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PUBLICACIN DE LA LIGA DE DEFENSA DEL MEDIO AMBIENTE

BOLIVIA,AGOSTO DE 2008 N 75

EL CULTIVO DE LA QUINUA EN BOLIVIA: EL CULTIVO DE LA QUINUA EN BOLIVIA:

OPORTUNIDADES Y AMENAZAS

El auge de la quinua: cambios y perspectivas desde una visin social La sustentabilidad de la produccin de la quinua en el altiplano sur de Bolivia El cultivo de la quinua orgnica en Oruro y Potos Un nuevo paradigma para el entendimiento y el combate de la desertificacin Quinua, descanso y tholares en el sur del Altiplano Boliviano

INDICE

Editorial Un nuevo paradigma para el entendimiento y el combate de la desertificacin La sustentabilidad de la produccin de la quinua en el Altiplano sur de Bolivia: Aplicacin del Paradigma de Desarrollo de Zonas Secas El cultivo de la quinua orgnica en Oruro y Potos El xito de la quinua en el comercio mundial: una oportunidad para investigar la sostenibilidad socio ecolgica en el Altiplano sur de Bolivia El auge de la quinua: cambios y perspectivas desde una visin social Quinua, descanso y tholares en el Sur del Altiplano Boliviano Agricultura de Concervacin con un enfoque de manejo sostenible en el Altiplano sur Recuperacin de suelos para una produccin sostenible de quinua en el Altiplano sur

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DIRECTORIO DE LIDEMA Lic. Erik Fernndez PRESIDENTE Lic. Roberto Cabrera VICEPRESIDENTE Lic. Ruth Vargas SECRETARIA Dr. Freddy Heinrich VOCAL Lic. Arturo Moscoso VOCAL Lic. Carlos Navia PAST PRESIDENTE DIRECTORA EJECUTIVA Jenny Gruenberger Prez

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HBITAT es una revista de la Liga de Defensa del Medio Ambiente LIDEMA Av. Ecuador N 2131 Telfonos: (591-2) 419393 (591-2) 2416044 Fax: (591-2) 2412322 Casilla 11237 La Paz Bolivia Correo Electrnico: [email protected] contenido de la revista no refleja necesariamente las opiniones ni las polticas de LIDEMA o de sus editores. Los artculos de la revista que no estn sujetos a los derechos de autor pueden reproducirse sin permiso previo, siempre que se acredite a HBITAT, al autor y al fotgrafo o ilustrador, como su fuente y se notifique por escrito a los editores, adjuntando un ejemplar del material publicado.

Editorialste nmero de la revista Hbitat, dedicado a la problemtica de la desertificacin por la implementacin de cultivos de quinua en el Altiplano sur de Bolivia, ha sido posible gracias a la participacin y acogida que las comunidades de Castilluma, Alcaya, Rodeo, Churacar, Pacocollo y Jayukota, de la provincia Ladislao Cabrera del departamento de Oruro, dieron a la iniciativa promovida y financida por la organizacin ARIDNET, as como al impulso y esfuerzo que los colegas Jim Reynolds y Jeff Herrick aportaron para la realizacin de la misma. A todos ellos queremos expresarles nuestro profundo agradecimiento. Entre los importantes cambios y alteraciones ambientales que estn afectando a los paisajes de las regiones del Altiplano sur est el proceso de la desertificacin, ya que constituye una seria amenaza por su incidencia territorial, ambiental, ecolgica y socioeconmica. En amplios espacios de la puna semirida se est produciendo un fenmeno de transformacin del ecosistema ligado a importantes cambios en los usos del suelo, entre ellos, una intensa mecanizacin de la agricultura de la quinua que est determinando la prdida del recurso, abandono de prcticas tradicionales de conservacin de suelos, degradacin de formaciones vegetales como tholares, lampayares y extensos pastizales. Todo este conjunto de actividades ha determinado que la productividad de los cultivos descienda a tal punto que, en muchas zonas se abandonen los campos de cultivos y se busque la ampliacin de nuevas reas de cultivos en sitios an ms frgiles, como los de Nor Lpez en el departamento de Potos. Consideramos a los procesos de desertificacin como una enfermedad ambiental compleja que hay que entender en el marco de un sistema de cambios globales, en el que las interrelaciones entre la causas y respuestas suelen ser estrechas; constituyendo un reto cientfico para cuyo estudio se requiere la integracin de diversas reas del conocimiento y el desarrollo y aplicacin de mtodos de estudio adecuados. En este contexto, este nmero de la revista Hbitat presenta importantes contribuciones sobre la problemtica de la desertificacin y la implementacin del cultivo de quinua en el Altiplano sur de Bolivia, con aportes sobre un nuevo paradigma para el entendimiento y combate de la desertificacin, la sustentabilidad de la produccin de la quinua en la regin mencionada, el xito de la quinua organica en el comercio mundial, la investigacin socio-ecolgica, los cambios y las perspectivas de este cultivo desde una visin social, entre otros.

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UN NUEVO PARADIGMA para el entendimiento y el combate de la desertificacinFacultad Nicholas de Medio Ambiente y Ciencias de la Tierra Departamento de Biologa de la Universidad Duke Durham, NC, Estados Unidos.J.F. Reynolds

Divisin de Ciencias Ambientales, Instituto Potosino de Investigacin Cientfica y Tecnolgica (IPICYT) San Lus Potos, SLP, Mxico.E. Huber-Sannwald

Jornada Experimental Range, USDA Agricultural Research Service Las Cruces, NM, Estados Unidos.J.E. Herrick

a degradacin de la tierra afecta a todo el mundo, pero especialmente a la poblacin que depende directamente de los recursos naturales a travs de la produccin agropecuaria y forestal. Por esta razn, el problema de la desertificacin, que consiste en la perdida de la productividad debido a la degradacin de la tierra, es altamente importante en Bolivia, donde aproximadamente un 40 de la poblacin se dedica a % la produccin agrcola. La desertificacin es un tema que evoca muchas divergencias y controversias. Las causas de la degradacin de los suelos y sus consecuencias y las polticas que buscan responder a esta problemtica siguen, en su mayor parte, sin hallar respuestas principalmente a escala internacional, aunque se reconocen muchas a escala regional. Las cuestiones relacionadas a la degradacin tienen que ver, por ejemplo, con el anlisis sobre si la reduccin en la productividad de los suelos se debe a causas naturales (cmo las producidas

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por el clima) o a causas antropognicas (cmo las producidas por el sobrepastoreo), si la desertificacin es o no reversible y cmo determinar la extensin de tierra afectada o en riesgo, as como el papel de los esfuerzos sociales e institucionales para reducirla, no tanto asi a aspectos cientficos y tecnolgicos. Existen al menos cuatro razones para entender la problemtica: en primer lugar, no hay un significado estandarizado para el trmino degradacin de los suelos, que pueda aplicarse a todas las situaciones, sin embargo, ms del 70 de las tierras secas se carac% terizan como desertificadas. En segundo trmino, la degradacin de la tierra es provocada o exacerbada por la variabilidad climtica, especialmente la sequa, con lo cual sus causas no son necesariamente antropognicas. En tercer lugar, no todos los cambios tienen un efecto directo e inmediato en el bienestar humano y, en general, los agricultores slo estn dispuestos a aceptar que necesitan cambiar sus prcticas

si la degradacin de la tierra es una consecuencia directa de sus actividades y/o los afecta directamente. Finalmente, cualquier explicacin de lo que constituye la degradacin de la tierra debe dejar en claro que, si bien se incluyen componentes biofsicos de los ecosistemas como la erosin de los suelos y la prdida de la cubierta vegetal la interpretacin de estos cambios como prdidas depende de que estos componentes se integren al contexto de las actividades socioeconmicas de la gente, frecuentemente a travs del uso del trmino productividad. El hecho de que stas no se reconocen ni se incluyen en la toma de decisiones ha retrasado los adelantos de la investigacin sobre la desertificacin. La desertificacin es un tema complejo, que no permite soluciones o respuestas simples.

Cambio mundial

La evaluacin de los componentes biofsicos, como los nutrientes del suelo y la erosin, o la cubierta con pastizales versus la cubierta con arbustos, y de los

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componentes socioeconmicos, como los ingresos del grupo familiar, el tamao de la familia y las deudas, son algunos de los temas ms desafiantes y potencialmente gratificantes en la investigacin sobre la desertificacin. Un esfuerzo internacional que se inici recientemente como parte del Proyecto Mundial de la Tierra del Programa Internacional Geosfera-Biosfera reuni a investigadores de los programas sobre el cambio mundial, que representan tanto los sistemas naturales como aquellos bajo la influencia de los seres humanos. El producto de estas nuevas ideas

es el Paradigma de Desarrollo de las zonas Secas o el Drylands Development Paradigm (DDP) (Reynolds et al., 2007), y constituye una serie de afirmaciones que ponen de relieve los vnculos clave entre los sistemas socioeconmicos y biofsicos, en diferentes escalas de tiempo y espacio. Las ideas que componen el paradigma DDP en general no son nuevas pero, tal como sucede con los paradigmas, renen muchos de los trabajos previos sobre este tema, de una manera que revela nuevos puntos de vista. En el Cuadro 1 se exponen los 5 principios del DDP derivados de

9 principios originales, presentados por Stafford Smith y Reynolds (2002) y descrito como el Paradigma de la Desertificacin de Dahlem. Principio 1. Los sistemas humano - ambiental (H-A )estn acoplados, son dinmicos y co-adaptados, de modo que su estructura, funcin e interrelaciones cambian con el tiempo. Los sistemas biofsicos y socioeconmicos asociados a las tierras secas del mundo no son estticos; se producen por un conjunto de interacciones complejas entre factores biofsicos, sociales y econmicos, de manera que su comportamiento es ms

Cuadro 1: Principios del paradigma de desarrollo de las zonas secas, su significado en las zonas secas y sus implicaciones para la investigacin, el manejo y las polticas

Principios P1: Los sistemas H-A estn acoplados, son dinmicos y co-adaptados, de modo que su estructura, funcin e interrelaciones cambian con el tiempo. P2: Un nmero limitado de variables lentas son las determinantes crticas de la dinmica de los sistemas H-A. P3: Umbrales de las variables claves definen los diferentes estados de los sistemas H-A, a menudo con procesos de control diferentes; los umbrales pueden cambiar con el tiempo. P4: Los sistemas H-A acoplados son jerrquicos, anidados y entrelazados a travs de escalas mltiples. P5: El mantenimiento de un cuerpo actualizado del conocimiento local ambiental (CAL) es clave para la co-adaptacin funcional de los sistemas H-A.

Su significado en las zonas secas La alta dependencia de muchas de las zonas secas del ambiente impone costos altos si el acoplamiento se vuelve no funcional; la variabilidad causada por los factores biofsicos as como los mercados y las polticas, usualmente fuera del control local, provocan que el seguimiento a los cambios y su funcionalidad sea relativamente difcil y muy importante en las zonas secas. La identificacin y el monitoreo de las variables lentas H - A. son particularmente importante en las zonas secas dado que la alta variabilidad de las variables rpidas, enmascara los cambios fundamentales descritos por las variables lentas. Los umbrales son particularmente importantes en zonas secas porque su capacidad de invertir en la recuperacin de los impactos de cruzar los umbrales indeseables es usualmente ms bajo por unidad (rea de tierra, personas, etc); y en donde el apoyo de agencias externas es necesario, los costos de transaccin son usualmente mayores. Las zonas secas a menudo estn distantes de los centros polticos y econmicos, dbilmente ligados y con poblaciones dispersas, lo que origina relaciones jerrquicas entre los niveles. El apoyo a los CAL es critico en las zonas secas porque el conocimiento a travs de la experiencia es ms lento especialmente donde el monitoreo de la retroalimentacin es difcil de obtener por sistemas ms variables, ms grandes y poblaciones dispersas, as como menos investigacin.

Fuente: adaptacin de Reynolds et al. (2007); H-A = Humano-Ambiental. CAL=Conocimiento Local Ambiental.

emergente que predeterminado, raramente puede ser revertido a algn estado anterior y recorre una trayectoria cambiante y con frecuencia, impredecible. Es absolutamente esencial un enfoque integrado en el que se tengan en cuenta simultneamente los atributos biofsicos y socioeconmicos. No es posible, por ejemplo, cuantificar el alcance de la desertificacin nicamente sobre la base de imgenes satelitales (que registran propiedades biofsicas como cambios en la cubierta del suelo) o nicamente sobre la base de la pobreza (controlando propiedades socioeconmicas como cambios en la riqueza local de las familias). Se necesitan elementos de ambos. Principio 2. Un nmero limitado de variables lentas son las determinantes criticas de la dinmica de los sistemas H-A. Ejemplos de variables lentas incluyen la estructura gentica de los rebaos de ganado, la cantidad de materia orgnica en los suelos y el patrimonio de capital. stas evolucionan y cambian lentamente, pero son determinantes cruciales de una subsistencia sostenible. Las variables rpidas, de las que la gente depende en su vida cotidiana como el rendimiento de los granos, las reservas de alimento y las tasas de inters son cuestiones muy reales para la ayuda humanitaria de corto plazo, pero tienden a confundir los debates estratgicos sobre la desertificacin. Los esfuerzos para trazar un mapa de la degradacin de la tierra que afecta los bienes y servicios de los ecosistemas y para responder a esa degradacin se distraen permanentemente por los efectos inmediatos de los fenmenos de corto plazo en estas variables rpidas, como las sequas, la variabilidad de los ingresos anuales y la muerte del ganado. Pero stas simplemente

reflejan interferencias provocadas por el clima. En realidad, las sequas reducen los ingresos de las familias que viven en lugares degradados y que carecen de capital social o econmico acumulado; menos frecuentemente las sufren las familias campesinas ricas que poseen pasturas sanas. Este principio significa que existe un conjunto limitado de maneras en como funcionan los sistemas socio-ecolgicos asociados a las tierras secas y esto puede permitirnos comprenderlos y manejarlos. No necesitamos entender todo, pero necesitamos ser capaces de distinguir entre lo que es comprensible o predecible (aun cuando sea incierto) y lo que es inherentemente impredecible. Principio 3. Umbrales de las variables claves definen los diferentes estados de los sistemas H-A. Estos umbrales son importantes porque frecuentemente significan que el costo de la restauracin de los sistemas de tierras secas degradadas, social y ecolgicamente, para convertirlos en tierras productivas y sostenibles, es directamente proporcional a la degradacin. Este aumento puede ser estable o brusco, pero en cuanto se ha traspasado un umbral de degradacin, los costos de la recuperacin aumentan de una manera no lineal. Los casos estudiados muestran que, una vez que sucede esto, para revertir el cambio es necesario recurrir a estratos superiores, como el provincial, estatal o internacional; ms amplios, como otras familias o comunidades. Principio 4. Tanto el sistema social como el sistema ecolgico de las tierras secas del mundo son jerrquicos, de manera que siempre existen preocupaciones en cuanto a la escala. Dado que la desertificacin afecta tanto a la tierra como a la gente, es la expresin regional de una degradacin

local. En general, cuando en las salas de las Naciones Unidas se utiliza la palabra desertificacin, sta adopta un significado diferente que cuando se le emplea en los niveles nacional, provincial y local. Principio 5. El mantenimiento de un cuerpo actualizado del conocimiento local ambiental (CAL) es clave para la co-adaptacin funcional de los sistemas HumanoAmbiental. Este principio enfatiza la necesidad de implementar un sistema hbrido entre el conocimiento ambiental local, las polticas pblicas y el conocimiento cientfico para mantener en equilibrio el funcionamiento del sistema. Implica que se tienen que crear mejores relaciones entre el conocimiento ambiental a escala local y la investigacin cientfica convencional, empleando buenos diseos experimentales y sistemas eficaces de seguimiento e intercambio de informacin.

Enfoque holstico

La solidez del Paradigma para el Desarrollo de las Zonas Secas reside en que utiliza un enfoque holstico y varias escalas entrecruzadas. En tanto que la utilizacin del trmino desertificacin slo es realmente til en los casos de superficies extendidas seriamente afectadas y el de degradacin es ms apropiado para instancias locales y menos severas, as el marco del DDP abarca todos los niveles de inters. En el nivel internacional, por ejemplo, la ejecucin de la Convencin de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificacin (CNULD) debera enmarcarse en el contexto de los cambios en los sistemas humano - ambientales ms que en la expresin magnitud de la desertificacin para determinar tanto el momento en el que se otorgan fondos para la intervencin, como para su distribucin. Del mismo modo, a nivel de la familia o de la

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Foto: Erosin elica en un campo de quinua despus de la cosecha (Abril, 2006)

comunidad en el que la preocupacin reside en el tipo especfico de degradacin del suelo que se produce y en sus consecuencias socioeconmicas locales el DDP canaliza esfuerzos hacia la identificacin de las variables lentas biofsicas y socioeconmicas esenciales, que realmente importan para la cuantificacin del riesgo actual y futuro. El marco del DDP es nico en dos sentidos: intenta capturar las mltiples interrelaciones dentro de los sistemas del medio humano que causan la desertificacin en un marco nico y sinttico y que puede ser sometido a verificacin, de manera que se asegura su revisin y mejoramiento. La red de Evaluacin, Investigacin e

Integracin de las investigaciones sobre desertificacin (ARIDnet, por sus siglas en ingls) se ha formado para poner a prueba el DDP y est activa en Amrica Latina desde 2004. Se pueden consultar detalles de cuatro estudios de caso en Mxico , Honduras y Bolivia en http://www.biology.duke.edu/ aridnet. Hay planes para expandir la red a otras regiones. Esperamos que, a medida que se vayan realizando estudios de caso en todo el mundo, el Paradigma para el Desarrollo de las Zonas Secas ayude a centrar la atencin de los relacionados con la ejecucin de la CNULD: por ejemplo, reconociendo que la desertificacin no puede ser formulada en trminos de medidas biofsicas o socioeco-

nmicas solamente y menos an en trminos de una medida nica; que la tarea de cuantificar la desertificacin no est destinada al fracaso; que en una escala jerrquica alta existe una cantidad limitada de sndromes de desertificacin que definen un pequeo nmero de variables crticas lentas que, a su vez, difieren entre los distintos sistemas de maneras no triviales pero manejables y, algo que es importante, que para dilucidar las variables cruciales lentas socioeconmicas y biofsicas se requerir la cooperacin de equipos de investigacin multidisciplinarios.

Agradecimientos Este artculo est basado en una publicacin de la Revista Nuestra Planeta (Tomo 17, No 1, pp. 26-27). El financiamiento para el proyecto ARIDnet, que apoya a la prueba y aplicacin de los principios presentados aqu es de la National Science Foundation de Estados Unidos (#0234186). Agradecemos tambin a Miguel Ayarza por la traduccin del Cuadro 1. Biblografa Reynolds, J.F., D.M. Stafford Smith, E.F. Lambin, B.L. Turner II, M. Mortimore, S.P.J. Batterbury, T.E. Downing, H. Dowlatabadi, R.J. Fernandez, J.E. Herrick, E. Huber-Sannwald, H. Jiang, R. Leemans, T. Lynam, F.T. Maestre, M. Ayarza and B. Walker. 2007. Global desertification: building a science for dryland development. Science 316: 847-851. Stafford Smith, D. M. and J. F. Reynolds. 2002. Desertification: a new paradigm for an old problem. Pages 403424 In Global Desertification: Do Humans Cause Deserts?, edited by Reynolds, J. F. and D. M. Stafford Smith Dahlem University Press).

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GALERIA DE FOTOS

Mximo Liberman

Panojas de quinua en proceso de secado

Cosechando quinua al pie del cerro Thunupa

Cultivo de quinua listo para la cosecha

Nios de la quinua

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LA SUSTENTABILIDAD DE LA PRODUCCIN DE LA QUINUA EN EL ALTIPLANO SUR DE BOLIVIA: Aplicacin del Paradigma de Desarrollo de Zonas SecasFacultad Nicholas de Medio Ambiente y Ciencias de la Tierra Departamento de Biologa de la Universidad Duke Durham, NC, Estados Unidos.J.F. Reynolds

Divisin de Ciencias Ambientales, Instituto Potosino de Investigacin Cientfica y Tecnolgica (IPICYT) San Lus Potos, SLP, Mxico.E. Huber-Sannwald

Jornada Experimental Range, USDA Agricultural Research Service Las Cruces, NM, Estados Unidos.J.E. Herrick

IntroduccinEl Altiplano es una regin muy susceptible a la erosin y degradacin de suelos y cambios en el uso de la tierra (Coppus et al. 2003; Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de Bolivia 1996). El uso de la tierra en el Altiplano sur de Bolivia ha cambiado mucho en los ltimos 40 aos, empezando en los aos 60 con la introduccin de la mecanizacin agrcola (Liberman 1986). Con la introduccin del tractor, empez la conversin de las comunidades de plantas nativas en las planicies y las zonas de pie de monte a campos agrcolas para la produccin de la quinua (Liberman 1986). La produccin de la quinua creci en un 50 en la regin Andina en% tre 1995 y 2000 (CIP 2001). Al nivel global, creci de 32,435 toneladas en 1961 a 58,571 toneladas en 2006 (FAO 2007). En Bolivia, la tasa de crecimiento fue todava mayor, y la produccin su-

bi de 9,200 a 25,329 toneladas durante esta misma poca. Esto corresponde a un crecimiento de casi 50 en el rea sembrada (de % 22,000 ha en 1961 a 40,184 ha en 2006; FAO 2007). Es muy claro que este aumento en la produccin de la quinua provoc una extensa conversin de terrenos, que ha sido reforzada por la migracin de productores de las laderas, donde la mecanizacin no es posible, a las planicies. Adems, aunque los rendimientos (kg/ha) han subido desde los aos 60 a los aos 2000, no se han alcanzado los niveles de 1970-1976, cuando el promedio lleg a 750 + 38 kg/ha (FAO 2007). Aunque es imposible, a nivel nacional, separar los efectos de degradacin de la tierra y otros procesos asociados con el cambio de cultura (por ejemplo plagas; Liberman 1986) de otros factores como el cambio del clima, variabilidad en la precipitacin y heladas, y en la calidad intrnsica de la tierra

donde est sembrada la quinua, se ha observado reducciones en los rendimientos al nivel de la finca en el Altiplano sur. Risi (2001) destac que despus de los aos 80, los rendimientos del campo agrcola se han ido reduciendo debido especialmente a tres factores: precipitaciones escasas, reduccin de capa arable producida por la erosin y aumento de plagas. La transformacin del manejo de la quinua tambin ha afectado la distribucin rural-urbana de la poblacin en esta zona. El tractor reduce las horas de mano de obra que se necesitan para cultivar una hectrea de quinua. La reduccin de la produccin ganadera tambin disminuy el trabajo en el campo. Estos dos factores, junto con la disponibilidad de transporte motorizado e ingresos ms altos han provocado la migracin de muchos campesinos a centros ms poblados en los que existen ms posibilidades de acceso a la

educacin y a la salud, as como servicios de luz y agua. Un efecto evidente de estos cambios parece ser un aumento de la tasa de erosin elica y la prdida de materia orgnica del suelo en las zonas nuevamente cultivadas (Hellin y Higman 2003), especialmente en suelos arenosos. Una breve comparacin entre reas con vegetacin nativa y reas bajo cultivo en suelos arenosos (Foto 1) durante das ventosos muestra la perdida del suelo de los campos agrcolas (Foto 2) y la formacin de dunas en los bordes de los campos agrcolas. Sin embargo, hay muy pocos datos publicados con respecto a los cambios en las tasas de erosin en diferentes partes del paisaje, y todava menos con respecto a los factores crticos que determinan la sustentabilidad de produccin biolgica en esta regin. Con estas percepciones de la situacin actual, un grupo internacional se reuni en noviembre de 2006 en la zona de Salinas de Garci Mendoza, provincia Ladislao Cabrera, departamento de Oruro para aplicar un nuevo marco analtico, a partir del que se espera comprender mejor los factores crticos que controlan la sustentabilidad de la regin ahora y en el futuro. Especficamente, se esper entender las interacciones histricas y actuales entre los procesos biofsicos y socioeconmicos a escalas espaciales mltiples para identificar los factores y procesos crticos y la escala apropiada para intervenciones en el futuro y posiblemente, identificar opciones nuevas para mejorar la sustentabilidad de la regin. Este estudio preliminar espera proporcionar nuevos datos biofsicos y socioeconmicos, y reconocemos que es imposible desarrollar un entendimiento perfecto de un sistema tan complejo en el

Foto 1. Quinua sembrada en un suelo arenoso y vegetacin nativa cerca del Salar de Uyuni (Abril, 2006).

Foto 2. Erosin en un campo de quinua despus de la cosecha (Abril, 2006).

lapso de una semana, especialmente donde existen muchas perspectivas y poca informacin. Por eso, un objetivo importante fue identificar algunas prioridades para la investigacin, con un enfoque (en este caso) en los factores biofsicos y las retroalimentaciones entre ellos.

Mtodos

Se han desarrollado cinco etapas en el anlisis: (1) revisin de la informacin publicada, (2) identificacin de un rea geogrfica de enfoque (3) visita y entrevistas a habitantes del rea, (4) aplicacin del marco analtico, y (5) desarrollo de conclusiones y recomendaciones preliminares. Todos los asistentes al taller participaron en las etapas 1 y 3-5,

aunque su nivel de participacin vari mucho, de acuerdo con sus intereses y conocimiento de la regin. El grupo incluy acadmicos nacionales e internacionales, ingenieros agrnomos, estudiantes de postgrado, consultores, y gente que trabaja en el desarrollo local. Tambin, para la etapa 3, contamos con la participacin de productores con un profundo conocimiento local. Etapa 1. Revisin de informacin publicada. Se ha hecho esta revisin con el uso del Internet, y con contactos locales, incluyendo LIDEMA. Etapa 2. Identificacin de un rea geogrfica de enfoque. Escogimos un rea en el departamento de Oruro en los alrededo-

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Figura 4 Mapa del altiplano boliviano mostrando (1) reas superiores a 4,000 mnsm, 2 reas entre 3,600 y 4,000 m, (3) el rea estudiada ( de Liberman 1986)

res de Salinas de Garci Mendoza al Norte del Salar de Uyuni y al Sur y Este del Salar de Coipasa. Esta regin fue estudiada por Liberman (1986) en los aos 80 y representa un rea tpica de ex-

los aos 80 y 90. El clima es semirido con una precipitacin anual de 325 mm y temperatura media de 9C para los aos 1982-84 en el pueblo, que est ubicado a 3,680 msnm. Los volcanes alcanzan al-

Foto 4 Participantes en el taller ARIDnet (28 de nobiembre - 2 de diciembre 2006).

ro todas las reas visitadas estn ubicadas debajo los 3,950 msnm (GPS). La actividad econmica primaria es la agricultura (Liberman 1986 y comunicaciones personales en 2006), aunque se est fomentando el turismo. Etapa 3. Visita y entrevistas con habitantes del rea. Visita a siete comunidades que representan los ayllus de Cora Cora, Thunupa, Huatari y Yaretani. En cada comunidad, presentamos unas once preguntas que desarrollamos junto con los productores locales, quienes tambin participaron en las entrevistas. Las preguntas estaban dirigidas a identificar aspectos biofsicos y socioeconmicos, incluyendo la historia de la produccin de quinua en la comunidad. Etapa 4. Aplicacin del marco analtico. El marco analtico DDP (Paradigma de Desarrollo de las zonas Secas o el Drylands Development Paradigm) est definido en Reynolds et al. (este volumen). Este marco tiene 5 principios, y cada uno tiene varias implicaciones para la investigacin, el manejo y la poltica (Cuadro 1). Para aplicar el marco, evaluamos la situacin actual en el campo con respecto a los principios. Usamos los resultados de esas evaluaciones para desarrollar modelos conceptuales. Despus del taller, los participantes desarrollaron un modelo integrado y simplificado. Etapa 5. Desarrollo de conclusiones y recomendaciones preliminares. Al finalizar el taller, los participantes discutieron conclusiones y recomendaciones preliminares con respecto a las opciones para una poltica, manejo y tipo de investigacin que se necesita. Como los participantes representaban principalmente las disciplinas biofsicas, las recomendaciones para la investigacin no tocan a profundidad los temas socioeconmicos y culturales.

Cuadro 1. Principios del paradigma de desarrollo de las zonas secas, su significado en las zonas secas y sus implicaciones para la investigacin, el manejo y polticas (adaptada de Reynolds et al. 2007); H-A = Humano-Ambiental.

Principios P1: Los sistemas H-A estn acoplados, son dinmicos y co-adaptados, de modo que su estructura, funcin e interrelaciones cambian con el tiempo.

Su significado en las zonas secas La alta dependencia de muchas de las zonas secas del ambiente impone costos altos si el acoplamiento se vuelve no funcional; la variabilidad causada por los factores biofsicos al igual que los mercados y las polticas, los cuales usualmente estn fuera del control local, significa que el seguimiento de los cambios y sus funcionalidades es relativamente difcil y muy importante en las zonas secas. La identificacin y el monitoreo de las variables lentas H y A son particularmente importantes en las zonas secas dado que la alta variabilidad de las variables rpidas enmascara los cambios fundamentales descritos por las variables lentas. Los umbrales son particularmente importantes en zonas secas porque la capacidad de invertir en la recuperacin de los impactos, de cruzar los umbrales indeseables, es usualmente ms bajo por unidad, (rea de tierra, personas, etc.); y , en donde el apoyo de las agencias externas es necesario, los costos de transaccin de hacer esto son usualmente mayores. Las zonas secas a menudo estn distantes de los centros polticos y econmicos, estn dbilmente ligadas y adicionalmente con poblaciones dispersas; pueden tener diferentes relaciones jerrquicas entre los niveles.

Implicaciones claves (ki) para la investigacin, el manejo y la poltica ki-1: El entendimiento de la desertificacin de las zonas secas y los asuntos de desarrollo requiere siempre de las consideraciones simultneas de los promotores humanos y ecolgicos y del reconocimiento que no hay un equilibrio esttico deseado o buscado.

P2: Un nmero limitado de variables lentas son las determinantes criticas de la dinmica de los sistemas H-A.

ki-2: Un nmero limitado de procesos crticos y variables a cualquier escala permite describir problemas complejos.

P3: Los umbrales de las variables claves definen los diferentes estados de los sistemas H-A, a menudo con procesos de control diferentes; los umbrales pueden cambiar con el tiempo.

ki-3: Los costos de intervencin suben en forma no lineal aumentando la degradacin o el grado de disfuncin socioeconmica, aun as la alta variabilidad significa una mayor incertidumbre en detectar los umbrales, lo cual implica que los decisores deben usar el principio de precaucin. ki-4: Los sistemas H-A deben ser manejados en la escala apropiada; las conexiones entre las escalas son importantes, pero son normalmente dbiles en las zonas secas por su distancia, por lo que requieren especial atencin. ki-5: El desarrollo del conocimiento cientfico hbrido y el CAL deben ser acelerados para el manejo local y la poltica regional.

P4: Los sistemas H-A acoplados son jerrquicos, anidados y entrelazados a travs de escalas mltiples.

P5: El mantenimiento de un cuerpo actualizado del conocimiento local ambiental (CAL) es clave para la co-adaptacin funcional de los sistemas H-A.

El apoyo a los CAL es crtico en las zonas secas porque el conocimiento a travs de la experiencia es ms lento especialmente donde el monitoreo de la retroalimentacin es difcil (sistemas ms variables, sistemas de manejo ms grandes, poblaciones dispersas); y en segundo lugar hay menos investigacin.

Resultados y DiscusinSe presenta un breve resumen de la revisin de informacin publicada. Los resultados de esta revisin tambin estn incluidos en los otros artculos de esta edicin. Gran parte de esta informacin fue publicada en documentos con poca circulacin y no existe mucha informacin electrnica. Los autores agradeceran mucho recibir otros documentos para mejorar lo conocido actual e histricamente. El modelo conceptual enfatiza la importancia de la retroalimentacin entre factores humanos y ambientales. Aunque es imposible mostrar todos los factores, este modelo enfatiza la importancia de los factores lentos como determinantes crticos del sistema de produccin y, al fin, de la degradacin de los terrenos. El crecimiento de la demanda global por la quinua afecta el precio y mercado local, y tambin puede aumentar la disponibilidad de crdito, lo que hace ms fcil mecanizar la produccin en regiones todava menos aptas. Despus de unos aos de ser expuesta al viento y escurrimiento, la erosin disminuye la productividad Opcin Diseos nuevos para arados Labranza mnima

del suelo a travs de prdidas de materia orgnica que reduce su fertilidad. Aunque la prdida de materia orgnica normalmente es una variable lenta, en este caso ocurre rpidamente. Porque las poblaciones de ganado estn reducidas por la prdida de forraje y mano de obra para manejarlos, no hay tanto abono disponible para recuperar la fertilidad de los suelos. Adems, la coleccin y distribucin del abono es restringida por la migracin de productores desde el campo a los centros urbanos. La erosin de los suelos y la prdida de materia orgnica tambin tiene un aspecto de retroalimentacin: con la perdida de materia orgnica, se degrada la estructura del suelo y, con sta, su resistencia a ms erosin. Finalmente, la tierra cruza el umbral de la productividad, y es abandonada, contribuyendo entonces a la expansin de la frontera agrcola. Esta secuencia de degradacin no es porque los productores no tengan el conocimiento de otros sistemas de produccin ms sustentables. Esto ocurre porque ellos mismos responden a factores de otras escalas: los mercados de Efectos sociales a corto plazo

quinua, y disponibilidad de maquinaria. Los mismos mercados internacionales ocasionaron un cambio fundamental en la dieta de los productores de quinua. Despus de siglos de consumirla diariamente, la gente prefiere venderla y aprovechar el consumo de otros productos como fideos, azcar, etc. Por falta de educacin y conocimiento, estos cambios en la dieta se ven reflejados en la salud, con la perdida de dientes, como producto de una mala nutricin. Particularmente en los nios se detect ya un retardo en el desarrollo fsico y mental, un fenmeno difcil de corregir. Para recuperar la sustentabilidad de este agro-ecosistema, hay que tomar en cuenta la importancia de los factores externos, y su relacin a la escala de un campo agrcola. Con esta perspectiva, construimos el cuadro 2 que demuestra que las opciones, los factores y los efectos mayores son los que se aplicaran para cambiar los incentivos a nivel nacional o internacional a travs de cambios en las leyes o el mercado.

Cuadro 2. Comparacin preliminar de alternativas que podran mejorar la sustentabilidad del agro ecosistema.

Cambio en la sustentabilidad del agro ecosistema Poco a moderado

Escala de los cambios necesarios Local Local

Mnimo

Podra reducir o au- Moderado mentar la produccin a corto plazo Ms trabajo Moderado

Abonos orgnicos

Local Nacional Nacional Internacional Local

Subsidio para no arar (pagos Depende de la for- Moderado a alto del gobierno) ma del subsidio Leyes para no arar (multas) Negativo Moderado a alto Moderado a alto

Reduccin de la demanda Negativo global de la qunua? Otra solucin tcnica (actualmente desconocidas)

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ConclusionesEl problema de la sustentabilidad del agro del Altiplano sur de Bolivia es bastante complejo. Las soluciones que podran tener un mayor efecto no son factibles por razones polticas. Sin embargo, a corto plazo, hay varias estrategias que podran, por lo menos, retardar la degradacin de suelos en la zona. Entre ellos los diseos nuevos para arados, sistemas de labranza mnima, y aplicacin de abonos orgnicos. El trabajo que ya estn promoviendo organizaciones nacionales y locales, como el PROINPA y el APROA-Q, son actividades muy saludables. Pero se necesita ms investigacin que incluya los factores ma-

yores que controlan los sistemas de produccin al nivel nacional e internacional. Tambin, es crtico seguir desarrollando alternativas econmicas que aprovechan el patrimonio nacional sin perderlo. La industria turstica, aunque tiene sus propios desafos, es una opcin cada da ms factible con el crecimiento del nivel de educacin en la zona.

Agradecimientos

Agradecemos a todos los asistentes al taller ARIDnet: Juan Carlos Aroni, Genaro Aroni, Damiana Astudillo, Marcial Callisaya, Jaime Cossio, Juan Pablo Fuentes, Jos Garca Flores, Jenny Gruenberger, Mximo Liberman, Reinaldo Quispe T., Luis Alberto Lavadenz

Requena, Milton Villca Snchez y Florencio Zambrana. Aunque fue imposible integrar todo el conocimiento y las perspectivas en este documento, su participacin ha sido muy importante. Tambin, agradecemos las contribuciones de los productores de la zona, especialmente los que asistieron a las visitas discusiones de grupo. Sin el apoyo de LIDEMA y el liderazgo de Mximo Liberman, no hubiera sido posible realizar el taller. Agradecemos tambin a Miguel Ayarza por la traduccin del texto. Asi como a los financiadores del proyecto ARIDnet: la National Science Foundation de Estados Unidos.

Bibliografa CIP 2001. Centro Internacional de la Papa. Annual Report 2001. http://www.cipotato.org/publications/annual_reports/2001/06.asp (revisada 19 Dic 2007). Coppus, R., A. C. Imeson, and J. Sevink. 2003. Identification, distribution and characteristics of erosion sensitive areas in three different central Andean geo-ecosystems. Catena 51:315-328. FAO 2007. FAOSTAT Crop Production. http://faostat.fao.org/site/567/DesktopDefault.aspx?PageID=567 (revisada 19 Dic 2007). Hellin, J. y S. Higman. 2003. Feeding the market: South American farmers, trade and globalization. ITDG Publishing and Latin American Bureau. 256pp. Liberman, M.1986. Impacto ambiental del uso actual de la tierra en el Altiplano Sur de Bolivia. Rev. Di Agricultura Subtropicale e Tropicale. Instituto Agronomico per L Oltremare. Firence. Italia, Anno LXXX No. 4: 509-538. Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de Bolivia. 1996. Mapa Preliminar de desertificacin de Tierras: Regin rida, Semiarida y Subhumeda Seca de Bolivia. La Paz, Bolivia, Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de Bolivia. Pacheco Zamorano, Arminda. 2004. Quinua en Bolivia: Modelo Sistmico para el Anlisis y Diagnostico de la Produccin. La Paz, Bolivia: Universidad Mayor de San Andrs. Reynolds, J.F., D.M. Stafford Smith, E.F. Lambin, B.L. Turner II, M. Mortimore, S.P.J. Batterbury, T.E. Downing, H. Dowlatabadi, R.J. Fernandez, J.E. Herrick, E. Huber-Sannwald, H. Jiang, R. Leemans, T. Lynam, F.T. Maestre, M. Ayarza y B. Walker. 2007. Global desertification: building a science for dryland development. Science 316: 847-851. Risi C., J. 2001. Produccin de quinua en el Altiplano sur de Bolivia. Artculo presentado a Memorias Primer Taller Internacional en Quinua: Recursos Genticos y Sistemas de Producccin. Proyecto Quinua CIP-DANIDA: La Paz, Bolivia. Stafford Smith, D. M. y J. F. Reynolds. 2002. Desertification: a new paradigm for an old problem. PP- 403424 en Global Desertification: Do Humans Cause Deserts?, (editado por Reynolds, J. F.yD. M. Stafford Smith) Dahlem University Press.

GALERIA DE FOTOS

Mximo Liberman

Cultivo de quinua en Salinas de Garci Mendoza

Cultivo de quinua en las proximidades del cerro Thunupa

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Panoja con granos de quinua

Parva de quinua en proceso de secado

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EL CULTIVO DE LA QUINUA ORGNICA en Oruro y PotosInvestigador, experto en recursos naturales

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Mximo Liberman

egn Garca, 1993 citado por Tapia & Aroni, 2001 la agricultura orgnica se ha definido como un sistema de produccin que evita o excluye de manera amplia el uso de fertilizantes sintticos o pesticidas, reguladores de crecimiento, y tambin aditivos en henos y concentrados. Hasta donde es posible, los sistemas de agricultura orgnica se basan en la rotacin de cultivos, uso de sub-productos agrcolas, estircol, cultivos de leguminosas, desechos orgnicos, rocas minerales y aspectos de control biolgico de plagas. Todo ello est orientado a mantener la productividad de suelos que permita proporcionar a las plantas los nutrientes necesarios, y a que se puedan controlar las plagas, enfermedades y malas hierbas. Hasta antes de la aparicin de fertilizantes y pesticidas sintticos, la agricultura era del tipo orgnica o tradicional. Los campesinos empleaban estircol de camli-

dos para abonar los campos de cultivos y utilizaban sistemas de rotacin tradicional de cultivos en diferentes ecosistemas de la zona altiplnica de Oruro y Potos. En la regin de Salinas de Garci Mendoza en el Altiplano sur de Bolivia, segn Tapia & Aroni, 2001 (citando a Aroni & Cossio, 1995), en los ltimos aos se ha producido un importante crecimiento de la siembra de los alimentos orgnicos, con un alza continua desde hace varios aos con tasas de crecimiento entre 10 y 40 al % ao (tasas que, especialmente en el mercado de alimentos, generalmente saturado, sobrepasan las normales). La condicin principal para el acceso al mercado es la certificacin segn normas del mercado de destino. Por el tiempo necesario para pasar la transicin de la produccin convencional a la agricultura orgnica certificada y por los costos adicionales ligados a la inspeccin y los riesgos

de implementar la nueva tecnologa, la oferta de quinua certificada no alcanza para abastecer los mercados internacionales, lo que resulta en mejores precios para los productores. Hay actualmente una demanda de grandes cadenas de supermercados en integrar lneas orgnicas en su oferta. A mediano plazo, se espera que la participacin de orgnicos certificados ser de un 10 (MDSR, % 2002) en los mercados de los pases desarrollados.

Mecanizacin del cultivo de la quinua

Foto: Mximo Liberman

Es evidente que no se podr retornar al pasado para la roturacin manual o con arado egipcio de los campos de cultivo. En las reas agrcolas se seguir utilizando el tractor y sus implementos, pero debern adaptarse tecnologas ms amigables con el medio de manera que la produccin sea sostenible. Para la produccin de quinua orgnica se requiere que el agricultor siga con estrictas medidas de produccin, establecidas en las normas de produccin de quinua biolgica elaboradas por la Agencia Boliviana de Certificacin (BOLICERT) en octubre de 1996. En general estas normas detallan una serie de definiciones, sobre la agricultura orgnica, caractersticas de los suelos o tierras donde est permitido el cultivo ecolgico, las medidas de conservacin de suelos que se deben aplicar, que incluyen el principio de labranza mnima o labranza tradicional en la reparacin de tierras y de siembra para proteger la superficie contra la erosin y la

degradacin, la distancia mnima entre cultivos ecolgicos y convencionales que impida la contaminacin de la quinua ecolgica, el tipo de semilla proveniente de parcelas ecolgicas y de variedades seleccionadas localmente que deben utilizarse, los tipos de abonos o fertilizantes orgnicos o minerales que deben emplearse, el manejo del cultivo frente a especies invasoras, enfermedades y plagas de insectos, la forma de cosechar y acopiar los granos, la forma en que debe ser envasado, embalado y etiquetado para evitar mezclas con quinua no producida bajo norma ecolgica. La produccin de quinua orgnica fue el resultado de la expansin del cultivo de las laderas de las montaas hacia una agricultura semi-intensiva en las planicies donde podan trabajar los tractores. Con el tiempo, el monocultivo de la quinua determin la proliferacin de plagas de lepidpteros a los cuales se aplicaron indiscriminadamente biocidas clorados y fosforados (Liberman, 1986). Estos pesticidas fueron al inicio beneficiosos para la produccin, pero luego fueron contraproducentes, afectando los rendimientos con bajas en la produccin y el deterioro de los ecosistemas del Altiplano sur (Tapia & Aroni, 2001). La demanda de los mercados internacionales de quinua producida orgnicamente determin que la Asociacin Nacional de Productores de Quinua (ANAPQUI) se organice para promover entre sus asociados la quinua orgnica para compradores del extranjero. Con este fin se inici el proceso de certificacin con la empresa Natur Land de Suiza, luego con Bolicert, Ecocert, Ocia y QAI (Tapia & Aroni, 2001). Los campos de cultivo orgnico a utilizarse no deben haber tenido ninguna fertilizacin qumica

comprobada los ltimos 3 a 5 aos. La roturacin de los suelos puede tener una preparacin mecanizada con una aplicacin de estircol en niveles de 5 a 8 toneladas mtricas por hectrea. Este abono debe estar adecuadamente descompuesto (Tapia & Aroni, 2001). El desarrollo de los servicios de certificacin y de consultora especializada en Bolivia sobre los aspectos de certificacin de quinua producida orgnicamente son importantes para asegurar el acceso a mercados internacionales con adecuadas normas ambientales y sociales. Las tendencias de armonizacin de las normas ambientales en los mercados internacionales y las sinergias entre la certificacin orgnica y la certificacin de manejo sostenible, ofrecen servicios competitivos y ms accesibles que hace unos aos, tanto para los pequeos productores como para empresas nacionales. Las certificadoras de productos orgnicos en Bolivia juegan un rol muy importante en la comercializacin y exportacin de productos a mercados importantes. Estas ofrecen la inspeccin y certificacin orgnica a la produccin, elaboracin, preparacin y comercializacin de productos agrcolas orgnicos y/o ecolgicos. El trabajo se basa en compatibilizar los estndares internacionales con la calidad del producto nacional que debe cumplir con los requisitos y normas exigidos por los mercados internacionales. A continuacin se presenta un resumen de los antecedentes de Bolicert, una de las principales Certificadoras que trabaja con la quinua. Bolicert es la Asociacin Boliviana de Certificacin, fundada el 16 de febrero de 1996, con la finalidad de coadyuvar en el desarrollo de la Agricultura Ecolgica, mediante la certificacin de

productos ecolgicos. Bolicert es una sociedad civil sin fines de lucro, con registro legal, derechos y obligaciones regulados por la Ley boliviana. La nica actividad que desempea Bolicert es el Control y Certificacin de Productos Orgnicos (produccin, recoleccin y transformacin vegetal) sujeto a normas de produccin ecolgica. Actualmente Bolicert cuenta con la acreditacin de la Federacin Internacional del Movimiento de Agricultura Orgnica (INFOAM) y el reconocimiento de la Unin Europea (UE). Destaca tambin un conjunto de cooperativas de pequeos productores en el mbito de la agricultura orgnica, para aprovechar los efectos de escala en la compra de insumos, produccin, asistencia tcnica, procesamiento, financiamiento y comercializacin. Es el caso de la Asociacin Nacional de Productores de Quinua (ANAPQUI), estos se concentran en un solo tipo de cultivo agrcola para tener un acceso a los mercados nacionales e internacionales. Una gran cantidad de cooperativas a su vez se han agrupado en la Asociacin de Productores Ecolgicos de Bolivia (AOPEB) que es una organizacin de segundo piso que ofrece servicios de promocin, capacitacin y asistencia tcnica a nivel nacional as como una representacin en el mbito internacional en el marco de la INFOAM.

Manejo Integrado de plagas

Cada ao se puede observar incrementos graduales en la incidencia de las plagas en el cultivo de la quinua, esto como consecuencia de variados factores, como el uso excesivo de maquinaria agrcola, monocultivo de la quinua y la utilizacin indiscriminada de insecticidas. Entre las plagas se tiene la presencia de los Ticona (Spodoptera sp., Copitarsia sp. y Feltia

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sp.) que son insectos cortadores y defoliadores de las hojas; KconaKcona (Eurysacca melanocampta) gusano moledor de grano (Arequipa, 1998; Ortiz, & Zanabria, 1979; Zanabria, 1986, citados por Liberman, 1986). Estas plagas son consideradas como claves, porque constituyen un factor importante en la disminucin de la produccin de grano de quinua, es as que en la regin sur del altiplano, el gusano cortador y moledor de grano puede disminuir hasta en un 40 en la produccin % de quinua (Arequipa, 1998). Liberman, 1986 indicaba que las plagas de insectos pueden afectar incluso hasta el 100 de la pro% duccin. Para combatir las plagas los campesinos han venido utilizando plaguicidas o pesticidas sintticos que contaminan los suelos y cosechas. Tal ha sido la toxicidad del medio que se ha llegado incluso a contaminar al ser humano, fauna silvestre y otros organismos benficos. Una de las mayores desventajas de los pesticidas qumicos es su poca selectividad ya que destruyen tanto a los insectos dainos como a los insectos benficos. La aplicacin frecuente de pesticidas extermina los enemigos naturales de las plagas, lo que hace que los insectos dainos puedan, despus de cierto tiempo, regenerarse sin ningn tipo de obstculo. La razn de que los insectos benficos sean menos capaces de regenerarse que los dainos es que son afectados ms seriamente por los pesticidas que por las plagas mismas. Los insectos benficos al eliminar las plagas reciben ms veneno y mueren con dosis que a los otros no los afectan. Frente a la metodologa de la agricultura moderna, en los ltimos tiempos se propone el uso de insecticidas vegetales degradables, los que han demostrado ser ms especficos en el control de plagas y me-

nos perjudiciales para insectos benficos. El excesivo uso de pesticidas ocasion resultados indeseables, porque las plagas llegaron a crear resistencia y tolerar los insecticidas a niveles muy elevados, que tornan imposible su control, haciendo que la poblacin de insectos de plagas, puedan recuperarse rpidamente, llegando a niveles mayores de los que se tena antes de su control. Al mismo tiempo, otros insectos secundarios o potenciales que no estaban en su control, pueden ir aumentando despus del tratamiento con los pesticidas y llegar a niveles de dao econmico mayor. Para hacer frente al uso indiscriminado de pesticidas por parte de los agricultores el proyecto PROQUIPO iniciaron en 1993 un conjunto de actividades para establecer el manejo integrado de plagas por medio de la validacin de insecticidas piretroides, como el ambush y el baytroid, de baja toxicidad. De igual manera la utilizacin de insecticidas biolgicos como el bculo virus y el dipel (Bacilus thuringiensis) es significativo (Risi Carbone, 1996). Con la aplicacin de pesticidas a base de compuestos orgnicos naturales se logra la sobrevivencia de los controladores biolgicos, adems se evita el desarrollo de re-

sistencia y la explosin de plagas secundarias. Un conjunto de exitosas experiencias llevadas a cabo con extractos naturales de plantas que crecen en la regin de Uyuni, Salinas de Garci Mendoza y valles de Potos para el control de las plagas de la quinua mostraron efectos positivos. En los experimentos se utiliz extractos (aceites esenciales) de la Uma Thola (Parastrephia lucida) arbusto resinoso y aka Thola (Baccharis incarum) arbusto resinoso, Chachacoma (Escallonia resinosa) rbol que se desarrolla en quebradas hmedas de valles, molle (Schinus molle) rbol perennifolio, Mua (Satureja parvifolia) arbusto aromtico semicaducifolio de laderas hmedas del Altiplano y la Mua Negra (Hedeoma mandoniana). Las respuestas a las aplicaciones de las diferentes dosis de extractos naturales indican que existe un efecto gradual en el control de las plagas de la quinua. Una ventaja de estos extractos es que no tienen efectos residuales ya que no permanecen por un tiempo prolongado en la quinua, por ser productos biodegradables, adems no causan efectos sobre los insectos benficos, contribuyendo de esta manera al incremento del control biolgico de las plagas. El extracto de la aka Thola tu-

Cultivo de quinua en la provincia Ladislao Cabrera, en segundo plano Dunas

Foto: Mximo Liberman

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vo una eficiencia de un 94.4 a % las 72 horas de aplicacin a los cultivos atacados por las Ticonas. El extracto de la Mua Negra es la que mejores respuestas econmicas ha proporcionado, comparando con los dems extractos utilizados en la produccin de la quinua biolgica. Se observ que los costos de produccin de los extractos naturales es once veces mayor que el costo del testigo qumico para un campo de cultivo de una hectrea, pero se obtiene beneficio neto ya que el costo de la quinua biolgica es un 10 a 15 % mayor al costo de la quinua convencional, adems que la quinua orgnica tiene un mercado asegurado. Campesinos de la regin de Salinas de Garci Mendoza que siguen el proceso de certificacin indican que compran preparados de insecticidas orgnicos de la Universidad de San Simn de Cochabamba cuya base es el Pyrethrum (Chrysanthemun cinerariaefolium). El piretro es un insecticida que se extrae de las flores que contienen una sustancia activa la Pyretrina (hasta un 23 ), la que es extrada por pulve%

rizacin y se aplica en los campos de cultivo de quinua. El piretro es un veneno de contacto que acta como insecticida, repelente y produce rechazo a la ingestin de hojas. Campesinos indican que es efectivo contra las orugas de los lepidpteros plagas en la regin. Una de las ventajas de estos pesticidas naturales es que son biodegradables ya que sus principios activos no son acumulables en la cadena trfica, son selectivos sobre los insectos plagas masticadores o chupadores, su accin es letal sobre las poblaciones de plagas, por lo tanto no provocan la evolucin rpida de resistencia y finalmente son fciles de obtener o producir ya que con tecnologas sencillas se pueden extraer de las plantas. En el mercado internacional actualmente hay una demanda de quinua producida orgnicamente por lo tanto existe la necesidad de obtener productos naturales para el control de plagas y enfermedades, de tal forma que Bolivia est en condiciones de ofrecer una quinua orgnica sin residuos qumicos. Esta quinua orgnica o biolgica tiene un precio en el

mercado internacional ms elevado que la quinua convencional. El consumo de alimentos orgnicos certificados est teniendo un incremento continuo en los pases industrializados. Segn MDSP (2002), se estima que para el ao 2000 se consumieron unos 20 millones de dlares en los mercados de Estados Unidos, Europa y Japn. Aunque el monto total de consumo parece todava marginal en el promedio de los pases industrializados no pasa del 1 % del consumo de alimentos, es la dinmica de crecimiento en este mercado la que lo hace tan atractivo para la industria alimenticia y sus proveedores de ingredientes. La produccin orgnica de quinua en los departamentos de Oruro y Potos constituye una alternativa viable y ecolgicamente sostenible para pequeos productores. Las condiciones de fragilidad y limitantes climticos de los ecosistemas altiplnicos determinan que se debe incentivar la agricultura orgnica que es ms amigable con el ambiente.

Bibliografa Aroni, J.C. 1995. Costos de produccin de la quinua. En: Mem. Seminario sobre investigacin de la quinua. Patacamaya 9-11 Nov. 1994. SENASAG. La Paz 56-59 pp. Gutierrez, A. 1998 - Evaluacin de parasitoides para el control biolgico de la polilla de la quinua. En: Experiencias en el control biolgico de plagas agrcolas. Vol 1: Diagnsticos. Morales de, C.B. y V. Churquina. Eds. Instituto de Ecologa. COSUDE- FUNDECO. 57-69. Liberman, M. 1986 Impacto ambiental de la transferencia de tecnologas agrcolas, en el Altiplano de Bolivia. Rev. Agricoltura Tropicale e Sub tropicale. Anno LXXX No. 4: 509 538. Firenze. MDSPS 2002. Diagnstico de biocomercio en Bolvia. GTZ- UNCTAD-SECO. La Paz - Bolivia. 165pp. Mujica, A., Cahuana, y R. Saravia 2001a. Agronoma del cultivo de quinua. En: Quinua cultivo ancestral andino, alimento del presente y del futuro. FAO Universidad Nacional del Altiplano. Puno, Centro Internacional de la Papa. Santiago de Chile. Cap. 1. Mujica, A., Izquierdo, J. y Marathee y R. Saravia 2001b. Origen y descripcin de la quinua. En: Quinua cultivo ancestral andino, alimento del presente y del futuro. FAO Universidad Nacional del Altiplano. Puno, Centro Internacional de la Papa. Santiago de Chile. Cap. 1: 1-19. Risi Carbone, J. 1996. Evaluacin del proceso de generacin y transferencia de tecnologa de la quinua y propuestas alternativas a futuro. Programa quinua Potos. PROQUIPO FDC UE. Potos. Bolivia. 33p. Tapia, M. y Aroni, J.C., 2001. Tecnologa del cultivo orgnico del quinua. En: Quinua cultivo ancestral andino alimento del presente y del futuro. FAO Universidad Nacional del Altiplano. Puno, Centro Internacional de la Papa. Santiago de Chile.

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GALERIA DE FOTOS

Mximo Liberman

Cultivo de quinua

Cosechando panojas de quinua

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Desgranando la quinua

Pisando las panojas para separar los granos de quinua

Pisando la quinua

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Limpiando la quinua

Granos de quinua para consumo humano

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EL XITO DE LA QUINUA EN EL COMERCIO MUNDIAL: una oportunidad para investigar la sostenibilidad socio ecolgica en el Altiplano sur de BoliviaIRD-UR060/CNRS-UMR5175, F-34293 Montpellier cedex 5, Francia, [email protected] , www.ird.fr/equecol ingreso, en apariencia exitoso, de la quinua en el comercio mundial plantea el problema de la sostenibilidad de la agricultura en el frgil contexto ecolgico y social del Altiplano sur de Bolivia. En una investigacin interdisciplinaria orientada hacia la accin, el programa franco-boliviano de investigacin EQUECO (Emergencia de la Quinua en el Comercio Mundial) analiza las relaciones entre la expansin reciente del cultivo de la quinua y las dinmicas de desarrollo local impulsadas por el mercado internacional. Para ello, se examina cmo la nocin de desarrollo sostenible puede permitir a los actores locales concebir nuevos juegos de normas negociadas para un manejo ms seguro y ms justo de sus recursos naturales y de sus relaciones con el mercado internacional. En el plano conceptual, las investigaciones se dirigen principalmente a dos temas: el mejoramiento de los servicios del agro ecosistema y la renovacin de las formas de gestin territorial, dos componentes estrechamente ligados en los sistemas agrarios tradicionales de los Andes y recientemente deteriorados por el modelo de de-

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Thierry WINKEL

sarrollo productivista. Para ello, se revisan las nociones transdisciplinarias de incertidumbre y de cambio, de vulnerabilidad y de adaptabilidad de los sistemas complejos. Movilizando ciencias humanas y biofsicas ademas de conocimientos locales, el programa EQUECO pretende tambin responder a los desafos del dilogo de los conocimientos y de la apropiacin de la innovacin. En el plano operativo, el enfoque integrado de los sistemas y el modelamiento participativo son los nuevos elementos metodolgicos alrededor de los cuales vienen a articularse, por una parte: disciplinas biofsicas y socioeconmicas, y por la otra: investigacin y accin para el desarrollo. Especficamente, los puntos fuertes del programa son los siguientes: - enfoque sistmico e interdisciplinariedad: las dinmicas que operan a nivel de las tierras, de las explotaciones, de las comunidades y de la cadena comercial son analizadas y modeladas asimilando experimentaciones de campo, observaciones participativas, estudios territoriales y encuestas socioeconmicas; - colaboracin entre investigacin y accin: definidas y

La quinua en el Altiplano sur: un desarrollo exitoso que incluye perspectivas problemticas

conducidas de una manera participativa con los actores del desarrollo local, las investigaciones tienen como objetivo la apropiacin de instrumentos de evaluacin de los modos de manejo de las innovaciones, de negociacin de los conflictos y de prospectiva, por los mismos actores.

A ms de 3.800 m de altura y sin acceso directo a los puertos martimos, los productores de quinua del Altiplano boliviano no viven aislados del resto del mundo. En 15 aos han hecho de la regin del Salar de Uyuni, regin semidesrtica donde las heladas reinan ms de 250 das al ao, el primer exportador mundial de este pseudo-cereal con propiedades nutricionales excepcionales. Ellos han innovado y se han organizado para difundir su produccin certificada agricultura biolgica y Quinua Real en las redes del comercio solidario y, ms recientemente, de gigantes comerciales en Amrica del Norte, Europa y Japn. A la vez herederos de prc-

1 Los investigadores permanentes del programa son: Pierre Bommel, Jean Bourliaud, Marco Chevarra Lazo, Genevive Cortes, Pierre Gasselin, Richard Joffre, Pablo Laguna, Franois Lger, Serge Rambal, Gilles Rivire, Muriel Tichit, Jean-Franois Tourrand, Jean Vacher, Anas Vassas, Manuela Vieira Pak. Las asociaciones, fundaciones y ONG colaboradoras en Bolivia son: CADEQUIR, CECAOT, Centro INTI, Consorcio Lpez, Fundacin AUTAPO, VSF-CICDA (Agrnomos y Veterinarios sin Frontera). El programa recibe el apoyo financiero de la ANR: Agence Nationale de la Recherche Agencia Francesa para la Investigacin con el programa Agriculture et Dveloppement Durable Agricultura y Desarrollo Sostenible, proyecto ANR-06-PADD-011, EQUECO.

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ticas de produccin milenarias, y actores que aprovechan la mundializacin de los intercambios, ofrecen un ejemplo perfecto de las relaciones complejas entre agricultura y globalizacin en un pas en desarrollo. Su xito evita a miles de familias de pequeos productores el xodo definitivo hacia las ciudades o los pases extranjeros. Pero tambin provoca el retorno de numerosos migrantes y crea nuevas diferenciaciones acentuando la presin sobre los recursos naturales y amenazando la sostenibilidad agrcola. En efecto, si bien las superficies cultivadas han aumentado por la expansin de los

cultivos hacia las llanuras tradicionalmente dejadas para la ganadera, y si bien el trabajo agrcola fue aligerado por la mecanizacin, estas transformaciones recientes empiezan tambin a ocasionar una serie de problemas nuevos: conflictos de uso con la ganadera y conflictos territoriales entre comunidades; erosin de los suelos; uniformidad de la produccin; ahondamiento de las desigualdades sociales y marginalizacin de los sistemas tradicionales de manejo colectivo de las tierras; emergencia de lgicas sectoriales incluso individualistas; finalmente dependencia acrecentada frente al comercio internacional.

Cultivo de quinua sobre suelos arenosos

Foto: Mximo Liberman

A estas mutaciones relacionadas a la actividad local se une la del cambio climtico, esta vez vinculada a las actividades humanas globales. En efecto, el recalentamiento climtico se manifiesta en las regiones andinas con una agudeza ms fuerte que en otras partes por la posicin intertropical y la altura. Agregndose al carcter imprevisible de un clima de montaa afectado por las oscilaciones de El Nio, el cambio climtico global acenta las incertidumbres que pesan sobre el rendimiento de las actividades agropecuarias. Conjugado a los cambios socioeconmicos, tambin transforma los modos de uso de las tierras. Todas estas mutaciones ponen en juego, a veces brutalmente, las bases sociales y econmicas de la sostenibilidad del sistema. Una toma de conciencia empieza a darse entre algunos productores, alertados por los consejeros en desarrollo y por la disminucin de los rendimientos. Por su lado, las instituciones pblicas intentan volver a invertir el terreno despus de decenios de ausencia, implementando instancias tcnicas de apoyo a la produccin de quinua. Pero hace falta informaciones elementales para orientar las alternativas que se imponen, y hoy en da la improvisacin es la regla, nutriendo una peligrosa carrera hacia adelante. Este anlisis preliminar de los desafos vinculados al desarrollo sostenible del cultivo de la quinua en el Sur boliviano hace surgir dos preguntas importantes que hay que resolver para que la sostenibilidad pueda afianzarse en la accin de los agricultores, de los consejeros en desarrollo y de los responsables pblicos: en primer lugar, cmo responder a la necesidad de un enfoque interdisciplinario de los cambios en curso, sabiendo

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que las percepciones biofsica, social o econmica de estos cambios no pueden abarcar, cada una por separado, la complejidad de las interacciones entre naturaleza y sociedad en juego en la regin? luego, cmo renovar las formas concertadas de manejo territorial en el nuevo contexto de la mundializacin de los intercambios comerciales, para lograr los objetivos de sostenibilidad ecolgica, viabilidad econmica y equidad social? En este marco, la integracin de las dimensiones sociales y medioambientales propias de las transformaciones en curso, y la renovacin de las formas de uso de los recursos naturales aparecen como grandes desafos que la nocin de sostenibilidad viene a estructurar al mismo tiempo en el plano terico de la investigacin interdisciplinaria y en el de la accin para el desarrollo.

La sostenibilidad socio ecolgica: un concepto til para la produccin de quinua? La sostenibilidad: conciliar naturaleza y sociedad

La agricultura, transformando espacios considerables para responder a las necesidades primarias de las poblaciones, est directamente concernida por los desafos de la sostenibilidad. Si bien la nocin de desarrollo sostenible ha nacido de las inquietudes frente al impacto ecolgico de las actividades humanas, el desarrollo sostenible debe ser examinado ante todo como una construccin social. Es signo, en efecto, de la visin del futuro deseado por las sociedades, y por lo tanto del comportamiento de los grupos humanos en un mundo de coacciones y de incertidum-

bre. Por otro lado, los procesos de coevolucin que interponen sociedades y medio ambiente y determinan sus trayectorias, sitan la sostenibilidad en un terreno transdisciplinario. Por lo tanto, es indispensable un anlisis integrado de estos sistemas llamados socioecolgicos para representar mejor los desafos comunes y los impactos posibles, y responder as al cambio de una manera sostenible al mismo tiempo para el ecosistema y para la sociedad. Por otra parte, la identificacin de los grupos sociales causas o vctimas de la degradacin de los servicios ecolgicos, y la elaboracin de soluciones prcticas para remplazar o preservar algunos de estos servicios, deben recurrir a los actores del desarrollo: responsables polticos, consejeros y productores. En el plano de los procesos, la sostenibilidad de los sistemas socio ecolgicos depende de su dinmica pasada y actual, y tambin de los umbrales por los cuales una perturbacin incluso limitada conduce a veces a efectos imprevisibles. Estos umbrales de riesgo combinados con indicadores sociales y agroecolgicos pueden servir para el diagnstico medioambiental, para el manejo de los recursos, o para la certificacin ecolgica. Puede ser til considerar aqu la evolucin de los saberes y de las normas sociales relativas al riesgo, al mismo tiempo que su impacto sobre la estructura y los servicios de los sistemas ecolgicos. El anlisis de la dinmica espacio-temporal del uso de las tierras puede hacer resaltar las condiciones biofsicas y los modos de manejo al principio de los cambios, y a veces de los conflictos, observados. Es posible predecir luego la evolucin y el impacto sobre la fertilidad de los suelos, la productividad agr-

cola, la equidad en el acceso a los recursos y la cohesin social. Otro aspecto esencial para la identificacin de los obstculos en la sostenibilidad agrcola concierne la nocin de riesgo. Los riesgos naturales o socioeconmicos mantienen una imprevisibilidad inicial para las estrategias frecuentemente basadas en un manejo colectivo de los recursos y una diversificacin de las actividades. Las estrategias locales estn actualmente afectadas por la complejidad que se desprende tanto de las mutaciones tcnicas y sociales como de la mundializacin acelerada de los intercambios. Los principios de cooperacin y de diversificacin son puestos en duda por modelos contra-intuitivos que recalcan la importancia, en el contexto actual, del control sobre el nivel de complejidad de las respuestas que hay que aportar. Por lo tanto, deben buscarse modelos originales, basados tanto en la flexibilidad de las normas de manejo y el aprendizaje social como en la implicacin de actores econmicos cada vez ms distantes. Las nociones de precaucin y de irreversibilidad se vuelven centrales para conceptualizar sistemas dinmicos sometidos a retroalimentaciones complejas. Por lo tanto, la vulnerabilidad socioeconmica, las influencias ligadas a las migraciones, los poderes emergentes y los conflictos de inters que provocan son puntos clave para comprender los riesgos de la imprevisibilidad, ya sea que est ligada al clima o al mercado.

Las sostenibilidades: la importancia de una perspectiva cultural

En el contexto indito de la mundializacin, las innovaciones a desarrollar frente a lo imprevisto debern recurrir a la creatividad de los actores del desarrollo y de

2 y otros ms disponibles en la pgina web del programa: www.ird.fr/equeco

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los investigadores, pero tambin podrn sacar partido de los saberes tradicionales, todava ampliamente ignorados por la ciencia formal. Las representaciones del mundo elaboradas por las poblaciones locales determinan sus estrategias de manejo de los recursos naturales. Pero pocos ejemplos pueden ser citados sobre la manera en que estos saberes y estas representaciones pueden convertirse en las fuentes de una sostenibilidad innovadora en un medio ambiente cambiante. Estas representaciones locales pueden ser tiles para orientar el desarrollo de los nuevos instrumentos propuestos por la investigacin (sistemas de informacin georeferenciada, modelos de decisin, etc.) si se desea que el enfoque participativo d frutos y no sea una simple aplicacin top-down de la opinin y de las competencias de los investigadores. La elaboracin conjunta de nuevas herramientas contribuye a los aprendizajes sociales,

al mismo tiempo que contribuye con un modo reflexivo de los investigadores sobre su propia actividad, forzndoles primero a una verdadera confrontacin interdisciplinaria, y luego poniendo sus conocimientos a prueba de los saberes locales.

Una contribucin cientfica original

La sostenibilidad agrcola en pases como Bolivia confrontados a mutaciones rpidas y muy fuera del control local est marcada por una complejidad que llama a una verdadera interdisciplinariedad. Para ello, nuestros trabajos se interesan en las conexiones entre disciplinas ms que en sus contenidos respectivos, buscando conceptos e instrumentos que sean integradores y capaces de crear verdaderas sinergias y no una mera yuxtaposicin de los conocimientos. Aferrados paralelamente a una lgica de investigacin-accin, estos trabajos constituyen un intento para integrar la incertidumbre en un mo-

do constructivista (pensando en situaciones posibles ms que en teoras predictivas) y dar un espacio a los saberes locales tanto como al peritaje convencional. Los dos artculos a continuacin presentan resultados preliminares obtenidos despus de un ao y medio del inicio del programa que se prolongar hasta finales del 2009. Estos resultados ilustran un diagnstico socio territorial de la regin del Salar de Uyuni en base a entrevistas en los entornos locales y familiares para la parte social, y a experimentaciones de campo y anlisis de imgenes satelitales para la parte agroecolgica. El anterior diagnstico permitir entender mejor las condiciones, el alcance y los lmites de las diferentes opciones socioeconmicas y agronmicas, y alimentar as un dilogo con los actores locales para renovar el manejo de sus recursos naturales en un contexto de fuertes cambios socio ecolgicos.

Foto: www.ird.fr/equeco / Productores de quinua de la regin de Llica, asesores tcnicos e investigadores: actores involucrados en el programa de investigacin y accin EQUECO (dic. 2006)

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GALERIA DE FOTOS

Mximo Liberman

Cultivo de quinua sembrado manualmente

Cultivo de quinua a orillas del Salar de Uyuni

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Erosin eolica de un campo de quinua abandonado

Cosechando quinua en las proximidades del cerro Thunupa

EL AUGE DE LA QUINUA: cambios y perspectivas desde una visin socialMontpellier 3, FranciaAnas Vassas Doctorante CNRS-Universidad

Proyecto Equeco. [email protected] Vieira Pak Doctorante IRD-CIRAD, Francia.

Proyecto EquecoJean-Rmi Duprat Asistente Tcnico CNRS-UMR 5175, Francia.

en el tiempo, en relacin al futuro En varios municipios de los deparContexto En el ambiente frgil del Altiplano de la poblacin y los recursos natu- tamentos de Oruro y Potos (mapa sur, caracterizado por su elevada rales. Teniendo en cuenta que exis- 1), hoy en da se produce la quinua altitud, bajas temperaturas y pre- ten diferencias dentro de la regin real1 para exportacin, la cual es culcipitaciones, heladas localizadas, y que nuestro principal inters es el tivada alrededor del salar de Uyuni alta radiacin solar y tempora- incremento actual de la vulnerabi- en varias comunidades que poseen das de fuertes vientos, existe una lidad ecolgica del ecosistema del diferentes caractersticas socio poblacin que interacta con los Altiplano, nos centraremos en las ecolgicas. Algunas se encuentran recursos de su territorio a travs de transformaciones que se han dado lejos o cerca del salar y estn condila implementacin de un sistema a lo largo del tiempo y no en las cionadas por su situacin topogrfica (pampa, cerro o mixtas) y su de produccin complementario, permanencias. basado principalmente en el cultivo de quinua MAPA 1. Mapa de localizacin de los municipios (Chenopodium quinoa de la zona de investigacin Willd.) y la cra de llamas y ovejas. El paisaje es la memoria de la interaccin entre el hombre, su cultura y el ambiente. Su lectura permite entender la organizacin de estas interacciones, las prcticas de intervencin y su historia. En la actualidad, si realizamos una lectura del paisaje del Altiplano sur, nos damos cuenta que se han presentado cambios muy profundos en el uso del territorio. Estos nos generan varias preguntas sobre los factores que han llevado a estas transformaciones y sobre cul podra ser su evolucin1 Quinua real: complejo de ecotipos de quinua de gran tamao de grano producidos en el Altiplano sur de Bolivia

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superficie, con microclimas diversos, a mayor o menor proximidad de los centros poblados y fronteras, como de diversos niveles de acceso a los recursos bsicos (educacin, electricidad, agua potable, medios de comunicacin, entre otros). Esta diversidad de situaciones, en medio de una tendencia general de explotacin de los recursos naturales para la produccin de la quinua, hace que los productores adopten diferentes estrategias, para que su sistema sea viable a nivel ambiental, econmico y social.

Qu nos cuenta el paisaje?

De manera general, si hacemos un recorrido por esta zona en el periodo de verano, no es extrao cruzarnos con pueblos fantasmas como tambin con pueblos de casas abandonadas sin techo, junto a nuevas casas techadas de calamina. Durante el camino, en la pampa, se observan grandes extensiones de quinua, tierras recin barbechadas2 y descubiertas que se combinan con la presencia de tholares3, pastizales y bofedales4 con rebaos de llamas y ovejas. Hay presencia de parcelas de quinua de gran tamao y homogneas, como tambin cultivos de poca densidad, de menor tamao. Tractores barbechan las poromas5, para que durante la poca de lluvia, los suelos acumulen agua para el prximo cultivo en septiembre. En las faldas de las montaas se observan grandes parcelas de quinua de varios colores y parcelas en descanso. Si miramos hacia la montaa, aparecen canchones6 abandonados recubiertos de vegetacin, pequeos rebaos de llamas, cultivos de

FOTO 1. Vestigio de thola, cultivo de quinua en pampa, frente a cerro abandonado. Altiplano Sur. Tomada por Anas Vassas, 2007.

FOTO 2. Tholar frente a una pampa cultivada de quinua. Altiplano Sur. Tomada por Anas Vassas, 2007.

hortalizas bajo riego y cultivos de papa en pequea extensin. Estas observaciones nos hacen pensar que el cultivo de quinua que anteriormente se encontraba en la montaa, ahora se realiza en la pampa y que mientras que antes se realizaba en pequeas superficies, ahora est expandido fuertemente en las comunidades, utilizando la mecanizacin sobre nuevas tierras barbechadas que

antes eran pastizales y tholares. Dentro del marco de la investigacin del proyecto EQUECO, en el intento de entender los factores, las interacciones y los actores que condicionan la sostenibilidad del sistema de produccin agropecuaria, es posible afirmar que los cambios que observamos se dieron a partir de dos grandes eventos: la llegada gradual de la mecanizacin a la regin a partir

2Barbechar: arar la tierra para el cultivo 3Tholar: formacin vegetal de tipo arbustiva, nativa del Altiplano 4Bofedal o vega: formacin vegetal tpica de zonas hmedas dominada por gramneas 5Poroma: espacio de vegetacin natural de potencial uso agrcola 6Canchn: espacio de uso agrcola delimitado por un cerco fsico

de los aos setenta y el aumento exponencial de la demanda internacional de la quinua, as como el de su precio en los aos ochenta. Esto dentro de un contexto social que integr y se apropi de la nueva situacin. Estas rupturas han generado paulatinamente cambios importantes a nivel paisajstico, en el sistema de produccin tradicional y la configuracin de los actores en torno a la produccin. Si profundizamos en cada uno de estos temas, es posible notar los cambios que surgen de una produccin que anteriormente se realizaba a pequea escala (mximo una hectrea), en un contexto de una produccin sin precio comercial, localizada en su mayora en laderas y producida de manera manual para el autoconsumo o el mercado local. Igualmente, exista una complementariedad importante entre la agricultura y la cra de llamas y ovejas, las cuales abonaban naturalmente los suelos durante el descanso, y se mantenan en un nmero importante, especialmente en

las comunidades con tradicin llamera. Estas actividades eran realizadas por familias que siempre haban sido pluriactivas y practicaban la migracin por las difciles condiciones ambientales del Altiplano, y gracias a las fuentes de trabajo generadas por las minas y las grandes ciudades de Bolivia y pases limtrofes como Chile y Argentina.

Quines son los actores de hoy en da y cules son las consecuencias de sus acciones?

Hoy en da la situacin es diferente de la que observbamos hace ms de 30 aos: un nuevo sistema de produccin tiene como resultado la transformacin del paisaje visible en la fragmentacin de la thola y pastizales, y la homogeneizacin de la pampa a un monocultivo de quinua (imagen 1). Los consecuentes impactos se observan tanto a nivel ambiental (aumento de las poblaciones de plagas, erosin de los suelos con prdida de fertilidad y del banco de semillas, entre otros) como social (en torno

al acceso a los recursos naturales, acceso a educacin y salud, mejores condiciones de vida y aumento de ingresos econmicos, entre otros) (figura 1). La posibilidad de mecanizar la pampa permite invertir menos mano de obra en la produccin agrcola y, por otro lado, el hecho de tener una demanda exponencial de un mercado de quinua, se convierte en una nueva oportunidad econmica para los comunarios permanentes y residentes8, tanto en zonas tradicionalmente productoras de quinua, como para los que no, mejorando su calidad de vida. Esta nueva situacin de auge de la quinua permiti el regreso y el fortalecimiento de las relaciones entre los migrantes y los permanentes en las comunidades, que adems de retornar para las festividades y visita a los familiares, volvieron para cultivar la quinua y obtener ingresos complementarios a sus actividades fuera de la comunidad. En este contexto es posible cultivar sin necesariamente estar presente a lo largo

IMAGEN 1. Expansin del cultivo de quinua en el periodo comprendido entre 1963-2006, en una comunidad de tradicin quinuera localizada en la zona de estudio7 .

Fuente: Jean-Rmi Duprat. CNRS UMR 5175, Proyecto EQUECO, 2008. 7 Fotointerpretacin de fotografas areas (1963, IGM) e imgenes de satlite USGS (27 de abril de 1972) y SPOT (14 de octubre de 2006) 8 Residente: comunario que vive principalmente fuera de su comunidad

FIGURA 1. Modelo genrico de los cambios actuales en las comunidades con pampa productoras de quinua del Altiplano Sur

del ao. Esto est generando un aumento del nmero de cultivadores de quinua en toda la regin, de la proporcin de cultivadores no permanentes en la comunidad, como tambin del aumento de la superficie cultivada por cada familia. A partir de esta situacin de aumento demogrfico, de cambio en la gestin de la mano de obra y en las prcticas de cultivo, se identifican varios conflictos que surgen a nivel de uso y acceso a los

recursos naturales, cuestionndonos sobre los factores sociales que amplifican su vulnerabilidad ecolgica y, por ende, ponen en riesgo la sostenibilidad del agroecosistema. Por un lado, las redes familiares permiten mantener el sistema de produccin agrcola, pero no el pastoril, por su necesidad de gran inversin de mano de obra. Esto lleva a la disminucin gradual de los rebaos de ovejas y, en menor medida, de llamas. El hecho de que la

quinua posea un valor comercial mayor al de la ganadera, genera que sta compita espacialmente con la produccin de camlidos y ovinos, generando a su vez conflictos de uso del territorio. La disminucin de los animales coloca un interrogante en el futuro, relacionado primero con el mantenimiento de la fertilidad de los suelos frgiles, que necesitan del aporte de abono orgnico para la produccin durable de quinua, y segundo con los ingre-

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sos diversificados de la ganadera y la seguridad alimentaria de las familias. Por otro lado, la mecanizacin ha permitido expandir el cultivo en pampa, pero no siempre en lugares apropiados para el cultivo de la quinua (riesgo de heladas y escasez de agua en las pampas) generando prdidas de cosechas y poniendo en peligro los suelos. De hecho, se observa que las prcticas de cultivo no estn siempre adaptadas a las condiciones del medio, como por ejemplo la disminucin del tiempo de descanso9 del suelo y las grandes superficies en descanso en corredores de viento, las cuales propician la erosin elica de los suelos. En cuanto a los conflictos de acceso a los recursos naturales, se observa que la diversidad de actores en cuanto a su capital econmico y humano, como el aumento del nmero de cultivadores, traen consigo diferencias que pueden llevar a conflictos de acceso a la tierra, especialmente a las nuevas tierras de cultivo, debido a que no existen todava reglas de regulacin/restriccin a nivel de la comunidad en este nuevo contexto. Estas reglas son dinmicas y, seguramente, debido a los cambios rpidos que surgieron en los ltimos aos, apenas se estn adaptando a las nuevas maneras de acceso a los recursos naturales, como por ejemplo, el hecho de que en varias comunidades, las tierras comunales de potencial uso agrcola, ya estn demarcadas por algunas familias, que se apropiaron de la tierra sin consultar a la comunidad. Finalmente, es notable la aparicin de nuevos actores a nivel de asistencia tcnica enfocada a la produccin orgnica y gestin

del territorio, de investigaciones en mejoramiento de semillas y maquinarias, como tambin en el fortalecimiento de la cadena de valor y bsqueda de nuevos mercados. La aparicin de estos nuevos actores nos permite reflexionar sobre la necesidad que existe en la regin de generar una empresa sostenible en el tiempo, que asegure una oferta de quinua orgnica y posibilite que surjan otras actividades en el desarrollo local, ante cualquier evento externo (cambios climticos, competencia por otros pases y desestabilizacin del mercado).

Consideraciones finalesNos encontramos en un ambiente natural frgil, dnde los productores poseen saberes adaptados para una produccin agropecuaria a menor escala, a la que se est desarrollando desde hace ms de 30 aos en la regin, en torno a la produccin de quinua. Paralelamente se observa un aumento del nmero de personas interesadas e involucradas en la produccin, como tambin del surgimiento de nuevas organizaciones en la cadena de la quinua. Esto nos sugiere que hay una multiplicacin y complejizacin de las interacciones, particularmente al momento de definir nuevas normas de acceso y uso a los recursos naturales. Teniendo en cuenta esto, es importante resaltar que la sostenibilidad del sistema va a depender de la manera en que todos los actores se organicen y sean lo suficientemente creativos para solucionar los conflictos ambientales y sociales. Igualmente, va a ser determinante la capacidad que tengan de adaptarse a un nuevo contexto, inmerso en un mundo

globalizado, que permita abastecer un mercado orgnico creciente y vele por la disponibilidad de recursos para las generaciones actuales y futuras. Pensar en un futuro implica tener en cuenta la red de relaciones que existen entre los actores, sus deseos y proyecciones de futuro. Por lo que hablar de sostenibilidad debe integrar no slo los actuales problemas tcnicos del cultivo, el desarrollo de tecnologas adaptadas al medio y la bsqueda de nuevos mercados, sino tambin los deseos de los productores en su reproduccin familiar. Quedarse, irse, trabajar fuera de la comunidad, regresar a cultivar y cosechar, pasar cargos, intensificar el cultivo de sus parcelas, mantener el rebao de llamas y ovejas, comprar abono, fertilizar las parcelas, hacer descansar los suelos, tener hijos y repartir las tierras equitativamente, entre otros, son decisiones individuales que se reflejarn en algunos aos a nivel colectivo. La lectura del paisaje nos ensear cmo los productores, las organizaciones y el Estado manejaron las limitaciones del medio ambiente, construyeron normas de gestin del territorio bajo una demanda creciente de quinua, incentivaron la construccin de polticas sectoriales y mantuvieron un territorio para sus generaciones venideras, adaptndose a los cambios presentes de manera sostenible para el futuro.

Este trabajo ha sido realizado con el apoyo financiero de la ANR - Agence Nationale de la Recherche Agencia Francesa para la Investigacin con el programa Agriculture et Dveloppement Durable, proyecto ANR-06-PADD-011, EQUECO. 9 Descanso del suelo: parcelas sin cultivo

GALERIA DE FOTOS

Mximo Liberman

Cultivo de quinua en laderas

Cultivo de quinua en cerro Thunupa

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Beneficiado de la quinua

Variedades de quinua

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QUINUA, DESCANSO Y THOLARES en el sur del Altiplano BolivianoIRD La Paz, Bolivia [email protected] Joffre

Herbario Nacional de Bolivia Instituto de EcologaUMSA, La Paz. [email protected] principal zona de produccin de quinua real orgnica exportada del Altiplano boliviano se ubica en el Sur del departamento de Oruro y en el Noroeste del departamento de Potos (vase mapa 1 del artculo El auge de la quinua, misma revista). De manera paradjica, estas regiones se caracterizan por fuertes limitaciones del medio ambiente. La pluviometra anual sigue un gradiente desde 300 mm en la ribera norte del Salar de Uyuni hasta menos de 120 mm en el Nor Lpez, la duracin de la poca de lluvia es muy corta, entre 60 a 80 das, y la evaporacin potencial muy alta (ms de 4 mm de agua por da). Estos valores representan promedios, pero la variabilidad interanual es muy fuerte y puede ocurrir que transcurran varios aos seguidos por debajo de estos valores. La probabilidad de heladas es fuerte durante al menos 200 das al ao. Los suelos de pampas son de textura arenosa y con conteJulieta Acho

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nidos dbiles en materia orgnica y nutrientes, mientras que los suelos ubicados en las faldas de los cerros contienen ms arcillas, materia orgnica y nutrientes.

Cultivo de la quinua y descanso

A pesar de estas limitaciones, se desarrollaron actividades agropecuarias desde hace varios siglos en todas estas regiones; las poblaciones que elaboraban sistemas de uso de la tierra permitan una produccin de papas y quinuas en superficies pequeas establecidas mayormente en las laderas de los cerros. La produccin responda