Geografía Humanistica

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La geografía humanística José ESTÉBANEZ ALVAREZ 1. Introducción En este articulo me propongo analizar de un modo crítico la corriente geográfica humanística, tomando como base las obras de ¡os autores más representativos de este enfoque, y de un modo especial, la aportación de los fenomenólogos existenciales y la de los idealistas. En los últimos veinte años, en qna disciplina pacífica y tranquila, con- formista con sus objetivos y métodos se está produciendo un debate conti- nuo sobre el papel de la geografía en el campo de la ciencia, la pertinen- cia de sus métodos y la contribución de sus resultados. En general, y hasta finales de 1950, la geografía se desarrollaba de forma aislada, sin mucha preocupación por la fundamentación filosófica, ni tan siquiera por la evo- lución de otras ciencias sociales. Se desarrollaba de forma autónoma con unos fines académicos y unos supuestos de conocimiento objetivo y asép- tico así como con una preocupación por formar profesores y porque la geo- grafía estuviese lo mejor representada posible en las enseñanzas medias y universitaria. En la década de los 50 y con la «revolución cuantitativa» se pone en tela de juicio la ortodoxia vigente, que en nada había va- riado de Hettner (1927) a Hartshorne (1959) y cuyo fundamento y justifi- cación filosófica se inspiraba en el dualismo de las ciencias introducido por Kant. Es en Estados Unidos en donde bajo la influencia del positivis- mo lógico, la demanda social que exigía «domesticar» el crecimiento eco- nómico buscando afanosamente unas supuestas leyes de organización del espacio, y el deseo de la comunidad de geógrafos de dar a su disciplina y al quehacer investigador un rango científico, en donde comienza la «revo- lución cuantitativa» difundiéndose luego a Suecia, Gran Bretaña, países Anales de Geografía de la Univ. Complutense, Ni’ 2. Ed. Univ. Complutense, l982.

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La geografía humanística

José ESTÉBANEZ ALVAREZ

1. Introducción

En estearticulo me propongoanalizar de un modocrítico la corrientegeográficahumanística,tomandocomo baselas obrasde ¡os autoresmásrepresentativosde esteenfoque,y de un modo especial,la aportacióndelos fenomenólogosexistencialesy la de los idealistas.

En los últimos veinte años,en qnadisciplinapacíficay tranquila, con-formista con susobjetivosy métodosse estáproduciendoun debateconti-nuo sobreel papel de la geografíaen el campode la ciencia, la pertinen-cia de susmétodosy la contribuciónde susresultados.En general,y hastafinales de 1950, la geografíase desarrollabade forma aislada,sin muchapreocupaciónpor la fundamentaciónfilosófica, ni tan siquierapor la evo-lución de otras cienciassociales.Se desarrollabade forma autónomaconunos fines académicosy unos supuestosde conocimientoobjetivo y asép-tico así como con unapreocupaciónpor formar profesoresy porquela geo-grafía estuvieselo mejor representadaposible en las enseñanzasmediasy universitaria. En la décadade los 50 y con la «revolucióncuantitativa»se pone en tela de juicio la ortodoxia vigente, que en nada había va-riado de Hettner (1927) a Hartshorne(1959) y cuyo fundamentoy justifi-cación filosófica se inspiraba en el dualismo de las cienciasintroducido

por Kant. Es en EstadosUnidos en donde bajo la influencia del positivis-mo lógico, la demandasocial que exigía «domesticar»el crecimientoeco-nómico buscandoafanosamenteunas supuestasleyes de organizacióndelespacio,y el deseode la comunidadde geógrafosde dar a su disciplina yal quehacerinvestigadorun rango científico, en dondecomienzala «revo-lución cuantitativa»difundiéndoseluego a Suecia, Gran Bretaña, países

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socialistaseuropeosy ya en la décadade los 70 a Franciay paisesmedi-terráneos.El enfoquecuantitativo se generalizó,pero nuncaarrasóal en-foque regional, ni tan siquieraen EstadosUnidos en dondeHartshorneySauertuvieron numerosospartidarios,sin olvidar el casofrancésen dondesólo afectóde un modominoritario y muy tardiamente.

Desdeentoncesquedóabiertoel debate,si bien en la décadade los 60,el empuje de la «nuevageografía»parecíahaber calmadolos ánimos ypresentíala aparición de un paradigmaen el sentido de Kuhn (1971). Sinembargo,a finales de los 60 se levantanvocesen contrade la «dictadura

absolutista»del positivismológico y seabrede nuevo un debatemás vivo yvariadoque el que tuvo lugar con el advenimientode la geografíacuanti-tativa. El «relevancydebate»dio origen a un nuevo planteamiento,a unexamende concienciaque fuese «más allá de los exponenciales»y de losrefinamientosmetodológicosy técnicos,ocasionandouna postura de crí-tica radical a los supuestos,objetivos y resultadosde los geógrafoscuanti-tativos.

A partir del movimientoradical se fueron clarificando posturasy alter-nativasmuy heterogéneas,desdeun positivismo humanistareformista quepostulabasolamenteun cambio de temática (Smith, Morilí), hastaposi-cionesidealistascomo las de Guelke,o fenomenológicasrepresentadasporlos trabajosde Vi Fu Tuan o A. Buttimer, incluyendo tambiénla corrien-te anarco-marxistaque ocupó un puesto hegemónicoen las filas de lageografíaradical (Peet, 1981, 1977, 1978; Hurst, 1979, Capel, 1981; Gar-

cía Ramón,1977 y Frutos, 1980).Por consiguiente,en la geografíaque habíasido conformistay perezo-

sa durantemuchosaños,aparece,en épocarecienteuna «explosiónepistemológica» en donde se manifiestan muchasalternativas a la geografíacuantitativa, produciendouna aparienciade caosen la disciplina y una

cierta anemiaen la investigaciónempírica, lo que haceconcluir aJohns-ton (1979), ante el actual panorama,que hay un excesivonúmerode ge:ografosquepredicany pocosquetrabajan.

Entre tanto, ¿queocurrió en la geografíaespañola?Smith (1979> afir-ma que la geografíacuantitativa en Estados Unidos llegó a la planifica-ción y a la ordenacióndel territorio un poco tardiamente,puestoque la«nuevageografía»apareciócuandoya se le habíaasignadola función deplanificación y ordenacióndel territorio a otrascienciassociales,y comen-zabaa apareceruna actitud crítica al enfoquepositivista introducido enlas cienciassociales.En Españael desarrollode la geografíauniversitariafue tardío y seha concebidocomo auxiliar de la historia. Recuérdeseque,salvo en la Universidadde Zaragozaen dondefuncionó una SeccióndeGeografíadesde1957,en las restantesUniversidadeshasta1970, los licen-

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ciadosen geografíae historia, sólo cursabancuatromateriasde caráctergeográfico(dos geografíasgenerales,geografíadescriptiva y geografíadeEspaña)de un total de 25-30 asignaturas.

En la década«desarrollista»de los años 60 en la que se originó una

fuerte expansiónde la enseñanzamedia y universitaria,la geografíatuvocomo objetivo esencialformar profesoresde enseñanzamedia y universita-ria, perdiendo, además,la presenciade la geografíaen la Facultad de

CienciasEconómicasen donde la GeografíaEconómicafue cambiadadenombrey pasóa llamarseEstructuraEconómica.

Por otra parte, por razonesde proximidad y de lengua, la geografíaespañolasiguió muy de cerca la francesa,En estascircunstancias,parececlaro, que los geógrafos,salvo casosexcepcionales,no tuviesenningún pa-pel en los Planesdel Desarrollo, ya que al carecer de formación básica(técnicasde análisis espacialy estadística)no podíamoscumplir el papelde redactarinformes y estudiosquesirviesenparajustificar intenciones«apriori» o bien consagrar«hechosconsumados»,recurriendo para ello a«consultings»privados, compuestosen su mayoría por economistas,ar-quitecteae ingenieros.

Estascircunstanciasexplicanque la Geografíaquedaserelegadaa una

disciplina académica,con escasosrecursosy consagradaexclusivamenteaformar profesoresdegeografía.Así seexplica que las aportacionesde geó-grafos cuantitativos sajonessean más utilizadas por economistasy ar-quitectosque por los propios geógrafos.Por lo tanto, la geografíaespaño-la no participé propiamenteen el debatecuantitativo,puestoqueesteen-foque es casi inédito y cuandocomienzana agitarsetenuementelas aguasde la comunidadde geógrafoses a propósito del conceptode región en1979, debate que se inició de forma sistemáticae institucional en lageografíaamericanaen 1950 (James,1954).

En el seno institucional se ignoranlas nuevastendencias,o bien se in-ventan«fantasmasa la medida»paradestruirlos;e inclusopareceapreciar-se una cierta complacencia ante los nuevos enfoques (idealismo,fenomenología),puestoque propugnanaparentementeunavuelta a Vidalde la Blache y un rechazototal al positivismo lógico en geografía.Sin em-bargo, yo quierosubrayarque estaspropuestasson el fruto de una refle-xión crítica de varios deceniosy no de un inmovilismo o de una afirma-ción dogmáticade adscripcióna un enfoquepor considerarlo«ortodoxo»,el único válido. Estas posturas son abiertas, no excluyentesy nuncapuedenpor tanto avalar posicionesirreflexivas de aquellosgeógrafosquese juzgan sabedoresde la verdad y representantesde la «auténtica»

geografía cuando no de la geografía misma. Afortunadamente,somosmuchosya los que creemosque es mucholo que puedeaprendersede los

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diferentesenfoquesconsolidadoso en embrión,ya que amplían la temáti-

ca geográfica,abren caminosde importanciainsospechada,hacende lageografíauna ciencia abiertaa otras cienciassocialesy, en definitiva, ca-be pensar que este camino ayudaráa resolver los problemashumanosmucho más que consagrandode un modo exclusivo y ciegamente,el em-pirismo irreflexivo, dogmáticoy excluyente.Por tanto, estosenfoquesnoavalan«suscertezasy seguridades».

Asimismo, existe una corriente cada vez más generalizadaentre losalumnosy «jóvenesgeógrafos»manifestadoen casi todos los «Encuentrosde Geografía»quesussalidasprofesionalesse ven limitadas por sufalta depreparaciónen «ingenieríaespacial»:pensamosen cambio que ésta no esla causaesencial,sin que ello quieradecir que no seaprecisocambiar losplanesde estudio, para lograr un mayor grado de aprendizaje(destrezas,técnicasy sobre todo valoración crítica) que de información. La causaesenciales que la geografíallegó tarde a la ordenacióndel territorio y losmonopolizadoresde la «organizacióndel espacio»!(ingenieros,economis-tas y arquitectos)no nos abrirán gentilmentepaso en sus filas, Los pro-ductosque elaboraronestas«técnicasdel espacio»no sondifíciles de emu-lar por el geógrafo, y el problemano es de capacitaciónsolamente.Ade-más ¿secreesinceramenteque la organizacióndel espacioy su problemá-tica se resuelvesólo administrandorecetasespacialesaunqueseangeógra-fos los que las expidan? En este contexto y hechasestasaclaracionesy

juicios de valor, presentamosuna corrientede pensamientogeográficonomuy conocida en nuestro país, (García Ballesteros, 1981), denominada

«geografíahumanística»,apoyándonosen las obrasmásimportantesde losautoresrepresentativosde estacorriente. Porúltimo, haremosunavalora-ción crítica de esteenfoquedesdeposicionesmuy dispares.

2. La Geografíahumanística

El enfoquepositivista lógico en el que se apoya la «nuevageografía»sufrió tambiénunarespuestacrítica por partede la llamadageografíahu-manísticaqueal tiempoquecuestionabala validezdel enfoquecuantitativoproponíauna nuevaalternativa,másacorde,segúnsuspartidarios,con elcarácterde cienciasocial de la Geografía.La geografíahumanísticaha deversecomo una crítica y una alternativaa lo queseconsideróla «dictadu-ra intelectual del enfoque cuantitativo en Geografía» (A. L. Sanguin,1981, p. 561).

Estemovimientogeográficose insertaen un contextomás amplio, queafectaa todas las cienciassociales,puestoque con la destrucciónagresiva

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de la técnicade los valoreshumanosseempezóa poneren duda el carác-ter ideal, objetivo y exento de juicios de valor que el positivismo lógicoatribuía a todas las cienciassociales,y secomienzaa subrayary a buscarla función social que se asignaa cadaciencia en particular, función que

afectaa métodosy resultados.Y así en el campode la geografíase des-cubrió quesufunción era proporcionartecnologíasde diseño y control so-cial cuandose investigabaen la planificación urbana,rural, teoría de lalocalización,etc. (N. Smith, 1979, p. 358).

Las ciencias se considerancomo sistemascargadosde valores y seintroducen actitudes humanistas procedentesde campos ajenos a laGeografía<cristianos,socialistas,existencialistasy marxistas), proclaman-do la riquezade la existenciahumanapor encimade los métodosde aná-lisis de la ciencia positivista. Al mismo tiempo se subrayóel carácteruni-dimensionalde las abstraccionesracionalistasconcernientesa la naturale-za del hombre, unidiniensionalidadpresenteen la teoría y en la prácticalo que hacecumplir la trágicaprofecíade Marcuse: «la racionalidadtec-nológica se convirtió en racionalidad política.» (D. Ley y M. Samucís,1978, p. 2).

La protestasedirigió contra la sociedadtecnológicay contrael carác-ter dogmático y dictatorial de la ciencia positivista que proporcionaunavisión restrictivadel hombre por dejar fuera de su estudio aspectostalescomo sentimientos,pensamientos,intuiciones,etc. En este sentido como

recuerdaTuan (1976, p. 266) el mensajedel humanismohistórico, desdeErasmo(1466-1536)hastaJulián Huxley (1887-1975)nos permite tratar ydefinir al hombrecon una visión más amplia de lo quees, y del mododeactuaruna persona.El humanismoa lo largo de la historia tuvo siempreuna actitud revolucionariarespectoa las visionesdominantesdel hombre.En todo momentoseesfuerzapor introducir en el estudiotodolo referentea la condición humana,y así como el Renacimientoamplió los estrechosmárgenesde la escolásticamedieval, el humanismodel siglo xx «buscalucharcontra las estrechaslimitacionesdel positivismológico de la cienciae incluir cuestionesreferentesa la estética,literatura, lingúística, el lega-do y la reconstrucciónhistórica. (O. Ley y M. Samuels,1978, p. 5). Sinembargo,el humanismodel sigloXX no es dogmáticoni excluyente,puesno niega queel hombrepuedaestudiarsedesdeuna perspectivacientífica,

sino que consideraeste enfoque parcial y por ello, el humanista ha deconsiderarloincluyendootras actividadesque revelan una preocupaciónhumana. Así por ejemplo, Tuan toma como basey punto de partida elenfoquede la etologíaanimal para estudiarel conceptode territorialidad,lugar, nacimiento,intimidad, etc., pero estos conceptoslos amplia inclu-yendo otros lazos emotivosy simbólicosque conviertenel espacioen un ¡u-

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gar, esdecir, añadetodoslos aspectosculturalesquetransformanlos com-

portamientosanimalesdel hombrey hacende él una especiecon capaci-dad elevadade abstraer,de simbolizar y convertir el espacioen algo másque un contenedorfísico. En efecto, mediante conceptosy símboloselhombreconvierteel espacioen algo ligado a él por estrechoslazos emoti-vos, y ello ocurre incluso en marcosampliosde los queno disponede ex-perienciasdirectas,En estos casos,estosespaciosquesuperanla experien-cia directa de la gentepuedenllegar a transformarseen focos de «lealtadapasionada»a través de símbolos o mediantela educacióny la política(Tuan, 1976, p. 268).

El humanismocreequesólo se tendráuna visión completade la perso-na si se incluyenmás aspectosqueel de la racionalidadconsideradapor el

positivismo. Estos aspectospueden ser transcendentales,teológicos osimplementeéticos.De no teneren cuentaestoshechosaparecerándicoto-mías tales como objeto-sujeto, ciencia-hombre,hechos-valores,que nosalejande una visión integral del hombre. Por lo tanto, el objetivo del hu-manismodel siglo xx es rescatarde nuevo al hombrey tratarlo con todossus atributos,situándoloen el centrode todas las cosas,como productoryproductode su propio mundo, (D. Ley y M. Samuels,1978,p. 7).

Esta corrientehumanistase apoyacomo es lógico, en las filosofías, fe-nomenológicay existencial, así como en algunosescritosde Marx y en los

neomarxistasLukacs y Marcuse. El enfoque humanista influyó en lasociología(Alfred Shutz y Karl Mannhein), en los economistasortodoxosyheterodoxos;impregnaasimismo los objetivosdel Club de Romaque pos-tula un nuevohumanismocaracterizadopor el sentidode la «globalidad»,«la justicia social» y el «horror a la violencia» (A. Peccei, 1977). En el

campode la Geografíasus antecedentespuedenrastrearseen Vidal de laBlache, en Hardy que publicó en 1939 una obra titulada «La géographiepsychologique»condenadarotundamentepor Demangeon,y en algunostrabajosde Wright, Sauery Lowenthal. Sin embargo,hastala décadadelos 70, no se publicanobrassistemáticaspropugnandoesteenfoquey apo-yándoseen una filosofía fenomenológica-existencial.En este sentido, lasobrasde D. Ley Guelke, Harris, en el campo idealista, y los numerosostrabajosde E. Relph, Buttimer, Yi Fu Tuan y Mercel y Powell desdeun

enfoquefenomenológicoexistencial,puedenconsiderarsecomo la basedeeste movimiento que tiene un cierto augeen la décadade los años70 ycontinúa en nuestrosdías, aunque con un claro carácter minoritariodentrode la Geografíaactual.

En nuestradisciplina, apuntaLey (1980), las tradicionesmássignifica-tivas en geografíahumanahan ido soslayandoel estudiode las relacioneshombre-medio,para estudiarde un modo dominantelas relacioneslógi-

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casentre las cosasdentro de un espacioabstractoy geometrizante.Esteautor consideraque en el periodo de entreguerrasla geografíahumanaevolucionadesdeVidal de la Blachea Durkheim. Es decir, ganala batallauna concepciónabstractaen la que se estudianrelacionesentreobjetos,yen esaevoluciónde lugar a espacio, el hombreagentegeográfico, termina

desapareciendo(O. Ley, 1980). En efecto,pareceque la geografíahuma-na va perdiendocontenido,primero centrándoseen los hechostangiblesdel paisaje(Demangeony Brunhes)y más tardereduciendoel espacioauna geometría(Christaller)en el que la relación hombre-medioplasmadaen la noción vidaliana de genrede me, se ve reducida a una actividad ra-cional. De este modo, al perderse la relación simbiótica vidaliana, elhombrese reducea un espectrodominadopor los factoreseconómicos.El

enfoquepositivista no puedeincorporar «la ambigiledad, la contingenciay los cambios no lineales que constituyen lo habitual en las relacionesdentrodel «mundovivido» (D. Ley, 1980,p. 10).

Este enfoque parcial va a producir una «geografía humana sinhombres»,por lo tanto, abstracta,estrecha,puesno tiene presentelas in-tenciones,ni los valores, individualeso de grupos. Este reduccionismoes

muy peligroso,puescomo dice A. Schutz:

«La salvaguardadel enfoquesubjetivo esla única garantíade que el mundo dela realidadsocial no seasustituido por un mundo ficticio construidopor el ob-servadorcientífico» (Ley, 1980, p. 12).

La Geografíahumanísticapropugnacomopostuladobásicoqueel «es-pacio vivido es el mundo de la experienciainmediatamenteanterior al delas ideascientíficas».(A. L. Sanguin, 1981, p. 561), y por ello, la geogra-fía humanísticaestudia el mundo en el que los hombresviven y actúan,en lugar de considerarmundoshipotéticoshabitadospor seresomníscen-

tes.La Geografíahumanistaes contrariaal enfoqueradical marxista tal y

como lo exponenD. Harvey o M. Castelís,puestoque estosautoreselabo-ran un mundomecanicista,en la quetodo estáprevistoy en dondeel pa-pcI del hombrees nulo. Ley insiste en que los geógrafosmarxistas,a pesarde su crítica total al positivismo, no escapande un enfoquedel mundoesencialmenteeconómicoy racionalistay así, desearque en la ciudad no

se cumplael modelode Von Thúnen-Alonso,no quieredecir quese pres-cinda de las categoríaseconómicasdel modelo, pues como señalaJeanBaudrillard:

«El materialismo histórico de Marx... es demasiado conservadory está muyenraizadoen los supuestosde la economíapolítica, y esdemasiadodependientedel sistemade ideasqueintenta superar»(A. Ley, 1980,p. 11>.

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Como resultado,el análisis marxistano superael fantasmade la pro-ducción, que impregna todo el enfoque, ya que como recuerdaAdorno,la intención de Marx era convertirel mundoen un taller productivo. Por

estarazón, el geógrafohumanistacondenatambiénel marxismo, que re-duceal hombre a un objeto movido por «procesoshistóricos»que no sonpersonassino abstracciones.

En definitiva, el principal objetivo de la geografíahumanistaes recon-ciliar la ciencia social con el hombre, acomodarla comprehensióncon eltalento, lo objetivo con lo subjetivo y eí materialismocon el idealismo.(D. Ley y M. Samuels,1978, p. 9). Los dos rasgosesencialesdel nuevo en-foqueson por una parte,hacerunageografíahumanacon hombres,tal y

como intentó Vidal de la Blache, si bien «no podamosseguirloliteralmen-te», puesto que «el mundo existencialde Vidal no es el nuestro»,unageografía antropocéntrica apoyada en el existencialismo y en lafenomenologíaque son los enfoquesmás acordescon los fines descritos,

ya que en términos socialesel espaciose convierteen lugar, la idea abs-tracia de espacialidadadquieredimensionessignificativas, y la distanciadefine relacionesde proximidad o de deshumanización.

Porotra parte, subrayael carácterholísticode la ciencia, en oposicióna la visión analíticaque separaartificialmente losconceptos,y paraello se

busca una teoría global no abstracta,sino contextual que permita in-terpretarlas relacionesrecíprocasy activasdel hombrey eí medio.

De acuerdocon los objetivosdescritos,la metodologíaha de serinduc-tiva sin que hayaque excluir las técnicasde cuantificación, perosin miti-ficar la medida,pues«unoes libre de hacerusode la técnicade formase-lectiva y donde lo estimeapropiado»(D. Ley y M, Samucís,1978,p. 13).

La preocupaciónpor la comprensiónen lugar de la predicción lleva alinvestigadora sumergirse,a empaparseen el problema,a conocerlodesdedentro, mediante un conocimientoempático; se recomiendala encuestaantropológicay de un modo especialla observaciónparticipativa.

La formaciónde un geógrafohumanista,diceTuan (1976), debeteneruna baseen geografíafísica, en la etologíaanimal, y dominar los concep-tos esencialesde las cienciassociales.Todos estossaberespositivos son elpunto de partida que le servirá al investigadorpara teneren cuentala va-loración de los hombreshacia el medio; asimismoha de tenerunaforma-ción lingíiística para captar los «maticesdel lenguaje»y conocerla filoso-fía, adscribiéndosea aquellaque estémásde acuerdocon la finalidad desu investigación.Porúltimo, Tuan consideraquela utilidad de la geogra-fía humanistano especuniaria,puestoque los contratossedirigen a losgeó-grafos con formación cuantitativa, sino que es útil en la enseñanza,yaquesu función es «aclararel significado de los conceptos,símbolosy aspi-

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racionesde las personasa gruposcon respectoal espacioo al lugar». Porotra parte, puedeser útil en la planificación si consideramosque la res-puestaque las personasdan al medio está mediatizadapor la cultura, ypor lo tanto, unafunción de la geografíahumanistaseráseñalarlasvirtu-

des y defectosde una cultura y sugerirmediospara lograr despertaren elhombre el sentidodel lugar. Tuan concluye que el enfoque humanistanuncaserápopular, ya que ello requiereun esfuerzopersonalintrospecti-vo, una crítica de los fenómenosqueseadmitencomo «datos»,y estaacti-tud y disposiciónnuncafueron popularesen nuestracultura occidental.La Geografíahumanistaal ser una crítica reflexiva que exige introspec-

cion, suponequeel paisajegeográficoha de ser algo másqueel clima, lasparcelasy las casas.Debeincluirse tambiénlos sentimientos,los conceptosy las teoríasgeográficasque tiene el hombreo el grupo. Un geógrafohu-manistacontemplael mundode hechosy buscaconstantementeel signifi.cadode los mismos.

3. Lasprincipalescorrienteshumanísticas

Vamos a describir las dos corrientes fundamentalesdentro de laGeografíahumanística.

a) La alternativafenomenológicaexistencial

Descritoel contexto social y cultural de las décadasde los años60 y70, parece lógico que la Geografía,como lo hicieron otras cienciasso-

ciales, buscasesu actitud crítica y su fundamentoen la fenomenologíaexistencial.

Tanto la fenomenologíacomo el existencialismose oponen decidida-

menteal positivismológico.La fenomenología,aunquees un movimiento filosófico complejo y va-

nado, se inspira básicamenteen la obra de EdmundHusserl(1859-1938).Puedeconsiderarsecomo la teoríade la aparienciay el fundamentode to-do saberempírico. La fenomenologíaseabstienede toda especulacióny se¡imita a describir las aparienciasdirectas.Su práctica implica prescindirde todo tipo de suposicionessobrelos hechos,limitándosea la observaciónde las apariencias.ParaHusserlla fenomenologíaes a la vez un métodoyun modode ver, aspectosambosmuy relacionadas,por cuantoqueel mé-todo seconstituyemedianteun modo de ver y éstemedianteun método.

El métodofenomenológicoconsiderapreviamenteque las leyeslógicas,son leyes lógicas purasy no empíricasy ademásque actos tales como laabstracción,el juicio, la inferenciano son actosempíricos,sino actosin-

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tencionalesque tienensu correlatoen puros términosde la conciencia.Es-ta concienciaaprehendepurassignificacionesen cuantoson simplementedadasy tal y como sondadas.El prescindirde todo tipo de supuestosy laactitud radical de prescindir también de la creenciaen la realidad delmundonatural y las proposicionesa que da lugar, no esnegar la realidadsino abstenersede formular juicios sobrela existencia,espaciotemporaldel mundo. Este abandonoo voluntad de prescindirde presupuestoses laepojéque permite reconsiderartodos los contenidosde conciencia,en lu-garde examinarlossin másen cuantoquesonpuramentedados.Así pues,la fenomenologíano presuponenada,se sitúaantesde todacreenciay detodo juicio para explorar simplementelo dado, Este método fenomenoló-gico lleva a caboun reduccionismoque son las esencias.Una vez que seproduce esta primera reducción fenomenológicaaparece la reduccióntrascendentalpor medio de la cual se pone entreparéntesisla existenciamisma de la concienciay en lugar de tenderhacia lo que se da en ella,tiende haciasi en supureza intencional.Esta última fase a la que Husserlconcedegranimportanciano es admitidapor todos.

Un conceptoesencialpresenteen Husserles el del «mundovivido» (Le-benswelt)dominio de evidenciasoriginales,es el mundode las experien-cias inmediatamenteantesde aparecerlas ideasde la ciencia.Cadaperso-na descubreel «mundovivido» prescindiendode todosupuestocientífico ode sentidocomún.Uno de los grandesataquesqueHusserlhacea la cien-cia positivista es el empleo indiscriminadode abstracciones,no apoyadasen la experiencia,y es precisamenteestedesfaseentre la abstraccióncre-cientede la ciencia y su alejamientodel mundovivido lo que origina laprofunda crisisdel pensamientooccidental.

El existencialismoejerció una influencia en la Geografíamatizandoenalgunosaspectosel enfoquefenomenológicode Husserlen el sentidodesubrayarel conceptoexpuestopor Sartrede que «la existenciaes anteriora la esencia»y que el hombre ante todo «existe»,surge en el mundo yluego «sedefine» (M. Samucls, 1978, p. 124). Por lo tanto una geografíaexistencialestudia la biografía del paisaje, definido como «todo conjuntode lugaressignificativos,junto con las situacionesde las quesurge, consti-tuye un paisajecon una biografía» (M. Samuels,1978, p. 126).

Así pues, la fenomenologíaexistencialsubraya la individualidad delhombre, la subjetividady la libertad, oponiéndosea la pretensiónde lasciencias socialesen buscar regularidadesen el comportamientohumano.La preguntabásicade la fenomenologíaexistenciales indagarpor el serpersonal,y los aspectostrascendentalesde la fenomenologíade Husserl serechazanen favor de una comprensióndel hombreen el mundo. Los sig-nificados básicos de los conceptosespacialesse considerancomo lazos

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afectivosentreel hombrey sumundoy el espacioobjetivo de la ciencia fí-sica o de la geometríaes una simple abstraccióndel espacioexistencial

(J. N. Entrikin, 1976), y uno de los aspectosesencialeses comprenderlaestructuradel espacioexistencial, en donde la distanciaes una conexiónafectiva, y no métrica, y el lugar, un conjunto de significados,o comodi-ceTuan, «encarnala experienciade aspiracionesde la gente»(1977).

En resumen,el enfoquefenomenológicoexistenciales antipositivista,puesno admite que la única verdadseala alcanzadapor el métodohipo-tético deductivo; es antirreduccionista,puesse dirige a comprenderplena-mente los hechosde experienciay no a reducirlosa simplesexplicaciones(Relph, 1980). Supone, en definitiva, una reinterpretaciónpor parte delos existencialistascomo Sartre, Heideggery Merleau-Ponty,de las in-terpretacionesde Husserl rechazandolos aspectosmás idealistasdel enfo-quehusserliano.

b) La Geografíay la fenomenologíaexistencial

Ya hemos dicho que estemovimiento filosófico inspiró a las cienciassocialesy tambiéna la Geografía,a partir de la décadade los 70. Algunosgeógrafosnorteamericanosconsideraronútil la aplicación del método fe-nomenológicoy así partiendodel «espaciovivido» descubrenque algunoshechosque creían conocersuscitandudas e interrogantes,en tanto queotros fenómenosque juzgaba insignificantesy no merecedoresde investi-gar exigían un estudioprofundopor susconsecuenciasenel paisaje.

El geógrafo que asumela fenomenologíaexistencialparte de todo el«mundovivido», pero sólo formula algunaspreguntasdentro de esecon-texto experiencia],como son ¿cuál es la naturalezadel hombrehabitanteen la Tierra? ¿Cuálesson las experienciassignificativasque poseemosdelos lugares?¿Cómoexperimentamosel sentidode pertenenciaa un lugar?¿De quémodoa lo largo del tiempo varíanuestraactitud hacia los lugaresy la naturaleza?¿Cómo surgen los lazos de afecto o de rechazo hacialugares,paisajesy regiones?¿Cómose convierteel espacio,conceptoabs-tracto, en lugar, centrode significaciónpersonalo colectivo?¿De quémo-do se producen los movimientos, casi inconscientes,y cotidianos en elmundo? Este conjunto de interrogantesque hacemosa la experienciayque es anterior a todo conocimientogeográficoformal, es la temáticabá-sica de esta geografíahumanistaapoyadaen el método fenomenológicotrascendental.

Hemos de decir, que hastael momentopresenteeste enfoquese pre-sentamás como una alternativa posible que como una realidad apoyadaen la investigaciónempíricay corroboradacon la evidencia.Incluso algún

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partidario de esteenfoque lo presentacomo un método complementario,poco adaptableal estudiode los temasgeográficostradicionales(Tuan,

1976), pero que permite establecerla síntesisentre las cienciassocialesylas humanidades.También Relph (1980) en un estudio recientesubrayala escasaproducciónde estatendencia.

En todos los estudios,aparecede un modo constantey predominanteel conceptodel «espaciogeográficovivido» que aunqueno claramentese-parable del «espaciovivido total», puedeidentificarse porque tiende asubrayarlas relacionesentrelos lugaresy el hombre. Fue Dardel (1952)elprimeroen emplearnuestrasexperienciaspreconceptualessobreel territo-rio, el lugar y el paisaje, utilizando el término de «geographicité»paraexpresarlos lazosque unen a las personascon el entornoantesde apare-cer cualquier tipo de conocimientosistemático.Estoslazos se manifiestan— dice Dardel — en el sentidode pertenenciaa un lugar y en una ciertasensibilidadhacia el paisaje,para Dardel la «geographicite»es muy im-portantey, así, manifiesta:

«La realidadgeográficaexige una implicación total del individuo, con sus emo-

ciones,cuerpo,hábitos quees tan plena que uno llega a olvidarla, como se olvi-da la vida fisiológica» (Sanguin,1981, p. 574).

El geógrafoVi Fu Tuan (1977) examinóde un modosistemáticoel de-venir del espacio,a lugar. Esteautor consideraque espacioy lugar son loscomponentesbásicosdel medio, e intenta examinarlospartiendode la ex-perienciapropia y ajena.Tuan toma como puntode partida el comporta-mientoanimal, pero no incurre en un bilogismo simple, puestoque aun-

queel hombrecompartecon los animalesciertasformasde conducta,res-pondesin embargoanteel espacioy el lugar de un modo diferente,pues-to que el hombre tiene una alta capacidadde pensary simbolizar, Tuanse preguntaque espacioy lugar, a pesarde ser componentesbásicosdelmundovivido, se tomancomo dadosy no sonobjeto de un análisisreflexi-yo. Por ello, su primera pregunta es cómo el hombre que es animal,fantasía y cálculo, experimentay entiendeel mundo vivido. Para elloTuanpartede una perspectivaexperiencial,esdecir, desdelos diferentesmodosde comprendery elaboraruna realidad. Modos que van desdelossentidosmás pasivos:olfato, gusto y tacto, a la vista y la capacidaddesimbolizar.De estemodo reconstruyeel aprendizajedel espacioy su trans-formación en lugar, apoyándosemuy directamenteen la teoríade Piaget.Demuestraclaramentecómo la capacidadespacialen el hombrees ante-rior al conocimientosimbólico o cartográficodel mismo.

El concepto de lugar es, para la fenomenólogos,algo más que unsimple agregado,es ante todo un conjunto de significadoso, utilizando

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palabrasde Tuan, «los monumentos,obrasde arte, ciudadeso nacionesson lugares porqueorganizanel espacioy constituyencentroscon signifi-cación» (1977, p. 213). Relph en esta misma línea, afirma que el lugarpuedeentendersecomo «focos con significación o intenciones,determina-dos cultural o individualmente». Tanto Relph, como Tuan y Buttimerproponenel conceptode lugar como el centroy el objetivoesencialdel co-

nocimiento geográfico. La idea del espaciovivido (lifeworld) en Buttimer(1976) comprendeel mundo de los sucesos,negociosy el de los valores,incluyendo la experienciapersonal.Paraesta geógrafael asientoespacio-temporal,definido culturalmenteo el «horizontecotidiano»seexperímen-ta de un modo global, y sólo cuandosomosconscientesde este«mundovi-vido» podemosintentar comprender(poniéndonosen el lugar de los otros,

esto es, empáticamente),los horizontescotidianoscompartidoscon otraspersonasy con la sociedad.

Buttimerconsideraquesólo de estemodo —introduciendoestosaspec-tos precognitivosen la conciencia—podemosdespertaren nosotrosel sen-tido de identidad y pertenenciacon respectoa un lugar, es decir, trans-formar el espacioen algo significativo, pudiendoasí empatizarcon los lu-garesde otrasgentes.

Una idea compartidapor estos geógrafos,es destacarla importanciade los lazos que unen el hombreal lugar, estos lazos se consideranquecuandoson sólidos y afectivosconfierenunacierta estabilidadal individuoy al grupo; por el contrario la tendenciatecnológicaactualhacia «los no-lugares»(placeness)es decir, una ordenacióndel territorio que configuraun paisajeuniforme, despersonalizadoy sin carácter,producefuertes ten-sionesespecialmenteen la población urbana, en donde, como dice San-

guin, la «sheratonización»y la «hiltonización» es la norma arquitectónicaen las ciudadesde hoy.

Tanto Relph como Tuan y Buttimer examinanfenomenológicamentelos mecanimosque ligan positiva y negativamenteal hombrecon el lugar.Tuan en su libro «Topophilia» (1974)examinala variedadde experienciasplacenterasderivadasde los lazos afectivos queestableceel hombrecon ellugar. A este tipo de experienciaslas denominatopofilia. Ademásde es-tos lazos afectivosentre las personasy el lugar, puededarse también, latopolatría, esdecir, el lugar puededespertarun sentimientoreverencialymítico; por último la topofobiaes la aversióno el miedo hacia un lugar.Entre la topofilia y la topofobia se manifiestacon más frecuenciala to-ponegligencia,tendenciaa perderel sentidodel lugar, lo queexplica, se-gún estos geógrafos,las raíces de ¡a crisis ecológica actual. La tendencia

hacia «el no lugar» o «sin lugar», suponepara Relph que se experimentaun corte en las raícesdel hombrecon el medio lo que produceuna «ero-

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sión en los símbolos»y unasustituciónde la diversidadpor la uniformidady del ordenvivencial por el ordenconceptual,abstractoe impersonal.

En estamisma línea argumentalinsiste Sanguin(1981), añadiendoalpeligro del «no-lugar»el fenómeno Kitsch, producciónde objetos falsosque creauna relación artificial entre hombresy objetosproducidospara

el consumode masas,y en esteprocesode inautenticidadlos lugaresy elpaisajese tratan como objetosde consumo;el resultadoes una alienacióndel hombreal quese le incita a considerary a consumir lo trivial como sise tratasede necesidadesvitales y lo fantásticose le presentacomo real.Un ejemplo dramáticopuedeserel fenómenode la segundaresidenciaendondese presentala necesidadde contactocon la naturalezaidentificadacon la comprade trozos de tierra (parcelas,promociónde ventasde cha-lets y apartamentosen la sierra y en la playa por parte de las urbaniza-ciones),con el consiguientedetrimentopara la economíade los compra-doresy parael equilibrio ecológicode playay montaña.

Ligadoen la temática,aunquesin adscribirsea ningúntipo de filosofía,

estánlos trabajosde algunosgeógrafosfrancesesque introducenen suses-tudiosel conceptodel «espace-vécun(espacio-vivido)y dirigensusobjetivoshacia una geografíacon rostro humano(«géographieá visage humaine»)(Sanguin,1981, p. 584).

La noción de espacio vivido apareceen Frémont que intenta de-mostrar que la región es algo más que un «todo objetivo» y consideraquela ordenación que requiere nuestro siglo «la región ha de aportar elcontrapesoafectivo y estéticode lo insustituible y de lo implanificable».Otras líneas de investigaciónson la reconstrucciónde los espaciosvividosexperimentadospor otros pueblosen diferentesépocashistóricas,así comoel estudiodel simbolismoy de la simióticadel paisaje.

c) La alternativa idealista

Dentrodel humanismo,un movimiento aúnmás minoritario queel delos que proponenla fenomenologíaexistencial,lo constituyeel de los ge:ografosidealistas. Proponencomo basede su alternativa la filosofía ide-alista que afirma que lo quemuevelas accioneshumanasson los ideales,realizableso no, pero casi siempreconsideradoscomo realizables.Es unafilosofía acordecon las aptitudesdel humanismo,puestoque tieneespe-

cialmente en cuenta la acción humana, y la acción del hombre en so-ciedad-

El idealismoinicia la reflexión filosófica no a partir del mundoexter-no, sino del yo, el sujeto o la conciencia. El idealismo como lafenomenología,es desconfiado,desconfianzaque se manifiestahaciatodo

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lo real, o mejor dicho hacia todo lo que pretendeserreal, incluyendo lossupuestosmodelosde la realidadsensible.Parael idealismo «ser»significaser dado en la conciencia.Una de las mayoresdiferenciasentreel idealis-mo fenomenológicode Husserly el idealismo filosófico, es que,en el pri-

mero, la concienciase manifiestacomo una multitud de sujetos,en tantoque en el segundo,en el idealismotrascendental,hay sólo una concienciapura.

En Geografíase adoptóel idealismoepistemológicoque afirma queelmundo puedeconocersesólo indirectamentea travésde las ideasy por lotanto no existe mundo real que puedaconocerseindependientementedela mente (Guelke, 1980, p. 134). Tanto Guelkecomo Harris consideranque unametodologíaapoyadaen el idealismopodría resucitarel caráctersintético y holistico de la geografíatradicional, pues se consideraque elenfoquecuantitativoempobrecióde contenidosla disciplina al reducirlaaun simple espacialismogeométricoy ha producido teorías que explicancómo deberíaorganízarseel mundopartiendode unossupuestosalejadosde la realidad. En lugar de estaobsesiónde buscarleyes semejantesa lasde las cienciasnaturales,el geógrafodeberíaintentarcomprenderel fun-cionamientoreal de las regiones.

El método propuestoes el Verstehen,ésto es, «repensarlos pensamien-tos de aquellaspersonascuyas accionesespacialesqueremosexplicar»(Guellce, 1974, p. 193). Todas las accionesespaciales:emigrar, cultivar,cambiarde residencia,etc., son resultadosde un pensamientoracional,apoyadoen una teoría. Por lo tanto, para explicar el paisajeno esprecisointroducir un esquemateórico apoyadoen unossupuestosrestrictivosy ca-sí siempre pocosrealistas(isotropía, racionalidadtotal del hombre,mini-mización de las distintas, etc.); serásuficientereconstruirel pensamientocontenidoen la acciónespacial,que seapoyaráen una teoríaqueformarápartede la sociedady del contextocultural en la quese insertael actor oel grupo objeto de estudio.

Este modo de explicación empática (Verstehen)es muy distinto delmodo de explicación del positivismo que es apropiadopara comprenderlos fenómenoshumanosno racionalesy fenómenosno humanos,pero ina-decuadopara los fenómenoshumanospuestoque ya estánordenadosse-gún un pensamientofundadoen unateoría.

Todo hombrees a la vezuna entidadfísica y social, y para explicar losaspectoso las accionesdel hombre sobreel paisaje,el geógrafo idealistasólo consideralos aspectosracionalesde las accioneshumanas,lo que nosignifica que no se valoren los factoressicológicosy sociales,pero en prin-cipio se da por supuestoen todo los individuos una normalidadtísica y si-

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cológica; esdecir, restringensupreocupaciónal pensamientoracionalqueestádetrásde la acción queorigina o transformaun paisaje.

Así, pues, la preocupaciónclave de los idealistasno es proporcionar

unaexplicacióncausalde un fenómenodel paisaje,sino llegar a compren-der la significaciónhumanadel mismo, puesto que los sucesosreales,loshechos,son sólo importantesen la medida queesténdotadosde significa-ción humana.

La esenciadel «repensar»implica discernirla finalidad de las accioneshumanas,esdecir, la racionalidadde los actosobjeto de investigación.

Porello, el geógrafono precisadisponerde teoríaspropias,ni afanarseen buscarlas,sino simplementeelucidar las teoríasen las que se apoyaelpensamientoque lleva al hombrea un grupo a realizar una acción espa-cíal. Es pues,el geógrafoun usuariode leyesy teorías,no un buscadordeellas. Así, por ejemplo, para explicar los movimientosmigratoriashemosde investigaren que teoríase apoya la valoraciónde «mejorescondicionesde vida», puestoqueuna personao un grupo no sesienteatraídapor unaciudad o región con «mejorescondicionesde vida» como las limaduras dehierro por un imán sino aceptacomo mejoresesascondicionessupuestas;elhombrees un «animal teórico»cuyasaccionessebasanen la comprensiónteórica deuna situación.

El idealismocompartecon la fenomenologíasu rechazoal positivismoy su preocupaciónpor subrayarlos hechosy sucesosde significación hu-mana; pero el idealista hace una distinción clara entre los aspectosinte-lectualesy racionalesdel comportamientohumanoque son generalizablessegúndeterminadosconceptosculturalesy los emotivos;mientrasque, co-mo señalaGuelke (1980, p. 142), los fenomenólogosal intentar describirla totalidad del mundovivido, tal y como se produceen las experienciasindividuales introducen un fuerte elemento de subjetividad, pues nologran separarlos aspectossusceptiblesde comprensiónobjetivade los queno lo son.

Con respectoal marxismo, los idealistassubrayanmás las influencias

de las ideas, dejandoen un segundoplano la influenciadel modode pro.ducciónen la sociedad.

La Geografíahumanísticaes objeto de críticas desdediversasposicio-

nes. Desdeel punto de vista marxista se indica, como subrayaLukacs,que la fenomenologíacometeel error de «confundir la reproduccióninte-lectual de la realidad con la estructurareal misma»; como consecuenciala objetificación del hombre a través del trabajo, supone una cualidadilusoria de la concienciay todo el esfuerzodel hombreparamodelarsea símismo y al mundo, seconcibecomo dictado por la conciencia,convirtien-do así la historia en el acto de pensary la naturalezaen una cualidaddel

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pensamiento;por consiguiente,la fenomenologíaal restringirsea la apa-ríencíadel mundoes incapazde penetraren la realidadobjetiva (Burgess,

1976, p. 19).Algunos geógrafospositivistas, como Jackson(1981, p. 282) centran

susataquesen el énfasisque otorgana las experienciasindividuales, du-dando que estetipo de trabajopuedasuperarla fase descriptiva. Smith(1981)subrayaqueno essuficiente«la observaciónparticipante»y que sinprocedimientosanalíticos explícitosy replicables,la geografíahumanistano superarála fase descriptiva,puesesprecisamenteen estetipo de enfo-quedondemásclarohay quedejarel papeljugado por el analistasocial.

Así pues, el reto de la geografía humanísticaestá en aclarar lametodología,ya que la palabra Verstehense aducesiempreque no sehanresueltolos problemasmetodológicos.Y no hay que olvidar queel proble-

ma de la comprensiónempáticaestáen la posibleesquizofreniaintelectualde prescindir de nuestrapropia visión del mundo para implicarnos, sinideasprevias,en la forma de vida de la personao grupo objeto de investi-gación. Por ello, hastaque no se aclaresu metodología,la geografíahu-manistaes más una actitud crítica al positivismo que una alternativage-

ográfica(Entrinkin, 1976, p. 630).En suma, la gran aportaciónde la geografíahumanistaesponeren te-

la de juicio muchosconceptosmal conocidos,ensancharel campo de ladisciplina sugiriendo nuevasvías que puedenser esenciales,puesto que,como dice Relph, un estudiogeográficoha de medirsepor «lo que añadeal conocimientodel mundoo a nuestrapropia comprensión»,más queporseguirunasreglasmetodológicasprecisas.

Como conclusión podemosdecir, que la pretensiónde derrocar «ladictaduradel positivismo» y buscarun nuevoparadigmaque la sustituya,no seha logradoy quesi bien existenesquemasy propuestasapoyadasenfilosofías diferentes al positivismo lógico, carecemosde «ejemplares»,esdecir, de un cuerpode doctrina, de una metodologíay de unas técnicasque permitanenfrentarnoscon el estudiodel hombrey suactuaciónen elmedio. Esta conclusión,no quiere decir que los esquemasy alternativasexpuestasno seandignas de tenerseen cuentay de seguir profundizandoen las mismas, puestoque algunasparecenmuy apropiadasen el campode la enseñanzay de la ordenacióndel territorio. Así pues, la prolifera-ción de tendencias,lejos de producir confusióndebenversecon unamen-te abierta, aplicando el viejo proverbio chino «deja q&e broten cienflores», puesto que con todasellas conseguiremosuna visión del mundomás plena, másmatizaday sobretodo, más humanaque con la adscrip-ción ciegaa un sólo enfoque.

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RESUMEN

En estetrabajoseintentapresentarla geografíahumanísticay sus principalescorrientes.En una primerapartese analizael contextogeneralen eí que surgela corrientecitada enlas cienciassociales y en la geografía.En eí campode la geografíael objetivo generaldelenfoquehumanístico es estudiar al hombre con todassus característicasy situarlo en elcentrodetodaslascosas.

En la segundaparte, seanalizanlos conceptosmásimportantesextraídosde la obra delos autoresmásnotablesde la fenomenologíaexistencial(Buttimer, Relph y Tuan) y delidealismo (Ley, Harris y Guelke). Tanto los fenomenólogoscomo los geógrafosidealistasdenuncian la tiranía del paradigma cuantitativo acusándolode simplificador y reduc-cionista, ya que deja al margenaspectostalescomo los valorese intencionesindividuales yde grupo. El objetivo esenciales el estudiodel mundovivido, prescindiendode mundoshi-potéticospobladospor hombresconsaberestotales.

Por último se subrayanalgunasinsuficienciasmetológicasy seconcluyeafirmandoquela geografíahumanísticaesmás bien unaactitud decrítica al positivismológico imperanteen la geografía cuantitativay una sugerenteampliación del campode investigacióngen-gráfica que unaauténticaalternativaal paradigmacuantitativo.

RÉSUMÉ

Lobjectif de cet articleest deprésenterune nouvelleapprocheappeléegéographiehu-maniste. Dans la premiére partie on analysele contextegéneralsur lequel la géographiehumanisteestapparuecomme un défi de la dictaturede l’approche «quantitativiste».Lesgéographeshumanistesorn emprutébeaucoupde conceptsdesphilosophiesexistentialleetphénomenologique,aussibien que de la philosophieidéaliste. Pour cette raisonnous pre-sentonsquelquesidéesprovenantesdeces champsphilosophiqueset qui onteté introduitesen géographiehumaníste.

Dans la deuxiémepartie de ce travail nous discutonsquelquesrésultatsdesgéographesphénomenologistescommepar example Buttimer, Relph, et Tuan; et de géographesidé-

alistescommeLey, Harryeí Guelke.Finalement, aprésavoir remarquéquelquesinsuffisancesrnéthodologiques,nous finis-

sonspar considérerquela géographiehumanisteestplutot une fa~onde critique au positi-visme philosophiquede la «nouvellegéographie»et aussiune sortede point de vuesugestifplus queune alternativereélle au paradigrnede la Géographiequantitative.

ABSTRACT

The main aim of this paperis to explore a new geographicalapproachdenominated«humanisticgeography».In shefirst sectionwe analyzethe generalbackgroundon whichhumanisticgeographyhasbeenarisenon both, socialsciencesand geography.The huma-nistic geographerslay the foundaíionson the phenomenologicalexistencialismand the ide-alism philosophies,thereforesorneideasfrom those fields are introducedbecausehave be-en usedin the humanisticgeographicalapproach.

In the secondsectionof this paperwe discuss someof the niost relevantresultsdrawnfrom the most representativeauthorsof boths trends: phenomenologistssuchasButtimer,Relph and Tuan; and idealistssuchasLey, Harris and Guelke.

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Finally, after underlining some methodologicalshortcomings, we conclude that thehumanisticgeographymay be regardedrathera way of criticism to the philosophicalposi-tivism introduced in the «new geography»and also as a suggestingpoiní of view than atrue alternativeto the quantitativeparadigm.