González Varela - Heidegger Nazismo y politica del ser

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Heidegger: Nazismo y Política del Ser (I) Nicolás González Varela “Por oscuras y cuestionables que parezcan muchas cosas, cada vez siento en mayor medida que estamos introduciéndonos en una nueva realidad y que se ha terminado toda una época obsoleta. Todo depende de si sabemos prepararle a la Filosofía un punto de ataque justo y si contribuimos a ayudarle en esta tarea.” (Carta de Heidegger a Karl Jaspers, 3 de abril, 1933) ¿Heidegger un nazi típico? ¿Heidegger como Platón en Syracusa? El filósof recordaba en sus memorias parciales Notizen la siguiente anécdota: “En ma le dije: ¿Cómo puede gobernar a Alemania un hombre inculto como Hitler? ‘ es algo totalmente indiferente’ (ist ganz gleichgültig)–, me respondió He usted sus maravillosas manos!’”. Son bien conocidas y documentadas las re íntimas, las afinidades profundas entre el filósofo y el nacionalsocialis tanto él como sus hagiógrafos y los heideggeriannes en general, así como académico, han tratado de negar, obturar o minimizar los rastros de este político que cuestiona el núcleo de su analítica existencial y de la dime filosofía. Es ya legendario el debate mal planteado de las relaciones del Heidegger con el Nacionalsocialismo, con su estado racista y en especial En su resonancia internacional, la discusión fue estimulada por la aparic del libro del filósofo chileno Víctor Farías: Heidegger et le Nazisme, en Verdier en 1987. [1] Aunque la discusión viene de mucho más atrás, casi c a su engagement nacionalsocialista. [2] Sería demasiado fácil y burdo esc verdaderas motivaciones de esta discusión si sólo hacemos un enfoque estr las limitaciones o en torno a los méritos y desméritos del libro de Faría muchos), o el más moderno y reciente de Faye, y no alcanzamos a ver que e Heidegger , la Heidegger-Kontroverse, nos permite la posibilidad de inten constructiva re-examinación de la perspectiva filosófica de la obra heide los años 1919 y 1945, así como la conexión interna con la decisión políti permitiría hablar de una verdadera filosofía práctica. Aún, tal como los heideggerianos franceses hicieron reiteradas veces, rem errores evidentes, la exégesis externa o las conclusiones apresuradas de de Farías, surgen hechos incuestionables que ya no se pueden obviar: Mart no era sólo un simpatizante naive, ni un abogado defensor de la nationals Revolution, más allá de estar de moda o de satisfacer algunas reivindicac de la pequeña burguesía de provincias, sino que en la mayoría de los caso afirmarse con seguridad que Heidegger era plus royaliste que le Roi , don nada menos que el Führer Adolf Hitler. Y no sólo apoyó “ruidosamente” al “despertar de Alemania”, sino que la elección valorativa y la extrema opc NSDAP emana, sin dudas, de premisas internas de su Ontología y Existencia, en especial de su concepto de Cura (Sorge), de su idea radica de la Historicidad así como del desarrollo de una auténtica Filosofía de denominada Seinsgeschichte , “Historia del Ser”, como lo supieron intuir discípulos muy cercanos a él, como Karl Löwith y Herbert Marcuse. ¿Puede una opción política vulgar ser un acto filosófico?... Sin dudas. E militante de Heidegger con el Nacionalsocialismo fue un compromiso filosó realidad fuera una abdicación de la Filosofía como tal. En el Fall Heidegger , sobretodo después de las investigaciones fundamentales de Theodor Kisiel [3] , Rich Emmanuel Faye [5] y los profundos estudios biográficos de Hugo Ott [6], q claro que el sentido de su decisión por el nacionalsocialismo y su Weltan 1

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Heidegger: Nazismo y Poltica del Ser (I)Nicols Gonzlez Varela Por oscuras y cuestionables que parezcan muchas cosas, cada vez siento en mayor medida que estamos introducindonos en una nueva realidad y que se ha terminado toda una poca obsoleta. Todo depende de si sabemos prepararle a la Filosofa un punto de ataque justo y si contribuimos a ayudarle en esta tarea. (Carta de Heidegger a Karl Jaspers, 3 de abril, 1933) Heidegger un nazi tpico? Heidegger como Platn en Syracusa? El filsofo Karl Jaspers recordaba en sus memorias parciales Notizen la siguiente ancdota: En mayo de 1933 le dije: Cmo puede gobernar a Alemania un hombre inculto como Hitler? La educacin es algo totalmente indiferente (ist ganz gleichgltig), me respondi Heidegger: Vea usted sus maravillosas manos!. Son bien conocidas y documentadas las relaciones ntimas, las afinidades profundas entre el filsofo y el nacionalsocialismo. Sin embargo tanto l como sus hagigrafos y los heideggeriannes en general, as como el Mainstream acadmico, han tratado de negar, obturar o minimizar los rastros de este compromiso poltico que cuestiona el ncleo de su analtica existencial y de la dimensin tica de su filosofa. Es ya legendario el debate mal planteado de las relaciones del filsofo Martn Heidegger con el Nacionalsocialismo, con su estado racista y en especial con Adolf Hitler. En su resonancia internacional, la discusin fue estimulada por la aparicin, en Francia, del libro del filsofo chileno Vctor Faras: Heidegger et le Nazisme, en la casa editorial Verdier en 1987. [1] Aunque la discusin viene de mucho ms atrs, casi contempornea a su engagement nacionalsocialista. [2] Sera demasiado fcil y burdo esconder las verdaderas motivaciones de esta discusin si slo hacemos un enfoque estrecho sobre las limitaciones o en torno a los mritos y desmritos del libro de Faras (que tiene muchos), o el ms moderno y reciente de Faye, y no alcanzamos a ver que el Fall Heidegger , la Heidegger-Kontroverse, nos permite la posibilidad de intentar realizar una constructiva re-examinacin de la perspectiva filosfica de la obra heideggeriana entre los aos 1919 y 1945, as como la conexin interna con la decisin poltica, que nos permitira hablar de una verdadera filosofa prctica. An, tal como los heideggerianos franceses hicieron reiteradas veces, remarcando los errores evidentes, la exgesis externa o las conclusiones apresuradas de la investigacin de Faras, surgen hechos incuestionables que ya no se pueden obviar: Martin Heidegger no era slo un simpatizante naive, ni un abogado defensor de la nationalsozialistische Revolution, ms all de estar de moda o de satisfacer algunas reivindicaciones generales de la pequea burguesa de provincias, sino que en la mayora de los casos podra afirmarse con seguridad que Heidegger era plus royaliste que le Roi , donde le Roi era nada menos que el Fhrer Adolf Hitler. Y no slo apoy ruidosamente al NS-Staat y su despertar de Alemania, sino que la eleccin valorativa y la extrema opcin por el NSDAP emana, sin dudas, de premisas internas de su Ontologa y Filosofa de la Existencia, en especial de su concepto de Cura (Sorge), de su idea radical y reaccionaria de la Historicidad as como del desarrollo de una autntica Filosofa de la Historia, la denominada Seinsgeschichte , Historia del Ser, como lo supieron intuir tempranamente discpulos muy cercanos a l, como Karl Lwith y Herbert Marcuse. Puede una opcin poltica vulgar ser un acto filosfico?... Sin dudas. El compromiso militante de Heidegger con el Nacionalsocialismo fue un compromiso filosfico, aunque en realidad fuera una abdicacin de la Filosofa como tal. En el Fall Heidegger, sobretodo despus de las investigaciones fundamentales de Theodor Kisiel [3] , Richard Wolin [4] , Emmanuel Faye [5] y los profundos estudios biogrficos de Hugo Ott [6], queda muy claro que el sentido de su decisin por el nacionalsocialismo y su Weltanschauung poltica

2tiene sus races en el mismo Sein und Zeit, en su particular re-working de Aristteles desarrollado entre los aos 1919 y 1933, que le posibilitaron contar con una filosofa prctica desarrollada, tan desarrollada como para que Heidegger no tuviera dudas en que orilla ubicarse desde 1929 en adelante y qu decisin tomar en el fatdico enero de 1933. [7] La base de esta re-lectura de la phrnesis aristotlica se va a efectuar desde el cuadro de la reaccionaria Lebensphilosophie, influencias de Lask, Natorp y de algunos tpicos de Dilthey y Husserl, adems de toda la influencia del Kulturpessimismus de la derecha, tambin de la llamada globalmente como Kriegsideologie , desde Ostwald Spengler, Gottfried Benn, Ernst Jnger, Stefan George y otros. Heidegger mismo reconocer, en esas tpicas autointerpretaciones cannicas de su propio desarrollo filosfico, que sus primeras reflexiones profundas sobre el Ser y el Tiempo, as como su propia filosofa prctica, tuvieron como eje crucial el concepto de ousia () de Aristteles. [8] Es obvio que en el subsuelo de las afinidades electivas con el Nacionalsocialismo funge la Historia del Ser como una verdadera Metapoltica, en el sentido en que los conceptos y proposiciones que Heidegger presenta no proceden de la Poltica como ciencia prctica, sino que trascienden el mbito del argumento poltico cotidiano. En Heidegger se puede establecer el entrelazamiento entre Poltica y Metafsica a travs, como veremos, de su labor hermenetica sobre el corpus aristotlico. Y en su particular recepcin, apropiacin y tratocamiento. La tarea de reconstruccin de la filosofa prctica de Heidegger, trazar sus puntos nodales genealgicos, un trabajo hace unos aos casi imposible, ha sido enormemente facilitada por la publicacin de sus lecturas y seminarios desarrollados entre 1919-1945, sus intervenciones en la poltica del momento y por las Nachschriften, las transcripciones (verdaderos Zustze de la obras completas) de los estudiantes de los seminarios y lecturas de Heidegger, como el caso de la filsofa Helene Weiss. [9] Para el investigador an continan inaccesibles la nutrida correspondencia de Heidegger con figuras claves del polo nacionalrevolucionario de la derecha de Weimar, tales como Ernst y Georg F. Jnger; con cuadros de estatura del NSDAP, como Ernst Fischer, Joseph Goebbels, Ernst Krieck o Erik Wolff; o incluso con intelectuales de la extrema derecha como el jurista Carl Schmitt, o del mbito jungkonservative, como S. Georg, E. Jung. En este campo con Heidegger sucede el mismo fenmeno de manipulacin de textos que con el infame Nietzsche-Archiv : sus documentos, con el mismo Heidegger en vida, son un campo de batalla en torno a su imagen, su herencia y el pasado de Alemania, donde todo vale, desde la falsificaciones lisa y llanas, como la del famoso parntesis de 1953 [10] hasta las versiones aggiornadas y retocadas al estilo posmoderno, o la desaparicin u ocultamiento de manuscritos. [11] Se puede sostener la idea, como lo hacen los heideggerianos franceses y los revisionistas y hagigrafos alemanes [12], que la obra de Heidegger no produjo, ni siquiera mediatamente, ningn germen de filosofa prctica o filosofa poltica pura y que, sin embargo, dentro de los diferentes estadios evolutivos, su magno Denkweg oficial, fue siempre un filsofo profesional polticamente comprometido con la coyuntura de su tiempo segn los parmetros de los universitarios y mandarinado alemn en la poca de Weimar. [13] Con esta operacin hermenutica, muy sofisticada por cierto, sus trabajos filosficos ms abstractos estaran impregnados de manifestaciones y posiciones con respecto a lo poltico, pero esta espuria lgica de la poca sobre la obra sera esencialmente perifericas al Kern, al ncleo ms puro de su pensar. La proximidad, incluso lxica, al universo ideolgico vlkische del Nationalbolschewismus y del movimiento nacionalista alemn, ya muy obvio, tendra referencia no tanto a las orientaciones fundamentales que Heidegger le imprimi a su intento de abrir brecha en la historia acontecida desde la aparicin de Sein und Zeit, sino a una suerte de enredos en compromisos en los cuales el Heidegger carne-y-hueso arrastr al filsofo Guardin-del-Ser. La obra filosfica de Heidegger sera as apoltica por definicin, y es justamente este apoliticismo visceral lo que la hace negativamente responsable de la serie de traspies polticos del Heidegger humano, demasiado humano, cuyas ideas y visin del mundo en 1933 se deben a la psicologa de la frustracin, a la geografa o al

3resentimiento provinciano o a cualquier cosa. [14] La sntesis de todos los argumentos sera ms o menos la siguiente: en su confusin por re-encontrar el verdadero destino de Occidente, en una poca de crisis personal profunda, donde se estaba extinguiendo el Heidegger christlicher Theologe [15] y coincidiendo con el derrumbe de la repblica de Weimar, al profesor pequeo burgus pobre de provincias el ascenso del Nacionalsocialismo en 1933 se le vino encima. [16] Pese a toda su miopa poltica, la Ontologa de Heidegger, en sus preguntas esenciales, habra cruzado inclume el Mar de los Sargazos de la experiencia nacionalsocialista, incluso habra tenido energa oculta para realizar una feroz crtica clandestina y radical desde 1934, lo que demostrara, en negativo, que exista in nuce en la filosofa de Heidegger una posibilidad real de uso o aplicacin y retraduccin en el mbito de lo poltico. Pero las ideas centrales de su filosofa no habran sufrido mella post o ex-ante de 1933, no habran sido la causa esencial o eficiente, de las debilidades psicolgicas, de la ataraxia del hombre Martin Heidegger, uno ms de los miles de alemanes confundidos y arrastrados en el torbellino poltico del ascenso meterico del NSDAP, como piadosamente Pierre Aubenque nos recuerda. Al finalizar esta manipulacin interpretativa, esta exgesis insostenible, se reconoce que la Ontologa heideggeriana efectivamente se estacion en la vecindad de la poltica, o sea: Heidegger mismo urbaniz su provincia del Ser al trasladar categoras de Sein und Zeit al campo poltico, pero todo ello se realiz sin sufrir afinidades electivas, sin ser su soporte al NS-Staat motivo de sospecha ni recoger en su seno prejuicios de la empiria poltica. En suma: no sera posible encontrar ningn punto de partida firme para la solucin de problemas de una agenda de filosofa prctica en 1933, ni siquiera algn criterio utilizable para guiar en la prctica o ponderar la toma de decisin de un compromiso poltico resuelto. [17] Los heideggeriannes slo conceden a regaadientes la posibilidad de preguntar, en la dimensin de lo poltico, utilizando la cuestin de la Technik, por lo que el pensamiento heideggeriano podra converger elpticamente con las cuestiones candentes de la Historia Universal, pero su relacin es inesencial a ella y al reino de la Poltica. As pues, como falta el anlisis exacto de cmo en el mbito poltico tiene que ser construida la verdad del Seyn, del Ser, no puede suceder que, precisamente desde esta manera especfica del acontecer de la Wahrheit y de la estructura del mundo, se aclare la estructura misma donde acontece la Verdad. La obvia conclusin es que es imposible que la Ontologa heideggeriana pudiera orientar o colaborar en la toma de decisin poltica al Martin Heidegger mortal entre las tendencias polticas oscuras y confusas de la Alemania de los aos 20, y menos de manera ideolgico-crtica. Al no existir posibilidad de encontrar un esbozo de filosofa prctica en el pensar heideggeriano, ni siquiera en estado latente o seminal, es improbable que el ao 1933, el Jahre der Entscheidung , el ao de la decisin segn lo bautiz Spengler, se haya podido relacionar esencialmente a la sustancia central de su espiritual camino del pensar, de su Denkweg . Esta rigurosa y autoritaria concepcin de la no-unidad entre obra y autor, donde el contenido de verdad de una corpus filosfico no tiene que reflejarse necesariamente en la mentalidad y en la tica (caracter) de la vida del filsofo, exacerba y agudiza de tal forma la autonoma dbil de la Filosofa, que cualquier comportamiento o accin en el mbito de lo poltico, de por s despreciable y relegada a mera nota biogrfica, no puede arrojar ningn cono de sombra sobre su opus magnum o ser utilizado como via regia para nuevas lecturas interpretativas. Dicho secamente: no puede desacreditarse, al realizar la conexin entre Poltica y Filosofa, la Ontologa heideggeriana, ni ninguna otra, ponindola a trasluz con asuntos que resultan, por definicin, externos, como lo es una decisin resuelta en poltica. A lo sumo se reconoce que Heidegger tuvo que distorsionar, la famosa inflamacin e inflacin repentina de la palabra Geist en el estudio de Derrida, su filosofa pre-1933 para poder reducir la disonancia cognitiva

4ideolgica con el universo lxico del NSDAP; esta distorsin fue producida por elementos absorbidos de la cosmovisin de su poca, y tanto la caucin con respecto al Nacionalsocialimo como el gesto metafsico se remitiran a medios retricos de expresin o la Weltanschauung nihilista o la ideologa de mandarines apolticos del universitario alemn, que finalmente conllevan a una incoherencia terminolgica, un ajuste de cuentas verbal (Derrida) que finalizar en 1935 con la leccin Einfhrung ..., [18] una verdadera retirada de su corto compromiso poltico y punto de inicio de la fantstica y heroica geistige Widerstand, la resistencia espiritual contra el NS-Staat. [19] Nosotros plantearemos la cuestin inversa: no la clsica pregunta, a esta altura del debate carente de sentido, si se dio una relacin interna y necesaria entre la analtica de Sein und Zeit y sus percepciones y valoraciones polticas, sino que, por el contrario, demostraremos que en la Ontologa heideggeriana existe indicios suficientes para hablar de una filosofa poltica in nuce, una filosofa prctica viva, que lo llevar, desde aos anteriores a 1933, en primer trmino a las proximidades del polo nacionalconservador y, en segundo trmino, es sta filosofa prctica, con su particular re-working de Aristteles, la que le permiti valorar y compartir tanto ideales como objetivos con el NSStaat, encumbrar carismticamente la figura de Adolf Hitler, e incluso compartir ideas, medios y objetivos con varios grupos e intelectuales del llamado antidemokratischen Denken de la Repblica de Weimar, una amplia herradura ideolgica del movimiento nacionalista alemn, desde los Jungkonservative hasta el movimiento Landsvlkische. Creemos que hay que invertir la cuestin: explicar cmo en la Ontologa heideggeriana existen indicios suficientes para hablar de una filosofa poltica madura y reaccionaria. Y tal como Platn, esta filosofa como reclamo sistemtico, exista en sus lneas generales desarrollada mucho antes del ascenso al poder de Hitler en enero de 1933. En suma: lo que aqu hacemos no es otra cosa que, ad pedem litterae, seguir la propia autointerpretacin de Martin Heidegger, que en confesin al filsofo Karl Lwith, afirmaba que en su concepto de Historicidad (Geschichtlichkeit) estaba el verdadero fundamento (Grund) de su compromiso poltico con el Nacionalsocialismo y, en especial, con el Fhrer Adolf Hitler.[20]

[1] Faras, Vctor; Heidegger et le Nazisme, Editions Verdier, Paris, 1987. Vctor Ernesto Faras Soto, un filsofo chileno-alemn, Se gradu en la Universidad Catlica de Chile en Filosofa y Germanstica en 1961. Continu sus estudios en Friburgo, Alemania donde se doctor en Filosofa. Durante su estada en Alemania fue alumno de Heidegger, participando en el famoso seminario sobre Herclito, dado con Fink entre 1966 y 1967; se gradu en 1967 en Freiburg con G. Schmidt, discpulo de Fink, con una tesis sobre F. Brentano; le hizo una propuesta a Heidegger para realizar una edicin crtica de Sein und Zeit al espaol, para mejorar la deficiente traduccin de Gaos, recibiendo como respuesta que sera un trabajo intil, dada la evidente inferioridad de la lengua espaola, con respecto de la alemana, para expresar su pensamiento e, incluso, el discurso filosfico en general. Faras vuelve a Chile en 1971 y retorna a Alemania despus del Golpe Militar de 1973. Faras fue investigador y profesor en la Universidad Libre de Berln hasta 2006. Actualmente se desempea como docente en la Universidad Andrs Bello. Su investigacin sobre Heidegger y el Nazismo, publicada por primera vez al francs en 1987, fue escrita en espaol y alemn, y el manuscrito estaba finalizado a fines de 1985 y no fue retocado. [2] Los textos ms polticos y nacionalsocialistas de Heidegger fueron rescatados del polvo y el olvido por un ex alumno Guido Schneeberger, dentro de un compendio heterogneo pero muy rico y poco utilizado por los investigadores de Heidegger, titulado: Nachlesse zu Heidegger. Dokumente zu seinem Leben und Denken, publicado por el

5autor en Berna, Suiza, en 1962, y de circulacin privada. El libro contiene once textos que pertenecen a Martin Heidegger y 217 fragmentos, en su mayora artculos de peridicos que expresan la opinin de diversos autores sobre Heidegger y sus posiciones polticas y filosficas, narrando acontecimientos provinciales y locales e informacin pertinente sobre la Universidad de Freiburg y la vida acadmico-estudiantil entre 1933 y 1937. Schneeberger en su momento no encontr editor por razones obvias. Hemos consultado esta seleccin y traducido la mayora de sus textos. [3] Enumeramos algunos de sus trabajos fundamentales: Translators Introduction, en: Marx, Werner, Heidegger and the Tradition, Northwets U.P., Evanston, 1970; p. XVII-XXXIII; Heideggers Apology: Biography as Philosophy and Ideology, Graduate Faculty Philosophy Journal 14/2-15/1, 1991, p. 363-404; Why Students of Heidegger Will Have to Read Emil Lask, en: Emil Lask and the Search for Concreteness, D.B. Chaffin (Comp.), Ohio U.P., Athens, 1993; Reading Heidegger from the Start: Essays in His Earliest Thought, SUNY Press, Albany, 1994; una obra decisiva en el aspecto exegtico y filolgico: The Genesis of Heideggers Being and Time, University of California Press, Berkeley, 1995. [4] De Wolin puede consultarse: Introduction to Martin Heidegger and Politics: A Dossier, en: New German Critique, N 45, Fall 1988, p. 91-96; The French Heidegger Debate, en: ibidem, p. 135-162.; sobre la filosofa poltica en Sein und Zeit su libro The Politics of Being. The Political Thought of Martin Heidegger, Columbia U.P., New York, 1990; su trabajo como compilador en el libro The Heidegger Controversy: A Critical Reader, MIT Press, Cambridge, 1993, que presenta al lector ingls el debate sobre Heidegger y el Nazismo. Y como derivado de su trabajo sobre Heidegger su Heidegger's Children: Hannah Arendt, Karl Lwith, Hans Jonas, and Herbert Marcuse , Princenton University Press, Princenton, 2001; en espaol: Los hijos de Heidegger: Hannah Arendt, Karl. Lwit, Hans Jonas, y Herbert Marcuse, Ediciones Ctedra, Madrid, 2003. [5] Aunque limitado a un perodo de tiempo y sin profundizar en Sein und Zeit, es til su investigacin Heidegger, l'introduction du nazisme dans la philosophie : Autour des sminaires indits de 1933-1935, Albin Michel, Paris, 2005; en espaol: Heidegger. La introduccin del nazismo en la filosofa. En torno a los seminarios inditos de 1933-1935, Akal, Madrid, 2009. Vase tambin el artculo Wie die Nazi-Ideologie in die Philosophie einzog, en: Die Zeit 34, August 18, 2005, ahora on-line: http://www.zeit.de/2005/34/AntwortHeidegger. [6] Martin Heidegger: Unterwegs zu seiner Biographie , Campus, Frankfurt, 1988. Traduccin al espaol de Helena Corts Gabaudan como: Martin Heidegger. En camino hacia su biografa, Alianza Editorial, Madrid, 1992. Ott tiene adems numerosos trabajos de investigacin local sobre Heidegger y su vida poltico-acadmica en Freiburg. [7] La influencia de Aristteles (y autores escolares filoaristotlicos como Braig y Brentano) ha sido sealada por Theodore Kisiel. Uno de los primeros en llamar la atencin fue Werner Marx en su obra pionera, sealando la profunda influencia del reworking de Heidegger sobre Aristteles en su propia obra madura; vase: Marx, Werner; Heidegger and the Tradition, Northwestern U. P., Evanston, 1971. [8] Prefacio de Heidegger al libro hagiogrfico de William J. Richardson; Heidegger: Trough Phenomenology to Thought, Martinus Nijhoff, The Hague, 1963, pp. XII-XIII. [9] Se trata de las leciones sobre Lgica del semestre de verano de 1934, Logik, Sommer Semester 1934; en espaol: Heidegger, M., H. Weiss (et al.); Lgica : lecciones de M. Heidegger (semestre verano 1934) en el legado de Helene Weiss, Anthropos, Madrid, 1991. El legado de Helene Weiss y su Nachlass, que incluye valiosas transcripciones en clase, se encuentra a cargo del filsofo Ernst Tugendhat. Muchos de estos manuscritos

6fueron consultados por el mismo Vctor Faras. El mismo ao, 1934, Heidegger la rechaz como candidata al doctorado por el hecho de ser juda (weil Sie Jdin war) segn el testimonio del propio Tugendhat. Weiss haba estudiado con Heidegger desde 1920 y en la famosa entrevista a Der Spiegel aqul la calific como una de las alumnas ms antiguas y capaces, sealando simplemente que su doctorado en Freiburg no fue posible. Weiss se fue de Alemania y se doctor en 1942 en Basilea con el profesor Schmalenbach, con una tesis sobre la causalidad y la cada en la filosofa de Aristteles, en la que deja constancia de su deuda intelectual con el trabajo de hermenutica que Heidegger haba practicado sobre el corpus aristotlico en los aos 20 y 30. Vase: Weiss, Helene; Kausalitt und Zufall in der Philosophie des Aristoteles, Verlag Haus zum Falken, Basel, 1942. Weiss finalmente emigr al Reino Unido donde falleci en 1951. El testimonio de Weiss no es el nico: se pueden encontrar alusiones positivas al SS-Staat y a la guerra desatada en el Este contra el Comunismo durante el dictado de los seminarios y cursos entre 1933 y 1945, en, por ejemplo, las memorias publicadas de Leopoldine Weizmann, estudiante de Heidegger, vase: Weizmann, L. (1988), Heidegger, etait-il nazi?, en: Etudes, N368, 5, mayo de 1988, pp. 637-650. Weizmann incluso sostiene que Heidegger efectivamente prohibi la entrada a la Universidad de Freiburg de su mentor y maestro Husserl por el hecho de ser judo [10] Se trat de la re-edicin del curso de 1935: Introduccin a la Metafsica, en 1953, donde se descubri que el propio Heidegger aadi, entre corchetes, una aclaracin sobre el nacionalsocialismo que no figuraba en las pruebas originales del manuscrito, ahora en GA 40, p.233; cambiando Nationalsozialismus por Bewegung (Movimiento). Sobre esta edicin retocada se puede consultar una recensin del entonces desconocido doctorando Jrgen Habermas, aparecida originalmente en el Frankfurter Allgemeine Zeitung, el 25 de julio de 1953. El mismo retoque ex post facto, de las manos de Heidegger, sufrieron las lecciones sobre Nietzsche y Schelling editadas en los aos 60. [11] Muchos investigadores, como Faras, Kisiel, Martin, Sheehan u Ott, han sealado la manipulacin, desaparicin u ocultamiento de correspondencia, cursos y conferencias de Heidegger. Podemos enumerar entre otros los siguientes: la conferencia sobre Enseanza e investigacin dada entre el 10 y 11 de junio de 1933 en Berln; el curso de noviembre de 1933 titulado: ber Wessen und Begriff von Natur, Geschichte und Staat; en el semestre de verano de 1934 la leccin: Der Staat und die Wissenschaft, la conferencia del 8 de abril de 1936 en el Institut Kaiser-Wilhelm de Roma, titulada: Europe und der deutsche Philosophie; el seminario sobre Der Arbeiter, el libro de E. Jnger, dado a partir 1939-1940. Esta actitud ha sido complementada con una poltica consciente de encubrimiento de los propios herederos del legado literario de Heidegger, que impiden por tiempo indeterminado todo acceso a los manuscritos del filsofo conservados en el Deutsches Literaturarchiv de Marbach. Martin denunci como en el archivo de Karlsruhe manos annimas haban adulterado textos de Heidegger del perodo 1933-1945 a fin de presentarlos como documentos clave de descargo y prueba de su espritu de resistencia al NS-Staat, vase: Martin, B.; Das vermeintliche Schlsseldokumente war verflicht, en: Badische Zeitung, 28-XII-88. Sobre las implicancias ideolgicas y filosficas de la poltica editorial de las obras completas de Heidegger, las incompletas Gesamtausgabe, vase a Kisiel; The Genesis of Heideggers Being and Time, University of California Press, Berkeley, 1995, p. 2 y ss. Sobre el autoritarismo de la poltica editorial de y sobre la obra de Heidegger, vase su paper: Edition und bersetzung: Unterwegs von Tatsachen zu Gedanken, von Werken zu Wegen, en: Papenfuss, Dietrich/ Pggeler, Otto (ed.); Zur philosophischen Aktualitt Heideggers, vol. 3, Vittorio Klostermann, Frankfurt, 1992, pp. 89-107. [12] El revisionismo en lengua alemana en cuanto a la relacin HeideggerNacionalsocialismo se basa en tres autores: Silvio Vietta, Heideggers Kritik am Nationalsozialismus und an der Technik, Niemeyer, Tbingen, 1989; Ernst Nolte, Martin Heidegger. Politik und Geschichte im Leben und Denken, Propylen, Berlin, 1992; en

7espaol: Heidegger: poltica e historia en su vida y pensamiento, Editorial Tecnos, Madrid, 1998; y el hagigrafo Rdiger Safranski: Ein Meister aus Deutschland. Heidegger und seine Zeit, Hanser, Mnchen, 1994; en espaol: Un maestro de Alemania. Martin Heidegger y su tiempo, Tsquets Editores, Barcelona, [13] Aqu la posicin clsica es la de Otto Pggeler, la ms moderna y sofisticada es la de Pierre Aubenque y Richard Rorty. Sobre el universo ideolgico del mandarinado acadmico alemn entre 1918 y 1933, sigue siendo insustituible el decisivo y ya clsico trabajo de Franz Ringer, The Decline of the German Mandarins, Harvard University Press, Harvard, 1969; en espaol: El ocaso de los mandarines alemanes. La comunidad acadmica alemana, 1890-1933, Ediciones Pomares-Corredor, Barcelona, 1995. Adems el monumental y m actual trabajo de Christian Tilitzki: Die deutsche Universittsphilosophie in der Weimarer Republik und im Dritten Reich, Akademir Verlag, Berlin, 2002. [14] Sobre este punto en especial, son los gastados argumentos en orden lexicogrfico los heideggerianos franceses de primera, segunda generacin y tercera generacin: Pierre Aubenque, Jean Michel Palmier, Jacques Derrida, Philippe Lacoue-Labarte y en los ltimos aos la representante ms destacada de la jeune garde heideggrienne Catherine Malabou. [15] Sobre el tema de la relacin entre Heidegger y la teologa cristiana, un tema subestimado por la hagiografa heideggeriana, vase el libro de Macquarrie, J.; Heidegger and the Christianism, Continuum, Oxford, 1995. [16] Son las palabras deel heideggeriano Otto Pggeler en el eplogo a la segunda edicin alemana, 1983, de su libro clsico Philosophie und Politik bei Heidegger. Alber, Freiburg / Mnchen 1972, 2. Auflage 1974.; en espaol: Filosofa y poltica en Heidegger, Alfa, Barcelona, 1984,p. 349. [17] El sostenedor in extremis de esta postura es Pierre Aubenque y Jean Michel Palmier, aunque con cautela se aproxima en sus conclusiones Jacques Derrida. En cambio, Pggeler, cree que desde la filosofa de Heidegger se podra intentar una rehabilitacin de la filosofa prctica moderna. Hans-Georg Gadamer, su sucesor ms exitoso, curiosamente clamaba por la llegada de un Karl Marx para Heidegger, en relacin que in nuce exista negativamente una filosofa prctica en Sein und Zeit, esperando una situacin hermenutica eficaz y una Umkehrung radical. Aqu son paradigmticos Derrida, Granel, Palmier, Rorty y, ms recientemente lo repite el argumento punto por punto Hans Sluga en su libro Heideggers Crisis: Philosophy and Politics in Nazi Germany, Harvard U.P., Cambridge, 1993. [18] Como lo intenta demostrar el heideggeriano Julian Young, profesor de Filosofa en la Universidad de Tasmania, en su libro Heidegger, Philosophy, Nazism, Cambridge University Press, Cambridge, 1997., incluso clama que Heidegger habr hecho una courageous critique of National Socialism. Las investigaciones de Hugo Ott ya ha demostrado la total falsedad de este tipo de hagiografa con ptina acadmica. [19] Resistencia espiritual es el nombre con el que el hijo de Heidegger, Hermann, utiliz para defender, por ensima vez, a su padre de las acusaciones sobre su actividad en el Nazismo. La ltima intervencin pblica puede leerse en un interview aparecido en el diario La Repubblica, el 30 de mayo de 1996. [20] Lwith, Karl; Mein Leben in Deutschland vor und nach 1933; Metzler, Stuttgart, Metzler, 2007, p. 29. Hemos hecho una traduccin propia con un estudio preliminar de este texto que puede consultarse en el libro del filsofo Enrique Meler; El Camino del Cisne Estudios Sobre Heidegger, Ediciones del Signo, Buenos Aires, 2010, p. 279 y ss.

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Heidegger: Nazismo y Poltica del Ser (II)Combatiremos por las fuerzas de nuestro nuevo Reich que el Canciller del Pueblo Alemn Adolf Hitler hizo surgir en la realidad. Una raza dura (hartes Geschlecht) no debe hacer otra cosa que pensar en esta lucha,una raza que vive de pruebas constantes y persiste en dirigirse hacia la meta (Ziel) que se ha comprometido a s misma. (Martin Heidegger, junio de 1933)*

Heidegger Wars, o los textos de un filsofo como campo de batalla: una breve historia del debate Podr decirse cada dcada desde 1945 Occidente se convulsiona por el escndalo del llamado der Fall Heidegger, le cas Heidegger, il caso Heidegger, the Heidegger case, que en una suerte de convencin internacional implcita, se entiende la discusin sobre el notorio compromiso pblico del filsofo Martin Heidegger con el Nacionalsocialismo primero, y con el SS-Staat despus en las dcada de 1930s y 1940s. Parafraseando a Nietzsche, podra perfectamente decirse que, desde diversos puntos de vista, Martin Heidegger ha sido, desde 1933, un campo de batalla ms que un filsofo. La controversia sobre su relacin con el NSDAP, el partido nacionalsocialista, y su admiracin fantica por Adolf Hitler, aunque parezca reciente, es de vieja data: en Italia un consternado ya agudo observador como el filsofo Benedetto Croce, que resista dignamente al Fascismo de Mussolini, en una fecha tan temprana como septiembre de 1933 conclua consternado que: finalmente, he ledo por completo el discurso de asuncin al rectorado de Heidegger, que es necio y al vez servil. No me admira el xito que su filosofar tendr durante un tiempo: lo vaco y lo general siempre tiene xito, pero no produce nada. Creo que en la Poltica no podr tener ningn efecto; pero deshonra a la Filosofa, y eso es una lstima tambin para la Poltica, por lo menos, para la futura.... [1] Croce, en una valiosa correspondencia con el romanista alemn Karl Vossler, creador de la escuela del Idealismo lingstico y de la Estilstica moderna, le afirmaba enfticamente que ya haba descubierto aos atrs las afinidades electivas de la Filosofa de Heidegger con el naciente Nacionalsocialismo a travs de la lecturas de sus obras anteriores al ascenso de Hitler en enero de 1933. [2] Croce es el primero en intuir, con su tenaz olfato filosfico, la posibilidad ex ante que en la filosofa de Heidegger existiera ya desde el comienzo las condiciones de una futura expansin phrontica a la Poltica. Croce hace un paralelismo entre el Fall Heidegger y el filsofo Giovanni Gentile en su adhesin polticofilosfica con Mussolini. Incluso llega a afirmar que con la Ontologa de Heidegger Alemania se incretinisce, se ha idiotizado. A su vez Vossler emparenta al filsofo y jurista Carl Schmitt con Heidegger, y a ambos con la tradicin reaccionaria europea que proviene de Georg Sorel (unos de los precursores intelectuales del Fascismo europeo), y califica a ambos de desastres intelectuales de la nueva Alemania. [3] En una importante puntuacin sobre los fundamentos de la analtica existencial, Vossler llega a afirmar que detrs de la mscara ontolgica modernista-reaccionaria de la filosofa heideggeriana se esconde en realidad una Teologa vergonzosa, neo-mstica, neoescolastica. Una acusacin que se repetir ms tarde, y desde adentro del propio Nacionalsocialismo, cuando Heidegger pretenda ser, entre 1933 y 1934, el Fhrer indiscutido de la Filosofa en el NS-Staat, el Fhrer der Fhrer. En Francia ya en 1932 el filsofo personnaliste Arnaud Dandieu haba notado la afinidad esencial entre el Nacionalsocialismo y el pensamiento filosfico de Heidegger, en especial en su libro Sein und Zeit de 1927, en un artculo aparecido en la revista Revue dAllemagne. Dandieu, colaborador de la revista Documents, tendra estrechos vnculos

10con el inclasificable Georges Bataille y con la bsqueda confusa en los medios intelectuales franceses inconformistas de una troisime voie, Tercera Va entre el decadente Capitalismo liberal y el Comunismo prctico surgido en la URSS. [4] Dandieu saba de lo que hablaba: formaba parte del grupo Ordre Nouveau, junto a Robert Aron, Arnaud Dandieu, Claude Chevalley, Ren Dupuis, Denis de Rougemont y Alexandre Marc. Tena conocimiento directo sobre la obra heideggeriana gracias a su estrecho vnculo con Henry Corbin, un germanfilo que estaba fascinado por Heidegger, del cual ya haba traducido al francs por primera vez el texto Was ist Metaphysik? de 1929 en la revista Bifur, por cierto con prlogo del historiador de las ciencias Alexandre Koyr. [5] Dandieu adems reconoca estar profundamente influenciado por el irracionalismo vitaliste de Henri Bergson y por la ideologa sindicalista de Georges Sorel. Como actualmente lo sostiene Emmanuel Faye, Dandieu habla directamente de una introduccin del Nazismo en la analtica existencial de Heidegger, de una adaptacin de Sein und Zeit a la lnea poltica general y pblica del NS, a su Zeitgeist, a la neue Wirklichkeit del despertar de la Gran Alemania. La filosofa de Heidegger, dir Dandieu: sadapte un certain tat desprit, propre la jeunesse moderne, en particulier allemande et franaise. [6] Dandieu cree que ya en Sein und Zeit estaban dadas las condiciones filosficas abiertas para adecuar la filosofa prctica subyacente a cualquier movimiento poltico que aconteciera en el futuro. Y la clave era el concepto-puente de langoisse, Angst, angustia. En Sein und Zeit puede hablarse de una matriz de su filosofa prctica acomodable, a cualquier acontecimiento en el Mundo con signo ideolgico de derecha pero clausurada a todo posible uso o recepcin desde la izquierda? En este caso ya no podra hablarse de oportunismo o de introduccin, salvando las distancias como sera el caso de Hegel con su Filosofa del Derecho tratando de acondicionarse con la realidad prusiana, sino de un fenmeno ms sofisticado, ms articulado de adaptacin sistmica y traduccin de categoras ontolgicas, de una potencial urbanizacin (exclusivamente con valencia reaccionaria) del Ser que queda pendiente de la llegada del momento kairolgico. Ahora quedara ms claro la idea de Heidegger sealada a Jaspers: que la tarea, desde la analtica existencial, se reduca en 1933 a establecer die rechte Einsatzstelle, el lugar adecuado donde se efectuar la operacin de ataque contra la Modernidad. Para Heidegger, que utiliza una metfora que proviene del lenguaje militar [7] , la filosofa de Sein und Zeit simplemente estara aguardando el sealamiento de la zona activa en la cual ser plenamente activa, eficaz y operativa. La autocomprensin de Heidegger nos indicara que para l no existe en su decisin de 1933 ni inflamacin de conceptos (Derrida), ni introduccin externa de espuria ntica, ni separacin entre obra y carcter, ni extravo infantil o locura momentnea. Continuando su metfora blica, la filosofa prctica de Sein und Zeit simplemente estara esperando que se delimitara su lugar operativo, su traduccin prctica por su creador del lugar de ataque. Dandieu le llama a este proceso de indicacin del punto de ataque y de ayuda para emprender la tarea de destruccin de la Modernidad, la capacidad de Sein und Zeit, sin perder su coherencia interna, de enlazarse con un determinado tat desprit. El enlace entre analtica y mundo histrico ser para Andieu, como ya sealamos, el concepto heideggeriano de Angst, angustia. Ni Andieu, ni Vossler, ni Croce andaban errados. Dentro del glosario heideggeriano, el concepto Angst se menciona por primera vez y se analiza entre 1923-1924, es refinado y profundizado a lo largo de los tres primeros esbozos de Sein und Zeit y su carga teolgico-poltica es evidente. Su antecesor en la filosofa de Heidegger es el trmino de San Agustn timor castus (miedo puro o absoluto). [8] Heidegger volver a utilizarlo en conexin con el anlisis del miedo que realiza Aristteles en el libro II de Retrica. [9] Si la intuicin de Andieu es correcta tambaleara la tesis defensiva de Aubenque que antes de 1933 no existan trazas de ideologa ya sea reaccionaria o nacionalsocialista en el trabajo filosfico de Heidegger, ni posibilidades de trasladar la definicin de campo del Dasein a algn punto especfico de la Historia. [10]

11La controversias no se quedaron all. El escritor comunista Paul Nizan [11] arremeta contra el fino porngrafo y escritor Andr Malraux por su oculta filosofa reaccionaria en su novela La Condition Humaine de 1933, ganadora del Prix Goncourt, que derivaba ingenua y acrticamente bajo formas literarias las conclusiones ms conservadoras y reaccionarias del famoso libro de Heidegger Ser y Tiempo de 1927 [12] . Las tesis de Sein und Zeit, y de otros textos en apariencia abstractamente filosficos, estaban pensadas y escritas con la idea de ser utilizadas para legitimar un movimiento, un rgimen poltico, un lder, podan, sin sufrir contradicciones ni inversiones, ser potentes y slidas justifications thoriques. Sein und Zeit una suerte de Arkh-Fascismo? En julio de 1933, y en lo que constituye la primera crtica y recensin pblica del compromiso con el Nacionalsocialismo de Heidegger, el pintor y ensayista suizo Karl Ballmer publica en Basilea un pequeo libro titulado Aber Herr Heidegger!, donde analiza crticamente el discurso de asuncin del rectorado en la Universidad de Freiburg. [13] La exgesis trata de colocar en situacin al discurso dentro del propio Denkweg de Heidegger. Heidegger no representa a la Filosofa alemana sin ms, sino a una de sus dos grandes tendencias, Hauptstrmung, presentes en la actualidad, aquella que parte de la filosofa francesa de Descartes. Descartes es el que inaugur, con su Ich denke, la definitiva extirpacin de las nociones de Esencia, Ser y Mundo del mbito teolgico. Es esta visin la que influy sobre Leibniz, Spinoza y Kant, la misma que desemboc en el siglo XVIII en la filosofa alemana del idealismo subjetivo y objetivo. Sern recin Hegel, Fichte y Schelling quienes le darn al Cartesianismus un sesgo nuevo y radical. El mismo Hegel, encontrndose limitado dentro de los estrechos lmites de la teologa cristiana, intent asimilar en su sistema a los antiguos griegos, pre y postsocrticos, refundirlos y superarlos dentro de una nueva manera de pensar. Es justamente dentro de esta senda, que en el fondo es una reaccin a la antropologa de Hegel, donde hay que ubicar a Martin Heidegger. [14] La segunda gran tradicin filosfica alemana es la que parte, para Ballmer, del despertar consciente de la actitud cientfica (Nicols de Cusa), que combina el misticismo de Meister Eckhardt con la investigacin cientfica de la Naturaleza, y que se refiere despectivamente a la tradicin centrada en la autodisciplina del pensamiento del Hombre como mera Scholastik. Esta tradicin ya no mora en la duda sistmica y en el exagerado cuestionamiento tpico de la ratio de Occidente, sino que sostiene su fe en el Pensamiento y en su potencialidad por entender y convivir con la realidad. [15] Para Ballmer los representantes modernos de esta tradicin son los neokantianos de la llamada Marburger Schule, Escuela de Marburg, [16] Hermann Cohen y Paul Natorp, que tendra como destino fungir de mediadores entre la Escolstica y la Modernidad. El representante ms notorio de esta segunda corriente era justamente el filsofo Ernst Cassirer. La Gegensatz, la lucha en Davos entre Cassirer y Heidegger, represent para Ballmer un conflicto que iba ms all del meramente filosfico-generacional: se trataba de una contradiccin interior que representaba de manera mediada la lucha espiritual de toda nuestra poca y del presente, la contradiccin expresada filosficamente entre el Reino del Espritu (Cassirer) y el Welt des existenziell daseienden Menschen, el Mundo de los hombres existenciales existiendo(Heidegger). [17] Ballmer identifica una lucha srdida al nivel filosfico entre una izquierda (el Neukantianismus de Marburg) y una nueva derecha (la novsima filosofa de la existencia, el Dasein-Mystizismus). [18] Tambin puede entenderse en toda su significacin la virulencia y dureza del ataque de Heidegger a Cassirer, que exceda el estrecho marco de un congreso acadmico para abrirse a connotaciones filosfico-polticas de fondo. Heidegger habra negociado los elementos racionales de toda Filosofa por un nuevo misticismo, y la construccin del sistema ya estaba conformada mucho antes de 1933, mucho antes incluso que el debate con Cassirer en Davos en 1929. Especficamente en cuanto a la Rektoratsrede, Ballmer

12encuentra que los tres grandes conceptos que le dan sentido filosfico y articulan el discurso de 1933, los Fundamentalbegriffen de Poltica, Ciencia y Espritu se derivan de su obra anterior. Tambin se pregunta: es el Dasein autntico de Heidegger un rebelde de algn signo? S, dir Ballmer, pero un rebelde reactivo que encuentra su estado de decisin (ausgezeichnete Erschlossenheit) en el enfrentamiento angustioso con la muerte. [19] Ballmer hace suyas in toto las crticas a Sein und Zeit realizadas en 1928 por el filsofo husserliano Maximilien Beck [20] y como Vossler encuentra profundas influencias de la Teologa, incluso su autntica Motivationskraft. Tambin el extremismo poltico platnico de Heidegger en su concepcin de la forma estado. Para lograr la completitud poltica de Sein und Zeit, su retraduccin en un Staatsmystizismen moderno, obliga a Heidegger a recurrir a reminiscencias platnicas como alternativa a la tradicin hegeliano-marxista. En su crtica Ballmer denuncia adems su artificial falta de claridad, oscuridad conceptual y una ambigedad concientemente buscada como efecto filosfico, a la que denomina moderne Wahrheitsautarkismus. Por otro lado en Francia el gran filsofo Emmanuel Levinas reconoci que escuch hablar del nacionalsocialismo de Heidegger de la boca del historiador de la ciencias Alexandre Koyr despus de un viaje a Alemania, pero despus del ascenso de Hitler en enero de 1933. [21] Al enterarse de la noticia qued estupefacto, aunque Levinas en ese momento tena la tenue esperanza que fuera un lapsus de una gran mente especulativa en la banalidad prctica. [22] Otro filsofo e historiador de la Filosofa como Maurice de Gandillac [23] en un increble paralelismo entre Heidegger y la evolucin totalitaria de la propia Alemania, comparaba en un texto de 1934 el comportamiento hipntico y sumiso del filsofo neokantiano Ernst Cassirer con respecto al desafiante Heidegger en el famoso debate ocurrido en Davos (donde haba estado presente) en 1929 con la sumisin del pueblo de Alemania al magnetismo del Fhrer Adolf Hitler. [24] En dicho encuentro Heidegger se neg a darle la mano a Cassirer por su origen judo. [25] Gandillac, nietzscheano-heideggeriano, ser el primer filsofo en retomar el contacto con personal con Heidegger despus de 1945 y en tratar de legitimar el compromiso del filsofo con el NS-Staat. Fue Gandillac, mucho antes que Hanna Arendt y los heideggriannes, quin explic la conducta poltica de Martin Heidegger como la de un nio entusiasmado por los aspectos externos, superficiales y accesorios del Nacionalsocialismo, al que nunca se tom en serio. Gandillac tambin fue el primero en sostener la absoluta escisin entre la analtica de Sein und Zeit y la accin poltica personal del hombre Heidegger, que ser un caballito de batalla ad nauseam de los heideggriannes. [26]

Notas [1] Textualmente: Ho letto per intero la prolusione della Heidegger, che una cosa stupida e al tempo servile. Non mi meraviglia del suceesso che avr per qualche tempo il suo filosofare: il vuoto e generico ha sempre successo Credo anch'io che in Politica egli non p0ssa avere alcuna afficacia: ma disonora la Filosofia., carta de Benedetto Croce a Karl Vossler, del 9 de septiembre de 1933. El intercambio sobre Heidegger se encuentra completo en la compilacin de Guido Schneeberger; ibidem, pp. 110-112. Tambin: Croce, Benedetto/ Vossler, Karl; Carteggio 1899-1949, Gius & Laterza, Bari, 1951, pp. 340-344. Croce critic adems publicamente el discurso de asuncin al Rectorado de Heidegger, tal como haba sido impresa por la editorial vlkische Korn de Breslau en el diario La Critica, XXXII, 1934; en espaol: Croce y Heidegger, controversia que se difundi en el mundo de habla hispana a travs de la revista Minerva. Revista Continental de Filosofa, 2, Buenos Aires, 1944, p. 170. La misma carta es comentada en sus diarios por un pensador tentado por la deriva fascista como el filsofo e historiador

13de las religiones Mircea Eliade, en: Diario 1945-1969, Editorial Kairs, Barcelona, 2001, p. 308. [2] Textualmente dice Croce: Ah, quello Heidegger! Lo avevo individuato gi sei anni fa, attraverso quel che me ne fecero leggere suoi scolari e ammiratori italiani; e avevo preveduto che sarebbe finito come finito., carta a Vossler del 10 de agosto de 1933; ahora en: Schneeberger, Guido; ibidem, p. 110. [3] Il Heidegger, e accanto a lui quel Karl Schmitt, autore di libri di diritto pubblico e politico, discepolo, fino a un certo punto, di Georges Sorel, si van rivelando come i due disastri intellettuali della nuova Germania. Lo Schmitt mi pare anche pi pericoloso; carta de Vossler a Croce, 25 de agosto de 1933. Vossler escribe el nombre de Schmitt con K. Su carta estaba escrita desde Espaa, en la cual Vossler se sorprende de encontrar ms influencia de la filosofa de Heidegger que en la propia Alemania, mencionando al filsofo Xavier Zubiri. Vase: Schneeberger, Guido; ibidem, p. 110; Croce, Benedetto/ Vossler, Karl; Carteggio 1899-1949, Gius. Laterza, Bari, 1951, p. 342. [4] Dandieu, Arnaud; Philosophie de langoisse et politique du dsespoir, en: Revue dAllemagne, 15, oct. 1932, pp. 883-891. Sobre Dandieu vase el trabajo de Christian Roy , Arnaud Dandieu and the Epistemology of Documents, en: Papers of Surrealism, Issue 7, 2007, pp. 1-23. El nexo Bataille-Dandieu lo ha enfatizado Thomas Keller, vase su libro: Deutsch-franzsische Dritte-Weg-Diskurse der Zwischenkriegszeit, W. Fink, Mnich, 2001, p. 247 y ss. El estudio clsico sobre la generacin de no-conformistas, que estuvieron fascinados por la solucin fascista al Liberalismo, sigue siendo el trabajo de Jean-Louis Loubet del Bayle, Les Non-conformistes des annes trente. Une tentative de renouvellement de la pense politique franaise, Editions du Seuil, Paris, 1969, re-edicin revisada en 2001. Algunos califican, con fundamento, esta toma de posicin como una suerte de paradjico Antinazisme nazi. Dandieu escribi, adems de artculos crticos contra la teora de la revolucin de Marx y la filosofa de la praxis, un libro en 1931 contra el Americanismo con Robert Aron: Le cancer amricain, re-editado en 2008 por Editions LAge dHomme, Lausanne, en una coleccin dirigida por Alain de Benoist, fundador, lder e idelogo principal del de la Nouvelle Droite europea. De este peculiar libro seala Loubet del Bayle que passait ensuite en revue les principaux exemples du mal quil dnonait: triomphe de labstraction quune conception matrialiste de lhomme rduisant celle-ci un homo oeconomicus, machine produire et consommer [] Aprs avoir constat que le cancer amricain est un cancer spirituel et que lhomme ne devait plus chercher hors de lui mais en lui la cause de ses maux, Robert Aron et Arnaud Dandieu concluaient : La rvolution fatale sera avant tout spirituelle, sinon elle ne changera rien, en: ibidem, p. 96. Muchas tesis filosfico-polticas las sostendra sin problemas el mismo Heidegger. Sartre escuch hablar de la obra de Heidegger (y de Scheler y Husserl) por primera vez de la boca del filsofo japons Count Kuki Shuzo durante un sjour en Pars en 1928, vase: Light, Stephen (ed.); Shuzo Kuki and JeanPaul Sartre, Southern Illinois University Press, Carbondale, 1987. [5] Heidegger, Martin; Quest-ce que la Mtaphysique?, con una introduccin de Alexandre Koyr, en: Bifur, no. 8, June 10, 1931, pp. 5-27. Luego se edito como libro: Martin Heidegger, Qu'est-ce que la mtaphysique?, tr. Henry Corbin, Gallimard, Paris, 1938. El libro adems contena una traduccin completa de Vom Wesen des Grundes, los pargrafos 46 al 53 y 72 al 76 de Sein und Zeit , los pargrafos 42 al 45 de Kant und das Problem der Metaphysik y la traduccin completa de Hlderlin und das Wesen der Dichtung. Corbin adems viajaba con continuidad a Alemania y tena contactos personales con el mundo acadmico. [6] Dandieu, Arnaud; Philosophie de langoisse et politique du dsespoir, en: Revue dAllemagne, 15, oct. 1932, p. 884.

14[7] Einsatzstelle tiene un significado militar que se entiende como el lugar de operaciones en el campo de batalla donde el mando indica el punto decisivo de ruptura, aconsejado por las inconveniencias tcticas, que puede ser distinto que el determinado por las conveniencias estratgicas y en esa hiptesis, si la variacin del punto de ataque no trae problemas insuperables que puedan hacer malograr el xito de la batalla, es ms decisivo dar preferencia al orden de combate que permita obtener mayores y ms rpidos resultados de la victoria, en consonancia con el objetivo final de las operaciones. Recordemos que es tpico de la jerga nacionalsocialista, la llamada Lingua terta imperii en el NS-Staat, el abusar del uso de conceptos militares en el lenguaje poltico. [8] En el curso dedicado a San Agustn, Sommer Semester 1921, Augustinus und der Neoplatonismus (anunciado como de tres horas), ahora en: Heidegger, Martin; Gesamtausgabe ; II Abteilung : Vorlesungen 1919-1944 ; Band 60, Klostermann, Frankfurt am Main, 1995. la primera mencin se remonta a una alusin al temor en un comentario sobre el concepto de experiencia de lo sagrado de Walter Otto ya en 19191920. [9] Aristteles, Retorica, Libro II, 5, El temor y la confianza. Heidegger realiz un extensivo estudio de la Retrica de Aristteles y un curso completo durante el Sommer Semester de 1924. De este inters puede constatarse su posterior influencia en Sein und Zeit, aunque no existe un estudio en particular sobre la relacin entre el Aristteles de la Retrica y la filosofa prctica de Heidegger. El curso fue programado para su publicacin en el tomo 18 de las Gesammtausgabe. [10] Aubenque, Pierre; Encore Heidegger et le nazisme, en: Le Dbat, janvierfvrier, 1988, pp. 113-123. En espaol: Otra vez Heidegger y el Nazismo, en: Disenso, 5, II, 1995, pp. 9-17. [11] Sobre Paul Nizan, vase: Ory, Pascal; Nizan, destin d'un rvolt, ditions Complexe, Bruxelles, 2005. Nizan descubrir la filosofa de Husserl y de Heidegger antes incluso que Sartre, justamente a travs del trabajo de Corbin. Nizan tambin estaba ligado al grupo de la revista Bifur, ya que fue su editor. [12] Nizan, Paul; Andr Malraux par Paul Nizan (traducido de Literatournaa Gazeta, Moscou, 12 junio de 1934 por Hlne Reshetar), en: Cahier Andr Malraux, T.I, sous la direction de W.G. Langlois, La Revue des Lettres Modernes Paris, Ed. Lettres Modernes, Paris, p. 134 y ss. [13] Ballmer, Karl; Aber Herr Heidegger!. Zur Freiburger Rektoratsrede Martin Heideggers, Verlag von Rudolf Geering, Basel, 1933. El libro est prologado por el autor en Hamburgo, julio de 1933 e incluye un comentario del telogo reformista Friedrich Eymann. Como Croce, Ballmer utiliza la edicin oficial del discurso impresa por la editorial Korn de Breslau. Se haba formado bajo al influencia de la Antroposofa de Rudolf Steiner y perteneca al grupo de artistas llamado Hamburgische Sezession. Su arte fue acusado por el NS-Staat de Entartete Kunst, arte degenerado y tuvo que abandonar Alemania en 1938. La obra de arte de Ballmer tuvo un enorme impacto en el escritor Samuel Beckett. Sobre Ballmer: Spallek, Johannes; Karl und Katharina Ballmer. Opfer der nationalsozialistischen Gewaltherrschaft; en: Jahrbuch fr den Kreis Stormarn, 24. Jahrgang, M+K Hansa Verlag, Ahrensburg, 2006. [14] Ballmer, Karl; ibidem, p. 15. [15] Ballmer, Karl; ibidem, pp. 14-15. Textualmente: Diese Strmung nun lebt nicht aus dem fragenden Zweifel der westlichen berspitzten Ratio, sie lebt aus dem Vertrauen in die Kraft des Gedankens, dem sie zutraut, da er mit der Wirklichkeit zu leben vermag. Ballmer llama a Heidegger berhmte deutsche Philosoph.

15[16] Sobre la Escuela de Marburg, tambin conocida como Escuela Neokantiana del Suroeste, que adems de Cohen y Natorp la componan Alois Riehl, Hermann Lotze, Ernst Cassirer y Karl Vrlander, vase el artculo de Helmut Holzhey, Cohen and the Marburg School in context, en: Reinier Munk (ed.); Hermann Cohen's critical idealism, Springer, Dordrecht, 2005, pp. 3-37. La escuela tena su propio rgano oficial, la revista Logos (1910-1933). Cohen basaba su revolucin epistemolgica en las crticas al Materialismo realizadas por Friedrich Albert Lange en su famosa historia del Materialismo de 1866, Geschichte des Materialismus und Kritik seiner Bedeutung in der Gegenwart, que tanto influy en el pensamiento de Nietzsche. Sobre la relacin e influencia de obra de Lange en Nietzsche nos remitimos a nuestro libro Nietzsche contra la Democracia, Editorial Montesinos, Matar, 2010, pp. 119-122. Obviamente la Marburger Schule era profundamente anti-nietzscheana. [17] Ballmer, Karl; Aber Herr Heidegger!. Zur Freiburger Rektoratsrede Martin Heideggers , Verlag von Rudolf Geering, Basel, 1933, p. 17. [18] Una conclusin que no parece tan forzada: por ejemplo Cohen interpretaba a Kant desde un punto de vista evidentemente socialdemcrata, welfarista y Vrlander, en contacto con el socialismo austraco, desarrollaba el nexo Kant-Marx. Entre los miembros de la Marburger Schule podemos nombrar a socialistas de izquierda como Max Adler, Kurt Eisner, Franz Staudinger o el fabiano Eduard Bernstein. Sobre la Escuela de Marburg como ala izquierda del neokantismo alemn, vase el trabajo de Harry Van den Linden; Kantian Ethics and Socialism, Hackett, Indianpolis, 1988. Un crtico precoz del socialismo neokantiano de Marburg fue Franz Mehring, el poltico y bigrafo de Marx, lder del ala izquierda del SPD, as como Karl Kautsky. [19] Ballmer cita el pargrafo 40 de la edicin original de Sein und Zeit. [20] Beck, Maximilian Beck; Referat und Kritik von Martin Heideggers 'Sein und Zeit', en: Philosophische Hefte, Heft 1, Juli 1928, pp. 5-44. Beck encuentra muchos elementos marxistas transfigurados en la analtica existencial de Heidegger (importancia de la Historia, el carcter social del Dasein, la reificacin de la conciencia), demostrando que en realidad no existe originalidad en la filosofa heideggeriana, vase, ibidem, p. 10. Es intersante notar que como eslabn intermedio y necesario entre Marx y Heidegger, Beck coloque la problemtica de Lukcs. En el mismo nmero de la revista aparece un escrito de Herbert Marcuse intentando desarrollar su fallido proyecto de un HeideggerMarxismus, Beitrge zu einer Phnomenologie des Historischen Materialismus, ibidem, pp. 45-68. [21] Textualmente: l'avertissement que me donnait Alexandre Koyr ds avant l'accession de Hitler au pouvoir, vase: Levinas, Emmanuel; Comme un consentement lhorrible; en: Le Nouvel Observateur, Numro 1211, 22-28 de enero, 1988, Dossier spcial Heidegger et la pense nazie, p. 82 y ss. La entrevista fue por el impacto de la publicacin del libro de Faras, Heidegger et le nazisme en Francia en 1987. [22] Textualmente: avec le frle espoir qu'elle ne relatait qu'un garement provisoire dans la banalit pratique d'un grand esprit spculatif. Levinas perdi toda esperanza despus de 1945. [23] En: Gandillac, Maurice de; Le Sicle travers. Souvenirs de neuf dcennies , Albin Michel, Paris, 1998, p. 135 y ss. Gandillac, compaero de docencia de Sartre, adems fue el primer traductor de Walter Benjamin al francs. Gandillac dirigi los primeros trabajos de Michel Foucault, Jacques Derrida, Jean-Franois Lyotard, Louis Althusser y Gilles Deleuze. Se puede explicar ahora la amalgama de nietzscheanos y heideggerianos a partir de una matriz comn, y su relacin acrtica con los aspectos ticos y polticos de Heidegger.

16[24] Sobre el combate filosfico en el congreso de Davos, vase: Gordon, Peter, E.; Continental Divide: Heidegger, Cassirer, Davos ; Harvard University Press, Harvard, 2010. [25] Vase el testimonio de su esposa: Cassirer, Toni; Mein Leben mit Ernst Cassirer, Gerstenberg, Hildesheim, 1981, p. 182 y ss. La esposa de Ernst confiesa en sus memorias que en 1929 no estaban alertados del radical antisemitismo de Martin Heidegger. Sobre el asunto del antisemitismo de Heidegger antes de 1933, vase: Gordon, Peter, E.; Continental Divide: Heidegger, Cassirer, Davos ; Harvard University Press, Harvard, 2010, pp. 264-265. [26] Sobre la primera generacin de heidggeriannes franceses, matriz del futuro Posmodernismo, vase el libro de Ethan Kleinberg: Generation existential: Heidegger's philosophy in France, 1927-1961, Cornell University Press, Ithaca, 2005.

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Heideggger: Nazismo y Poltica del Ser (III)

El llamado Fall Heidegger, el compromiso del filsofo Martin Heidegger, quiz el ms influyente del siglo XX, con el Nacionalsocialismo, con el Fhrer Adolf Hitler y con el SSStaat, fue, como estamos viendo a lo largo de estos artculos, casi inmediatamente un tema de acalorado debate y disputa a lo largo de la dcada de 1930s. Quiz el anlisis ms profundo proviene de alguien que haba sido encandilado por su analtica existencial, que se haba formado junto a l, una rara avis ya que posea una slida formacin marxista. El filsofo y terico social Herbert Marcuse, su antiguo asistente que intent sin xito congeniar la Ontologa del Ser heideggeriana con Hegel o con el joven Marx, en junio de 1934, en las pginas de la revista del Institt fr Sozialforschung, el Zentralorgan de la Escuela de Frankfurt, haba escrito un punzante ensayo donde la analtica existencial de Heidegger se ubicaba naturalmente en la corriente antiliberal de la nueva derecha alemana.[1] El Institut obviamente haba abandonado Alemania en 1933, su situacin se haba hecho insostenible, y estaba afincado por el momento en Pars. Marcuse, que ya era marxista, luego de leer a poco de ser publicado Sein un Zeit, se traslad a Freiburg para seguir sus clases, e intent un sincretismo entre el mtodo dialctico de Marx y la analtica existencial de Heidegger. Crey ver en Heidegger lo que le haba fascinado tambin en el ltimo Husserl: la posibilidad de un nuevo inicio de la Filosofa como tal, concreta y fundamentada en la existencia del Hombre, basado en la praxis radical, y no en principios acadmicos-abstractos. Heidegger poda ser un punto de partida, dentro del marco general esbozado por Marx, para superar tanto al Neokantismo como al Positivismo, es decir, a la Kathederphilosophie.[2] En Freiburg trabajo en estrecho contacto con Heidegger desde el ao acadmico de 1928 hasta diciembre de 1932, justo despus de las elecciones que llevaran al poder a Hitler. Aunque su mirada ms crtica comenz luego de la adhesin de Heidegger al NSDAP en mayo de 1933, Marcuse confiesa que la gran decepcin y desilusin con Heidegger, al que califica de anclado en una false concreteness, ya haba comenzado alrededor de 1930.[3] Heidegger ni siquiera se dign a leer su Habilitationschrift: adems bloque su posibilidades de habilitacin aparentemente por su tendencia de izquierda y su hegeliano-marxismo.[4] Analizando a posteriori su obra Sein und Zeit Marcuse afirmar que trminos tcnicos como Dasein, das Man, Sein, Seiendes, Existenz seran malas abstracciones, abstractos defectuosos, en el sentido de que no son vehculos conceptuales adecuados para comprender la concrecin real de la aparente. Heidegger habra construido un nuevo transcendental Idealism, ms extremo, ms alejado an de la existencia que el mismo Husserl. La pregunta de rigor que se hace Marcuse era: exista antes de 1933 indicios en su filosofa de su futuro compromiso total con el Nacionalsocialismo? Para Marcuse, que no considera la adhesin de Heidegger ni un error infantil, ni una confusin apoltica, ciertos puntos de vista como el de Sein-imWelt (Ser-en-el-Mundo), cierta interpretacin reaccionaria del concepto de Das Man (Uno), cierto fundamento represivo del Dasein, cierto signo ideolgico vlkische, slo fue plenamente visible despus de 1933, revelado contra el fondo de su compromiso personal con el NS-Staat y no antes.[5] Las caractersticas esenciales de la existencia o Dasein, dir Marcuse, anticipan los rasgos bsico y primigenios del human material for the authoritarian personality. Sein und Zeit era, al mismo tiempo, una filosofa prctica latente, pro tempore (con afinidad y compatibilidad con la herradura ideolgica de la nueva derecha) y, al mismo tiempo, una philosophy of abdication, una Filosofa de la Abdicacin. En su artculo de 1934 Marcuse incorporar al completo la filosofa existencial de Heidegger dentro de una nuevo clivaje ideolgico que denomina Weltanschauung des heroisch-vlkischen Realismus, Visin del Mundo del Realismo heroico-racial.[6] Una Weltanschauung indispensable para la Konstituierung des total-autoritren Staates. Una nueva recomposicin de la herradura ideolgica del capitalismo, un novsimo gemeinsame Front filosfico-poltico que paradjicamente enfrenta a su propia ideologa primigenia, el Liberalismus en crisis. Este Frente Comn ideolgico incluye no slo a Sein und Zeit, sino a una mltiple variedad de ideologas secundarias (los dos Jnger,

18Moeller van den Bruck, Heischler, Huber, Krieck, Sombart, Scheler, Schmitt, Spengler et altri) que lo conforman y le refuerzan. El Liberalismo era sinnimo de las denostadas Ideen von 1789, que incluan el Humanismo genrico y el Pacifismo (Humanismus und Pazifismus), el Individualismo autocentrado (selbstschtigen Individualismus), toda forma de Igualitarismo abstracto (abstrakte Gleichmacherei), el sistema de partidos polticos (Parteiensystem), el corolario de la democracia liberal, la lucha de clases (Klassenkampf), la descomposicin de la Tcnica des-espiritualizada (zersetzenden Technizismus) y por supuesto, el odiado Materialismo (Materialismus).[7] Tal como lo hace paradigmticamente el propio Heidegger al nivel analtico en su concepto de Das Man, la Liberalismuskritik de la nueva derecha es para Marcuse de una abstracta generalidad y profundamente pre-histrica (Un-geschichtlichkeit).[8] El origen de este nuevo pensamiento reaccionario, de este Gebude ideolgico, es externo a la Poltica misma: Marcuse lo detecta ya en la polmica filosfica-cientfica contra la Ilustracin radical en la segunda mitad del siglo XIX. Especficamente (aunque en Heidegger conviviran en diferentes niveles y jerarquas la mayora de estos componentes) la analtica existencial de Sein und Zeit es tratada dentro del captulo El Existencialismo[9]. Marcuse seala que no le interesa en absoluto la forma filosfica (philosophischen Form) del su sistema, sino su Gestalt poltica, aspecto que considera un elemento decisivo de no slo el Nacionalsocialismo, sino de toda teora totalitaria del Estado. El politischer Existentialismus no intenta, pese a los reclamos de sus autores e idelogos, en ningn caso describir desde los conceptos algn existencial (Existenzielle), haciendo juego irnico con la jerga heidggerianne, sino nace como oposicin a lo normativo, como algo que jams puede reducirse o ser objeto de una norma heternoma. Marcuse seala que el sentido del Existencialismo filosfico era recuperar frente al abstrakten logischen Subjekt, al sujeto lgico abstracto tpico del Idealismo racional, algn tipo de concrecin plena del Sujeto histrico, es decir: suprimir el dominio inconmovible del ego cogito que se extiende de Descartes a Husserl. La posicin de Heidegger en su Sein und Zeit es el testimonio de la lnea ms avanzada de la Filosofa en esta direccin. Posteriormente se produjo la Reaccin (Rckschlag). Para enlazar con una tradicin reaccionaria, sumarse a ese Front ideolgico, Heidegger en Sein und Zeit ha debido evitar el examen de la facticidad material (materiale Faktizitt) de la situacin histrica del Dasein. La posibilidad de una traduccin poltica de la analtica existencia dentro de un signo ideolgico requiere, para Marcuse, que la concrecin (Konkretion) se detenga, se autolimite o al menos que sea por motu propio una mala concrecin. La existenzialen Analytik se autolimita (para preparar su posterior salto a lo ntico) a hablar de la vinculacin del Destino de un Pueblo (Schicksalsverbundenheit des Volkes), de la Herencia (Erbe) que cada uno tiene que aceptar, de la mtica Comunidad popular (Gemeinschaft) enfrentada a la formal Gesellschaft liberal, mientras que el resto de las otras dimensiones de la facticidad son subsumidas y tratadas bajo las categoras de Das Man (Uno, Se)[10] como materia exclusiva de la Gerede (Charlatanera o Doxa!), etc., desplazadas sin remedio al plano de la existencia inautntica, de la burguesa uneigentlichen Existieren. Dir Marcuse que Heidegger en Sein und Zeit no se preocup por el tipo de Herencia, por la Forma de Ser del Pueblo, por las Fuerzas y Poderes reales que constituyen la Historia. Sein und Zeit renuncia (de manera consciente e ideolgica) a toda posibilidad de poder concebir la facticidad real de las situaciones histricas en su verdadera materialidad. Detrs de la analtica existencial funge, aceptada de manera simplificada, una nueva Antropologa que pseudo-fundamenta el ideal del hombre reaccionario esbozado por la Weltanschauung des heroisch-vlkischen Realismus, Visin del Mundo del Realismo heroico-racial. Sein und Zeit sera imposible en todo su contenido filosfico-poltico sin esta activizacin, naturalizacin (racista), concretizacin (nacionalista) y politizacin (modernistareaccionaria) de todas las dimensiones del Dasein.[11] Marcuse pregunta a propsito de Heidegger: a qu tipo de Historicidad (Geschichtlichkeit) nos referimos, cul es la forma del actuar poltico (politischen Handelns), y cul es el tipo de praxis que se pretende lograr? Cul es el actuar que postula la nueva Antropologa como praxis autntica del Hombre (eigentliche Praxis des Menschen)?[12] El pathos de la filosofa

19de Heidegger es mediado por una Antropologa que obtiene su idea existencial de la radical desvalorizacin del Logos, en tanto que saber que devela y fundamenta toda decisin. Marcuse apunta al corazn mismo de Sein und Zeit: le discute a Heidegger su propia concepcin/exgesis de Aristteles y los enfrenta.[13] Marcuse seala otra extraa paradoja filosfica de Heidegger: su concepto de Historicidad, la Geschichtlichkeit slo es posible degradando la Historia real, reducindola a ser finalmente inoperante y sesgada a una lectura e interpretacin realista-heroica: Mientras que la autntica Historicidad presupone una conducta consciente-cognoscitiva (wissend-erkennende Verhalten) del Dasein con respecto a los poderes histricos y la critica terica y prctica a esos poderes, en el caso de Heidegger el comportamiento autntico del Dasein queda aqu limitado a la aceptacin de una Misin (Auftrag) impuesta por el Pueblo (Volk) al Dasein.[14] Se hace y se acepta como evidencia incuestionable, como selbstverstndlich, que es el Volk el que impone esta misin (y no por ejemplo ciertos intereses de grupo o faccin). Coincidiendo con la intuicin de Vossler y el anlisis de Ballmer, Marcuse encuentra en la concepcin histrica de Heidegger un verdadera skularisiert-theologisches Geschichtsbild (imagen de la Historia teolgicosecularizada): cada Pueblo, con diferentes rangos y jerarquas dentro de la Weltgeschichte universal, tiene su propia tarea histrica como Sendung, como una comisin ontolgica, que es, automticamente, la primera y ltima obligacin ilimitada del Dasein para ser autntico. En un salto mortale, dir Marcuse, que no puede ocultar que se arroje por la borda toda la tradicin de la Ciencia tal como la conocemos desde la Ilustracin, Heidegger subordina la Voluntad cientfica (Wille zur Wissenschaft) a esa supuesta misin milenaria y arcana del propio Volk. A su vez, dentro de la analtica existencial de Sein und Zeit, el Pueblo es considerado como una Unidad y Totalidad dentro de las esferas econmicas y sociales, e introduce subrepticiamente dentro del catlogo de las potencias histricas las fuerzas de la Tierra y la Sangre (erd- und bluthaften Krften).[15] Marcuse seala que la gran existenzialistischen Strmungen, de la que forma parte la filosofa de Heidegger, se alimenta y toma mucho sustento del anterior y reaccionario depsito de ideas de la Naturphilosophie, del crisol vitalista que proviene del siglo XIX. Muchos conceptos de Heidegger tienen sentido si precisamente esas misteriosas y determinantes erd- und bluthaften Krften de un Pueblo solo pueden realizarse en la Historia bajo formas polticas y cuando encima de ese Volk se ha establecido una verdadera estructura de Poder: el Estado. Sein und Zeit tambin necesita de una teora de la forma-estado, de un particular doctrina del Estado Total, der Lehre vom totalen Staate. La analtica existencial hedieggeriana es un torso incompleto sin la posibilidad de proyectarse sobre el fondo de una Herrschaftsform, pero no de cualquier forma de domino sino de una peculiar: lo que Marcuse denomina das autoritre Fhrertum und seine Gefolgschaft.[16] De esta manera, dice Marcuse, podemos explicar cmo las categoras de Sein und Zeit pueden auto-politizarse (selbst politisiert) a s mismas, sin contradicciones ni inflamaciones tericas, siempre con una direccin ntica y una valencia ideolgica de signo reaccionario. El philosophische Existenzialismus tiene la posibilidad y la estructura como sistema abstractamente filosfico de traducirse inmediatamente en un politische Existenzialismus. Cul ser entonces el destino dialctico de Sein und Zeit y de la existenzialistischen Theorie en general?, se pregunta Marcuse. En relacin con el poder del estado totalitario asume una passive Dialektik, una Dialctica pasiva que simplemente subsume, abdica la Aufhebung, se anula a s misma en la propia realizacin del NS-Staat. Heidegger no tiene objeciones en inmolar en el nuevo despertar alemn toda su analtica existencial in toto. Si originariamente Sein und Zeit estaba basado en el carcter privado del Dasein, de la existencia individual, en lo que Heidegger denomina en el concepto de Jemeinigkeit[17], en la cual el Dasein es Ser-en-cadacaso-mo, que en cada caso es insuperable y personal. Paradjicamente el totale Staat asume ahora la responsabilidad absoluta y el control poltico de la Einzelexistenz, cuando antes de 1933 seala Marcuse el Existencialismo haba postulado la Autorresponsabilidad inalienable (Selbstverantwortlichkeit) del Dasein. El Estado Total decide, en todas las dimensiones del Dasein, acerca de su existencia. Heidegger haba formulado como categora fundamental existencial, como Grundkategorie der Existenz, la

20Decisin (Entschlossenheit)[18], que cada individual tena que tomar por s mismo, pero ahora, dice Marcuse, el totalle Staat exige la obligacin total (totale Inpflichtnahme) sin admitir que se cuestione la verdad y la legitimidad de tal obligacin. La Grundverfassung de la Historicidad se va a basar en el Dasein y en un anlisis detallado de la Temporalidad (Zeitlichtkeit). La Temporalidad es condicin y posibilidad de la misma Historicidad, es el fundamento ontolgico original de la existencia del Dasein y de la Cura. La Temporalidad del Dasein desarrolla el contar el tiempo, y el tiempo de que se tiene experiencia en este contar es el inmediato aspecto fenomnico que reviste la Temporalidad y de l brota la comprensin cotidianamente vulgar del tiempo. Es entonces posible, dir Heidegger, que la exgesis (Interpretation) de la Historicidad del Dasein sea tan slo un anlisis superconcreto (konkretere Ausarbeitung) de la temporalidad, tal como lo esperaba Marcuse. Y la Temporalidad fue definida como el modo de existir propio en el Estado-de-resuelto (Entschlossenheit). Heidegger preguntar: hasta qu punto en el Decisionismo del Dasein existe un gestarse propio y nico del mismo Dasein? Es claro, aunque Marcuse no alcanza a verlo, que queda intencionadamente indeterminado en Heidegger con respecto a qu tiene lugar la indecisin, pues ello slo puede ser determinado por la misma Decisin, en tanto que consiste en un prever posibilidades fcticas. La Entscheidung es la llave maestra que encamina al Dasein hacia su posibilidad ms autntica, que es el aniquilamiento del Uno, el das Man del mundo liberal ( y eventualmente del mismo Comunismo). El totalle Staat, con la legalidad filosfica de la filosofa de Heidegger, puede ahora afirmar que ha superado la Libertad individual como postulado, seala Marcuse, ahora el Hombre es facultado para la Libertad por una Comunidad Racial-Popular (Volksgemeinschaft) conducida autoritariamente.[19] Ya en Sein und Zeit estara planteada una concepcin de la Libertad antiliberal (en realidad un proceso de reduccin ideolgico que Marcuse denomina Ent-Privatisierung/Ent-Innerlichung, es decir: des-privatizacin y desinteriorizacin de la matriz liberal), dentro de la cual el Dasein est vinculado a la Volksgemeinschaft, a la Comunidad Racial-Popular a priori, con unos presupuestos basados exclusivamente en las obligaciones milenarias y naturalistas de la Sangre y la Tierra. Si en un primer momento Heidegger filosficamente comenz como una gran polmica con el Racionalismo y el Idealismo occidentales, con la aparente meta de salvar sus ideas en la autntica concrecin histrica del Dasein. Era una mera tactique en temps que buscaba la lucha mortal contra la Razn, presentndose como una radikalen Verleugnung, una negacin radical del mismo origen de la Filosofa (del mismo Aristteles a Hegel). Sein und Zeit estaba construido sobre el sustrato de esta radikalen Verleugnung? Marcuse finaliza oponiendo Kant y Hegel a Heidegger: Kant haba vinculado el Hombre al Deber autnomo (selbstgegebene Pflicht), a la libre Autodeterminacin (freie Selbstbestimmung) en tanto nica Ley fundamental, ahora la analtica existencial de Heidegger la anula al ligar indisolublemente al Dasein autntico al Fhrer y a su absoluto e imprescriptible Movimiento.[20] Mientras que en el Anrede de su clase inaugural en la Universidad de Berln en 1818 Hegel crea que en la Vida es verdadero, grande y divino lo es por la Idea todo lo que conserva y da sentido a la Vida humana, lo que tiene valor y vale, es de naturaleza espiritual y este Reino del Espritu existe slo por la Conciencia de la Verdad y del Derecho, por la Comprensin de las Ideas.[21], Heidegger le contrapone una pseudosabidura prctica que va ms all de la Ilustracin y el Modernismo, superndolos en cuanto momento reaccionario: No permitan que ninguna proposicin doctrinal e ideas (lehrstze und Ideen) sean las reglas de vuestro Ser (Seins). El Fhrer Adolf Hitler es (ist) el presente y el futuro de la realidad alemana y su propia Ley (die heutige und knftige Wirklichkeit und ihr Gesetz). Aprendan a conocer cada vez ms profundamente lo siguiente: de ahora en adelante que cada cosa (Ding) exige Decisin (Entscheidung), y cada Accin (Tun) responsabilidad.[22] Sein und Zeit tendra un objetivo concreto como filosofa prctica in nuce: poder actuar sin contradecirse en la prctica ni con sus presupuestos, como un eficaz existenziellen Opportunismus, un oportunismo existencial, que pude trasladarse de un aparente Idealismo crtico al mundo poltico vlkische, a legitimar tanto a Nacionalsocialismo como al SS-Staat. Marcuse apesumbrado concluye que el ocaso de la

21Filosofa clsica alemana no se produjo con la muerte de Hegel, sino con la abdicacin de la analtica existencial de Sein und Zeit en 1933.[23]

Notas:

[1] Publicado en la revista oficial Zeitschrift fr Sozialforschung, III, p. 1, 1934, Paris, con el ttulo: Der Kampf gegen den Liberalismus in der deutschen Staatsauffassung. Ahora reproducido sin modificaciones en: Marcuse, Herbert; Kultur und Gesellschaft I., Suhrkamp, Frankfurt, pp. 17-55. En la re-edicin en alemn y en la espaola se edit con el ttulo cambiado, desapareciendo misteriosamente la palabra alemana: La lucha contra el Liberalismo en la concepcin totalitaria del Estado, en: Cultura y Sociedad, Ediciones Sur, Buenos Aires, 1978, pp. 16-44. [2] Vase el reportaje de Frederick A. Olafson a Marcuse donde relata las implicancias polticas de la filosofa de Heidegger y su propio derrotero intelectual: Heideggers Politics: An Interview, en: Graduate Faculty Philosophy Journal, 6, 1, 1977, pp. 2840. Ahora re-editado en: Marcuse, Herbert; Heideggerian Marxism, Nebraska University Press, Lincoln and London, 2005, pp. 165-175. Sobre la relacin Heidegger-Marcuse, vase el trabajo de Richard Wolin; Los hijos de Heidegger: Hannah Arendt, Karl. Lwit, Hans Jonas, y Herbert Marcuse, Ediciones Ctedra, Madrid, 2003, captulo 6, Herbert Marcuse: del Marxismo Occidental al Heideggerianismo de izquierdas, pp. 201-252. Marcuse escribi en la revista de Maximilian Beck, Philosophische Hefte, que ya haba criticado en su momento a Sein und Zeit. [3] I think it began in the early thirties. But we re-examined Heidegger thoroughly only after his association with Nazism had become known., en: Marcuse, Herbert; ibidem, p. 166. [4] A mediados de 1930 Heidegger se neg aceptar su trabajo de habilitacin sobre Hegel, Hegels Ontologie und die Theorie der Geschichtlichkeit, editado en 1932 y vuelto a re-editar en 198 por Klostermann de Frankfurt; en espaol: Ontologa de Hegel y Teora de la Historicidad; Ediciones Martnez Roca, Barcelona, 1968, traducido por el filsofo marxista Manuel Sacristn. Vase: Peter-Erwin Jansen, Marcuses Habiltationsverfahren: Eine Odyssee,, en: Jansen, Peter-Ewin (ed.); Befreiung Denken: Ein politischer Imperativ, Verlag 2000,Offenbach, 1990, pp. 14150. El bloqueo a Marcuse aparece en una carta de Husserl al rector de la Universidad de Frankfurt Kurt Riezler, descubierta por el historiador Rolf Wiggershaus, vase su libro The Frankfurt School: Its History, Theories, and Political Significance, Cambridge University Press, Cambridge, 1994, p. 104. No es extraa esta actitud de Heidegger, parece que era normal en l discriminar a sus alumnos o ayudantes de ideas progresistas: por ejemplo, consideraba a Karl Lwith marxista extremista ya en 1929, vase su testimonio en: Petzet, H. W.; Encounters and Dialogues with Martin Heidegger, University of Chicago Press, Chicago, 1993, p. 91; en espaol: Petzet, H. W.; Encuentros y dilogos con Martin Heidegger, 1929-1976, Katz Editores, Buenos Aires, 2007, p. 125, el traductor al espaol escribe un marxista de los ms rojos. [5] Dir Marcuse sobre su desilusin con Heidegger en 1933: Solamente mucho ms tarde pudimos reconstruir las afinidades entre su Filosofa y su Poltica; vase su artculo Enttuschung, en: Neske, Gnther, (ed.); Erinnerung an Martin Heidegger, Neske, Pfullingen, 1977, p. 162. [6] Traducimos el trmino Vlkisch como sinnimo de nacionalismo racial. El propio Marcuse sugera traducir el trmino por Popular-Racial. Sobre la evolucin lxica y etimolgica de la palabra en la historia alemana, vase: Faye, Jean-Pierre; Los lenguajes

22totalitarios, Taurus, Madrid, 1974, seccin III, captulo Vlkisch: los racistas, p. 302 y ss. Tambin vase la entrada Vlkisch en: Schmitz-Berning, Cornelia; Vokabular des Nationalsozialismus, De Gruyter, Berlin, 2000, p. 645 y ss. Cuando se le recrimine su uso pblico durante el III Reich, Heidegger dir inocentemente que se refera al uso que haca del trmino Vlkische el idealista Fichte! Vase su descargo increble en: Petzet, H. W.; Encuentros y dilogos con Martin Heidegger, 1929-1976, Katz Editores, Buenos Aires, 2007, p. 52. [7] Para un anlisis ms detallado del artculo de Marcuse y su contexto, vase: Snker, Heinz; Kritische Theorie und Analyse des Nationalsozialismus. Notate zu Herbert Marcuses Der Kampf gegen den Liberalismus in der deutschen Staatsauffassung, en: Heinz, M. / Gretic, G. (eds) Philosophie und Zeitgeist im Nationalsozialismus: Zur Sache des Denkens, Knigshausen & Neumann, Wrzburg, 2006, pp. 67-86. Marcuse enumera cuatro substratos (les llama wichtigsten Quellen) en el Ideologeme de la nueva derecha que cruzan transversalmente autores y obras: 1) Die Heroisierung des Menschen; 2) Die sogenannte Philosophie des Lebens.; 3) Ein irrationalistischen Naturalismus; 4) Den Holismus, die Lehre vom Vorrang des Ganzen. [8] Marcuse, Herbert; Kultur und Gesellschaft I., Der Kampf gegen den Liberalismus in der deutschen Staatsauffassung, Suhrkamp, Frankfurt, p. 27. [9] Der Existenzialismus, en: Marcuse, Herbert; ibidem, p. 59; edicin en espaol: p. 36. [10] Das Man, trmino clave en la filosofa poltica heideggeriana, puede traducirse como uno, ninguno, todos y ninguno, se. Fue introducido por primera vez por Heidegger en octubre de 1922 para especificar el sujeto pronominal de la mediocridad, de la mediana de lo pblico-liberal (no por casualidad Heidegger utiliza el concepto ilustrado de ffenlichkeit), y transformado en sustantivo justamente en el curso del Sommer Semester 1923, Ontologie. (Hermeneutik der Faktizitt), ahora en: Heidegger, Martin; Gesamtausgabe, GA 63, Klostermann, Frankfurt, 1995, p. 17 y 32; en espaol: Ontologa. Hermenetica de la facticidad, Alianza Editorial, Madrid, 1999. El traductor espaol utiliza uno y lo explica en una cita a pie de pgina, ya que lo ms correcto sera el se. Su aparicin se da en la configuracin del haber previo, en la mirada heideggeriana a la cotidianeidad liberal (la Alltglichkeit) y luego en el anlisis del concepto de Hombre dentro del mbito fctico. Ms adelante desarrollaremos un anlisis crtico del concepto. Dentro de la crptica jerga filosfica de Heidegger es muy comn el mecanismo retrico de convertir un pronombre en un sustantivo mediante la adicin de un artculo definido neutro y la capitalizacin de la letra inicial: das Nichts, La Nada; das Was, El Qu; das Wer, El Quin; etc. Vase la entrada the They, the One, en: Inwood, Michael; A Heidegger Dictionnary, Blacwell, Oxford, 1999, pp. 212214. [11] Textualmente: Eine totale Aktivierung, Konkretisierung und Politisierung aller Dimensionen des Daseins wird gefordert., en: Marcuse, Herbert; ibidem, p. 61. [12] Marcuse, Herbert; ibidem, p. 63. [13] Cita la Politica de Aristteles para oponerse al Dasein y su decisin vaca de para qu. Su cita es de Pol. 1253 a 14 f., que dice: el tener (el Hombre) l slo, el sentido del Bien y del Mal, de lo Justo y lo Injusto, etc., en: Aristteles, Poltica, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1989, p. 4. Ms adelante discutiremos la particular reconfiguracin de Aristteles en Sein und Zeit y su influencia en la filosofa prctica de Heidegger. [14] Marcuse, Herbert; ibidem, p. 64. Traduccin propia.

23[15] Marcuse cita una frase del discurso de asuncin al rectorado de Heidegger: Die Selbstbehauptung der deutschen Universitt, Korn Verlag, Breslau, 1933, pp. 13-14. En la edicin en espaol del discurso, el traductor Ramn Rodrguez escribe las fuerzas de su Raza y su Tierra, que es incorrecto; vase: Heidegger, Martn: La autoafirmacin de la Universidad alemana, Tecnos, Madrid, 1989, p. 13. [16] O sea un Caudillismo autoritario y su comunidad de seguidores, los Volksgenossen, los camaradas de raza; Marcuse, Herbert; ibidem, p. 67. No es otra cosa que el llamado Principio del Fhrer, Fhrerprinzip, que Heidegger aplicar de manera ejemplar y pionera en las diferente instituciones de la Universidad de Freiburg entre 1933 y 1934. El Fhrerprinzip era un elemento que jugaba un rol central y dinmico en el concepto nazi de comunidad popular (Volksgemeinschaft) y divisa distintiva de la gran mayora de los grupos de la nueva derecha durante la repblica de Weimar. Adolf Hitler especific su contenido capital y alcance institucional en el futuro estado racial precisamente en Mein Kampf, 29 Aufl., F. Eher, Mnchen, 1933, p. 637 y ss. Sobre la historia del concepto en Weimar y el III Reich, vase: Schmitz-Berning, Cornelia; Vokabular des Nationalsozialismus, De Gruyter, Berlin, 2000, p. 246 y ss.; sobre su evolucin y aplicacin radical entre 1933 y 1936: Bracher, K.D. /Sauer, W./Schulz, G.; Die nationalsozialistische Machtergreifung, Westdeutscher Verlag, Berln, 1960; sobre su uso en la dinmica racial-popular de movilizacin de las masas, vase el trabajo de Wiebe, Nils; Das Fhrerprinzip und die Mobilisierung der Massen (Hauptseminararbeit 2005), Grin Verlag, 2007, Kap. IV, p. 15 y ss. Podra rastrearse un nexo evolutivo entre el bermensch de Nietzsche (con su comunidad de seguidores y el lazo misterioso ldermasa) y el Fhrerprinzip, tal como lo hace el filsofo Alfred Beumler por ejemplo. [17] Marcuse utiliza el trmino clave que Heidegger usa por primera vez en Sein und Zeit y que reemplaza al antiguo Jeweiligkeit. Un concepto desarrollado en el trasfondo de su trabajo de exgesis, traduccin e interpretacin de la filosofa prctica de Aristteles sobre la intuicin phrontica, reflexin que aparece por primera vez liga al Da-Sein en el curso del Sommer Semester de 1923, Ontologie. (Hermeneutik der Faktizitt), ahora en: Heidegger, Martin; Gesamtausgabe, GA 63, Klostermann, Frankfurt, 1995; en espaol: Ontologa. Hermenetica de la facticidad, Alianza Editorial, Madrid, 1999. Jemeinigkeit es traducido por Jos Gaos como Lo-en-cada-caso-mo, vase: Heidegger, Martn; Ser y Tiempo, FCE, Mxico 1951. En la edicin en ingls se traduce generalmente como in-each-case-mineness, por ejemplo: Being and Time, Blackwell, Oxford, 2005, p. 68. Vase: Griffiths, David B.; The keywords of Martin Heidegger: a philosophicallexical analysis of Sein und Zeit, Edwin Mellen Press, New York, 2006, p. 69. [18] Entschlossenheit como idea de resolucin, resolver-algo, des-cerrajar algo clausurado, aparece por primera vez en Heidegger en 1922 relacionado con la habilidad de abrir algo clausurado o bloqueado (que es la etimologa en alemn de la palabra). Como sich-entschliessen, traduce Heidegger el concepto de la filosofa prctica de Aristteles (proairesis), tal como aparece tanto en tica a Eudemo (1228c) como en tica a Nicmaco (libro VII, 8) como en Politica y en la Retorica, se trata del curso del Sommer Semester 1924, ahora en : Heidegger, Martin; Gesamtausgabe, GA 18, Grundbegriffe der aristotelischen Philosophie, ed. M. Michalski, Klostermann, Frankfurt, 2002. Heidegger relaciona el Estado-de-Resuelto con la autenticacin de la Temporalidad no por medio de una Conciencia, sino del siendo-futuro de la propia Decisin, entendido se estado como un descubrimiento abierto a la disposicin de la angustia (Angst). Sobre la Entschlossenheit, el Estado-de-resuelto, vase en Sein und Zeit, captulo II, pargrafo 60. En Aristteles es la capacidad de eleccin y de decidir por el Bien. Sobre la polmica relacin de Heidegger con el concepto de proaireis de Aristteles, vase el artculo de Francisco J. Gonzalez, Beyond or Beneath Good and Evil? Heideggers Purification of Aristotles Ethics, pp. 127-156, especialmente p. 147 y ss., en: Hyland, Drew A./ Manoussakis, John Panteleimon, eds.; Heidegger and the Greeks. Interpretive Essays, Indiana University Press, Bloomington and Indianapolis,

242006. Sobre la Entschlossenheit en la herradura ideolgica del Nacionalsocialismo y el NS-Staat, vase la entrada Entschlossenheiten: Schmitz-Berning, Cornelia; Vokabular des Nationalsozialismus, De Gruyter, Berlin, 2000p. 208 y ss. [19] Marcuse, Herbert; ibidem, p. 70. Traduccin propia. [20] Textualmente: an den Fhrer und die ihm unbedingt verschriebene Bewegung; Marcuse, ibidem, p. 73, citando el discurso de Heidegger Hombres y Mujeres Alemanes, aparecido en el diario de las juventudes nacionalsocialistas Freiburger Stutentenzeitung, vom 10. November 1933. Hemos corregido la traduccin espaola. El texto original se reproduce en: Heidegger, Martin; Gesamtausgabe. GA 16. Reden und andere Zeugnisse eines Lebensweges, 1910-1976, Klostermann, Frankfurt, 2000, p. 189. La frase completa de Heidegger es: En escoger este futuro, el Pueblo no puede, sobre la base de consideraciones de las polticas as llamadas exteriores, votar S! (Ja!) sin incluir en este S! al propio Fhrer y a su absoluto e imprescriptible movimiento (den Fhrer und die ihm unbedingt verschriebene Bewegung) que ha empeado todo incondicionalmente en l. Esto quiere decir que no hay polticas separadas en domsticas y extranjeras. Slo hay una nica Voluntad en la Existencia en el Estado (einen Willen zum vollen Dasein des Staates). Hemos hecho una propuesta traduccin y estudio preliminar que puede consultarse on-line: http://fliegecojonera.blogspot.com/2008/10/heidegger-hitler-filosofa-y.html [21] La cita de Hegel de Marcuse es la siguiente: Was im Leben wahr, gro und gttlich ist, ist es durch die Idee... Alles was das menschliche Leben zusammenhlt, was Werth hat und gilt, ist geistiger Natur und dies Reich des Geistes existirt allein durch das Bewutseyn von Wahrheit und Recht, durch das Erfassen der Ideen., en: Hegel, G. W. F.; Anrede an seine Zuhrer bei Erffnung seiner Vorlesungen in Berlin 1818, en: Werke, VI, 2. Aufl., 1843, p. XL. [22] Discurso de Heidegger Estudiantes alemanes, aparecido en el diario de las juventudes nacionalsocialistas Freiburger Studentenzeitung, vom 3. November 1933. Hemos corregido la traduccin espaola. El texto original se reproduce en: Heidegger, Martin; Gesamtausgabe. GA 16. Reden und andere Zeugnisse eines Lebensweges, 19101976, Klostermann, Frankfurt, 2000, p. 184 y ss. Hemos hecho una propuesta traduccin y estudio preliminar que puede consultarse on-line: http://fliegecojonera.blogspot.com/2008/10/heidegger-hitler-filosofa-y.html [23] De manera sintomtica aparece otra vez al lado de Heidegger y su evolucin regresiva el jurista Carl Schmitt, del cual Marcuse cierra el razonamiento con un Diktumslogan suyo que dice: En este da (el 30 de enero de 1933, da del nombramiento como canciller de Adolf Hitler) por consiguiente podra decirse que ha muerto Hegel, en: Schmitt, Carl; Staat, Bewegung, Volk. Die Dreigliederung der