Hacia una escuela intercultural

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DANIEL SÁNCHEZ El proyecto Por una Escuela Inter- cultural crece paso a paso. Auspicia- do por la Liga Española de la Edu- cación y la Cultura Popular, este programa trabaja por implantar un modelo de educación intercultural, inclusiva y en la igualdad. Comen- zó ofreciendo material de apoyo para maestros, luego guías didácti- cas, recabó el apoyo de profesiona- les de sectores no educativos, creó (y expande) su red de centros... Pero el proyecto se encuentra en una paradójica encrucijada. En su cénit, tras siete años de vida, el pro- grama se nutre fundamentalmente del tiempo libre de los maestros, y los recortes que padece el sector educativo están sobrecargando a los docentes y amenazan las acti- vidades, según advierten algunos de los profesionales que trabajan en él. José Antonio García, profe- sor del departamento de Didácti- ca de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Liga, resume el sentir de los defensores de la interculturalidad: “La nueva composición de la población espa- ñola rompe el estereotipo de una sociedad homogénea, uniforme, para establecer el reconocimiento de la diversidad cultual inherente en que estamos inmersos. En este contexto la escuela y, por extensión, cualquier espacio educativo, tiene el compromiso moral de formar para la ciudadanía intercultural, como garantía de inclusión social de todo ser humano en igualdad de derechos y de cohesión social. (...) No se puede renunciar a los avances que hemos realizado en este campo. (...) Hoy ya no se pue- de dejar de reconocer y celebrar la diversidad cultural”, advierte. Por eso el programa sigue ade- lante, bajo la máxima de que si no avanzas estás retrocediendo. Su úl- timo proyecto, Orientaciones para la Práctica de la Educación Intercul- tural (Wolters Kluwer), ha visto re- cientemente la luz, un libro a modo de manual para docentes que re- coge varios años de experiencias, prácticas y actividades relacionadas con este modelo educativo, y ofre- cidas desde diferentes puntos de vista. EL ORIGEN El libro aunque supone de alguna manera la culminación de varios años de trabajo, es solo parte de un todo, “una de las actividades del programa”. El “todo” es el proyecto de sensibilización Por una Escuela Intercultural, creado allá por 2005. El objetivo último del programa lo define su propio nombre. El ca- mino pasa por una educación en la “inclusividad, en igualdad, inte- gradora de todos sus componentes, equitativa y solidaria”, según escri- ben Begoña López, coordinadora general de Interculturalidad e In- migración de la Liga y responsable, junto a Martina Tuts, del texto. El proyecto Por una Escuela In- tercultural “nació de la inquietud de un grupo de docentes que trabaja- ba la diversidad en centros educati- vos y les faltaban herramientas para acometer la tarea diaria en el centro con niños, niñas, familias, etc.”, re- cuerda López. Este organismo, defensor de un modelo educativo intercul- tural, venía apoyando de mane- ra aislada el trabajo que algunos profesores realizaban en este línea en los centros, y decidieron editar, financiado con fondos europeos, cierto material de apoyo para los maestros. Ese primer año el ma- terial estaba destinado a Primaria, para trabajar la convivencia en el centro educativo. El curso siguiente el proyecto saltó a Secundaria. Poco a poco se fue implementando y mejorando el material, recogiendo las aporta- ciones de alumnos y docentes de los centros que lo utilizaban. Fue 2010 un año clave. Ese curso se creó la Red de Centros Intercultu- rales para conectar e intercambiar experiencias entre profesionales y el proyecto dio un salto cualitativo con la incorporación de expertos de diferentes perfiles y la edición de un libro, Interculturalidad y Ciu- dadanía (Wolters Kluwer), en el que se plantean “las claves para la construcción de una escuela inter- cultural”. El programa iba cogiendo forma. Hoy sus responsables miran al futuro con preocupación. “Si se realiza el programa es por el esfuer- zo de muchos maestros y maestras, que nos reciben con los brazos abiertos y están encantados con él”, concede López. Y esto es un arma de doble filo, según Xavier Besalú, profesor de pedagogía de la Uni- versidad de Girona y uno de los colaboradores habituales de la Liga. “Los centros están con el paraguas desplegado porque con el aumento de las ratios, las horas, los contro- les externos, necesitan el tiempo para hacer lo esencial, y miran con prevención nuevos proyectos que comporten más trabajo”, explica de manera gráfica. Y justo cuando es más nece- sario que nunca contar con estas iniciativas, añaden. Besalú cree que la palabra se ha utilizado con tanta ligereza que ha quedado vacía de contenido. “Hay un cierto confu- sionismo en torno al término ‘in- tercultural’, todo el mundo lo usa ya”, opina. “Pero ciertas medidas que se toman van contra el extran- jero”, añade. No hay que estrujarse mucho la cabeza para entender que se refiere a las últimas decisiones del Gobierno y algunos municipios respecto a no empadronar extran- jeros o dejar a los sin papeles fuera del sistema sanitario. Un ataque a la diversidad, opinan, que se com- bate desde la escuela, educando a los futuros ciudadanos en valores como la diversidad, la igualdad de trato o de oportunidades para que se integren en la sociedad mestiza que se van a encontrar. Es justo en este contexto en el que es necesario un programa de este tipo, cierra Besalú. Incidiendo en este argumento, muchos, como López, opinan que el verdadero problema es que el sistema educativo no ofrezca este modelo educativo pese a que está obligado a ello. “Nosotros no he- mos inventado nada nuevo”, ter- cia. “La LOE, la Constitución, los pactos de Derechos Humanos fir- mados por España, declaran como principios de nuestro sistema edu- cativo la equidad, la inclusión y la no discriminación, y todo eso debe reflejarse en la práctica educativa y docente en las escuelas”, explica. Pero no ocurre. José Antonio García, profesor del departamen- to de Didáctica de la Universidad Complutense de Madrid, colabo- rador también de la Liga, explica porqué: “El sistema educativo, impulsado por una inercia homo- geneizadora, mantiene sus estruc- turas, currículum, organización de los centros, prácticas escolares y una formación docente teniendo poco en cuenta la diversidad”. Hacia una escuela intercultural 34 ESCUELA Núm. 3.945 (826) 17 de mayo de 2012 LA PUBLICACIÓN ESTÁ INTEGRADA EN EL PROYECTO ‘POR UNA ESCUELA INTERCULTURAL’ Reportaje El libro ofrece herramientas a los maestros para el trabajo en la diversidad. La Liga Española de la Educación y la Cultura Popular, madre del programa, demanda un enfoque inclusivo y de igualdad en la escuela La Red de Escuelas Interculturales es uno de los programas más importantes del proyecto Por una Escuela Intercultural. La red de escuelas se creó en 2010 “para impulsar el proceso de renovación y adaptación escolar inherente al concepto de educación intercultural” y “visibilizar las prácticas de éxito realizadas en nuestros centros y aulas para una gestión eficaz de la diversidad”, según la definición de la web de la Liga de la Educación. La red de escuelas fue casi un paso natural. Para formar parte de ella un centro, asociación o aula debe solicitarlo. Si cumple unos ciertos requisitos establecidos por la Liga (referentes al claus- tro, la formación que deben tener los maestros, etc.), ingresará sin mayores problemas. Grosso modo, Begoña López y Martina Tuts, coordinadoras de Orientaciones para la práctica de la Educación Intercultural, definen el centro cultural como “la institución que concibe los espacios del centro como lugares interculturales en sí mismos, en la que se planifica y se lleva a cabo una metodología dinámica y flexible, atenta a las necesidades de cada alumno y alumna. Es, por lo tanto, generoso en la adaptación del currículum, en las medidas organizativas y en las agrupaciones en el aula, para atender a los distintos ritmos, estilos de aprendizaje y a las distintas habilidades”. Escuela en red y escuela viajera Por una Escuela Intercultural nació de la inquietud de un grupo de docentes que trabajaba la diversidad y que carecía herramientas para acometer la tarea diaria

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Reportaje en periódico ESCUELA sobre el libro de Orientaciones para la práctica de la Educación Intercultural.

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DANIEL SÁNCHEZ

El proyecto Por una Escuela Inter-cultural crece paso a paso. Auspicia-do por la Liga Española de la Edu-cación y la Cultura Popular, este programa trabaja por implantar un modelo de educación intercultural, inclusiva y en la igualdad. Comen-zó ofreciendo material de apoyo para maestros, luego guías didácti-cas, recabó el apoyo de profesiona-les de sectores no educativos, creó (y expande) su red de centros...

Pero el proyecto se encuentra en una paradójica encrucijada. En su cénit, tras siete años de vida, el pro-grama se nutre fundamentalmente del tiempo libre de los maestros, y los recortes que padece el sector educativo están sobrecargando a los docentes y amenazan las acti-vidades, según advierten algunos de los profesionales que trabajan en él. José Antonio García, profe-sor del departamento de Didácti-ca de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Liga, resume el sentir de los defensores de la interculturalidad: “La nueva composición de la población espa-ñola rompe el estereotipo de una sociedad homogénea, uniforme, para establecer el reconocimiento de la diversidad cultual inherente en que estamos inmersos. En este contexto la escuela y, por extensión, cualquier espacio educativo, tiene el compromiso moral de formar para la ciudadanía intercultural, como garantía de inclusión social de todo ser humano en igualdad de derechos y de cohesión social. (...) No se puede renunciar a los avances que hemos realizado en este campo. (...) Hoy ya no se pue-de dejar de reconocer y celebrar la diversidad cultural”, advierte.

Por eso el programa sigue ade-lante, bajo la máxima de que si no avanzas estás retrocediendo. Su úl-timo proyecto, Orientaciones para la Práctica de la Educación Intercul-tural (Wolters Kluwer), ha visto re-cientemente la luz, un libro a modo de manual para docentes que re-

coge varios años de experiencias, prácticas y actividades relacionadas con este modelo educativo, y ofre-cidas desde diferentes puntos de vista.

EL ORIGENEl libro aunque supone de alguna manera la culminación de varios años de trabajo, es solo parte de un todo, “una de las actividades del programa”. El “todo” es el proyecto

de sensibilización Por una Escuela Intercultural, creado allá por 2005. El objetivo último del programa lo defi ne su propio nombre. El ca-mino pasa por una educación en la “inclusividad, en igualdad, inte-gradora de todos sus componentes, equitativa y solidaria”, según escri-ben Begoña López, coordinadora general de Interculturalidad e In-migración de la Liga y responsable, junto a Martina Tuts, del texto.

El proyecto Por una Escuela In-tercultural “nació de la inquietud de un grupo de docentes que trabaja-ba la diversidad en centros educati-vos y les faltaban herramientas para acometer la tarea diaria en el centro con niños, niñas, familias, etc.”, re-cuerda López.

Este organismo, defensor de un modelo educativo intercul-tural, venía apoyando de mane-ra aislada el trabajo que algunos profesores realizaban en este línea en los centros, y decidieron editar, fi nanciado con fondos europeos, cierto material de apoyo para los maestros. Ese primer año el ma-terial estaba destinado a Primaria, para trabajar la convivencia en el centro educativo.

El curso siguiente el proyecto saltó a Secundaria. Poco a poco se fue implementando y mejorando el material, recogiendo las aporta-ciones de alumnos y docentes de los centros que lo utilizaban. Fue 2010 un año clave. Ese curso se creó la Red de Centros Intercultu-rales para conectar e intercambiar experiencias entre profesionales y el proyecto dio un salto cualitativo con la incorporación de expertos de diferentes perfi les y la edición de un libro, Interculturalidad y Ciu-dadanía (Wolters Kluwer), en el que se plantean “las claves para la construcción de una escuela inter-cultural”. El programa iba cogiendo forma.

Hoy sus responsables miran al futuro con preocupación. “Si se realiza el programa es por el esfuer-zo de muchos maestros y maestras, que nos reciben con los brazos abiertos y están encantados con él”, concede López. Y esto es un arma de doble fi lo, según Xavier Besalú, profesor de pedagogía de la Uni-versidad de Girona y uno de los colaboradores habituales de la Liga. “Los centros están con el paraguas desplegado porque con el aumento de las ratios, las horas, los contro-les externos, necesitan el tiempo para hacer lo esencial, y miran con prevención nuevos proyectos que

comporten más trabajo”, explica de manera gráfi ca.

Y justo cuando es más nece-sario que nunca contar con estas iniciativas, añaden. Besalú cree que la palabra se ha utilizado con tanta ligereza que ha quedado vacía de contenido. “Hay un cierto confu-sionismo en torno al término ‘in-tercultural’, todo el mundo lo usa ya”, opina. “Pero ciertas medidas que se toman van contra el extran-jero”, añade. No hay que estrujarse mucho la cabeza para entender que se refi ere a las últimas decisiones del Gobierno y algunos municipios respecto a no empadronar extran-jeros o dejar a los sin papeles fuera del sistema sanitario. Un ataque a la diversidad, opinan, que se com-bate desde la escuela, educando a los futuros ciudadanos en valores como la diversidad, la igualdad de trato o de oportunidades para que se integren en la sociedad mestiza que se van a encontrar. Es justo en este contexto en el que es necesario un programa de este tipo, cierra Besalú.

Incidiendo en este argumento, muchos, como López, opinan que el verdadero problema es que el sistema educativo no ofrezca este modelo educativo pese a que está obligado a ello. “Nosotros no he-mos inventado nada nuevo”, ter-cia. “La LOE, la Constitución, los pactos de Derechos Humanos fi r-mados por España, declaran como principios de nuestro sistema edu-cativo la equidad, la inclusión y la no discriminación, y todo eso debe refl ejarse en la práctica educativa y docente en las escuelas”, explica.

Pero no ocurre. José Antonio García, profesor del departamen-to de Didáctica de la Universidad Complutense de Madrid, colabo-rador también de la Liga, explica porqué: “El sistema educativo, impulsado por una inercia homo-geneizadora, mantiene sus estruc-turas, currículum, organización de los centros, prácticas escolares y una formación docente teniendo poco en cuenta la diversidad”.

Hacia una escuela intercultural

34 ESCUELA Núm. 3.945 (826) 17 de mayo de 2012

LA PUBLICACIÓN ESTÁ INTEGRADA EN EL PROYECTO ‘POR UNA ESCUELA INTERCULTURAL’

Reportaje

El libro ofrece herramientas a los maestros para el trabajo en la diversidad. La Liga Española de la Educación y la Cultura Popular, madre del programa, demanda un enfoque inclusivo y de igualdad en la escuela •

La Red de Escuelas Interculturales es uno de los programas más importantes del proyecto Por una Escuela Intercultural. La red de escuelas se creó en 2010 “para impulsar el proceso de renovación y adaptación escolar inherente al concepto de educación intercultural” y “visibilizar las prácticas de éxito realizadas en nuestros centros y aulas para una gestión efi caz de la diversidad”, según la defi nición de la web de la Liga de la Educación.

La red de escuelas fue casi un paso natural. Para formar parte de ella un centro, asociación o aula debe solicitarlo. Si cumple unos ciertos requisitos establecidos por la Liga (referentes al claus-

tro, la formación que deben tener los maestros, etc.), ingresará sin mayores problemas. Grosso modo, Begoña López y Martina Tuts, coordinadoras de Orientaciones para la práctica de la Educación Intercultural, defi nen el centro cultural como “la institución que concibe los espacios del centro como lugares interculturales en sí mismos, en la que se planifi ca y se lleva a cabo una metodología dinámica y fl exible, atenta a las necesidades de cada alumno y alumna. Es, por lo tanto, generoso en la adaptación del currículum, en las medidas organizativas y en las agrupaciones en el aula, para atender a los distintos ritmos, estilos de aprendizaje y a las distintas habilidades”.

Escuela en red y escuela viajera

Por una Escuela Intercultural nació de la inquietud de un grupo de docentes que trabajaba

la diversidad y que carecía herramientas para acometer la tarea diaria

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PROPUESTAS SOBRE PAPELEs en este panorama en el que apa-rece Orientaciones para la Práctica de la Educación Intercultural, el últi-mo libro editado por la Liga dentro del proyecto por la educación mul-ticultural. El título deja poco para la imaginación. “Va dirigido a los profesionales que quieran trabajar, informarse, conocer el modelo de escuela intercultural que nosotros defendemos y trabajamos por ex-tender”, describe López.

El material está estructurado por apartados y tiene un marcado carácter práctico. Trece especialistas de distintas áreas, pero relacionados todos con la educación, hablan so-bre diez temas distintos, realizan-do cada uno (o por parejas) una aproximación temática a la educa-ción intercultural, aportando expe-riencias y “propuestas de interven-ción en los centros escolares”.

Luz Martínez Ten, secretaria de Políticas Sociales de FETE-UGT, refl exiona sobre Género e Interculturalidad, dos conceptos “obligatoriamente relacionados”. Martínez lamenta que “solo se acu-de a la perspectiva de género cuan-do hay un confl icto explícito contra las mujeres”, cuando “la relación en-tre feminismo y multiculturalidad constituye uno de los elementos imprescindibles para el desarrollo de un modelo educativo intercul-tural que incorpore la igualdad de género como un fundamento ético irrenunciable, tanto en el concepto mismo de interculturalidad, como en la normativa educativa, el análi-sis y el diseño, aplicación y evalua-ción de la práctica educativa”.

Esta pedagoga reclama una “transversalización” del género en el sistema educativo, para colocar este concepto “en el centro las de-cisiones”. Como método para im-plementarlo en el aula, se refi ere al “aprendizaje dialógico” que se prac-tica en las Comunidades de Apren-dizaje, donde se dividen las clases en pequeños grupos interactivos en los que los participantes (alumnos, pro-fesores, personal de apoyo) confl u-yen en un diálogo multidireccional. Las redes sociales y la comunicación son el terreno de Roland Huguenin, asesor internacional de medios y vinculado al mundo del desarrollo. Hueguenin cita la primavera ára-be para sostener que “no se puede subestimar el papel que tienen los medios audiovisuales en las trans-misión (…) de noticias acerca de la sucesión de acontecimientos locales e internacionales (…), pero tampo-co olvidar que estos no generan por sí mismos levantamientos sociales y políticos, ni desembocan en ma-nifestaciones multitudinarias. Se precisa el compromiso ciudadano para organizar la participación en las actividades sociales”.

Huguenin recomienda a los docentes una serie de prácticas rela-cionadas con las redes, entre las que destacan “inculcar la curiosidad in-telectual de los jóvenes y el hábito de comprobar diferentes fuentes de información antes de adoptar una perspectiva determinada ante cual-quier tema”; enseñarles a identifi car

las fuentes de información fi ables y distinguir entre rumores y noticias o “seguir un canal de Twitter y pedir al alumnado que lo analice con sen-tido crítico”.

El siguiente punto de vista lo aporta el fi lósofo Luis María Ci-fuentes, que propone el paso del concepto de la democracia repre-sentativa a la deliberativa. Esto es, “que las propuestas legislativas que están en el origen de las nuevas leyes sean conocidas por los ciudadanos, argumentadas y debatidas pública-mente y se logren ciertos acuerdos basados en razones de bien común”. Cifuentes alerta de la caída del in-terés de la sociedad por participar en las escuelas (AMPA, Consejo Escolar) y sostiene que “es urgente que se practique la deliberación y la participación” en la sociedad y la escuela como camino para que “lo intercultural surja con fuerza”.

Beatriz Gallego, Henar Rodrí-guez y Mónica Lago, del grupo de investigación ACOGE de la Facul-tad de Educación y Trabajo Social de Valladolid, se han centrado en las “buenas prácticas en educación intercultural inclusiva”. Las autoras refl exionan sobre el término a par-tir de una serie de preguntas: “¿Qué signifi ca hablar de buenas prácticas educativas? ¿Es adecuada la utiliza-ción de esta expresión? ¿Qué rela-ción existe entre educación inclusi-va y educación intercultural?”.

Pero no solo plantea interro-gantes. El artículo también esboza nueve “posibles prácticas que están

contribuyendo al desarrollo de la educación intercultural inclusiva en los centros”. Sin entrar en más de-talles, las investigadoras se refi eren a prácticas “que tienen Proyectos Educativos en los que la Educación Inclusiva e Intercultural son dos de los principios estructurales del mismo”. En paralelo, los centros pueden desarrollar proyectos o pro-gramas como planes de atención a la diversidad, de acción tutorial, de convivencia, de igualdad de oportu-nidades, de fomento de la lectura, de acogida, etc, siempre con una pre-misa: “Que todos estén interconec-tados para dar mayor cohesión a las prácticas educativas”. José Antonio García se ha encargado de “la di-mensión intercultural en los docu-mentos de planifi cación del centro escolar” y su relación con la cons-trucción de un centro educativo inclusivo. García parte de que “los centros escolares son ecosistemas sociales complejos, donde las accio-nes están llenas de signifi cado para las personas que se desenvuelven en ellos” para sostener que “como espacios públicos democráticos tie-nen la responsabilidad de refl exio-nar y decidir sobre el conocimiento que organizan, producen, median y trasladan al alumnado (…), esto implica plantearse críticamente la selección y elaboración del currí-culum y su desarrollo, mediante prácticas que no silencien las voces de las culturas, clases, géneros, etc.”. En un detallado artículo, el doctor García sostiene que esta orientación

intercultural debe plasmarse en los diferentes documentos de planifi -cación del centro (como el Proyecto Educativo, el Plan de Atención a la Diversidad o el Plan de Apoyo Lin-güístico) y explica cómo llevarlo a cabo.

La aportación de Xavier Llu-ch, maestro y profesor de un CEIP en Valencia, está relacionada con la educación de los gitanos y su relación con la interculturalidad. Lluch recorre 30 años de escolari-zación del pueblo calé y repasa dos cuestiones: “Cómo algunas de las características generales de la edu-cación intercultural la hacen espe-cialmente necesaria para trabajar con el pueblo gitano” y en segundo lugar la infl uencia que ha tenido la escolarización gitana en una escuela intercultural inclusiva.

Xavier Besalú pone el foco en los maestros. Partiendo de las ca-rencias en la formación inicial de los docentes, el profesor propone “re-socializar” a los docentes. ¿Cómo? “Formar docentes (…) del S. XXI en general tiene que ser muy pare-cido a formar docentes preparados para atender a la diversidad cultu-ral”, arranca. Besalú distingue entre formar profesionales competentes o a través de competencias, y sos-tiene que la universidad “no puede formar profesionales competentes, sino que tiene que crear las condi-ciones para que el alumnado pueda convertirse en un profesional res-ponsable y llegue a ejercer su profe-sión de manera competente”.

Este profesor recomienda tres líneas de trabajo destinadas a la formación de maestros. En primer lugar debe cuidarse “la persona del profesor: su bienestar físico y psí-quico, su autoestima, su madurez y su autonomía”. La segunda pro-puesta pasa por “revisar a fondo sus percepciones y creencias en torno a ‘los otros’, sus actitudes y predispo-siciones relacionales y sus conoci-mientos sobre el mundo actual”. En último lugar, recomienda “asumir la responsabilidad y consecuencias de las decisiones organizativas que se toman en los centros”.

Los siguientes dos capítulos tienen cierta relación entre sí. En el primero Juan Gómez, miembro del colectivo Amani, experto en el trato de confl ictos, invita a pensar sobre “las relaciones entre las personas que habitan un mismo espacio, la presencia de reciprocidad, apren-dizaje mutuo, cooperación, respeto, valores y normas compartidas”.

En el segundo, Carlos Roldán y Laura Cantillo, ambos colaborado-res de la Liga por la Educación, ex-ponen formas alternativas a la reso-lución tradicional de confl ictos. Los autores se centran en las prácticas restaurativas que se aplican en otros países frente al modelo punitivo de resolución y confl icto. Frente a ello, el enfoque restaurativo “es una fi lo-sofía de funcionamiento basada en cinco principios básicos: centrar-se en los daños y las necesidades, atender las consecuencias de estos daños, usar procesos incluyentes y colaborativos involucrar a todos aquellos que tengan algo que ver en la situación y reducir el mal causa-do”. Las prácticas restaurativas más comunes son la Mediación entre Iguales (en la que un tercero ejerce de mediador, imparcial, para ayu-dar a alcanzar un acuerdo entre las partes), las Conferencias de Grupo Familiar (en las que se reúne a las familias de los individuos implica-dos para que entre todos tomen una decisión sobre el procedimiento a seguir) o los Círculos de Paz (los participantes se colocan formando un círculo y todos tienen un tur-no de palabra que debe respetarse y valorarse). El último capítulo lo fi rma el profesor Fernando Trujillo, de la Universidad de Granada, que realiza una apuesta decidida por la ética hacker (entendido en su con-cepción inicial de la palabra, alguien que comparte su conocimiento a partir de un compromiso con la so-ciedad, no la actual defi nición que más bien reconoce a delincuentes cibernéticos) a la hora de afrontar la renovación de las escuelas. Trujillo alerta de los recortes que llegarán (están llegando) al sector educati-vo y sostiene que la ética hacker es la “alternativa”. El profesor la defi ne como “la que permite, desde dentro del sistema, hacer los ajustes necesa-rios para que el software del sistema educativo se ajuste a las necesidades de sus usuarios reales, el alumnado y las familias. Hablamos de trabajar a partir de los valores de la pasión, la libertad, la creatividad, la motiva-ción por el valor social de la activi-dad educativa...”.

reportaje17 de mayo de 2012 Núm. 3.945 (827) ESCUELA 35

“El libro está dirigido a profesionales que quieran trabajar, informarse, conocer el modelo de escuela intercultural que defendemos y trabajamos por extender”