Conquista romana de Hispania

Por: Marta Macarro Valera

Introducción

Tras el paleolítico, y concluido el largo proceso de hominización con la especie Homo sapiens sapiens, se inicia el neolítico en la Península Ibérica hace aproximadamente 5.000-3.000 años. Las nuevas comunidades agricultoras y ganaderas se asentaron creando poblados permanentes.

La Edad de los Metales se inicia con la edad del Cobre, en torno a 3.000 a.C., y continua con la Edad del Bronce (2.000 a.C.). Hacia 1.200 a.C., tiene lugar la primera de una serie de invasiones de pueblos indoeuropeos, los celtas.

Se inicia así lo que se denomina la Protohistoria: período comprendido entre las invasiones indoeuropeas (1.200 a.C.) y la invasión romana en la segunda mitad del siglo III a.C. De este período han quedado abundantes restos arqueológicos, a los que se les une los primeros testimonios escritos de griegos y romanos sobre la península ibérica. Testimonios de difícil interpretación.

Mapa de hispania antes de los romanos

La península ibérica a la llegada de los romanos

En el sur de la península se encuentran los tartesos cuyos sucesores fueron los turdetanos en el s.VI a.C. Creó un gran imperio que dominaba la zona sur de la Península Ibérica. Se caracterizan por ser cultos, conocer la escritura y redactar crónicas. Fueron destruidos por los cartagineses.

Al este de la península se encuentran los edetanos o contestanos En el noreste se encuentran los layetanos, los ausetanos y los

indiquetas de origen indoeuropeo En el noreste y centro se asentaron los celtíberos, en el I milenio a.C. Son

de origen indoeuropeo. Fundaron ciudades muy importantes como Numancia, Bílbilis o Segóbriga.

En el Valle del Duero se encuentran los vacceos, los vetones, los arévacos y los lusitanos.

En el norte se asientan los vascones, cántabros, astures y galaicos. Eran pueblos preindoeuropos y se opusieron al proceso de romanización.

La conquista romana de Hispania

La conquista de Roma se inició en el siglo III a.C. y concluyó, tras un proceso largo y complejo, en el siglo I a.C. Podemos distinguir cuatro etapas principales:

¡¡El primero que haga un chiste servirá de carnada!!

Primer periodo: lucha contra los cartagineses y victoria romana.

Después de la 1º guerra Púnica los cartagineses perdieron Sicília y Cerdeña y se asentaron en la costa meridional. En 226 a.C firmaron con los romanos el Tratado del Ebro, donde se acordaba que en el río se establecía el límite.

La 2º guerra Púnica comienza cuando Aníbal conquista Sagunto (ciudad romana) y los romanos le declaran la guerra. Éstos desembarcan en Ampurias un año mas tarde y van obteniendo una serie de victorias que culminaron con la toma de Carthago Noua (Cartagena) y con el territoria de Andalucia.

A partir de todo esto, la presencia romana se fue consolidando en el resto de los pueblos peninsulares. Escipion, tras tu victoria en la batalla de Ilipa fundó Italica, como residencia para soldados heridos.

Pronto España se dividió en dos: Hipania Citerior al noroeste, e Hispania Ulterior. La administración quedó a cargo de los Praetores.

Los pretores eran los encargados de presidir los tribunales, durante un año, aunque finalizado este tiempo podían convertirse en propretores y gobernar otro año sobre unos territorios determinados. Eran ocho, y podían considerarse los ayudantes de los cónsules. El pretor de Roma dividió sus funciones a partir del 246 adC: el Praetor Urbanus se ocupó de las cuestiones de los ciudadanos; y el Praetor Peregrinus de las cuestiones suscitadas entre ciudadanos romanos y no ciudadanos. La división de funciones fue necesaria por el incremento de las causas.

2º periodo: Las guerras celtíbero - lusitanas

Algunos pueblos del noroeste se resistieron violentamente a la conquista romana. En 155 a.C comenzaron las 1º rebeliones de los lusitanos (tribu seminómada dedicada al pastoreo). La lucha duró más de 20 años. Ante la represión romana hacia este pueblo destaco la del pretor Galba, que mató a mas de 30.000 lusitanos por “traición). Esta situación movió a Viriato, que se puso al frente de los lusitanos y y mantuvo en jaque al ejército romano hasta 139 a.C. que fue asesinado por la traición de sus soldados.

El conflicto con los celtíberos duró hasta 133 a.C., cuando Numancia fue conquistada por Publio Cornelio Escipión Emiliano, el vencedor de Cartago.

Con éstas guerras las fronteras de Hispania se extendieron por el norte hasta la cordillera Cantábrica.

3º periodo: hispania durante las guerras civiles romanas

En el año 123 a.C., el cónsul Cecilio Metelo conquistó las islas baleares, refugio de piratas, y fundó Palma y Pollentia, donde establecio a 3.000 veteranos y les dio tierras. En el 83 a.C. Sertorio, gobernador de la Hispania Citerior, llego a controlar toda la provincia estableciendo la capital en Osca (Huesca) y creó una administracion independiente: contaba con Senado, magistraturas y con un centro educativo. Pero la rebelión de Sertorio resultó bastante efímera ya que fue derrotado por ejércitos de Pompeyo en el 72. a.C.

En la 2º mitad del sigo I a.C., Hispania fue el escenario de los hechos mas destacados de la guerra civil entre César y Pompeyo. Pompeyo se apoyó en la aristocracia indígena. César en cambio consiguió imponerse con su fulminante campaña en Ilerda (Lérida) y con su victoria en la batalla de Munda, en el 45 a.C.

4º periodo: la campaña de Augusto contra cántabros y astures

En el año 29 a.C., Octavio decidió completar la pacificación y el dominio romano de la zona comprendida entre el norte de León y el Cantábrico, habitada por los galaicos, cántabros y astures. La campaña obligó a los romanos a destacar en la zona a siete legiones y a concentrar la flota en el Cantábrico. Augusto estuvo al frente de las operaciones militares, y se establecieron nuevos campamentos en León, Astorga y Benavente.Entre los años 25 y 24 a.C se logró la sumisión definitiva de la región y, con ella, de toda Hispania