GRACIA Y TERNURA O TESTIMONIO MÍSTICO DE ...franciscosuarezsalguero.es/wp-content/uploads/Siglo...
Transcript of GRACIA Y TERNURA O TESTIMONIO MÍSTICO DE ...franciscosuarezsalguero.es/wp-content/uploads/Siglo...
GRACIA Y TERNURA
O TESTIMONIO MÍSTICO
DE GERTRUDIS EN 1302
FRANCISCO SUÁREZ SALGUERO
~ 1 ~
Francisco Suárez Salguero ha compuesto estos escritos esmerándose en ofrecer
la crónica cronológica que el lector podrá aprovechar y disfrutar. Lo ha hecho
valiéndose de cuantas fuentes que ha tenido a mano o por medio de la red in-
formática. Agradece las aportaciones a cuantas personas le documentaron a tra-
vés de cualquier medio, teniendo en cuenta que actúa como editor en el caso de
algún texto conseguido por las vías mencionadas. Y para no causar ningún per-
juicio, ni propio ni ajeno, queda prohibida la reproducción total o parcial de este
libro, así como su tratamiento o transmisión informática, no debiendo utilizarse
ni manipularse su contenido por ningún registro o medio que no sea legal, ni se
reproduzcan indebidamente dichos contenidos, ni por fotografía ni por fotocopia,
etc.
~ 2 ~
~ 3 ~
A MODO DE PRÓLOGO O PÓRTICO
UN SUCEDERSE DE NOTICIAS
Hubo un sucederse de noticias a lo largo del año 1302 en el que ahora nos adentra-
mos. Fueron noticias provenientes de diversos lugares.
Una de esas noticias, relacionada con León y Castilla, fue que la reina María de Mo-
lina donó el castillo de Eljas, en la cacereña sierra de Gata y frontera con Portugal, a la
Orden de Alcántara. Este castillo se encuentra actualmente en estado de ruina consoli-
dada.
Otra noticia internacionalmente destacada fue la del tratado o paz de Caltabellotta (Si-
cilia), a 31 de agosto: Francia, Provenza y la Santa Sede reconocieron al aragonés Fe-
derico II como rey de Trinacria (que es Sicilia pero no nombrada como tal, por ser la de-
nominación perteneciente al reino de Nápoles), determinándose en dicho tratado que
Sicilia como tal ha de retornar a los Anjou cuando muera Federico, lo cual no llegará a
cumplirse, pero para asegurar el pacto Federico se compromete a casarse con Leonor de
Anjou, hija de Carlos II (la boda se celebrará en Mesina en mayo de 1303, después de
que el Papa confirme lo pactado). Los antecedentes del tratado hemos de verlos en otro
tratado, el de la paz de Anagni (Italia) en 1295. Las consecuencias ya las iremos viendo,
siendo una de ellas la del despliegue de la almogávar Compañía Catalana de Oriente, a
cuyas consideraciones nos emplazamos para más adelante.
Como siempre (en otro orden de cosas), se sucedieron varias defunciones. Aquí men-
cionamos algunas:
- A 11 de julio, en la que se conoce históricamente como batalla de las espuelas de
oro o de Courtrai, murieron Juan II de Brienne y Roberto II de Artois.1
1 Enfrentando a franceses de Felipe IV contra milicias flamencas el 11 de julio de este año 1302, vi-
niendo la cosa de atrás, desde que empezó a reinar el mencionado Felipe IV (año 1285), entre otras cosas
ambicionando extender su territorio en Flandes, dominio próspero y desarrollado en su industria textil.
Guido de Dampierre, conde de Flandes (cuya muerte será en 1305), desafió al rey de Francia cuando en
1297 firmó un pacto con el rey Eduardo I de Inglaterra. La réplica por parte de Francia fue prácticamente
inmediata, pero Inglaterra y Francia se aliaron pronto también contra Flandes, que propició sublevaciones
una y otra vez, hasta que irrumpieron en guerra.
En la mañana del 11 de julio de este año 1302, Roberto de Artois reagrupó sus batallones en tres gran-
des cuerpos mandados por él mismo, el condestable De Nesle y el conde de Saint-Pol. Los flamencos for-
maron un arco de circunferencia detrás del río. El enfrentamiento se inició con una descarga de los ba-
llesteros franceses que hizo retroceder a los flamencos, cosa que los hombres a pie aprovecharon para
preparar el asalto. Pero Roberto de Artois, fiel al principio de la caballería según el cual “cien jinetes va-
len más que mil infantes”, lanzó al condestable a la cabeza de su caballería.
Los caballos no tardaron en quedar bloqueados y el condestable De Nesle murió. Roberto de Artois
lanzó entonces su segunda oleada de jinetes directamente hacia las “loberas” flamencas, donde fueron
derribados y luego aniquilados; Roberto de Artois se rindió, pero no se libró de la ejecución inmediata.
Una vez más, el conde de Saint-Pol logró huir a la cabeza de sus tropas y alcanzó el reino de Francia. Para
los franceses la derrota fue total. Los flamencos recogieron los estandartes y las espuelas de los caballeros
franceses muertos y con ellos cubrieron paredes enteras de la iglesia de Nuestra Señora (Onze-Lieve-
~ 4 ~
- En agosto murió en Nápoles Violante de Aragón y Sicilia.2
- En diciembre murió el príncipe-obispo de Lieja Adolfo de Waldeck. Puede que la
causa de la muerte fuera por envenenamiento de los lombardos.
- También ocurrió el óbito del rey Valdemar I de Suecia, sucediéndole en el trono
Magnus Ladulás.
- A 31 de diciembre murió el duque de Lorena Federico III.
- Resaltemos sobre todo la muerte en este año de la Santa Gertrudis la Grande en el
monasterio alemán de Helfta. A ella se refirió con primor el Papa Benedicto XVI
en su Audiencia General de los Miércoles, a 6 de octubre de 2010, en la Plaza de
San Pedro del Vaticano. Fue muy interesante e ilustrativa la catequesis del pontí-
fice.
Vrouwekerk) en Cortrique o Courtrai (actual Bélgica). La batalla de las espuelas de oro acabó con pérdida
del ejército francés. La revancha de Felipe IV será en 1304, cuando asistamos a la batalla de Mons-en-
Pévèle (condado de Flandes).
2 Hija de los reyes Pedro III de Aragón y Constanza II de Sicilia.
~ 5 ~
AÑO 1302
~ 6 ~
SEÑORÍO DE MECKLEMBURGO (SACRO IMPERIO ROMANO GERMÁNICO)
MUERTE DE ENRIQUE I
A 2 de enero de este año 1302, murió el señor y gobernante de Mecklemburgo3 En-
rique I, apodado el Peregrino, con 72 años de edad, siendo su enterramiento en la cripta
catedralicia de Bad Doberan. Estuvo al frente de su señorío entre los años 1264-1275 y
posteriormente desde 1299 hasta este año de su muerte. Contrajo matrimonio4 con una
hija del duque Barnim I de Pomerania llamada Anastasia.5 Y ésta es su descendencia:
Ludgarda,6 Enrique
7 y Juan.
8 La sucesión del señorío a la muerte de Enrique I recae en
su hijo Enrique II.
Fue el hijo mayor de Juan I, señor y gobernante de Mecklemburgo (1234-1264). Tras
la muerte del padre, gobernó conjuntamente con su hermano Alberto I, gobernando en
solitario tras la muerte de éste en 1265.
A partir de 1266 exigió a los judíos en Wismar (su capital) que pagaran tributo a cam-
bio de protección. En el mismo año, comenzó a efectuar un programa de “donación de
pan y vino” del que se benefició una veintena de iglesias. En 1270 llevó a cabo una cru-
zada católica contra la aún pagana Lituania.
En 1271, hizo una peregrinación a Tierra Santa, durante la cual fue apresado y depor-
tado a El Cairo, siendo allí retenido en cautividad por los musulmanes durante 27 años,
hasta 1298. Mecklemburgo fue gobernado mientras tanto por sus hermanos Juan II y
Nicolás III, imperando una lucha considerable entre hermanos y primos por la regencia
y la tutela respecto a sus hijos.
3 Amplio territorio histórico al nordeste de Alemania.
4 Hacia 1259.
5 Cuya muerte será en 1317.
6 Muerta como mucho en 1283, casada con Premislao II, duque de la Gran Polonia, muerto en 1296.
7 Enrique II de Mecklemburgo (1287-1329).
8 Juan III de Mecklemburgo (1287-1299).
~ 7 ~
VALLADOLID (REINO DE CASTILLA)
BODA REAL DE LOS JÓVENES FERNANDO IV DE CASTILLA
Y LA INFANTA CONSTANZA DE PORTUGAL
Tal como estuvo prevista, bien preparada y dispuesta, se celebró en Valladolid, a 23
de enero de este año 1302, la boda real de los jóvenes Fernando IV de Castilla y la
infanta Constanza de Portugal, teniendo 16 años de edad el novio y 12 la novia (hija de
Dionisio I de Portugal y de Isabel de Aragón).9 Los dos son nietos de Alfonso X y Vio-
lante de Aragón.10
9 Isabel de Aragón que fue Santa Isabel de Portugal, que muere en 1336 y se celebra en el santoral el 4 de
julio.
10
Era 1285 cuando Fernando IV nació en Sevilla, siendo sus padres Sancho IV y María de Molina, nieta
de Alfonso IX de León. Fernando IV tenía tan sólo 9 años de edad cuando murió de manera imprevista
Sancho IV. El heredero Fernando IV había sido enviado a Zamora, para educarse en casa de unos nobles
tutores de prestigio y confianza. Durante su niñez y dadas las circunstancias que rodearon a Fernando IV
no pudo decidirse su boda por entonces.
A partir de la muerte de Sancho IV, se complicaron las cosas, aunque ya estaban complicadas de por sí,
pues estaba pendiente la legitimación de sus hijos, no reconocidos legalmente por el Papa hasta que no
mediaran las correspondientes bulas y dispensas, convenientemente pagadas a la Santa Sede, pues aún se
debían. Cuando se pagaron, se arreglaron las cosas, tramitándose y regulándose todo a la perfección. Era
necesario, porque si Fernando no era hijo legítimo no podría ser tampoco heredero y sucesor en el trono
legítimo. Por eso hubo, entre otras cosas, rebeliones muy diversas y liosas, como bien sabemos, siendo
uno de los rebeldes más insidiosos el infante Juan de Castilla el de Tarifa, quien trajo a la Península a los
benimerines africanos, favoreciéndolos no poco en su propio provecho.
Fue muy lioso también todo asunto con Portugal y hubo de invertirse mucha negociación al respecto,
como bien podemos recordar.
~ 8 ~
REINO NAZARÍ DE GRANADA
MURIÓ EL EMIR O SULTÁN MUHAMMAD II
El emir Muhammad II del reino nazarí de Granada, murió en esta ciudad y capital del
reino islámico que permanece al sureste de la Península Ibérica, siendo la fecha del óbi-
to la del 8 de abril de este año 1302 (701 de la Hégira). Tenía 67 años en cristiano,
siendo de Granada, nacido en 1235. Reinó como segundo emir nazarí de Granada du-
rante 29 años, desde 1273. Habiéndose distinguido por sus conocimientos jurídicos y
religiosos, llevó o se le impuso como sobrenombre Al-Faqih (El jurisconsulto).
Al acceder al trono granadino, Muhammad II contaba también con gran experiencia o
entrenamiento en cuestiones políticas y militares al lado de su muy diestro padre Mu-
hammad I. De él aprendió mucho sobre alianzas y pactos cambiantes según intereses y
circunstancias variables.
~ 9 ~
Muhammad II de Granada
~ 10 ~
El primer objetivo que se planteó Muhammad II como emir soberano fue el de sofocar
la rebelión de los gobernadores de Málaga y de Guadix, los Banu Asqilula, reinantes en
sus territorios por el apoyo que recibían del rey castellano Alfonso X. Para lograr su ob-
jetivo, Muhammad II firmó en 1274 un acuerdo con el rey Alfonso en Sevilla, a fin de
que éste dejara de apoyar a los mencionados moros Banu Asqilula y les diera la espal-
da, a cambio de recibir trescientos mil (300.000) maravedíes con los que el castellano
sufragaría en parte su empeñado fecho del Imperio y contentar a los nobles castellanos
que se le rebelaban y oponían.11
Luego pasó que Alfonso X no cumplió con lo pactado.
Por aquel incumplimiento, Muhammad II buscó en 1275 que le apoyaran los benime-
rines del Magreb, puestos a hacerles la guerra a los castellanos. Recordemos al respecto
cómo el emir o sultán benimerín Abu Yusuf Yaqub12
desembarcó al frente de su ejército
en las costas peninsulares, asentándose en Algeciras y Tarifa13
que, perdiéndolas Casti-
lla, pasó a cederles a los granadinos.
El sultán benimerín consiguió reconciliar a Muhammad II y sus rivales los Banu As-
qilula, convertidos en amigos o aliados. Juntos se enfrentan a las tropas castellanas entre
agosto de 1275 y enero de 1276, logrando una importante victoria en Écija,14
donde mu-
rió el adelantado de la frontera andaluza, el noble Nuño González de Lara.15
Con todo,
Abu Yusuf Yaqub hubo de retornar obligadamente al Magreb, para a su vez sofocar re-
beliones africanas en su contra.
Durante aquella primera campaña militar benimerín, Muhammad II de Granada logró
saquear las tierras fronterizas jiennenses y apoderarse de Martos.16
Poco después sufrie-
ron seria derrota los cristianos en el lugar conocido como La Celada,17
donde murió eje-
cutado por degüello el infante Sancho de Aragón, mercedario y arzobispo de Toledo,
como bien podemos recordar.18
Después de estos sucesos, firmó Muhammad II una tre-
gua de paz con los Banu Asqilula.
11
Recordemos como fecho del Imperio, así llamado en los textos castellano durante el reinado alfonsí, al
deseo o anhelado intento de conseguir el rey castellano ser elegido rey de los romanos en 1257 y candi-
dato a ser posiblemente nombrado y coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, por ser
hijo de Beatriz de Suabia. En efecto, podemos recordar cuanto aquello supuso también económicamente,
por cierto que infructuosamente.
12
Muerto en 1286.
13
Ambas en la actual provincia de Cádiz.
14
Actual provincia de Sevilla.
15
Apodado el Bueno.
16
Provincia de Jaén.
17
Cerca de Torredonjimeno (Jaén).
18
Muerto en 1275, a la edad de 25 años.
~ 11 ~
En 1277 tornó de nuevo Abu Yusuf Yaqub a la Península y reanudó sus campañas mi-
litares contra los castellanos, no contando en esta ocasión con el apoyo militar de Mu-
hammad II.
Al año siguiente, en 1278, hubo cambio de alianzas cuando a la muerte del goberna-
dor de Málaga, de los Banu Asqilula, éstos cedieron el territorio malagueño a los beni-
merines, acarreando eso mismo que de nuevo se aliara Muhammad II, un tanto a su pe-
sar, con Alfonso X, enviando éste una flota que logró bloquear Algeciras, aislando con
ello a los benimerines de sus bases en el Magreb. Esta circunstancia permitió a Mu-
hammad II la toma de Málaga en 1279 sin lucha alguna, ya que su gobernador le cedió
la ciudad a trueque o cambio de cincuenta mil (50.000) dinares más las plazas de Al-
muñécar y Salobreña.19
Tras nombrar gobernador de Málaga a su primo y yerno, Abu Said Faraj, Muhammad
II dio un nuevo giro en su política de alianzas, pactando de nuevo con los benimerines
con la intención de evitar la caída de Algeciras en manos castellanas. Tras derrotar a Al-
fonso X se produjo una nueva ruptura entre los benimerines y los nazaríes, al incum-
plirse la petición del sultán norteafricano de devolverle la plaza de Málaga.
Esta ruptura desembocó en una nueva alianza de benimerines y castellanos contra los
nazaríes granadinos, una nueva alianza que se concretó en 1281. El entonces infante
Sancho de Castilla,20
en rebeldía contra su padre y aliado de los nazaríes, fue bloqueado
en Córdoba por el combinado ejército castellano-benimerín. Las fuerzas benimerines to-
maron Cártama, Coín, Fuengirola y pusieron sitio a Málaga.21
Las tropas castellanas
lanzaron un ataque sobre la capital nazarí, Granada, en 1280 y 1281. Tras rechazar am-
bos intentos de tomar la ciudad, con la victoria en Moclín,22
Muhammad II se aprove-
chó de los conflictos dinásticos que enfrentaban al rey Alfonso X y a su hijo Sancho
desde 1282, aliándose en este caso con el rey Pedro III de Aragón. Finalmente logró
Muhammad II hacer valer su influencia sobre el benimerín Abu Yaqub, hijo del sultán
Abu Yusuf, para concertar de nuevo la paz entre nazaríes y benimerines. Y como los be-
nimerines rompieron de nuevo su alianza con Castilla, se dieron otra vez a saquear por
la campiña andaluza23
y sitiaron Jerez.24
Tras la muerte de Alfonso X en 1284, Muhammad II se propuso acabar de una vez por
todas con los Banu Asqilula que aún conservaban las plazas de Guadix y Comares.25
19
En la actual provincia de Granada ambas poblaciones, localizadas en la costa mediterránea.
20
Más tarde rey Sancho IV (1284-1295).
21
Las mencionadas poblaciones son de la actual provincia de Málaga.
22
Provincia de Granada.
23
De territorio sevillano.
24
Jerez de la Frontera (Cádiz).
25
En las actuales provincias de Granada y Málaga respectivamente.
~ 12 ~
Aunque Comares se rindió sin lucha, Guadix se negó a entregarse y, tras pedir in-
fructuosamente ayuda a Sancho IV, el nuevo rey castellano, solicitó apoyo militar a los
benimerines, que nuevamente desembarcaran en la Península, cuando transcurría el año
1285. Sin embargo, la muerte de Abu Yusuf Yaqub en 1286 produjo un cambio de
prioridades en los benimerines, centrándose éstos a partir de entonces en el Magreb. El
nuevo sultán, Abu Yaqub, acordaba con Muhammad II cederle todas las plazas beni-
merines andalusíes, a excepción de Algeciras, Tarifa, Ronda y Guadix, pasando ésta a
manos nazaríes en 1288.
En 1291, Muhammad II firmó alianza con Sancho IV de Castilla pretendiendo como
objetivo expulsar a los benimerines de las tres plazas ocupadas por éstos en la Penínsu-
la: Algeciras, que pasó a manos castellanas, lo mismo que Tarifa en su momento, pa-
sando Ronda a manos nazaríes.
Tras colaborar nazaríes con castellanos en el asedió de Tarifa, que será tomada el 13
de octubre de 1292, Muhammad II obtuvo Estepona y de nuevo se decantó en alianza
hacia los benimerines al verse defraudado por los castellanos. En todo momento y de
modo permanente se defraudaban unos a otros como a la orden del día según podemos
considerar.
Para su acercamiento a los benimerines, Muhammad II se desplazó esta vez, en 1293,
a la ciudad marroquí o magrebí de Tánger. Allí se entrevistó personalmente con el sul-
tán, acordando que, cuando fuese conquistada Tarifa a los castellanos, ésta habría de pa-
sar al poder de los benimerines a cambio de pasar Algeciras y Ronda a manos nazaríes.
Aconteció entonces el asedio de benimerines y nazaríes sobre Tarifa, resistiendo la pla-
za sin rendición por obra heroica de Alonso Pérez de Guzmán,26
como bien podemos re-
cordar.
Igualmente podemos recordar que aquel fracaso de los benimerines en la toma de
Tarifa determinó que Abu Yaqub abandonara definitivamente sus pretensiones territo-
riales sobre la Península Ibérica, por lo cual cedió a Muhammad II, en 1295, las plazas
de Algeciras y Ronda que todavía conservaban los benimerines. Sin embargo, Ronda se
levantó en rebeldía y su gobernador, perteneciente a la familia de los Banu Hakim, se
declaró independiente. La crisis rondeña se solucionó en 1296, cuando llegando Mu-
hammad II a un diplomático y conveniente acuerdo pudo entrar en Ronda con recono-
cida soberanía.
Considerando esta última conquista, la integridad territorial del reino de Granada se
restituyó en su totalidad y Muhammad II se centró a partir de entonces en lograr su con-
solidación, para lo cual contó con los problemas dinásticos que hubo de sufrir Castilla a
raíz de la muerte de Sancho IV en 1295, comenzando a reinar Fernando IV, un niño de
tan sólo 9 años de edad que además tenía que hacer frente, con su madre María de Mo-
lina y con sus tutores, a las pretensiones dinásticas de los infantes de la Cerda, como
bien sabemos. Tal conflicto sucesorio y dinástico le vino bien a Muhammad II para con-
solidar su reino sin demasiados problemas. En 1296 y en 1299 mantuvo concertada
alianza con la Corona de Aragón, contando con ayuda y apoyo de los nobles castellanos
26
Guzmán el Bueno, que muere en 1309, cuando volveremos sobre él, además de en otros momentos o
según proceda.
~ 13 ~
opuestos a María de Molina. Con tales apoyos y circunstancias, Muhammad II renovó
su lucha o guerra contra Castilla, más que incoada desde 1295. Podemos recordar cómo
las tropas nazaríes derrotaron a las fuerzas castellanas en Iznalloz27
y en otras plazas
fuertes que conquistaron, como fue el caso de Quesada28
en 1295 y Alcaudete29
en
1300, invadiendo y arrasando en otros lugares por esas fechas, siendo Bedmar30
uno de
esos lugares.
Al morir el emir o sultán31
Muhammad II de Granada en este año 1302, le sucede en
el trono su hijo Muhammad III, con 52 años de edad y sobre quien ya iremos viendo su
desenvolverse.32
De momento se construye de manera espléndida el palacio nazarí en la
ciudad de Granada.33
27
Provincia de Granada.
28
Provincia de Jaén.
29
Provincia de Jaén.
30
Provincia de Jaén.
31
Téngase en cuenta que a partir del siglo XIV adoptaron los reyes de Granada el título soberano de sul-
tanes, rompiendo con la tradición anterior de llamarse emires.
32
De Muhammad II puede decirse que tuvo dos esposas, Nuzha y Sams al-Duha, con quienes estuvo em-
parentado, sobre todo con Nuzha, fomentándose así una primordial alianza familiar y típicamente islá-
mica. De otra parte, Sams al-Duha era de origen cristiano y concubinario. El matrimonio con concubinas
cristianas fue habitual entre la aristocracia nazarí. Este enlace tendría lugar bastante tiempo después de su
primer vínculo. Muhammad III fue hijo de Nuzha. Siguió el ejemplo familiar de pactar y romper alianzas
según estrategias o conveniencias. Eran cosas de esos tiempos y de sus correspondientes espacios o geo-
grafías.
Muhammad II murió en su propio lecho, en el palacio granadino del Generalife, con mucho por cons-
truir aún por entonces, siendo luego enterrado en la Rawda Real de la Alhambra. Fue muy llorado por su
pueblo pues había sido muy amado.
33
Actual Parador Nacional de Turismo, habiendo sido previamente convento en tiempo de los Reyes Ca-
tólicos.
~ 14 ~
BARCELONA (CORONA DE ARAGÓN)
MUERE LA REINA CONSORTE DE ARAGÓN CONSTANZA DE SICILIA
A 9 de abril de este año 1302 muere en Barcelona la reina consorte de Aragón Cons-
tanza II de Sicilia (Hohenstaufen de Suabia), viuda del rey Pedro III de Aragón (muerto
en 1285), habiendo acabado recluida en un convento de hermanas clarisas y siendo su
edad de 53 años.34
Fue reina consorte de Aragón desde 1276 y reina de Sicilia desde
1302. Contrajo matrimonio con el todavía infante Pedro de Aragón en 1262, el 13 de ju-
nio, sellando esta boda una buena alianza entre Aragón y Sicilia, propiciando un posi-
tivo influjo aragonés en los ámbitos del Mediterráneo, en detrimento de los intereses an-
gevinos y franceses. Respecto a la familia de esta reina ahora difunta, señalemos que
fueron sus padres el rey Manfredo I de Sicilia35
y Beatriz de Saboya (marquesa de Sa-
luzzo). Fue nieta del emperador Federico II36
por parte paterna y del conde Amadeo IV
de Saboya37
por parte materna.
La boda de Pedro de Aragón (22 años de edad) y Constanza de Sicilia (13 años de
edad) se celebró en la catedral de Montpellier, territorio señorial aragonés. Nacieron de
este matrimonio: Alfonso,38
Jaime,39
Isabel,40
Federico,41
Violante42
y Pedro.43
34
Había nacido en la siciliana ciudad de Catania.
35
Muerto en la batalla de Benevento a 26 de febrero de 1266.
36
Muerto en 1250.
37
Muerto en 1253.
38
Nacido en 1265 y muerto en 1291, en su momento rey Alfonso III de Aragón, Valencia y Mallorca,
además de conde de Barcelona.
39
Nacido en 1267 y muerto en 1327, en su momento rey Jaime II de Aragón, Valencia, Mallorca, Cer-
deña y Sicilia, además de conde de Barcelona.
40
Nacida en 1271 y muerta en 1336, en su momento reina consorte de Portugal por su matrimonio en
1288 con el rey Dionisio I. Se trata de Santa Isabel de Portugal, que se celebra en el santoral el 4 de julio.
41
Nacido en 1272 y muerto en 1337, en su momento rey Federico II de Sicilia.
42
Nacida en 1273 y muerta en agosto de este año 1302, casada en 1297 con el infante Roberto de Ná-
poles, futuro rey Roberto I, cuya muerte será en 1343.
~ 15 ~
Recordemos cómo el güelfo Carlos I de Anjou44
se hizo con el trono de Sicilia des-
plazando y matando al gibelino Manfredo I en Benevento (1266), ocurriendo desde en-
tonces que los principales jefes gibelinos sicilianos (de las familias Lancia, Lauria y
Procida) marcharon a refugiarse próximos a la Corte de Aragón. Cuando se produjo la
revuelta de las Vísperas Sicilianas (1282), el rey Pedro III de Aragón llamó hacia sí con
vehemencia a Constanza, su esposa y heredera del reino siciliano, siendo ambos coro-
nados como reyes de Sicilia en Palermo. Pedro encargó luego el gobierno de la isla re-
gia a esta reina y a sus hijos los infantes Jaime y Federico, pero Constanza acabó dele-
gándoles el gobierno y que reinaran al propio parecer, retirándose en su momento a la
comunidad de clarisas en Barcelona, donde murió, como queda dicho, en este año 1302.
Recibió sepultura en el convento barcelonés de San Francisco de Asís.45
43
Nacido en 1275 y muerto en 1291, ocupándose de cargos militares.
44
Muerto en 1285.
45
Donde mismo recibieron también sepultura numerosos miembros de la familia real aragonesa durante
la Edad Media, siendo uno de los allí sepultados el rey Alfonso III (muerto en 1291).
Aquel histórico convento fue demolido en 1835, siendo trasladados los restos mortales allí enterrados a
la catedral gótica de Barcelona. En el siglo XX, los restos de la reina Constanza fueron ubicados en el
lado izquierdo del altar mayor, donde también se hallan otros restos de varias personas históricamente
significativas de la Corona aragonesa. Son interesantes los trabajos efectuados por el artista catalán Fre-
deric Marès (1893-1991).
Como Beata se celebra en el santoral el 8 de abril. .
~ 16 ~
PARÍS (REINO DE FRANCIA)
MURIÓ BLANCA DE ARTOIS
La noble francesa Blanca de Artois murió en París a 2 de mayo de este año 1302. Te-
nía 54 años de edad. Fue hija primogénita del conde Roberto I de Artois (hermano del
rey Luis IX de Francia46
) y de Matilde de Brabante.
Se casó en febrero de 1269 con el rey Enrique I de Navarra, también conde de Cham-
paña.47
Nacieron de este matrimonio: Teobaldo48
y Juana, sucesora del rey Enrique en
el trono navarro.49
Bajo la protección del reino de Francia durante su minoridad, Blanca asumió la regen-
cia navarra hasta 1284, cuando se casó con el que habría de reinar y reina como Felipe
IV de Francia, reinando en su momento como Felipe I de Navarra.50
Tras la muerte de Enrique I de Navarra en 1274, Blanca contrajo nuevo matrimonio en
París, a 3 de febrero de 1276, con Edmundo de Inglaterra, conde de Láncaster.51
Nacie-
ron de este matrimonio: Tomás,52
Enrique,53
María y Juan.
46
San Luis.
47
Apodado el Gordo. Reinó entre los años 1270-1274.
48
Muerto en desgraciado accidente doméstico a la edad de 3 años.
49
Como Juana I de Navarra y reina consorte de Francia (esposa de Felipe IV), además de condesa de
Champaña y de Brie.
50
Hasta 1328 permanecen unidas ambas coronas.
51
Muerto en 1296.
52
Nacido en 1280 y muerto de manera enteramente trágica en 1322, siendo de liosa y hasta convulsa
biografía.
53
Nacido en 1281 y muerto en 1345.
~ 17 ~
REPÚBLICAS ITALIANAS DE FLORENCIA Y PISA
MURIÓ EL EXCELENTE PINTOR CENNI DI PEPO
CONOCIDO COMO CIMABUE
En la ciudad de Pisa, cuando avanzaba la primavera de este año 1302, murió el crea-
dor de mosaicos y excelente pintor florentino Cenni di Pepo, conocido como Cimabue,
a la edad de 62 años. Últimamente estaba a la edad de 62 años. Últimamente estaba tra-
bajando en los mosaicos del ábside de la catedral de Pisa, plasmándose allí como una
síntesis de su obra.54
54
Véase epílogo y álbum sobre Cimabue al final de este trabajo sobre el año 1302.
~ 18 ~
REINOS DE LEÓN Y CASTILLA
RESPECTIVAS CORTES EN MEDINA DEL CAMPO Y EN BURGOS
El rey Fernando IV, de León y Castilla, que ya es mayor de edad y casado,55
convocó
sus primeras Cortes, respectivamente en Medina del Campo56
(en mayo y junio para los
reinos de León y Toledo y las Extremaduras)57
y en Burgos (en julio para el reino de
Castilla).
Cortes de Medina del Campo
En estas Cortes se puso de manifiesto una vez más el buen hacer de la reina María de
Molina.
Acudieron los magnates, prelados y hombres buenos de las villas y ciudades de los
mencionados dominios regios (León, Toledo y las Extremaduras), ya que los represen-
tantes del reino de Castilla se negaron a acudir, prefiriendo reunirse posteriormente en
Burgos.
En las Cortes de Medina del Campo estuvieron presentes el rey Fernando IV, la reina
María de Molina, los infantes Juan,58
Enrique59
y Pedro,60
don Juan Manuel,61
Alfonso
de Valencia,62
Juan Núñez II de Lara,63
el infante Alfonso de Portugal64
y el magnate
gallego Fernando Rodríguez de Castro.65
55
Con la menor Constanza de Portugal.
56
Provincia de Valladolid.
57
Fallando a favor de Arévalo (Ávila) que exigía sumisión a la también abulense Madrigal de las Altas
Torres como antigua aldea suya.
58
Juan de Castilla el de Tarifa, que muere en 1319.
59
Enrique de Castilla el Senador, que muere en 1303.
60
Pedro de Castilla, hermano del rey Fernando IV y muerto en 1319.
61
Cuya muerte será en 1348.
62
Hijo de Juan de Castilla el de Tarifa y de Margarita de Montferrato, muerto en 1316.
63
Que muere en 1315.
64
Que muere en 1312.
65
Que muere en 1304 o 1305.
~ 19 ~
También asistieron, según constancia en el ordenamiento de estas Cortes, los maestres
de las Órdenes de Calatrava y del Temple, el prior de la Orden Hospitalaria de San Juan
de Jerusalén y numerosos ricoshombres, infanzones, caballeros y hombres buenos, así
como los representantes de los concejos de los reinos de León, Toledo y las Extrema-
duras. Por parte del estamento eclesiástico acudieron, entre otros, don Gonzalo Díaz Pa-
lomeque (arzobispo de Toledo,66
primado de España y canciller mayor de Castilla), con
los obispos Pedro González de Luján,67
Simón Girón de Cisneros,68
Alonso de Co-
ria,69
Juan Pérez70
Alfonso Martínez.71
Los representantes de los concejos concedieron
cinco servicios a Fernando IV, siendo uno de ellos para el propio rey y los cuatro res-
tantes para pagar las soldadas de los nobles.
Como dato desagradable durante las Cortes de Medina del Campo en este año 1302,
ocurrió72
que el infante Juan de Castilla y Juan Núñez II de Lara intentaron en vano in-
disponer al rey Fernando IV con su madre la reina María de Molina, siendo ésta acusada
de mala administración y hasta de retener dinero indebidamente para sí durante la mino-
ridad del monarca.73
Como sobrevino en estos tiempos la muerte de Muhammad II de Granada, el rey pro-
movió medidas castellanas favorables a quienes vivían en la frontera nazarí y la defen-
dían. También ocurrió que el rey Fernando IV recibió una carta del Papa Bonifacio VIII
instándole a la buena avenencia respecto a sus parientes los infantes de la Cerda, a lo
que Fernando IV respondió que se reconciliaría con los infantes cuando éstos dejaran de
hacerle la guerra y cesaran en sus devastaciones del reino. En todo momento mostró el
monarca su afecto por el Papa.
El arzobispo de Toledo, Gonzalo Díaz Palomeque, se opuso a que se impusieran tri-
butos a los vasallos de la Iglesia, y el día 12 de noviembre de este año 1302 Fernando
IV concedió a dicho prelado la mitad de los servicios que se recaudaran entre los vasa-
llos del arzobispado de Toledo, reservándose el rey la otra mitad. Además, el rey se vio
obligado a intervenir nuevamente en el pleito que mantenían el concejo de Illescas74
y el
66
Sobrino y sucesor de Gonzalo Gudiel, siendo su muerte al término de su pontificado toledano entre los
años 1299-1310.
67
Obispo de Ávila entre los años 1293-1312.
68
Obispo de Sigüenza (Guadalajara) entre los años 1301-1327.
69
Obispo de Coria (Cáceres) como Alonso I entre los años 1283-1316.
70
Obispo de Osma (Soria) entre los años 1296-1329.
71
Obispo de Astorga (León) entre los años 1301-1314.
72
Según se señala en la Crónica de Fernando IV.
73
La falsedad de las acusaciones, con otras aclaraciones al respecto, se fue demostrando también y sobre
todo en los años posteriores a estas Cortes.
74
Provincia de Toledo.
~ 20 ~
arzobispo de Toledo, a pesar de que el día 11 de mayo de 1302 el rey había emitido una
sentencia favorable al arzobispo y al cabildo catedralicio toledano.
Presentamos a continuación las disposiciones generales que dimanaron de las Cortes
celebradas en Medina del Campo durante este año 1302:
- Fernando IV confirmó a las villas y ciudades del reino todos los fueros, buenos
usos y buenas costumbres que les hubieran sido concedidas por sus predecesores
en el trono, y también confirmó los privilegios y cartas de merced otorgadas por
los reyes anteriores que él había confirmado anteriormente.
- El rey dispuso que nadie debería quebrantar el ordenamiento de estas Cortes o al-
guna de las disposiciones contenidas en él, ya que los que lo hicieran sufrirían la
“ira de Dios” y la del propio monarca, y deberían pagar una multa de 10.000 ma-
ravedís “de la moneda nueva”, y a los afectados todo el daño que les hubieran
ocasionado doblado.
- Los procuradores se quejaron al rey de los muchos agravamientos que habían re-
cibido en muchas cosas, y solicitaron al rey que en lo sucesivo no les fuesen he-
chos, y que el rey dispusiera lo mejor a fin de lograrlo y no consintiera que ningu-
no atentase contra esta petición. Y el rey aprobó su petición y manifestó que: “En-
tendiendo que me pidien derecho e que es muy grant mi seruicio, et porque sien-
pre siruieron muy bien e verdadera mientre a los rreyes donde yo vengo, et sen-
nalada mientre siruieron e siruen a mi assi como uasallos buenos e leales deuen
seruir a su sennor natural...”.
- Al igual que en las Cortes de Burgos de 1301, los procuradores solicitaron al rey
que no reuniera Cortes por separado para cada uno de los reinos, sino que las
Cortes fueran únicas para todos ellos.75
Y el rey se mostró complacido a esta peti-
ción y la aprobó, argumentando que también por esta vez había convocado Cortes
por separado para evitar tensiones o posibles peleas y reyertas.
- Los procuradores solicitaron al rey que otorgase nuevamente todos los privilegios
y cartas de merced que había concedido desde que comenzó su reinado, y que los
hiciera guardar y cumplir “mejor que fueron guardados” hasta entonces, pues los
procuradores se quejaron al rey de los daños ocasionados por los numerosos pri-
vilegios y cartas emitidos por la cancillería real que atentaban contra los fueros,
privilegios o mercedes de las ciudades, villas y demás lugares del reino. Y el rey
respondió que examinaría cada caso y lo libraría como tuviera por bien y con arre-
glo al derecho, y además confirmó todas las disposiciones aprobadas en las Cortes
de su reinado, que comenzó en 1295, ya se tratara de peticiones generales formu-
75
Lo que conlleva, según diversos autores, que ya era bastante sólida la conciencia unitaria de Castilla y
León.
~ 21 ~
ladas por todos los concejos, o de peticiones particulares de cada uno de ellos,
siempre que no perjudicaran o hicieran tuertos a otros lugares o personas.
- Fernando IV garantizó, a petición de los procuradores, la seguridad de todos los
hombres buenos cuando acudieran a las Cortes, y ordenó que deberían darles “po-
sadas en las villas”, aunque dicho asunto había sido ya debatido en las Cortes de
Valladolid de 1300, y manifestó que haría escarmentar todos los daños que hubie-
ran sufrido hasta entonces.
- El rey dispuso, a petición de los procuradores, que elegiría a varios caballeros
buenos de las villas para que permanecieran junto a él y le ayudasen a librar los
pleitos en la Corte, como ya lo hicieron otros monarcas anteriores. Además, esta
disposición seguía a otra aprobada por Fernando IV en las Cortes de Cuéllar76
de
1297, durante su minoría de edad, y en esta ocasión el rey matizó77
que se cuidaría
de ello.
- Fernando IV se comprometió, a petición de los procuradores (y como ya antes he-
mos resaltado), a vigilar el estado en que se hallan las fronteras del reino y a ha-
cerles “bien e mercet” a los que habitan en ellas, para que puedan mantenerse co-
mo es debido.
- También se comprometió el rey, a petición de los procuradores, a hacer “mucho
bien e mucha mercet” a Galin Gilez Dalmaçan y a sus parientes.
- En el ordenamiento de estas Cortes consta78
que los procuradores de las Extrema-
duras solicitaron al rey algo relacionado con los fueros de algunos lugares de su
territorio.
- Fernando IV decretó, a petición de los procuradores, que los caballeros de un lugar
o la mayor parte de ellos podrían elegir a los oficiales en aquellos lugares donde
por fuero o privilegio podían hacerlo.79
Mostramos resumidamente a continuación las disposiciones relativas a la cancillería:
76
Provincia de Segovia.
77
Como destacan algunos historiadores o según diversas fuentes.
78
Al parecer y habiendo dudas al respecto, por lo incompleto de las fuentes documentales.
79
Los procuradores que acudían a las Cortes representaban a las oligarquías dominantes en las ciudades
y, por ello, diversos historiadores destacan que muchas de las peticiones que dirigían al rey estaban enca-
minadas a reforzar el poder de esas oligarquías urbanas (burguesas, comerciales y mercantiles con des-
tacados poder e influjo).
~ 22 ~
- El rey ordenó que los ordenamientos de estas Cortes estarían exentos de pagar los
gastos de cancillería.
- Los procuradores solicitaron al rey que la cancillería real no emitiera cartas desa-
foradas que atentasen contra los fueros, privilegios o cartas de las villas y ciudades
del reino, y que los alcaldes y los aportellados no estuvieran obligados a cumplir-
las. Y el rey se comprometió a seleccionar a varios hombres buenos de Castilla,
León, Toledo y las Extremaduras, a los que proporcionaría un salario digno a fin
de que viviesen en la Corte, para que impidieran que la cancillería emitiera docu-
mentos fraudulentos, y el rey también dispuso que, cuando esas cartas fueran emi-
tidas, dichos hombres buenos deberían ponerlas en recaudo e informarle, para que
él resolviera el asunto con arreglo al derecho.
- También dispuso el rey, a petición de los procuradores, que no se cobraría en con-
cepto de gastos de cancillería más de lo establecido en el ordenamiento que hizo
al respecto Sancho IV, y que en caso de que solicitaran una cantidad mayor de la
dispuesta en el mismo, el canciller y el notario del reino correspondiente no de-
berían permitirlo, y si se entablara un pleito sobre ello debería librarlo el notario
correspondiente.
He aquí, de otra parte, las disposiciones tributarias:
- Los procuradores solicitaron al rey que los pechos reales no fueran arrendados a
ninguna persona, y que los judíos o los musulmanes no fueran cogedores de los
mismos. Pero el rey respondió que bien sabían los procuradores el lamentable es-
tado en que se encontraba la hacienda real, la urgente necesidad que él tenía de re-
cibir fondos, y las noticias que le llegaban cada día desde la frontera, y por todo
ello manifestó que dispondría lo más conveniente para que la frontera fuera soco-
rrida, el territorio quedara asegurado, y él fuera mejor servido.
- También solicitaron los procuradores al rey que suprimiera las cuentas y las pes-
quisas sobre la recaudación de los tributos. Y el rey respondió de esta manera:
“Tengo por bien que aquellos que cogieron los seruicios de la sisa e otros pechos
por el Rey Don Sancho mio padre que Dios perdone e por mi de que el lo quitó
aca, quelos cogedores principales quelos cogieron en fialdat que me den cuenta, e
sobre la cuenta que fagan pesquisa; e los quelo cogieron por rrenta o por cabeca
que den cuenta de commo pagaron la rrenta o la cabeza, e que fagan otrosi la
pesquisa sobre ellos en aquellos logares do la pidieren los pecheros, e aquello
que fallaren por la pesquisa que lleuaron dela tierra commo non deuien, quelo
tornen a aquellos de quien fue tomado, saluo lo que el Rey mio padre e yo quita-
mos, que non den cuentas nin fagan pesquisa sobre ello. E si alguno delos que co-
gieron la sisa fueron finados al tienpo queles demandaren esta cuenta de la sisa,
que sus mugeres nin sus herederos non sean tenudos de dar esta cuenta, jurando
~ 23 ~
quela non pueden dar, e esto sea do non se podiere mostrar rrecabdo de escri-
uano publico; e delos pechos que derramaron los concejos e los pecheros entre si
para sus cosas que ouieron mester; e que si mas cogieron delo quelos concejos
ouieron mester, e los concejos e los pecheros me lo querellaren a mi, que yo
pueda saber verdat de ello, e lo mande tornar a aquellos a quien lo tomaron; e
guardando aquello que dicho es en aqueste capítulo, quitoles todas las otras cuen-
tas e pesquisas e demandas que contra ellos podran auer en rracon de estas cuen-
tas e de estas pesquisas”.
- Fernando IV ordenó, a petición de los procuradores, que los cogedores encargados
de recaudar los pechos en territorio segoviano recaudaran también los de ambos
lados de la Sierra de Segovia,80
por haberse hecho así hasta entonces.
- Los procuradores se quejaron al rey de los daños que recibían los habitantes del
reino a causa de la recaudación de los pechos y derechos reales, y solicitaron al
monarca que dichos tributos fueran recaudados exclusivamente por los cogedores
del rey. Y éste respondió que los pechos y derechos de la Corona deberían ser re-
caudados exclusivamente por los cogedores reales, y que las caloñas y todo lo re-
lativo a la justicia debería ser tomado por los oficiales del lugar en “razón de la
morada”. Además, el rey se comprometió a vigilar para que los derechos de sus
vasallos fueran guardados y respetados.
- Los procuradores solicitaron al rey que la sal no se vendiera a “más del tanto”,
como había sido dispuesto por el rey Alfonso X, y el rey aprobó la petición.
- También se quejaron los procuradores de que, valiéndose de cartas u órdenes rea-
les, unas villas eran prendadas por otras a causa del pago de los pechos reales, y
también “por otras cosas”, y el rey dispuso que en lo sucesivo no se harían pren-
das y que las realizadas hasta entonces serían examinadas por él.
Cortes de Burgos
Habiendo resultado que a las Cortes de Medina del Campo de 1302 acudieron tan sólo
los representantes de los concejos de los reinos de León, Toledo y las Extremaduras, sin
que acudieran los representantes de los concejos de Castilla, el rey Fernando IV dispuso
una nueva reunión de Cortes para ellos y en el mismo año en la ciudad de Burgos. A
principios de julio de 1302 llegaron hasta allí Fernando IV y su madre la reina María de
Molina, comenzándose de inmediato las sesiones de las convocadas Cortes, a las que
80
La Sierra de Guadarrama, entre las provincias de Ávila, Segovia y Madrid.
~ 24 ~
habían sido llamados los ricoshombres, nobles, prelados81
y hombres buenos de las vi-
llas y concejos del reino de Castilla.82
Los representantes de los concejos concedieron al monarca cinco servicios, y con ellos
fueron pagadas las soldadas de Diego López V de Haro,83
señor de Vizcaya, y las de
otros diversos nobles.
Como ya hicimos en el caso de Medina del Campo, presentamos también a continua-
ción las disposiciones generales que dimanaron de las Cortes celebradas en Burgos du-
rante este año 1302:
- Fernando IV confirmó a numerosas ciudades, a través de privilegios rodados de
contenido muy similar, sus fueros y privilegios, siendo así los casos de Burgos,
Guetaria,84
Palencia, Treviño,85
Pancorbo,86
Santo Domingo de Silos,87
Carrión de
los Condes,88
Vitoria,89
Santillana del Mar,90
Salinas de Añana,91
Calahorra92
y
Miranda de Ebro,93
todo ello expresando agradecimiento por los servicios que
prestaron esos lugares durante la minoría de edad del monarca.
- Los procuradores del reino de Castilla obligaron al infante Enrique de Castilla a
dejar la tutoría del rey Fernando IV, argumentando que el rey ya había alcanzado
81
Según consta en la documentación de estas Cortes, Fernando IV confirmó para la ciudad de Burgos sus
fueros y privilegios, y el estamento eclesiástico se hizo presente por parte del arzobispo Gonzalo Díaz Pa-
lomeque de Toledo, los mismos obispos de Coria (Cáceres) y de Astorga (León) además de Fernando
González de la riojana diócesis de Calahorra.
82
Prácticamente repitieron su asistencia los mismos que estuvieron en Medina del Campo.
83
Que muere en 1310.
84
Provincia de Guipúzcoa.
85
En territorio burgalés situado interiormente en la provincia de Álava.
86
Provincia de Burgos.
87
Provincia de Burgos.
88
Provincia de Palencia.
89
La capital alavesa.
90
Cantabria.
91
Provincia de Álava.
92
La Rioja.
93
Provincia de Burgos.
~ 25 ~
la edad suficiente para gobernar por sí mismo, según lo dispuesto por las leyes y
costumbres del reino.
- El rey reconoció el derecho de los concejos de Castilla para que pudieran reunir la
Hermandad general de las villas de Castilla siempre que fuera necesario, y en el
lugar que consideraran oportuno, y reconoció además los servicios que la Her-
mandad le había prestado hasta entonces.
- La Hermandad General de Andalucía, que fue fundada en 1297, durante la minoría
de edad de Fernando IV, fue reconocida en el derecho confederal de concejos y
nobles, como el resto de Hermandades en Castilla.
- Fernando IV confirmó la existencia de la Hermandad de Guipúzcoa, permitiendo
que se reuniera en el lugar que concejos y nobles considerasen oportuno, y siem-
pre que lo vieran de necesidad.
- También ordenó el monarca que los impuestos que hubieran sido recaudados en
exceso fueran devueltos a las villas y ciudades.
Consideremos ahora, desde las Cortes burgalesas de este año 1302, el ordenamiento
general sobre la moneda, teniendo en cuenta que desde los tiempos del rey Alfonso X
(1252-1284), abuelo de Fernando IV, la moneda castellana había conocido una serie de
modificaciones que provocaron una constante disminución de la ley monetaria, lo que
produjo un imparable proceso inflacionista94
y no poca falsificación de monedas, por lo
cual dispuso algunos remedios el rey Fernando IV:
- El rey dispuso que todas las monedas falsas o contrahechas circulando por el reino
fueran retiradas y refundidas por los expertos, e igualmente dispuso que a quienes
las exportasen se les aplicara la pena de muerte.
- La salida de metales preciosos del reino habrá de ser castigada también con la pe-
na de muerte.
- Nadie pueda negarse a utilizar el dinero acuñado por disposición del rey, aun tra-
tándose de monedas estropeadas, defectuosas o mal acuñadas.
- La equivalencia del maravedí quedó establecida en diez dineros de Fernando IV o
en seis cornados de Sancho IV.
- Los falsificadores de monedas sean castigados con la pena de muerte y con la con-
fiscación de todos sus bienes.
94
Un hecho que constatan algunos historiadores.
~ 26 ~
~ 27 ~
ROMA
MURIÓ EL CARDENAL Y MINISTRO GENERAL FRANCISCANO
MATEO DE ACQUASPARTA
El cardenal y ministro general de los franciscanos Mateo de Acquasparta95
murió en
Roma cuando finalizaba el mes de octubre de este año 1302. También fue legado apos-
tólico por los territorios italianos, destacando como teólogo, docente y escritor. Enseñó
en París y en Bolonia y ejerció durante varios años como Lector del Sacro Palacio en
Roma (Letrán).
Tomó el hábito franciscano allá por el año 1260, estudiando luego en París bajo la
guía de notables franciscanos como Guillermo de la Mare (muerto en 1285) y John
Peckham (muerto en 1290). En esos tiempos y anteriormente se dejaba sentir aún entre
los franciscanos de París la influencia de Juan de Fidanza,96
que en 1257 había sido ele-
gido ministro general de los franciscanos.
Habrá de considerarse a Mateo de Acquasparta como uno de los principales exponen-
tes de la corriente conventual de la Orden franciscana, defendiendo una interpretación
abierta de la Regla en materia de pobreza, aprobando que los frailes o hermanos puedan
disponer de bienes comunes, postulado frente al cual si sitúan en su propia corriente o
espiritualidad los fraticelli de Ubertino da Casale.97
En el Capítulo de la Orden Franciscana que se tuvo en Montpellier en 1287, Mateo de
Acquasparta fue elegido ministro general, pero no tardó mucho el Papa Nicolás IV
(1288-1292), también franciscano, en retirarlo de ese cargo nombrándolo cardenal en
1288, siendo obispo-cardenal de Porto-Santa Rufina,98
así como penitenciario mayor
pontificio.
Dentro de la obra de pacificación de reinos o dominios estatales y ciudades, en todo
cuanto favoreciendo la paz se empeña la Santa Sede, Mateo apoyó siempre al Papa, me-
diante sus gestos más significativos, así como de palabra y por escrito. Bonifacio VIII le
encomendó legaciones o misiones de gran calado en Lombardía, Romaña y Toscana.
A pesar de ser bien considerado por su bondad, conciliador, dialogante y prudente, no
siempre logró cuanto se propuso o deseó, teniendo que sufrir mucho por los enfrenta-
95
Nacido en Acquasparta (región italiana central de Umbría), hacia 1240.
96
San Buenaventura, muerto en 1274, celebrado en el santoral el 15 de julio.
97
Nacido en 1259 y muerto en 1330. Ya haremos de él nuestras consideraciones, al igual que habremos
de irnos refiriendo a los fraticelli y a las diversas ramas de más o menos carácter herético en la época.
98
En la misma diócesis de Roma, hacia el noroeste de la ciudad.
~ 28 ~
mientos entre güelfos y gibelinos. Descansa finalmente para la vida eterna en su sepul-
tura romana dentro de la basílica de Santa María de Aracoeli, situada en lo más alto del
romano Monte Capitolino.
Destaquemos de sus obras como escritor varios Comentarios a las Sentencias, Cues-
tiones disputadas y quodlibetales, De cognitione, De anima separata, De fide, etc. Es-
cribió también una Introducción General a la Sagrada Escritura, Sobre Cristo, etc.
Es conocida en eclesiología su idea de que la autoridad del Papa es tal que se extiende
de hecho o también a quienes no son cristianos.99
Doctrinalmente, Mateo de Acquas-
parta se opone al tomismo, pero no de manera agresivamente discordante y desde su
propio agustinismo, siendo San Agustín para él “el Doctor principal, a quien los doc-
tores católicos, y principalmente los teólogos, deben seguir”.
Retrato del cardenal Mateo de Acquasparta, obra de Jacobo Ligozzi (1547-1627)
en el claustro franciscano y florentino de Ognissanti.
99
Enunciado que retoma luego el Papa Bonifacio VIII en su bula Unam Sanctam, del 18 de noviembre
de este año 1302.
~ 29 ~
MONASTERIO DE MONJAS BENEDICTINAS CISTERCIENSES DE HELFTA EN LOS SUBURBIOS
DE LA CIUDAD ALEMANA DE EISLEBEN (SACRO IMPERIO
ROMANO GERMÁNICO)
MURIÓ CON FAMA DE SANTA LA MONJA GERTRUDIS
A 16 de noviembre de este año 1302, con 46 años de edad, murió en el monasterio de
monjas benedictinas cistercienses de Helfta, que se halla en los suburbios de la ciudad
alemana de Eisleben, la monja Gertrudis, celebrando mucha gente la santidad de su vi-
da, pasando a la historia como mujer teóloga desde su mística y consagrada religiosidad
monástica.100
Tenía 5 años de edad cuando ingresó en el mencionado monasterio de Helfta,101
donde
fue aprendiendo y formándose en todo lo bueno y espiritual de la vida benedictina. Lle-
gado el momento, realizó su noviciado y profesó en la vida religiosa, recibiendo una
muy buena formación teológica, filosófica, literaria y musical. Su vida tuvo esa norma-
100
Se trata de Santa Gertrudis de Helfta la Grande o Magna, cuya fiesta en el santoral es el 16 de no-
viembre.
Poco o nada trascendió sobre sus orígenes, sabiéndose sólo que nació el 6 de enero de 1256, perma-
neciendo como enigmas dónde pudo nacer y todo lo referente a su familia. El silencio al respecto ha re-
sultado sospechoso y se han elaborado conjeturas, como la procedencia servil o pobre, haber sido aban-
donada o ser hija ilegítima de algún noble. Lo que sí se tiene por seguro y cierto es que en su familia exis-
tían circunstancias que en su tiempo no era adecuado mencionar.
101
De lo cual, al igual que de sus orígenes familiares, tampoco se explicitan noticias. Se desconoce cómo
llegó a la reclusión monástica y si fue acogida exclusivamente como educanda, para ser atendida y edu-
cada en la escuela de niñas, a cargo de Santa Matilde de Hackeborn (muerta en 1299 y celebrada en el
santoral el 19 de noviembre), o bien si fue acogida como oblata, ofrecida a Dios para que fuera monja,
cosa que era habitual o permitida en esos tiempos, como también en nuestra época, habiendo evolucio-
nado bastante este fenómeno espiritual.
~ 30 ~
lidad, con excelencia intelectual, hasta su edad de 25 años, teniendo mucha dedicación a
la copia de manuscritos, a labores de costura y bordado, a los trabajos agrícolas o de
huerta conventual y a los diversos cuidados del monasterio. No desempeñó ni ostentó
cargos importantes, destacándose sólo por su relevancia como cantora, siendo una voz
más en el coro, a las órdenes de Matilde de Hackeborn.
Pero fue teniendo experiencias místicas o divinas revelaciones, ocurriendo la primera
de ellas el 27 de enero de 1281. Su vida cambió profundamente adentrándose en la ju-
venil y renovada alegría de Dios. Tuvo la visión de Cristo adolescente, muy joven, di-
ciéndole: “No temas, te salvaré, te libraré... Vuélvete a mí y yo te embriagaré con el
torrente de mi divino regalo”. A partir de esto dejó los estudios profanos y de literatura,
abandonándolos del todo para dedicarse a los estudios teológicos. Sintió que dejaba
atrás las rutinas (de estar centrada en ellas) y pasaba a una existencia nueva, viviendo
con hondura la profunda experiencia mística que mantuvo hasta su muerte. Tuvo la pro-
funda alegría de Jesús joven fluyendo en su alma y haciéndola fluir hacia los demás.
Gertrudis fue viviendo una intensa vida mística en medio de la vida comunitaria. A
menudo sufrió males, insidiosas y fastidiosas enfermedades, pero nada de ello la incapa-
citó para dedicarse sin mayores estorbos a componer diversas obras por escrito, obras
entre las que descollaron sus comentarios a la Sagrada Escritura.102
Suponen sus escritos
todo un memorial sobre la abundancia de la divina y mística suavidad de la gracia, re-
cogiéndose, en 24 capítulos, literariamente o con similitud al modo de las Confesiones
de San Agustín, su experiencia mística entre los años 1281-1290.103
Como Ejercicios Espirituales (Exercitia Spiritualia), Gertrudis compuso propia e ínte-
gramente de su mano un Libro de oraciones, siendo la finalidad del mismo reavivar el
fervor religioso mediante la meditación. Se trata de siete ejercicios, que responden a los
momentos más importantes de la vida de una monja: bautismo, conversión, consagra-
ción virginal, profesión monástica, alabanza divina y muerte, entendida como encuentro
con el divino Esposo. Estos pasos constituyen su trazado.104
Su doctrina es teológica y
litúrgicamente espiritual.
102
Algo digamos que impensable por entonces como ocupación o tarea de mujer, por muy monja que
fuera. En la actualidad, se dan por perdidas las obras que redactó, conservándose tan sólo tres de ellas.
103
De los materiales sueltos escritos o dictados por Gertrudis, así como los recogidos por las monjas con-
temporáneas, surgió la segunda obra, Legatus Divinæ Pietatis, El Heraldo (o Mensajero) de la Piedad (o
de la Ternura) Divina. La editora que los ordenó permanece en el anonimato, y se llama a sí misma “re-
dactora” (redactrix). La compilación se terminó poco antes de morir Gertrudis. Consta de cinco libros. El
primero es un panegírico de la persona y actividad de Gertrudis de Helfta, obra de la redactora. El segun-
do incorpora el Memorial propia y exclusivamente de Gerrtrudis. Los libros tercero, cuarto y quinto re-
cogen los materiales de diversa procedencia, que relatan las experiencias místicas de Gertrudis en torno al
Año Litúrgico, así como revelaciones recibidas sobre la muerte y gloria de personas de su entorno. Ocho
manuscritos completos o parciales, todos del siglo XV, sobreviven del original latino.
104
Pero ningún manuscrito medieval de los mencionados Exercitia Spiritualia ha llegado a nuestros días,
siendo el texto más antiguo conservado del original latino el impreso en Colonia, en 1536, edición del
cartujo Johannes Lanspergius a partir de algún manuscrito que hoy se da por desaparecido.
Tengamos en cuenta que los escritos y espiritualidad de Santa Gertrudis la Grande pasaron desaperci-
bidos hasta 1536, que fue cuando los cartujos de Colonia imprimieron su Heraldo. La aceptación y éxito
~ 31 ~
En efecto, toda la obra de Gertrudis, benedictina y cisterciense, está organizada en tor-
no a la vida monástica, del todo centrada en la Liturgia de las Horas, la Eucaristía y la
Lectio Divina. Se trata de una espiritualidad centrada en Cristo, muy especial y destaca-
damente en la imagen y sagrado simbolismo del Corazón de Jesús. Se trata de una es-
piritualidad del amor divino manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro.105
Al tratar de las virtudes, Gertrudis tiene una visión bien positiva y mística de las mis-
mas, siempre en clave receptiva en cuanto a ir acogiendo la gracia divina y, colaborando
con la misma, ir avanzando en la unión con Cristo, sin que se trate tanto de una lucha
contra los vicios y las pasiones, aunque también esto se considere. Gertrudis desarrolla
mucho y bien la suplencia de Cristo, por la que el amor de Jesús, siguiendo ya una tra-
dición en Helfta, lleva a suplir y subsanar con sus méritos y virtudes la insuficiencia del
hombre para salvarse. ¡Importantísima esta clave!
Según ese enfoque, todo conlleva, con alegría, la entrega del hombre a la libertad de
corazón. Quizá sea éste el rasgo que más llama la atención a sus lectores, viendo cómo
Gertrudis se siente soberanamente libre confiando plenamente en el amor y la misericor-
dia de Cristo. Fue confiadamente intrépida, tanto que comulgaba siempre que podía y
con ardiente deseo, arrostrando cuantos ejercicios piadosos o de ayunos y preparación
hicieran falta.106
La suplencia de Cristo subsanaba los olvidos o descuidos al respecto,
descuidos que en Gertrudis no fueron nunca negligencias.
de la obra fue enorme, produciéndose toda una corriente espiritual en torno a esta Santa, lo que se tradujo
en continuas reediciones de sus escritos, proliferando numerosas biografías. Por tal éxito, y al descono-
cerse su apellido, empezó a ser llamada Gertrudis la Grande o Magna. En el siglo XVII fue tal la vene-
ración en torno a ella que la Santa Sede hubo de aprobar su culto para la Orden Benedictina y para las
Congregaciones religiosas. El 22 de enero de 1678 fue inscrita oficialmente en el Martirologio Romano,
siendo elevada su memoria para toda la Iglesia Católica en 1739, siendo clara candidata a ser declarada
Doctora de la Iglesia, siendo muy tenido en cuenta su patronazgo sobre la vida mística.
Su imagen se representa en la iconografía como monja de negro (en cuanto benedictina) o de blanco (en
cuanto cisterciense), llevando un corazón en su pecho y la inclusión allí de un Niño Jesús, en referencia a
la célebre frase que se encuentra en sus escritos, diciendo Jesús: “Me encontraréis en el corazón de Ger-
trudis”. Suele portar un báculo de abadesa (aunque nunca lo fue) y a veces lleva un libro, en referencia a
su actividad como escritora.
105
Las obras de Santa Gertrudis de Helfta, junto a la compuesta por Santa Matilde de Hackeborn, son uno
de los testimonios más antiguos de la mencionada devoción que se entra en el Corazón de Jesús. La pre-
sencia de la Virgen María también es importante, pero su mariología se integra por completo en su cris-
tología.
106
Pues así era el hecho de comulgar en esos tiempos, incluyendo también lo habitual en las monjas.
~ 32 ~
ROMA – LA SANTA SEDE
EL PAPA BONIFACIO VIII PROMULGA SU BULA UNAM SANCTAM
Con fecha 18 de noviembre de este año 1302, el Papa Bonifacio VIII, en el séptimo
año de su pontificado, promulgó la bula Unam Sanctam, de la que ahora notificamos de-
dicando nuestra atención, resaltando en primer lugar que el pontífice se dirige a toda la
Cristiandad, muy particularmente a las autoridades y soberanías temporales, argumen-
tando sobre la unidad de la Santa Iglesia Católica, fuera de la cual no hay salvación y a
la cual todos los otros poderes del mundo han de someterse.
La publicación de esta bula ha de entenderse en el contexto histórico propiamente de
entre finales del siglo XIII y comienzos del XIV, denotando una ya prolongada con-
flictividad o tensión particularmente entre el Papa Bonifacio VIII y el rey Felipe IV de
Francia, que es uno de los mandatarios que más resalta la fuerte identidad nacional de su
reino, algo que resaltan cada vez más también los demás soberanos. Ante ellos quiere
hacer valer y defiende el pontífice la supremacía del poder espiritual que tiene la Iglesia
sobre el poder temporal que tienen los reinos de este mundo. Son tiempos de creciente y
problemático poder en las monarquías de Francia y de Inglaterra. Hemos de entender
este trasfondo como clave para la lectura de la bula Unam Sanctam.107
La furiosa reacción de Felipe IV ante la bula no puede entenderse fuera del contexto
del conflicto iniciado a partir del creciente poder monárquico francés e inglés, lo que
había llegado a la vía de los hechos con los intentos de imponer tributo al clero para
sostener la guerra, no muy diferente a las cruzadas autorizadas durante el siglo XIII (por
ejemplo contra Cataluña y la Corona de Aragón), pero no siendo las guerras que se
están planteando ni permitidas ni autorizadas por la Santa Sede, resultando de ello que
los impuestos y dineros que cargan los soberanos litigantes recaen también sobre el cle-
ro. De este modo, y siendo conocido Bonifacio VIII por su muy impulsiva interferencia
en los asuntos internacionales, su reacción como pontífice ya se hizo notar, como pode-
mos recordar, cuando tronó con su bula Clericis laicos de 1296, exponiendo el Papa su
prohibición de que el clero hubiera de pagar a los soberanos o para las contiendas sin
mediar la debida autorización pontificia o de la Santa Sede.
Como respuesta a la Clericis laicos, el rey Eduardo I de Inglaterra retiró la protección
del derecho anglosajón sobre el clero, pero resultó ser el rey Felipe IV de Francia el más
intransigente y agresivo al respecto. Los ministros de Felipe IV tuvieron muy expeditas
reacciones, expulsando de Francia a todos los banqueros no franceses, prohibiendo sin
excepción toda exportación o circulación de oro y dineros que no se autorizaran al exte-
rior. Así, el flujo de dinero francés a la curia romana se secó o retuvo completamente.
107
Una bula de lenguaje duro o explícito que no se andaba con suavidad o condescendencia política.
~ 33 ~
Los ministros reales y sus aliados hicieron circular cartas estableciendo la soberanía del
rey sobre su reino y el deber eclesiástico para ayudar a la defensa de la patria.
En septiembre de 1296, Bonifacio VIII envió una indignada protesta a Felipe IV de
Francia, un escrito epistolar titulado Ineffabilis Amor, declarando que estaba dispuesto a
morir antes de resignar cualquier justa prerrogativa de la Iglesia, pero al mismo tiempo
explicaba en términos conciliadores que su reciente bula se entendía aplicable a algunos
de los acostumbrados impuestos feudales correspondientes al rey por las tierras eclesiás-
ticas, pareciendo con ello que la conflictiva disputa quedaba zanjada.
Pero la controversia vino a recrudecerse durante el verano de 1301,108
cuando el rey
francés ordenó la detención del obispo Bernard Saisset109
bajo la acusación de traición,
por negarse a pagar los tributos que se le exigían para sufragar la guerra. Dicha acción,
constituyó una clara violación de los privilegios eclesiásticos, ya que únicamente el Pa-
pa puede en estos tiempos juzgar a un obispo. El objetivo último del arresto tenía mu-
cho calado pues pretendía arrancar a Bonifacio VIII el reconocimiento de la jurisdicción
suprema del rey sobre todos sus súbditos, incluidos los miembros de la alta jerarquía
eclesiástica, de modo que el rey requería un reconocimiento de la propia superioridad
absoluta de monarca por encima del Papa en el interior de su reino.
El 24 de octubre de 1301, en Senlis,110
se presentaron los cargos contra el obispo Ber-
nard ante Felipe IV y su consejo, siendo considerados muy graves dichos cargos por
parte del monarca, que justificaba intervenir muy seriamente sobre los mismos. Unos
días más tarde, el consejero real y célebre legista Guillermo de Nogaret,111
ministro
francés, enviaba una carta a Bonifacio VIII para justificar la actuación del rey y en ella
ampliaba la acusación de traidor a la de hereje, por lo que el rebelde contra el rey se
convertía también en rebelde contra Dios.
El obispo fue puesto bajo la custodia del arzobispo de Narbona, su metropolitano. An-
tes de poder juzgarlo en las Cortes de Francia, el ministro real necesitaba que el Papa lo
removiera de su sede y le quitara sus fueros canónicos. Felipe IV intentó obtener el
desafuero por parte del Papa, pero Bonifacio VIII, en la bula Ausculta fili (Escucha
hijo), hecha pública el 5 de diciembre de 1301, reprueba al rey francés por no haber to-
mado en cuenta prácticamente para nada la bula anterior, Clericis laicos, sobre los tri-
butos impuestos a los clérigos, recriminándole así mismo no obedecer al obispo de Ro-
ma. En Francia, la bula fue quemada públicamente por disposición real, añadiéndose
que se extrajeran algunos textos sesgando y falseando su sentido, difundiendo luego el
resultado bajo forma o formato de una bula titulada Deum time (llamando al Temor de
Dios). Así se suscitó una reacción de apoyo al rey y de rechazo al Papa que aparecía co-
mo quien intentaba –en términos nada conciliadores– someter al rey en asuntos tem-
108
Durante la noche del 12 al 13 de julio.
109
Obispo de Pamiers, en la Occitania, al sur de Francia.
110
40 kilómetros al norte de París.
111
Muerto en 1314.
~ 34 ~
porales, siendo esto lo sesgado, como ejemplo de mucho más, atribuyéndose a la Aus-
culta fili y supuestamente a Deum time: “No deje que nadie le convenza sobre que tiene
usted superioridad o está libre de sujeción a la cabeza de la jerarquía eclesiástica, ya
que sólo un tonto podría pensar así”.
Entretanto, Bonifacio VIII emitió Salvator mundi, una bula más general reiterándose
fuertemente en las ideas fundamentales de Clericis laicos. Además, a finales de 1301, el
Papa volvió a mostrarse con su acostumbrada falta de tacto político, criticando a Felipe
IV por su comportamiento personal y por la carencia de escrúpulos de sus ministros,112
llamando a un concilio de obispos franceses para noviembre de 1302 en Roma, concilio
que tendría el objetivo de reformar varios asuntos en relación a la Iglesia en Francia y
también propiamente para juzgar al rey. Felipe IV prohibió esa convocatoria, principal-
mente la asistencia del obispo Bernard Saisset, respondiendo al Papa proyectando y or-
ganizando una contra-asamblea en París, para abril de 1302. Nobles, burgueses y clero
acudieron a París para denunciar al Papa y para criticar Deum Time, donde supuesta-
mente el Papa, en injerencia total, se declaraba autorizado señor de toda Francia. El cle-
ro francés protestó educadamente contra tales “inauditas declaraciones”: Bonifacio ne-
gó su autoría, pero recordó que los Papas ya habían depuesto a tres reyes de Francia.
Así pues, según lo aquí descrito y expuesto, se entiende el contexto en que se pro-
mulgó, tan sólo en unas semanas más tarde, la bula Unam Sanctam de Bonifacio VIII.
Pero, ¿qué dice esta bula o cuál es su contenido?113
Pues vemos que se divide en dos
partes principales, tratando la primera sobre la unidad de la Iglesia y la segunda sobre la
potestad espiritual de la misma.
En la primera parte, sobre la unidad de la Iglesia, la bula comienza afirmando solem-
nemente que “fuera de la Iglesia no hay salvación ni remisión de pecados. Ella repre-
senta el Cuerpo místico de Cristo, un cuerpo cuya cabeza es Cristo… y, en el tiempo, su
vicario Pedro y por consiguiente el sucesor de Pedro”. Puede decirse que esta formula-
ción constituye o puede constituir una forma extrema del concepto conocido como
“plenitudo potestatis” o plenitud del poder, declarando que quienes resistan al romano
pontífice están resistiendo propiamente al ordenamiento divino.
La bula declara también que la Iglesia ha de permanecer unida y que el Papa, sin
competidores, es su única y absoluta cabeza: “Por tanto, de la unidad y unicidad de la
Iglesia, sólo hay una cabeza y un cuerpo, no dos cabezas como en un monstruo”. La
bula continuaba diciendo: “Estamos informados por los textos de los Evangelios que en
esta Iglesia y en su poder hay dos espadas: el poder temporal y el espiritual”. Como
texto evangélico puede verse Lucas 22, 36-38. Las espadas son una referencia tradicio-
112
Criticados también del mismo modo por muchos de los historiadores o cronistas contemporáneos.
113
Recordemos que una bula es típicamente un documento que se hizo clásico en la eclesiástica teocracia
pontificia, muy particularmente durante la Edad Media, siendo hitos importantes de esta prolongada épo-
ca los pontificados de Gregorio VII (1073-1085), Inocencio III (1198-1216) o Bonifacio VIII (1294-
1303), propugnando y defendiendo la absoluta supremacía del poder espiritual sobre el poder temporal,
fundándose en argumentos alegóricos de una espiritualidad bíblica y según exégesis o hermenéutica al
respecto.
~ 35 ~
nal a las empuñadas por los apóstoles en el arresto de Cristo, que se dice fueron ente-
rradas junto al apóstol San Pedro en su sepultura.114
Sobre la potestad espiritual de la Iglesia, hemos de saber que los teólogos de estos
tiempos115
sostienen fielmente la teoría conocida como de las dos espadas, si bien no
siempre sostienen la misma interpretación. Para algunos, como es el caso de Juan de
París,116
ambas espadas son independientes la una de la otra, como los brazos de Dios.
Para otros, sin embargo, entre ellos Egidio Romano,117
es defendible que una espada es-
té sometida a la otra. Esto evolucionó luego en una jerarquía de poder, de autoridad es-
piritual para juzgar también en lo secular, considerando gradaciones y competencias di-
versas, de variados matices, etc., concluyéndose por lo general que el poder temporal
debe subordinarse al poder espiritual, en todos los órdenes y no sólo en lo referente a
doctrina o moral: “Con la verdad como testigo, corresponde al poder espiritual estable-
cer el poder terrenal, y juzgarlo si no ha sido bueno. A la Iglesia y al poder de la Igle-
sia debe ser atribuida la profecía de Jeremías: „Yo te he constituido sobre todas las na-
ciones y reinos‟”.
La bula, finalmente, concluye estableciendo lo siguiente: “Además, declaramos, pro-
clamamos y definimos que es absolutamente necesario para la salvación que toda cria-
tura humana esté sujeta al romano pontífice”. Bonifacio VIII declara así oficialmente la
teoría que vienen desarrollando los Papas desde los tiempos propios y contextuales de
Gregorio VII (1073-1085).
La enemistad y hasta cisma contra el Papa Bonifacio VIII por parte del rey Felipe IV
de Francia y por parte de muchos franceses, incluidos no pocos prelados, son todo un
hecho.118
Mostramos a continuación el texto de la bula Unam Sanctam:
Por apremio de la fe, estamos obligados a creer y mantener que hay Una sola y
Santa Iglesia Católica y la misma Apostólica, y nosotros firmemente lo creemos
y simplemente lo confesamos, y fuera de ella no hay salvación ni perdón de los
pecados, como quiera que el Esposo clama en los cantares: Una sola es mi pa-
114
La legendaria espada de San Pedro, supuestamente de factura romana y que más bien parece un ma-
chete, se conoce tradicionalmente como La Malice, conservándose como reliquia, por circunstancias his-
tóricas que ahora no contamos, en la catedral polaca de Poznan.
115
Durante la Edad Media.
116
Nacido en 1255 y muerto en 1306, dominico.
117
Nacido en 1243 y muerto en 1316. Fue agustino, alumno de Santo Tomás de Aquino en París y arzo-
bispo de Bourges (Francia).
118
Dante Alighieri señalará que tanto el pontífice como el soberano temporal, o el emperador, eran hu-
manos, no teniendo ninguno de los dos como tales poder o autoridad uno sobre el otro. Sólo un poder
todopoderoso o superior podría juzgar la “igualdad de las espadas”, ya que cada una fue entregada por el
poder de Dios para gobernar sus dominios respectivos, viniendo de Dios toda autoridad, en medida corre-
lativa y correspondiente.
~ 36 ~
loma, una sola es mi perfecta. Única es ella de su madre, la preferida de la que
la dio a luz [Cant 6, 8]. Ella representa un solo cuerpo místico, cuya cabeza es
Cristo, y la cabeza de Cristo, Dios. En ella hay un solo Señor, una sola fe, un
solo bautismo [Ef 4, 5]. Una sola, en efecto, fue el arca de Noé en tiempo del di-
luvio, la cual prefiguraba a la única Iglesia, y, con el techo en pendiente de un
codo de altura, llevaba un solo rector y gobernador, Noé, y fuera de ella leemos
haber sido borrado cuanto existía sobre la tierra. Mas a la Iglesia la veneramos
también como única, pues dice el señor en el Profeta: Arranca de la espada, oh
Dios, a mi alma y del poder de los canes a mi única persona [Sal 21, 21]. Oró,
en efecto, juntamente por su alma, es decir, por sí mismo, que es la cabeza, y por
su cuerpo, y a este cuerpo llamó su única Iglesia, por razón de la unidad del es-
poso, la fe, los sacramentos y la caridad de la Iglesia. Esta es aquella túnica del
Señor, inconsútil [Jn 19, 23], que no fue rasgada, sino que se echó a suertes. La
Iglesia, pues que es una y única, tiene un solo cuerpo, una sola cabeza, no dos,
como un monstruo, es decir, Cristo y el vicario de Cristo, Pedro, y su sucesor,
puesto que dice el Señor al mismo Pedro: Apacienta a mis ovejas [Jn 21,
17]. Mis ovejas, dijo, y de modo general, no éstas o aquéllas en particular; por lo
que se entiende que se las encomendó a todas. Si, pues, los griegos u otros dicen
no haber sido encomendados a Pedro y a sus sucesores, menester es que confie-
sen no ser de las ovejas de Cristo, puesto que dice el Señor en Juan que hay un
solo rebaño y un solo pastor [Jn 10, 16].
Por las palabras del Evangelio somos instruidos de que, en ésta [Iglesia] y en
su potestad, hay dos espadas: la espiritual y la temporal... Una y otra espada,
pues, están en la potestad de la Iglesia, la espiritual y la material. Mas ésta ha de
esgrimirse en favor de la Iglesia; aquella por la Iglesia misma. Una por mano del
sacerdote, otra por mano del rey y de los soldados, si bien a indicación y consen-
timiento del sacerdote. Pero es menester que la espada esté bajo la espada y que
la autoridad temporal se someta a la espiritual... Que la potestad espiritual aven-
taje en dignidad y nobleza a cualquier potestad terrena, hemos de confesarlo con
tanta más claridad, cuanto aventaja lo espiritual a lo temporal... Porque, según
atestigua la Verdad, la potestad espiritual tiene que instituir a la temporal, y juz-
garla si no fuere buena... Luego si la potestad terrena se desvía, será juzgada por
la potestad espiritual; si se desvía la espiritual menor, por su superior; mas si la
suprema, por Dios solo, no por el hombre podrá ser juzgada. Pues atestigua el
Apóstol: El hombre espiritual lo juzga todo, pero él por nadie es juzgado [I Cor
2, 15]. Ahora bien, esta potestad, aunque se ha dado a un hombre y se ejerce por
un hombre, no es humana, sino antes bien divina, por boca divina dada a Pedro,
y a él y a sus sucesores confirmada en Aquel mismo a quien confesó, y por ello
fue piedra, cuando dijo el Señor al mismo Pedro: Cuanto ligares etc. [Mt 16,
19]. Quienquiera, pues, resista a este poder así ordenado por Dios, a la ordena-
ción de Dios resiste [Rom 13, 2], a no ser que, como Maniqueo, imagine que hay
dos principios, cosa que juzgamos falsa y herética, pues atestigua Moisés no que
“en los principios”, sin en el principio creó Dios el cielo y la tierra [Gn 1,
1]. Ahora bien, declaramos, decimos, definimos y pronunciamos que someterse
~ 37 ~
al Romano Pontífice es de toda necesidad para la salvación de toda humana cria-
tura.119
119
¿Queda claro el alcance que deba darse a esta definición pontificia? ¿Constituye una definición dog-
mática en toda forma? ¿Qué pretende definir el Papa? ¿Podría hablarse de una sumisión implícita al Papa,
hablándose de una fe implícita o de una pertenencia a la Iglesia no consciente? Cf. Martina, G. (1974): La
Iglesia de Lutero a nuestros días, I, Madrid, Cristiandad, pp. 45 ss.
~ 38 ~
SANLÚCAR DE ALBAIDA (REINO DE CASTILLA)
CARTA PUEBLA DESDE EL CABILDO CATEDRALICIO DE SEVILLA
En este año 1302, don Aparicio Sánchez, deán del cabildo catedralicio de Sevilla con-
cedió una carta puebla a 28 pobladores a fin de repoblar Solúcar o Sanlúcar de Albaida,
de escasa población aún por el momento.120
Los musulmanes llamaron Albaida (La
Blanca) a esta exigua población antes de la reconquista.
La historia de este lugar podemos retomarla en los momentos de la reconquista cris-
tiana a los musulmanes por las comarcas del entorno sevillano desde 1246 y 1248, con
su correspondiente repartimiento reinando Fernando III. Albaida correspondió al esta-
mento eclesiástico de Sevilla. También participó de este repartimiento en el lugar el in-
fante don Fadrique, primer señor de Albaida.121
No faltaron conflictos y vicisitudes, las
mismas que podemos traer a nuestros recuerdos cronísticos al respecto.
Como bien sabemos, los primeros años del reinado de Alfonso X se orientaron a con-
solidar y organizar la repoblación por estas tierras. La noticia de estos momentos, te-
niendo que ver con la misma el deán Aparicio Sánchez, se completa también con la
mención de los animales que poseen los nuevos pobladores, destacando al respecto los
bueyes.
120
Se trata de la actual villa de Albaida del Aljarafe, al oeste de la provincia de Sevilla.
121
Así, se conserva en este sitio una Torre de don Fadrique, llamada Torremocha.
~ 39 ~
EPÍLOGO SOBRE EL PINTOR CIMABUE
Cimabue está considerado como maestro iniciador de la Escuela Florentina del Tre-
cento, teniendo en cuenta que las artes plásticas siguen desarrollando el bizantinismo
del gótico italiano, en continuidad temática con cuanto cultivaba el arte medieval como
arte esencialmente cristiano.
La pintura del Trecento muestra muchos trípticos y usa sencillas hojas de oro muy re-
presentativo de lo divino y sacro. Las paredes de los monasterios toscanos están deco-
radas con frescos en los que dominan los fondos decorativos de fondo azul (que repre-
senta el cielo) con pequeñas cabezas aladas de ángeles. Digamos que hay primitivismo.
Los personajes todavía no están ubicados en paisajes con perspectiva, ni hay sentido de
profundidad en las escenas.
Muchos maestros de la Escuela de Pisa (maestros anónimos y artísticamente pro bi-
zantinos) se trasladaron a Florencia tras la conquista militar de su ciudad y de esta ma-
nera se incrementó en importancia la Escuela Florentina. Entre los fresquistas floren-
tinos, como iremos viendo, destacará Giotto. Ya entraremos también en consideración
de algunos otros artistas.
La Escuela de Siena, más influenciada por el lenguaje del gótico internacional vigente
y no tanto ya por el gusto bizantino, contará con Simone Martini, contemporáneo de
Giotto. Sus figuras blandas y naturales, denotando un sentimiento humano y religioso,
harán que podamos considerarlo el más gótico de los pintores italianos, siendo otro de
los pintores contemporáneos de estos ámbitos el gran Duccio di Bouninsegna.
La Escuela Veneciana mantiene el gusto bizantino, aunque irá poco a poco evolucio-
nando a partir de conocerse Giotto. Habrá célebres artistas de excelencia pictórica.
A comienzos del Trecento asistiremos al final de la vieja y combativa tensión entre gi-
belinos y güelfos, que se dividen también en cofradías blancas y negras, odiándose entre
ellas sobremanera. Habrá, consecuentemente, asesinatos y muertes o masacres en las ca-
lles de Siena y de Florencia, decantándose el equilibrio de fuerzas precisamente al ám-
bito florentino, lo que influirá en el arte y en su correspondiente primacía acorde con su
poder y relevancia económica.
Las muy comerciales o mercantiles repúblicas marineras de Pisa, Génova y Venecia
seguirán ejerciendo mucho dominio haciéndose valer en poder por el Mediterráneo y
por el Imperio Bizantino. No dejemos de recordar los célebres e importantes viajes de
Marco Polo, cuya muerte será en 1324. Tendrá su importancia la llamada ruta de la se-
da.
Ya iremos viendo bastante más del desenvolverse los hechos y los acontecimientos en
adelante. Mientras tanto, ciñéndonos ahora a Cimabue, digamos que son escasos los do-
cumentos históricos o las fuentes a las que recurrir sobre él, aunque se sabe que estaba
en Roma allá por el año 1272 efectuando unos trabajos, siendo referido esto por desta-
cados autores o artistas.
A juzgar por los encargos que tuvo, Cimabue pudo haber sido un artista muy con-
siderado en su tiempo, tan considerado como lo fueron otros. Cimabue recibió el encar-
go de pintar dos frescos muy grandes para la Basílica de San Francisco de Asís, frescos
~ 40 ~
que están en las paredes de los transeptos, siendo una Crucifixión y un Descendimiento.
Desafortunadamente, estas obras ahora son débiles sombras de su apariencia o resultado
original. Durante la ocupación del edificio por las tropas invasoras francesas, se prendió
fuego la paja y fueran muy dañadas las pinturas. El albayalde o blanco de plomo se oxi-
dó y ennegreció dejando las caras y gran parte de los ropajes en negativo. Otra obra da-
ñada, en Florencia, resultó ser la del gran Crucifijo de la Santa Croce. La causa del
considerable daño fue del agua por inundaciones en 1966.
Puede considerarse clave la abierta o proyectada modernidad de su arte, de transición
entre dos grandes épocas y modos de ver. Se le ha de considerar prácticamente como el
último gran pintor de la tradición bizantina. Ciertamente aseguró la renovación de la
pintura bizantina rompiendo con su formalismo e introduciendo los elementos del arte
gótico, como el realismo en las expresiones de los personajes. Desde este punto de vista
puede ser considerado como el iniciador de un tratamiento más realista de los temas
tradicionales, lo que de hecho le hace precursor del realismo propio del Renacimiento
florentino.
Estudios más recientes a nosotros han demostrado que en realidad la renovación ope-
rada por Cimabue no fue algo absolutamente aislado del contexto europeo, ya que, en
primer lugar, sus maestros fueron precisamente bizantinos; de otra parte, la propia pin-
tura bizantina mostraba signos de estar evolucionando hacia una mayor representación
de los volúmenes y un incremento del diálogo con el observador. Por ejemplo en los
frescos del monasterio de Sopoćani, en Serbia, datados en 1265, se advierten figuras ya
sin contorno donde los finísimos esfumados ponen de manifiesto la redondez volumé-
trica.
A Cimabue le corresponde, sin embargo, un paso fundamental en la transición de las
figuras hieráticas e idealizadas de tradición bizantina hacia verdaderos sujetos, dotados
de humanidad y emociones, que serán la base de la pintura italiana y occidental.
El arte de esta época comprende escenas y formas que parecen bastante planas y muy
estilizadas. Cimabue fue pionero en una tendencia al naturalismo, pues sus figuras esta-
ban representadas con sombras y proporciones más parecidas a las reales. Incluso sien-
do un pionero en esta tendencia, su cuadro Maestà muestra características y técnicas
medievales; está considerado como obra que ejemplifica a la perfección la Edad Media.
Sus primeras obras (crucifijos) conservan el bizantinismo: rigidez, drapeados de las
telas marcados por hilos de oro (damasquinado), pero luego se desmarca de estos mo-
delos para entroncar con la herencia de finales de la antigüedad: tratamiento más sutil,
más suave, especialmente en las carnaciones; sustitución de los drapeados por pliegues
profundos; y uso de un cromatismo delicado de colores sobresalientes.
~ 41 ~
ÁLBUM SOBRE EL PINTOR CIMABUE
Cristo burlado (una tabla descubierta del pintor y pagada a muy elevado precio)
~ 42 ~
Fresco del monasterio serbio de Sopoćani (no obra de Cibabue)
~ 43 ~
Tenemos un retrato de San Francisco de Asís y dos Maestà de la
Virgen con el Niño Jesús según modelo bizantino.
~ 44 ~
La Maestà (1270). París. Museo del Louvre
~ 45 ~
Crucifijo de Santa Croce en Florencia, de hacia 1280 (antes de sufrir daños)
~ 46 ~
Maestà de Santa Trinità
~ 47 ~
San Juan Evangelista. Mosaico del ábside de la catedral de Pisa
~ 48 ~
El Crucifijo de Arezzo
~ 49 ~
~ 50 ~
Beso de Judas en el prendimiento de Jesús.
Fresco en la basílica superior de San Francisco de Asís
~ 51 ~
ÍNDICE
A modo de prólogo o pórtico
Un sucederse de noticias …………………………………………………….. pág. 3
Señorío de Mecklemburgo (Sacro Imperio Romano Germánico)
Muerte de Enrique I ………………………………………………………….. pág. 6
Valladolid (reino de Castilla)
Boda real de los jóvenes Fernando IV de Castilla y la infanta Constanza de
Portugal ………………………………………………………………………. pág. 7
Reino nazarí de Granada
Murió el emir o sultán Muhammad II ………………………………………. pág. 8
Barcelona (Corona de Aragón)
Muere la reina consorte de Aragón Constanza de Sicilia ………………….. pág. 14
París (reino de Francia)
Murió Blanca de Artois …………………………………………………….. pág. 16
Repúblicas italianas de Florencia y Pisa
Murió el excelente pintor Cenni di Pepo conocido como Cimabue ……….. pág. 17
Reinos de León y Castilla
Respectivas Cortes en Medina del Campo y en Burgos ……………………. pág. 18
Roma
Murió el cardenal y ministro general franciscano Mateo de Acquasparta …. pág. 27
Monasterio de monjas benedictinas cistercienses de Helfta en los suburbios
de la ciudad alemana de Eisleben (Sacro Imperio Romano Germánico)
Murió con fama de Santa la monja Gertrudis ……………………………….. pág. 29
Roma – La Santa Sede
El Papa Bonifacio VIII promulga su bula Unam Sanctam …………………. pág. 32
Sanlúcar de Albaida (reino de Castilla)
Carta puebla desde el cabildo catedralicio de Sevilla ………………………. pág. 38
Epílogo sobre el pintor Cimabue (y álbum sobre el mismo) ……………….. pág. 39