1981, la Comunidad de
Regantes de Tasartico, que agrupó al 95 % de los propietarios del valle. La Agencia
del Servicio de Extensión Agraria de La Aldea, en 1983, calculaba que con ello se
podía regar unas 13 hectáreas, repartidas en unas 20 parcelas, lo que supondría el
42% de la superficie cultivable, sobre todo con la puesta en funcionamiento de los
pozos Tasartico III y IV. A ello se unía un total de 8 pozos de propiedad privada,
con una producción media de 3,86 litros por segundo. Este Servicio evaluaba la
superficie cultivada de tomateros en unas 7,8 hectáreas, de las que el 48% ya
estaban regadas por goteo y el 52% aún por riego a manta (no se imaginan ustedes
el trabajo que tuvieron los técnicos para convencer a los agricultores de las ventajas
de los riegos artificiales y otros adelantos). El resto de la producción del valle lo
constituían unas 1,5 hectáreas de plataneras; de frutales, 0,79 ha y hortícolas, 0,32
ha; todo regado a manta. La idea, en 1982-1983, era poner en producción unas 30
hectáreas, con el agua aportada por los nuevos pozos gestionados por la Comunidad
de Regantes, lo que no pudo llevarse a cabo en su totalidad.
POZOS DE LA COMUNIDAD DE REGANTES Y RED DE ELECTRIFICACIÓN, 2006
A partir de los años noventa, la modernización se aceleró con el cierre con
mallas, la electrificación del valle y la mecanización completa de los riegos y otras
mejoras técnicas de cultivos y de fertilizantes, con lo que se logró elevar el
rendimiento de los cultivos de tomateros en el marco de la gestión de las
cooperativas. Al finalizar el siglo la capitalización de los cultivos se orienta al
cierre con mallas, mecanización digital de los riegos y otras mejoras técnicas de
cultivos y de fertilizantes que persiguen aumentar la producción por la vía del
cooperativismo agrario.
-pág. 25-
En el marco de la estudiada crisis y posterior recuperación de la economía del
tomate transcurre la historia más reciente de Tasartico. Destaca el éxodo rural o
,más bien, diáspora de los años setenta y ochenta del siglo pasado, que redujo su
población en 1983 a sólo 35 habitantes. En los años siguientes, con una natalidad
muy reducida, se da un crecimiento demográfico muy lento para alcanzar en
2006 alrededor de 80 habitantes.
La estudiada tecnificación de los cultivos de tomateros no alcanza a los
espacios de décadas anteriores. Se mejora a partir de los ochenta la comunicación
por carretera con el nuevo enlace desde la Degollada de Tasarte-Subida de El
Hoyo, que ahorraba bastante tiempo frente al sinuoso trayecto de la pista de tierra
que tenía que llegar a Artejévez.
La escuela pública, en estos últimos veinte años, ha sido el centro cultural del
barrio. A finales de la década de los ochenta y principios de los noventa, a pesar
de su reducida matrícula, es potenciada por la administración autonómica,
integrándola en la red del Colectivo de Escuelas Unitarias de La Aldea,
coordinado por el Centro de Recursos de Educación Compensatoria, que imprime
un fuerte apoyo didáctico y de relación con otros centros, desde 1986, cuando en
varias ocasiones Tasartico llega a ser punto de encuentro de profesores, padres y
alumnos del colectivo de Escuelas Unitarias de La Aldea.
En estos primeros años del Colectivo ocupan la plaza las profesoras doña
Arcadia y doña María del Pino (Pimpinela). Ésta potencia aún más la
dinamización cultural del barrio creando una rondalla y estructurando mejor los
programas de las fiestas patronales y apuesta por la construcción del nuevo
centro. A pesar de la reducción de matrícula, la Administración autonómica hace
un gran esfuerzo y construye un nuevo edificio en los años noventa.
-pág. 26-
ALUMNOS DE LA ESCUELA DE TASARTICO A PRINCIPIOS DE LOS OCHENTA SIENDO MAESTRO ANTONIO PÉREZ AGUIAR
-pág. 27-
ARRIBA: COLECTIVO DE ESCUELAS UNITARIAS Y PROFESORADO DE LA ALDEA, EN LA ESCUELA DE TASARTICO, HACIA
1990, EN SESIÓN DE TRABAJO DE PERFECCIONAMIENTO E INNOVACIÓN EDUCATIVA.
ABAJO: ALUMNOS, MADRES Y PROFESORAS DE LAS ESCUELAS UNITARIAS DE TASARTICO Y EL RISCO, EN JORNADA DE
CONVIVENCIA EN LA DEGOLLADA DE GUALOPE, CURSO 1987-1988
-pág. 28-
Dentro del capítulo de la nueva diversificación económica se plantea, a
principios de los ochenta, el uso de suelo para turismo de sol, con proyectos de
desarrollo urbano en la zona de la playa dentro de un plan de los propietarios de
la margen izquierda, los Peralta. La posible especulación se ve truncada por la
legislación autonómica ambiental al incluir la zona dentro la red de espacio
naturales protegidos. No obstante, se permite a principios de los años noventa un
uso controlado en una zona de la margen derecha del barranco, menos agresivo,
cerca del mar, para un camping que toma el nombre de Villamar, con lo que
atenuaba los grandes problemas ambientales que se creaba en La Playa del Asno,
con los residuos incontrolados de los campistas, a lo largo de los años de la
citada década.
El barrio apenas crece. En el interior, las nuevas construcciones urbanas o las
rehabilitaciones de las casas antiguas, iniciadas en los años noventa de forma
muy lenta, no se hacen con la debida consideración para su integración dentro de
un paisaje rural de alto valor histórico y ecológico. Es así como el valle va
perdiendo los valores patrimoniales arquitectónicos preexistentes hasta hace muy
pocos años. Y muchos de los bienes etnográficos referidos a estructuras
hidráulicas antiguas, eras de trilla, viviendas tradicionales, hornos, cuevas
singulares… no se encuentran con la debida protección, siendo los propios
habitantes del lugar los que debieran ser los más celosos defensores.
PLAYA DE EL ASNO O DE TASARTICO. A POCOS METROS DE LA MISMA EL CAMPING.
-pág. 29-
pág. 2-
ANEXOS
Cuentos y curiosidades
-pág. 30-
Desde Guguy a Tasarte encontramos muchas leyendas de sonidos extraños, de brujas, de tesoros ocultos como el
de Barranco Oscuro en Tasarte o la Cueva del Dinero en la Playa del Asno. La realidad es que en las sombras de
roques, rocas y cuevas se dibujan mil formas extrañas que parecen dar rienda suelta a la imaginación, como
pueden apreciar en las fotografías adjuntas.
En 1980 las alumnas de Magisterio, hoy maestras, Rosa Delia Ojeda y Gertrudis Rodríguez, en un trabajo de
investigación que orientamos, recogieron de los mayores de Tasartico la siguiente versión del cuento de la
Cueva del Dinero: En La Playa de Tasartico existe una cueva y cuenta la leyenda que en ella se encontraron
un cofre lleno de dinero. Pero existía la creencia de que todo lo encontrado estaba maldecido y, por tanto, no se
podía coger hasta que fuese bendecido. Quien lo descubrió corrió a La Aldea en busca del “agua bendita” y
cuál no sería su asombro cuando al ir de nuevo a buscar su tesoro ya éste no se encontraba allí y en su lugar
había un enorme lagarto.
I
LEYENDAS DEL MAR
LA CUEVA DEL DINERO
LA CUEVA DEL DINERO EN LA ACTUALIDAD
pág. 30-
-pág. 31-
En la costa de la banda suroeste del municipio, desde la playa de La Aldea hasta Tasarte, se han dado
casos de ahogos y desaparecidos, aunque con frecuencia mucho menor que por el Norte por ser aguas más
tranquilas. La primera muerte se registra en 1805 en la persona de Nicolás del Toro ahogado en Tasartico.
Mucho tiempo después, a una o dos millas aproximadamente de la Punta del Descojonado, se produjo la
tragedia del célebre naufragio del Esperancilla, que venía cargado de leñabuena, el 21 de abril de 1875. Un
temporal lo hundió con toda su tripulación, trece marineros y un pasajero, quedando para siempre en la
memoria del lugar.
Muy cerca de la Punta del Descojonado, en Los Canalizos, cerca de Guguy, el 26 de septiembre de 1879,
un golpe de mar se lleva a Benito Casas en Los Canalizos.
Años después, por el mismo acantilado, hacia El Descojonado y Tasartico, en la caleta de Calladitos de
Macías, se produce otra tragedia, en la misma orilla de la playa, cuando a las 12 de la mañana del 23 de
agosto de 1895, un gigantesco desplome del acantilado cayó sobre tres pescadores de una misma familia de
Agaete que se hallaba pescando sobre su barquillo. El gigantesco desprendimiento del terreno, que aún se
puede observar, sepultó al padre, Alejo Suárez García, de 70 años y a su hijo Juan Suárez Martín, de 8 años,
mientras que el otro hijo se salvó milagrosamente, y , enloquecido, para salir del lugar, trepó, no se sabe
cómo, por el acantilado arriba, según la tradición oral “detrás de una mariposa” y pudo llegar a Tasartico, a
la Playa del Asno, e informar del suceso al
resto de la familia que allí se hallaba.
Todavía la tradición oral marinera cuenta
que allí “hay un barquillo enterrado con una
familia” y que el muchacho superviviente
descubrió una nueva senda de Calladitos de
Macías a El Asno conocida luego como El
Paso Nuevo*.
pág. 2-
II
TRAGEDIAS EN EL MAR EL HUNDIMIENTO DEL ESPERANCILLA
Y EL DESPRENDIMIENTO MORTAL EN
CALLADITOS DE MACÍAS
(*) En 2010 publicamos el libro Accidentes, riesgos
laborales y conmociones en la sociedad tradicional.
La Aldea (1801-1970), donde damos amplia
información de este accidente, en las pág. 154-159.
-pág. 32-
Otra de las crónicas negras del mar de Tasartico fue la desaparición de la joven de 26 años, Brígida Oliva
Herrera, cuando pescaba con su familia, a las ocho de la mañana del 11 de junio de 1922, al Sur de la Playa
del Asno, a unos 200 metros de La Baja del Guincho, en la zona anexa de los tableros (plataformas), cerca
del Bufadero.
Según cuenta la tradición oral, la joven estaba pescando con su padre, León Oliva y otras personas. Sabía
nadar muy bien y, aprovechando el vaciado de la marea, se lanzó al agua para alcanzar a unos pocos metros
una baja rica en lapas, a pesar de las advertencias de su padre. De repente la mar se puso mala y la joven
intentó nadar hacia a la orilla, pero el oleaje se lo fue impidiendo a pesar de que su padre una y otra vez le
lanza una liña para atraerla. Cuentan que entre el cansancio, los nervios… el mar la fue arrastrando hacia
fuera hasta que con los brazos en alto les dijo adiós a su padre con un recuerdo de hasta nunca para su
madre, Liberata Herrera.
Los familiares vinieron a dar parte oficial el 20 septiembre, no sabemos si cuando llegó la noticia de la
aparición de un cuerpo en el mar frente a la playa de Los Secos, supuestamente de la joven, que fue
silenciosamente enterrado por unos marineros para evitar la llegada al puerto con el mismo*.
III
TRAGEDIAS EN EL MAR LA DESAPARICIÓN DE BRÍGIDA OLIVA
VISTA DESDE LA BAJA DEL GUINCHO LA ZONA DE LOS TABLEROS, AL FONDO, DONDE
DESAPARECIÓ BRÍGIDA OLIVA, EN 1922
pág. 32-
(*) En el citado libro de Accidentes mortales y riesgos laborales, págs. 99-100 también damos información de este accidente así
como de otros por este litoral de Guguy a Tasarte.
-pág. 33-
Las circunstancias que rodeaban a la muerte en la sociedad tradicional, hasta mediados del siglo XX, se
magnificaban en los pagos lejanos del Suroeste. Una de ellas, era el penoso traslado de los cadáveres a la
Parroquia para su entierro, todo un calvario de más de medio día —o un día entero con noche si antes de
1742 para La Aldea y 1814 para Mogán había que ir a Tejeda— Los muertos, envueltos en sábana, sobre una
parihuela, en un cortejo fúnebre, donde se iban turnando los portadores, tenían a tramos del camino unos
puntos de descanso en una especie de majano con una o varias cruces, denominados Descansaderos de los
Muertos.
No sabemos cuando se empezó a utilizar los ataúdes, en los pagos lejanos, quizás en el siglo XIX. Tenían que
ser unas cajas especiales con unos mangos como los de las parihuelas. Eran comunes para el vecindario y se
custodiaban en unas cuevas a orillas de los
caminos: La Cueva del Aire (Veneguera), La
Cueva de La Caja (El Palillo, Tasarte) y La Cueva
de la Caja (entre Risco Blanco y La Canaria,
Tasartico). Antes, Descansaderos y Cuevas de los
Muertos eran motivo de miedos, sobresaltos y
señales paranaturales, sobre todo en horas
nocturnas para los caminantes.
La Cueva de La Caja de Tasartico aún se
conserva y con dos ataúdes, uno para niños y otro
para mayores; pero en estado de abandono, en
una zona arqueológica de enterramiento aborigen
¿Coincidencia o premeditación tiene su elección?
Lo cierto es que sea lo que fuere hoy es un bien
patrimonial* a proteger.
IV
DE LA CUEVA DE LA CAJA AL
DESCANSADERO DE LOS MUERTOS
(*) Carta Etnográfica (FEDAC):
http:// www.cartaetnograficagc.org/ficha.php?cod=04583&desc=CUEVAS+DE+LOS+ATAUDES-OTROS+BIENES+SINGULARES-OTROS
pág. 33-
DESCANSADERO DE CORTEJO FÚNEBRE.
CRUCES DE LA DEGOLLADA DE
TASARTICO (2007)
CUEVA DE LA CAJA DE LOS MUERTOS EN
TASARTICO, 2007.
-pág. 34-
Entre La Playa del Asno y la pequeña caleta del barranco de El Balo tiene lugar un acontecimiento histórico,
en el mes de julio de 1936: la captura de las autoridades republicanas por los militares sublevados. Tras salir
del Puerto de las Nieves, en una falúa de Mogán, requisada por aquellos días por ellos, Fernando Egea,
Herminia dos Santos (su esposa), Eduardo Suárez Morales (diputado comunista) y Pedro Delgado Quesada
(consejero del Cabildo), intentaban salir de la isla. Pero frente al barranco de El Asno (Tasartico), el patrón
simuló una avería y desembarcó a los tripulantes, con la promesa de que los recogería tras la reparación en
Mogán. En aquel mes se vivía intensamente la pesca de la albacora y en la Cueva del Dinero pernoctaba la
familia marinera de Mogán, los Medina: Estábamos durmiendo en La Cueva y teníamos una cochina fuera, la oímos, salimos a ver y… alguien con
pistola en mano nos dijo “esa cochina ya no es suya” (…) Nos obligaron a embarcarlos en nuestra falúa
para fugarse (…) Fuimos a Tasarte (…) volvimos pa tras y los dejamos en la playa de Las Aneas (…).
Cuando llegamos a Mogán encontramos en el salvavidas de la falúa la cartera de la mujer de Egea con
sesenta mil pesetas, mi padre se asustó y claro dio cuenta (…). Después obligaron a ir a mi padre a donde
estaban ellos, el dijo que delante no iba (…) Ya estaban más allá en El Balo (…) y después vimos el trajín,
los cañones… un barco negro de guerra, una falúa de Mogán cargada de guardias (…) los falangistas de
La Aldea que aparecieron por el barranco de El Asno, mi padre se enfadó porque eran con las armas
apuntándonos, había mujeres, mi madre, y se asustaron (…) Se rindieron, claro, y Pistolera quería matarlos
allí mismo (…) pero desde el barco había órdenes contrarias. [TESTIMONIO (EXTRACTO-REELABORADO) DE LA ENTREVISTA JUAN MEDINA ALONSO, MARINERO JUBILADO DE
MOGÁN, 67 AÑOS, EN LA PLAYA DE TASARTE EL 26 DE JUNIO DE 1989]
Localizados en una cueva de la desembocadura del Barranco del Balo, las autoridades republicanas
fueron cañoneadas por el buque Arcila y capturadas, el viernes 24 de julio de 1936 y poco después juzgados
en Consejo de Guerra que los condena a muerte*.
V
DE CUANDO LA GUERRA CIVIL LA CAPTURA DE FERNANDO EGEA Y EDUARDO
SUÁREZ, JULIO DE 1936
pág. 34-
* Después de elaborar este trabajo publicamos, en 2012, el libro Guerra Civil, golpe y represión en el Poniente de Gran Canaria
donde dedicamos un extenso capítulo a este episodio, en las págs. 59-70. Esperaban el sonido de un caracol y aquella mañana los
despertó el cañoneo del buque. Estas otros más detalles podrán encontrarlos en este capítulo.
BARRANCO DE EL BALO. RECREACIÓN DEL BARCO DE
GUERRA ARCILA (IMAGEN REAL), ENFRENTE DEL
REFUGIO, TAL COMO PUDIERON VERLO EL GRUPO DE
EGEA, EL 24 DE JULIO DE 1936
-pág. 35-
pág. 35-
1. LOCALIZACIÓN DEL REFUGIO DE LAS AUTORIDADES
REPUBLICANAS EN JULIO DE 2013.
2. ACCESO AL BARRANCO DE EL BALO
3. CUEVA DE EGEA (SEÑALADA CON UNA FLECHA),
PUNTO DONDE PERNOCTARON LOS DÍAS EN QUE
ESPERARON LA FALÚA PARA SER EVACUADOS FUERA.
4. FOTOGRAFÍAS DE LA FAMILIA EGEA Y DE EDUARDO
SUÁREZ.
-pág. 36-
Dónde ubicar la mítica fortaleza de Ajódar
donde los canarios, en la primavera de 1483,
infringieron a la tropa castellana de ocupación
la derrota más dolorosa de la Conquista, es un
planteamiento histórico aún no resuelto del
todo, pues toponimia con descripción física del
lugar no coinciden. El término Ajódar tiene una
significativa similitud con Adlobas (Aslobas,
Ahloba…) pero la montaña de Los Hogarzos o
Juagarzos es la única de la zona que se ajusta
exactamente a las descripción que hacen las
crónicas de la Conquista sobre Ajódar: tronco
piramidal, con un extenso llano en su cima y
fuente, aparte sus restos arqueológicos (círculos
de piedras de un posible campamento, minas de
obsidiana, posición estratégica, etc.). Son
elementos para pensar que esta debe ser la
fortaleza canaria y que la batalla tuvo lugar en
sus laderas orientadas al sur, hacia Tasartico.
Su extensa cima a 1017 m de altitud con una
ligera ascensión de Sur a Norte hasta alcanzar
los 1059 m abarca un espacio de 10,75
hectáreas, casi 20 fanegadas, con un perímetro
de 1,3 km, aproximadamente. Extraordinaria
fortaleza natural en superficie, altura, defensa,
abastecimiento de agua y estratégica situación
con amplia visión hacia el mar y hacia el
interior. Tiene que ser el mítico lugar de la
batalla.
Encontramos en ella varias minas de obsidiana,
(material volcánico vidrioso con el que se hacía
pág. 36-
VI
DE LOS HOGARZOS A ADLOBAS
¿DÓNDE SE HALLA AJÓDAR?
CIMA DE LOS HOGARZOS. EN PRIMER PLANO UNO DE LOS CÍRCULOS ARQUEOLÓGICOS. AL FONDO ADLOBAS.
LOS HOGARZOS. MINA DE OBSIDIANA
LOS HOGARZOS. CÍRCULOS ARQUEOLÓGICOS
-pág. 37-
herramientas cortantes y se comercializaba por
el resto de la Isla); unas minas únicas y de
factura extraordinaria. La montaña dispone de
varias torretas, unas por el oeste dirección a
Guguy y el mar y otras por el filo del Norte
dirección La Aldea. Los círculos de piedra unos
de grandes dimensiones, parecidos a eras y
otros más pequeños, son otros de sus elementos
arqueológicos. Y si desde ella avanzamos por el
filo de las Degolladas de Piletas y Los Corchos
hasta la montaña de Los Cedros, seguiremos
encontrando vestigios indígenas (piletas,
torretas, etc.); elementos relacionados quizás
con el culto a las divinidades canarias.
***
Si desde Los Hogarzos (no Hogarzales ni
Horgazales) nos orientamos hacia Tasartico se
presenta, tras el valle, la cornisa que va desde
El Lechugal (992 m), Adlobas (990m),
Mogarén (887 m, en su cima existe un majano
en forma círculo grande que puede ser un
adoratorio o mogarén), Acebuche (850 m) y El
Balo (837 m) hasta el mar. Constituye otra
extraordinaria panorámica cargada de
endemismos, historia y valores geológicos, uno
de ellos el tubo volcánico de Adlobas, el más
antiguo hasta ahora encontrado en el mundo (-
13,8 millones de años), lo que corona a este
lugar de Los Hogarzos a Adlobas, como
extraordinario bien patrimonial.
pág. 37-
VALLE DE TASARTICO, AL FONDO ADLOBAS
VALLE DE TASARTICO, AL FONDO MOGARÉN
Adlobas Mogarén
Tocodomán
Mtña. Los Hogarzos
Mtña. El Lechugal
Guguy Grande
Mtña. Adlobas
Mtña. Mogarén
Tasartico
Tasarte
El Hoyo
PERSPECTIVA AÉREA VIRTUAL DESDE EL VALLE DE LA ALDEA DIRECCIÓN SUROESTE SOBRE GUGUY GRANDE, TASARTICO Y TASARTE. GRAFCAN.
-pág. 38-
VI (En construcción y pendiente de nuevas aportaciones)
VIVENCIAS PERSONALES DE TASARTICO EN LA VOZ DE ALGUNOS PREGONEROS DE LA
FIESTA DE SAN LUIS (2000-2004)
PREGONERO: ROBERTO RAMÍREZ GODOY, Director del Colegio de Primaria de La Ladera. Es
elegido pregonero de la fiesta del último año del siglo XX (2000) por haber sido maestro de este pago
en el curso 1976-1977, cuando la sociedad de Tasartico se hallaba en transición hacia la modernidad y
aún se mantenían muchos elementos de la tradición que él describe con todo detalle:
(…) La vista mirando a la izquierda, ahí estaba la
huerta de árboles. Caminamos unos metros y después
del repecho aparecía una huerta verde con su gran
estanque, todo a la izquierda, y un gran especiero, y la
parte principal del barrio donde está la Escuela, la
Iglesia y la única tienda-bar del barrio que nos
permitía, gracias al esfuerzo de otras dos grandes
personas disponer de los alimentos básicos: Juanito
Mayor y su esposa. Hombre reposado donde los haya.
Sentado delante de la tienda, nunca conoció la prisa.
Dueño de las comunicaciones, pues en su casa estaba el
teléfono y además poseía todas las acciones de la
compañía eléctrica: un Lister de dos pistones que tal
vez se convirtió en el objetivo más querido y odiado a la
vez del barrio, pues traía la luz a eso de las siete de la tarde, pero también se la llevaba a eso de las nueve y
media o diez de la noche, cuando la película de la única cadena de televisión que había estaba llegando a su
punto más interesante (…) Camino a la escuela era obligado pasar por delante de la casa de Príscida y
Domingo, gente trabajadora y defensora de su barrio. Oías el sonido peculiar del trajín que se organizaba
cuando hacen el queso y tu imaginación volaba: pañuelo a la cabeza para que no caigan pelos en la cuajada,
manos limpias como la patena, sentada delante de la quesera, lecheras a un lado y con el cucharón en la mano
sacando el primer suero (…) Más cerca de la Escuela, Agapito y Severa con su único retoño, Noelia, y también
Dominga y su marido Manuel, que a pesar de ser jóvenes apostaron por quedarse en el barrio eran, eran mis
vecinos más cercanos (…)
PREGONERO: JACINTO GODOY GONZÁLEZ. Director General de COAGRISÁN. Es elegido
pregonero de la fiesta de 2003 por pertenecer a una familia del lugar por parte de su madre, Julia
González Herrera. Una parte de su pregón lo dedica, muy emocionado, a su familia de Tasartico,
sobre todo en las estancias veraniegas y al paisaje humano de su niñez, en los años cincuenta:
(…) Y en casa de mis abuelos, tías y tíos, qué disfrutábamos. Sensaciones que parece que las estoy palpando. El
olor a leña en la cocina, a incienso moruno y a otras hierbas secas del verano por los caminos, lomas y laderas.
Supongo que son las mismas sensaciones que ustedes, los de más edad, perciben en el recuerdo. Son clichés que
no se borran de nuestra mente:
* Mi abuela Florencia guisando la leche o haciendo el queso o preparando la comida (aquellos potajes de lo
que daba la tierra en ese momento) haciéndonos el gusto en todo lo habido y por haber.
* Mi abuelo Vicente, sentado en el porche con un supermercado abierto, un arcón, lleno de cosas para vender
entre los vecinos del barrio, en aquella casa habitación-comedor-dormitorio de techo a dos aguas. Qué
memorias de tierras y mares lejanos, con decirles que estuvo en la Guerra de Cuba a finales del siglo XIX. Él
nos hablada de sus idas y venidas a Guía por los caminos de herradura, caminos difíciles, colgados en los
riscos que daban al mar, caminos de muchas horas y días. Hablaba mucho, muchísimo... Y ustedes dirán de mí y
de mis primos que no podemos negar que somos descendientes puros y directos de Vicente González Medina.
Él estaba al tanto de todo: historia, política, agricultura, comercio, etc. Todo era relatado en su fácil verbo, Y
cuando venía a casa algún comprador, la mitad de las veces familiares, una vez despachado lo que venían a
comprar, se incorporaba a la historia que él estaba contando, como oyente o como participante. En aquellos
pág. 38-
-pág. 39-
años no había reloj ni prisas. Toda una felicidad aquella tranquilidad, si lo comparamos con la estresada vida
de hoy. Y, volviendo a su arcón de mercancías, todavía, en mi cabeza no me caben todas las cosas que guardaba
para la venta. Para mí es que era una caja mágica que yo veía vender, de donde hasta sacaba pastillas y
peladillas que me daba.
Yo también visitaba las casas de mis tíos y tías; trabajadores de la tierra, con los animales, molino, pozo…
casas de tantos recuerdos e historias contadas al atardecer después de la cena (…)Tasartico era para nosotros
el mundo deseado. Cuando estábamos en La Aldea, ya un poco mayores, recuerdo la llegada de mi abuelo con
su burro cargado de frutas (tunos, higos, ciruelas, peras…). Lo recibía con qué afecto. Me montaba en su burra
hasta llegar a la Casa Nueva, donde vivíamos. Aquí el abrazo a mi madre era como si viniera de Cuba. Luego
se daban cuenta exacta y detallada. Ella le contaba todo lo que había pasado en La Aldea y él respondía con
todas las novedades de Tasartico.
El tiempo fue pasando, rápido para los mayores, lento para los jóvenes. Mis abuelos se hicieron más viejos y
enfermos y toda la familia cumplió con el deber sagrado: cuidarlos por turno acordado en buena armonía.
Tradición tan humanitaria que desaparece cada día, con la mala suerte para los que avanzamos hacia la última
edad (…).
PREGONERO: ANTONIO MIGUEL SANTANA SEGURA. Concejal Delegado de Obras y Urbanismo del
Ayuntamiento de La Aldea. Había sido profesor de la escuela unitaria de Tasartico, en el curso 1973-
1974, además de ser conocido en el barrio por su relación familiar con los León Segura, por cuya
razón es invitado a pronunciar el pregón de la fiesta de 2004. Hace una precisa relación de cada una de
las familias que vivían en aquel entonces en este valle.
(…) Recuerdo de niño a un tal don Antonio, el Viejo de las “Casas Tejás”. En las Casa Blancas estaba el señor
Vicente y seña Florencia que nos endulzaba la boca con sus caramelillos, así como su hijo Aurelio; el señor
Benito y seña Juana, maestro Eusebio y Tomasita, señor Juan Dolores y seña María José, Victoriano, Francisco
Herrera y señora además de su hijo Paco, casado con Mariquita la de la Esquina; seña Catalina en Cho
Romero, Fermín y Carmita Díaz; Soledad, Marcelino y Juana Díaz.
Más abajo, pasando La Cueva de la Caja, donde tantos miedos pasé y donde La Angostura se dividía en la
Angostura de Arriba y la Angostura de Abajo, llegamos al tan recordado Risco Blanco, porque en él vivía mi
familia, Manolito León y tía Rosa de los que, lógicamente, tengo ese recuerdo especial así como de sus hijas
Talola y Pupi y, cómo no, a tío Domingo Santana. Con ellos
me pasaba veranos enteros, largos veranos de largos días, lo
que me dio la oportunidad de conocer a todos, grandes y
chicos, de este lugar, en aquel tiempo.
En Las Rozas, donde hoy nos encontramos, los recuerdos
continúan, con aquellos queridos vecinos que ya no están con
nosotros, igual que los anteriormente nombrados. Ese es el
mejor homenaje, es el cielo real, cuando los tenemos vivos en
el recuerdo. Quién no se acuerdan de Raimundo y Benignita,
Trinita y Juan Francisco, Pinito, Siano, José Díaz y Francisca,
Antonio y Juana, Ramón. En Lomito, Chanito y Chanita
emigrantes teldenses muy integrados así como en Berovales,
primero Saturnito y luego Angelita.
El recuerdo acaba en la tienda de Juanito María y Juanita y
sus hijos también desaparecidos Nono y Sara. Juanito María
siempre amable, tranquilo y pachorrú, con su mirada por
encima de las gafas, cuyos cristales le permitían acercar las
letras de las decenas de libros que se leía en aquella tienda de
aceite y vinagre, que comunicaba aquel Tasartico con el
mundo exterior mediante un teléfono de manivela en una caja
de madera, modelo de principios del siglo. Más abajo, en
Acebuche, recuerdo a Juan Luján y Corina. Y por último en La
Cisterna los hermanos Rodríguez Ortiz, Juanito y señora, de
los que cuatro de sus hijos formaron familias en este lugar.
pág. 39-
-pág. 40-
VII (En construcción y pendiente de nuevas aportaciones)
FAMILIAS DE TASARTICO A TRAVÉS DE LA IMAGEN RETROSPECTIVA
pág. 40-
-pág. 41-
FUENTES DE INFORMACIÓN E ILUSTRACIONES
FUENTES INÉDITAS
Tasartico (1980), trabajo de investigación de las estudiantes de Magisterio Rosa Delia
Ojeda García y Gertrudis Rodríguez Déniz.
Pregones de la Fiesta de San Luis: 2000 (Roberto Ramírez Godoy), 2001 (Francisco
Suárez Moreno), 2003 (Jacinto Godoy González), 2004 (Antonio Miguel Santana
Segura) y 2006 (María Dolores Rodríguez Jiménez).
ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE SAN NICOLÁS DE TOLENTINO. Varios censos
parroquiales.
FOTOGRAFÍAS ACTUALES: Francisco Suárez Moreno (1987, 1990, 2004 y 2006).
Fernando Ojeda (2002, imágenes aéreas). Roberto Ramírez Godoy, María Dolores
Rodríguez Jiménez, Antonio Pérez Aguiar (históricas). Cabildo de Gran Canaria (1984).
GRAFAN.
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS (2007)
MORALES PADRÓN, Francisco (1978): Canarias Crónicas de su Conquista.
Ayuntamiento de Las Palmas, El Museo Canario.
SUÁREZ MORENO, Francisco (2001): Historia de La Aldea de San Nicolás. Centro de la
Cultura Popular Canaria-Ayuntamiento de La Aldea. Santa Cruz de Tenerife.
__________ (2006): “Siniestralidad en la sociedad tradicional. La Aldea de San Nicolás
(1801-1969), en Crónicas de Canarias, nº 2, pp. 15-64. Junta de Cronistas Oficiales de
Canarias. Las Palmas de Gran Canaria.
PLAYA DE TASARTICO DE EL ASNO
-pág. 42-