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Guía del Tapeo de Almería Oscar José García López
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Guía del Tapeo de Almería
Oscar José García López
El Tapeo Almeriense
Esta guía que tenéis entre las manos (o en la pantalla de vuestros ordenadores
acorde con los nuevos tiempos) no pretende ser un exhaustivo recorrido por
todos y cada uno de los bares y restaurantes de Almería, sino una selección
que, a juicio del que escribe, merecen ser reseñados ( bien por su calidad, bien
por su popularidad). Seguro que me dejo en el tintero más de un rincón
estimulante, más de una caña de trago amable y más de una tapa
emocionante, pero es imposible - el bolsillo no lo permitiría y el estomago se
resentiría especialmente- relacionar todos y cada uno de los santuarios de
chateo que hay en Almería.
Ha ido surgiendo la guía, como organismo creciente y desordenado que no
encuentra sus límites, en torno a diversas zonas geográficas de la ciudad que,
por una u otra razón, se han erigido en centros aglutinadores del deporte de
barra fija.
Como en toda capital, el centro urbano, vertebrado por el Paseo de Almería y la
Rambla adyacente, habilitan el mayor número de establecimientos por metro
cuadrado, pero no hay que descuidar otras zonas de la capital que no suelen
aparecer en las reiterativas y sobadas guías turísticas (como el Zapillo,
histórico barrio de pescadores, o Nueva Andalucía, barrio más moderno pero
con amplio repertorio para el aventurero), con mayor o menor solera, que nos
reservan sorpresas nada desagradables.
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He tratado de ser objetivo en los comentarios y ameno en el discurso, sin
cansar demasiado al lector pero abriéndole el apetito. En todo caso, son
siempre pinceladas que pueden, y deben, variar en función del protagonista de
la historia. Sobre opiniones y gustos, mil discursos, y nada más lejos de la
intención del cronista que imponer los suyos. Aconsejar si acaso las
especialidades de cada local, los tesoros ocultos que nos aguardan o el
montadito significativo en caso de duda. Luego el lector sacará sus propias
conclusiones y se perderá en sus propios caminos sin necesidad de este GPS
gastronómico.
Situaros en posición, empujad si es necesario al vecino de barra para
conquistar ese espacio reservado a los valientes, retad con la vista al camarero
y alzad el brazo sin temor para iniciar el combate. Todo vale en la guerra y en
el bar, pero eso si, sin perder las formas en ningún momento. Bebed con
modestia pero sin moderación y acumulad experiencia en los codos.
Espero que os sirva de orientación allá donde lleguéis, busquéis lo que
busquéis y seáis lo que seáis; que os permita disfrutar de un buen vaso de vino
acompañado de una deliciosa tapa en agradable compañía.
Y recordad la máxima de todo buen tapeador: “La calidad de una tapa no se
mide por su precio, sino por la satisfacción que esta deja en el paladar”.
Oscar J. García López
Maestro tapeador
5ª Edición – abril de 2010
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“Grande consuelo es tener
la taberna por vecina”
Baltasar de Alcazar
Bodegas El Patio, vinos y licores de todas clases y santuario del tapeador intrépido
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ALMERÍA CAPITAL
Con más fama que la propia Alcazaba, monumento emblemático de la ciudad,
el tapeo tiene merecida reputación en la capital almeriense, aunque no tanta
fama como el sevillano o el granadino, elevados a los altares por el alto número
de turistas que transitan por las dos ciudades andaluzas. Bares y tabernas
suelen servir buenas tapas de cocina en cantidades sin par (en determinados
sitios se puede comer con una sola tapa, aunque no es lo recomendable). Por
otro lado, su precio resulta muy económico, pues suelen rondar los 2 €, y
fomenta la reiteración de las consumiciones en orden a consolar el estomago.
La costumbre es incluir la bebida y la tapa en el mismo precio, al contrario que
en el resto de Andalucía donde van por separado o no nos dejan elegir la tapa
(esto sucede en Granada), lo que añade alicientes a la hora de salir a tapear en
Almería. Fieles a la tradición de forma diaria, los sábados cobran protagonismo
las raciones, que dejan en el olvido a restaurantes y la cocina de la casa. En el
reino de las tapas destacan por su cantidad, las patatas al horno, los
“cherigans”, el pulpo frito y los taberneros; por su calidad sabor, las gambas, la
jibia, los júreles, los boquerones... toda una variedad que en la zona de las
Cuatro Calles – nombre procedente de un antiguo bar que había en la zona -
puede degustarse en históricas tabernas como Casa Puga (Jovellanos, 7 -
www.barcasapuga.es), visita obligada para el visitante, con una carta enorme en
las que sobresalen las gambas rebozadas, los revueltos de jamón y ajetes y los
champiñones.
También en la calle Jovellanos encontramos La Cantinela, manteniendo viva la
tradición de la plancha almeriense, La Encina (www.laencina.es ) y Plaza de
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Cañas (www.plazadecañas.com) , con correctas proposiciones dirigidas a
nuestro estomago.
En otro estilo, el tópico chabacano de la Andalucía occidental invade la barra
con su ambientación sevillana en alguno de los locales de la calle Trajano: La
Bodeguilla, La Charca, El
Pescaito (cate ud. las huevas
fritas de merluza o las de jibia a la
plancha), La Bien Pagá (pruebe la
carne de toro), muestran un
ambiente alegre, etílico, donde no
es raro ni recomendable dejar el
fino o la manzanilla sobre la mesa,
para arrancarse por bulerías o por soleas.
En la calle Real, La Borrachería continúa con el mantón y el capote
impartiendo lecciones en la cocina, con delicias como el secreto ibérico, las
huevas de merluza o la carrillada ibérica. Un poco más abajo, cercana a la
Plaza de la Catedral, las Bodegas Montenegro se asoman y ofrecen buen
vino junto a tapas de cocina (¡que rico el lomo al ajo!) que no os dejaran
indiferentes. En la Plaza Virgen del Mar el Kiosco del Mar oferta una amplia
carta de tapitas de pescado a la plancha al aire libre para disfrutar del los días
de sol que tan agradables hacen el paseo por las calles de la ciudad.
En la plaza de los Burros, la Bodeguilla del Marqués de Heredia, con aspecto
de café de tertulia; sus baldas y mostradores guardan riquísimos licores y
manjares
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La Calle Alfonso Torres, detrás de la oficina de Correos, concentra las terrazas
más concurridas de la noche: el clásico Ajoli, que destaca por sus vinos, su
jamón asado y sus patatas asadas y el Turia, conocido por sus famosos filetes
rusos.
La Taberna Entrevinos (www.tabernaentrevinos.net), la Taberna Añorga
(Pintxo de Ave en salsa Teriyaqi, Huevos con patatas al estilo Añorga, Bacalao
en Tempura) el Mesón Gallego Cala Carallo ( excelente su pulpo plancha o la
vieira por destacar algo de su exitosa carta de tapas acompañada de un buen
ribeiro), evocan aires del norte en nuestro paladar.
El Restaurante Taperia Fusao (Padre
Luque,2), por su parte, se encarga de
aportar un punto exótico al tapeo de la
capital al combinar con maestría los
sabores brasileños y portugueses con la
tradición local.
Por la zona del centro, interminable
recorrido gastronómico, también es de
mención el Cuentavinos (General
Segura,12), con su alpujarreño o su
huevo de codorniz con jamón cumple sin
más con su intención de llenar el estomago ; La Sacristía y La Aldea, son
bodegas de similares características en la misma zona.
Petit Pére (C/ Marqués de Comillas), es un establecimiento hermano del Gran
Pére, que oferta nuevos sabores tan del gusto del tapeador moderno.
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Mesa España: situado en la calla Mendez Núñez, 19, ofrece gran variedad en
tapas de calidad – lomo sajonia con salsa de champiñones, arroz con pasas y
cabrales, magro de cerdo a la pimienta – en un entorno cuidado y acogedor, lo
que repercute en la cantidad, pero ambas se aúnan en su tapa estrella, el
Cous-cous con pollo al curry.
Otros bares de la zona son Restaurante Casa Sevilla en C/ Rueda López
( www.casa-sevilla.com), de noble barra con tapas propias como el lomo a la
antigua y muy buena mesa; si os habéis quedado con hambre, La Tahona, el
mítico Minibar (C/ Rueda López, 21) donde entrar es casi imposible, como se
puede deducir de su nombre, pero si lo conseguís probad su pincho de
gambas, el lomo adobado, la jibia a la plancha o cualquier otro potingue que
Paco tenga a bien calentar en su plancha, Entre Amigos, y El Parrilla,
famoso por ser el creador de los famosos y difundidos “cheringans”, que no son
otra cosa que rebanadas finas de pan tostado untados con tomate, mayonesa
u otras sustancias sobre las cuales la imaginación de cada uno coloca desde
jamón a tabernero, pasando por la tortilla o el atún.
Las Botas, en Fructuoso Pérez,3. Merluza en escabeche, tablas variadas,
queso viejo y jamón, bacalao con tomate.
En la Peña Flamenca El Taranto (Tenor Iribarne, 10) un ambiente flamenco y
tapas tan celebres como las de choto o los callos, crean un entorno agradable
situado en unos antiguos aljibes árabes. Es otro de los lugares emblemáticos
de la capital y , junto a la Peña el Morato, visita recomendada para los
amantes del cante jondo.
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Siguiendo por Tenor Iribarne en dirección al Paseo, dos marisquerias de toda la
vida, Baviera ( buen pescado pero servicio sin sonrisas) y sobre todo Alcazar,
con una plancha que por sí sola constituye un espectáculo y gran variedad de
tapas de pescado, sin olvidar sus excelentes croquetas.
En la Plaza Flores, la Taberna Torreluz, con una decoración taurina y una
terraza agradable presenta buenos ibéricos y amplia carta de vinos. Justo al
lado una propuesta más innovadora, con la Barra del Mediterráneo, que más
que tapas elabora platos en miniatura pero de gran cocina (Helado de Queso
de Cabra con Tomates Secos, Ensalada de canónigos con croquetas de queso
azul y bacon frito, Hamburguesitas de Atún con Salsa de Erizos de Mar o
Minitartas de queso fresco con su helado y compota de frutas rojas)
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El Quinto Toro (Juan Leal, 6, junto al mercado), otro de los clásicos de la
capital, ambiente andaluz con cabeza de toro incluida. Callos, fritada de lomo y
patatas a lo pobre con huevo frito son sus aperitivos más demandados.
Simpatía y buena ejecución en el servicio. Y el Quinto Toro 2, frente al
Instituto Celia Viñas.
Bar Cielo, junto a la plaza del mercado, ofrece al tapeador pescados, paella a
mediodía y un estimulante repertorio en las formas de hacer pulpo (con ali oli,
seco, frito...)
Para los aficionados a los toros y a la buena mesa es del todo recomendable
que encaminen sus mocasines hasta la Peña Taurina Los Jueves Taurinos
(C/ Regocijos, 23), donde en un ambiente a albero pueden saborear diversas
viandas e incluso brindar con fino ante la afición.
Aparte del Mercado Central y alguna
que otra pescadería de prestigio, uno
de los mejores sitios donde encontrar
pescado fresco y variado es El Bar
Indalo. Sito en la C/ Rambla Alfareros y
regentado
durante años con
sabiduría y buen
hacer a la plancha - una de las mejores de Almería
capital junto a la del ya mítico Los Claveles - ,por su
propietario, Manolo ( posando en la foto) →
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Seleccionando personalmente el pescado que diariamente llega a su vitrina
acoge al visitante con su habitual amabilidad y buen humor, haciendo del
servicio un punto más a su favor, que aumenta cuando hablamos de la cocina:
algunas de las variedades del mejor pescado almeriense podemos encontrarlas
aquí: lubinas, jurelas, corballos, doradas, calamares, brótolas, gambas,
cigalas, rubios, aguja, , etc, siempre cocinados en su punto de sal y con el
tiempo de plancha adecuado.
A sus espaldas, en la calle Cámaras, abre sus puertas el Rincón Cofrade, bien
ambientado con motivos de
la Semana Santa y con
exquisitas viandas entre las
que reclamo atención para
sus croquetas caseras y su
pulpo a la gallega, además
de buenas raciones.
El inconfundible olor de la
jibia a la plancha nos guiará
hasta el centenario (fue
fundado en 1905) Los
Claveles, imperdonable
visita donde encontrar un hueco en la barra es toda una aventura (catad el
mero blanco, la jibia y la bola).
Cerrado en marzo del 2008.
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Un poco más abajo, en Obispo Orberá, están las Bodegas Aranda, otro de los
clásicos almerienses, con buen pescado y gran variedad de tapas ( y ¡qué
huevos fritos, oiga usted!). Siguiendo la calle Granada encontraremos tascas
de toda la vida, como La Oficina, que mantiene su añeja decoración y su
clientela de siempre. Las tapas de migas, paella y huevo de codorniz junto a un
chato de vino son sus
recursos más solicitados.
El precio, 0,80 € y el toque
rancio de su ambiente pueden
ser un aliciente para los más
curiosos y atrevidos. Cerrado
en 2.005, pero que
permanece en esta guía como muestra de gratitud por los buenos ratos. En la
misma calle son famosas las patatas bravas del Bar Bonillo, la histórica barra
del Capitol y Hermanos Morales ( C/ Murcia) donde hay que degustar un Sin
Prisas y para los más aventureros, nunca esta de más una incursión en un
pequeño callejón que oculta la bodega El Brindis (San Eugenio,10), donde los
platos tradicionales se dan la mano con la innovación tapeadora en un peculiar
ambiente y productos de primera calidad. Probad el “morgan”, la tosta
mediterránea o sus curiosas minihamburguesas, y no se os ocurra pedir un
“Nacho Vidal” si no queréis salir tambaleándoos del local...
Sin alejarse demasiado, en la misma C/ Granada, la Bodega Morata acoge al
cliente entre un excelente vino blanco y un suculento queso a la plancha entre
otros bocados igualmente recomendables.
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Y en la Calle Marchales, otra bodega, el Toboso, donde los jumillas y sus vinos
de Albondon, buscan hueco entre tapas como sus michirones o su careta en
salsa.
Pero si queréis comer bien y sin agobios visitad el Bar Plaza: ambiente familiar
y tapas de cocina, su especialidad es el bacalao en todas sus variedades y no
abandonéis el local sin probar sus deliciosos Soldaditos de Pavia o el crochet
acompañados de uno de los mejores tintos de verano de la provincia.
Cerquita esta el Bar Sta. Rita (Alcalde Muñoz), con grandes tapas aunque
poco originales (lomo, morcilla, hamburguesas, huevo con tocineta y todo a la
plancha…).
En la plaza del 18 de julio, ya en la Rambla Federico García Lorca, el Kiosco
18 de julio nos ofrece un rato agradable al aire libre donde degustar sus
famosos pinchos morunos (que podéis degustar en sus dos versiones, con más
o menos picante, a gusto del tapeador) o probar sus tortitas de camarones y su
gran variedad en pescado fresco. Y siguiendo Rambla arriba, otro kiosko de
toda la vida, El Chirivía, con su tradicional plancha y sus fritos.
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En la zona de Nueva Andalucía, en la calle de Blas Infante, también podemos
encontrar algunos locales poco recomendables para tapear como el
incomprensiblemente concurrido Crifer, con sus migas y patatas al horno o el
Villanueva. Un poco más allá la Bodega Capel, con un generoso muestrario
de la cocina típica almeriense (trigo y gurullos) y el Bar Safari (Emilio Viciana
Gongora, 1). Completan la ruta por la zona bares generosos, la cafetería
Góndola, de fino paladar y el bar Torrespaña, donde se ha de catar el
mohicano.
Pero hagamos un recorrido más detallado entre los numerosos bares de Nueva
Andalucía:
El Calzada (Calzada de Castro). Sin duda un bar en desarrollo. Regentado con
sabiduría por el entrañable y orondo Gines, en este bar puedes encontrar casi
cien tapas diferentes a cual más abundante. Desde la ya mítica
“pistola” (salchicha al ajillo), hasta el “super”, el “comisario” o la “estrella”,
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pasando por todos los cherigans imaginables. Un paraíso al alcance de todo
buen degustador de tapas. El único pero es el espacio, ya que es un sitio
pequeño donde hay que espabilarse ya que siempre esta lleno. A día de hoy el
negocio cuenta con tres sucursales: el Calzada II, en Hermanos Machado , el
Calzada III, en la Plaza Altamira, incluyendo cuantiosos desayunos en su
inventario culinario junto a pizzas, lasagnas y demás. Y hasta un Calzada IV y
V, (¡cuando va a parar este hombre!) en el Barrio de los Ángeles y en el barrio
del Zapillo, respectivamente.
El Marqués (Calzada de Castro). Trato familiar y grandes tapas, a imitación del
Calzada. Hay que probar su “doblete” (salchicha de frankfurt con bacón) y su
pepito de calamares. En la actualidad se ha reconvertido en una bocadilleria
regentada por el mismo equipo y similar calidad.
El Abuelo (cerca de Padre Méndez) es un bar donde sueles encontrar sitio, si
te fallan los dos anteriores. Tapas no muy grandes y un servicio pésimo.
Salvamos sus chipirones fritos.
La Parra. Bodeguita agradable y pequeña, donde te puedes pedir una parra
(pan con aceite, tomate y jamón)
Por la misma zona destacamos Los Filabres, con sus conocidos taberneros,
Entre vinos, Los Picos de Europa (Cristobal López Lupiañez,7), La Bodega
de jamones Hnos. García, El Portofino, con grandes cherigans y, un poco
más arriba, ya en la calle Santiago, El Sierra, donde puedes pedir su pollo
asado como tapa más importante.
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El barrio del Zapillo, al estar alejado del centro, tiene un carácter propio que se
siente en bares como El Robles (recomendamos el cateto, andaluz robles y el
lomo), el Hermoso, Los Cármenes, en Jaul 7, destaca por su pescado fresco;
el Mesón Sierra Morena (pedid huevos con jamón), o el Bar Barro, en la
Plaza de Matías Pérez s/n, uno de los mejores lomos de Almería, sin
desmerecer su tabernero, huevas o “alpargatas” y siempre con la sonrisa
habitual tras la barra de “Paquito”, su camarero de guardia. Por último, en la
Avda. Cabo de Gata, a la altura del Palmeral, se hallan el Bocaito, donde
sirven tapas originales en forma de montaditos como el serranito o el marinero
y otras delicias totalmente recomendables, y junto a él La Taberna de Domi,
con buen pescado a la plancha y múltiples opciones tapeadoras. Ya en la
Avda. Mediterráneo, la inimitable y siempre abundante Virgen Chica, para
paladares poco exigentes.
Siguiendo por la ruta ”zapillera” podemos acercarnos al mesón El Zagal, que
pone una careta de cerdo que quita el sentio o a La Mar Salá, de similares
gustos y amplísima carta de tapas. El clásico bar Arenas (Calle de Rodrigo
Vivas Miras, 55), excelente jibia frita o Los Domínguez (Calle Paterna del Río,
73), son otras propuestas a valorar.
D-Cañas (C/ Benitaglá), un escaparate en el que la barra se adueña del
espacio y la plancha gana adeptos. Pescado variado y excelente tinto de
verano.
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Gran Pére (c/ Tejár, 53) con tapas tan originales como el solomillo con
reduccion de Pedro Ximenez, la tosta de berenjena, la brocheta de secreto
iberico, o el bacalao confitado, entre otras.
La Esquinita. Bareto donde pedimos una jarra de medio litro de cerveza que
incluye dos tapas de grandes proporciones, como la catalana, el francés...
Bodega Triana. Carnes a la brasa y ambiente acogedor. La faldereta, el filete
alemán o las costillas son sus especialidades. Cantidad y calidad.
El Lengüetas, en la Plaza de España, continua sirviendo buen pescadito a la
plancha ( gambas, aguja, almejas...) en uno de los kioskos tradicionales de
Ciudad Jardín.
Y si os gusta pasear cerca del mar, encaminad vuestros pasos al Paseo
Marítimo, donde las terrazas soleadas aumentan el placer del tapeo. El Duque
de Mar, El Café París, La Cabaña del Tío Tom, Restaurante Building,
Capel Playa, el Kiosco de La Térmica y un poco más alejado pero merecedor
de la pertinente caminata en dirección a la Universidad, probad las costillas de
Los Charros, un lugar de máximo interés para el turista tapeador, aunque solo
abre sus puertas durante los meses de verano, al igual que el Chiringuito Tío
Pepe, donde podéis encontrar problema para conseguir un hueco en la barra,
ya que hay más gente que en la propia playa: migas, pescado a la plancha y un
servicio rápido y eficaz. Al final de paseo marítimo, El Portón de la Bahía es
uno de los mejores sitios de Almería donde degustar el salmorejo.
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Volviendo al centro de Almería, y por la zona de Altamira, El Mesón (Altamira,
35) es un bar con pescado variado. Un poco más arriba continua el buen yantar
en el Café Hispano (Altamira, 39) y en el Bar Altamira, con una variada carta
donde perderse al decidir que tomar.
La Galatea (Altamira,5), es una taberna algo escondida en una galeria que
cuenta con amplia carta, buenos vinos y exquisitos patés y quesos para
degustar.
En la calle Canga Argüelles, la propuesta de Coffe House combina creatividad
y calidad para ofrecer nuevos sabores destinados a enriquecer nuestro paladar.
En Artes de Arcos, el Bar Chele, cuya carta teneís aquí encima (C/ Canónigo
Molina Alonso, 43 ) y el Nevada (Doctor Araez Pacheco, 17) ofrecen gran
variedad en pescado del día con un impresionante bacalao rebozado en el
segundo que, eso si, sólo podréis probar los fines de semana.
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El Bar Don Paco, sirve material abundante aunque sobrante y el Bar Lubrín
es famoso por sus montaditos.
Si os apetece probar sabores argentinos podéis cruzar la calle y entrar en el
Martín Fierro (Carretera de Ronda, s/n), especialista en carnes a la brasa,
donde destacan sus empanadillas argentinas.
El Bar Juan Francisco, en la calle Hermanos Pinzón ofrece al tapeador
indómito un amplio menú en tapas ( completo, mohicano, flamenquín) y
siempre esta lleno así que os recomiendo que reservéis mesa. Podéis ver
como van haciendo las tapas, ya que la cocina esta junto a la entrada del bar.
En la misma calle, el Bar Alpujarra y el Bar Juanmi, no desentonan y rivalizan
en cuestión pescatera, decantándose la balanza ligeramente a favor del
segundo.
En la zona del Parque Nicolás Salmerón, destacan los quioscos de La
Hormiguita y Las Olas, donde en verano se puede tomar el fresco junto a una
buena tapa, y El Barril (Esquina Arapiles), donde aparte de sus sabrosas tapas
podéis degustar una bebida de su invención: el “WachiNait”, creado en los años
70, cuando el bar vivió su máximo momento de celebridad por la habitual
presencia de estrellas de cine que rodaban en la provincia.
Al lado, El Parque arremolina sus pescados frescos sobre el mostrador y un
poco más allá, ya en el barrio de Pescaderias, Los Sobrinos, dan la
bienvenida al visitante con lo más sabroso del mar, que puede proseguir la
visita al barrio marinero de la capital haciendo una parada en El Pireo (Plaza
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de Pavía, nº 7), regentado por Julio desde hace más de 30 años y punto de
reunión de los artistas flamencos más importantes.
Y en la C/ Lastre el Bar Al-Haud es famoso por sus pescados y paellas.
El comienzo de la calle Real nos da la bienvenida con Bar Joaquín (Calle
Real, 111) aka El Miserias, es digno de visitar y os dejará un buen sabor de
boca con su excelente carta marinera, y un poco más arriba, si tenéis suerte,
debido sus horarios caprichosos, están las Bodegas El Patio, otro rancio
abolengo de visita educativa. A mediodía, El Tropezón, llena de pescado
fresco su bulliciosa barra, junto a las espléndidas "papas de Andrés", cuyo
ingrediente secreto no hemos logrado averiguar a día de hoy. Otra opción muy
válida es el Bar Matías, en la C/ de la Reina.
En la esquinita te
espero
Otra de las
históricas tascas
almerienses de la
que guardamos
grato recuerdo y
buenos tragos...
El Andaluz I (Ctra. de Granada,25) y II (Sierra de Gredos,6). Son dos mesones
con enjundia que se hallan en las afueras de Almería, pero a los que merece la
pena acercarse si se dispone de vehículo propio o dando un pequeño paseo.
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Su especialidad son las costillas a la brasa, pero también destaca su tortilla
andaluza y sus patatas al horno.
En la zona de la nueva Rambla Alfareros se esta fomentando el buen tapeo
destacando La Herradura. Con un buen servicio y unas tapas en consonancia
(la herradura y la milanesa) ,El Anfiteatro, con grandes cherigans y el clásico
Bar Florida. El Brasero Lounge no se queda atrás y se puede disfrutar de sus
especialidades criollas. El Girona, un poco más al norte puede ser una opción
alternativa a estos y ya en la parte
superior, El Almirez, goza de buena
reputación entre los tapeadores de
la zona debido a su inmensa carta
de tapas donde destaca el pescado
del día y algunos platos de olla.
Muy cerca, ya en la Ctra. Granada,
el mítico La Guindilla (Lopán, 68),
ofrece gran variedad de pescado
fresco, patatas bravas y carrillada
excelente. Un clásico por el que no
pasan los años y al que se une, muy
cerca la Bodega D. Jamón, con todo tipo de ibéricos y pescados del día.
Ya en el Barrio de San Luis, entre la Ctra. de Ronda y la Avda. del
Mediterráneo tropezamos con bares tan agradables como La Tasca de
Claudio o el muy recomendable Casa Miguel ( C/ Javier Verdejo, 32), donde la
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calidad de las tapas sorprende al viajero más curtido, saboread las croquetas
caseras, el lomo al oporto o su famosa brocheta.
El Rincón del Duende es una agradable bodeguilla situada en la Avda.
Mediterráneo. De espacio reducido. Tapas de ibéricos y el “especial duende”.
Muy cerca, el Restaurante argentino La Carreta (calle Tórtola, 15
www.asadorlacarreta.es) ofrece todo tipo de especialidades de su tierra entre
las que destacan, como no, las empanadillas o el chorizo criollo. Un poco más
abajo está el Rincón de Basi, en la línea de tapas de fusión y originalidad que
cada vez cuenta con más adeptos deseosos de experimentar nuevas
sensaciones en su paladar.
Muy cerca, ya en la barriada de Los Molinos, visitad Los Cuatro Ases y probad
su "sol y sombra", que no es otra cosa que patatas bañadas en parte con salsa
brava, en parte con mayonesa. El pescado tampoco es cosa baladí.
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A continuación os ofrecemos un breve recorrido por el tapeo de la provincia de
Almería.
ADRA
Uno de los más singulares es La Granja, que se encuentra en la plaza del
Ayuntamiento, en la que coloca su terraza con el buen tiempo. Los Finos
es el que más de moda está últimamente, con sus pescados y sus vinos,
como los del Mohoso, que presume de tener los mejores vinos de la
Contraviesa. Una variedad enorme de tapas y raciones se encuentran en El
Bonillo y el Frami, que tienen lomo, jibia, calamares, aguja, pescaíto frito...
ALCOLEA
Cerca de la Plaza de la Iglesia, no dejéis de visitar Las 4 y 10, curioso
nombre para una excelente tasca donde destaca el bacalao con tomate y la
patata rellena. Junto a la antigua carretera, también es recomendable el Sol
y Luna, muy animado en verano, con una excelente variedad de tapas a
precios anticrisis. Las manitas de cerdo están para lamerse los dedos.
CUEVAS DE ALMANZORA
En el Mesón (frente al Recreo) sirven tapas ibéricas; en Jarrau (ctra. de
Águilas), migas, y en el Egea (Villaricos), boquerones y todo tipo de
pescado frito. A la Bodeguilla llegan a media mañana los empleados del
Ayuntamiento para degustar tortilla y carne en salsa. En la pedanía de
Guazamara se localizan Los Arcos y El Puente; este último, un
especialista en las tapas a la plancha y montaditos de lomo con salsa verde.
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EL EJIDO
Entre los cada vez más numerosos locales de repostaje masticable os
sugerimos ell Avalon para paladares poco exigentes, el Trevélez con sus
patatas al horno (lo único salvable) y Don Jamón (para bolsillos
privilegiados).
FONDON
A parte del Godoy, junto al Ayuntamiento, hay que destacar el Café Bar
Vimar con tapas de calidad entre las que destaca el “sufrio” o el lomo al
ajo, todo ello regado como no podía ser de otra forma por un vino de la
tierra de estimulante nombre:“Tetas de la Sacristana”
LAUJAR
En la capital de la Alpujarra almeriense el chateo se impone a precios del
siglo pasado. El Carmelo (José Antonio, 5) ofrece los huevos de codorniz
acompañados al gusto con jamón, longaniza o bacón, y unas berenjenas
con miel de chuparse el dedo índice. En el bar de la plaza entrad a ver si
hay setas, y en el Bar Alpujarra (Villaespesa 10) haced un alto a probar su
oreja de cerdo o cualquier otra monserga que tengan ese día.
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MOJACAR
Podemos iniciar el recorrido en la Plaza Nueva, arriba en el pueblo, donde
aprovechando las estupendas vistas han prosperado las terrazas de La
Ermita, con calamares, jibia, mejillones, y El Índalo, con una gran carta de
tapas y raciones. En la plaza del Ayuntamiento, a la sombra de un gran
árbol, está la terraza del Minguito, con ricas tapas de atún, ensalada asada
o taberneros. Por la calle de Alcalde Jacinto se encuentra el Rincón de
Embrujo, con morcilla mojaquera, pinchos morunos y sepia. Al volver
podemos pasar por el Chiquito en la calle Índalo, pues sus tapas tienen
fama.
NIJAR
Por la calle Nueva hasta la plaza de la Glorieta, iniciamos un recorrido por
Ortiz, Gigante, Asensio y La Curva, con paellas, migas o carne con
tomate. En la plaza, el Pipa ofrece pinchos de lomo y morunos; La Glorieta
sirve riquísimas migas, paella, los gurullos o el trigo. Si os apetece aquí
también podréis tomar un café relajadamente.
ROQUETAS DE MAR
Las principales zonas de tapeo son la plaza del pueblo y calles de
alrededor, y el puerto, donde al caer la tarde las cervezas y el vino son
siempre acompañados por una suculenta tapa de cocina. Junto a los
muelles se suceden restaurantes donde además de raciones, sirven buenas
tapas; como El Marinero, con sardinas, boquerones, chopitos; El
Boquerón de Plata o el Quique II. En la Avenida Juan Carlos I proliferan
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las tascas de buen yantar, donde destaca por su innovadora barra
tapeadora el Restaurante Plató ( decorado con motivos cinematográficos y
regentado por un doble de Jack Nicholson). Algunas de sus tapas: la
salchicha alemana, el tomate con queso gratinado y sus numerosos
montaditos. También en el pasaje del Auditorio hay ricos manjares en La
Tertulia ( www.barlatertulia.com ), donde destacamos el goulash de ciervo y
el bacalao con salsa de puerros, pasas y piñones. En dirección a la
urbanización no hay que dejar de visitar el famoso Cocodrilo, con sus
tapitas caseras. Ya en la urbanización el mejor lugar es avda. Romanilla con
bares como el Calipso, de deliciosa ensalada rusa, tropical o de mariscos;
Portomagno, con toda clase de pescados, pijotas, jureles, y Valle, con su
especial pincho de pollo.
En el Pasaje Andaluz, La Gamba de Oro y Casa Rosy, aparte de su gran
variedad de sabores cuenta con excelentes terrazas. En el complejo de Las
Alondras se halla la popularmente conocida Taberna de Luis, donde no
hay que dejar de probar el chorizo al infierno, preparado en una cazuela de
barro que contiene alcohol quemados, para asar a vuestro gusto.
Para los amantes del “pescao” seco, hay visitas obligadas donde el pulpo
seco reina entre los volaores, la bacalailla o el boquerón. Se puede
comenzar el recorrido por el Bar Callejón, cerca de la Plazoleta de San
Cayetano, seguir en el Bar Clarín (C/ de Clarín, 6), donde es pertinente la
“caballa al lento”, un suave escabechado, continuar viaje en el Bar Reca
(Plaza del Generalísimo, junto al ayuntamiento) y terminar en el Hostal
Fragata, en el mismo puerto de Roquetas.
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SAN JOSE
En la calle por la que entramos se sitúan los bares Los Arcos, El
Emigrante, Costa Rica y Casa Pepe, todos con excelentes tapas para
elegir de sus variadas cartas. Todas son de cocina aunque la jibia, el pulpo
y las huevas son superiores.
SORBAS
Son recomendables el Chacho para las carnes en salsa y Fátima
(Carretera Nacional) para el tocinito, pinchos, lomo y cualquier cosa que se
haga a la plancha. El Rincón, en el centro del pueblo, es el decimonónico
casino, con sus mayores jugando a las cartas o hablando de fútbol. Es muy
generoso en cantidades, como ningún otro.
Por el centro también se halla el Caymar, que no destaca por ninguna tapa
en especial, porque lo mismo tiene plancha que salsas. Además cuenta con
pizzas y hamburguesas.
Por último, visitaremos el Teide, también en el centro, que resulta un poco
más coqueto y en el que destacan las tortillas y las roscas.
VÉLEZ BLANCO
Los bares se disponen a los márgenes de la carretera de entrada, que en el
pueblo se convierte en la calle Corredera. Antes de comer o al caer la tarde,
las tapas abundantes y de cocina, son el mejor acompañamiento para el
tinto y la rubia. La ruta comienza por Antonio, con carne en todas sus
variedades. Justo al lado se halla La Gatera, con calamares fritos,
ensaladita y montaditos; y la Sociedad, con ricas gambas al ajillo,
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caracoles, remojones y el picante. En la Corredera tienen de todo pero los
espárragos y las setas son superiores. Ya en el paseo F. de Motos, la
Marraja sirve los mejores remojones y tortas de bacalao; y Alfonso, ricas
habas y cortezas.
VÉLEZ RUBIO
La zona de tapeo se sitúa junto a la plaza de la Encarnación, punto de
reunión de los ciudadanos sobre todo los fines de semana: Julio, Martos
(Presa ibérica, solomillo al brandy, carne de caza), Peña Taurina Pepin
Liria y El Cortezas, que destaca por tener la mejor cerveza del lugar. tapas
típicas: papas con magra, almejas en salsa, bacalao, calamares, torta de
pimiento, etc.
BUEN PROVECHO
Algunos ejemplos de buen tapeador en acto de servicio
Podéis mandar vuestras opiniones, invitaciones y demás sugerencias a
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