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Francisco Tárrega Eixea ___________________________________________ Diario y cartas

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Francisco Tárrega Eixea___________________________________________

Diario y cartas

Diario y cartas:Francisco Tárrega Eixea

Investigación, transcripción, textos, diseño:Torge Braemer, M.A. Imprenta:Books on Demand GmbH, Norderstedt

© Torge Braemer 2014

ISBN 9 783738 607314

Información bibliográfica

La Biblioteca Nacional Alemana registra esta publicación en la Bibliografia Nacional Alemana.

Los datos bibliográficos detallados están disponibles en internet a través de

http://dnb.d-nb.de .

ÍNDICE___________________________________________

Prólogo del editor.................................................. 6

Francisco Tárrega Eixea (*21.11.1852, † 15.12.1909)

Transcripción del diario (1881-1891)................... 26

Transcripción de las cartas (1881-1909)............... 36

___________________________________________

Índice de la literatura consultada y bibliografía..... 110

Documentos ......................................................... 111

Reproducciones.................................................... 113

PRÓLOGO___________________________________________

Este libro es la primera publicación que exclusivamente trata

el diario y las cartas de Francisco Tárrega Eixea (1852-1909).

Contiene la colección más completa de sus escritos perso-

nales: su diario personal, 60 cartas redactadas por él, una

carta de su hijo Francisco Tárrega Rizo, una carta del luthier

Juan de Torres Pujazón y una de Tomás Bretón, todas ellas

dirigidas a Tárrega.

Como fuentes históricas, tuve a mi alcance un facsímil de su

diario personal, conservado en el archivo de la ciudad de Vila-

real, y transcripciones y facsímiles de sus cartas que pude

encontrar en las publicaciones de los autores Emilio Pujol,

Adrián Rius, Onofre Flores Sacristán, Salustiano López Orba,

Antonio Pérez Llopis y Vicente Ripollés. Si tenía ante mí un

facsímil, lo transcribía, si disponía de una transcripción ya

hecha, la copiaba, pero no antes de compararlas con los

facsímiles, y si era necesario, corregía las pequeñas faltas

que encontraba. He mencionado las características espe-

ciales, como cambios de tinta, tachones o correcciones, en las

anotaciones a pie de página.

El diario y las cartas de Francisco Tárrega Eixea reflejan su

deseo de conseguir una vida burguesa siendo músico libre y

6

padre de familia al mismo tiempo. En este intento, novedoso

para las costumbres de su época, sufrió experiencias trau-

máticas que aguzaron sus emociones y estados de ánimo.

Intentaba compensarlas no solo con su música, sino también

a través de sus escritos. Su correspondencia muestra, tanto

momentos trágicos -en los cuales la pobreza y la muerte le

provocaron desamparo-, como momentos felices, en los que

gozó de la compañía de sus familiares, amigos y conocidos.

Manteniendo la correspondencia, principalmente consolidó la

red social de alumnos, guitarristas aficionados, otros músicos

y amigos. El apoyo que recibió de ellos, prójimos que prove-

nían de todas las clases sociales, tuvo mucha importancia

para asegurar el sustento de su familia, sobre todo en tiempos

de crisis. Por otra parte, la correspondencia fue, junto a las

reuniones y charlas, importante para llevar las riendas de sus

proyectos, tales como organizar conciertos y ocuparse de los

alumnos.

Por lo tanto, las cartas enviadas contienen comunicados

sobre acontecimientos personales del círculo de amigos y

familiares, agradecimientos y felicitaciones en días festivos,

manifestaciones de condolencia, relatos de sus viajes, notifi-

caciones de sus conciertos y otras cuestiones prácticas, como

gestiones para adquisición de instrumentos musicales y

accesorios, o simples pedidos más triviales, como la compra

7

de tabaco. También aparecen en sus cartas declaraciones de

sus convicciones humanistas y valores pedagógicos.

Por el contrario, en su diario, Tárrega se limitó a anotar acon-

tecimientos familiares íntimos. El día de su boda lo dedicó,

aún en blanco, a su mujer María y notificó el propósito de este

librito en la parte interior de la cubierta:

"Recuerdos y fechas memorables de mi vida íntima.

Guarden esta cartera como lo más preciado de mi

existencia pues en ella van consignados los

acontecimientos más transcendentales de mi vida.1"

El lenguaje de Tárrega en su diario convence a través de su

simplicidad y naturalidad. De esta manera, provoca al lector

una especial emoción. Bien es verdad que sus escritos no

contienen el brillo poético de los apuntes de otros músicos

como, por ejemplo, los del joven Franz Schubert, pionero

romántico del guitarrista Tárrega. Pero sí pueden transmitir al

lector hoy en día, justo por su forma corta y pertinente, la

suerte y lo trágico de su vida familiar.

Animado por la relación amorosa con María Josefa Rizo,

empiezan los apuntes con el anuncio del compromiso

matrimonial:

1 Diario, p. 1.

8

"Maria. Declan 6 febrero 1881.2"

Sin embargo, sólo dos años después, la joven familia está

afectada por la cercanía de la muerte de su primera hija

Josefa de los Angeles:

"Sólo nos resta la esperanza que Dios con su gran

misericordia y bondad, arranque de los brazos de la

muerte a nuestra inocente y amada hija. La tortura

porque pasamos es inmensa. ¡Piedad, Dios mìo!3"

Los apuntes terminan el 22 de diciembre de 1891 con el

testimonio sobre el entierro de Concepción, la última hija, al

que su padre no pudo asistir a tiempo a causa de un viaje de

conciertos:

"Mi buen hermano Vicente y nuestro querido amigo Rios,

presenciaron su enterramiento. - Llegué de Palma de

Mallorca a ésta, el día 25 a las 6 de la mañana.4"

El diario sólo podía ser un vano intento de superar las des-

gracias experimentadas. Tárrega disponía de pocos remedios

lingüísticos como escritor, así que dejaba en blanco algunas

páginas durante sus crisis emocionales y el tiempo de luto.

2 Diario, p. 2.3 Diario, p. 9.4 Diario, p. 20.

9

Subrayaba así su desorientación frente al triste destino.

Parece que este desmayo literario daba alas a sus

capacidades como compositor, de manera que sería posible

descubrir acontecimientos relatados y no relatados en su

música.

La forma de expresarse en sus cartas, aquí presentes,

contiene frases hechas y también construcciones poéticas

propias, en las cuales lucen tenuemente el sufrimiento y la

alegría de la nueva objetividad y del romanticismo tardío, al

estilo de su época.

Cambios de estados de ánimo, el "arriba y abajo" eterno en la

vida de Tárrega, con golpes del destino y momentos de

felicidad, se encuentran reflejados en sus textos. Una y otra

vez, las defunciones enturbiaban su ánimo. Así, el día 3 de

septiembre de 1906 relató muy afectado al padre de su

alumna Josefina Robledo la muerte prematura de su alumno

Olegario:

"Conmino a Vds. el fallecimiento de Olegario, cosa que

me entrista sumamente, pues murió estando yo presente

en Novelda. ¡Pobre discipulito mio, parece que solo

esperaba que yo fuera, para consumar el póstumo

viaje!5"

5 Carta del 3 de setiembre de 1906.

10

En especial, la muerte de su amigo Miguel Armengot afectó a

Tárrega y fomentó su creencia en conexiones entre las almas,

entre lo vivo y lo difunto:

"Su desaparición, la lamentaré mientras viva. Su

existencia estaba tan unida a la mia, que su muerte a

herido mi vida. Crea V. buen amigo, que no me

consolaré jamas de perdida tan sensible. Le queria con

toda mi alma, más de cuanto se pueda suponer.6"

Durante su viaje por Italia, tres años antes, Tárrega quedó

fascinado por la antigua ciudad Pompeya. El aspecto de la

vida adormecida que descansaba en las ruinas, bajo la ceniza

del monte Vesubio, despertaron en Tárrega pensamientos

sobre los Campos Elíseos, que ofrecían esperanza de

inmortalidad:

"Piedras históricas como despojos de una ciudad que

sucumbió en la plenitud de su apogeo bajo la lava del

Vesubio, y que fosilizaba en su vasto sepulcro, con las

órbitas abiertas a la luz, durmiera su sueño eterno.7"

Cuando Tárrega expresaba en sus cartas emociones de

felicidad, casi siempre se refería a idilios rurales o urbanos o a

niños jugando, que vio durante su viaje por Italia y de quienes

6 Carta del 27 de diciembre de 1903.7 Carta del 31 de marzo de 1903.

11

contaba a su mujer María:

"[…] su vida agitada entre avenidas, calles y callejas,

recuerda nuestras viejas ciudades españolas con sus

chiquillos despreocupados y vivarachos que gritan,

juegan y se alborozan entre el barullo de la multitud.8"

Sobre todo cuando echaba de menos momentos felices como

estos, Tárrega se resignó por la muerte de sus propias hijas:

"Quedamos sumidos en el mayor desconsuelo,

resignandonos á tan cruel martírio.9"

Obviamente intentaba compensar el sufrimiento experimen-

tado con la alegría que sentía al ver a otros niños y, en

especial, al dedicarse a su alumna de guitarra Josefina

Robledo, que por casualidad llevaba el mismo nombre que su

hija difunta. Ella y su padre, José Robledo, mantenían

correspondencia cálida con Tárrega y en total tenemos

constancia de 21 cartas con expresiones cariñosas:

"Tu inocencia y aplicación endulzaron mi estancia en

Valencia.10"

Tárrega creía en una vida eterna y esperaba un reencuentro

8 Carta del 27 de marzo de 1903.9 Diario, p. 11.10 Carta del 27 de marzo de 1905.

12

con sus hijas después de la muerte:

"¡Adios hijita de nuestra vida, hasta luego!11”

Probablemente, Tárrega también sintió el fin de la existencia

en los peores momentos de su enfermedad. Pero a diferencia

de sus apuntes sobre la pérdida de sus hijas y cercanos, en

ninguna frase lamentó de una manera egocéntrica la pérdida

de su propia vida.

Él mismo parecía encontrar su paz interior unido a su guitarra

de una manera simbiótica. Ella dejó de ser un instrumento

musical sencillo, porque la humanizó y, a cambio le animaba

en momentos difíciles. Cuando a causa de su enfermedad

Tárrega no podía ejercer su profesión de músico, le parecía

que su guitarra sería un ser ofendido, que echaba de menos a

su intérprete:

"Mi pobre guitarra llora la ausencia del que ayer la tañia

[...] .12"

Ciudades hundidas, amigos difuntos y niños jugando - Tárrega

(y su guitarra) trataron íntimamente con el transcurso de la

vida humana, encantados con la experiencia del nacimiento y

frustrados por el fin previsible. Fueron experiencias que

11 Diario, p. 19.12 Carta del 7 de marzo de 1907.

13

inspiraron su arte, como si hubieran encontrado en las almas

de los hombres una forma de salir de la finitud:

"[...] nunca se borrarán de mi corazón los mejores días

de mi vida y mis primeros alientos artísticos, que ahi

nacieron, y con ellos, afectos que vivirán siempre en mi

alma.13"

Esta búsqueda de la eternidad, provocada por emociones de

miedo y felicidad, se manifestaba no solo en su corres-

pondencia, sino también en su manera de tocar la guitarra.

Emilio Pujol habla de su "busca de mejor materia con que

depurar su arte14".

Así, Tárrega tocaba en sus años de aprendiz y en su madurez

con las uñas. Su alumno Pujol diferencia:

“El sonido de la uña hiere el oído como si cada nota

fuese una pequeña flecha diminuta y afiliada (sic) que

fuese clavándose al borde de nuestra sensibilidad. Es

algo cónico, punzante y gangoso, heredado de la

nervosidad del laúd, el monocordio y la espineta; que

huele a incienso y sabe a romance antiguo; evoca

retablos góticos y estilizaciones primitivas, y es como

una plasmación vibrante de la ideología poética de

13 Carta de diciembre de 1902.14 Pujol, p. 7.

14

trovadores y plebeyos.”15”

Al final de su vida, en sus años de maestría, decidió tocar sólo

con las yemas de los dedos. Pujol reconoció este progreso en

su arte:

"El sonido de la cuerda pulsada con la yema es de una

nobleza absoluta que penetra hasta lo más recóndito de

nuestra sensibilidad emotiva como penetran en el

espacio el aire y la luz, sin herirlo. Las notas son

inmateriales como serían las de una arpa idealmente

humanizada y confidente. Tiene en su proporción de

intimidad algo de la robustez romántica y del equilibrio

griego. Evoca la gravedad del órgano y la expresividad

del violoncelo. Deja ser la guitarra femenina para tomar

acentos de virilidad adolescente y grave. Es en fin, la

transmisión sin impurezas, de las vibraciones más

profundas de nuestra sensibilidad.16"

Siguiendo estos argumentos, el logro artístico más grande de

Tárrega parece ser la terapia del dolor producido por las

muertes, como si quisiera -con su búsqueda de la pureza en

el sonido- perpetuar las almas de los difuntos en sus

composiciones. La música de Tárrega agarra los sentidos de

la audiencia y se comunica de una manera profundamente

15 Pujol, p. 12.16 Pujol, p. 12.

15

emocional no visible. Así comentó Francisco Armengot17 la

melancolía de algunas de sus obras:

"[...] sus preludios son motivos de honda tristeza,

acentos de desesperación, ecos de dolores que llegan al

alma.18"

En 1915 el hijo de Tárrega subrayó que su manera de tocar la

guitarra en los últimos años era cada vez más inmaterial:

"Viejo por los achaques y no por los años, y atacado de

una semiparálisis, supo dominar de tal modo la

enfermedad, que cuando todos creiamos que

abandonaría por lo menos momentáneamente la guitarra

por imposibilidad física, es precisamente cuando el

dominio de ella llegó a su más alto grado de perfección.

Y es que entonces ya no tocaba con las manos, tocaba

con el alma.19"

Las tres cartas escritas entre padre e hijo se encuentran entre

las más conmovedoras. El 24 de febrero de 1893, Paquito

estaba junto con Marieta, su hermana un año menor, su

madre María y su tío Vicente, en su respetable apartamento

de clase media en Barcelona, y escribió bajo la supervisión de

17 Parece que Francisco Armengot es un pariente cercano del difunto Miguel Armengot.18 Doñate, p. 15.19 Doñate, p. 35-36.

16

su madre una carta a su padre. Lo curioso es la coincidencia

de esta carta con dos eventos importantes: el cumpleaños de

Paquito, que se aproximaba el 15 de mayo de 1893, y el

décimo aniversario de la muerte de la primera hija, María

Josefa, que murió el 9 de febrero de 1883. Por lo tanto, la

carta escrita con letra infantil trata dos temas turbadores: el

recuerdo de la madre de la muerte de su primera hija y la

nostalgia del hijo hacia su padre.

Ludwig van Beethoven, de cuyas composiciones Tárrega hizo

varios arreglos para guitarra, gozaba de una economía

saludable y triunfó ante las autoridades públicas de Viena con

su categoría social. Una carta suya del año 1819, dirigida al

magistrado de Viena, nos recuerda sus esfuerzos legales para

poder atender la educación de su sobrino Carl. Al contrario, en

el epistolario de Tárrega no hay cartas formales. Ni tenía

muchos recursos económicos, ni las instituciones del sistema

legal jugaron un papel relevante en ningún momento de su

vida. Su familia tuvo que conformarse con lo esencial y todos

los problemas surgidos se resolvieron de forma individual en

su propio círculo de conocidos o amigos. Por eso, el estudio

de sus principios pedagógicos sólo es posible a partir de sus

cartas personales. A finales de marzo de 1904, dirigió una

carta reprobatoria a su hijo, que contaba con casi veinte años

de edad. Paquito estaba enamorado y quería abandonar su

formación en "La Maquinista", una fábrica donde se

17

construían máquinas de vapor. Sin embargo, su padre trató de

hacerle razonar con palabras inquietantes. Quería que

Paquito pensara primero en sus cualificaciones profesionales:

"Por ésto, querido hijo, aunque yo destroce tu corazón

con mi oposición a los deseos de esa fiera llamada amor,

lanzo mi alerta al ser querido para que la refrene y

ahuyente como espectro de desgracia para tí en las

actuales circunstancias tuyas, que necesitas de todas

tus energías para llegar donde el deber te llama, y ser

honra de tus Padres, anhelo y aspiración única de su

vida.20"

Esta carta es un llamado del padre a la razón y a la

autodisciplina, probablemente provocado por el temor a

situaciones financieras precarias, que a menudo habían traído

problemas a la familia. Tárrega pretendía proteger a su hijo de

dificultades por las que él había pasado, sobre todo en su

juventud. Sus metáforas reflejan el deseo de seguridad

material, que en ese momento para el padre, es mucho más

importante que una educación artística de su hijo o incluso la

dedicación a un sentimiento de amor prematuro.

Alrededor de un año antes de su muerte, Tárrega envió a su

hijo otra carta desde Castellón, poco después de haber

20 Carta del 25 de marzo de 1904.

18

abandonado precipitadamente su casa en Barcelona, sin

haberse despedido de su familia. Parece como si Tárrega

quisiera "tomar aire", no solo con la salida precipitada de su

casa, sino también con esas líneas. Se quejó de Paquito,

porque todavía no había terminado sus estudios y también de

toda la familia, que, en su opinión, sólo tenía ojos para las

cosas sin importancia:

"Todos os fijáis en detalles sin importancia y nunca

penetráis en los actos verdaderos de mi cariño hacia

vosotros.21"

Además de su papel como moralista, esta carta subraya

también el alcance geográfico del músico. Desde los diez

años hasta poco antes de su muerte, y más recientemente en

el traslado de sus restos, balanceaba como un funambulista

de manera constante entre Barcelona y Castellón, hacia abajo

en la costa del Mediterráneo, y vuelta. Pero incluso en esta

carta, Tárrega reafirmaba su amor por su familia, del mismo

modo que en las cartas que envió en marzo de 1903 desde

Italia a su esposa María. Tárrega viajó con sus amigos

Francisco Corell, Manuel Gil y el Dr. Lecki a Génova, Milán,

Florencia, Nápoles y Roma, visitando lugares de interés

turístico y dando conciertos. Pujol transcribió parcialmente dos

de esas cartas, documentos muy personales que también se

21 Carta del 22 de octubre de 1908.

19

distinguen lingüísticamente de las otras cartas. Tárrega

pretendía que María participara de las experiencias de este

viaje con descripciones detalladas de paisajes:

"Serpenteando entre el mar y la montaña, el tren vá

cruzando prados virgilianos que son como alfombras de

un lecho bucólico, mullido de paz, amor y poesía.22”

Un viaje en común, vacaciones familiares o incluso un álbum

de fotos, habrían sido una utopía.

_____________________

Algunas cartas, todavía no localizadas, provocan una

curiosidad especial. Incluida una, escrita por los tutores del

joven Francisco Tárrega en el año 1862, en Barcelona.

Estaban desesperados e informaron a sus padres de que su

hijo ya no se encontraba en la casa de sus anfitriones, sino

que había escapado después de una discusión, y que seguía

desaparecido ya varios días, a solas en las calles de

Barcelona.23

Otra interesante carta de alrededor de 1870, no conservada

en ningún archivo, entre Tárrega y su patrón Señor Canessa,

nos podría dar información detallada sobre un importante

22 Las transcripciones de las cartas a su mujer María no tienen encabezado ni pie de carta. En: Pujol, p. 169 y Rius, p. 124.23 Rius, p. 19.

20

apoyo financiero para su carrera musical.

En 1882, Tárrega recibió una carta del doctor Miguel

Armengot, con una invitación para viajar a Madrid. Tárrega y

su esposa embarazada decidieron trasladarse allí, convenci-

dos de que la atención médica que su amigo podría

proporcionar al niño que esperaban sería mejor.24 Pero esta

carta tampoco está localizada.

En cuanto a la planificación de sus conciertos, deberían existir

más cartas interesantes, como la del director de orquesta,

Señor Goula, con una invitación a San Petersburgo en el año

1870, que Tárrega ignoró:

"Puedes venir. Todo está a punto. Se te espera con los

brazos abiertos.25"

En 1881, Tárrega permaneció en Londres durante una gira de

conciertos y se reunió con la guitarrista Mistress Pratten, una

estudiante con ascendencia alemana que había fundado un

dúo de guitarra con el virtuoso Julio Regondi. En ese

momento, se pidió a Tárrega dar conciertos en Nueva York,

pero antes de que comenzara el largo viaje, explicó a María

esta nueva situación:

24 Rius, p. 53.25 Pujol, p. 104.

21

"[...] el maestro escribió una carta a su novia poniéndola

al corriente de sus planes.26"

María respondió triste, porque su novio iba a estar más tiempo

de lo esperado fuera de casa. Parece que Tárrega canceló la

invitación por esta razón. Por desgracia esta carta tampoco se

encuentra en ningún archivo. Aún en el mismo viaje, Tárrega

envió a María un brazalete de oro, anunciando con una nota,

desaparecida, su regreso:

"[...] hasta entonces, dueña de una joya.27"

Pujol menciona en su biografía una carta que Tárrega escribió

en 1901 a Bretón, disculpándose por su imprudencia al

dedicarle la obra "Capricho Árabe". Pero, lamentablemente

esta tampoco se encontró y su texto literal sólo se puede

suponer.28

El 30 de abril de 1903, Tárrega pidió a su amigo y alumno,

Daniel Fortea, que entregara una carta a Doña Pepita con un

mensaje:

"Le adjunto una carta para D.ª Pepita recomendandole la

reserva.29"

26 Rius, p. 47.27 Rius, p. 46.28 Pujol, p. 145.29 Carta del 30 de abril de 1903.

22

Esta, escrita en su viaje por Italia, desgraciadamente también

falta.

Algunos días antes, en marzo de 1903, María recibió una

carta con algunas postales, que tampoco están archivadas.30

En la biografía escrita por Adrián Rius, aparece una carta que

José Ramírez31 envió en diciembre de 1902 a Tárrega. Por

desgracia no aparece en las fuentes consultadas. Claro que

un análisis de la carta completa sería muy productivo.

El 15 de agosto de 1904, Tárrega mencionó en una carta a su

amigo Fortea otra carta que había recibido de un tal Sr. Sabat:

"Sabat me escribió dandome explicaciones de lo que

ocurrió en la localidad Orfeon [...].32"

Con esta carta la disputa del "Orfeón" se podría comprender

mejor.

Llama la atención el hecho de que no había correspondencia

evidente con Isaac Albéniz, así que da la impresión que la

amistad entre ellos, a menudo mencionada, probablemente

está exagerada.33

30 Rius, p. 125.31 Rius, p. 106.32 Carta del 15 de agosto de 1904.33 Rius, p. 56.

23

_____________________

Los textos de las cartas y del diario son transcripciones

literales.

Torge Braemer

24

Diario de Tárrega

25

Transcripción del diario (1881 – 1891)

-1-Recuerdos y fechas memorables de mi vida intima. Guarden esta car=tera como lo mas preciado de mi existencia pues en ella van consignados losacontecimientos mas transcendentales de mi vida.___________________

-2-

Maria. Declan 6 febrero 1881.Día F. 11 - febrode 1881 - !María!Dia 27 febreroGalán de Noche.

D. de J. Da34

1. de Marzo 81.Procesion2. de Marzo

partida Despa

_____________________

34 Posibles significados de las abreviaturas son: "F." para "Felicidad", "D." para "Día", "J." para "Juramento" y "Dª" para "Declaración" o "Doña".

26

-3-Dia de infble dichame dió un lirio.Es un àngel.Dia de San Joséinmensa tristezaRecuerdo para la vida de mi vida:una sortija.16 Mayo. Angus-tia horrible!Pobre de mí¡Me siento morir._____________________

-4-Contraimos esponsales el dia29- de Nobre de 1881 a las 11 y ½ de la mañanasintomas de Embarazo 5 de Abril 82Noche inenarrable [memorable]35 del 29 ymaña-na del 30 de Dibrede 1881. Novelda y Valencia._____________________

35 La palabra "memorable" esta escrita por encima de la palabra "inenarrable".

27

-5-Partida de Cas-tellon 7 de Octubre de 1882para Madrid.Empezaron los dolores de partoá la 1 ½ madrugada del 31 Octubre, naciendo por la tarde, a la una, una niña preciosa. Asistióla en este solemne trance mi inolvi_____________________

-6-

dable amigo y Distinguido Médico D. Miguel Armengot.36

_____________________

36 En el encabezado de página 6, borrado, tachado e ilegible: "[…] A favor de D. Juan Barba – Alicante"

28