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HEMATOLOGÍA El Laboratorio de Análisis Veterinarios realiza la hematología por medio de un autoanalizador ADVIA 120 (Siemens). Este instrumento está provisto de un programa informático, para distintas especies de mamíferos. Con este programa se pueden determinar todos los parámetros hematológicos de todos los mamíferos, ya que automáticamente se varía el umbral de sensibilidad, adaptándose a los diferentes tamaños celulares de cada especie. El instrumento, por medio de un láser, cuenta al menos 10.000 células (hematíes, leucocitos o plaquetas), y por medio de distintos reactivos y según el tamaño celular realiza la fórmula leucocitaria. La forma de trabajar del instrumento, y la interpretación de los resultados se explica a continuación, de forma detallada. Al tratarse de un citómetro de flujo y contar un número elevado de células, los resultados son más precisos que si se realizara este tipo de análisis en otros analizadores hematológicos o de forma manual, debido a su tecnología. Para mayor información sobre la interpretación de este tipo de gráficas, reproducimos el siguiente artículo: INTERPRETACIÓN DE PARÁMETROS GRÁFICOS EN HEMATOLOGIA. Reproducción del artículo: Interpretación de Parámetros Gráficos en Hematología. Sánchez Visconti, G. Pequeños Animales (58), 47-56. 2005. INTRODUCCIÓN El diagnóstico clínico se basa en una recopilación de datos que nos informan acerca del estado de salud de un animal. Uno de esos datos son los que nos proporcionan los análisis clínicos, y dentro de ellos están los informes hematológicos. Hoy en día los laboratorios de análisis clínicos disponemos de autoanalizadores hematológicos que nos generan multitud de datos numéricos y gráficos de la serie roja, blanca, plaquetas, células anormales y precursoras. Aunque estamos acostumbrados a fijarnos a primera vista en unos pocos valores hematológicos, como son el número de hematíes, leucocitos y plaquetas, cantidad de hemoglobina, hematocrito y porcentaje de poblaciones leucocitarias, el resto de parámetros que nos proporcionan estos instrumentos nos ayudan a obtener una mayor información, y por tanto mayor potencia diagnóstica. En este artículo explicaremos como interpretar las gráficas de los informes hematológicos y su variación en diversas patologías, consiguiendo con ello poder llegar a un diagnóstico bastante acertado de la enfermedad. Puesto que un gráfico no es más que la representación de dos variables y todo gráfico se compone por tanto de datos numéricos, también explicaremos que significan esos datos, y sus intervalos numéricos de referencia. Existen muchos tipos de autoanalizadores hematológicos, pero todos ellos determinan los mismos parámetros y todos desarrollan gráficas. Los instrumentos que analizan 5 poblaciones de leucocitos lógicamente nos darán mayor información que los de 3 poblaciones, por lo que su utilidad para el diagnóstico también será mayor. Nuestro laboratorio trabaja con un citómetro de flujo, provisto de un láser, el Technicon H1

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HEMATOLOGÍA

El Laboratorio de Análisis Veterinarios realiza la hematología por medio de un autoanalizador ADVIA 120 (Siemens). Este instrumento está provisto de un programa informático, para distintas especies de mamíferos. Con este programa se pueden determinar todos los parámetros hematológicos de todos los mamíferos, ya que automáticamente se varía el umbral de sensibilidad, adaptándose a los diferentes tamaños celulares de cada especie.

El instrumento, por medio de un láser, cuenta al menos 10.000 células (hematíes, leucocitos o plaquetas), y por medio de distintos reactivos y según el tamaño celular realiza la fórmula leucocitaria.

La forma de trabajar del instrumento, y la interpretación de los resultados se explica a continuación, de forma detallada. Al tratarse de un citómetro de flujo y contar un número elevado de células, los resultados son más precisos que si se realizara este tipo de análisis en otros analizadores hematológicos o de forma manual, debido a su tecnología. Para mayor información sobre la interpretación de este tipo de gráficas, reproducimos el siguiente artículo:

INTERPRETACIÓN DE PARÁMETROS GRÁFICOS EN HEMATOLOGIA.

Reproducción del artículo: Interpretación de Parámetros Gráficos en Hematología.

Sánchez Visconti, G. Pequeños Animales (58), 47-56. 2005.

INTRODUCCIÓN

El diagnóstico clínico se basa en una recopilación de datos que nos informan acerca del estado de salud de un animal. Uno de esos datos son los que nos proporcionan los análisis clínicos, y dentro de ellos están los informes hematológicos.

Hoy en día los laboratorios de análisis clínicos disponemos de autoanalizadores hematológicos que nos generan multitud de datos numéricos y gráficos de la serie roja, blanca, plaquetas, células anormales y precursoras. Aunque estamos acostumbrados a fijarnos a primera vista en unos pocos valores hematológicos, como son el número de hematíes, leucocitos y plaquetas, cantidad de hemoglobina, hematocrito y porcentaje de poblaciones leucocitarias, el resto de parámetros que nos proporcionan estos instrumentos nos ayudan a obtener una mayor información, y por tanto mayor potencia diagnóstica.

En este artículo explicaremos como interpretar las gráficas de los informes hematológicos y su variación en diversas patologías, consiguiendo con ello poder llegar a un diagnóstico bastante acertado de la enfermedad. Puesto que un gráfico no es más que la representación de dos variables y todo gráfico se compone por tanto de datos numéricos, también explicaremos que significan esos datos, y sus intervalos numéricos de referencia. Existen muchos tipos de autoanalizadores hematológicos, pero todos ellos determinan los mismos parámetros y todos desarrollan gráficas. Los instrumentos que analizan 5 poblaciones de leucocitos lógicamente nos darán mayor información que los de 3 poblaciones, por lo que su utilidad para el diagnóstico también será mayor. Nuestro laboratorio trabaja con un citómetro de flujo, provisto de un láser, el Technicon H1

(Bayer), por lo que las gráficas que mostraremos corresponden a este instrumento, aunque en algunos casos la forma de las gráficas no coincida con las de otros autoanalizadores de otras marcas comerciales, el fundamento numérico es el mismo.

Como vemos en la figura 1, se representa un informe hematológico de un perro y en la tabla I se resumen las abreviaturas que suelen aparecer en los informes A partir del informe, comentaremos todos los parámetros de la serie roja, blanca, plaquetas y variaciones de todos ellos en patologías concretas.

Figura 1

TABLA I

LEU = Leucocitos/µL

HEM =Hematíes/µL

HB = Hemoglobina total g/dL

HCT = Hematocrito %

VCM = Volumen corpuscular medio fL

HCM = Hemoglobina corpuscular media pg

CHCM = Concentración de hemoglobina corpuscular media g/dL

RDW = Ancho de distribución de hematíes %

HDW = Ancho de distribución de hemoglobina g/dL

PLQ = Plaquetas/µL

VPM = Volumen plaquetar medio fL

PDW = Ancho de distribución de plaquetas %

PTC = plaquetocrito %

NEUT = Neutrófilos/µL ó %

LINF = Linfocitos/µL ó %

MONO = Monocitos/µL ó %

EOS = Eosinófilos/µL ó %

BASO = Basófilos/µL ó %

LUC = Células grandes no teñidas/µL ó %

Abreviaturas (y sus unidades) que suelen aparecer en los informes hematológicos.

SERIE ROJA

En el canal de células rojas y plaquetas, el instrumento esferocita los hematíes, los hace pasar por un capilar de uno en uno y los cuenta, dando el número de hematíes por volumen de plasma (HEM x106/µL), y por medio del láser determina el volumen y el índice de refracción de los mismos. Al estar las células esferocitadas, puede determinar el volumen sin error (VOLUM. HEM), midiendo su diámetro. El volumen medio de hematíes para un perro es de 45 a 95 fL, y para un gato de 29 a 70 fL. De la suma de la determinación del volumen obtenido célula por célula y del número de hematíes, se calcula:

HC: hematocrito o la relación del volumen de hematíes con el de la sangre total.

HC = VCM x HEM/1000

VCM: volumen corpuscular medio de cada hematíe. Se calcula por estadística.

En la figura 2 se representa la gráfica de volumen de hematíes dentro de dos líneas, que comprenden los valores normales antes indicados. Como podemos observar, en esta gráfica se ordenan los hematíes por tamaño de menor a mayor, por lo tanto podemos deducir que la gráfica es simplemente una curva de Gauss. En algunas ocasiones esta gráfica se desplaza hacia la izquierda, lo que significa que existe una población importante de células que son pequeñas. En el informe entonces aparecen 1,2 o 3 cruces en microcitósis (MICRO). Por el contrario, si la gráfica se desplaza hacia la derecha, la población dominante será macrocítica (MACRO), apareciendo cruces en esa casilla del informe.

Figura 2

Los límites de la curva de esta gráfica deben estar comprendidos entre los valores de volumen antes indicados, por lo que otro parámetro a tener en cuenta es el ancho de distribución de hematíes, o el ancho de la curva (RDW), el cual representa de forma numérica, el coeficiente de variación del mínimo y máximo de la curva, o histograma de la figura 2.. Su utilidad es informar numéricamente de la existencia de anisocitósis, es decir de la variación del volumen eritrocitario. Ésto ocurre cuando existen varias poblaciones de distinto tamaño. Si tenemos un RDW elevado y en el histograma hay una población desplazada hacia la izquierda, y/o hacia la derecha, en el informe aparecerán cruces en anisocitósis (ANISO).

Al medir el índice de refracción de los hematíes, el instrumento calcula la concentración de hemoglobina por hematíe (CONC HB), siendo de 25 a 39 g/dL en perros y de 26 a 40 g/dL en gatos. De la suma de esta concentración, medida célula a célula, se determina por cálculo:

CHCM: concentración corpuscular media de hemoglobina o la cantidad de hemoglobina contenida en 100 mL de hematíes. CHCM = HB/HCTx100.

Exactamente igual que para el volumen de los hematíes, obtenemos una gráfica de concentración de hemoglobina (figura 3), donde se distribuyen de menor a mayor las distintas cantidades de hemoglobina contenida en los hematíes, siendo el ancho de esta curva (HDW) el parámetro que nos informa sobre posibles fenómenos de anisocromía (ANISOCR). La desviación del histograma de hemoglobina hacia la izquierda, por tanto implica hipocromía (HIPO) y hacia la derecha hipercromía (HIPER). El HDW, por consiguiente, será la desviación estándar de la curva de hemoglobina, y un valor de este parámetro elevado significa anisocromía, apareciendo en el informe cruces en la casilla de ANISOCR.

Figura 3

Adicionalmente, el instrumento determina la hemoglobina (HB) de forma habitual (convirtiéndola en cianometahemoglobina, y midiéndola espectrofotométricamente), y a partir de ahí por cálculo se obtiene la HCM: hemoglobina corpuscular media o valor medio de hemoglobina en cada hematíe.

HCM = 10 x HB/HEM.

Una vez definidos estos parámetros, veremos la utilidad de todos estos índices, que es simplemente poder clasificar los distintos tipos de anemias. Normalmente se define una anemia como un descenso en los valores de hemoglobina y/o del hematocrito, por debajo de lo normal.

En las ANEMIAS FERROPÉNICAS suele existir parte de la población de hematíes que son microcíticos, pero a veces el número de ellos es tan pequeño, que no suele afectar al VCM total. Además, aunque las anemias ferropénicas no son regenerativas (para considerar una anemia como regenerativa, el índice de reticulocitos debe de ser de 2.5 ó mayor), la consecuente respuesta de la médula ósea produce células macrocíticas hipocrómicas, con lo cual el VCM suele llegar a ser normal. En este caso, para llegar a un diagnóstico acertado el valor del VCM no nos sirve, por lo que debemos fijarnos en la desviación de los histogramas de volumen de hematíes y concentración de hemoglobina (figura 4A), donde observamos que claramente hay una población destacada hacia la izquierda en cada uno de ellos, es decir existe una población de células microcíticas, y cierta cantidad de hemoglobina baja (hipocromía). Así mismo aparecerán alarmas en MICRO e HIPO, así como RDW y HDW alterados. Si posteriormente medimos los niveles de hierro sérico y son bajos, corroboraremos el diagnóstico.

Figura 4

Las ANEMIAS REGENERATIVAS se producen únicamente por dos causas: por hemólisis y hemorragias. En este tipo de anemias, la alta producción de células por parte de la médula ósea (para reemplazar los hematíes perdidos) aporta a la sangre gran cantidad de células jóvenes y precursoras, entre ellas los reticulocitos. Las células precursoras son macrocíticas e hipocrómicas. Este tipo de células también aparecen en transfusiones y muestras sanguíneas de varios días. En la figura 4B podemos observar como en el histograma del volumen de hematíes existe una población macrocítica (la curva se desplaza hacia la derecha), y sin embargo en el gráfico de concentración de hemoglobina, aparece una población en la zona de la izquierda, indicando hipocromía. Esto se traducirá en forma de alarmas morfológicas de MACRO e HIPO. Así mismo, los valores de RDW y HDW aparecerán aumentados. La consecuencia es que este tipo de informe nos refleja un aumento de la eritropoyesis, hecho que aparece en anemias inmunomediadas, hemorragias y en infecciones producidas por hemobartonella (en gatos) y a veces en babesiosis y ehrlichiosis.

Existe una tercera posibilidad de anemia, y es la que cursa con células macrocíticas y normocrómicas. Esta situación puede ocurrir en gatos, a veces en infección por el virus de la leucemia felina, y en perros en algunos casos raros de mal absorción de vitamina B12 o en tratamientos con antagonistas de los folatos (difenilhidantoína y metotrexato, por ejemplo). En un proceso de CID (coagulación intravascular diseminada) se producen esquistocitos, o fragmentos de hematíes que pueden también pueden aparecer en el histograma como células microcíticas.

Las plaquetas se cuentan en el mismo canal que los hematíes, aunque sus resultados se diferencian de éstos, debido a que tienen un índice de refracción distinto entre sí. Mientras que los hematíes este índice está por encima de 1.38, el de las plaquetas no supera esta cifra. Por tanto, de la misma forma que con los hematíes, también se obtiene un histograma de su volumen (figura 5) o VOLUM. PLQ, así como el volumen plaquetar medio o VPM, siendo de 6 a 11 fL en perros, y de 4 a 6 fL en gatos.

Figura 5

Estos dos parámetros nos van a ser de gran utilidad para evaluar una trombocitopenia. Un VPM aumentado nos estará indicando una activación de la trombopoyesis, dado que las plaquetas grandes suelen ser más jóvenes que las pequeñas, y la causa puede ser debida a una trombocitopenia, aunque no se pueda diferenciar el origen de la misma. VPM aumentados también se pueden hallar en alteraciones de la médula ósea, coagulación intravascular diseminada y trombocitopenia inmunomediada. Además, para las plaquetas también se obtienen otros índices, como son el plaquetocrito o PTC, que indica la relación del volumen de plaquetas con el de la sangre total, y el ancho de distribución de plaquetas (PDW) que representa el ancho de la curva de VOLUM. PLQ. Nos podemos encontrar un PDW aumentado en trombocitopenias inmunomediadas y en ehrlichiosis. En este caso el número de plaquetas es pequeño y la curva de VOLUM. PLQ es casi una línea (figura 6).

También podemos saber si existe agregación plaquetaria, por una imagen característica que se visualiza en la gráfica de perox (figura 7). En esta gráfica se observa una nube de puntos de forma lineal, orientándose a 45 0 en dicha gráfica. Esa nube de puntos son plaquetas agregadas, y el número total de plaquetas puede estar disminuído. En otras ocasiones podemos observar un pico a la izquierda del histograma de plaquetas, que corresponde a fragmentos de hematíes.

Figura 6

La trombocitopenia nos indica el desarrollo de un proceso patológico, aunque hay que tener en cuenta que algunas circunstancias nos pueden llegar a disminuir el número de plaquetas. El almacenamiento de la sangre por espacio de 2 días, no afecta al recuento de plaquetas, según Willard en 1989, siendo este hecho además comprobado en nuestro laboratorio. Sin embargo, el uso de heparina sódica-litio como anticoagulante, disminuye el número de plaquetas. En los gatos la agregación de plaquetas es un hecho frecuente, por lo que a veces se puede obtener una falsa trombocitopenia. Esta situación suele aparecer en muestras muy pequeñas, donde la proporción de anticoagulante en el tubo de muestra, respecto a la sangre, es alta.

Figura 7

LEUCOCITOS

Dos son los canales por los que el instrumento determina el número de leucocitos y sus diferentes tipos de poblaciones, así como células precursoras y patológicas de la serie blanca. Uno de ellos es el canal de peroxidasa. En este canal se clasifican los distintos tipos de leucocitos. Una vez lisados los hematíes, se cuenta el número de leucocitos (entre 5.000 y 15.000), y por métodos citoquímicos se determina la actividad peroxidásica de cada población de leucocitos, clasificándose cada uno de ellos en base a su tamaño y actividad peroxidásica. En la figura 8 se muestran las distintas áreas donde se orientan cada una de las poblaciones de leucocitos en un perro.

Figura 8

Así, los linfocitos se agrupan hacia la izquierda y abajo del histograma, ya que son células pequeñas y poco teñidas, y los neutrófilos arriba y a la derecha, al ser mayores y poseer mayor tinción. En gatos, los eosinófilos son las células más grandes, aunque no se tiñen con la peroxidasa, por lo que se localizan en la parte superior de la gráfica, encima de los neutrófilos. Como hemos visto anteriormente, también se cuentan en el canal de perox las plaquetas agregadas. Existe un parámetro que es el índice de actividad peroxidásica media de la población de neutrófilos, o MPXI. Si es alto, indica la presencia de cayados, dando alarmas en forma de cruces en la casilla D. IZQ. Si por el contrario es bajo, indica una patología de la serie mieloide. El MPXI en un perro se halla comprendido entre 0 y 8, y en un gato entre 0 y 10.

Hay también un área donde se agrupan las LUC o células grandes no teñidas, que corresponden a linfocitos grandes hiperactivos, linfoblastos, mieloblastos y en general células patológicas. El porcentaje de LUC normal se halla entre el 0 y 3 % en perros, y entre el 0 y 1 % en gatos. Estas células no se tiñen con peroxidasa, y su aumento nos puede ayudar a diagnosticar una posible leucemia. La figura 9 muestra una gráfica de un perro (resultado real) con leucemia linfoblástica aguda (foto 1). Se puede observar como la mayoría de las células están encuadradas en la zona de LUC, ya que los linfoblastos son células grandes que no se tiñen con la peroxidasa. También se observa una población anormal en el histograma de baso-lobularidad, en la zona correspondiente a los basófilos, debida a un aumento de linfoblastos. Un aumento de LUC se traduce en alarmas como IG + (granulocitos inmaduros), ATIP + (linfocitos atípicos).

Figura 9

Foto 1

En el otro canal, el de baso-lobularidad, se determinan leucocitos mononucleares (linfocitos y monocitos) y polimorfonucleares (neutrófilos, eosinófilos y basófilos). Los polimorfonucleares también presentan gránulos en su citoplasma, por lo que también se denominan granulocitos. Los núcleos de los leucocitos son separados de su citoplasma (excepto en los basófilos), y se tiñen y ordenan según su tamaño, los lóbulos nucleares que presenta y su índice de refracción, clasificándose de esta forma en polimorfo nucleares (PMN), mononucleares (MN) y basófilos (figura 8). Así se obtiene una gráfica en forma de “gusano", donde en la cabeza se agrupan los MN y en el cuerpo los PMN. Los PM son más densos que los MN, debido a la lobularidad y a que tienen una cromatina muy compacta, por eso se distribuyen hacia la derecha de la gráfica (el cuerpo). Cuando hay desviación a la izquierda, los núcleos de los cayados están menos segmentados y tienen la cromatina más dispersa, y por lo tanto menos densa que los

neutrófilos, por lo que estas células se localizan en el cuello del “gusano”. Si existe una severa granulación tóxica de los neutrófilos, el núcleo también es menos denso, y estas células también se acumulan en la zona del cuello del “gusano”. El índice de lobularidad (IL) refleja el grado de segmentación de los leucocitos. Si el índice es alto, la población es predominantemente poli lobulada, indicando un aumento de la serie granulocítica, como en el caso de inflamaciones o infecciones. Si por el contrario este índice es bajo, la población que abunda es la mononucleada, indicando que existe desviación a la izquierda, en forma de alarma (D. IZQ +), o alteraciones de la serie linfoide o mieloblástica, apareciendo en este caso una alarma en BLASTS (blastos). En casos extremos donde el número de eosinófilos es muy alto, pueden aparecer éstos como una panza en el cuerpo del “gusano”. Por último, algunos artefactos pueden aparecer en la zona de los PMN, como es el caso de la lipemia. Los quilomicrones se localizan en esta zona en forma de S, por debajo del cuerpo del “gusano”.

CONCLUSIONES

La automatización en los laboratorios es actualmente algo habitual, no sólo por el alto número de muestras que se procesan a diario, sino por la precisión en los análisis. Los humanos tendemos a creer en lo que vemos, y es difícil concebir que un instrumento sea capaz de distinguir entre distintos tipos de células. Sin embargo, afortunadamente hoy en día existen autoanalizadores que realizan con éxito este tipo de análisis. Con instrumentos como el descrito en este artículo, no sólo podemos determinar el número de células blancas, rojas y plaquetas, sino que además podemos detectar células precursoras y patológicas, y diagnosticar con antelación a la realización de pruebas más específicas y sofisticadas, distintas patologías de la sangre.

El gran avance de los analizadores hematológicos son las gráficas que procesan. En el caso de los hematíes, por medio de curvas que representan su tamaño y cantidad de hemoglobina, podemos ser capaces de clasificar, a simple vista, el tipo de anemia e incluso detectar células rojas precursoras. También podemos saber si existen fragmentos de hematíes. Con las plaquetas podemos saber si su número es real, por estar o no agregadas. Pero el mayor avance en hematología veterinaria, con este tipo de instrumentos, es la determinación de los distintos tipos de células blancas. Se pueden determinar las cinco poblaciones de leucocitos en perros y gatos, pudiendo saber por su número si existe un proceso inflamatorio, desviación a la izquierda, tendencia a un proceso alérgico o una infección parasitaria. Pero lo más importante es que podemos detectar células tumorales, en forma de células precursoras, y por medio de las gráficas y los índices numéricos, saber si el animal es normal o presenta alguna alteración como las leucemias, parvovirosis o eosinofilia, entre otras.

Por tanto, la ventaja que presenta, los informes de este tipo es la rapidez y la precisión con la que nos enfrentamos a una patología de tipo hematológico, o de otro tipo, pero que se refleja en cambios en los parámetros normales sanguíneos. Aprendiendo a observar todos los datos que el informe nos proporciona, sacaremos el mayor partido a los resultados hematológicos.

TABLA II

PERROS --------------------------------------------------------- GATOS

LEU 4.6 –17.4---------------------------------------------------------LEU 5.5 – 19.5

HEM 5.7 – 8.9---------------------------------------------------------HEM 5.5 – 10

HB 13 – 2-------------------------------------------------------------- HB 8 – 14

HTC 40 – 63----------------------------------------------------------HTC 24 – 45

VCM 64 – 78--------------------------------------------------------- VCM 39 – 55

HCM 21 – 26--------------------------------------------------------- HCM 12 – 18

CHCM 30 – 36-------------------------------------------------------CHCM 30 – 36

RDW 11 – 15-------------------------------------------------------- RDW 14 – 19

HDW 1.4 – 2.6------------------------------------------------------ HDW 1.7 – 2.7

PLQ 82 – 3------------------------------------------------------------ VPM 4 – 6

PDW 33 – 65--------------------------------------------------------- PDW 25 – 65

PTC 0.09 – 0.25----------------------------------------------------- PTC 0 – 0.3

CONC. HB 25 –39-------------------------------------------------- CONC. HB 25 - 40

VOLUM. H 25 – 39--------------------------------------------------- VOLUM. H 29 - 70

NEUT(%) 45 - 76----------------------------------------------------- NEUT(%) 35 – 75

LINF(%) 16 – 45------------------------------------------------------ LINF(%) 20 – 55

MONO(%) 1 – 8------------------------------------------------------- MONO(%) 1 – 4

EOS(%) 1 – 10-------------------------------------------------------- EOS(%) 1 – 10

BASO(%) 0 – 2-------------------------------------------------------- BASO(%) 0 - 2

LUC/%) 0 – 3----------------------------------------------------------- LUC(%) 0 – 1

IL 2.1 – 2.9-------------------------------------------------------------- IL 1.6 – 2.4

MPXI 0 – 8--------------------------------------------------------------- MPXI 0 – 10

Valores normales, para perros y gatos, de los distintos parámetros que suelen aparecer en los informes hematológicos.

BIBLIOGRAFIA

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Associates; 1971: 437-446.

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2002., 42-44.

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- Tvedten H.W. Multi-Species Hematology Atlas Technicon H.1E System. Bayer

Diagnostics, 1993.

- Manual de técnicas de laboratorio en hematología. Vives, J.Ll y Aguilar, J.Ll.. Salvat,

1990.

De todas formas, en la clínica se pueden determinar parámetros hematológicos también de forma manual. El número de los distintos tipos de células se puede obtener mediante cámaras de recuento, y las plaquetas con tinciones específicas. Respecto a la fórmula leucocitária, tras una tinción se pueden clasificar al microscopio las distintas poblaciones de forma manual, según su morfología, como se muestra en un artículo que adjuntamos.

FÓRMULA LEUCOCITARIA: INTERPRETACIÓN

Reproducción del artículo: Interpretación de la fórmula leucocitaria. Sánchez Visconti,

G. ARGOS, Abril de 2002., 42-44.

Los leucocitos son las células que, por sus características, nos proporcionan más información sobre el estado general de salud de un paciente. Responsables de la defensa del organismo, ya que eliminan cualquier agente infeccioso (bacterias, virus o parásitos), actúan en procesos inflamatorios, son los mediadores del funcionamiento de las vacunas y, como cualquier otro tipo de células, pueden sufrir alteraciones, dando lugar a diversas neoplasias.

Los leucocitos se dividen, según la presencia o ausencia de gránulos en su citoplasma, en granulocitos y agranulocitos.

Granulocitos:

- Neutrófilos.

- Eosinófilos.

- Basófilos.

- Agranulocitos:

- Monocitos.

- Linfocitos.

El recuento en la sangre del número de cada una de estas células, expresado en porcentaje, es lo que se denomina FÓRMULA LEUCOCITARIA o leucograma.

REALIZACIÓN DE LA FÓRMULA LEUCOCITARIA:

La forma más sencilla y exacta de realizar una fórmula leucocitaria es con un frotis sanguíneo. Para ello se debe obtener una fina capa de sangre entera recién extraída, o conservada en anticoagulantes (EDTA disódico-tripotásico, heparina sódica-litio o citrato sódico), extendiendo la sangre en un porta objetos y ayudándonos con el borde de otro. Una vez seca la extensión, ésta se tiñe con un colorante de tipo Romanowsky; tras un lavado y secado, se añade una gota de aceite de inmersión y se observa al microscopio en el objetivo 100X. La mejor zona de observación es desde la mitad del frotis hacia el extremo más fino, empezando de arriba abajo, y de izquierda a derecha, para evitar contar simultáneamente la misma célula. Contando de 100 a 200 células, podremos calcular el porcentaje final de los distintos tipos celulares sin demasiado error.

Actualmente existen autoanalizadores hematológicos que de modo automático realizan la fórmula leucocitaria. Estos instrumentos hoy en día están muy introducidos en muchas clínicas veterinarias, y todos ellos nos informan correctamente del número de leucocitos totales. Sin embargo, respecto a la fórmula, los únicos analizadores hematológicos que pueden competir con el ojo humano son los citómetros de flujo. Debido a su tecnología y al número elevado de leucocitos que son capaces de contar (cerca de 10.000), estos analizadores nos proporcionan una fórmula leucocitaria de 5 POBLACIONES con una precisión cercana a la nuestra y realizan distintos tipos de gráficas que son extremadamente útiles, ya que existen ciertos patrones compatibles con algunas patologías, y además nos ayudan a detectar cualquier error en la fórmula. Con cualquier otro tipo de instrumentos, únicamente tendremos una aproximación de la fórmula leucocitaria, por lo que ésta debería ser realizada manualmente, y fundamentalmente cuando nos hallemos ante una fórmula alterada.

Nuestros intervalos de referencia para los distintos tipos de leucocitos son:

PERROS/GATOS

Neutrófilos: 45 – 76 %./ 35 – 75 %.

Linfocitos: 16 – 45 %. / 20 – 55 %.

Monocitos: 1 - 8 %./ 1 - 4 %.

Eosinófilos: 1 – 10 %. / 1 – 10 %.

Basófilos: 0 – 2 %./ 0 – 2 %.

FUNCIÓN DE LOS DISTINTOS LEUCOCITOS:

Debemos considerar cómo actúa cada tipo de leucocito para poder entender en qué tipo de alteraciones puede variar su número, lo cual se reflejará en la fórmula leucocitaria. De forma general, podemos dividirlos en fagocitos e inmunocitos.

Los fagocitos son los neutrófilos, eosinófilos, y monocitos. Son células que aparecen como primera línea de defensa contra agentes infecciosos. Su número, por tanto, se incrementará en todos los procesos que impliquen una agresión, tanto bacteriana como parasitaria. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los eosinófilos no tienen un papel predominantemente fagocitario, como veremos más adelante. Aunque todos los fagocitos no actúan de la misma forma, es importante señalar que son atraídos, frente a cualquier agresión, hacia un lugar específico del organismo por medio de antígenos (propios o extraños), o por sustancias quimiotácticas liberadas. Este fenómeno de atracción celular se denomina quimiotaxis. Esto significa que en procesos inflamatorios, donde se libera una gran cantidad de este tipo de mediadores, también nos encontraremos con un alto porcentaje de fagocitos.

Según lo expuesto, su número aumentará en procesos:

1. Infecciosos. 2. Inflamatorios. 3. Inmunomediados.

Los inmunocitos son los linfocitos. Éstos se dividen en linfocitos T y B. Los linfocitos T son los responsables de la inmunidad celular. Su papel es el de reconocer a un antígeno extraño y desencadenar toda la respuesta inmunitaria. Aparte de controlar y regular el sistema inmunitario, también pueden actuar directamente sobre virus o células tumorales. Los linfocitos B por su parte, tras su transformación en células plasmáticas, producen inmunoglobulinas o anticuerpos, siendo los responsables de la inmunidad humoral. El papel de los anticuerpos es mediar en la identificación exacta del antígeno extraño, y promover en definitiva la actuación específica de las células fagocíticas y en general la respuesta inmunitaria. Ciertos clones de linfocitos B permanecen como circulantes actuando como memoria del sistema inmunitario y facilitando una respuesta más rápida ante una posterior exposición a los mismos antígenos. Las células de memoria son las responsables de la inmunidad que se adquiere al paso de muchas infecciones o inducida por la vacunación.

El número de linfocitos se elevará en procesos:

Inmunomediados.

En cierto tipo de tumores.

Independientemente de las agresiones que sufra el organismo, otro tipo de causas puede incrementar el número total de leucocitos, o en particular de alguno de sus tipos. El ejemplo más claro lo tenemos en la acción de los glucocorticoides sobre los leucocitos, los cuales inducen a un aumento del número total de los mismos, y en particular de neutrófilos, además de producir linfopenia.

El ejercicio y el estrés son otras causas que producen leucocitosis, siendo predominantemente neutrofílica y monocítica en el perro, y linfocítica en el gato. Por el contrario, la leucopenia suele aparecer en ciertas enfermedades víricas (como la parvovirosis) y tras la anestesia.

ALTERACIONES DE LA FÓRMULA LEUCOCITARIA:

Cada tipo de leucocito tiene una función específica en el organismo. A continuación explicaremos cuáles son, y en qué procesos están involucrados. Su morfología se describe refiriéndonos a células teñidas.

NEUTRÓFILOS.

Como hemos mencionado anteriormente, los neutrófilos son la primera barrera de defensa del organismo y normalmente su número es superior al resto de los leucocitos. Son células de forma redonda, con el núcleo lobulado de color azul oscuro y gránulos en el interior del citoplasma. Si en el núcleo observamos más de 5 lóbulos, significa que nos hallamos ante un neutrófilo envejecido. Suelen aparecer en inflamaciones crónicas o por efecto de los glucocorticoides.

Neutrófilo

El aumento de precursores de los neutrófilos, como los cayados es lo que se denomina desviación a la izquierda. Los precursores se incrementan cuando existe gran demanda de neutrófilos hacia un tejido, debido a un proceso inflamatorio. Si el número total de

leucocitos es elevado y hay desviación a la izquierda, podemos tener la sospecha de la existencia de una infección.

Cayado

Cuando los neutrófilos presentan en su citoplasma un aspecto reticular azulado o inclusiones granulares de color azul (llamadas corpúsculos de Döehle) se define como granulación tóxica. Esta granulación se observa en infecciones bacterianas graves e intoxicaciones. Sin embargo, en gatos se suelen observar normalmente corpúsculos de Döehle

Así como la neutrofilia aparece en procesos inflamatorios, sobre todo agudos, sean o no de origen bacteriano, y por efecto de los glucocorticoides (por liberación de noradrenalina), la neutropenia es debida a ciertos medicamentos (como las cefalosporinas o algunos anestésicos), a leucemias o por ciertos virus como el parvovirus y los virus de la leucemia (FeLV) y de la inmunodecifiencia (FIV) felinas.

MONOCITOS.

Los monocitos tienen forma irregular, con el citoplasma basófilo (azulado), a menudo con vacuolas, y núcleo grande. Es la célula más grande de todos los leucocitos, y si no se posee demasiada experiencia se puede llegar a confundir con los cayados. Los monocitos cuando se encuentran dentro de los tejidos, se denominan macrófagos.

Monocito

Su aumento suele ir paralelo al de los neutrófilos. Es por tanto un indicador de inflamación, sobre todo crónica. En peritonitis infecciosa felina (PIF), suele hallarse en gran número, tanto en sangre como en líquido ascítico. También su número se eleva en anemias hemolíticas autoinmunes, debido a que reconocen los antígenos de membrana propios como si fueran extraños.

EOSINÓFILOS.

Son células con núcleo bilobulado, redondas y con gránulos de color rojo-anaranjado, cuyo contenido son sustancias antihistamínicas que inhiben la liberación de histamina y serotonina por parte de los mastocitos. Su función principal es como mediadora en los procesos alérgicos, aunque también aparece en procesos parasitarios. Así mismo actúan como moderadores de la inflamación aguda.

Eosinófilo

La eosinofilia, por tanto, se observa en procesos alérgicos, en filariosis y en el caso de parásitos intestinales cuando éstos están presentes fuera del tracto intestinal. En gatos también se elevan por procesos asmáticos y evidentemente aumentan en granulomas eosinofílicos. Los glucocorticoides producen eosinopenia.

BASÓFILOS.

Es raro encontrar en la sangre basófilos. Son células redondas, algo mayores que los neutrófilos, con el núcleo irregular (suele ser trilobulado) y el citoplasma con gránulos de intenso color azul. Las Ig E, involucradas en cierto tipo de reacciones de hipersensibilidad, los estimulan, produciendo la liberación de la histamina y heparina que contienen sus gránulos, desencadenando todas las reacciones inflamatorias. La basofilia suele acompañar a la eosinofilia, debido a su papel en los procesos alérgicos. A veces pueden observarse en número elevado en mastocitomas.

LINFOCITOS.

Este tipo de células, pequeñas, de forma redonda y con un núcleo de color azul oscuro intenso que ocupa todo el citoplasma, tiene muchos subtipos y distintas funciones:

linfocitos B circulantes (células de memoria), células plasmáticas (producen anticuerpos), linfocitos T citotóxicos (antivirales), supresores (inhiben la respuesta inmune) y coadyuvantes o “helper” (inducen la multiplicación y diferenciación de los linfocitos B y otros linfocitos T).

Linfocito

La linfocitosis es típica de leucemias linfoblásticas, en las cuales suelen observarse células precursoras. Otras causas distintas, como la vacunación, o en el caso del gato por estrés, también la pueden producir. La linfopenia suele ser debida a glucocorticoides y a alteraciones como el quilotórax y los linfomas.

En el cuadro 1 se resume en qué procesos puede aparecer aumento o disminución de cada tipo de leucocito.

CUADRO 1

NEUTROFILIA Glucocorticoides

Inflamación (por infección o no)

NEUTRÓFILOS

NEUTROPENIA Parvovirosis

Cefalosporinas

FeLV-FIV

Leucemias (mieloides)

Anestesia LINFOCITOSIS Estrés (en gatos)

Leucemia linfocítica

Vacunas

LINFOCITOS

LINFOPENIA Glucocorticoides

Quilotórax

Linfosarcomas

MONOCITOS MONOCITOSIS Inflamación crónica

Anemia autoinmune

PIF EOSINOFILIA Alergias

Parásitos (filariosis)

Procesos asmáticos (en gato)

Granuloma eosinofílico

EOSINÓFILO

EOSINOPENIA Glucocorticoides

BASÓFILOS BASOFILIA Hipersensibilidad (alergias)

Mastocitomas

CONCLUSIONES

La fórmula leucocitaria, como hemos visto, nos puede dar gran información sobre el estado general de salud de un animal, pero hay que considerar también el número total de leucocitos, para su correcta evaluación. Como cualquier resultado analítico, la fórmula leucocitaria por sí misma no es capaz de confirmarnos una patología específica. Si los resultados obtenidos nos inducen a pensar que existe algún proceso patológico, esta sospecha se debería complementar con otro tipo de análisis. En el caso de inflamaciones, si son debidas a parásitos habrá que detectarlos por medio de pruebas inmunológicas u observación directa. Si el proceso es bacteriano, debería buscarse el origen y realizar cultivos microbiológicos. Actualmente existen métodos analíticos que nos evidencian la presencia de ciertos virus. Las neoplasias únicamente se pueden confirmar por estudios anatomopatológicos, como citologías o biopsias. Todos estos métodos confirmativos, inducidos por los resultados de la fórmula leucocitaria, siempre apoyan al diagnóstico clínico.

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RETICULOCITOS.

Los reticulocitos son células precursoras de los hematíes y una elevada concentración de

ellos en sangre significa que nos hallamos ante una ANEMIA REGENERATIVA. La mejor forma de saber si una anemia es o no regenerativa, es determinar el ÍNDICE DE RETICULOCITOS (IR).

IR = (% Hematocrito/45) x % Reticulocitos

Si el índice de reticulocitos (IR) es mayor de 2.5, la anemia es regenerativa.

COAGULACIÓN.

Las pruebas de coagulación se determinan en un coagulómetro Coatron M1 (Kemia) monocanal termostatizado, en plasma obtenido de sangre recogida en citrato sódico. La concentración de citrato debe ser del 3,2 % y la proporción sangre:citrato debe ser de 9:1.

Las pruebas que se realizan rutinariamente son:

PT o protrombina, agrupa a varios factores de coagulación, constituyendo la vía intrínseca y común.

PTT o cefalina, el conjunto de estos factores de coagulación es la vía extrínseca y común.

Fibrinógeno

Aunque se puede determinar cualquier factor, el más importante es el factor Von Willebrand ya que de todas las alteraciones hereditarias de la hemostasia, es la más frecuente en perros.

Los factores de coagulación se sintetizan en el hígado, y varios de éllos de las vías extrínseca e intrínseca (II, VII,IX y X) son dependientes de la vitamina K para poder desempeñar su papel. Por eso muchas cáusas de alteraciones en la coagulación son debidas a problemas hepáticos severos o a déficit de vitamina K.

La interpretación de posibles causas más comunes de hemorragia es la siguiente:

• PT aumentado, PTT aumentado, Fibrinógeno normal: Deficit de vitamina K (intoxicación por cumarinas, enteropatías graves) o hepatopatías.

• PT normal, PTT aumentado, Fibrinógeno normal: Déficit de algún factor de la vía intrínseca, tratamiento con heparina o enfermedad de Von Willebrand.

• PT aumentado, PTT aumentado, Fibrinógeno bajo: Hepatopatía severa o CID (coagulación intravascular diseminada).

Hay que tener en cuenta que el citrato sódico de los tubos está en forma líquida y en cantidad considerable, por lo que si la cantidad de sangre extraída no llega a la marca de llenado que indican todos los tubos, ésta estará más diluída y por tanto los tiempos de coagulación pueden ser más alargados.

PDF o Productos de Degradación del Fibrinógeno

Los trombos que aparecen en ciertas enfermedades están formados por fibrina con enlaces cruzados, cuya digestión producida por la plasmina, da lugar a los PDF molecularmente distintos a los del fibrinógeno. La aparición de PDF detectables en una muestra de sangre con citrato sódico, es indicativo de un proceso de caogulación intravascular diseminada (CID).

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