Guía Práctica para la Salud de tus Pies

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PODOLOGÍA - Clínica del Pie: Guía Práctica de Salud para tus Pies Página 1 El cuidado podológico del pie es necesario para todos, pero especialmente en las personas mayores, ya que el paso del tiempo produce una serie de modificaciones en los pies que hacen que sean más vulnerables y que requieran cuidados periódicos para su buen mantenimiento. Suelen presentar una pérdida de tejido adiposo y una mayor deshidratación, factores que hacen que sea más facil la aparición de lesiones en los pies. Si además nos encontramos con enfermedades crónicas que añaden más riesgo a esta situación (diabetes, artrosis, artritis, etc) su cuidado se hace aun más necesario. Pies suaves y ligeros Los principales problemas que sufrimos en relación con los pies son las durezas y callosidades, los talones agrietados y el mal olor. Vamos a verlos detenidamente: Que hay que evitar... Calzado inadecuado (muy estrecho y alto). Sedentarismo. Sobrepeso. Trastornos vasculares. Durezas: Son zonas muy gruesas de epidermis que se desarrollan con frecuencia en la planta del pie o el talón. Las causas más frecuentes son el uso de calzado mal ajustado o mal diseñado, la utilización frecuente de tacones muy altos y, en ocasiones, la propia edad. Talones agrietados: En esta zona, debido al grosor de la piel y a la escasez de hidratación, suelen aparecer grietas o fisuras. Los que más lo padecen son las personas que caminan durante horas o que permanecen mucho tiempo de pie. Mal olor: Las plantas de los pies pueden producir hasta 284 mi de sudor al día, pues en esta zona del cuerpo se concentra la mayor cantidad de glándulas sudoríparas (hasta 250.000). El mal olor lo causan las bacterias saprofitas al descomponer el sudor.

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Consejos y orientaciones para el cuidado de tus pies.

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El cuidado podológico del pie es necesario para todos, pero especialmente en las personas mayores, ya que el paso del tiempo produce una serie de modificaciones en los pies que hacen que sean más vulnerables y que requieran cuidados periódicos para su buen mantenimiento. Suelen presentar una pérdida de tejido adiposo y una mayor deshidratación, factores que hacen que sea más facil la aparición de lesiones en los pies. Si además nos encontramos con enfermedades crónicas que añaden más riesgo a esta situación (diabetes, artrosis, artritis, etc) su cuidado se hace aun más necesario. Pies suaves y ligeros Los principales problemas que sufrimos en relación con los pies son las durezas y callosidades, los talones agrietados y el mal olor. Vamos a verlos detenidamente: Que hay que evitar...

Calzado inadecuado (muy estrecho y alto). Sedentarismo. Sobrepeso. Trastornos vasculares.

Durezas: Son zonas muy gruesas de epidermis que se desarrollan con frecuencia en la planta del pie o el talón. Las causas más frecuentes son el uso de calzado mal ajustado o mal diseñado, la utilización frecuente de tacones muy altos y, en ocasiones, la propia edad. Talones agrietados: En esta zona, debido al grosor de la piel y a la escasez de hidratación, suelen aparecer grietas o fisuras. Los que más lo padecen son las personas que caminan durante horas o que permanecen mucho tiempo de pie. Mal olor: Las plantas de los pies pueden producir hasta 284 mi de sudor al día, pues en esta zona del cuerpo se concentra la mayor cantidad de glándulas sudoríparas (hasta 250.000). El mal olor lo causan las bacterias saprofitas al descomponer el sudor.

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Di adiós a las durezas... Para evitar La aparición de durezas (llamadas técnicamente hiperqueratosis) lo ideal es aplicarse cada día una hidratante específica. Elige una crema que incorpore ceramidas para suavizar las zonas más secas y activos hidratantes como la manteca de karité. Aplícatela con un masaje desde los dedos de los pies hacia atrás, insistiendo en la zona de los talones. Dos veces a la semana puedes aplicarte un exfoliante (con ácido salicílico, urea o microcristales). Pies en plena forma Si quieres mantener tus pies en plena forma, practica siempre que puedas estos consejos: Camina descalza. Sobre la hierba o la arena de la playa es fantástico. Si tienes un trabajo sedentario, haz pausas durante el día para efectuar movimientos de rotación con el tobillo. Si retienes líquidos y notas que los pies se van hinchando durante el día, reduce el consumo de sal e intenta mantenerlos en alto durante algunos minutos durante la mañana. Si tienes mala circulación, duerme con ellos en una posición elevada. Date baños alternos de agua fría y caliente, para estimular la circulación y el drenaje. Aprovecha el momento del baño para frotar la planta con una piedra pómez. Con los pies secos, pásate una lima para eliminar las durezas. Pies cansados Date un baño en el que hayas introducido una tableta efervescente, de las que incorporan activos como el mentol o la menta que son muy refrescantes. A continuación date un masaje con una crema hidratante. Estira los dedos uno por uno y haz suaves movimientos rotatorios. Presiona toda la planta con los pulgares.

¿Cómo cortar las uñas e hidratar tus pies? Date un baño de 10 minutos en agua tibia, en la que hayas disuelto un puñado de sales de baño. Seca bien. Al cortar las uñas, dales siempre una forma recta y procura no dejarlas muy cortas. Elimina las durezas del talón con un exfoliante de grano grueso, a continuación puedes exfoliar el resto del pie, con un peeling más suave. Aplícate una mascarilla y déjala actuar unos 10 minutos. Retírala y aplica una hidratante. Finaliza, dando brillo o esmalte a las uñas.